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Semana de Oración Juvenil 2020

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Semana de Oración Juvenil 2020

Título: EL ABRAZO

Tema: PERDÓN Y RECONCILIACIÓN

8 LECCIONES SOBRE EL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN


Discusiones diarias y preguntas para grupos pequeños incluidas.
ESCRITORA: Debbonnaire Kovacs

Fecha official para la Semana de Oración Juvenil:


Del 21 al 28 de Marzo, 2020

Día Mundial de la Juventud: 21 de Marzo de 2020


Sábado de Bienvenida: 28 de Marzo de 2020

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Copyright © 2019 Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día® Departamento de Ministerios Juveniles.
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Departamento de Ministerios Juveniles de la Conferencia
General.

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Esta Semana de Oración ha sido publicada por los Ministerios
Juveniles de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día
®.
Todos los derechos reservados. Copyright © 2019, por la Conferencia
General de los Adventistas del Séptimo Día. Ministerios Juveniles.
Este material está disponible para su descarga gratuita en nuestro sitio
web, youth.adventist.org.

Se otorga el permiso para fotocopiar esta Semana de Oración Juvenil a


las Iglesias locales, grupos juveniles y otras actividades educativas
cristianas.
No se requiere de permisos especiales. Sin embargo, el contenido de
esta Semana de Oración Juvenil no debe ser reproducido en ninguna
otra forma sin una autorización escrita del editor. Todos los derechos
reservados.

Nueva Versión Internacional (NVI)


Las citas bíblicas han sido tomadas de la Nueva Versión Internacional
®. Copyright © 1982 by Thomas Nelson. Usado con permiso. Todos
los derechos reservados.

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Semana de Oración Juvenil 2020
Escritora: Debbonnaire Kovacs
Editor: Pako Mokgwane
Coordinador de Proyecto: Maria Manderson
Asistente Editorial en Jefe: Kenia Reyes
Revisado por: The Biblical Research Institute
Traductor: División Interamericana (Yuliberth A. González)
Si se utilizaron los servicios de un editor para revisar el
trabajo traducido, inserte en este espacio el nombre y el contacto de
la persona.

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SOBRE LA ESCRITORA:

Debbonnaire Kovacs ha escrito desde que era pequeña y


vendió su primera historia a la revista Guide (conocida entonces como
la revista Junior) cuando tenía 11 años de edad. A los 14 años, fue
“engañada” (cuando se perdió la Escuela Sabática por estar enferma)
para hacer un mini sermón para un gran congreso juvenil y ¡pensó que
moriría! Pero no murió, y escribió u sermón para una semana de
oración juvenil en la Academia Mount Vernon cuando tenía 17.
¡Tambén sobrevivió a eso!

Actualmente, ella es una escritora y predicadora de tiempo


completo. Ha publicado libros que incluyen los libros de texto usados
en las escuelas Adventistas de Norteamérica para las clases de Biblia
de primero, segundo quinto y sexto grado; además de más de 500
historias y artículos, incluyendo muchas de las historias del Momento
Infantil. Debbonnaire predica en campamentos, congresos de mujeres
y otros eventos, y muy difícilmente se siente nerviosa por ello. ¡Alabado
sea Dios!

La señora Kovacs anima fervientemente a los jóvenes a seguir sus


sueños y a no esperar a ser adultos para hacer algo de lo que Dios les
está llamando a hacer. Su mayor deseo es que todos los que lean sus
palabras sean fortalecidos en su propio caminar con Jesús. Su sitio web
es www.debbonnaire.com.

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Vive en una pequeña granja en Berea – Kentucky, con cabras,
gallinas y huertos. También es artista de las fibras hila, teje, hace encaje
y muchas otras artes textiles. “Los Jardines de Gaela” es su primera
novella y sigue una temática de perdón y reconciliación. Está
disponible en CreateSpace.com, amazon.com y barnesandnoble.com.
También está disponible para Kindle, Nook, o Kobo.

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LEE ESTO ANTES DE COMENZAR

Planificando la Semana de Oración

1. Comienza tu planificación ahora. Sabemos que el


liderazgo cambia en ocasiones al finalizar el año, pero por favor, si
usted ya no sera el líder de jóvenes para el año próximo, no deje de
planificar esta semana de oración especial. Comience su planificación,
delimite sus objetivos, reúna a su equipo y asegúrese de que su pastor
sea parte del equipo.

2. Información del Día Mundial de la Juventud. Consiga


información sobre los proyectos para el Día Mundial de la Juventud.
Este día se lanzará la Semana de Oración Juvenil. Visite nuestro sitio
web, youth.adventist.org, o contacte al director de jóvenes de su campo
para informarse sobre cómo participar.

3. Comprometa a sus guerreros de oración. Conforme un


equipo de adultos que se comprometan a orar por usted y su ministerio
de manera regular. Asegúrese de que este sea un grupo al que pueda
contarle confidencialmente sus pedidos de oración personales y
ministeriales.

4. Escoja un himno tema. Involucre al coro juvenil de su


iglesia. Si su iglesia no cuenta con un coro juvenil, este es el momento
perfecto para comenzar uno. Escoja canciones que les agrade a todos y
que concuerde con el tema de cada día o seleccione una canción para la
semana entera.

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5. Forme un equipo de desarrollo y evaluación de la
Semana de Oración. Dependiendo del tamaño de su iglesia, este
grupo puede estar compuesto por ocho personas que tendrán los ocho
temas con usted. Incluya en su equipo solo a jóvenes adultos que estén
interesados y comprometidos, y a los líderes de los Ministerios
juveniles de su iglesia (Conquistadores, Escuela Sabática, el pastor,
entre otros); esto es importante porque le da sentido de pertenencia al
grupo y no sólo a usted y su asistente. Pida a su grupo reunirse por al
menos tres semanas—por lo menos una semana para cuatro lecciones y
una semana extra para resumir todo. Asegúrese de identificar la meta y
la dirección en la que quiere avanzar, preferiblemente durante la
primera reunion. Escoja a uno de los jóvenes para que predique cada
día.

6. Integre el Día Mundial de la Juventud en los planes de


la Semana de Oración Juvenil. Idealmente, el Día Mudial de la
Juventud debe ser un momento para enseñar a los jóvenes como dares
a sí mismos en sacrificio al proveerles oportuidades de servicio en la
iglesia y la comunidad. Si son un grupo pequeño juvenil y no cuenta
con los recursos para desarrollar un proyecto comunitario para el Día
Mundial de la Juventud, puede usar esta oportunidad para derribar las
barreras denominacionales en el área y hacer equipo y compartir
recursos e ideas con otros grupos de otras iglesias de su área.

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CÓMO USAR ESTE LIBRO CON GRUPOS GRANDES O
PEQUEÑOS

1. Espacio para Diario. Este libro está diseñado para ser


llenado con sus pensamientos. Use el espacio provisto para
registrar sus impresiones sobre algo que pudo haber
escuchado en el sermón y las preguntas al final de cada día.
También puede usarse para escribir peticiones de oración o
agradecimientos a Dios. Anime a los participantes a usarlo
de la manera que mejor les parezca. ¡Es su diario! Hágales
saber que no hay reglas, solo algunos lineamientos. Lo
importante es que escuchen al Señor y que abran sus
corazones para recibir Su guía. Líderes, si se toman el tiempo
de leer cada uno de los pensamientos con mucha oración y
con la anticipación de que Dios les mostrará nuevas
perspectivas, se sorprenderá de las cosas que fluirán de su
lápiz en las páginas de este diario.
2. Comience un Diario de Oración. Nada es mejor para su
crecimiento espiritual que el tiempo que pasa en oración. Su
grupo de jóvenes crecerá a medida que usted lo haga. Un
diario de oración le permitirá encontrarse con Dios de
formas nuevas y emocionantes. Tendrá la posibilidad de
“registrar” su caminar con Dios a medida que regresa y
revisa oraciones que han sido contestadas y vea cómo Dios le
ha guiado en cada paso del camino. Ideas nuevas y frescas
vendrán a su mente a medida que pase tiempo en oración en
presencia de Dios y registrando sus oraciones. Puede

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encontrar muchas ideas en la web para comenzar y mantener
un diario de oración. Sólo vaya a www.google.com y busque
“cómo comenzar un diario de oración”.
3. Preguntas Diarias. Al final de cada sermón hay preguntas
y declaraciones diseñadas para la reflexión de los grupos
pequeños y la discusión de las mismas. Tome un momento
para pensar sobre lo que se le pregunta. Escuche al Espíritu
Santo a medida que le enseña a través de las Escrituras.
Anime a los participantes a registrar sus pensamientos en
sus diarios.
4. Día Mundial de la Juventud. Tiene la intención de ser el
punto inicial de las reunions de la Semana de Oración. Con
suficiente anticipación contacte a su pastor o al líder de
jóvenes de su Asociación/Misión para ver en qué proyectos
puede involucrar a su iglesia para este día, 16 de marzo. Si
está planificando un evento para todo el día, la Agencia de
Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) tiene una
magnífica iniciativa, En sus Zapatos, que puede realizarse
durante las actividades de tarde de su Sociedad de Jóvenes.
En sus Zapatos es una experiencia interactiva con la pobreza en la que
los adolescentes pasan una jornada de 24 horas en las vidas de los
jóvenes de otros países del mundo. A través de los ojos de esta nueva
identidad, los jóvenes comenzarán a entender los retos a los que se
enfrentan millones de personas en los países que están en desarrollo en
la actualidad. Descubrirá lo que ADRA está hacienda para ayudar y lo
que la Biblia dice acerca de vivir una vida en servicio Cristiano.

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El archivo en formato PDF con las instrucciones puede ser
descargado en:
https://youth.adventist.org/GYD/ItemId/745#bottom

El Abrazo: 8 lecciones sobre el Perdón y la Reconciliación

1. Sábado: Perdón y Reconciliación

2. Domingo: Con los Brazos Abiertos

3. Lunes: El Abrazo

4. Martes: Un Abrazo Humano

5. Miércoles: Embajadores de la Reconciliación

6. Jueves: Verdad y Consecuencias

7. Viernes: La Persona más Difícil de Perdonar

8. Sábado: Nueva Vida

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Semana de Oración Juvenil 2020
SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020
RECONCILIACIÓN

INTRODUCCIÓN

Un teólogo llamado Miroslav Volf escribió un libro llamado El


Final de la Memoria: Recordanado Correctamente en un Mundo
Violento. En el libro, él detalla sus largos años de lucha para aprender
lo que realmente significan el perdón y la reconciliación. Él había sido
por los comunistas arrestado y dejado en prisión por meses,
interrogado y maltratado sin razón alguna. ¿Podría—debía—perdonar a
quienes abusaron de él? ¿Qué implicaría ese tipo de perdón?
Claramente, la verdadera reconciliación, que requiere la aceptación de
ambas partes no era posible.

El Dr. Volf se ha hecho famoso por su trabajo en la reconciliación,


escribiendo varios libros más sobre este gran tema, que a veces resulta
abrumador. Son lecturas difíciles, pero muy fructíferas.

Una vez lo escuché hablar. En su presentación, describió la


reconciliación como un abrazo de tres pasos, el abrazo, luego soltarse y
seguir caminando, cambiado. Es esta, una de sus ilustraciones más
simples, la que usaremos como marco para esta Semana de Oración de
Jóvenes y Adultos Jóvenes.

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Nuestro pasaje central será 2 Corintios 5:17-21. Leeremos
diferentes partes de este pasaje cada noche.

Actividad especial para la semana 2

Esto requeriría de cierta planificación y es sólo una sugerencia.


Un proyecto similar podría hacerse con papel de color rasgado, o con
azulejos de mosaico comprados, pero el vidrio o la cerámica rota por
los participantes es especialmente significativa.

1. Antes de la Semana de Oración, invite a los participantes a


traer cerámica, alguna pieza de una vajilla o algún vidrio que ya
esté roto o dañado, o que estén dispuestos a sacrificar.

2. Cree un espacio seguro, forrado con lonas u otros materiales, y


hacer una ceremonia de lanzamiento y ruptura de los artículos.

3. Invite a que cada persona piense en las cosas dañinas,


perjudiciales y dolorosas que ha hecho, o que le han hecho, que
rompieron el plan de Dios para un mundo amoroso. Piense en
cómo Dios está y seguirá transformando todo, incluso esos
pedazos rotos, en algo realmente hermoso.

4. Recoja y clasifique las piezas por tamaño y color. Sería útil que
uno o un pequeño equipo de artistas guíen este proyecto a lo
largo del mismo.

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5. Necesitará una gran tabla con un diseño dibujado en ella.
Podría poner algún tipo de diseño geométrico: una espiral, una
estrella de David, o algún símbolo que sea significativo para tu
grupo. O podría tener un simple dibujo delineado, como un
dibujo de Jesús y un niño, o un dibujo de dos personas
abrazándose en la reconciliación.

6. También necesitará el tipo de material de lechada o mortero en


el que se colocarán los azulejos.

7. Durante el transcurso de la semana, una sección a la vez, el


grupo rellenará una sección del diseño con una gruesa capa de
lechada, luego presionará las piezas rotas para rellenarla, creando
una obra de arte de la que podrán estar orgullosos en los años
venideros. Asegúrense de que esté completamente seca antes de
ser exhibida.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

El Plan

Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


expresen el amor de Dios, la gracia y el perdón. Si eres bendecido con
un escritor de canciones, especialmente si es parte de la juventud de su
iglesia, mira si puedes tener un tema musical especial escrito sólo para
tu grupo que muestre la voluntad de Dios de darse a sí mismo en Cristo
para devolvernos a la unidad con sí mismo y su amor. Podrían trabajar
juntos en esta canción durante las dos primeras noches.

INTRODUCCIÓN (leer durante la primera reunión):

Comiencen diciendo juntos el Padre Nuestro.

Luego abra una discusión sobre la frase, "Perdónanos... como


nosotros perdonamos (a los demás)". Tal vez desee tomar algún tipo de
notas para llevar un registro de lo que la congregación piensa sobre este
tema y ver qué podría cambiar al final de la Semana de Oración.

Intenta imaginar una escena ocurrida hace mucho, mucho,


mucho tiempo, antes de que el universo fuese creado. Dios Padre, Dios

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Hijo y Dios Espíritu Santo (que no son tres seres separados, sino que de
alguna manera son un solo Dios de una manera que nosotros, como
humanos, no podemos entender) están en comunión para crear otros
seres.

¡Se aman tanto! De hecho, es como amarse a uno mismo. ¡Están


tan unidos! Quieren que otros seres se amen también. Sabemos que no
podemos imaginar cómo fue esta comunión, pero tratemos de imaginar
con reverencia algunas de las cosas que podrían decir. ¿Qué es lo que
quieren crear y por qué?

Deje unos minutos para que los jóvenes piensen en algunas


cosas que creen que Dios podría decir entre ellos. (Sabemos que "entre
ellos" no es una expresión real, pero es como lo que es Dios, un solo
ser con pluralidad.)

Sin embargo, Dios tiene un problema. Si estos nuevos seres van a


amar de verdad, deben tener libertad de elección. Hoy en día podemos
hacer que los robots y los programas de ordenador digan, "Te amo", o
tal vez incluso abrazar a una persona, pero no es nada como el amor
verdadero. ¿Crees que Dios podría haber creado seres que pudieran
amar de verdad si no pudieran elegir no hacerlo?

Más discusión, sólo unos momentos.

Entonces, ¿tienes que tener libertad para poder amar de verdad?


¿Estás de acuerdo? Decirle a alguien que lo amas, y actuar de manera
amorosa hacia él, muestra que tú podrías no haberlo amado, o no haber
actuado amorosamente.

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Dios pensó en esto. Tal vez fue Dios el Espíritu quien dijo algo así
como, "Si hacemos que la gente pueda elegir, tarde o temprano uno
elegirá no amar."

Tal vez Dios Padre dijo, "Pero estamos creando todo el universo
por amor. ¿Cómo podría alguien elegir tratar de romper eso?"

Y Dios el Hijo podría haber preguntado: "Si alguien lo hace, ¿qué


haremos?"

Esa fue la pregunta del millón de dólares. En esa pregunta, el destino


de los cuatro universos descansaba. Dios tenía opciones: 5

- No hagas un universo en absoluto. Continúa existiendo como


Dios sobre todas las cosas, en el amor perfecto.

- Hacer un universo de seres que sólo pueden ser "amorosos",


pero ya hemos descubierto que eso no es amor real.

- Hacer un universo que inmediatamente dejara de existir si


alguien eligiese no amar.

- Hacer un universo en el que la persona que elija dejar de amar


dejara de existir.

- O... Dios podía encontrar una manera de curar al universo si se


fracturaba por causa del desamor.

Eso es lo que hicieron. Dios el Hijo podría haber dicho algo como,
"Si alguien rompe el universo que está hecho de amor, entonces me
arrojaré a través de esa fractura y cerraré la brecha por un tiempo para
que aquellos que quieran cruzar de nuevo al universo de amor puedan

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cruzar pasando sobre Mí. Luego cerraremos la brecha y el universo
volverá a estar completo".

Todavía había algunos problemas con esta idea. Primero, esto


significaría que todos los hijos amados de Dios que se negaran a cruzar
a través del cuerpo del Hijo morirían al cerrarse la brecha en el
universo. ¡Esto hizo que Dios llorara sólo de pensarlo! Segundo, ¿cómo
podrían curar a los que si cruzaron para no volver a quebrar el
universo?

En tercer lugar, y lo peor de todo, para poder lanzarse a través de


esa brecha, el Hijo tendría que bajar al universo creado y vivir como un
ser creado. Y eso significaba que al lanzar su cuerpo a través de la
brecha en el amor, ¡el Hijo moriría! ¿Cómo podría morir Dios? ¿Y cómo
podrían los otros dos tercios de la Divinidad continuar sin Él?

No había solución para el primer dilema doloroso. Si Dios creó


gente que pudiera amar, también tendrían que ser capaces de rechazar
el amor. Si lo hicieran, nunca serían felices en un universo hecho de
amor, así que tendrían que morir para siempre por su negativa a unirse
a la amante familia de Dios.

El tercer problema doloroso, decidieron, es el que aceptarán. Dios


amaría tanto a sus hijos que morir por ellos sería una elección
aceptable. Ellos estaban dispuestos.

El segundo problema, cómo sanar a los que son pecadores pero


quieren ser sanados y vivir en el universo recreado de amor de Dios, es
lo que estudiaremos en esta semana de oración. Dios eligió perdonar y

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reconciliar al mundo roto con Él mismo, antes de que hubiera un
mundo para romper. ¡Imagínense!

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LECCIÓN 1

Perdón y reconciliación

Dios eligió perdonar a aquellos que pecaron contra el universo del


amor. La mayoría de nosotros tiene alguna idea de lo que significa el
perdón, aunque los humanos tienden a confundirlo con excusas.
Hablamos de ello hace un rato y aclararemos nuestros conceptos en el
curso de esta semana. ¿Pero qué significa la reconciliación?

La palabra reconciliar significa volver a unir. Por ejemplo, si


tienes dinero en un banco, y la cantidad que el banco cree que tienes y
la cantidad que crees que tienes no es la misma, ¡tienes un problema!
Alguien cometió un error. Normalmente no es el banco, pero podría
serlo. Probablemente seas tú. O incluso puede ser ambas cosas. Tú y
alguien del banco tendrán que revisar tus registros para reconciliarlos;
es decir, para hacer que se pongan de acuerdo de nuevo. Cuando
descubras el error, puede que sólo sea un error matemático. Si se trata
de un error de dinero real, uno de ustedes le deberá al otro la cantidad
necesaria para que las cuentas coincidan de nuevo.

El pecado puede ser así. Si robas algo, debes devolverlo, y si no


está en las mismas condiciones que cuando lo robaste, puede que
tengas que pagar extra también. Ahora, las posesiones de las personas
son restauradas pero su corazón podría no estarlo. ¿A alguno le han
robado algo? Permita respuestas. ¿Recuperaron lo que fue robado?
¿Cómo se sintieron? ¿Confiaron inmediatamente en la persona que les
robó? Eso no es tan fácil, ¿verdad? Puede que esa idea ni siquiera sea
prudente.

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La reconciliación total, la que Dios busca, requiere más. Para que
alguien que peca y alguien contra quien se peca se reconcilien, hay tres
pasos (¡y no son fáciles y a veces pueden llevar mucho tiempo!)

Solicite dos voluntarios que se conozcan bien o escoja a las


personas de antemano. Éstas deben estar dispuestas a abrazarse
delante de la clase/congregación. Podría usar dos adultos si es mejor
para su contexto.

¿Qué es un abrazo? Todos sabemos lo que es eso, ¿verdad? Los


voluntarios comparten un abrazo. ¡Grandioso! Ahora, tratemos de
definir cuáles son los pasos. Tómense unos momentos para mostrar
que un abrazo normalmente comienza con una persona abriendo los
brazos. Ese es el primer paso. Cuando la otra persona también abre
sus brazos y los dos se abrazan, ese es el paso dos. Y el tercer paso es
que al completar el abrazo, se suelte, abra los brazos de nuevo y siga
caminando. Normalmente no pensamos que ese último paso sea parte
del abrazo, pero lo es, y es importante.

Veamos 1 Juan 1:9. Muchos de ustedes pueden saber este


versículo de memoria. Si alguno lo sabe, que lo diga. Noten la última
parte: Dios perdona y limpia todas las injusticias. Así es como Dios
puede reconciliarnos, devolviéndonos a Él. Nosotros no podemos hacer
esa parte. Pero podemos cooperar con ella. Podemos elegir perdonar.

Ofrecer el perdón es como abrir los brazos. La otra persona puede


o no aceptar y abrazarte. Si no lo hacen, la reconciliación total no puede
ocurrir, pero puedes perdonar, y podrás seguir adelante. El objetivo es
que ambas personas sean sanadas y sigan adelante, transformadas por

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la gracia de Dios. Vamos a aprender mucho sobre esto en la semana
que viene. Ahora mismo, vamos a hacer algunas dramatizaciones que
podrían traer más preguntas que respuestas, y eso está bien.

Todos se dividen en parejas (dos personas). Les daré a cada uno


de ustedes una mini-situación escritos en trozos de papel. En cada
pareja, se turnan para representar sus sentimientos y acciones si la otra
persona hizo lo que está en su papel. Podéis elegir entre actuar
perdonando o no perdonando palabras o acciones, pero no se permite
ninguna maldad o descortesía real. Si crees que realmente serías poco
amable o te enfadarías, puedes decírselo a la otra persona y discutirlo.

También puedes compartir historias rápidas de un momento en


el que algo realmente te pasó a ti y perdonaste o no perdonaste. Pero
primero déjame decir algo muy importante: sé que probablemente hay
personas en esta habitación a las que les han pasado cosas terribles. No
saques eso a relucir esta noche. Si tienes algo de lo que necesites hablar
con alguien, ven a hablar conmigo después de la clase y te ayudaré a
encontrar a una persona piadosa en la que puedas confiar y con la que
puedas hablar.

Tienen seis minutos para estas dramatizaciones. Les avisaré


cuando pasen tres minutos y sea el turno de la otra persona.

Dramatizaciones

Ponga las siguientes mini-situaciones en pequeñas tarjetas o


trozos de papel. Puedes hacer copias de las que necesites y/o añadir

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otras que se ajusten mejor a tu grupo. También puedes ponerlas en la
pizarra y dejar que la gente elija. Una ventaja es que todos pueden
discutir las variaciones entre las acciones. Guarda las tarjetas o la lista
porque serán necesarias la siguiente noche.

1. Alguien te hace tropezar accidentalmente.

2. Alguien te hace tropezar deliberadamente.

3. Alguien te golpea.

4. Alguien te da una paliza.

5. Alguien pide prestado algo sin preguntar pero lo devuelve sin


dañarlo.

6. Alguien pide prestado algo tuyo y lo daña.

7. Alguien toma prestado algo tuyo sin pedirlo y lo daña.

8. Alguien te roba algo de gran valor.

9. Alguien te roba algo de poco valor.

10. Alguien te roba algo que tiene poco valor físico pero que
significa mucho para ti.

11. Alguien lastima a alguien más que amas.

12. Alguien hace daño a un niño o a otra persona vulnerable que


amas.

13. Alguien se ríe de ti.

14. Alguien te llama por tu nombre.

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15. Alguien se burla de algo por lo que ya te sientes sensible.

16. Alguien se burla de ti porque eres cristiano.

17. Alguien te amenaza porque eres cristiano.

18. Alguien te hace daño porque eres cristiano.

19. Alguien te miente.

20. Alguien le miente a otros sobre ti.

Actividad especial

Tenemos un proyecto artístico especial en el que vamos a trabajar


juntos toda la semana. Aquellos de ustedes que pudieron ser parte de la
ruptura de todo este vidrio y cerámica ya saben algo al respecto. Esta
noche, elegiremos algunas piezas y comenzaremos a llenar nuestro
diseño.

Pueden intentar encontrar piezas del artículo en particular que


rompieron, o pueden elegir otras piezas. Trabajen juntos para decidir el
color y el diseño. Tomen tiempo para encontrar maneras de que las
piezas encajen bien y embellezcan el diseño.

Mientras trabajamos, pensemos en los lugares rotos de nuestras


vidas, y en cómo Dios está trabajando para convertirlos en algo
hermoso, aunque nunca serán lo que fueron.

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Clausura

No sabemos cuántos mundos hizo Dios antes de hacer éste, pero


la Sra. White dijo que visitó algunos, así que sabemos que están ahí.
[Primeros Escritos 39, por ejemplo.] Pero este es en el que las primeras
personas que Dios puso en el planeta decidieron apartarse del amor.

Veamos dos lugares de la Biblia. Primero, veamos Génesis 3:6-8.


Que alguien lea 14. 15

¿Qué ha pasado aquí? La mayoría de los jóvenes deberían


conocer la historia básica de la Creación y la Caída. Ayudar a los que
no están familiarizados a entender y pasar tiempo extra en más de
Génesis 3 si es necesario, porque esto es fundamental.

Ahora leamos el versículo 15. Discuta lo que significa esta


promesa.

La Divinidad sabía que la promesa que habían hecho debía ser


puesta en práctica. Desde ese punto, en los registros del cielo, era como
si Jesús ya hubiese venido y muerto por nosotros. Leamos Apocalipsis
13:8. Discuta el significado de "Cordero que fue sacrificado desde la
creación del mundo".

Como Adventistas, en nuestra Creencia Fundamental #9, lo


ponemos así:

“En la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de


Dios, a su sufrimiento, muerte y resurrección, Dios proporcionó
el único medio de expiación del pecado humano, para que
aquellos que por la fe aceptan esta expiación puedan tener la vida

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eterna, y toda la creación pueda comprender mejor el infinito y
santo amor del Creador. Esta expiación perfecta vindica la justicia
de la ley de Dios y la gracia de su carácter; porque condena
nuestro pecado y provee nuestro perdón. La muerte de Cristo es
sustitutiva y expiatoria, reconciliadora y transformadora. La
resurrección corporal de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre
las fuerzas del mal, y para aquellos que aceptan la expiación
asegura su victoria final sobre el pecado y la muerte. Declara el
Señorío de Jesucristo, ante el cual se arrodillarán todas las
rodillas en el cielo y en la tierra.” (Gen. 3:15; Sal. 22:1; Isa. 53;
Juan 3:16; 14:30; 13 Rom. 1:4; 3:25; 4:25; 8:3, 4; 1 Cor. 15:3, 4,
20-22; 2 Cor. 5:14, 15, 19-21; Fil. 2:6-11; 14 Col. 2:15; 1 Pedro 2:21,
22; 1 Juan 2:2; 4:10.) 15

Y finalmente, leamos 2 Corintios 5:17, 18. Este será nuestro


pasaje principal durante toda la semana. Dios, todo Dios, la triple
Deidad, estaba aquí, en Cristo, dándolo todo para intentar que cada
persona del mundo volviera a estar de acuerdo con Él mismo y el
universo que fue creado originalmente por amor.

Pida a la congregación que recuerde silenciosamente, en su


corazón, a los individuos que necesitan perdonar o pedir perdón.
Podrían reunirse alrededor de su proyecto de arte para orar, si
quieren. Agradezcan a Dios por su inmensa gracia y amor y perdón
para cada uno. Ore para que cada persona pueda dar y recibir el
perdón y reconciliarse consigo misma, con los demás y con Dios.

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Preguntas para la discusión:

1. ¿Qué significa Jesús?

2. ¿Qué es perdonar? ¿Cómo se hace? ¿Es fácil o difícil, y por


qué?

3. Discutir las diferentes palabras que algunas versiones de esta


oración usan. Algunos dicen "deudas" y "deudores". Algunos dicen
"delitos" y "los que cometen delitos contra nosotros". Algunos dicen
"pecados" y "los que pecan contra nosotros". Discuta estas variaciones
y sus implicaciones, enfatizando las palabras usadas en su propio
idioma y región.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN DOS: Con los Brazos Abiertos

Introducción para los líderes

Esta noche nos centraremos en la primera parte del abrazo de


reconciliación ofrecido por Dios. Hay algunas imágenes populares en
este momento que pueden encontrar en Internet, si tiene acceso, en las
que la idea general es que Jesús dice, "Te amo mucho", y entonces
extiende sus brazos (en la cruz) y muere. Si puede encontrar una de
estas imágenes, sería bueno para esta noche; si no, cualquier buena
pintura de crucifixión funcionará. También necesitará suficiente papel
e insumos de escritura para cada persona. Los sobres serían buenos si
es posible, pero no son necesarios. Si es posible y seguro, preparen un
lugar donde unos papeles puedan ser quemados hasta convertirlos en
cenizas.

Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


se centren en la crucifixión y lo que significa para nosotros. Si han sido

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bendecidos con una canción personal, asegúrense de usarla todas las
noches.

Sugerencias para música especial

 Matthew West: Forgiven https://www.youtube.com/watch?


v=h1Lu5udXEZI

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 Crowder: Forgiven https://www.youtube.com/watch?
v=u_ZWEO36jok
 Amazing Grace (My Chains are Gone) por Chris Tomlin

Introducción para los jóvenes

¿Recuerda n nuestra imagen del abrazo en tres partes de la


reconciliación? Permita respuestas. Esta noche, vamos a pensar en ese
primer paso, el perdón. Este es ofrecido en primer lugar por Dios,
porque ningún ser humano podría perdonar, ni siquiera amar en
absoluto, si Dios no lo hiciera primero.

Primero, hablemos de algo importante. ¡El perdón no es una excusa!

A veces alguien hace algo que te molesta o incomoda, pero es un


completo accidente. ¿Puedes pensar en algún ejemplo? Permita
respuestas. Los posibles ejemplos serían tropezar accidentalmente
con alguien, dañar accidentalmente algo aunque la persona estuviera
siendo cuidadosa o decir algo que la persona no supiera que heriría
los sentimientos de otra persona.

Estas cosas no son pecados, son errores inocentes. Cuando te


encuentras con esas personas y dices, "¡Oh, lo siento!" pueden decir,
"Está bien". Estas acciones no requieren perdón.

¿Recuerdan las dramatizaciones que hicimos anoche? Veamos


esa lista otra vez e intentemos determinar cuál de estas cosas realmente
requiere perdón. Revise la lista o las cartas y sepárelas en grupos de

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errores y pecados honestos. Algunas podrían ser dependiendo de las
intenciones de la persona.

¿Pero qué pasa si un error honesto realmente te hace daño? Una


vez, un niño pequeño salió corriendo en frente de un auto. La mujer
que conducía el coche lo golpeó (lo cual no fue su culpa) pero luego,
porque era una conductora inexperta, se detuvo mientras el coche aún
estaba sobre su pierna. Se congeló y no pudo moverse, a pesar de que
todos le gritaban: "¡Atrás! ¡Retrocede! ¡Alto!" Otra persona tuvo que
entrar y mover el coche. Esta parte del accidente fue culpa de las
personas, no habría ocurrido si el chico no hubiera salido corriendo
delante del coche, pero también, la mujer debería haber mantenido su
ingenio lo suficiente para retroceder rápidamente cuando se le dijera.
¿Crees que alguna de las dos personas necesita ser perdonada?
Discútelo. Las personas pueden tener opiniones diferentes, y eso está
bien.

¿Y si la mujer hubiese estado bebiendo? ¿Y si hubiese estado


hablando por su teléfono móvil? Dejemos que el joven decida en qué
momento este error, que le rompió la pierna al chico, se habría
convertido en un pecado.

Un punto importante es que, tanto si es un pecado como si no lo


es, todavía habría consecuencias. El chico todavía debía que tener un
yeso en su pierna rota durante semanas. La mujer recibió una multa. Si
hubiese estado borracha o lo hubiese hecho deliberadamente, podría
haber ido a la cárcel.

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Cuando es un pecado, cuando no hay excusa para ello, cuando no
está bien, y nadie puede decir que lo es, es cuando necesitamos el
perdón. ¡Y allí es cuando puede ser muy difícil perdonar! Mucha gente
que ha sido realmente herida piensa que no puede perdonar porque
piensan que perdonar significa excusarse. Piensan que significa que la
persona está libre de culpa y que no tiene que afrontar ninguna
consecuencia. Esto no es cierto. Pero las consecuencias sólo pueden
cambiar realmente a una persona cuando se da cuenta de que ha sido
perdonada y puede mejorar.

Aunque sigue siendo difícil. El perdón no viene del corazón


humano. La verdad es que sólo Dios puede poner en marcha el perdón.
Veamos dos versículos de la Biblia que nos ayudan a ver esto. Que una
persona busque en Génesis 39:9 y otra en el Salmo 51:4. Lean cada
uno y discutan. En cada caso, el pecado sería contra otra persona o
personas, pero en un sentido los pecados eran en última instancia
contra Dios.

Verás, desde que Dios hizo el universo de su gran amor, entonces


todo lo que hacemos que va en contra de ese amor, no importa a quién
más lastime, lastima más a Dios. Gracias a Dios, por su gracia, Él es la
última fuente de perdón, también. Cuando Dios perdona, elige liberar a
la persona de su culpa. Pero, como esto no es una excusa, ¡también dice
que no lo haga de nuevo! Normalmente no libera a la persona de las
consecuencias de sus acciones. Y Él es el que da el poder de cambiar
para que sea posible. Hablaremos más sobre estos conceptos cada
noche de esta semana.

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Con los Brazos Abiertos

Ofrecer el perdón a alguien que ha pecado es como abrir los


brazos al ofrecer un abrazo. Pero no todos aceptan. Intentemos algo.
Todos abran sus brazos como si fueran a abrazar a alguien, pero luego
se congelan así. Espere unos segundos. ¿Qué se siente esperar un
abrazo que tal vez nunca suceda? Pueden bajar los brazos ahora.

¿Alguna vez le has ofrecido un abrazo a alguien que no lo quería?


Siempre es una buena idea preguntar primero, especialmente si es
alguien que no conoces bien, y está bien decir, "No gracias, no en este
momento." Todo el mundo tiene momentos en los que no tiene ganas
de ser tocado, y a algunas personas les gusta ser tocadas más o menos
que a otras.

Todo eso está perfectamente bien. ¿Pero qué pasa si es alguien a


quien amas, y nunca te deja abrazarlo? Con el tiempo, eso puede
hacerte sentir triste, ¿no?

Ahora imagina que el abrazo representa el perdón. Alguien te


hace algo hiriente, y tú ofreces el perdón, pero no lo quieren. Tal vez
incluso insisten en que no hicieron nada malo. ¿Cómo se siente eso?

Esa es la situación en la que se encontró Jesús.

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Historia de la noche

A lo largo del Antiguo Testamento, Dios ofreció su amor, su


gracia y su perdón, aunque Jesús no había venido a la tierra todavía
para “lanzarse” oficialmente a través de la grieta que la rebelión había
hecho. Finalmente, después de miles de años, Jesús vino a la tierra.
¿Cómo, exactamente, obtuvo el perdón para nosotros? Para nuestra
historia de esta noche, leamos Mateo 14 26:36-44. Una o varias
personas pueden leer este pasaje.

Intenta imaginar a Jesús solo en el Huerto de Getsemaní esa


noche oscura. Si alguna vez piensas que Jesús no se asustó como tú o
yo, puedes ver en esta historia de la Biblia que no es verdad. Una y otra
vez, le dice a Dios, "¡No quiero morir! Por favor, quítame esto!"

No es un pecado tener miedo. Es un pecado dejar que el miedo


gane. Jesús no hizo eso, ni siquiera por un minuto. Cada vez dijo: "No
lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".

¿Significa eso que Dios quería que Jesús muriera? No, en


absoluto. Pero el Dios Triuno recordó esa promesa que ellos hicieron
en el principio, incluso mucho antes del principio. El Hijo ofreció
arrojarse a la brecha, sacrificarse para que las personas pudieran
liberarse de la destrucción. Ahora, aquí estaba, cansado y ansioso, pero
aún se aferraba con todo su corazón a su promesa.

¿Y qué fue lo peor? ¡Sabía que a mucha gente ni siquiera le


importaría! ¿Puedes imaginarte ofreciendo todo tu ser para vivir por la
gente, y luego ofrecer tu vida para morir por ellos, y ellos te rechazan?

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Me pregunto cuánto más difícil le resultó esa noche a Jesús cuando
recordó que Judas, su querido amigo, se alejó de él, traicionándolo y
entregándolo a los soldados.

Aquí viene Judas ahora, con los soldados. Mira los versículos 48
y 49. Cómo ese beso debe haber roto el corazón de Jesús. Se había
esforzado tanto por salvar a Judas, para convertirlo en un amigo de
verdad. Pero no, Judas se negó. Los soldados arrestan a Jesús y lo
llevan a un juicio que es una burla a la justicia, con mentirosos pagados
para testificar. Lo envían de Pilato a Herodes y de vuelta a Pilato. Es
golpeado y abusado. Incluso sus queridos amigos huyen. Y finalmente,
después de ser atormentado toda la noche y parte del día siguiente,
Jesús es clavado en una cruz. Por favor, que alguien busque en Lucas
23:34. ¿Qué dijo Jesús, incluso mientras los hombres estaban
martillando clavos a través de sus manos y pies? ¡Increíble! No
sabemos si alguno de esos hombres aceptó el perdón, aunque hay una
ligera evidencia de que el Centurión podría haberlo hecho. Pero Jesús
ofreció el perdón de todos modos.

En esta cruz, ocurrió algo que el genio más sabio de la historia del
mundo nunca pudo entender, y mucho menos explicar. Sabemos que
Jesús murió. Sabemos que Él murió por nosotros, y que al hacerlo,
trajo el perdón y la promesa de reconciliación y restauración a todos los
que lo aceptaran. Pero había más de lo que podemos ver. De alguna
manera, en esa cruz, Jesús comenzó a juntar los bordes desgarrados del
universo que Dios quería que fuera sólo un lugar de amor y que
Satanás, y todos nosotros, desgarramos y magullamos y rompimos. De
alguna manera, la Biblia dice que ¡Jesús se convirtió en nuestro

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pecado! Que alguien busque y lea el último verso de nuestro pasaje
temático: 2 Corintios 5:21. ¡Este versículo dice que Jesús se convirtió
en nuestro pecado para que nosotros pudiéramos ser su justicia! ¡Eso
es asombroso! ¡Es imposible! Afortunadamente, con Dios las cosas
imposibles son posibles.

Pero primero, hay un paso necesario que falta.

Veamos este cuadro, que es la imaginación de un artista de esa


escena. Sostenga su cuadro para que todos puedan verlo. Dale unos
momentos para que sea apreciado por la congregación.

¿Ves en qué posición están los brazos de Jesús? Están extendidos


como para abrazar a alguien. ¡Están extendidos para abrazarte! ¡Y a mí!
¡Y al mundo entero! Ese día en la cruz, Jesús proveyó suficiente perdón
para cada humano que vivió o vivirá para ser liberado, cambiado y
restaurado en el universo del amor perfecto de Dios. Cada uno de ellos.

Y muchos, muchos han dicho "No".

¿Te imaginas eso? No, no podemos, no realmente. Durante 2.000


años, es como si Jesús se hubiese puesto de pie, en el cielo donde está
ahora, con los brazos abiertos, diciendo, "¡Ven, déjame abrazarte! Te
amo! Quiero perdonarte y reconciliarme contigo y restaurarte. Por
favor, ven!"

¿Has dicho que sí?

Puede ser necesario tomar algún tiempo ahora, si algunos están


listos para entregarse a Jesús, antes de continuar con la actividad.

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Coloca el cuadro de la crucifixión donde se pueda ver de frente y en el
centro para el resto de la actividad.

Actividad

Ahora vamos a hacer algo solos, cada uno por su cuenta. Pueden
moverte para estar más lejos de los demás si lo desean. Dependiendo
de sus circunstancias, pueden salir al exterior. Repartir papel e
insumos de escritura. Invito a cada uno de ustedes a escribir una carta
a Jesús. Escriban las cosas que han hecho por las que Jesús murió, para
que ustedes puedan ser perdonados y restaurados. Luego escriban lo
que sienten hacia Jesús por haber quitado esos pecados y perdonarlos.
Hazle cualquier pregunta que quieras y pídele que te transforme
completamente. Pídele que te ayude a ver cómo son las acciones contra
el amor del que se hizo el universo, porque si puedes ver eso, es más
fácil elegir actuar de manera diferente.

Después podemos compartir o no, como queramos.


Definitivamente no comparta nada que sea privado, especialmente si
involucra a otra persona, pero puede, si quiere, compartir cosas
generales como, "A veces uso mi lengua de manera hiriente, pero Dios
me ha perdonado y estoy cooperando con Él para cambiar". De vez en
cuando, mientras escribes, mira nuestro cuadro y recuerda que Jesús
no te condena sin importar lo que hayas hecho, sino que te extiende sus
brazos todo el tiempo. Dile lo que sientes por Él, dale las gracias, y
cuando tu carta esté terminada, dóblala y séllala en un sobre [si
corresponde.]

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Permita diez minutos más o menos para escribir la carta.
Calcule su clase para determinar si se necesita un tiempo más o más
de oración personal y ayuda en este momento. Si tienen un lugar
seguro para hacerlo, permitan que los jóvenes quemen sus cartas,
quemando los pecados que Jesús ha perdonado, y enviando sus
oraciones y agradecimiento a Él en el humo, así como el incienso en el
santuario representaba las oraciones de la gente.

Actividad especial

Determine cuánto tiempo debe pasar por cuántas personas


tiene, cuánto tiempo tiene a su disposición, e intente que salga para
que lo complete en las noches finales.

A medida que continuamos con nuestro proyecto artístico


especial, piense en el hecho de que ninguna cantidad de perdón o
reconciliación puede deshacer lo que ya ha sucedido y hacer que el
pecado nunca suceda. Algo se rompió, o al menos se abolló. El perdón
cura pero no siempre restaura totalmente.

Sin embargo, Dios puede crear y crea algo nuevo y hermoso de


cada vida que le es entregada, y de cada relación que es sanada por el
perdón y la reconciliación.

Cierre

Canten su himno tema o un coro sobre el perdón como “Tal como


soy” y luego oren juntos, tal vez, por ejemplo, en un círculo tomados de
la mano.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN TRES: El abrazo

Introducción para los líderes

Esta noche y mañana nos centraremos en la segunda parte del


abrazo de reconciliación ofrecido por Dios: cuando alguien acepta el
perdón y devuelve el abrazo. Esto es más que el perdón; es el comienzo
de la verdadera reconciliación. Es nuestra parte de la misión de Dios de
restaurar el universo al amor.

Si puede, encuentre un cuadro que muestre a Jesús mirando a


Pedro en el patio. Hay muchos disponibles, especialmente en línea si
tiene acceso.

Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


se centren en el perdón, la restauración y la unidad con Dios. Si han
sido bendecidos con una canción personalizada, asegúrese de usarla
todas las noches.

Introducción para los jóvenes


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Durante dos noches, hemos hablado de lo que es y lo que no es el
perdón. ¿Puede alguien decirme lo que no es? Esperamos que a estas
alturas, la juventud pueda responder automáticamente “¡No es una
excusa!” Hemos hablado de cómo comenzó con Dios y terminará con
Dios. Hemos usado la imagen de un abrazo. Muéstrame el primer paso.
Esperamos que abran los brazos como un abrazo. ¿Recuerdas cuál fue
el segundo paso? Aceptar el abrazo, compartir un abrazo completo de
dos personas. Algunos pueden demostrarlo si lo desean.

Hemos visto que en la cruz, Jesús abrió sus brazos de amor y


ofreció perdón y restauración a ¿cuántas personas? A todas. Así es. A
todos y cada uno. No todos dicen que sí. Pero algunos sí. Esta noche,
consideraremos algunas historias de personas que aceptaron el perdón
de Jesús y lo que pasó.

Historia de la noche

Así que, habiendo hecho esa promesa sobre qué hacer si alguien
eligiera actuar en contra del amor, sabemos que Dios creó el mundo.
¿Cómo crees que se sintió la Divinidad cuando lo estaban haciendo?
Permita unos momentos de discusión.

¿Y qué pasó después? Lea Génesis 3:6-8 de nuevo si cree que es


necesario. ¡En la Biblia parece que sucedió casi inmediatamente! Adán
y Eva decidieron que tal vez la serpiente (que en realidad era Satanás
disfrazado) sabía más acerca de vivir una buena vida que Dios. ¿Crees
que "rompieron el amor" cuando comieron esa fruta? ¿Cómo es que fue

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un acto de desamor? Compartan, ¿no es así? Permita algunas
respuestas, y si es necesario, ayude a los jóvenes a ver que fue un acto
de falta de confianza en Dios, que no era amor.

Entonces, ¿qué pasó? Que alguien lea el versículo 9.

Es Dios abriendo sus brazos y ofreciendo el perdón, ¿no es así?


¿Adán y Eva dijeron que sí? Permita las respuestas. Está claro por los
siguientes capítulos que lo hicieron. Estaban muy arrepentidos y
estarán en el cielo. De hecho, la Sra. White vio una visión de ellos
compartiendo un abrazo con Dios cuando todos lleguemos al cielo.

¿Pero Dios excusó el pecado de Adán y Eva? ¿Los salvó de las


consecuencias? ¿Cuáles fueron algunas de las consecuencias? Permita
las respuestas. Guíelos para que vean que aún vivimos con esas
consecuencias hoy, además de añadir las que son particulares de cada
quien.

Así que el mundo se desliza de cabeza en la oscuridad del pecado


y la desesperación. El primer hijo mató a su propio hermano. En sólo
unas pocas generaciones, la gente ya estaba en guerra entre sí y se
adora a sí misma y a los demonios en lugar de a Dios.

A lo largo de todos los siglos del Antiguo Testamento, la gente en


general se rebela más de lo que ama, aunque siempre hay algunos fieles
en cada generación.

Finalmente, llega el momento en el plan celestial de Dios para


que el Hijo nazca como un ser humano. Usemos nuestra imaginación
de nuevo para examinar algunas historias durante la vida de Jesús

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cuando ofreció el perdón. ¿Alguien puede pensar en un momento en el
que Jesús ofreció perdón a alguien? Si tienen sugerencias, dediquen un
poco de tiempo a ellas, porque es genial si están pensando por su
cuenta en esto. Pero puede que esto no suceda, y si es así, ofrecezca las
historias sugeridas aquí.

Abran sus Biblias en Juan 4 y lean este capítulo durante unos


segundos. ¿Reconoces esta historia? Déjalos que contesten, o... Esta es
la mujer del pozo. Miren los versículos 17 y 18. 19 ¿Esta mujer ha
estado viviendo una vida pura? ¡Claro que no! Sin embargo, también
está claro que ella es una buscadora de cosas mejores, y Jesús le dice
algo que no le ha dicho a nadie más. Mira en el versículo 26 para ver
qué es.

¿Puedes encontrar la palabra "perdón" en esta historia? No.


¿Cómo sabemos que Jesús le ofreció su perdón? ¿Dijo que sí? Mira los
versículos 28-30. ¿Qué hizo ella? ¿Y cuál fue el resultado?

Un pueblo entero llegó a conocer a Cristo porque esta mujer


aceptó la oferta de Jesús de perdón y nueva vida.

Ahora veamos la historia de otra mujer, también en el evangelio


de Juan. Vaya al capítulo 8, versículos 3 y 4. Que alguien lea. Usen su
imaginación para preparar la escena. ¿Quién está ahí? Dejen que los
jóvenes describan la escena y los personajes como se la imaginan.
¿Quién necesita perdón aquí? Ayúdalos a ver que no sólo la mujer,
sino también el hombre con el que estaba, que aparentemente no está
presente, así como los fariseos que están siendo duros y críticos,
humillando y avergonzando públicamente a esta mujer.

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¿Qué hace Jesús? Tómese otro minuto para ver el resto de la
historia, dejando que los jóvenes den su opinión.

Ahora mira el verso 11. Que alguien lo lea. Ahí está. Todavía no
está literalmente dicho "perdonada", pero "no te condeno" significa "te
perdono". ¡De nuevo, perdonar no es una excusa! Jesús no sólo dice,
"Oh, está bien". No estuvo bien, ¿verdad? Dice: "No vayas por ahí
sintiéndote avergonzada, eso no ayudará, pero no vuelvas a hacerlo".
¿Cómo crees que su vida cambió después de eso?

Veamos una historia más de Jesús ofreciendo el perdón. La


mencionamos rápidamente, anoche. Nota importante: Si ha estado
usando historias sugeridas por sus jóvenes, asegúrese de incluir esta
si no lo hacen.

Durante tres años y medio, Jesús caminó por la tierra como un


hombre, con todas las debilidades como cansarse o tener hambre, pero
sin pecado. En otras palabras, vivió en perfecta armonía con el amor de
Dios que creó el universo originalmente. Amaba a todo el mundo, todo
el tiempo, sin importar cómo actuaban, y sin importar si lo amaban a
Él. Él reprendía cuando era necesario y sanaba cuando podía y
enseñaba a todos los que le escuchaban.

En la historia que leeremos, se enfrenta al final de su tiempo aquí


en la tierra. Es la Pascua, y está comiendo con sus discípulos, y sabe
que será la última, aunque ellos no lo sepan. Leamos Juan 13:1-5. ¿A
quién le lava Jesús los pies? ¿Lavó pies de Judas? ¿Cómo lo sabes?

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Para esta historia, tenemos luz adicional dada a Ellen White. Esto
es de "El Deseado de Todas las Gentes", p. 645. Lea lo siguiente, y
luego miren a los ojos de su clase por un momento, dejando que se
asimile.

Jesús anhelaba el alma de Judas... Su corazón gritaba: "¿Cómo


puedo darte?" El poder restrictivo de ese amor fue sentido por Judas.
Cuando las manos del Salvador bañaban esos pies sucios y los
limpiaban con la toalla, el corazón de Judas se estremeció con el
impulso de confesar su pecado. Pero él no se humilló. Endureció su
corazón contra el arrepentimiento.

¿Podría haber algo más desgarrador? Jesús abrió sus brazos,


ofreciendo perdón, pero Judas no lo aceptó. Continuó traicionando a su
Señor hasta la vergüenza y la muerte. ¿Pero sabías que alguien más
traicionó a Jesús esa noche? Leamos Lucas 21 22:54-60. ¿Qué pasó
aquí?

Permita que se discuta y se cuente la historia. ¿La traición de


Judas a Jesús fue peor que la de Pedro? Ambos se volvieron contra él
cuando llegó el momento, ¿no es así?

Ahora, vamos a comparar y contrastar estas dos historias. Miren


el verso 48. Cuando Judas lo traicionó, Jesús le habló, y conociendo a
Jesús, sabemos que Él lo miró con amor. Judas todavía podría haberse
arrepentido en ese momento. Pero no lo hizo. ¿Qué hizo?

Ahora mira el verso 61. Lucas es el único escritor del evangelio


que da este detalle. Jesús estaba en el porche o balcón, involucrado en

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el falso juicio que acabaría con su vida. No estaba en condiciones de
hablar con Pedro. Pero lo miró, tal como había mirado antes a Judas.
Muestre el cuadro, si ha encontrado uno.

Así que, vamos a enumerar algunas cosas que son iguales en las
dos historias. Permita respuestas. Ahora veamos qué es diferente.
Alguien por favor lea el verso 62. ¿Qué es diferente en la historia de
Pedro? Permita las respuestas.

¡Esto es muy importante! Jesús amaba a ambos discípulos. Se


acercó a ambos. Él advirtió a ambos. Trató de recuperar el amor de
ambos. Cuando envió una mirada de amor y de dolor a Pedro, Pedro
miró hacia atrás. ¿Qué hizo Pedro? ¿Por qué?

Pedro aceptó el abrazo, ¿no? No pudo abrazar a Jesús, no


entonces, y la verdad es que no se sintió perdonado, no todavía. Hay
otra pieza en esta historia. Abran sus Biblias en Juan 21:4-7. Haga que
alguien lea.

Pedro no pudo abrazar a Jesús en el patio de Pilatos, pero ahora


quiere hacerlo. Todavía se siente muy apenado y avergonzado por lo
que hizo. Quiere volver a decirle a Jesús cuánto lo siente y asegurarse
de que Jesús lo perdone. Leamos juntos los versículos 15-17.

Estos versos muestran a Jesús y a Pedro cerrando el abrazo de la


reconciliación, tanto si se abrazaron físicamente como si no. Pedro
pecó. Jesús perdonó. Pedro aceptó el perdón. Ahora, Jesús tiene
algunas instrucciones de cómo Pedro debe vivir en el futuro para evitar
traicionar al Señor de nuevo. ¿Recuerdan 1 Juan 1:9? Jesús no sólo

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Semana de Oración Juvenil 2020
quiere perdonar a Pedro, sino que quiere limpiarlo de toda maldad.
Sabemos que Pedro se convirtió en un gran líder en la iglesia primitiva,
y que debido a que había caído y se había restaurado a sí mismo, fue
muy tierno y alentador con otros que cayeron y necesitaban ser
perdonados y reconciliados.

Actividad de grupo

Haga y decore algunos carteles que pueda poner en la escuela,


en la iglesia, o en los lugares donde crea que pueden ser útiles. Los
carteles podrían decir: "El perdón le costó todo a Jesús". Es gratis
para ti".

Si tiene mejores ideas para el póster, puede hacerlos como


quiera. También podría dibujar a Jesús y/u otras personas con los
brazos abiertos.

Actividad especial

Pase unos minutos más rellenando otra parte de su diseño,


hablando sobre las formas en que Dios hace algo nuevo y hermoso de
las cosas que han sido rotas y desgarradas. Esta noche, tal vez deseen
notar especialmente cómo la traición de cualquier tipo rompe las
cosas y cómo la confianza puede ser restaurada.

Clausura

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Cierre con su himno tema y con una oración. Pida perdón a Dios
por los pecados de cada persona, y también pida un espíritu de perdón.
Deje un tiempo de silencio para que cada uno pida el perdón por sus
propios pecados.

SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN CUATRO: Un abrazo humano

Introducción para los líderes

En el gran plan de Dios para reconciliar el mundo con Él, primero


tuvo que ofrecer perdón. Los humanos nunca podrían haber hecho eso
por sí mismos. Así que, nuestro primer paso es aceptar el perdón de
Dios, y el segundo es ofrecerlo a los demás. Esta noche, nos
centraremos en los versículos 18-20 del pasaje de 2 Corintios 5.
Consideraremos el "ministerio de reconciliación" que Dios nos ha
encomendado y estudiaremos algunas historias de personas que han
ofrecido el perdón a otros, incluso cuando parece que el otro nunca
aceptará el perdón y cerrará el abrazo.

Música

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Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que
se centren en el perdón y la unidad. Si han sido bendecidos con una
canción personalizada, asegúrense de usarla cada noche.

Introducción para los jóvenes

Durante tres noches, hemos estado hablando de perdón. Anoche


aprendimos algunas de las formas en que Jesús trajo el perdón a la
tierra mientras estuvo aquí. Cuando se fue, nos dio el encargo de
continuar con su trabajo. Pablo habla de eso en nuestro pasaje.
¿Alguien puede leer 2 Corintios 5:18?

En la segunda mitad de este versículo, Pablo nombra el


ministerio que Jesús nos dio para hacer después de que se fue. ¿Qué
es?

Ahora lee el verso 19. Este verso tiene dos partes. Puede que
quieras que un escriba apunte lo siguiente en la pizarra. Primero, ¿qué
hizo Dios? Vino a la tierra en Cristo, para reconciliar a quién con Él. Al
mundo entero. Exactamente. La siguiente frase describe lo que eso
significa. ¿Cómo reconcilia Dios a la gente con Él? "No contando sus
delitos contra ellos" (NASB). Puede comparar las versiones de su
grupo. Entonces, la segunda parte es lo que Dios nos dio para hacer.
¿Qué crees que significa que Dios nos ha "encomendado la palabra de
la reconciliación"? Permita unos momentos para discutir estas cosas.

Esta sigue siendo la primera parte de nuestro abrazo de la


reconciliación, ¿verdad? Primero, hablamos sobre Dios abriendo sus

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brazos, porque el perdón sólo puede venir del Creador, y ahora vamos a
hablar sobre la gente abriendo sus brazos para ofrecer el perdón a los
demás.

Historia de la noche

Hay un muy buen ejemplo de alguien que ofreció el perdón a


principios del Antiguo Testamento. ¿Quién puede darnos una rápida
visión general de la historia de José? Ayuda, si es necesario, para
cubrir los fundamentos de los celos de los hermanos de José, su venta
a la esclavitud, y el hecho de que Dios estaba con él y lo elevó a Primer
Ministro de Egipto y Ministro a cargo de la gestión de la hambruna, y
que sus hermanos tuvieron que venir inclinándose ante él por el grano
en la hambruna pero no lo reconocieron.

Todo el mundo se dirige a Génesis 45. ¿Qué sucede en los tres


primeros versículos? ¿Cómo crees que se sintieron los hermanos
cuando este poderoso oficial egipcio se declaró su hermano perdido,
José? ¿Por qué? Permita respuestas. Que intenten ponerse en el lugar
de los hermanos, y en el de José.

Si hubieras sido José, y tus hermanos te vendieran como esclavo


a [nombre de un país cercano], ¿cómo estarías tentado a tratarlos?
Permita respuestas.

Ahora, leamos lo que realmente sucedió. Uno o varios podrían


leer los versículos del 4 al 8. ¿Por qué José pudo ser tan indulgente?
Lea los versículos 7 y 8. José da la gloria a Dios. ¿Crees que cuando
estaba en prisión, José pensó que este era el plan de Dios para su vida?

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Podemos estar seguros de que ciertamente no era el plan de Dios que
los hermanos de José fueran tan odiosos, o que vendieran a José como
esclavo. Dios podría haber llevado a José a Egipto de otra manera,
¿verdad? Pero desde que comenzó el pecado, Dios ha estado en el
negocio de sacar el bien incluso del mayor mal. José había aprendido
eso, porque desde el principio, cuando era joven y estaba asustado y no
sabía lo que le sucedería, había elegido aferrarse a Dios y a la fe.
Podemos hacer eso, también.

¿Cerraron los hermanos de José el abrazo y aceptaron su perdón?


Permita respuestas. No conocemos los detalles de cómo reaccionaron
en ese momento, pero se nos da una pista en el capítulo 50. Alguien
por favor lea el capítulo 50, versículos 15-21. Parece que los hermanos
nunca estuvieron seguros del perdón total de José, ¿no es así? ¿Por qué
crees que José lloró en el versículo 17? Permita respuestas.

La historia de José es un gran ejemplo para nosotros de que


incluso las cosas realmente terribles pueden ser perdonadas.

Otra historia puede leerse entre líneas en Juan 4, la historia de la


mujer del pozo que ya hemos visto. Jesús ofreció a la mujer el perdón, y
¿recuerdan lo que hizo después? Miremos en Juan 4:28-30. Ahora,
pensemos por un minuto. ¿Qué clase de vida tenía esta mujer antes de
esto? ¿Qué tipo de relación parecía tener con los demás habitantes del
pueblo? ¿No consiguió agua a mitad del día cuando hacía calor, en vez
de por la mañana con las otras mujeres? Parece que ella estaba
bastante aislada. Sin embargo, cuando se entera de una buena noticia,
se apresura a compartirla. Ahora, la Biblia no lo dice, pero ¿no cree que

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es razonable leer entre líneas que esta mujer estaba dispuesta a ofrecer
el perdón después de que se le ofreciera?

Todo el pueblo de Sicar cambió por esta mujer. ¿Quién podía


predecir que la rechazada cambiaría todo por una conversación con un
extraño en el pozo del pueblo? Parece que muchos perdonaron a la
mujer por su pasado y aceptaron su perdón por haberla juzgado. Tal
vez se iniciaron nuevas amistades.

También es posible que algunas personas no hayan dado o


aceptado el perdón. En ese caso, habría sido cosa de la mujer
permanecer en una actitud de arrepentimiento y vivir una nueva vida
en Jesús, fortalecida por el "manantial de vida" del Espíritu Santo que
Jesús le prometió. Tal vez, con el tiempo, otros verían que ella
realmente había cambiado. Aunque no lo hicieran, aunque nunca
llegaran a un punto de reconciliación, ella tendría que seguir
manteniendo fielmente una actitud de perdón.

Eso es porque hay una razón separada para perdonar, además de


mostrar misericordia a la persona que ha pecado contra ti. Es bueno
para ti. Si la otra persona se arrepiente o no, es muy perjudicial para
nosotros el negarnos a perdonar a alguien. Oscurece nuestros propios
corazones, a veces más de lo que lo hizo el pecado original contra
nosotros. A veces nos obsesionamos con ello, pensando todo el tiempo
en el daño que se nos hizo. A veces imaginamos maneras de vengarnos.
A veces intentamos vengarnos. Ahora hemos pecado tanto como lo hizo
la otra persona. ¿Cómo ayuda eso?

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Debemos recordar que perdonar no es excusar. La gente que cree
que no puede perdonar suele pensar que se le está pidiendo que deje
pasar algo, que lo excuse como si no importara. ¡Sí importaba! Si no
importó, es un error humano normal y no requiere perdón. Pero
cuando algo es un pecado, cuando no hay excusa para ello, aún así,
nuestro rechazo a perdonar no daña a la otra persona tanto como nos
daña a nosotros. Alguien dijo que negarse a perdonar es como beber
veneno y esperar que la otra persona muera. ¿Qué crees que significa
eso? Permitir la discusión.

Dios nos ha encomendado el trabajo de la reconciliación. Eso


significa que depende de nosotros para hacer por los demás lo que hizo
por nosotros. Piensa en esto: ¿cuánto más difícil es para Él limpiar a
alguien de su injusticia si persistes en etiquetar a esa persona con su
pecado?

Finalmente, consideremos una historia de nuestro propio tiempo.


Los detalles de esta historia han sido cambiados para proteger la
privacidad, pero es verdad; de hecho, hay muchas historias como ésta
que ocurren todo el tiempo, en todas partes.

Una joven, a quien llamaremos Leah, estaba casada, con dos hijos
pequeños. Sabía que su marido, Zak, no era realmente feliz, pero creía
que era porque él no se había comprometido completamente con Dios.
Ella no sabía que él era infeliz con el matrimonio mismo. Oraba
constantemente e hizo todo lo que pudo para ser la esposa y madre
perfecta, esperando que de alguna manera su marido se acercara a Dios
y a ella.

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A medida que pasaba el tiempo, Zak se enojaba cada vez más. Al
principio, sólo gritaba y decía groserías.

Leah lo perdonó.

Luego comenzó a ponerse violento, rompiendo sus posesiones y


dañando la casa.

Leah lo perdonó y oró más intensamente.

Entonces empezó a pegarle.

Fue en este punto que una mujer mayor que Leah conocía la llevó
a un lado en la iglesia. Leah intentaba reírse, culpando a una caída por
su moretón, pero la otra mujer, la Sra. Kina, no sonrió. "Leah, ¿por qué
no traes a los niños y vienes a casa conmigo a cenar? Hablemos y
oremos juntos."

Esa tarde, con los dos niños dormidos, la Sra. Kina logró romper
las barreras de Leah y llegar a la verdad. "No puedes seguir viviendo
así", le dijo a Leah.

"Pero sé que Dios ve el matrimonio como algo sagrado y quiere


que yo perdone", protestó Leah .

"Sí, perdona. Estás poniendo excusas por él. No es lo mismo", le


dijo la Sra. Kina. "También estás evitando que Zak enfrente cualquier
consecuencia por sus acciones. Dios ama a Zak y quiere cambiarlo.
¿Cómo puede hacer eso si evitas que Zak se dé cuenta de lo que te hace
a ti y a los niños?"

"Nunca golpea a los niños", dijo Leah rápidamente.

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"Hace daño a los niños haciéndole daño a usted", dijo la Sra. Kina
con firmeza. "Lo peor de todo es que se hace daño a sí mismo. Si lo
amas de verdad, debes dejar que enfrente su pecado, rezando con
fuerza para que Dios pueda atraparlo. Yo le ayudaré. El pastor te
ayudará".

Fue lo más difícil que Leah tuvo que hacer, decirle a Zak que lo
amaba demasiado como para permitirle que la siguiera lastimando a
ella, a sus hijos y a su familia. "Tienes que conseguir ayuda", le dijo,
llorando. "Oraré todos los días para que vuelvas, como el hombre
curado y cariñoso que sé que puedes ser".

Zak estaba furioso. Acusó a Lea de no amarlo, de no ser cristiana,


de destruir su matrimonio. Insistió en que nunca había hecho nada que
un marido no debería hacer. Gritó, dijo malas palabras y amenazó, pero
el pastor de Leah y su esposa, la Sra. Kina, y los miembros de la familia
de Zak y Leah estaban todos allí. Se lo llevaron. Ellos lo hubieran
ayudado a encontrar alojamiento y asesoría, pero Zak desapareció.

Desconsolada, Leah luchó por vivir en una actitud de perdón,


aunque no sabía cuál sería el final. ¿Se volvería hacia Dios? ¿Volvería?
¿Aceptaría él alguna vez su perdón?

¿Qué opinas? ¿Podrías perdonar en esta situación? Incluso si la


otra persona no regresara, nunca aceptara el perdón que le ofreciste, ni
siquiera admitiera que había hecho algo malo, ¿podrías mantener los
brazos de tu corazón abiertos en el primer paso del abrazo de
reconciliación?

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Permita unos minutos de discusión sobre la maraña de
sentimientos causados por este tipo de rupturas. Discuta cómo esos
sentimientos afectan y no afectan al perdón. Discuta que podría haber
consecuencias incluso si algo es perdonado, y cuán difícil es mantener
el equilibrio, mantener al ser amado en la esperanza de la
reconciliación, pero no dejar de crecer, seguir adelante con la propia
vida mientras tanto y dejar los resultados a Dios.

Leah elige vivir en una actitud de perdón. A medida que pasa el


tiempo, ella todavía no sabe cuál será el resultado. Ella (y sus hijos)
pueden decirle que hay consecuencias de por vida en este tipo de abuso
de relaciones, y que obtener perdón no es fácil. Ella puede decirle que
eso no necesariamente borra el dolor o la ira. Pero sobre todo te diría
que Dios es fiel, y siempre está ahí para nosotros, sin importar cómo
nos traten los seres humanos. Ella todavía espera un matrimonio
restaurado. Pero si eso no sucede, espera que tal vez, sólo tal vez, se
encuentren en el cielo y sean capaces de reconciliarse completamente.
Si no, ella confía en Jesús. No importa lo que pase.

Actividad

Reparta material de escritura.

Considere si necesita perdonar a alguien o necesita pedir perdón.


Vamos a escribir cartas, pero podríamos o no enviar o dar estas cartas a
las personas para la que son. A menudo una carta es la mejor manera
de pedir u ofrecer perdón, pero a veces es mejor hacerlo en persona. Si
no puedes hablar con la persona, o incluso si la persona ha muerto y
sólo buscas perdonar por tu propio bien, una carta puede ayudarte a

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pensar en la situación y en lo que quieres decir. Escribe tu carta y pon
todo lo que sientes. Luego léela de nuevo y decide si algunas de las
cosas que has escrito no deben ser dichas. Ora sobre si le das esta carta
a la persona, o si la destruyes y hablas con la persona cara a cara. Si hay
alguien en la habitación a quien necesita ofrecer los brazos abiertos del
perdón, puede hablar con él o ella ahora.

Actividad especial

Continúe con su proyecto. Piense profundamente en la ruptura y


sus consecuencias durante la actividad. Pregúntale a Dios si hay alguna
manera de ayudar a sanar a alguien.

Clausura

Termina con tu himno tema y con la oración por un espíritu


perdonador. Pídele a Dios que te ayude a ver a los demás con ojos
nuevos, ya que todos necesitamos perdón y misericordia todo el
tiempo.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN CINCO - Embajadores de la Reconciliación

Introducción para los líderes

Nuestro pasaje central en 2 Corintios 5 dice que Dios nos ha


encomendado este ministerio de reconciliación, primero con Dios y
luego con los demás. Esta noche, nos concentraremos en los versículos
20-21. Pasaremos algún tiempo en historias de personas que aceptaron
el perdón de Dios y cuyas vidas cambiaron completamente por ello.

La historia contemporánea proviene de


https://www.tennessean.com/story/news/crime/2019/04/03/tenness
ee-execution-victim-daughter-seeks-mercy-death-row-inmate-donnie-
edward-johnson/3345860002/,
https://www.tennessean.com/story/news/2019/04/17/tennessee-
execution-donnie-edward-johnson-plea-death-row-gov-billl
lee/3484775002/ y
https://www.tennessean.com/story/news/crime/2019/05/01/tennesse
e-execution-donnie-johnson-interview/3590419002/. También se
informó en la revista Adventist Today Magazine en www.atoday.org.

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Para la actividad de esta noche, necesitarán papel o cartulina y
lápices de colores, marcadores, y otros materiales de arte.

Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


se centren en llevar el amor y la misericordia de Dios a un mundo
herido. Si has sido bendecido con himno tema personalizado, asegúrate
de usarlo todas las noches.

Introducción para los jóvenes

Hemos hablado mucho sobre el perdón y lo que es y lo que no es.


Hemos visto lo que pasó cuando Jesús extendió sus brazos en actitud
de perdón hacia el mundo entero y murió para unir el universo en el
amor desinteresado del que Dios lo hizo. Incluso lo vimos perdonar a
los soldados que lo mataron y hasta el día de hoy, Jesús está listo para
perdonar al más horrible pecador que se vuelve a Él.

Hemos visto el comienzo del abrazo de la reconciliación. Y hemos


visto lo que sucede cuando la gente no acepta el perdón ofrecido. Esta
noche, aprenderemos lo que sucede cuando la gente, incluso algunas
personas muy malas, aceptan el perdón de Jesús. Veremos qué tipo de
consecuencias siguen ocurriendo, y cómo sus vidas, y las vidas de los
que les rodean, cambian.

Empecemos con una historia bíblica. La primera parte de esta


historia sólo se insinúa en la Biblia. Sólo hay dos versículos que la

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mencionan. Por favor, que alguien busque y lea 19 Marcos 16:1, y que
alguien busque Lucas 8:2 y lo lea.

¡Eso es! Dos versos, ambos muy parecidos, dicen que Jesús había
expulsado siete demonios de María Magdalena. ¿Cuánto sabes de
María Magdalena? Permita respuestas.

No conocemos los detalles de los primeros años de vida de María.


Aparentemente, dejó su casa y a su hermana y hermano y vivió una
vida pecaminosa en Magdala, pero la Sra. White nos dice en El Deseado
de Todas las Gentes, (p. 566) que uno de los fariseos santurrones fue el
que la llevó a pecar. En algún momento, María volvió a casa, y de
alguna manera el momento más importante de su vida ocurrió - se
encontró con Jesús. Escuchemos la descripción de la Sra. White de esa
escena. [Lo siguiente es de DTG 568.]

"María había sido considerada como una gran pecadora, pero


Cristo conocía las circunstancias que habían moldeado su vida. Pudo
haber extinguido cada chispa de esperanza en su alma, pero no lo hizo.
Fue Él quien la sacó de la desesperación y la ruina. Siete veces había
escuchado su reprimenda de los demonios que controlaban su corazón
y su mente. Ella había escuchado sus fuertes gritos al Padre en su
nombre... en su fuerza que ella había superado."

Después de ese tiempo, María se convirtió en una de las


discípulas más fieles de Jesús. Todo lo que quería era pasar tiempo con
él y aprender a vivir y amar como él vivía y amaba. Aquí hay una forma
en que sucedió. Acompáñenme con sus Biblias a Lucas 10:38-42. Uno o
varios pueden leer esta historia.

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¿Era importante lo que Marta estaba haciendo? Alguien debe
ocuparse del cuidado de los invitados, ¿verdad? Sin duda, María solía
ayudar. Pero ella pensaba que era más importante sentarse y aprender
a los pies de Jesús que apresurarse a asegurarse de que la casa y la
comida fueran perfectas.

Hay otra historia en Juan 11. Es una historia larga y muy


importante, y nosotros no pasaremos mucho tiempo en ella esta noche.
Pero escudriña el capítulo y dime qué historia es esta. Permita
suficiente discusión para cubrir los fundamentos de la resurrección de
Lázaro cuatro días después de la muerte.

Así que, cuando llegamos al siguiente capítulo, Juan 12, María


tiene enormes razones para estar agradecida a Jesús. Compararemos
dos versiones de esta historia. Necesito que algunas personas busquen
en Juan 12, y otras en Lucas 7. Cada una de estas historias contiene
detalles que le faltan a las otras, así que si las juntamos, obtendremos
una imagen más completa de lo que sucedió. Haré algunas preguntas, y
los de Juan podrán responder algunas, y los de Lucas podrán
responder otras. Los hechos principales de la historia son iguales en
cada uno. Usen esta sección como una discusión.

¿Dónde fue la cena?

¿Quiénes estaban allí?

¿Qué hizo María?

¿Quién se quejó de ello?

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La Sra. White nos cuenta más sobre esta escena. Dice que Simón
es el mismo que originalmente llevó a María a pecar. Jesús lo sabe, y
podría haberlo dicho frente a todos los que estaban allí, pero no lo
hace. Él tiene misericordia, como siempre la tiene, y cuenta una
historia. ¿Qué crees que esperaba que pasara? ¿Crees que lo hizo? La
historia no lo dice, ¿verdad?

¿Quién más se quejó y por qué? ¿Aceptó el perdón y la


misericordia de Jesús?

Las dos versiones terminan con dos dichos diferentes de Jesús.


Veamos primero el primero de Juan. ¿Qué dice Jesús?

¿Qué crees que significa?

¿Cómo crees que hizo sentir a María?

Ahora veremos el final de Lucas. ¿Qué dice Jesús? ¿Cómo crees


que esto hizo sentir a María? Piénsalo... han pasado 2.000 años, y por
supuesto, ¡seguimos siendo los que cuentan esta historia sobre María!
¿No te gustaría ser el que le diga a María cuando se encuentre con ella
en el cielo?

Que alguien lea Lucas 7:43-47 El Mensaje (MSG)

Simón respondió: "Supongo que el que fue más perdonado".

"Así es", dijo Jesús. Luego se volvió hacia la mujer, pero hablando
con Simón, dijo: "¿Ves a esta mujer? Llegué a tu casa; tú no me diste
agua para los pies, pero ella hizo llover lágrimas sobre mis pies y los

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secó con sus cabellos. No me saludaste, pero desde que llegué, no ha
dejado de besarme los pies. No me diste nada para refrescarme, pero
ella me ha calmado los pies con perfume. Impresionante, ¿no? Se le
perdonaron muchos, muchos pecados, y por eso está muy, muy
agradecida. Si el perdón es mínimo, la gratitud es mínima".

Para nuestro estudio del perdón y la reconciliación, el versículo


más importante es Lucas 7:47. Leámoslo juntos.

Si alguna vez sientes que has pecado demasiado, recuerda este


verso. Esto es lo que Jesús te dice. Y cuando estemos luchando para
perdonar a otro que ha pecado mucho, recordemos esto. Si
perdonamos, y especialmente si la persona acepta el perdón, pueden
llegar a amarnos más de lo que lo hacían antes de pecar contra
nosotros.

Ahora vamos a ver una historia de nuestro propio tiempo. Esta


historia no sólo es verdadera, sino que todos sus detalles están en ella,
porque es una historia pública.

En Tennessee, en los Estados Unidos, un hombre llamado Donnie


Edward Johnson asesinó a su esposa en 1984. Fue juzgado, declarado
culpable y condenado a muerte, pero vivió en el corredor de la muerte
durante años mientras sus abogados apelaban su caso. A lo largo de los
años de prisión, el Sr. Johnson tomó diferentes decisiones. Dice que fue
criado como cristiano pero no tenía interés hasta que, en la cárcel en
1985, después de escuchar a otro recluso predicar, dio su vida a Cristo
por primera vez. En 1990, otros dos reclusos, que eran adventistas del

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séptimo día, "me abrieron la Biblia de maneras que nunca pensé que
fueran posibles", explica ahora.

¿Ves lo que ha pasado aquí? Otros pecadores que sabían y


aceptaron la gracia y el perdón de Dios ofrecieron eso al Sr. Johnson, y
él aceptó. Dios le abrió los brazos y él cerró el abrazo, reconciliándose
con Dios.

Dios no había terminado con sus milagros. El Sr. Johnson se


convirtió en un anciano de la iglesia Adventista del Séptimo Día de la
Capilla de Riverside en Nashville, Tennessee. No todas las iglesias
aceptan a un hombre que estuvo en prisión como anciano, ¡y mucho
menos a uno que aún está en la cárcel y en el corredor de la muerte!
Pero ésta lo hizo. El Sr. Johnson comenzó a predicar a otros reclusos e
inició un programa de radio llamado "Lo que dice la Biblia". Quería
compartir la gracia y el perdón que había encontrado. Según la iglesia
de Nashville, otros prisioneros se convirtieron en cristianos y se
unieron a la iglesia después de salir.

Pero el Sr. Johnson no pudo salir por sí mismo, porque fue


condenado a morir por su crimen. La fecha de su muerte fue fijada para
el 16 de mayo de 2019.

Luego vino un desarrollo extraordinario. Cynthia Vaughn, hija de


la mujer que el Sr. Johnson asesinó, lo había condenado una vez.
Ahora, ella dijo que lo había perdonado, y se acercó para pedirle al
gobernador de Tennessee que no lo dejara morir. Aquí hay una cita de
los abogados del Sr. Johnson, según un periódico llamado The
Tennessean:

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"Cynthia pide el privilegio de conocerle en persona, para poder
compartir su experiencia de perdón cristiano", decía la solicitud [al
gobernador]. "La petición de Cynthia de misericordia es excepcional.
Sólo conocemos otro caso en la historia del estado de Tennessee en el
que el hijo de la última víctima ha suplicado al gobernador misericordia
para el asesino".

¿Crees que podrías perdonar a alguien que asesinó a alguno de


tus padres? ¿Y si no hubiera cambiado? Permita unos momentos de
discusión.

En una actualización posterior de la historia del mismo periódico,


salieron más detalles. La primera fecha de ejecución del Sr. Johnson se
fijó en 2006, pero se retrasó. Entonces el Sr. Johnson se puso en
contacto con la Sra. Vaughn. Le tomó seis años venir a visitarlo en
2012, así que, aunque no podemos conocer su corazón, podemos
asumir que fue realmente difícil para ella, ¡y podemos imaginar por
qué! Sería difícil para ti también, ¿verdad?

Aquí, desde el Tennessean, está su recuerdo de esa visita:

"Cuando terminé de contarle todos los años de dolor y agonía que


había causado, me senté y escuché una voz. La voz me dijo, 'Eso es,
déjalo ir... Las siguientes dos cosas que salieron de mi boca cambiaron
mi vida para siempre.

"Lo miré, le dije que no podía seguir odiándolo porque no hacía


más que matarme en vez de a él, y luego le dije: 'Te perdono'".

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Hay dos puntos importantes que debemos tener en cuenta aquí.
Primero, la Sra. Vaughn le dijo claramente a la persona que la había
lastimado, lo que su pecado le había causado. A veces, como cristianos,
en lugar de ser reacios a perdonar, nos apresuramos a perdonar
demasiado rápido. Es necesario que tanto el pecador como el afectado,
reconozcan claramente el tamaño de la deuda. Puede ser grande o
pequeña, en este caso es muy grande, pero siempre es necesario para
afrontarla claramente.

El segundo punto importante es cuando la Sra. Vaughn dice que


su acto de perdón cambió su vida para siempre. Por supuesto, también
cambió la del Sr. Johnson. Pero perdonar cambia más al perdonador.

En este caso, el Sr. Johnson ya lo lamentaba. Dijo que le había


pedido a Dios que lo perdonara y que creía que Dios lo había hecho.
Había pasado años transmitiendo ese perdón a otros en la prisión
donde se encontraba. Pero a veces el abrazo del perdón necesita un
toque humano para sentirse real. En la más reciente actualización de
este escrito, el Sr. Johnson describió ese encuentro con su hijastra
como "la experiencia más humilde de mi vida", y su actual relación con
ella como "una de las bendiciones más ricas que un padre puede
esperar". Algo que llevo con alegría en mi corazón, cada y todos los
días".

Resultó que el gobernador no concedió misericordia y el Sr.


Johnson fue ejecutado el 1 de mayo de 2019. Pero al enfrentarse a la
muerte, pudo decir que estaba en paz con lo que Dios quería, y que si su
trabajo está hecho, estaba contento.

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Leamos nuestro pasaje central. Esta noche, veremos los dos
últimos versos del capítulo 4: los versos 20 y 21. Los embajadores
representan a sus países. Tienen mensajes de sus países de origen a los
que se envían. Somos embajadores del cielo, nuestro país de origen.
Vivimos aquí, en una tierra controlada por un enemigo, ¡pero no por
mucho tiempo! Pronto vendrá Jesús. Mientras tanto, el mensaje
confiado a nosotros está aquí mismo en el versículo 20: "Te rogamos",
podemos decir a todos los que conocemos, "reconcíliate con Dios".

Y podemos empezar a mostrar lo hermosa que es la vida en un


universo de amor, ofreciendo perdón y gracia, incluso (o quizás
especialmente) a aquellos que, como el Sr. Johnson, tienen que
enfrentar las consecuencias de sus pecados.

Actividad

Hacer y decorar botones o insignias que digan: "Embajador de la


Reconciliación". Podría hacer extras para repartir en la iglesia,
también, compartiendo con otros lo que estás aprendiendo en esta
Semana de Oración.

Actividad especial

Continúe con su proyecto. Ya debería estar a mitad de camino


hacia la culminación.

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Clausura

Termina con tu himno tema y con una oración, especialmente


para todos aquellos que están más necesitados de perdón porque han
hecho cosas terribles. Pídanle a Dios que les muestre a cada uno cómo
pueden ser de ayuda y cómo pueden ser todos embajadores de la
reconciliación.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN SEIS-Verdad y consecuencias

Introducción para los líderes

Si perdonar no se trata decididamente de excusar o condonar,


entonces ¿cómo podemos, como cristianos, equilibrar un perdón claro
y amoroso con una determinación igualmente clara y amorosa de
ayudar a la persona que se equivoca a hacerlo mejor la próxima vez?
Esta noche, consideraremos 10 las diferencias entre "castigo",
"consecuencias" y "disciplina", y cómo es 11 la justicia restaurativa. Nos
centraremos en el último versículo de nuestro pasaje temático, 12 que
fue presentado anoche: 2 Corintios 5:21.

Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


se centren en la restauración, especialmente a la relación de pacto. Si
han sido bendecidos con un himno tema personalizado, asegúrese de
usarlo todas las noches.

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Introducción para los jóvenes

¡Nuestra semana de oración ya está a la mitad! ¿Qué hemos


aprendido sobre el perdón y la restauración hasta ahora? Permita
algunas respuestas y asegúrese de reiterar que perdonar no es
excusar.

Bueno, si perdonar no es excusar, entonces ¿qué pasa cuando


alguien es perdonado pero aún así se enfrenta a las consecuencias de su
acción? ¿Cómo mantenemos un espíritu perdonador pero también
esperamos que la persona haga una restitución por sus pecados?
Empecemos por considerar algunas palabras. Voy a decirlas [o podría
escribirlas en una pizarra] y me dirán lo que creen que significan.
Luego las miraremos de nuevo al final de la noche.

>>Castigo.

>>Consecuencias.

>>Disciplina.

Deje unos momentos para las respuestas, pero no le dedique


tiempo todavía.

Es común que estos términos se confundan. Un padre puede


decir que va a "disciplinarnos" cuando lo que quiere decir es que nos va
a castigar. Algunas familias han establecido listas de "consecuencias"
para diferentes acciones: una semana sin teléfono por mal uso o estar
castigados durante cierto tiempo. Algunos usan el castigo físico.

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La conclusión es que queremos justicia. Esta palabra en inglés es
de la misma raíz que las líneas rectas de un cuadrado. Si las palabras en
una página impresa son iguales a lo largo de ambos bordes, decimos
que tenemos "márgenes justificados". Muestra un ejemplo, casi
cualquier libro servirá. Si tienes un ejemplo de márgenes no
justificados, compara los dos.

Usamos términos como "vivir una vida recta" o "caminar por un


camino recto" para implicar hacer lo correcto. De hecho, "recto" y
"ángulo recto" tienen la misma raíz, también.

Entonces, la justicia es tener las cosas claras.

El problema es que podemos terminar pensando que podemos


pagar por nuestros propios pecados. Si robamos algo, lo devolvemos. Si
rompemos algo, lo reparamos o lo reemplazamos. Como hemos
discutido antes, estas cosas pueden compensar la pérdida física en sí
misma, pero no compensan el dolor del corazón de alguien. No hacen
que nuestros pecados desaparezcan. Una vez que una cosa se hace, no
hay vuelta atrás para deshacerla. ¿Alguna vez has dicho palabras que
desearías poder volver a poner en tu boca en el momento en que salen?
Todo el mundo lo ha hecho.

Aquí es donde entra el castigo. De alguna manera tenemos la idea


de que ser castigados puede pagar por nuestro pecado. Así que, por
ejemplo, alguien roba algo. Tiene que devolverlo; eso cura la pérdida.
Luego tiene que ser castigada de alguna manera, y se supone que eso
cura el daño a la otra persona. Se dice que las personas que pasan por
una condena de cárcel han "pagado su deuda con la sociedad". ¿Pero

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qué es lo que realmente se ha pagado? En tu experiencia, ¿el ser
castigado cura algo en ti? ¿Ver a otra persona castigada por lo que te
hizo te hace sentir curado?

Bueno, entonces, ¿qué hay de las consecuencias? En su sentido


más simple, una consecuencia es lo que sucede cuando haces algo. Si
lanzas una pelota hacia arriba, volverá a bajar. Si la lanzas hacia una
ventana de vidrio, la ventana se romperá. Si caes lo suficientemente
fuerte, te lastimarás.

Nuestros padres saben que algunas de nuestras acciones pueden


tener consecuencias muy serias... ¡Cosas como el uso de drogas, unirse
a pandillas, o robar un auto para un viaje de placer pueden matarte!
Ellos no quieren que eso suceda, así que pueden crear consecuencias
más pequeñas. Tal vez te castiguen, o incluso te denuncien a la policía.
Los padres prefieren verte en la cárcel que muerto, aunque cualquiera
de los dos les romperá el corazón.

Todas estas acciones tienen un objetivo principal. ¿Cuál es?


Deberían ser capaces de ver que el objetivo no es tanto hacer que
alguien se lastime por lo que hicieron, sino hacer que no lo vuelvan a
hacer.

"Disciplina" es un tema totalmente diferente, aunque a menudo


lo usamos en estos contextos. "Disciplinar" simplemente significa
"hacer un discípulo de". El castigo no hará esto. Incluso las
consecuencias, aunque puedan jugar un papel, no harán a un discípulo.
¿Qué crees que te haría querer ser un discípulo o seguidor de alguien?
Permita las respuestas.

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Quieres ser un discípulo porque amas a alguien, ¿verdad? O al
menos, en los comienzos, los admiras. Los primeros discípulos de Jesús
pueden haberle seguido porque eran curiosos y se sentían atraídos por
él. Querían aprender más. Todo lo que hizo con ellos, día a día, fue
disciplina. Les enseñaba, vivía con ellos, trabajaba con ellos, se reía con
ellos. Los corregía cuando se equivocaban. Con el tiempo, empezaron a
amarlo mucho. Sin embargo, todavía cometían errores, a veces graves.

Piensa en esto: Cuando Pedro negó a Jesús tres veces, ¿Jesús lo


castigó?¿Hubo consecuencias? Permita las respuestas.

La principal consecuencia fue su desesperación, su llanto y su


culpa, y la pérdida de la certeza de que Jesús todavía lo amaba, ¿no es
así? ¡Se sentía tan culpable e indigno! ¿Qué hizo Jesús? Hay dos cosas.

Veamos primero el pasaje en el capítulo 16:7. Que alguien lea.


Esto es interesante. Pedro es un discípulo. Sólo las palabras "dile a mis
discípulos" deberían haber incluido a Pedro. ¿Por qué Jesús lo
mencionó en particular? Permita respuestas. Jesús quería que Pedro
estuviera seguro de que aún lo amaba.

Ahora veamos en Juan 21:15-17. Leímos esto antes. ¿Qué hace


Jesús aquí? ¿Cuántas veces negó Pedro a Jesús? ¿Cuántas veces le
pregunta Jesús si lo ama? ¿Cómo crees que se sintió Pedro?

El objetivo de Jesús no era herir a Pedro como Pedro lo había


hecho. Jesús sabía que Pedro había lastimado su propia alma más que
a Jesús. Quería devolverle la integridad a Pedro, porque sabía que era

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la única manera de que Pedro tomara una mejor decisión la próxima
vez.

¡Gracias a Dios por el perdón! Su perdón cura el dolor. Entonces


podemos ver más claramente qué hacer para que la acción sea correcta,
o tan correcta como pueda ser. En este caso, el pecado de Pedro
implicaba palabras, y su consecuencia implicaba palabras. Eso sanó los
casos de pecado. Pero a partir de entonces, debía "alimentar a los
corderos", animando a los hijos de Dios que caerían como Pedro. De
esta manera, las consecuencias fueron de por vida.

Historia de la noche

María y Lupe eran mejores amigas, desde que eran niñas. Se


conocían tan bien que también conocían sus debilidades. Lupe tendía a
ser impulsiva, actuando primero y arrepintiéndose después. Comía
demasiado, especialmente de los alimentos equivocados, y luchaba
constantemente contra el peso extra, y lo que es peor, contra otros
problemas de salud como el mal humor y las fluctuaciones de energía.
Sabía perfectamente que se sentía mucho mejor cuando comía
alimentos que eran buenos para ella, pero tenía problemas para
controlarse a sí misma y a sus deseos.

María, por otro lado, hablaba demasiado. Sabía que ser habladora
en sí misma no estaba mal, era sólo un factor de personalidad. Pero a
veces su boca se escapaba con ella y decía cosas de las que se
arrepentía.

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En varias ocasiones, la impulsividad de Lupe los había metido a
ambos en problemas. Por lo general, el rápido hablar de María podía
sacarlos de nuevo, pero entonces discutían y se gritaban mutuamente.
María le decía a Lupe que era infantil (o incluso la llamaba por un
nombre como "idiota" o "estúpida".) Lupe lloraba y decía que lo sentía
y no volvía a hacerlo. Tal vez no hablarían durante unos días.

Pero al final siempre se perdonaban y trataban de hacerlo mejor.


Por un tiempo.

María tenía otra debilidad que aún no había reconocido. Ella


tendía a pensar que Lupe era la que tenía un problema. No quería
menospreciar a su amiga, pero lo hacía. Y a veces, especialmente
cuando estaba muy irritada, hablaba de Lupe a sus espaldas. Un día,
había un importante examen en la escuela y las dos chicas se habían
reunido para estudiar. Lupe empezó a hacer tonterías y a tirar
palomitas de maíz por el lugar. María la regañó. "¡Tenemos bocadillos
que nos dan energía para poder estudiar! ¡Deja de ser un bebé!"

Lupe se rió y tiró más palomitas de maíz. María se enfadó y


devolvió algunas. Lupe tiró otros bocadillos, y María empezó a olvidar
su molestia y a hacerse la tonta, también. Al poco tiempo estaban en
una pelea de comida. Entonces entró la madre de Lupe.

Basta decir que las dos terminaron limpiando la habitación en vez


de estudiar. María se quedó despierta hasta tarde para estudiar, pero
Lupe no lo hizo. Lupe falló el examen, y María sacó la calificación más
baja que había obtenido.

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Estaba furiosa. El hecho de que supiera que ella también tenía la
culpa, sólo la hizo enojar más. Estaba de pie en el pasillo de la escuela,
con su examen en la mano, y se enojó al contárselo a otra amiga. "¡Lupe
es tan idiota! ¡Todo fue culpa suya! ¡Se suponía que íbamos a estudiar,
y en cambio ella tiene que actuar como una niña de seis años! ¡No tiene
sentido de la disciplina! Quiero decir, ¡mírala! Es gorda, perezosa y
descuidada. ¡No sé ni siquiera por qué la tengo como amiga!"

María se volvió para pisotear... y vio a Lupe parada allí, con la


boca abierta, su cara pálida y los ojos llenos de lágrimas.

María quiso disculparse inmediatamente. Pero seguía enfadada, y


aún no había admitido que estaba tan enfadada consigo misma como
con su amiga. Miró a Lupe y dijo: "Lo digo en serio. No quiero ser tu
amiga nunca más!"

Y se fue.

A Lupe se le rompió el corazón. Sentía como si la situación fuera


realmente su culpa. Peor aún, sentía que todo lo que había salido mal
en su relación era culpa suya. María probablemente tenía razón al
romper su amistad.

Se fue a casa y lloró hasta quedarse dormida.

¿Quién está equivocado aquí? ¿Por qué? ¿Qué pueden hacer


María o Lupe ahora? Permita unos momentos de discusión.

Durante tres semanas, María y Lupe se evitaron mutuamente.


Ambas se estaban volviendo infelices cada día. María había empezado a

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admitir que también estaba equivocada. Pero no se atrevió a dar el
primer paso.

Lupe tenía miedo de hablar con María, pero se estaba


deprimiendo cada vez más. Finalmente, un día, decidió escribir una
carta. Admitió su culpa y prometió intentar ser una mejor amiga. Dijo
que sabía que no merecía el perdón, pero rogó a María que la
perdonara de todos modos y que volvieran a ser amigas. Tardó una
semana en llevar la carta antes de tener el valor de ponerla en el
escritorio de María para que la encontrara.

Entonces ella esperó.

María ni siquiera iba a abrir la carta al principio. Pero se sentó en


su cama esa noche sosteniéndola, y finalmente la abrió. Tal vez Lupe
había visto el error de sus métodos.

Leer la carta fue un shock para ella. Por primera vez reconoció
que el problema real y subyacente de Lupe tenía que ver con la baja
autoestima y que María empeoró ese problema. Sabía lo suficiente
sobre el perdón como para saber que no puedes "merecerlo". Si lo
mereces, no es perdón. Ella tenía una imagen momentánea de lo que su
amistad sería como si ella aceptara esta carta en su valor nominal: Lupe
caminando sobre una cáscara de huevo todo el tiempo esperando
complacer a su amiga.

Por primera vez, María lloró. Lloró mucho. Luego se arrodilló y


pidió a Dios que la perdonara por juzgar y dañar a su amiga con una

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crueldad descuidada. Luego fue a casa de Lupe y le pidió perdón por las
mismas cosas.

La amistad comenzó a crecer con fuerza de nuevo. Llevó tiempo.


Lupe aún estaba nerviosa de no ser lo suficientemente buena, y de que
si cometía un error, María podría hacer algo cruel de nuevo. Y María
vigilaba tanto su lengua que sus conversaciones eran a veces
incómodas.

Sabremos más sobre su historia mañana por la noche. ¿Qué


piensas hasta ahora?¿Ha estado en una situación como esta? ¿Qué es lo
que has hecho?

Leamos el último verso de nuestro pasaje central: 2 Corintios


5:21. ¿Por qué crees que Pablo añadió este versículo? ¿Qué tiene que
ver con ser embajadores de la reconciliación? Discútanlo. Guíen a los
jóvenes para que vean que todos los pecados del mundo, incluso la
traición de María a la amistad de Lupe, ya fue enfrentada por Jesús
en la cruz. Su objetivo no es castigarnos, sino devolvernos el amor.

Actividad

La reconciliación implica equilibrio; mantener las cosas rectas y


parejas. Vamos a hacer una actividad de equipo que nos muestre cómo
dos personas pueden trabajar juntas para mantener el equilibrio.
Divida al grupo en parejas de personas del mismo tamaño. Ahora,
cada pareja se sienta en el suelo, espalda con espalda. Junten los
brazos, codo con codo. Traten de pararse sin tocar el piso con las
manos. Deje tiempo.

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Es difícil, ¿no? ¿Pueden las parejas exitosas dar algún consejo a
los que aún lo intentan?

Hablemos de lo que podemos aprender de esto. ¿Cómo tuvieron


que trabajar juntos?¿Cómo se relaciona esto con las relaciones? ¿Han
hecho alguna vez tú y un amigo algo que casi rompe su amistad?
¿Cómo lo resolvieron? ¿Fuiste capaz de restaurar tu amistad? Deja que
aquellos que lo deseen, compartan historias.

Actividad especial

Deberías estar cerca de terminar tu proyecto.

Clausura

Termina con tu himno tema y con una oración por la


restauración. Pídele a Dios que nos muestre a todos cómo trabajar para
restaurar las relaciones en el mundo, en lugar de estar enfocado en el
castigo y "pagar" por el pecado.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN SIETE- La persona más difícil de perdonar

Introducción para los líderes

Hemos aprendido todos los pasos para perdonar y tratar de


reconciliarnos con personas que han pecado contra nosotros, pero a
veces la persona más difícil de perdonar somos nosotros mismos. Esta
noche, consideraremos el auto-perdón y sus implicaciones para nuestra
fe.

Para la actividad, necesitarás material de escritura y, si estás


en una situación en la que es posible, necesitarás un lugar seguro
para quemar papel y algunos fósforos u otro combustible.

Recurso extra: Si tienes estudiantes que crees que pueden


necesitar ayuda para sentirse perdonados y aceptados por Dios, las
páginas 50-52 de El Camino a Cristo son especialmente útiles.

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Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


se centren en la relación personal con Dios, y en la confianza. Si han
sido bendecidos con himno tema personalizado, asegúrese de usarlo
todas las noches.

Introducción para los jóvenes

Recuérdenme otra vez, ¿cuáles son los pasos en nuestro abrazo de


la reconciliación? Ellos deben ser capaces de decir: tener los brazos
abiertos ofreciendo perdón, (ya sea que el otro acepte o no), el cierre
del abrazo cuando dos personas están de acuerdo, y la reconciliación,
que a veces ¿ incluye algunas consecuencias.

Antes de discutir el paso final, que es abrir los brazos y alejarse


como personas cambiadas con relaciones aún más fuertes, tenemos que
hablar de una cosa más. ¿Has pensado alguna vez que hay una persona
que a veces es más difícil de perdonar que cualquier otra? Para algunos
de nosotros, perdonarnos a nosotros mismos es más difícil que
perdonar a los demás. ¿Por qué cree que es así? Permita que le
respondan.

A menudo es otra cara de la misma dificultad: confundir el


perdón con excusas. Podemos pensar que si dejamos ir nuestra culpa y
aceptamos el perdón demasiado rápido o fácilmente, significa que no
estamos lo suficientemente arrepentidos. Incluso podemos pensar que
no hemos pagado lo suficiente por nuestro pecado. ¿Pero quién pagó

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por nuestros pecados? Fue Jesús, ¿verdad? Si intentamos pagar por
nuestros pecados también, ¿no es como decir que el sacrificio de Jesús
no fue suficiente?

Veamos un verso muy familiar: 1 Juan 1:9. Que alguien lo lea o lo


recite. ¿Es una promesa? ¿Dice que Dios podría estar dispuesto a
perdonar? No. ¡Dice que sí! ¡Incluso dice que Dios es "justo" (NVI) para
perdonarnos! ¡Eso significa que Dios piensa que es lo justo, lo correcto!
Y si no aceptamos ese perdón y caminamos bajo una nueva luz,
llamamos a Dios un mentiroso! Eso sería un gran error.

Esta noche, veremos el primer verso de nuestro pasaje central: 2


Corintios 5:17. Que alguien lo lea. ¿Qué significa estar "en Cristo"?
¿Hay algo que tengamos que hacer o decir? ¿Podemos crear esa
novedad en nosotros mismos? ¿Y si nos esforzamos mucho? Permita la
discusión, y enfatice que sólo Jesús crea esa nueva vida, y todo lo que
necesitamos hacer es aceptarla y comenzar el proceso de toda la vida
de aprender a vivir y caminar en esa nueva vida todos los días.

Una vez que seamos nuevas creaciones en Cristo, ¿significa eso


que no volveremos a pecar? Permita respuestas. Significa que no
tendremos la intención de hacerlo. Haremos lo mejor que podamos
para vivir libremente en el amor de Jesús, para vernos como Él nos ve
(¡valga la pena su propia vida!) y para ver a los demás de la misma
manera, sin importar cómo actúen. Pero a veces seguiremos haciendo
el mal. Cuando lo hacemos, nos confesamos de nuevo, a Dios y a
quienquiera que dañemos, hacemos la restitución que podamos, y
decidimos tomar mejores decisiones la próxima vez.

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Historia de la noche

Veamos de nuevo la historia de José y sus hermanos. Vayamos al


Génesis 44:30-33. Esta es la parte de la historia donde José escondió su
copa de plata en el saco de grano de Benjamín y ahora, ha dicho que
mantendrá a Benjamín como su esclavo pero dejará que los otros
hermanos se vayan a casa. Esto es lo que dice el hermano mayor de
José y Benjamín, Judá. Que alguien lea.

¿Cómo crees que se sintió Judá en este momento? Permita la


discusión y ayúdeles a darse cuenta de que está recordando su pecado
al permitir que José sea vendido como esclavo y luego mintiendo a su
padre sobre ello, todos estos años. Según Génesis 37:26, fue idea de
Judá vender a José. ¿Crees que él, o alguno de los hermanos, se ha
perdonado a sí mismo por su gran pecado, no sólo contra su hermano,
sino también contra su padre? Permita respuestas. En este punto, sólo
estamos adivinando lo que Judá está sintiendo. La Biblia no señala un
camino u otro. Pero ahora volvamos al final de la historia, que leímos
hace un par de días. Vayamos a Génesis 50 y repasemos en silencio los
versículos 15-20. En este punto, han pasado algunos años. Todos los
hijos y nietos de Jacob han estado viviendo pacíficamente en Gosén, en
Egipto, durante mucho tiempo. Sin embargo, ¿te parece que los
hermanos se han perdonado a sí mismos? Expresan el temor de que
José no les ha perdonado de verdad, sino que sólo estaba fingiendo
mientras su padre estaba vivo. Pero parece que tal vez tampoco se han
perdonado a sí mismos.

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Sería difícil, debemos admitir, perdonarse a sí mismo por hacer
algo tan malvado. Su intención original era matarlo. ¡Eso habría sido
peor! Pero Rubén lo salvó e intentó rescatarlo y enviarlo de vuelta a su
padre con vida. Aún así, estaba involucrado en toda la triste historia, y
en la mentira que casi mata a su padre de tristeza. Es probable que
parte de la razón por la que no podían confiar en el perdón de José era
que no se habían perdonado a sí mismos. Esperamos que lo hicieran
después de esta escena cuando Jacob murió.

Consideremos el tema del auto perdón en el contexto de nuestra


historia de anoche. ¿Recuerdas a María y Lupe? María traicionó su
amistad con Lupe, hablando muy cruelmente de ella a otra persona, y
luego incluso le dijo a Lupe que ella ya no quería ser su amiga. La
amistad, que había sido una muy fuerte y era importante para ambas
chicas, se rompió. Una vez que se perdonaron y volvieron a intentarlo,
comenzaron a reconstruir su relación, pero eso llevó tiempo y esfuerzo.
Había dos razones principales para esto. Una fue el tiempo que toma la
confianza para ser reconstruida. Lupe todavía tenía miedo de que
María la juzgara y pensara menos en ella, o peor aún, que hablara mal
de ella a otras personas.

Pero la otra razón es que ambos se sentían culpables. Lupe sabía


que su irresponsabilidad a menudo les había causado problemas a
ambos. Ahora, tenía tanto miedo de ser "estúpida" y hacer que María se
enfadara con ella de nuevo que intentó suprimir su exuberancia
natural, dada por Dios. Intentó ser responsable todo el tiempo, lo cual
es genial, pero tenía miedo de divertirse. Siempre estaba "caminando
sobre alfileres y agujas".

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María, sin embargo, tenía más de que sentirse culpable. Ella
también tenía sus defectos. Su lengua descuidada la había metido en
problemas antes, también. Pero esta vez, había pecado mal, y herido a
una de las personas que más significaba para ella. Todavía podía
recordar la agudeza de su propia voz mientras hablaba con rabia a otra
amiga sobre Lupe. Todavía recordaba la conmoción y el dolor en el
rostro de Lupe, y no dejaba de pensar: "¡Si tan sólo me hubiera
disculpado en ese momento!". Fue malo, pero si hubiera corrido hacia
Lupe y le hubiera dicho: "Lo siento, lo siento mucho, no quise decir
eso". No creo que hubiera sido tan terrible ni hubiera durado tanto
tiempo. En cambio, había roto directamente la amistad, y dejó a Lupe
allí de pie con lágrimas corriendo por su cara.

Se esforzó tanto en ser amable todo el tiempo que las bromas


normales entre amigos desaparecieron. Ambas caminaban sobre
cáscaras de huevo alrededor de la otra, y en privado, ambas se
preguntaban si la verdadera hermandad que habían conocido antes se
recuperaría alguna vez.

Una de las veces que María estaba reviviendo su pecado, se dio


cuenta de que tenía que disculparse con el otro amigo también. La miró
y dijo avergonzada, "¿Recuerdas cuando fui tan mala con Lupe ese
día?"

Habían pasado semanas, pero la otra amiga, que se llamaba Rosa,


asintió. "Yo recuerdo".

María colgó la cabeza. ¡Rose probablemente la odiaba! "Me he


disculpado con Lupe, y ella me ha perdonado y estoy tratando de ser

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una mejor amiga. Me he dado cuenta de que tengo que pedirte perdón
a ti también. No lo haré más, nunca más."

"Te perdono", dijo Rosa. Luego puso su mano en el hombro de


María hasta que María miró hacia arriba. "En serio. Te perdono. No te
castigues."

María sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. "¡Si! ¡Me odio a
mí misma! ¡Sigo pensando en cómo se veía su cara!"

"Creí que habías dicho que te perdonaba".

"Ella lo hizo. ¡Es una santa!"

Rosa se rió un poco. "Creo que no es una santa ni la persona que


me pintaste ser ese día. Es tu amiga, y una hija de Dios. Le has pedido a
Dios que te perdone también, ¿verdad?"

"Sí, pero..."

"¿Pero qué?"

"Todavía me siento tan mal. Creo que Dios nos perdona cuando
se lo pedimos, pero... si todavía me siento tan avergonzada, no puedo
evitar preguntarme si tal vez no me arrepentí de verdad". "¿Estás
seguro de que no estás tratando de pagar por tu propio pecado
sintiéndote mal por un tiempo suficiente?" preguntó Rosa.

María se asustó. "No lo creo... pero... tal vez... Gracias, Rosa,


tengo que ir a hablar con Lupe otra vez!"

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Esa tarde, cuando las dos amigas estaban juntos, María le dijo a
Lupe lo que Rosa había dicho. "Creo que tal vez estoy tratando de
alguna manera de 'sentirme lo suficientemente mal' para devolverte el
dinero, o algo así!"

"Pero, María, sabes que Jesús murió por todos nuestros pecados."

"Lo sé, pero parece que no estamos curadas, tú y yo, vamos por
ahí siendo tan cuidadosas. Ya no haces tonterías, ¡y me encanta cuando
haces tonterías!"

"¿Lo haces?"

"¡Sí, y siento mucho haberte hecho creer que no lo hice!"

"Bueno, también me encanta cuando eres una charlatana".

"¿Lo haces?"

"Sí, creo que debemos perdonarnos y perdonarnos a nosotras


mismas! Creo que necesitamos dejar que cada uno sea nuestro
verdadero yo, y en vez de enfadarnos todos cuando a veces cruzamos la
línea, creo que podríamos ayudarnos. Podrías ayudarme a no ser
demasiado tonta, especialmente cuando necesitamos sentar cabeza y
hacer cosas como los deberes escolares."

"Estoy de acuerdo", dijo María. "Y podrías ayudarme a dejar de


parlotear si empiezo a chismorrear o recordarme que me calme y
cuente hasta diez si estoy molesta por algo."

"Y podríamos orar juntas. Apuesto a que eso ayudaría", añadió


Lupe.

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"¡Lupe, eres tan sabia!" dijo María.

¿"Yo"? ¡¿Sabia?!"

"Sí, tú. Vamos a orar. De hecho, hagamos un pacto para orar


todos los días. La verdad es que podemos ayudarnos mutuamente, pero
sólo Jesús puede cambiarnos".

A la audiencia:

¿Qué piensas de la solución de María y Lupe? ¿Qué les dirías si


fueran tus amigas? ¿Alguna vez tienes problemas para perdonarte a
ti mismo? ¿Se te ha ocurrido que si no aceptas el perdón de Dios, lo
llamas mentiroso? ¿Y se te ha ocurrido también que si dices aceptar
su perdón pero no te perdonas a ti mismo, estás actuando como si
fueras más santo que Él? ¡Eso es bastante chocante! Nuestra
actividad de esta noche es para ayudarnos a romper algunas de esas
barreras que nos hemos puesto.

Actividad

Reparta materiales de escritura. Esta noche, escribamos un tipo


de carta diferente. Quiero que cada uno de ustedes se escriba una carta
a sí mismos. Confiesen cualquier pecado que les preocupe, tanto contra
vosotros como contra Dios. Tengan en cuenta si hay alguien más con
quien necesitan hablar. Escriban todo lo que quieran que Dios limpie
de su vida. Entonces [si es seguro para hacerlo] vamos a quemar esas
cartas. Cuando veas tus cartas hacerse humo, piensa en tus pecados
también. Pídele a Dios que viva en ti a través de su Espíritu Santo y que

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te ayude a hacer cualquier restitución que necesites y a vivir una nueva
vida en su paz, sabiendo que eres amado y perdonado, y que también
puedes perdonarte a ti mismo.

Actividad especial

Esta noche, mientras casi terminan su proyecto, piensen en


particular en sus "lugares rotos", y en lo hermoso que Dios está
haciendo de su vida.

Clausura

Cierra con tu himno tema, y con oraciones por el perdón y la


aceptación completa del perdón de Dios.

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SEMANA DE ORACIÓN JUVENIL 2020

RECONCILIACIÓN

LECCIÓN OCHO- Nueva Vida

Introducción para los líderes

Hay una última, a veces pasada por alto, parte de un abrazo: dejar
ir y seguir caminando. En el caso de nuestro abrazo de reconciliación,
esto significa que ambos participantes seguirán caminando como
nuevas personas. Fueron cambiados como resultado del pecado y su
daño, y ahora son cambiados como resultado del perdón y su sanación.
Pueden descubrir que Dios les ha dado una mayor compasión. Esta
noche, examinaremos los finales y los resultados de las historias de esta
semana. Concluiremos dedicando un tiempo a nuestro pasaje central
completo, 2 Corintios 5:17-21. Habrá mucho menos tiempo para
hablar desde el frente; pasarán la mayor parte del tiempo en una
discusión abierta.

Podría traer cualquier pintura u otra ayuda visual que tenga


para toda la semana y usarla cuando sea apropiado. Necesitará
material de arte para la actividad.

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Si es posible, haga botones o insignias que digan Embajadores
de la Reconciliación, o use los que los jóvenes han hecho antes, en la
ceremonia final.

Música

Encuentre coros que su juventud conozca o quiera aprender, que


se centren en la restauración total y la nueva vida. Si ha sido bendecido
con un himno tema personalizado, asegúrese de usarlo cada noche.

Introducción para los jóvenes

Lo creas o no, ¡esta es nuestra última noche! Ha pasado


rápidamente, ¿no? Hemos aprendido mucho sobre el perdón y la
reconciliación. Hemos aprendido que perdonar es no permitir que
respondan "excusar". Hemos considerado la reconciliación completa
como un abrazo, ¿cuáles son esas partes? Si no hacen una lista de
dejar ir y alejarse al final, recuérdeles. Por último, tienes que dejar ir
un abrazo e irte, ¿verdad? Incluso los abrazos físicos regulares no
duran para siempre. Podrías estar en los brazos de alguien a quien
amas mucho, tal vez un padre o abuelo, por ejemplo, y te acurrucas y
tal vez hasta digas, "¡Desearía que pudiéramos quedarnos así para
siempre!" ¡Pero no quieres que lo haga! La vida sería muy difícil
tratando de caminar y hacer tus acciones diarias mientras abrazas a
alguien!

En el caso del abrazo de la reconciliación, el acto de soltar y


caminar es muy importante. Ambas personas han sido lastimadas por

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la maldad original, cualquiera que haya sido. Entonces ambas personas
fueron ayudadas y sanadas, o comenzaron a sanar, cuando se ofreció y
aceptó el perdón. Han reconstruido o están reconstruyendo su relación.
Así que, realmente se alejan de este evento cambiados; siendo nuevas
personas, un poco diferentes de lo que eran antes. Ambos pueden tener
mayor compasión por otros que han pecado y contra los que se ha
pecado. Esta noche, haremos nuestro programa un poco diferente. En
lugar de una nueva historia, vamos a discutir los finales y posibles
resultados de todas las historias que hemos escuchado esta semana.
Voy a hacer algunas preguntas sobre cada historia, e intentaremos
responderlas juntos. En algunos casos, puede que no sepamos las
respuestas, pero podemos averiguar cómo pensamos que nos
sentiríamos y actuaríamos y cambiaríamos en circunstancias similares.
Esto nos ayudará al salir de nuestra Semana de Oración, recién
comprometidos a ser Embajadores de la Reconciliación.

El final de las historias

Comenzamos esta semana aprendiendo sobre la decisión que la


Divinidad tomó mucho, mucho, antes del comienzo de los tiempos, de
que trabajarían para reconciliar el mundo si alguien pecaba. El Hijo
vendría y viviría y moriría como un humano para cerrar la brecha.
Cuando Dios creó nuestro mundo, no pasó mucho tiempo para que
Adán y Eva eligieran actuar de una manera que mostrara desconfianza
en Dios, lo que rompió la Ley del Amor sobre la que Dios había
construido el espacio y el tiempo.

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¿Recuerdas cómo Dios les abrió sus brazos para ofrecerles el
perdón? (Caminando por el jardín buscándolos.)

¿Cómo explicó Dios cómo llegaría su perdón? (Busca ayuda en


Génesis 3:15 17.)

¿Cómo respondieron?

¿Cómo lo sabemos?

¿Cómo cambiaron sus vidas, tanto como resultado de su pecado


como resultado de aceptar el perdón de Dios y del Libertador
prometido?

Nuestra siguiente historia fue sobre Jesús que vino a vivir y morir
por nosotros. ¿Cómo abrió sus brazos al mundo entero? ¿Recuerdas
nuestra imagen? Muéstrala ahora si la tienes.

¿A quién en particular perdonó y pidió el perdón de Dios?

En esa misma noche y en la siguiente, comparamos y


contrastamos traiciones de Judas y Pedro al amor de Jesús.

¿Cómo traicionó Judas a Jesús?

¿Cómo traicionó Pedro a Jesús?

¿Cómo ofreció Jesús el perdón y la reconciliación a ambos?

Cuando Judas no aceptó, ¿cómo cambió su vida? (Se suicidó.)

No lo olvides, porque Dios nos ama, ¡nuestras elecciones incluso


cambian su vida! ¿Cómo crees que se sintieron Dios, Jesús y el Espíritu
Santo cuando Judas se suicidó?
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Cuando Pedro aceptó el perdón de Jesús, ¿cómo cambió su vida?

También estudiamos la historia de la mujer del pozo. ¿Cómo le


ofreció Jesús el perdón y la reconciliación?

¿Cómo cambió su vida?

¿Cómo cambió todo el pueblo?

¿Crees que la mujer también ofreció el perdón a otros que habían


sido poco amables con ella antes? Explique su respuesta.

Estudiamos el perdón que José ofreció a sus hermanos por su


crueldad hacia él. Aprendimos que para esa familia, el abrazo de
reconciliación aparentemente nunca se cerró completamente, incluso
después de que su padre muriera años más tarde, el hermano todavía
temía que José pudiera vengarse de ellos. ¿Recuerdas cómo reaccionó
José a su miedo? (Él lloró.) No sabemos si finalmente aceptaron su
perdón por completo en ese momento. Nombra algunas formas en las
que sus vidas cambiarían si lo hicieran, o si no lo hicieran.

Nuestra primera historia contemporánea fue la de Leah, que tuvo


que dejar ir a su marido, orando desesperadamente para que cediera y
dejara que Dios lo cambiara. Aunque fue doloroso y muy difícil, Leah
aprendió a vivir en una actitud de perdón, sin saber si alguna vez sería
capaz de ofrecérselo a su marido. ¿Cómo crees que eso la cambió?

¿De qué manera podrían cambiar sus vidas si su esposo acepta el


perdón y cierra el abrazo de la reconciliación?

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María Magdalena nos dio una hermosa imagen de los cambios
que resultan en una vida que acepta plenamente el perdón y la
reconciliación. ¿Cómo cambió su vida? ¿Cómo lo demostró?

¿Crees que Simón u otros en la mesa podrían haber aprendido


más sobre el perdón por la historia de María?

Piensa en los millones de personas que han escuchado esa


historia en los 2.000 años que han pasado desde entonces. Cuando
lleguemos al Cielo, ¿no te gustaría conocer a algunas de las personas
cuyas vidas fueron cambiadas por su historia?

Otra historia contemporánea fue la del Sr. Johnson, el hombre en


prisión por asesinato, y su hijastra, que finalmente eligió perdonarlo.
¿Cómo cambiaron esas dos vidas, primero por el pecado y luego por el
perdón?

También nos enteramos de María y Lupe, dos amigas cuyas vidas


fueron destrozadas por el pecado de una de ellas. ¿Cómo cambiaron sus
vidas por el pecado?

¿Quién más se vio afectado?

¿Qué pasó cuando se ofreció y aceptó el perdón? ¿Cómo cambió


su vida?

De María y Lupe, aprendimos sobre la importancia de


perdonarnos a nosotros mismos, también. ¿A quién llamamos
mentiroso si seguimos cargando con la culpa por algo que hemos
hecho? ¿A quiénes perjudicamos? Cuando aceptamos plenamente el

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perdón de Dios y nos reconciliamos con Él, ¿cómo cambian nuestras
vidas?

Si hay alguien aquí que tenga una historia corta de cómo su vida
ha cambiado debido al perdón, puede compartirla ahora. Asegúrate de
no compartir detalles privados que pertenezcan a otra persona.

Leamos todo el pasaje central, 2 Corintios 5:1-21. Que alguien lea


un versículo, y luego se detenga a discutir. Hagan esto con cada
versículo hasta que lleguen al final.

Quiero ser un Embajador de la Reconciliación. ¿Y tú?

Si lo hacemos, algún día nos pararemos en el Mar de Cristal, y


conoceremos a gente que ni siquiera conocíamos, cuyas vidas pueden
haber cambiado porque elegimos vivir para Dios y vivir en Su amor.
Aquí hay una hermosa escena que veremos allí. Elena G. de White la
vio en visión, y la grabó en El Conflicto de los Siglos, pp. 647-8.

"Mientras los rescatados son bienvenidos a la Ciudad de Dios, allí


resuena en el aire un exultante grito de adoración. Los dos Adanes
están a punto de reunirse. El Hijo de Dios está de pie con los brazos
extendidos para recibir al padre de nuestra raza, el ser que Él creó, que
pecó contra su Creador, y por cuyo pecado las marcas de la crucifixión
se llevan en la forma del Salvador. Mientras Adán discierne las huellas
de los crueles clavos, él no cae en el seno de su Señor, sino que en la
humillación se arroja a sus pies, llorando: "¡Digno, digno es el Cordero
que fue inmolado!" Tiernamente el Salvador lo levanta y le pide que

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mire una vez más al hogar del Edén del que ha sido exiliado durante
tanto tiempo.

"Después de su expulsión del Edén, la vida de Adán en la tierra se


llenó de penas. Cada hoja moribunda, cada víctima de sacrificio, cada
plaga en la cara de la naturaleza, cada mancha en la pureza del hombre,
era un nuevo recordatorio de su pecado. Terrible fue la agonía del
remordimiento al ver que la iniquidad abundaba, y, en respuesta a sus
advertencias, se encontró con los reproches que se le hacían a él mismo
como causa del pecado. Con paciente humildad soportó, durante casi
mil años, la pena de la transgresión. Fielmente se arrepintió de su
pecado y confió en los méritos del Salvador prometido, y murió con la
esperanza de una resurrección. El Hijo de Dios redimió el fracaso y la
caída del hombre; y ahora, a través de la obra de la expiación, Adán es
reinstaurado en su primer dominio".

¡Qué cosa tan gloriosa para ver! Para nuestra actividad de esta
noche, se les invito a hacer un dibujo de personas con las que les
gustaría reconciliarse en el cielo. O pueden dibujar a Adán y a Eva
conociendo a Jesús. Dejen pasar un tiempo dependiendo de lo larga e
involucrada que se haya vuelto su discusión de las historias.

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Actividad especial final

Si no has terminado, termina tu proyecto esta noche. Habla de


ello, y de la manera en que Dios saca la belleza de la ruptura en
nuestras vidas y comunidades. Planea un tiempo para presentar tu
obra de arte terminada, y donde colgarla. Tal vez a algunos les
gustaría escribir algo que vaya con ella y explicar su significado.

Clausura

Antes de tu oración de esta noche, pide que se levanten aquellos


que quieran comprometerse a vivir en el amor, en la reconciliación
con Dios, y ser embajadores de la reconciliación. Si tienen botones o
insignias para ellos, entréguenlos ahora. Pueden hacer una
ceremonia de esto tanto como quieran.

Termina con oraciones de gratitud y con tu himno tema.

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