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Sobre La Función Social de La Geografía Matuszak

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Matuszak

Jimenez, Madelein

Sobre la función social de la


Geografía. Su enseñanza y su
aprendizaje en la Educación
Secundaria
XXII Jornadas de Investigación y Enseñanza de la Geografía

8 y 9 de abril de 2021

Matuszak Jimenez, M. (2022). Sobre la función social de la Geografía. Su enseñanza y su


aprendizaje en la Educación Secundaria. XXII Jornadas de Investigación y Enseñanza de la
Geografía, 8 y 9 de abril de 2021, Ensenada, Argentina. EN: Actas. Ensenada : Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata. En Memoria
Académica. Disponible en:
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.15076/ev.15076.pdf

Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons


Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Sobre la función social de la geografía. Su enseñanza y su aprendizaje en la
Educación Secundaria

Madelein Matuszak Jimenez

FAHCE-UNLP

capeafv@gmail.com

Resumen
El eje central de este trabajo es analizar la función social de la enseñanza de la
geografía. Por eso, se hará un breve repaso histórico de este aspecto. Luego se
problematizará sobre cómo dicha función en el nivel secundario toma otro color si se
plantea como contexto una pandemia y las implicancias que eso tuvo a nivel educativo
durante el 2020, en la Provincia de Buenos Aires, junto al dictado de clases de forma
remota, construyendo vínculos a través de dispositivos electrónicos.
Como objetivos se plantean: analizar históricamente la función social de la
enseñanza de la geografía. Promover la formación de ciudadanos críticos a partir de los
contenidos geográficos impartidos en el nivel secundario en provincia de Buenos Aires.
Incentivar la enseñanza de la geografía en dicho nivel, considerándola como una materia
transdisciplinar, ya que incorpora aportes espaciales, históricos, físicos, económicos,
culturales, además que es una asignatura transversal del ciclo, considerando que está
presente los seis años de duración del nivel secundario. Para su abordaje se consideran
cuestiones teóricas y trabajos empíricos sobre el tema.
La función social de la enseñanza de la geografía en el siglo XXI es incentivar el
pensamiento crítico y creativo que deslinde al educando de la memorización y la repetición,
y orientarla hacia una serie de cuestiones de relevancia social, para promover el
desciframiento de situaciones cotidianas a partir de cuestionamientos, que desencadenen la
transformación de las ideas previas de los alumnos, facilitando la reflexión y promoviendo
la toma de decisiones personales y comunitarias.
Palabras clave: geografía, educación, sociedad

1. Introducción
El siguiente trabajo se inscribe como parte del plan de trabajo de la adscripción a la
cátedra de Planificación, Didáctica y Prácticas de Enseñanza en Geografía de la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP. Pensado como un espacio de reflexión,
desde la cátedra se impulsa a trabajar en torno a los cambios en la educación argentina, a
realizar un debate epistemológico de la geografía, y en lo que respecta a las estrategias

1
didácticas, pensar su replanteo. Para lograr la integración entre estas tres instancias
planteadas y el desarrollo de la tarea docente, desde la cátedra se busca dar respuestas a
ciertas preguntas, tales como: ¿Cuál es la función social que debe cumplir la enseñanza de
geografía? ¿Qué ciudadano formar? ¿Qué geografía enseñar? ¿Qué contenidos priorizar?
¿Qué habilidades enseñar y cuáles son necesarias que los estudiantes aprendan?

2. Fundamentación
Retomando las preguntas disparadoras propuestas por la cátedra, considero
interesante y un desafío tratar la función social de la enseñanza de la geografía
especialmente como asignatura en el marco de la Educación Secundaria en la Provincia de
Buenos Aires. Partiendo de que muchos estudiantes, al ingresar en la carrera universitaria,
bien sea la licenciatura y particularmente en el profesorado, desconocen qué contenidos se
abordan a lo largo de la carrera; sin embargo, suele tenerse en claro la actividad profesional:
cuando me reciba voy a dar clases de geografía. Pero eso, ¿Qué significa? ¿Qué contenido
van a enseñar? ¿Por qué ese y no otro? ¿Cómo lo van a enseñar?
Y es que esas preguntas son claves para el tema a tratar en este trabajo, ya que,
independientemente del nivel educativo del que se trate, es necesaria una Geografía
preocupada por los hombres, que tenga como objetivo principal conocerles y
comprenderles mediante el estudio de sus espacios; puesto que como menciona Martínez
Romera (2005), lo local y lo global, lo lejano y lo próximo a distancias físicas y afectivas se
relacionan en la constitución de las identidades personales, por lo que el aporte de esta
materia hace a la formación integral de la persona.
Si bien en el nivel secundario hay una gama relativamente amplia de materias
relacionadas a las Ciencias Sociales, la aproximación a los hechos sociales sin considerar sus
dimensiones geográficas sólo conduce a un conocimiento de las sociedades mutilado, y
muchas veces falseado. Y es aquí donde se transparenta la importancia de que la educación
secundaria permita a los alumnos formarse de la manera más rica y lúcida posible y definir
sus relaciones con el mundo, es decir con los otros, con su historia y con su geografía (en el
sentido de conjunto de espacios sociales o territorios). Considerando la escuela como el
lugar concreto donde tiene lugar el aprendizaje de estas conexiones de factores explicativos,
el conocimiento geográfico, resulta un instrumento sociocultural de formación que puede
ayudar a comprender el mundo en que vivimos y su amplia complejidad, asi como a
desarrollar valores éticos que conduzcan a la superación de las contradicciones y problemas
sociales actuales, tanto en el ámbito local como regional y mundial; enseñando a su vez a
ver las relaciones “invisibles” entre todo lo que está en este mundo.
Una de las preguntas principales relacionadas a este tema que se plantea desde la
cátedra es: ¿Cuál es la función social que debe cumplir la enseñanza de geografía? Para
obtener una respuesta, tenemos que considerar que la geografía es una ciencia que estudia
las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, caracterizada por ofrecer su fundamento
espacial. Por eso, para comprender el funcionamiento de las sociedades humanas en sus
espacios, la Geografía debe, a través del sistema educativo, dotar a los estudiantes y a la
ciudadanía en general de una serie de herramientas, métodos, conceptos y valores. Y es
precisamente de aquí que se desprenden interrogantes como: qué Geografía enseño, qué
ciudadano pretendo formar, en base a qué contenidos.

2
En el presente trabajo como se mencionó con anterioridad, el eje central es analizar
la función social de la enseñanza de la Geografía. Por eso, se hará un breve repaso histórico
de este aspecto, para vislumbrar si su presencia en la enseñanza siempre tuvo la misma
función. Una vez realizado este análisis, se problematizará sobre cómo la función social de la
Geografía en el nivel secundario toma otra forma, si se plantea como contexto una
pandemia y las implicancias que eso tuvo a nivel educativo durante el 2020, particularmente
en la Provincia de Buenos Aires, y el dictado de clases de forma remota o virtual,
construyendo vínculos a través de dispositivos electrónicos como PC y celulares.
A partir de lo mencionado hasta el momento, se pretenden alcanzar los siguientes
objetivos:
A.- Analizar históricamente la función social de la enseñanza de la Geografía, para visualizar
la relevancia de la disciplina para la sociedad.
B. Verificar si es posible la formación de ciudadanos críticos a partir de los contenidos
geográficos impartidos en el nivel secundario en provincia de Buenos Aires.
C.- Incentivar la enseñanza de la geografía en la escuela secundaria, considerándola como
una materia transdisciplinar, ya que no solo incorpora aportes espaciales, también
históricos, físicos, económicos, culturales, entre otros; además que es una asignatura
transversal del ciclo, considerando que está presente los seis años de duración del nivel
secundario.

3. La geografía. Una función social de larga data


Como menciona Llanos Henríquez, de la Geografía se dice que tiene un largo pasado
y una breve historia, ya que, si bien es cierto que desde la más remota antigüedad el
hombre ha realizado actividades geográficas, es a partir de los dos últimos siglos que la
geografía se logra consolidar como una disciplina científica, especialmente a través de su
institucionalización en los centros universitarios.
Entonces, considerando su corta historia, pero largo pasado, la Geografía, en la
mayoría de los casos, ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de las sociedades en
donde ha estado presente. Prueba de esto son las expansiones territoriales llevadas a cabo
por las potencias del mundo antiguo China, India, Egipto, Grecia y Roma, entre otras, ligadas
íntimamente al conocimiento geográfico, lo que contribuyó a la consolidación política,
económica y social de estos países y al mismo tiempo dio aún más impulso para el
desarrollo y difusión de la Geografía.
Para finales de la Edad Media, durante el Renacimiento, la gran transformación que
experimentó el continente europeo en los aspectos social, político, económico y cultural,
estuvo ligada a la Geografía: la realización de grandes viajes de descubrimiento, como el
caso de españoles y portugueses y lo que eso supuso (descubrimiento de “nuevas tierras”,
culturas, formas de vida, especies animales y vegetales, entre otros), lo que incentivó el
desarrollo de la geografía europea, y estudiar y asimilar la geografía precolombina hallada.
De manera similar, la expansión imperialista de finales del siglo XIX, a través de la
cual las grandes potencias como Francia, Inglaterra y Alemania se repartieron una porción
considerable del mundo (África y Asia especialmente) estuvo justificada a través de la
geografía y del paradigma imperante en esa época: el determinismo físico o geográfico.

3
Como remarca Llanos Henríquez, en este caso, las grandes potencias utilizaron la geografía
como herramienta para crear en sus ciudadanos el sentido de pertenencia a la nación a
través de la inducción de una conciencia nacional, de ahí el apoyo incondicional para la
expansión territorial y la consiguiente guerra imperialista entre 1914 y 1918.
Ya para el siglo XX, como saber versado en la descripción terrestre, la
geografíaalcanza un notable desarrollo teórico, conociendo un uso claro de su bagaje
teórico como herramienta explicativa de la realidad; cuestión que se manifestó a través del
surgimiento de varios paradigmas que se sucedieron unos a otros o que coexistieron, los
cuales mostraban a la geografía como una ciencia dinámica que se iba adaptando a los
cambios y a las nuevas circunstancias que se presentaban en las sociedades.
Para lo que va del siglo XXI, la evolucion de la globalización económica,
estrechamente ligada al desarrollo tecnológico, ha influenciado de manera significativa los
valores sociales y culturales, lo que ha dado margen a una sociedad que mas bien se va
desdibujando en detrimento de una visión global plagada de estereotipos y patrones
estandares de comportamiento. De hecho, la mejora en las comunicaciones y el efecto de
los valores occidentales sobre el resto del mundo acaban por crear la ilusión de un
pensamiento único, que se evidencia en la pérdida del significado de la cultura como valor
cívico. Aquí radica la importancia del aporte delas nuevas geografias, para entender que,
además del territorio que aparece frente nuestros ojos, está el espacio simbólico, afectivo y
de comportamiento que se ubica dentro de cada uno y que se encuentra en interacción
permanente con el exterior, con la cultura que nos rodea.
A partir del breve análisis histórico realizado, se ve cómo la Geografía juega un papel
notable en la identificación, análisis, comprensión, valoración y solución de una gran parte
de los problemas que ha enfrentado la sociedad, a lo largo del tiempo. De allí que la
disciplina resulte importante para:
• La ordenación del territorio y la planificación regional • La gestión medioambiental • La
organización político administrativa • La evaluación y valoración de recursos • Los estudios
de los problemas socio-espaciales • La educación per se.
Para asumir estas tareas, la Geografía cuenta con una serie de perspectivas, que no
solo hacen a la función social que cumple la disciplina en sí, sino también la importancia de
su enseñanza:
1. La forma de mirar el mundo a través de los lentes de lugar, espacio y escala.
2. El dominio de síntesis de la Geografía, dinámicas socio-ambientales relacionando la acción
humana al medio físico, dinámicas ambientales uniendo sistemas físicos, y dinámicas socio
humanas uniendo sistemas económicos, sociales, culturales y políticos

4. Representación espacial usando aproximaciones visuales, verbales, matemáticas y


digitales.
Las expansiones territoriales como las leemos en los libros de historia ya no siguen la
misma lógica, porque el mundo ya está explorado. Pero eso no implica que no sigan
existiendo cambios en el territorio, ya sea que nos afecten directa o indirectamente. La
escuela resulta entonces eje clave en la trilogía Estado-Sociedad-Territorio, para la
formación y la transformación del ciudadano crítico, analítico, reflexivo, que sea, haga, sepa,

4
conviva y se desarrolla en un territorio determinado con su consecuente realidad; siendo el
Estado quien delinee qué contenidos geográficos son los considerados a aprender,
precisamente para lograr la transformación de ese ciudadano en formación.

5. La enseñanza de la geografía en Latinoamérica


Las prácticas docentes no implican solo decisiones técnicas, sino que van
acompañadas por fenómenos representacionales que incluyen objetivos, intenciones,
motivaciones, imágenes.
Zenobi menciona que la geografía escolar ha estado siempre presente en el sistema
educativo, pues se perfiló como un medio eficaz para garantizar la permanencia de los
estados, en tanto que eran los jóvenes quienes estaban en la posición estratégica de
adquirir nuevos conocimientos e incorporarlos a su propia identidad: la pretensión de los
nacientes estado-nación era, crear un sentimiento nacional de ámbito estatal entre la
población. Con este propósito surge la terna educativa básica de todos los nacionalismos:
lengua, historia y geografía. Esta situación, marca la autora, tuvo lugar en casi todos los
países de América Latina, siendo su finalidad compartir una misma visión del mundo y
valorar las bondades naturales recibidas casi de manera divina, por eso esta concepción de
la geografía estaba vinculada a una determinada manera de enseñarla: el lugar primordial
de la geografía física y la subordinación de la geografía humana y económica, el mapa como
recurso didáctico central para cumplir con el objetivo de la localización, y el estudio
memorístico y descriptivo de los diversos temas. Este aprendizaje, más bien tradicional, que
fija comportamientos a través del sentido visual e incentiva la memorización de contenidos
fragmentados, que obstaculiza el desarrollo de la creatividad y la crítica, que fortalece
contenidos programáticos descontextualizados del entorno inmediato, respondía a la
necesidad de cohesión entre territorio y la sociedad, por lo que la transformación del
ciudadano crítico, no era parte de los planes.
En relación a lo mencionado y considerando la breve revisión histórica de la función
social de la enseñanza de la geografía en el continente, y siguiendo la opinión de
especialistas en la materia, la forma de superar la práctica escolar de acento tradicional (es
decir, aquella que fortalece el comportamiento pasivo del alumno-espectador que
contempla escenarios geográficos convencionales, por ejemplo), Pérez Alcántara y otros
afirman que la enseñanza de la geografía en América Latina requiere un abordaje
problematizador que tome como punto de partida los principales procesos y conflictos
socio-territoriales de los países del subcontinente y que encuentra en el campo académico
teorías, interpretaciones, lecturas de esa realidad; y que por ello es meritorio una escuela
comprometida con el futuro, capaz de ofrecer a todos los jóvenes las herramientas
conceptuales y éticas imprescindibles para su más plena formación como ciudadanos del
siglo XXI.Por ello es preciso superar la disociación que muchas veces tiene lugar entre la
investigación y la formacióngeográfica de la población, ya que como menciona Martínez
Romera, ha conllevado a algunas naciones a replantearse la permanencia de la Geografía
como asignatura en el sistema educativo.
Vale decir que la Geografía académica apunta a lo propuesto en el trabajo de Pérez
Alcántara, Araya Ramírez y Carreto B, titulado “La función social de la geografía en América
Latina”, tratan temas relacionados a la función social de la geografía en América Latina en
general y se problematiza esta situación para distintos países (se estudian los casos en el

5
Caribe, Chile, Costa Rica), como también hacen énfasis en la geografía escolar en otros
(Brasil, Paraná en Argentina).
Ahora bien, queda plantear si esas reflexiones, llevadas a cabo en el ámbito
académico; logran tener impacto en la geografía escolar, pero es un tema en el que no se
ahondará.

6. La geografía y la década del ’90 en Argentina


La década de 1990 en la Argentina fue una época de muchos cambios. Uno que
compete al tema central de este trabajo fue la Reforma Educativa de los años ´90 en la
jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires. Como menciona Álvarez, los aspectos
curriculares de las transformaciones educativas en cuestión se tradujeron en la búsqueda de
un nuevo enfoque de enseñanza que para el caso de la geografía implicó la redefinición del
sentido de su enseñanza, siguiendo las corrientes geográficas surgidas a partir de los ’60,
basándose ahora en la asunción de la Geografía Social como referente disciplinar y de
modelos de enseñanza que promovieran en los estudiantes el desarrollo y el fortalecimiento
de preocupaciones políticas, ciudadanas y culturales, favorables a la formación de un sujeto
político.

7. El aula como ámbito para reivindicar la función social de la enseñanza de la


Geografía actual
En la actualidad, vivimos una realidad socio-histórica que exige que la práctica
escolar se conecte con los cambios geográficos, dado que el docente y los alumnos, se
encuentran afectados, de una u otra forma por los acontecimientos diarios. Entonces, el
planteo de enseñar esta asignatura en las escuelas resulta fundamental para que los
alumnos comprendan y reflexionen sobre las relaciones que la sociedad establece con el
espacio, y a su vez para que analicen cuáles han sido las diferentes formas de apropiación
del mismo. Según De Souza, siguiendo a Sonia Castellar, es a partir del estudio de las
relaciones espaciales y la organización territorial, que resulta posible entender cómo se han
desarrollado las disputas territoriales.
Según los Diseños Curriculares para la Educación Secundaria propuestos por la
Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, la Geografía está
presente en los seis años de duración del ciclo secundario. Aun así, muchas veces no está
percibida por los alumnos como un aprendizaje relevante y útil. ¿La geografía no es
importante? ¿Existe un rol específico para la geografía en la Educación Secundaria? ¿Cómo
adquieren los alumnos las competencias en localización espacial, lectura y elaboración de
mapas, conocimiento de los sistemas globales y relaciones espacio-sociedad? ¿Hasta qué
punto se reconoce la importancia educativa de estos conocimientos? ¿Cómo enseñar para
que a los alumnos les resulte significativo?
Como se asume en este trabajo , la geografía puede asumir un papel potente como
recurso educativo en sí misma y puede ayudar a crear experiencias que ayuden a ver el
mundo de otra manera, como también colabora en la adquisición de nuevos significados
sobre los lugares, las escalas, el desarrollo sostenible, la interdependencia o la diversidad.

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Escolarmente hablando, es una asignatura cuya enseñanza permite la inserción de
experiencias personales a fin de incluirlas y desarrollarlas a través del currículo propuesto
por el Estado, planteando como finalidad que los alumnos aprendan a pensar. Su enseñanza
permite la comprensión del entorno en el que viven los alumnos, lo cual les permite
también conocer el mundo y las sociedades humanas, en la medida que puede dar
herramientas para interpretar las problemáticas que viven , aporta valores y
conocimientos para poder comprender otras culturas y la realidad social del mundo,
incentivando la formación de ciudadanos con nuevas competencias, habilidades y
herramientas que les permitan un desenvolvimiento crítico, analítico, reflexivo, en la
sociedad en que vivimos.

8. Potencializar la enseñanza de la geografía en el nivel secundario: el qué y el cómo


Hasta este punto creo que ha quedado claro que el objetivo de la enseñanza de la
Geografía y su función social, particularmente en el nivel secundario, apunta a la formación
de un sujeto crítico de la realidad de la que es participe y que lo rodea. Y para intentar
fortalecer esa formación, desde la geografía escolar es imprescindible hacerla más
explicativa y más comprometida con situaciones reales y concretas, evitando que los
conocimientos aparezcan fragmentados, aislados entre si y sin conexión con la realidad.
Aquí radica la importancia de dos cuestiones claves: el “qué” enseñar y el “cómo” hacerlo.
Y es que, si los contenidos a impartir son triviales, resultan anticuados y/o
irrelevantes a la realidad vivida; como también apelar a la memorización, la mecanización de
procesos; es mayor la tendencia que el proceso de aprendizaje resulte devaluado y no
significativo. La meticulosidad a la hora de la selección de contenidos y la elección de la
metodología para impartirlos es crucial, para evitar así asistir a una progresiva
homogenización de los parámetros educativos, y por ende, de las conductas de los futuros
técnicos (ya no ciudadanos).
Si bien existen cuantiosos trabajos que tratan el qué enseñar y el cómo, el hecho de
enseñar a partir de problemas merece ser resaltado, puesto que supone desarrollar
destrezas sociales y la capacidad de observar el entorno, de forma práctica y concreta.
Al partir de una situación problemática como metodología de enseñanza (habiendo
recortado una temática o un “qué” previamente), favorece el reconocimiento de las
complejas relaciones que las sociedades establecen con los lugares donde se desarrollan, a
la vez de comprender que el espacio es un producto social, histórico, resultado de
decisiones humanas que valoran la naturaleza de diferente forma, y la modifican en
consecuencia.
Para dar una forma más acabada a la posibilidad de potenciar la enseñanza de la
Geografía en la secundaria, un punto muy importante en relación al qué y al cómo, es la
evaluación. Son tantísimos los autores que consideran que todos los alumnos pueden
aprender, aunque los ritmos personales y los estilos de aprendizaje sean diversos. En
consonancia, cuando los alumnos participan activamente en su aprendizaje se producen
muchos materiales y hay en clase mucha comunicación, lo cual permite conocerlos y tener
información sobre los progresos y las necesidades de cada uno de ellos, así como también la
eficacia de la metodología de enseñanza escogida. Al mismo tiempo, se entiende que la

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evaluación es un recurso para que los alumnos sean conscientes de lo que aprenden y de
aquello que les presenta dificultades para poder buscar la mejor manera de superarlas.

9. Enseñanza de la geografía, uso de tecnologías y pandemia mundial


En el trabajo de Zenobi, se mencionan discusiones y acuerdos relacionados a las
nuevas finalidades de la geografía, atendiendo a los nuevos contextos sociales y políticos.
De igual forma, se propuso que la geografía escolar debe aportar saberes útiles para la vida
cotidiana, para la formación de ciudadanos activos, informados, solidarios y críticos,
prepararlos para la utilización de la cartografía, la lectura de los diarios, para conocer el
lugar donde viven, la región, el país, y para viajar. En otras palabras y a modo de síntesis, la
Geografía en la escuela debería tanto convertir la realidad social y las problemáticas de la
actualidad en objetos de enseñanza, como poner énfasis en su comprensión y explicación,
es decir, enseñar lo que sucede y por qué sucede.
Y es que lo acontecido mundialmente a fines del año 2019 es una situación atípica,
que nos ha puesto en jaque como sociedad. El brote de un virus altamente contagioso, cuya
máxima expresión tuvo lugar durante el año 2020, para el caso de la Argentina supuso
tomar decisiones extremas: el gobierno impuso una cuarentena que en la práctica se
tradujo en la suspensión de toda actividad educativa de forma presencial.
En los últimos quince años se ha producido una difusión espacial y social de la
tecnología sin precedentes, que ha derivado en modificaciones de la tradición educativa,
institucional y familiar, pero sobre todo de los comportamientos individuales. Posicionados
en la escuela, el cambio y la innovación en la enseñanza de la disciplina impuso a los
docentes el desafío de planificar la enseñanza de manera coherente con esta nueva
realidad, apelando a múltiples medios para lograr la ininterrupción de la continuidad
pedagógica (desde el uso de correo electrónico, aulas virtuales como Classroom, impartir
clases de forma virtual mediante Zoom, entre otras). Es que, en parte, la pandemia y la
disposición del ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio), dejó al descubierto que
el mundo que la geografía escolar intentaba presentar, ya no tiene los mismos objetivos que
antaño, aun cuando los ropajes conceptuales sean semejantes.

Si bien la tecnología ha invertido algunos roles formativos, y ha desvanecido otros, es


a través de múltiples medios que hoy en día los estudiantes se aproximan y tienen
conocimientos de otras realidades, de nuevas problemáticas sociales, territoriales,
ambientales, que no se pueden interpretar ni explicar a partir de los clásicos contenidos de
la asignatura. Ante la realidad compleja y cambiante experimentada durante 2020 (y que
continua en el 2021), se requiere entender cómo se expresa la geografía para captar los
acontecimientos del presente, buscar otras perspectivas disciplinares y estrategias de
enseñanza, que permitan a los estudiantes comprender, contextualizar y explicar nuevos
fenómenos, a la vez que puedan imaginar otras realidades posibles. Como refiere
SoutoGonzález, “adquirir conocimientos en la escuela no aporta ningún beneficio si no se
aplican en situaciones de la vida cotidiana de los alumnos, como analizar de manera
profunda un problema público, hacer compras en el mercado, decidir dónde y cómo vivir,
comprender por qué persiste la desigualdad social dentro y fuera del país o reconocer los
cambios en el espacio cercano, entre otras.” (Souto González, 2011:182)

8
10. A modo de cierre
¿Es posible pensar en nuestra ciudad sin tener en cuenta su dimensión global? ¿Y no
es esta dimensión escalar, de lo local a lo global y viceversa, el núcleo duro de la geografía
contemporánea?
Un interrogante que concierne en este trabajo es: ¿Por qué estudiar geografía en
educación secundaria en el siglo XXI? Una respuesta concreta es la de Souto González:
porque las finalidades de la educación geográfica están estrechamente ligadas a la
explicación de los factores ocultos bajo situaciones injustas y/o desiguales.
Dicho esto, la Geografía de impronta social está en condiciones de aportar la
enseñanza de una serie de puntos de vista que resultan fundamentales para la
problematización del mundo narrado desde el aula de Geografía y que a su vez hacen a la
función social de ésta. En este sentido, las negociaciones y re-negociaciones sobre los
significados que se plantean desde allí para la explicación del mundo consiste en promover
diversas situaciones de enseñanza que fomenten el contraste de ideas y la discusión política
y cultural entre los profesores y los estudiantes. Ello, a los fines de que estos últimos puedan
alcanzar, de modo consensuado, conocimientos escolares legítimos y socialmente válidos.
Además del qué y el cómo, hay que hacer hincapié en el quién. Los docentes
debemos asumir que en el presente y futuro de la enseñanza de la Geografía es
fundamental que los alumnos construyan su conocimiento, resuelvan situaciones
problemáticas, participen y comenten sus opiniones en grupo; que los docentes sean
facilitadores y guías para los alumnos; que favorezcan un ambiente afectivo de confianza y
participación; que planeen y evalúen con base en el enfoque de la asignatura los
aprendizajes esperados y las orientaciones didácticas; que trabajen en situaciones reales y
cotidianas de los alumnos en su contexto; que los alumnos investiguen; que utilicen
diferentes recursos didácticos, entre ellos las TICS (teniendo en cuenta el contexto
sociocultural que atravesamos en los últimos dos años).
Para comprender el funcionamiento de las sociedades humanas en sus espacios, la
Geografía debe, a través de su enseñanza, dotar a los estudiantes de una serie de
herramientas, métodos, conceptos y valores, los cuales terminan por determinar la función
social que cumple la asignatura en el nivel secundario, tales como:
-Proporcionar y desarrollar en los estudiantes destrezas mentales e instrumentales básicas
para la comprensión de la realidad que lo rodea.
-Suministrar una serie de conceptos teóricos fundamentales para la comprensión de la
dinámica espacial de las sociedades.
-Generar la capacidad de identificar y analizar las nuevas dimensiones de las relaciones
entre el hombre y el medio, que cada día se hacen más complejas, debido a la enorme
capacidad que ha adquirido el hombre de modificar este último de manera considerable a
través del gran desarrollo tecnológico y científico alcanzado.
-Formar en los estudiantes un espíritu analítico, que les permita distinguir y comprender los
problemas reales de las sociedades y sus espacios, y asumir posturas críticas acerca de
posibles soluciones.

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Es muy importante potenciar la geografía escolar, pues frecuentamos un
comportamiento en el alumnado que esta intrínsecamente relacionado con los contenidos
impartidos y las metodologías utilizadas:ya no viven para el mañana, viven para el aquí y el
ahora. Este comportamiento, patrocinado por la inmediatez que los medios de
comunicación y de producción sostienen a través de la efímera existencia de sus productos,
en constante renovación, diversificación o creación. Además, surge aquí una disyuntiva
importante: la educación sigue intentando formar ciudadanos del mañana, mientras que las
expectativas de los jóvenes reducen, paulatinamente, su horizonte temporal. Si analizamos
los anteriores aportes que la geografía, como parte del proceso educativo, puede hacer a la
ciudadanía en general y a los estudiantes en particular, podemos concluir que esta disciplina
juega (y debe hacerlo) un papel destacado en la sociedad actual.
De esta manera, queda planteada quela función social de la enseñanza de la
geografía en el siglo XXI es incentivar el pensamiento crítico y creativo que deslinde al
educando de la memorización y repetición de nociones y conceptos, y orientarla hacia una
serie de cuestiones de relevancia social, para promover el desciframiento de las situaciones
cotidianas a partir de preguntas, indagaciones y/o cuestionamientos que desencadenen
acciones didácticas hacia la transformación de las ideas previas con las que en forma común
los alumnos interpretan su realidad, facilitando la reflexión y promoviendo la toma de
decisiones personales y comunitarias

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Bibliografía
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Buenos Aires como asunto político, ciudadano y cultural, período 2005-2012. Encuentro de
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