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Crisis Argentina Años 90 Macroeconomia
Crisis Argentina Años 90 Macroeconomia
Crisis Argentina Años 90 Macroeconomia
INTEGRANTES:
JUANA LAVANDERO
ELIECER LEMA
SONIA LEAL
LUIS MARTINEZ
MACROECONOMIA
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CONTEXTO DEL PAIS EN ESOS AÑOS
La última década del siglo XX se vio precedida, en la Argentina, por años atravesados por
una crisis política y económica, que dejaría otro país, con amplia fragmentación social,
quizás una de las más duras de su historia; un tiempo preliminar que iba anticipando un
futuro quiebre institucional, éste daría después del año 2000.
La democracia en el país fue restaurada con la elección del presidente Raúl Alfonsín. Los
planes del nuevo gobierno incluyeron la estabilización de la economía de Argentina,
incluyendo la creación de una nueva moneda, el austral (primera de su clase en no llevar la
palabra peso como parte de su nombre), para lo que se requirieron de nuevos préstamos. El
estado llego a ser incapaz de pagar los intereses de esta deuda y la confianza en el austral
cayo. La inflación, que había aumentado entre un 14 y 20% en un mes, creció fuera de
control, provocando una hiperinflación. En el mes de julio de 1987, la inflación de la
argentina llego a 200%, superando el 5.000% para 1989. Los salarios reales cayeron a casi
la mitad (el nivel más bajo en cincuenta años) y se produjeron diversos paros laborales. En
medio de los disturbios el presidente Alfonsín renuncio cinco meses antes de terminar su
mandato y Carlos Menen, quien ya era presidente electo, tomo posesión.
Después de una década de inflación alta y producto estancado y varios intentos fallidos por
estabilizar la economía, Argentina cayó en la hiperinflación en 1989. El plan de
convertibilidad, implantado en abril de 1991, tenía por finalidad estabilizar la economía por
medio de medidas drásticas y casi irreversibles. El plan se centraba en la utilización de un
mecanismo semejante a una caja de conversión, en el cual el peso (con un valor igual a
10.000 australes) se fijaba a la par del dólar de Estados Unidos y se limitaba estrictamente
la creación autónoma de dinero por parte del banco central. Cabe mencionar que incluía
también una amplia agenda de reformas estructurales orientadas al mercado para fomentar
la eficiencia y la productividad. Después de la adopción del plan de convertibilidad, se
logró con rapidez la estabilización y, con la ayuda de reformas estructurales, la economía
creció a una tasa media de 6 por ciento al año hasta 1997. Si bien hubo unos pocos
episodios de recesión, no duraron mucho y, salvo por el que siguió a la crisis mexicana a
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principios de 1995, fueron relativamente moderados. La crisis mexicana puso a prueba la
resistencia del régimen de convertibilidad, ya que las tasas de interés subieron en forma
pronunciada, el producto cayó sustancialmente, y el desempleo subió a más de 18 por
ciento.
Cuando a continuación se produjo una recuperación rápida, ésta fue interpretada en general
como prueba de su solidez y credibilidad. Sin embargo, la recesión que se inició en el
segundo semestre de 1998 resultó ser a la vez prolongada y grave. Fue desencadenada y
luego agravada por una serie de shocks externos, sobre todo la cesación de pagos de Rusia,
la crisis del fondo de inversiones LTCM en agosto-septiembre de 1998 y la devaluación del
real brasileño en enero de 1999. A diferencia de la mayoría de las otras economías de
mercado emergente en esa época, la Argentina no consiguió una rápida recuperación. En
cambio, la lentitud del crecimiento del PIB creó dudas sobre la sostenibilidad de la deuda
pública, dudas que en última instancia se autorrealizaron.
En diciembre de 2001, las autoridades argentinas impusieron una congelación parcial de los
depósitos; unas semanas después de la fecha en que se esperaba un desembolso del FMI
que no se materializó, el país dejó de cumplir en parte sus obligaciones financieras
internacionales; en enero de 2002 abandonó oficialmente el régimen de convertibilidad. A
ello siguió una profunda devaluación del peso y una crisis generalizada del sector bancario.
Fernando de la Rúa asume la presidencia en 1999, con una profunda crisis en la economía.
El corralito fue una medida que tomó el Gobierno de Fernando de La Rúa con la
intención de que el dinero de los bancos no se fuera de las fronteras de Argentina. Consistía
en que cada ciudadano no podía sacar del banco más de 250 pesos a la semana.
Hay que recordar que se trataba de una época en la que los pagos no se domiciliaban en los
bancos y las facturas de la luz, gas, electricidad, etc. se pagaban al contado. Con lo que los
argentinos tenían 250 euros semanales para sobrevivir.
Algunos de los bancos cerraban las puertas ante las protestas de los ahorradores que
reclamaban su dinero. Ante esta situación se iniciaron las famosas caceroladas, que se
hacían en las puertas de los bancos que cerraban las puertas. En ese contexto, la ciudadanía
perdió toda la confianza hacia los bancos y creció la costumbre de guardar el dinero en
cajas de seguridad privadas o en otros sitios aparte de los bancos.
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El corralito terminó un año más tarde, después de que el Gobierno argentino fue capaz de
pagar la deuda de 11.073 millones de dólares.
¿PORQUE SUCEDIÓ?
Si bien hay explicaciones antagónicas con respecto a la causa primaria de la crisis
argentina, es evidente que intervinieron varios factores, entre ellos:
1.- una política fiscal excesivamente floja, sobre todo durante periodos de rápido
crecimiento en los que deberían haberse logrado superávit fiscales sustanciales para
resguardarse contra futuras contracciones
2.- el régimen de convertibilidad en sí, que no permitió que el tipo de cambio real se
ajustara por medio de una depreciación nominal
3.- fluctuaciones excesivas e impredecibles del volumen de los flujos mundiales de capital
hacia las economías de mercado emergente.
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4.- el lento ritmo de la reforma estructural en áreas críticas de la economía, lo que
obstaculizó la capacidad de los salarios y de los precios internos para ajustarse con rapidez.
6.- una serie de shocks externos adversas, entre ellas la apreciación del dólar, la cesación de
pagos de Rusia, la crisis del LTCM, la devaluación del real brasileño y la desaceleración de
la economía mundial.
7.- el impacto del lento crecimiento y las altas tasas de interés (consecuencia del aumento
en la prima de riesgo de los bonos argentinos) en el futuro del cociente de deuda a PIB.
8.- en la etapa final de la crisis, un debilitamiento de las normas prudenciales del sistema
bancario, que contribuyó a la pérdida de confianza en la moneda y complicó los intentos
por restablecer la estabilidad una vez que se derrumbó el régimen de convertibilidad.
Es posible que uno o unos pocos de estos factores hubieran sido sólo un lastre para el
crecimiento y una fuente potencial de vulnerabilidad, pero todos ellos combinados
resultaron ser suficientes para crear una crisis de gran envergadura y hacer que el régimen
de convertibilidad fuera imposible de sostener.
1.- Política fiscal Muchos observadores han sostenido que la política fiscal era
excesivamente floja, en especial en los años en que el crecimiento rápido daba oportunidad
de aplicar una política fiscal anticíclica que hubiera ayudado a reducir la deuda. Los déficit
persistentes reflejaban la escasa transparencia de las operaciones fiscales, una evasión y una
elusión fiscal generalizadas, y la limitada capacidad del gobierno nacional para controlar
los gastos de los gobiernos provinciales. Se ha sostenido que esas debilidades fueron
agravadas por políticas irresponsables, como la de utilizar los ingresos provenientes de las
privatizaciones para financiar gastos corriente en lugar de usarlos para reducir la deuda. En
consecuencia, cuando la recesión golpeó en 1998, la deuda había crecido tanto que para
estabilizarla se hubiese requerido un fuerte ajuste fiscal procíclico, algo que en ese contexto
quizás no hubiera sido realista.
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3.- Reducción en los flujos de capital Algunos han sostenido que Argentina se apoyó
demasiado en las entradas de capital en lugar de en la generación de ahorro interno, en
parte como consecuencia del desarrollo relativamente lento de los mercados financieros del
país. Cuando se produjo una marcada caída de los flujos de capital mundiales hacia las
economías de mercado emergente en 1998, Argentina ya no pudo financiar el servicio de su
deuda externa, dada la pérdida de competitividad y el pequeño tamaño de su sector
exportador. A causa del régimen de convertibilidad, Argentina no pudo adaptarse a la crisis
por medio de una rápida depreciación del tipo de cambio real.
5.- Factores institucionales y políticos Algunos han mencionado que las características
institucionales y políticas de Argentina fueron factores que limitaron la capacidad del
gobierno federal para tomar medidas decisivas frente a la crisis. Por ejemplo,
consideraciones de política electoral limitaron la magnitud del ajuste fiscal en las
provincias y del programa de reforma estructural. En general, el considerable poder de los
gobiernos provinciales, en un contexto en el que se había confiado a las provincias
responsabilidades mayores de servicios públicos, redujo mucho la flexibilidad de la política
fiscal. La corrupción y otros problemas de gobernanza también se han mencionado como
factores que socavaron la credibilidad de las autoridades.
6.- Conmociones externas Se señala con frecuencia que Argentina se benefició de las
condiciones económicas mundiales favorables que caracterizaron gran parte de los años 90.
Cuando estas condiciones comenzaron a deteriorarse hacia el final de esa década, el
impacto en Argentina fue grave, y tanto más porque el régimen de convertibilidad y las
rigideces estructurales remanentes impidieron una reacción flexible de las políticas
internas. Entre las conmociones externas, cabe mencionar las crisis de Rusia y del LTCM
de mediados de 1998, que produjeron una reducción de los flujos de capital a las economías
de mercado emergente y un incremento de la prima de riesgo; la devaluación del real
brasileño, que tuvo un impacto negativo en la competitividad de las exportaciones de
Argentina; la apreciación del dólar de Estados Unidos frente a la mayoría de las otras
monedas a finales de esa década, que hizo subir el tipo de cambio efectivo real de
Argentina; y la desaceleración de la economía mundial que se inició a principios de 2001,
que deprimió el precio de las exportaciones principales del país.
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7.- Dinámica de la deuda Dado el historial de política fiscal, la dinámica de la deuda
comenzó a tener vida propia, limitando gravemente las opciones de política de las que
disponían las autoridades. Muchos comentaristas destacan que, después de 1998, la
combinación de una gran deuda externa, aumento de las primas de riesgo-país y
crecimiento lento hizo que la relación deuda PIB subiera sin control. Todos estos factores
se alimentaban uno al otro, hasta el punto en que hubiera sido necesario que las autoridades
lograran un superávit primario de una magnitud imposible de implementar sólo para
impedir que la relación deuda-PIB siguiera subiendo.
8.- El sistema bancario Hasta que las corridas de los depositantes comenzaron a acelerarse
en la primavera de 2001, se consideraba que el sistema bancario de Argentina era un
modelo para las economías de mercado emergente en términos de normas prudenciales,
capitalización y liquidez. El sólido sistema bancario, resultado de esfuerzos sostenidos por
parte de las autoridades, era un importante elemento de sostén del régimen de
convertibilidad en el cual la capacidad del banco central para actuar como prestamista de
última instancia era limitada. Sin embargo, para finales de 2001, los efectos acumulados de
varios años de recesión, un año de fugas de capitales y una serie de movidas polémicas en
materia de política económica habían dejado al sistema bancario vulnerable a nuevos
golpes a la confianza del público. Se ha dicho con frecuencia que la forma en que las
autoridades trataron de salir de la convertibilidad –con medidas jurídicamente ambiguas
para bloquear los depósitos, conversión forzosa de los activos y pasivos bancarios
denominados en dólares a pesos con tasas asimétricas- agravaron estas debilidades. En
consecuencia, Argentina empezó el año 2002 no sólo con una crisis monetaria y de deuda
soberana, sino también con una crisis bancaria. Esto complicó severamente los esfuerzos
por resolver las múltiples crisis con la mayor rapidez posible.
¿A QUIEN AFECTO?
-El tipo de cambio fijo hacía las importaciones más baratas, produjo un vuelo constante de
dólares fuera del país y una pérdida progresiva de la infraestructura industrial de la
argentina, lo que llevó a un aumento del desempleo
-Debido a la desconfianza financiera se disminuye relación comercial con Venezuela y
cuba y a causa también de sus propias crisis económicas, además de esto la afluencia de
divisas proporcionadas por la privatización de empresas estatales se había secado
-Después de 1999 las exportaciones argentinas fueron perjudicadas por la devaluación
del real brasileño y una considerable revalorización internacional de la libra, que provocó
una revaluación del peso frente a su principal socio comercial, Brasil (30% del total de
flujos comerciales) y la zona del dólar (23% del total de flujos comerciales).
-Se produce recesión a mediados de 1998, afectando a todo el pueblo argentino que veía
una economía estancada, con inflaciones altas, mucho desempleo y poca inversión.
-El gobierno de Menem dejó un elevado déficit fiscal, de 7 350 millones de pesos en 1999 y
Fernando de la rúa asume en diciembre de 1999 cuando la recesión ya se notaba con fuerza
(1999 cerró con una caída del PBI del 4%)
-El desempleo pasó a 20% a comienzos del 2001, niveles que marcaron un récord histórico,
superior incluso a los de la crisis de 1930. la deuda pública, 132 mil millones de dólares.
-Muchos ahorristas argentinos se enfurecieron y salieron a protestar a las calles de las
ciudades más importantes del país, sobre todo Buenos Aires. Esta forma de protesta popular
que se conoció como "cacerolazo"
-Surgen enfrentamientos entre ciudadanos y policías debido a manifestaciones, que luego
desencadenaron en saqueos a las grandes empresas tanto americanas como europeas. Fue
declarado Estado de Sitio.
-Muchas empresas privadas se vieron afectadas por la crisis
- Aerolíneas Argentinas tuvo que parar todos los vuelos internacionales durante varios días
en el año 2002. La aerolínea estuvo a punto de quebrar.
-Varios argentinos sin hogar y sin trabajo optaron como salida laboral más rápida la de
recolectores de cartón.
-Según una estimación de 2003, entre 30.000 y 40.000 personas recolectaban cartón de la
calle para ganarse la vida mediante la venta a plantas de reciclaje.
-Con la devaluación de 2002, las importaciones se derrumbaron en un 60% respecto al año
anterior. Ello posibilitó la acumulación de un importante superávit comercial durante los
últimos años.
-Las restricciones al retiro de dinero de los bancos, sumada a la incautación de los depósitos
promovida por Cavallo fueron conocidas popularmente como corralito. estos hechos
desembocaron en la histórica crisis de diciembre de 2001 con represión y muertes, cae el
gobierno y argentina entra en default.
Esto se origina por una salida importante de capitales, debido a que los inversionistas
pierden confianza en las condiciones macroeconómicas de una economía local ante un
contexto adverso.
La teoría económica sobre los determinantes de este tipo de crisis se divide en dos grupos
de modelos.
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El primero analiza cómo el deterioro de las condiciones macroeconómicas afecta la
estabilidad del tipo de cambio. El deterioro de las variables macro –por ejemplo, un déficit
comercial insostenible– reduce las reservas internacionales y, por ende, debilita la posición
y credibilidad del banco central para defender la moneda local.
Así, se genera desconfianza en los agentes económicos que comienzan a comprar dólares.
Para frenar esta demanda, la autoridad devalúa bruscamente la moneda nacional, lo que
ocasiona una crisis cambiaria que incrementa la inflación y contrae la actividad económica.
Al respecto, la inversión extranjera directa (IED) de un país es un indicador del peso de los
capitales de largo plazo en la economía, que por definición son menos volátiles –y
riesgosos para el tipo de cambio– que los capitales más especulativos. Al 2016, Argentina
posee IED equivalente al 0,6% del PBI, mientras que en el Perú representa 3,6%, casi seis
veces su peso relativo al PBI. Asimismo, la IED como porcentaje del PBI entre 1994 y el
2016 tuvo un promedio de 2,4% en Argentina y 4,2% en el Perú.
Era un caso claro de contagio aunque Argentina no tenía la culpa de ello, pero como bien
sabemos, las crisis de un país, no sólo afectan a ese país, sino que afectan en sentido
globalizado, repercutiendo también a países vecinos. La población argentina comenzó a
ponerse nerviosa y los extranjeros dejaron de prestarles dinero ya que la situación
económica era muy arriesgada. El banco central intervino para proporcionar ayuda
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financiera a los bancos y tratar de paliar el problema en el que se encontraban. Clara García
Hombrados Un año después, se produjo una crisis bancaria y los altos tipos de interés
estaban reduciendo la producción ya que el sector privado luchaba con el alto coste del
crédito. El déficit presupuestario creció a medida que disminuyeron los ingresos tributarios.
Los bancos comerciales se vieron dañados por los préstamos incobrables y por los bajos
precios de los activos y hubo una crisis bancaria tanto de solvencia como de liquidez,
obligando otra vez a la intervención del banco central a la concesión de préstamos. La gente
temía que los bancos fracasaran y empezaron a retirar los depósitos de dinero por miedo.
Los depósitos en dólares causaron un problema adicional. Si la gente quería retirar pesos,
los préstamos en pesos del banco central ayudaban, pero si era dólares lo que querían
retirar, el banco central tenía que proporcionar esos dólares recurriendo a sus reservas, por
lo que estas cayeron y los argentinos intercambiaron pesos por dólares y los llevaron al
extranjero a países más seguros. En el periodo 1997-2000, Argentina había superado la
Crisis del Tequila, y el país era capaz de prestar grandes cantidades a bajos tipos de interés
en los mercados mundiales de capitales.
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organizo un plan para mejorar la recaudación de impuestos y dejar de lado grandes
cantidades de dinero para el bienestar social.
El índice de confianza del consumidor que tuvo una baja importante en Enero de 1999, con
una variación negativa de –13.3%. El índice alcanzó el mínimo nivel en Junio del 2002, se
encontró en 29.97. La caída del consumo, la tendencia decreciente de la demanda marcaron
disminuciones abruptas en los difíciles meses que vivió Argentina a fines del 2001 y
principios del 2002, tales como la inestabilidad política, saqueos, estallidos sociales,
corridas bancarias.
Otro índice importante a tener en cuenta como determinante del nivel de consumo es el
Índice de precios al consumidor. En el mismo se evidencia que los precios estuvieron
oscilando entre 101.98 y 98.78 durante los primeros cuatro años de la última crisis 1998-
2001. A partir del 2002 el aumento de los precios comenzó a sentirse debido a que el Plan
de Convertibilidad dejo de tener vigencia.
Inversión
En la inversión Interna Bruta Fija hay una significativa disminución año tras año.
Consecuencia de ello es el alto índice de Desempleo, la Evolución de las principales
variables ocupacionales, el porcentaje más alto de desempleo se registra en Mayo de 2002
con un 21,5%. Los niveles de Desocupación son explicativos de la crisis, ya que un
individuo desempleado baja su nivel de consumo o se vuelve indigente viviendo de la
caridad.
Ya hemos analizado que en el año 2002 se registraron altos niveles de Ahorro, lo que
indicaría una caída en la tasa de Inversión, que llega a los 9.7 puntos del PBI, que junto con
la Inversión Pública (0.6%) alcanza la cifra de 10.3% del PBI.
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Encontrándose en un contexto turbulento, esta variable es explicada por la tasa de interés,
que depende de la prima de riesgo país y de la tasa de interés internacional. La prima de
riesgo país está relacionada con shocks externos y con el déficit externo y determinantes
fiscales que funcionan como factores endógenos y que ha ido creciendo continuamente
hasta el mes de Agosto de 2002, aproximadamente (Datos obtenidos del INDEC),
produciendo una fuga de capitales generada por la incertidumbre de los inversores.
Gasto Público
En el análisis se atestigua el crecimiento sostenido del Gasto Total Público a lo largo del
período en crisis, típico reflejo de un país emergente que actúa con políticas pro cíclicas
ante situaciones de crisis. En los primeros años de análisis se observa que el Déficit del
Sector Público Consolidado tiene una tendencia alcista. Si se realiza una comparación de
1998-2001 con 1994, se evidencia un resultado superior al registrado en 1994 de 7.112
millones de pesos. El incremento corresponde al pago de intereses (6.784 millones) y a la
ampliación de la brecha del Sistema de Seguridad Social (4.867 millones).
La Recaudación impositiva, en Marzo de 2001, se redujo 12,7% respecto del mismo mes
del año anterior. En el de Recursos Tributarios los totales del último mes de cada año del
período de crisis nos indican que hasta Noviembre de 2001 el ingreso tributario varió entre
3.467,6 y 4.824,3 millones de pesos. En Diciembre de 2001 se produjo una merma
importante; pudo deberse a los problemas políticos de aquel mes específicamente que
condujeron a los ciudadanos al no pago de sus impuestos. También la evasión se debería
tomar como una variable explicativa del Déficit Fiscal Consolidado.
Por otra parte, la Deuda Externa tendería a estabilizarse, aunque la relación Deuda Externa
- Producto seguiría ascendiendo moderadamente, sobre todo por la declinación del PBI. Al
alcanzar su máxima expresión, pone en evidencia que en Diciembre del 2001 las deudas
públicas comienzan a descender, un claro ejemplo se ve reflejado en los Bonos y Títulos
Públicos que pasan a ser de 72.775 a 55.057 millones de dólares.
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sostenida alza del dólar, la dependencia del financiamiento externo y el déficit fiscal y
comercial tienen sumido al país trasandino en la incertidumbre. Y los efectos podrían
sentirse también en Chile
Del mismo modo, aquellas personas que estaban pensando en viajar al país trasandino para
comprar productos, quizá deberán replantearse la idea. “Si tú viajas con un buen tipo de
cambio en dólares, obviamente tendrás una buena recaudación, pero de ahí tienes que restar
todo el extra que pagarás por la inflación, entonces no te saldrá muy a cuenta. La gente no
suele pensar en eso antes de gastar”,
Postales como la del Costanera Center repleta de trasandinos con maletas en busca de
productos podrían quedar en el pasado, “La moneda argentina se ha depreciado mucho, no
así el peso chileno, que se ha fortalecido. Venir a nuestro país a comprar cosas ya no será
tan atractivo para el turista argentino, no les saldrá tan a cuenta y preferirán quedarse allá”
El presidente argentino, Mauricio Macri está apostando por mantener el flujo de dólares en
las calles, por lo que “el argentino promedio seguirá teniendo acceso al billete verde,
aunque les salga más caro que antes.
Ejemplo como el de Semana Santa, con cientos de argentinos llegando para comprar en los
malls, se repita. Nuestro mercado sigue con una gran variedad de productos y ofertas, y eso
seguirá atrayendo a los turistas”.
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El sistema bancario argentino se está recuperando luego des desastroso año 2002. Su salud
a largo plazo dependerá de si la economía es capaz de crecer desde cero en lugar de
simplemente esperar el efecto rebote de la depresión. Las perspectivas de Argentina con
respecto al pago parcial de la deuda estatal que estuvo en default también dependerán
mayormente del crecimiento económico.
El fortalecimiento de todo el proceso de integración regional en América del sur para que
siga reactivando el intercambio entre países.
Usar las reservas acumuladas por los saldos exportadores en dinamizar el mercado interno,
preocupándose por políticas sociales
Muchos observadores han sostenido que la política fiscal era excesivamente floja, en
especial en los años en que el crecimiento rápido daba oportunidad de aplicar una política
fiscal anticíclica que hubiera ayudado a reducir la deuda. Los déficit persistentes reflejaban
la escasa transparencia de las operaciones fiscales, una evasión y una elusión fiscal
generalizadas, y la limitada capacidad del gobierno nacional para controlar los gastos de los
gobiernos provinciales. Se ha sostenido que esas debilidades fueron agravadas por políticas
irresponsables, como la de utilizar los ingresos provenientes de las privatizaciones para
financiar gastos corriente en lugar de usarlos para reducir la deuda. En consecuencia,
cuando la recesión golpeó en 1998, la deuda había crecido tanto que para estabilizarla se
hubiese requerido un fuerte ajuste fiscal procíclico, algo que en ese contexto quizás no
hubiera sido realista.
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CONCLUSIÓN
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BIBLIOGRAFIA
-https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2018/06/29/afecta-la-crisis-economica-argentina-
chile.html
-www.Wikipwdia.org
-www.Clarin.com
-La nación
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