Medicine">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Materia 2

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

MATERIA 2:

ASPECTOS BÁSICOS DE LA ATENCIÓN


TEMPRANA

2.1. OBJETIVOS Y PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA


ATENCIÓN TEMPRANA
El principal objetivo de la Atención Temprana es que los niños que
presentan trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos,
reciban, siguiendo un modelo que considere los aspectos bio-psico-
sociales, todo aquello que desde la vertiente preventiva y asistencial
pueda potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando
de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y
social, así como su autonomía personal. En el “Manual de Buenas Prácticas
de la Atención Temprana” creado por FEAPS (Confederación Española de
Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual) se
considera el objeto de intervención de la atención temprana como un
aspecto tridimensional.

Tabla 3: FEAPS

De este amplio marco se desprende el siguiente conjunto de


objetivos propios a la Atención Temprana:
1. Reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto
global del desarrollo del niño.
2. Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del desarrollo del
niño.
3. Introducir los mecanismos necesarios de compensación, de
eliminación de barreras y adaptación a necesidades específicas.
4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o
asociados producidos por un trastorno o situación de alto riesgo.
5. Atender y cubrir las necesidades y demandas de la familia y el
entorno en el que vive el niño.
6. Considerar al niño como sujeto activo de la intervención.

Una vez recorrido todo un proceso de actuación en las tres últimas


décadas, se plantean unos Principios Básicos, partiendo de las distintas
experiencias y modelos de actuación, que se consideran esenciales para
poder hablar de un Modelo de atención de calidad para la primera
infancia. Estos Principios Básicos son:
• Diálogo, participación e integración: implica un Modelo de Atención
Temprana en el que participan y colaboran todas las partes
implicadas en el proceso, es decir, familia, profesionales y sociedad.
• Gratuidad, universalidad e igualdad de oportunidades: conlleva la
necesidad de ofertar este servicio a toda la población que lo
necesite, y no privar de este derecho por, el lugar de nacimiento,
modelos políticos o distribución de recursos de la comunidad, lo que
permitiría una discriminación de unos niños frente o a otros.
• Interdisciplinariedad y cualificación profesional: a lo largo de los
últimos treinta años han ido afianzándose los programas de
Atención Temprana para las poblaciones con alto riesgo de
deficiencias. Del mismo modo, han ido creciendo las funciones,
competencias y ámbitos de actuación de los profesionales que
trabajan en este campo, tanto en equipos como en centros de
desarrollo o en instituciones sanitarias o sociales.

Las intervenciones que se realizan con los niños en estas etapas son de
una gran complejidad, del mismo modo que, para llevarlos a cabo, se
requiere una alta cualificación para desarrollar su actividad con el
adecuado rigor.
• Coordinación entre las instituciones: es un trabajo esencial a
desarrollar en Atención Temprana y es una responsabilidad de todas
las instituciones que atienden al niño en esta etapa. Deben
coordinarse y conseguir una utilización óptima de los recursos, tanto
humanos como económicos, que posee cada una de las
administraciones para responder a la necesidad de atención de
estos niños. Dicha coordinación hace referencia tanto a los sectores
profesionales afectados como a las instituciones locales,
autonómicas o nacionales que tienen competencias en esta etapa.
• Descentralización: se deben organizar los servicios de forma que se
puedan atender todas sus necesidades en la zona en que el niño
desarrolla su vida, facilitando su acceso a los mismos en cada sector
geográfico.

Entendemos que este planteamiento supone un paso en este campo


de trabajo, que debe desarrollarse dentro de un marco común.
2.2. SUJETOS A LOS QUE SE DIRIGE LA
ATENCIÓN TEMPRANA

En la actualidad, incluye a niños con “Déficit”, “Discapacidad” y


“Minusvalía”, y niños con alto riesgo en los que puede llegar a instaurarse
una discapacidad, en general, son incluidos en los programas de
prevención primaria dentro de una política general de protección de la
infancia. Esto ha supuesto un gran paso adelante en la calidad de los
servicios de AT, el establecer estos tres niveles de intervención y
prevención en dicha disciplina. En este sentido, resulta importante
destacar que no todos los niños que reciben tratamiento de AT presentan
discapacidad y minusvalía, según se entiende en el Real Decreto
1971/1999, de 23 de diciembre, de procedimiento para el reconocimiento,
declaración y calificación del grado de minusvalía.

Se considera como sujetos susceptibles de recibir Atención


Temprana, a todos los niños/as entre cero y seis años que manifiesten
cualquier tipo de deficiencia y a los incluidos en el grupo de los
denominados de alto riesgo biológico y social, que quedarían incluidos en
los siguientes grupos.

2.2.1 Niños de alto Riesgo Biológico


En este grupo se incluirían niños prematuros de bajo peso, niños
procedentes de unidades de cuidados intensivos neonatales, niños que
han sufrido procesos de asfixia con semiología de alarma, etc. (Guralnick y
Bennett). Estos niños y sus familias necesitan apoyo y asesoramiento. Con
los programas de Atención Temprana se trata de mitigar actitudes
negativas de ansiedad o de falta de competencias, por parte de los padres,
para asumir su función y responder adecuadamente a las necesidades de
su hijo. La inclusión en este viene determinada por la existencia de
determinados factores de riesgo biológico como son:

Recién Nacidos de Riesgo Neurológico

- Niños con peso menor del Percentil 10 para su edad gestacional o con
peso menor a 1500 gramos o de edad gestacional menos a treinta y dos
semanas.
- Test de APGAR menor de tres al minuto o menor de 7 a los 5 minutos.
- Recién nacidos con ventilación mecánica durante más de veinticuatro
horas.
- Hiperbilirrubinemia que precise exanguinotransfusión.
- Convulsiones neonatales.
- Sepsis, meningitis o encefalitis neonatal.
- Disfunción neurológica persistente (más de siete días).
- Daño cerebral evidenciado por ECO o TAC.
- Malformaciones del Sistema Nervioso Central.
- Neurometabolopatías.
- Cromosomopatías y otros síndromes dismórficos.
- Hijos de madres con patología mental y/o infecciones, y/o drogas que
puedan afectar al feto.
- Recién Nacido con hermano con patología neurológica no aclarada o con
factor de riesgo de recurrencia.
- Gemelo, si el hermano presenta riesgo neurológico.
- Siempre que el pediatra lo considere oportuno.

Recién Nacido de riesgo sensorial-visual

- Ventilación mecánica prolongada.


- Gran prematuridad.
- Recién Nacido con peso inferior a 1500 gramos.
- Hidrocefalia.
- Infecciones congénitas del Sistema Nervioso Central.
- Patología craneal, detectada por ECO/TAC.

Recién Nacido con Riesgo Sensorial Auditivo

- Hiperbilirrubinemia que precisa exanguinotransfusión.


- Gran Prematuridad.
- Recién Nacidos inferior a 1500 gramos.
- Infecciones congénitas del Sistema Nervioso Central.
- Ingesta de aminoglucósidos durante un periodo prolongado o con niveles
plasmáticos elevados durante el embarazo.
- Síndromes malformativos con compromiso de la audición.
- Antecedentes familiares de hipoacusia.
- Infecciones postnatales del Sistema Nervioso Central.
- Asfixia severa.
Tabla 4: GAT (2005)

2.2.2 Niños en situación de riesgo socio-ambiental


Nos referimos en este punto a aquellos niños que proceden de un
ambiente con bajo estatus socioeconómico, con ausencia de
padres/madre, abandonados o cuando la madre es un adolescente o
padece algún problema de salud mental. La valoración ambiental y familiar
se debe planificar adecuadamente desde el primer momento, incluso
antes de la actuación con el niño. Es por eso que el objetivo básico de la
Atención Temprana sería en la medida de lo posible, paliar las deficiencias
que pudieran padecer estos niños por sufrir carencias afectivas, culturales
o económicas. Es decir que los programas de Atención Temprana actuarían
como una educación compensatoria, tratando de hacer frente a los
factores, que, desde el nacimiento, van a diferenciar el futuro desarrollo
del niño.
El riesgo sociofamiliar es valorado siempre, ya que es quizás la
variable de riesgo que más afecta a la mortalidad perinatal aguda y
también a la morbilidad perinatal a largo plazo. Los criterios de riesgo que
deben ser seguidos son:
-Acusada privación económica.
-Embarazo accidental traumatizante.
-Convivencia conflictiva en el núcleo familiar.
-Enfermedades graves/exitus.
-Alcoholismo/drogadicción.
-Prostitución.
-Delincuencia/encarcelamiento.
-Madres adolescentes.
-Sospecha de malos tratos.
-Niños acogidos en hogares infantiles.
-Familias que no cumplimentan los controles de salud
repetidamente.

2.2.3 Niños con Alteraciones o Minusvalías Documentadas


Se incluyen niños con alteraciones o discapacidades del tipo
cognitivo de la movilidad, de la comunicación o sensoriales y también
niños con necesidades transitorias o permanentes originadas por
alteraciones en el desarrollo o por deficiencias. En estos casos se trata de
iniciar la intervención educativa desde el mismo momento del nacimiento
o desde el momento que se detecta el déficit. Así se facilita la integración
al Sistema Educativo ordinario, y se pretende evitar la aparición de
secuelas asociadas a su deficiencia y que pueden interferir en su futuro.
Algunos trastornos y alteraciones en el desarrollo son:
-Trastorno en el desarrollo motriz.
-Trastorno en el desarrollo cognitivo.
-Trastorno en el desarrollo del lenguaje.
-Trastorno en el desarrollo sensorial.
-Trastorno generalizado del desarrollo.
-Trastorno de la conducta.
-Trastornos emocionales.
-Trastornos en el desarrollo de la expresión somática.
-Retraso Evolutivo.
2.3. NIVELES DE PREVENCIÓN EN ATENCIÓN
TEMPRANA
Al hablar de prevención hacemos referencia a todo aquello que se
hace con el objetivo de disminuir la incidencia de una enfermedad o
trastorno en una determinada población, reduciendo de este modo el
riesgo de que aparezcan nuevos casos. Estas intervenciones se concretan
en niveles de prevención, de manera que permitan eliminar o disminuir la
irrupción de una enfermedad, trastorno o deficiencia. La consecución de
estos objetivos es fundamental para evitar las patologías o las situaciones
de riesgo que provocan la aparición de las deficiencias. El Libro Blanco de
la Atención Temprana ha propuesto tres niveles de posible participación
de la AT en la atención a la infancia, los tres con responsabilidades e
intensidades diferentes:
- En las tareas de promoción y prevención primaria, contribuyendo a
las iniciativas dirigidas a la población infantil en general.
- En las actividades, más selectivas, de prevención secundaria
formando parte de los programas sanitarios, educativos y sociales
dirigidos a los grupos de riesgo.
- Finalmente, en la prevención terciaria, mediante la intervención con
niños con trastornos del desarrollo y sus familias, tarea en la que los
servicios especializados de AT asumen la máxima responsabilidad.

- Prevención Primaria
Todo aquello que se hace con el objeto de disminuir la incidencia de
una enfermedad o trastorno en una determinada población, reduciendo el
riesgo de que aparezcan nuevos casos. Su finalidad es evitar factores
relacionados con la deficiencia para disminuir el número de casos. Dentro
de la prevención primaria hay una serie de puntos básicos, a partir de los
cuales se pretende disminuir la tasa de casos de una población, actuando
antes que se produzca la enfermedad, es decir, antes de que los factores
que la producen hayan actuado. En relación con la Atención Temprana
actúa sobre objetos de altos riesgo que aún no han manifestado un déficit
o que no les han sido detectados. Cuando hablamos de prevención
primaria, se entiende como el conjunto de actuaciones encaminadas a la
protección de la salud, orientadas a promover el bienestar de los niños y
sus familias. Estas medidas tienen un carácter universal y su intención es la
de llegar a toda la población. Los planes de divulgación e información
previos al nacimiento de los niños, el consejo genético, control durante el
embarazo, preparación para el parto y el momento del parto, el cribado de
enfermedades metabólicas en el recién nacido, los planes de vacunación,
prevención de accidentes familiares, etc. desempeñan un papel
fundamental.

Los padres deben contar con una amplia información sobre todos
aquellos aspectos que pueden incidir negativamente sobre el buen
desarrollo de su hijo, durante el tiempo de gestación y en el momento del
parto. El permiso por maternidad o situaciones de acogida o adopción, así
como los derechos que recogen distintas normas vigentes, también
pueden incluirse en este nivel. Existen también una serie de programas en
el nivel de prevención primaria de acción social y de prevención primaria
en la escuela que completan las actuaciones en este nivel (Joffe y Albee,
1977).
Prevención Secundaria
Tiene como objeto el disminuir la existencia de una enfermedad en
una población, reduciendo su evolución y tiempo de duración al mínimo
tiempo posible. Intenta que, ante la probabilidad cierta de aparición de un
trastorno o enfermedad, se actué evitando o paliando al máximo sus
efectos sobre un sujeto en concreto. En este tipo de prevención tienen una
gran importancia las investigaciones encaminadas al conocimiento y modo
de actuar, de evolución y de transmisión de ciertas enfermedades, así
como de los sistemas para evitarlas. También reviste gran importancia el
desarrollo de técnicas que permitan detectar lo antes posible cualquier
tipo de anomalías. En este nivel se actúa antes de producirse la
enfermedad y su fin es procurar que, aunque los factores nocivos entren
en contacto con el niño, estos no le afecten, o bien se procura reducir la
evolución o el tiempo de la enfermedad al mínimo posible. Cuando hace,
referencia a la Atención Temprana la prevención se basa en la detección
precoz de las enfermedades, trastornos o situaciones de riesgo. Se
organiza a través de programas especiales dirigidos a colectivos
identificados en situación de riesgo, con riesgo de cromosomopatías,
programas para la detección precoz de enfermedades metabólicas, o de
hipoacusias, etc.

Dentro de las actuaciones en este nivel existen programas


específicos para el seguimiento de niños de alto riesgo, de los niños
nacidos con menos de 1,5 Kg, a través del cual se realiza el seguimiento en
niños nacidos con peso de menos de 1,5Kg hasta los dos años de edad. Del
mismo modo, los análisis generalizados que se hacen a los recién nacidos,
especialmente de sangre, permiten detectar enfermedades metabólicas
que de no ser tratadas adecuadamente provocarán deficiencias
irreversibles; la detección prenatal, que se realiza cuando la situación de la
pareja, historia familiar, edad de la madre o condiciones personales lo
aconsejan. Asimismo, existen en la actualidad varios procesos científicos
que nos permiten saber cómo se desarrolla el feto: Amnioscopia, latido
cardiaco, ecografía, etc., haciendo que se puedan eliminar o disminuir
aquellos factores que van a suponer una dificultad en su desarrollo, con
actuaciones incluso antes del nacimiento.
El diagnóstico precoz constituye un elemento básico de la
prevención. Se realiza para detectar anomalías en el mismo momento del
nacimiento, permitiendo que el niño pase automáticamente a la unidad
donde se efectúe un completo diagnóstico precoz por parte de los
distintos especialistas. Este diagnóstico suele incluir: Examen neurológico,
sensorial, psicopedagógico, pediátrico, entrevista con los padres y servicios
sociales.

Prevención Terciaria
En este nivel se pretende disminuir la incidencia de las
incapacidades crónicas de una población, procurando que las invalideces
funcionales, consecuencia de una enfermedad, sean lo menos posible. Su
propósito es reducir los efectos de una deficiencia. Trata de evitar que
empeoren las consecuencias de un determinado trastorno y comprende
todos los aspectos de la habilitación o rehabilitación, integración y
reinserción social. Trata de proporcionar bienestar social e individual de la
población sometida a una deficiencia o riesgo frente a la misma y a sus
familias. Se trata de evitar que empeoren las consecuencias propias del
trastorno ya existente, y que el desarrollo del niño no se deteriore más.
Las actuaciones de prevención terciaria en Atención Temprana son el
conjunto de acciones encaminadas, una vez se ha diagnosticado una
enfermedad o problema de salud, a minimizar las consecuencias y
secuelas del mismo. Se interviene para reducir al máximo los efectos de
una discapacidad en el niño.

Es aquí donde se sitúan en el primer momento los programas de


Atención Temprana, que se conocen en este momento como estimulación
precoz (1970). La Atención Temprana se encuentra dentro de la medicina
preventiva, por lo que su difusión tanto en lo referente a la formación de
personal como de mentalización de la sociedad, es importante para evitar
la aparición de la discapacidad.

También podría gustarte