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Ensayo - Revelaciones de La Realidad

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Revelaciones de la Realidad

Melanie Nubia Fernández Escalera

Facultad de Arquitectura y Ciencias del Hábitat, Universidad Mayor de San Simón

Teoría y Comunicación III

Lic. Willy Javier Rocabado Aüe

1 de julio de 2020
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La Tesis de Susan

Susan Sontag, como toda buena filósofa, en su libro “Sobre la fotografía” trajo para todos una

tesis que abarca casi todo pensamiento que alguien corriente pueda formular sobre el tema y

presenta una serie de ideas desde una perspectiva muy fundamentada para nuestro deleite.

Es en este momento de mi tesis que yo acompañaría está presentación con un “pero”

dando lugar a un discurso de mi parte tratando de hablar de lo que no es. Pero en esta

oportunidad, inspirada por la misma Susan, quisiera pensar en lo que “también puede ser”

aprovechando que el arte es la puerta perfecta para esa conversación.

El siguiente monólogo tratará de abordar las similitudes y diferencias de la capacidad de

transmitir la realidad que posee la fotografía en comparación a la pintura.

Realidades Ocultas

En mi búsqueda de comprender qué hace al arte arte, me he encontrado con dos tipos de

vistas que creen responder a la pregunta desde diferentes lugares. En la primera están las

personas que juzgan el arte desde lo que es la fotografía como un objeto físico y por otro lado,

las personas que juzgaran desde su potencial significativo del objeto. En el primer grupo

podemos encontrar a las personas que no considerarán a la fotografía un arte porque consideran

que el esfuerzo se encuentra en construir una realidad, cómo esperando que el fotógrafo cree una

fotografía de la nada como un pintor puede trazar un mundo idealista con solamente un lápiz.

Pero hay algunas cosas que entender antes de asumir alguna postura sobre nuestras

consideraciones sobre las relaciones del arte con la fotografía, puntos mencionados por la autora.

Sontag (1977) marca la diferencia para mí más clara entre estas dos ramas artísticas. La
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fotografía revela el arte a partir de la realidad. Las artes plásticas lo crean. Y pienso que ninguno

de los dos da lugar a menosprecios.

La labor de un fotógrafo es muy distinta a la de un pintor, el fotógrafo busca, encuentra y

captura la fotografía para sí (y al mismo tiempo para todos). El pintor a veces ni sabe lo que

busca pero crea y quien se encargará de encontrar ya no será el artista, sino el espectador.

Y entre todas sus diferencias hay una gran similitud que desde un punto de vista propio

considero de importancia. La capacidad que ambos sectores poseen de manipular la realidad.

Con la fotografía, la realidad puede cambiar la realidad, y para este ejemplo consideraré una

experiencia propia.

Yo al igual que muchas personas, moldeada por películas infantiles donde el mundo se

repartía entre malos y buenos, había formado un pensamiento miope sin lugar para la

comprensión del espectro moral. Algo sin embargo me aclaró la vista, una fotografía. Lo que esta

retrataba era una escena de la catástrofe nuclear de Hiroshima, donde algunos sobrevivientes

muy mal heridos se sentaban a descansar en algo que parecía ser un puente. La fotografía no era

lo bastante explicita pero era la primera vez que veía fotos de las personas en el momento del

desastre. Siendo pequeña no podía comprender cómo algo tan horrible como la bomba podía

darle fin a algo igual de maligno como la guerra. Inocentemente creía que lo malo se combatía

con bueno, pero en ese momento gracias a la humanización de las víctimas japonesas, al ver su

vulnerabilidad, mi concepción moral (lo cual es un pilar fundamental en nuestro ser) cambió.

Por eso añado al discurso de Susan Sontag de que con la fotografía podemos cambiar la realidad

con realidad, porque mi realidad personal fue deconstruida para dar paso a una nueva.

Pero en este caso me atreveré a contradecir a Sontag (1977) cuando dice que la

“Fotografía no puede crear una posición moral, pero si consolidarla; y también contribuir a la
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construcción de una en cierne” (p. 35), puesto que yo considero que las personas somos algo

mejor que eso.

Creo que las personas son capaces de construir posiciones morales a bases de fotografías,

principalmente si la fotografía es su primer acercamiento con el tema en cuestión. Si a una

persona desconoce en su totalidad los daños que infringen las drogas en las personas y les

exponemos a través de fotografía los cambios físicos que atraviesa un adicto, lo más probable es

que se cree una primera posición moral en contra del consumo de estupefacientes. Mi

experiencia con la fotografía de Hiroshima es similar al reconocer la existencia de problemas

morales que no poseen respuesta.

Vale agregar también de que no es desconocido el uso de la fotografía para crear

posiciones morales. Bajo un proceso de condicionamiento clásico psicológico es algo totalmente

factible sin mencionar que ya se ha utilizado para fomentar un sentimiento específico en el

espectador en diferentes momentos de la historia, desde fotografías en periódicos hasta

fotografías en gacetas políticas.

Aquí es cuando reitero el poder de la fotografía para manipular la realidad, porque no

hay nada más convincente que la realidad misma como fuente. Pero la manipulación no sucede

en la construcción de la imagen en la fotografía, porque la fotografía es la realidad, es el

fotógrafo quien intercede en la manipulación al decidir qué tanto de la realidad le conviene

revelar al espectador.

La pintura no puede manipular con la eficacia de la fotografía, simplemente no puede.

Desde sus primeros entendimientos la fotografía ha sido acompañada con un voto de confianza,

como algo en lo cual fiarse al momento de juzgar la realidad, y aunque en la actualidad existen

medios para trucar las fotografías la confianza no se ha visto afectada en una gran medida. ¿A
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qué medio artístico podríamos recurrir más que a la fotografía cuando se busca crear una

posición moral en las personas? Las personas difícilmente se verán dispuestas a cambiar algo tan

arraigado como su moralidad con la pintura. La pintura no es realidad para la mayoría de las

personas, se entiende mayormente como una realidad individual y aunque la fotografía también

lo sea a su forma, la mayoría de nosotros instintivamente vemos las fotografías como si nuestros

propios ojos fueran el lente, estamos dispuestos a entenderlo como realidad absoluta.

Las personas no se detendrán a pensar que esa solo es la realidad del fotógrafo.

Pensamientos Finales

La fotografía es arte, pero su valor artístico no se encuentra en el producto sino en la

capacidad de encontrar el arte en la realidad a capturar. La misma posición de la fotografía en un

limbo conceptual del arte es la que le concede potencial frente a las otras ramas artísticas, porque

la fotografía emplea la realidad de una forma tan explícita que permite olvidar a quien la ve que

está consumiendo un arte construido por un artista, en este caso el fotógrafo.

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