Este documento resume la película "Feliz Cumpleaños" del director Mariano Cirigliano. La película trata sobre el cumpleaños de un comediante en la década de 1950 e incluye personajes falsos y egoístas. Aunque las actuaciones son buenas, la película carece de progresión en la trama y las escenas no están conectadas de manera significativa. El documento también reconoce los méritos del director por completar la película sin financiamiento importante.
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Este documento resume la película "Feliz Cumpleaños" del director Mariano Cirigliano. La película trata sobre el cumpleaños de un comediante en la década de 1950 e incluye personajes falsos y egoístas. Aunque las actuaciones son buenas, la película carece de progresión en la trama y las escenas no están conectadas de manera significativa. El documento también reconoce los méritos del director por completar la película sin financiamiento importante.
Este documento resume la película "Feliz Cumpleaños" del director Mariano Cirigliano. La película trata sobre el cumpleaños de un comediante en la década de 1950 e incluye personajes falsos y egoístas. Aunque las actuaciones son buenas, la película carece de progresión en la trama y las escenas no están conectadas de manera significativa. El documento también reconoce los méritos del director por completar la película sin financiamiento importante.
Este documento resume la película "Feliz Cumpleaños" del director Mariano Cirigliano. La película trata sobre el cumpleaños de un comediante en la década de 1950 e incluye personajes falsos y egoístas. Aunque las actuaciones son buenas, la película carece de progresión en la trama y las escenas no están conectadas de manera significativa. El documento también reconoce los méritos del director por completar la película sin financiamiento importante.
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FELIZ CUMPLEAÑOS
El tercer largometraje de Mariano Cirigliano trata sobre (valga la redundancia) el cumpleaños
de un comediante que invita a figuras del mundo del entretenimiento de los años cincuenta. Pero esto es solo una excusa para desenmascarar las facetas desagradables que ocultan las personas del ambiente “artístico” con tal de obtener beneficios para ellos mismos. En síntesis, estamos hablando de un film que se sostiene gracias a las caracterizaciones que se les brindan a los personajes y de paso muestra una temática sobre falsas apariencias, egos inflados, deshonestidades y rivalidades. Y claro, eso requiere de buenas actuaciones. Que, aunque no sean realmente sobresalientes, cada uno de ellos resalta tanto individual como colectivamente. Es una propuesta más teatral (a lo Twelve Angry Men) debido al estar mayoritariamente grabado desde una terraza. Es notorio que el director dejo que sus actores dieran su propio toque a sus personajes para que no saliera robótico o preparado, por decirlo de alguna manera y aun así mantenerse en papel. Además, tienen bastante libertad porque casi no hay nada de cortes hasta que termine la escena, una característica que se pudo haber pulido con un mejor manejo de la cámara. El movimiento de la cámara es bastante pobre en ejecución, no por el movimiento en sí sino por el abuso de los giros en cámara en mano al punto de marear al espectador. Es molesto y la mayoría de las veces son innecesarios ya que lo único que están grabando es una interacción sin mucha tensión de por medio. Es hasta algo manipulador porque debido a estos movimientos yo como espectador me veo forzado a ver algo como si movieran mi cara para un lado y luego para el otro. Lo que además lo vuelve claustrofóbico debido a la casi ausencia total de planos generales o de cuerpo completo. Tomemos por ejemplo los intermedios con los personajes bailando rolas de los 50. ¿Por qué nunca tenemos un plano de cuerpo completo y en vez de eso la cámara se toma la molestia de hacer un plano medio para luego pasar a un plano de piernas? La terraza no puede ser tan chica. Aunque el verdadero problema con todo esto no está en su dirección, ya que a veces el plano está ok y va bien con la escena. El verdadero problema que tengo con todo el largometraje es que va en círculos. De hecho, uno puede desordenar todas las escenas de Feliz Cumpleaños y la cosa no hubiera cambiado para nada. Que cambia que al principio estas dos tipas se hablen bien formal… y que a la siguiente estén peleándose… y que a la siguiente vuelvan a estar bien… y que a la siguiente se vuelvan a pelear… y que se quieren, que se odian. De qué sirve saber que esta siempre admiró a la otra si en la siguiente escena no importará porque van a estar así de pedorras. No hay progresión real o un descenso verdadero. Es algo rutinario se podría decir porque no hay escena que sea la excepción a esto. No importa de qué clase de filme estemos hablando, si uno con trama lineal, con múltiples tramas entrelazadas, en desorden cronológico, en reverso cronológico, cada historia debe darnos una progresión de los eventos. Y así como no podemos juzgar una serie sino como un conjunto, en una película también aplica esto. Y que mejor ejemplo que con el final. Que por si no quieren escuchar los spoilers, saltéense a este minuto que aparece en la pantalla. El final es algo que me sacó no porque fue algo bastante random. Hay algo de anticipación, sí, pero fue algo bastante sacado de los pelos que este personaje, quien no había tenido tanta relevancia como los otros hasta ese momento, decide concluir con la temática matándolos a todos por ser unos egoístas que solo asistieron por conveniencia y egoísmo. Si ya era un problema tener escenas tan inconexas entre sí, sumado a varias subtramas que no tienen conclusión por sí mismas, agarrar una de esas subtramas que debería de haber sido el eje principal en todo esto y no solo la excusa para el escenario, la cosa hubiera cambiado por completo. Por poner un ejemplo y a pesar de que no me guste tampoco, Esperando la Carroza se las arregla en este apartado. Quizás es coincidencia, pero tiene muchas cosas en común: personajes desagradables y caretas, secretos que se van desvelando, un tono cómico grotesco. Pero yéndonos al punto, lo que logra la cinta de Alejandro Doria es que a pesar de que los personajes se tiran mierda los unos a los otros, las relaciones se deterioran por cada revelación que sale a la luz, por cada careta que se caiga, por cada griterío que resuena, nunca se olvidan en ningún momento de que toda la trama surge por la abuela. Y no funciona simplemente porque vemos que la abuela al final no estaba desaparecida o muerta, sino porque todo avanza de manera progresiva y paralela con mamá Cora teniendo sus escenas separadas del resto, a diferencia del principio. Las relaciones se ponen más tensas a medida que tratan de encontrar el paradero del personaje de Mamá Cora, acá no encontramos esa línea porque, de nuevo, los personajes tienen una rutina por lo que es solo mostrar y no arriesgar. No sé si era la intención de Mariano que las escenas queden inconexas entre sí, pero no puedo evitar ver la misma dinámica una y otra vez por más que la película no dure más de 90 minutos. Se hace tedioso de seguir pese a que las actuaciones son buenas. Aun así, no puedo odiar para nada el trabajo ya que un director como Mariano se le tiene que reconocer algunos méritos. Grabar una película no es tarea sencilla en estos lados del mundo, por lo que se aprecia el esfuerzo que hizo Mariano para poder sobrellevar varias de sus películas sin la ayuda de ninguna empresa o financiación del INCAA. En esencia, también es algo atípico debido a la influencia del cine hollywoodense, en especial del cine de Tarantino, algo atípico si me lo preguntan ya que por lo general en Argentina abundan más películas de carácter dramático, melodramas juveniles, telenovelas o las comedias bobas de Adrian Suar. Así que, si quieren ver más de su trabajo, les dejo el link a su canal de YouTube en donde además pueden ver sus otros dos largometrajes. Y si quieren apoyar sus proyectos, Mariano tiene una cuenta en cafecito para que puedan donar con lo que puedan.