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Cambio Climático
Cambio Climático
Cambio Climático
1. Introducción
• Las corrientes oceánicas: las corrientes oceánicas, o marinas, son factores reguladores
del clima que actúan como moderador calentando o enfriando las regiones por las que
pasan.
• Campo magnético terrestre: del mismo modo que el viento solar puede afectar el clima
directamente, las variaciones en el campo magnético terrestre pueden afectarlo de manera
indirecta. Se ha comprobado que en épocas pasadas hubo inversiones de polaridad y
grandes variaciones en su intensidad. Se sabe también que los polos magnéticos, si bien
tienden a encontrarse próximos a los polos geográficos, en algunas ocasiones se han
aproximado al Ecuador. Estos sucesos influyeron la llegada del viento solar en la atmósfera
terrestre.
• Erupciones volcánicas: Los aerosoles emitidos durante las erupciones volcánicas afectan
a los balances de radiación en la estratosfera, la troposfera y la superficie de la Tierra. Estos
aerosoles tienen la capacidad de reflejar la luz solar y absorber tanto la radiación de onda
corta como la de onda larga. En el primer caso se produce enfriamiento y en el segundo
calentamiento. Las erupciones volcánicas enfrían la superficie pero calientan la estratosfera,
de esta manera calentamiento es mayor en el trópico que en latitudes altas.
Muchos de los cambios climáticos importantes se dan por pequeños desencadenantes
causados por los factores que se han citado, ya sean forzamientos sistemáticos o sucesos
imprevistos. Estos desencadenantes pueden formar un mecanismo que se refuerza a sí
mismo (retroalimentación o «feedback positivo») amplificando el efecto. Asimismo, la
Tierra puede responder con mecanismos moderadores ( «feedbacks negativos») o con los
dos fenómenos a la vez.
Las actividades humanas generan emisiones de cuatro GEI de larga permanencia: dióxido
de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y halocarbonos (grupo de gases que
contienen flúor, cloro o bromo). Las concentraciones de GEI en la atmósfera aumentan
cuando las emisiones son superiores en magnitud a los procesos de detracción.
• Se calcula que el dióxido de carbono (CO2) es el responsable del 63% del calentamiento
global causado por el hombre, con una fuerza irradiativa de 1,85 W / m2 (el vapor de agua
produce más efecto invernadero pero no se tiene en cuenta cuando se habla del
calentamiento global ni del aumento del efecto invernadero porque se supone constante no
interviniendo en el calentamiento global, ya que el agua precipita limitando su cantidad en
la atmósfera ). Su concentración en la atmósfera supera actualmente un 40% el nivel
registrado al comienzo de la industrialización (de 280ppm 1750 a 407ppm en 2018). Se
libera de forma natural desde el interior de la Tierra a través de fenómenos tectónicos,
vulcanismo y a través de la respiración, procesos de suelos, combustión de compuestos con
carbono y la evaporación oceánica.
El aumento mundial de las concentraciones de CO 2 se debe principalmente al uso de
combustibles de origen fósil y la quema de madera (se estima que un 70% se debe a este
factor), con una aportación menor, aunque perceptible, los cambios de uso de la tierra, la
intensa deforestación, la transformación de la caliza en cemento...
La concentración de CO2 disminuye de forma natural por la fotosíntesis y sobre todo por los
océanos que lo disuelven y queda atrapado en gran cantidad formando carbonato cálcico en
los fondos marinos, por ejemplo en los caparazones de corales. Estos procesos naturales no
son capaces de compensar las emisiones antropogénicas constantes que se producen de este
gas.
• Se calcula que el metano (CH4) es responsable del 19% del calentamiento global de
origen humano, con un. Se produce naturalmente a través de la descomposición de materia
orgánica en condiciones anaeróbicas, también en los sistemas digestivos de termitas y
rumiantes. Su concentración ha aumentado de 0,7 ppm en 1750 a 1,85 ppm en 2018, debido
principalmente a los cultivos de arroz, el aumento de rumiantes como fuente de carne, las
fugas de los oleoductos, los vertederos de residuos sólidos y la combustión de biomasa.
• Se calcula que el óxido nitroso (N2O) es responsable del 6% del calentamiento global de
origen humano. Es producido por procesos biológicos en océanos y suelos, su y
concentración se había mantenido constante en unas 0,27 ppm en los últimos 100.000 años.
Su aumento ha sido constante desde principios del siglo XX, llegando a 0,33 ppm en 2018,
debido principalmente a las actividades agrícolas (Los fertilizantes con nitrógeno producen
emisiones de óxido nitroso). Otras fuentes antropogénicas son la producción de nylon y
ácido nítrico, automóviles con convertidores catalíticos de tres vías, quema de biomasa y
combustibles, etc.
• El ozono (O3) en la estratosfera filtra los rayos ultravioletas (UV) nocivos para las
estructuras biológicas, es también un gas de efecto invernadero que absorbe de manera muy
efectiva la radiación infrarroja. Se forma a través de reacciones fotoquímicas que
involucran la radiación solar, una molécula de O 2 y un átomo solitario de oxígeno. También
puede ser generado por complejas reacciones fotoquímicas relacionadas con emisiones
antropogénicas y constituye un potente contaminante atmosférico en la tropósfera
superficial. De hecho, el Ozono estratosférico tiene balance de radiación negativo mientras
la fuerza irradiativa del ozono troposférico es de 0,35 W / m 2, superior a la del NO2. El
ozono troposférico ha pasado de 0,025 ppm en 1.750 a 0,034 ppm en 2012.
Los científicos consideran que un aumento de 2 ºC respecto a la temperatura de la era
preindustrial es el límite más allá del cual hay un riesgo mucho mayor de que se
produzcan cambios peligrosos y catastróficos para el medio ambiente global. Por esta
razón, la comunidad internacional ha reconocido la necesidad de mantener el calentamiento
por debajo de 2 ºC.
El riesgo de los impactos relacionados con el clima resulta de la interacción de los peligros
asociados propiamente con el clima (incluyendo los eventos extremos y tendencias de
cambio) con la vulnerabilidad y la exposición de los sistemas humanos y naturales. Los
cambios, tanto en el sistema climático como en los procesos socioeconómicos, incluidos la
adaptación y la mitigación, las formas de gobernanza y las diferentes opciones de desarrollo
socioeconómico, son los que determinan los peligros, la exposición y la vulnerabilidad de
la sociedad y el medio ambiente.
El Quinto Informe de Evaluación de IPCC, aprobado en marzo de 2014, determina que los
impactos producidos como consecuencia del cambio climático son generalizados y
sustanciales. En las últimas décadas, el cambio climático ha afectado a los sistemas
naturales y humanos en todos los continentes y en los océanos. La mayoría de los impactos
del cambio climático son atribuidos al calentamiento y / o los cambios en los patrones de
precipitación, pero también hay evidencias recientes de impactos vinculados con la
acidificación del océano.
El término "impactos" se emplea principalmente para describir los efectos sobre los
sistemas naturales y humanos de episodios meteorológicos y climáticos extremos y del
cambio climático. A continuación resumo los principales impactos (o efectos) observados
en los sistemas naturales y humanos:
Los glaciares siguen disminuyendo en todo el mundo, aunque con variaciones regionales.
Las observaciones realizadas in situ y por satélite indican que, en el hemisferio norte, la
superficie cubierta por la nieve en primavera ha disminuido un 8% desde 1922.
El cambio climático es la causa principal de la fusión del permafrost, tanto en latitudes altas
como en regiones de alta montaña. Además de pérdida de recursos hídricos, la reducción de
permafrost genera impactos en los ecosistemas de tundra, oxidación de materia orgánica
con emisiones de CO2, y el aumento de los peligros naturales como deslizamientos,
hundimientos, etc.
Disponibilidad de agua dulce y su calidad: se han registrado cambios en los caudales de los
ríos, que han disminuido en el sur y el este, incrementándose, pero, al norte. Las
alteraciones en la estabilidad térmica del agua también están afectando su calidad. Se ha
observado, en concreto, un aumento de la eutrofización y una disminución del oxígeno
disuelto, un aumento de la salinidad, un mayor contenido de nutrientes y de carbono
orgánico disuelto y una menor dilución de contaminantes durante las sequías.
Los ecosistemas de tipo mediterráneo se encuentran entre los más vulnerables al cambio
climático debido al incremento de la temperatura, del cambio en las precipitaciones, del
aumento de las sequías y del mayor riesgo de incendios.
• Zonas costeras
Los impactos asociados al aumento del nivel del mar se experimentarán a largo plazo,
debido a la inercia en su respuesta a la temperatura. Las temperaturas de la superficie del
mar han aumentado significativamente durante los últimos 30 años en más del 70% de las
costas del mundo, con amplias variaciones espaciales y estacionales.
En los últimos 30 años, los arrecifes de coral en todas las costas han sufrido un aumento del
blanqueamiento masivo y de la mortalidad. Además, la acidificación del océano reduce la
tasa de calcificación de los corales y otros organismos.
El calentamiento del océano ha contribuido a los cambios observados en la distribución de
hábitats costeros, como los humedales, manglares y praderas submarinas y en las praderas
submarinas, y ha provocado un desplazamiento de los límites y rangos de distribución de
muchas especies intermareales.
• Océanos
El cambio climático altera las propiedades físicas, químicas y biológicas de los océanos. La
salinidad, las corrientes, la temperatura, el CO 2, el oxígeno, los nutrientes y la luz afectan a
la fisiología de los seres vivos y determinan la composición, estructura y funcionamiento de
los ecosistemas marinos.
Las propiedades físicas y químicas de los océanos (incluyendo la extensión de hielo marino
del Ártico) han cambiado de manera significativa durante las últimas décadas. Desde 1970,
la temperatura de los océanos ha aumentado alrededor de 0,1 ° C por década en la capa
superficial de los 75 m superiores. El flujo de CO 2 de la atmósfera en el océano ha reducido
el pH medio del agua del mar en unas 0,1 unidades durante el siglo pasado, sobre todo en
latitudes altas.
Las características distintivas de las zonas rurales las hacen especialmente vulnerables a los
impactos del cambio climático debido a una mayor dependencia de la agricultura y los
recursos naturales, que hace que sean muy sensibles a la variabilidad del clima, los
fenómenos climáticos extremos y el cambio climático.
• Salud humana
Todo ello afecta de manera desigual a los diferentes grupos sociales, implicando una mayor
vulnerabilidad para las personas mayores, los colectivos más desfavorecidos, la población
infantil y las personas con enfermedades crónicas. Según la Organización Mundial de la
Salud, el cambio climático causará anualmente unas 250.000 defunciones adicionales entre
2030 y 2050, 38.000 por exposición de personas de edad avanzada al calor.