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Manual de Tecnicas Definitivo
Manual de Tecnicas Definitivo
Manual de Tecnicas Definitivo
Sin embargo, una de las mayores causas del bajo rendimiento académico está determinada por
la falta de principios, métodos o procedimientos para estudiar; lo cual da como resultado una
pérdida de tiempo, desmotivación hacia el estudio y por ende la frustración personal y
profesional (en muchos casos).
1. ¡Preparados, listos...!
2. Crear ambiente
Te explicamos las características que debe tener la habitación donde estudias para
rendir más.
3. En plena forma
4. Diseña un plan
Haz un calendario y planifica tu tiempo. Ya verás cómo los estudios te irán mejor. Te
explicamos las pautas a seguir.
5. Un método a medida
Descubre tu técnica personal de estudio. No todos los alumnos estudian de la misma
forma.
6. El mejor de la clase
La actitud en el aula es muy importante. Para ser un buen estudiante debes aprovechar
el tiempo en la escuela.
1. 1. ¡Preparados, listos...!
El fracaso es una realidad que desde el punto de vista pedagógico debe preocupar tanto a
centros, educadores y padres, como a los propios alumnos que lo padecen.
Son muchas las variables, de diferente índole, que intervienen en el éxito universitario
posiblemente, una de las que más influye en el rendimiento de los alumnos es la técnica de
estudio. Las condiciones de trabajo personal y el método utilizado para el estudio, además de
la capacidad intelectual y los rasgos de personalidad, repercuten en el resultado académico
esperado por el alumno y su entorno, condicionando la motivación y la predisposición hacia el
trabajo de estudiar. Si no existe profesión que para ser desarrollada no deba, inicialmente, ser
enseñada y, por lo tanto, aprendida, entonces: ¿qué ocurre con la profesión de estudiante?
Aprender la técnica
Los objetivos que el alumno debe perseguir antes de iniciar un curso para el aprendizaje de las
técnicas y métodos de estudio son:
Las condiciones físicas del alumno y las ambientales del lugar de estudios.
La planificación y estructuración del tiempo real del que dispone.
El conocimiento de las técnicas básicas que favorecen el estudio.
El espacio físico contribuye a la concentración del alumno y el control de dicho espacio es una
de las precauciones que debe tomar el estudiante.
Aspectos como la ventilación de la habitación, la combinación de la luz natural-indirecta y la
artificial-directa, el nivel de ruido, la música -como relajación, contribuyen al cuidado de un
ambiente que puede influir sobre el correcto aprendizaje. El estudiante debe tomar conciencia
de la importancia de estudiar siempre en un mismo lugar de su propia habitación, el comedor
de la casa, la biblioteca, pero un lugar que facilite su concentración y en el cual tenga a su
alcance todo el material necesario para el desarrollo de su trabajo: libros de texto y de
consulta, apuntes, papeles, bolígrafos, rotuladores fluorescentes.
Es obvio que los métodos de estudio deben tener un enfoque eminentemente preventivo en su
aplicación escolar. Y este enfoque debe ser global, en la medida que se debe dirigir a todos los
alumnos: a los que tienen dificultades en la adquisición de sus aprendizajes escolares y a todos
aquellos que deseen mejorar su forma de estudiar. Un alumno puede motivarse para aprender
a estudiar mejor, mientras que otros pueden hacerlo para estudiar mucho mejor de lo que lo
hacían y optimizar así sus recursos personales.
Es el profesor quien, después, debe dar el primer paso para hacer reflexionar y ayudar a
entender a los alumnos la importancia de adquirir una serie de estrategias que les permitan
una autonomía progresiva en la adquisición de nuevos aprendizajes.
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El estudio requiere una constancia, por lo que se debe mantener un ritmo de trabajo durante
mucho tiempo. Por ello debe optimizarse un perfecto estado de salud.
La buena alimentación del alumno, el control de las posturas, la actividad y el descanso físico,
son factores que favorecen y ayudan en la concentración del estudiante y han de considerarse
antes de iniciar una sesión de estudio provechosa. Saber en qué horas se rinde más, (por la
tarde cuando llega de la escuela, por la noche, o por las mañanas antes de ir a clase) favorece la
implantación de un horario personal de trabajo.
Las técnicas de estudio configuran una metodología guiada de la manera de estudiar, de las
pautas a seguir en el proceso, de cómo empezar una sesión de estudio de la mejor manera y del
desarrollo de la misma utilizando técnicas concretas: lectura, resumen, esquema.
Deben conocerse todos los métodos de estudio posibles y, entonces, escoger el más favorable
para uno mismo. De este modo, se personaliza la manera de estudiar y así se adapta mejor al
resto de hábitos y capacidades.
Si uno tiene facilidad para sintetizar, el resumen le puede resultar ventajoso. Si, por el
contrario, uno capta la información gráfica, el esquema que le favorece es el "estudio-
fotográfico".
Otro de los factores que favorece el aprovechamiento del tiempo de estudio es la actitud del
alumno en clase y en la escuela. No hay que olvidar que son más las horas que el estudiante
pasa en la universidad que las que pasa en su lugar de estudio habitual. Si estas horas se
aprovechan la tarea posterior será mucho más grata.
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Todo lo que se aprenda en clase es algo que uno lleva adelantado y que no tendrá que
repetir en casa. Además, es en clase donde el alumno debe prestar atención a las explicaciones
del profesor, tanto de la materia en sí como de la organización de la asignatura, saber cuándo y
cómo presentar los ejercicios, realizar puntualmente los deberes, seguir correctamente las
directrices de cada profesor, tener una actitud activa en clase, preguntar al profesor lo que no
se entiende, consultar las dudas con otros compañeros, todo ello favorecerá la optimización del
tiempo dedicado al estudio, que en última instancia, es el trabajo real del estudiante.
Autoconcepto y Autoestima
¿Qué es el autoconcepto?
El autoconcepto, como la propia palabra lo indica, es el concepto que una persona tiene
de sí misma. En otras palabras, es la definición o apreciación que tenemos acerca de
nosotros. Por lo tanto, son todas esas ideas, opiniones y juicios que realizamos sobre
nuestra personalidad, acciones, comportamiento e ideas.
Hay que aprender a discernir entre ambos conceptos, ya que, si bien ambos están
bastante relacionados, no son lo mismo. Explicado de otro modo, es la imagen del ‘yo’
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de cada individuo. Esta imagen incluye tanto aspectos estéticos como
afectivos, físicos, entre otros.
Cuando una persona señala que es productiva y trabajadora, está utilizando
un autoconcepto positivo.
En su formación juegan un papel importante las personas que son relevantes para
nosotros: padres, hermanos, amigos, profesores… Sus opiniones se deben
contrastar con la propia experiencia y con la imagen que tenemos de nosotros
mismos, para ir configurando un auto concepto más acorde con la realidad.
A la hora de estudiar un auto concepto positivo o negativo es clave. La siguiente
lista resume y compara algunas de las características y consecuencias más
habituales de un mayor peso en uno y otro sentido.
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¿Cuáles son sus características?
Para comprender mejor qué es, es necesario detallar cada una de sus características y
componentes. De esta forma, también podremos observar las diferencias que existen
entre el auto concepto y la autoestima.
Multifacético y dinámico
Organizado y jerárquico
No es innato
Relativamente estable
Además de las características antes señaladas, los componentes del autoconcepto nos
ayudarán a entender mejor este tema. Según el psicólogo estadounidense Carl Rogers,
el autoconcepto se compone de tres partes esenciales:
Tipos de autoconcepto
El yo individual
En primer lugar, se encuentra el yo individual, este consiste en las ideas que tiene el
individuo de sí mismo de acuerdo a sus características personales. Sirve,
principalmente, para diferenciarse de las otras personas, y el objetivo es darse valor a
uno mismo.
Yo colectivo
Por otra parte, está el yo colectivo, el cual consiste en la percepción que se tiene de uno
mismo al sentirse parte de un grupo o colectivo. Este surge al momento de sentirse
miembro de un grupo y busca darle valor al grupo al cual pertenece.
Por lo tanto, el autoconcepto que se crea a partir de este yo colectivo, está relacionado
con las características o comportamientos del grupo con el que se identifica la persona.
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Yo interpersonal
Por último, el yo interpersonal se enfoca en las relaciones que se tienen con otras
personas. En este tipo de autoconcepto, se trata de dar valor a la otra persona para
mantener las relaciones, además, existe una autoevaluación más crítica.
Para tener una idea clara de las diferencias entre autoestima y autoconcepto,
sólo basta con darle un valor descriptivo al auto concepto y un significado
valorativo a la autoestima. De esta manera, podemos señalar que mediante el
autoconcepto podemos describir cómo somos.
Mientras que, por su lado, la autoestima nos permite valorar, ya sea de forma positiva o
negativa, todo lo que sentimos o pensamos acerca de nosotros. Por lo tanto, mediante
la autoestima, juzgamos todo aquello que forma parte nuestra persona, es decir,
habilidades, competencias, entre otras.
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La valoración externa
Cada vez que recibimos una crítica, un halago, un reconocimiento, queja, y demás,
estamos percibiendo cómo nos ven los demás. Mediante estas experiencias, podríamos
añadir ciertas cualidades o aspectos en nuestro auto concepto.
La autoestima
Autoimagen
El Auto ideal
La manera en la que quisiéramos ser también afecta. Sin embargo, muchas veces esta
imagen del ideal de persona que queremos ser no coincide con la manera en la que nos
percibimos. Por ello, esto sirve de motivación para conseguir ser como realmente
deseamos ser.
Con toda la información descrita anteriormente, se puede intuir con facilidad el por qué
es tan importante tener un autoconcepto positivo. Esto, en especial, en los más jóvenes,
pues son los más vulnerables a las críticas.
Como bien se indicó en las características del autoconcepto, este, aunque es estable, no
es inamovible, pues es multifacético. Si bien con el tiempo puede verse alterado a causa
de la madurez o nuevas experiencias que vivimos, también podemos cambiarlo a
nuestra voluntad.
Por supuesto, no es un proceso sencillo, ni mucho menos rápido. Requiere de tiempo,
paciencia, dedicación, y claro, la ayuda de un profesional. No obstante, puedes tener en
cuenta que, para trabajar en el autoconcepto, debes preguntarte a ti mismo quién eres.
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Debes analizar de forma externa cómo te ves ante la vida, realizar una
autocrítica de la forma más objetiva posible. Esto te permitirá situarte en una
realidad más cercana tu autoimagen, es decir, en lugar de falsas apariencias, una
realidad completamente transparente.
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Los estudiantes que se destacan no son habitualmente los más inteligentes, sino aquellos que
saben planificar su trabajo, aplican un buen método de estudio, están motivados y tienen
mucha confianza en sí mismo.
No es lo mismo llevar al día las asignaturas y en época de exámenes dedicarse a repasar, que
perder el tiempo durante el curso y cuando llegan los exámenes tratar de hacer lo que no se ha
hecho antes, con jornadas de estudio maratonianas, agotadoras, con una enorme ansiedad y
con muchas probabilidades de que esa gran "paliza" final no sirva para nada (ni para aprobar,
ni por supuesto para aprender).
Con ello se trata de determinar el ritmo de estudio diario ("velocidad de crucero") que
hay que establecer desde el primer día de curso (y no desde el segundo).
Cuando éste comienza el estudiante no dispone de toda la información necesaria para precisar
el esfuerzo diario que debe realizar, pero a medida que el curso avanza sí es posible determinar
cuántas horas necesita uno estudiar diariamente.
A principios de curso es preferible ser precavido y establecer un ritmo diario de estudio más
duro.
Si en alguna asignatura uno se va quedando retrasado pueden utilizar los fines de semanas
para darles un "empujón" y ponerlas al día.
Para llevar una asignatura convenientemente preparada para un examen hay que estudiarla
en profundidad y una vez aprendida mantener esos conocimientos frescos mediante
repasos periódicos.
Una vez realizado este trabajo inicial (el más duro), el estudiante debe planificar los
repasos. Habitualmente con tres repasos puede ser suficiente, si bien no hay que
tomarlo como un número exacto.
El primer repaso se realizará una vez visto la mitad del temario (o un tercio, si la
asignatura es extensa).
En él se revisarán todas las lecciones vistas hasta el momento, tratando de conseguir un nivel
de preparación similar al logrado el día en que se preparó cada lección individualmente.
Este mismo repaso habrá que realizarlo con la segunda mitad de la asignatura (o con el
segundo y el tercer tercio).
Es conveniente llevar una agenda en la que ir anotando todos estos repasos y al mismo
tiempo ir controlando que se van cumpliendo los plazos previstos en el plan de estudio.
Este trabajo hay que hacerlo con cada una de las asignaturas.
A comienzos de cada trimestre el estudiante debe tomar un calendario y señalar las fechas
estimadas de los exámenes (las irá precisando más adelante).
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En función de dichos días fijará las fechas orientativas para el comienzo de cada uno
de los repasos de cada una de las asignaturas.
Se trata de una planificación preliminar que irá perfilando a medida que avance el curso y vaya
conociendo con mayor precisión el ritmo de cada asignatura, su nivel de dificultad, los días
definitivos de los exámenes, etc.
Con esta planificación el estudiante podrá llegar a las fechas de los exámenes con todas
las asignaturas convenientemente preparadas, pendientes únicamente de un repaso final.
Si uno se queda atrás tendrá que acelerar, en cambio, si va por delante es preferible mantener
dicha delantera ya que le permitirá estar más tranquilo en los días finales.
Por último, señalar que agobiarse no es malo, siempre y cuando se cuente con tiempo
suficiente para reaccionar.
Agobiarse a principios del trimestre al ver que el temario es muy extenso puede ser hasta
beneficioso ya que hará que uno imprima un ritmo de estudio más intenso.
3. El tiempo queda organizado de manera racional para todas las actividades de¡ día.
5. Ayuda a prepararse a su debido tiempo, evitando el "a última hora" con todas las
consecuencias negativas que conlleva.
7. Evita vacilaciones ("no sé ni por dónde empezar") sobre lo que se debe hacer.
10. Da seguridad y eleva el auto concepto en la medida en que los pequeños éxitos (deber
cumplido) actúan de reforzadores de la conducta en las actividades posteriores.
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"Para evitar los problemas más comunes en la administración del tiempo, el
objetivo es fijarse un programa de estudio"
El primer paso consiste en analizar la realidad como punto de partida para llegar a una
planificación que responda a las necesidades y se ajuste a las características de cada estudiante.
Se debe hacer un recuento de las actividades a desarrollar a lo largo del día, valorando el
tiempo a dedicar a cada una de ellas, pues hay tiempo para todo. ¿Qué tiempo dedicar al
estudio? Hay autores que recomiendan tres horas diarias para este nivel educativo.
Esta cifra no ha de ser matemáticamente exacta, la cantidad de tiempo dependerá de las tareas
que hay que realizar esa semana, pero nunca olvidar el hábito de estudio. Como mínimo se
deben estudiar todos los días dos horas, empleándolas en revisar apuntes, llevar al día la
materia, hacer las actividades, repasar, ojear los temas a explicar en días sucesivos,
etc. Aunque la programación diaria debe ser flexible, la programación semanal debe corregir
los desajustes y conseguir entre catorce y veintiuna horas semanales de estudio.
"La distribución del tiempo juega también una importante baza en el rendimiento
Si se toma como referencia una sesión de tres horas de estudio y nos planteamos cómo
distribuir ese tiempo, hay una serie de recomendaciones nacidas de la experiencia y que
podemos sintetizar diciendo: no hacerlo a saltos, pues es muy difícil concentrarse, mantener la
atención y perderías mucho tiempo organizando materiales. Tampoco se debe estudiar tres
horas seguidas. Se debe dejar una cantidad de tiempo prudencial para el descanso, así se
recupera el organismo y se mantiene la concentración y el rendimiento.
TIEMPO DEDICADO A
ESTUDIO DESCANSO
Primera hora 55 minutos 5 minutos
Segunda hora 50 minutos 10 minutos
Tercera hora 45 minutos 15 minutos
"No se puede estudiar en un momento u otro arbitrariamente, sino que se precisa una
distribución estratégica y constante del tiempo para que el estudio sea eficaz y realista.
No debe ser un plan utópico elaborado en un momento de euforia, sino un plan realista, que
tenga en cuenta todas tus características y necesidades. Es preferible comenzar con un plan
poco ambicioso y después aumentar el nivel de exigencias si fuera necesario.
1.- Flexible. No debe dificultar la capacidad de movimiento e iniciativa, hay que admitir las
circunstancias que pueden alterar los planes, dejando un tiempo para imprevistos, si por
ejemplo, no puedes estudiar el viernes, puedes recuperar ese tiempo el fin de semana.
2.- Controlable. Se debe hacer un seguimiento del nivel de cumplimiento del plan de estudio,
al objeto de evaluar el trabajo y revisar el plan para adaptarlo a las circunstancias cambiantes.
4.- Equilibrado. Existen alumnos que trabajan poco en semanas, quincenas, o a lo largo de
una evaluación, y ante la proximidad de los controles de evaluación, "se dejan la piel" en
prolongadas sesiones sin descanso, que de poco sirven. En un horario equilibrado hay que
tener presente, seis días de estudio semanales, dos horas como mínimo por día, reparto de
horas según dificultad de las distintas áreas de conocimiento y tiempo de descansos.
5.- Escrito. Hay que plasmar sobre el papel el horario de estudio, colocarlo en un lugar
visible, controlar por escrito el grado de cumplimiento, es decir, el número de minutos
dedicados a cada una de las áreas de conocimiento contempladas diariamente en el horario. De
esta forma podremos revisarlo, saber el grado de dificultad de las materias, responsabilizamos
de su cumplimiento y disfrutar con la "misión cumplida" y con el "trabajo bien hecho".
En cuanto a los tipos de planes en función del tiempo, nos vamos a ocupar, por su importancia
y el nivel de los alumnos que nos ocupan, del plan diario o sesión, del plan semanal y del plan
quincenal/mensual.
La agenda
Una agenda (metafóricamente hablando) no es más que una programación que haces de tus
actividades diarias, por medio de ella puedes controlar lo que has hecho, lo que debes hacer o
lo que tienes pendiente de realizar. Usualmente se elabora un día anterior o a primera hora en
la mañana.
Es la forma de plural neutro: significa en rigor “cosas que han de ser llevadas a cabo”.
El verbo ágere no es tan taxativo como el verbo fácere. Recordemos que el agente es el
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que promueve, mueve, empuja, hace avanzar las cosas, tira de ellas. Es decir
que la agenda está en el orden de lo que se procurará, se intentará, se pondrá empeño.
Eso es lo que dice la palabra en latín.
La agenda que llevamos en el bolsillo, como el reloj que llevamos en la muñeca, no se inventó
para que nos adueñemos del tiempo, sino para someternos a él más estrictamente.
Es “una expresión vital del modo en que la persona quiere estar en el mundo”2. A
medida que las personas avanzan en su carrera, sus capacidades se desarrollan, sus necesidades
cambian y sus objetivos y planes evolucionan.
Planificar tu carrera es esencial para conseguir éxito en la trayectoria profesional que has
escogido. Tanto si estás intentando ser un buen ingeniero civil o el director de una
multinacional, debes saber en qué dirección vas encaminado y qué necesitas para
conseguir tu objetivo.
La planificación es básica, es la herramienta clave que utiliza la gente de negocios con
éxito. Los planes son realizados regularmente para controlar la dirección, hacer el mejor
uso de los recursos y medir el progreso de los resultados.
Piensa en tu plan de carrera junto con las líneas de un plan de negocio. Los asuntos claves
a tratar son:
¿Cuáles son los objetivos a largo plazo de mi carrera?
¿Qué es lo que quiero conseguir de mi trabajo en los próximos cinco años?
¿Necesito estudiar algo? En caso afirmativo, ¿el qué?
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¿Cuáles son mis prioridades individuales?
Estas prioridades y objetivos pueden cambiar, así que necesitas comprobarlas y revisarlas
de vez en cuando para asegurarte de que vas por el buen camino.
Así que, para formular tu plan de carrera, primero debes fijar tus objetivos y propósitos a
largo plazo. Por ejemplo: “en diez años quiero ser el director financiero de una gran
organización”. Para llegar a este objetivo, debes considerar las aspiraciones personales y
profesionales. Apunta alto con cualquier cosa que quieras conseguir, tanto personal como
profesionalmente, pero sé realista ya que los objetivos que son difícilmente alcanzables
pueden llegar a desmotivar.
No tengas miedo de fijar objetivos a muy largo plazo. Pueden ser alterados o modificados si
tus aspiraciones o valores cambian. Es más, es bastante probable que ocurra.
Una vez que hayas fijado tus objetivos a largo plazo, es importante establecer los pasos que
necesitarás para conseguir estos objetivos. Una vez más, estos pasos pueden necesitar
alteraciones donde sea apropiado, pero estarán basadas en aspectos tales como la formación
académica, experiencias profesionales, experiencia técnica y desarrollo personal.
¡Con los objetivos en su lugar, sólo te falta la actitud adecuada! El entusiasmo es el
catalizador hacia el éxito. Él hace tus experiencias personales y profesionales más amenas y
satisfactorias. ¡Recuerda, nada extraordinario ha sido conseguido sin entusiasmo!
Una nota final: el plan de carrera o la fijación de objetivos será conseguido solo si cumples
con tus principios y si mides tu progreso el camino que habías planificado.
Esto significa que es importante que escribas tus objetivos. El proceso de poner el bolígrafo
sobre el papel te permite tener más claridad, comprobar tus logros y hacer las alteraciones
cuando sean necesarias.
Imagina que estás planificando un viaje alrededor del mundo y la cantidad de tiempo y
energía que deberías invertir. ¡Tu carrera probablemente ocupará los próximos treinta años
de tu vida, así que empieza a planificarla ahora!
Los enormes cambios que han marcado durante la segunda mitad del siglo XX han aportado
importantes interrogantes y oportunidades. Han sido frecuentes los ciclos de abundancia y de
escasez, y los de altos niveles de desempleo y la falta de trabajadores.
Los cambios han sido la regla general. Estos cambios han creado un entorno en el que las
personas deben hacerse con el control de su carrera profesional.
La planificación continua de la carrera es una estrategia que puede ofrecer los medios para
responder a los cambios de largo y corto plazo que se produzcan en la profesión, en el lugar de
trabajo, en instituciones amplias, en organismos de la comunidad o en los pequeños negocios.
¿Qué he hecho?
¿Qué hago ahora?
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¿Qué quiero hacer?
¿Cómo lograrlo?
Este proceso consiste realmente en desarrollar una capacidad para la vida, que las enfermeras
puedan aplicar en su lugar de trabajo y en su vida personal. Es una responsabilidad personal,
una actividad para toda la vida y una capacidad necesaria en el mundo cambiante del trabajo y
de los cuidados de salud. Al iniciar el proceso, la persona experimenta también un sentido de
satisfacción, orgullo y energía.
Puede hacerse de forma muy general planificando el curso completo o por evaluaciones, con el
fin de saber cómo, cuándo debemos estudiar, con qué medios hacerlo y que dificultades
debemos superar.
Mediante un cuadro debemos incluir primera, segunda o tercera evaluación, los meses
incluidos y todo lo relacionado con cada asignatura (Temas que han de estudiarse en cada mes,
fechas de los exámenes, fechas de los trabajos,…)
El Estudio
“Es el proceso realizado por un estudiante mediante el cual tratamos de incorporar nuevos
conocimientos a nuestro intelecto. En resumen, “es el proceso que realiza el estudiante
para aprender cosas nuevas”.
No es lo mismo aprender que estudiar. Aprender puede ser el resultado de un conjunto de
procesos que pueden ocurrir en cualquier lugar. Podemos aprender en la calle, viendo
televisión, leyendo un libro, visitando un museo o ejercitándonos en un gimnasio, pero
también aprendemos en los preescolares, las escuelas, los liceos, las universidades o en
cualquier otra institución educativa. El aprendizaje que ocurre en estos últimos lugares es un
aprendizaje académico y de eso se trata el estudio".
El estudio es:
Un proceso consciente y deliberado- Por lo tanto, se requiere tiempo y esfuerzo.
Es una actividad individual. Nadie presta las alas del entendimiento a otros.
Estudiar involucra conectarse con un contenido, es decir, implica la adquisición de
conceptos, hechos, principios, relaciones, procedimientos.
Estudiar depende del contexto, lo cual quiere decir que la incidencia o la efectividad de
una estrategia o de un proceso difieren en la medida en que existan variaciones en las
condiciones de las tareas de aprendizaje. Por ejemplo, no estudiamos de la misma
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manera para un examen parcial o final que para una prueba escrita o para
una presentación oral.
Estudiar es un proceso orientado hacia metas, lo cual quiere decir que cuando
estudiamos, lo hacemos en función de unos objetivos o metas pre-establecidos que
pretendemos alcanzar en un determinado lapso
El método de estudio que utilicemos a la hora de estudiar tiene una importancia decisiva ya
que los contenidos o materias que vayamos a estudiar por sí solos no provocan un estudio
eficaz, a no ser que busquemos un buen método que nos facilite su comprensión, asimilación y
puesta en práctica.
1. Organización del material de trabajo. “Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa”
2. Distribuir el tiempo de forma flexible, adaptada a cambios y a circunstancias.
3. Tener en cuenta las dificultades concretas de cada materia.
4. Averiguar el ritmo personal de trabajo
5. Ser realista y valorar la capacidad de comprensión, memorización, ...
6. Comenzar por los trabajos más difíciles y dejar los más fáciles para el final.
7. Memorizar datos, entenderlos y fijarlos.
8. No estudiar materias que puedan interferirse: Ej, vocabulario de inglés con el de
alemán.
El método que aquí propongo consta de siete fases que a lo largo de las distintas sesiones
iremos analizando y practicando:
1. Pre lectura
2. Notas al margen
3. Lectura comprensiva
4. Subrayado
5. Esquema
6. Resumen
7. Memorización
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1. Prelectura:
La prelectura es ese primer vistazo que se le da a un tema para saber de qué va y sacar así una
idea general del mismo. Idea que frecuentemente viene expresada en el título.
Conviene hacerla el día anterior a la explicación del profesor pues así nos servirá para
comprenderlo mejor y aumentará nuestra atención e interés en clase.
2. Las notas al margen: Son las palabras que escribimos al lado izquierdo del texto y que
expresan las ideas principales del mismo. A veces vienen explícitas otras tendremos que
inventarlas.
3. Lectura comprensiva:
Consiste en leer detenidamente el tema entero. Las palabras o conceptos que se desconozcan
se buscarán en el diccionario o en la enciclopedia.
4. El subrayado: Consiste en poner una raya debajo de las palabras que consideramos más
importantes de un tema.
5. El esquema: Trata de expresar gráficamente y debidamente jerarquizadas las diferentes
ideas de un tema. Es la estructura del mismo. Existen diferentes tipos de esquemas.
6. Resumen: Es extraer de un texto todo aquello que nos interesa saber y queremos
aprender. Se escribe lo subrayado añadiendo las palabras que falten para que el texto
escrito tenga sentido.
7. Memorizar: Es grabar en la memoria los conocimientos que queremos poseer para
después poder recordarlos.
¿Qué es subrayar?
Es destacar mediante un trazo (líneas, rayas u otras señales) las frases esenciales y palabras
claves de un texto.
Mejor con lápiz que con bolígrafo. Sólo los libros propios
Utilizar lápices de colores. Un color para destacar las ideas principales y otro
distinto para las ideas secundarias.
Sí utilizamos un lápiz de un único color podemos diferenciar el subrayado con
distintos tipos de líneas
¿Cuándo se debe subrayar?
Nunca en la primera lectura, porque podríamos subrayar frases o palabras que no
expresen el contenido del tema.
Las personas que están muy entrenadas en lectura comprensiva deberán hacerlo en
la segunda lectura.
Las personas menos entrenadas en una tercera lectura.
Cuando conocemos el significado de todas las palabras en sí mismas y en el
contexto en que se encuentran expresadas.
Tener muy claro cuál es la idea general del texto, las ideas principales y las ideas
secundarias.
Es necesario encontrar el hilo conductor que une perfectamente las frases esenciales.
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Enriquece, amplía y complétalo con anotaciones de clase, comentarios del
profesor, lecturas relacionadas con el tema de que se trate y, sobre todo, con tus
propias palabras.
Saber Leer
Es el medio ordinario para la adquisición de conocimientos que enriquece nuestra
visión de la realidad, aumenta nuestro pensamiento y facilita la capacidad de
expresión.
Es una de las vías de aprendizaje del ser humano y que por tanto, juega un papel
primordial en la eficacia del trabajo intelectual.
Leer equivale a pensar y saber leer significa identificar las ideas básicas, captar los
detalles más relevantes y emitir un juicio crítico sobre todo aquello que se va leyendo.
No adoptes prejuicios frente a ciertos libros o temas que vayas a leer. Esto te
posibilita profundizar en los contenidos de forma absolutamente imparcial.
En la lectura aparecen datos, palabras, expresiones que no conocemos su significado y
nos quedamos con la duda, esto bloquea el proceso de aprendizaje. Por tanto, no seas
perezoso y busca en el diccionario aquellas palabras que no conozcas su significado.
Vamos a ver unas definiciones de esquema, para ello usaremos el diccionario de la real
academia de la lengua.
Porque permite que de un sólo vistazo obtengamos una clara idea general del tema,
seleccionemos y profundicemos en los contenidos básicos y analicemos para fijarlos mejor en
nuestra mente.
Para conseguir hacer buenos esquemas es importante saber reconocer esos conceptos y saber
subrayarlos.
Subrayar en rojo las palabras o frases que aparezcan claramente como los conceptos más
importantes. Si es necesario realizar varias lecturas antes de subrayar.
Luego en azul subrayar los elementos que giran alrededor de estas ideas.
Con esos elementos hacer el resumen.
Emplear palabras claves o frases muy cortas sin ningún tipo de detalles y de forma
breve.
Usa tu propio lenguaje expresiones, repasando los epígrafes, títulos y subtítulos del
texto.
Atendiendo a que el encabezamiento del esquema exprese de forma clara la idea
principal y que te permita ir descendiendo a detalles que enriquezca esa idea.
Por último elige el tipo de esquema que vas a realizar.
Una vez tengamos el resumen, separar las ideas principales de las secundarias y
disponerlas en forma esquemática
Tipos de Esquemas
Hay mucha variedad de esquemas que pueden adaptarse, sólo, depende de tu creatividad,
interés o de la exigencia de tu materia. Te presentamos algunos modelos:
Existen distintos tipos de esquemas según para que queramos utilizarlo, a continuación,
enumeramos algunos y su utilidad:
Para representar ideas que se auto contienen y tienen distinta importancia. Son esquemas
en profundidad. Mas generales a la izquierda, más concretas a la derecha.
Esquemas de cajas:
Cuando necesitamos representar un proceso o una actividad que se realiza por pasos o
ciclos.
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Esquemas de flujos:
Cuando necesitamos representar un proceso o una actividad que se realiza por pasos o ciclos.
Para la correcta elaboración de un tema por escrito es preciso dar los siguientes pasos:
Ejercicios de respiración
El cansancio y la fatiga en el estudio provienen muchas veces de una mala ventilación. Para
mejorar puedes realizar el siguiente ejercicio de respiración:
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Túmbate de espaldas con la nuca apoyada en el suelo, las rodillas
flexionadas y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Cierra los ojos, entreabre
la mandíbula y relaja la lengua y los labios. Concéntrate sólo en tu respiración
durante tres o cuatro minutos.
Inspira por la nariz lenta y profundamente contando hasta cinco. Contén la
respiración tan sólo un segundo, y espira despacio por la nariz contando de nuevo
hasta cinco.
Dormir bien
El estudiante debe aprovechar las horas del día sin tener que quitar horas al sueño. Tu trabajo
intelectual (clases o estudio) no puede ser eficaz si antes no satisfaces la necesidad de descanso.
Falta de concentración.
Poca o mala compresión de lo estudiado.
Ausencia de repasos o repasos tardíos y acumulados.
Estudio superficial y pasivo, con poca reflexión y esfuerzo (no hay manejo de la
información en resúmenes, esquemas, subrayados)
La atención es el proceso a través del cuál seleccionamos algún estímulo de nuestro ambiente,
es decir, nos centramos en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro alrededor e
ignoramos todos los demás.
Solemos prestar atención a aquello que nos interesa, ya sea por las propias características del
estímulo (tamaño, color, forma, movimiento…) o por nuestras propias motivaciones. Así pues,
la atención y el interés están íntimamente relacionados, al igual que la atención y la
concentración.
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Factores que favorecen la atención-concentración
Cambia la materia de estudio: así podrás mantener por más tiempo la concentración.
Si dedicas una hora a una asignatura haciendo dos descansos de 5 minutos puedes
dedicar otras dos horas a asignaturas distintas, con descansos un poco más
prolongados de 8-10 minutos sin que descienda tu concentración.
Tomar apuntes: Si durante las explicaciones del profesor esta atento a sintetizar
mentalmente y por escrito en frases cortas los detalles de interés, ejercitarás la
atención.
que nos documenten al máximo sobre el mismo, y que todo ello pueda organizarse para
la elaboración definitiva del tema.
Formular los objetivos generales y concretos y confeccionar un esquema con los
puntos esenciales que sirva de guía en la elaboración y el desarrollo del tema.
Redactar un borrador sobre el cual se puedan corregir los errores y perfeccionar los
contenidos.
Procurar que dicho trabajo sea crítico, original y creativo
Por último hacer una portada en la que aparezcan:
Título del trabajo
Autor: nombre y apellidos
Materia
Centro cultural, institución o universidad a la que pertenece el autor
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¿Qué es el aprendizaje?
a) El aprendizaje consiste en adquirir nuevas formas para hacer las cosas.
b) Es el proceso mediante el cual se obtienen nuevos conocimientos, habilidades o actitudes a
través de experiencias vividas que producen algún cambio en nuestro modo de ser o de actuar.
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En el mundo de ahí generalmente se juzga a una persona por lo que pueda hacer y
no por él numero de datos que haya archivado en su cerebro, ¿qué quiere decir esto?, Que no
tiene caso adquirir conocimientos a menos que nos capaciten para hacer algo con mas eficacia.
El solo hecho de aprender algo no garantiza un mejoramiento al hacerlo, si no lo aprendemos
en relación con algo que podemos hacer, mientras estemos estudiando debemos pensar en
donde vamos a aprovechar estos conocimientos posteriormente.
Los factores que nos facilitan el aprendizaje son los siguientes:
1. La motivación el cual es el tener el deseo de hacer algo.
2. La concentración la cual es la capacidad de interés y curiosidad en el tema.
3. Actitud lo cual es tomar una decisión y participar activamente.
4. Organización es conocer el tema el cual se va a desarrollar y tener una estructura
completa del.
5. Comprensión es el entendimiento y entender el significado del tema que se va a
manejar.
6. Repetición es el repaso donde se aclaran las dudas y nos ayuda a recordar las ideas
principales de los estudiados.
2.- Motivación
Motivación quiere decir tener el deseo de hacer algo.
Tenemos motivación al estudiar cuando:
a. Sabemos exactamente lo que esperamos obtener del estudio.
b. Si realmente nos interesa lograrlo.
Una persona está motivada para hacer cualquier trabajo cuando sabe lo que espera y se da
cuenta porque debe hacerlo.
Por ejemplo que tanto recordamos de lo que expone un profesor en una clase determinada.
Ahora pensemos lo que recordamos cuando nos explicarlo como hacer algo de lo que
realmente queríamos aprender a hacer.
Esto se debe a que estamos logrando algo que buscamos y deseamos porque sabemos lo
provechoso que será obtenerlo.
Para tener motivación al prepara una lección y aprenderla mejor y más fácilmente debemos
hacer dos cosas.
a. Determinar lo que debemos conseguir durante este periodo de estudio ( definir los
objetivos de trabajo), una forma de hacerlo es formulándonos preguntas.
b. Contestar la pregunta ¿cómo nos va a ayudar en nuestra vida futura este material?.
No estaremos realmente motivados sino vemos como el material nos va a ser realmente útil.
Siempre debemos relacionar el material de estudio con el trabajo que esperamos llegar a
realizar en nuestra carrera.
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3.- Concentración La concentración es un factor muy necesario para el
aprendizaje. Representa toda la atención él la potencia que tiene tu mente sobre lo que
se tiene que aprender.
Para poder concentrarte en el trabajo ante todo primero debes estar preparado para realizar el
trabajo. Debe de estar motivado tener un interés o curiosidad respecto al material. Algunas
veces esto se nos dificulta, pero hay pocas cosas que no nos llaman la atención y no puedas
desarrollar interés; trata de relacionarlo con tu carrera y con tu vida futura y tendrá interés.
El interés generalmente es una consecuencia del conocimiento. Si empiezas tener interés sobre
cierto cada vez tendrás mayor interés sobre él y aumentaras tus conocimientos sobre el
asunto.
4.- Actitud
Hemos visto que el aprendizaje es un proceso activo, depende completamente de que tomemos
parte activa en los procesos de aprendizaje.
Cuando descubrimos ideas, hechos o principios nuevos no hayamos en un proceso de
aprendizaje, y de acuerdo a nuestra actitud, aprendemos gracias la participación.
Se debe de permanecer atento cuando leas o escuches para poder relacionarlo con la idea que
previamente te habías formado de todo el tema los detalles. etc.
6.- Comprensión
El quinto factor para un aprendizaje provechoso es la comprensión, esta es la verdadera
finalidad hacia la que conducen los cuatro factores anteriores.
La actitud es necesaria porque la comprensión es la consecuencia del análisis y de la síntesis de
los hechos e ideas.
La organización es necesaria ya que uno debe percibir la relación entre las partes de la
información y los principios, antes que pueda comprenderse su significado e importancia.
La comprensión equivale al entendimiento, su propósito es penetrar en el significado, de sacar
deducciones, de admitir las ventajas o razones para aprender.
La comprensión consiste en asimilar en adquirir el principio de lo que sé está explicando,
descubrir los conceptos básicos, organizar la información y las ideas para que se transforme en
conocimiento.
Aunque ya tengamos cierta habilidad para comprender podemos desarrollar mayor habilidad,
velocidad, precisión y poder de comprensión, hasta alcanzar un nivel superior, ¿cómo?
Meditando, buscando y examinando el significado de las exposiciones o lo que leemos.
Una forma de identificar y comprender la ideas y principios básicos, es repitiendo con nuestras
propias palabras las ideas del auto o del profesor, normalmente se llega a la comprensión de
forma gradual.
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7.- Repetición: Pocas cosas tienen un efecto emocional tan fuerte como para
quedársenos grabadas el primer contacto. Por eso para recordar una cosa debemos
repetirla.
La materia que estudias quince minutos al día durante 4 días o aun 15 minutos a la semana,
durante cuatro semanas, es probable que se recuerde mucho mejor que la que se estudia una
hora y que nunca más vuelve a revisarse. Este procedimiento se conoce como "principio de la
práctica distribuida".
Si quieres obtener más provecho de las horas que dedicas al estudio, dedica cierto tiempo al
repaso, lo que te proporcionará mejor comprensión y mejor memoria que un estudio
concentrado, por una vez solamente y sin repaso alguno.
Aunque es esencial para el aprendizaje, la sola repetición no lo garantiza. Puedes "repasar"
determinado material veinticinco veces sin aprenderlo. Para que la repetición sea provechosa
debes aplicar los principios de la motivación, concentración, actitud. , Organización y
comprensión. Solamente que pongas en práctica todos estos principios la repetición te
permitirá aprender.
La repetición no tiene que consistir en volver a leer el material. Probablemente la forma más
eficaz de repaso no consista, de ningún modo, en volver a leer el material; si no mental mente
recordar el material leído sobre un tema y en consultar o en tus notas únicamente para
confirmar el orden del material comprobar y completar lo memorizado.
Ten presente que no con sólo leer estos principios sobre el aprendizaje te conviertes en una
persona que aprenda eficientemente. Para aprender bien necesitas practicarlos hasta saber
cómo usarlos hábilmente y hasta que tengas el hábito de emplearlos en tus estudios.
8.- Curva de El Olvido
La distribución del tiempo de nuestro estudio y el esfuerzo para recordar lo estudiado da lugar
a un aprendizaje superior y a una mejor memoria en comparación con lo resultados obtenidos
cuando solo se estudia una vez y se vuelve a leer después.
Para entender la función y la importancia del repaso debemos conocer la curva del olvido.
El olvido ocurre más rápidamente, casi inmediatamente después de que se deja de estudiar una
materia la mayor pérdida queda comprendida dentro de las horas siguientes.
La velocidad con que olvidamos disminuye gradualmente conforme pasa el tiempo.
Para evitar la repentina pérdida del porcentaje de retención en el estudio es necesario efectuar
repasos de la siguiente forma:
1. El repaso debe ser de unas 12 horas a 24 horas después de haberse estudiado por
primera vez.
2. Una semana después.
3. Tres semanas después.
De esta forma será más fácil asegurar el máximo de memoria. No importa que no tengamos el
tiempo necesario para revisar detalladamente lo que debemos hacer es seleccionar lo que sea
verdaderamente importante recordar.
Para todos los profesionales de la educación supone un problema contemplar los altísimos
índices de fracaso escolar. En muchas ocasiones el fallo está en una carencia de hábitos y
técnicas de estudio.
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Con un buen método de estudio, una disciplina de horarios y de estrategias, los resultados
positivos son inmediatos
A simple vista, parece ser una ligereza incorporar dentro del programa de estudios una
asignatura como ésta, que puede llevar muchos nombres (Métodos y técnicas de estudio,
Metodología del trabajo universitario, Técnicas de aprendizaje universitario, etc.). Pero no lo
es, pues todos debemos aprender a estudiar. Aún más ahora, que cada vez los conocimientos
sobre los misterios del aprendizaje se van incrementando y la ciencia nos proporciona mejores
herramientas para aprender más utilizando menor tiempo y recordándolo con mayor rapidez y
por mucho tiempo.
Tipos de Aprendizaje
1.- Ley de la preparación: Cuando una tendencia a la acción es activada mediante ajustes,
disposiciones y actitudes preparatorias, etc., el cumplimiento de la tendencia a la acción resulta
satisfactorio, y el incumplimiento, molesto.
Preparación significa entonces, prepararse para la acción: el organismo se ajusta para
disponerse a actuar, como por ejemplo el animal que se prepara para saltar sobre la presa.
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2.-Ley del ejercicio: Las conexiones se fortalecen mediante la práctica (ley del uso) y se
debilitan u olvidan cuando la práctica se interrumpe (ley del desuso). La fortaleza de un hábito
o conexión se define entonces a partir de la probabilidad de su aparición.
3.-Ley del efecto: Que una conexión se fortalezca o debilite depende de sus consecuencias.
Una conexión se fortalece si va acompañada luego de un estado de cosas satisfactorio. Si no, se
debilita. Lo satisfactorio o no satisfactorio se mide a partir de la conducta observable, o sea si
el sujeto persiste en buscar ese estado de cosas o no. Las recompensas fomentan el aprendizaje
de conductas recompensadas, y los castigos o molestias reducen la tendencia a repetir la
conducta que llevó a ellos.
Estas tres leyes primordiales tienen cinco leyes subsidiarias, que Thorndike consideró menos
importantes. No están relacionadas claramente con las tres principales:
a.- Respuesta múltiple: Si el organismo no pudiese ensayar respuestas distintas, alcanzaría la
solución correcta y no aprendería.
b.- Disposición o actitud: El aprendizaje está guiado por disposiciones duraderas (cultura) o
momentáneas. Tales disposiciones no sólo determinan qué hará la persona, sino también que
es lo que dará satisfacción o fastidio. Por ejemplo, lo que socialmente es una recompensa, el
sujeto puede entenderla como molestia o castigo.
d.- Respuesta por analogía: Ante un estímulo nuevo, el sujeto tiende a responder como
respondía ante un estímulo semejante previo.
e.- Desplazamiento asociativo: Si una respuesta puede mantenerse intacta a través de una
serie de cambios en la situación estimulante, finalmente podrá producirse ante una situación
totalmente nueva. Thorndike, con el tiempo, fue asignando a esta ley cada vez mayor
importancia.
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El objetivo básico es que usted, como estudiante, desarrolle su capacidad para aprender a
aprender. Este proceso de aprender a aprender significa que usted deberá:
Hay dos técnicas que nos pueden ayudar a obtener la información importante: el subrayado y
el vistazo inicial.
Vistazo Inicial: consiste en leer el título, las palabras que destacan, las figuras o
esquemas y todo lo que nos "entra por los ojos". Se trata de que tengamos una idea
sobre lo que trata el texto, antes de leerlo en detalle. En este vistazo inicial
emplearemos poco tiempo y nos será muy útil.
Subrayado: consiste en marcar las palabras y frases más importantes que nos
encontremos. Pero, cuidado, no todo es importante, marcamos sólo lo realmente
importante. Con la práctica uno lo hace cada vez mejor.
Hay que tener presente que no sólo leemos texto, sino que mucha información viene en forma
de tablas, gráficos, esquemas, etc., por eso debemos ser capaces de leerlos y de interpretarlos.
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Existen unas pocas preguntas que convienen que nos hagamos siempre al leer un
texto y que vayamos intentando contestar. Cada uno debe hacerse las preguntas más
interesantes en cada caso.
¿Qué? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Por Qué? ¿Para Qué? ¿De Qué Se Compone?
¿Cuál Es? ¿Cómo...? ¿En Qué Se Diferencia? ¿Cuántos?
Al estudiar es importante escribir: tomar notas, hacer esquemas,... de este modo podemos
volver a leer aquello que consideramos más importante.
Pero, además escribir lo más importante nos sirve para organizar y dar estructura a lo que
estudiamos. Por tanto, es muy importante elaborar nuestro material escrito. Ese material
puede ser de varios tipos:
Tomar Notas: estamos acostumbrados a tomar notas o apuntes en clase (lo que se
escribe en la pizarra, lo que nos dictan, las cosas más importantes que dice el profesor,
...), pero también es muy útil tomarlas cuando estudiamos en un libro o en otros textos
antes subrayados. Los apuntes o notas nos sirven para tener presente lo más
importante y poder revisarlo o ampliarlo. Si además los tenemos presentables y bien
ordenados, mejor.
Motivación y Control
Condiciones Externas:
Obstáculos Internos:
Otro aspecto importante es implicarte en el estudio, ya que a través del mismo nos podremos
buscar un futuro profesional o personal: casi siempre el estudio es una parte importante en
nuestras vidas que nos ayuda a llegar a ser lo que queremos ser.
A veces no podemos realizar una tarea; algo que podemos hacer es dejarla pendiente en la
mente para "darle vueltas", antes de ponernos a estudiar; o bien empezar por hacer aquello que
es más agradable y sencillo para animarnos.
Buscar objetivos: para estudiar a diario no existen muchos argumentos que nos
ayuden: un examen puede estar lejano, la posibilidad de un empleo, también, etc. La
solución está en desarrollar nuestra capacidad e autocontrol, lo que no es sólo un
asunto de voluntad, sino una habilidad que aprendemos y que supone determinar
cómo, con qué y cuándo recompensarse. Algunas ideas:
También lograr resultados después de una sesión de estudio. Alcanzar los resultados
propuestos.
1. Vigilar los distractores: Los distractores son cualquier situación u objeto que atrae
la atención alejándola de las tareas de estudio. La atención se fija en aquello que nos
motiva. Debemos trabajar en un entorno adecuado y libre de estímulos que llamen
nuestra atención, o sea que nos distraigan.
Conviene empezar con tareas sencillas y activas que requieran nuestra atención, por
ejemplo, el repaso del día anterior; o comenzar por ejercicios o problemas de lápiz y
papel asequibles. A medida que aumenta el rendimiento se puede continuar con tareas
más difíciles y aplicar ordenadamente el método de trabajo. No debe comenzarse
descansando, pero se debe descansar para evitar la fatiga.
Una vez planteadas metas objetivas, para cada una, buscar tantas soluciones como
sea posible, sin prejuzgar ninguna. Conviene hacer una lista.
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A continuación, elegir, entre todas las soluciones planteadas, las alternativas
que parezcan más útiles, más adecuadas o más accesibles y valorar las consecuencias
de ponerlas en práctica. Debemos dedicar el tiempo necesario para ello.
Una vez decidida la solución, debemos actuar. Decidir cómo actuar, cuándo y dónde.
Seguir paso a paso el plan. Y finalmente, comprobar los resultados. Si son los
esperados, recompénsate por el trabajo bien hecho.
a veces estamos en las nubes o soñamos despiertos al estudiar. En estas ocasiones pensamos
que con parar esos pensamientos es suficiente, pero esta estrategia suele ser un fracaso, ya que
tratar de olvidar un pensamiento es otra forma de pensar en él.
Cuando esto se debe a la distracción, debemos identificar las causas de la misma y actuar en
consecuencia. Si tenemos pensamientos negativos (desilusión, frustración, fracaso, etc) es
importante interrumpirlos lo antes posible y sustituirlos por pensamientos adecuados; o sea,
desconectar la respuesta habitual (pensamiento negativo) ante una situación determinada
(estudiar) y sustituirla por otra más adecuada (tareas eficaces de estudio).
Una forma pude ser: te pones una goma elástica en la muñeca, cuando surge un pensamiento
negativo la estiras y la sueltas para interrumpir el pensamiento negativo, después continua
trabajando de forma activa, dándote instrucciones sobre cómo realizar las tareas, por ejemplo,
"ahora voy a leer rápidamente el párrafo buscando la frase que mejor responda al título".
Ansiedad: las respuestas de ansiedad suelen estar relacionadas con los exámenes o las
tareas en las que se evalúa los conocimientos o habilidades como, por ejemplo,
exponer un tema en clase, o dirigirse al profesor para preguntar dudas. Estas
respuestas pueden ser: pensamientos negativos, sensaciones de malestar físico y/o
incapacidad para actuar correctamente. Así se reduce el rendimiento. Controlo Mi
Trabajo
A los niños pequeños hay que llevarlos de la mano, cuidarlos mucho, vigilarlos y controlar lo
que hacen y lo que les puede pasar. Pero cuando se deja de ser niño, cada uno debemos cuidar
de nosotros mismos y controlar lo que hacemos. Sin embargo, eso lo aprendemos poco a poco
y mediante nuestra experiencia. ¿Cómo puedo controlar mi trabajo en el tema de los estudios?
Planifico: antes de realizar nuestro trabajo como estudiantes debemos hacer planes para
poder hacerlo lo mejor posible y para poder hacer otras cosas que nos interesan. Hacer planes
es planificar.
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Planificaremos:
¿Qué?: nos interesa decidir el tiempo que vamos a dedicar a estudiar (lo podemos
hacer para una semana y luego para cada día), el orden en que vamos a estudiar cada
materia, en que momentos vamos a situar nuestros descansos, ...
¿Dónde?: debemos decidir dónde estudiar (en la biblioteca, en casa, ...), debemos
disponer de los materiales que vayamos a necesitar (apuntes, libros, ...), debemos tener
en cuenta que el ambiente que nos rodee tiene que ser el adecuado y que nos permita
concentrarnos.
¿Con Quién?: debemos decidir si estudiar solos o con compañeros y qué tareas
haremos sólo o acompañados.
Evalúo: después de realizar el trabajo debemos valorar cómo lo hemos hecho (eso es
evaluar). Para evaluarnos bien debemos tener en cuenta nuestra opinión y la de los
otros (profesores, compañeros, ...).
Evaluaremos:
¿Qué?: vemos si hemos conseguido hacer lo que pensábamos hacer y qué medios
emplearemos para conseguirlo otras veces.
Técnicas Básicas
Algunas cuestiones son muy importantes para estudiar con eficacia. Algunos de estos aspectos
básicos son:
Lo que se trabaja en clase es muy importante y por ello debemos tratar de obtener el máximo
provecho del tiempo de clase.
Una primera medida es mantener una buena actitud en clase (estar atento, tomar notas,
preguntar las cuestiones que no están claras, hacer los ejercicios que se propongan, no distraer
demasiado a los compañeros, ...), aunque a veces cuesta un poco.
Una recomendación: aprovecha los intermedios y los recreos para descansar y relajarte, no
para fumar o hacer actividades con "estrés".
Pero ¿se preparan las clases?: lo cierto es que si las preparas son mucho más eficaces y más
entretenidas. En tres momentos podemos prepararnos o disponernos a aprovechar la clase al
máximo.
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Antes de la Clase:
Conviene que antes de ir a clase nos leamos las cuestiones que ha dicho el profesor que se
tratarían. En realidad, no se tardará mucho tiempo en echarles un vistazo.
El Profesor es quien dirige y propone las actividades, luego interesa estar atento a lo
que nos Indique.
El tomar notas nos ayudará en un trabajo posterior, aunque no podemos pasar toda la
clase tomando notas y más notas, sólo lo más importante o que mejor nos aclare las
cosas.
Después de la Clase:
Un buen trabajo no acaba al terminar las clases, debemos ordenar nuestras notas,
preparar futuros trabajos y estudiar el material trabajado en clase.
Pero, cuando más eficaces hayamos sido en los pasos anteriores, menos tiempo
tendremos que dedicar a ese estudio.
La memoria es una capacidad muy importante para las personas y en los estudios es necesario
emplearla en bastantes ocasiones.
Ser capaces de recordar algo dependerá de diversos factores, ya que recordamos unas cosas
mejor que otras.
Recordamos Mejor:
Aquello que tiene significado para nosotros: las cosas nuevas que aprendemos conviene que las
entendamos, que signifiquen algo.
Organizarla en categorías: ponemos juntas todas las que tienen relación entre sí para
recordarlas mejor (p.e: table, chair,...)
Si lo que queremos recordar son temas o conceptos lo mejor es: hacer esquemas y
mapas conceptuales, resumir, tomar notas o hacer preguntas, etc, hasta que lo
entendamos bien y podamos aprenderlo.
Aquello que hemos repasado, por tanto es muy importante que nos planifiquemos los
repasos de las distintas materias y no sólo el momento de estudiarlas por vez primera.
Esta actividad tiene como objetivo facilitar criterios que deben guiar la gestión del
tiempo de tu estudio. Las leyes son:
1. Autonomía (Tú te lo guisas, tú te lo comes): Puedes pedir ayuda para organizarte.,
pero el que debe decidir y después cumplir eres tú.
2. Regularidad (Coge el ritmo): Dedicar diariamente al estudio alrededor de tres horas
es más eficaz darse grandes palizas de vez en cuando.
3. Dosificación (No te quemes las neuronas): Por cada hora dedicada a estudiar, debes
descansar diez minutos, aunque no te sientas cansado.
4. Exclusividad (Situarte en paradero desconocido): Durante el tiempo de trabajo evita
lo que te pueda distraer. Aplaza para el tiempo libre cualquier otra cosa. Que nadie te
moleste; eres un profesional.
5. Prioridad (Dales lo que se merecen): Asigna a cada área el tiempo de forma
proporcional a su dificultad.
6. Ordenación (Ponlos en su sitio): Empieza a trabajar por las áreas que consideres de
dificultad media. Sigue con las difíciles y acaba por las fáciles. Los científicos aseguran
que es lo más práctico.
7. Agenda (Déjalo todo escrito): Hazte con una agenda, que te acompañe a todas
partes. Escribe en ella tus proyectos y todo lo que tienes que hacer. Tu agenda será tu
jefa: ella te indicará siempre qué tienes que realizar. Úsala con exigencia.
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15 Consejos para conseguir el éxito en tus estudios
1.-Necesitas cinco minutos cada día para planificarte. Cuanto más atareado estés, más
necesitas organizarte. No te dejes atropellar por la improvisación de hacer lo más inmediato.
Date la satisfacción de saber por dónde vas y de cumplir lo que habías previsto para cada día.
2.- No empieces nunca por lo fácil con la excusa de ir entrando en materia poco apoco. Valdría
si hubiera mucho tiempo por delante, pero generalmente no lo hay. Comienza por lo más
importante; si no lo haces así, te perturbará la ansiedad de saber que aún tienes pendiente
aquella tarea y el nerviosismo te hará aumentar la sensación de impotencia.
3.- Lleva siempre encima una agenda en la que puedas anotar una idea antes de que se te
olviden datos que sea necesario recordar.
4.- Conserva pocos papeles. Tira todos los que hayas usado y no sean imprescindibles. Archiva
con un método claro todo lo que decidas conservar. Hay quienes pierden más de la mitad del
tiempo de estudio en buscar informaciones entre fotocopias y cuadernos.
5.- No comiences nunca a hacer una cosa si no confías seriamente en que puedes realizarla.
Cuando se produce un fracaso y no se completa una tarea, se produce una insatisfacción y uno
sentimiento de culpabilidad que lleva a perder cantidad de tiempo. Es mejor pedir ayuda
cuando sientes que lo necesitas.
6.- Antes de ponerte a estudiar prepara todas las cosas que preveas necesarias. Es conveniente
cortar a tiempo las posibilidades de fuga. Quien mucho se levanta, poco interés tiene.
7.- Aprovecha en lo posible tus mejores momentos. ¿Eres de los madrugadores? ¿O prefieres
las tardes? Estudia en tus momentos altos de energía. El descanso y la diversión exigen menos
concentración.
8.- Busca sitios adecuados donde poder estudiar sin que haya demasiado ruido. Si es necesario,
recurre a otras posibilidades fuera de casa: bibliotecas públicas, etc. La concentración es
imprescindible.
9.- Con el estómago lleno es difícil de conseguir esta concentración: busca tiempos más
oportunos.
10.- Procura trabajar en una mesa en la que sólo tengas las cosas que necesites para el estudio;
evita en lo posible el riesgo de distraerte.
11.- Empieza a estudiar con un vistazo general de los temas. Esto ayuda a concentrar la
atención y a despertar el subconsciente. Tener un marco de referencia general te ayudará a
comprender mejor los pasos de un proceso.
12.- Reserva algún tiempo del día para resolver las cosas triviales, pero necesarias. Evita la
sensación de estar pendiente de terminar algo que se ha quedado a medias. Esta sensación es
frustrante y quita concentración.
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13.- Cuando lo necesites, descansa, relájate, oye música. No esperes a que el
cansancio se convierta en agotamiento, pero tampoco diversifiques los objetivos de tu atención
haciendo varias cosas a la vez, como estudiar y oír música; las dos cosas a la vez no suelen
funcionar bien.
14.- Ponte cómodo para estudiar, postura relajada, ropa floja y cómoda, buena luz.
15.- Pide ayuda cuando la necesites porque no consigues resolver una cuestión. Remite tus
dudas al profesor, en clase, pero no dejes pasar un tiempo excesivo para aclararlas. Muchas
veces basta con una consulta a tu compañero, pero cuando haga falta hay que recurrir al
profesor, con quien siempre hay que mantener una relación personal que facilite estas
consultas.
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1. El Libro
Para la realización de toda labor se requiere de instrumentos básicos, necesarios para llevarla a
efecto.
Tipos de Libro
Libros complementarios y de consulta o referencia: Estos libros son los
diccionarios, las enciclopedias, los atlas, etc.
Libros de lectura creativa: Los que contienen las aventuras (Julio Verne) viajes al
espacio, sobre poemas, sobre costumbres y folklore de la region, etc.
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Libros didácticos: Son los libros que utilizas para estudiar, para adquirir
conocimientos. Etc.
Tipos de libros
Científicos
Literatura y lingüísticos
De viaje
Biografías
Libro de texto
Libros de gran formato (Coffee Table Book)
De referencia o consulta
Monografías
Recreativos
Instructivos
Poéticos
Estructura externa
Cubiertas: son las partes exteriores del libro. Suelen ser de un material más duro que
el de los pliegos. Generalmente cartón, plástico, piel... En la cubierta se escribe el título
de la obra, su autor, ilustraciones o diseños para hacerlo identificable y atractivo.
Erróneamente se le llama portada a la cubierta.
Lomo: La parte donde se sujetan todas las hojas, suele llevar título, autor y editorial.
Solapa: Es donde se imprime libros de la colección, comentarios u otros datos
parecidos, se usa como separador.
Camisa (también llamada «forro»)
Parlamento editorial: le indican al comprador la editorial, en dónde, en qué lugar y
fecha se imprimió, y cuántos ejemplares elaboraron.
Estructura interna
Páginas iniciales
Páginas finales
Apéndice o anexos
Bibliografía
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Colofón: Anotación generalmente en la última página, donde se detallan los
datos de la publicación.
Epígrafe: Resumen que precede a cada uno de los capítulos o secciones del libro.
Epílogo: Recapitulación, resumen o conclusión de lo dicho.
Guardas: Hojas de papel que coloca el encuadernador dobladas por la mitad para unir el
libro y la tapa.
Hojas de respeto (también llamadas «hojas de cortesía»): Hoja en blanco que se coloca al
principio y al final del libro.
Página legal. Está formada por el texto que por razones reglamentarias aparece en
El dorso de la portada y que se ha extendido en los últimos años. Dentro del marco legal
deberá aparecer la información necesaria: datos de la publicación que no fueron mencionados,
número de la edición, traductores, ilustradores, fotógrafos, diseñadores y otros colaboradores
que forman parte de la edición.
Glosario (del latín glossarĭum). En las últimas páginas, muchos libros suelen incluir un
anexo en el que se definen y comentan algunos de los términos utilizados en dicho texto,
con el fin de ayudar al lector a comprender mejor los significados.
Biografía. En algunos libros se suele agregar una página con la biografía del autor o
ilustrador de la obra.
Dedicatoria. Es el texto con el cual el autor dedica la obra, se suele colocar en el anverso
de la hoja que sigue a la portada. No confundir con dedicatoria autógrafa del autor que es
cuando el autor, de su puño y letra, dedica la obra a una persona concreta.
Tipos de Lectura
Lectura comprensiva: Lee el texto entero, para tener una visión general. Marca
levemente donde no entiendas y resuelve tus dudas preguntando, con un diccionario o
una enciclopedia.
Lectura reflexiva: Ahora lee por párrafos y busca sus ideas principales o palabras
clave. Las ideas secundarias subráyalas en un color menos llamativo, más apagado. Éstas
son ideas imprescindibles para lograr comprender bien la idea principal. Un truco para
lo de las ideas principales, que no siempre funciona pero que puede funcionar: una idea
principal no tiene que ser algo muy cargado de datos, es una idea: una frase que puede
durarte en la memoria, que puedes contar y relacionar.
Lectura analítica: Ésta sólo la puedes hacer si has entendido muy bien todo. Se trata
de anotar en el margen del texto, a lápiz, frases claras, breves, sobre lo tratado en ese
párrafo; las ideas más importantes. Al mirarlas, te darás cuenta de cuál es la estructura
del texto, y tras algún retoque, te pueden servir como esquema de ese texto o lección.
Métodos de lectura
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Leer es la clave para aprender y para estudiar. Un texto debe leerse varias veces siempre,
así se estudia. Podrás encontrar temas relacionados con esto en: Aprender a estudiar II.
Ideas principales y secundarias: ejemplos
Como verás, las ideas secundarias tratan de lo mismo que la principal, sólo que añaden cada
una un aspecto concreto de la idea principal. Cada idea secundaria describe o desarrolla algo
de la idea principal.
Idea principal: el eje sobre el que se apoya lo demás, el esqueleto del texto. Muchas
veces la empiezas nombrando el TEMA:
Fichas
Es un instrumento utilizado para la investigación documental bibliográfica. Es una unidad
rectangular, generalmente de cartón y donde se fija la información recopilada de los hechos,
ideas, conceptos, resúmenes, a ser utilizados como datos para el análisis y la construcción del
informe de investigación.
Importancia de las Fichas
Es necesario que el estudiante realice sus trabajos de investigación en fichas, con el fin de
guardar de una manera sencilla los datos y comprenderlos mejor.
Existen diferentes tamaños de fichas para escoger el tamaño de acuerdo con nuestras
necesidades, estas fichas son hojas de cartulina y los tamaños son:
7.5 x 12.5 cm
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10 x 15 cm
12 x 20 cm
15 x 23 cm
Las fichas se deben de clasificar en un fichero por orden alfabético, materia, titulo, autor.
Fichas bibliográficas
Contienen los datos de identificación de un libro o de algún documento escrito sobre el objeto
de estudio. Estas fichas se hacen para todos los libros o artículos que pueden ser útiles a la
investigación, no solo para los que se han leído. En ellas se registran las fuentes encontradas,
por ejemplo, en el catálogo de una biblioteca, en una bibliografía, en índices de publicaciones,
etc. Ejemplo:
Las fichas bibliográficas son los instrumentos en los que se registran, de manera
independiente, los datos de las obras consultadas. Estas fichas permiten identificar un libro en
particular, localizarlo físicamente y clasificar las fuentes en función de la conveniencia del
trabajo.
Ficha Hemerográfica
Es aquella que consigna los datos de revistas o de periódicos; puede ser de dos tipos:
a) General, que consiste en la descripción de los datos completos de la revista o del diario
para hacer referencia a un número o fascículo. Los elementos que la conforman son:
o de un periódico. Los elementos que la conforman son los mismos de la ficha general
antecedidos por la especificación del artículo:
Las películas, cintas o videocasetes se describen de manera similar que los impresos. Por autor
se anotan los APELLIDOS y nombre del responsable intelectual del contenido, del director
de la película, productor, o del guionista.
Fichas de Trabajo o de Contenido: Son las fichas que incluyen información que
se copia del libro sin cambiar palabras.
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Los modelos de fichas más conocidos son:
Se deben organizar las fichas bibliográficas, las hemerográficas y las de trabajo o de contenido,
para ello se toma como base el esquema preliminar de la investigación en correlación con la
guía temática de las fichas, tema y subtema que se anotó en cada una de ellas.
Se recomienda que esta técnica se utilice no sólo cuando se realicen trabajos concretos de
investigación, sino como hábito de estudio, manteniendo un fichero general en el que se
incluyan las fichas de lectura de los diferentes libros leídos y analizados, con las notas
seleccionadas o las reflexiones y argumentaciones personales.
En esta etapa se deben evaluar las notas tomadas, leer detenidamente y analizar los contenidos
y encabezados temáticos de las fichas de trabajo, reclasificarlas de acuerdo con el esquema o
índice: por tema, subtema, eliminar las que no correspondan; verificar que está estudiada toda
la bibliografía propuesta, revisar que las fichas tengan las referencias bibliográficas y las
páginas de las cuales se han tomado las citas, valorar si es suficiente la información o si hay
lagunas de apoyo documental; verificar si se han investigado y fichado todos los temas y
subtemas del esquema, si están tratados con la profundidad y claridad requerida, si falta
información sobre algunos de ellos, qué datos o aspectos se deben resaltar con mayor detalle, y
finalmente cuidar el orden adecuado para presentar los resultados.
No será nada extraño que, durante este proceso, al ir clarificando las temáticas de la
investigación e ir profundizando en el conocimiento del asunto investigado, se llegue a una
nueva visión y a modificar la estructura del esquema original. Este paso facilitará la
organización del material y los procesos lógicos de análisis, interpretación y redacción.
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Para separar y organizar las fichas de contenido que corresponden a las distintas
categorías temáticas, secciones o los capítulos, se pueden usar tarjetas guías con pestañas en
las que se anotan los temas y subtemas.
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La memoria es una capacidad muy importante para las personas y en los estudios
es necesario emplearla en bastantes ocasiones.
Podemos definir la memoria como la facultad que tenemos los humanos para
recordar los datos y las ideas precisas en el momento deseado. Es una capacidad
fundamental al
Tipos de memoria
El proceso de memorización supone la fijación de la información en el cerebro
y su progresiva consolidación. En este proceso intervienen tres tipos de
memoria:
Recordamos Mejor:
Aquello que tiene significado para nosotros: las cosas nuevas que aprendemos
convieneque las entendamos, que signifiquen algo.
Aquello que hemos repasado, por tanto, es muy importante que nos
planifiquemos los repasos de las distintas materias y no sólo el momento
de estudiarlas por vez primera.
Desarrollo de la memoria
Haz pausas mientras lees o estudias para recordar lo que vas aprendiendo.
Existen una serie de “trucos” para poder memorizar ciertos tipos de materiales que
por diferentes motivos (excesiva longitud, escaso interés, términos complicados…)
son muy difíciles de almacenar en nuestra memoria. Estos trucos son las técnicas
nemotécnicas.
“Mnemotecnia” es una palabra de origen griego, formado por dos términos,
“mnéemee” (memoria) y “téchnee” (arte), esto es, arte que procura aumentar la
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capacidad de retención de la memoria por medio de ciertas combinaciones o
artificios. A continuación vamos a explicar algunas reglas de este tipo que te
pueden ser útiles:
Técnica de la Historieta
Consiste en construir una historia con los elementos que han de memorizarse.
Ej. Construye una historieta con las siguientes palabras. Recuerda que el
fundamentoes unir la imagen con la acción y la emoción.
Consiste en asociar cada uno de los elementos que se desean memorizar con los
lugares de un recorrido que nos es familiar (por ejemplo, el recorrido que
hacemos todos los días desde casa al colegio) Inténtalo:
Técnica de la Cadena
Consiste en concatenar aquellas palabras que dentro de un resumen o de un
esquema recogen el significado fundamental y que se encuentran lógicamente
relacionadas. La técnica de la cadena su memorización.
Sus pasos son los siguientes: primero, se reducen las palabras o conceptos que
queremos memorizar a imágenes, teniendo en cuenta que las imágenes han de ser
concretas, diferenciadas y claras y a ser posible cómicas o graciosas, porque así se
recordarán mejor. En segundo lugar, se forman imágenes correspondientes a la 1ª
y 2ª palabra, y con ellas se forma una imagen compuesta en la que se juntan las
dos y luego se unen de la misma manera las imágenes de la segunda y la tercera
palabra, y así sucesivamente. Se puede conducir la serie uniendo la imagen de la
primera con la de la última palabra.