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La Pobreza en El Peru Ensayo
La Pobreza en El Peru Ensayo
La Pobreza en El Peru Ensayo
ASIGNATURA:
Compromiso Ético
ENSAYO:
La Pobreza en el Perú
CICLO:
“I”
Abril, 2018
La Pobreza en el Perú
Introducción
Las pobreza en el Perú ha sido reducida drásticamente en la última década pues hemos
pasado de tener a cerca de la mitad de la población inmersa en esta situación en el 2007 a
una tasa de pobreza menor al 23 % para el año 2014 (INEI, 2013, 2015). Esta importante
reducción ha sido producto de la combinación de un entorno de fuerte crecimiento y de la
aplicación de políticas públicas de lucha contra la pobreza a escala nacional tal como Juntos
y Pensión 65, ambos programas regidos por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social
creado en el 2011.
La pobreza es un fenómeno que tiene muchas dimensiones, por lo que no existe una única
manera de definirla. Para efectos de su estudio, la mayor parte de las veces, la pobreza se ha
definido como la incapacidad de una familia de cubrir con su gasto familiar una canasta
básica de subsistencia. Este enfoque metodológico clasifica a las personas como pobres o
no pobres.
Similarmente, en el caso de que el gasto familiar no logre cubrir los requerimientos de una
canasta alimentaria, se identifica a la familia como pobre extrema. Combinando ambas
definiciones, una familia puede ser no pobre, pobre o pobre extrema. Si bien existen otras
aproximaciones metodológicas muy importantes, ésta es la más extendida, por lo que se
utilizará como principal referencia para el análisis del problema de la pobreza en el Perú.
En una economía de mercado, el Estado tiene un rol muy importante que cumplir en la
lucha contra la pobreza, para permitir un mayor grado de igualdad de oportunidades. Atacar
el problema de la pobreza es una necesidad, no sólo por razones humanitarias, sino también
por razones económicas. La pobreza es un círculo vicioso que, además de tener efectos
graves sobre la calidad y niveles de vida de los peruanos pobres, afecta las posibilidades de
crecimiento económico y estabilidad social y política. Las familias que enfrentan una
situación de pobreza se ven afectadas por secuelas en la nutrición, en la salud y en la
capacidad para recibir instrucción que en muchos casos no pueden ser remontadas, aunque
los ingresos mejoren. Una población pobre tiene una baja expectativa de vida, sufre de altas
tasas de incidencia de enfermedades, es mano de obra poco calificada y, por todo ello,
constituye una fuerza de trabajo poco productiva.
En los últimos 10 años, el Perú, como otros países de la región, aumentó significativamente
los recursos destinados a numerosos programas sociales para aliviar la pobreza y favorecer
el desarrollo de la población de menores recursos. Diversos elementos de juicio sugieren
que se puede mejorar la efectividad de estos programas significativamente.
Aún con limitaciones, estos programas, aunados a la estabilidad económica y al crecimiento
económico general, permitieron una reducción importante de la pobreza hasta 1997.
Desarrollo
Bajo una visión general, la pobreza puede entenderse como la privación pronunciada de
bienestar y si seguimos un enfoque meramente monetario, ser pobre significa tener un nivel
insuficiente de ingreso o consumo como para mantenerse por encima de un umbral mínimo
de requerimientos (Haughton y Khandker, 2009 citados por Villafana, 2014 ). El umbral
que define dichos requerimientos mínimos puede definirse a través de diversas formas
como aproximaciones de requerimientos mínimos calóricos o mediante líneas de pobreza,
aunque todos ellos buscan establecer un punto de corte para identificar situaciones de
privación sufridas en la sociedad. Dicha “privación” suele contener un conjunto de
carencias en relación a la situación socialmente aceptable pues significará en estar
hambriento y no contar con alimentos, no tener un techo ni ropas, estar enfermo y no ser
atendido, ser analfabeto y no recibir educación; entre otros. La pobreza incluso va más allá
de la simple carencia de bienes o servicios: “los pobres son particularmente vulnerables a
los eventos adversos exógenos, son maltratados por las instituciones del Estado y excluidos
tanto en voz como en voto” Villafana, (2014).
El INEI (2013), indica que a partir de 1993, después de reducirse la hiperinflación y en el
marco de un influjo muy importante de capitales que aumentaron nuestra disponibilidad de
divisas, la economía peruana ingresa a un ciclo de recuperación del nivel de actividad
económica, junto con una con una recuperación de los niveles de gasto social per capita.
Si bien la pobreza ha venido disminuyendo en los noventa, después de haber aumentado a
finales de los ochenta como parte del proceso hiperinflación, dicho ritmo ha sido más
acelerado en el caso de Lima Metropolitana que en el resto del país. Y para la población en
pobreza extrema tal comportamiento ha sido más pronunciado. “En Lima Metropolitana,
las distintas fuentes han medido la extrema pobreza entre 2,4% y 5,4% para 1997 cuando
en 1991 dicha tasa superaba el 20 %. A nivel nacional su comportamiento es menos
contundente” (CIDE 2008).
Verdera (2006), refiere que dada la estrecha relación entre pobreza y crecimiento
económico con disminución de la pobreza, tal como lo señalan diversos estudios de la
CEPAL, Banco Mundial y el BID, es de nuestro interés explorar el grado de pobreza se
evidencia que la pobreza bajo en Lima Metropolitana a diferencia de zonas rurales,
quienes en su mayoría tenían como medio de supcistencia la producción agrícola y la
ganadería. Las regiones que aun presentaban altos niveles en los estándares de pobreza
siempre fueron la Sierra y la Amazonia. Quizá debido a la centralización existente en la
capital y el falto de ayuda distributiva en cuanto a los bienes financieros del estado.
Métodos e indicadores para la medición de la pobreza
Existe consenso entre los investigadores en que para la medición de la pobreza es
necesario definir un concepto simple y observable, y para ello generalmente se parte de la
premisa de que existe pobreza en una sociedad cuando una o más personas muestran un
nivel de bienestar inferior al mínimo necesario para la sobrevivencia. Julca (2016)
menciona que para cuantificar la pobreza se consideran tres métodos de medición,
internacionalmente reconocidos: el de la línea de pobreza, el de las necesidades básicas
insatisfechas y el integrado:
Julca (2016) indica que la aplicación independiente de cada uno de los métodos por
Necesidades Básicas Insatisfechas y Línea de Pobreza puede generar mediciones diferentes
de pobreza, utilizando incluso la misma fuente de información. Esto es explicable en la
medida en que la Línea de Pobreza (LP) es un método indirecto y la Necesidad Básica
Insatisfecha (NBJ) es un método directo. Estas diferencias han determinado que algunos
especialistas afirmen que la NBI estaría midiendo a la pobreza estructural y que la LP
estaría dando cuenta de la pobreza coyuntural, en este sentido la medición integrada
combina ambos métodos.
Según el INEI (2000), con este método se clasifica a la población en cuatro grupos:
Pobres crónicos: constituido por quienes presentan limitaciones en el acceso a las
necesidades básicas y a su vez tienen ingresos o consumos deficientes
Pobres inerciales: aquellos individuos que no presentan problemas en ingresos o
gastos, pero si tienen al menos una necesidad básica insatisfecha.
Pobres recientes: formado por quienes tienen sus necesidades básicas satisfechas
pero cuyos ingresos o gastos están por debajo de la línea de pobreza
Integrados socialmente: los que no tienen problemas de necesidades básicas ni de
gastos o ingresos.