Abrahamic Religions">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Folleto Catequesis

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 37

Subsidio de Formación, Oración y Celebración

Semana Nacional de la Catequesis 2023

Conferencia Episcopal Venezolana


Excmo. Mons. Jesús A. González de Zárate Salas
Presidente

Excmo. Mons. Mario del Valle Moronta Rodríguez


Primer vicepresidente

Excmo. Mons. Ulises Gutiérrez Reyes


Segundo Vicepresidente

Pbro. José Antonio Da Concensao Ferreira


Secretario General

Comisión Episcopal de la Animación Bíblica de la Pastoral y la Catequesis


Excmo. Mons. Carlos Alfredo Cabezas Mendoza
Presidente

Excmo. Mons. Carlos Eduardo Márquez Delima


Excmo. Mons. Juan de Dios Peña Rojas
Excmo. Mons. Mariano Parra Sandoval

Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano (SPEV)


Centro de iniciación a la vida cristiana y celebración de la fe

Área Catequesis
Pbro. Santiago Sabino León Fernández
Director
“Sé catequista, da el primer paso”
Ante los desafíos de la catequesis en el proceso evangelizador, hoy nos
urge asumir la responsabilidad que tiene toda la Iglesia de promover la
vocación de catequistas. No hay catequesis sin catequistas y sin cate-
quesis la evangelización queda sin fundamento.

Por ello, la Semana Nacional de la Catequesis 2023 tiene como objetivo,


promover la vocación del catequista, a través del testimonio de los
catequistas de las Iglesias locales de Venezuela, para suscitar en los
iniciados en la fe una primera adhesión a la catequesis, que les permita
formarse al servicio del ministerio de la Palabra en la comunidad.

En tal sentido, esta semana que va del 17 al 24 de septiembre es una


oportunidad para: Reavivar la vocación de los catequistas para que
den testimonio de su servicio en la Iglesia. Hacer una campaña voca-
cional para despertar en la comunidad la respuesta a la llamada a ser
catequistas. Revitalizar las escuelas parroquiales para catequistas.

El lema “Sé catequista, da el primer paso” es una invitación a los her-


manos en la fe a escuchar la voz de Dios que invita al servicio en la
comunidad. Dar el primer paso es atreverse a descubrir lo maravilloso
de esta vocación.

El texto bíblico “Ven y lo verán” (Jn 1,35-42) nos anima a experimentar


un encuentro con Jesús que nos llama a fijar la mira en Él y a abrir el
corazón a su gracia siendo sus discípulos.

Invitándoles a asumir con alegría el itinerario propuesto para celebrar la


semana de la Catequesis, desde ya les deseamos un feliz día del catequista.
Semana Nacional de la Catequesis 2023

Tema: La Vocación del Catequista


Lema: “Sé catequista, da el primer paso”
Cita Bíblica: “Ven y lo verás” (Jn 1,35-42)

Programa de la Semana Nacional de la Catequesis

Domingo 17-09-2023:
Mensaje del área Catequesis del Centro de Iniciación Cristiana y celebración de
la fe del Secretariado Parmente del Episcopado Venezolano a los Catequistas.

Lunes 18-09-2023:
Ejercicio de reflexión personal.

Martes 19-09-2023:
Lectura orante de la Biblia en grupo.

Miércoles 20-09-2023:
Jornada de visita a los posibles candidatos a ser catequistas.

Jueves 21-09-2023:
Oración ante el Santísimo por las vocaciones a la catequesis.

Viernes 22-09-2023:
Videos o reels de testimonios de los catequistas y reunión de los secretariados
parroquiales de catequesis para la revisión de las escuelas de formación de cate-
quistas.

Sábado 23-09-2023:
Encuentro con los vocacionados a la catequesis.

Domingo 24-09-2023:
Eucaristía Día del Catequista, Colecta de la Catequesis, Envío de los catequistas y
presentación de los candidatos a ser catequistas.
Ejercicio de
reflexión
personal
“Mi vocación de Catequista”
Dispón un espacio para darte la oportunidad de mirar tu ser y en oración
hacer memoria agradecida de tu vocación de catequista.

1. Nos disponemos

A través de este Salmo compuesto por Benjamín González Buelta S.J. dile al
Señor que lo buscas y déjate encontrar por Él:

Hoy no tengo nada que pedirte, ni te traigo ninguna queja.


Yo sólo busco un encuentro desde lo infinito que late en mí.
¡Pobre de mí si atase tu respuesta a mi pregunta tan medida, o a mi lamento
tan herido! ¡Pobre de mí si ya supiesela respuesta! Tal vez solo encontraría
para mi sed, mi propia agua reciclada, el eco de mi monótono decirme,
mi pasado humedecido por el sudor o por el llanto.
Te necesito más allá de lo que sé o de lo que digo de mí mismo.
¡Hoy descubro ya presente, en el amor con que me atraes,
la pasión con que me buscas!

2. Mi historia

Escribe tu historia vocacional de catequista considerando dos momentos de


la dinámica de la vocación: La llamada: “No me habéis elegido vosotros a mí,
sino que yo os he elegido a vosotros” (Jn 15, 16). El llamado viene de Dios, Él
es quién toma la iniciativa, nos elige, busca y encuentra caminos para tocar la
puerta del corazón esperando una respuesta.

Recuerda en tu historia vocacional las personas, las circunstancia, las experiencias


y los sentimientos más significativos por los que Dios tocó tu vida para llamarte
a la catequesis. La respuesta: Dios quiere que todos seamos partícipes de su
misión: “Id al mundo entero y predicad el evangelio” (Mt 28, 19) responder es
un acto que brota de la libertad pues la vocación entraña el libre ofrecimiento
de la propia vida por amor y con amor. Ten en cuenta en esta narración cómo
fue tu respuesta, cuál era tu intención, qué te hizo decir que sí, qué cambios
haz tenido que hacer, qué te ha exigido la respuesta, pero sobre todo qué
gozos has vivido al ser catequista.
3. Memoria agradecida

Ahora nos tomamos un momento para agradecer a Dios este don y esta mi-
sión. Relee tu relato vocacional y escribe cinco elementos por lo que darías
gracias a Dios.

Gracias Señor:

1. _____________________________________________________

2. _____________________________________________________

3. _____________________________________________________

4. _____________________________________________________

5. _____________________________________________________

Gracias Señor, gracias.

4. Mi primer amor

“Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes. Date cuenta, pues, de
dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. Si no, iré donde
ti y cambiaré de su lugar tu candelero, si no te arrepientes.” (Ap 2,4-5)
El desarrollo de la vocación requiere de una recta intención, de un permanecer en
la respuesta primera. Revisemos esta intención desde la dimensión formativa del
ser del catequista.

“En la dimensión del ser, el catequista está entrenado para convertirse en testigo
de la fe y custodio de la memoria de Dios” (DC N°139)

Testigo de la fe

N° Interrogante Si No

1 ¿Vivo en el abandono de Dios porque confío en Él?

2 ¿Rechazo algunos contenidos de mi fe cristiana católica?

3 ¿He tenido cambios significativos en mi vida moral y


de celebración de la fe?
Custodio de la memoria de Dios

N° Interrogantes Si No

1 ¿Al ser catequista piensas que debes recibir honores y


tener presti gio?

2 ¿Como catequista te gusta exhibirte, hablar de ti mismo y no


de Dios, de su amor y de su fidelidad en la historia de tu vida?

3 ¿Despiertas en los demás el amor de Dios que inquieta el corazón?

5. Mi propósito

Al realizar este ejercicio de revisión de nuestra vocación, es oportuno plantear-


nos un propósito que nos ayude a responder con mayor entusiasmo a la voca-
ción recibida.

_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________
Lectura orante
en grupo
Ambientación:
Se dispone un lugar apropiado y se ambienta con la frase bíblica
“Ven y lo verán”. A la hora acordada, el animador saluda amenamente con estas
u otras palabras.

Animador: Bienvenidos, estamos aquí para tener una experiencia de encuentro


con Dios. venimos a este lugar para escuchar la voz del que nos ha llamado a
este servicio en la Iglesia. Les invito a estar dispuestos a renovar nuestra voca-
ción de catequistas, para ello, vamos a recibir las Sagradas Escrituras.

Entronización de la Palabra de Dios


Mientras se realiza un canto apropiado, un catequista camina hacia el ambón con la Biblia en
alto y la presenta al grupo. Luego la coloca en el sitio destinado para ella.

Invoquemos al Espíritu Santo


El animador hace la Oración

Espíritu Santo, ilumina nuestro entendimiento,


para que al leerla Sagrada Escritura, como catequistas,
sintamos la presencia de Dios Padre que se manifiesta a través de tu Palabra.
Abre nuestro corazón para darnos cuenta de la llamada específica que nos haces
en la catequesis y de hacerlo realidad en nuestras tareas misioneras de cada día.
Instrúyenos en tus sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra,
seamos signos de tu presencia en el mundo. Amén.

Canto al Espíritu Santo (puede usarse el que encontrarás en el siguiente link)


https://youtube.com/playlist?list=RDOAJnM7fUCmo&playnext=1

¿QUÉ DICE EL TEXTO?

El texto: Se lee el texto bíblico, tomado del evangelio según San


Juan, capítulo 1 versículo del 35 al 42 (Jn 1,35-42)
Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos.
Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.» Los dos
discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que
le seguían les dice: «¿Qué buscáis?» Ellos le respondieron: «Rabbí – que quiere
decir, «Maestro» – ¿dónde vives?» Les respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron,
pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la
hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que ha-
bían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Este se encuentra primeramente con
su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» – que quiere decir,
Cristo. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres
Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefás» – que quiere decir, «Pedro».

El animador invita a un breve silencio y luego lee nuevamente el texto.

BREVE ESTUDIO DEL TEXTO

Por medio de estas ideas, se contextualiza el texto para una mejor


compresión de su sentido.
Este pasaje del Evangelio nos presenta una serie de tres escenas
concatenadas entre sí:
Primera: Juan indica a dos de sus discípulos la figura de Jesús y los
dos discípulos lo siguen.
Segunda: Jesús se vuelve hacia quienes lo siguen, dialoga con ellos
y los lleva a su morada. Allí permanecen el resto del día.
Tercera: Uno de los discípulos, Andrés, comunica a Pedro su hallaz-
go y propicia un encuentro con Jesús.

Detengámonos brevemente en cada una.

1. Juan no busca protagonismo.

La figura de Juan Bautista aparece como la de uno que no busca protagonis-


mos y que al reconocer en Jesús al más fuerte que él, no duda en indicarlo y
así sugerirle a dos de sus seguidores que al que deben seguir es a Jesús y así
sucede. Esto parte de la experiencia de Juan que, aunque es llamado a prepa-
rar el camino del Señor, desde el primer momento se hace su seguidor.
En efecto, Juan señalando a Jesús les dice a los discípulos: “Miren, ese es el
Cordero de Dios”. Centra toda su atención y la de los dos discípulos en Él, sin
preocuparle la posibilidad de quedar solo, como en realidad sucede.
Desde un comienzo y en todos los tonos vemos que Juan deja bien claro que
él no es el Mesías, que no es a él a quien hay que seguir, que él simplemente
ha sido enviado a prepararle el camino ayudando a los demás a prepararse a su
venida.
2. Un encuentro que convence.

En esta segunda escena, se entabla un diálogo entre Jesús y los discípulos.


Jesús se da cuenta que lo siguen, se da la vuelta y les pregunta: “¿Qué están
buscando?” Para decidirnos por un seguimiento a Jesús es necesario tener bien
clara la meta de nuestros deseos, es necesario ponernos en camino como bus-
cadores de aquel que desde siempre nos está esperando.
La respuesta es sencilla y profunda: “¿Maestro, dónde vives?” Es otra manera
de decir: “Queremos estar contigo, invítanos”, Y en realidad eso fue lo que hizo
Jesús al responderles “Vengan y vean”. Él no se perdió en darles una dirección
o en describirles el lugar pues no se trataba simplemente de conocer la casa
donde vivía, se trataba de pasar un rato en su compañía, de escuchar las ense-
ñanzas de ese nuevo “Maestro” como ellos mismos lo definieron. Juan nos dice
que pasaron con Él el resto del día pues ya eran cerca de las cuatro de la tar-
de. Pero las cosas no terminan allí. Cuando las experiencias son profundas uno
no se puede quedar con ellas sin compartirlas. Eso fue lo que les sucedió a los
discípulos.

3. Compartir experiencias.

Andrés comparte su experiencia con el primero que se encuentra que es su mis-


mo hermano Simón. Lo hace con una frase muy significativa: “Hemos encontra-
do al Mesías”. No se limitó a contarle que habían encontrado al Mesías, sino que
lo llevó hasta donde estaba Jesús. Una mediación perfecta. Esto debe suceder
siempre que nos encontramos con Jesús. No podemos guardarnos el hallazgo
para nosotros solos. Hay algo que nos impulsa a compartirlo con otros no como
noticia de última hora sino como una invitación para que también otros lo en-
cuentren.

Es importante notar el crescendo que se va dando en el texto respecto al des-


cubrimiento de la identidad de Jesús. Son tres las definiciones que aparecen:
1- Cordero de Dios.
2- Maestro.
3- Mesías

1- Cordero de Dios. Según el Antiguo Testamento este título se refiere al cor-


dero sin defecto que se ofrecía en la Pascua (Éxodo 12,1s), o también al corde-
ro que se sacrificaba para expiar el pecado. (Levíticos 4-5)
2- Maestro. Se refiere a alguien que predica y enseña una doctrina y al cual se
acude para aprender.
3- Mesías. El ungido, el consagrado según la ceremonia que se les hacía a los
reyes. También, en griego es sinónimo de Cristo.
¿QUÉ ME/NOS DICE EL TEXTO?

Meditación. El animador invita a reflexionar: Cultivemos la Palabra


que nos interpela, con las siguientes preguntas, busquemos el
mensaje de Dios.

1. ¿Cómo vivo el protagonismo de ser catequista en mi comunidad?


¿Estoy llevando o indicando a Jesús en la catequesis a mis interlocutores?

2. ¿El acto catequético, ya sea con adultos, jóvenes, adolescentes o niños,


realmente son encuentros que convencen? ¿Son atractivos mis encuentros de
catequesis a tal punto de dar respuestas a las búsquedas del interlocutor?

4. ¿Estoy consciente que ser catequista es esencialmente compartir una experiencia?


¿Estoy realmente acompañando al interlocutor de la catequesis al encuentro con
Jesús?

¿QUÉ ME HACE DECIR EL TEXTO?

La Oración: ¿Qué le digo/decimos a Dios?

El animador invita a tomar un tiempo de silencio para que cada participante


escriba una breve oración, mediante la cual exprese lo que este texto le hace
decir a Dios. Luego de un tiempo prudencial, se invita a los participantes a
expresar a Dios la oración escrita.

¿CÓMO INTERIORIZAMOS LA PALABRA DE DIOS?

La contemplación

L: Ven y lo verás
R: “Vieron dónde vivía y se quedaron con él”
L: Ven y lo verás
R: “Vieron dónde vivía y se quedaron con él”

Interiorizamos aún más con la siguiente canción:


https://youtu.be/PJcTizLLqVI

¿A QUÉ ME/NOS COMPROMETE EL TEXTO?

La Acción

¿A cuál acción concreta me/nos compromete esta Palabra?


¿Cuáles ajustes debo/debemos hacer en relación a mi/nuestra
Jornada de visita
a los posibles
candidatos a ser
catequistas
La coordinación parroquial de catequesis prepara a los catequistas para que
realicen visitas a posibles candidatos a ser catequistas.

Se trata de un contacto personal a hermanos iniciados en la fe para propo-


nerles el servicio de la catequesis en la comunidad parroquial. Para esto se
puede usar el siguiente esquema:

1. Saludo cordial solicitando un espacio para la conversación amena y tranquila.

2. Conversar de la necesidad de catequistas en la comunidad

3. El catequista testimonia desde su experiencia las bondades de ser catequista

4. El catequista hace directamente la pregunta ¿te gustaría ser catequista?

5. Le invita al encuentro de los vocacionados a ser catequistas. Le comunica


el día, la hora y el lugar de dicho encuentro.

6. Toma nota de algunos datos del hermano: nombre y apellido, dirección y


número de teléfono.

7. Agradece la oportunidad y ora pidiendo que Dios bendiga su familia.


Oración ante el
Santísimo por las
vocaciones a la
catequesis
Ambientación: Se organiza el lugar de la oración con la frase “Ven y lo verás”
Exposición del Santísimo: El sacerdote o un ministro idóneo para ello, expone
a Jesús sacramentado en la custodia mientras se realiza un canto que invite a
la adoración.

Oración inicial

Ministro: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.


Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Ministro: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Ministro: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Canto: https://youtu.be/-IqQ0GPbX-s
Ministro: Señor, ante nuestras búsquedas, tú siempre tomas la iniciativa y te
muestras en el camino de la vida. Tu presencia real en el pan consagrado nos
hace sentir el llamado que un día dijiste a los apóstoles Santiago y Andrés “Ven
y lo veras”. Al estar aquí queremos experimentar el mismo gozo de estos
discípulos. Por eso, Señor, te decimos que nos des tu Espíritu. Abre nuestros
ojos, que al contemplarte podamos ver el rostro amoroso del Padre que tú nos
revelas.

Canto: al Espíritu Santo

Catequista: Señor, con una mirada de fe, reconociendo tu presencia entre


nosotros, te alabamos y te damos gracias por el llamado que haces a tantos
hermanos nuestros para que respondan a la convocación de ser catequistas.
Un día hemos escuchado tu voz y hemos dicho sí a la catequesis. Por eso, al
encontrarnos contigo queremos darte gracias.
Se invita a responder a cada invocación “Gracias Señor, gracias”

Gracias Señor por tu llamada a ser catequista…

Gracias por las personas que has puesto en nuestro camino para hacer
resonar tu voz que nos llama…

Gracias por nuestra comunidad la Iglesia…

Gracias por hacernos testigos de la fe enviándonos a hacer resonar el Evangelio


con nuestro testimonio de vida…

Gracias por hacernos acompañantes del proceso de la fe de nuestros hermanos…

Gracias por la catequesis de iniciación cristiana con adultos que hace crecer a
nuestra comunidad eclesial con nuevos hijos en la fe…

Gracias por la catequesis de los niños que favorece el acompañamiento del


proceso evolutivo de sus vidas…

Gracias por darnos al Espíritu Santo que nos da la sabiduría y la creatividad


para trasmitir la fe…

Gracias por que tu pedagogía nos inspira a encontrar caminos que no solo
enseñan el contenido de la fe, sino que inician en tu misterio de amor…

Se invita a la oración en silencio para hacer memoria agradecida de todo lo vivido como catequista

Canto: Se interrumpe el silencio con un canto de acción de gracia.

Se lee el siguiente texto bíblico (Lc 10,1-3)

Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos
delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: “La
mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe
obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.”

(Palabra del Señor…)

Catequista: Tu palabra Señor nos permite ver que hace falta muchos catequistas
que opten por ser testigos, comunicadores, acompañantes y mistagogos de la
fe. Por eso, confiado en tu Palabra que nos ha dicho “la mies es mucha, más los
obreros pocos. “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”
queremos suplicarte por las vocaciones a la catequesis.
Se invita a responder a cada invocación “Señor, danos catequistas”

Para que se haga eco de tu Palabra…


Para que el proceso evangelizador de nuestra Iglesia sea vivido…
Para que los adultos sean iniciados y reiniciados en la fe….
Para que los jóvenes puedan asumir un compromiso de fe ….
Para que los niños sean acompañados en el despertar de la fe…
Para que la comunidad privilegie el uso de la Sagrada Escritura…
Para que el kerigma sea anunciado…
Para que en nuestras comunidades se desarrolle la catequesis de iniciación, de
formación permanente y de formación especializada…
Para que los interlocutores de la catequesis se pongan no solo en contacto sino
en comunión contigo Señor…

Para llevar al conocimiento de la fe…


Para iniciar en la celebración del misterio cristiano…
Para formar en la vida en Cristo…
Para enseñar a orar…
Para introducir a la vida de la comunidad…

Se invita a la oración en alta voz pidiendo por las vocaciones a la catequesis.


Se responde a cada súplica “Señor danos catequistas” Luego se hace un
momento de silencio para la oración personal.

Canto: Se realiza un canto apropiado.

Catequista: También tu Palabra, Señor, nos hace ver que no solo necesitamos más
catequistas, sino que como catequistas hemos de hacer posible una catequesis más
misionera. Una catequesis kerigmática y mistagógica, para lo que necesitamos un
nuevo catequista, un catequista para los nuevos tiempos, donde tú, Señor haces
resonar en su boca el primer anuncio, llenándolo de cercanía, diálogo, paciencia y
acogida cordial que no condena. Por ello, Señor te pedimos que renueves en nosotros
tu llamada a ser catequistas, que demos respuestas frente a los escenarios cul-
turales contemporáneos.
Se invita a responder a cada invocación “Haznos catequista Señor”

En los contextos rurales…


En los pueblos indígenas…
En los contextos urbanos…
En las culturas locales tradicionales…
En la piedad popular…
En los santuarios y peregrinaciones…
En el contexto ecuménico …
En las relaciones con el hebraísmo…
En el contexto de otras religiones…
En el contexto de los nuevos movimientos religiosos…
En el contexto de la mentalidad científica
En la cultura digital…
En las cuestiones de bioética…
En la ideología de género…
En el compromiso ecológico…
En la opción por los pobres…
En el compromiso social…
En los ambientes de trabajo…

Canto: https://youtu.be/znrQ19VDYgA?si=KyoOniAx5nUR7K8R

Catequista: Señor de igual modo vemos que necesitamos una comunidad ca-
tequizadora, en salida misionera y dispuesta a la conversión pastoral. Es un
gran reto Señor que requiere de decisión, valentía y creatividad. Por ello, te
pedimos nos ayudes a hacer de nuestra comunidad la fuente, el lugar y la meta
para la catequesis.

Se invita a responder a cada invocación “Haznos una comunidad catequizadora”

Para ocuparnos de la tarea primordial de la formación inicial y permanente de


los discípulos misioneros…
Para pasar de un modelo de cristiandad a un modelo inminentemente misione-
ro…
Para pasar de una pastoral encerrada en sí misma y devocional a una pastoral
evangelizadora…
Para crecer en la conciencia de la función profética…
Para que nuestra Iglesia vaya al encuentro del otro, sea casa acogedora y
escuela permanente de comunión…
Para que la catequesis esté dentro de los planes pastorales de las diócesis…
Para que los pastores promuevan una catequesis de proceso y
acompañamiento…
Para pasar de una catequesis pre-sacramental a una catequesis de iniciación a
la vida cristiana sobre todo con los adultos…
(Se hace un breve silencio)

Canto: Tantum ergo u otro canto apropiado

Al terminar el canto, el ministro, realiza la presente jaculatoria y posteriormente


la oración:

Ministro: Les diste el Pan del Cielo.


todos: Que contiene, en sí, todo deleite.

Ministro: Oremos…

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu


Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de
tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el
fruto de tu Redención. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos, amén.

Terminada la oración, el ministro imparte la bendición con el Santísimo y luego realiza las
siguientes invocaciones:

Bendito sea Dios.


Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea Jesús, en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios, en sus ángeles y en sus santos.
Señor danos catequistas.
Señor danos muchos Catequistas.
Señor danos muchos catequistas santos.
Señor danos tu paz.

Al terminar estas invocaciones se hace la reserva del Santísimo Sacramento, mientras se realiza
un canto.
Videos o reels de
testimonios de los
catequistas
El catequista está llamado a transmitir el Evangelio con su testimonio de
vida: con sus actos, su palabra y toda su vida.

El ser catequista está marcado por descubrir el llamado urgente a anunciar


la Palabra de Dios, haciendo eco de esa Palabra con su testimonio.

El catequista es ante todo testigo de la fe y enviado para anunciar el mensaje


del Evangelio. Se es catequista para brindar a los demás lo mucho que he-
mos descubierto.

Hay unos nuevos areópagos donde ese testimonio es necesario, de manera


especial para suscitar en las nuevas generaciones la vocación del catequista,
de allí que se requiere hacer presencia en la cultura digital.

En tal sentido, el catequista ha reconoce que: “el internet y las redes so-
ciales constituyen una extraordinaria oportunidad de diálogo, encuentro e
intercambio entre personas, así como de acceso a la información y al co-
nocimiento” … también él sabe que “la tecnología digital puede ayudar a la
memoria…” (DC 360) por ello, sugerimos que cada catequista de Venezuela
realice un video corto o un reels compartimento su testimonio de catequista,
para ello se puede considerar:

1. Preparar lo que se va a decir: nombre, comunidad a la que pertenece,


tiempo de servicio en la catequesis, qué significa para ti ser catequista ex-
presando una bondad de ser catequista, invitación a los demás a ser cate-
quista.

2. Considerar lo técnico para el video: pedir ayuda a quien maneje bien la


técnica, grabar con suficiente luz, con un audio claro, con el dispositivo de
forma horizontal y tomando en cuenta el tiempo de duración unos 60
segundos.

3. Publicar en las redes y compartir con sus contactos.


Reunión de los Secretariados
Parroquiales de catequesis
para la revisión de las
escuelas parroquiales de
catequistas
En cuanto que la formación de los catequistas requiere de una especial
atención, en esta semana de la catequesis, se tiene la gran oportunidad
para revisar e impulsar la formación de los catequistas, de manera especial
en los llamados a esta vocación. Los hermanos que han dado este primer
paso manifestando su sí en la Iglesia para ser enviados han de madurar la
decisión acompañándoles con un proceso de formación que bajo la guía del
Espíritu Santo y en el seno de la comunidad parroquial les ayude a configurarse
con el servicio que se les encomendará.

En este sentido, el Secretariado Parroquial de catequesis se reúne con el párroco


o encargado de la comunidad parroquial y hacen un diagnóstico parroquial de
cómo es la formación que se brinda a los catequistas. Asimismo, se interrogan
sobre qué formación se les puede brindar a los que han dado este primer
paso.

Si la parroquia tiene una escuela o proceso de formación para los catequistas


es conveniente revisar el pensum a la luz del “Directorio para la catequesis”
y el documento “La alegría de iniciar discípulos misioneros en el cambio de
época” y si no se tiene ningún proceso de formación es el momento de considerar
establecer en la comunidad parroquial cómo se van a formar los catequistas.

Se recomienda:

Leer el capítulo IV “La formación de los catequistas” del Directorio para la


catequesis. Números 130 al 156.

Leer números 81 al 93 del documento “La alegría de iniciar discípulos en el


cambio de época. Nuevas perspectivas para la catequesis en América
Latina y el Caribe”
Encuentro de los
catequistas con los
vocacionados a la
catequesis
Ambientación: se dispone el lugar con la frase: “Sé catequista, da el primer
paso” se coloca en el centro a la biblia y una cruz. En la llegada se le entrega a
cada participante una huella que se ha preparado con antelación.

Bienvenida: Se da una cordial bienvenida a los participantes, la cual puede ser


preparada con un canto u otra dinámica que ayude al conocimiento e integración
de todos.

Experiencia:

Juego “La campanita”

Se solicitan dos o tres voluntarios de los vocacionados a ser catequistas. se


apartan del grupo y alguien les venda los ojos. Mientras tanto, se reparte entre
los que quedaron una campanita y otros elementos con sonidos semejantes
(frascos de vidrio, vasos, objetos de metal, etc.) Luego se les hace traer a los
que tienen los ojos vendados, y se les explica que deben encontrar la campanita,
se les hace escuchar previamente su sonido para que la identifiquen. Una vez
que comienza el juego, los que tienen los otros objetos, también comienzan a
hacerlos sonar. El juego concluye cuando han encontrado la campanita.

El facilitador del encuentro suscita el diálogo preguntando a los voluntarios,


¿cómo se sintieron, ¿qué dificultad encontraron? y pregunta a todos los par-
ticipantes ¿qué actitudes eran necesarias en el que tenía los ojos vendados
para cumplir su objetivo?

Después del diálogo el facilitador expresa: De la misma manera que ocurrió en


el juego, también nos ocurre en la vida. Seguramente estamos escuchando el
llamado de Dios a ser catequista y tenemos incertidumbres, dudas de ese llamado,
lo que implica un ejercicio de discernimiento para escuchar con claridad la voz de
Dios que por amor nos llama a su servicio en la Iglesia. En este encuentro vamos
a afinar el oído interior para considerar el llamado que hemos recibido.
Iluminación
Leer el texto bíblico (Lc 1,26-39)

El facilitador destaca el llamado de María y su respuesta. Así como María fue llamada
porque fue elegida, también nosotros, somos llamados a este servicio de ca-
tequistas por gracia de Dios. Él nos eligió porque nos ama y por eso su voz es
insistente. Él espera una respuesta, un sí permanente que, aunque tengamos
dudas con su auxilio podamos dejar que su obra se realice en nosotros. María
dijo sí , también Dios espera nuestro sí, un sí que como el de María nos permita
dar el primer paso, ponernos en camino, no importa si la montaña es alta y el
camino estrecho porque el Señor siempre estará con nosotros, su Espíritu nos
cubrirá con su sombra y nada será imposible para Él.

Ante la llamada, María se preguntó cómo será esto, seguramente también nos
estamos preguntando cómo será ser catequista. El Señor respondió a María y
también nos responde a nosotros invitados a ir a ver como su poder se manifiesta
en el camino de la respuesta a su servicio en la catequesis.

Por lo que, a continuación les invitamos a considerar ese ¿cómo? a través del
siguiente trabajo en grupo:

El facilitador hace tres grupos, distribuye unos textos para que sean leídos y
sintetizados en el grupo, a fin de posteriormente presentar una síntesis en la
plenaria.

Grupo 1

«En virtud del Bautismo y de la Confirmación, los cristianos son incorporados a Cristo y participan en
su oficio sacerdotal, profético y real (cf. LG 31, AA 2), son testigos del anuncio del Evangelio con
la palabra y el ejemplo de la vida cristiana. Algunos de ellos “pueden ser llamados a cooperar con el
Obispo y con los presbíteros en el ejercicio del ministerio de la Palabra” (CIC, c 759). En el conjunto
de los ministerios y de los servicios con los que la Iglesia lleva a cabo su misión evangelizadora, el
“ministerio de la catequesis” (CT 13)»
(Directorio para la catequesis, 110)

«Gracias a esta llamada, al catequista se le hace partícipe de la misión de Jesús que conduce a sus
discípulos a entrar en relación filial con el Padre. Pero el verdadero protagonista de toda auténtica
catequesis es el Espíritu Santo que, a través de la profunda unión que el catequista mantiene con
Jesucristo, hace eficaces los esfuerzos humanos en la actividad catequística. Esta actividad se realiza
en el seno de la Iglesia: el catequista es testigo de su Tradición viva y mediador que facilita la inser-
ción de los nuevos discípulos de Cristo en su Cuerpo eclesial».

(Directorio para la catequesis, 112


Grupo 2

«El bautismo y la fe los ha hecho (a los seguidores de Jesús) verdaderamente hijos de Dios, participan
de la naturaleza divina, y son, por tanto, realmente santos. Por eso, deben, con la gracia de Dios, con-
servar y llevar a plenitud en su vida la santidad que recibieron».
(VATICANO II, Constitución sobre la Iglesia Lumen gentium [21-XI-1964] 40).

«Durante todo el proceso de formación es vital que se insista en la centralidad de la experiencia espi-
ritual en perspectiva misionera. Para evitar el riesgo de caer en un afán pastoral estéril, el catequista
debe ser formado como discípulo misionero, dispuesto a comenzar siempre de nuevo a partir de su
propia experiencia de Dios, que es quien lo envía al encuentro de sus hermanos en el camino de la vida.
Esta espiritualidad misionera, entendida como un encuentro con los demás, un compromiso con el mun-
do y una pasión por la evangelización alimenta la vida del catequista y lo salva del individualismo, del
intimismo, de la crisis de identidad y de perder la ilusión en la acción»

(Directorio para la catequesis, 135a)

Grupo 3

«La comunidad es el seno materno en el que nace y crece la vocación específica para el servicio de la
catequesis. Es una comunidad real, rica en dones y oportunidades, pero no exenta de límites y debi-
lidades. Es en ella donde se hace experiencia de la misericordia de Dios y donde uno se ejercita en la
acogida y en el perdón mutuos. La comunidad que experimenta el poder de la fe y sabe cómo vivir y dar
testimonio del amor, anuncia y educa de manera completamente natural. El lugar por excelencia para
la formación del catequista es, por tanto, la comunidad cristiana, que en la variedad de sus carismas y
ministerios, es el ambiente ordinario en el que se aprende y se vive la vida de la fe».
(Directorio para la catequesis, 133).

«La Iglesia se siente en el deber de capacitar a sus catequistas en el arte del acompañamiento personal,
ofreciéndoles la experiencia de ser acompañados para crecer en el discipulado y formándolos y envián-
dolos a acompañar a sus hermanos. Este estilo requiere una humilde disposición para dejarse tocar e
interrogar por los acontecimientos de la vida, con una mirada llena de compasión, pero también respe-
tuosa con la libertad de los demás. La novedad a la que el catequista está llamado reside en la cercanía,
en la acogida incondicional y en la gratuidad con la que se pone a disposición de los otros para caminar
a su lado, escucharlos y explicarles las Escrituras (cf. Lc 24,13-35; Hch 8,26-39)»
(Directorio para la catequesis, 135c).
Una vez que se ha realizado la plenaria el facilitador afirma: Ciertamente ser
catequista es una vocación, que nace en el corazón de la Iglesia, porque no
en vano es la Iglesia en su conjunto la que tiene la misión de transmitir la fe a
todos los hombres, con independencia del pueblo al que pertenezca. De entre
sus miembros, unos son llamados a participar del ministerio de la Palabra, para
poder transmitir el Evangelio a todos aquellos que anhelan conocer a Cristo. El
catequista está vocacionado para llevar la representación de Cristo Maestro.

De hecho, es una participación en el Magisterio de Cristo, porque en realidad


siempre que enseña a sus discípulos es Jesús Maestro, pero Jesús ha querido
contar con discípulos suyos que vengan a visibilizar esa atención, ese cuidado,
esa transmisión de la fe para que sus propios discípulos puedan participar de la
relación filial que Él tiene con el Padre. Evidentemente, los catequistas no son
catequistas por sus propios medios, sino que siempre pertenecen a una comu-
nidad eclesial y prestan un servicio determinado para transmitir ese Evangelio
para que transforme las conciencias y las vidas, y luego esos cristianos que se
han iniciado en la fe se conviertan en fermento en medio del mundo.

Compromiso

Se presenta el video del Papa o el testimonio de un catequista. Luego se les


pide a los participantes que en la huella que recibieron cuando llegaron al en-
cuentro escriban su respuesta al llamado de Dios.
El facilitador pregunta ¿quieres ser catequista?

Celebración

El facilitador invita a poner este sí en manos de Dios a través de la oración. se


realiza un canto apropiado. Se agradece a Dios el llamado y se presenta la res-
puesta poniendo la huella a los pies de la biblia que está en el centro del en-
cuentro.

Mientras los participantes ponen su huella se puede hacer un canto apropiado.


Al terminar con el signo se ora con la oración “Estar en tu Casa” de los Salmos
“Lo más Importante” de – Benjamín González Buelta S.J.)
Si me invitas a ver dónde es tu casa, lo más importante no son los proyectos
que tienes para mí, sino que me invitas a caminar contigo hacia el futuro
(Mc 1,17).

Si me llevas a tu casa, lo más importante no es que crea que te busco, sino que
me sienta llamado y buscado por Ti en todas partes.
(Gn. 3,9).

Si me arriesgo a seguirte hasta tu casa, lo más importante no es los nombres


que te han dado, sino que Tú tienes el mío tatuado en la palma de tu mano
(Is. 49,16).

Si entro para quedarme en tu casa, lo más importante no es que llene todo espacio
con mi palabra, sino que deje hablar tu voz que gime en lo más profundo de mi alma.
(Rm. 8,26).

Si tu casa se ha convertido en casa de amigos, lo más importante no es que yo hable de Ti


con palabras sabias, sino que deje trasparentar las marcas de tu cuerpo en mi existencia.
(2 Cor 4,10).

Si en tu casa he aprendido a estar en propia casa, lo más importante no es que yo


compita contigo en el amor, sino que comparta con gozo tanto amor que Tú me ofreces.
(Jn 13,1).

Si tu casa es la casa de la luz, lo más importante no es que yo alumbre como lámpa-


ra, sino que deje arder el fuego de tu Palabra que enciende mis huesos y me lanza.
(Jr. 20,9).

Al terminar la oración el facilitador propicia el compartir un abrazo con los que se han
incorporado a la catequesis, por lo que, les puede decir:

Hermanos, hoy damos el primer paso, el sí a Dios para ser catequistas, nos to-
cará formarnos, ejercitarnos en la pedagogía de Dios asumiendo la metodología
de la experiencia para hacer eco de la Palabra de Dios, testimoniando la obra
que Dios hace en nosotros para acompañar a los interlocutores de la catequesis.
Pero no teman no están solos cuentan con nosotros, hermanos todos en este
servicio, por eso siéntanse bienvenidos y como le dijo Isabel a la Virgen María
cuando entro a su casa “benditos”.
Eucaristía día
del Catequista
24 de septiembre de 2023
XXIV Domingo del Tiempo Ordinario

• Monición de entrada

Al encontrarnos hoy en esta celebración eucarística del XXIV domingo


del Tiempo Ordinario, celebramos en Venezuela el día del Catequista. Por ello,
recurrimos a este banquete acompañados de la Virgen María, la catequista que
dio el primer paso con su sí generoso, la que recodamos en este día en la ad-
vocación de Nuestra Señora de las Mercedes. Al estar aquí con ella, le damos
gracias Dios por la vocación de los catequistas y renovamos nuestra esperanza
porque no nos faltará el vino del amor de Dios que nos hace catequistas com-
pasivos y misericordiosos.

• Monición antes de las lecturas

En el camino del servicio en la catequesis podemos encontrar muchos obstá-


culos que impiden dar una respuesta en fidelidad al llamado que Dios nos hace,
pero la Palabra de Dios purifica y libera el corazón haciéndolo capaz de amar
para hacer eco de esa experiencia con el testimonio de nuestra vida. Escuche-
mos el llamado de Dios a experimentar la fuerza del perdón.

• Liturgia de la Palabra

Primera Lectura: Eclo. 27, 33-28,9


Salmo Responsorial: Sal 102
Segunda Lectura: Rom. 14,7-9
Evangelio: Mt. 18,21-35

• Homilía

Se puede considerar como el llamado a ser catequista requiere de una respues-


ta permanente al amor Dios que se revela. Un amor que se vive en la experien-
cia del perdón que libera la vida y le da espacio al corazón para hacer eco de la
Palabra.
• Presentación a la comunidad de los vacacionados a la catequesis

Monición: Estimada comunidad con gran gozo queremos presentarles a un gru-


po de hermanos que han dado el primer paso diciendo sí al llamado de Dios para
servirle a Él en la Iglesia a través de la catequesis.

(los vocacionados a la catequesis se ponen al frente del altar)

Ministro: Estimados hermanos, al dar el primer paso en el servicio de la cateque-


sis ¿están ustedes dispuestos a perseverar en el proceso de la formación que
les configurará como catequistas?

Vocacionados: Sí, estoy dispuesto.

Ministro: El Espíritu Santo les ayude a tomar conciencia de ser como bautizados
verdaderos discípulos misioneros, sujetos activos de la evangelización, capaci-
tándose para comunicar el evangelio, acompañar y educar en la fe. Que Dios les
bendiga y les de perseverancia en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.

• Profesión de fe

• Oración de los fieles

Ministro: Hermanos, dirijamos al Padre compasivo y misericordioso nuestras


súplicas con la confianza de saber que Él escucha el clamor de su pueblo.

Por la Iglesia para que no cese en su empeño por anunciar el Evangelio y sea
una comunidad catequizadora que da prioridad a la catequesis como proceso
de iniciación y maduración en la fe ante todo de los adultos.
Roguemos al Señor.

Por el Papa, los obispos, los presbíteros, los diáconos, catequistas, para que
sean fieles transmisores de la Palabra y sean los primeros en estar dispuestos a
transformar la catequesis pre sacramental de niños y adolescentes en un ver-
dadero proceso de iniciación en la fe.
Roguemos al Señor.

Para que la catequesis sea considerada en la sociedad como una opción opor-
tuna para ayudar a las familias en el acompañamiento del desarrollo evolutivo
de sus hijos, a fin de que iluminados desde el Evangelio hagan un plan de vida
de acuerdo a los valores del reinado de Dios.
Roguemos al Señor.
Por todos los catequistas para que en la escucha de la Palabra de Dios descu-
bran el sentido de su servicio, y vivan su misión en el mundo y entre los herma-
nos como verdaderos misioneros del Evangelio.
Roguemos al Señor

Por los que ha dado el primer paso en la respuesta al llamado a ser catequistas
para que perseveren y con fidelidad sirvan al Señor haciendo eco de su Palabra.
Roguemos al Señor.

Por el aumento de las vocaciones a la catequesis para que nunca nos falte
catequistas.
Roguemos al Señor.

Por el eterno descanso de los catequistas para que su entrega generosa en


esta tierra sea recompensada con la vida eterna.
Roguemos al Señor.

Ministro: Acoge benignamente nuestras intenciones y concédenos cuanto sea


necesario en esta vida para que experimentado tu perdón podamos perdonar a
los demás y así desde nuestro servicio en la Iglesia alcanzar la santidad.

Después de la oración poscomunión

• Rito de envío

Monición: A continuación, se procede con el rito del envío de los catequistas


que este año llevarán a cabo la misión de la catequesis en nuestra comunidad.
Este rito es un modo de expresar que no actúan en nombre propio, sino en
nombre de la Iglesia.

Ministro: ¡Acérquense al altar los que van a recibir la misión de catequista!

(Los catequistas se acercan, mientras los fieles siguen sentados)

Ministro: Estimados catequistas que sus vidas sean testimonio de Jesucristo y


de su mensaje en el seno de la Iglesia, lugar de la catequesis, para que la edifi-
quen como pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y comunión en el mismo Espíritu.

Antes de ser enviados a la misión es necesario que expresen su disponibilidad


a la tarea que se les encomienda y que acepten los compromisos que la misión
lleva consigo, por ello les pregunto:
¿Están dispuestos a realizar la misión viviendo la fe con sinceridad de corazón y
proclamándola de palabra y de obra, según el Evangelio y la Tradición de la Igle-
sia?

Catequistas: Sí, estoy dispuesto/a

¿Se ocuparán de su formación y acudirán a las reuniones organizadas para ello en


la Parroquia?

Catequistas: Sí, lo haré.

¿Prometen, con la ayuda del Espíritu Santo, perseverar en la misión a pesar de las
dificultades, realizarla con un corazón sinodal, con diligencia según sus capacidades y
buscar en todo el bien de la Iglesia y de aquellos que se les encomiendan?

Catequistas: Sí, lo prometo.

Ministro: Todos somos testigos de la disposición de estos hermanos que se ofrecen a


servir a la comunidad a través de la catequesis. Pero, aunque el Espíritu está pron-
to, la carne es débil. Oremos, pues, al Señor que derrame su luz sobre ellos.

(En silencio el ministro impone las manos sobre los catequistas)

Ministro: Como ministro de la Iglesia, les envío en nombre del Señor para que, como
catequistas, acompañen a los interlocutores de la catequesis a un encuentro con
Cristo que les permita adentrarse a la comunión e intimidad con la Santísima Trinidad.

(El ministro les da a todos la bendición)


Colecta Nacional de la Catequesis 2023

“Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala


gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría.”
(2 Cor 9,7)

Con el fin de suscitar la unidad y promover la corresponsabilidad de la tarea evan-


gelizadora, les invitamos a organizar la Colecta Nacional para la Catequesis.

Esta expresión de gratitud y cercanía hacia la catequesis se realizará en el


contexto de la celebración de la Semana de la Catequesis, el domingo 24 de
septiembre de 2023.

Se trata de recabar un aporte monetario que estará destinado a cooperar con


las actividades catequéticas de la siguiente manera:

El 30% para el área de Catequesis del Secretariado Permanente del Episcopa-


do Venezolano.
70% para los Secretariados Diocesanos de Catequesis.

El aporte de cada iglesia local para el área de catequesis del SPEV será trans-
ferido a la cuenta corriente, número:

0105 00019 2410 1927 4786


Banco Mercantil
a nombre de la Conferencia Episcopal Venezolana
(RIF: J-001289518)
y te agradecemos que nos envíes el capture con la referencia de tu operación
bancaria al correo:
decat.venezuela@gmail.com

También podría gustarte