Religious Belief And Doctrine">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

El Amor de Dios

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

EL AMOR DE DIOS

Mucha gente se pregunta

Si Dios me amara, ya me hubiera resuelto un mejor trabajo. Si Dios me amara, no


estuviera sufriendo esta enfermedad. Si Dios me amara no me hiciera pasar por
esta crisis financiera. Si Dios me amara no hubiera perdido mi matrimonio. Es
decir, que muchos juzgan y valoran el amor de Dios por su experiencia con su
pareja, hijos, padres, familiares o amigos y lo peor es cuando ese amor esta
influenciado por un interés personal.

Esta lista se torna infinita y al mismo tiempo interesante, porque son medias
verdades que describen una realidad innegable. Lo que resulta totalmente
cuestionable e inaceptable, es pretender responsabilizar a Dios de todos los
resultados negativos que se experimentan en la vida, cuando deberíamos aceptar
que la mayoría de los fracasos en la vida, son el resultado de nuestras malas
decisiones.

La tendencia del hombre es buscar siempre un culpable de lo que le sucede


en la vida

La expresión de Adán todos la recordamos “la mujer que me distes” (Génesis


3:12). Se culpa a todos, e incluso a Dios, por tal de no asumir la responsabilidad
de las malas decisiones, la falta de carácter o la violación de principios morales.

“Dios juzgará los secretos de los hombres mediante Cristo Jesús.” (Romanos
2:16). “Cada uno tendrá que dar cuentas a Dios de sus actos.” (Romanos
14:12 BAD). Dios nos hizo responsables de nuestros actos. (el libre albedrío)

Predica sobre el amor de Dios. 

Quiero hablarte en esta hora, de tres características claves del amor de Dios.

I. Dios te ama incondicionalmente porque Él es amor


El amor de Dios es descrito en la Biblia como el amor ágape, es decir,
incondicional.

A. Dios te ama como eres

Dios no te pone ninguna condición para amarte, Él te ama, así como tú eres. No
importa lo que hayas sido o seas en el presente: pecados, vicios o defectos,
debilidades, Dios te ama incondicionalmente, sin limitaciones ni condiciones. Su
amor no cambia, es eterno, inalterable e inmutable. La medida del amor de Dios al
hombre es “de tal manera”. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna.” (Juan 3:16.)

Precisamente, nuestra condición pasada o presente es una oportunidad para que


experimentemos que el amor es siempre fiel.

Si hoy experimentas el amor de Dios es porque Él tomó la iniciativa de amarte


primero tal como eres. Si “Nosotros le amamos a él, [es] porque él nos amó
primero.” (1 Juan 4:19).

La Biblia declara que…

“Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos
pecadores.” (Romanos 5:8 PDT).

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo
unigénito al mundo, para que vivamos por él.” (1 Juan 4:9).

B. Dios te ama sin necesidad de máscaras

Para que Dios te ame, tú no necesitas aparentar otra cosa distinta a lo que eres.
No necesitas aparentar piedad para que Dios te ame. No necesitas fingirte
cristiano para que Dios te ame. La biblia dice que Dios descubre las intenciones
del corazón (1 Corintios 4:5). Nada hay oculto a su presencia.

Dios no te ama por tus cualidades, o por tus virtudes, o por lo que aparentas ser.
El te ama a ti. Su amor por ti no depende de cuantos aplausos recibas, ni cuan
popular seas en el mundo o en la iglesia, ni de la cantidad que consagres de
diezmos y ofrendas.

Dios te ama con tus cualidades y defectos, con tus virtudes e incompetencia. Dios
no siempre aprueba lo que tú piensas ni lo que haces, pero en cambio Él te ama a
ti.

C. Dios te ama fielmente

Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he


amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” (Jeremías 31:3)

II. Dios te ama personalmente porque Él es tu Padre


A. Su amor es justo a la necesidad

La Biblia revela que Dios ama a todos los hombres de manera personal, como
cada uno necesita ser amado. Su amor se manifiesta en su divina gracia para
salvar. “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres,”  (Tito 2:11; Juan 3:16.)
Él conoce la medida de amor que necesitamos, porque todos no somos iguales.
Nada escapa a su mirada omnisciente. Me anima y conforta saber que no soy uno
más del montón, porque Dios me conoce personalmente. Él conoce mi nombre.
Dios no nos ama ni por lo que somos, ni por lo que hacemos, sino porque Él es
amor. Él es nuestro Padre y conoce cuáles son nuestras necesidades más
urgentes.

B. Su amor es paternal

La paternidad divina no es física, porque no es posible. Pero la Biblia nos enseña


que Dios nos adoptó como sus hijos. El apóstol Pablo revela que recibimos el
espíritu de adopción, por el cual podemos llamar a Dios “PADRE”. “El Espíritu
mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos
8:15-16; cf. Gálatas 4:5-6).
Cristo amplía el concepto que deben tener todos los que se acercan en oración a
Dios, cuando enseñó que se debe orar al “Padre nuestro…” (Lucas 11:1).
El que ora a Dios, debe saber que es a un Padre a quien se acerca y esto implica
que debe hacerlo con confianza, quietud y sin temor; en intimidad, con anhelo,
afecto y emoción sincera.

C. Su amor es más que religión

La Biblia nos enseña que “Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el
Espíritu Santo que nos ha dado.” (Romanos 5:5). Esta experiencia personal con el
Espíritu Santo nos lleva a establecer una relación personal con Dios, que va más
allá de actos religiosos y la observancia de ritos y sacramentos. Genera un cambio
de adentro hacia fuera…

III. Dios te ama intencionalmente porque eres su hijo

La intención del amor de Dios por ti es conformarte a la imagen de su Hijo


Unigénito. Ese es su mayor deseo, propósito y voluntad. Dios es un Dios de
propósito.

A. En su amor te salvó
El apóstol Juan aclara en la introducción de su evangelio que los que recibieron a
Jesucristo, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
(Juan 1:12 NVI). Pablo enseña que por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8, 9).
B. En su amor te transforma
Dios, te ama como eres, pero te ama tanto que no te quiere dejar así como estas.
El quiere algo mucho mejor para ti. El tiene planes y propósitos contigo, porque
eres su hijo. El Señor tiene poder para realizar todas las cosas
incomparablemente mejor de lo que tú puedes pedir o pensar.
La obra genuina y constante del Espíritu Santo en la vida del creyente produce
frutos que son cualidades que adornan el carácter y las actitudes del cristiano
(Gálatas 5:22-26.)
Los dones y ministerios que Dios le entrega a la iglesia, es precisamente para que
edificar la iglesia, para que los cristianos maduren y se comprometan cada vez
con Cristo y su iglesia (Efesios 4:11-16.)

C. En su amor te socorre
No te deja tirado en una esquina de la vida. Jesucristo enseñó que si nosotros
siendo unos pecadores, somos capaces de dar a nuestros hijos lo que ellos
necesitan, cuanto más nuestro Padre celestial está dispuesto a darnos el Espíritu
Santo, cuando como hijos se lo pedimos. (Lucas 11:13).
La mejor manera que tuvo Cristo para ilustrar la fidelidad del amor incondicional de
Dios fue a través de la parábola del padre y el hijo pródigo (Lucas 5:11-32).

PREDICA SOBRE EL AMOR DE DIOS – CONCLUSIÓN


¿Qué pide Dios a cambio de su amor?
 Que creamos en su amor. Que confiemos en su plan, más que en el
nuestro.
 Que nos dejemos amar por Él, porque Él quiere llegarse a nosotros.
 Dios nos ama porque somos sus hijos y porque Él es amor. El tomó
la iniciativa de amarnos personalmente, incondicionalmente e
intencionalmente.
Cabe preguntarse entonces: ¿Cómo responderemos ante tanta manifestación de
amor?
Si tu aún no has tenido un encuentro personal con Cristo, te invitamos a que
conozcas el verdadero amor de Dios por medio de Jesucristo, el Salvador del
mundo. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,  mas tenga vida
eterna.” (Juan 3:16).
Si ya tuviste la experiencia del nuevo nacimiento, entonces recuerda que debemos
amar a Dios con toda nuestra mente, corazón y fuerzas. Jesús dijo: “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”
(Mateo 22:37).

También podría gustarte