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Trastornos Del Estado de Animo
Trastornos Del Estado de Animo
Trastornos Del Estado de Animo
Los trastornos del estado de ánimo (trastornos del humor) se conocen también
como trastornos afectivos. Afecto significa estado emocional, que se expresa a
través de gestos y expresiones faciales.
El diagnóstico del trastorno del estado de ánimo se realiza en los casos en que la
tristeza o la euforia son demasiado intensas, aparece acompañado de otros
síntomas característicos y de la limitación de la capacidad de llevar una vida normal
a nivel físico, social y laboral.
Si únicamente se sufre depresión, se denomina trastorno unipolar. Otros trastornos
del ánimo, llamados trastornos bipolares, incluyen episodios de depresión que
alternan con episodios de manía. La manía sin depresión (llamada manía unipolar)
es muy poco frecuente.
trastorno depresivo mayor
Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o una
duración suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una
disminución del interés o del placer despertado por las actividades. Se desconoce
la causa exacta, pero probablemente tiene que ver con la herencia, cambios en las
concentraciones de neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina
y factores psicosociales. El diagnóstico se basa en la anamnesis. En el tratamiento
se utilizan fármacos, psicoterapia o ambos y en ocasiones terapia electroconvulsiva
o estimulación magnética transcraneal rápida
etiología
Se desconoce la causa exacta de los trastornos depresivos, pero contribuyen
factores genéticos y ambientales.
La herencia da cuenta del 50% de la etiología (menos en la denominada depresión
de inicio tardío). Por lo tanto, la depresión es más frecuente entre los familiares de
primer grado de los pacientes con este cuadro; la concordancia entre gemelos
idénticos es alta. Además, los factores genéticos probablemente influyen en el
desarrollo de las respuestas depresivas a los eventos adversos.
También pueden estar implicados factores psicosociales. Las situaciones de estrés
mayor de la vida cotidiana, en especial las separaciones y las pérdidas, precede
habitualmente a los episodios de depresión mayor; sin embargo, estos
acontecimientos no suelen provocar depresión intensa de larga duración, excepto
en personas predispuestas a padecer un trastorno del estado de ánimo.
Depresión mayor (trastorno unipolar)
Los pacientes tienen un aspecto triste, con ojos llorosos, ceño fruncido, comisuras
de la boca hacia abajo, postura decaída, escaso contacto visual, ausencia de
expresión facial, pocos movimientos corporales y cambios en el habla (p. ej., voz
baja, falta de prosodia, uso de monosílabos). El aspecto puede confundirse con el
de una enfermedad de Parkinson. En algunos pacientes, el estado de ánimo
depresivo es tan profundo que se acaban las lágrimas; dicen que son incapaces de
sufrir las emociones habituales y sienten que el mundo se ha vuelto anodino y
apagado.
Para el diagnóstico de depresión mayor, ≥ 5 de los siguientes síntomas deben
haber estado presentes casi todos los días durante un período dado de 2 semanas,
y uno de ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de interés o placer:
Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día
Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o aumento del
apetito
Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o hipersomnia
Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el
mismo paciente)
Fatiga o pérdida de energía
Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o un plan
específico para suicidarse.
Trastorno depresivo persistente
Los síntomas depresivos que persisten durante ≥ 2 años sin remisión se clasifican
como trastorno depresivo persistente, una categoría que consolida trastornos
anteriormente denominados trastorno depresivo mayor crónico y trastorno distímico.
Para el diagnóstico de depresión mayor, ≥ 5 de los siguientes síntomas deben
haber estado presentes casi todos los días durante un período dado de 2 semanas,
y uno de ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o pérdida de interés o placer:
Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día
Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o aumento del
apetito
Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o hipersomnia
Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado por el
mismo paciente)
Fatiga o pérdida de energía
Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o un plan
específico para suicidarse
tratamiento
Numerosos ensayos controlados han demostrado que la psicoterapia, en particular
la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal, es eficaz en pacientes con
trastorno depresivo mayor, tanto para el tratamiento de los síntomas agudos como
para disminuir la probabilidad de recaída. Los pacientes con depresión leve tienden
a tener mejor pronóstico que aquellos con depresión más grave, pero la magnitud
de la mejora es mayor en las personas con depresión más grave.
epidemiología.
A nivel mundial, aproximadamente 350 millones de personas, uno de cada diez
adultos, sufre de depresión, y aproximadamente 60% de estos individuos no reciben
la ayuda necesaria, a pesar de que el tratamiento disminuye los síntomas en más
de 50% de los casos Según las estimaciones, la prevalencia del trastorno depresivo
mayor varía en todo el mundo, desde 3% en Japón hasta 16.9% en los Estados
Unidos de América. Para los demás países, el trastorno depresivo tiene una
prevalencia que va desde 8 a 12%
pronóstico
La duración esperada de un episodio depresivo mayor es de varios meses, a pesar
de que para realizar el diagnóstico sólo sean necesarias dos semanas consecutivas
de síntomas. Cuanto menos tiempo lleve la persona deprimida y antes se
diagnostique la depresión, mejor respuesta puede tener al tratamiento. Por tanto,
los pacientes que llevan unos pocos meses deprimidos cuando empiezan el
tratamiento tienen mayor probabilidad de responder al tratamiento que los que
llevan más de un año.
Cuando se recibe tratamiento adecuado, la recuperación del episodio depresivo se
inicia dentro de los tres meses siguientes al comienzo del tratamiento en uno de
cada tres pacientes. Este porcentaje aumenta a dos de cada tres pacientes si se
toma como referencia el plazo de un año. Uno de los factores que mejor predice
esta respuesta a los tratamientos es el tiempo que lleva la persona deprimida.
Cuanto menos tiempo lleve el paciente con depresión, mejor respuesta puede tener
a la medicación. Por este motivo, es muy importante consultar con un especialista
en salud mental, psiquiatra o psicólogo clínico, lo antes posible.
Prevención.
Hacer ejercicios: el deporte provoca la liberación de endorfinas, hormonas
indispensables para el bienestar.
Comer saludablemente: la alimentación es clave para una vida saludable.
Bien lo dice el dicho: “Mente sana en cuerpo sano”.
Tener hobbies y vida social: tener seres con quienes compartir nuestras
experiencias y dar y recibir afecto es básico. Los vínculos afectivos, son
indispensables para ser felices y desarrollar nuestras distintas facetas y
talentos, resulta crucial para crecer como personas.
TRASTORNO DISTÍMICO
La distimia es un trastorno depresivo persistente; es decir, un tipo de depresión
continua y crónica. Cursa con características similares, pero menos intensas que
las de la depresión mayor. Al sentir el paciente una sensación de desánimo
constante y perdurable en el tiempo puede afectar a las relaciones sociales y a sus
quehaceres diarios.
Epidemiología.
La distimia puede considerarse como un trastorno depresivo leve, pero crónico, que
afecta hasta el 3% de la población en cualquier comunidad.
Etiología
Las causas de la distimia pueden ser diversas, aunque no se conoce una causa
única o exacta:
Procesos químicos del cerebro. Los neurotransmisores son sustancias naturales del
cerebro que, posiblemente, desarrollen algún papel en la depresión. Según algunos
estudios los cambios en la función y el efecto de dichos neurotransmisores, y en
cómo interactúan con los neurocircuitos que se encargan de mantener la estabilidad
emocional, pueden jugar un papel esencial en la depresión y cómo tratarla.
Herencia. La distimia parece ser más común en pacientes cuyos familiares
también la sufren.
Sucesos de la vida. Puede que acontecimientos traumáticos (pérdida de
seres queridos, problemas de dinero o altos niveles de estrés), pueden
provocar distimia.
Sí que se calcula que más del 75% de afectados por distimia padecen otra
patología crónica.
Sintomatología.
El paciente no se siente optimista incluso en momentos de felicidad, lo que hace
que la gente le considere como pesimista o negativo y que se queja todo el tiempo.
Por lo tanto, los síntomas más comunes son:
Falta de interés en sus quehaceres diarios
Tristeza y sensación de vacío
Desesperanza
Falta de energía o cansancio excesivo
Baja autoestima
Dificultad para concentrarse
Fácil irritabilidad
Disminución de la eficacia, productividad y actividad
Aislamiento o evitación de las actividades sociales
Sentimiento de culpa y preocupación excesiva por hechos del pasado
Falta de hambre o, por el contrario, comer demasiado
Insomnio
El hecho de que la distimia sea un trastorno crónico hace que sobrellevar los
síntomas pueda ser difícil en algunos pacientes, por lo que una terapia y tratamiento
adecuado será esencial.
Diagnóstico.
Para un diagnóstico del trastorno depresivo persistente, la principal indicación para
un adulto difiere un poco de la de un niño:
Para un adulto, el estado de ánimo depresivo ocurre la mayor parte del día
durante dos o más años.
Para un niño, el estado de ánimo depresivo o la irritabilidad ocurre la mayor
parte del día durante al menos un año.
Los síntomas producto del trastorno depresivo persistente pueden variar de
acuerdo con el paciente. Cuando el trastorno depresivo persistente empieza antes
de los 21 años, se denomina comienzo temprano; si empieza a la edad de 21 años
o más, se denomina comienzo tardío.
Pronóstico.
La distimia puede mermar la calidad de vida del paciente, al ser crónica. A veces
puede que no pueda controlar los síntomas, y empeorar su situación. De ahí que
sea importante que reciba un tratamiento adecuado que le permita controlar su
estado emocional.
Tratamiento
Los dos tratamientos principales para el trastorno depresivo persistente son los
medicamentos y la terapia del habla (psicoterapia). El enfoque del tratamiento que
te recomiende el médico dependerá de factores como los siguientes:
Gravedad de los síntomas
Tu deseo de abordar problemas emocionales o transitorios que afectan tu
vida
Tus preferencias personales
Métodos de tratamientos anteriores
Tu capacidad para tolerar medicamentos
Otros problemas emocionales que puedas tener
La psicoterapia puede ser la primera recomendación para los niños y adolescentes
que padecen trastornos depresivos persistentes, pero eso depende de cada
persona. A veces, también se necesitan antidepresivos.
Prevención.
No hay ninguna medida que asegure al 100% que se pueda prevenir la distimia. Sí
que es un trastorno que suele desarrollarse ya en la niñez o adolescencia, por lo
que identificar a los niños que puedan sufrir depresión es importante. También se
pueden controlar los síntomas:
Controlar el estrés, para así aumentar la resiliencia y subir la autoestima.
Apoyarse en amigos y familiares, sobre todo en momentos de crisis, para
que puedan ayudar.
Buscar ayuda y tratamiento al inicio de los síntomas, para evitar que estos
empeoren.
No descartar la posibilidad de disponer de un tratamiento a largo plazo, para
evitar recaídas.
TRASTORNOS DISOCIATIVOS.
Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una desconexión
y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e
identidad. Una persona que sufre trastornos disociativos escapa de la realidad de
formas involuntarias y poco saludables, lo que causa problemas con el
funcionamiento diario.
Por lo general, los trastornos disociativos aparecen en reacción a un trauma y
ayudan a mantener los recuerdos difíciles controlados. Los síntomas, que pueden
ir de la amnesia hasta las identidades alternativas, dependen, en parte, del tipo de
trastorno que tengas. Los períodos de estrés pueden empeorar temporalmente los
síntomas, haciéndolos más evidentes.
Sintomatología común
Al haber varios trastornos disociativos, cada uno de ellos tiene síntomas
característicos. Sin embargo, sí que presentan sintomatología común:
Pérdida de memoria de ciertos períodos, eventos, personas o información
personal.
Sensación de estar despegado de uno mismo, física y emocionalmente.
Percepción de que alrededor es irreal y está distorsionado.
Estrés e incapacidad para hacerle frente.
Problemas relacionales, personales, laborales y en otras áreas vitales
importantes.
Depresión.
Ansiedad.
Pensamientos e intentos suicidas.
Prevalencia
La prevalencia de los trastornos disociativos se estima entre el 2 y 3% en la
población general, aunque hay estudios que apuntan al 10%. La disociación puede
darse en formas agudas o crónicas. Las probabilidades de que se den tras la
vivencia de un evento traumático son muy altas, cercano al 70% de los casos,
aunque lo normal es que los síntomas asociados duren como mucho unas semanas.
Amnesia disociativa
El síntoma principal es la pérdida de memoria, mucho más grave que un simple
olvido cotidiano, que no se puede justificar por la existencia de una enfermedad
neurológica previa.
La persona no es capaz de recordar información importante sobre sí misma, ni
tampoco sobre eventos vitales y personas relevantes, especialmente aquellos que
tienen que ver con el momento en el que se dio el evento traumático.
Trastorno de identidad disociativo
Este trastorno era conocido antes como “trastorno de personalidad múltiple”, y se
caracteriza por la alternancia entre diferentes personalidades. Es la forma más
severa y crónica de la disociación. Los cambios de personalidad suelen estar
motivados por algún efecto ambiental, sobre todo en situaciones estresantes. Es el
trastorno que sufre la protagonista de “The United States of Tara”.
La persona siente la presencia de dos o más personas en su mente, con
personalidades diferentes a la suya y que, en situaciones de estrés o ante la
presencia de ciertos activadores, una de esas personalidades la posee y se
convierte en ella. De todas formas, la personalidad principal, que suele
corresponderse con el nombre legal del paciente, no suele estar enterada de la
existencia de otras personalidades.
Trastorno de despersonalización-desrealización
En este trastorno se pueden dar una o las dos situaciones diferentes.
Prevención
No es posible prevenir estos trastornos, puesto que se trata de una patología que
aparece en motivo de un trauma o, simplemente, de repente sin saber cuál es su
causa exacta. Los principales factores de riesgo son el maltrato, abusos sexuales,
haber vivido una guerra, desastres naturales, torturas, etcétera.
TRASTORNO CICLOTÍMICO
El trastorno ciclotímico se caracteriza por períodos de hipomanía y mini depresión
que duran unos días, siguen un curso irregular y no son tan graves como un
trastorno bipolar; estos períodos con sintomatología deben ocurrir por más de la
mitad de días durante un período ≥ 2 años. El diagnóstico es clínico y se basa en
los antecedentes. El tratamiento consiste principalmente en educación, aunque
algunos pacientes con deterioro funcional requieren terapia farmacológica.
Epidemiología
Entre un 3 y un 10% de los pacientes psiquiátricos tratados ambulatoriamente
pueden presentar un trastorno ciclotímico. En la población general, la
prevalencia en la vida del trastorno se ha estimado en un 1%, igual que con el
trastorno bipolar I, los pacientes pueden tener conciencia de un problema
psiquiátrico. El trastorno psicológico coexiste con frecuencia con el trastorno
límite de la personalidad. Se ha estimado que un 10% de pacientes ambulatorios
y un 10% de pacientes ingresados por un trastorno límite de la personalidad
presentan a la vez un trastorno ciclotímico.
Etiología
Algunos investigadores han postulado que el trastorno ciclotímico está más
relacionado con el trastorno límite de la personalidad que con los trastornos del
estado de ánimo.
Sintomatología
Los signos y síntomas de los altos ciclotímicos pueden ser:
Sensación exagerada de felicidad o bienestar (euforia)
Optimismo extremo
Autoestima excesiva
Hablar más de lo habitual
Juicio deficiente que puede causar una conducta de riesgo o elecciones
imprudentes
Frenesí de ideas
Conducta irritable o alterada
Actividad física excesiva
Mayor deseo para realizar o lograr objetivos (sexuales, sociales o
relacionados con el trabajo)
Menor necesidad de dormir
Tendencia a distraerse fácilmente
Incapacidad para concentrarse
Diagnóstico
Los problemas matrimoniales y la inestabilidad en las relaciones son quejas
comunes por las que los pacientes con este trastorno son con frecuencia
promiscuos e irritables. Cuando pasan por estados hipomaníacos o mixtos
existen casos de incremento de la productividad y la creatividad cuando los
pacientes están hipomaníacos, pero la mayoría de los clínicos observan que sus
pacientes se convierten en desorganizados e ineficaces en el trabajo y en la
escuela cuando atraviesan estos periodos. Los criterios establecen la presencia
más o menos constante de los síntomas durante 2 años o 1 año para niños y
adolescentes.
Pronóstico
El trastorno ciclotímico progresa hasta presentarse trastorno bipolar en menos de la mitad de
las personas afectadas. En otras, la ciclotimia continúa como una afección crónica o desaparece
con el tiempo.
Tratamiento
Los tratamientos para este trastorno incluyen medicamentos estabilizadores del
estado de ánimo, antidepresivos, psicoterapia o alguna combinación de estos tres
tratamientos.
Algunos de los estabilizadores del estado de ánimo utilizados con más frecuencia
son el litio y los anticonvulsivos.
Comparado con el trastorno bipolar, algunas personas con ciclotimia pueden no
responder igual de bien a los medicamentos.
Prevención
No existe una manera segura de evitar la ciclotimia. Sin embargo, recibir tratamiento
tan pronto se indica un trastorno de salud mental puede ayudar a evitar que la
ciclotimia empeore. El tratamiento preventivo a largo plazo también puede ayudar a
evitar que los síntomas leves se conviertan en episodios completos de manía,
hipomanía o depresión mayor.
TRASTORNOS DE SÍNTOMAS SOMÁTICOS Y OTROS RELACIONADOS
El trastorno de síntomas somáticos (TSS) se presenta cuando una persona siente
una ansiedad extrema exagerada a causa de síntomas físicos. La persona tiene
pensamientos, sensaciones y comportamientos tan intensos relacionados con los
síntomas que siente que no puede hacer algunas de las actividades de su vida
diaria. Ellos pueden creer que los padecimientos médicos cotidianos son mortales.
Esta ansiedad puede no mejorar a pesar de los resultados normales del examen y
de la confirmación del proveedor de atención médica.
Una persona con TSS no finge sus síntomas. El dolor y los demás problemas son
reales. Pueden ser provocados por un padecimiento de salud. A menudo, no se
puede encontrar una causa física. Sin embargo, el problema principal es la reacción
extrema y los comportamientos relacionados con los síntomas.
Etiología
El TSS generalmente comienza antes de los 30 años. Se presenta más
frecuentemente en las mujeres que en los hombres. No está claro por qué algunas
personas presentan esta afección. Ciertos factores pueden estar involucrados:
Tener perspectivas negativas
Ser más sensible física y emocionalmente al dolor y otras sensaciones
Antecedentes familiares o educación
Genética
Las personas que tienen antecedentes de maltrato físico o abuso sexual pueden
ser más propensas a padecer este trastorno. Pero no todas las personas con TSS
tienen una historia de maltrato.
Sintomatología
Los síntomas físicos que se pueden presentar con el TSS pueden incluir:
Dolor
Fatiga o debilidad
Dificultad respiratoria
Los síntomas pueden ir de ligeros a severos. Puede ser uno o más síntomas. Estos
pueden ser intermitentes o cambiar. Los síntomas pueden deberse a una afección,
pero también es posible que no tengan ninguna causa clara.
El síntoma principal del TSS es la manera en la que una persona se siente y se
comporta en respuesta a estas sensaciones físicas. Estas reacciones deben
persistir por 6 meses o más. Una persona con este trastorno puede:
Sentir ansiedad extrema con respecto a los síntomas
Sentir preocupación por que los síntomas ligeros sean una señal de una
enfermedad grave
Acudir al médico para realizarse múltiples pruebas y procedimientos, pero no
creer en los resultados
Sentir que el médico no toma sus síntomas con la seriedad suficiente o no
ha hecho un buen trabajo para tratar el problema
Pasar demasiado tiempo y energía lidiando con inquietudes médicas
Tener problemas para funcionar debido a sus pensamientos, sentimientos y
comportamientos sobre los síntomas
Diagnóstico
Los síntomas deben ser muy molestos o perjudiciales para la vida diaria durante >
6 meses y deben estar relacionados con al menos uno de los siguientes:
Pensamientos desmedidos y persistentes acerca de la gravedad de los
síntomas
Una alta y persistente ansiedad por la salud o los síntomas
Excesivo tiempo y energía dedicados a los síntomas o problemas de salud
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es controlar sus síntomas y ayudarle a funcionar en la
vida.
Tener una relación de apoyo con su proveedor es vital para su tratamiento.
Usted debe tener solo un proveedor de atención primaria. Esto le ayudará a
evitar que le hagan exámenes y procedimientos innecesarios.
Visite a su proveedor regularmente para revisar los síntomas y cómo los está
enfrentando.
También es posible que visite a un profesional en salud mental (terapeuta). Es
importante que consulte a alguien que tenga experiencia en el tratamiento del TSS.
La terapia conductual cognitiva (TCC) es un tipo de psicoterapia que puede ayudar
a tratar este trastorno. Trabajar con un terapeuta puede ayudarle a aliviar el dolor y
otros síntomas. Durante la terapia, usted aprenderá a:
Analizar sus sentimientos y creencias sobre la salud y sus síntomas
Encontrar maneras de reducir el estrés y la ansiedad relacionadas con los
síntomas
Dejar de concentrarse tanto en sus síntomas físicos
Reconocer lo que parece empeorar el dolor u otros síntomas
Prevención
La asesoría puede ayudar a las personas que son propensas a este trastorno a
aprender otras maneras de hacerle frente al estrés. Esto puede ayudar a reducir la
intensidad de los síntomas.
TRASTORNOS RELACIONADOS CON TRAUMAS Y FACTORES DE ESTRÉS
Los trastornos relacionados con el trauma y el estrés son reacciones psicológicas
graves que se desarrollan en algunos individuos después de la exposición a un
evento traumático o estresante, como la negligencia infantil, el abuso físico/sexual
infantil, el conflicto armado, la agresión física, la agresión sexual, el desastre natural,
un accidente o la tortura.
Epidemiología
Determinar la prevalencia de los trastornos relacionados con el trauma puede ser
difícil porque se desencadenan por la exposición a un evento traumático o
estresante específico. Se cree que el RAD y el trastorno de relación social
desinhibida son poco frecuentes en la población general y afectan a menos del 1%
de los niños menores de cinco años.
Se estima que la prevalencia durante la vida del PTSD (TEPT, por sus siglas en
español) en los Estados Unidos es del 8,7% de la población. El PTSD ocurre más
comúnmente en mujeres que en hombres y puede ocurrir a cualquier edad. La
prevalencia del trastorno de estrés agudo varía según el evento traumático.
Etiología
Los médicos no están seguros de la razón por la que algunas personas presentan
el trastorno de estrés postraumático. Al igual que con muchos problemas de salud
mental, el trastorno de estrés postraumático probablemente sea causado por una
combinación compleja de:
Experiencias estresantes, entre ellas la cantidad y gravedad de los traumas
que hayas atravesado en tu vida
Riesgos de problemas mentales hereditarios, tales como un riesgo elevado
de sufrir ansiedad y depresión
Características hereditarias de la personalidad —a menudo denominada
temperamento
La forma en la que el cerebro regula las sustancias químicas y las hormonas
que el organismo libera en respuesta al estrés
Sintomatología
SÍNTOMAS DE INTRUSIÓN
Los síntomas de intrusión incluyen recuerdos, pensamientos y sueños
recurrentes, involuntarios y angustiosos del evento traumático. El individuo
también puede experimentar flashbacks, una experiencia disociativa en la
que siente o actúa como si el evento traumático se repitiera.
SÍNTOMAS DE EVASIÓN
Los síntomas de evasión son los esfuerzos que se hacen para evitar
recordatorios internos (recuerdos, pensamientos, sentimientos) y/o externos
(personas, lugares, situaciones) del evento traumático. La preocupación por
evitar los sentimientos y estímulos relacionados con el trauma puede
convertirse en un foco central de la vida del individuo.
Tratamiento
El tratamiento exitoso de los trastornos relacionados con el trauma generalmente
requiere tanto medicamentos como alguna forma de psicoterapia.
INHIBIDORES SELECTIVOS DE LA RECAPTACIÓN DE SEROTONINA (SSRI)
Estos medicamentos antidepresivos impiden que la neurotransmisora serotonina (5-
HT) sea reabsorbido en las células cerebrales. Actualmente, solo los SSRI Zoloft
(sertralina) y Paxil (paroxetina) están aprobados por la Administración de Alimentos
y Medicamentos para el tratamiento del PTSD.
PSICOTERAPIA
Se ha demostrado que dos formas de terapia cognitivo-conductual centrada en el
trauma (TF-CBT) son eficaces para tratar los trastornos relacionados con el trauma.
La terapia de exposición prolongada es una variante eficaz de la CBT que trata tanto
la ansiedad como los trastornos relacionados con el trauma. El terapeuta crea un
ambiente seguro para «exponer» al paciente a las cosas que teme y evita. La
exposición a objetos, actividades o situaciones temidas en un ambiente seguro
ayuda a reducir el miedo y disminuir la evasión.
TRASTORNO DE APEGO REACTIVO (RAD)
El trastorno del Apego Reactivo (RAD, por sus siglas en inglés) se caracteriza por
problemas graves en el apego emocional a los demás. Estos niños rara vez buscan
consuelo cuando están angustiados y son mínimamente sensibles emocionalmente
a los demás. El RAD es el resultado de un patrón de cuidado insuficiente o
negligencia emocional que limita las oportunidades del bebé para formar relaciones
de apego estables.
TRASTORNO DE RELACIÓN SOCIAL DESINHIBIDA
El Trastorno de Relación Social Desinhibida se caracteriza por un patrón de
comportamiento que involucra un comportamiento culturalmente inapropiado y
demasiado familiar con adultos desconocidos y extraños. Este trastorno es el
resultado de un patrón de cuidado insuficiente o negligencia emocional que limita
las oportunidades del bebé para formar relaciones de apego estables.
TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (PTSD)
El trastorno de estrés postraumático se caracteriza por una angustia psicológica
significativa que dura más de un mes después de la exposición a un evento
traumático o estresante. Los síntomas de todas las categorías discutidas
anteriormente deben estar presentes.
TRASTORNO DE ESTRÉS AGUDO
El trastorno de estrés agudo es similar al PTSD, pero la duración de la angustia
psicológica dura sólo de tres días a un mes después de la exposición a un evento
traumático o estresante.
TRASTORNO DE ADAPTACIÓN
Los trastornos de adaptación se caracterizan por el desarrollo de síntomas
emocionales o conductuales en respuesta a un factor estresante identificable (por
ejemplo, problemas en el trabajo, ir a la universidad). Los síntomas del trastorno de
la adaptación deben presentarse dentro de los tres meses posteriores al evento
estresante. Los síntomas no persisten más de seis meses.