SISTEMAS DE PUESTA A TIERRA VARILLA COPPERWELL. (Autoguardado) (2213)
SISTEMAS DE PUESTA A TIERRA VARILLA COPPERWELL. (Autoguardado) (2213)
SISTEMAS DE PUESTA A TIERRA VARILLA COPPERWELL. (Autoguardado) (2213)
NOGUERA
DDADANIEL NOGUERA
1. Introducción.
2. Objetivos.
3. Conceptos básicos.
4. Sistema de puesta a tierra.
5. Reglamentación.
6. Sistemas puestos a tierra.
7. Electrodos de tierra.
8. Métodos de instalación.
9. Conexiones mecánicas.
10. Uniones exotérmicas.
11. Electrodos o varillas para tierra.
12. Varillas roscadas y coples roscados.
13. Varilla copperweld.
14. Gel químico para preparación de puesta a tierra.
15. Resumen de conceptos básicos.
16. Preguntas resueltas.
17. Preguntas propuestas.
INTRODUCION
Los sistemas de tierra son una conexión de seguridad humana que se diseñan en los equipos
Eléctricos y electrónicos, para protegerlos de disturbios eléctricos transitorios, maniobras y
descargas atmosféricas, estos sistemas se instalan tanto en viviendas individuales como en
sistemas eléctricos de potencia.
La puesta a tierra se utiliza para evitar la contaminación con señales en frecuencias diferentes
a la deseada, sirve para evitar la destrucción de los elementos semiconductores por tensión,
canaliza la energía de los rayos a tierra sin mayores danos a personas como a propiedades y
neutraliza las cargas electroestáticas producidas en los materiales dieléctricos.
OBJETIVOS.
• Conducir a tierra todas las corrientes de fuga, producidas por una falla de aislamiento que
haya energizado las carcasas de los equipos eléctricos.
• Evitar que en las carcasas metálicas de los equipos eléctricos aparezcan tensiones que
resulten peligrosas para la vida humana.
• Permitir que la protección del circuito eléctrico (disyuntor magnético térmico), despeje la falla,
en un tiempo no superior a 5 segundos.
• Limitar sobretensiones debidas a descargas atmosféricas y fenómenos transitorios.
• Limitar la diferencia de potencial a tierra en un circuito, durante su operación normal.
Elementos que conforman un sistema de puesta a tierra.
En general los objetivos de un SPT son la seguridad de las personas, la protección de las
instalaciones y la compatibilidad electromagnética.
CONCEPTOS BASICOS.
Es bien sabido que la mayoría de los sistemas eléctricos necesitan ser aterrizados y que esta
práctica probablemente se inició en los primeros días de los experimentos eléctricos.
Entonces, como ahora, la estática se descargaba por conexión a una placa que estaba en
contacto con la masa general de la tierra. La práctica ha continuado y se ha desarrollado
progresivamente, de modo que tales conexiones a tierra se encuentran en casi todos los
puntos en el sistema eléctrico.
Esto incluye la estación generadora, las líneas y los cables que distribuyen la energía eléctrica
y los locales en los cuales se utiliza.
La necesidad de esta conexión se considera sagrada en la legislación.
En los años recientes ha habido rápidos desarrollos en el modelamiento de sistemas de
puesta a tierra, tanto a frecuencia de potencia como superiores, principalmente facilitados por
los nuevos recursos y procedimientos computacionales.
Esto ha incrementado nuestra comprensión del tema, al mismo tiempo que la actividad de
diseño ha llegado a ser significativamente más difícil y las nuevas normas están requiriendo
un diseño seguro y más detallado.
Surge así una oportunidad para explicar más claramente los conceptos de puesta a tierra y
una necesidad que esto se traspase a los diseñadores de sistemas de puesta a tierra y a los
instaladores, de modo que pueda lograrse una mayor comprensión del tema.
Por puesta a tierra generalmente entendemos una conexión eléctrica a la masa general de la
tierra, siendo esta última un volumen de suelo, roca etc., cuyas dimensiones son muy grandes
en comparación al tamaño del sistema eléctrico que está siendo considerado.
Las razones que más frecuentemente se citan para tener un sistema aterrizado, son:
• Proporcionar una impedancia suficientemente baja para facilitar la operación satisfactoria de
las protecciones en condiciones de falla.
• Asegurar que seres vivos presentes en la vecindad de las subestaciones no queden
expuestos a potenciales inseguros, en régimen permanente o en condiciones de falla.
• Mantener los voltajes del sistema dentro de límites razonables bajo condiciones de falla
(tales como descarga atmosférica, ondas de maniobra o contacto inadvertido con sistemas de
voltaje mayor), y
Asegurar que no se excedan los voltajes de ruptura dieléctrica de las aislaciones.
• Hábito y práctica.
• En transformadores de potencia puede usarse aislación graduada.
• Limitar el voltaje a tierra sobre materiales conductivos que circundan conductores o equipos
eléctricos.
• Estabilizar los voltajes fase a tierra en líneas eléctricas bajo condiciones de régimen
permanente, por ejemplo, disipando cargas electrostáticas que se han generado debido a
nubes, polvo, agua, nieve, etc.
• Una forma de monitorear la aislación del sistema de suministro de potencia. Para eliminar
fallas a tierra con arco eléctrico persistente.
• Para asegurar que una falla que se desarrolla entre los enrollados de alto y bajo voltaje de
un transformador pueda ser manejada por la protección primaria.
• Proporcionar una trayectoria alternativa para las corrientes inducidas y de tal modo minimizar
el «ruido» eléctrico en cables.
• Proporcionar una plataforma equipotencial sobre la cual pueda operar equipo electrónico.
La puesta a tierra de instalaciones eléctricas está relacionada en primer lugar con la
seguridad. El sistema de puesta a tierra se diseña normalmente para cumplir dos funciones de
seguridad.
La primera es establecer conexiones equipotenciales. Toda estructura metálica conductiva
expuesta que puede ser tocada por una persona, se conecta a través de conductores de
conexión eléctrica.
La mayoría de los equipos eléctricos se aloja en el interior de cubiertas metálicas y si un
conductor energizado llega a entrar en contacto con éstas, la cubierta también quedará
temporalmente energizada.
La conexión eléctrica es para asegurar que, si tal falla ocurriese, entonces el potencial sobre
todas las estructuras metálicas conductivas expuestas sea virtualmente el mismo. En otras
palabras, la conexión eléctrica iguala el potencial en el interior del local, de modo que las
diferencias de potencial resultantes son mínimas.
De este modo, se crea una «plataforma» equipotencial. Si una persona está en contacto
simultáneamente con dos piezas diferentes de una estructura metálica expuesta, el conductor
de conexión eléctrica debiera garantizar que la persona no reciba un choque eléctrico,
haciendo que la diferencia de potencial entre los equipos sea insuficiente para que esto
ocurra.
El mismo principio se aplica en el interior de grandes subestaciones eléctricas, industrias y
casas.
En industrias, la conexión eléctrica de estructuras metálicas expuestas garantizará
normalmente que una falla eléctrica a la carcasa de la máquina no generará una diferencia de
potencial entre ella y la estructura metálica puesta a tierra en una máquina adyacente.
En la casa, la conexión eléctrica garantiza que si ocurriese una falla a la cubierta metálica de
una máquina lavadora u otro electrodoméstico, cualquier persona que estuviese tocando en el
momento de falla simultáneamente uno de estos equipos y el estanque metálico, no
experimentaría un choque eléctrico.
La segunda función de un sistema de puesta a tierra es garantizar que, en el evento de una
falla a tierra, toda corriente de falla que se origine, pueda retornar a la fuente de una forma
controlada.
Por una forma controlada se entiende que la trayectoria de retorno está predeterminada, de tal
modo que no ocurra daño al equipo o lesión a las personas.
La conexión a tierra no es de capacidad infinita e impedancia nula. Sin embargo, la
impedancia del sistema de tierra debiera ser lo bastante baja de modo que pueda fluir
suficiente corriente de falla a tierra para que operen correctamente los dispositivos de
protección, los cuales a su vez provocarán la operación de interruptores o fusibles para
interrumpir el flujo de corriente.
El diseñador de la protección calcula normalmente el valor requerido de impedancia a través
de programas de análisis de fallas y este valor debe comunicarse a los responsables del
diseño del sistema de puesta a tierra.
Además, la elevación de potencial que experimentará el sistema de puesta a tierra mientras
ocurre la falla, debiera ser limitada a un valor pre-establecido.
REGLAMENTACION.
Disposiciones Internacionales.
En el ámbito internacional, es muy conocido y empleado el grupo de estándares del Instituto
de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE - Institute of Electrical an Electronics Engineers):
ANSI / IEEE Std. 81: 1983, Guía para la medición de Resistencias de Tierra, Impedancias de
Tierra y Potenciales de Superficie de Tierra en Sistemas de Aterramiento.
b) Instalaciones domiciliarias, comerciales e industriales.
ANSI C114.1-1973 / IEEE Standard 142-1972 IEEE Práctica Recomendada para
Aterramientos de Sistemas de Potencia Industriales y Comerciales.
c) Subestaciones eléctricas de media y alta tensión
ANSI / IEEE Standard 80-1986 IEEE Guía para Seguridad en Aterramientos de subestaciones
AC. Norma USA que cubre aspectos técnicos y de diseño. Incluye modelamiento de terreno,
distribución de corriente de falla, ejemplos trabajados y consideraciones especiales, por
ejemplo, subestaciones encapsuladas (GIS). Esta Norma se considera generalmente rigurosa
en su aproximación.
d) Directivas CCITT Involucran, principalmente, interferencias electromagnéticas en cables,
generadas por sistemas de potencia y rieles electrificados.
Este sistema no tiene una conexión a tierra formal, intencional o deliberada. Pueden existir
algunas conexiones de alta impedancia para instrumentación, por ejemplo el enrollado de un
instrumento de medida (transformador de potencial o de corriente).
Bajo condiciones normales, la capacidad entre cada fase y tierra es sustancialmente la
misma. El efecto es estabilizar el sistema respecto a la tierra de modo que en un sistema
trifásico, el voltaje de cada fase a tierra es el voltaje estrella del sistema.
El punto neutro, si existe, está en o cerca del potencial de tierra (ver Figura 3-1).
Las fallas en líneas de distribución aéreas no son infrecuentes, particularmente durante
condiciones de mal tiempo, cuando pueden caer ramas de árboles sobre las líneas.
Cuando ocurre el primer incidente, implicando un contacto entre un conductor y tierra, puede
no haber daño porque no existe un circuito metálico cerrado que permita el flujo de corriente.
Esto es diferente en un sistema aterrizado donde puede fluir una corriente significativamente
alta.
A primera vista, el sistema levantado de tierra aparenta ser un sistema más seguro y más
confiable. En realidad fluye una corriente en un sistema levantado de tierra, que retorna vía
los acoplamientos capacitivos de las otras dos fases.
La corriente capacitiva que fluye en el punto de falla es 3 veces la corriente capacitiva normal
a tierra de cada fase del sistema completo. El daño debido a la primera falla probablemente
sea leve, ya que la corriente total es aun relativamente pequeña.
Sin embargo, la corriente podría ser suficiente para provocar riesgo de electrocución si alguien
tocara el conductor dañado.
Las compañías eléctricas a menudo consideran que es lento y tedioso localizar fallas en este
tipo de sistemas. La probabilidad de una segunda falla es mayor de lo que generalmente se
piensa, ya que el voltaje a través del resto de la aislación será el nivel fase-fase en vez del
nivel fase-tierra (es decir, un incremento de xx (raíz 2) 3 en magnitud).
Este solicitará la aislación fase a tierra y puede provocar envejecimiento acelerado y ruptura.
Es probable que una segunda falla involucre una considerable energía de falla y daño.
Por esto es importante remover la primera falla tan rápido como sea posible.
Un sistema puesto a tierra tiene al menos un conductor o punto (usualmente el neutro o punto
común de la estrella) intencionalmente conectado a tierra.
Por condiciones prácticas y de costo, esta conexión se realiza normalmente cerca de donde
se unen los 3 enrollados individuales de un transformador trifásico, es decir el neutro o punto
común de la estrella.
Este método se adapta cuando hay necesidad de conectar al sistema cargas fase neutro, para
prevenir que el voltaje neutro a tierra varíe con la carga.
La conexión a tierra reduce las fluctuaciones de voltaje y los desequilibrios que podrían ocurrir
de otra forma. Otra ventaja es que puede usarse relés residuales para detectar fallas antes
que se conviertan en fallas fase-fase.
Esto puede reducir el daño real causado y la solicitación impuesta en otras partes de la red
eléctrica. El tipo de puesta a tierra se clasifica según el tipo de conexión instalada.
Electrodos de tierra.
El electrodo de tierra es el componente del sistema de puesta a tierra que está en contacto
directo con el terreno y así proporciona un medio para botar o recoger cualquier tipo de
corrientes de fuga a tierra.
En sistemas puestos a tierra se requerirá normalmente llevar una corriente de falla bastante
grande por un corto período de tiempo y, en consecuencia, se necesitará tener una sección
suficientemente grande como para ser capaz de llevar esta corriente en forma segura.
Los electrodos deben tener propiedades mecánicas y eléctricas adecuadas para continuar
respondiendo las solicitaciones durante un periodo de tiempo relativamente largo, en el cual
es difícil efectuar ensayos reales o inspección.
El material debe tener buena conductividad eléctrica y no corroerse dentro de un amplio rango
de condiciones de suelo. Los materiales usados incluyen cobre, acero galvanizado, acero
inoxidable y fierro fundido.
El cobre generalmente es el material preferido por las razones que se describirán
posteriormente. El aluminio se usa algunas veces para conexiones fuera del terreno, pero la
mayoría de los estándares prohíben su uso como electrodo de tierra debido al riesgo de
corrosión acelerada.
El producto corrosivo -una capa de óxido- deja de ser conductivo y reduce la efectividad de la
puesta a tierra. El electrodo puede tomar diversas formas: barras verticales, placas y
conductores horizontales. Las formas más comunes se describen a continuación.
Barras.
Esta es la forma más común de electrodos, porque su costo de instalación es relativamente
barato y pueden usarse para alcanzar en profundidad, suelo de baja resistividad, sólo con
excavación limitada y relleno.
Están disponibles en diversos tamaños, longitudes, diámetros y materiales. La barra es de
cobre puro o de acero recubierto de cobre.
El tipo recubierto se usa cuando la barra se entierra por medios mecánicos (impacto) ya que
el acero usado tiene alta resistencia mecánica.
La capa de cobre debe ser de alta pureza y aplicada electrolíticamente. Esto último asegura
que el cobre no se deslice al enterrar la barra. En condiciones de suelo más agresivo, por
ejemplo cuando hay alto contenido de sal, se usan barras de cobre sólido.
Barras de acero inoxidable son más anódicas que el cobre y se usan ante riesgo de corrosión
galvánica. Sin embargo, debe considerarse el hecho que el acero inoxidable tiene baja
capacidad de transporte de corriente en comparación con el cobre.
Placas.
Se usa varios tipos de placas para propósitos de puesta a tierra, pero el único tipo que se
considera generalmente como electrodo debe ser sólido y de tamaño sustancial.
Las placas tipo enrejado, como se ilustra en la Figura 4-1, se usan para graduar potenciales y
no se espera que permitan el paso de niveles de corriente de falla significativos.
Se hacen normalmente de una malla de cobre o de acero.
Electrodos horizontales.
Electrodos secundarios.
METODOS DE INSTALACION.
Barras.
Las barras generalmente ofrecen la forma más conveniente y económica de instalar un
electrodo.
A menudo se requiere modificar poca superficie (tal como romper superficies de concreto),
pero por supuesto es necesario inspeccionar para asegurarse que no hay equipo o
instalaciones enterradas -tales como tuberías de agua o gas- que puedan ser dañadas al
enterrar las barras.
Los métodos de instalación incluyen accionamiento manual, accionamiento mecánico y
perforadura.
Las barras cortas (típicamente hasta 3 metros de largo) se instalan a menudo empleando un
martillo pesado (combo) operado manualmente. Los golpes relativamente cortos y frecuentes
son más efectivos normalmente.
Las barras están acondicionadas con una cabeza endurecida y una punta de acero para
asegurar que la barra misma no se dañe durante el proceso.
Las barras más largas se manejan en forma similar, pero usando un martillo neumático que
requiere mucho menos esfuerzo físico y proporciona una inercia directa mayor.
Se usan también exitosamente para este propósito herramientas eléctricas, a petróleo,
hidráulicas de aceite o aire. Debido a su peso, estas herramientas algunas veces requieren de
un aparejo para sostenerlas.
Un martillo eléctrico típico podría tener un consumo de 500 Watts y proporcionar
aproximadamente 1500 golpes por minuto.
Es posible enterrar barras hasta una profundidad de 10 metros o más usando este método,
dependiendo por supuesto, de las condiciones reales del suelo. Se ha informado también que
barras hasta 30 metros han sido instaladas de esta manera, pero no se sabe cuán derechas
quedaron.
Se sabe que algunas veces se doblan y quiebran a cierta profundidad. El tiempo que demora
instalar la barra varía con el tipo de suelo. Por ejemplo, en arena o gravilla suelta, la tasa de
penetración de una barra de 11 mm de diámetro puede ser 3,5 metros por minuto, pero ésta
cae a 0,5 metros por minuto en arcilla firme.
El diámetro de la barra es el principal factor que incide en el esfuerzo necesario para
instalarla. Las barras delgadas (9 mm de diámetro) se instalan relativamente fácil, pero a
medida que la longitud de la barra aumenta, el diámetro de la barra debe incrementarse para
asegurar que la barra tenga suficiente resistencia mecánica-particularmente en los puntos de
unión.
Al doblar el diámetro de la barra de 12 mm a 24 mm, aumenta la resistencia mecánica para
impacto en más de tres veces.
Cuando las barras tienen que ser muy profundas, normalmente son soldadas o acopladas
mecánicamente.
El acoplamiento debe ser tal que el diámetro de la barra no se incremente significativamente,
de otro modo la instalación se dificultará y al penetrar la unión se producirá un espacio con un
diámetro mayor que el de la barra.
El acoplamiento debiera también apantallar la sección tratada, para ayudar a prevenir la
corrosión. Las barras de acero recubiertas de cobre son significativamente más resistentes
que las barras de cobre sólido, las cuales se doblan muy fácilmente y pueden quebrarse
cuando se intenta introducirlas en el suelo rocoso.
Cuando se requiere barras más profundas o en condiciones de suelo difícil donde hay roca
subyacente, la forma más efectiva es taladrar una perforación estrecha en la cual se instala el
electrodo de barra con material de relleno adecuado.
Este método es a menudo sorprendentemente económico, ya que puede realizarse un
número significativo de perforaciones profundas en un día usando equipo de bajo costo.
Las barras pueden instalarse en forma rutinaria a profundidades de hasta 20 metros y con
equipo más especializado a una profundidad significativamente mayor.
Además de las ventajas de obtener una gran profundidad y una trayectoria más controlada del
electrodo, otro beneficio es que de esta manera puede instalarse electrodos de cobre sólido
relativamente delgados.
Planchas.
Originalmente, a comienzos de siglo, las planchas eran tan comunes que a todos los
electrodos de tierra se les llamaba planchas de tierra. Cuando se incrementó el uso de la
electricidad, las planchas debieron manejar corrientes mayores, lo cual significó aumentar las
dimensiones de la plancha.
Su uso continuó por un tiempo considerable, principalmente debido a la costumbre y la
práctica, a pesar de que tenían algunas desventajas. Por ejemplo, generalmente requieren
excavación manual o mecánica y, por lo tanto, el costo de instalación puede ser muy alto.
Para reducir la magnitud de la excavación requerida, las planchas se instalan normalmente en
un plano vertical, desde aproximadamente 0,5 metros bajo la superficie.
Es fácil compactar el terreno contra la plancha cuando se rellena, si está instalada
verticalmente. Otra desventaja se debe a la ubicación escogida para las planchas de tierra.
A menudo se ubicaban demasiado próximas entre si y sus zonas de influencia se
traslapaban. Esto aumenta la resistencia combinada a un valor mayor que el esperado.
Si las planchas tienen que llevar una cantidad importante de corriente, entonces su resistencia
necesita ser de bajo valor. En la práctica, las resistencias combinadas no eran aún lo
suficientemente bajas y las corrientes de falla generalmente seguían otras rutas.
Por lo tanto, en esta situación no se cumplía la mejor densidad de corriente, señalada como
una ventaja para las planchas. Usualmente podía lograrse un arreglo mejor usando barras y
electrodos horizontales.
Debido al costo de instalación relativamente alto, poco se justifica usar planchas ahora y las
existentes, cuando se detecta deterioro, son reemplazadas normalmente por una agrupación
de barras.
Electrodos horizontales.
El suelo debiera tener un índice de pH entre 6,0 (ácido) y 10,0 (alcalino). La arcilla dura no es
un material de relleno conveniente ya que si es fuertemente compactada, puede llegar a ser
casi impermeable al agua y podría permanecer relativamente seca.
También puede formar grandes terrones que no se afianzan alrededor del conductor. Los
materiales que no debieran ser usados como relleno incluyen arena, polvo de coque, ceniza,
muchos de los cuales son ácidos y corrosivos.
En algunas circunstancias, se requiere materiales de relleno especiales.
Conexiones.
Los electrodos de tierra tienen que ser conectados entre sí de alguna manera y es normal
que sea vía cobre desnudo si es posible, ya que esto ayudará a reducir el valor de impedancia
global.
Las conexiones entre los diferentes componentes deben ser mecánicamente robustas, tener
buena resistencia a la corrosión y baja resistividad eléctrica.
Es prudente evitar uniones y conexiones innecesarias. Debe considerarse el valor de corriente
de falla y la duración de la falla que se espera que soporte el sistema de tierra.
Varios estándares indican especificaciones para los materiales que son mínimos aceptables,
por ejemplo, establecen que las coplas para barras de cobre necesitan un contenido mínimo
de cobre de 80%.
A continuación se explican en más detalle los métodos de unión que se emplean, incluyendo
métodos mecánicos, bronceados (soldadura en fuerte), soldadura exotérmica y soldados por
fusión autógena.
Conexiones mecánicas.
Uniones exotérmicas.
Estas uniones se realizan mediante un molde de grafito que se diseña para ajustar el tipo
específico de unión y el tamaño de los conductores.
Usando una pistola con pedernal se enciende una mezcla de polvo de aluminio y de óxido de
cobre y la reacción que se crea forma una unión de cobre virtualmente puro en torno a los
conductores.
La reacción de alta temperatura se produce en el interior del molde de grafito. Si se ocupa y
mantiene adecuadamente, cada molde puede usarse para realizar entre 50 y 70 uniones.
Este tipo de unión asegura los siguientes beneficios:
• Proporciona una unión permanente, de baja resistencia eléctrica y resistente a la corrosión.
• La técnica empleada no requiere adiestramiento, relativamente.
• Puede operar a alta temperatura, permitiendo eventualmente reducir el calibre del conductor.
• Este tipo de unión actualmente no es siempre permitida para conectar cobre y aluminio en
subestaciones. Los metales que pueden conectarse son acero inoxidable, bronce, cobre,
acero con recubierta de cobre, acero galvanizado, bronce y riel de acero.
Hay algunos aspectos de seguridad involucrados con este tipo de unión, pero la técnica se ha
desarrollado rápidamente para controlarlos, por ejemplo, reduciendo la emisión de gas.
Características:
• Mejor resistencia a la corrosión que las varillas galvanizadas logrando una vida útil de hasta
30 años en la mayoría de los terrenos.
• Mejores características mecánicas que los electrodos químicos no metálicos.
• Proceso de manufactura con lo último en tecnología lo cual asegura una aplicación uniforme
en el espesor del recubrimiento de cobre.
• Esfuerzo de tensión promedio de 80,000 psi y una tolerancia de doblez de 0.25 mm por
cada 30 cms.
• Excede los requerimientos de las normas ANSI®/ UL® 467-1997, CSA® y ANSI/NEMA®
GR-1
• Algunas de las varillas están identificadas con el logotipo E , año de fabricación y número de
lote, además del número de catálogo.
En un sistema de tierra, el electrodo de tierra provee la conexión física para disipar la
corriente a tierra.
Existen 2 tipos básicos de electrodos:
El natural, que está intrínsecamente dentro de la instalación que incluye todo el metal
enterrado como tuberías de agua, la estructura del edificio (si está efectivamente conectada a
tierra) y el metal de refuerzo de la cimentación.
Los electrodos fabricados son instalados específicamente para mejorar el desempeño de los
sistemas de tierra que incluyen mallas de alambre, platos metálicos, conductor de cobre
desnudo y varillas directamente enterradas en el terreno.
La varilla de tierra es el electrodo más utilizado. Pentair es el mayor fabricante a nivel mundial
de varillas de tierra y ofrece una línea completa de varillas y accesorios para cumplir con
cualquier necesidad del cliente.
La varilla está constituida por un núcleo de acero y un recubrimiento de cobre aplicado
mediante un proceso electrolítico garantizando así una unión a nivel molecular que asegura
un buen desempeño de la misma, durante su vida útil.
• Las varillas roscadas tienen las mismas características de las varillas Pentair con
recubrimiento electrolítico, además de un roscado diseñado especialmente para la unión
adecuada de las varillas.
• La rosca de acero de la varilla de tierra cuenta con un roscado continuo que asegura una
conductividad continua y protección del núcleo de la varilla.
• Los acopladores de alta Resistencia cuentan con roscado de bronce y con un chaflán en
ambos extremos para su fácil conexión.
• El acople tipo “CR” está diseñado para permitir un contacto total con el extremo posterior de
la varilla y la punta de la otra. Estos son de alta resistencia, resistentes a la corrosión,
aseguran un acoplamiento permanente entre las conexiones cobre-cobre
VARILLAS COPPERWELD
El Gel presenta además otra ventaja debido a su constitución química que es la de ser un
producto despolarizante, o sea, su aplicación forma una barrera electroquímica entre los
electrodos, cables y conexiones de puesta a tierra y al suelo de sus proximidades,
minimizando la corriente galvánica que se verifica normalmente, casi eliminando la corrosión y
por lo tanto aumentando la vida útil de este sistema de puesta a tierra ya que además no se
dispersa con el agua lluvia.
Tierra (Ground o Earth): Para sistemas eléctricos, es una expresión que generaliza todo lo
referente a sistemas de puesta a tierra. En temas eléctricos se asocia a suelo, terreno, tierra,
masa, chasis, carcaza, armazón, estructura o tubería de agua. El término “masa” solo debe
utilizarse para aquellos casos en que no es el suelo, como en los aviones, los barcos, los
carros y otros.
Preguntas propuestas.
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