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Trastornos Del Neurodesarrollo
Trastornos Del Neurodesarrollo
Trastornos Del Neurodesarrollo
– La discapacidad intelectual
– El TDAH
Aun cuando las personas con síndrome de Down pueden actuar y verse
de manera similar, cada una tiene capacidades diferentes. Las personas
con síndrome de Down generalmente tienen un coeficiente intelectual
(una medida de la inteligencia) en el rango de levemente a
moderadamente bajo y son más lentas para hablar que las demás.
Otros problemas
Muchas personas con síndrome de Down tienen los rasgos faciales
típicos y ningún otro defecto de nacimiento mayor. Sin embargo, otras
pueden tener uno o más defectos de nacimiento mayores u otros
problemas médicos. Algunos de los problemas de salud más comunes
entre los niños con síndrome de Down se enumeran a continuación. 2
Pérdida auditiva.
Apnea del sueño obstructiva, que es una afección en la que la
persona deja de respirar temporalmente mientras duerme.
Infecciones de oído.
Enfermedades de los ojos, como cataratas, y problemas de los ojos
que requieren anteojos.
Defectos cardiacos presentes desde el nacimiento.
Otros problemas de salud menos comunes entre las personas con
síndrome de Down incluyen:
Pruebas de detección
Las pruebas de detección suelen incluir una combinación de pruebas de
sangre, que miden la cantidad de varias sustancias en la sangre de la
madre (por ejemplo, la prueba de alfafetoproteína en suero materno o
MS-AFP, la de detección triple o la de detección cuádruple) y una
ecografía, que crea una imagen del bebé. En la ecografía, una de las
cosas que el técnico observa es el líquido que hay detrás del cuello del
bebé. La presencia de líquido extra en esta región podría indicar que hay
un problema genético. Estas pruebas de detección pueden ayudar a
determinar el riesgo que tiene el bebé de presentar síndrome de Down.
En raras ocasiones, las pruebas de detección pueden dar un resultado
anormal aun cuando no hay ningún problema con el bebé. A veces, dan
un resultado normal y no detectan un problema que sí existe.
Una nueva prueba que está disponible desde el 2010 para la detección
de ciertos problemas cromosómicos, incluido el síndrome de Down,
analiza la sangre de la madre a fin de detectar los pequeños pedazos del
ADN del bebé en gestación que circulan por la sangre de la madre. Esta
prueba se recomienda para las mujeres que tienen más probabilidades
de tener un embarazo afectado por el síndrome de Down. Esta prueba
normalmente se lleva a cabo en el primer trimestre (los primeros 3
meses del embarazo) y cada vez está más ampliamente disponible.
Pruebas de diagnóstico
Las pruebas de diagnóstico suelen hacerse para confirmar el diagnóstico
de síndrome de Down después de que se hayan obtenido resultados
positivos en una prueba de detección. Los tipos de prueba de
diagnóstico incluyen:
Tratamientos
El síndrome de Down es una afección que dura toda la vida. Los servicios
que se proporcionan temprano suelen ayudar a los bebés y a los niños
con síndrome de Down a mejorar sus capacidades físicas e intelectuales.
La mayoría de estos servicios se centran en ayudar a los niños con este
síndrome a desarrollarse a su máximo potencial. Estos servicios incluyen
terapia del habla, ocupacional y física, y generalmente se ofrecen a
través de los programas de intervención temprana de cada estado. Los
niños con síndrome de Down también podrían necesitar ayuda o
atención extra en la escuela, aunque a muchos de estos niños se los
incluye en las clases regulares.
Síndrome de Down
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Síndrome de Down
Sinónimos
Enfermedad de Down
Síndrome de trisomía 21
Trisomía 21
Índice
1Historia
2Epidemiología
3Etiología
o 3.1Trisomía libre
o 3.2Translocación
o 3.3Mosaicismo
4Cuadro clínico
o 5.1Cardiopatías
o 5.2Alteraciones gastrointestinales
o 5.3Trastornos endocrinos
o 5.4Trastornos de la visión
o 5.5Trastornos de la audición
o 5.6Trastornos odontoestomatológicos
6Diagnóstico
7Tratamiento
o 7.1Atención temprana
o 7.2Vacunaciones
8Pronóstico
9Legislación
o 9.1En México
o 9.2En Inglaterra
o 10.1Cine
o 10.2Literatura
o 10.3Deporte
11Véase también
12Referencias
13Bibliografía
14Enlaces externos
Historia[editar]
Artículo principal: Idiocia mongoloide
Retrato de Lady Cockburn con sus tres hijos del Sir Joshua Reynolds. El niño a la espalda de
Lady Cockburn presenta algunos rasgos compatibles con SD.
El dato arqueológico más antiguo del que se tiene noticia sobre el síndrome de
Down es el hallazgo de un cráneo en un Pueblo sajón del siglo VII, en el que se
describieron anomalías estructurales compatibles con un varón con dicho
síndrome.7
La pintura al temple sobre madera La Virgen y el Niño de Andrea Mantegna (1430
- 1506) parece representar un niño con rasgos que evocan de la trisomía 8, así
como el cuadro del Sir Joshua Reynolds (1773), Retrato de Lady Cockburn con
sus tres hijos, en el que aparece uno de los hijos con rasgos faciales típicos del
SD.9
El primer informe documentado de un niño con SD se atribuye a Jean Étienne
Dominique Esquirol en 183810 y en sus inicios se denominaba «cretinismo»11 o
«idiocia furfurácea». P. Martin Duncan en 1886 describe textualmente a «una niña
de cabeza pequeña, redondeada, con ojos achinados, que dejaba colgar la lengua
y apenas pronunciaba unas pocas palabras».12
En ese año, el médico inglés John Langdon Down trabajaba como director del
Asilo para Retrasados Mentales de Earlswood en Surrey realizando un exhaustivo
estudio a muchos de sus pacientes. Con esos datos publicó en el London Hospital
Reports un artículo titulado: «Observaciones en un grupo étnico de retrasados
mentales»13, donde describía pormenorizadamente las características físicas de
un grupo de pacientes que presentaban muchas similitudes, su capacidad de
imitación y su sentido del humor.
Las primeras descripciones del síndrome achacaban su origen a diversas
enfermedades de los progenitores y establecían su patogenia con base en una
involución o retroceso a un estado de filogenia más «primitivo».
Epidemiología[editar]
El Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC)
informaba en el año 2004 una prevalencia neonatal de 7,11 cada 10 000 recién
nacidos con tendencia a disminuir de manera estadísticamente significativa. 18
Según la Sociedad Nacional de Síndrome de Down (National Down Syndrome
Society, NDSS). Actualmente hay más de 400 000 personas con Síndrome de
Down en Estados Unidos.19
Parece existir una relación estadística (sin que se conozcan los mecanismos)
entre algunas enfermedades maternas como Hepatitis, Mycoplasma hominis tipo
1, Herpes simple tipo II y Diabetes20 y un aumento en la incidencia de aparición de
SD; No obstante esa relación estadística no es tan intensa como en el caso de la
edad materna. Algún autor21 también ha relacionado la baja frecuencia coital así
como el uso de anovulatorios y espermicidas con la aparición del síndrome.
La probabilidad de tener un hijo con SD es mayor a la media para aquellos padres
que han tenido otro previamente. Típicamente la probabilidad de tener otro hijo
con SD en cada embarazo subsiguiente es de una por cada cien recién nacidos
vivos. Esto hay que ponderarlo para cada caso con el riesgo propio de la madre
según su edad. Los antecedentes familiares igualmente incrementan ese riesgo.
Los varones con síndrome de Down se consideran estériles22 pero las mujeres
conservan con frecuencia su capacidad reproductiva.En su caso también se
incrementa la probabilidad de engendrar hijos con SD hasta 50% aunque pueden
tener hijos sin trisomía.
Etiología[editar]
Cada célula del ser humano posee en su núcleo 23 pares de cromosomas. Cada
progenitor aporta a su descendencia la mitad de la información genética, en forma
de un cromosoma de cada par. 22 de esos pares se denominan autosomas y el
último corresponde a los cromosomas sexuales (X o Y).
Tradicionalmente los pares de cromosomas se describen y nombran en función de
su tamaño, del par 1 al 22 (de mayor a menor), más el par de cromosomas
sexuales antes mencionado. El cromosoma 21 es el más pequeño, en realidad,
por lo que debería ocupar el lugar 22, pero un error en la convención
de Denver del año 1960, que asignó el síndrome de Down al par 21 ha perdurado
hasta nuestros días, y por razones prácticas se mantiene esta nomenclatura. 23
El cromosoma 21 contiene aproximadamente el 1% de la información genética de
un individuo en algo más de 400 genes, aunque hoy en día solo se conoce con
precisión la función de unos pocos.
Trisomía libre[editar]
Código CIE-10: Q90.0
El síndrome de Down se produce por la aparición de un cromosoma más en el par
21 original (tres cromosomas: “trisomía” del par 21) en las células del organismo.
La nomenclatura científica para ese exceso cromosómico es 47, XX,+21 o 47, XY,
+21; según se trate de una mujer o de un varón, respectivamente. La mayor parte
de las personas con este síndrome (95%) deben el exceso cromosómico a un
error durante la segunda división meiótica (aquella por la que
los gametos, óvulos o espermatozoides, pierden la mitad de sus cromosomas).
Esta variante se llama “trisomía libre” o regular, y el error se debe en este caso a
una disyunción incompleta del material genético de uno de los progenitores. (En la
formación habitual de los gametos el par de cromosomas se separa, de modo que
cada progenitor solo transmite la información de uno de los cromosomas de cada
par. Cuando no se produce la disyunción se transmiten ambos cromosomas).
No se conocen con exactitud las causas que originan la disyunción errónea. Como
en otros procesos similares se han propuesto hipótesis multifactoriales (exposición
ambiental, envejecimiento celular…) sin que se haya conseguido establecer
relación directa entre algún agente causante y la aparición de la trisomía. El único
factor que presenta una asociación estadística estable con el síndrome es la edad
materna, lo que parece apoyar las teorías que hacen hincapié en el deterioro del
material genético con el paso del tiempo.
En aproximadamente un 15% de los casos el cromosoma extra es transmitido por
el espermatozoide y en el 85 % restante por el óvulo.24
Translocación[editar]
Translocación del brazo largo del cromosoma 21 en uno de los dos cromosomas del par 14.
Código CIE-10: Q90.2
Después de la trisomía libre, la causa más frecuente de aparición del exceso de
material genético es la translocación. En esta variante el cromosoma 21 extra (o
un fragmento de él) se encuentra «pegado» a otro cromosoma (frecuentemente a
uno de los dos cromosomas del par 14), por lo cual el recuento genético arroja una
cifra de 46 cromosomas en cada célula. En este caso no existe un problema con la
disyunción cromosómica, pero uno de ellos porta un fragmento «extra» con los
genes del cromosoma «translocado». A efectos de información genética sigue
tratándose de una trisomía 21 ya que se duplica la dotación genética de ese
cromosoma.
La frecuencia de esta variante es aproximadamente de un 3 %25 de todos los SD y
su importancia estriba en la necesidad de hacer un estudio genético a los
progenitores para comprobar si uno de ellos era portador sin saberlo de la
translocación, o si esta se produjo por primera vez en el embrión. (Existen
portadores «sanos» de translocaciones en los que se recuentan 45 cromosomas,
uno de los cuales está translocado, o pegado, a otro).
Mosaicismo[editar]
Código CIE-10: Q90.1
La forma menos frecuente de trisomía 21 es la denominada «mosaico» (en torno
al 2 %26 de los casos). Esta mutación se produce tras la concepción, por lo que la
trisomía no está presente en todas las células del individuo con SD, sino solo en
aquellas que proceden de la primera célula mutada. El porcentaje de células
afectadas puede abarcar desde unas pocas a casi todas, según el momento en
que se haya producido la segregación anómala de los cromosomas homólogos.
Expresión del exceso de material genético[editar]
La expresión bioquímica del síndrome consiste en el aumento de diferentes
enzimas. Una de las más conocidas e importantes es la superóxido
dismutasa (codificada por el gen SOD-1), que cataliza el paso del anión
superóxido hacia peróxido de hidrógeno. En condiciones normales esto contribuye
al sistema de defensa antioxidante del organismo, pero su exceso determina la
acumulación de H2O2, lo que puede provocar peroxidación de lípidos y proteínas y
dañar el ADN. Otros genes implicados en la aparición de trastornos asociados al
SD son:27
Cuadro clínico[editar]
Personas con Síndrome de Down de variadas edades
Porcentaje de Porcentaje de
Características Características
aparición33 aparición
Microdoncia total o
Discapacidad cognitiva 100 % 60 %
parcial
Retraso del crecimiento 100 % Puente nasal deprimido 60 %
Diástasis de
80 % Hernia umbilical 51 %
músculos abdominales
Manos
Hipotonía 80 % 50 %
cortas/braquidactilia
Braquiocefalia/región occipital
75 % Cardiopatía congénita 45 %
plana
Pliegue palmar
Genitales hipotróficos 75 % 45 %
transversal
Alteraciones gastrointestinales[editar]
La frecuencia de aparición de anomalías o malformaciones digestivas asociadas al
SD es muy superior a la esperada en población general: en torno al 10 % de las
personas con SD presentan alguno de estos trastornos. La lista de anomalías y su
expresión clínica (gravedad con la que se presentan) es muy amplia y variable,
pero las que presentan una mayor incidencia son la atresia esofágica, la atresia o
estenosis duodenal, las malformaciones anorrectales, el megacolon agangliónico
(enfermedad de Hirschsprung) y la celiaquía. La atresia esofágica consiste en la
interrupción de la luz del esófago (este se encuentra «obstruido» por un desarrollo
incompleto).
El riesgo de aparición en niños con SD es casi 30 veces superior al de la
población general, y precisa tratamiento quirúrgico precoz para impedir aspiración
de saliva y alimento a la vía aérea y permitir el tránsito adecuado de alimentos
hasta el estómago. Un cuadro similar se presenta en la atresia o estenosis
duodenal (atresia: obstrucción total, estenosis: obstrucción parcial), pero en este
caso en la porción de intestino situada inmediatamente tras el estómago. Puede
deberse a una compresión mecánica del páncreas por una anomalía en su
desarrollo denominada “páncreas anular”. Esta malformación (la atresia duodenal)
aparece hasta en el 8 % de los niños recién nacidos con SD. 40
El ano imperforado es la malformación anorrectal más frecuente en niños con SD:
se ha descrito una incidencia del 2-3 %41 (es decir, dos o tres da cada cien niños
recién nacidos con SD lo presentan), mientras que su aparición en la población
general se estima en torno a uno de cada 5000. Su diagnóstico es clínico y su
tratamiento quirúrgico. Otros trastornos relativamente frecuentes son el
megacolon, o dilatación excesiva de la porción distal del tracto digestivo por un
defecto en la relajación y la enfermedad celíaca (intolerancia digestiva al gluten),
que aparecen también con una frecuencia superior a la que se presenta en recién
nacidos sin el síndrome.
Trastornos endocrinos[editar]
Las personas con SD de cualquier edad tienen un riesgo superior al promedio de
padecer trastornos tiroideos. Casi la mitad presentan algún tipo de patología
de tiroides durante su vida. Suele tratarse de hipotiroidismos leves adquiridos
o autoinmunes que en muchos casos no precisan tratamiento, aunque cuando su
gravedad lo requiere deben instaurarse lo más precozmente posible para no ver
comprometido el potencial de desarrollo intelectual.
Trastornos de la visión[editar]
Más de la mitad (60 %) de las personas con SD presentan durante su vida algún
trastorno de la visión susceptible de tratamiento o intervención. El astigmatismo,
las cataratas congénitas o la miopía son las enfermedades más frecuentes. Dada
la enorme importancia que la esfera visual supone para el aprendizaje de estos
niños se recomiendan controles periódicos que corrijan de manera temprana
cualquier déficit a este nivel.
Trastornos de la audición[editar]
La particular disposición anatómica de la cara de las personas con SD determina
la aparición frecuente de hipoacusias de transmisión (déficits auditivos por una
mala transmisión de la onda sonora hasta los receptores cerebrales). Esto es
debido a la presencia de enfermedades banales, pero muy frecuentes como
impactaciones de cerumen, otitis serosas, colesteatomas o estenosis del conducto
auditivo, lo que ocasiona la disminución de la agudeza auditiva hasta en el 80 %
de estos individuos.
Trastornos odontoestomatológicos[editar]
Las personas con SD tienen una menor incidencia de caries, pero suelen
presentar con frecuencia trastornos morfológicos por malposiciones dentarias,
agenesia (ausencia de formación de alguna pieza dentaria), o retraso en la
erupción dentaria. Son necesarias revisiones periódicas para una corrección
precoz de los trastornos más importantes o que comprometan la
función masticatoria o fonatoria.
Inmunodeficiencia y susceptibilidad a las infecciones[editar]
Las personas con SD presentan ciertas anomalías inmunológicas de
características e intensidad variables que no son fácilmente asimilables a
las inmunodeficiencias catalogadas. Son la causa principal de la mayor
susceptibilidad de estas personas a ciertas enfermedades infecciosas. Otros
factores inherentes a SD contribuyen a ello: sus frecuentes contactos con otras
personas con discapacidad funcional neurológica en centros de educación o
atención especial, la intensa afectividad de estas personas y la frecuente
coexistencia de otras anomalías, como las cardiopatías, que también comportan
un mayor riesgo o vulnerabilidad a las infecciones. 42
Las infecciones del tracto respiratorio representan a día de hoy la segunda causa
de fallecimiento (tras las cardiopatías congénitas) y la primera causa de
hospitalizaciones y complicaciones en niños con SD.42
Diagnóstico[editar]
Medición del pliegue nucal mediante ecografía convencional.
Tratamiento[editar]
La mejoría en los tratamientos de las enfermedades asociadas al SD ha
aumentado la esperanza de vida de estas personas, desde los 14 años hace unas
décadas, hasta casi la normalidad (60 años, en países desarrollados) en la
actualidad. A lo largo de los últimos 150 años se han postulado diferentes
tratamientos empíricos (hormona tiroidea, hormona del crecimiento, ácido
glutámico, dimetilsulfóxido, complejos vitamínicos y minerales, 5-
Hidroxitriptófano o piracetam) sin que ninguno haya demostrado en estudios
longitudinales a doble ciego que su administración provoque ningún efecto positivo
significativo en el desarrollo motor, social, intelectual o de expresión verbal de las
personas con SD. No existe hasta la fecha ningún tratamiento farmacológico
eficaz para el SD, aunque los estudios puestos en marcha con la secuenciación
del genoma humano permiten augurar una posible vía de actuación (enzimática o
genética), eso sí, en un futuro todavía algo lejano.
Los únicos tratamientos que han demostrado una influencia significativa en el
desarrollo de los niños con SD son los programas de Atención Temprana,
orientados a la estimulación precoz del sistema nervioso central durante los seis
primeros años de vida. Especialmente durante los dos primeros años el SNC
presenta un grado de plasticidad muy alto lo que resulta útil para potenciar
mecanismos de aprendizaje y de comportamiento adaptativo. 4445Los individuos con
grandes dificultades para el aprendizaje a menudo han sido internados en
instituciones, pero se ha comprobado que deben vivir en su domicilio, donde
desarrollan de forma más completa todo su potencial. La adaptación
curricular permite en muchos casos una integración normalizada en colegios
habituales, aunque deben tenerse en cuenta sus necesidades educativas
especiales. La edad mental que pueden alcanzar está todavía por descubrir, y
depende directamente del ambiente educativo y social en el que se desarrollan.
Cuando este es demasiado protector, los chicos y chicas tienden (al igual que
ocurriría en una persona sin SD) a dejarse llevar, descubriendo escasamente sus
potencialidades. Los contextos estimulantes ayudan a que se generen conductas
de superación que impulsan el desarrollo de la inteligencia. Como consecuencia,
es imposible determinar los trabajos y desempeños que pueden conseguir durante
la vida adulta. Potenciar sus iniciativas y romper con los planteamientos estáticos
que históricamente les han perseguido son compromisos sociales ineludibles que
las sociedades actuales deben atender.
Recientemente, se ha publicado un ensayo clínico en el que se describe una
moderada mejora con un tratamiento que combina la estimulación cognitiva con la
administración de un compuesto presente en el té verde, la epigalocatequina
galato. Un equipo multidisciplinar dirigido por los doctores Mara Dierssen y Rafael
de la Torre ha demostrado que la epigalocatequina galato provoca una mejoría
sensible en la capacidad intelectual y la salud física de los afectados. Dicho
compuesto afecta al gen DYRK1A, relacionado con la formación del cerebro y
sobreactivado por el cromosoma extra del síndrome de Down; este gen produce
un exceso de proteínas asociadas a las alteraciones cognitivas que este
compuesto devuelve a sus niveles normales.46
Atención temprana[editar]
Artículo principal: Atención temprana
Un buen número de las infecciones que con frecuencia padecen estos niños son
inmunoprevenibles, de modo que las vacunas vienen a ser una herramienta
importante en la mejora de los niveles de salud de estas personas. Los expertos
recomiendan como vacunaciones sistemáticas de los niños con SD, las
siguientes:42
Hepatitis B.
Difteria, tétanos y tosferina.
Sarampión, rubéola y parotiditis.
Poliomielitis.
Gripe.
Enfermedad neumocócica.
Hepatitis A.
Enfermedad por Haemophilus influenzae tipo b.
Varicela.
Rotavirus.
Las pautas de vacunación son variables según la edad y la historia vacunal de
cada individuo, y serán determinadas por los médicos pediatras o médicos de
familia en cada caso.4249
Pronóstico[editar]
Se desconocen todavía los mecanismos que provocan la discapacidad en las
personas con SD, aunque la secuenciación del genoma humano y diversos
estudios llevados a cabo en sujetos con translocaciones parciales están
empezando a servir para descubrir los genes responsables del cuadro. Estos
mapas fenotípicos también se han comparado con algunos casos de
monosomía 21 (cuadro de ausencia de uno de los dos cromosomas del par 21,
la situación contraria al SD) obteniéndose así mapas de rasgos asociados al
exceso o defecto de dosis cromosómica. 50En las próximas décadas todo este
conocimiento sobre el funcionamiento y expresión de los genes permitirá, con
seguridad, establecer nuevas estrategias terapéuticas capaces de revertir los
trastornos cognitivos asociados al síndrome de Down, y muchos de sus
problemas asociados.
En 1981 se diseñó el primer Programa de Salud específico para personas con
SD, pero el más ampliamente aceptado y difundido en la comunidad científica
es el diseñado por el Down Syndrome Medical Interest group (DSMIG). 51 En
estos programas de salud se contemplan las actuaciones preventivas mínimas
para un adecuado diagnóstico precoz y seguimiento de las enfermedades o
complicaciones que se pueden presentar, mejorando significativamente el
pronóstico de estas personas. Por otra parte los programas, cada vez más
extendidos, de estimulación precoz, y el cambio progresivo de mentalidad que
la sociedad está experimentando con respecto a la discapacidad intelectual
son los principales motivos de la gran transformación que se está viviendo en
torno a las personas con SD. Hace apenas unas décadas estas personas eran
apartadas de la sociedad en instituciones, o escondidas por sus progenitores,
basándose en un falso complejo de culpa. A pesar del enorme esfuerzo que
aún queda pendiente se ha comprobado cómo un entorno basado en la
aceptación, en la adaptación de los métodos de aprendizaje y en la virtud de la
diversidad está dotando a las personas con SD de la autonomía suficiente
como para trabajar, vivir en pareja o desarrollar habilidades artísticas
impensables hace muy poco tiempo.52
omo en la mayoría de los cuadros que se deben a un desequilibrio
cromosómico, el síndrome de Down afecta múltiples sistemas y causa
defectos estructurales y funcionales (). No todos los defectos están presentes
en cada persona.
TABLA
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Signos tempranos
Referencias
La parálisis cerebral infantil (PCI) es un grupo de trastornos que afectan
la capacidad de una persona para moverse y mantener el equilibrio y la
postura. Es la discapacidad motora más frecuente en la
niñez. Cerebral significa que tiene relación con el cerebro. Parálisis (palsy,
en inglés) significa debilidad o problemas con el uso de los músculos. La
parálisis cerebral infantil (también abreviada parálisis cerebral) es
causada por el desarrollo anormal del cerebro o por daño al cerebro en
desarrollo que afecta la capacidad de la persona para controlar los
músculos.
Los síntomas varían de una persona a otra. Puede que las personas con
esta afección necesiten usar un equipo especial para poder caminar o
que no puedan caminar para nada y necesiten cuidados de por vida. Las
que tienen un caso leve, en cambio, podrían caminar con dificultad, pero
no necesitar ningún tipo de ayuda especial. La parálisis cerebral no
empeora con el tiempo, pero los síntomas exactos pueden ir cambiando
a lo largo de la vida de la persona.
Las personas que tienen este tipo tienen mayor tono muscular. Esto
significa que sus músculos están rígidos y que, en consecuencia, se
mueven con dificultad. La parálisis cerebral espástica generalmente se
describe por la parte del cuerpo afectada:
Signos tempranos
Los signos de parálisis cerebral varían considerablemente porque
existen muchos tipos y diferentes niveles de discapacidad. El signo
principal es retraso en alcanzar los indicadores del desarrollo motores o
del movimiento (como voltearse o rodar hacia los lados, sentarse,
pararse o caminar). Los siguientes son otros posibles signos de parálisis
cerebral. Es importante señalar que algunos niños pueden presentar
algunos de estos signos, aunque no tengan parálisis cerebral.
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