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Factores Pronósticos Anatomopatológicos

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FACTORES PRONÓSTICOS ANATOMOPATOLÓGICOS EN EL CARCINOMA DE CELULAS

RENALES
PATHOLOGICAL PROGNOSTIC FACTORS IN RENAL CELL CARCINOMA
Dra Nersa María Grass Hernández 1*. https://orcid.org/0000-0001-9872-2017Dra
Dra Orquidia Martínez Aldana 2. https://orcid.org/0000-0002-3303-8633
Dra Amuny Márquez Rubio 1. https://orcid.org/0000-0002-0392-3607
1
.Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Iñiguez Landín”. Holguín, Cuba.
2
Hospital General Universitario “Vladimir Ilich Lenin”. Holguín, Cuba.
Autor para la correspondencia. Correo electrónico:e-mail: nersagrass@infomed.sld.cu, ,
Resumen:
Introducción: El carcinoma de células renales, precedido en frecuencia por los tumores de
próstata y de vejiga, supone 90 % de los tumores renales; más del 50 % son hallazgos en
estudios de rutina por ser asintomáticos en etapas iniciales de la enfermedad. Representa un
reto en salud el diagnóstico oportuno y la evaluación integral del paciente, reflejados en
calidad de vida; un pilar fundamental en esta estrategia lo constituye el estudio de los
factores pronósticos anatomopatológicos.
Objetivo: Analizar las características de los factores pronósticos anatomopatológicos en
pacientes con carcinoma de células renales.
Métodos: estudio de serie de casos (n=50), que cumplían los criterios de inclusión.
Resultados: Predominó el sexo masculino con 68 %, 34 % de los pacientes se encontraba
entre 50 y 59 años, 48 % de las lesiones tumorales se localizaron en el polo superior del riñón
derecho, mientras que 80 % de los casos presentó el subtipo histológico de células claras; la
clasificación modificada de Furhman 2 y el estadio patológico pT1b fueron las más frecuentes
con 52 y 36 % respectivamente; en 46 % de los casos prevaleció el tamaño tumoral de 1-5 cm,
de ellos, 26 % mostró áreas de necrosis; las estructuras anatómicas más infiltradas fueron los
vasos sanguíneos, linfáticos y la cápsula representados por 72 % del total.
Conclusiones: Los factores histológicos fueron los más relevantes para establecer la conducta
terapéutica en pacientes con esta patología.
Palabras clave: carcinoma de células renales, factores pronósticos
ABSTRACT
Introduction: Renal cell carcinoma, preceded in frequency by prostate and bladder tumors,
accounts for 90% of renal tumors; more than 50% are findings in routine studies because they
are asymptomatic in the initial stages of the disease. Timely diagnosis and comprehensive
evaluation of the patient, reflected in quality of life, represents a health challenge; a
fundamental pillar in this strategy is the study of pathological prognostic factors.
Objective: To analyze the characteristics of pathological prognostic factors in patients with
renal cell carcinoma.
Methods: case series study (n=50), which met the inclusion criteria.
Results: The male sex predominated with 68%, 34% of the patients were between 50 and 59
years old, 48% of the tumor lesions were located in the upper pole of the right kidney, while
80% of the cases presented the histological subtype. clear celled; the modified Furhman 2
classification and the pathological stage pT1b were the most frequent with 52 and 36%
respectively; in 46% of the cases the tumor size of 1-5 cm prevailed, of them, 26% showed
areas of necrosis; the most infiltrated anatomical structures were blood vessels, lymphatics
and the capsule, represented by 72% of the total.
Conclusions: Histological factors were the most relevant to establish therapeutic behavior in
patients with this pathology.
Keywords: renal cell carcinoma, prognostic factors
INTRODUCCIÓN
Las neoplasias malignas constituyen en la actualidad una de las primeras causas de muerte a
nivel mundial. Cada año se diagnostican alrededor de 20 millones de nuevos casos y fallecen
alrededor de 10 millones de personas; se estima que la incidencia aumente a 30 millones para
el 20401.
El carcinoma de células renales (CCR) representa 2-3 % de todos los tumores malignos en
países occidentales, es el tercer tumor urológico en frecuencia y el de mayor letalidad. Con
más de 300 000 casos diagnosticados, su prevalencia va en aumento en las sociedades
industrializadas y alrededor de 103 000 personas mueren por esta enfermedad cada año1.
Ecuador acumula una prevalencia de 9,66 por cada 100 000 habitantes, posicionándose en
quinto lugar en la región; en México el CCR representa 2,5 % de las neoplasias malignas
mientras en los Estados Unidos se diagnostican alrededor de 51 000 enfermos nuevos y cerca
de 13 000 mueren por esta causa 2.
En Cuba, según el anuario estadístico 2020 fallecieron 1324 pacientes por enfermedades
glomerulares y renales, cifra que supera en 260 a lo reportado en el 20193.
Entre los factores que predisponen a padecer esta enfermedad, se relacionan el tabaquismo,
la obesidad, la hipertensión arterial y los asociados a enfermedades hereditarias 1.
Considerando el aumento de la incidencia del CCR y que, en la bibliografía consultada no se
cuenta con datos locales sobre el tema, resulta trascendental realizar un estudio que analice
las características de los factores pronósticos anatomopatológicos, plateando como Problema
Científico: ¿Cuáles son las características de los factores pronósticos anatomopatológicos en
los pacientes con diagnóstico de carcinoma de células renales?
DESARROLLO
El riñón humano es un órgano complejo que tiene la función principal de realizar la filtración
de los productos residuales de la sangre y producir orina, con la finalidad de garantizar la
excreción de sustancias finales del metabolismo, como urea, ácido úrico y creatinina;
interviene además, en otras funciones vitales que se relacionan con la regulación del
equilibrio hidroelectrolítico y ácido básico, de la presión arterial, la síntesis de hormonas, y en
el control del metabolismo del calcio4.
La primera referencia histórica respecto a un proceso renal maligno se atribuye a Daniel
Sennert; en 1855 Robin llegó a la conclusión de que procedían del epitelio tubular renal. En
1959, Oberling y colaboradores proponen mediante estudios de microscopía ultraestructural
que la estirpe del CCR provenía de las células del túbulo contorneado proximal. En 1875,
Langenbuch practicó la primera nefrectomía por un sarcoma de riñón izquierdo y en 1890
Czerny realizó la primera nefrectomía parcial por cáncer. Gregoire en 1905 consideró
necesaria la extirpación de la grasa perirrenal, la fascia de Gerota, la glándula suprarrenal y
los ganglios linfáticos5.
En la etiología del CCR se describen múltiples factores: el consumo de tabaco, la exposición
laboral, factores dietéticos, la obesidad y la hipertensión arterial, enfermedades hereditarias
entre las que se encuentran la enfermedad de Von Hippel Lindau, la Esclerosis tuberosa y la
Enfermedad Poliquística del Adulto1.
Al profundizar en el estudio de los aspectos clinicopatológicos relacionados con la patogénesis
y el pronóstico de este tipo de tumor se definieron un conjunto de factores pronósticos. A
efecto de esto los diferentes factores pronósticos estudiados se pueden clasificar en cuatro
grupos: clínicos, histológicos, anatómicos y moleculares1.
Entre los factores clínicos se encuentra la tríada clásica de Guyón o Virchow, pocos pacientes
presentan los típicos síntomas y más de la mitad se detectan de manera fortuita en estudios
radiológicos realizados por otras patologías 6.
La evidencia actual al comparar la nefrectomía parcial y la radical demuestran que la tasa
estimada de supervivencia cáncer-específica a los 5 años es similar2.
El diagnóstico histológico comprende la descripción de los factores histológicos: grado
nuclear, estadiaje tumoral, subtipo histológico y la presencia de necrosis. La necrosis tumoral
coagulativa es un factor pronóstico importante, predictor de supervivencia, asociándose a
mayor tamaño tumoral1.
El primer sistema de gradación fue diseñado por Hand y Broders en 1932, Skinner en 1971 fue
el primero que propuso una clasificación del grado en función de la morfología nuclear ,
Syrjanen en 1975, sugiere una clasificación que permite dividir los tumores en cuatro grados y
demuestra la asociación del grado con la supervivencia a los cinco años de evolución 7.
Fuhrman y colaboradores en 1982, simplifican la clasificación de Skinner realizando una
gradación basada en las características nucleares de la zona más atípica7.
La clasificación más reciente realizada por la OMS está basada en la clasificación de
Vancouver de Neoplasias Renales de la Sociedad Internacional de Patología Urológica 8.
Entre los factores anatómicos están el tamaño tumoral y su extensión, tanto local, ganglionar,
vascular, y/o metastásica9,10.
Los factores moleculares guardan relación con la incorporación de nuevas tecnologías en
estudios genéticos, proteinómica y de ADN que han abierto un amplio horizonte en el campo
de la tumorogénesis y progresión del CCR7.
Los autores como parte del Grupo Básico de Trabajo de Urología Oncológica en el Hospital
Vladimir Ilich Lenin; se propusieron analizar los factores pronósticos anatomopatológicos en
pacientes con diagnóstico de carcinoma de células renales.
Diseño metodológico
La presente investigación responde a un estudio de serie de casos, en el período de enero del
2019 a diciembre del 2021. La población estuvo conformada por todos los pacientes con
diagnóstico de CCR y la muestra estuvo constituída por 50 pacientes que cumplieron con los
criterios de inclusión; definidos por: pacientes cuya historia clínica contemplara las variables a
estudiar (sexo, edad), con informe anatomopatológico que describiera los factores
anatomopatológicos. Se consideró como variable dependiente el diagnóstico de CCR.
Las variables independientes fueron: factores pronósticos anatomopatológicos (tipo
histológico, clasificación de Robson, tamaño tumoral, grado nuclear de Furhman, localización
anatómica).
Las variables se operacionalizaron de la siguiente forma:
Tipo histológico: A partir del diagnóstico anatomopatológico, tomando como referencia la
Clasificación de Vancouver.
Clasificación de Robson: Se identificó a partir del diagnóstico anatomopatológico, y se clasificó
en estadio 1, 2, 3 y 4.
Tamaño tumoral: Se tomó la medida en centímetros del diámetro mayor de la lesión.
Grado nuclear: Según la clasificación de Furhman modificada en grado 1, 2, 3 y 4.
Sitio del tumor: Se identificó la localización de la lesión y se clasificó en polo superior, inferior
y tercio medio, así como la lateralidad: derecho e izquierdo.
Edad: Los grupos etáreos fueron establecidos por la autora de acuerdo al comportamiento
histórico de la enfermedad.
Sexo: Se identificó según la boleta de solicitud de biopsia, femenino o masculino.
Tras concluir la recopilación de los datos, se procesaron y los resultados se mostraron en
tablas y gráficos de frecuencias absolutas, arribando a conclusiones.
RESULTADOS
La distribución de los pacientes con diagnóstico de CCR según edad y sexo (fig 1) mostró que
34 (68 %) de los casos pertenecían al sexo masculino y 34 % de los pacientes se encontraba en
el grupo de edad de 50 a 59 años.
Coincide un estudio realizado en Santiago de Cuba, donde la mayor parte de los pacientes se
encontraron en el grupo de edad de 50-59 años (30,7 %); predominó en los varones (63,7 %),
con una proporción hombre-mujer de 2:111.
El predominio del sexo masculino, puede deberse, a la variante que predomine en el
paciente, ya sea biológica o laboral. La primera explicación está basada en la estructura
genética de este sexo, la cual está determinada por los cromosomas XY. Ciertos genes del
cromosoma Y están implicados en la regulación del ciclo celular, cuando falla, aumenta la
probabilidad de desarrollar hipernefroma, o cualquier otro tipo de cáncer. La variante laboral
se sustenta en que los hombres se exponen más a productos químicos tóxicos que las
mujeres, siendo conocido el efecto cancerígeno que tiene la exposición a estas sustancias.
Luego de la 5ta década de la vida, el CCR puede predominar debido a que muchos se hacen
palpables y sintomáticas en fases avanzadas de la enfermedad por lo que más del 50 % se
diagnostican de manera fortuita y al emplear pruebas de imagen rutinarias.
Figura 1. Distribución de los pacientes con diagnóstico de CCR según edad y sexo.

Distribución de los pacientes con CCR según edad y sexo.


18

16

14

12

10

0
30-39 40-49 50-59 60-69 70-79 80-89

Femenino Masculino Total

La (fig 2) muestra la localización y lateralidad, siendo más afectado el polo superior con 24
casos (48 %); de ellos, 19 (79 %) se encontraban en el riñón derecho. La porción media solo
aportó 4 casos en ambos riñones.
Oliveira, en su estudio sobre Modelos de supervivencia en el CCR, analizó un total de 238
pacientes, 129 de ellos para 54,2 % se encontraban en el riñón derecho; al comparar la
localización con respecto la aparición de metástasis no hubo diferencias significativas1.
No se hallaron investigaciones actualizadas que permitieran comparar la localización
anatómica del tumor.
Figura 2. Distribución de los pacientes según localización y lateralidad del tumor.

El subtipo histológico que predominó fue el carcinoma de células claras y el grado 2 según la
clasificación modificada de Furhman (tabla I). El carcinoma de células claras se diagnosticó en
40 (80 %) de los casos, seguido por 4 (8 %) de los pacientes con carcinoma papilar; 4 % del
total correspondió a los tipos cromófobos, túbulo-quístico y mixto. La clasificación modificada
de Furhman mostró un predominio del grado 2, con 26 (52 %) de los casos, seguido por el
grado 1 con 15 (30 %); ningún tumor fue clasificado en el grado 4.
Coincidieron con estos resultados investigaciones realizadas por Oliveira1 y Olivas Cárdenas7.
El primero encontró un predominio del carcinoma de células claras en 82,8 % de la muestra,
seguido por el carcinoma papilar con 78 %; la segunda obtuvo que 88,1 % de los casos fueron
carcinoma de células claras.
Investigaciones que emplean la clasificación de Furhman, coinciden con los resultados de este
estudio al describir un predominio del grado 2 1. Olivas Cárdenas obtuvo un predominio del
grado 3 con 49,2 %7.
Los autores piensan que el grado nuclear 2 de Fuhrman fue el más frecuente debido a que el
tipo histológico que predominó en el estudio fue de células claras, siendo el de mayor
malignidad, cuyos núcleos presentan características moderadas de agresividad tales como:
irregularidad ligera, cromatina fina granular y nucléolo poco aparente compatibles con dicho
grado.
Tabla I: Distribución de los pacientes según subtipo histológico y clasificación modificada de
Fuhrman.

Clasificación modificada de Furhman Total

Subtipo histológico 1 2 3 FA %

Carcinoma de células claras 11 26 3 40 80

Carcinoma papilar 4 0 0 4 8

Mixto 2 0 0 2 4

Túbulo-quístico 2 0 0 2 4

Cromófobo 2 0 0 2 4

Total 21 26 3 50 100

Fuente: Registro de datos


El estadio (tabla II) más frecuente según el tamaño tumoral es el pT1b con 18 casos para 36 %,
seguido por el estadio pT1a con 11 (22 %) y ninguno de los pacientes estuvo en los estadios
del pT3b al pT4.
Resultados parecidos obtuvo Oliveira1, en cuya muestra 36,6 % se encontró en el estadio
pT1a. Sin embargo, Olivas Cárdenas y Rodríguez Cruzata, obtuvieron un predominio del
estadio pT2 y pT3a, representado en los pacientes estudiados por 37 y 25 %
respectivamente7,11.
Los autores son del criterio que el estadio tumoral más frecuente fue pT1b porque la mayor
cantidad de casos (18) presentan un tamaño entre 1-5 cm siendo lesiones órgano confinadas.
Tabla II. Distribución de los casos según subtipo histológico y estadio patológico.
Subtipo histológico Estadio patológico Total
pT1a pT1b pT2a pT2b pT3a FA %
Carcinoma de células claras 9 15 5 10 1 40 80
Papilar 0 2 2 0 0 4 8
Mixto 0 1 1 0 0 2 4
Túbulo-quístico 1 0 0 0 1 2 4
Cromófobo 1 0 1 0 0 2 4
Total 11 18 9 10 2 50 100
Fuente: Registro de datos
La (tabla III) muestra la presencia de necrosis en 28 de los casos, representado por 56 %;
mientras que el tamaño tumoral 1-5 cm fue el más frecuente con 23 casos.
Difieren de estos resultados, investigaciones que describen un predominio de los casos sin
necrosis tumoral, representado por 73,5 y 60,2 % de la muestra estudiada 7,11.
Los autores son del criterio que la necrosis está en relación con el tamaño tumoral; en la
medida que aumentó el tamaño tumoral la necrosis se hizo más evidente.
Tabla III. Distribución según tamaño tumoral y presencia de necrosis.
Necrosis Total
Tamaño tumoral Si No
FA % FA % FA %
1-5 cm 10 20 13 26 23 46
6-10 cm 10 20 9 18 19 38
11 cm y más 8 16 - - 8 16
Total 28 56 22 44 50 100
Fuente: Registro de datos
Dentro de los factores anatómicos se encuentran aquellos relacionados con características
morfológicas del tumor así como su extensión.
En la (tabla IV) se aprecia que, del total de casos, 23 (46 %) presentaron un tamaño tumoral
de 1-5 cm; independientemente del tamaño tumoral las estructuras más infiltradas fueron la
cápsula, los vasos sanguíneos y linfáticos, representados por 36 casos del total para 72 %; 16
% de los casos presentaron un tamaño tumoral mayor de 11 cm y las estructuras menos
infiltradas fueron el uréter y la glándula suprarrenal con 6 %.
Discrepó con estos resultados Queipo12, al obtener mayor invasión a la grasa, 56 (76,7 %)
invasión de la vena renal y 17 (23 %) invasión linfática.
Los autores son del criterio que la infiltración linfovascular y a la cápsula representan un
factor importante que eleva el riesgo de desarrollar metástasis, independiente del tamaño
tumoral.
Tabla IV. Distribución de los pacientes según factores anatómicos.
Tamaño tumoral Total
Estadio de Robson 1-5 cm 6-10 cm 11 y más FA %
Vs 15 13 8 36 72
I Vl 15 13 8 36 72
Cápsula 19 12 5 36 72
II Grasa 5 6 2 13 26
Hilio 0 1 3 4 8
IV A Uréter 0 1 2 3 6
G.suprarrenal 0 1 2 3 6
Fuente: Registro de datos
CONCLUSIONES
Los factores pronósticos histológicos fueron los de mayor relevancia diagnóstica, vinculados
con el pronóstico, la creación de estrategias de vigilancia, terapias adyuvantes y el diseño de
ensayos clínicos que mejoren la supervivencia de los pacientes con esta enfermedad.
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