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Silabo 2
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TEMA:
SILABO
FECHA: 15/07/2021
¿MINISTROS CONTRA EL CRIMEN?
Prevenir y luchar contra el crimen no solo es compromiso de las autoridades policiacas y
del ejercito si no tambien de nostros como civiles como capellanes y como Sociedad.
Me hice capellana porque me siento muy atraída por ayudar a las personas en crisis”.
Los capellanes en las cárceles, algunos de los cuales también estuvieron antes tras las
rejas, se encuentran unidos por una simple misión: recordarles a los reclusos su condición
humana. Es un trabajo que a menudo hacen en visitas individuales; cuentan chistes, oran,
enseñan sobre la biblia o simplemente escuchan.
Muchos reclusos provienen de hogares rotos, no tienen casa o no hay nadie que se
preocupe por ellos. La atención y la compasión de un capellán pueden hacer mucho por
ellos.
Guatemala no proporciona fondos para los capellanes en las cárceles, por lo cual su
presencia depende de voluntarios e instituciones eclesiásticas que puedan ofrecer apoyo.
En consecuencia, los capellanes pueden tener muchas dificultades o trabajar largas horas
para satisfacer la demanda de los reclusos que desean verlos.
La falta de personas estudiando para ser capellanes, resulta que afecta ya que no hay
capacidad para abarcar con muchos presos que necesitan ayuda.
“Eventualmente, alguien, un pariente o amigo, irá a la cárcel y uno querría todo el apoyo
para ellos... Todas esas personas a las que se les da la espalda son quienes más ayuda
precisan”.
La ley federal protege el derecho de los reclusos a observar su fe. En ciertos casos, si un
preso solicita un capellán de una fe minoritaria, la cárcel podría argumentar que no hay
una forma factible de proporcionar ese servicio.
“La regla general es que hay que atender las prácticas religiosas de los prisioneros, a
menos que exista una razón realmente poderosa para no hacerlo”, precisó Luke Goodrich,
vicepresidente del Becket Fund for Religious Liberty, una organización sin fines de lucro
con sede en D.C., que aboga por la libertad religiosa. Los funcionarios no rastrean
algunos aspectos de la religión y la capellanía en las cárceles.
Si bien la cárcel cuenta con muchos capellanes y voluntarios espirituales, los funcionarios
no tienen forma efectiva de monitorear de manera independiente cuándo ingresan, ya que
muchos lo hacen a través de un sistema de registro en papel.
Los capellanes se reúnen con aquellos que muestran interés en hablar con un capellán de
su fe. “Muchos reclusos pueden tener información, pero no practican o no se consideran
cristianos”. “Eso es entre ellos y Dios. No tenemos nada que ver con eso”.
Las cárceles regularmente tienen capellanes disponibles para reunirse con los reclusos,
no siempre cuentan con personal de ciertas creencias a mano. Sin embargo,
mayormente, el sistema actual funciona, indicó, y su oficina solicita a los capellanes que
informen si no pueden reunirse con un interno.
Para superar la soledad de la vida cotidiana, muchos reclusos buscan la espiritualidad, de
cualquier manera posible. Cuando un capellan se sienta con un convicto en el pasillo
afuera de su celda, sólo intenta leer y mantenerse alejado de otra gente, ya que pueden
surgir problemas en cualquier momento. El interno, asiste a clases cristianas como una
vía de escape. “Uno hace cualquier cosa para evadirse”, aseguró. “Se está muy aislado y
recluido allí. Cualquier cosa que inspire el aprendizaje, la sabiduría [es buena]”.