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Trabajo de Prehistoria.
Trabajo de Prehistoria.
Trabajo de Prehistoria.
Prehistoria del
País
Valenciano
Debemos aclarar las distintas etapas que vimos en el museo y de las que versa mi
trabajo. Estudiamos desde el paleolítico hasta la edad de los metales, pasando por el
neolítico. En el país valenciano, las primeras evidencias del paleolítico, el cual se divide
en inferior (desde 1.500.000 hasta 128.000 B.P.), medio (desde 128.000 hasta 35.000
B.P.), y superior (desde 35.000 hasta 10.000 B.P., dividido en el auriñaciense (30.000-
28.000 B.P.), el gravetiense (28.000-21.000 B.P.), el solutrense (21.000-16.500 B.P.) y
el magdaleniense (16.500-10.000 B.P.)), surgen hace unos 1.500.000 años, hasta 10.000
años B.P., que es el comienzo del mesolítico (desde el 10.000 hasta el 5.600 B.P.).
Posteriormente, llega el neolítico (desde el 5.600 hasta el 3.150 B.P.), que finaliza con
la llegada del campaniforme (desde el 3.150 hasta 1.850 B.P) y, posteriormente, la edad
del bronce (2.100- 600 B.P.).
En la segunda sala, con las edades del paleolítico inferior y medio, se nos exponen
vitrinas con los restos de la cova del bolomor, una sobre el paleolítico inferior y otra el
medio, con restos de animales como el rinoceronte de la estepa, el elefante, el
megaloceros, el thar… pero lo que destaca de estas vitrinas es el estudio tafonómico
realizado a estos restos para poder distinguir quien ha consumido esos animales, si
fueron animales o humanos, dependiendo de las marcas. Podemos ver, por estas marcas,
que durante el paleolítico inferior y medio había una alternancia entre humanos y
animales en las ocupaciones de las cuevas. En esta sala, además, vemos unas réplicas de
los distintos homínidos, sin embargo, a nosotros nos importan más el neandertal y el
sapiens, por la importancia que tuvieron y por los restos hallados, como vemos en la
cova del bolomor, donde hay un fragmento de cráneo de neandertal y dientes de dicho
espécimen.
En el solutrense encontramos piezas del solutrense inicial, como las puntas de cara
plana; piezas del solutrense medio como las hojas de laurel con retoque plano en las dos
caras; y el solutrense evolucionado con útiles como la punta de pedúnculo y aletas o la
punta de escotadura. En el solutrense, además de la industria lítica, destaca la industria
ósea.
Luego fuimos a la “cueva”, donde estaban las figuras gravadas y pintadas en las
piedras, algunas más fáciles de ver que otras, pero se reconocen por las técnicas usadas
por los investigadores, como la luz rasante para ver las sombras que proyectan o con
simples lupas. Yo he querido destacar tres que me han gustado: la primera aparecen
unos cérvidos, una madre y una cría; en otra aparece bien representada la cabeza de un
équido; y en la última aparecen dos bóvidos. La mayoría de estas tablas son grabadas,
pero también hay otras pintadas en una sala aparte.