Religious Belief And Doctrine">
El Amor de Dios
El Amor de Dios
El Amor de Dios
Esta lista se torna infinita y al mismo tiempo interesante, porque son medias
verdades que describen una realidad innegable. Lo que resulta totalmente
cuestionable e inaceptable, es pretender responsabilizar a Dios de todos los
resultados negativos que se experimentan en la vida, cuando deberíamos aceptar
que la mayoría de los fracasos en la vida, son el resultado de nuestras malas
decisiones.
“Dios juzgará los secretos de los hombres mediante Cristo Jesús.” (Romanos
2:16). “Cada uno tendrá que dar cuentas a Dios de sus actos.” (Romanos
14:12 BAD). Dios nos hizo responsables de nuestros actos. (el libre albedrío)
Quiero hablarte en esta hora, de tres características claves del amor de Dios.
Dios no te pone ninguna condición para amarte, Él te ama, así como tú eres. No
importa lo que hayas sido o seas en el presente: pecados, vicios o defectos,
debilidades, Dios te ama incondicionalmente, sin limitaciones ni condiciones. Su
amor no cambia, es eterno, inalterable e inmutable. La medida del amor de Dios al
hombre es “de tal manera”. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna.” (Juan 3:16.)
“Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos
pecadores.” (Romanos 5:8 PDT).
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo
unigénito al mundo, para que vivamos por él.” (1 Juan 4:9).
Para que Dios te ame, tú no necesitas aparentar otra cosa distinta a lo que eres.
No necesitas aparentar piedad para que Dios te ame. No necesitas fingirte
cristiano para que Dios te ame. La biblia dice que Dios descubre las intenciones
del corazón (1 Corintios 4:5). Nada hay oculto a su presencia.
Dios no te ama por tus cualidades, o por tus virtudes, o por lo que aparentas ser.
El te ama a ti. Su amor por ti no depende de cuantos aplausos recibas, ni cuan
popular seas en el mundo o en la iglesia, ni de la cantidad que consagres de
diezmos y ofrendas.
Dios te ama con tus cualidades y defectos, con tus virtudes e incompetencia. Dios
no siempre aprueba lo que tú piensas ni lo que haces, pero en cambio Él te ama a
ti.
La Biblia revela que Dios ama a todos los hombres de manera personal, como
cada uno necesita ser amado. Su amor se manifiesta en su divina gracia para
salvar. “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres,” (Tito 2:11; Juan 3:16.)
Él conoce la medida de amor que necesitamos, porque todos no somos iguales.
Nada escapa a su mirada omnisciente. Me anima y conforta saber que no soy uno
más del montón, porque Dios me conoce personalmente. Él conoce mi nombre.
Dios no nos ama ni por lo que somos, ni por lo que hacemos, sino porque Él es
amor. Él es nuestro Padre y conoce cuáles son nuestras necesidades más
urgentes.
B. Su amor es paternal
La Biblia nos enseña que “Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el
Espíritu Santo que nos ha dado.” (Romanos 5:5). Esta experiencia personal con el
Espíritu Santo nos lleva a establecer una relación personal con Dios, que va más
allá de actos religiosos y la observancia de ritos y sacramentos. Genera un cambio
de adentro hacia fuera…
A. En su amor te salvó
El apóstol Juan aclara en la introducción de su evangelio que los que recibieron a
Jesucristo, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
(Juan 1:12 NVI). Pablo enseña que por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8, 9).
B. En su amor te transforma
Dios, te ama como eres, pero te ama tanto que no te quiere dejar así como estas.
El quiere algo mucho mejor para ti. El tiene planes y propósitos contigo, porque
eres su hijo. El Señor tiene poder para realizar todas las cosas
incomparablemente mejor de lo que tú puedes pedir o pensar.
La obra genuina y constante del Espíritu Santo en la vida del creyente produce
frutos que son cualidades que adornan el carácter y las actitudes del cristiano
(Gálatas 5:22-26.)
Los dones y ministerios que Dios le entrega a la iglesia, es precisamente para que
edificar la iglesia, para que los cristianos maduren y se comprometan cada vez
con Cristo y su iglesia (Efesios 4:11-16.)
C. En su amor te socorre
No te deja tirado en una esquina de la vida. Jesucristo enseñó que si nosotros
siendo unos pecadores, somos capaces de dar a nuestros hijos lo que ellos
necesitan, cuanto más nuestro Padre celestial está dispuesto a darnos el Espíritu
Santo, cuando como hijos se lo pedimos. (Lucas 11:13).
La mejor manera que tuvo Cristo para ilustrar la fidelidad del amor incondicional de
Dios fue a través de la parábola del padre y el hijo pródigo (Lucas 5:11-32).