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Tarea en Clase 8
Tarea en Clase 8
Tarea en Clase 8
En el primer ranking que realizamos en este blog hace tres años hablamos ya de ‘Los
hijos de la nieve y la tormenta’, la primera entrega de la saga literaria ‘Neimhaim’. Su
segunda parte es ‘El azor y los cuervos’ y no podemos olvidarla en esta nueva lista. No solo
supera a la primera entrega en cuanto a la recreación de un universo ficticio, sino que
ahonda en cuestiones solo esbozadas en el primer texto. Ahora seguimos la historia de Jörn,
el bebé nacido al final del primer libro, y por lo tanto avanzamos en las generaciones de los
Reyes Blancos de la península imaginaria que da nombre a la saga. Aránzazu Serrano ha
dado a sus fans lo que prometió cuando inició este proyecto, y ha vuelto a despertar
pasiones entre el público juvenil por la gran cantidad de historias entrelazadas, pasiones,
frustraciones y éxitos que acompañan a sus personajes. Precisamente es en ellos donde
reside la fuerza de este libro. La autora es una experta en diálogos, situaciones de clímax y
sentimientos universales. Y en acción. Mucha acción y adrenalina literaria puesta al servicio
del sueño de los dos clanes en los que se divide (y fusiona) la sociedad de esta obra. Aparte,
supone un compendio de valores imprescindibles para el aprendizaje vital como la
tolerancia, el anti-racismo, la superación, la libertad afectivo-sexual y el feminismo.
Fascinante.
“Me llamo December Lee Morgan. La cicatriz que tengo en la espalda es el sitio
donde los huesos y la sangre llevan grabada solo una parte de mi historia”. Este es el
asombroso arranque de la historia de una niña de 12 años que considera que su destino es
convertirse en un ave. Contrapone todas las ideas del descubrimiento de la identidad
personal con las dificultades de integración de su protagonista, cuya infancia ha
transcurrido entre casas de acogida. Este libro nos embarca en un caso muy especial pero
aborda con gran sensibilidad y sencillez algunos temas universales, revestidos con toda la
imaginación de December y su universo paralelo de ensoñaciones. El acoso escolar y los
traumas también se abordan con precisión pero no constituyen la motivación principal del
relato, que es más bien una necesidad indómita de entrar en el mundo eligiendo entre el
cielo o el suelo, entre los sueños o la realidad. Como ocurre siempre en la juventud, hay
algo de supervivencia en cada acto cotidiano, y de inmortalidad deseada cuando el tiempo
no nos da lo que queremos. Los retos de December son los nuestros, en forma de alas que
no tenemos, pero siempre dispuestos a buscar su oportunidad de hacerse reales.
Otro vuelo diferente es el de Alicia en esta mítica historia del imaginario colectivo.
Ninguna obra de la literatura universal, salvo quizás ‘El principito’, ha desatado tantas
teorías y ha registrado tantas lecturas diferentes por lo psicotrópico de su argumento. Esa
niña que accede a un universo mágico persiguiendo a un conejo que siempre llega tarde.
Esa niña que debe hacer frente a enigmas que le plantan delante unos personajes
disparatados, poniéndola contra las cuerdas de la lógica. Y esa niña que al final enfrenta los
miedos sociales y debe luchar contra el poder autoritario para salvar su cabeza. Siempre fue
un peso enorme para este personaje cargar con tal cantidad de aventuras y de diálogos
imposibles. Pero el relato de Carroll ha servido para disfrutarlo de diferentes maneras.
Como mínimo, una en la juventud, con la curiosidad aventurera de la lectura rápida. Y otra,
en la madurez, para desentrañar las claves –ocultas o no- del enfrentamiento de su
protagonista con las fuerzas de lo absurdamente real. Desde luego, puede haber hasta tres,
cuatro o cinco lecturas y en cada una siempre entra un nuevo ingrediente en la receta. Más
dulce o más amargo dependiendo de nuestra experiencia vital, de si caemos con Alicia en
el agujero o nos aferramos a una rama para contemplarla desde fuera.