Comunicaciòn Tarea R.L
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Son escritores que forman parte de una tradición en la que figuran nombres clásicos de su país
como el Inca Garcilaso de la Vega, César Vallejo, Ciro Alegría, José María Arguedas, Blanca
Varela, Julio Ramón Ribeyro, José Watanabe, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique
Ciro Alegría
Blanca Varela
José Watanabe
Representantes de la literatura en los premios novel peruana
son Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Julio Ramón Ribeyro, José María Arguedas y
Ciro Alegría; los principales poetas, César Vallejo, José María Eguren, Emilio Adolfo
Westphalen, César Moro, Martín Adán, Jorge Eielson...
Biografía
Mario Vargas Llosa pasó su infancia entre Cochabamba (Bolivia) y las ciudades peruanas de
Piura y Lima. El divorcio y posterior reconciliación de sus padres se tradujo en frecuentes
cambios de domicilio y de colegio; entre los catorce y los dieciséis años estuvo interno en la
Academia Militar Leoncio Prado, escenario de su novela La ciudad y los perros. A los dieciséis
años inició su carrera literaria y periodística con el estreno del drama La huida del Inca (1952),
pieza de escaso éxito.
Poco después ingresó en la Universidad de San Marcos de Lima, donde cursó estudios de
literatura. Desempeñó múltiples trabajos para poder vivir sin abandonar sus estudios: desde
redactor de noticias en una emisora de radio hasta registrador en el Cementerio General de
Lima. En 1955, el escándalo que provocó al casarse clandestinamente con su tía política Julia
Urquidi (episodio que inspira la novela La tía Julia y el escribidor) agravó aún más su situación,
y hubo de recurrir a algunos amigos para aliviar su penosa situación doméstica.
En la capital peruana fundó Cuadernos de Composición (1956-1957), junto con Luis Loayza y
Abelardo Oquendo, y luego la Revista de Literatura (1958-1959), erigiéndose en estas
publicaciones como abanderado de un grupo que reaccionaba contra la narrativa social y
documentalista de aquel entonces. A finales de los años 50 pudo finalmente viajar y
establecerse en Europa, donde empezó a trabajar en la Radio Televisión Francesa y fue
profesor en el Queen Mary College de Londres.
Publicó su primera obra, Los jefes (1959), con veintitrés años apenas, y con la novela La ciudad
y los perros (1963) se ganó ya un prestigio entre los escritores que por aquel entonces
gestaban el inminente «boom» literario iberoamericano. Vargas Llosa acabaría figurando entre
los autores esenciales de aquel fenómeno editorial, y se le situó por su relevancia en primera
línea, junto a narradores de la talla del colombiano Gabriel García Márquez, los mexicanos
Juan Rulfo y Carlos Fuentes, los argentinos Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Ernesto Sábato,
los cubanos José Lezama Lima y Guillermo Cabrera Infante o el uruguayo Mario Benedetti.
El éxito de esta novela y el espaldarazo que supuso a su carrera literaria le permitió dejar atrás
una etapa de precariedad y bohemia. En el viejo continente, Vargas Llosa estableció su
residencia primero en París y luego en Londres (1967), de donde se trasladó a Washington y a
Puerto Rico.
La labor de Mario Vargas Llosa como crítico literario se refleja en ensayos como García
Márquez: historia de un deicidio (1971) y La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975).
En 1976, con José María Gutiérrez, codirigió la versión cinematográfica de su novela Pantaleón
y las visitadoras. En 1977 fue nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y
profesor de la cátedra Simón Bolívar en Cambridge.
En el terreno político, su ideario sufrió con los años profundas mutaciones. El rechazo visceral
a toda dictadura y el acercamiento a la democracia cristiana caracterizaron su juventud; en los
años 60 pasó desde un explícito apoyo a la Revolución cubana del Che Guevara y Fidel Castro
hasta un progresivo distanciamiento del comunismo, llegando a la ruptura definitiva con el
gobierno de Fidel Castro (1971) a raíz del llamado Caso Padilla.
Con el tiempo acabó convertido en un firme defensor del liberalismo, aunque sin renunciar a
los avances sociales conseguidos por el progresismo, y en los 80 llegó a participar activamente
en la política de su país. Impulsor del partido Frente Democrático, cuyo programa combinaba
el neoliberalismo con los intereses de la oligarquía tradicional peruana, Mario Vargas Llosa se
presentó como cabeza de lista en las elecciones peruanas de 1990, en las que fue derrotado
por Alberto Fujimori.
Formado en el marco generacional del cincuenta (su primer libro es de 1959: la colección de
cuentos titulada Los jefes), Mario Vargas Llosa es uno de los novelistas hispanoamericanos de
mayor fama mundial, y acaso el que ha escrito el mayor número de novelas de altísima calidad.
Como narrador, Vargas Llosa maduró precozmente: La ciudad y los perros (1963) es la primera
novela peruana completamente "moderna" en recursos expresivos. La Casa Verde (1966), Los
cachorros (1967) y Conversación en La Catedral (1969) lo ungieron como uno de los
protagonistas del «boom» de la novela hispanoamericana de los años sesenta y como el más
característicamente neorrealista del grupo, con un virtuosismo técnico de enorme influencia
internacional.
Sus novelas posteriores, excepción hecha de la más ambiciosa de todas, La guerra del fin del
mundo (1981, agudo retrato de la heterogeneidad sociocultural de América Latina),
abandonaron el designio de labrar "novelas totales" que hasta entonces lo obsesionaba, y
optaron por la reelaboración (irónica o transgresora) de formas o géneros subliterarios o
extraliterarios, planteando con gran frecuencia una reflexión sobre los límites de la realidad y
la ficción que recrea aspectos de la literatura fantástica y el experimentalismo narrativo, sin
caer en ellos totalmente: la farsa, en Pantaleón y las visitadoras (1973); el melodrama, en La tía
Julia y el escribidor (1977); la política-ficción anticipatoria, en Historia de Mayta (1984); el
relato de crimen y misterio, en ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986) y Lituma en los Andes
(1993); la narrativa erótica, en Elogio de la madrastra (1988) y Los cuadernos de don Rigoberto
(1997); y la política, en La fiesta del chivo (2000).