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Resumen M3 y M4

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Mod. 3 Sub.

1 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Pobreza, desigualdad y dinámica del progreso social


La oportunidad histórica de vencer la pobreza
El historiador israelí Yuval Harari (2018), lo explica con claridad en sus distintos libros: las revoluciones industriales han
tenido el común denominador de tirar hacia arriba a las masas. Son las fuerzas de la creación de valor, la innovación, el
mercado y la comercialización, bajo distintos modelos y prioridades, las que han impulsado las oportunidades concretas
de millones de personas para salir de la pobreza. Básicamente por dos grandes razones:
 La innovación, a través de la creación de valor, la destrucción creativa y otros mecanismos económicos que
hemos visto, siempre generan mejor trabajo e ingresos para las personas. Trabajo e ingresos suponen inclusión
económica.
 El desarrollo de nuevos productos y servicios y la organización de mercados donde se cruzan las ofertas con las
demandas, requiere, para no ser realidades efímeras o muy acotadas, porciones crecientes de consumidores con
capacidades para ello. Sin consumo creciente no hay crecimiento.
Es Steven Pinker (2018), autor de “En Defensa de la Ilustración”, uno de los pensadores que más ha explicado la
disminución de la pobreza en las últimas décadas, debido fundamentalmente al predominio de la razón, la expansión de
la ciencia y la dinámica de los mercados. En los últimos 25 años, suele exponer Pinker (2018), la pobreza extrema ha
bajado un 75% en el mundo. Es decir, en este lapso de tiempo 1.000 millones de personas han dejado de ser pobres, a
razón de 137 mil personas por día.
Por otra parte, no es menos cierto que los profundos cambios económicos y sociales de las últimas décadas han ayudado
a comprender que la pobreza es una situación de dolor de muchas personas y cuya definición trasciende la cuestión de
los ingresos percibidos.
Desde esta perspectiva, combatir la pobreza es construir derechos humanos en su dimensión más primaria y elemental.
Muhammad Yunus explica que “las personas pobres son personas bonsáis”. Terminan quedando raquíticos, no por
problemas de origen, talento o esfuerzo, sino porque el sistema no les brinda las mismas oportunidades que a otros
para salir adelante. La ciencia (neurociencias especialmente) han ido demostrando como la pobreza termina afectando
las capacidades cognitivas de las personas. Es la ciencia la que nos ha permitido entender cada vez mejor, por ejemplo,
que “los pobres no toman decisiones desacertadas porque sean ineptos, sino porque viven en un contexto en el que
cualquiera tomaría decisiones desacertadas”.
La pobreza, bajo criterio multidimensional, se entiende como vulnerabilidad en varios aspectos relevantes para encarar
la vida individual y colectiva. Quizás, la metodología más conocida y avalada para reflejar este fenómeno heterogéneo
de la pobreza sea el índice creado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el año 2010. Es
conocido como IPM y todo el foco se puso en comprender las experiencias de pobreza reales a través de distintas
dimensiones que la constituyen, a efectos de poder medirla, monitorearla, y compararla en los distintos países del
mundo.
El IPM global está compuesto por diez indicadores distribuidos en tres dimensiones: salud, educación y estándar de
vida. Los diez indicadores ponderados son: nutrición, mortalidad infantil, años de escolaridad, asistencia escolar,
combustible para cocinar, saneamiento, agua potable, electricidad, vivienda y activos.
A partir de esta herramienta holística y con amplio respaldo científico e institucional, ha sido mucho más fácil comenzar
a tener mediciones certeras de la pobreza, de la complejidad de factores que la explican y especialmente advertir que no
se trata de un fenómeno que sucede en los países más retrasados en cuanto a sus niveles de desarrollo, sino también en
los que están más desarrollados.
Evolución de pobreza

Nunca hemos tenido tanta información acerca de la composición y distribución de la pobreza. Si combinamos eso con la
mejora en la capacidad de medirla y vemos que la reducción de la pobreza extrema se viene verificando en el mundo a
través de los años, podemos mirar con optimismo la capacidad de cumplir el primer objetivo de los 17 que componen la
Agenda 2010 de Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) aprobada por Naciones Unidas en el año 2000.
Objetivo global aprobado por todos los países, múltiples proyectos nacionales y regionales en marcha, programas de
cooperación para el desarrollo de gran cantidad de empresas y organizaciones y nuevos mecanismos y acciones para
promover bienestar y calidad de vida permiten soñar con bases fundadas que podamos terminar con la pobreza extrema
en el mundo. Como alguna vez dijo el gran líder sudafricano Nelson Mandela “acabar con la pobreza extrema no es un
gesto de caridad, sino de justicia”.
Pirámide mundial de pobreza

Video 1. Pobreza multidimensional


En el marco de una de las regiones del mundo con mayores tasas de pobreza y desigualdad, como América Latina, Chile
es un país con fuertes contrastes. Por ejemplo, es uno de los países que más ha reducido la pobreza en los últimos años.
Si tomamos datos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), la pobreza alcanzaba a 40% de chilenos en el
año 2003 y había bajado al 10.7% en 2017, muy por debajo del promedio de la región (30%) y solo superado por
Uruguay (2.7%).
En el año 2009, la Presidencia del país constituyó una Comisión de Expertos para estudiar la pobreza y las mejores
maneras de medirla. Fruto de este trabajo, en 2014, Chile decidió avanzar en la medición multidimensional de la
Pobreza, dando un enorme paso adelante en este fenómeno tan complejo. A continuación, un cuadro sintético de las
dimensiones definidas para el IPM Chile.
Medida de Pobreza Multidimensional

Las desigualdades y la capacidad de revertirlas


Hay un creciente consenso acerca de que los cambios globales de las últimas décadas han generado enormes progresos
para la Humanidad, pero están amplificando los márgenes de desigualdades entre las personas. También entre
comunidades y regiones del mundo.
Uno de los datos más ilustrativos de esta situación es el ingreso medio de las mayorías de personas que se desempeñan
en trabajos de la base la pirámide (operarios, servicios, auxiliares, etc.), que no ha crecido en términos reales
(contemplando el efecto de la inflación) en los últimos 40 años, mientras que los ingresos más altos se han duplicado y,
en algunos segmentos, se han triplicado (altos ejecutivos o profesionales relacionados con las tecnologías de
vanguardia). Esto alimenta un extendido sentimiento de nostalgia y en no pocos casos, de resentimiento que pone en
jaque a los sistemas democráticos en el mundo.
Esto demuestra que, a pesar de la abundancia de bienes y servicios y las innovaciones que nos provee el avance
tecnológico, las posibilidades reales de ascenso social se han reducido considerablemente.
Pero las brechas de desigualdad han crecido en casi todos los países del mundo más allá de lo que puede considerarse
razonable y hasta beneficioso. Dos son los factores de génesis global que en general lo explican:
Factor 1 Factor 2
Las tasas de rendimiento del capital (retorno de Las remuneraciones de las actividades más conectadas a
inversiones financieras o de la posesión de propiedades y las habilidades tecnológicas o de gestión avanzadas,
activos en general) vienen creciendo más que las tasas de propias de la nueva economía de la innovación y el
crecimiento de la economía (producción de bienes y
conocimiento, crecen a tasas mucho más altas que todas
servicios de la economía en general), hace ya muchos
las demás remuneraciones e ingresos de las economías.
años.

Las estadísticas en general muestran cómo se han ampliado las diferencias entre quienes más tienen y ganan, y quienes
menos tienen y ganan, a partir de los años 80. Pero si miramos de forma más amplia el tema, podríamos afirmar con
bases sólidas que actualmente existen menos desigualdades que hace 80 o 100 años.
Thomas Piketty (Capital e Ideología, Paidós) y Branco Milanovic (Desigualdad Mundial, Fondo de Cultura Económica) son
dos de las mayores autoridades mundiales en materia de desigualdad, actualmente. Ambos coinciden que el centro de la
problemática de la expansión de las desigualdades tiene que ver con la obstrucción de las vías de ascenso social que en
gran parte del siglo XX funcionaron. Quienes nacen en hogares con menos capital e ingresos, tienen cada vez menos
posibilidades de generar y capturar oportunidades para el progreso.
El economista francés Piketty es uno de los autores con propuestas más disruptivas en este campo. Piketty parte de la
premisa de que ha sido un triunfo de la humanidad en general, y del capitalismo en particular, haber logrado semejante
expansión del derecho formal a la propiedad privada, pero que el desafío para sostener semejante logro es encontrar las
vías para expandir rápidamente el derecho real de acceder a la propiedad privada para la gran mayoría de las personas.
Necesitamos más evidencias de distintas políticas y proyectos a efectos de ampliar la base de conocimiento que permita
a cada país y región tomar mejores decisiones en materia de armonía y ascenso social. Hay un conjunto adicional de
razones que le otorgan sentido de urgencia al tema:
 Está demostrado que el crecimiento económico se ve afectado cuando las tasas de desigualdad crecen. Son
muchos los estudios que lograron evidencias acerca de cómo la desigualdad inhibe el crecimiento de la
economía.
 Más desigualdad implica mayores índices de otras problemáticas sociales. Si miramos la depresión, el stress
profesional, la drogadicción, el fracaso escolar, la obesidad, las infancias infelices, la magra participación
electoral, o la desconfianza social y política, siempre se encuentran evidencias del impacto de que mucho se
explica por las crecientes desigualdades sociales.
 La productividad tecnológica ha crecido y crecerá mucho más, cuando la inteligencia artificial y las demás
tecnologías de la Industria 4.0 logren su maduración. ¿Quiénes serán capaces de capturar esos beneficios
crecientes de generar más valor (productos y servicios) con menos insumos? Si no logramos mecanismos
eficaces de distribución, ahora que todo esto está en ciernes, el escenario de sociedades duales, partidas por las
desigualdades, pueden llegar a niveles de no retorno.
 La biotecnología en desarrollo, puede acelerar y transformar las desigualdades aún más. Como bien lo explica
Harari:
Si los nuevos tratamientos para alargar la vida y mejorar las condiciones físicas y cognitivas acaban siendo caros,
la humanidad podría dividirse en castas biológicas. Hacia el año 2100, el 1% de la población podría no solo tener
la mayor parte de las riquezas, sino de la belleza, la creatividad y la salud del mundo.
Problemas sociales y desigualdad Movilidad social en el mundo

Así como en materia de pobreza el Índice Multidimensional del PNUD de Nacionales Unidas es el gran referente, en
materia de desigualdad podemos decir lo propio del llamado Índice de Gini. Es muy utilizado para calcular la desigualdad
de ingresos entre personas de un país o región determinada. Trabaja con una escala que va de 0 a 1, siendo el 0 la
máxima igualdad (mismo ingreso para todos) y 1 la máxima desigualdad posible.
Si bien, como todo índice, tiene complejidades técnicas para ser calculado y no distingue realidades específicas, sino que
se aplica a poblaciones generales según los ingresos a nivel hogares, sigue siendo el índice más representativo de las
situaciones de desigualdad.
Índice de Gini en países Mapa global del Índice de Gini
Chile es un país paradigmático para reflejar cabalmente nuestro recorrido conceptual en este módulo. El país vecino no
lidera los índices de desigualdad en América Latina, pero está dentro del lote de países del mundo con mayores niveles
de desigualdad.
El índice Gini en Chile del año 2017, muestra un resultado de 0.46. Recordemos que la máxima desigualdad es 1.
Más allá de esto, lo que resalta más y quizás sea el motivo de que la crisis de este año 2019 en Chile tenga un
componente tan masivo y violento, es advertir que el 1% de la población concentra alrededor del 25% de la riqueza.

La construcción de sociedades más equilibradas


Parece imponerse un mandato aceptado por el sistema de líderes en su amplia mayoría: es necesario construir
sociedades más equilibradas y frenar el avance hacia lo que se visualiza como posibles sociedades duales.
Sociedades duales son aquellas en las que se puede simplificar en extremo su composición en dos grandes mundos: un
sector minoritario conformado por profesionales, expertos, dirigentes o emprendedores que están conectados a las
corrientes de innovación tecnológica y logran rentas crecientes por aplicar sus conocimientos, habilidades y propiedades
a distintas actividades. Y, por otro lado, un sector mayoritario de personas dedicadas a distintas actividades con cierto
grado de obsolescencia, en relaciones de dependencia o en esquemas independientes, pero que tienen en común una
limitación cada vez más aguda para progresar a partir de sus ingresos y, en consecuencia, se encuentran cada vez más
atrapadas en esquemas de subsistencia económica.
Se requieren estrategias activas y modelos innovadores para atacar de forma efectiva las desigualdades que ponen en
riesgo la paz en las sociedades.
Muchos abordajes y políticas hay en este momento en el mundo para cumplir con esta demanda y este espíritu de los
tiempos en materia de sociedades más equilibradas, sin renunciar a los beneficios del mercado, la propiedad privada y la
innovación. Podemos, a los fines de esta materia, sintetizar esas iniciativas de impacto global en tres grandes categorías
que son una especie de orientaciones a nivel macro, a las que adhieren en mayor o menor medida los distintos
gobiernos, empresas, u organizaciones en general:
A. Construcción de una nueva etapa de crecimiento y expansión de la economía, a partir de la productividad
tecnológica y la innovación. Esta es de alguna manera la corriente que menos cambios de fondo predica, pero
que entiende que, a partir de la nueva revolución industrial, la ampliación de oportunidades de la economía
digital y la expansión del comercio internacional, se podrá recrear el ciclo habitual de expansión del consumo, la
inversión y el empleo. El mundo está atravesando una difícil transición, como todas, pero cuando las fuerzas de
esta nueva etapa de singularidad tecnológica y nuevos empleos se consoliden, habrá una nueva etapa de
progreso generalizado.
B. Mejora y transformación del sistema económico capitalista, sin renegar de los mercados libres, pero
utilizando de forma más consistente y amplia los poderes regulatorios e impositivos del Estado. Básicamente
hablamos de posturas que priorizan rediseñar los sistemas impositivos para que los que más tienen y ganan
paguen más impuestos, y que las grandes empresas y corporaciones tengan que respetar regulaciones más
estrictas en cuanto a sus estrategias de expansión y sus maniobras para bajar la intensidad de la competencia en
los mercados donde actúan.
C. Foco y creatividad en intervenciones específicas que demuestran resultados empíricos para vencer pobreza y
bajar desigualdades. Estamos en el terreno de la llamada economía del desarrollo, de la cual son máximos
exponentes los recientes ganadores del Premio Nobel de Economía 2019, Esther Duflo, Abhijit Banerjee y
Michael Kremer, docentes e investigadores del MIT y Harvard. Esta corriente promueve la generación de
conocimiento en el terreno de la experimentación, para detectar y replicar los mejores mecanismos que ayudan
a combatir los desequilibrios sociales, más allá del sistema económico macro imperante. Han descubierto
grandes hallazgos, ya sea en materia de incentivos para vacunación de niños, otorgamiento e impacto de
microcréditos para pequeñas actividades económicas, etc.
Mod. 3 Sub. 2 Tecnología, Humanidades y Modelos globales
Trabajo: nuevas modalidades y proyecciones
La construcción social del trabajo y su progreso en el siglo XX
A lo largo de la historia, el trabajo ha sufrido una tensión permanente. Entre su faceta de indispensable necesidad para
vivir y costear los consumos que supone tal empresa, por un lado, y la aspiración de realizar los talentos e inquietudes
más profundas de las personas bajo el ideal siempre vigente de no vivir para trabajar, sino trabajar para vivir.
Decimos que existe una construcción social del trabajo. Lo que se entiende y se remunera como trabajo es definido en
esa especie de acuerdo social implícito en función de:
A. La dinámica de las actividades económicas que existen en cada tiempo y lugar para satisfacer necesidades de
consumo de cualquier índole. Son las fuerzas de la creación de valor y la destrucción creativa, que hemos visto
anteriormente, las que generan proyectos y organizaciones de bienes y servicios que requieren del trabajo de las
personas en distintos niveles y categorías, y por ende ejecutan procesos de selección y contratación de forma
continua.
B. Las inversiones y prioridades que se definen desde el Estado. Siempre ha existido un actor público central que
define estrategias y proyectos, de forma inteligente o no, pero que al hacerlo genera actividades que demandan
o promueven el trabajo. Pueden ser trabajos públicos o privados, lo cierto es que cuando el Estado con su
enorme poder define sectores prioritarios y diseña políticas en tal sentido, siempre establece marcos y
posibilidades para el desarrollo laboral de muchas personas.
C. Las regulaciones públicas que encuadran las actividades laborales. Desde que trabajar era sinónimo de
esclavitud, las sociedades han ido progresando en el desafío de proteger al trabajador a través de derechos y
generar marcos que permitan la dignidad de las personas en el mundo del trabajo.
Podemos recordar como hito fundacional de este criterio de la construcción del trabajo al episodio de los “Mártires de
Chicago” de 1886, cuando un grupo de trabajadores en USA fue condenado a prisión perpetua y la horca por haber
desatado una rebelión bajo la solicitud de la jornada laboral de 8 horas. Recordemos que hasta entonces era normal que
el trabajo tuviera jornadas extenuantes, a veces superiores a las 12 horas diarias, sin descanso de fin de semana. Las
personas vivían para trabajar y morían muy jóvenes, pagando el precio de cuerpos y mentes agotadas.
El 1 de mayo de 1886, la protesta de estos trabajadores logró lo que nunca antes, por imperio del miedo y las presiones
patronales, se había logrado: 340.000 personas se manifestaron en distintas ciudades de USA, Chicago especialmente,
para exigir el fin de la explotación laboral y la jornada de 8 horas. Luego vino la represión, juicios a los cabecillas, y
muertes. Será esta fecha la que origina el Día Mundial del Trabajador (salvo en USA), que al decir de Eduardo Galeano
(1989), es el único día verdaderamente universal de la humanidad entera, el único donde coinciden todas las historias y
las geografías, todas las lenguas y las religiones del mundo.
Es en Alemania donde la protección al trabajador cobra, por primera vez en la historia, un formato de sistema de
seguridad social, con la sanción en 1883 de la Ley de Seguros de Enfermedades, en 1884 la Ley de Seguros de Accidentes
de Trabajo, y en 1889 la Ley se Seguro Contra la Invalidez y la Vejez.
La segunda y la tercera revolución industrial y tecnológica que hemos estudiado, generaron fuertes impactos,
agudizando por un lado las condiciones indignas del trabajo de las personas, pero generando las corrientes de opiniones
y la proliferación de nuevas actividades económicas que facilitaron exponer la problemática y resolverla de forma
progresiva.
Un símbolo de este camino es la Organización Internacional del Trabajo, creada en 1919 luego del enorme impacto
social y político de la Primera Guerra Mundial, bajo una estructura donde están representados tanto las autoridades de
los países, como de los empresarios y los trabajadores. La OIT ha sido fuente de estudios, políticas y recomendaciones
para dignificar y promover el trabajo humano en todas sus manifestaciones.
Una síntesis apropiada de este camino de organización del trabajo en el siglo XX es el Programa Estratégico de Trabajo
Decente que lleva adelante la OIT en sintonía con el Objetivo Número 8 de Desarrollo Sostenible de la ONU (Trabajo
Decente y Crecimiento Económico) y que tiene los siguientes objetivos globales, respaldados por múltiples acciones y
programas en marcha:
 Promover las oportunidades de trabajo decente.
 Mejorar la protección social.
 Fortalecer la actividad tripartita y el diálogo social.
 Garantizar los principios y derechos laborales fundamentales.
Bajo estos grandes objetivos globales, la OIT invita a cada país a desarrollar sus propios programas de trabajo decente y
a reportar sus resultados anualmente para monitorear el avance de ese Objetivo 8 de Desarrollo Sostenible de la ONU,
con el que la gran mayoría de los países del mundo se han comprometido para el año 2030. Nunca el mundo estuvo tan
organizado y activo para avanzar en la construcción de trabajo decente para las personas. Las metas son ambiciosas:
crear más de 600 millones de trabajos en el mundo para 2030, solo para seguir el ritmo del crecimiento de la población
en edad de trabajar, es decir 40 millones de trabajos por año. Y también mejorar las condiciones de 780 millones de
personas que trabajan, pero no superan el umbral de U$$ 2 diarios para salir de la pobreza.
Video 1. Programa Trabajo Decente de la OIT
Por ejemplo, en Argentina a principios de siglo, comienzan a proliferar las instancias de sindicalización de trabajadores
del rubro, como cocineros, mozos, barmans, mucamas, etc. Recién en 1948 se constituye la Federación Argentina de la
Industria Hotelera (FOAIH), agrupando bajo su organización a todos los gremios específicos que se habían creado en los
últimos 40 años. Y en 1999 adquiere su formato final como Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la
República Argentina (Utgra).

El trabajo en plena transformación a principios del siglo XXI


Justo cuando la Humanidad parecía haber logrado ciertos consensos en torno a la democracia liberal y la economía de
mercado, luego de la caída del Muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría, comenzaron a crecer las opiniones e indicadores
negativos en torno al mundo del trabajo humano, que tantos progresos había evidenciado durante las décadas previas.
Este autor (Jeremy Rifkin) recoge la tesis histórica acerca de que, en virtud del cambio tecnológico, cada vez serán
necesarios menos trabajadores para producir los bienes y servicios que necesitamos y que, a diferencia de otras épocas
o revoluciones tecnológicas, esta vez sería muy difícil que los trabajadores desplazados fueran reabsorbidos por otras
actividades o trabajos que pudieran crearse.
Podemos sintetizar tres grandes fenómenos propios de esta nueva revolución industrial, caracterizada por la extrema
digitalización, que abrían una época de complicaciones severas para la sustentabilidad del trabajo humano:
A. La carrera por el crecimiento y la productividad no siempre alimenta un círculo virtuoso de consumo y
empleo. Comenzaba a evidenciarse que ya no es tan lineal la secuencia de producir más con menores recursos,
e impulsar la demanda de bienes y servicios, y a partir de esa expansión de demanda aumentar la producción y
el empleo. La economía colaborativa comienza a priorizar el uso limitado de los bienes en lugar del desenfreno
por poseerlos y los costos decrecientes impulsan con más fuerza que nunca los precios bajos o bien la gratuidad
de productos y servicios
B. La tercera revolución industrial, en su fase más madura, y la cuarta revolución en sus primeras etapas, tienen
el común denominador de reemplazar átomos por bits. Es decir, abren y espiralizan el mundo de las
computadoras. No existen sectores o actividades inmunes a esta irrupción de sistemas o artefactos tecnológicos
que propongan tomar a su cargo, con beneficios de costos e incluso de calidad, actividades que nos eran
propias, de forma cada vez más agresiva.
C. La globalización avanzada y la expansión del comercio por todo el planeta, arrojan ganadores y perdedores.
Países como USA, Alemania o Japón pueden explotar a fondo sus ventajas en la economía del conocimiento y
vender al mundo valor agregado que genera nuevas oportunidades de trabajo, otros países de enorme tamaño
como China o India, se llevan las fábricas del mundo a partir de su dotación masiva y barata de recursos
humanos.
Uno de los grandes expertos de la economía mundial, Dani Rodrik ha expresado que los frutos de esta expansión de la
productividad y la comercialización internacional, gracias a las tecnologías, puedan generar mejores oportunidades
laborales para las mayorías.
Como ya hemos expresado, los procesos humanos deben ser leídos y analizados en forma de película, es decir, en
movimiento a partir de sus estados presentes, pero sobre todo su evolución y proyecciones. No obstante, si miramos la
foto de hoy para caracterizar en líneas generales la realidad del trabajo humano a escala global, podemos encontrar lo
siguiente:
Desacople entre empleo y trabajos:
Nuevas modalidades de trabajo emergen y se combinan con distintas características e intensidades según el rubro y
cada persona. Tienen en común que suelen ser a tiempo parcial, bajo demanda y bajo esquemas contractuales más
flexibles, o bien en forma independiente.
Según cifras de la consultora Deloitte el 20% de la fuerza laboral del mundo ya se encuentra encuadrada dentro de estas
nuevas modalidades, más flexibles e independientes. Más aun en USA, país que está viviendo una verdadera revolución
avanzada de transformación del trabajo, donde ya el 35% del trabajo se explica por este tipo de modalidades.
Todos los trabajos en forma independiente o cuentapropista entran dentro de esta categoría que no para de crecer y
responde a nuevas modalidades. Inclusive, el llamado empleo en plataformas o bajo demanda, como se conoce al
trabajo de personas a través de los encargos de plataformas tecnológicas para distintas necesidades de los usuarios,
como Rappi, Uber, Glovo, Lift, etc.
Expansión de las desigualdades en el mercado laboral:
Se produce en el mercado de trabajo una brecha creciente en lo que podemos considerar los mejores empleos y los
peores empleos.
Las estadísticas reflejan de forma clara que los trabajos más calificados, en danza con las nuevas tecnologías, crecen en
remuneraciones y condiciones de trabajo. Por otro lado, los trabajos del medio, como administrativos, contables y
muchos otros, tienen grandes dificultades para sostenerse. Y los trabajos de la base de la pirámide, como operadores,
ordenanzas, recolectores, personal de atención y soporte, en general se sostienen al no ser reemplazados totalmente
por las máquinas aun, pero con remuneraciones decrecientes.
Los trabajos más favorecidos comienzan a conocerse como SuperJobs. Requieren de una combinación de habilidades
técnicas y humanas (blandas), y son menos operativos y más interpretativos, orientados a servicios y a la resolución de
problemas de forma creativa. Hablamos de managers, arquitectos, analistas, diseñadores, científicos, etc. Los trabajos
menos favorecidos sufren aun esquemas de tareas repetitivas, con controles y estándares asfixiantes, y bajos
entrenamientos. Y muchas veces suelen perder su condición de estabilidad y relación de dependencia por esquemas de
contingencia y precariedad muy marcadas.
Automatización de tareas:
Entre los costos y el valor. Las máquinas toman tareas a su cargo de forma creciente. Hemos entendido en los últimos
años que todos los trabajos tienen tareas específicas que son propensas a ser absorbidas por las tecnologías. Se trata de
un fenómeno de cambio en la manera de trabajar para todas las ocupaciones dado que siempre hay tareas que
conviene, por razones de menores costos y mayor calidad, entregarlas a dispositivos tecnológicos.
Diversidad de estudios expresan que entre 65% y 80% de todas las tareas que ejecutamos en el mundo del trabajo
podrían ser ejecutadas por tecnologías de forma más eficiente. Las que menos pueden ser reemplazas son aquellas que
mayor componente de variabilidad, interacción e incertidumbre tienen.
Esta ambivalencia se traduce en una doble opción cada vez más visible para las empresas: incorporar tecnología para
reemplazar horas de mano de obra y bajar costos. O hacerlo para diseñar mejores productos, negocios, y procesos de
atención y retención de clientes.
Nuevas habilidades para el mundo del trabajo y arbitrajes entre oferta y demanda en el mercado de trabajo:
Se acumulan evidencias diariamente acerca de las competencias más necesarias para los trabajos que crecen en esta
economía y la sociedad del conocimiento. Hay muchas clasificaciones de esas habilidades decisivas para los trabajos de
hoy, es inexorable poner el foco en las llamadas habilidades blandas, personales e interpersonales.
El conocimiento que una persona pueda tener en cualquier campo o rama disciplinar queda obsoleto con mayor
frecuencia que nunca antes. Estamos conminados a ser aprendices permanentes. En cambio, las competencias
vinculadas al dominio personal, interpersonal, y emocional, son bases cada vez más firmes y necesarias para acceder a
distintos trabajos, lograr buenos desempeños y ampliar el potencial de las personas.
Trabajo no remunerado o poco remunerado por el mercado:
Trabajos comunitarios, cuidados de niños propios o ajenos, apoyo educativo para niños, asistencia personal a personas
con necesidades de acompañamiento, tareas de enfermería y cuidado de personas, etc. Estas y otras actividades están
en pleno análisis bajo la expectativa de consolidarlas dentro del mundo del trabajo, especialmente si las tecnologías
seguirán haciendo mucho del trabajo repetitivo en reemplazo de personas. Más tiempo humano queda disponible para
este tipo de tareas usualmente no remuneradas. La innovación pasa por encontrar mecanismos para financiar estos
trabajos para millones de personas. Y allí el rol del Estado es imprescindible, quizás no para contratar de forma directa
(empleo público) sino para generar los marcos e incentivos para que ello sea posible.
Como elemento final, podemos expresar que, en el escenario actual es cada día más importante que el mundo pueda
procesar un cambio de paradigma: ha llegado quizás la hora de proteger más a la persona del trabajador, que al trabajo
en sí. Mientras la persona es permanente, y necesitará cada vez mayor apoyo, formación y sostén para seguir el ritmo de
los cambios, el trabajo específico empezará y terminará varias veces en la vida de una persona.

Una mirada sobre el futuro del trabajo


Hay un factor que emerge como el gran común denominador de los pronósticos acerca de los trabajos del futuro: la
danza de humanos con tecnologías. No hay dudas que, en el campo o en la industria, en las finanzas o la economía
social, en la empresa o en el Estado, en relación de dependencia o de forma independiente, etc., trabajaremos
montados sobre tecnologías que nos permitirán acceder a plataformas, información, reportes y herramientas para hacer
mejor la parte que nos toca como humanos, dejando en manos de ellas todo aquello que resuelven con menores costos
u mayor eficacia.
Es muy pronto aún para hacer pronósticos, porque esta cuarta revolución industrial y tecnológica recién empieza y
todavía conocemos poco acerca del alcance real de la inteligencia artificial. Pero si podemos decir que cada día se pasa
de la fase de prototipos y comienzan a ser usadas en procesos de trabajo, emerge la necesidad de nuevas tareas
humanas no contempladas debidamente antes que ellas existieran. Es lo que se conoce como la última milla de la
tecnología: siempre requiere de tareas humanas para ser configuradas, preparadas, aprovechadas, interpretadas y
mantenidas.
Donde aparecen los mayores riesgos, y donde el ingenio y la capacidad organizada de los seres humanos se pondrá a
prueba con mayor crudeza, especialmente a los de estratos más bajos, a esos trabajos de mayor calidad en reemplazo
de los trabajos feos, sucios y aburridos del pasado.
Allí está el gran desafío y donde distintos aspectos nos permiten ser optimistas, a pesar de la dura transición que
tenemos por delante. Estos aspectos son:
 El potencial de la economía social.
 Los sectores de la economía que prometen necesitar cada vez más mano de obra a pesar de la tecnología.
 La creación de esos nuevos empleos basadas en las nuevas tecnologías y especialmente la inteligencia artificial.
Según datos del Foro Económico Mundial para 2022 se crearán 50 millones más de empleo de los que se habrán
destruido.
 La expansión esperable del trabajo por proyectos, independiente, a tiempo parcial, bajo demanda, que si bien
nos obligará a movernos en terrenos más flexibles y menos previsibles, puede ayudarnos a construir el bienestar
de ese sueño eterno de la humanidad que hemos mencionado anteriormente: dejar de vivir para trabajar, y
trabajar solo para vivir, como cada uno quiera, pueda, y sienta.

Mod. 3 Sub. 3 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Capacidades de las personas y transformación de la educación


La educación como respuesta a las competencias del presente y del futuro
Educados, somos seres con potencial ilimitado, amigados con el ideal de libre albedrío, en condiciones de crear mundos
y construir vidas basadas en criterios propios.
Las expectativas acerca de que la educación pueda darnos soluciones y certezas frente a los impactos del cambio están
centradas en lo que se conoce como la formación por competencias. Poner las competencias en el centro del proceso de
enseñanza–aprendizaje supone haber hecho previamente el esfuerzo sistemático por identificar y comprender qué
habilidades concretas se necesitan para actuar con aptitud en determinados espacios y entornos, para luego si generar
las estrategias pedagógicas y curriculares que faciliten la apropiación por parte de los alumnos.
En la siguiente imagen puede verse que el aprendizaje basado en competencias es un modelo pedagógico en sí mismo y
que puede enfocarse en generar competencias para el saber, el ser, y el hacer, en todo tipo de personas.

Estudios varios usualmente indicaban que los años de escolaridad adicional de las personas, siempre redundan en
mejores ingresos económicos. También, los trabajos de investigación en general han coincidido en que, a menos
educación, más chances de desempleo o empleos de menor calidad. Pero estos patrones comienzan a ponerse en jaque
a partir de la dinámica de la economía y el mercado de trabajo en este marco de la Cuarta Revolución Industrial.
No significa que la educación pierda valor, todo lo contrario. La cuestión es que emerge la formación por competencias
como aplicación específica del mundo de la educación, concentrada en la rápida y medible adquisición de habilidades
por parte de las personas, más que en el tiempo y los grados de escolaridad y formación que se puedan tener.
La formación por competencias no hace magia. Requiere rigurosidad en sus planteamientos y metodologías y seriedad
en los objetivos que se propone. Mucho se habla de la reconversión de personas que actualmente se desempeñan en
actividades o industrias con altas probabilidades de fenecer, por ejemplo, los conductores de camiones frente a la
proyección cada vez más cercana de vehículos autónomos. Debemos decir con mucha claridad que es muy difícil que
una persona pueda pasar de camionero a codificador de software a través de cualquier proceso corto y lineal.
Hay una dimensión sobresaliente en materia de formación por competencias para nuestro tiempo. Se trata de las
llamadas competencias blandas, señaladas por los expertos en general como las que nos permitirán adaptarnos a los
cambios disruptivos y asegurar nuestra relevancia como especie en un camino donde las tecnologías inteligentes
parecen no tener límites. Las habilidades blandas (soft skills), por oposición a las habilidades técnicas, son aquellas de
naturaleza más humana, es decir, las que tienen relación con entender y actuar en entornos donde predomina la
incertidumbre, la diversidad y las múltiples posibilidades.
Una de las más útiles y aceptadas distinciones y clasificaciones en materia de habilidades blandas es distinguir
habilidades intrapersonales, aquellas enfocadas en el dominio propio de una persona, de las interpersonales, aquellas
que tienen que ver con las personas en interacción y cooperación con otros.
En el primer grupo (intrapersonales) sobresale la competencia del autoconocimiento, más vital que nunca en tiempos de
cambios continuos y multiplicación de estímulos propios de la sociedad del conocimiento. Como bien explica Harari:
Para tener éxito en una tarea tan abrumadora, deberás esforzarte mucho en conocer mejor tu sistema
operativo. Para saber qué eres y qué quieres en la vida. Este es el consejo más antiguo del libro: conócete a ti
mismo.
En síntesis, marcas y entidades buscan conocernos mucho más y disponen de tecnologías inteligentes para hacerlo. Por
ende, es más vital que nunca que desarrollemos la habilidad de conocernos a nosotros mismos, al menos tanto como
nos conocerán los algoritmos de la inteligencia artificial.
En materia de habilidades interpersonales podemos tomar de ejemplo a la empatía, considerada la madre de este tipo
de competencias en relación a los pares y el entorno. Empatía es quizás la principal manifestación de la inteligencia
emocional. El habitual concepto de saber ponerse en el lugar del otro, salir sin problemas de las propias anteojeras para
mirar el mundo y tratar con los demás. Es empático quien desarrolla esta habilidad al vencer sus egos y prejuicios, para
entregarse a la interacción con todos los sentidos puestos en esa ida y vuelta con los demás.
Video 1. No fue culpa tuya
Tony Wagner (2016), experto en educación de Harvard, propone una nómina de habilidades claves para el futuro (la
mayoría de ellas dentro de las consideradas habilidades blandas) que nos parece muy apropiada:
1. Pensamiento crítico y resolución de problemas.
2. Colaboración en redes y comunidades: liderazgo basado en influencia (no en autoridad).
3. Agilidad y adaptabilidad.
4. Iniciativa y mentalidad emprendedora.
5. Comunicación oral y escrita efectiva.
6. Capacidad de análisis crítico de la información.
7. Curiosidad e imaginación.
La siguiente imagen fue elaborada por el Profesor David Deming de la Universidad Harvard.
Trabajos mejores pagos y habilidades sociales requeridas

Matemáticas altas,
habilidades
sociales altas

Matemáticas bajas,
habilidades sociales altas

Matemáticas altas,
habilidades sociales bajas

Matemáticas
bajas, habilidades
sociales bajas

En las competencias también aparecen las habilidades digitales o tecnológicas. Habitualmente se reflejan de forma
amplia en la sigla en inglés STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Ya sea que estemos en construcción,
estética, entretenimientos, o salud, todas las tareas y desafíos estarán cruzados por tecnologías que nos interpelarán en
términos de habilidades para utilizarlas, interpretarlas, y gestionarlas.
En definitiva, habilidades blandas y tecnológicas reflejan la combinación que supone la sociedad del conocimiento del
siglo XXI.
El Coursera Global Index, es uno de los tantos instrumentos que se están desarrollando a la luz del auge de la formación
en habilidades. Esta plataforma global de formación virtual elabora todos los años una mirada profunda de cómo
avanzan los países en ayudar a sus ciudadanos a desarrollar lo que consideran las principales habilidades para el
desempeño humano en esta cuarta revolución industrial: negocios, tecnologías y ciencias de datos.

Aprender como meta – habilidad del siglo XXI


Rafael Echeverría suele expresar que las dos metas habilidades que debemos desarrollar para estar a tono con la
dinámica del siglo XXI son: aprender a emprender, y aprender a aprender. Nos enfocaremos en la segunda, entendiendo
que será muy difícil que podamos abrazar la educación por competencias como modalidad permanente si no
amplificamos nuestras capacidades para aprender.
Nuevamente, el autoconocimiento emerge como fundamental. Aprendemos de la mano de la razón y la emoción. Es
decir, aprendemos por la doble vía del intelecto y la motivación. Por eso conocernos cada vez mejor es fundamental.
Disponemos de fuertes aliados para ello a diferencia de generaciones anteriores: las neurociencias, que cada día nos
entregan nuevo conocimiento validado del funcionamiento de nuestro cerebro, y la pedagogía, que, tomando el
conocimiento anterior, desarrolla intervenciones y metodologías aptas para el aprendizaje de personas distintas.
Para el experto francés en Psicología Cognitiva, Stanislas Dehaene (2019), existen cuatro pilares fundamentales para que
suceda efectivamente el aprendizaje en cada uno de nosotros, y es allí donde debemos enfocar nuestras energías:
1. La atención, que amplifica la información sobre la que nos concentraremos.
2. El compromiso activo, un algoritmo que llamamos también “curiosidad” y que incita al cerebro a evaluar
constantemente nuevas hipótesis.
3. La revisión o feedback a partir del error, que compara las predicciones con la realidad y corrige los modelos que
elaboramos acerca del mundo.
4. La consolidación, que automatiza y vuelve fluido lo que aprendimos, especialmente durante el sueño.
La Profesora de Psicología de la Universidad de Stanford, Carol Dweck propuso lo que se conoce como “la teoría del
Mindset para el aprendizaje”, distinguiendo dos tipos de mentalidades en las personas:

Mentalidad fija Mentalidad de crecimiento


Propia de las personas que conciben a la inteligencia en
gran medida como innata e inmutable. Estamos afincados Propia de personas que creen que sus habilidades pueden
en lo que sabemos que sabemos y nos movemos en la expandirse sin límites predefinidos, en base al
vida dentro de un radio muy acotado de expansión de entrenamiento y el esfuerzo.
capacidades para trabajar y progresar.

Desarrollar la segunda mentalidad, el llamado “mindset del crecimiento”, es fundamental para que las personas puedan
transitar con mayor sentido y bienestar un mundo de incertidumbres y desafíos. Y todos pueden hacerlo. Dweck expresa
que nunca es tarde para aprender algo nuevo. Por supuesto que cada persona puede hacer determinadas cosas de
manera casi natural (talentos), pero ello no significa que los que no gozan de esa ventaja no puedan aprender a hacerlas
vía aprendizaje y motivación. Eso es mentalidad de crecimiento.
Este y otros abordajes de expertos, convergen en lo que hoy se conoce como “learnability”, término que refleja una
capacidad individual para el aprendizaje permanente. Mónica Flores, Presidente de la Consultora Manpower para
Latinoamérica, dice:
Las personas con learnability serán las que tomen las decisiones sobre cómo y dónde quieren
trabajar, mientras que los otros estarán en mayor riesgo de ser dejados atrás.
La educación mediada por tecnologías (virtual), ha permitido acceder a datos relevantes para potenciar el aprendizaje
personalizado de las personas a través de distintos instrumentos (cápsulas, ejercicios, formatos, etc.). Y los entornos de
aprendizaje experiencial e informal, a través de desafíos, proyectos, simulaciones o juegos, están demostrando cada vez
más su efectividad para que suceda el aprendizaje real en las personas.

El aprendizaje a lo largo de la vida (Long Life Learning)


Desde tiempo inmemorial, la existencia se dividía en dos partes complementarias: un periodo de aprendizaje, seguido
de otro de trabajo. En la primera parte de la vida se acumulaba información, se desarrollaban habilidades, se construía
una visión del mundo y una identidad estable. En la segunda parte de la vida, uno se basaba en las capacidades
acumuladas para moverse por el mundo, ganarse la vida y contribuir a la sociedad.
Esta macro secuencia que ordenaba nuestras vidas en tiempos menos turbulentos, se ha terminado. Seguramente
cambiemos de trabajo no menos de 7 veces a lo largo de nuestras vidas, seguramente la profesión u oficio que elegimos
de forma temprana se transforme en una mixtura de distintas disciplinas y actividades que nos definan un perfil casi
único, seguramente las experiencias y nuevos incentivos de cada momento nos permitan descubrir nuevas
oportunidades de aprendizaje y trabajo en intervalos de tiempo cada vez más cortos. Todo ello combinado conforma la
cultura del Long Life Learning.
Y para practicar activamente esta cultura, nuevamente la tecnología acude a nuestra ayuda. Son las plataformas de
formación virtual (e-learning) y la inteligencia artificial aplicada a educación las herramientas que facilitan el acceso al
aprendizaje de las habilidades que podemos necesitar en cada momento, en función de las que ya disponemos.

Mod. 3 Sub. 4 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Innovación social y nuevos contratos sociales


La innovación social como camino de respuesta
Como expresa Steven Pinker:
Los ideales de razón, ciencia y humanismo, necesitan ser defendidos ahora más que nunca, porque sus
logros pueden venirse abajo. El progreso no es una cuestión subjetiva. Y esto es sencillo de entender.
La mayoría de la gente prefiere vivir a morir. La abundancia a la pobreza. La salud a la enfermedad. La
seguridad al peligro. El conocimiento a la ignorancia. La libertad a la tiranía. Todo ello se puede medir y
su incremento a lo largo del tiempo es lo que llamamos progreso. Eso es lo que hay que defender.
Pero defender y reconstruir el progreso requiere de nuevos abordajes y nuevas ideas. Los mercados y las empresas
están llamados a redoblar su aporte en términos de creación de valor y empleo. El Estado, en todos sus niveles, está
llamado a funcionar con mayor inteligencia y asertividad cualquiera sea el signo político de los gobiernos de turno. El
tercer sector (ONGs) está llamado a potenciar y sostener el impacto real de las buenas causas que impulsan.
Detengámonos un instante en la innovación genérica, concepto hiper presente en todas las agendas de nuestro tiempo,
especialmente en materia de management y gestión empresarial. Para que exista innovación en cualquier proceso o
proyecto, se deben reunir mínimamente tres condiciones:
Novedad Mejora Sostenible
No necesariamente se requiere que
De nada sirve una innovación
innovación signifique originalidad, Técnicamente la innovación no es
concentrada solo en el rédito a corto
pero algo distinto o novedoso para el neutral, requiere de resultados.
plazo y que destruye el entorno en el
usuario o destinatario siempre debe Concretamente, un producto,
mediano. La innovación, para ser tal,
haber. Parte siempre de una proceso, o proyecto, puede ser
requiere pasar por el desafío de ser
oportunidad detectada para cambiar considerado innovador si es más
sostenible desde lo ambiental y lo
algo acerca de cómo se venía eficaz o eficiente que las alternativas
organizacional. Y por ende, tiene
haciendo, introducir un nuevo preexistentes para quienes lo
proyección de funcionar por un largo
elemento, combinar los elementos de necesitan.
tiempo.
forma distinta, etc.

Cuando aplicamos innovación social estamos hablando básicamente de soluciones novedosas, efectivas y sostenibles, a
problemáticas de impacto social en el más amplio sentido del término. Para el Centro de Innovación Social de la Stanford
Graduate School of Business la innovación social es la mejor herramienta de la actualidad para producir cambios sociales
duraderos.
Una innovación social puede ser un producto, un proceso de producción o una tecnología (al igual que la innovación en
general), pero también puede ser un principio, una idea, una legislación, un movimiento social, una intervención o una
combinación de ellos. De hecho, muchas de las innovaciones sociales mejor reconocidas, como las microfinanzas, son
combinaciones de varios de estos elementos a partir de haber desarrollado un modelo conceptual que confía en la
capacidad de devolución de las personas más pobres a partir de recibir préstamos de pequeños montos para sus
actividades económicas.
Siguiendo al Ilab, Laboratorio de Innovación Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), podemos definir que
los elementos de una metodología común para innovación social son:
1. Los problemas son comprendidos, definidos y diagnosticados por los propios protagonistas de los mismos.
Es decir, los que serían destinatarios de las soluciones. No hay agentes externos que sean capaces de suprimir
este ejercicio vital de protagonismo inicial de los interesados.
2. Reunión de recursos y actores para construir una solución viable para la problemática identificada.
Siempre bajo la responsabilidad de los protagonistas del proyecto. En general, se trata de proyectos con
múltiples actores involucrados, por lo que es vital la construcción de confianza, acuerdos, y delimitaciones de
aportaciones y responsabilidades de cada uno. La innovación social es lo opuesto a la burocracia, requiere de
flexibilidades y libertades para crear.
3. Mecanismo del crowdsourcing
Es decir, que la ejecución de los proyectos depende, en gran medida, del concurso de múltiples prestatarios que
actúan en red en lugar de una gran estructura organizacional propia de alguna entidad o corporación. Pequeñas
tareas ejecutadas por agentes independientes pero alineados con la misión a conseguir, bajo esquemas de
funcionamiento en red. Es uno de los pilares fundamentales de la innovación social.
4. Validación y metodologías ágiles.
La innovación social se nutre y requiere este tipo de herramientas porque no dispone del tiempo, los recursos y
la información certera para grandes ejercicios de planificación. Requiere foco en el problema y máxima agilidad
para realizar prototipos de solución, validarlos en el terreno, y de allí sacar las características o elementos finales
que una solución o producto requiere para cumplir sus objetivos.
5. Escalamiento de soluciones.
Una vez probadas y validadas con una población particular, la innovación social supone expansión y escala.
6. No hay recetas a copiar de forma exacta.
Las soluciones deben ser escalables, pero cada implementación local requiere advertir particularidades de cada
entorno. Desconocerlas es frustrar los resultados. Si hemos expresado que es decisivo el protagonismo de los
actores que son destinatarios de la solución de innovación social, no considerar sus idiosincrasias, sus historias y
prioridades, es lisa y llanamente afectar las posibilidades de éxito de cualquier proyecto de impacto social.
7. Diversidad de formatos legales o administrativos.
No es patrimonio de ONGs, Fundaciones, empresas sociales, entidades internacionales de fomento o Gobierno.
La innovación social puede tener múltiples configuraciones de diseño y ejecución. Contiene al emprendimiento o
empresa social, pero lo trasciende al ser más grande que una entidad particular. En general, requiere de alianzas
y sinergias estratégicas entre varios actores, bajo instrumentos de vinculación legal y organizacional ad hoc, que
se definen en cada caso.
8. Medición de impacto y sostenibilidad.
Ser rigurosos con los indicadores y la recogida de información sobre la evolución de los mismos, es parte central
de la innovación social y su vocación por crear soluciones sostenibles en el tiempo y no meros paliativos.
Las ideas y valores en común, junto a la agudización de problemáticas a resolver, han permitido que se disipen fronteras
entre actores privados, públicos y no gubernamentales para generar lo que se conoce como polinización cruzada:
riqueza de aportaciones y capacidades bajo esquemas de red que permiten construir soluciones innovadoras.
Ya mencionamos a las microfinanzas como caso emblemático de innovación social. También lo es el llamado “comercio
justo”, que es mucho más que un proyecto o una regulación. Es un modelo de comercio superador y equitativo que fue
producto de la innovación social.
Video 1. Innovación social

Algunos ejemplos de proyectos y entidades especializadas en innovación social


Primer teleférico del mundo para uso de transporte masivo en Bolivia:
Desde los cientos de ríos subterráneos que hacen del lugar un terreno inestable, hasta la impresionante inclinación de la
zona, que pasa de unos 3.200 metros sobre el nivel del mar, a cerca de 4.100 metros de altura.
En esas condiciones, no ha sido posible implementar un metro, un tranvía, o un tren. La estrechez de las vías y un sector
fuertemente sindicalizado, han dificultado también la idea de buses con carriles exclusivos. He ahí un problema de
desarrollo social importante. Como respuesta construyeron la red de teleféricos más extensa del mundo y la única que
funciona como un sistema de transporte masivo.

Pago por resultados para promover el primer empleo en Colombia:


Se trata de un novedoso mecanismo de pago por resultados para promover empleo, dirigido a ciertos grupos
poblacionales que les resulta más difícil conseguir trabajo. Quiere decir que el Estado, en vez de pagar por
capacitaciones o formación laboral, paga por cada aspirante que es efectivamente contratado y, además, retiene su
puesto durante un tiempo determinado.
Esa lógica va en contravía de como suelen operar los gobiernos, que prefieren ejecutar los recursos
rápidamente, como indicador positivo de su gestión. Por esta razón, el programa ha puesto mucha atención
en el aprendizaje y cambio de mentalidad de todos los involucrados. Los resultados de esta experiencia han
sido tan positivos que están trabajando en la creación de un Fondo de Pagos por Resultados.
Algoritmo para detectar anemia en niños sin muestras de sangre en Perú:
Más del 40% de los niños de entre 6 meses y 3 años de edad en el Perú, sufren de un problema de salud grave como es
la anemia. Ayni Lab, un Laboratorio de Innovación Social del Gobierno del Perú, advirtió las dificultades históricas para
diagnosticar el problema en la diversa geografía del país y se propusieron resolverlo. Efectivamente, tomar muestras de
sangre siempre enfrentaba múltiples obstáculos, ya sean culturales, geográficos o de disposición de recursos.
Lanzaron una convocatoria y, trabajando con universidades, laboratorios y diversas entidades sociales y sanitarias,
lograron arribar a una solución sustentable: una aplicación para celulares que permite tomar fotos de la cara interna del
párpado inferior de los niños y allí actúa un algoritmo que, en función del grado de palidez detectado, puede definir la
existencia de anemia severa o moderada, sin necesidad de personal técnico o especializado.
En este marco, también es importante reflejar la proliferación de entidades y organizaciones especializadas en articular y
producir innovación social. Veamos algunos ejemplos:
Social Finance (Gran Bretaña)
Organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar la vida de las personas. Trabajan en esquemas de colaboración
con actores del cambio social en todo el mundo para potenciar el impacto de distintas soluciones de innovación social.
Manifiestan haber desarrollado un método que les permite combinar datos, inversiones, asociaciones y pensamiento
original (fuera de la caja), con claro enfoque en resultados para producir cambio social positivo.
Ashoka
Es una de las redes de agentes de cambio social más grande del mundo. Fundada en 1980 por Bill Drayton (USA), parte
de la premisa de que un emprendedor social con una idea innovadora, puede ayudar a resolver un problema social de
carácter global. Su foco estuvo en seleccionar y apoyar a emprendedores sociales en el mundo.
Action Thank & Social Business (Francia)
Creada en 2010 por dos emprendedores sociales franceses, reúne a empresas, actores públicos, asociaciones y expertos
académicos bajo el objetivo común de reducir la pobreza y la exclusión social en Francia. Propone una acción basada en
tres postulados: la creación de empresas sociales para combatir la pobreza (idea central de Yunus), crear ecosistemas de
actores para lograr sinergias y validar las ideas a través de prototipos que puedan escalarse.

Comunidades y nuevos contratos sociales


La noción de “contrato social” proviene de dos pensadores clásicos que fueron Thomas Hobbes y John Locke. Ambos
expresaron que, para vivir en sociedad, organizar un Estado que imponga leyes y gobernanza, y asumir derechos y
responsabilidades, las personas asumían una especie de acuerdo implícito de ciertas bases sobre las cuales se edifica la
vida en sociedad bajo reglas institucionales.
Bajo esta concepción, las personas originalmente agrupadas en pequeños grupos y comunidades, aceptan formar parte
de sociedades de mayor escala (nacionales), y darse un instrumento (el Estado) para poner límites y hacerlos cumplir. La
hipótesis y la expectativa, es que esta organización permita a todos vivir mejor a partir de ese marco de derechos y
responsabilidades compartidas.
Por todo ello, creemos que es clave sostener la idea de los nuevos contratos sociales como una necesidad de los
tiempos. El tema trasciende a un cambio en la Constitución de cada país, una nueva ley o proyecto estratégico. De
aquella idea original de un acuerdo implícito (no formalizado) se aspira a una construcción colectiva a través de
dirigentes, representantes de organizaciones, expertos académicos, líderes de opinión y autoridades públicas, que
pueda desembocar en un documento que exprese lineamientos para los desafíos colectivos del presente y del futuro.
Podemos proponer cinco grandes ejes que entendemos que un contrato social es apto para estos tiempos:
1- Protección de la niñez y resignificación de la vejez
Cuerpos que no se alimentan adecuadamente y cerebros en desarrollo con menos estímulos en etapas
tempranas, aumentan las chances de vidas dañadas con múltiples problemas. Es inteligente desde el punto de
vista económico invertir en niñez para evitar costos mucho mayores en problemáticas de las etapas adultas.
La vejez o tercera edad crece en relevancia a partir de la expansión de esperanza de vida. Las personas vivimos
cada vez más tiempo y por ende, los parámetros para jubilar y asistir a una persona adulta mayor se ponen en
tela de juicio.
2- Educación y formación a lo largo de la vida
La educación primaria y secundaria garantizada por el Estado, ya no alcanza para habilitar vidas dignas y
capacidad de progreso. Tampoco alcanza la expansión y democratización de la Universidad. Todo contrato social
debe lograr fórmulas viables para estructurar sistemas de formación a lo largo de la vida, y para ayudar a las
personas a decidir cursos de acción y financiar sus decisiones de formación. Es tan vital la cuestión, que dejarlo
librado a las posibilidades de cada persona o las dinámicas de mercado, dejará millones de rezagados frente al
progreso.
3- Nuevas modalidades de trabajo y protección del trabajador
La clave consiste en pensar en nuevos modelos que puedan responder al paradigma de “flexiseguridad”, es decir
capaces de contemplar los requerimientos de cambio permanente de actividades y empresas y, al mismo
tiempo, no desamparar a los trabajadores para no volver a épocas donde estaban librados a las fuerzas del
mercado.
Se impone pensar en el concepto de protección de la persona del trabajador, en lugar de protección del trabajo
o tarea específica que una persona realiza en algún momento de su vida.
4- Combate a la pobreza y construcción de equidad
El progreso ha permitido sacar a millones de personas de la pobreza extrema. Pero no alcanza. Sigue habiendo
pobres y, si adoptamos los enfoques multidimensionales en lugar de considerar solo los ingresos, podemos ver
como el fenómeno de la pobreza puede volver a crecer. Pero un contrato social de este tiempo no debiera
acabar allí. Hemos fundamentado los peligros que conlleva la expansión de las desigualdades y la grata novedad
de que cada vez más líderes y organizaciones manifiestan voluntad de atender el problema, con los múltiples
instrumentos que disponemos para ello.
5- Protección del ambiente y fortalecimiento de las comunidades locales
Todo contrato social inteligente debiera contemplar parámetros respaldados por el conjunto de la sociedad para
frenar el deterioro del medio ambiente y la biodiversidad. Sobran las evidencias de que el calentamiento global
avanza haciendo cada vez más difícil prever la evolución de la vida humana dentro del Planeta y todos los países
están conminados a hacer sus aportaciones en el marco del Acuerdo Global de París (2015), y de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Sin la adopción del tema con firmeza y pasión por parte de la
ciudadanía, no habrá leyes ni regulaciones que nos salven.
En materia de fortalecer las comunidades, habría mucho para decir. Es en las comunidades (pueblos, ciudades,
regiones) donde las personas puedan escucharse, interactuar, reforzar vínculos de confianza y resolver
problemáticas comunes conectados al mundo.
Un contrato social nacional debiera especificar como se propone fortalecer las múltiples comunidades que lo
integran. Con mecanismos, financiamiento, buenas prácticas compartidas, regulaciones inteligentes, etc.
Video 3. 3 Construcciones

Mod. 4 Sub. 1 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS)


La génesis de los ODS
Para llegar a la presentación, evaluación y aprobación de la Asamblea General de Naciones Unidas integrada por 190
países en el año 2015, los ODS tuvieron un largo y consistente recorrido previo.
Con el cambio de siglo, en el año 2000, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó los Objetivos del Milenio
(ODM), un compendio de 8 objetivos con pretensión de reflejar globalmente una hoja de ruta para el progreso en todos
los países.
Los 8 objetivos que compusieron este Acuerdo del Milenio (2000 - 2015) fueron:
1. erradicar la pobreza extrema y el hambre;
2. lograr enseñanza primaria universal;
3. promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer;
4. reducir la mortalidad infantil;
5. mejorar la salud materna;
6. reducir el VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades;
7. garantizar la sostenibilidad del medio ambiente;
8. fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Se estableció un mecanismo de informes nacionales para que cada país pudiera reportar sus avances en cada objetivo y
se encomendó al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), como organismo de la ONU especializado en
desarrollo, la tarea de acompañamiento, apoyo y asistencia a los países.
Al cabo de los 15 años definidos como horizonte para alcanzar estos objetivos, el informe de Naciones Unidas en el año
2015 resaltaba que:
 a nivel mundial, la cantidad de personas que viven en pobreza extrema se ha reducido en más de la mitad;
 la cantidad de personas de la clase media trabajadora que vive con más de 4 dólares por día se ha triplicado
entre 1991 y 2015;
 el porcentaje de personas con nutrición insuficiente en las regiones en desarrollo cayó a casi la mitad desde
1990;
 la cantidad de niños en edad de recibir enseñanza primaria que no asistió a la escuela cayó a casi la mitad a nivel
mundial;
 la tasa mundial de mortalidad de niños menores de 5 años ha disminuido en más de la mitad;
 desde 1990, la tasa de mortalidad materna ha disminuido en un 45 % a nivel mundial;
 se han evitado más de 6,2 millones de muertes causadas por paludismo entre los años 2000 y 2015,
principalmente de niños menores de 5 años de edad en África subsahariana;
 las nuevas infecciones del VIH disminuyeron en aproximadamente 40 % entre 2000 y 2013.
No obstante, el cumplimiento parcial de los objetivos conlleva sabor a poco, teniendo en cuenta la actualización del
cuadro de problemáticas globales que la ONU reconocía en el mismo año 2015:
 Una de cada cinco personas en las regiones en desarrollo sigue viviendo con menos de U$$ 1,25 al día (pobreza
extrema).
 El empleo vulnerable en el Sur representa el 56% de todo el empleo (10% en el Norte).
 842 millones de personas sufren hambre crónica, y la mejora en la última década ha sido más lenta que en los
90.
 Uno de cada cuatro niños sufre retraso en el crecimiento.
 En 2013, 300.000 mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo o el parto, a pesar de que
contamos con los medios para evitar que mueran.
 748 millones de personas todavía utilizan fuentes de agua no apta para el consumo
 En 2012, 863 millones de residentes urbanos vivían en tugurios (650 millones en 1990).
La agenda de problemáticas globales se fue incrementando y complejizando. En el año 2012 se produce la Conferencia
de Naciones Unidades para el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro y allí se puso en marcha el proceso para construir
un nuevo marco de objetivos globales post ODM en 2015, con mucha más impronta en materia de defensa
medioambiental.
Comenzó un proceso de consultas globales a personas y entidades, basados en encuestas virtuales y presenciales,
paneles de expertos y consultas varias.
En julio de 2014, el Grupo de Trabajo Abierto de la Asamblea General (GTA) propuso un documento con 17 objetivos
para su aprobación por la Asamblea General de septiembre de 2015. Dicho documento fijó las pautas para la futura
negociación y aprobación de los nuevos ODS y la agenda global de desarrollo para el periodo 2015-2030. Finalmente, el
25 de septiembre de 2015, en el marco de la 70 edición de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York,
todos los países del mundo adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el documento marco que regirá las
actividades para el bienestar de las personas y el cuidado del planeta por los próximos 15 años.

ODS: la Agenda Mundial del Desarrollo Sostenible


Como parte del signo de los tiempos, coincidieron con la aprobación también en 2015 del Acuerdo de París en el marco
de la Conferencia de Cambio Climático (COP21), como un conjunto de pautas y objetivos para que cada país pueda
encarar la reducción de gases de carbono y gestionar los riesgos del cambio climático.
Tres dimensiones fueron adoptadas de forma prioritaria para establecer y acordar los objetivos globales: crecimiento
económico, inclusión social y protección del medio ambiente. Muy en línea con el concepto de Triple Impacto, que
estudiamos en el módulo anterior, se ha erigido en el corazón de las llamadas nuevas economías en auge en el mundo
actual. A continuación, presentamos los 17 ODS vigentes:
 Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
 Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la
agricultura sostenible.
 Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
 Objetivo 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje
durante toda la vida para todos.
 Objetivo 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
 Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
 Objetivo 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
 Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y
el trabajo decente para todos.
 Objetivo 9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar
la innovación.
 Objetivo 10. Reducir la desigualdad en y entre los países.
 Objetivo 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y
sostenibles.
 Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
 Objetivo 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
 Objetivo 14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el
desarrollo sostenible.
 Objetivo 15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los
bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y
poner freno a la pérdida de la diversidad biológica.
 Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la
justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
 Objetivo 17. Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Video 1: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Qué son y cómo alcanzarlos
Se trata de un compromiso formal, tomado voluntariamente por cada país, con el fin de construir un mundo mejor para
los próximos 15 años. En este marco, cada país define su modelo de organización y su conjunto de programas y políticas
para avanzar en la Agenda de Desarrollo Sostenible dentro de su propio territorio, con la responsabilidad de informar a
la ONU acerca de la ejecución y cumplimiento de los distintos objetivos.
El secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, hizo un enfático llamado a redoblar los esfuerzos de
todos los países para hacer realidad una década de grandes logros que nos permita llegar al cumplimiento de tan
ambiciosos objetivos en el año 2030. Esta acción fortalecida para la década que viene tiene tres niveles:
Acción a nivel mundial
Desde la cual deben emanar más recursos, liderazgos más eficaces y nuevos modelos de solución global para
nutrir a los países en sus capacidades para alcanzar logros concretos en los ODS.
Acción a nivel local
Orientada a fortalecer el diseño y organización de políticas, presupuestos, mecanismos institucionales y marcos
regulatorios que faciliten el avance en países, regiones y ciudades. Especialmente se requiere aquí un inteligente
manejo de las transiciones entre todo lo que debe dejar de hacerse y lo nuevo que se pone en marcha para el
cumplimiento de los ODS.
Acción por parte de las personas
Aquí están las bases más sólidas de este movimiento para mejorar la humanidad: las personas cada vez más
conscientes de la necesidad de avanzar en los ODS y el convencimiento de que pequeñas aportaciones son
importantes para el conjunto, especialmente si logran irradiar e impulsar a organizaciones privadas, sindicatos,
ONG, medios de comunicación, entidades académicas, etc., que las mismas personas integran y lideran.
Para ser claros: el cambio climático es la mayor amenaza de la historia para la salud de las personas. Se prevé que las
inundaciones se dupliquen en las grandes ciudades para el año 2050 y que 4000 millones de personas sufran problemas
de acceso al agua. Se duplicarán las muertes por aire contaminado, 680 millones de personas integrarán poblaciones
expuestas a huracanes frecuentes y más de 1000 millones sufrirán olas de calor. Habrá, en 2050, más kilos de plástico
que peces en el mar.
El Estado argentino, a través de su Gobierno nacional, ha dispuesto el abordaje de los ODS mediante un mecanismo
institucional liderado por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, que reúne la información, concreta
los planes y ejecuta los procesos de recolección de los datos de avance en el cumplimiento de los proyectos.

El Informe de los ODS 2019: entre los pendientes y la esperanza de llegar


La ONU ha dejado una conclusión clara y rotunda: no alcanza lo que estamos haciendo y logrando para llegar al año
2030 con posibilidades de alcanzar los objetivos acordados.
Dos son los frentes donde aparecen mayores alertas en cuanto a los pendientes para el logro de objetivos 2030:
 Cambio climático: materia en la que el mundo ha tenido retrocesos en los últimos años respecto al enorme
avance que significó el Acuerdo de París en 2015. El calentamiento global puede aumentar 1,5 centígrados en las
próximas décadas si no se multiplican ya mismo las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero.
 Aumento de desigualdades dentro y entre países. Pobreza, hambre y enfermedades se concentran en grupos de
personas de países más vulnerables.
A partir de dichas alertas generales, repasemos a continuación algunas notas destacadas del avance en el cumplimiento
de cada ODS:
1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas: El mundo sigue avanzando en bajar la pobreza, pero no a la
velocidad que se requiere para eliminarla en el año 2030.
2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura
sostenible: A pesar de los progresos, se registra un cambio de tendencia con un aumento del hambre en el
mundo, al mismo tiempo que también crece la obesidad, que es producto de la mala nutrición.
3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades: han bajado las tasas de
mortalidad materna e infantil; ha aumentado la esperanza de vida de las personas y ha avanzado la lucha contra
enfermedades infecciosas. Pero en otras, como el paludismo y la tuberculosis, el progreso se ha estancado.
4. Garantizar una enseñanza inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje
permanente para todos: La enseñanza en primera infancia es fundamental, según la evidencia científica, para la
capacidad de aprendizaje posterior de los niños, sin embargo, falta mucho progreso.
5. Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas: No hay dudas de que el mundo es un
lugar mucho mejor para las mujeres que en el pasado. No obstante, hay mucho por lograr en este campo. Por
ejemplo, en 2018 el 18 % de niñas y mujeres de entre 15 y 49 años ha sufrido alguna vez violencia física o sexual
de parte de su pareja.
6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos: El 71 % de la
población mundial dispone ya de agua potable gestionada, frente al 61 % que lo tenía en 2010. La contracara es
que aún 785 millones de personas en el mundo carecen de niveles mínimos de potabilidad en el agua disponible
para sus vidas.
7. Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos: 89 % de la población ya
dispone de energía eléctrica. El avance ha sido menor en materia de combustibles y tecnologías no
contaminantes y seguras para cocinar.
8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el
trabajo decente para todos: El crecimiento de las economías de países menos desarrollados se ha desacelerado,
estando lejos de la meta definida del 7 % anual. La productividad del trabajo viene creciendo y en 2018 lo hizo al
2.1 % a nivel mundial, pero con fuertes disparidades en las regiones. El empleo informal sigue siendo muy
grande. Pero los niveles de desempleo siguen cayendo en el mundo.
9. Construir infraestructura resiliente, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la
innovación: El valor agregado que los países logran incorporar en la producción de manufacturas ha aumentado,
pero está muy lejos del objetivo de duplicar ese ratio para el año 2030.
10. Reducir la desigualdad en los países y entre ellos: Los ingresos de los sectores más bajos de las sociedades no
logran aumentar a un ritmo que permita la disminución de las desigualdades. Y, en muchos países, el 1 % más
rico acumula cada vez más ingresos.
11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles: La
urbanización no para de crecer en el mundo y la construcción de viviendas dignas y asequibles no lo hace al
mismo ritmo. El número de personas con acceso al transporte público ha crecido, pero aún en 2018 solo el 53 %
de la población mundial tiene acceso conveniente a él. La calidad del aire empeoro para el 50 % de la población
mundial.
12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles: La huella material es la cantidad de recursos
naturales que utilizamos para producir todo lo que consumimos y muestra un aumento alarmante. Sin
normativas concertadas en el mundo, esto podría aumentar hasta niveles insoportables.
13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos: Es el objetivo más impactante para
la supervivencia humana sin dudas. La temperatura media de 2018 superó en 1 grado la de la época
preindustrial y será muy difícil cumplir el objetivo de limitarlo a 1.5 grados.
14. Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo
sostenible: Décadas de aumento de emisiones de carbono han generado acumulación de calor en ellos,
haciéndolos más ácidos y menos capaces de absorber el dióxido de carbono de la atmósfera. Los países están
trabajando fuerte en la reducción de los contaminantes terrestres sobre las costas.
15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente
los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la
pérdida de biodiversidad: La diversidad biológica en la Tierra está decreciendo a un ritmo superior a cualquier
otro momento en la historia. Agricultura insostenible, desforestación y cambio climático explican este
fenómeno.
16. Promover sociedades pacificas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para
todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles: La tasa de homicidios se
mantiene estable en el mundo (6 de cada 100 000 personas en 2017). Solo 97 países del mundo informan datos
sobre la trata de personas y así y todo se registra un aumento de 256 casos en 2016 frente a 150 en 2010.
17. Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible: El
financiamiento de ayudas para el Desarrollo Sostenible (AOD) ha crecido hasta llegar a los U$$ 149 mil millones
en 2018, pero no llegan a cubrir todas las necesidades de los países menos desarrollados.
En líneas generales, es evidente que la inteligencia y voluntad colectiva han generado importantes avances en esos
temas comunes que la humanidad debe afrontar, pero no es menos cierto que el tiempo corre y los resultados logrados
hasta el momento no son suficientes.

Mod. 4 Sub. 2 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Liderazgo y transformación de realidades


Anatomía y poder del liderazgo
Es necesario que Gobiernos, empresas e instituciones en general asuman las responsabilidades para proteger a la gente.
Y ello se hace tangible en liderazgos conscientes e inteligentes, capaces de producir resultados.
Daniel Goleman ha puesto mucha luz en el estudio del liderazgo, siempre un debate enmarcado entre el arte y la
ciencia. Pero expresa Goleman que “la experiencia me ha enseñado que los líderes más eficientes coinciden en un
aspecto fundamental: todos poseen un gran nivel de lo que se ha dado en llamarse inteligencia emocional”.
Según Goleman, los distintos modelos de inteligencia emocional que se han propuesto encajan en cuatro dominios
genéricos: "la autoconciencia, la autogestión, la conciencia social y la gestión de las relaciones".

La autoconciencia, la autogestión, la conciencia social y la gestión en las relaciones


La autoconciencia
 Autoconciencia emocional: permite a los líderes conectar con sus señales internas y reconocer el efecto que
tienen sus sentimientos en ellos mismos y su rendimiento laboral. Pueden mostrarse francos y auténticos, lo que
los habilita a hablar sin prejuicios sobre sus emociones y estar convencidos de sus principios.
 Autoevaluación certera: conocen sus límites y puntos fuertes. Y son capaces de reírse de sí mismos. Logran
asertividad para recibir críticas, pedir ayuda y aceptan con dignidad en que deben mejorar.
 Confianza en uno mismo: están preparados para sacar el máximo partido de sus puntos fuertes. Reciben con
ilusión y optimismo nuevos desafíos y trabajos. Hacen notar su presencia de forma positiva en cualquier grupo.
La autogestión
 El autocontrol: encuentran maneras de gestionar las emociones e impulsos que los asaltan e incluso convertirlos
en energía aprovechable.
 La transparencia: se traduce en franqueza autentica hacia los demás en lo que se siente, se cree y se hace.
 La adaptabilidad: Posibilidad de compaginar varias tareas sin perder concentración ni energías. Llega hasta la
posibilidad de sentirse cómodo con la ambigüedad.
 La capacidad de consecución: la búsqueda de resultados, propios y de los subordinados, es lo que prima. Son
pragmáticos y apuntan siempre a objetivos estimulantes pero alcanzables. Aprenden todo el tiempo de la
práctica y ayudan a otros a aprender.
 La iniciativa: creen tener lo que hace falta para llevar adelante las riendas de su destino. Aprovechan y crean
oportunidades, nunca las esperan.
 El optimismo: capacidad de aceptar las cosas como vienen y al toparse con un revés siempre percibirlos en
términos de oportunidad.
La conciencia social
 La empatía: Escuchan con atención y comprenden siempre las otras perspectivas y miradas de las personas.
Todo esto hace aptos a los líderes para trabajar con personas de distintos orígenes y culturas.
 La conciencia organizacional: son capaces de comprender las fuerzas políticas que operan en una organización,
los valores que imperan y las reglas tacitas que se aplican.
 El servicio: promueven un clima emocional para que se pueda desarrollar la excelencia en el contacto con
clientes y personas en general, siendo la satisfacción de estos el indicador permanente a gestionar y revisar.
La gestión de las relaciones
 La inspiración: crean resonancias positivas para las personas. Encarnan en sí mismos lo que les piden a los
demás y articular visiones y objetivos comunes con las que todos logran sentirse estimulados.
 La influencia: son convincentes y seductores al dirigirse a grupos y equipos. Logran encontrar los puntos de
interés de otras personas, consiguen el respaldo de individuos claves y construyen redes de apoyo con facilidad.
 El desarrollo de los demás: muestran un interés sincero por las personas y pueden ayudar a cultivar sus
capacidades.
 La capacidad de impulsar el cambio: tienen inclinaciones a cuestionar el statu quo y defienden la construcción
de nuevos ordenes con mucha convicción, argumentando sus opiniones y superando impedimentos.
 La gestión de los conflictos: saben escuchar a todas las partes, comprender sus puntos de vista y ayudan a
encontrar buenas síntesis que todos pueden defender.
 Trabajo en equipo y colaboración: generan una atmosfera de armonía y son personalmente modelos de
respeto, moderación y cooperación.
Una autoridad del management, como Warren Bennis, cree que la ventaja competitiva del futuro depende de crear una
arquitectura social que sea capaz de generar capital intelectual a partir de las personas que integran un equipo u
organización. Capital intelectual es conocimiento, relaciones efectivas y valores compartidos entre las personas. Por
todo ello, construir capital intelectual es generar inteligencia colectiva o coeficiente intelectual de un equipo, que
siempre se traduce en crecientes niveles de desempeño y resultados colectivos a partir de un estado generalizado de
armonía.
Los líderes coach ayudan a sus subordinados a encontrar sus puntos fuertes y débiles particulares y los vinculan a sus
aspiraciones personales y profesionales. Animan a los trabajadores a marcarse objetivos de desarrollo a largo plazo y
conceptualizar un plan para alcanzarlos. Se les da muy bien delegar y asignan a sus subordinados tareas complicadas…
Son líderes dispuestos a tolerar fracasos momentáneos si fomentan el aprendizaje a largo plazo.
Warren Bennis. Liderazgo

El trabajo principal del líder de líderes es potenciar a otros líderes, lo que significa, en primer lugar, crear las condiciones
que expandan la habilidad de todos los empleados de tomar decisiones y crear el cambio.
Dice Ernesto Gore:
Debemos acostumbrarnos a dejar de pensar el liderazgo como una confluencia permanente de los vértices de un
organigrama para verlo como una constelación de respuestas improvisadas e imprevistas a los problemas que surgen.
Video 1: Daniel Goleman: "El líder necesita una empatía de 360 grados"

El management como expresión de creación y acción colectiva


El management o disciplina de gestión. La necesidad de afrontar procesos de trabajo colectivo, reuniendo capital y
recursos, definiendo planes y estrategias y estableciendo objetivos a los que se propone llegar, constituyen el
fundamento del surgimiento y creciente relevancia del management.
La economía y el management tienden a ignorar tres cosas: el efecto de la cultura en la toma de decisiones, la utilidad
de las historias para explicar las acciones de las personas y las consideraciones éticas.
En sus primeras etapas, el management era una forma de establecer y proyectar manuales de trabajo, indicando
claramente a las personas lo que debían hacer, definiendo las autoridades que mandan, los procedimientos de control,
los tiempos y movimientos de cada tarea y los resultados claramente ponderados que se debían alcanzar en cada unidad
de tiempo.
Pero poco a poco el mundo fue cambiando. Los mercados, industrias y actividades se fueron complejizando,
diversificando y personalizando, haciendo cada vez más difícil que las tareas puedan definirse y planificarse desde arriba
hacia abajo.
Podemos conceptualizar actualmente al management como la actividad que permite relacionar un conjunto de
personas para alcanzar un fin determinado, dotando a la tarea de significado que comprometa a todos y definiendo
pautas de funcionamiento que permitan aflorar los talentos y capacidades de las personas en el marco de modelos
flexibles, humanos y eficientes.
En definitiva, la sustancia del tema siempre es la coordinación del trabajo para el logro de objetivos. En este nuevo
management, más humano y orientativo, conviene repasar las tres dimensiones del trabajo humano que convergen en
una organización o proyecto, según Rafael Echeverría:
1. La tarea individual: el trabajo asignado a cada persona y sobre el cual adquiere responsabilidad directa y
exclusiva.
2. Las actividades de coordinación: las tareas individuales siempre estar articuladas en procesos con múltiples
componentes y responsables. Incompetencias en materia de coordinación afectan la productividad del trabajo
por más virtuosas que resulten las ejecuciones individuales de tareas
3. El trabajo reflexivo de aprendizaje: cuando la única constante es el cambio, los éxitos presentes no son
garantías de éxitos futuros. Por ello, la reflexión y el aprendizaje sobre las buenas prácticas propias y ajenas, los
resultados y las nuevas tecnologías que van surgiendo, es fundamental y es un trabajo en sí mismo.
Y para tener posibilidades de protagonizar historias de éxito, la confianza es el patrón más determinante, dado que
viene a reemplazar al miedo. No se puede poner en práctica el management, bajo la perspectiva que venimos relatando
si no está basado en la confianza, dado que esta es la que permite reducir el impacto de la incertidumbre y la
complejidad.
En síntesis, jefes, mánager y líderes están allí para garantizar el cumplimiento de la nueva propuesta de valor del
management apta a los tiempos: facilitar y armonizar el desempeño de las personas para el logro de los objetivos.
Los líderes están para dos cosas fundamentales: asegurar que lo que el trabajador haga sea coherente con lo que quiere
la empresa u organización y asegurar que el trabajador pueda hacer su trabajo en las mejores condiciones posibles.
Una buena síntesis de todo ello es el cuadro comparativo entre empresa tradicional y empresa emergente:

Como magistralmente lo refleja Gary Hamel: Aunque las herramientas y métodos conocidos de la administración
moderna se inventaron para resolver los problemas del control y eficiencia de las organizaciones grandes, podemos
imaginar la administración (o el management) como un medio para cumplir un objetivo más general: multiplicar los
logros humanos.

Nueva era de resultados para beneficio de la humanidad


Los resultados que necesitamos ya no vendrán por el don de mando, las organizaciones verticalistas o el poder
concentrado en pocas personas. Vendrán especialmente si logramos expandir por todo el mundo el fenómeno del
liderazgo distribuido y el management basado en la comprensión e impulso de personas y equipos, como hemos visto
anteriormente.
Como bien lo expresa Rafael Echeverría, el fundamento principal para fomentar la expansión del coaching en las
organizaciones y los proyectos tiene que ver con su aptitud para sacarnos del estancamiento y llevarnos hacia escenarios
de resultados concretos para viejas y nuevas problemáticas. Es en este marco donde logramos que las personas puedan
fluir, dando lo mejor de sí, y los equipos cobren vida como unidades muy superiores a la suma de sus partes.
Modelo OSAR de Echeverría: las personas actuamos solas o en al ámbito de las organizaciones con base en la particular
manera de observar la realidad que hemos ido formando con los años y que el verdadero aprendizaje transformacional
de una persona (y por qué no de una organización o equipo) se produce cuando se logran cambiar, alterar, evolucionar
al observador que somos de la realidad y no de cambiar las acciones que podamos hacer en cualquier momento. Todo
este modelo no tiene otro fin que potenciar la capacidad de las personas para conseguir resultados en nuestras vidas.

La revalorización del management, a la que hacíamos referencia más arriba, supone justamente la concepción de una
gestión de procesos, es decir, del conjunto de tareas, personas, formatos y ambientes que se deben armonizar para que
florezcan los resultados.
Como expresa Michael Hammer: Necesitamos volver a la idea según la cual las personas no están enfocadas en una
tarea determinada o una actividad aislada, sino hacia un resultado. Y, ¿qué produce ese resultado? Un proceso. No una
tarea individual sino un conjunto de tareas.
Jacqueline Novogratz, creadora del fondo de capital de inversión paciente en proyectos de impacto social llamado
Acumen, lo expresa en estos términos: Este es un momento de un riesgo enorme en nuestra historia y también un
momento de grandes posibilidades y es elección de cada uno de nosotros qué acciones realizamos día a día. Tenemos la
tecnología y el capital está ahí. Si pensamos en estructurar el capital para resolver los problemas en lugar de hacerlo
alrededor de la rentabilidad que podemos obtener, lo lograremos.

Mod. 4 Sub. 3 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Nuevo Humanismo en danza con las tecnologías


Naturaleza humana y el planteo sobre el sentido de la vida
Muhammad Yunus ha escrito, predicado e impulsado iniciativas sobre la base de la bondad de las personas. Según él
nacemos con un sentido moral que nos conecta esencialmente con el altruismo, la caridad, el bien común y la
preservación de la especie. Solo necesitamos ámbitos propicios en los sistemas familiares y culturales, diseñar buenos
marcos institucionales y modelos de funcionamiento para que esa “buena madera” que traemos de base pueda fluir y
no frustrarse o desnaturalizarse a raíz de malos incentivos.
Para fundar su visión positiva de la naturaleza humana, cita Yunus a uno de los padres de la libertad y el supuesto
interés egoísta de las personas para procurarse bienestar, Adam Smith, quien en su obra Teoría de los sentimientos
morales, escribió:
Por más egoísta que se pueda suponer el hombre, existen evidentemente en su naturaleza algunos principios
que le hacen interesarse por la suerte de otros y hacen que la felicidad de estos les resulte necesaria, aunque no
derive de ella nada más que el placer de contemplarla. Tal es el caso de la lástima o compasión, la emoción que
sentimos ante la desgracia ajena cuando la vemos. El que sintamos pena por las penas de otros es una cuestión
tan obvia que no requiere demostración alguna, porque ese sentimiento, como todas las demás pasiones
propias de la naturaleza humana, no está en absoluto circunscripta a las personas más virtuosas y humanitarias,
aunque ellas quizás puedan experimentarlo con una sensibilidad más profunda. Pero no se encuentra
desprovisto de él totalmente ni el mayor malhechor ni el más brutal violador de las leyes de la sociedad.
Hannah Arendt y su teoría de la banalidad del mal. Expresó que las personas sumergidas en las tinieblas del mal no
demostraban ser monstruos inmanentes e incurables, sino víctimas de la más profunda irreflexión, de una incapacidad
para pensar que los terminaba zambullendo en las más aberrantes malas prácticas. Se trataba de hombres
“terroríficamente normales”.
Es la suspensión del juicio crítico, según Arendt, lo que acerca a las personas al abismo del mal. La imposibilidad de
pensar por uno mismo, de forma autónoma y con prejuicios controlados y, al mismo tiempo, la limitación absoluta de
ponerse en el lugar de los demás (empatía), lo que fundamenta la llamada banalidad del mal.
Stanford, Phillip Zimbardo denominó como el efecto Lucifer. Se trata de un proceso deshumanizador en el que
cualquiera puede caer a raíz de factores situacionales adversos, dinámicas organizacionales violentas o presiones
psicológicas desmedidas.
Sartre filósofo existencialista francés junto al alemán Heidegger, fueron contundentes al expresar que somos, al nacer,
arrojados al mundo sin siquiera haberlo elegido. No tenemos garantizado el ser, sino que debemos hacernos cargo de él.
Y no hacerlo compromete nuestra existencia. Nuestra gran obra de arte, en tanto seres humanos, es darle contenido a la
propia vida en devenir. Y la gran herramienta que tenemos para hacerlo es el lenguaje. Somos seres conversacionales y
en estas conversaciones se construye nuestra identidad.
Como bien expresa Harari trasladar las respuestas sobre el sentido a un relato tomado de fuera de nosotros es un mal
camino. Todos los relatos, religiosos o laicos, son incompletos y externos a nosotros mismos. El sentido de la vida no
puede ser un producto prefabricado. Cada uno de nosotros, en una maravillosa y única mezcla de sentimientos,
experiencias, talentos e inclinaciones, vamos escribiendo nuestra propia obra, siempre sobre la base de nuestra biología.
La gente pregunta: ¿quién soy? Y espera que se le cuente un relato. Lo primero que hemos de saber de nosotros es que
no somos un relato.
Fred Kofman explica claramente en su nuevo libro La Revolución del Sentido que las nuevas generaciones de personas
están poniendo en jaque los sistemas, organizaciones y empresas al presionar para invertir la ecuación, poniendo
primero el sentido y el propósito y luego el dinero y el bienestar material.
Por su parte, el alemán Richard David Precht, autor del best seller “¿Quién soy yo… y cuántos?”, verdadero viaje
filosófico para el lector, lo resume:
¿qué sentido veo yo en mi vida? El sentido no es una propiedad del mundo o de la naturaleza, sino una construcción
típicamente humana. El sentido es una necesidad y una idea de nuestro cerebro de vertebrados. Visto así, no podemos
aspirar a encontrar un sentido en el mundo, sino que debemos dárnoslo a nosotros mismos.

Humanizar paga dividendos


Los pensadores escribieron panfletos, los artistas compusieron poemas y sinfonías, los políticos acordaron pactos, y
todos juntos convencieron a la Humanidad de que el humanismo podía imbuir de sentido al Universo. Para comprender
la profundidad y las implicaciones de la revolución humanista, considérese de qué manera la cultura europea moderna
difiere de la medieval. Las gentes de Londres, París o Toledo del año 1300 no creían que los humanos pudieran
determinar por sí mismos lo que es bueno y lo que es malo, que está bien y lo que está mal, lo que es hermoso y lo que
es feo. Solo Dios podía crear y definir la bondad, la virtud y la belleza.
Siguiendo a Harari, podemos recorrer tres fórmulas del saber que han predominado en la historia reciente y que reflejan
la expansión humanista:
 Conocimiento = escrituras * lógica. En la época medieval, si queríamos conocer la respuesta a alguna pregunta
importante, debíamos leer las escrituras y emplear nuestra lógica para comprender el sentido exacto del texto.
 Conocimiento = datos empíricos * matemáticas. En el marco de la revolución científica comenzó a utilizarse la
reunión de datos empíricos relevantes y herramientas matemáticas de análisis para obtener respuestas a
preguntas relevantes.
 Conocimiento = experiencias * sensibilidad. Experiencia y sensibilidad conforman un círculo virtuoso que nos
entrega amplio poder de acción y se retroalimenta todo el tiempo. Las experiencias nos permiten desarrollar
nuestra sensibilidad y es esta en cuotas crecientes la que nos impulsa a nuevas experiencias de forma continua.
Decimos que el humanismo ya no solo es un estandarte del largo camino de la libertad humana, sino que, además paga
dividendos a las personas. Por supuesto que son muy relevantes las habilidades técnicas simbolizadas por las siglas
STEM, pero serán las competencias humanistas, personales e interpersonales las que permitirán expandir las
oportunidades y desarrollar nuevos empleos y desafíos en un mundo de servicios, experiencias y nuevos espacios de
necesidades y consumo.
Los grandes elementos que siempre distinguirán a las personas de los artefactos tecnológicos y los sistemas serán:
La sociabilidad: La capacidad de empatizar, interpretar, discernir, acordar, etc.;
La variabilidad: La capacidad de salirse de los libretos, gestionar la incertidumbre, enfrentar lo inesperado, innovar
nuestras prácticas, intuir, etc.
Son múltiples y diversas las iniciativas y proyectos que promueven la formación de personas en este tipo de habilidades
y las oportunidades de nuevos y mejores empleos y emprendimientos con fuerte base en ellas.
Crece la aceptación de lo que se conoce como la “paradoja de la automatización”, que significa que, siempre que se
logran nuevas y mejores tecnologías para acelerar y eficientizar trabajo humano, se terminan incubando nuevas
necesidades de tareas humanas que acompañan a esas tecnologías.
Adherimos a lo que también se conoce como la “última milla de los trabajos y los procesos”, que explica esa brecha
siempre existente entre lo que una tecnología puede hacer y lo que se requiere de las personas a partir de ellas.
El cambio de la naturaleza del trabajo humano que está en marcha tiene fundamentalmente que ver con la
incorporación de tecnologías de forma masiva a todos los procesos.
La gran mayoría de las empresas están embarcadas en el proceso de transformación digital. Si en ellos no son capaces
de entender que, al robotizar las tareas rutinarias, deben construir un nuevo espacio para el florecimiento humano de
sus trabajadores, a partir del fomento de la innovación, el trabajo en equipo, la divagación creativa, los márgenes de
autonomía, la construcción de significado, etc., perderán a sus mejores talentos y verán muy lesionada sus capacidades
competitivas en el mercado.
Urge que se multipliquen las experiencias de aprendizaje transformador, y no solo de aprendizaje incremental para
aprovechar masivamente las nuevas oportunidades que el contexto supone para la expansión del humanismo. Siguiendo
un planeo del profesor de Insead, Gianpero Petriglieri, el aprendizaje incremental nos ayuda a cumplir con las
responsabilidades actuales, pero el transformador nos ayuda a desarrollarnos para lo que viene.

La centralidad de lo humano resurge como un antídoto vital frente a una de las causas de enfermedades más grandes de
estos tiempos: la soledad y el aislamiento, a pesar de vivir en la época con mayores capacidades de conexión y
comunicación tecnológica de la historia. Solo obtendremos lo mejor de estas tecnologías si no dejamos que nos
distraigan de la labor de establecer estas conexiones humanas profundas, abordando estos anhelos profundamente
humanos e inspirando estas energías profundamente humanas.
En las conclusiones de toda reflexión y estudio sobre el tema, comienza a prevalecer la necesidad de un cambio radical
en nuestras formas de vivir. Es allí donde el gran tema del cambio climático encaja con la cuestión del sentido de la vida
con fuerza arrolladora. Autodesk, compañía especializada en el software de diseño y construcción, es un enorme
ejemplo de acción en esa dirección.
Entienden en Autodesk que es una responsabilidad de todos evitar que la tecnología pueda acelerar las desigualdades y
consagrarse a salvarnos de todos los problemas que tenemos como civilización. Stepahnie Ho, líder mundial de atención
al cliente en Autodesk, fue enfática en expresar que más allá de las innovaciones tecnológicas, la gente es el centro del
cambio en la industria.
Autodesk cree que más personas y familias se están sumando a las clases medias en el mundo, y calcula que serán
necesarias nuevas viviendas. El desafío es hacerlo con mejor uso de materiales y menos impacto en el planeta, lo cual
solo puede ser logrado a través de las nuevas tecnologías. Los trabajos más significativos, donde predominan la
creatividad y los juicios de valor, se expandirán, serán más atractivos y mejores pagos.
Los hallazgos se traducen en cuatro ideas clave sobre cómo abordar esta brecha:
1. La capacitación de los trabajadores para nuevas habilidades técnicas es importante.
2. El ritmo acelerado del cambio tecnológico requiere que los trabajadores participen en continuas actualizaciones
de habilidades.
3. El aprendizaje continuo requiere acortar la distancia metafórica entre el aprendizaje y el trabajo.
4. Cerrar la brecha de habilidades requiere abordar un conjunto más amplio de desafíos que enfrentan los
trabajadores.

Biología, tecnología y transhumanismo


El humanismo debe sostenerse y repensarse a la luz de los avances de la biotecnología, que son enormes y aspiran a
manipular nuestra biología para superar limites que hasta ahora la humanidad ha tenido.
Nuevamente Harari (2016) lo plantea con mucha lucidez, al anunciar en su libro Homo Deus la nueva agenda humana
que emerge en medio de tanta tecnología:
Es probable que los próximos objetivos de la Humanidad sean la inmortalidad, la felicidad y la divinidad. Después de
haber reducido la mortalidad debida al hambre, la enfermedad y la violencia, ahora nos dedicaremos a superar la
enfermedad e incluso la muerte. Ahora nos dedicaremos a ascender a los humanos a dioses, y a transformar el Homo
Sapiens en Homo Deus.
Sería muy largo detallar aquí todo lo que la biotecnología está generando. Quizás una buena síntesis de esta perspectiva
sea la tecnología Crispr, considerada el avance científico del año 2016 por la famosa revista Science. Comenzaron a
expandirse implementaciones de esta revolucionaria tecnología de edición y alteración molecular de organismos vivos.
Algunos experimentos muestran usos exitosos, ya sea en editar genomas de células germinales humanas, alterar
organismos enteros (peces, por ejemplo), aumentar la resistencia del trigo a las pestes, corregir en ratones adultos
mutaciones genéticas que provocan enfermedades en seres humanos, etc.
En líneas generales, un conjunto de disciplinas asociadas a la biotecnología, como la biomédica, la biogerontología y la
medicina regenerativa están produciendo nuevos abordajes y hallazgos de forma frecuente y, apoyadas en potentes
tecnologías como Crispr.
Mejorar las capacidades biológicas de las personas bajo sofisticados mecanismos de interacción hombre – máquina y
alargar la vida mucho más que el concepto tradicional de combatir los efectos de la vejez. De allí la idea de
transhumanismo, es decir, humanos potenciados por las implementaciones tecnológicas en sus biologías, lo cual
encierra enormes especulaciones y alertas a futuro.
Video 1: Es el tiempo de las humanidades - Resumen apertura enlightED 2019

Mod. 4 Sub. 4 Tecnología, Humanidades y Modelos globales

Imaginación y creación de futuro


La década del 2020 como punto de inflexión para el futuro de la humanidad
Dos líneas se cruzan con final abierto, todo el tiempo. Por un lado, la de la innovación y ejecución de proyectos que
amplifica la frontera de logros y resolución de problemas. Y, por otro, el impacto de las materias pendientes que dan
forma a una ola de escepticismo y pesimismo que crece respecto a nuestro futuro como civilización.
Johan Norberg. Uno de los grandes obstáculos que enfrentamos es el creciente pesimismo respecto al futuro, el que,
influido fuertemente por el impredecible poder de las nuevas tecnologías, se transforma en tecnopesimismo.
También relata el mencionado autor la gran ignorancia del ciudadano medio acerca de los logros parciales que el
mundo ha tenido en las últimas décadas en materia de reducción de pobreza, enfermedades, hambre y falta de
derechos humanos de millones de personas.
El pensador y escritor Steven Pinker ensaya una explicación acerca de estas opiniones tan negativas. Lo atribuye al
funcionamiento de la mente humana y la prevalencia de sesgos psicológicos en los que solemos caer:
A. Lo malo es más fuerte que lo bueno: son diversos los estudios científicos que demuestran que la información
negativa es más procesada por la mente humana y prima frente a la positiva en la impresión final que nos
llevamos sobre las cosas y las situaciones.
B. Psicología de la moralización: constituye una prueba de entereza moral exteriorizar la preocupación por lo
negativo, que suele llevarse gran parte de la conversación y las energías.
C. Nostalgia de un pasado donde la vida era mejor: mirar al pasado como fuente de lo que fue mejor y hemos
perdido, sin mayor evidencia y basados en el criterio de los supuestos, suele ser también un sesgo muy presente
en las personas, especialmente en la cultura occidental.
Este virus del pesimismo adquiere una dimensión muy peligrosa cuando se multiplican en millones de personas.
Quizás esta combinación se constituya como el mayor riesgo de nuestro tiempo: el malestar que emana de la mente y
las percepciones junto al desconcierto que genera una época de cambio tan acelerado.
En general, vivimos mejor que antes, pero la incertidumbre de no saber si va a poder seguir siendo así no para de crecer.

El resurgimiento de viejos modelos y líderes nacionalistas con propuestas de reducción del comercio internacional,
expansión de la protección de la producción nacional y facultades extraordinarias para Gobiernos encarnados en líderes
carismáticos que supuestamente interpretan las necesidades del pueblo y la dirección en la que deben llevar sus
intereses. Suelen denominarse Nacionalismos populistas.

Hoy en día, tenemos que movilizarnos como ninguna otra comunidad humana anterior a la nuestra. Tenemos que abrir
nuestras reservas de creatividad, de solidaridad, de inteligencia. Abandonar nuestros intereses particulares para
sumarnos al interés colectivo.

La compañía norteamericana (Tesla) creada en el año 2003 por el emprendedor sudafricano Elon Musk constituye una
historia de alto simbolismo para estos tiempos que estamos describiendo. Nacida bajo la visión de que los autos
eléctricos son necesarios para mejorar el mundo cortando el tremendo circuito de las emisiones tóxicas de los autos
tradicionales.

En todo este tiempo, las críticas hacia Elon Musk fueron despiadadas: delirios de un ego inmanejable, aventura de crear
autos eléctricos bonitos para los ricos, jugar a la empresa innovadora perdiendo plata de forma permanente, etc. Los
sesgos negativos descriptos por Pinker. Las oscilaciones en el precio de las acciones, según Elon Musk, eran para Tesla
distracciones y propaganda negativa, imputables a inversores que solo querían dinero a corto plazo, sin entender la
misión y la proyección de la compañía.

Una buena parte, sobre el contenido de esa nueva historia convocante que podemos contarnos para congregar nuestros
mejores talentos y energías, viene dada por el consenso generalizado en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS). Creemos que sus ejes serían los siguientes:

1. La inteligencia artificial al servicio de la humanidad


El mundo debate acerca de cuáles son las mejores maneras de concebirla y regularla, acordando que es
sumamente peligroso darle rienda suelta a su avance sin un marco ético sólido. La Unión Europea en estos
tiempos de inicio del año 2020 ya piensan en sancionar una regulación de la IA con el objeto de garantizar que los
sistemas estén al servicio de los seres humanos, sean seguros y transparentes, preserven la privacidad y combatan
la discriminación de personas por cualquier criterio. China, USA y otros países discuten actualmente este tema con
renovada energía.
En su libro Vida 3.0, Max Tegmark presenta una secuencia de tres fases en la que se ha desarrollado la vida:
 Biológica (vida 1.0): tanto el software como el hardware de la vida, es decir, su materia y sus capacidades, son
producto de la evolución humana.
 Cultural (vida 2.0): donde ya es posible diseñar el software de la vida, gracias a la plasticidad del cerebro y a la
capacidad de aprendizaje. Pero el hardware (cuerpo) sigue siendo producto de la evolución.
 Tecnológica (vida 3.0): en la que ya sería posible el diseño tanto del software como del hardware humano,
liberado de las ataduras biológicas de la vida.

Existen tres campos principales en este debate acerca de crear la vida 3.0: los tecnoescépticos, los utópicos
digitales y el movimiento en pro de una IA benéfica.

2. La voluntad y capacidad de la humanidad para revertir el cambio climático y garantizar la sostenibilidad del
planeta Tierra
El Acuerdo de París del año 2015, en el que se lograron los objetivos más amplios y ambiciosos en materia de
reducción de emisiones de gases contaminantes entre los países, ha sufrido un debilitamiento a partir de la
postura del actual Gobierno de USA y otros (que subestiman el problema y dan cuerpo a la corriente que se
conoce como el negacionismo).
Crecen las organizaciones, Gobiernos locales, empresas, líderes de opinión, consumidores, redes de personas e
individuos en general que piensan y actúan para salvar el planeta Tierra. El movimiento juvenil protagonizado por
Greta Thunberg apuesta por las huelgas estudiantiles de los viernes en defensa del medioambiente, ha
demostrado ser un enorme elemento de atención para los líderes del mundo y ha logrado ser imitado en muchas
ciudades y países. Greta Thunberg, presente por segunda vez en el Foro Económico Mundial de Davos, la reunión
anual de la elite del liderazgo mundial, vuelve a cuestionar sin reparos a los líderes presentes.
También el mundo acaba de sufrir una dura demostración de la gravedad de la situación con los recientes
incendios masivos en Australia. La mayoría de los expertos y analistas coinciden en afirmar que la extensión de
estos incendios tiene alguna vinculación con la realidad de climas más secos y calientes a lo largo del mundo.
3. La evolución del capitalismo combinando lo mejor de los mercados con la necesidad de propósitos reales para
un mundo más sano y equitativo
Existe una especie de consenso muy amplio acerca de la responsabilidad del capitalismo en la secuencia de
creación de valor que el mundo ha tenido. Pero ese estado de consenso muy amplio también incluye la dimensión
de que ello ha sido a cambio de un costo demasiado elevado en términos, fundamentalmente, de desigualdad
económica, asimetrías crecientes entre países y regiones y destrucción del medio ambiente.
Otra vez hacemos referencia a la nueva edición del Foro Económico Mundial de Davos, que en enero de 2020 ha
comenzado con un mensaje contundente. En la preparación de las sesiones del evento aparecen con fuerza
conceptos como el de economía circular, es decir, la que es autosostenible y ya no destruye el ambiente, o el de
stakeholder capitalism, capaz de generar beneficios y externalidades crecientes para todos los sectores y no solo
para los accionistas de las compañías.
Esta será la década en la que las nuevas economías, que ya no combaten el mercado como mecanismo de
asignación de recursos y eficiencia de las transacciones, desplieguen todo su potencial para abrirse lugar y mostrar
la compatibilidad de la innovación y la creación de valor con los propósitos propios del triple impacto.

Video 1:#InteligenciaArtificial y un sistema de mapeado contra el plástico en los ríos

La construcción de futuro como responsabilidad colectiva


Como dijo el Nobel de Literatura portugués, José Saramago: “Somos la memoria que tenemos, pero también la
responsabilidad que asumimos. Sin la memoria no existimos, sin la responsabilidad quizá no merezcamos existir”.

La aptitud colectiva para crear soluciones a las nuevas problemáticas humanas debe ser ejercitada, defendida y
potenciada. “Los mayores retos de la humanidad no son el hambre, la pobreza, el desarrollo sostenible, la paz, la salud,
la educación, la economía, los recursos naturales, etc., sino nuestra capacidad de organizarnos colectivamente para
poder resolverlos”.

Además de la razón, es la imaginación la que opera como una fuente de riqueza ilimitada que siempre vive en nosotros.
Nos hace soñar y expandirnos. Nos lleva a lugares insospechados, ampliando el horizonte de aquello que en cada
momento se considera como posible. Esa capacidad de imaginación es la que debemos recrear frente a tanto
pensamiento lógico.

Predomina un sentimiento del “todo se acaba” (el agua, el aire limpio, los ecosistemas, la modernidad, las ideologías, el
tiempo, etc.), lo que lesiona severamente cualquier idea de progreso, de futuro como tiempo de promesa de desarrollo
y bienestar. Bauman lo expresó con claridad también en su obra póstuma: “El siglo XX comenzó con una utopía futurista
y concluyó sumido en la nostalgia”. Estamos convocados más que nunca a superar estas miradas derrotistas y recuperar
la capacidad de imaginar y crear futuro.

En definitiva, el llamado y el hermoso desafío es pensar y elaborar nuevos modelos de progreso, utopías más realistas
basadas en la evidencia científica y la capacidad de realización y gestión humanas.
Rutger Bregman (2017) busca una explicación a por qué tantas buenas ideas/modelos que somos capaces de generar no
se toman en serio ni se llevan a la práctica. “El final de la esclavitud, la emancipación de las mujeres, el auge del Estado
de bienestar, todo fueron ideas progresistas que comenzaron siendo descabelladas e irracionales, pero terminaron
siendo incorporadas al sentido común”.

Matt Ridley (2011) define dos grandes causas que bloquean la construcción de futuro: la superstición y la burocracia. La
primera bloquea la acumulación de conocimientos, mientras que la segunda, su utilización en la creación de nuevos
modelos y tecnologías.

Satya Nadella, el CEO de Microsoft que ya hemos citado en varias oportunidades, se anima a proponer un modelo para
lograr crecimiento y desarrollo económico en esta era, bajo la siguiente formula: (educación + innovación) * intensidad
del uso de la tecnología.

Faros hacia el futuro y el último siglo en soledad


Vivimos una democratización efervescente de ideas y proyectos de desarrollo y progreso, que seguramente con el
tiempo lograrán vencer el clima de pesimismo al que hacíamos referencia. Son como faros que anuncian y alumbran ese
futuro de nuevos modelos y realizaciones superadoras que proponemos y en el que creemos profundamente. Y
expresan una novedosa combinación entre elementos que hemos trabajado en esta materia, como valor agregado,
startup, management, innovación social, liderazgo, sustentabilidad, humanismo, etc. Superando, de este modo, viejas
concepciones propias de compartimentos estancos como sector privado, Gobierno, tercer sector, etc.

Solo para citar algunas de ellas, traemos este abanico de iniciativas y proyectos que construyen futuro en distintos
campos y modalidades:

1. Build Change: organización mundial con la misión de reducir muertes, lesiones y pérdidas económicas causadas
por el colapso de viviendas y escuelas, debido a terremotos o tifones en las naciones emergentes. Build Change
ha creado junto al Banco Mundial el Programa Global para Viviendas Resilientes.
2. Inredible Farm: empresa social con base en Inglaterra, nacida a partir de una granja y que actualmente tiene el
objetivo de enseñar a los jóvenes las habilidades para el cultivo de alimentos, a fin de que esta actividad tan
necesaria pueda hacerse de manera que afecte menos al medioambiente.
3. Ámsterdam Smart City: plataforma de innovación que reúne a ciudadanos proactivos, empresas innovadoras,
instituciones del conocimiento y autoridades públicas para dar forma a la ciudad del futuro. Es una asociación
público-privada con foco en garantizar una comunidad internacional, pues colabora y comparte conocimientos y
soluciones innovadoras para problemas metropolitanos de naturaleza social, económica y ecológica.
4. Action Tank & Social Business: asociación francesa que reúne a empresas, actores públicos, entidades
intermedias y al sector académico bajo el objetivo excluyente de reducir la pobreza y la exclusión en Francia. El
instrumento elegido para hacerlo es la promoción de las empresas sociales, económicamente autosuficientes,
bajo el modelo que propone Yunus.
5. Fusión de Fiat y Peugeot: dos enormes compañías de la industria automotriz fue concretado en el año 2019 a
partir de un objetivo común muy ambicioso: reunir talentos y recursos para garantizar una transición necesaria e
inevitable hacia una movilidad más segura, limpia y duradera.
6. Pachama: startup que ayuda a las empresas a diseñar sus planes de compensación de emisiones de carbono con
proyectos de reforestación verificados en el mundo. Su propósito es proteger el plantea y su misión es restaurar
la naturaleza para resolver el cambio climático. Lo innovador es la utilización intensiva de nuevas tecnologías,
como inteligencia artificial e imágenes satelitales, para monitorear y verificar proyectos de reforestación.
7. Care.com: startup nativa digital que busca explotar la llamada economía de los cuidados, que incluye a todos los
roles y tareas vinculadas al cuidado y atención de personas. Las tendencias indican que será una de las mayores
generadoras de empleo a futuro.
8. Potrero Digital: una creación de emprendedores sociales argentinos en el marco de la Cooperativa La Juanita de
La Matanza. Actualmente es una red de escuelas de oficios digitales orientada a la integración social, la
capacitación y la colocación laboral de personas mayores de 16 años, siempre con base en la tecnología. Se
busca operar una transformación que construya futuro en las comunidades más vulnerables, ofreciendo a los
jóvenes una oportunidad concreta para salir de los oficios manuales y formarlos en los nuevos oficios digitales.
9. Proyecto Quest: un proyecto modelo en la ciudad de San Antonio, USA. Se enfoca en ayudar a las personas en
vencer las barreras financieras y personales que dificultan su preparación para los trabajos que mejores
oportunidades salariales y de ascenso social ofrecen.
10. Kiva.org: empresa social que permite, a través de una plataforma online, a cualquier ciudadano o empresa del
mundo, realizar aportes financieros bajo la modalidad de microcréditos para emprendedores de sitios donde no
abundan los servicios crediticios tradicionales. Cualquier persona con algún mínimo excedente puede ayudar a
cambiar la vida de alguien que lo necesita.

Repasando distintas estadísticas de los problemas globales de la actualidad, Thomas Friedman expresa de forma
contundente:

Lo que estos números indican es que el liderazgo importa más que nunca. A nivel nacional y local, necesitamos líderes
que sepan promover la inclusión y la adaptación. Se trata también de un liderazgo que dice la verdad a la gente sobre
este momento, que simplemente trabajar duro y seguir las reglas no será ya suficiente para alcanzar una vida digna.
Video conceptual.

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