La Verdadera Iglesia de Cristo
La Verdadera Iglesia de Cristo
La Verdadera Iglesia de Cristo
1. INTRODUCCION
En tal sentido nos esmeraremos en difundir los temas en la que las sectas protestantes
insisten tales como:
Jesús dijo: “Yo soy el buen Pastor y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mi”
“tengo otras ovejas que no son de este corral. A ellas también las llevaré; escucharán mi
voz, y habrá un solo pastor” (Jn 10, 14-16).
“Que todos sean uno, como tu, Padre, estás en mi y yo en ti. Que ellos también sean uno
en nosotros, para que el mundo crea que tu me has enviado” (Jn. 17,21).
“Esto es lo que les mando: que se amen unos a otros” (Jn. 15,17).
Para que se cumpla el anhelo de Cristo, todos los bautizados tenemos que unirnos en
amor, trabajando día a día para que el reino de Dios se extienda en el mundo y cuando
llegue el día de la venida del Señor, nos encuentre bien unidos.
“Aparecerán falsos Mesías y falsos profetas, que harán señales y prodigios con el fin de
engañar, aún a los elegidos, si fuera esto posible. Ustedes, pues estén preparados; de
ante mano se lo he advertido” (Mc. 13,22-23).
“No es que haya otro, sino que ciertas personas han sembrado la confusión entre ustedes
y quieren dar la vuelta al Evangelio de Cristo” (Gál. 1,7).
Han pasado 2000 años de la venida de Jesús y desde que Cristo fundara su Iglesia en
Palestina con sus doce apóstoles con Pedro a la cabeza y nos damos cuenta que las
profecías se cumplen es por ello que debemos estar preparados cuando estas acontezcan.
Porque la Iglesia Católica es la única que desde sus inicios tiene como fundador a Jesús
y al apóstol Pedro como su sucesor hasta el actual Papa. Su último apóstol, así lo
demuestran los documentos históricos y las Encíclicas que dejaron los Papas a través de
los siglos hasta nuestros tiempos.
Los demás grupos, denominaciones protestantes o sectas protestantes tienen entre otros,
cuatrocientos, trescientos, doscientos, cien, cincuenta, diez, dos años y hasta horas de
fundados. Entonces la pregunta es: ¿Cómo pueden afirmar que son la verdadera Iglesia
de Cristo?
Si bien es cierto, un día te hablaron muy bonito de Cristo, pero no te dijeron sus
orígenes y la sucesión se sus jefes hasta su fundador.
Por lo tanto, no es cierto que Jesús ordenó fundar iglesias como algunos líderes de las
sectas protestantes la afirman. Jesús no autorizó a ninguna persona fundar otras iglesias,
todo lo contrario, Jesús dijo al discípulo Pedro: “y ahora, yo te digo: tu eres Pero, o sea
Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18).
Por lo tanto Jesús no dijo sobre esta piedra edificaré “mis iglesias” menos aún decirle a
otra persona “desde ahora tu serás el sucesor de Pedro porque a partir de ahora las cosas
van a ser diferentes” como suelen decir algunos detractores de la Iglesia Católica, sino
que le dijo a Pedro: “los poderes del infierno no podrán vencerla” (Mt 16, 18).
La Biblia muestra claramente que aquellos que salen de la Iglesia que fundó Cristo y
enseñan otras doctrinas los llama ANTICRISTOS y PERTURBADORES. He aquí
algunas citas bíblicas:
“Hijitos míos, es la última hora y se les dijo que tendría que llegar el anticristo; y en
realidad, ya han venido varios anticristo, por donde comprobamos que esta es la última
hora. Ellos salieron de entre nosotros mismos, aunque realmente no eran de los nuestros.
Si hubiesen sido de los nuestros se habrían quedado con nosotros. Al salir ellos, vimos
claramente que entre nosotros no todos eran de los nuestros” (1 Jn 2,18-19).
“En realidad no es que haya otro Evangelio, sino que hay entre ustedes algunos
perturbadores que quieren trastornar el Evangelio de Cristo. Pero aunque viniéramos
nosotros o vinieran del cielo algún ángel para anunciarles el Evangelio de otra manera
que lo hemos anunciado, ¡sea maldito!” (Gál 1,7-8).
3. ALGUNOS CASOS DE DIVISION EN LA HISTORIA DE LA
IGLESIA
“Tuve noticias de ustedes por gente de la casa de Cloe y me hablaron de rivalidades. Así
lo entiendo yo, puesto que unos dicen: “yo soy de Pablo”, otros: “yo soy de Apolo” o:
“yo soy de Pedro”, o: “yo soy de Cristo” ¿Acaso Cristo esta dividido? ¿O yo Pablo, he
sido crucificado por ustedes? ¿O ustedes fueron bautizados en el nombre de Pablo? (1
Co 1,11-13).
“Les ruego en el nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor que se pongan de acuerdo y
superen sus divisiones; lleguen a ser una sola cosa con un mismo sentir y los mismos
criterios” (1 Co 1,10).
Siendo Roma capital del Imperio de Occidente, el Papa, Obispo de Roma fue aceptado
sin ninguna objeción por los católicos del Imperio de Oriente.
Cuando los bárbaros invadieron el imperio de Occidente, la parte Oriental del Imperio
Romano resistió a las invasiones de los bárbaros; y poco a poco la Iglesia de Oriente se
fue separando de la Iglesia de Occidente.
Posteriormente, después de extensos diálogos con los representantes del Papa León IX,
dirigido por el cardenal Humberto de Silva Cándido, se produjo la ruptura definitiva
mediante excomuniones mutuas.
La forma de organización es parecida a la Iglesia Católica, cada obispo es representante
de su diócesis. El obispo de Roma es el representante y vocero de todos los obispos de
la Iglesia, pero no tiene autoridad sobre los demás obispos.
La eucaristía es celebrada con panes que tienen levadura, para ellos el Espíritu Santo
procede solamente del Padre, en cambio la Iglesia Católica enseña que el Espíritu Santo
procede del Padre y del Hijo.
Lo que dio inicio a la protesta fue el permiso que el Papa León X (1513-1521) concedió
al príncipe Alberto Maguncia (Alemania) con el objeto de sacar fondos para la
construcción de la Basílica de San Pedro el año 1517.
Ese mismo año un sacerdote agustino llamado Martín Lucero se indignó contra los
abusos que se venían cometiendo, publicando 95 proposiciones a cerca de las doctrina
de las indulgencias, llenas de ataques en contra de la autoridad eclesiástica y muchos
apoyaron su posición.
Martín Lutero afirmó el concepto de que la Iglesia es una sociedad invisible y que
solamente el pecado nos aparta de ella más no la autoridad eclesiástica. Negó que la
Iglesia fuera una institución de salvación y que solamente la palabra de Dios provoca el
acto de fe y así la persona logra la justificación (salvación).
Lutero decía que la Iglesia es una entidad invisible y sin estructuras visibles ni
jerárquicas. Para el, la Iglesia no es una institución divina y no tiene carácter absoluto
menos autoridad divina obligatoria.
Rechazó los sacramentos, excepto el bautismo y la cena del Señor, pidió el matrimonio
de los sacerdotes y el establecimiento del divorcio. Lucho en contra del culto a la
Virgen y los santos, e introdujo el uso de la lengua popular en el culto, rechazando el
latín.
En 1521 el Papa León x excomulgó a Lutero. Para evitar la división del imperio, Carlos
V lo invitó a Works para que aclarara su pensamiento. No hubo ningún resultado
favorable. Algunos príncipes alemanes apoyaron a Lutero, para quedarse con los bienes
de la Iglesia.
El motivo que permitió la ruptura de Inglaterra con Roma fue la actitud prepotente y
autoritaria del rey. El rey Enrique VIII pidió al Papa Clemente VII la anulación del
matrimonio con su legítima esposa, Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena.
El Papa se rehusó al pedido con toda firmeza, fiel al mandato de Cristo: “lo que Dios
unió, no lo separe el hombre” (Mc. 10,9). Esta situación motivó al rey Enrique VIII, en
el año de 1534 separar a su país de Roma y a partir de ese momento se declaró Jefe
único y Supremo de la Iglesia de Inglaterra.
Su perversidad permitió mandar a matar a su nueva esposa para casarse con Juana
Seymur. A la muerte de ésta última se volvió a casar con Ana de Clevri de la cual se
divorció para casarse con Catalina Howard. También a ésta mandó matar para casarse
con Catalina Parr.
No cabe duda que el motivo y las razones de la ruptura con la Iglesia Católica fueron
causas nada “teológicas” sino por el contrario fueron de carácter autoritario del rey lo
que llevó a la separación.
Se desató una violenta persecución contra todos aquellos que permanecieron fieles al
Papa, dieron muerte a 21 obispos, a más de 500 sacerdotes y más de 72 mil fieles. El
canciller del reino Tomás Moro fue asesinado por permanecer fiel, es por ello que fue
canonizado por la Iglesia Católica.
Su organización
Su doctrina
Bíblicamente existe una sola Iglesia fundada por Cristo y teniendo al apóstol Pedro
como su sucesor y vicario hasta el último Papa. Los demás grupos (sectas) existentes
que se consideran “cristianas”, no son Iglesia de Cristo aunque tengan valores
“cristianos”.
Las sectas un día aparecen, otro día se subdividen, pasa un tiempo y desaparecen. En
efecto estos grupos no ofrecen ninguna garantía de parte de Dios, en ese sentido se
consideran sectas protestantes: Los grupos pentecostales: “Dios es Amor”, “Comunidad
del Espíritu Santo”, otras de diferente denominación como: “Iglesia del nazareno”,
“Iglesia santa y apostólica”, “Hijos unidos de Sión”, “Iglesia de Dios y de sus santos”,
“Iglesia santidad de California”, “Iglesia triunfante”, etc, etc, etc.
La Iglesia que fundó Cristo se llama católica porque está abierta a todas las razas y
culturas de todos los tiempos. En realidad, católico quiere decir Universal.
El que por primera vez usó la expresión Iglesia Católica para designar a la única Iglesia
que fundó Cristo, fue San Ignacio de Antioquía en el año 110 d.C.
El Señor anunció que surgirían falsos profetas, y para evitar este peligro debemos
observar cuáles son las propiedades y notas de la Iglesia. En el credo aprobado en los
concilios de Nicea y Constantinopla, mucho antes de la separación de las Iglesias de
Oriente y de las comunidades Eclesiales nacidas de la reforma y de la Comunión
Anglicana, se resume la identidad de la verdadera Iglesia diciendo que es Una, Santa,
Católica, y Apostólica.
La Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica
1. La Iglesia es Una: tiene un solo Señor, confiesa una sola fe, nace de un solo
bautismo, no forma más que un solo Cuerpo, vivificada por un solo Espíritu, orientado a
una única esperanza a cuyo termino se superan todas las divisiones. La unidad de la
Iglesia peregrina está asegurada por vínculos visibles de comunión del culto divino,
sobre todo de los sacramentos, y la sucesión apostólica por el sacramento del Orden.
2. La Iglesia es Santa: Dios santísimo es su autor; Cristo, su Esposo, se entregó por ella
para santificarla; el Espíritu de Santidad la vivifica. Aunque comprenda pecadores, ella
es inmaculada. En los santos brilla su santidad; en María es ya la enteramente santa. En
este mundo todos los miembros de la Iglesia se reconocen pecadores; sin embargo, la
Iglesia no da a sus miembros sino gracia y santidad.
4. La Iglesia es Apostólica: está edificada sobre sólidos cimientos: “los doce Apóstoles
del Cordero” (Ap 21,14); es indestructible (Mt 16,18) se mantiene infaliblemente en la
verdad porque Cristo la gobierna por medio de Pedro y los demás Apóstoles, presentes
en sus sucesores, es decir, el Papa y los Obispos.
Toda la Iglesia es apostólica porque permanece a través de los sucesores de San Pedro y
de los apóstoles, en comunión de la fe y de vida con su origen. Toda la Iglesia es
apostólica en cuanto ella es “enviada” al mundo entero; y todos los miembros de la
Iglesia, aunque en diferentes maneras, tienen parte en el apostolado. Se llama
apostolado a toda actividad del Cuerpo Místico de Cristo que tiende a propagar el Reino
de Cristo por toda la tierra.
La Iglesia está donde se encuentre su Vicario, que no es otro que el Papa, donde se den
plenamente las notas que Cristo dio a su Iglesia y esto sucede solo en la Iglesia Católica.
También esta Iglesia da testimonio en todo lugar y tiempo de la Iglesia de Cristo, y este
testimonio es confirmado por el poder de Dios. Por eso la Iglesia de Cristo es la Iglesia
Católica.
La Iglesia Católica tributa devoción, sin adoración a María, a los santos y a los ángeles.
Adorar es reconocer a Dios como creador, salvador y santificador. Los católicos
reconocemos como Dios solamente al Padre, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo.
5. EL PRIMADO DE PEDRO
Un católico debe aceptar y adherir a la Iglesia Católica que Jesús fundó. Aceptar a Jesús
y renegar de la Iglesia Católica es separar aquello que Dios ha unido y arrancar la
cabeza del cuerpo.
Bendito sea Dios que nos ha elegido para pertenecer a ésta que es la única fundada por
Jesús y la única que ha mantenido su presencia a través de 20 siglos, la Una, Santa,
Católica y Apostólica y la única que es portadora de todos los medios necesarios para
nuestra salvación.