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CaPA Granada Bloque 2 1
CaPA Granada Bloque 2 1
CaPA Granada Bloque 2 1
de Andalucía
Catálogo de paisajes de la
provincia de Granada
ISBN 978-84-606-6623-3
Dirección Facultativa:
Gonzalo Acosta Bono. Servicio de Planificación Regional y Paisaje. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio.
Dirección Científica:
Florencio Zoido Naranjo. Director del CEPT.
Yolanda Jiménez Olivencia. IDR. Universidad de Granada.
Asesoramiento Científico:
Rocío Silva Pérez. Universidad de Sevilla.
Coordinación Técnica:
Jesús Rodríguez Rodríguez. Jefe de Estudios del CEPT.
Juan Vicente Caballero Sánchez. CEPT.
Coordinación Administrativa:
Carmen Venegas Moreno. Gerente del CEPT.
Investigadores:
Jorge Alcántara Manzanares. Biólogo. Universidad de Córdoba.
Manuel Alejandro Carmona Peláez. Geógrafo.
Rafael Camacho Muñoz. Sociólogo.
Beatriz Cazorla Martín. Socióloga.
Esperanza Estévez Toledo. Socióloga.
Lorena Fernández Gómez. Socióloga.
Nayla Denisse Fuster González. Socióloga.
Juan Garrido Clavero. Arquitecto.
María José Morillo Rodríguez. Socióloga.
Said Zoido Salazar. Biólogo. CEPT.
Edición:
Antonio Ramírez Ramírez. Geógrafo. CEPT.
Salud Moreno Alonso. Historiadora. CEPT.
CONTENIDOS
0. INTRODUCCIÓN
0.1. Criterios metodológicos
0.2. Objetivo y alcance
5
0. INTRODUCCIÓN
Se abordan en este apartado los aspectos metodológicos del estudio,
incluyendo referencias al universo de datos y fuentes consultadas y a
los criterios particulares de selección aplicados.
8
1. SÍNTESIS POR PERIODOS HISTÓRICOS
A ellas hay que añadir algunos libros de este periodo que tratan sobre
territorios concretos de la provincia de Granada. Entre ellos se
pueden citar Historia de las antigüedades y excelencias de la villa de
Motril (Tomás Aquino y de Mercado, 1600) y, sobre el altiplano
granadino, la obra de Pedro Suárez Historia del obispado de Guadix y
Baza, (1696). Sobre las Alpujarras tiene interés, para este periodo,
una monografía reciente: Las Alpujarras a principios del siglo XVII:
El manuscrito Domecq-Zurita de 1605 (2003)
Entre los muchos otros viajeros que dejaron plasmadas sus impresiones
en libros específicos hay que mencionar, entre los autores
extranjeros, a Henry David Inglis (Granada en 1830, 1831); Richard
Ford (Manual para viajeros por España y lectores en casa, 1844); Lady
Tenisón (Granada, 1853); Hans Christian Andersen (Viaje por España,
1863); Théophile Gautier (Viaje a España, 1843), y Charles Davillier y
Gustave Doré (Viaje por España, 1874). Y entre los autores locales
cabe citar a Domingo Manuel Lafuente Alcántara (Libro del viajero en
Granada, 1843), Pedro Antonio de Alarcón (Viajes por España, 1883) y
Manuel Gómez Moreno (Guía de Granada, 1892).
Poniente granadino. Para este ámbito hay que señalar, por un lado, la
prolífica labor investigadora de Salvador Raya Retamero sobre los
paisajes históricos de la comarca alhameña, expuestos en publicaciones
como Alhama y el Catastro de Ensenada de 1752 (1997), Colección de
documentos para la historia de la comarca de Alhama (1999), La imagen
de Alhama en la literatura siglos XV al XX (2000), La ciudad de Alhama
entre los siglos XV-XVIII (2001), Alhama y sus alquerías moriscas
(2009), Alhama de Granada 1800-1830 (2010) o Visita cultural a Alhama
(2010). Y, por otro, la labor de Andrés García Maldonado que tiene,
entre otras obras de interés, la titulada La comarca de Alhama pueblo
a pueblo (1999). 19
Entre las guías editadas en la última década del siglo veinte figuran
La Alpujarra: guía para viajar y conocer (Miguel J. Carrascosa 1991),
Andar por la Alpujarra (Agustín García Martínez, Eugenio García
Aguilera y Margarita García Domínguez, 1992), Guía Natural de la
Alpujarra (Colectivo Peñaban, 1994) y Guía General de la Alpujarra
(Eduardo Castro Maldonado, 1994).
Por otra parte, en cada comarca granadina se han ido publicando nuevas
aportaciones bibliográficas y surgiendo diversas iniciativas 24
editoriales que permiten un mejor conocimiento de los paisajes:
Los Montes. Durante este periodo J.J. Pérez y Joaquín Rodríguez Titos
han escrito diversos artículos en el diario Ideal reivindicando los
valores de su desconocido paisaje rural y natural. Además se
encuentran publicaciones como la de Julio Augusto Rodríguez Eiras Los
Montes Orientales: Rutas y paisaje (2003).
Dentro del primero de estos géneros hay que señalar los libros de
relatos de un antiguo batería de grupo pop británico, Chris Stewart:
Entre limones, historia de un optimista (2006), El loro en el limonero
(2007) y Los Almendros en flor (2011); libros que han vuelto a poner
de moda este paisaje, como lugar ideal para un estilo de vida
alternativo.
I. Introducción
El ámbito que ahora nos ocupa presenta una singular riqueza y
diversidad en relación con las tradiciones culturales que han hecho
aportaciones significativas de interés paisajístico: la literatura
geográfica musulmana de la Baja Edad Media, la novela morisca, la
crónica histórica cristiana, la literatura de viajes, tanto ilustrada
como romántica. Más recientemente, desde el último tercio del siglo
XIX va emergiendo una tradición literaria local, que llega hasta
nuestros días.
“(…) La gloria de esta ciudad era su vega, que se extendía por espacio
de treinta y siete leguas de circunferencia. Era un jardín de
delicias, rodeado de altos cerros, y fertilizado por una multitud de
fuentes y manantiales; y el cristalino Genil, deteniendo su curso, lo
atravesaba con lento y tortuoso paso.”
Irving no es el único autor que sigue esta línea orientalizante que
continúa durante el resto del siglo XIX. En ella se sitúan también
muchos autores británicos, franceses y también españoles (José
Zorrilla, Francisco Villaespesa). Todos ellos se acercan a la Alhambra
desde esta sensibilidad, acuñando una serie de tópicos que connotan a
este conjunto monumental pero que se extienden al conjunto de la
ciudad. Los lugares comunes acuñados en esta tradición perviven en
nuestros días, como testimonia Francisco Izquierdo, en un fragmento de
su Guía secreta de Granada:
La Alhambra
Los textos posteriores a la conquista cristiana (siglos XV al XVII)
nos muestran una Alhambra aún bien conservada pero prácticamente
deshabitada. Así, por ejemplo, el veneciano Andrés Navagero menciona,
en su Viaje por España (1526), que la ve poblada por conejos, al
tiempo que ensalza su frondosa vegetación y su arquitectura del agua.
No obstante, no puede hablarse de un abandono completo, y de hecho es
usada como residencia por algunos monarcas, notoriamente por Carlos V,
que permanece allí varios meses en 1526 tras su boda con Isabel de
Portugal y encarga a Pedro Machuca el proyecto del palacio que llevará
su nombre, cuya construcción comienza a partir de 1527.
La ciudad
En relación con la ciudad de Granada, las fuentes literarias y la
literatura científica permiten también construir una interpretación en
términos de cambios y resiliencias. De los testimonios de viajeros de
fines del siglo XV y el siglo XVI se deduce la existencia de una
ciudad amurallada y de otros asentamientos extramuros con una vida
propia. Por otra parte, las investigaciones históricas, arqueológicas
y geográficas permiten reconstruir las etapas de la evolución de la
ciudad. Sabemos que la expansión urbana prosigue en sucesivos anillos
de arrabales (Albayzín, Rambla, Alfareros, Loma), que en los siglos
XIV y XV se dotan de murallas. El perímetro amurallado de Granada cede
en algunos sectores ante la disminución de las necesidades defensivas
y el empuje del crecimiento de la ciudad. Se abren portillos, se
derriban muros y torres., mientras que en la periferia surgen
monasterios, hospitales y otros grandes edificios que ocupan amplios
solares a costa de huertas. Crece el arrabal de San Lázaro, y junto al
Darro avanzan los arrabales cercanos a la plaza Bib-Rambla, mientras
que también se ocupan los espacios extramuros hacia el Genil. Más
adelante, a partir del tramo final del siglo XIX, el auge económico
que trae la remolacha azucarera favorece las obras de reforma interior
y la configuración de importantes ejes urbanos. 35
La Vega de Granada
La visión de la Vega como vergel y paraíso en la tierra, antes
reseñada, responde a una realidad que asombraba a los viajeros, tanto
musulmanes como cristianos: la de un espacio intensamente humanizado a
la vez que primorosamente ordenado y manejado, que daba cobijo a
numerosas producciones agrarias, así como a la producción sedera, todo
ello acompañado de un aprovechamiento intensivo del agua a través de
acequias. Esta imagen ha sido confirmada y profundizada por la
investigación histórica y arqueológica contemporánea.
Los baños árabes, a pocos kilómetros del núcleo urbano, han sido otro
de los lugares más citados por los viajeros desde el siglo XV.
Subyace, tras esta descripción repetida de dicho lugar, la novedad que
les producía a los viajeros románticos el conocimiento en pleno
funcionamiento de uno de los pocos edificios que se conservaban en tal
estado de la época dorada nazarí, así como las leyendas sobre su
función de lugar de retiro y descanso estival de los reyes granadinos
en los siglos XIV y XV.
El paisaje de los baños árabes de Alhama de Granada puede ser
segmentado, a efectos de sus análisis, en tres elementos: Su entorno y
acceso principal, el manantial, y las instalaciones para los baños. Su
entorno y acceso principal se realiza por un paisaje agreste, un
desfiladero donde el río discurre encajonado entre paredes verticales.
Se trata de una zona fresca, umbría y húmeda con gran riqueza
paisajística y ecológica. El antiguo baño árabe, también llamado baño
de la reina, ha sido considerado la edificación más notable de su
conjunto arquitectónico, y descrito en innumerables ocasiones.
Otro rasgo que define dicha imagen interna de los pueblos del
Marquesado es que la arquitectura de estas poblaciones ha estado muy
vinculada a los materiales constructivos que ofrecía el terreno. Hasta
hace poco tiempo los únicos que se usaban eran la madera, la cal, la 43
mampostería, la pizarra y la launa.
52
TEXTOS SELECCIONADOS:
IV. “Hay otro que se llama Albaicín, que en la altura es casi igual
y semejante a la Alhambra, el cual es lugar muy saludable. Además de
la población de estos collados, en el llano hay muy gran número de
edificios suntuosos y, además de las casas reales, otras muchas de
grandes aposentos. Los barrios y calles por la gran espesura de los
edificios por la mayor parte son angostos.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) vivir en la Alhambra misma. Allí todo es moro, mientras que
abajo Granada no es mejor que cualquier otra ciudad española…” “(…) De
todas sus varias excelencias ninguna ha sobrevivido, excepto la
agricultura; y ésta, aunque degenerada, constituye todavía la riqueza
de la provincia, que abunda en grano y vino, aceite, seda y fruta.”
III. “(…) Y esta magnífica llanura que se llama la Vega, que nace a
los pies de Sierra Nevada y se extiende hasta la volcánica Sierra
Elvira, deja ver desde la Colina roja, bajo el diáfano horizonte que
recortan las lejanas sierras al poniente, sus mil aldeas, blancas como
nidos de tórtolas…”
Contexto y valoración:
A medida que avanza el siglo son los autores locales y del resto
de España los que van tomando el relevo. Granada vive un clima de
efervescencia cultural, en la que se suceden el romanticismo, el
costumbrismo y el modernismo. En este contexto va emergiendo una
reflexión sobre la identidad de la ciudad, que cristaliza en Granada
la Bella, de Ángel Ganivet (texto VI). En esta época, sin embargo,
también pervive el orientalismo, como pone de manifiesto el texto de
Jerez Perchet (texto V). El cambio de clima cultural no significa que
la visión orientalista de Granada y la Alhambra desaparezca, sino que
adopta nuevas formas, de modo que los tópicos acuñados en la época
romántica se siguen transmitiendo hacia el futuro.
60
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
IV. “(…) Llegado Genil a Granada, batiendo con el agua sus murallas,
se junta con el río Dauro, y más adelante con los ríos Monachil y
Dílar, con los cuales pasa fertilizando la espaciosa vega…”
V. “(…) En contraste con la situación actual, hacia los siglos XVI
y XVII el volumen de aguas subterráneas alumbradas por el hombre es
todavía mínimo…” “(…) funciona como una extensa llanura de inundación,
un paisaje cambiante al ritmo de las avenidas, que ya no están
necesariamente asociadas al deshielo, pues el régimen fluvial depende
tanto de la lluvia como de la nieve. En la actualidad, los embalses,
repoblaciones forestales y encauzamientos, han domesticado su antaño
furioso régimen torrencial.” “(…) El nivel freático de las aguas
subterráneas se encuentra en conexión directa con el lecho de los
ríos, ocasionando, según las circunstancias, una dinámica
hidrogeológica bidireccional…”
Contexto y valoración:
Los autores aquí citados nos muestran cómo son muchos los ríos y
pequeños afluentes que, procedentes de Sierra Nevada o de manantiales
de la propia Vega, riegan con sus aguas este vasto territorio (Textos
I, III y V). Su flujo, abundante y diverso, ha dado lugar a una red
confusa, casi laberíntica, de corrientes de agua, cuyo entramado se ha
visto además potenciado visualmente por la presencia de numerosas
estructuras, diseñadas para controlar y favorecer el curso del agua,
así como por la distribución de las propias parcelas y campos de
cultivo (Textos II y VI).
66
Referente territorial: Ciudad y Vega de Granada.
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) Esto, unido a los numerosos ríos alimentados por las nieves
de la Sierra, proporciona un espléndido riego a la extensa Vega, que,
prácticamente, no necesita reglamentar sus irrigaciones.”
III. “Los riegos del Genil son la base de la economía comarcal (…)”
“En la Vega de Granada aparecen hoy, dispuestos en anillos
concéntricos ordenados desde el cauce del Genil hasta la periferia
montañosa, cuatro diferentes paisajes agrícolas. Primero, bordeando el
curso medio del Genil, la masa verde oscura de los extensos choperales
de la antigua zona pantanosa de Santafé y Fuente Vaqueros, el
tradicional “Soto de Roma”; después, en las cercanías de Granada y,
sobre todo, a lo largo de los cursos altos, aguas arriba de la ciudad,
del Genil y del Darro, el cinturón de “huertas” que abastece el
creciente núcleo urbano con sus cultivos de verduras y árboles
frutales; choperas y huertas están envueltas por la Vega propiamente
dicha, damero de parcelas abiertas de escasa extensión por lo general,
dedicada al cultivo de tabaco, patatas, habas, trigo, remolacha, lino
y cáñamo, etc. Y, finalmente, rodeando a este triple paisaje dominado
por el regadío, en las primeras pendientes del secano, el cíngulo
olivarero de regadío eventual o sin riego, con sus grandes cortijadas”
Contexto y valoración:
69
Referente territorial: Ciudad y Vega de Granada.
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) porque le habían celebrado su dilatada vega con sus
copiosas producciones, sus granos, su lino, su abundancia en sedas,
viñas, olivares y frutos de todas clases, sus fuentes y arroyos…”
IV. “(…) Con todas estas aguas pasa Genil por fuera de los muros de
Granada; y tomando consigo a Darro y al río de Monachil, que los
antiguos llaman Flum, y al de Dílar, dejando regada toda la Vega con
el agua de sus acequias, que la hacen fertilísima de trigo, cebada,
panizo, alcandia, lino, frutas y hortalizas de todas maneras…”
VI. “(…) Los trigos, las cebadas, los centenos y las hortalizas
mostraban alternados sus distintos verdes en espléndidas llanadas que
se perdían de vista al Norte y al ocaso, mientras que, a mediodía y
Levante, dejábamos atrás bosques de frutales y prolongadísimas
alamedas, sin flores aún y sin hojas.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
VII. “(…) Por encima del caserío se levantan las notas funerales de
los cipreses, luciendo su negrura romántica y sentimental… juntos a
ellos están los corazones y las cruces de las veletas que giran
pausadamente frente a la majestad espléndida de la vega.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) El día estaba sin nubes y el calor del sol atemperado por
las frescas brisas de la montaña; después de la comida tendimos
nuestras mantas y dormimos nuestra última siesta, acariciados por el
zumbido de las abejas entre las flores y por los arrullos de las
palomas torcaces en los cercanos olivares.”
IV. “(…) las chicharras locas de la vega templan sus violines para
emborracharse al mediodía.” “(…) El sol al ocultarse se asomó entre
las nubes… y la vega fue como una inmensa flor que abriera de pronto
su gran corola mostrándonos toda la maravilla de sus colores. Hubo una
conmoción enorme en el paisaje. La vega palpitó espléndida. Todas
cosas se movieron. Algunos colores se extendieron fuertes y briosos.”
V. “(…) nada mejor que enlosar los alrededores de la “Fuente de la
Teja” -el apartado rincón de la ribera del río Cubillas a donde iba
Federico García Lorca a escribir su poemas-, y, para que nada le falte
al lugar, lo que antes era vereda de guijarros y de hierbas
silvestres, que discurría entre zarzas y chopos, y ahora la ha
convertido en amplia y asfaltada carretera. ¡Se acabó para siempre
todo el encanto y poesía del paraje!” “(…) contra viento y marea, aquí
y allá, se levantan llenas de arboledas y vida la Huerta del Tamarit,
el Cortijo del Pino o el de Torroba; ahí están esas alamedas en donde
todavía cantan los ruiseñores como en los tiempos de Federico, o esa
inolvidable mansión, mitad cortijo mitad palacio, del pintor Moreno
Abril; o esas acequias y regatos por donde siguen corriendo las
interminables aguas de Granada.”
Contexto y valoración:
78
Esta ficha I.8 contiene referencias a escritos en los que se
remarcan las diferentes sensaciones que los visitantes han
experimentado en la Vega de Granada. En los mencionados textos puede
hallarse información sobre la temperatura de lugar, el perfume de las
plantas, los sonidos, etc.
79
Referente territorial: Ciudad y Vega de Granada.
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
Por otro lado, cabe destacar además que esa visión lejana de
Granada no se produce siempre desde las mismas localizaciones, ya que
es posible contemplar la ciudad desde muy diversos puntos de la Vega.
El propio Pedro Antonio de Alarcón, en su libro, realiza otro tipo de
descripción desde una zona situada más al sur, en el camino a las
Alpujarras, en la cual, aunque se conservan ciertos elementos
característicos, también se pierden varios otros: “(…) Granada, se
veía blanquear a lo lejos, tendida en los cerros umbrosos de la
Alhambra y del Albaicín, como una odalisca envuelta en cándido
alquicel, echada sobre oscuros almohadones… Ya no se percibían sus
pormenores y detalles… Sólo se divisaba una elegante ráfaga de
blancura, intensamente alumbrada por el sol, bajo el risueño azul del
purísimo firmamento.”
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) Junto a esta ciudad pasa el río Genil, que es buen río
grande y lleva de continuo mucha agua, con la cual se riegan más de
ochocientas huertas con otros muchos frutales, y donde hay tantas
frutas que no se pueden decir.”
III. “(…) pasan las aguas del otro sin mesturarse las calidades de
estas aguas del Darro. Virtudes para enfermedades, aires saludables
que gozan los barrios que lo alcanzan, las describe largamente
Bermúdez de Pedraza, Luis de Mármol, don Diego de Mendoza, y otros
muchos. Sólo diré para consuelo de las mujeres que sus aguas purifican
el color que tanta fama tiene y en las tintas es más permanente, más 83
vistas y brillantes…”
VII. “(…) El agua del Aljibe de la Alhambra, que conserva todo el año
la misma temperatura, goza en Granada de una reputación merecida. Es
la mejor de la ciudad, y muy apreciada en un ardiente país donde el
agua tiene sus catadores, como en otros países el vino. Pues todas las
fuentes de Granada no son igualmente apreciadas por los entendidos.”
IX. “(…) Entre 1854 y 1880 se cubre el tramo del Darro entre Plaza
Nueva y Puerta Real. Sobre el cauce se tiende uno de los ejes mayores
de la ciudad.” “(…) El cauce del río Beiro se ha embovedado e
incorporado al continuo urbano. Su existencia sólo pervive en el
callejero de la ciudad…” “(…) Las tuberías eran de barro y el
alcantarillado deficiente, lo que provocaba la contaminación del agua
potable y una humedad por toda la ciudad hasta que, a finales del
siglo XIX, tras la epidemia de cólera de 1885, se acomete el
embovedado del Darro, la pavimentación, canalización de agua en
tuberías de hierro y reconstrucción de los darros.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
87
I. “(…) Tenía Granada en sus contornos muchas alquerías y jardines,
de los cuales se veía rodeada como una madre de sus hijas, y gran
copia de plantas, con que tapizaba sus términos, y adornaba su
garganta a manera de collares, aromatizándose con los céfiros que le
llevaban el perfume de las flores.” “(…) el invierno apagaba el calor
y llama de la vida, impidiendo a veces a los labios el devolverse las
salutaciones; de la escasez y penuria que solía sentirse en aquella
ciudad en algunas épocas calamitosas…”
II. “(…) En estos jardines estaban los veranos los reyes, por ser
alrededor de la Alhambra; y aunque tenían otros palacios en la
Alcazaba con jardines y huertas a la parte de la Vega, no moraban en
ellos, por quitarse del tráfago y comunicación del pueblo escandaloso
y amigo de novedades; y por esto comenzaron y acabaron aquella
fortaleza fuera de los muros de la ciudad y cerca de ella…”
VII. “(…) En torno a las grandes torres de las iglesias, aparecen los
campaniles de los conventos luciendo sus campanas enclaustradas tras
las celosías, que cantan en las madrugadas divinas de Granada,
contestando a la miel profunda de la Vega.” “(…) El ruido del Dauro es
la harmonía del paisaje. Es una flauta de inmensos acordes a la que
los ambientes hicieran sonar. Desciende el aire con su gran monotonía
cargado de aromas serranos y entran en la garganta del río, éste le da 88
su sonido y lo entrecruza por las callejas del Albaicín por las que
pasa rápido dando graves y agudos…”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) y la fortaleza debió ser donde ahora están las torres
Bermejas, porque según fuimos informados de los naturales de la
tierra, el muro que baja de estas torres, roto y aportillado en muchas
partes, es el edificio más antiguo de esta ciudad…”
III. “(…) Dejando la posada de la Espada, atravesamos la famosa plaza
de Bibarrambla, teatro en otros tiempos de las moriscas justas y
torneos, y ahora convertida en mercado principal. Desde allí subimos
por el Zacatín, que es la calle más importante, y que en tiempos de
los moros era el Gran Bazar: en él las tiendecillas y callejuelas
conservan todavía el carácter del Oriente.”
Contexto y valoración:
Del mismo modo que en la vega los textos hacen referencia, en momentos
muy diferentes, a la importancia del agua y su aprovechamiento, así
como a la abundancia y diversidad de las producciones que la
caracterizan, con la ciudad ocurre un fenómeno similar. En momentos
diferentes, y desde sensibilidades distintas, diversos autores dejan
constancia de cómo, a pesar del paso del tiempo, la herencia islámica
es un atributo esencial del paisaje urbano.
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) Cerca del Triunfo, una columna con una inscripción marca el
sitio de <<su sacrificio por un anhelo de libertad>>. Es la moderna
santa mártir de Granada; y es que es la libertad, y no la religión, lo
que está ahora a la orden del día.” “(…) Este convento fue saqueado
por los franceses, que insultaron las cenizas del viejo león, ante
quien, cuando estuvo vivo, sus antepasados siempre habían huido.
Cuando Mendizábal suprimió los conventos, éste fue convertido en
cuartel por la bisoña caballería cristiana…”
II. “(…) La casa, por lo demás, no ofrece los habituales rasgos
morunos: ni ligeras columnas ni ajimeces; es de construcción tosca,
con cantidad de ornamentos rococó. Un corredor de arcos soportados por
columnas enmarca el cuadro del jardín…”
Contexto y valoración:
II.- BEN SIMAK, ABD ALLAH (Siglo XII). Citada en Emilio García Gómez,
Poemas árabes en los muros y fuentes de la Alhambra. Instituto Egipcio
de Estudios Islámicos. Madrid, 1985.
TEXTOS SELECCIONADOS:
III. “(…) Ello fue que habían pasado la noche en Hawz Mu’ammal, como
allí se pasa, es decir, entre jardines y céfiros, aromas exquisitos y
vegetación deliciosa.” “(…) Venía del Nayd un perfume que, al soplar, 96
difundía el aroma del clavo. Cantaba la tórtola entre el boscaje y se
curvaban los ramos de arrayán sobre el arroyo.”
VI. “(…) Estos alcázares o palacios reales son dos, tan juntos uno
de otro, que sólo una pared los divide. El primero y más principal
llaman cuarto de Comares, del nombre de una hermosísima torre labrada
ricamente por dentro de una labor costosa y muy preciada…” “Allí tenía
este rey los aposentos del verano, y desde las ventanas de ella, que
responden al cierzo y al mediodía y a poniente, se descubren las casas
de la Alcazaba, del Albaicín y de la mayor parte de la ciudad…”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
100
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) este patio, primero que se encuentra, tiene una extraña
combinación emocional, una impresión de cosa a un tiempo pública y
recóndita. El cielo azul -que es de todos, al menos para la
contemplación- está como apoyado sobre los altos muros; el agua de la
alberca lo refleja en verdosa placidez; los arrayanes hacen al agua un
marco de quietud.” “(…) el agua de la alberca, que debiera inquietarse
con su lluvia, ha estado frente a mí siempre serena y quieta, cercada
por su verde prisión de mirtos, como un espejo mágico…” “(…) Aquí está
la maravilla del humano artificio; aquí el palacio en que una ciencia
segura de sí misma se ha dado el goce soberano de hacerse la
insensata; aquí el laberinto, la maraña, el florecimiento, el panal
con todo su rumoroso enjambre de abejas; aquí el surtir del agua
poemáticamente dispuesto para voz del silencio; aquí la voluptuosidad
de la estancia recóndita y fresca bajo el cielo de fuego; aquí el
verso tendido por los muros en grandes letras ornamentales…” “(…) Y si
un minuto gustan el inquieto placer de la artificialidad, horas
enteras, y aun toda una vida, quisieran dejar que pasase en coloquio
con la hermosura natural que generosamente se les ofrece. Desde estos
ajimeces, desde lo alto de las torres, desde la reja abierta en el
muro de aquel otro jardín, desde aquel mirador, el alma se olvida del
tesoro para gustar la vida ansiosamente.” “(…) Un cuadrado perfecto.
Mármoles para el suelo. Para techo una bóveda que copia la celeste en
noche estrellada, merced a inverosímil artificio de maderas labradas e
incrustadas.” “(…) En cada uno de los tres restantes lados del
cuadrado hay tres ventanas como tres anhelos, que rompiendo la cárcel
de la simetría, han salido al campo, o por la generosidad de ofrecerse
o por el ansia de saber.” “(…) Porque aquí están las fuentes de agua
viva, que surgen limpias y agudas, tales los deseos de entre el
laberinto de bojes y macetas, que dijérase que las quieren prender y
apresar…” “(…) aquí el fuego de amor, en el florecimiento pomposo de
las rosas; aquí la oración, en el murmullo de esas mismas fuentes; la
mortificación en el aroma amargo, pero voluptuoso, de los arrayanes;
aquí el esfuerzo en las escalinatas, con su descanso en las mesetas,
donde brota, como por milagro, el refrigerio de los surtidores…”
III. “(…) Hablan las aguas y lloran, / bajo las adelfas blancas; /
bajo las adelfas rosas, / lloran las aguas y cantan / por el arrayán
en flor, / sobre las aguas opacas. / ¡Locura de canto y llanto, / de
las almas, de las lágrimas! / Entre las cuatro paredes, / penan, las
llamas, las aguas; / las almas hablan y lloran, / las lágrimas
olvidadas; / las aguas cantan y lloran…” “(…) En agua el alma se
pierde, / y el cuerpo baja sin alma; / sin llanto el cuerpo se va, /
que lo deja con el agua, / llorando, hablando, cantando, / con las 102
almas, con las lágrimas / del laberinto de pena, / entre las adelfas
blancas, / entre las adelfas rosas / de la tarde parda y plata, / con
el arrayán ya negro, / bajo las fuentes cerradas.”
Contexto y valoración:
104
Referente territorial: Ciudad y Vega de Granada.
I.- GARCÍA-GÓMEZ, EMILIO, (1905-1995). Silla del Moro y Nuevas Escenas 105
Andaluzas, (1948), p. 34. Fundación Rodríguez Acosta. Granada, 1978.
TEXTOS SELECCIONADOS:
IV. “(…) La Alhambra era ese perfecto oasis por el que suspiraba
todo un pueblo venido desde la arena del desierto africano. El agua,
la sombra y el verde de los árboles eran la recompensa celestial a la
que aspiraban. Granada les dio, en vida, esta colina poblada de
árboles, generosa de aguas y fresca con las brisas que bajan de la
nieve.” “(…) Aseguran que Alhamar subió el agua del Darro hasta el
castillo y dio con ello posibilidad a fuentes y jardines labrados a la
sombra protectora de los muros. Con el agua entró en la Alhambra otra
vida civil, dulce y regalada.” “(…) Tal vez los árabes no hayan dejado
huella de vigor en su arquitectura. Lo suyo es la pasión del detalle,
el primor caligráfico, la casi abrumadora superposición de menudos y
delicados elementos. Una interminable paciencia se adivina detrás de
todo este alarde artesano.” “(…) este arte tiene la medida exacta del
hombre. Y es verdad. Todo está pensado para ser visto de cerca.
Incluso para ser acariciado si se quiere.” “(…) Ellos trajeron de
Oriente el secreto de la azulejería y llenaron las tierras del Sur con
esa fresca, limpia y alegre invención del zócalo. El frágil yeso
adquirió en sus manos flexibilidad insuperable. ¿Cuántos artesanos
cuidadosos y tenaces fueron precisos para labrar los anchos frisos,
las bóvedas que repiten con sus estalactitas -siempre la obsesión de
sombra y de frescor- los techos de las grutas donde su raza solía
buscar refugio?”
Contexto y valoración:
IX.- GARCÍA MONTERO, LUIS (1958-). Quedarse sin ciudad, (1994). Citada
en José Carlos Rosales, Memoria poética de la Alhambra, p. 409.
Sevilla. Ed. Vandalia, 2011.
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) Esta casa es tan aventajada en grandeza y labor que antes
se puede llamar ciudad excelente que casa porque caben dentro de los
muros más de cuarenta mil hombres; está toda cercada de altos y
fuertes muros y torres tan grandes y hermosas que es cosa muy de
notar. Aquí hay especialmente dos apartamientos. El uno se llama el
cuarto de los leones y el otro el cuarto de camares.”
VI. “(…) Algunos de aquellos aposentos eran tan vastos y magníficos, 114
que un monarca de oriente podía tener en cualquiera a toda su corte; y
otros tan suaves, misteriosos y placenteros, que parecían el gabinete
de una hurí de Mahoma. Todos, en fin eran tan poéticos, que no se
creía posible hubiesen servido a los usos comunes de la vida. Todo
esto y más de lo que podemos pintar era la Alhambra.”
VII. “(…) Pero lo que, por encima de todo, hace del Generalife un
lugar de delicias, es la abundancia extraordinaria de sus aguas. Jamás
se ha mostrado con tanto encanto la pasión de los moros por los
riegos. No hay más que estanques, fuentes, surtidores y manantiales.
No se pueden dar más de dos pasos sin encontrar un canal o un reguero
formado de tejas cóncavas que sirve para conducir el agua que se
precipita borboteando.”
VIII. “(…) sólo en sueños se podía ver alzar aquella torre de Comares,
encendida por los rayos de sol y los preceptos de Mahoma, poblada de
poesía, arropada de azulejos irisados y de artesonados de cedro, seria
como una mezquita, alta como un minarete y majestuosamente clavada al
pie de la ciudad mora; sólo el atrevimiento del sueño pudo suspender
allí en lo alto aquel mirador de la Reina, colgado de sus columnitas
como un nido blanco de odalisca…”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) debe advertirse que una casa de cristiano ocupa más lugar
que cuatro o cinco de moros, las cuales son intrincadas y
laberínticas, que parecen nidos de golondrina…” “(…) Son muchos y muy
suntuosos los edificios que en la ciudad se han alzado a costa del
rey, pero también hay moros ricos que poseen casas espléndidas con
patios, jardines, agua corriente y otras lujosas comodidades.”
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) Algunas calles desiertas y medio en ruinas del Albaicín
están habitadas por gitanos más ricos o menos nómadas. En una de estas
callejuelas vimos una muchachita de ocho años, completamente desnuda,
que se dedicaba a bailar el zorongo sobre un pavimento puntiagudo.”
II. “(…) Calles estrechas, casas mezquinas, viejas que medio dormían
en los umbrales de las puertas, madres que espulgaban a sus
chiquillos, los perros ladrando, las gallinas sueltas, chiquillos
harapientos que alborotaban y corrían, y cuantas otras cosas se ven en
todos los arrabales: en aquellas calles no había nada más. Sólo que, a
medida que subíamos, iba mudando el aspecto de las casas y de la
gente…” “(…) sobre las puertas y en torno de las ventanas, veíanse
restos de arabescos y fragmentos de columnas; en las esquinas de las
plazoletas, fuentes y pozos que datan del tiempo de los moros. Cada
cien pasos que daba me parecían cincuenta años desandados para volver
a la edad de los Califas.” “(…) Las calles parecían lechos de
torrente, o senderos cavados en las rocas; todo eran realces, fosos,
hondonadas y peñascos; algunas tan empinadas que no puede subirlas un
mulo, y otras tan estrechas que apenas puede atravesarlas un hombre;
éstas llenas de mujeres y chiquillos tendidos por los suelos, y
aquellas herbosas y desiertas; unas y otras aspecto extraño, mísero,
salvaje, del cual no daría idea el más mezquino de nuestros lugares…”
“(…) Dimos vueltas por un laberinto de calles, pasando de cuando en
cuando bajo un gran arco árabe o por una plazoleta, desde donde se
abrazaban con la vista el inmenso valle, los montes cubiertos de nieve
y parte de la ciudad…” 121
III. “(…) Las más antiguas imágenes fotográficas del Albaicín, entre
1850 y 1870, nos muestran un barrio desolado y ruralizado, en el que
apenas había comenzado el proceso de recuperación. Casas pequeñas y
pobres, huertos descuidados, derrubios y solares sin aterrazar,
algunos de ellos mostrando apenas restos de antiguos aterrazamientos,
resultantes de antiguos cultivos abandonados…” “(…) Son escasos los
cármenes donde podemos detectar elementos resultantes de
ajardinamientos. Con independencia de que algunos de los huertos
visibles en las panorámicas tuvieran elementos de ornato que la
fotografía difícilmente muestra en la distancia, fuentes, pérgolas
entre vegetación, estatuas.” “(…) Sí hay rasgos de ornamentación
vegetal que pueden detectarse en una panorámica. Los altos árboles de
sombra y los cipreses entre ellos. Unos y otros son escasísimos en
estas panorámicas más antiguas.”
Contexto y valoración:
122
TEXTOS SELECCIONADOS:
127
Referente territorial: Ciudad y Vega de Granada.
I.- ASENJO SEDANO, JOSÉ (1930-2009). Yo, Granada, (1979). Granada. Ed.
Aljibe, 1979.
IX.- LORCA, NOELIA S. (?). El Albaicín aumenta en más de siete mil las
plazas hoteleras en diez años, (2011). Diario Ideal. 8 de octubre de
2011.
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) Un laberinto de callejas moriscas, de barrios ocultos, de
calles solitarias, vacías; parece un pueblo olvidado en la cumbre de
su colina, arreglado y bien limpio, subiendo y bajando; las iglesias
ponen sobre el aire una estampa fina, metálica, muchas de ellas están
cerradas; las calles son blancas, con sus macetas de claveles, se van
enmarañando a la colina con sus cármenes, sus huertas y sus macetas…”
“(…) Las casas se aprietan unas en otras, por esos callejones seguidos
y sin nadie, oscuros y vacíos, parados en el ayer: los aljibes. La
tiendecilla de cristal opaco. El auto pegado a la tapia. Sus puertas
son redondas, de madera, con sus portalones oscuros, relucen sobre las
paredes encaladas…”
II. “(…) El Albaicín, ese Albaicín de los cármenes que también han
sido destruidos para edificar casa nuevas, se encuentra hoy en un
estado de abandono que roza la alarma: la población -en su mayoría
niños y ancianos- ha disminuido sensiblemente…” “(…) un 11 por ciento
de las casas se encuentran vacías como consecuencia de la emigración;
de las ocupadas, un 15 por ciento no tienen suministro de agua y sólo
la cuarta parte posee cuarto de baño.” “(…) la riqueza de sus
cármenes, Iglesias y palacios la han convertido en uno de los
conjuntos más representativos de la cultura musulmana, a costa de la
pérdida del ritmo vital del barrio; sus calles estrechas y empinadas
dificultan la circulación del tráfico rodado, motivos psicológicos han
llevado a considerar que vivir en el Albaicín es <<de mal tono
social>>…” 129
IV. “(…) las categorías que han hecho posible el Albaicín que
conocemos se han desmoronado, pero unas nuevas condiciones sociales
parecen favorecer un interés renovado en muchos de los aspectos del
barrio, que lucha desde dentro y desde fuera por mantener su
idiosincrasia, el reto permanente de ser recreado conservando lo mejor
de sí mismo, contradicción estructural de carácter permanente –cambiar
el Albaicín dejándolo como es- al mismo tiempo que expresión de
intereses diversos…” “(…) el Albaicín ha venido a convertirse en un
mito para la ciudad, una especie de barrio o centro histórico
idealizado, que quizá nunca existió, expresión del sueño colectivo que
toda sociedad necesita para pensarse a sí misma.”
VII. “(…) El barrio, que junto con el Sacromonte, es uno de los más
singulares de la ciudad, supone un entramado de callejuelas empinadas
que corta la respiración al turista, no sólo por sus pintorescos
rincones sino por sus escarpadas subidas.” “(…) cuenta con uno de los
mayores atractivos de la capital, con permiso de la Alhambra,
evidentemente: nos referimos al mirador de San Nicolás que ofrece una
magnífica estampa de la anterior y, por eso, reúne a todas horas a
transeúntes de muy diversa índole: viajeros venidos del mundo entero
(la Alhambra es el monumento más visitado de España), artesanos que
venden su mercancía, oriundos que pasean, escritores en busca de
inspiración…” “(…) atraídos por este imán poderoso y rojizo que se
vislumbra enfrente. Curiosamente, la Alhambra devuelve al Albaicín la
misma esplendorosa mirada con otra no menos hermosa: para aprehender
verdaderamente el laberíntico zoco que conforman sus calles basta
contemplarlas desde el Peinador de la Reina, una atalaya situada en el
monumento…” “(…) no se oye más ruido que el canto de los pájaros y
circulan pocos coches, lo que provoca que uno se sienta como si no
estuviese en la ciudad, como si fuera un pueblo.” “(…) La barriada es
rica en aljibes, que se utilizaron en su día para la canalización y
distribución de agua potable. Hoy se conservan muchos como el de la
Vieja, el de San Luis, Santa Isabel, el de las Tomasas, etcétera.
También hay numerosos cármenes…” “(…) Lo mejor para descubrirlo es 131
dejarse llevar sin rumbo fijo: la afluencia de turistas en algunos
tramos, como el de la zona de las teterías, contrasta con la soledad
más absoluta de algunos pasajes en los que el único ruido es el sonido
de nuestros pasos sobre los rollos del suelo.” “(…) A nuestro
encuentro salen hermosas rejas en ventanas, cármenes floridos, fuentes
y placetas, como la del Cobertizo, que reflejan ese aire de pueblo que
aún conserva la ciudad.” “(…) Cuando anochece o incluso ya con noche
cerrada uno de los lugares más pintorescos por el que caminar es el
Paseo de los Tristes, junto al Darro, que enlaza la cuesta del Chapiz
con la Plaza Nueva. La carrera del Darro discurre al lado del río y a
los pies de la Alhambra, atravesando el barrio de Axares, también
conocido como de San Pedro. Es un lujo pasear junto al agua
acompañados por los reflejos rojizos de la Alhambra…”
XI. “(…) Proponemos a los viajeros que paseen por las calles del
Albayzín y descubran por ellos mismos los rincones de este singular
barrio, sus plazas y sus miradores con vistas irrepetibles, los
encantos del vecindario con sus tiendas, artesanías y pequeños
negocios, las tonalidades del sol sobre el ladrillo rojo de la
Alhambra y el Generalife en las diferentes estaciones del año.” “(…) A
pesar de las transformaciones sufridas a lo largo de los siglos, el
Albayzín se nos presenta con su trazado laberíntico, usual en las
ciudades medievales. La prioridad que la cultura musulmana concede a
lo privado sobre lo público se hace patente no sólo en el trazado de
sus calles -estrechas, empinadas y muchas de ellas sin salida- sino
también en la tipología tanto interior como exterior de sus
edificios.” “(…) podemos encontrar ejemplos de diferentes tipologías
arquitectónicas: torreones, murallas, puertas, alminares -convertidos
en campanarios de iglesias cristianas-, aljibes, baños, casas,
recuerdos del pasado musulmán; otros en donde se aúnan los elementos
cristianos e hispanomusulmanes: casas moriscas e iglesias mudéjares, y
finalmente casas nobiliarias y cármenes.”
Contexto y valoración:
135
Referente territorial: Costa granadina
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Son muchos los trechos del pésimo camino entre Málaga y Almería en
que el viajero se ve amenazado con ser precipitado al mar desde las
alturas y ser pasto de los peces, ya que cerros y sierras son casi
constantemente bañados por el mar…
Contexto y valoración:
138
Referente territorial: Costa granadina
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Desde el año 1930 figura adscrita a la Costa del Sol por las
autoridades turísticas… es ésta una costa de montaña; una costa
acantilada y vigorosa pero atractiva y cálida…
“El autobús acomete la cuesta al borde mismo del mar azul, para
asomarse, siempre en intrincado zigzag, a una nueva ensenada, rara vez
deja de aparecer sobre el cerro de la otra punta un desportillado
castillete redondo…de uno a otro torreón-vigía volaba en otros
tiempos, por medio de ahumadas y señales que hacían de rudimentario
telégrafo, la alarma por la presencia de barcos piratas berberiscos…
“Es la gran solana por la que la Sierra Penibética linda con el Mar
Mediterráneo. Forma una línea continua de acantilados verticales y
rectilíneos, apenas rotos por profundas calas arenosas… Es el dominio
de las rocas calizas, mientras que en terrenos de esquistos se han ido
creando lentamente en los últimos siglos hoyas litorales y playas,
alargadas en curvas armoniosas; como igual sucede con los anticlinales
del plegamiento alpino, que son cabos, y los sinclinales, que son
bahías.
“Este litoral ofrece uno de los más variados paisajes de la Costa del 141
Sol. Verdes pinares que descienden abruptamente por la montaña hasta
el mar; panorámicas serenas desde lo alto de las poblaciones situadas
en cerros y colinas, con los caseríos blancos dispersos por los
montes, el verdor de sus vegas, las playas interminables y, como telón
de fondo, el azul del mar.” (III)
“Esta costa exuberante hace las delicias de los turistas del norte con
sus 320 días de sol al año y una temperatura media anual de 20 grados.
Casi una veintena de municipios componen este trópico nazarí, vertidos
desde las sierras hasta las orillas del mar y rodeados de plantaciones
de frutas exóticas más propias de otras latitudes mucho más cercanas
al ecuador.
“Es la costa española con más horas de sol al año. Más de 320 días
iluminada por un astro ardiente que garantiza una temperatura templada
que hace honor al apellido del litoral granadino.
Contexto y valoración:
143
Durante los siglos XX y XXI coexisten dos visiones
complementarias del paisaje de la costa granadina, la que da
predominancia a su paisaje agrario y natural, y la apellida Costa
Tropical, y la que apuesta por su inclusión en el mercado turístico
internacional y nacional, y la denomina Costa del Sol granadina.
SERMET, JEAN. La España del Sur. Barcelona: Editorial Destino, 1958 146
(VII).
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Desde el siglo XVI las laderas de los montes se van talando para
viñas y, muchos de sus bosques comienzan a talarse, a la vez que se
prohíbe que entre el ganado, ya que sus leñas abastecen a los ingenios
del azúcar. Van desapareciendo quejigos, algarrobos, encinas y
alcornoques.
Dos siglos más tarde, en el siglo XVIII, las laderas de los montes que
rodean las vegas de la costa granadina se encuentran tan deforestadas
que empiezan a parecerse al paisaje contemporáneo.
“Sus vegas son terrenos muy apropiados para aclimatar todas o la mayor
parte de las plantas que viven en América, y particularmente el
algodón y la caña de azúcar, de la cual se daban cuantiosos productos
en tiempos de los moros.
Los algodones tienen justa celebridad y el ron no envidia en calidad
al de Jamaica. Últimamente se sacan de allí todos los productos de la
zona tórrida, pues han conservado los métodos de riego que implantaron
los árabes.” (V)
“Desde finales del siglo XIX y, sobre todo, en las primeras décadas
del siglo XX una serie de construcciones fabriles eligieron pequeños
oteros por su proximidad a la Vega y al agua… hoy todas ellas están
inactivas o desmontadas.
Forman parte del paisaje aquí y allá estas recias chimeneas, y también
algunas fincas de recreo con casona y jardines, construidas en los
albores del siglo veinte por la burguesía. Ocupan pequeños cerros
pletóricos de cipreses, palmeras y setos” (IX)
“Los modernos bancales para invernaderos suelen estar construidos por 149
máquinas desde los ochenta en las laderas de los montes de la costa
granadina. Además de ser paisajes monótonos, se trata de
construcciones más anchas y amplias que los bancales tradicionales,
que no suelen ir acompañadas de ningún tipo de vegetación.
Su mayor rentabilidad a corto plazo va acompañada a medio plazo de
mayores riesgos de erosión de los terrenos y desprendimientos de los
suelos. La consecuencia es un paisaje sintético, con poca diversidad
de especies vegetales y animales, y un geosistema cada vez más
desestabilizado” (IV continuación)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“En las playas todavía se ven los barcos de los pescadores tirados en
la arena, con sus adornos de pintura; La mayoría de las localidades
pescan al copo…
El pescador vive en humildes chozas de caña cercanas a la orilla…y se
hacen presentes por las noches con los focos brillantes de sus barcos,
cuando pescan con luz…” (V)
“Los domingos, la playa es completamente distinta a otros días. Los
pescadores no salen a la mar y en los merenderos hay infinidad de
burgueses que vienen en autocar de Granada y matan el tiempo pescando
a la liña y desperezándose al sol lo mismo que lagartos.
A partir de septiembre el sol se acuesta tras las colinas, las
chirimoyas maduran en el campo y cede el calor. Es el mejor momento
del verano. El cielo se tiñe de rojo al atardecer, la luna brilla de
noche como un reflector de circo y el mar es transparente y fresco y
sabe a corteza de melón… las bandas de gaviotas volaban como
torbellinos de plumas sobre la playa y el mar parecía más azul que
nunca y, a través de él, podía verse la arena ondulada del fondo, las
praderas cubiertas de erizos y anémonas.” (VI)
“En el centro del núcleo urbano las edificaciones del paseo marítimo,
de no excesivas plantas y pulcramente encaladas, han sabido mantener
el sabor marinero de sus orígenes, respetando el horizonte de los
montes coronado por Sierra Nevada… En su término han ido surgiendo
urbanizaciones como El Capricho, Los Berengueles, Taramay…que tienen
un sentido creador formidable…en ellas se está teniendo en cuenta el
paisaje, la natural armonía de las edificaciones y el total
alejamiento de la sensación de agobio y aplastamiento físico que no
debiera tolerarse en estos lugares de esparcimiento y descanso… el
arquitecto que promueve las principales urbanizaciones de esta zona va
huyendo de las defectos de la gran ciudad…pregona que ellas, en cada
apartamento y vivienda, no falte la perspectiva, la presencia del 154
paisaje, del mar, del monte, del sol (VII)
Contexto y valoración:
A finales del siglo XIX y durante toda la primera mitad del 155
siglo XX, la franja litoral granadina mantendrá un paisaje híbrido
entre los usos agrícolas, pesqueros, comerciales y los propiamente
turísticos.
157
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La Cala puede contener hasta 60 buques menores; está guarecida de los
vientos más recios y frecuentes en la costa. La punta se compone de
grandes moles derruidas y aisladas del cerro, y se hallan los restos
de una torre, obra al parecer del siglo XVI y destinada para defensa
de la caleta y vigía de la costa: la ensenada abunda en buen pescado y
mucho marisco. En tiempo de los moros hubo una pequeña población de
pescadores, cuyas ruinas se veían en los laderos del barranco próximos
al mar y al presente ha desaparecido v solo hay una casa inhabitada en
la playa y algunos sembrados en la falda del barranco” (I)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Desde lo alto se descubren dos enormes lagos, uno verde y otro azul,
ambos ligeramente rizados por la brisa.
Es el primero la extensa vega, plana, uniforme, sin escalonados ni
recortes, sin vallados ni caseríos, ni árboles que la interrumpan, ni
que maticen el vivo colorido de sus movibles y homogéneas
plantaciones, que convierten el calor de la tierra, los estiércoles,
el oxígeno del aire y el agua en dulce jugo azucarado o en alcohol
ardiente con los que se enriquece la industria…” (I)
“Se abrió camino entre los cañaverales… Los jopos de caña hicieron un
ruido susurrante al rozarse entre ellos sobre su cabeza y las largas
hojas de filo cortante recorrieron su cara en un rozamiento largo,
áspero y cosquilleante, como el zarpazo juguetón de un gato…” (IV) 165
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“El Valle del río Verde, encajonado y muy cálido, los olivares ocupan
el entorno mientras que sus proximidades son un vergel donde las
enormes granadas y los agrios van cediendo su lugar a los árboles
subtropicales, plátanos, nísperos y chirimoyos…” (IV)
“Los pequeños núcleos de Valle del río Verde son lugares tranquilos en
los que podemos dar la bienvenida a la primavera, rodeados de paisajes
sembrados de productos tropicales- el níspero tiene aquí un paraíso y
florece en mayo- cuando no salpicados de viñedos.
También hay espacios para liberar tensiones. Río Verde es un paisaje
idóneo para la práctica en las tobas y pozas de sus barrancos de
deportes de aventura como descenso de cañones y senderismo.
Descender por el Río Verde es pasar del paisaje árido de sus cumbres,
donde al amanecer nos podemos cruzar con cabras monteses, a una
interesante biodiversidad y pozas de agua color esmeralda. Y el río
tiene su límite sur en los acantilados de Maro-Cerro Gordo, uno de los
mejores lugares de la costa andaluza para la práctica del
submarinismo”. (VII)
“Paseando por el río nos deleitamos también con las huellas de tiempos
pasados, de otras maneras de vivir. Aquí y allá hay numerosos
bancales, sostenidos por fuertes balates de piedra, antaño
profusamente cultivados y ahora cubiertos de almendros u olivos. Una
vieja era, casi escondida bajo la alta hierba, descansa de lejanas
parvas. A su lado, en cambio, la acequia tradicional sí cumple su
función aunque sea a través de la moderna goma de plástico negro que
ocupa el cauce…Se camina por una vieja vereda de herradura, de piedras
ancladas en la tierra, una senda tradicional, el 'Camino de la Vega',
por donde ahora transitan labradores y senderistas por igual, con sus
muretes de piedra justo antes de llegar a las balsas de riego, junto a
viejos cortijos que lucen moreras y granados cargados de rojos
frutos.” (VIII)
Contexto y valoración:
Por último, el “paisaje vivido” del valle del Río Verde también
ha ido cambiando. Hoy día se celebran ferias comerciales como la de la 169
níspola, para atraer visitantes, cuando casi un siglo antes, como
señala el texto III, se daban gracias a la divinidad por el éxito de
las cosechas: “En estos pueblos, cuando se acerca el tiempo de
cosechar las frutas tempranas de sus huertas que aquí son numerosas,
ponen en las plazas la imagen del Niño Jesús, y todo el mundo le trae
lo primero y más regalado de sus huertas”.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Se nos muestra desde los montes próximos como una nave encallada
sobre los limos feraces del río Guadalfeo; desde la Vega es una mole
compacta salpicada de cal y piedra; desde el mar es roca amenazante y
fortificada, refugio y otero” (V)
“Salobreña es la sorpresa encalada de un risco urbano a flor de agua,
algo así como el nacimiento de Venus pintado por Mondrian. Goza de un
brioso sillar para presidir el mar del donaire, y de un patio
abrumadoramente vegetal… Desde la población se domina con soberanía el
verde meridional de las plantas exóticas, el tornasol ultramarino y
los contrafuertes hidrófilos de la serranía.” (VI)
“Aparece como una piña blanca que se yergue desafiante junto al bello
azul de sus aguas mediterráneas… su callejero guarda una curiosa
estructura, adaptado a las laderas ascendentes del promontorio en que
se enclava…” (VII)
Contexto y valoración:
173
Referente territorial: Costa granadina.
TEXTOS SELECCIONADOS:
IBN JATIB, citado en: OLMEDO, FERNANDO. Ruta de Washington Irving, pp.
78. Sevilla: Turismo Andaluz, 1999(I)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Es tierra de abundante caza y sus trigales parecen trozos de oro” (I)
“El grano domina como cultivo en estos suelos pedregosos. Como los
campos están apartados de los lugares de residencia, durante la
cosecha se levantan en ellos tiendas bajo las que viven los
campesinos, como en Arabia. En torno a ellas tienen sus eras donde
trillan los cereales. Lo pisan yeguas, en vez de bueyes. También
tienen los pajares o silos, en los que los almacenan hasta que vuelven
a sus casas, donde permanecen hasta la siembra” (II)
Contexto y valoración:
DURÁN, JUAN JOSÉ y LÓPEZ MARTÍNEZ, JUAN. Karst en Andalucía, pp. 55-
58. Madrid: Instituto Tecnológico Geominero de España, 1998 (VI)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Hay vecinos que aseguran obtener agua subterránea sólo con levantar
unas cuantas piedras. Esto podría parecer una gran exageración, dado
que se trata de una localidad que se encuentra a 1.100 metros de
altitud sobre el nivel del mar. Pero no lo es. Porque se enclava en
medio de un polje o extensa llanura rodeada de montañas a donde éstas
vierten sus aguas y que por su composición caliza deja pasar el agua a
modo de esponja natural, formándose así una gran cantidad de
acuíferos. No en vano, es el mayor polje de la península ibérica y uno
de los más importantes de Europa. Su telón de fondo es montañoso: las
sierras de Tejeda y la de Alhama. Pero su entorno es de dolinas y
elevaciones rocosas en cuyo paisaje predomina la vegetación
mediterránea, con encinas y matorral. No hace muchos siglos, este
valle sin salida estaba totalmente inundado y era una zona pantanosa
que con la ayuda de la naturaleza se consiguió drenar para hacerlo
habitable. Del tiempo en que este llano estuvo cubierto por el agua
del mar aún hoy los vecinos encuentran gran cantidad de restos
fósiles. Los sedimentos calcáreos del mar han tardado muchos años en
disolverse para crear un material en el suelo del polje que hoy es 185
fuente de riqueza por su aplicación a la agricultura. Más de dos mil
hectáreas son ahora una extensa explotación agrícola de productos de
regadío. Cuando el visitante divisa el polje percibe un mosaico de
colores. Son las distintas áreas de cultivo, divididas en rectángulos,
de lechugas, tomates y otras hortalizas” (XII)
Contexto y valoración:
BORRAZ, SANDRA. Un baño árabe para dormir la olla jameña. DIARIO IDEAL
11 de noviembre de 2010 (VIII)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“…Yendo por el camino que va de Vélez a Alhama sobre mano izquierda. 188
Desde este puerto vuelve una cordillera de sierra, que procede de la
mayor y va hacia la mar, llámanla tierra de Tejeda por los muchos
tejos que hay en ella, que son unos árboles derechos y altos como el
ciprés, y la madera es semejante al pino, y se aprovecha rolliza sin
aserrar para enmaderar las casas y para otras muchas labores. Bajando
pues por la cordillera de esta sierra, que es alta y muy fragosa” (I)
“Su orografía abrupta está atravesada por antiguos caminos que fueron
veredas de bandoleros y están en desuso. Mantiene una significativa
población de cabras monteses y aves rapaces, así como algunas de las
mejores manchas de monte mediterráneo de la provincia: alcornoques,
melojos y algún que otro tejo” (III)
“Este parque, tan poco conocido, conserva árboles como el tejo, que al
igual que el pinsapo se refugió en sus cimas al acabar las
glaciaciones, por ser típico de un clima más frío, pinos de casi todas
las especies y climas: piñoneros, carrascos, negrales, laricios o
salgareños… Los pinos forman bosques de una altura desusada para
nuestra región, mezclándose con encinares bien conservados punteados
de quejigos. Alcornocales inesperados se enriquecen con quejigos y
melojos en algunos valles. Por si fuera poco, los ingenieros
forestales tuvieron a bien plantar cedros y tsugas, que hoy crecen con
entusiasmo disputando el puesto a los robles…
Encontramos también 45 especies de orquídeas salvajes y otras tantas
de setas; plantas carnívoras colgadas de paredones verticales, que
atrapan moscas y mosquitos … en sus aguas nadan todavía los clásicos
cangrejos de río, y en sus aires vuelan mariposas tan raras como la
monarca –que emigra anualmente desde América-o la cuatro colas…” (IV)
Contexto y valoración:
LADY TENISON Castille and Andalucia (1853). Citado en: LÓPEZ BURGOS,
MARIA ANTONIA. Por los caminos del Poniente granadino. Relatos de
viajeros durante el siglo XIX. pp. 192, Granada: Consorcio para el
desarrollo rural del Poniente granadino. Proyecto Sur de Ediciones,
1998 (VII)
TEXTOS SELECCIONADOS.
“Sus casas grises tienen el mismo color del terreno sobre el que se
levantan…Está enclavada en el filo de una de las montañas que debió
ser una fortaleza inexpugnable. Desde el valle es donde se ve mejor.
Las rocas, que forman los lados de la garganta fluvial, se levantan de
forma casi perpendicular, mientras que, por encima de sus afilados
riscos, aparece una irregular línea de casas, construidas sobre el
borde mismo del precipicio” (VII)
“Al filo de una hoz rocosa cortada por el río, sobre los altos tajos,
se halla Alhama de Granada, una de las ciudades que más ríos de tinta
hicieron correr a viajeros y artistas románticos del XIX. En sus
escritos solían decir que Loja fue la llave de Granada, Íllora el ojo
derecho y Alhama la joya más llorada” (VIII)
Contexto y valoración:
BORRAZ, SANDRA. Un baño árabe para dormir la olla jameña. DIARIO IDEAL
11 de noviembre de 2010 (VI)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“El piso de las calles es una cantera de color pardo u oscuro, picado
de trecho en trecho para evitar que se resbalen los transeúntes…” (II)
“La meseta que forma su suelo está cincelado de ranuras, para evitar
que sus habitantes resbalen. Sus tapias de color de yeso están
agujereadas con alguna ventana rara, tapadas con contraventanas de
aspecto árabe” (III)
Contexto y valoración:
BORRAZ, SANDRA. Un baño árabe para dormir la olla jameña. DIARIO IDEAL 200
11 de noviembre de 2010 (IX)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Tiene unos edificios grandes y muy antiguos en los que sale agua
caliente que tiene la virtud de curar muchas enfermedades, y allí
vienen a estos baños muchas gentes no solo de la comarca sino de toda
España que sana sus enfermedades entrando en estos baños…” (IV)
“Sus aguas nacen entre peñascos, pero la frondosidad de los árboles lo
hace divertido. Tiene unos baños termales muy célebres, con
alojamientos para los dolientes. Los baños consisten en estanques, uno
menor que otro, al que llaman baño de la reina…está cubierto todo de
buena fábrica de arquitectura y embadurnado por dentro. Cuando el sol
entra por las lumbreras se ve el agua que parece que los que se bañan
se están untando aceite… estas aguas se usan también de bebida…” (V)
“Los baños tienen un edificio árabe que se ha dejado sin tocar, tal
como éstos lo usaron…Se han construido baños privados y otros aseos, y
habitaciones con alcobas para dormir…” (VI)
“El agua cana del río desprende un olor picante y el vaho de su calor
se conserva en el edificio de los baños. En parte de nueva fábrica, en
parte de estilo califal. Tiene arcos de herradura y bóvedas, y se le
han adosado unos azulejos moriscos. La luz que llega por arcos y
lucernas crea un ambiente mágico, acentuado por la sensación de
frescor tras un caluroso día” (VIII)
Contexto y valoración:
204
Referente territorial: Poniente granadino.
DE MENA, JOSÉ LUÍS. Loja, flor entre espinas. Granada: Revista Sierra
Elvira. Invierno, 1980 (X)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Loxa… se coge en esta ciudad mucha oliva y aceite. Se hace mucha obra
de cáñamo como cordeles, maromas, alpargatas y otras cosas” (I)
“Se coge mucho trigo, cebada, habas, maíz, aceite y bellota… Tiene muy
buena salina y abunda en agua… Tienen fama sus paños y fábricas de
papel” (III)
“Su territorio, aunque erizado de montañas y sierras por sus lados 206
norte y sur, deja buenas y amenas vegas, siendo espaciosas y fecundas
por la parte oeste. El cultivo de cáñamo y lino ya no se hace en
general a pesar de ser muy buenos los que se cogen; y la cría de
gusanos de seda es cortísima.
A fines del siglo último se hallaban estas sierras pobladas de
encinas, quejigos, robles y madroños; pero hoy carecen de este
arbolado… criándose álamos negros y blancos, chopos copudos y
elevados, nogales, y gruesos cerezos… No falta caza de conejos,
liebres, perdices y volatería; ni pesca de truchas, barbos, anguilas,
cangrejos, pececillos, bogas, y en alguna ocasión la nutria,
cuadrúpedo anfibio del Genil.” (VI)
“La Vega está colocada en medio de montañas que ocultan entre sus
faldas hermosas huertas. El río Genil es aquí profundo y ancho como el
Tajo en Aranjuez. Sus alamedas con frondosísimas. De las sierras de
los contornos se desprenden manantiales riquísimos, que hacen que toda
la vega sea abundante en aguas“(VII)
Contexto y valoración:
Los siguientes textos –del III al VII- nos informan de cómo era
su paisaje decimonónico:
Las sierras de los contornos estaban ya peladas o ocupadas por
un ralo matorral. El texto VI nos habla de que ”A fines del siglo
último se hallaban estas sierras pobladas de encinas, quejigos, robles
y madroños; pero hoy carecen de este arbolado…”. Las laderas del
piedemonte estaban ocupadas no sólo por olivares, como ahora, sino
también por viñedos.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Los Infiernos de Loja son unas oscuras cavernas donde los ríos y las
cascadas subterráneas producen un misterioso murmullo. Dice el vulgo
que hay falsificadores de monedas encerrados allí desde la época de
los árabes, y que los reyes moriscos guardaban sus tesoros en el
interior de las grutas” (I)
Contexto y valoración:
Otro rasgo peculiar del paisaje de los Infiernos de Loja son los
sonidos percibidos por sus visitantes.
TEXTO SELECCIONADO:
“No hace calor, al menos bajo sus aguas. Es la cualidad natural que ha
convertido el cauce de este pequeño y constante afluente en uno de los
paraísos naturales del sur de la península Ibérica. Un ecosistema en
el que los termómetros marcan 15 grados centígrados ya sea agosto o
enero, verano o invierno. Los científicos han aprovechado esta
característica para montar una de las piscifactorías más importantes
de Europa. Dedicada desde hace décadas a la cría de truchas, ha
logrado también la recuperación del esturión autóctono del área
mediterránea, que solo se encontraba en el sur de la península en el
cauce del Guadalquivir.
A su vez, la presencia de la piscifactoría ha sido el elemento
fundamental que ha evitado que el cauce y las aguas del río sean
alteradas y, por lo tanto, se mantenga un ecosistema casi imposible de
encontrar en otros puntos de la geografía andaluza. Desde el
nacimiento del río, forma, como dicen con ironía sus vecinos: «un
montón de restaurantes y sus casas adosadas», donde el agua cae como
tantos otros cauces de montaña, libre de vertidos y sin encontrarse
elementos extraños que la contaminen. Un agua que surge del interior 214
de las montañas de Loja, de la sierra del Hacho. Son aguas
subterráneas que se mantienen a bajas temperaturas y que al brotar
logran mantenerse a menos a quince grados, en un recorrido de varios
kilómetros.
En el cauce, junto a las pequeñas lagunas de salida del agua de la
piscifactoría, e incluso en las piscinas de la explotación, viven
entre la vegetación poblaciones de ánades azulones, que se alimentan
de las algas, plantas e invertebrados. Se han venido a convivir con
ellos otros patos como cercetas, rabudos y cucharas, que necesitan de
espacios salvajes. Asimismo, aquí se refugian diversas poblaciones de
anfibios, galápagos autóctonos, que han colonizado las riberas.
Estas riberas, hace unos años, no tenían más vegetación que las
clásicas mimbreras, zarzas, juncales y otras especies de plantas
aromáticas como mentas fuertes (mastranzos), además de la arboleda
propia de álamos, sauces y tarajes. Pero ahora, tras una serie de
intervenciones llevadas a cabo por los biólogos de la piscifactoría,
comprenden también pequeñas lagunas creadas en puntos concretos del
cauce a lo largo de la piscifactoría. Lagunas cuyas riberas han sido
pobladas de aneas, carrizos y otras plantas acuáticas.
Y es que la vegetación lagunar va depurando naturalmente las aguas.
Sobre todo, los residuos orgánicos que genera la producción de truchas
y esturiones. En estas lagunas, grupos de galápagos leprosos toman el
sol junto a los muros de las albercas, y saltan al agua para nadar
hacia los carrizales en el momento en que alguien se acerca. Las
ánades se convierten en buceadores para aprovechar los residuos y
buscar invertebrados. Hay también varias poblaciones aladas:
rabilargos, urracas y una gran cantidad de pajarillos como currucas,
petirrojos, pinzones, herrerillos, carboneros y el ruiseñor bastardo,
que suena insistentemente entre los carrizales”). (I)
Contexto y valoración:
Entre los numerosos textos existentes sobre el paraje de la
piscifactoría de Riofrío, perteneciente a la Hoya de Loja, y al
Poniente granadino, se ha seleccionado un texto de cierta longitud,
que compendia la mayoría de sus valores paisajísticos y ofrece,
además, su imagen más reciente.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Loja tiene una vista magnífica sobre su valle. Se levanta como una
ciudadela aislada y bastante alta, en medio de él. Y lo hace sobre un
penacho de roca y con el río Genil corriendo por debajo” (IV)
“Corre el curso del Genil, animando las tierras. Loja tiene un asiento
irregular, lo que le proporciona callejones alterados y de un
pintoresquismo subido. Sobresalen las fábricas de iglesias y
fortalezas, construidas después de la conquista cristiana” (X)
“Discurrimos por un camino, a lo largo del río Genil, con su escolta
de chopos, flanqueado por las cumbres de los montes. Nos internamos en
un desfiladero y, en lo más hondo, allí aparece Loja con su peñasco en
medio, rematada por las ruinas de su alcazaba árabe” (XI)
220
FORD, RICHARD. Libro para viajeros por España. 1845. Madrid: Editorial
Turner.1989 (II)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Todo este fondo de valle parece ser una gran masa de légamo; el pozo
o sedimento de un gran lago que por muchos siglos ha conservado sus
aguas, habiendo recibido las tierras y arenas arrastradas por los
torrentes de los montes vecinos” (I)
Contexto y valoración:
ASENJO SEDANO, CARLOS. Por tierras de Granada, pp. 53, Granada: Port
Royal Ediciones. 1997 (XIII)
226
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Los llaman dientes de la vieja, por ser peñascos más o menos sueltos
que se parecen a las muelas…son terrenos resbaladizos y penosos para
las bestias” (I)
“Por la noche las cúspides de las montañas con cavernas como colmenas
en su falda hasta el ápice, producen un efecto fantástico, parecen
volcanes en erupción interna que lanzan entre su lava infinidad de
fulgores…El paisaje es fantástico, parece hecho con marga por un
delirante, como un niño lo formaría con pedazos de tiza… (V)
“La embestida del paisaje de Guadix es de tal magnitud que impide todo
acomodo. El único paisaje del mundo que enseña los dientes es el
paisaje de Guadix. Es un paisaje erizado de dientes agresivos. Los
conos de sus arcillas, afilados por los vientos, y la lluvia, y
endurecidos por el frío, parecen colmillos que acechan los cielos y
las nubes… semejan una sinfonía de gritos fosilizados, de furores
compactos, de horribles pesadillas densas…Si tuvieran misión de
muralla. Pero no. Su única exclusiva misión es de cerco... ciñe y
aprieta, amenaza con estrangular a la ciudad… es una cuña obstinada de
la tierra furiosa contra el hombre que se levantó contra su
determinismo geológico… Guadix es el hombre y el paisaje frente a
frente. Irreconciliables, antagónicos... es la única ciudad del mundo
invadida por el paisaje, que se hizo fuerte sobre sí mismo, negándose,
contra toda orden del hombre… es la única ciudad del mundo donde la
geología se articuló en arquitectura, como las torres, los palacios o
las iglesias…” (XV)
Contexto y valoración:
229
IBN JATIB, citado en: SIMONET, FRANCISCO JAVIER. Descripción del reino
de Granada (1860). Madrid. Ediciones Atlas, 1982 (I)
AL HIMYARI, citado en: ASENJO SEDANO, CARLOS. Las cuevas. Un hábitat
insólito del Sur. Sevilla: Ediciones Muñoz Moya, 1990. (II)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“El Catastro de Ensenada del año 1752 pone de manifiesto que la vega
en más de la mitad de su extensión acoge el cultivo de cereales -
trigo, cebada, habas y garbanzos- que se cosechan cada uno o dos años,
viñas y unas pocas hectáreas de frutales y hortalizas. Además, quedan
dispersos por las explotaciones, herencia de la época nazarí, más de
veinte mil árboles de ciruelos, diez mil de guindos, seis mil de
moreras, unos tres mil de perales y manzanos, y cifras menores de
almendros, castaños, cerezos, duraznos, membrilleros y nísperos”(IV)
“Se coge ya poca seda y uva, dedicadas mayormente a trigo y cebada con
que se abastecen muchos ganados” (V)
Contexto y valoración:
IBN JATIB, citado en: SIMONET, FRANCISCO JAVIER. Descripción del reino
de Granada (1860). Madrid. Ediciones Atlas, 1982 (II)
TEXTOS SELECCIONADOS:
Los textos más recientes, desde los años noventa, nos hablan de
un Guadix-contemporáneo donde se superponen, como en un libro, varias
páginas de la historia y la arquitectura accitana: la Guadix árabe, la
Guadix cristiana y la Guadix de las cuevas –está última a partir del
siglo XVII-.
238
TWISS, RICHARD. Travels through Portugal and Spain in 1772 and 1773
(III)
MADOZ, PASCUAL. Diccionario geográfico estadístico histórico de la
provincia de Granada (1845-1850) (IV)
STARKIE, WALTER. Don Gitano. Londres. 1936. Citado en: LÓPEZ BURGOS,
MARIA ANTONIA. Guadix y su comarca. Relatos de viajes (1809-1948).
Australis publishers. Melbourne, 2000 (XII)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Las cuevas aparecen como paisaje en el siglo XVI, atraen como refugio
de moriscos, menesterosos y fuera de la ley. Son ya unas 400 en el
siglo XVII según Henríquez de Jorquera. Y a mediados del siglo XVIII
el Catastro de Ensenada nos habla de que superan las 800, y en ellas
vive más de la mitad de la población de Guadix. Las cuevas no se
aglutinarán en torno a una iglesia. Las cuevas surgen sin una
planificación, sino la de las cañadas y barrancos, y rodearán en forma
de arco a la ciudad. A finales del siglo XVIII empezarán a ser
reconquistadas por el catolicísimo oficial a través de la construcción
de ermitas, que aglutinen su vida religiosa. Como la ermita nueva, que
está excavada en el cerro y adapta el templo al paisaje, a la
policromía de la tierra, a la anarquía de su urbanismo” (I)
“Los gitanos adoptan este tipo de vivienda a finales del siglo XV. Por
un lado, la seguridad que le confería su extrema posición respecto a
la ciudad y como consecuencia su alejamiento de las autoridades
encargadas de hacer cumplir la ley, amén de otros enemigos. Por otro,
su baratura y relativo confort: frescas en verano y caldeadas en
invierno. No obstante la popularidad de las cuevas gitanas parte del
siglo XIX, con la visita de los viajeros románticos. Por el contrario,
a los escritores locales y nacionales les llamó menos la atención y
consideraron un descrédito la existencia de tales paisajes” (II)
“Caminé entre las cuevas. Tenían la entrada reluciente de cal, desde 241
el dintel de la puerta hasta una amplia franja alrededor, a veces
alisada y pulida… El territorio utilizado por el hombre se definía por
unos estrictos límites de uso cotidiano: los pocos metros regados y
barridos a diario, las matas de flores amarillas que brotaban, una
acacia para dar sombra… En torno suyo, familiar e intacto, el medio
físico.” (XV)
“Se puede decir que así nacieron las primeras casas-cueva. Excavando
las laderas, creando laberintos hogareños donde cobijarse, huir,
perderse o encontrarse… Las cuevas fueron perfeccionándose, haciéndose
más profundas y aisladas. En una época las cuevas fueron utilizadas
por los que huían del poder; luego, por las clases menos adineradas; y
en el siglo XXI, el que tiene una cueva no sólo posee el mayor tesoro
de Granada, sino un trocito de la Historia de España.
Desde la carretera lo único que se divisan son arcillosas chimeneas
que sacan sus cabecillas redondeadas de las profundidades de la
tierra. Allí donde ves un ramillete de humo sabes que en su interior
se encuentra una de las viejas casas. «Poblado troglodita», se lee en
un letrero en plena carretera. Si lo sigues se llega a esas casas de
fachada en forma de arco. Cavidades hoy acompañadas por casas de adobe 242
blanco y techumbre de ladrillo rojo pegadas a las montañas.” (XX)
Contexto y valoración:
Aún así, las cuevas no posaron por primera vez para un objetivo
fotográfico hasta el año 1892. El primer fotógrafo local que se
encarga de recoger la imagen de las cuevas lo hace tan sólo en dos
momentos históricos de este barrio, como la visita de Alfonso XIII al
barrio de Las Cuevas en Guadix o la colocación de la primera piedra de
las Escuelas del Sagrado Corazón en la Ermita Nueva.
El texto XVIII menciona que las chimeneas encaladas hace que los
“innumerables montículos pardos y rojizos, [sean] cortados como un
queso por planos blancos y punteados por chimeneas cónicas también
blancas”. Y el texto XIX insiste en que “Desde la carretera lo único
que se divisan son arcillosas chimeneas que sacan sus cabecillas
redondeadas de las profundidades de la tierra. Allí donde ves un
ramillete de humo sabes que en su interior se encuentra una de las
viejas casas”.
STARKIE, WALTER. Don Gitano. Londres. 1936. Citado en: LÓPEZ BURGOS,
MARIA ANTONIA. Guadix y su comarca. Relatos de viajes (1809-1948).
Australis publishers. Melbourne, 2000 (IV)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Las cuevas carecen de luz eléctrica, por lo que usan por las noches
lamparillas encerradas por un farol pequeño. En muchas, un fuego de
sarmientos se enciende en el suelo, y sus habitantes de tumban a su
alrededor para calentarse… Para el agua van a la fuente de la cañada y
las basuras las depositan en agujero subterráneos, cerca de cada 248
cueva.” (IV)
“Las paredes presentan una textura tosca y rugosa, sobre las que se
dan lechadas de cal que con el tiempo van formando sucesivas capas.
Igual ocurre con los techos. En las paredes se acostumbra a excavar
nichos que sirven de alacenas. La horadación de las chimeneas se hace
desde el interior, y de abajo hacia arriba. Se trata sencillamente de
abrir un agujero que se comunique con el exterior para dar salida al
humo. En cuanto a la forma, las hay troncocónicas, cilíndricas, etc.
La primera habitación hace de comedor, sala de estar y recibidor y en
algunos casos de cocina, y las del fondo se utilizan de dormitorios.
La sala de estar es corriente que esté decorada con objetos de cobre,
propios de su industria, con estampas devotas, retratos de familiares,
así como con cuadros de recuerdo de nacimiento o primera comunión.”
(VII)
Contexto y valoración:
Los textos de las décadas de los veinte a los sesenta del siglo
XX muestran, no obstante, que han ido mejorando enormemente las
condiciones de habitabilidad de las cuevas. El texto III –fechado en
1929- menciona que “Tienen un aire limpio, por cuidado de la mujer que
sabe embellecerlo todo”. Los textos V –escrito en 1943- y VI –que data
del año 1958– mencionan que en el interior de las cuevas: (“las
mujeres mantienen una exquisita pulcritud, con un atisbo de confort”).
Sin embargo, en el último tercio del siglo XX, una vez se pone
de moda al “turismo troglodita”, las cuevas para alojamientos rurales
de cierto lujo, como nos informa el texto X van mezclando la
decoración tradicional (“Paredes y suelos toscos, rugosos. Decoración
andaluza, sin caer en el tópico excesivo”) con innovaciones destinadas
a darles un mayor confort: “cuartos de baños de colores o jacuzzis y
una decoración insospechada. Muestran caprichos de refinamiento
afrancesado. Barroquismo reposado y exquisito. Miles de objetos de
origen diverso han sido poco a poco rescatados de anticuarios se han
aliado con éxito con otros enseres de menor linaje, pero muy
enraizados con las costumbres de la comarca”.
251
ASENJO SEDANO, CARLOS. Viaje al Sened. Nuevos paseos por Granada y sus
contornos. Granada: Caja General de Ahorros de Granada, 1993 (VI)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La comarca granadina del Marquesado del Zenete, uno de los altiplanos
más elevados de todo el país, con sus mil cien metros de altitud media
tiene un cielo muy limpio, constituyendo un excelente recurso de
radiación solar. La presencia de Sierra Nevada hace que sea abundante,
a la vez en agua. Y hay pocos lugares en el mundo con tanto sol y
tanta agua juntos en el mismo sitio. Además, dispone de varios cientos
de hectáreas muy llanas, donde plantar un inmenso bosque de miles de
colectores y espejos termosolares para producir electricidad. De
manera que puede convertirse en la gran despensa de energías
renovables de Europa.” (IX)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
255
“Los árabes fueron responsables de la extensión del regadío por la
existencia de unos recursos hídricos abundantes procedentes de las
nieves de Sierra Nevada, que cumple una función de “pantano natural”,
y gracias al control y organización de esos recursos en una extensa
red de infraestructuras hidráulicas compuesta por numerosas acequias,
balsas y aljibes.
Entre los manantiales serranos y los núcleos urbanos se dispusieron
acequias perfectamente enlucidas con lajas de pizarra, en cuyas
márgenes, además del típico bosque de ribera -álamos, mimbres y
alisos- proliferaron las plantaciones en bancales y terrazas de piedra
seca de plantaciones de vides, moreras y castaños. También tenían
fama, según los geógrafos árabes, sus grandes peras y sus exquisitas
nueces. Las laderas de Sierra Nevada y el Campo o llano, estuvieron
poblados de pastizales, encinas, robles y pinos.” (I)
“Las montañas que caen desde las cimas del Marquesado hacia la meseta
de la Calahorra eran en el primer tercio del siglo XX pedregales sin
vegetación arbórea y de escaso matorral, miles de hectáreas fueron
repobladas en los años cincuenta y sesenta, lo que aportó una imagen
completamente diferente. Una vez crecidos los pinos, el bosque ha sido
clareado y se ha naturalizado por sí mismo, dominando los tonos
verdes. Como consecuencia, el entorno de las altas cumbres de Sierra
Nevada supera ya las doscientas especies de aves. Las rapaces se han
multiplicado en la sierra. Cada vez se ven más águilas reales y
perdiceras, con poblaciones estables, y otras especies como el buitre
negro y el quebrantahuesos la visitan procedentes de otros
territorios, como Córdoba o Castril.” (VII)
Contexto y valoración:
ASENJO SEDANO, CARLOS. Viaje al Sened. Nuevos paseos por Granada y sus
contornos. Granada: Caja General de Ahorros de Granada, 1993 (IV) 258
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Estos pueblos no son estrictamente del llano, sino del cauce alto,
del nacimiento de los ríos…pueblos serranos donde la nieve se ve allí
mismo, en las chorreras que proveen de abundantes aguas a las pequeñas
vegas del entorno y a las fuentes, para aprovechamiento de hombres y
animales. Pueblos con pequeñas plazas centrales, calles enfastadas y
rincones encalados.” (V)
“Ese paisaje serrano que te circunda, esas lastras y pizarras que como
espejos reflejan la luz del Sol, arrancadas de la tierra son las 259
alfombras y basamentos de las moradas lanteiranas y los geranios, que
cual vestidos de gitana cubren tus fachadas y balcones para
engalanarlas y adornarlas.” (VII)
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
265
Referente territorial: Altiplano de Baza y comarca de Huéscar.
“La Hoya tiene forma elíptica…y aunque parece llana como la de Guadix,
está muy surcada de barrancos… internamente se organiza en bancos
horizontales, algunas tierras son yesíferas y otras margo-arcillosas…
Está desarbolada, pero hay mucho albardín y esparto que se recoge para
hacer sogas y alpargatas y otros utensilios… En sus terrenos de secano
se cogen trigo, cebada, maíz y centeno, y algo de mijo y garbanzos… El
resto de la altiplanicie es para pasto de ganados propios y foráneos;
sobre todo, lanar y caprino…” (II)
“La hoya ofrece bellos contrastes entre los tonos blanquecinos y ocres
de la tierra y los surcos verdes de las arboledas que acompañan
ramblas y ríos. Y con las imponentes sierras que la rodean. Dentro de
ella el hombre ha creado un llamativo paisaje. La mayor concentración
de agua del sureste español, el embalse de Negratín, cuyo azul intenso
contrasta vivamente con el árido paisaje del entorno.” (XI)
“Hace más de cien mil años existió un gran lago interior de agua
dulce… En un momento dado se rompió por el lugar conocido como Cerrada
del Negratín, a la altura de la actual cabecera de esta presa, y
basculó hacia el Oeste, dejando en su brutal arrastre un poso de
materiales blandos que se habían ido acumulando en capas a lo largo de
los años, como gredas, yesos, arcillas y arenas, sobre todo lo cual se
fueron acumulando en los siglos posteriores depósitos formados por los
arrastres aluviales, que al sufrir el ataque de unas lluvias que por
aquel entonces eran torrenciales y muy abundante formaron el actual
paisaje abarrancado, tipo badlans en los últimos 10.000 años, cuando
se genera este característico paisaje de cárcavas y el profundo
encajamiento de las ramblas y ríos de la Depresión hasta adquirir el
aspecto que conocemos en la actualidad.” (XII)
Contexto y valoración:
“Lo que más me paraba la atención era verla en su mayor parte poblada
de pinos y encinas… y vimos muchas picazas (urracas), arrendajos,
grajas, torcaces, perdices y ardillas… Su principal rendimiento son
las minas de plomo, cuya fábrica en la ciudad de Baza se para cuando
la nieve y el frío paralizan los trabajos…” (III)
272
“Pasear por esta Sierra es deleitarse con sus hermosos valles e
increíbles barrancos, con sus frondosos bosques donde recolectar
níscalos, contemplar pueblos serranos con tejados de launa y piedra, o
escuchar la tradicional berrea de los ciervos.” (IV)
Contexto y valoración:
273
RODRÍGUEZ, JOSÉ ÁNGEL. Los Prados del Rey. Revista Digital Proyecto
Sierra de Baza 1999-2013 (IV)
TEXTOS SELECCIONADOS:
Imagen externa:
“La zona basal (por debajo de los 900 metros) se encuentra en gran
parte en cultivo debido al afán de laboreo de esta época, bien de
raquíticos cereales con numerosos barbechos, bien de almendros, donde
antes hubo pastos y dehesas… en las zonas no cultivadas y pegadas al
monte se aprecia la dominancia en las faldas de la sierra de la
encina, la chaparra y, donde se han producido incendios, de los
jarales. El bosque mediterráneo alterna, entre los mil y mil
doscientos metros, con el llamado localmente pino borde, o pino
carrasco - en zonas soleadas - y con el pino ródeno -en umbrías-. Si
bien, no llegan a cubrir ni el 20 por ciento del terreno… 274
Por encima de los 1650-1700 metros aparece el pino silvestre que,
según nos comunicó el guía, recibe el nombre en esta comarca de «pino
blanco» o «pino maderero»… Es un pino alpinizado, por estar expuesto
más crudamente a los vientos y ventisca. Encontramos también
importantes extensiones de jaras y lavandas, que eran objeto de
recolección por los campesinos, llevándolas a la estación de Caniles,
según nos informamos, para una casa norteamericana de productos
químicos, o fotográficos.
Por encima de los 2.000 metros o zona nival aparecen los piornales de
matorral rastrero en torno a los calares.” (I)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Es una gran mole caliza que se eleva desde los 800 metros, que como
altitud media tiene en su base, hasta alcanzar los 1.492 metros en su
cumbre. Su carácter de macizo aislado dentro de los terrenos
esteparios de la Hoya de Baza, le da similitud con una gran isla
dentro de este antiguo lago, sensación que aún hoy en día puede
sentirse cuando lo contemplamos desde la Sierra de Baza y las nubes
bajan llenan la Hoya de Baza y como emergiendo de un mar de nubes
aparecen las cumbres del Jabalcón.” (V)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La cruzan tres acequias, dos regadas por fuentes y otra por el río…
No tiene casas. Es demasiado arcillosa, y el terreno se apelmaza
mucho, además de su condición infructífera cuando se mezcla con yeso.
Los riegos mejor cuidados son los bancales inmediatos a la ciudad, en
manos de los conventos, a los que se da estíercol y se riegan
continuamente. En ellos se pone trigo y, además maíz, cáñamo o papas.
Otras tierras sólo se riegan en verano y en éstas sólo se pone trigo o
cebada y se las deja baldías todo un año…Un acequiero reparte turnos
de riego cada cuarto de hora, aunque en la práctica da más a quién más
puja por ella.” (III)
Contexto y valoración:
Desde el último tercio del siglo XIX a mediados del siglo XX, la
Vega acoge como cultivo industrial predominante a la remolacha
azucarera. A ésta le siguen los cereales, cuya principal dedicación
tradicional era como productos panificables, aunque se irán orientando
a la producción de piensos al final de este periodo. Se cultivan,
además, hortalizas muy variadas para autoconsumo local (lechugas,
tomates, papas, melones y sandías, pimientos, etc.). Del paisaje de la
vega nazarí se conservan árboles frutales diseminados en los bordes de
parcelas, caminos y acequias, que sirven al autoconsumo local. Entran
en decadencia cultivos heredados de la etapa árabe como el lino y el
cáñamo. Las moreras y viñas desaparecieron del paisaje por diferentes
razones. Las segundas por la crisis de la filoxera a finales del siglo
XIX, y las primeras tras una larga decadencia en los siglos XVII y
XVIII.
CANO, GABRIEL. Baza 1752 según las respuestas generales del Catastro
de Ensenada. Madrid: Grupo Tabacalera, 1990 (IV)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La Baza de los siglo XVI y XVII sustituye las mezquitas por iglesias,
monasterios y conventos. A pesar de la sucesión de varios terremotos
se levantan la Iglesia Mayor, el Hospital y el Palacio de los
Enríquez. La Plaza Mayor se convierte es su espacio más importante. En 291
ella se agrupan el Ayuntamiento, la alhóndiga, el Seminario Menor y la
Colegiata. Baza tuvo entonces un excepcional patrimonio industrial.
Florecieron las industrias de la carne, la piel y la lana, derivadas
de los animales degollados en su edificio de las carnicerías, uno de
los principales del reino de Castilla. En sus calles, junto al cauce
del Caz Mayor, del que obtenían el agua, se ubicaban múltiples
talleres donde había curtidores (tenerías de Santa Isabel),
zurradores, zapateros y tintoreros (Casa del Tinte)… La lana se
exportaba a otros centros españoles y europeos: Flandes y Génova…”
(IV)
“La Baza del siglo XVIII es una ciudad llena de conventos, con
alrededor de una decena de comunidades religiosas que, sin embargo
pierde una de sus señas de identidad árabe, la de su antigua alcazaba,
que es demolida. La población burguesa se construye caserones mientras
que la población jornalera y obrera se refugia en las cuevas. Baza
diversifica su fisonomía en el siglo XIX y principios del siglo XX. Es
una ciudad agrícola, artesana, industrial y comercial. La
desamortización cambia las funciones y el aspecto de antiguos
edificios eclesiásticos… El esparto se exporta para ser usado como
materia prima para elaborar las hojas del periódico londinense The
Times, se abren fábricas que producen azúcar y ron… Hasta veinte
sociedades explotan las minas de metales de la Sierra…” (VI)
“Baza tuvo entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX
numerosas bodegas y destilerías de licores que se abastecían de los
extensos viñedos cultivados en la Hoya, media docena de almazara y una
y orujera, harineras y fábricas de pastas, una fábrica azucarera,
barrios enteros como el de las cuevas donde se trabajaba la pleita o
esparto, alpargaterías, fábricas de tejidos y telares artesanales,
hornos de cal extraída de las canteras de piedra caliza de la parte
baja de la Sierra, fábricas de teja árabe con que se cubrían las
viviendas tradicionales, de ladrillos y cerámicas, etc.” (VII)
Valoracion y contexto:
HOSKINS, G.E. Spain is it (1851). En: LÓPEZ BURGOS, MARIA ANTONIA. Por
las rutas de Baza. Relatos de viajes (1809-1867). Melbourne: Australis
Publishers, 2000 (I)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“El pueblo serpentea en varias direcciones entre las rocas, en la que
se encuentran excavadas la mayoría de las casas del lugar. A veces
pude observar hasta tres plantas en ellas, una encima de otra en los
barrancos, a las que se entra por escalones excavadas en ellos… la
mayoría con puertas de madera y porches, y campesinos de mirada
salvaje, abrigados con zamarras de piel de oveja, reposando bajo
ellos.” (I)
“Tres cuartas partes del pueblo de Cúllar Baza están formadas por
agujeros en la tierra, excavados para servir de viviendas. El aspecto
de estas moradas es extremadamente singular, y son aún más curiosas
debido a la gran chimenea de barro que sobresale del techo, que suele
ser plano. Las colinas en que están excavadas forman terrazas que,
contempladas desde lejos, semejan calles.” (II)
“En Cúllar Baza y otros lugares próximos los campesinos han tallado
miles de cuevas en los barrancos, y desde ellas van diariamente al
campo a cumplir las faenas del día…
Hay cuevas enormes con salas alfombradas y hasta dos pisos útiles…Sus
moradores blanquean la puerta de la casa, su mueble más funcional, la
decoran con un alero de teja de barro y le ponen alrededor unas
macetas de geranios…” (III)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Poblados, molinos y cortijos, diseminados entre las montañas y los
bosques de la Sierra de Baza están abandonados y muchos han
desaparecido. Esta arquitectura tradicional, que se remonta en muchos
casos a los primeros pobladores de la comarca, se ha mantenido hasta
hace menos de un siglo, y se encuentra en un inminente peligro de
extinción…
El empleo de materiales autóctonos, hace que, según en qué zonas nos
encontremos, diferentes tipos de cubierta y muros. Así, en la mitad
occidental se emplea con mayor profusión la piedra caliza, más o menos
"careada", además de los socorridos cantos rodados de grandes
dimensiones. Estas edificaciones de lascas de piedra, casi ni se ven
entre el paisaje calizo. Están tan perfectamente mimetizadas con el
medio que suponen una de las mejores muestras de la integración de las
necesidades del hombre con la naturaleza. En la zona oriental, o se
recurre mayoritariamente además de los propios cantos, a los bloques
de lastras, o superficies planas por exfoliación por el predominio de
rocas cuarcitas y filitas.
Las viviendas serranas suelen ser de una sola planta y formas cúbicas,
irregulares y anárquicas. Sus habitaciones iban creciendo en número
paralelamente al aumento de miembros en la familia o a las necesidades
de éstos. La estancia principal la constituye la cocina, alrededor de
cuya chimenea o fuego, al que solía estar adosado el horno para
aprovechar el tiro de aquella gira gran parte de la vida de sus
moradores, fundamentalmente en los duros meses de invierno; los
dormitorios se sitúan alrededor de ésta, y cuando hay una segunda 298
planta se dedicaba a granero y solana, donde se guardan los granos de
la siembra y otros productos del campo y del cerdo.” (I)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
309
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Se han hallado desde su descubrimiento hace unos treinta años, más de
1.400 fósiles que hablan de la ocupación humana de este lugar hace 1,3
millones de años. Esto significa la población más antigua datada en
Europa. El trasfondo del asunto que aún se debate es si los homínidos
llegaron al Antiguo Continente cruzando el Estrecho de Gibraltar, no
por Asia (Georgia). La entrada del hombre por Oriente es el dato más
claro hasta el momento, ya que allí se han hallado restos de 1,8
millones de años. Los grandes huesos de mamíferos, como elefantes,
rinocerontes e hipopótamos y las marcas de herramientas de piedra que
fueron usadas para descuartizarlos llevan a la conclusión de que el
ser humano era capaz de hacerse con alimentos, y habitaba las riberas
del inmenso lago subtropical que era la comarca de Guadix-Baza en el
Pleistoceno Inferior.” (III)
Contexto y valoración:
Contexto y valoración:
Contexto y valoración:
VI – LOS MONTES.
Referente territorial: Los Montes.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La mayor parte del terreno son lomas, pedrizas, cerros, ramales de
éstos y cabezos sueltos, cubiertos en su mayor parte de montes de
encinas y quejigos… también hay llanos, algunos de cierta extensión,
con cereales y olivares… y dehesas en que se combinan encinas, viñedos
y pinares…” (II)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Las Peñas de los Gitanos eran el paso natural desde el que se entraba
en la Vega de Granada y -en los últimos años de la presencia árabe- en
Al-Andalus. Fue la última frontera de los nazaríes, que llegaron a
hacerse fuertes aquí hasta que claudicaron frente a las tropas
cristianas. Pero este espacio natural está cargado de mucha más
historia, pues sirvió de frontera desde el neolítico hasta el final de
la dinastía nazarí, y desde hace 6.000 años se utiliza como refugio
para el ganado y fuente de riqueza vegetal…
A lo largo de seis kilómetros se encuentran enterramientos
prehistóricos con dólmenes bien conservados, varias necrópolis de la
Edad del Bronce y del Cobre, y poblados romano-visigodos. Hay, además,
restos de ocupaciones de todas las épocas, desde el neolítico hasta
ahora, ya que tras la Guerra Civil fue ocupada por grupos de familias
de etnia gitana que vivieron allí de forma permanente.
Las peñas tienen dos grandes formaciones. La primera es la del Cerro
del Castellón. En ella se encuentran el poblado visigodo y las
necrópolis… un conjunto de alrededor de un centenar de tumbas de
procedencia altomedieval y visigoda, de las que quedan las bases y
muretes de piedra sobre las que se construían las casas de sus
pobladores, con barro y elementos vegetales. La segunda es la del
Cerro de los Castillejos, separado del otro por una garganta, con un
complejo arqueológico con elementos romanos y de la Edad del Cobre.
En las peñas de los Gitanos pueden observarse, además, bosquetes de
encinas y quejigos, matorral mediterráneo, zonas de dehesa, cuevas y
roquedos… Hay un espectacular circo rocoso, con paredes pobladas de
encinas y matorral donde la vegetación se hace la dueña del paisaje,
con gran cantidad de especies, entre las que se encuentran plantas
escasas y difíciles de ver, como las hierbas piojeras, cargadas de
florecillas de un azul intenso. El refugio de las rocas y la gran
cantidad de vegetación favorece la presencia de rapaces, de bandos de 326
golondrinas, aviones roqueros, y palomas bravías. Es también hábitat
de zorros, ginetas, gatos monteses, tejones, garduñas y comadrejas.
Los buitres sobrevuelan las peñas porque encuentran restos de ganado y
cadáveres de pequeños animales.” (I)
“La Peña de los Gitanos fue un lugar ideal para el hombre del
Neolítico y de una interesante belleza para el actual. El paisaje es
diferente al del resto del entorno: tajos de rocas calcáreas, terrazas
y barrancadas, poblados de encinas, monte bajo y abundante vegetación
entre los que se esconden poblados y dólmenes muy antiguos.” (III)
Contexto y valoración:
328
“Los cronistas nos hablan de que las siete villas de los montes
sustentaban de pan a Granada, y no sólo de pan amasado, sino tocinos,
garbanzos y caza, e incluso vinos… Hoy día se cultiva el cereal y, por
años, el girasol, y donde los suelos son mezquinos queda el matorral y
el páramo, además, en los fondos de valle hay mangas de huertas y
olivar regados por acequias…” (V)
“Las alquerías dispersas por los montes son entidades rurales, exentas
de fortificación, ocupadas mayoritariamente por moriscos, con
agrupación de casas por núcleos, como viejo recuerdo de la
implantación del clan familiar… Cada alquería poseía sus propios
hornos para amasar pan, molinos harineros, corrales de ganado, eras…
Más importantes eran las cortijadas, que solían situarse próximas a
los cursos de agua y en las encrucijadas de los caminos. La iglesia
para los bautismos y la casa solariega del señor eran sus signos 330
externos… Además, en un territorio de tan grandes extensiones vacías,
con aislamientos producidos por la difícil orografía y comunicaciones
precarias, la venta instalada junto a los caminos jugaba un papel
importante.” (VII)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La visita de estos lugares, por pequeño talante urbano que tengan,
supone la recuperación ipso facto de una frontera perdida hace siglos
como cinturón defensivo de Granada…
Es un paisaje custodiado por torres vigías y animado por cortijos
dueños y señores del sosiego rural… los escritores clásicos hablan de
fragosas cumbres coronadas de torres atalayas musulmanas y tantos
cortijos como bandadas de torcaces…” (III)
“Cada villa tenía dos o más recintos amurallados con pocas puertas el
primero sería el comúnmente denominado castillo y el segundo definiría
el espacio destinado a las viviendas, con un lienzo de muralla
exterior… En sus arrabales, casas apiñadas, calles estrechas, sin
salida a veces, callejuelas tortuosas, auténticos laberintos que se
adaptan a las curvas de nivel o rompen la pendiente…” (VII)
“Desde las atalayas nazaríes, tan frecuentes en las cimas de los
cerros de los Montes Occidentales y Orientales, se avisaba de
cualquier incursión o ataque del enemigo a la torre más próxima. Los
vigilantes hacían la ahumada en la chimenea, quemando el esparto
húmedo (si era de día), o encendiendo un gran fuego en la terraza (si
era de noche). Y así, de torre a torre, hasta alertar a la alcazaba
más próxima, que tocaba a rebato formando a la tropa en el patio de
armas, a la espera del jinete que había partido desde la atalaya
fronteriza para dar noticias concretas. Si la guarnición de la
fortaleza era suficiente para atajar el peligro, allí finalizaba el
sistema de señales y de alertas; en cambio, si el ataque o incursión
enemiga era de mayor envergadura, continuaban las señales entre torres
y alcazabas, y la galopada de relevos de los mensajeros hasta llegar a
la capital, a Granada, que era alertada por las señales de su torre
vigía más próxima.” (VIII)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“El castillo de Montefrío ocupó un cerro elevado y amesetado, de fácil
defensa y con un gran control estratégico, situado entre arroyos.
Tendría dos claros recintos, el superior donde se situaría la alcazaba
y el inferior, ocupado por la villa. Y una muralla de cierre
construida en mampostería con un total de 6 torres de planta
semicircular y una de planta cuadrada. Cerca de las murallas hubo un
almacén o pósito que en caso de cabalgada cristiana serviría de
refugio de hombres, ganados, cereal y demás bienes. Y, en la zona de
las Erillas, el espacio dedicado a la trilla de las mieses.
Una vez que Montefrío fue conquistado y pacificado, se iniciaría una
gran expansión por la cara oriental del cerro, surgiendo los tres
barrios más antiguos. La antigua mezquita sería el lugar donde ahora
se levanta la iglesia de Diego de Siloé. Surgen las primeras casas
nobiliarias o solariegas que conviven con otras más sencillas y con
chozas de retamas. Se levantan edificios públicos -como el antiguo
Hospital, la Casa de Oficios o la ermita-, y las «tenerías» se llevan
al Sur del Arrabal, por el nivel de ruido e insalubridad derivado del
trabajo del curtido, tinte y trabajo de la piel. A mediados del siglo
XVII la parte alta de la villa se ha abandonado y se dedica a
cementerio. Proliferan en la parte llana, las casas solariegas y de la
nobleza montefrieña, que aún conservan los escudos heráldicos que
prueban su condición”. (I)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Estos lugares son muy fríos y están muy altos…Las terreras de arcilla
se elevan a uno y otro lado de sus ríos y ramblas, y hacen barrancoso
a este país…El Cerro del Mencal ofrece panorámicas en las cuatro
direcciones. Estuvo pobladísimo de encinas y ahora lo está de esparto.
En él abundan los conejos y perdices.” (I)
“El Cerro del Mencal domina visualmente el centro norte de los Montes
Orientales. Es una de sus elevaciones más características y en sus
faldas se asienta el pueblo de Pedro Martínez. Las vistas de la Hoya
de Guadix y Sierra Nevada son impresionantes.
En la zona conocida como La Meseta y que cae sobre el valle que
describe en su curso el río Fardes afloran los dólmenes de esta
localidad. A más de 1.400 metros sobre el nivel del mar, la
Prehistoria se asoman a un paisaje dominado por el vuelo de los
buitres o las águilas reales. Aquí se asentaron las primeras
civilizaciones en la Península Ibérica. Hay una vasta necrópolis,
compuesta por numerosos dólmenes. Sus piedras hablan de la primera
presencia humana de la que se tiene conocimiento en estas tierras. Hoy
día atrae a jóvenes a los que les gusta la aventura del viento, para
practicar vuelo con motor, parapente…” (III)
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
El paisaje agrario de los Montes Orientales granadinos se
caracteriza desde el siglo XVII, como se observa en los textos
seleccionados, por el predominio del monocultivo de cereales.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“(Benalúa de las Villas) En sus calles las viviendas, que se han ido
construyendo cada una al gusto de su propietario, no conforman una
imagen muy homogénea, pero paseándolas se siente la tranquilidad de
este pequeño rincón de la comarca de los Montes Orientales, el
silencio de los campos que lo rodean lo llena casi todo y ese ajetreo
al que se acaba acostumbrando la gente en las grandes ciudades, es
aquí casi inexistente. Los vecinos que barren el tranco de la puerta o
disfrutan de un paseo durante la mañana, son amables. El comercio no
es muy abundante y aún se pueden ver algunas de esas pequeñas tiendas
en las que se encuentra casi de todo, en las que los clientes paran no
sólo a comprar, sino también a saludar al propietario, ese que tiene 347
su vivienda encima y cuyos hijos se han criado subiendo y bajando la
escalera, de la tienda a la casa y de la casa a la tienda. En verano,
la época de fiestas, casi todos los que se han ido trasladando a otras
localidades vuelven a su pueblo para disfrutar.” (IV)
“¡Con qué facilidad se ven los pueblos de los Montes! ¡Y qué claros se
divisan, a lo lejos, desde cualquier parte! Asentados en espacios
abiertos –a excepción de Huélago, que se esconde en la cañada–,
ofrecen disfrutar, en la distancia, la blancura de sus casas.
Son pueblos de estructura castellana, con amplio espacio para calles y
plazas, y con casas sencillas provistas de corral. Pueblos que se van
modernizando, pero que conservan gran parte de las características
incontaminadas del pasado, que conservan iglesias antiguas y casas de
rancio abolengo, y que tienen rincones agradables en donde las gentes
hablan sin prisas. Pueblos en donde los vecinos se sientan al fresco,
en la calle, durante las noches de verano, para charlar y reír. Y sin
embargo, estos pueblos están vacíos en invierno porque no hay trabajo
en la zona, y esperan, ansiosos, que llegue el verano para que, como
las golondrinas, vuelvan los hijos del pueblo en busca de la
tranquilidad y la paz.” (VI)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“(Torre Cardela) La devoción y una cantera cercana han hecho que, pese
a la modestia de la población, tenga un cementerio lujoso…las lápidas
son de mármol y se adornan con impresionantes imágenes escultóricas o
ricos y labrados panteones y jardineras.” (V)
352
VII - ALPUJARRAS Y VALLE DE LECRÍN.
353
Referente territorial: Alpujarras y Valle de Lecrín.
MEDINA, TICO. España por el talle, pp. 112, Madrid: Editorial Azur,
1972 (VIII)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Allá arriba, donde un perpetuo frío achica los robles, las encinas y
los castaños, se crían el liquen de Spitzberg, la sabina de Noruega,
el quebrantapiedras de Groenlandia y los sauces herbáceos de Laponia.
Más abajo, donde los castaños y encinas se agrandan, aparecen los
cerezos y manzanos silvestres... se produce la salvia, una manzanilla
especial, la mejorana...y otras plantas aromáticas y alpinas…” Luego
siguen los morales, los fresnos y las higueras; después los olivos,
las vides y los granados; a continuación los naranjos y limoneros… Y,
por último, la africana pita, la higuera chumba, el plátano de América
y la palmera de los desiertos de Arabia. Añadid a esto, en ordenada
progresión, todos los demás frutales, flores, semillas y cereales de
las tres zonas en que se divide la tierra.” (V)
Contexto y valoración:
Contexto y valoración:
360
TEXTOS SELECCIONADOS:
361
“Tierra estéril y áspera de suyo, donde hay vegas; que con la
industria de los moriscos es tratable y cultivada, abundante de
frutos, cría de seda y ganados… Montaña buena para ganados, caza y
pesca, aunque en algunas partes falte agua.” (I)
Contexto y valoración:
366
Referente territorial: Alpujarras y Valle de Lecrín.
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
MEDINA, TICO. España por el talle, pp. 112, Madrid: Editorial Azur,
1972 (IV)
TEXTOS SELECCIONADOS:
“El pueblo está tendido a nuestros pies. Los niños juegan en los
techos de pizarra y de barro. Un bosque de redondas chimeneas.
Calabazas puestas a secar. El latero grita abajo. Brilla su lata como
plata. Mugen las vacas. Se oye el latir del pueblo. Castañas puestas a
secar.” (IV)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La Contraviesa tiene dos caras. Las laderas de su cara norte forman
barrancos y ramblas que van a morir al valle del río Guadalfeo. En
cambio, por su cara sur, las laderas de la solana, con sus barrancos y
ramblas, se sumergen suavemente en el mar de Alborán…
Su relieve está muy desgastado, tanto por sus fuertes pendientes como
por ser un suelo poco firme y fácil de remover, propenso a los
desprendimientos, si no posee cubierta vegetal…
Su clima, en general soleado y cálido, pero tiene fuertes contrastes
pues puede nevar en las umbrías y originarse gotas frías otoñales que
dan lugar a lluvias torrenciales que arrastran miles de toneladas de
suelo al mar…” (VII)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“(Haza del Lino) Fue durante décadas fue el cruce de caminos para los
vecinos de las poblaciones cercanas y, además, es el lugar donde se
encuentra el alcornocal más alto del planeta, con su cota más baja en
1.280 metros sobre el nivel del mar, y el que se encuentra más al este
de la península Ibérica y de Europa.
Los habitantes lo consideran como una referencia clara del paisaje de
su tierra. Se enorgullecen al decir que desde este paraje se contempla
el Mediterráneo, y en los días claros se ven las costas y montes de
África.
En la zona más alta, la vegetación es achaparrada por estar expuesta a
las inclemencias meteorológicas, pero muy rica en plantas aromáticas
como romeros, tomillos, te, manzanillas, lavandas y jaras de
diferentes tipos. En el monte bajo del alcornocal, plagado de matorral
mediterráneo, están omnipresentes los jabalíes. Se aprecian los huecos
que usan como bañeras, y como dejan los árboles manchados de barro
tras restregarse en ellos para desparasitarse. Destaca la presencia
del gran castaño del Haza del Lino. Un castaño centenario, de más de
300 años, que tiene un tronco que necesita de siete personas dándose
la mano para poder rodearlo.” (III)
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Las intensas lluvias de un largo y frío invierno han dado paso a días
radiantes en los que el sol reaparece de nuevo para calentar la tierra
humedecida y despertar la vegetación aletargada. Somos testigos de un
espectáculo único pero poco conocido, anual y efímero, sencillo y
maravilloso: la floración de los almendros.
Miles de almendros vuelven a vestirse de blanco. La flor del almendro
cubre la tierra de un manto blanco y de un olor suave y la convierte
en un festival de colores. Se da la impresionante estampa de ver la
Contraviesa y Sierra Nevada igual de blancas, la primera por su manto
invernal y la segunda por la blancura de las flores de los almendros.
El campo ofrece un espectáculo de sábana blanca a finales del mes de
febrero que alcanza cotas en torno a los 1.000 metros, si bien el
estallido de flores abiertas depende mucho de la exposición al sol, de
si la loma está en umbría o en solana… El color y la cantidad va
subiendo gradualmente desde las localidades costeras y se va
extendiendo, por las cotas más altas. Es un estallido de color, con
tonos blancos, grises o rosáceos ¡Pero cuidado, en apenas unos días, a
finales de febrero, el blanco y rosa de la flor ya habrán dado paso al
verde de la hoja!” (IX)
“Varias figuras aparecen agachadas sobre el terreno tan pendiente y
pedregoso. Con ropa de faena, gorra o sombrero, navaja o tijera en 385
mano y cubos de plástico. Se afanan un año más en recoger la uva de su
parcela. Con un rápido movimiento de manos sostienen el racimo y de un
tajo certero lo arrancan de los sarmientos. Como cuantas más manos
haya mejor, los propietarios de las fincas vecinas colaboran en la
vendimia. Poco a poco se van llenado los cubos y luego las cajas que
darán, una vez prensadas, un buen y natural vino ecológico, muchas
veces para consumo familiar. Se sigue vendimiando con el Mediterráneo
de frente y se usan todavía mulos que sacan la uva hasta la carretera
o pista más cercana. Cuando regresan los últimos vendimiadores, rugen
las prensas hidráulicas en los lagares y el trasiego de vinos y
toneles llenan de vida los pueblos.” (X)
Contexto y valoración:
Del periodo árabe se conocen pocos datos sobre el paisaje
agrario, cuando la Sierra de la Contraviesa formaba la comarca
administrativa de la Taha Castillo del Viñedo.
A partir del siglo XVI y hasta finales del siglo XIX, el paisaje
agrario predominante fue el cultivo del viñedo. Como indica el texto
XI, a raíz de la plaga de la filoxera su predominancia en el paisaje
bajó drásticamente: “su presencia bajó de casi las dos terceras partes
a menos de la cuarta parte de los términos municipales”. El
diccionario de Pascual Madoz -1845-1850- nos informa en el texto III
de que “Las faldas norte, sur y suroeste están plantadas de viñas que
producen muchísimo, y para consumir parte del vino, que es de buena
calidad, hay muchas fábricas de aguardiente…”. Las vides de la
Contraviesa se aprovechaban entonces para todo: uvas de mesa, pasas,
vinos y aguardientes. Esta comarca, junto a los montes y la Axarquía
malagueña, era una de las principales productoras y exportadoras de
vinos del Mediterráneo en los siglos XVIII y XIX.
388
Referente territorial: Alpujarras y Valle de Lecrín.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“La hoya está a menor altitud y protegida en todos sus lados por las
montañas y cercana al mar. Es éste un paraje idílico, con una suavidad
desconocida del aire, perfumado de azahar… Todo el paisaje tiene una
gran diversidad interna, al estar lleno de barrancos, rellanos y
recuestos muy variados en altitud y orientación…” (VII)
Contexto y valoración:
Entre los siglos XVI al XVIII los aspectos más valorados del
Valle como paisaje, según mencionan los textos I y II, son su bondad
climática, su abundancia de aguas y su fertilidad agraria.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“Los frutos que este valle produce son: Trigo, maíz, alguna cebada y
habas, algunos garbanzos y los pueblos que tienen contigüidad a Sierra
Nevada y labor en ella, recogen centeno. También en estos pueblos se
cría seda, bien que aunque en otros tiempos era la seda un fruto de
mucha consideración en el valle, en el día no lo es porque van 394
quedando pocos morales, porque los aires y transcurso de los tiempos
los destruyen.
En este valle el fruto más abundante es el aceite, produce mucho y de
excelente gusto y sin disputa el más singular de toda Andalucía.
Aunque produce muchas uvas, éstas sólo se destinan para comer, por lo
que aunque todos los pueblos tienen algún vino, en los más es muy
poco. También produce higos, albaricoques, duraznos, melocotones y
demás frutas.” (III)
Contexto y valoración:
Para los siglos XIV y XV, o paisaje agrario del Valle de Lecrín
nazarí, sólo se dispone de información indirecta o historiográfica.
Durante el siglo XVI, una vez que se conquista este territorio
por las tropas castellanas a finales del siglo XV, se dispone de los
de los libros de apeo y repartimientos de suertes de diferentes
poblaciones. A partir del realizado para Nigüelas, el texto I nos
presenta como sería el paisaje agrario del Valle de Lecrín al comienzo
de la Edad Moderna. Sus rasgos más sobresalientes fueron los
siguientes:
398
Referente territorial: Sierra Nevada.
I.- AL-ZUHRI, MUHAMMAD BEN ABI BAKÚ (Siglo XII). Viaje a España, 1137.
Citada en M. P. Torres Palomo, Sierra Nevada en los escritores árabes.
Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos (Granada), vol. XVI-XVII,
1967-1968.
VII.- PONZ, ANTONIO (1725-1792). Relación del viaje que desde Granada
hizo á Sierra Nevada D. Antonio Ponz á influxo del Excmo. Sr. Marqués
de la Ensenada, (1754). Mensajero económico y erudito de Granada.
Granada, 1754.
TEXTOS SELECCIONADOS:
IV. “(…) los pastores buscan con interés en los pastizales de Sulayr
creyendo que hay hierbas que poseen virtudes medicinales.”
V. “(…) Está a cinco leguas de Granada, y parece que está sobre sus
casas, tanta es su altura; y lo nevado se extiende ocho leguas, desde
el puerto de la Ragua en el Marquesado del Cenete, hasta Órgiva.” “(…)
Y no podía faltarle el agua en ella, si ha conservado la primera nieve
que le envió el cielo después del Diluvio.”
VII. “(…) Dejado este sitio (se refiere al picacho del Veleta)
pasamos a registrar el propincuo llamado corral del Veleta, nombre
ajustado a sus proporciones, por ser una profundidad ancha y cerrada
de tajos muy peinados sin entrada por parte alguna, cajón ambicioso de
nieve, que se cree guarda la primera que cayó después del Diluvio,
reducida a piedra, pues estando abierto hacia el Norte, aquí es hielo
lo que es nieve en otros lugares; y nunca se derrite más que la
superficie, que es lo que el Sol le descubre.”
Contexto y valoración:
401
Referente territorial: Sierra Nevada.
TEXTOS SELECCIONADOS:
I. “(…) Noto de paso que todas las altas cumbres de Sierra Nevada
están peladas no porque deje de caer en ellas la nieve, sino porque la
arrojan de ellas los vientos fuertes a que están expuestas, así muy
cerca de ellas, como a 100 varas o menos más abajo (así se observa en
el Mulhacén y Veleta) ya se hallan grandísimos ventisqueros
perpetuos.” “(…) Así el verdadero límite de nieves perpetuas o
permanentes en el Norte de la Sierra Nevada será aproximadamente a
2.800 varas sobre el nivel del mar…” “(…) A diferencia de Los Alpes,
la nieve aparece en forma de manchas o montones acumulados en los
bajos fondos y pliegues del terreno…” “(…) desde finales de septiembre
toda la región se cubre de una nieve nueva, que sólo desaparecerá en
el mes de junio, y que la cubre parcialmente durante ocho meses.”
II. “(…) Los bordes de los cúmulos de nieve acumulados en los bajos
fondos, estaban cubiertos con las rosetas apretadas del Plantago
nivalis que florece en seguida que la tierra se queda al descubierto…”
“(…) Encontré pronto las primeras matas desmedradas de una planta que
bajo el nombre de Manzanilla real tiene en todo el país una gran
reputación gracias a sus virtudes medicinales; ya la había visto seca
en Granada, a donde llevan grandes cantidades en verano.” “(…) Había
llegado al lugar que llaman Borreguiles: son unos pastos situados
inmediatamente al pie de los desmoronamientos esquistosos de las
cimas; separados por unos corrimientos de terreno, toman el nombre del
valle del cual forman la parte superior, tenemos así el Borreguil de
San Jerónimo, el de Dílar, el de San Juan. La mayoría encierran lagos
alpinos muy pequeños cuyas aguas se escapan por encima de las rocas en
mil cascadas.” “(…) estos prados húmedos estaban blanqueados por las
flores de Ranunculus angustifolius y acetoselloefolius, el Pinguicula
leptoceras crecía también con profusión. Aunque una hierba corta
apenas había empezado a desarrollarse, los rebaños de cabras se habían
apoderado de estos lugares…” “(…) Lo primero que llama la atención al
llegar al Veleta y al aproximarse con precaución a su borde
septentrional, es un circo de casi 2.000 pies de profundidad que se
abre al noreste: sus paredes están casi siempre cortadas en vertical y
en el fondo se percibe un pequeño glaciar muy inclinado: es el lugar
llamado Corral del Veleta.” “(…) El glaciar tiene una pendiente muy 403
inclinada, su altura perpendicular sólo tiene 200 a 300 pies, su ancho
más o menos 600 pasos y está atravesado por numerosas grietas
transversales de apenas unas pulgadas de ancho.” “(…) el único en toda
la Sierra y el más meridional de Europa; debe su formación a su
posición, en el fondo de un circo abrigado y dominado en todas partes
por las altas cumbres donde las tormentas barren la nieve en invierno.
Su altura media es de 9.000 pies y presenta en miniatura todos los
caracteres de los glaciares alpinos, hendiduras, hielo impuro,
morrenas fangosas en su base y sus laterales, por fin, riachuelos de
aguas turbias que se escapan en su extremidad por varias cavernas
excavadas en el hielo.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
III. “Dejamos aquí los caballos, e hicimos el resto del camino a pie;
las cuestas del lado oeste descienden suavemente, pero, aun así, es un
paseo agotador. Hay una gran cantidad de enormes bloques de roca de
esquisto micoso, tirados por todas partes, encima unos de otros, que a
veces al pisar parecen muy inseguros. Aunque a una cierta distancia
tengan una apariencia desoladora y triste, las intersecciones de estas
rocas están llenas de flores de alegres colores, floreciendo en la
soledad alpina lejos de la zona en donde hay una vegetación más
llamativa. El liquen anaranjado imparte su brillante tono sobre las
oscuras piedras, mientras que entre ellas crecen gruesas matas de
margaritas de un rosa vivo (Erigeron frigidum) y manojos de la de
bella linaria (Linaria glaciale) se apiñan en todas las grietas.
Pequeñas y bajas, como todas las plantas que florecen en una región
tan elevada, buscan el cobijo de las rocas protectoras y apenas
esperan la desaparición de la nieve para mostrar sus flores…”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
Contexto y valoración:
El Diccionario Madoz (año 1845) resume los conocimientos del
paisaje de Sierra Nevada a mediados del siglo XIX. Su imagen global
coincide en la mayoría de los aspectos con la ya mencionada en los
autores árabes y durante el siglo XVIII: extraordinaria elevación,
fuertes pendientes, abundancia de nieves e hielos, etc. Como principal
novedad aporta su condición de privilegiado mirado u observatorio del
paisaje de los contornos, tanto del interior de Andalucía como del Mar
Mediterráneo.
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Referente territorial: Sierra Nevada.
TEXTOS SELECCIONADOS:
IV. “(…) ¡allí, todo qué grande! / ¡aquí, todo pequeño…! / quién
pudiera gozoso / en alas de los vientos, / posarse en las alturas / de
tus enormes témpanos, / vivir la dulce vida / de los copos ligeros, /
dorando en los cristales / de su trama de hielo; / y allí, lejos del
mundo, / morir en el misterio / sin otro amor que Dios, / sin otra
idea que el cielo.”
Contexto y valoración:
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Los autores incluidos en esta ficha pertenecen todos ellos a la
corriente del modernismo literario, que, a finales del siglo XIX y
principios del XX, tuvo gran influencia en la literatura en
castellano, tanto española como americana. Su relevancia respecto a
Sierra Nevada estriba en el hecho de que la consolidan como motivo
poético, a través de un lenguaje que busca transmitir tanto la
experiencia sensorial como los significados simbólicos que estos
autores atribuyen a la experiencia de recorrer las cumbres del macizo.
TEXTOS SELECCIONADOS:
“(…) el mar se ilumina con una luz verde muy clara, que se
diluye en vapores blanquecinos. Las costas de África se recortan en
las lejanías del horizonte. Las de España, desde Gibraltar hasta
Alicante, se distinguen internándose en el agua, y dibujando sobre
ella la silueta de montañas, promontorios y ensenadas. Poco a poco el
mar va cambiando de colores…” “(…) la mancha celeste se tiñe de vivo
color áureo con matices de zafiro; de la superficie brillante brotan
relámpagos rosados que doran la bruma del cielo; el Mediterráneo
parece encendido y agitado por un volcán de fuego; y de pronto, en
medio de aquella majestad imponente y silenciosa, el sol asoma su
cabeza, y la va sacando lentamente…” “(…) A los pocos minutos la
sombra puntiaguda del Veleta proyecta su enorme cono sobre los montes
y estribaciones que lo sustentan. La silueta de los altos picos se
destaca sobre el azul del firmamento; las rocas micáceas parecen
sembradas de brillantes que reflejan en sus múltiples facetas los
rayos luminosos…”
“(…) Abajo, los álamos, las moreras y los frutales; más arriba, 417
los trigos y centenos en abancalados inverosímiles de desigual
escalinata; luego los bosques oscuros de castaños; más arriba todavía
alguna pradera esmeralda entre estériles laderas; después, páramos y
ráfagas de tierra negra y, al fin, intensas manchas de nieve…” “(…)
añadid a todo esto la animación que prestan multitud de arroyuelos
deshaciéndose entre los peñascos, y acequias como ríos de plata, que
saltan desde tremendas alturas al lecho del barranco.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
II. “(…) Cima y sierra, nevada cumbre, altura; / por vecina del
cielo, casi hermana / de águila y nube. Cerca y tan lejana, / de verde
valle trazas fiel cintura. / Alucinante río de blancura / al sol
hiriendo, audaz, en la montaña; / eres, rendida en el ocaso, humana /
carne, donde el color se transfigura. / Nieve y pasión. Quebrada
melodía, / levantas tu presencia misteriosa / cuando la luna azul te
desafía. / La noche se te rinde, traspasada / de tu esplendor, y deja
ya gozosa / tu frente por estrellas coronada.”
III. “(…) Oh, mínima para los ojos que te contemplan; / dulce para
los labios que te piensan. / Tan próxima si lejana, / con eterna
distancia de deseo. / De una verde llanura no extinguida / sube tu
corazón; / hacia qué tramo último, preguntan. / Y te yergues con signo
de ciprés, / con altura de álamo.”
Contexto y valoración:
A partir de principios del siglo XX se va consolidando un nuevo
clima cultural en la ciudad de Granada, en el que emerge una marcada
preocupación por la identidad propia de la ciudad. Los autores locales
van cobrando un protagonismo creciente y la sensibilidad paisajística
que se desarrolla desde entonces es muy diferente a la desplegada en
las visiones orientalizantes de la ciudad y de la Alhambra. Estos
escritores centran su atención en la ciudad, en tanto que constituye
su marco vital cotidiano, y se esfuerzan en evocar la experiencia que
les proporciona, con todos sus matices. Es pues una aproximación
basada en un largo contacto con el paisaje evocado.
IX.- ABAD LIÑÁN, JOSÉ MANUEL (?). Vistas al cambio global desde Sierra
Nevada, (2012). Diario El País. 5 de marzo de 2012.
TEXTOS SELECCIONADOS:
VI. “(…) Sierra Nevada es la última gran muralla natural del sur de
Europa. Se alza majestuosa trazando una línea agreste con mirada al
mar desde 1.000 a 3.481 metros de altitud, en los que se esconden los
más variados paisajes, cada uno de ellos propio del piso bioclimático
en el que se encuentra. Desde Güéjar Sierra hasta Capileira,
recorriendo la integral de la sierra, se pasa de una zona
eminentemente mediterránea, de verdor y agua, (junto al curso del
Genil) a espacios marcados por los efectos del viento y las heladas.
Al ascender a los 2.500 metros, la sierra cambia, la vegetación se
hace alpina, pequeña, rastrera, almohadillada, escondida entre las
lajas de pizarra, pequeñas lagunas y cortados dan paso al punto más
alto de la vertiente norte, y al paisaje de la tundra, a 3.000 metros
de altitud y a las altas cumbres. La vista se pierde sobre un paisaje
de montañas suaves, erosionadas. Las lagunas de Río Seco, Aguas
Verdes, la Caldera, borreguiles cargados de verdor en verano y
toneladas de nieve en invierno. Desde allí se puede bajar al mar.
Nuevamente los paisajes se marcan por la altitud y los efectos de las
temperaturas.”
Contexto y valoración:
TEXTOS SELECCIONADOS:
IV. “(…) Los parajes que en estas dos montañas, Mulhacén y Veleta, y
en sus inmediaciones, se hallan cubiertos de perpetuas y endurecidas
nieves, cuyas capas o estratificaciones se pueden contar fácilmente en
muchas de sus quebradas, se llaman en el país corrales: el más
considerable de todos ellos es el nombrado de Veleta, el cual por su
situación entre el pico de su nombre y el del Mulhacén presenta la
figura de un gran circo…”
IX. “(…) Antes de que la noche se echara encima preparamos nuestro 429
‘dormitorio’ en la cumbre del Mulhacén. Existen allí los muros de las
viviendas construidas por el general Ibáñez, para sus ayudantes, y
para los soldados que colaboraron en los trabajos geodésicos llevados
a cabo, con brillante éxito, durante el verano de 1879.” “(…) El
solemne silencio del sitio y de la hora, no anunciada como aquí por
‘las arpadas lenguas de los pequeños y pintados pajarillos’, daba
cierta unción religiosa al nacimiento del día.” “(…) asomó a través de
las aguas del Mediterráneo, (ahora sí era el Mediterráneo) como luna
llena de ignición y a poco, dando saltitos, nos envió sus primeros
rayos, que proyectaron la enorme sombra del Veleta en el todavía
oscuro hemisferio occidental.” “(…) al Mulhacén se lo distingue a una
distancia de ochenta leguas; domina un horizonte de doscientos mil
kilómetros cuadrados; se lo ve desde la Mancha; se alcanza desde el
interior de Marruecos y desde las montañas argelinas… ¡y no se lo
conoce desde la base de su asiento!”
Contexto y valoración:
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