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Avodah Pesaj 2015 Papel
Avodah Pesaj 2015 Papel
Avodah Pesaj 2015 Papel
Servicio de Pascua
Avodáh de Pésaj
Edición Yahwista
Con Cánticos Especiales
Con Hebreo Transliterado
Escuela Hebraica
Tradición: En la tradición sefardí se beben cuatro copas pero sólo se pronuncia la bendición sobre la
primera y la última. Esto se basa en el hecho de que en la Pascua antigua se bebían solamente dos
copas; luego los rabinos añadieron dos más para representar las cuatro promesas del Eterno a su
pueblo.
La primera copa: Es tradición general vaciar un poco de la primera copa, la Copa de las Plagas, antes
de beberla, como símbolo de que se renuncia a un gozo pleno en deferencia a los muertos que costó
nuestra liberación. Pero no debe vaciarse la copa completamente, porque entonces beberíamos sólo una
copa. La segunda copa se bebe al final del servicio.
Preparamos también nuestro corazón para el Servicio de Pésaj, el Orden del Servicio. La enseñanza
tradicional dice que en cada generación debemos considerarnos como si hubiésemos sido liberados
personalmente de Egipto. Al prepararnos para esta experiencia personal de redención, apartamos de
nosotros la levadura de pecado y error que haya en nuestro corazón.
El Pésaj es una historia que se ha narrado por miles de años. Es una historia de transiciones milagrosas:
de la esclavitud a la libertad, de la desesperación a la esperanza, de las tinieblas a la luz. Su grandeza es
la grandeza del Omnipotente. Su perpetuidad surge de la eterna verdad del compromiso de Yahwéh con
su pueblo. Como cuidó el Todopoderoso a los hijos de Israel en tiempos antiguos, así cuida de nosotros
hoy.
Sobre la mesa está el plato del Servicio, que contiene los artículos ceremoniales del Pésaj. Hay pan sin
levadura, hierbas amargas, una mezcla dulce, rábano (o apio, o perejil). Cosas curiosas pero todas son
parte de la narración. (Hoy día algunos sefarditas comen cordero en Pésaj, otros no. Nosotros no lo
hacemos. No incluimos aquí tampoco el tradicional huevo y el hueso por ser símbolos objetables).
Dejemos que todos nuestros sentidos participen plenamente, apreciando la vista y los aromas, probando
cada ingrediente, escuchando cada palabra. Veamos, escuchemos, y sintamos la verdad del amor de
nuestro Padre Yahwéh.
Todos:
Cuando Israel a Egipto llegó (Dales libertad)
El Faraón lo esclavizó. (Dales libertad)
CORO:
Baja, Moisés, a Egipto baja ya
Dile al Faraón: (Dales libertad)
Oficiante
Al encender las luces de la festividad, rogamos que la iluminación del espíritu de Yahwéh produzca un
gran significado personal de esta celebración nuestra del Pésaj.
Oficiante
Al encenderse la menoráh por las manos de una mujer, la luz de la Fiesta de la Libertad, recordamos
que nuestro Libertador Yahoshúa, la Luz del Mundo, vino al mundo como la simiente prometida de una
mujer según Génesis 3:15.
Oficiante
Al decirle Yahwéh las siguientes palabras de aliento a Moshé, le reveló a su siervo el plan por el cual
redimiría a los hijos de Israel:
Todos
Los libraré de las labores de los egipcios...
Los libertaré de su servidumbre...
Los redimiré con brazo extendido...
Los tomaré para que sean mi pueblo.
Oficiante
En el Pésaj, celebramos las promesas de redención y comunión bebiendo de nuestras copas dos veces.
Con cada copa recordamos las obras maravillosas que nuestro Padre Yahwéh ha hecho por nosotros.
(Se llena la primera copa, pero no se bebe ahora)
_______________________
(Algunos grupos mesiánicos hacen aquí una ceremonia de lavamiento de pies. Nosotros entendemos
que el Maestro no instituyó aquí una ceremonia nueva sino que se refería a que se lavaran los pies en
servicio mutuo, en cualquier ocasión. Algunos hacen aquí una ceremonia de lavamiento de manos.
Nosotros nos lavamos las manos antes de sentarnos a la mesa).
Oficiante
(Levantando el apío o el perejil)
El Pésaj es una festividad que ocurre en la primavera, cuando la tierra reverdece con vida. Este vegetal,
llamado en hebreo Karpás, representa la vida, creada y sostenida por el Todopoderoso.
Todos
BARÚKH YAHWÉH ELOHÉNU, MÉLEKH HA’OLÁM, BORÉ PERÍ HA’ADAMÁH.
Bendito es Yahwéh nuestro Poderoso, el Rey del universo que crea el fruto de la tierra.
(Un niño, o la persona más joven a la mesa, se levanta para hacer las cuatro preguntas)
¡Qué diferente es esta noche de todas las demás noches!
Todas las demás noches comemos pan ó
matsáh. Esta noche, ¿por qué comemos solamente matsáh?
Todas las demás noches comemos toda clase de vegetales. Esta noche, ¿por qué comemos solamente
hierbas amargas?
Todas las demás noches no mojamos los vegetales ni una vez. Esta noche, ¿por qué los mojamos dos
veces?
Todas las demás noches comemos sentados o reclinados. Esta noche, ¿por qué comemos solamente
reclinados?
Todos
Escudriñemos nuestros caminos, y volvamos a Yahweh;
levantemos nuestras manos al Creador.
Levantemos nuestras manos al Rey de los cielos,
y volvamos a Yahweh nuestro Rey.
Por la bondad de Yahweh no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus bondades,
Nuevas son cada mañana, nuevas son cada mañana;
y por siempre es su fidelidad.
Oficiante
Es a la vez un deber y un privilegio contestar las cuatro preguntas del Pésaj y recitar las maravillas de
nuestro Padre Todopoderoso.
La Matsáh
Todas las demás noches comemos pan leudado, pero en el Pésaj sólo comemos Matsáh, pan ácimo.
Cuando los hijos de Israel salían de Egipto, no tuvieron tiempo para dejar fermentar su masa para pan.
Más bien, el cálido sol del desierto hizo que la masa del pan se cociera plana. Pero aún más que eso, la
Escritura nos enseña que la levadura simboliza el pecado y la enseñanza falsa.
Todos
«Acaso no saben que un poco de levadura leuda toda la masa? Límpiense de la vieja levadura, para
quesean una masa nueva, sin levadura, como en realidad lo son. El Mesías, nuestro Cordero Pascual,
ya fuesacrificado.» (1Corintios 5:6).
Oficiante
Durante esta Fiesta del Pésaj, rompamos nuestros viejos hábitos de pecado y egoísmo, abandonemos
las enseñanzas falsas, y comencemos una vida nueva y santa ante el Todopoderoso.
Oficiante
(Levantando el plato con la Matsáh)
Este es el pan de aflicción, el pan pobre que comieron nuestros padres en la tierra de Egipto. Que todo
el que tenga hambre venga y coma. Que todo el que esté en necesidad participe de la esperanza del
Pésaj.
(El Oficiante toma la Matsáh, la muestra y dice:)
Miren esta Matsáh, y vean cómo ha sido traspasada.
Oficiante
«Pero llenaré a la Casa de David, y a los habitantes de Yerushaláyim de un espíritu de piedad y
oración; y mirarán a Aquel a Quien traspasaron, y llorarán por él como el que llora por su
primogénito.» (Zacariah 12:10).
Así como se quiebra el pan de la aflicción, así el Mesías fue afligido y quebrantado. Una mitad de esta
Matsáh se llama ahora el Afikomén (el postre). Se envuelve en un paño blanco, tal como se envolvió el
cuerpo del Mesías para su sepultura.
La costumbre de esconder el Afikomén para que los niños lo busquen es de origen ashkenazita, los
Sefarditas no lo hacen.
Tal como oculté el Afikomén, así encerraron al Mesías en una tumba, y quedó oculto por un tiempo.
Pero así como el Afikomén volverá para completar nuestro Servicio de Pésaj, así mismo el Mesías se
levantó de los muertos y salió de la tumba para subir el Padre.
(Se toma el otro pedazo de la Matsáh que ya fue partida y se distribuye entre los comensales)
Oficiante
Participemos ahora de un pedazo de este pan ácimo de la Cena Memorial de Pascua.
Todos
Entonces la virgen se alegrará en la danza,
los jóvenes y viejos juntamente. (2)
Cambiaré su llanto en gozo, y los consolaré;
y los consolaré y alegraré en su dolor. (2)
(Jer. 31:13)
Oficiante
En todas las demás noches comemos toda clase de vegetales, pero en el Pésaj comemos solamente
marór, vegetal amargo. Aunque nuestra vida es dulce hoy día, recordamos que fue amarga la vida para
los hijos de Israel en la tierra de Egipto.
(Levantando el Marór)
«De modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas...e impusieron sobre ellos las diversas
labores que los obligaron a realizar. Despiadadamente les hacían la vida amarga con trabajos duros
en barro y ladrillo y con toda clase de tareas en el campo». (Éxo. 1:12-
14)
Mientras ponemos un poco del maror en un pedazo de matsáh, permitamos que el sabor amargo nos
provoque un sentimiento de compasión por el sufrimiento que conocieron nuestros antepasados miles
de años atrás.
Todos
BARÚKH YHWH ELOHÉNU, MÉLEKH HA’OLÁM, ASHÉR QIDESHÁNU BIDEVARÓ,
VESTIVÁNU AL AKHILÁT MARÓR.
Bendito es Yahwéh nuestro Poderoso, el Rey del universo que nos apartó por su palabra y nos mandó a
comer hierbas amargas.
Oficiante
En todas las demás noches no mojamos nuestros vegetales ni una sola vez, pero esta noche los
mojamos dos veces. Ya hemos mojado el apio (o el perejil) en agua de sal.
(Levantando el Jarosét)
Los hijos de Israel trabajaron para edificar ciudades almacenes para el Faraón, trabajando con ladrillos
y mezcla. Hoy recordamos aquella tareas mediante la mezcla llamada jarosét.* Una vez más, tomemos
un poco de hierbas amargas, junto con un pedacito de matsáh. Pero esta vez, antes de comerlas,
mojemos la hierba en el dulce jarosét.
Todos
(Levantando el pedazo de Matsáh con el marór)
Mojamos las hierbas amargas en el jarosét para recordar que aun las más amargas circunstancias
pueden endulzarse con la esperanza que tenemos en nuestro Padre Yahwéh.
(Todos comen)
Oficiante
En todas las demás noches comemos lo mismo sentados que reclinados, pero esta noche comemos
reclinados. El primer Pésaj fue celebrado por un pueblo esclavizado.
Todos
Una vez fuimos esclavos, pero ahora somos libres.
Oficiante
A los hijos de Israel se les dieron instrucciones de comer el Pésaj de prisa, ceñidos, con bastón en
mano, con las sandalias puestas, esperando salir de la servidumbre de Egipto. Hoy todos podemos
reclinarnos y disfrutar libremente el Servicio de Pésaj.
Todos
El Mesías dijo: «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los haré descansar.»
(Mateo 11:28)
Todos
Ven, ven, ven al camino de Yahwéh. (2)
Confía en él, confía en él, y él, y él obraará. (2)
Gol, gol, gol al Yahwéh darkhekhá. (2)
Uvtáj aláv, uvtáj aláv; vehú, vehú yaasé. (2)
Oficiante
La historia del Pésaj está llena de milagros, de redención, del inmenso poder del Todopoderoso Yahwéh
para vencer el mal.
Lector 1
El Todopoderoso Yahwéh le había prometido la tierra de Israel a Abraham, a Isaac y a Jacob. Sin
embargo, allí estaban sus hijos en Egipto. El Faraón que estaba en el poder les temía. Pensó: «Estos
extranjeros en nuestro medio han prosperado y se han vuelto numerosos. ¡Y si se unen con nuestros
enemigos y se vuelven contra nosotros...!
» El Faraón decidió ejercer un mayor control sobre este
pueblo imponiendo una esclavitud dura y amarga sobre los israelitas. Aun así, el Poderoso Yahwéh
bendijo a su pueblo en fortaleza y en número.
Lector 2
Al Faraón le dio aún más miedo y ordenó que echaran al Río Nilo a todo varón israelita recién nacido.
Una pareja israelita escondió a su niño por tres meses. Finalmente, confiando su futuro al Omnipotente,
lo pusieron en una canasta y lo echaron al río. Su hermana Miryám lo vigilaba mientras flotaba
corriente abajo. Al encontrar la canasta, la hija del Faraón tuvo compasión del niño y escogió criarlo
como su propio hijo. Ella lo llamó Moshé, que significa «salvado [del agua]».
Lector 3
Moisés creció y se dio cuenta de los sufrimientos de su pueblo. Un día, en un momento de ira, perdió
dominio propio y mató a un egipcio que estaba golpeando a un esclavo hebreo. Huyendo del palacio y
de la vista del Faraón, Moisés se hizo pastor de ovejas en la tierra de Midyán, lejos del clamor de sus
hermanos que sufrían.
Todos
El camino ha comenzado para ti;
pero es mucho lo que falta por andar;
Va muy lejos, pon tus ojos más allá,
que aún es mucho lo que queda hasta el final. (2)
Oficiante
Moisés salió del desierto para regresar al palacio del Faraón, al mismo lugar donde se había criado.
Volvió con el mensaje que el Todopoderoso Yahwéh le había dado. Pero el Poderoso mismo le advirtió
a Moisés que iba a encontrar oposición.
Todos
«Pero yo sé que el rey de Egipto no los dejará salir si no ve un poder mayor. Así que yo extenderé mi
brazo y golpearé a Egipto con diversas maravillas que realizaré sobre ellos; después de eso los dejará
ir.» (Éxodo 3:19, 20)
Oficiante
El Poderoso Yahwéh envió plagas, una por una; sin embargo, después de cada plaga el Faraón
endurecía su corazón. los egipcios se vieron afligidos con incomodidad y con enfermedad, con
calamidad y con ruina. Y todavía el Faraón no se rendía. Con la décima plaga, la más terrible, el
Todopoderoso penetró la dureza del corazón impenetrable del Faraón.
Todos
«Esta noche yo pasaré por la tierra de Egipto y derribaré a cada promogénito en la tierra de Egipto,
tanto de hombre como de bestia; y les haré juicio a todas las deidades de Egipto. Yo Yahwéh». (Exodo
12:12)
Oficiante
Ya llenamos nuestras copas por primera vez. Una copa llena es símbolo de gozo, y ciertamente en esta
ocasión estamos llenos de gozo por la poderosa liberación de Yahwéh. Pero recordemos también el
gran precio que se pagó por la redención. Se sacrificaron vidas para producir la liberación del pueblo de
Yahwéh de la esclavitud de Egipto. Pero con un precio mucho mayor compró nuestra redención de la
esclavitud al pecado: con la muerte del Mesías. Antes de repetir las plagas, derramemos un poco de
1. DAM (sangre),
2. TSEFARDÉA (ranas),
3. KINÍM (piojos),
4. ARÓV (insectos),
5. DÉVER (pestilencia),
6. SHEJÍN (inflamación)
7. BARÁD (granizo),
8. ARBÉH (langostas),
9. JÓSHEKH (oscuridad)
10. MAKÁT BEJORÓT (muerte de los primogénitos)
CORO:
Y por eso, y por eso, y por muchas cosas más,
Pido, Padre, que nos cuides con amor, salud y paz.
Que no existan más las guerras y esas cosas de maldad,
Y que siempre en nuestro mundo reine amor, salud y paz.
(Canción israelí)
Oficiante
Ahora vamos a tomar la Cena de Pésaj. En los días del Templo esta cena incluía carne de cordero
asado. Hoy día no se puede comer cordero de Pésaj porque no hay Templo, y la Toráh prohíbe hacer
sacrificios fuera del Templo Sagrado. Después de la cena terminamos con el Afikomén, el Postre.
(Por razón del tiempo se puede aplazar la cena grande para después de la ceremonia y la conclusión
del Servicio. Si no hay inconveniente, la cena grande se hace en este momento y luego se vuelve a esta
guía para la culminación de la ceremonia).
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Se procede a servir y a participar de la cena.
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Oficiante
Es tiempo de participar del Afikomén, el postre, el último alimento que se come en la cena de Pésaj.
(Hoy día algunos sefarditas comen cordero en Pésaj, otros no. Nosotros no lo hacemos. No incluimos
aquí tampoco el tradicional huevo y el hueso por ser símbolos objetables). Se participa de él como se
participaba del Cordero de Pésaj desde el tiempo del Éxodo hasta la destrucción del Templo. Se dice
que el sabor del Afikomén debe perdurar en nuestra boca.
El Mesías es el Pan Ácimo, partido por nosotros.
Todos
BARÚKH YHWH ELOHÉNU, MÉLEKH HA’OLÁM, HAMOTSÍ LÉJEM MIN HA’ÁRETS.
Bendito es Yhwh nuetro Poderoso, el Rey del universo que produce el pan de la tierra.
Oficiante:
Este es el momento más solemne de la historia de la redención. Todo cordero sacrificado simbolizaba al
Mesías Yahoshúa. Su muerte es nuestra salvación. En este momento nosotros aceptamos el Sacrificio
del Mesías al comer el Afikomén. Aceptamos las palabras de vida de Yahoshúa; y que ese sabor dure en
nuestra boca y en nuestras vidas para siempre.
Oficiante
Llenemos nuestra copa por segunda vez en esta noche.
(Levantando la copa)
Esta es la Copa de Redención, que simboliza la sangre del Cordero de Pésaj. Esta es la copa que
representa la sangre del Cordero de Yahwéh que quita los pecados del mundo. El profeta Yeshayah nos
recuerda:
«He aquí que el brazo de Yhwh no es muy corto para salvar.» (Isaiah 59:1)
Es nuestra propia justicia la que se queda corta. Aunque el Todopoderoso buscó, no pudo hallar a nadie
que intercediera. El Eterno envió a su Hijo para salvarnos. La muerte del Mesías es nuestra salvación.
Su sangre pagó el precio de ella. Al tomar de esta copa aceptamos la sangre del Mesías como nuestra
redención. Hagámoslo con agradecimiento.
Oficiante
(Levantando la copa)
BARÚKH YHWH ELOHÉNU, MÉLEKH HA’OLÁM, BORÉ PERÍ HAGUÉFEN.
Bendito es Yhwh nuestro Poderoso, Rey del universo, Creador del fruto de la vid.
CORO:
Padre, oh Padre, acuerdate de mí (3)
allá en tu mansión.
CORO:
Vuelve, Yahweh, traenos la paz;
vamos caminando hacia la libertad. (2)
Oficiante
Nuestro Séder está completo ahora, así como nuestra salvación está completa para siempre.
Concluyamos con el tradicional deseo de que podamos celebrar el Pésaj «el año que viene en
Jerusalém.»