606353ac1e11b-Una Guia para El Consejero Sobre El Cerebro y Sus Transtornos Muestra
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Traducido del libro Counselor’s Guide to the Brain and Its Disorders, segunda edición
2015 © 1991 y 2015 pot Edward T. Welch. Publicado por Christian Counseling and
Educational Foundation (CCEF). Editorial Office 1803 E. Willow Grove Avenue,
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A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas han sido tomadas de La Santa
Biblia, Nueva Versión Internacional © 1986, 1999, 2015, por Biblica, Inc. Usada con
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Biblia Latinoaméricana de Hoy © 2005, por The Lockman Foundation; las citas
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© 2009, 2011, por Sociedades Bíblicas Unidas.
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Poiema Publicaciones
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www.poiema.co
Impreso en Colombia
ISBN: 978-1-950417-36-0
SDG201
Contenido
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Apéndices����������������������������������������������������������������������������������������335
Notas de texto ��������������������������������������������������������������������������������361
Bibliografía �������������������������������������������������������������������������������������365
Prefacio
Ed Welch
Glenside, Pennsylvania
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1
La Biblia y
las ciencias del cerebro
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Una guía para el consejero sobre el cerebro y sus trastornos
podría haber hecho énfasis en que la Biblia nos anima a observar con
claridad nuestro mundo (investigación científica) y a esforzarnos por
prevenir y sanar la enfermedad física (tratamiento médico).
Eventualmente, este uso incompleto y equivocado de la Palabra de
Dios pasó su factura. El fin de la autoridad de la iglesia llegó durante la
epidemia del cólera de 1866, cuando se observó que hubo más respues-
tas gracias a las iniciativas de salud pública que a la oración y el ayuno.
Como resultado, conforme el campo del reino legítimo de la Escritura
se reducía, aumentaba el dominio de la ciencia.
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La Biblia y las ciencias del cerebro
Vocabulario
Al hablar de otras disciplinas, las palabras pueden ser confusas. Para
comenzar, organizaré algunas de ellas alrededor de las categorías de la
ciencia, la psicología y la Escritura.
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Una guía para el consejero sobre el cerebro y sus trastornos
Vocabulario científico
El término ciencia tiene al menos dos significados diferentes. Puede
ser un método, o puede ser una religión. Como método, prescribe una
forma de hacer observaciones cuidadosas de fenómenos observables.
Este método no es infalible. Gran parte de la ciencia comienza con una
hipótesis y la mayoría de investigadores se dedican a apoyar dicha hipó-
tesis. Además, un estudio de investigación dice muy poco hasta que se
logra replicar. Sin embargo, aún con estas condiciones, en verdad es un
buen método y podemos disfrutar de sus resultados.
Por otro lado, la ciencia también puede desviarse hacia el cientifi-
cismo, el cual asume que solo llegamos a conocer verdaderamente las
cosas que se pueden ver. Esto podría infundir cierta humildad en el
trabajo científico en que reconoce sus limitaciones, pero el cientificis-
mo generalmente cree que el universo consiste solo de las cosas que se
pueden ver. Así que, en vez de compartir terreno con la Escritura en
nuestra investigación de la realidad, cree que la Escritura y otras reli-
giones se basan solo en mitos.
Desde allí, encontramos varios términos relacionados, como mo-
delo médico, psiquiatría biológica, materialismo, monismo ontológi-
co, fisicalismo, reduccionismo, anormalidad, entre otros.
El modelo médico nos ha beneficiado a todos. Asume que hay una
patología psicológica detrás de nuestras señales y síntomas nocivos y
busca corregir esa patología subyacente. Sin embargo, el modelo mé-
dico se complica cuando se extiende a la psiquiatría y luego a la psico-
logía. Una cosa es asumir que la piel de tonalidad amarilla y la escle-
rótica tienen una causa biológica; otra cosa es reducir toda depresión,
ansiedad y adicción a una causa biológica. Estamos agradecidos por lo
primero, pero sospechamos que el segundo se simplifica demasiado.
El modelo médico busca distinguir entre lo normal y lo anormal.
Cuando alguien se encuentra dentro del rango de lo normal, se afirma
que es saludable y que no tiene un problema biológico significativo
subyacente. Los valores o comportamientos que estén por fuera de ese
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La Biblia y las ciencias del cerebro
rango son anormales y expresan que existe una patología biológica sub-
yacente. La tarea del tratamiento es devolver los valores anormales a su
rango normal.
Con muchas enfermedades, esta es una distinción útil que se basa
en datos irrefutables. Pero, a menudo, estos datos se encuentran en una
progresión, en donde la línea que distingue lo normal de lo anormal
siempre está en movimiento (por ejemplo, la tensión alta). Entonces,
la distinción entre lo anormal y lo normal no es clara.
Casi siempre, el diagnóstico psiquiátrico se encuentra en una pro-
gresión. Como estos trastornos no tienen señales físicas constantes,
se identifican con síntomas comportamentales y subjetivos y no con
señales bioquímicas o físicas. Cuando dependemos de reportes sub-
jetivos, lo anormal para una persona no es lo mismo que lo anormal
para otra (Colby & Spar, 1983), y lo anormal en un país no es anormal
para su vecino (Payer, 1988). Sin embargo, habiendo dicho esto, hay
muchos problemas identificados en el DSM-5 que son reales y difíciles
y que merecen una atención especial.
El monismo o el monismo ontológico es una suposición sobre el
cimiento más básico de la humanidad. Afirma que somos físicos, en
contraste a lo físico y espiritual, o a lo físico, espiritual y psicológico.
Tanto los cristianos como los ateos sostienen esta postura. Es un mo-
delo elegante en el sentido de que es simple y poderoso, aunque no es el
que propondré aquí. El monismo afirma que la mente, la consciencia y
el alma emergen del cerebro. Otros términos como fisicalismo y reduc-
cionismo se pueden ubicar en esta postura.
El reto para los monistas es entender de dónde aflora la mente o
la consciencia. Este se conoce como el problema de la mente-cuerpo y
su pregunta es esta: ¿Cómo puede el cerebro (cuerpo) producir pensa-
miento humano (mente), autopercepción y voluntad aparente (cons-
ciencia)? La respuesta simplista es que debemos ser pacientes. Algún
día lo sabremos. Esta no es una crítica letal de la postura monista, ya
que ningún conjunto de suposiciones puede explicar completamente
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Una guía para el consejero sobre el cerebro y sus trastornos
Vocabulario psicológico
El término psicológico tiene un rango amplio de significado. Incluye la
personalidad, el comportamiento, el pensamiento, las emociones, las
percepciones, el aprendizaje, la motivación, las habilidades intelectua-
les o cualquier malestar personal que se pueda resolver con la “terapia
conversacional”. Si afirmas que tu campo es lo psicológico, abarcas bas-
tante espacio.
Aquí argumentaré que lo psicológico como categoría ontológica
distinta no existe. Por supuesto, hay emociones, habilidades cogniti-
vas y motivación, pero la categoría se puede eliminar y sus miembros
se pueden ubicar en categorías físicas y espirituales más básicas. Por
ejemplo, las habilidades intelectuales dependen de un funcionamiento
cerebral adecuado. Un daño cerebral disminuirá las habilidades inte-
lectuales. Nuestro intelecto se anida en el funcionamiento cerebral.
La frase problemas psicológicos identifica problemas en nuestro
pensamiento (por ejemplo, la esquizofrenia) o en nuestras emociones
(por ejemplo, la depresión). Cuando escuchamos esa expresión, asumi-
mos que los problemas no tienen una causa física clara y que también
están relacionados con dificultades de la vida, tales como el “estrés”,
la incapacidad de lidiar con la pérdida de un trabajo, un matrimonio
difícil o problemas familiares. En otras palabras, los problemas físicos
son causados por el cuerpo, mientras que los problemas psicológicos
llevan la marca del mundo que nos rodea y de nuestra respuesta a ellos.
Esta distinción también se ha conocido como orgánica o funcio-
nal. Un problema orgánico es bastante claro —tiene una etiología fí-
sica y cambios anormales en estructuras corporales. En el problema
funcional, las estructuras corporales están intactas, no se ve nada que
esté mal físicamente, y se espera que los principales contribuyentes a
un problema no se encuentren en una patología física.
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La Biblia y las ciencias del cerebro
Vocabulario bíblico
El aspecto distintivo del vocabulario bíblico es que todas las palabras
se relacionan con Dios. La Biblia presupone que es imposible estudiar
a los seres humanos de forma aislada. Todas nuestras acciones, pensa-
mientos, relaciones, trabajo y recreación —todo en nuestra vida— se
vive delante de Dios.
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Una guía para el consejero sobre el cerebro y sus trastornos
(Stg 5:20) y tenemos una oportunidad de conocer más del amor per-
donador de Dios en Cristo, el cual nos trae alegría en vez de dolor.
El pecado entra en la discusión con las ciencias del cerebro cuan-
do los cristianos hacen una distinción entre este y la enfermedad. Las
enfermedades son cosas que nos suceden (ver, por ejemplo, Seigler &
Osmond, 1974), pero el pecado es algo que hacemos y por lo cual so-
mos moralmente responsables. Sin embargo, el pecado puede sentirse
como una enfermedad, y allí es donde tenemos un punto de contacto
con el pensamiento secular. Se puede sentir como algo que nos supe-
ra y nos controla. Sin embargo, tomamos una dirección diferente en
cuanto al tratamiento. El pecado puede ser silencioso y no intencional,
pero de todas formas está en contra de Dios y se debe tratar con arre-
pentimiento más que con medicamentos.
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La Biblia y las ciencias del cerebro
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PARTE 1
Trasfondo bíblico
y médico
2
Fundamentos bíblicos
Dime dónde nace la pasión.
¿Es en el corazón o en el cerebro?