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Rosario Eucaristico

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ORACIONES PARA ANTES DEL ROSARIO

Buenas Noches Familia del Santo Rosario, Red mundial cristiana de oración, Grupos
adheridos, Rosario Viviente Universal Santa Filomena y casas Misioneras
Queridos hermanos, que la paz del señor sea con todos nosotros.
Amén
Damos inicio al Santo Rosario.
Nos hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia del señor, Rezamos el
Pésame y el Credo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
VEN ESPIRITU SANTO
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón
inmaculado de María tu amadísima esposa.
PEDIMOS POR
La Virgen María nos pide rezar el Rosario Diariamente por las Siguientes intensiones:
Que el señor tenga misericordia con el mundo entero y que el mundo entero responda a su
llamado de conversión.
Que el hombre se entregue totalmente a Dios y no deje pasar este momento tan especial.
Por la paz del Mundo.
Por la nomina de la cadena mundial de Oración, Amor y Fe, que reúne a los 17 grupos de
todo el mundo.
Por todas las intenciones que no han sido consideradas y que no alcanzaron a ser incluidas
aquí.
Por la santificación de todos los sacerdotes del mundo, consagrados, religiosos y
servidores, especialmente por los sacerdotes por la vida y los que forman parte de Red
mundial cristiana de oración y Rosario Viviente Santa Filomena, en especial por: Humberto
Ayala,Dennis Doren Lahr, Felipe Capaña, Miguel Angel, Salvador Gómez, Gabriel Torrens,
Héctor Montiel Mario, Héctor Aguinagalde, Humberto Rico, Rafael, Gregorio, Lorenzo,
Eduardo, Odilio, Oscar, Juan Fernández del Río, Cristian del Río, Alonzo Marín Wilmer
Calderón, Helio Páez, El fraile Mauricio Morales,padre Iván kolodiy,  el santo padre el Papa
Francisco, por todos los sacerdotes y cardenales del mundo.
Por todos los integrantes, RMCO, RVU,  por nuestras necesidades espirituales, materiales y
físicas, por nuestra conversión y la de nuestras familias.
Por la conversión de todos los pecadores del mundo, en especial los que están a favor del
aborto.
Por todos los niños del mundo para que Dios les conserve su pureza e inocencia.
Por los maltratados, especialmente los niños maltratados.
Por todos los secuestrados del mundo y sus familias.
Por todas las familias del mundo, por la paz de los hogares y por los matrimonios en riesgo
de separación.
Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Por todos los enfermos y por todos sus cuidadores y amigos, para que la fuerza del Espíritu
Santo les ayude a sobrellevar la enfermedad.
Por todas las personas que sufren, por los pobres, los que se sienten solos y por todos los
enfermos: para que con ayuda de la luz de Cristo encuentren las fuerzas para afrontar el
sufrimiento y los demás sepamos acompañarlos.
Por todos los cristianos perseguidos en todo el mundo.
Por las almas más abandonadas y olvidadas a las cuales nadie recuerda.
Por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina
Justicia, el eterno descanso de las almas del purgatorio.
Por la paz en Tierra Santa, en todos nuestros países y en todo el mundo.
Por todas las personas que rezan esta oración, por sus necesidades personales, físicas y
espirituales.
Por nuestros hermanos, los que no creen. Por los que dudan. Para que estas 365
oportunidades transformadas en días, sean la oportunidad para mover sus corazones
indiferentes y busquen a Dios.
PETICIONES DE LA PÁGINA Y/O:
Por todas y cada una de las peticiones escritas en Red mundial cristiana de oración, Rosario
Viviente Universal Santa Filomena ULRA. Por los que las piden y por los que están en la
petición, cubre Señor a todos ellos y concédeles esa petición, si están de acuerdo a tu plan.
Amén
SEÑAL DE LA CRUZ.-
Por la señal dela Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en Presencia de Dios y para que la oración llegue al cielo, pedimos
humildemente perdón al señor por nuestras faltas.
Te pedimos Espíritu Santo, que nos inundes con tu amor y te hagas presente en nuestros
corazones al rezar este hermoso Rosario a María. Amén
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES.-
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de
Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia
católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y
la vida eterna. Amén
PÉSAME.-      
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí;
pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como Tú;
antes querría haber muerto que haberle ofendido,
y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia,
no pecar mas y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén
3 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén

1º Misterio: La multiplicación de los panes. 


Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.


Guía:”En aquellos días, Jesús y sus apóstoles se retiraron en una barca a un lugar solitario para
descansar. Pero muchos los siguieron desde todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Al
llegar, Jesús sintió compasión de aquella muchedumbre y se puso a enseñarles muchas cosas.
Era ya una hora muy avanzada cuando los discípulos se le acercaron y le dijeron: ‘Ya se hace muy
tarde. Despídelos para que vayan a sus aldeas y puedan comer’. Jesús les contestó: ‘Dénles
ustedes de comer’. Los disípulos preguntaron alarmados: ‘¿De dónde vamos a sacar para darle de
comer a tanta gente? Tan sólo tenemos cinco panes y dos peces’. Entonces Jesús ordenó a la
multitud que se sentara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al
cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los repartió entre los discípulos para que los fueran
sirviendo. También repartió los peces. Todos comieron hasta saciarse, y con lo que sobró se
llenaron doce canastos. Los que comieron los panes fueron unas cinco mil personas.” (Mc 6,31-44)

En la multiplicación de los Panes, Jesús quiere mostrarnos que el Pan que El nos va a regalar en la
Eucaristía es para todos y cada uno de nosotros, para todos los que quieran recibirlo. Sin embargo,
muchas veces despreciamos ese grandísimo regalo que El nos ha dejado y lo dejamos solo en el
Sagrario, o esperando en la mesa a ser comido por nosotros. Vamos a aprovechar este momento
para pedirle perdón por nuestra indiferencia, respondiendo a cada oración: “Ten misericordia de
nosotros”.

•      Por nuestra indiferencia a Tí, que estás presente en cada comunión, te decimos…”Ten
misericordia de nosotros”.

•      Por nuestras distracciones y faltas de atención en la Misa de cada domingo, te decimos…”Ten
misericordia de nosotros”.

•      Por tantas comuniones que hemos recibido sin estar en gracia de Dios, te decimos…”Ten
misericordia de nosotros”.

•      Por nuestras faltas a la Misa dominical y por el abandono de la confesión y la comunión
frecuente, te decimos…”Ten misericordia de nosotros”.

•      Porque muchas veces nos olvidamos de Tí, Señor, te decimos…”Ten misericordia de
nosotros”.

•      Por tantas veces que, pudiendo haberte venido a visitar, te dejamos solo en el Sagrario, te
decimos…”Ten misericordia de nosotros”.
•      Por tantas veces que no quisimos ver tu luz y compartir el banquete de la Eucaristía, te
decimos…”Ten misericordia de nosotros”.

•      Por no dar testimonio de tu amor entre nuestros amigos y familiares, te decimos…”Ten
misericordia de nosotros”.

•      Por todas las veces que pudimos ayudar a que alguien se acercase a Tí en la Eucaristía, y no
lo hicimos, te decimos…”Ten misericordia de nosotros”.

•      Por todos que en Tí no creen, no te adoran, ni te aman, te decimos…”Ten misericordia de


nosotros”.

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén

Oh Maria , Madre de la Eucaristía, haz que yo ame a vuestro Hijo Jesús, presente en el Sagrario,
sin cesar, noche y día. Bendito y Alabado sea por siempre el Santísimo Sacramento.

JACULATORIA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente; os ofrezco el
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los
Tabernáculos
del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es
ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de
María os pido por la conversión de los pobres pecadores.

2º Misterio: Jesús nos dice que El es el Pan de Vida. 


Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

“En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: ‘¿Qué debemos hacer para obrar como Dios
quiere?’. Jesús les respondió: ‘La obra de Dios consiste en que crean en Aquel que El ha enviado’.
Ellos entonces le dijeron: ‘¿Y qué señal nos das Tú para que viéndola creamos en Tí? Nuestros
padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del Cielo les dio a comer’ Jesús
les respondió: ‘En verdad, en verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi
Padre el que les da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da
vida al mundo’. Entonces le dijeron: ‘Señor, danos siempre de ese pan’. Y Jesús les contestó: ‘´Yo
soy el Pan de la Vida. El que venga a mí no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca
sed’.” (Jn 6,28-35)

Guía: Jesús nos dice que la obra de Dios consiste en que creamos en Aquel que el Padre ha
enviado. Jesús nos dice que El es el Pan Vivo que ha bajado del Cielo, El es en quien debemos
creer para agradar al Padre. Expresemos nuestra fe en Jesucristo respondiendo a cada oración:
‘En Tí creemos, Señor’.
•      Porque creemos, Jesús, que Tú eres el Pan Vivo que ha bajado del Cielo, te decimos… ‘En Tí
creemos, Señor’.

•      Porque creemos, Jesús, que Tú estás realmente presente en el Pan y el Vino que recibimos
en la Eucaristía, te decimos… ‘En Tí creemos, Señor’.

•      Porque creemos que en cada Eucaristía revivimos tu Pasión, Muerte y Resurrección, te
decimos… ‘En Tí creemos, Señor’.

•      Porque creemos Señor, que si comemos tu Cuerpo y bebemos tu Sangre tendremos Vida
Eterna, te decimos… ‘En Tí creemos, Señor’.

•      Porque creemos Señor Jesús, que tu Carne es verdadera comida, y tu Sangre es verdadera
bebida, te decimos… ‘En Tí creemos, Señor’.

•      Porque creemos Jesús, que al recibirte en la Eucaristía nos hacemos uno contigo y con tu
Padre, te decimos… ‘En Tí creemos, Señor’.

•      Porque creemos Señor, que al compartir la Eucaristía nos unimos a toda la Iglesia en un solo
cuerpo, te decimos… ‘En Tí creemos, Señor’.

Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El,
que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Jesucristo, danos de este pan.

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

10 AVEMARÍA.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén

JACULATORIA
Oh Maria, Madre de la Eucaristía, haz que yo ame a vuestro Hijo Jesús, presente en el Sagrario,
sin cesar, noche y día. Bendito y Alabado sea por siempre el Santísimo Sacramento.

JACULATORIA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente; os ofrezco el
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los
Tabernáculos

del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es
ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de
María os pido por la conversión de los pobres pecadores.

3º Misterio: Jesús nos promete que quien come su Cuerpo y bebe su Sangre, tendrá la Vida
Eterna.
Guía: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.


“En aquellos días, Jesús enseñaba a las muchedumbres diciendo: ‘En verdad, en verdad les digo:
El que cree tiene vida eterna. Yo soy el Pan de la Vida. Sus padres comieron el maná en el
desierto y murieron. Este Pan que baja del Cielo es para que quien lo coma no muera. Yo soy el
Pan Vivo bajado del Cielo. El que coma de este pan, vivirá eternamente. El que come mi carne y
bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día’.” (Jn 6, 47-51a.54)

Al dejarnos el regalo de su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía, Jesús nos dejó también la esperanza
en que no moriremos jamás. Sembró en nosotros la confianza de que si comemos su Cuerpo y
bebemos su sangre, tendremos Vida Eterna. Vamos a manifestar nuestra confianza en la promesa
de Jesús, respondiendo a cada oración: “En tí confiamos Señor”.

•      Porque Tú nos prometiste que quien come tu cuerpo y bebe tu sangre tiene Vida Eterna, te
decimos… “En tí confiamos Señor”.

•      Porque todos los domingos nos das la oportunidad de comulgar, y de hacernos parte de Tí, te
decimos… “En tí confiamos Señor”.

•      Porque tu misericordia dura para siempre, eres compasivo y lento para el enojo, te
decimos… “En tí confiamos Señor”.

•      Porque en momentos de soledad y amargura levantamos nuestro grito al cielo y tenemos
plena seguridad de tu presencia, Señor, te decimos… “En tí confiamos Señor”.

•      Porque sabemos que Tú nos resucitarás en el último día, te decimos… “En tí confiamos
Señor”.

•      Porque quisiste quedarte entre nosotros hecho pan y vino para acompañarnos y darnos
fuerza, te decimos… “En tí confiamos Señor”.

•      Porque nos prometiste que estarás con nosotros hasta el fin de los tiempos, te decimos… “En
tí confiamos Señor”.

Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El,
que lo adoremos y que lo amemos.

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

10 AVEMARÍA-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén

GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén

Oh Maria, Madre de la Eucaristía, haz que yo ame a vuestro Hijo Jesús, presente en el Sagrario,
sin cesar, noche y día. Bendito y Alabado sea por siempre el Santísimo Sacramento.

JACULATORIA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente; os ofrezco el
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los
Tabernáculos

del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es
ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de
María os pido por la conversión de los pobres pecadores.
4º Misterio: Jesús nos anuncia que al comer su Cuerpo y beber su Sangre, nos hacemos
uno con El, y El se hace uno con nosotros.
Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

R: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: “En aquellos días, Jesús enseñaba a las muchedumbres diciendo: ‘Mi carne es verdadera
comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en
mí y yo en él. Al igual que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que
me coma vivirá por mí.’.” (Jn 6,55-57)

Guía: Jesús nos enseñó que por medio de la Eucaristía nos hacemos uno con El , y El se hace uno
con nosotros. Esto nos llena de alegría porque Dios mismo nos permite sentir su presencia dentro
de nosotros, y esta alegría nos mueve a alabarlo desde lo más profundo de nuestro ser. Nos
unimos a la alabanza respondiendo a cada oración: “Te alabamos Señor”.

•      Porque estás ahí presente en la Eucaristía, queremos decirte…”Te alabamos Señor”.

•      Porque te haces uno con nosotros y nos permites ser uno contigo en la Eucaristía, queremos
decirte…”Te alabamos Señor”.

•      Porque por medio de la Eucaristía haces que todos seamos uno en la Iglesia, queremos
decirte…”Te alabamos Señor”.

•      Por el amor de tu entrega en la Cruz para salvarnos y darnos Vida Eterna, queremos
decirte…”Te alabamos Señor”.

•      Porque en los momentos de sufrimiento y de vacío en nuestra alma, Tú nos alimentas y nos
das vida con el pan divino de la Eucaristía, queremos decirte…”Te alabamos Señor”.

•      Porque contigo se alegra nuestro corazón, queremos decirte…”Te alabamos Señor”.

•      Porque al recibirte inundas nuestras almas de una profunda alegría, queremos decirte…”Te
alabamos Señor”.

•      Porque al recibirte en la Eucaristía, sanas las heridas de nuestra alma, queremos decirte…”Te
alabamos Señor”.
Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El,
que lo adoremos y que lo amemos.

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.-

10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.-

GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén

Oh Maria, Madre de la Eucaristía, haz que yo ame a vuestro Hijo Jesús, presente en el Sagrario,
sin cesar, noche y día. Bendito y Alabado sea por siempre el Santísimo Sacramento.

JACULATORIA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente; os ofrezco el
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los
Tabernáculos

del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es
ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de
María os pido por la conversión de los pobres pecadores.
5º  Misterio: La institución de la Eucaristía en la Ultima Cena.
Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. R: Sea por siempre bendito y
alabado, Jesús Sacramentado.

Guía: “Sabiendo Jesús que iba a ser entregado, reunió a los Doce para cenar. Mientras estaban
comiendo, Jesús tomó pan y lo bendijo, lo partió, y dándoselo a sus discípulos dijo: ‘Tomen y
coman, éste es mi Cuerpo’. Luego tomó una copa, y luego de dar gracias se las dio diciendo:
‘Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre de la Alianza, que será derramada por muchos
para el perdón de los pecados’. Y agregó: ‘Hagan esto en memoria mía’.” (Mt 26,26-28; 1Cor
11,25)

: Al dejarnos su Cuerpo y su Sangre, Jesucristo nos hizo dos grandes regalos: primero, su
presencia en nuestras vidas de una forma visible, como alimento, y segundo, la Vida Eterna, que
es el regalo más grande que podría habernos hecho. Concientes de la maravilla de sus presentes,
queremos darle gracias sinceramente. Lo hacemos, respondiendo a cada oración: “Gracias Señor”

•      Porque al recibir tu Cuerpo y Sangre nos fortaleces en la fe, te decimos…

•      Porque con tu Cuerpo revives nuestro espíritu, te decimos… “Gracias Señor”

•      Porque te ofreces cada domingo en la Eucaristía, te decimos… “Gracias Señor”

•      Por la fuerza que nos renuevas en cada Eucaristía, te decimos… “Gracias Señor”

•      Porque a pesar de nuestras miserias, te entregas a nosotros sin condiciones y con amor, te
decimos… “Gracias Señor”
•      Porque en cada Misa nos esperas para regalarnos una vez más tu Cuerpo y tu Sangre, te
decimos… “Gracias Señor”

•      Porque en cada Comunión, no miras nuestros pecados, sino nuestra fe, te decimos… “Gracias
Señor”

Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El,
que lo adoremos y que lo amemos.

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén

 10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.-

GLORIA
Toda la Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén.-

Oh Maria, Madre de la Eucaristía, haz que yo ame a vuestro Hijo Jesús, presente en el Sagrario,
sin cesar, noche y día. Bendito y Alabado sea por siempre el Santísimo Sacramento.

JACULATORIA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente; os ofrezco el
Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los
Tabernáculos
del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es
ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de
María os pido por la conversión de los pobres pecadores.

SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te
salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en
este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
OREMOS
Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el
cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser
digna morada de tu Hijo;
concédenos que, pues celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa
intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo
Cristo nuestro Señor. Amén 
ORACIONES DESPUÉS DEL ROSARIO.-
Al terminar este Santo Rosario a nuestra Madre María, Rezamos por las intenciones del
Santo Padre y en reparación a las Ofensas al Sagrado Corazón de Jesús y para Ganar las
Santas Indulgencias Plenarias.
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
 Danos hoy nuestro pan de cada día;perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén
3 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén
LETANÍA DE REPARACIÓN 
Señor, Ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros

Cristo, Ten piedad de nosotros. Cristo ten piedad de nosotros

Señor, Ten piedad de nosotros. Señor ten piedad de nosotros

Cristo, Óyenos.  Cristo, Benignamente óyenos.

(La respuesta es: Ten piedad de nosotros)


Dios Hijo, Redentor del mundo,

Santa Trinidad, un solo Dios,

Sagrada Hostia, ofrecida por la salvación de los pecadores,

Sagrada Hostia, anonadada en el altar para nosotros y por nosotros,

Sagrada Hostia, despreciada por los cristianos tibios,

Sagrada Hostia, signo de contradicción,

Sagrada Hostia, entregada a los judíos y herejes,

Sagrada Hostia, insultada por los blasfemos,

Sagrada Hostia, Pan de los ángeles, dado a los animales,


Sagrada Hostia, tirada en el lodo y pisoteada,

Sagrada Hostia, deshonrada por los sacerdotes infieles,

Sagrada Hostia, olvidada y abandonada en tus iglesias.

Sé misericordioso con nosotros, Perdónanos, oh Señor.

Sé misericordioso con nosotros, Escúchanos, oh Señor.

(La respuesta es: Te ofrecemos nuestra reparación)


Por el ultrajante desprecio de este maravilloso Sacramento,

Por tu extrema humillación en tu admirable Sacramento,

Por todas las comuniones indignas,

Por las irreverencias de los malos cristianos,

Por la profanación de tus santuarios,

Por los copones deshonrados y llevados a la fuerza,

Por las continuas blasfemias de los hombres impíos,

Por la impenitencia y traición de los herejes,

Por las conversaciones indignas en tus santos templos,

Por los profanadores de tus iglesias, a las que han profanado con sus sacrilegios,

Para que plazca aumentar en todos los cristianos la reverencia debida a este adorable Misterio, Te
suplicamos, óyenos.
Para que te plazca manifestar el Sacramento de tu amor a los herejes,Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca que los insultos de aquellos que te ultrajan sean más bien dirigidos hacia
nosotros, Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca misericordiosamente recibir esta nuestra humilde reparación,Te suplicamos,
óyenos.
Para que te plazca hacer nuestra adoración aceptable a Ti,Te suplicamos, óyenos.
Hostia Pura, Escucha nuestra oración.
Hostia Santa, Escucha nuestra oración.
Hostia Inmaculada, Escucha nuestra oración.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Benignamente óyenos, oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros.
V. Mira, oh Señor, nuestra aflicción,
R. Y da gloria a tu Santo Nombre.

SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te
salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en
este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre. ¡Oh Clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
OREMOS.-
Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el
cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser
digna morada de tu Hijo;
concédenos que, pues celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa
intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo
Cristo nuestro Señor. Amén

ORACIONES DESPUÉS DEL ROSARIO.


Al terminar este Santo Rosario a nuestra Madre María, Rezamos por las intenciones del
Santo Padre y en reparación a las Ofensas al Sagrado Corazón de Jesús y para Ganar las
Santas Indulgencias Plenarias.
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén
3 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén
Ave maría purísima 
Sin pecado concebida. Amén
Oración

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se
somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se
equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha
dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía
sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y
pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que
eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti esperé y que te ame. ¡Oh memorial de la
muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que
siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí,inmundo, con tu
Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a
quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a
cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

Oración final:
Oh Jesús, sabemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Nosotros
deseamos consolarte por los sacrilegios y pecados con que eres ofendido en este Sacramento
Admirable. Nos unimos a los coros de los Ángeles para adorarte. Nos unimos a los coros de los
Santos para adorarte. Nos unimos con toda la Iglesia para adorarte. Os ofrecemos esta oración  en
reparación por los pecados, sacrilegios y blasfemias con  que eres ofendido. Alabado seas por
siempre. Amén.

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