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LEVY Cibercultura

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CAPITULO I

¿LAS TECNOLOGÍAS TIENEN UN IMPACTO?

La metáfora del impacto es inadecuada

En los textos que anuncian coloquios, en resúmenes de los


estudios oficiales o en los artículos de la gran prensa referentes
al desarrollo del multimedia, se trata a menudo de los «impac-
tos» de las nuevas tecnologías de la información en la sociedad o
la cultura. La tecnología seria comparable a un proyectil (guija-
rro, obús, misil?) y la cultura o la sociedad a un blanco viviente...
esta metáfora balística es criticable por más de una razón. No se
trata tanto de evaluar la pertinencia estilística de una figura re-
tórica como de poner al día el esquema de lectura de los fenóme-
nos --en mi opinión inadecuado- que revela la metáfora del
impacto.'
¿Vienen las técnicas de otro planeta, el mundo de las máqui-
nas, fria, sin emoción, extraño a todo significado y a todo valor
humano, como una cierta tradición de pensamiento tiende a su-
gerirlo?2 Me parece, por el contrario, que no sólo las técnicas son
imaginadas, fabricadas y reinterpretadas en el uso JX>r los hom-
bres, sino que es incluso el uso intensivo de los útiles que constitu-
ye la humanidad en tanto que tal (conjuntamente con el lenguaje
y las instituciones sociales complejas). Es ese mismo hombrequíen
habla, entierra sus muertos y talla el sílex. Al propagarse hasta
nosotros, el fuego de Prometeo cuece los alimentos, endurece la

1. Véase Mari< Johnson, George Lakoff, Les métaphores oons la vie qWJlidienne.
Paris, Minuit, 1985.
2. Es, por ejemplo, la tesis. apenas caricaturizada aquí. de Gilben Hottis en Le signe
el la lechnique. Paris, Aubier Montaigne, 1984.

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arcilla, funde los metales, alimenta la máquina de vapor, corre por Incluso si suponemos que existen efectivamente tres entida-
los cables de alta tensión, quema en las centrales nucleares, explo- des: técnica, cultura y socieclad, en lugar de poner el acento en el
ta en las armas y las máquinas de destrucción, A través de la ar- impacto de las tecnologías se podria pretender que las tecnolo-
quitectura que lo cobija, lo reúne y lo inscribe en la TIerra; de la gías son producto de una sociedad y de una cultura. Pero la dis-
rueda y la navegación que han abierto sus horizontes: de la escri- tinción entre cultura (la dinámica de las representaciones), so-
tura, el teléfono y el cine que la llenan de signos; del texto y lo textil ciedad (la gente, sus lazos, sus intercambios, sus relaciones de
que, tramando la varieclad de las materias, de los colores y de los fuerza) y técnica (los artefactos eficaces) no puede ser más que
sentidos, desenrollan hasta el infinito las superficies onduladas, conceptual. Ningún autor; ninguna «causa" verdaderamente in-
lujosamente replegadas, de sus intrigas, de sus telas y de sus velos, dependiente corresponde a ello. Se toma a los rodeos intelectua-
el mundo humano de entrada es un mundo técnico. les como si fueran actores porque hay grupos muy reales que se
¿Es la tecnología un actor autónomo, separado de la sociedad organizan alrededor de estos recortes verbales (ministerios, dis-
y de la culturo., una entidad pasiva ypercutida por un agente exte- ciplinas científicas, departamentos de universidad, laboratorios
rior? Sostengo por el contrario que la técnica es un ángulo del de investigación) o porque ciertas fuerzas tienen interés en ha-
análisis de los sistemas sociotécnicos globales, un punto de vista cer creer que tal problema es «puramente técnico», o «puramen-
que pone el acento sobre la parte material y artificial de los fenó- te cultural» o más aún «puramente económico». Las relaciones
menos humanos, y no una enticlad real, que pudiera existir inde- verdaderas no se dan pues entre «la» tecnología (que sería del
pendientemente del resto, que tuviera efectos distintos y actuara orden de la causa) y «Ia» cultura (que sufriría de los efectos),
por sí misma Los asuntos humanos comprenden de manera indi- sino entre una multitud de aclares humanos que inventan, pro-
sociable interacciones entre: ducen, utilizan e interpretan diversamente unas técnicas."

• personas vivas y pensantes;


• entidades materiales naturales y artificiales; ¿«La técnica» o «unas técnicas»?
• ideas y representaciones.
En efecto, las técnicas son portadoras de proyectos, de es-
Es imposible separar lo humano de su entorno material ni de quemas imaginarios, de implicaciones sociales y culturales muy
los signos e imágenes a través de los cuales dan sentido a su vicia variaclas. Su presencia y su uso en tal lugar y en tal época crista-
ya su mundo. Por lo mismo, no se puede separar el mundo ma- lizan en unas relaciones de fuerza cada vez diferentes entre se-
terial-y aún menos su parte artificial- de las ideas a través de res humanos. Las máquinas de vapor esclavizaron a los obreros
las que los objetos técnicos son concebidos y utilizados, ni de los de las fábricas textiles del siglo XIX mientras que los ordenado-
humanos que los inventan, los producen y se sírven de ellos. Aña- res personales aumentaron la capacidad de actuar y de comuni-
damos finalmente que las imágenes, las palabras, las construc- car de los individuos durante los años ochenta de este siglo. Es
ciones de lenguaje anidan en los espíritus humanos, procuran decir, no se puede hablar de los efectos socioculturales o del sen-
medios y razones de vivir a los hombres y a sus instituciones, tido de la técnica en general, como tienden a hacerlo los discípu-
son reutilizadas por grupos organizados y por circuitos de co- los de Heidegger, s ni incluso la tradición resultante de la escuela
municación y de memorias artificiales.'
4. Hemos desarrollado ampliamente este punto en nuestra obra Les teclmologies de
1'¡"te1/igence, Paris. Seuil. 199]. Véanse igualmente los trabajos de la nueva antropolo-
3. ¿De qué manera las formas institucionales y las técnicas materiales llevan las gía de las ciencias y de las técnicas, por ejemplo Bruno Latour; la scie"ce e" acrio",
ideas... y viceversa' Ésta es l.IIla de las líneas de investigación principales de la empresa Pans, La Découverte, 1989.
• meJiológica. iniciada por Régis Debray. VéaIL"'. por ejemplo. su COII'Sde ..,¿Jiologie 5. Véase el famoso artículo de Hcidegger, .Le ",ns de la teehnique., que engendró
gftu!ro1e. Pans, GalIimard, 1991.1hmsmetlre, París, Odile Jacob. 1997, y la revista [¿, lUla nwneroSa descendencia intelectual entre los fIlósofos y los sociólogos de la técnica
cahiers dE ..,¿Jwlogie. en particular v los peILsadores ctiticos del mundo contemporáneo en general.

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rra condicionada por sus técnicas. Digo bien, condicionada y no Una técnica no es ni buena, ni mala (depende de los contex-
daerminada. La diferencia es capital. La invención del estribo tos, de los usos y de los puntos de vista), ni neutra (puesto que
autorizó la puesta a punto de una nueva forma de caballería pesa- condiciona o constriñe, puesto que abre aquí y cierra alli el aba-
da. a partir de la que se han edificado el imaginario de la caballe- nico de posibilidades). No se trata de evaluar sus «impactos»
ría y las estructuras políticas y sociales del feudalismo. Sin embar- sino de descubrir sus írreversíbílídades donde un cierto uso nos
go, el estribo, en tanto que dispositivo material, no es la «causa» compromete, las ocasiones que nos pennitiria aprovechar, for-
del feudalismo europeo. No hay «causa» identificable de un esta- mular proyectos que explotarian las virtualidades de las que es
do de hecho social o cultural. sino un conjunto infinitamente com- portadora y decidir lo que haremos con ellas.
plejo y parcialmente indeterminado de procesos en interacción que Sin embargo, creer en una total disponibilidad de las técni-
se autornantienen o se inhiben. Se puede decir por el contrario cas y de su potencial para individuos o colectividades preten-
que, sin el estribo, se comprende mal cómo caballeros con arma- didamente libres, ilustradas y racionales seria hacerse ilusio-
dura hubieran podido aguantarse sobre sus caballos y cargar con nes. Muy a menudo, en el momento en que deliberamos sobre
la lanza hacia adelante... el estribo condiciona. efectivamente, la los usos posibles de una tecnología dada. ya se han impuesto
caballería e, indirectamente, todo el feudalismo. pero no los deter- ciertas maneras de hacer. Antes de que tomemos conciencia.
mina. Que la técnica condiciona significa que abre ciertas posibi- la dinámica colectiva ha cavado sus surcos. Cuando se atrae
lidades, que ciertas opciones culturales o sociales no se podrían nuestra atención, ya es demasiado tarde... mientras nos segui-
consideraren serio sin su presencia. Pero se abren varias posibili- mos interrogando. otras tecnologías emergen en la frontera
dades, Y no todas serán escogidas. Las mismas técnicas pueden nebulosa donde se inventan las ideas, las cosas y las prácticas.
integrarse en conjuntos culturales muy diferentes. La agricultura Son aún invisibles, quizás en vísperas de desaparecer, quizás
de írrígacíón a gran escala ha favorecido quizás el «despotismo destinadas al éxito. En esas zonas de indeterminación donde
oriental» en Mesopotamia, en Egipto o en China pero, por una está en juego el futuro, unos grupos de diseñadores margina-
parte, estas tres civilizaciones son muy diferentes y, por otra par- les, apasionados, emprendedores audaces, intentan con todas
te, la agricultura de irngación se ha acomodado muy bien a veces sus fuerzas doblegar el futuro. Ningún actor institucional su-
con formas sociopolíticas cooperativas (en el Magreb medieval, perior -c-Bstado o empresa-lo había planificado deliberada-
por ejemplo). Confiscada por el Estado en China, actividad indus- mente, ningún gran medio de comunicación había previsto ni
trial que se escapa de los poderes políticos en Europa, la imprenta anunciado el desarrollo de la informática personal. ni el de las
no tuvo las mismas consecuencias en Oriente que en Occidente. interfaces gráficas interactivas para todos, ni el del BBS8 o de
La prensa de Gutenberg no determinó la crisis de la Refonna, el soportes informáticos de comunidades virtuales," ni el de los
desarrollo de la ciencia moderna europea ni la ascensión de los hipertextos'? y del World Wide Web l l o de los programas de
ideales de las luces y la fuerza creciente de la opinión pública en el
siglo XVIII, solamente los condicionó. Sólo facilitó una parte indis-
8. Un BBS (Bulletin Board Syslem) es un sistema de comunicación de tipo comuni_
pensable del entorno global donde surgieron estas formas cultu- talio que se establece entre ordenadores unidos JXIr red telefónica_
rales. Si, para una filosofía mecanicista intransigente, un efecto 9. Una comunidad virtual es un gruJXI de personas que mantienen corresJXIndencia
está determinado por sus causas y podría deducirse de ellas. el entre ellas JXIr medio de ordenadores interconectados.
10. Un hipertexto es un texto digitalizado, reconfigurable y fluido. Está compuesto
simple sentido común sugiere que los fenómenos culturales y so- JXIr bloques elementales unidos por lazos explorables en tiempo real en la pantalla, La
ciales no obedecen a este esquema. La multiplicidad de los facto- noción de hiperdocumento generaliza a todas las categorías de los signos (imágenes
res y de los agentes no permite el mínimo cálculo de efectos deter- fijas, animadas. sonidos. etc.) el principio del mensaje en red móvil que caracteriza al
hipertexto.
ministas. Además, todos los factores «objetivos» no son más que 11. El World Wide Webes Wla función de Internet que reúne en un solo e inmenso
condiciones para ser interpretadas por parte de personas y de co- hipertexto o hiperdocumento (comprendiendo imágenes y sonidos) todos los docu·
lectivos capaces de invención radical. mentos e hiperdocumentos que lo alimentan.

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criptografía personal inviolable. u Estas tecnologías, todas im- cristaliza notablemente alrededor de objetos materiales, de pro-
pregnadas de sus primeros usos y de los proyectos de sus dise- gramas informáticos y de dispositivos de comunicación. Es el
ñadores, nacidas en el espíritu de visionarios, llevadas por el proceso social en toda su opacidad, es la actividad de los otros, la
hervidero de movimientos sociales y de prácticas de base, han que se vuelve hacia el individuo bajo la máscara extranjera, in-
llegado de allí de donde ningún «decídídor» las esperaba. humana, de la técnica. Cuando los «impactos» son negativos.
habría que incriminar; de hecho, a la organización del trabajo o
a las relaciones de dominación. o aún más, a la inextricable com-
La aceleración del cambio técnico plejidad de los fenómenos sociales. Del mismo modo, cuando
y la inteligencia colectiva los «impactos» son juzgados positivos, evidentemente no es la
técnica la responsable del éxito, sino aquellos que han concebi-
Si nos interesamos primero por su significado para los hom- do, puesto en práctica y utilizado ciertos instrumentos. En este
bres, parece que, como sugería más arriba. el lenguaje digital, caso, la calidad del proceso de apropiación (es decir, finalmente
fluido, en constante mutación, esté desprovisto de esencia esta- la calidad de las relaciones humanas) importa a menudo más
ble. Pero justamente, la rapidez de transformación es por sí mis- que las particularidades sistémicas de las herramientas, si fuera
ma una constante -paradójica- de la cibercultura. Explica en posible separar ambos aspectos.
parte la sensación de impacto, de exterioridad, de extrañeza que En suma, cuanto más rápido es el cambio técnico, más pare-
nos invade cuando intentamos aprehender el movimiento con- ce venir del exterior. Además, el sentimiento de extrañeza au-
temporáneo de las técnicas. Para el individuo que ve de pronto menta con la separación de las actividades y la opacidad de los
modificados sus métodos de trabajo, para aquella profesión afec- procesos sociales. Es aquí donde interviene el papel central de la
tada bruscamente por una revolución tecnológica que hace que inteligencia colectiva.P que es uno de los principales motores de
sus habilidades tradicionales se vuelvan obsoletas (tipógrafo, em- la cibercultura. En efecto, la puesta en sinergia de las competen-
pleado de banca, piloto de líneas aéreas) -incluso la existencia cias, de los recursos y de los proyectos, la constitución y el man-
de su oficio-e, para las clases sociales o las regiones del mundo tenimiento dinámico de las memorias comunes, la activación de
que no participan en la efervescencia de la concepción, de la modos de cooperación flexibles y transversales, la distribución
producción o de la apropiación lúdica de los nuevos instrumen- coordenada de los centros de decisión se oponen a la separación
tos digitales, para todos ésos, la evolución técnica parece la ma- estanco de las actividades, a la compartimentación, a la opaci-
nifestación de un «otro» amenazador. A decir verdad, cada uno dad de la organización social. Cuanto más se desarrollan los pro-
de nosotros se encuentra poco o mucho en este estado de despo- cesos de inteligencia colectiva -lo que supone evidentemente el
sesión. La aceleración es tan fuerte y tan general que incluso los cuestionamiento de numerosos poderes-c-, mejor se apropian de
que consideran estar más «a la última» están, en diversos gra- los cambios técnicos los individuos y los grupos y menos efectos
dos, desbordados por el cambio, pues nadie puede participar excluyentes o humanamente destructores tiene la aceleración del
activamente en la creación de las transformaciones del conjunto movimiento tecnosocial. Ahora bien, el ciberespacio, dispositivo
de las especialidades técnicas, ni siquiera seguirlas de cerca. de comunicación interactiva y comunitario, se presenta justa-
Lo que se identifica de manera vulgar bajo la denominación mente como uno de los instrumentos privilegiados de la inteli-
de «nuevas tecnologías» recubre de hecho la actividad multifor- gencia colectiva. Es así, por ejemplo, que los organismos de for-
me de grupos humanos, un devenir colectivo complejo que se mación profesional o de enseñanza a distancia desarrollan siste-
mas de aprendizaje cooperativos en red. Hay grandes empresas
que ponen en marcha dispositivos informatizados de ayuda a la
12. Para una exposición más detallada sobre el alcance de la criptografía. véase en
el capítulo XIV. sobre el conflicto de intereses y de interpretaciones, la sección sobre el
punto de vista de los Estados 13. Véase Pierre Lévy, L';nteUigcl1ce colleclive, París, La Découverte, 1994.

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colaboración y a la coordinación descentralizada (los groupwares Después, cuando algunos procesos de inteligencia colectiva
o grupos de programas). Los investigadores y estudiantes del se desarrollan efectivamente gracias al ciberespacio, tienen no-
mundo entero intercambian ideas, artículos, imágenes, experí- tablemente por efecto acelerar de nuevo el ritmo del cambio tec-
mentos u observaciones a través de videoconferencias electróni- nosocial, lo que hace tanto o más necesaria la participación acti-
cas organizadas por centros de interés. Informáticos dispersos va en la cibercultura si uno no quiere quedarse atrás, y tiende a
sobre el planeta se ayudan entre sí para resolver problemas de excluir de manera aún más radical a aquellos que no han entra-
programación. El especialista en una tecnología ayuda a un prin- do en el ciclo positivo del cambio, de su comprensión y de su
cipiante mientras que otro especialista lo inicia a su vez en un apropiación.
campo en el que es menos experto... Por su aspecto partícípatívo. socializante, abierto y emanci-
pador, la inteligencia colectiva propuesta por la cibercultura cons-
tituye uno de los mejores remedios contra el ritmo desestabiliza-
La inteligencia colectiva, veneno y remedio dor, a veces excluyente, de la mutación técnica. Pero, con el mis-
de la cibercultura mo movimiento, la inteligencia colectiva trabaja activamente en
la aceleración de esta mutación. En griego antiguo, la palabra
El cíberespacío como soporte de inteligencia colectiva es una de phannakon (que ha dado la palabra castellana faT11U1.Cia) designa
las principales condiciones de su propio desarrollo. Toda la historia tanto el veneno como el remedio. Nuevo pharmakon, la inteli-
de la cibecultura testimonia ampliamente este proceso de retroac- gencia colectiva que favorece la cibercultura es a la vez veneno
ción positiva, es decir, del automantenimiento de la revolución de para aquellos que no participan (y nadie puede participar en ella
las redes digitales." Este fenómeno es complejo y ambivalente. completamente por lo vasta y multiforme que es) y remedio para
En un principio, el crecimiento del ciberespacio no determi- aquellos que se sumergen en sus remolinos y consiguen contro-
na automáticamente el desarrollo de la inteligencia colectiva, lar su deriva en medio de esas corrientes.
solamente le facilita un entorno propicio. En efecto, comienzan
a verse en la órbita de las redes digitales interactivas toda clase
de nuevas formas ...

- de aislamiento y sobrecarga cognitiva (estrés de la comu-


nicación y del trabajo en la pantalla);
- de dependencia (adicción a la navegación o al juego en
mundos virtuales);
- de dominación (refuerzo de centros de decisión y de con-
trol, dominio casi monopolistico de potencias económicas sobre
importantes funciones de la red, etc.);
- de explotación (en ciertos casos de teletrabajo vigilado o
de deslocalización de actividades en el tercer mundo);
- e incluso de tontería colectiva (rumores, conformismo de
red o de comunidades virtuales. amontonamiento de datos va-
cíos de información, «televisión interactivas},

14. Se encuentra una buena de.<;eripción de estos pr<X:esos retroactivos en loe! de


Rosnay. L'hortlml! syrnbiotique, París, Seuil, 1995.

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