Nature">
Eichhornia Crassipes
Eichhornia Crassipes
Eichhornia Crassipes
FITORREMEDIADOR
1. Introducción
2. Métodos de control
Los ecosistemas modificados por zonas urbanas o por el desarrollo rural pueden sufrir
cambios permanentes en sus condiciones abióticas, afectando negativamente a las
especies nativas (Khanna et al., 2012). Por ejemplo, el incremento de nutrientes en
aguas ha hecho que ecosistemas alterados sean susceptibles a invasiones, es así
que, al eliminar la ventaja competitiva de los bajos nutrientes a los que las especies
nativas se encontraban adaptadas, la elevada concentración de nutrientes es
aprovechada por especies oportunistas, en particular, E crassipes se beneficia de esta
condición (Khanna, 2010). La modificación de ecosistemas, en casos tan sencillos
como un jardín o tan complejos como una represa multifuncional, son ambientes
propicios para la colonización de esta especie y su consecuente propagación.
Al igual que otras especies invasoras, E crassipes, una vez bien instalada en el
ecosistema degradado, promueven la estabilidad, en función de sus necesidades. La
eutrofización permite que esta especie expanda su área de cobertura, mientras que su
creciente sombra reduce la proliferación de otras plantas acuáticas, puesto que
frecuentemente la disponibilidad de luz es uno de los factores limitantes para el
crecimiento de plantas macrófitas (Fleming y Dibble, 2015). La descomposición de
material vegetal por debajo de la colchoneta flotante crea condiciones de bajo D.O.
que favorecen procesos anaerobios, al igual que la movilización de fósforo y otros
nutrientes en los sedimentos, fomentando la carga de nutrientes lo que dificulta el
restablecimiento de las plantas acuáticas. Estas plantas pueden reducir la velocidad
del agua en un 40 %
lo que disminuye la resuspensión de sedimentos y la modificación en la concentración
de micro-elementos en el agua. Esto, a su vez ralentiza el reciclaje de nutrientes, im-
pulsando así la supervivencia y persistencia de eta especie (Khanna et al., 2012; Toft
et al., 2003) y la muerte de especies sensibles a estos cambios.
Es indispensable establecer métodos eficaces de control, en ese sentido, el método
primario de control para E. crassipes ha sido la aplicación de herbicidas. Durante
décadas se han controlado sustancialmente las infestaciones de la especie invasora
mediante su aplicación, sin dejar de lado los problemas que conlleva este tipo de
tratamiento. Estos programas de control preventivo se basan en productos químicos
para mantener las poblaciones de malezas en niveles aceptables y así evitar la
migración de éstas. Sin embargo, cuando el control no se requiere urgentemente o no
es viable económicamente debido a varios factores, entre ellos la ubicación de la
maleza y los fuertes costos ambientales; lo recomendable es una combinación de
agentes de control
(Den Breeÿen y Charudattan, 2009; Greenfield et al.,2007). Las alternativas de
remoción de E. crassipes permiten seleccionar entre métodos físicos, mecánicos y
químicos, o combinaciones entre ellos, mismos que presentan efectos prolongados, no
obstante son costosos (Gopalakrishnan et al., 2011) y algunos acarrean problemas
para el ambiente y sus ecosistemas.
Es importante considerar que, en el Oeste de Estados Unidos los permisos y los
requisitos de control exigidos para la aplicación de herbicidas acuáticos han provocado
la búsqueda de controles alternativos, adicionalmente, la opinión pública suele ser
favorable a procedimientos de control no químicos, de tal forma que la recolección de
plantas mecánica es una alternativa utilizada frecuentemente; sin embargo, la cosecha
es relativamente costosa y lleva mucho tiempo. En respuesta a esto, el estudio
diseñado por Greenfield et al. (2007), propone la trituración de brotes de Eichhornia
crassipes, y dejarlos en el agua para envejecer y morir, de tal forma que este método
tiene menor costo que cosechar. Tanto la trituración mecánica como la aplicación del
herbicida químico pueden provocar la transferencia de nutrientes a la columna de
agua, el agotamiento del oxígeno, y los efectos asociados a la calidad del agua
(Fleming y Dibble, 2015). De hecho, puesto que E. crassipes es una especie flotante
que absorbe e inmoviliza nutrientes, su trituración perturba la calidad del agua. Las
consecuencias específicas de esta acción varían en función del sitio de trituración y la
estación. Las operaciones de trituración podrían causar entre 0,1 % y 9,6 % del
aumento de la abundancia global de carbono, nitrógeno, y fósforo, como lo indican los
estudios realizados por Greenfield et al.(2007).
Asimismo, dado que E. crassipes bioconcentra y secuestra mercurio en sus tejidos
(Chigbo et al.,1982), la trituración de esta macrófita causaría la liberación del metal
junto con diversos nutrientes que estarían biodisponibles en la columna de agua de
ríos y lagunas. Por otro lado, se han empleado métodos de control biológico para tratar
las invasiones de E. crassipes. El impacto de los gorgojos (Neochetina spp) sobre E.
crassipes ha sido exitoso y sostenible en todo el mundo. Se han realizado ensayos a
diferentes escalas. En África se efectúan tratamientos a grandes extensiones, con
buenos resultados (Gopalakrishnanet al., 2011; Greenfield et al., 2007). La carpa
herbívora o carpa forrajera (Ctenopharyngodon idella) también se ha utilizado como un
método de control biológico contra plantas acuáticas sumergidas, ya que pueden
consumir hasta 18 % - 40 % de su propio peso en un día. Sin embargo, su uso contra
plantas flotantes como E. crassipes ha recibido poca atención. (Vera Herrera et al.,
1980; Gopalakrishnan et al.,2011). En ocasiones se ha usado picudo (Neochetinaspp).
Como método de control biológico, pero tampoco es una práctica extendida para su
control (Go-
palakrishnan et al., 2011; Mironga, 2006).
El estudio realizado por Gopalakrishnan et al. (2011), en India, recomienda el uso
combinado de carpa herbívora y gorgojo, puesto que en sus ensayos se logró
controlar la maleza. La biomasa de E. crassipes se redujo de 5 kg en el día 1 del
tratamiento, a 0,33 kg en el día 110, por lo que recomiendan este tratamiento
combinado siendo más eficiente y sostenible para la remoción de E. crassipes que el
uso de estos organismos de forma individual.
3. VENTAJAS DE SU INVASIVIDAD
i)
alta densidad de las plantas y su rápido desarrollo en una gran variedad de ambientes
acuáticos (Hidalgo et al., 2005; Salamanca et al., 2015);
ii)
remoción de metales pesados (As, Cd, Hg, Pb) a través de la raíces y la subsecuente
acumulación en las estructuras de la planta (Chigbo et al., 1982; Vitória et al., 2015;
Hidalgo et al.,2005; Schnack et al., 2000);
iii)
capacidad para sobre vivir en ambientes acuáticos saturados de fósforo, nitrógeno,
pesticidas y varios contaminantes de origen industrial, principalmente de la industria
textil, colorantes y metalúrgica (Anudechakul et al., 2015;Hidalgo et al., 2005)
La utilización de macrófitas, y por extensión E. crassipes, para la remoción de
contaminantes de aguas tiene la ventaja de requerir menores recursos económicos y
tecnológicos por lo cual podrían ser empleadas inclusive en países en vías de
desarrollo, algunos estudios apuntan a una utilidad de E. crassipes como un agente
biorremediante, bajo condiciones particulares (Maine et al., 1999; Paris et al.,
2000). Es necesario realizar mayores estudios con el fin de llevar su utilización a gran
escala en procesos de biorremediación, de una manera responsable y causando la
menor alteración posible en los ecosistemas. .
4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Características
Estas plantas llegan a ser tan numerosas y crecen con tanta rapidez que se considera
como plantas perjudiciales a las presas y depósitos de agua.
La planta es muy bella debido al conjunto que forma el codo verde brillante de su
follaje con el azul-lila de sus inflorescencias.
Llama mucho la atención el follaje de esta planta por la razón de que los pecíolos de
las hojas forman un globo debido al tejido aerífero que le sirve de flotante a la planta.
Sus flores de un color azul-lila son grandes y vistosas se agrupan en
una inflorescencia en racimo; son muy parecidas a las orquídea. Esta planta es
utilizada como ornamental en los estanques de los jardines donde crecen
acompañadas de otras plantas acuáticas.
Descripción y origen
Eichhornia crassipes
Reproducción
Al ser una planta con flores que se reproducen sexualmente originando un fruto en
forma de cápsula, puede multiplicarse por este procedimiento, pero su prodigiosa
proliferación y la reproducción artificial más sencilla se efectúa por división de los
estolones que los plantones emiten durante la estación favorable, originando,
naturalmente, una tupida red vegetal capaz de colonizar en poco tiempo una gran
superficie acuática, formando un tapiz que puede impedir la navegación.
Cuando se utiliza en acuaricultura debe colocarse en estanques exteriores al aire libre
durante el verano, de forma que se produzca rápidamente el ahijamiento.
Al descender las temperaturas por de bajo de los 16 ºC, se instalarán en interiores, en
tanques espaciosos llena dos de agua a media altura y con la rampa luminosa
separada un mí¬nimo de 60 centímetro de la parte más alta de la planta para evitar
que se produzca desecación y quemaduras.
Condiciones de mantenimiento
Necesita superficies lo más extensas posibles y agua neutra, cuyo pH se sitúe entre
6,8 y 7,5 preferentemente de dureza media alrededor de 12-18 DH y con temperaturas
extremas comprendidas entre 17 y 28 C, aunque el óptimo sea de 22-24 C. Requiere
iluminación intensa, que, si es artificial, deberá ser proporcionada por una rampa
luminosa completa. Prefiere suelos areno-limosos, en los que apenas tocan los
extremos de las raíces, muy bien provistos de principios nutritivos y abonos complejos.
Utilización
Se emplea como criadora de pulga de agua y crustáceo, pues su utilización en
acuarios decorativos resulta imposible por la altura que tiene el vegetal, que exige una
gran separación entre la superficie del agua y la rampa luminosa. En estanques es
muy apreciada y los aficionados sofisticados la emplean para cebar acuarios de cría,
conservándola durante el invierno en recipientes de buena superficie a temperatura
fresca, 16-17 ºC y en lugares con tenue iluminación.
Debe cuidarse el escape a las alcantarillas o ríos de ninguna parte de la planta, que
podría ocasionar una auténtica plaga como mala hierba lacustre.