Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Un Cuento de Alberto Laiseca

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

El cuento es de Alberto Laiseca, un escritor argentino que se caracterizó por relatar

historias muy interesantes y atrapantes. Se llama “El hambre de los muertos”. Te dejo
el link y el cuento completo.
https://youtu.be/VdU77l-2Uls

El hambre de los muertos


Alberto Laiseca
La negra Tomasa, todas las noches, acostumbraba contarle cuentos espantosos al niño
de la casa. El chico se llamaba Virgilito. Era una relación rara la de la negra con Virgilio,
porque el pibe se moría de miedo con los cuentos que le contaba la mujer pero al
mismo tiempo le gustaban.
—¿Virgilio... te parece que esta noche... te parece que... esta noche también te cuente
un cuento?
—Sí, contame.
—¿Pero estás seguro? Mirá que este cuento es bastante espantoso, ¿eh?
—No importa. Contameló. Me gustan.
—Bueno... si vos mismo lo pedís... ta’ bien. Yo te lo cuento. Después no te quejes, ¿eh?
No te vas a quejar después.
“Allá en el viejo San Telmo, cerca del Bajo, había una casa en esquina, formando
ochava. Creo que todavía existe esa casita. Estaba habitada por negros. Como era un
lugar muy chiquito los negros estaban apilados uno arriba del otro. Y un día de esos
vino la fiebre amarilla y los mató a todos. Así que la casa quedó llena de espíritus. Se
sentían ruidos raros ahí. La gente no se animaba a pasar. ”Alaridos. Gemidos. ‘¡Me
quemo! ¡Me quemo! ¡Tengo fuego en la cara, en la cabeza! ¡Agua! ¡Agua!’. Y no había
nadie. El lugar estaba vacío. ”Como a los treinta años de este sucedido se metió a vivir
en ese lugar abandonado, que todos tenían por lugar de fantasmas, una mujer joven
con un crío de teta. Chiquito. Todos le habían dicho: ‘Margarita, no te metas ahí
porque es un lugar de muertos sin justicia. Te van a cortar la leche que tenés para el
crío’. Entonces la mujer se enojó: ‘¿Ah sí? Usted habla eso porque tiene lugar, usted
tiene casa, ¿eh? ¿Qué hago yo? ¿Adónde voy a ir con el crío, debajo de un árbol?’. Y se
fue.
“Ahora, ruidos de cadenas la mujer no escuchó. Gemidos, voces, tampoco. (No había ni
una luz, ni un reflejo). Lo que sí, a pesar de que la mujer tenía mucha leche, y que el
nen tomaba como un desesperado, cada vez se estaba poniendo más flaquito. Casi se
le podían ver los güesos. Más flaquito y más flaquito. Entonces la mujer, desesperada,
se fue a ver a la bruja de la vuelta. Era una mágica buena, que no hacía maléficos; al
contrario: cuidaba a la gente pobre. No bien lo vio al crío la bruja ya supo. ‘Hiciste bien
en venir, m’hija. Son los muertos los que te están sacando la leche. Como está todo
oscuro vos sentís que te chupan los pezones, y creés que es el nene. Pero no. Son los
labios de los muertos los que te están sacando la leche’. ”Menos mal que la bruja era
buena y los apañó en su casa en un rinconcito a la mujer y a su crío hasta que se
pudieran conseguir otra comodidad. Y le dijo la mágica: ‘¡Oíme bien, muchacha! dos
días más (dos días, ¿eh?) que vos te hubieras quedado en la casa y el nene se te
moría”.
No bien Virgilito comprendió que la negra había terminado este cuento le dijo:
—¡Ootro! ¡Contame otro!
—Nooo, qué otro. Te me ponés a dormir ya mismo sin falta. Después tu papá va a
andar diciendo que no podés dormir porque yo te cuento historias raras. Así que ahora
te me ponés a dormir inmediatamente. Te me tapás, si no, van a venir los muertos sin
justicia, ¿eh? Te van a venir los muertos sin justicia. Así que a dormir que hay chinches.
A dormir. Ya mismo se me pone a dormir.

Para después de leer.


En este cuento hay dos historias, contadas por dos narradores diferentes.¿Por qué
pensás que los espíritus reclaman agua? Si te ayuda, investigá acerca de la fiebre
amarilla. ¿Por qué la mujer decide quedarse en la casa a pesar de lo que le cuentan?,
¿Quién aconseja a la mujer?, ¿Qué le advierte? ¿Con qué finalidad Tomasa le cuenta
esta historia a Virgilio?, ¿Por qué te parece que este texto es considerado un cuento de
terror?

También podría gustarte