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Crisis Argentina Años 90 Macroeconomia

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CRISIS ARGENTINA AÑOS 90´

INTEGRANTES:
JUANA LAVANDERO
ELIECER LEMA
SONIA LEAL
LUIS MARTINEZ
MACROECONOMIA

PROFESOR: JOSE LUIS QUEZADA


INTRODUCCION

L a crisis económica se desencadenó sobre Argentina en diciembre de 2001 enero de


2002, cuando la congelación parcial de los depósitos bancarios, el incumplimiento
de los pagos de la deuda pública, y el abandono de la paridad del peso al dólar
provocaron una caída en la producción, altos niveles de desempleo y disturbios políticos y
sociales. Estos acontecimientos plantean graves interrogantes para el FMI porque
ocurrieron mientras la política económica del país era seguida de cerca en el marco de un
programa respaldado por el FMI. Además, la institución había colaborado sin interrupción
con la Argentina desde 1991, año en que el “plan de convertibilidad” fijó la moneda a la par
del dólar de Estados Unidos con un mecanismo de tipo caja de conversión. Si bien
Argentina experimentó un firme crecimiento y tuvo una inflación muy baja durante gran
parte de los años 90, en 1998 cayó en una profunda recesión y, en parte en razón de la
rigidez del régimen de convertibilidad, no pudo utilizar los instrumentos habituales de la
política macroeconómica para lograr la recuperación. A medida que la economía se
desaceleraba y crecía la inquietud entre los inversionistas internacionales, la carga del
servicio de la deuda externa del país, ya pesada, llegó a un punto tal que la deuda se tornó
insostenible

La crisis argentina fue una situación financiera que afectó severamente a la economía de


Argentina durante fines de los años noventa y principios de los 2000.
Macroeconómicamente hablando, el período crítico se inició con la disminución del PBI
real en 1998 y terminó en 2002 con el final de la convertibilidad y el regreso al crecimiento
del PBI, pero el origen del colapso de la economía de la Argentina, y sus efectos sobre la
población, se puede encontrar muchos años antes

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CONTEXTO DEL PAIS EN ESOS AÑOS

La última década del siglo XX se vio precedida, en la Argentina, por años atravesados por
una crisis política y económica, que dejaría otro país, con amplia fragmentación social,
quizás una de las más duras de su historia; un tiempo preliminar que iba anticipando un
futuro quiebre institucional, éste daría después del año 2000.

La democracia en el país fue restaurada con la elección del presidente Raúl Alfonsín. Los
planes del nuevo gobierno incluyeron la estabilización de la economía de Argentina,
incluyendo la creación de una nueva moneda, el austral (primera de su clase en no llevar la
palabra peso como parte de su nombre), para lo que se requirieron de nuevos préstamos. El
estado llego a ser incapaz de pagar los intereses de esta deuda y la confianza en el austral
cayo. La inflación, que había aumentado entre un 14 y 20% en un mes, creció fuera de
control, provocando una hiperinflación. En el mes de julio de 1987, la inflación de la
argentina llego a 200%, superando el 5.000% para 1989. Los salarios reales cayeron a casi
la mitad (el nivel más bajo en cincuenta años) y se produjeron diversos paros laborales. En
medio de los disturbios el presidente Alfonsín renuncio cinco meses antes de terminar su
mandato y Carlos Menen, quien ya era presidente electo, tomo posesión.

Después de una década de inflación alta y producto estancado y varios intentos fallidos por
estabilizar la economía, Argentina cayó en la hiperinflación en 1989. El plan de
convertibilidad, implantado en abril de 1991, tenía por finalidad estabilizar la economía por
medio de medidas drásticas y casi irreversibles. El plan se centraba en la utilización de un
mecanismo semejante a una caja de conversión, en el cual el peso (con un valor igual a
10.000 australes) se fijaba a la par del dólar de Estados Unidos y se limitaba estrictamente
la creación autónoma de dinero por parte del banco central. Cabe mencionar que incluía
también una amplia agenda de reformas estructurales orientadas al mercado para fomentar
la eficiencia y la productividad. Después de la adopción del plan de convertibilidad, se
logró con rapidez la estabilización y, con la ayuda de reformas estructurales, la economía
creció a una tasa media de 6 por ciento al año hasta 1997. Si bien hubo unos pocos
episodios de recesión, no duraron mucho y, salvo por el que siguió a la crisis mexicana a

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principios de 1995, fueron relativamente moderados. La crisis mexicana puso a prueba la
resistencia del régimen de convertibilidad, ya que las tasas de interés subieron en forma
pronunciada, el producto cayó sustancialmente, y el desempleo subió a más de 18 por
ciento.

Cuando a continuación se produjo una recuperación rápida, ésta fue interpretada en general
como prueba de su solidez y credibilidad. Sin embargo, la recesión que se inició en el
segundo semestre de 1998 resultó ser a la vez prolongada y grave. Fue desencadenada y
luego agravada por una serie de shocks externos, sobre todo la cesación de pagos de Rusia,
la crisis del fondo de inversiones LTCM en agosto-septiembre de 1998 y la devaluación del
real brasileño en enero de 1999. A diferencia de la mayoría de las otras economías de
mercado emergente en esa época, la Argentina no consiguió una rápida recuperación. En
cambio, la lentitud del crecimiento del PIB creó dudas sobre la sostenibilidad de la deuda
pública, dudas que en última instancia se autorrealizaron.

A fines de 2000, el acceso de Argentina a los mercados de capital comenzó a verse


severamente limitado, con un pronunciado y sostenido aumento de los márgenes de los
bonos del país en relación con los del tesoro de Estados Unidos. Ante esto, el FMI
reaccionó proporcionando apoyo financiero excepcional. La implementación incompleta de
las reformas y el ajuste fiscal prometido, el empeoramiento de la situación macroeconómica
mundial y la inestabilidad política llevaron a la pérdida completa del acceso a los mercados
y a una intensificación de las fugas de capitales en el segundo trimestre de 2001. Una serie
de corridas en los depósitos comenzó a repercutir gravemente en la solidez del sistema
bancario.

En diciembre de 2001, las autoridades argentinas impusieron una congelación parcial de los
depósitos; unas semanas después de la fecha en que se esperaba un desembolso del FMI
que no se materializó, el país dejó de cumplir en parte sus obligaciones financieras
internacionales; en enero de 2002 abandonó oficialmente el régimen de convertibilidad. A
ello siguió una profunda devaluación del peso y una crisis generalizada del sector bancario.

A fines de 2002, la economía se había contraído en 20 por ciento desde el principio de la


recesión in 1998, con costos económicos y sociales tremendos para la población.

Fernando de la Rúa asume la presidencia en 1999, con una profunda crisis en la economía.
El corralito fue una medida que tomó el Gobierno de Fernando de La Rúa con la
intención de que el dinero de los bancos no se fuera de las fronteras de Argentina. Consistía
en que cada ciudadano no podía sacar del banco más de 250 pesos a la semana.
Hay que recordar que se trataba de una época en la que los pagos no se domiciliaban en los
bancos y las facturas de la luz, gas, electricidad, etc. se pagaban al contado. Con lo que los
argentinos tenían 250 euros semanales para sobrevivir.

Además, gente que tenía ahorros perdió su dinero y no tenía la posibilidad de acceder a


ese dinero. 10 años después de que ocurriera el corralito, mucha gente continúa sin recibir
el dinero perdido.

Algunos de los bancos cerraban las puertas ante las protestas de los ahorradores que
reclamaban su dinero. Ante esta situación se iniciaron las famosas caceroladas, que se
hacían en las puertas de los bancos que cerraban las puertas. En ese contexto, la ciudadanía
perdió toda la confianza hacia los bancos y creció la costumbre de guardar el dinero en
cajas de seguridad privadas o en otros sitios aparte de los bancos.

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El corralito terminó un año más tarde, después de que el Gobierno argentino fue capaz de
pagar la deuda de 11.073 millones de dólares.

PRINCIPALES INDICADORES ECONOMICOS

INDICADORES AÑOS 90’ INDICADORES ACTUALES

PIB(PBI):-1,3% PIB(PBI): -3,5%

DESEMPLEO:-7,4% DESEMPLEO: 9,6 (2°TRIMESTRE)

SALARIO:720.000 Australes SALARIO: 9.500 PESOS ARGENTINOS

INFLACION: 69,7% INFLACION:2,8%

¿PORQUE SUCEDIÓ?
Si bien hay explicaciones antagónicas con respecto a la causa primaria de la crisis
argentina, es evidente que intervinieron varios factores, entre ellos:

1.- una política fiscal excesivamente floja, sobre todo durante periodos de rápido
crecimiento en los que deberían haberse logrado superávit fiscales sustanciales para
resguardarse contra futuras contracciones

2.- el régimen de convertibilidad en sí, que no permitió que el tipo de cambio real se
ajustara por medio de una depreciación nominal

3.- fluctuaciones excesivas e impredecibles del volumen de los flujos mundiales de capital
hacia las economías de mercado emergente.

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4.- el lento ritmo de la reforma estructural en áreas críticas de la economía, lo que
obstaculizó la capacidad de los salarios y de los precios internos para ajustarse con rapidez.

5.- factores institucionales y políticos que impidieron la pronta implementación de medidas


correctivas.

A este panorama se sumaron también algunos factores que ayudaron a desencadenar la


crisis y a exacerbar el efecto de estas debilidades subyacentes:

6.- una serie de shocks externos adversas, entre ellas la apreciación del dólar, la cesación de
pagos de Rusia, la crisis del LTCM, la devaluación del real brasileño y la desaceleración de
la economía mundial.

7.- el impacto del lento crecimiento y las altas tasas de interés (consecuencia del aumento
en la prima de riesgo de los bonos argentinos) en el futuro del cociente de deuda a PIB.

8.- en la etapa final de la crisis, un debilitamiento de las normas prudenciales del sistema
bancario, que contribuyó a la pérdida de confianza en la moneda y complicó los intentos
por restablecer la estabilidad una vez que se derrumbó el régimen de convertibilidad.

Es posible que uno o unos pocos de estos factores hubieran sido sólo un lastre para el
crecimiento y una fuente potencial de vulnerabilidad, pero todos ellos combinados
resultaron ser suficientes para crear una crisis de gran envergadura y hacer que el régimen
de convertibilidad fuera imposible de sostener.

1.- Política fiscal Muchos observadores han sostenido que la política fiscal era
excesivamente floja, en especial en los años en que el crecimiento rápido daba oportunidad
de aplicar una política fiscal anticíclica que hubiera ayudado a reducir la deuda. Los déficit
persistentes reflejaban la escasa transparencia de las operaciones fiscales, una evasión y una
elusión fiscal generalizadas, y la limitada capacidad del gobierno nacional para controlar
los gastos de los gobiernos provinciales. Se ha sostenido que esas debilidades fueron
agravadas por políticas irresponsables, como la de utilizar los ingresos provenientes de las
privatizaciones para financiar gastos corriente en lugar de usarlos para reducir la deuda. En
consecuencia, cuando la recesión golpeó en 1998, la deuda había crecido tanto que para
estabilizarla se hubiese requerido un fuerte ajuste fiscal procíclico, algo que en ese contexto
quizás no hubiera sido realista.

2.- El régimen de convertibilidad Otros observadores ponen en duda el régimen de


convertibilidad mismo, dada la falta de flexibilidad de precios y salarios, la distribución
geográfica del comercio exterior del país y la vulnerabilidad a los shocks externos. Como
resultado, el régimen de convertibilidad no permitió que el tipo de cambio efectivo real del
peso se depreciara cuando era necesario. Sobre todo, el alto valor del dólar de Estados
Unidos a finales de los años 90 y la devaluación del real brasileño en 1999 llevaron a un
aumento sostenido del valor del peso argentino, que a su vez provocó una pérdida de
competitividad y dañó el crecimiento y las exportaciones. Además, la convertibilidad
obligó a Argentina a alinear su política monetaria con la de Estados Unidos, a pesar de las
diferencias en el ciclo económico entre ambos países. Según este razonamiento, la política
fiscal de Argentina podría haber sido sostenible de no haberse - 6 - implantado el régimen
de convertibilidad. En cambio, con la paridad fija del tipo de cambio forzando un aumento
del coeficiente del servicio de la deuda (al reducir el crecimiento de las exportaciones y
ampliar el déficit en cuenta corriente), una vez que la economía se desaceleró no había
ninguna política fiscal que fuera políticamente factible y compatible con el régimen
cambiario.

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3.- Reducción en los flujos de capital Algunos han sostenido que Argentina se apoyó
demasiado en las entradas de capital en lugar de en la generación de ahorro interno, en
parte como consecuencia del desarrollo relativamente lento de los mercados financieros del
país. Cuando se produjo una marcada caída de los flujos de capital mundiales hacia las
economías de mercado emergente en 1998, Argentina ya no pudo financiar el servicio de su
deuda externa, dada la pérdida de competitividad y el pequeño tamaño de su sector
exportador. A causa del régimen de convertibilidad, Argentina no pudo adaptarse a la crisis
por medio de una rápida depreciación del tipo de cambio real.

Gracias a una cuidadosa gestión de la estructura de vencimientos, el impacto de la caída de


las entradas de capital no fue tan repentino como hubiera sido si una parte mayor de la
deuda tuviese vencimientos a plazo más corto. Sin embargo, cuando la dinámica adversa de
la deuda comenzó a hacerse sentir, a Argentina le quedaron pocas opciones aparte de la
reestructuración de la deuda o la cesación de pagos.

4.- Reforma estructural La rigidez estructural de la economía argentina —y la falta de


reforma para corregir el problema— es otro factor que se ha mencionado entre los que
contribuyeron a la crisis. El régimen de convertibilidad exigía que el ajuste del tipo de
cambio real se produjera a través de variaciones de los precios, y no mediante variaciones
del tipo de cambio nominal. Esto significó que, en las condiciones que enfrentó Argentina
de 1995 en adelante, los salarios y los precios internos tenían que bajar a fin de compensar
la apreciación del dólar de Estados Unidos frente a las otras monedas principales. Sin
embargo, después de algunos esfuerzos realizados a principios de los años 90, los intentos
por reformar el mercado laboral virtualmente cesaron a mediados de la década y el progreso
en la liberalización de otras áreas, como los mercados de productos, el comercio exterior,
los servicios públicos y la infraestructura fue lento.

5.- Factores institucionales y políticos Algunos han mencionado que las características
institucionales y políticas de Argentina fueron factores que limitaron la capacidad del
gobierno federal para tomar medidas decisivas frente a la crisis. Por ejemplo,
consideraciones de política electoral limitaron la magnitud del ajuste fiscal en las
provincias y del programa de reforma estructural. En general, el considerable poder de los
gobiernos provinciales, en un contexto en el que se había confiado a las provincias
responsabilidades mayores de servicios públicos, redujo mucho la flexibilidad de la política
fiscal. La corrupción y otros problemas de gobernanza también se han mencionado como
factores que socavaron la credibilidad de las autoridades.

6.- Conmociones externas Se señala con frecuencia que Argentina se benefició de las
condiciones económicas mundiales favorables que caracterizaron gran parte de los años 90.
Cuando estas condiciones comenzaron a deteriorarse hacia el final de esa década, el
impacto en Argentina fue grave, y tanto más porque el régimen de convertibilidad y las
rigideces estructurales remanentes impidieron una reacción flexible de las políticas
internas. Entre las conmociones externas, cabe mencionar las crisis de Rusia y del LTCM
de mediados de 1998, que produjeron una reducción de los flujos de capital a las economías
de mercado emergente y un incremento de la prima de riesgo; la devaluación del real
brasileño, que tuvo un impacto negativo en la competitividad de las exportaciones de
Argentina; la apreciación del dólar de Estados Unidos frente a la mayoría de las otras
monedas a finales de esa década, que hizo subir el tipo de cambio efectivo real de
Argentina; y la desaceleración de la economía mundial que se inició a principios de 2001,
que deprimió el precio de las exportaciones principales del país.

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7.- Dinámica de la deuda Dado el historial de política fiscal, la dinámica de la deuda
comenzó a tener vida propia, limitando gravemente las opciones de política de las que
disponían las autoridades. Muchos comentaristas destacan que, después de 1998, la
combinación de una gran deuda externa, aumento de las primas de riesgo-país y
crecimiento lento hizo que la relación deuda PIB subiera sin control. Todos estos factores
se alimentaban uno al otro, hasta el punto en que hubiera sido necesario que las autoridades
lograran un superávit primario de una magnitud imposible de implementar sólo para
impedir que la relación deuda-PIB siguiera subiendo.

8.- El sistema bancario Hasta que las corridas de los depositantes comenzaron a acelerarse
en la primavera de 2001, se consideraba que el sistema bancario de Argentina era un
modelo para las economías de mercado emergente en términos de normas prudenciales,
capitalización y liquidez. El sólido sistema bancario, resultado de esfuerzos sostenidos por
parte de las autoridades, era un importante elemento de sostén del régimen de
convertibilidad en el cual la capacidad del banco central para actuar como prestamista de
última instancia era limitada. Sin embargo, para finales de 2001, los efectos acumulados de
varios años de recesión, un año de fugas de capitales y una serie de movidas polémicas en
materia de política económica habían dejado al sistema bancario vulnerable a nuevos
golpes a la confianza del público. Se ha dicho con frecuencia que la forma en que las
autoridades trataron de salir de la convertibilidad –con medidas jurídicamente ambiguas
para bloquear los depósitos, conversión forzosa de los activos y pasivos bancarios
denominados en dólares a pesos con tasas asimétricas- agravaron estas debilidades. En
consecuencia, Argentina empezó el año 2002 no sólo con una crisis monetaria y de deuda
soberana, sino también con una crisis bancaria. Esto complicó severamente los esfuerzos
por resolver las múltiples crisis con la mayor rapidez posible.

¿A QUIEN AFECTO?

-El tipo de cambio fijo hacía las importaciones más baratas, produjo un vuelo constante de
dólares fuera del país y una pérdida progresiva de la infraestructura industrial de la
argentina, lo que llevó a un aumento del desempleo
-Debido a la desconfianza financiera se disminuye relación comercial con Venezuela y
cuba y a causa también de sus propias crisis económicas, además de esto la afluencia de
divisas proporcionadas por la privatización de empresas estatales se había secado
-Después de 1999 las exportaciones argentinas fueron perjudicadas por la devaluación
del real brasileño y una considerable revalorización internacional de la libra, que provocó
una revaluación del peso frente a su principal socio comercial, Brasil (30% del total de
flujos comerciales) y la zona del dólar (23% del total de flujos comerciales).
-Se produce recesión a mediados de 1998, afectando a todo el pueblo argentino que veía
una economía estancada, con inflaciones altas, mucho desempleo y poca inversión.
-El gobierno de Menem dejó un elevado déficit fiscal, de 7 350 millones de pesos en 1999 y
Fernando de la rúa asume en diciembre de 1999 cuando la recesión ya se notaba con fuerza
(1999 cerró con una caída del PBI del 4%)

-En diciembre de 2000, el ministro de economía José Luis Machinea negoció un paquete de


salvataje de cerca de 40 000 millones de dólares (denominado “blindaje”), que postergaba
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pagos de capital e intereses a efectos de aliviar la situación financiera del estado y recuperar
la confianza, esto fue insuficiente.

-El desempleo pasó a 20% a comienzos del 2001, niveles que marcaron un récord histórico,
superior incluso a los de la crisis de 1930. la deuda pública, 132 mil millones de dólares.
-Muchos ahorristas argentinos se enfurecieron y salieron a protestar a las calles de las
ciudades más importantes del país, sobre todo Buenos Aires. Esta forma de protesta popular
que se conoció como "cacerolazo" 
-Surgen enfrentamientos entre ciudadanos y policías debido a manifestaciones, que luego
desencadenaron en saqueos a las grandes empresas tanto americanas como europeas. Fue
declarado Estado de Sitio.
-Muchas empresas privadas se vieron afectadas por la crisis
- Aerolíneas Argentinas tuvo que parar todos los vuelos internacionales durante varios días
en el año 2002. La aerolínea estuvo a punto de quebrar.
-Varios argentinos sin hogar y sin trabajo optaron como salida laboral más rápida la de
recolectores de cartón.
-Según una estimación de 2003, entre 30.000 y 40.000 personas recolectaban cartón de la
calle para ganarse la vida mediante la venta a plantas de reciclaje.
-Con la devaluación de 2002, las importaciones se derrumbaron en un 60% respecto al año
anterior. Ello posibilitó la acumulación de un importante superávit comercial durante los
últimos años.

-Las restricciones al retiro de dinero de los bancos, sumada a la incautación de los depósitos
promovida por Cavallo fueron conocidas popularmente como corralito. estos hechos
desembocaron en la histórica crisis de diciembre de 2001 con represión y muertes, cae el
gobierno y argentina entra en default.

DONDE COMENZO TODO


Después de un segundo combate ante la hiperinflación en 1990, Domingo Cavallo fue
nombrado ministro de economía. En 1991 tomo las medidas de ejecución que fijaron el
valor de la moneda argentina a 1 peso por dólar estadounidense. Para garantizar esta
“convertibilidad” el Banco Central de Argentina tuvo que mantener sus reservas de dólares
en divisas en el mismo nivel que el efectivo en circulación. El objetivo inicial de estas
medidas era asegurar la aceptación de la moneda nacional, ya que durante el periodo entre
1969 y 1990, con múltiples picos de hiperinflación de por medio, la gente había comenzado
a rechazarlo como pago y exigía dólares en su lugar. Este régimen fue fijado más tarde por
la ley de convertibilidad del austral, que restauro el peso como la moneda argentina con un
valor monetario fijado por la ley para el valor del dólar estadounidense.

Esto se origina por una salida importante de capitales, debido a que los inversionistas
pierden confianza en las condiciones macroeconómicas de una economía local ante un
contexto adverso.

La teoría económica sobre los determinantes de este tipo de crisis se divide en dos grupos
de modelos.

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El primero analiza cómo el deterioro de las condiciones macroeconómicas afecta la
estabilidad del tipo de cambio. El deterioro de las variables macro –por ejemplo, un déficit
comercial insostenible– reduce las reservas internacionales y, por ende, debilita la posición
y credibilidad del banco central para defender la moneda local.

Así, se genera desconfianza en los agentes económicos que comienzan a comprar dólares.
Para frenar esta demanda, la autoridad devalúa bruscamente la moneda nacional, lo que
ocasiona una crisis cambiaria que incrementa la inflación y contrae la actividad económica.

En este sentido, la posibilidad de una crisis cambiaria en Argentina es mayor debido a su


deterioro macroeconómico. Por ejemplo, el promedio de inflación anual en Argentina
durante la última década ha superado los dos dígitos, mientras que en el Perú el promedio
entre el 2001 y el 2017 ha sido 2,8% por año

Además, la deuda bruta en Argentina es aproximadamente 53%de su PBI, mientras que en


el Perú es de 26%.

El segundo modelo se enfoca en las expectativas de los inversionistas. Estos modelos se


basan en un esquema de profecía autocumplida, puesto que las expectativas negativas de un
grupo de inversionistas provocan una salida de capitales, principalmente de corto plazo, que
desencadena una fuerte devaluación de la moneda local. Así, el ciclo se autorrefuerza.

Al respecto, la inversión extranjera directa (IED) de un país es un indicador del peso de los
capitales de largo plazo en la economía, que por definición son menos volátiles –y
riesgosos para el tipo de cambio– que los capitales más especulativos. Al 2016, Argentina
posee IED equivalente al 0,6% del PBI, mientras que en el Perú representa 3,6%, casi seis
veces su peso relativo al PBI. Asimismo, la IED como porcentaje del PBI entre 1994 y el
2016 tuvo un promedio de 2,4% en Argentina y 4,2% en el Perú.

En 1991, Argentina puso en marcha el Plan de Convertibilidad, que consistía en mantener


un tipo de cambio fijo del peso con respecto al dólar, a un nivel de un peso por un dólar. La
intención era acabar con la inflación que éste tenía y durante los primeros años, se
registraron resultados económicos buenos, y el país se recuperó de la hiperinflación sufrida
en el periodo 1989-1990.

Se caracterizó por la estabilidad de precios y por el crecimiento económico, que llevó a un


aumento de la demanda de dinero como consecuencia de la subida del PIB. También
aumentaron las reservas internacionales de 8 billones a 10 billones de peso gracias a la
intervención del banco central y tuvo que comprar moneda extranjera para evitar una
apreciación del peso. Esta etapa duró hasta 1994. En 1994 se produjo en México la Crisis
del Tequila causada por el déficit del sector público y la falta de reservas internacionales, lo
que condujo a una devaluación del peso mexicano lo propio pasó con Brasil y su
devaluación de moneda, esto afecto las exportaciones de Argentina. Los diferenciales de las
tasas de interés, se ampliaron para Argentina, debido a las primas de moneda y del país,
elevando la tasa de interés de los hogares.

Era un caso claro de contagio aunque Argentina no tenía la culpa de ello, pero como bien
sabemos, las crisis de un país, no sólo afectan a ese país, sino que afectan en sentido
globalizado, repercutiendo también a países vecinos. La población argentina comenzó a
ponerse nerviosa y los extranjeros dejaron de prestarles dinero ya que la situación
económica era muy arriesgada. El banco central intervino para proporcionar ayuda

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financiera a los bancos y tratar de paliar el problema en el que se encontraban. Clara García
Hombrados Un año después, se produjo una crisis bancaria y los altos tipos de interés
estaban reduciendo la producción ya que el sector privado luchaba con el alto coste del
crédito. El déficit presupuestario creció a medida que disminuyeron los ingresos tributarios.

Los bancos comerciales se vieron dañados por los préstamos incobrables y por los bajos
precios de los activos y hubo una crisis bancaria tanto de solvencia como de liquidez,
obligando otra vez a la intervención del banco central a la concesión de préstamos. La gente
temía que los bancos fracasaran y empezaron a retirar los depósitos de dinero por miedo.
Los depósitos en dólares causaron un problema adicional. Si la gente quería retirar pesos,
los préstamos en pesos del banco central ayudaban, pero si era dólares lo que querían
retirar, el banco central tenía que proporcionar esos dólares recurriendo a sus reservas, por
lo que estas cayeron y los argentinos intercambiaron pesos por dólares y los llevaron al
extranjero a países más seguros. En el periodo 1997-2000, Argentina había superado la
Crisis del Tequila, y el país era capaz de prestar grandes cantidades a bajos tipos de interés
en los mercados mundiales de capitales.

El problema fundamental es que a pesar de las condiciones de auge, los gobiernos


mantienen déficits persistentes cada año, lo que hace aumentar la deuda pública. Cabe
destacar que la mayor parte de esta deuda fue mantenida por extranjeros, por lo que creció
la deuda externa. Además, el dólar estadounidense comenzó a apreciarse, arrastrando el
peso argentino hacia una posición más fuerte frente a otras monedas. Los altos tipos de
interés, la menor demanda en el exterior, y el tipo de cambio apreciado, llevó a Argentina a
una recesión. En 2001 y 2002, el país se caracterizaba por una política fiscal débil, una alta
inflación, un dólar más fuerte y una flexibilidad interna insuficiente. El FMI (Fondo
Monetario Internacional) hizo un último préstamo a Argentina en Agosto de 2001, que
aumentó las reservas de los bancos centrales, pero no duró mucho. El fin era inevitable, se
habían unido tres crisis, deuda, banco y tipo de cambio. Hubo una corrida bancaria y para
detener el flujo, el Gobierno impuso controles de capital (tanto en pesos como en dólares),
el famoso ‘Corralito’ y congeló la mayoría de los depósitos bancarios suponiendo la gran
incertidumbre económica, una inestabilidad social para el país y la pérdida de los ahorros
de muchos Argentinos, pues no podían sacar dinero del banco porque si no este, se quedaba
sin reservas. Finalmente, la actuación del Gobierno, supuso la transformación de todas las
cuentas de dólares a pesos, y esto supuso la devaluación del peso y la población argentina,
sufrió este efecto ya que ahora su dinero estaba en pesos. Se aumentaron los impuestos y
recortaron el gasto público. La economía pasó de una mala recesión a un colapso total y
absoluto, y aumentó la pobreza, 11.200 personas al día ganaban menos de 3$ al día.

QUE AFECTO DENTRO DE LA ECONOMÍA

El panorama económico era totalmente diferente a la década de 1990, la devaluación del


peso hizo que las exportaciones argentinas sean más baratas y competitivas en el extranjero,
mientras que desalentaba las importaciones. Además, el alto precio de la soja en el mercado
internacional produjo una inyección de enormes cantidades de moneda extranjera (con
china, convirtiéndose en un importante comprador de productos de soja en Argentina). El
gobierno alentó la sustitución de importaciones y el cerdito accesible para las empresas,

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organizo un plan para mejorar la recaudación de impuestos y dejar de lado grandes
cantidades de dinero para el bienestar social.

Consumo de los agentes privados internos

El índice de confianza del consumidor que tuvo una baja importante en Enero de 1999, con
una variación negativa de –13.3%. El índice alcanzó el mínimo nivel en Junio del 2002, se
encontró en 29.97. La caída del consumo, la tendencia decreciente de la demanda marcaron
disminuciones abruptas en los difíciles meses que vivió Argentina a fines del 2001 y
principios del 2002, tales como la inestabilidad política, saqueos, estallidos sociales,
corridas bancarias.

Con respecto al ingreso salarial la remuneración promedio mensual mínima se observa en


Noviembre de 1997 con 827 pesos y durante estos años de crisis pocas veces estuvo por
encima de los 1000 pesos, remuneración que cubriría la canasta familiar básica, el ingreso
salarial se mantuvo entre 800 y 900 pesos; más de la mitad de la población es pobre.

Otro índice importante a tener en cuenta como determinante del nivel de consumo es el
Índice de precios al consumidor. En el mismo se evidencia que los precios estuvieron
oscilando entre 101.98 y 98.78 durante los primeros cuatro años de la última crisis 1998-
2001. A partir del 2002 el aumento de los precios comenzó a sentirse debido a que el Plan
de Convertibilidad dejo de tener vigencia.

La devaluación produjo algunos cambios en la economía argentina, como lo es la mayor


competitividad del país frente al resto del mundo y una inflación que logro controlarse a
pesar del temor constante del desencadenamiento de una hiperinflación. De todas formas
las familias tuvieron que ajustar su consumo o mantenerlo a costa de bajar el nivel de
ahorro. En el Ahorro Nacional Bruto, la menor cantidad ahorrada se ve en el año 2001 con
37.508 millones de pesos a precios corrientes. Al año siguiente (2002) se registraron altos
niveles de ahorro que son explicados por varias causas. Una de ellas, la que considero más
importante, advino con la devaluación, las importaciones disminuyeron, mejorando la
Balanza Comercial. Las mismas eran un componente importante del consumo en épocas de
tipo de cambio fijo, pero al encarecerse los agentes redujeron su adquisición.

Inversión

En la inversión Interna Bruta Fija hay una significativa disminución año tras año.
Consecuencia de ello es el alto índice de Desempleo, la Evolución de las principales
variables ocupacionales, el porcentaje más alto de desempleo se registra en Mayo de 2002
con un 21,5%. Los niveles de Desocupación son explicativos de la crisis, ya que un
individuo desempleado baja su nivel de consumo o se vuelve indigente viviendo de la
caridad.

Para reducir el nivel de Desempleo fueron implementadas políticas gubernamentales como


los planes sociales.

Ya hemos analizado que en el año 2002 se registraron altos niveles de Ahorro, lo que
indicaría una caída en la tasa de Inversión, que llega a los 9.7 puntos del PBI, que junto con
la Inversión Pública (0.6%) alcanza la cifra de 10.3% del PBI.

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Encontrándose en un contexto turbulento, esta variable es explicada por la tasa de interés,
que depende de la prima de riesgo país y de la tasa de interés internacional. La prima de
riesgo país está relacionada con shocks externos y con el déficit externo y determinantes
fiscales que funcionan como factores endógenos y que ha ido creciendo continuamente
hasta el mes de Agosto de 2002, aproximadamente (Datos obtenidos del INDEC),
produciendo una fuga de capitales generada por la incertidumbre de los inversores.

Gasto Público

En el análisis se atestigua el crecimiento sostenido del Gasto Total Público a lo largo del
período en crisis, típico reflejo de un país emergente que actúa con políticas pro cíclicas
ante situaciones de crisis. En los primeros años de análisis se observa que el Déficit del
Sector Público Consolidado tiene una tendencia alcista. Si se realiza una comparación de
1998-2001 con 1994, se evidencia un resultado superior al registrado en 1994 de 7.112
millones de pesos. El incremento corresponde al pago de intereses (6.784 millones) y a la
ampliación de la brecha del Sistema de Seguridad Social (4.867 millones).

La Deuda Pública aumentó sustancialmente, y la FED (Reserva Internacional) incrementó


la tasa de interés; estos hechos condujeron dinámicamente a incrementar el Déficit Total.
Para enfrentar este problema se tomaron medidas como el aumento de los impuestos, pero
el estancamiento de la economía argentina tornó al sistema agobiante.

La Recaudación impositiva, en Marzo de 2001, se redujo 12,7% respecto del mismo mes
del año anterior. En el de Recursos Tributarios los totales del último mes de cada año del
período de crisis nos indican que hasta Noviembre de 2001 el ingreso tributario varió entre
3.467,6 y 4.824,3 millones de pesos. En Diciembre de 2001 se produjo una merma
importante; pudo deberse a los problemas políticos de aquel mes específicamente que
condujeron a los ciudadanos al no pago de sus impuestos. También la evasión se debería
tomar como una variable explicativa del Déficit Fiscal Consolidado.

Con respecto al bienio 2002-2003, la Recaudación tributaria se incrementó; se atestigua el


mayor nivel de Recaudación, dando la pauta de un principio de recuperación en un
ambiente de estabilidad política y económica.

El crecientemente dificultoso acceso al financiamiento externo en un contexto internacional


desfavorable hizo que ganara peso, en forma progresiva, el endeudamiento interno del
Sector Público (con el Sistema Previsional Privado y con los bancos principalmente).

Por otra parte, la Deuda Externa tendería a estabilizarse, aunque la relación Deuda Externa
- Producto seguiría ascendiendo moderadamente, sobre todo por la declinación del PBI. Al
alcanzar su máxima expresión, pone en evidencia que en Diciembre del 2001 las deudas
públicas comienzan a descender, un claro ejemplo se ve reflejado en los Bonos y Títulos
Públicos que pasan a ser de 72.775 a 55.057 millones de dólares.

QUE REPERCUSIONES TIENE EL DIA DE HOY

17 años después de su peor crisis económica en la historia, Argentina parece estar


reviviendo hoy los fantasmas del 2001. La devaluación del peso argentino frente a la

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sostenida alza del dólar, la dependencia del financiamiento externo y el déficit fiscal y
comercial tienen sumido al país trasandino en la incertidumbre. Y los efectos podrían
sentirse también en Chile

Según los expertos, Argentina podría comenzar a reducir la cantidad de productos y


servicios importados desde nuestro país, como agropecuarios y manufactureros, aunque la
peor parte se la llevarían las empresas que estén operando allá. “Compañías como LATAM
o del retail de seguro verán disminuidas sus utilidades. La gente ya no está comprando
como antes porque la inflación se ha elevado mucho”

Del mismo modo, aquellas personas que estaban pensando en viajar al país trasandino para
comprar productos, quizá deberán replantearse la idea. “Si tú viajas con un buen tipo de
cambio en dólares, obviamente tendrás una buena recaudación, pero de ahí tienes que restar
todo el extra que pagarás por la inflación, entonces no te saldrá muy a cuenta. La gente no
suele pensar en eso antes de gastar”,

¿SE ACABA EL TURISMO ARGENTINO?

Postales como la del Costanera Center repleta de trasandinos con maletas en busca de
productos podrían quedar en el pasado, “La moneda argentina se ha depreciado mucho, no
así el peso chileno, que se ha fortalecido. Venir a nuestro país a comprar cosas ya no será
tan atractivo para el turista argentino, no les saldrá tan a cuenta y preferirán quedarse allá”

El presidente argentino, Mauricio Macri está apostando por mantener el flujo de dólares en
las calles, por lo que “el argentino promedio seguirá teniendo acceso al billete verde,
aunque les salga más caro que antes.

Ejemplo como el de Semana Santa, con cientos de argentinos llegando para comprar en los
malls, se repita. Nuestro mercado sigue con una gran variedad de productos y ofertas, y eso
seguirá atrayendo a los turistas”.

Otras repercusiones importantes son:

-Falta de representatividad política

-La inflación, siempre la inflación

-La pobreza, de las más altas de América

-Relación de desconfianza con los mercados internacionales

QUE MEDIDAS HAY PARA EVITAR QUE OCURRA DE


NUEVO
Podría dolarizar- reemplazar el peso por el dólar como moneda oficial. Ecuador y el
Salvador han dolarizado pocos años atrás, obteniendo resultados mayormente favorables.
La otra opción principal, un tipo de cambio libre combinado con una selección de objetivos
(“targeting”) explícitos o implícitos con respecto a la inflación ha funcionado bastante bien
en otros países, pero en la historia argentina, un tipo de cambio libre siempre ha estado
asociado a la inestabilidad económica.

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El sistema bancario argentino se está recuperando luego des desastroso año 2002. Su salud
a largo plazo dependerá de si la economía es capaz de crecer desde cero en lugar de
simplemente esperar el efecto rebote de la depresión. Las perspectivas de Argentina con
respecto al pago parcial de la deuda estatal que estuvo en default también dependerán
mayormente del crecimiento económico.

En el largo plazo, argentina se enfrenta a varios obstáculos para el crecimiento en muchas


otras áreas. Estos obstáculos son bien conocidos dentro y fuera de argentina, y todos ellos
han sido ampliamente estudiados.

Otras medidas importantes son:

El fortalecimiento de todo el proceso de integración regional en América del sur para que
siga reactivando el intercambio entre países.

diversificar las exportaciones y los destinos exportadores

Usar las reservas acumuladas por los saldos exportadores en dinamizar el mercado interno,
preocupándose por políticas sociales

Evitar la convertibilidad. (Convertibilidad significó que Argentina no tenía la capacidad


para hacer política monetaria independiente, porque había pegado su moneda al dólar,
entonces no podía emitir, que es lo que un país hace cuando entra en recesión)

COMO LA POLITICA FISCAL Y/O MONETARIA AYUDO O


PERJUDICO AL PAIS
La política fiscal aplicada en argentina durante los años noventa en generalmente
considerada como uno de los principales factores que explican el fracaso del programa de
convertibilidad y la posterior crisis, la imposibilidad de recurrir al financiamiento
monetario de los desequilibrios y la extrema sensibilidad de la economía argentina a la
entrada de capitales y tasa de interés internacional fueron los gérmenes de la debilidad
fiscal del programa.

Muchos observadores han sostenido que la política fiscal era excesivamente floja, en
especial en los años en que el crecimiento rápido daba oportunidad de aplicar una política
fiscal anticíclica que hubiera ayudado a reducir la deuda. Los déficit persistentes reflejaban
la escasa transparencia de las operaciones fiscales, una evasión y una elusión fiscal
generalizadas, y la limitada capacidad del gobierno nacional para controlar los gastos de los
gobiernos provinciales. Se ha sostenido que esas debilidades fueron agravadas por políticas
irresponsables, como la de utilizar los ingresos provenientes de las privatizaciones para
financiar gastos corriente en lugar de usarlos para reducir la deuda. En consecuencia,
cuando la recesión golpeó en 1998, la deuda había crecido tanto que para estabilizarla se
hubiese requerido un fuerte ajuste fiscal procíclico, algo que en ese contexto quizás no
hubiera sido realista.

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CONCLUSIÓN

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BIBLIOGRAFIA

-https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2018/06/29/afecta-la-crisis-economica-argentina-
chile.html

-Instituto Nacional de Estadística y Censos, datos para el Gran Buenos Aires

-www.Wikipwdia.org

-www.Clarin.com

-Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires

-La nación

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