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Viaje A Las Entrañas de Una Mujer Secuestradora. Jorge Agobian

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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Viaje a las entrañas de la mujer secuestradora. Un fenómeno que se


advierte en Venezuela

Reportaje de investigación sobre el rol de las mujeres venezolanas en el


delito de secuestro entre los años 2010 y 2014

Trabajo Especial de Grado para optar al título de Licenciado en Comunicación Social

Autor: Agobian, Jorge Luis

Tutora: Reyes, Luz Mely

Junio de 2015

1
Viaje a las entrañas de la mujer secuestradora. Un fenómeno que se advierte en
Venezuela

Reportaje de investigación sobre el rol de las mujeres venezolanas en el delito de


secuestro entre los años 2010 y 2014.

Autor: Agobian, Jorge.

Fecha: Junio 2015.

RESUMEN

Históricamente en Venezuela se ha relacionado la práctica del secuestro con la figura


masculina y se ha excluido el rol de la mujer. Algunas veces este ocultamiento
parece obedecer a razones de género, fuerza y percepción social sobre el papel de la
mujer en el ejercicio de la violencia criminal. Según una encuesta del Instituto
Nacional de Estadísticas, INE, publicada en 2006, el 100% de los victimarios del
secuestro de aquel año fueron hombres. En 2010, la misma institución del Estado
publicó un nuevo estudio: para ese momento las personas de sexo masculino ya no
eran la totalidad de los victimarios, al menos el 20,45% eran mujeres. Desde entonces
no se publican boletines de este rigor en el país. Sin embargo, los medios impresos y
digitales, tanto regionales y nacionales, han reportado la incidencia. Estos reportes
nos permiten suponer, pese a la invisibilización oficial, la participación activa de
mujeres en el delito de secuestro. En ese sentido, el presente trabajo revela, con base
en las publicaciones de los medios entre 2010 y 2014, el rol de las mujeres en esta
actividad delictiva. Para ello se utiliza el género del reportaje de tipo interpretativo
que a través de sus técnicas y herramientas propias del periodismo de investigación
pondrá en evidencia el fenómeno.

Palabras clave: Secuestro, reportaje, mujeres secuestradoras, delito, rol, mujer.

2
Journey into the entrails of the kidnapper woman. A phenomenon that is noticed
in Venezuela

Research on the role of Venezuelan women in the kidnapping between 2010 and
2014.

Author: Agobian, Jorge.

Date: June 2015.

SUMMARY

In Venezuela historically has associated to men with the practice of kidnapping while
the female figure has been excluded. Sometimes this concealment seems obey to
gender, power and social perception on the role of women in the exercise of criminal
violence. A survey by the National Statistics Institute, INE, published in 2006, says
that 100% of the perpetrators of the kidnapping were men. In 2010, the institution of
state published a new study: By that time the male persons were not already all the
perpetrators. At least 20.45% of them were women. Since then there are no bulletins
with that rigor in the country. However, print and digital media, regionals and
nationals, have reported the incidence. These reports allow us to assume, despite
official invisibility, the active participation of women in the kidnapping. In that sense,
this work reveals, with the base in publications digital medias between 2010 and
2014, the role of women in this criminal activity. Therefor the genre of reportage
interpretative is used, because is one of that through their own tools and techniques of
investigative journalism, will bring out the phenomenon.

Key words: Kidnap, report, kidnapper women, role, women.

3
A mi padre

4
A Dios

5
ÍNDICE

CAPÍTULO I: EL PROBLEMA………...………………………………………….9

Introducción………………………………………………………………………10-12

Planteamiento del problema………………………………..…………………….13-16

Justificación………………………………………………………………………17-19

Objetivos……………………………………………………………………………..20

CAPÍTULO II: MARCO METODOLÓGICO………..………………………….21

Marco metodológico………………………………………………...……………22-33

CAPÍTULO III: RESULTADOS DE LA BASE DE DATOS….………………..34

Resultados de la base de datos……………………………………………..…….35-39

CAPÍTULO IV: BASES TEÓRICAS Y LEGALES…………………………….40

1. Antecedentes………………………………………..…………………………41-44

2. Criminología: Ciencia de los delitos……………………………………..……45-46

2.1. Delito y delincuente……………………………………………...…..46-48

2.2. Criminología feminista: De la mujer “monstruo”


a la mujer delincuente…………………………………….………………48-53
2.2.1. Mujer, sociedad y delincuencia……………………………53-58

2.3. Mujeres delictuosas en Latinoamérica: Breve mención a Argentina,


Colombia y México. Especial mención a Venezuela………………….…………59-61

2.3.1.Argentina…………………...………………………………………61-62

2.3.2. Colombia…………………………………………………………..62-64

2.3.3. México………………………………………………...………………64

6
2.3.4. Venezuela………………………………………...………………..64-72

3. El Secuestro………………………………………………………..…………..73-75

3.1. Tipos de secuestros…………………………………………………..75-76

3.2. Perfil del secuestrador…………………………….…………………76-77

4. Secuestro en Venezuela…………………………………………………………...78

4.1. Bases legales…………………………….………………………………78

4.1.1. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela……………...78

4.1.2. Código Penal Venezolano…………………………………………78-81

4.1.3. Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada


y Financiamiento al Terrorismo………………………………………….81-82
4.1.4. Ley contra el Secuestro y la Extorsión…………………………….82-83

4.1.4.1. Agravantes de la Ley contra


Secuestro y Extorsión……………………………………………84-85

4.2. Instituciones y organismos que se encargan del delito………………85-87

5. Mujeres secuestradoras: personalidad y roles en el delito…….………………87-93

5.1. Mujeres secuestradoras en Venezuela…………….…………………94-95

5.2. Tendencia en ascenso………………………………….…………….95-96

5.3. Cifras oficiales………………………….…………………………..97-100

5.4. Roles de la mujer secuestradora…………..………………………100-103

6. El reportaje: forma del género………………………………...…………….104-105

6.1. Una tendencia social escrita en un reportaje…………………………...106

7
CAPÍTULO V: REPORTAJE INTERPRETATIVO………..…………….107-109

I. Cuando los medios publican… tendencias traen……………………..…110-114


II. Bienvenidas a la banda……………………………….……………115-125
III. Mujer: las caras según la sociedad………………………..……….126-135
IV. Cuando ellas lideran la banda…………………………...………...136-140
V. “Soy pobre, pero no boba”. De los hermanos Faddoul
a Simplicio Hernández…………………………………..………...141-151
VI. ¿Qué hay más abajo?........................................................................152-153

CAPÍTULO VI: RECOMENDACIONES Y CONCLUSIONES……………....154

Conclusiones…………………………………………………………………..155-159

Recomendaciones……………………………………………………………...160-161

REFERENCIAS………………...……………………………………………161-169

ANEXOS…………………………………………………….……………………..170

Anexo I. Lista de medios utilizados para la base de datos………………………...171

Anexo II. Base de datos 2010. Participación femenina en casos de secuestro


reportados por los medios digitales……………………………………………172-173

Anexo III. Base de datos 2011. Participación femenina en casos de secuestro


reportados por los medios digitales……………………………………………174-177

Anexo IV. Base de datos 2012. Participación femenina en casos de secuestro


reportados por los medios digitales……………………………...…………….178-183

Anexo V. Base de datos 2013. Participación femenina en casos de secuestro


reportados por los medios digitales……………………………………………184-193

Anexo VI. Base de datos 2014. Participación femenina en casos de secuestro


reportados por los medios
digitales……………………………………………………………………….194-208

8
CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

9
INTRODUCCIÓN

El secuestro es definido por la Organización de Naciones Unidas, ONU, como


un delito grave y mortal que requiere la aplicación de medidas eficaces para
contrarrestarlo. En el caso de Venezuela, la Ley contra el Secuestro y la Extorsión
establece penas de prisión que van desde cinco a treinta años a quien haya consumado
el hecho o haya cooperado para poder ejecutarlo. De esa manera el secuestro resulta
un delito con alta carga punitiva en la legislación venezolana, contemplado además en
otros tres cuerpos legales.

El secuestrador venezolano ha sido concebido social y criminológicamente


como una persona del sexo masculino, con edad promedio entre 24 y 35 años, según
un estudio realizado en 2009 por el Instituto Nacional de Estadística, INE. La mujer
no suele ligarse a estas prácticas delictivas porque se asume que es necesario el uso
considerable de fuerza física, energía y violencia, aspectos atribuidos culturalmente a
la imagen del hombre. La construcción social y de género establece, además, que las
personas de sexo femenino ejercen roles maternales, de cuidado, compañía, pasividad
y poca violencia en la sociedad.

Venezuela se presenta como el segundo país más violento del mundo según la
ONU y el quinto con más casos de secuestro hasta el primer trimestre de 2013. Esa
realidad asume mayor complejidad cuando todo parece indicar que los llamados
“grupos vulnerables”, entre los que destacan las mujeres, han adquirido parte de la
responsabilidad entre las organizaciones criminales, cumpliendo roles estratégicos y
algunas veces protagónicos.

La aparición cada vez más frecuente de mujeres como victimarias en delitos


de secuestro, reportada por los medios de comunicación, constituye un tendencia que
es indispensable investigar, toda vez que el Estado venezolano no ha realizado
estudios que analicen la participación femenina en los delitos para crear políticas

10
públicas eficaces. Más bien se instauró en 2004 una política de encubrimiento de los
reportes criminales y de violencia del país que ha invisibilizado este repunte.

Desde esa perspectiva, el presente trabajo de investigación, enmarcado en el


quehacer periodístico, tiene como objetivo elaborar un reportaje interpretativo en el
que se expliquen las causas y consecuencias del rol de la mujer venezolana en el
delito de secuestro entre los años 2010 y 2014, período en el que la Ley contra
Secuestro y Extorsión, promulgada en 2009, tiene vigencia y clasifica las
responsabilidades de los victimarios.

A través del periodismo de investigación, que juega un papel determinante en


la narración del actual momento histórico venezolano, signado de altos índices de
criminalidad, violencia, censura mediática y encubrimiento de estadísticas oficiales,
el presente trabajo utilizará la técnica de lista de frecuencias para crear una base de
datos con información aportada exclusivamente por los medios de comunicación con
el fin de crear un registro numérico y cualitativo de las mujeres que participaron en
actos de secuestro entre el período establecido.

Este Viaje a las entrañas de la mujer secuestradora está dividido en capítulos,


organizados de la siguiente manera:

En el primero se presenta y justifica el problema. En el segundo capítulo se


detallan las estrategias y técnicas metodológicas utilizadas para llevar a cabo la
investigación periodística y la recolección de información para la construcción de la
base de datos cuyos resultados son expuestos en el tercer capítulo. Más adelante, en el
cuarto capítulo, se presentan las bases teóricas y legales sobre el tema, que sirven, por
tratarse de una investigación inédita en el periodismo venezolano, para presentar el
producto elaborado y expuesto en el quinto capítulo.

El reportaje interpretativo está a su vez ordenado por capítulos, lo que le


permite al lector comprender el problema, explorar las causas y visualizar las

11
consecuencias. El producto profesional entrelaza a través de la contextualización cada
uno de los capítulos y ubica al lector frente a la realidad, además de acercarlo aún
más a lo que los expertos consultados denominaron un “fenómeno social”. Así, en el
capítulo V del reportaje, se expone el caso de secuestro de Simplicio Hernández,
perpetrado en 2012 por tres hombres y al menos cuatro mujeres, de las cuales se
presenta el testimonio de una de ellas.

Seguido del reportaje interpretativo, finalmente en el capítulo sexto se


presentan las conclusiones y recomendaciones sobre el tema, producto de un
profundo análisis basado tanto en las opiniones de los expertos como en la
experiencia del investigador.

12
PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA

La participación de mujeres en actos delictivos se ha tratado con cierto


ocultamiento desde tiempos remotos. No obstante, la evolución de la criminología da
cuenta de un proceso de aceptación en el que se han determinado los roles de las
mujeres en diferentes hechos punibles.

En el caso del secuestro, específicamente en Venezuela, durante décadas los


victimarios han sido vinculados estrictamente a la imagen masculina. Esta relación es
congruente con las teorías de Criminología Tradicional de las primeras décadas del
siglo XIX, cuando los estudios y hallazgos de criminalidad eran basados solamente
en la imagen masculina y luego extrapolados directamente a la femenina. (Durán,
2010).

En publicaciones recientes sobre el delito de secuestro, autores venezolanos


parecen encubrir el rol femenino por razones de género y así lo justifican.

María Alejandra Añez (2010) en su obra El delito de secuestro en Venezuela:


una especial referencia al estado Zulia, asegura que los índices de delincuencia
femenina son muy inferiores a la masculina debido a “la tradicional debilidad
biológica de la mujer y su tendencia a la conservación” que no permite que personas
de este sexo participen en hechos delictuosos en los que se requiera “una notable
actividad y el empleo de considerable energía”.

Sin embargo, de acuerdo con otras publicaciones consultadas, en los últimos


años la participación de las mujeres en delitos se ha incrementado y precisamente el
rol de ellas en secuestros ha tenido un repunte.

Luz María Durán (2010), doctora en criminología, expone en su publicación


Apuntes sobre criminología feminista que:

Las conductas delictivas típicas de las mujeres se han


modificado, ahora se han visto involucradas en nuevas

13
actividades delictivas como son asaltos a bancos, secuestro,
extorsión y delitos contra la salud. Delitos que hasta hace
poco estuvieron tradicionalmente asociados sólo con el
género masculino, precisamente por la violencia implícita
que conlleva su ejecución. (Durán, 2010: 1)

Por su parte, Hilda Marchiori (2011) en su obra La personalidad de la mujer


delincuente expone que en las últimas tres décadas, especialmente en países
latinoamericanos, la mujer ha aumentado “firme y progresivamente” su participación
en este delito en una proporción de 1/50, 1/20 “y hasta 1 a 5 en relación al hombre”.

En Venezuela, entre 2006 y 2009, se incrementó la participación de mujeres


en secuestros de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
Policial publicada por el Instituto Nacional de Estadística, INE, en sus ediciones 2006
y 2010.

En el informe de 2006 los resultados del estudio reflejaron que en el 100% de


los casos de secuestro estaban involucrados hombres, mayormente con edades
comprendidas entre 25 y 44 años. En 2010 la encuesta (realizada entre 2008 y 2009)
especificó que en el 79,55% de los casos de secuestro los victimarios fueron hombres
con edades comprendidas entre los 25 y 44 años.

Aunque la publicación no mencionó que 20,55% de los perpetradores fueron


personas de sexo femenino (en comparación a 2006 cuando representaba cero por
ciento) ese estudio puso de manifiesto que en tres años las mujeres tuvieron mayor
presencia en los secuestros como victimarias.

Desde entonces el INE no ha vuelto a publicar otro estudio referente a


percepción de seguridad ciudadana, y desde 2004 el Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, CICPC (Policía Técnica Judicial, PTJ en aquel
momento) no ofrece los anuarios que acostumbraba presentar sobre las cifras oficiales
de criminalidad, delitos y violencia.

14
Sin embargo, aunque las instituciones del Estado mantengan las cifras
reservadas, al revisar las publicaciones de los medios nacionales y regionales se
evidencia que al menos en los últimos cuatro años se ha reseñado el rol activo de las
mujeres en los secuestros registrados en el país, lo cual podría indicar la
conformación de una tendencia.

Entre 2011 y 2012 se registraron cuatro casos emblemáticos de personas


reconocidas secuestradas por bandas en las que hubo participación de mujeres. Estos
son: el pelotero Wilson Ramos (09 de noviembre de 2011), el ex embajador de
México en Venezuela, Carlos Pujalte (29 de enero de 2012), el mánager de
Caramelos de Cianuro, Libero Iaizzo (23 de marzo de 2012), secuestrado y
posteriormente asesinado, y el del padre de la gobernadora del estado Delta Amacuro,
Simplicio Hernández (6 de septiembre de 2012).

Otro estudio de 2013 realizado por la Misión A toda Vida Venezuela reveló
cifras de los delitos de homicidio, hurto, robo y lesiones con la respectiva
participación femenina en estos. Ese informe excluyó el delito de secuestro y fue
enfático al exponer que las mujeres resultan “consistentemente menos involucradas”
bien como víctimas o victimarias para “la totalidad de los delitos”.

En este primer acercamiento se refleja la incidencia del fenómeno posterior a


2010, año cuando se conoció el último reporte del INE que reflejó que entre 2008 y
2009 al menos 16 mil 917 personas fueron víctimas de secuestros en el país.

Además se evidencia que existe una percepción social e institucional que


rechaza la idea de que mujeres participen en actos delictivos y mucho más si se trata
de delitos graves como el secuestro.

Lo anterior nos permite suponer que nos encontramos frente a un problema de


acceso a la información pública, en este caso estadísticas oficiales, que ha generado
un vacío informativo que ha silenciado la incidencia de mujeres implicadas en casos

15
de secuestro. Al mismo tiempo, el tema no ha sido tomado en cuenta por los medios
de comunicación para estudiar a fondo la ocurrencia que ellos mismos reportan con
regularidad en sus publicaciones.

Para tratar este problema se plantea la ejecución de un trabajo de investigación


periodística basado en la realización de un reportaje interpretativo que se encargue de
registrar los casos de secuestros con incidencia femenina a través de las publicaciones
de medios nacionales y regionales entre 2010 y 2014 y que a partir de allí, dé a
conocer los roles de las mujeres venezolanas en el secuestro así como sus
características.

Además se busca exponer desde el punto de vista sociológico el impacto que


tiene este fenómeno en la sociedad, sus causas y consecuencias, ya que representa un
quiebre en la concepción que existe sobre la victimización del secuestro en el país.

16
JUSTIFICACIÓN

La participación de mujeres venezolanas en el delito de secuestro resulta un


tema de impacto social debido a que este fenómeno está inserto dentro de los altos
índices de violencia y criminalidad que se han registrado en el país en la última
década.

Este fenómeno coloca a Venezuela al lado de realidades de otros países


latinoamericanos donde la incursión de las mujeres en el secuestro se ha convertido
en tema de debate público: en México y Brasil existen bandas lideradas por mujeres.
En Venezuela, por su parte, no solo han sido apresadas por su participación en este
delito, sino que también han sido desmanteladas cuadrillas integradas por solo
mujeres en los últimos cuatro años. Así lo han reseñado diferentes medios regionales
y nacionales.

La repetición de un acontecimiento y su constante mención en los periódicos


es, según Eduardo Ulibarri (1994), una “muestra de que se está desarrollando una
tendencia” que a nivel periodístico puede ser investigada y es susceptible de tratarse a
través de un reportaje.

La importancia de esta investigación radica en el ámbito social ya que a través


del análisis de expertos en psicología social y sociología se puede construir un
panorama en el que se explique el por qué de este fenómeno, por qué las mujeres se
involucran en este delito y las consecuencias familiares, sociales y judiciales que
genera esta práctica.

Desde el punto de vista cualitativo esta investigación revela a través de la


búsqueda minuciosa de casos, información relevante que llena un vacío de cuatro
años de desinformación en los que las instituciones del Estado venezolano no han
ofrecido informes o boletines donde se explique la victimización de ciudadanos y
ciudadanas en el delito de secuestro.

17
De hecho, en Venezuela la información estadística de criminalidad y delitos
que manejan las instituciones públicas no se ocupan de realizar estudios cualitativos
en torno a estas, como el sexo de las víctimas y victimarios, edades, tipo de arma con
la que se asesinan a las víctimas. En este punto, la presente investigación se recubre
de importancia ya que rompe un esquema de diez años en los que las cifras han sido
ocultadas.

De todo lo anterior se sustenta que este trabajo responde a una de las premisas
más importantes del periodismo de investigación: revelar algo que está oculto y
generar información innovadora y de un inmenso interés social.

El periodista estadounidense Roger Atwood expone en Un manual para


periodistas de investigación (2005), recopilada en la obra Métodos de impertinencia
(2010), publicada por el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela, que existen tres
factores básicos que caracterizan al periodismo de investigación, entre ellos, que
revele algo oculto.

Para que un artículo o un reportaje sea producto del


periodismo de investigación tiene que poner a la luz algo que
alguien quiere ocultar, algún hecho o fenómeno cuya
revelación va en contra de los intereses de alguna persona o
institución. Esta es la característica que más lo distingue de
las demás formas de periodismo. (Ipys, 2010, p. 16)

La investigación que se presenta resulta inédita en el periodismo de


investigación venezolano y busca poner de manifiesto un fenómeno poco conocido a
través de un reportaje interpretativo.

Enrique Castejón (2009) expone en su obra Periodismo: recursos para la


verdad que el reportaje interpretativo “constituye la vía más completa y adecuada
para el estudio amplio y exhaustivo de las realidades complejas” (p.23)

18
En ese punto, este trabajo busca la compresión de un fenómeno complejo en el
que reposan una serie de causas son explicadas con precisión por los expertos
consultados, pero que además son interpretadas según el marco judicial y la
composición social actual. Allí se sustenta el por qué de la elección de este género
para presentar la investigación.

Temporalidad de la investigación

Con respecto a la temporalidad se optó por realizar el estudio cuantitativo


desde el año 2010 debido a que la existencia del marco legal en el país tiene vigor
desde 2009. Con base en la Ley contra el Secuestro y la Extorsión, promulgada el 4
de junio de 2009, fue posible tipificar el tipo de secuestro, así como los agravantes del
delito y los años de pena contenidos en la norma.

Asimismo, se toma como referencia el 2010 debido a que es precisamente ese


año cuando el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, publicó la Encuesta Nacional
de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana (2009) que revela, aunque se
obvie en las observaciones del estudio, que las mujeres participaron en el 20,45% de
los casos de secuestro entre 2008 y 2009.

19
OBJETIVOS

Objetivo general

Elaborar un reportaje interpretativo en el que se expliquen las causas y consecuencias


del rol de la mujer venezolana en el delito de secuestro entre los años 2010 y 2014.

Objetivos específicos

 Explorar cuales son los roles de las mujeres involucradas en secuestros.

 Determinar las características socio demográficas (edad y entidad venezolana)


de las mujeres que participan en secuestros.

 Analizar las causas y consecuencias de la participación de las mujeres en el


delito de secuestro.

20
CAPÍTULO II

MARCO METODOLÓGICO

21
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

El presente trabajo está enmarcado en la realización de un producto


profesional en el área de la Comunicación Social. Para su realización se utilizaron
técnicas y herramientas del periodismo de investigación.

De acuerdo con el Reglamento de los Trabajos de Licenciatura de las Escuelas


de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela
(2004), el presente se ubica en la categoría de trabajos “prácticos o de creación”. En
este caso, con base en el ejercicio del periodismo, el trabajo responde a la creación de
un producto que por sus generalidades se nutre de diferentes técnicas y herramientas
metodológicas.

Con respecto al nivel de profundidad, el presente está enmarcado en una


investigación descriptiva y explicativa ya que identifica las características de un
fenómeno y busca el por qué del mismo a través de relaciones de causa-efecto (Arias,
2012).

A través del reportaje interpretativo y del periodismo de investigación se pudo


indagar en ese nivel de profundidad y analizar a través de diferentes técnicas las
causas, consecuencias y proyecciones del fenómeno. Enrique Castejón (2009)
expone que:

El reportaje constituye la vía más propicia para el análisis amplio


de los acontecimientos de actualidad. La razón fundamental está
es su versatilidad y en su complejidad metodológica. El reportaje,
en efecto, permite no sólo una redacción más completa y
esmerada, con empleo profuso de descripción y narración, sino
también el manejo simultáneo de diversas técnicas de indagación
que permite la exhaustiva investigación. (Castejón, 2009: 151)

El autor expone que el reportaje interpretativo exige un “procedimiento


racional y metódico” que garantice la sostenibilidad de una tesis planteada, de allí que
la investigación previa y la consulta de fuentes hayan sido utilizadas como

22
herramientas para lograr el fin último: un producto profesional que revele, explique y
argumente el fenómeno estudiado.

Para su realización fueron utilizadas herramientas y metodologías


periodísticas: revisión documental y estadística, levantamiento y análisis de
información a través de listas de frecuencia y bases de datos, entrevistas a expertos y
testimonios de primera mano.

De lo anterior se desprende que de acuerdo al diseño de la investigación la


tipología del trabajo es documental y de campo, debido a que se basó en el acopio,
procesamiento y organización de documentos y al mismo tiempo hizo uso de técnicas
y métodos cualitativos que permitieron interpretar y presentar un fenómeno social en
profundidad (Hernández, 2012).

Con fines de detallar la metodología que fue utilizada para realizar esta
investigación, se presentan a continuación cada una de las etapas y las técnicas
usadas:

1. Investigación previa: la corazonada

Herrera (1983) sostiene que para interpretar un problema el periodista debe


primero comprenderlo y para ello es necesario que profundice en el mismo.

Para la ejecución de este trabajo se partió, en palabras del periodista


estadounidense Roger Atwood, de la “corazonada” del investigador sobre un tema del
que sospecha, existe una historia que vale la pena indagar.

La investigación preliminar fue realizada a través de la búsqueda en la red de


casos de secuestro en Venezuela con participación femenina. Para ello se usó la
búsqueda por palabras clave. A través de este primer paneo exploratorio se detectó un
número importante de casos. Luego de esa primera búsqueda minuciosa nacieron las

23
interrogantes: ¿las mujeres participan en los secuestros?, ¿en cuál porcentaje?, ¿cuál o
cuáles son sus roles?

El segundo paso de la investigación preliminar fue la búsqueda de


antecedentes. Se detectó que no existen en Venezuela trabajos que traten
específicamente esta temática, por lo que se planteó formalmente el estudio de este
fenómeno de acuerdo a las características principales del periodismo de
investigación: que revele algo oculto o desconocido y que tenga relevancia para el
público: interés social, pertinencia, magnitud, entre otros.

2. La delimitación

Eduardo Ulibarri (1994) explica que la delimitación “implica salir aún más de
lo simplemente intuitivo y buscar una información indispensable que nos ayude en la
tarea de enmarcar lo que hasta hace poco era una simple idea”. (p. 52).

Este proceso se obtuvo de la investigación previa que incluyó la revisión de la


Ley de Secuestro y Extorsión promulgada en el año 2009 y la documentación sobre
las normas hacen punitivo el secuestro en el país.

Debido a que existen dos estudios oficiales –uno que recoge los datos de
percepción de inseguridad y delitos entre 2005 y 2006, y otro que hace lo propio entre
2008 y 2009-, y que existía un vacío de información sobre la participación de mujeres
en el delito de secuestro, se determinó que el presente trabajo de investigación fuera
enfocado en el período que va desde 2010 hasta 2014, y que revelara cifras tanto
oficiales como no oficiales sobre este fenómeno.

Además de la recolección de datos cuantitativos, resultó necesario darle


sentido e interpretar esos números. Por ello el trabajo periodístico, más allá de
realizar un conteo, se propuso la explicación del fenómeno: causas, consecuencias y
proyecciones, así como la interpretación cualitativa de los datos recogidos.

24
3. Caso por caso: Levantamiento de información

El número de casos de mujeres involucradas en secuestros entre 2010 y 2014


se obtuvo de un proceso minucioso de levantamiento de información a través de
técnica de “lista de frecuencias” basada en la búsqueda en medios digitales de
carácter nacional y regional que permitió la creación de una base de datos que incluyó
los siguientes campos:

a. Enumeración año por año de los casos encontrados en el levantamiento.


b. Nombres de las presuntas implicadas y/o detenidas por casos de secuestro
y sus edades.
c. Tipo de delito que cometió la o las presuntas implicadas de acuerdo con lo
que establece la Ley de Extorsión y Secuestro (2009).
d. Medio en el que fue publicada la información (en esta etapa la
información obtenida fue verificada).
e. Estado del país en el que se desarrolló el delito.

Los medios digitales (marco muestral) utilizados para realizar el conteo estuvo
conformado por diez (10) medios impresos y audiovisuales de alcance nacional en
sus versiones digitales: El Nacional, El Universal, Últimas Noticias, Correo del
Orinoco, Diario 2001, La Patilla.com, Noticias24.com, Venevision.com,
Globovision.com, Radio Nacional de Venezuela, y veintiún (21) medios regionales
clasificados de acuerdo a las regiones del país:

 Región Central (Aragua, Carabobo, Miranda, Vargas, Distrito Capital):


El Siglo de Aragua, Diario La Voz, Diario La Verdad, Diario El Periodiquito.

 Región Centro occidental (Cojedes, Falcón, Lara, Portuguesa, Yaracuy):


La Prensa de Lara, Diario El Impulso.

25
 Guayana (Bolívar y Amazonas): Sucesos de Guayana, El Fortín de
Guayana, Correo del Caroní.

 Región Los Llanos (Apure, Barinas, Guárico): La Prensa de Barinas,


Diario La Antena, Visión Apureña.

 Región Occidental (Mérida, Táchira, Trujillo, Zulia): Diario Panorama,


Diario La Verdad, Diario de Los Andes.

 Región Oriental (Anzoátegui, Delta Amacuro, Monagas, Nueva Esparta,


Sucre): El Sol de Margarita, El Tiempo de Anzoátegui, Nueva Prensa de
Anzoátegui, La Prensa de Monagas, Diario El Cumanés, Diario Antorcha,
Notidiario.

Asimismo se utilizaron los siguientes sitios web institucionales para recolectar


información (4): Ministerio Público, Gaes Zulia, Gaes Nor-oriental, Prensa de
Gobernación de Carabobo.

La selección de este marco muestral se realizó aleatoriamente con base en


medios de comunicación que reportasen frecuentemente la incidencia del delito en el
país. La muestra estuvo conformada por páginas web de medios de comunicación con
gran alcance nacional y regional.

Debido a que la investigación tuvo previsto abarcar todo el territorio nacional,


se optó por categorizar los medios a través de las regiones geográficas del país, pero
teniendo mayor atención en los medios (sitios web) de los estados fronterizos (Zulia,
Táchira, Bolívar y Amazonas), el estado Miranda y Distrito Capital, donde
históricamente se ha registrado el mayor número de secuestros.

26
Esta categorización permitió realizar el análisis cualitativo en cuanto a los
estados del país donde se registra mayor incidencia de secuestros con participación de
mujeres.

La información recabada fue organizada en una celda (técnica de tabulación)


que reunió todos los datos en distintas categorías y permitió realizar el conteo de
casos encontrados en la web, en medios confiables y verificables (regionales y
nacionales) entre los años 2010 y 2014.

La información obtenida fue comprobada para constatar que no se utilizara un


mismo caso en reiteradas ocasiones. Esto se logró a través de la lectura cuidadosa de
cada publicación y la revisión de los detalles como nombres de las presuntas
implicadas, estado del país donde ocurrió la detención y entes que intervinieron en las
capturas.

Jaime Andréu (2010) en su publicación Las técnicas de Análisis de


Contenido: una revisión actualizada explica que la cuantificación permite que se
pueda recolectar numéricamente la información para obtener posteriormente un
recuento de las unidades e indicadores de los fenómenos que estamos interesados en
mostrar.

El mismo autor detalla que entre las técnicas más utilizadas para realizar el
conteo se encuentran las listas de frecuencias y la búsqueda de palabras en contexto,
precisamente las herramientas de las que se nutrió esta investigación periodística.

Berganza y Ruiz (2005) exponen que el objetivo final de la recolección y


análisis de datos cuantitativos es resumir la realidad en números.

Es preciso acotar que los resultados de la base de datos se correspondieron


únicamente a las publicaciones que los medios regionales y nacionales tomados en
cuenta para esta investigación realizaron entre 2010 y hasta 2014 sobre el tema que se

27
estudia. En ese sentido la lista de frecuencias estuvo condicionada según lo que los
medios publicaron ese período y no a la incidencia real del fenómeno.

Con fines de clasificar correctamente la información se realizó el siguiente


proceso esquemático de corroboración:

a) Cada nota o artículo periodístico publicado se sometió a


decodificación e interpretación para verificar que el caso del delito se
tratase de secuestro y no se confunda con otros actos delictivos como
la extorsión o trata de menores.

b) Una vez leída la noticia, artículo o reportaje de prensa se analizó de


acuerdo a la tipificación del delito según la Ley de Extorsión y
Secuestro de Venezuela (2009) y se clasificó en la base de datos.

4. Inducción empírica

Para el análisis interpretativo de los datos obtenidos se utilizó la técnica de


inducción empírica planteada por Sanguineti (1994), citado en la obra de Berganza y
Ruiz (2005). Este autor define la metodología inductiva empirista de la siguiente
manera:

Es la generalización de un hecho repetido por la naturaleza (…)


La inducción empírica constituye el denominado razonamiento
inductivo. La mente aquí ya no procede por abstracción, sino que
considera los casos particulares, y sus variaciones, para poder
formular un juicio universal de mayor o menor alcance. El número
de casos, la frecuencia estadística de la repetición de un hecho,
ahora son lógicamente relevantes. (Sanguineti, 1994; citado por
Berganza y Ruiz, 2005: 45).

Gustavo Hernández (2012) también explica que esta técnica cuantitativa de


análisis de contenido es empírica y se realiza con base en el estudio y observación de
una determinada realidad.

28
Partiendo de este concepto teórico y metodológico, se indujo, partiendo desde
lo particular a lo general, cómo se presenta el fenómeno de la participación de
mujeres en el secuestro en números: su repetición e implicaciones durante el período
establecido, edades de las victimarias, clasificación del delito y estados de Venezuela
con mayor incidencia.

5. Patear la calle: entrevistas

Dentro del trabajo de campo fue necesaria la realización de entrevistas a


diferentes expertos tanto en el área de criminología y delitos como a psicólogos
sociales y sociólogos. Estas conversaciones fueron el insumo necesario para dar pie a
la interpretación y compresión del fenómeno en Venezuela, donde hasta la fecha no
existían trabajos previos realizados bajo esta metodología

Según De Miguel (2005), citado en la obra de Hernández (2012) se pueden


identificar tres variantes de entrevistas: profunda, no dirigida y entrevista clínica. En
el trabajo de investigación se utilizaron las dos primeras, de acuerdo con sus
definiciones.

a. Entrevista en profundidad: es realizada a expertos quienes tienen un


conocimiento amplio de la temática. En esta categoría se incluyeron, para
efectos de esta investigación, a comisarios del CICPC en el área de
secuestros, voceros del Grupo Antiextorsión y Secuestro, criminólogos y
sociólogos. Estas entrevistas fueron de tipo técnico, para definir el rol de
las mujeres en los secuestros.
b. Entrevista no dirigida: en este tipo de entrevistas el entrevistado expresa
sus creencias sobre un tema determinado con la mínima orientación del
investigador. A través de la contextualización que se realizó a psicólogos
sociales y sociólogos sobre la temática que se estudió, éstos ofrecieron sus
impresiones y midieron socialmente las causas y consecuencias.

29
De acuerdo a los tipos de entrevistas, se realizaron las siguientes:

Entrevista en profundidad

Entrevistado Fecha de la entrevista


Miguel Dao, ex director de la PTJ, 26 de enero de 2015.
fundador de la División de Secuestros de
la PTJ.
Lisandro Alfonso, jefe nororiental del 11 de marzo de 2015.
CICPC, estado Anzoátegui.
Anixo Salavarría, ex jefe de la División 15 de marzo de 2015.
de Secuestros del CICPC; actual director
de Investigaciones de delitos contra el
Patrimonio económico del CICPC.
Adelso Mendoza, oficial superior del 20 de marzo de 2015.
Comando Nacional Anti Secuestros,
Conas, de la GNB.
Federman Ferrer, abogado penalista y 17 de marzo de 2015.
criminólogo.
Funcionarios del Gaes Distrito Capital Noviembre de 2013.
Douglas Rico, director del CICPC. 16 de marzo de 2015
Francisco Javier Gorriño, criminólogo, ex 12 de junio de 2015.
funcionario de la PTJ.
Carlos Nieto, coordinador general de la 15 de junio de 2015.
ONG Una ventana a la libertad.
Odalis Caldera, ex funcionaria de la PTJ, 26 de enero de 2015.
portavoz oficial del CICPC (2008-2012).
José Gregorio Rodríguez, abogado 15 de marzo de 2015.
penalista, ex juez penal.

30
Entrevistas no dirigidas

Entrevistado Fecha de la entrevista


Roberto Briceño León, sociólogo y Noviembre de 2013.
director del Observatorio Venezolano de 17 de enero de 2015
Violencia
Giovanna D’Cools, socióloga Noviembre de 2013
21 de marzo de 2015.
Wilmer Téllez, sociólogo, coordinador 21 de febrero de 2015.
del Observatorio Venezolano de 10 de junio de 2015.
Comunicación y Criminalidad, Ovecc
Luis Cedeño, sociólogo y director de la 12 de junio de 2015.
asociación civil Paz Activa.
Magally Huggins, socióloga. Profesora 09 de junio de 2015.
universitaria/UCV. Experta en temas de
género.
Hisvet Fernández, psicóloga social. 09 de junio de 2015.
Experta en derechos de las mujeres
Alba Carosio, investigadora del Centro de 10 de junio de 2015.
Investigaciones de la Mujer de la UCV
Psicólogos sociales miembros del Centro 16 de junio de 2015
de Investigaciones Críticas y
Socioculturales de la Universidad Simón
Bolívar

Testimonios

Los testimonios son relatos o impresiones que le dan vida, color y sentido
humanos a los reportajes (Ulibarri, 1994). Dentro de una de las prioridades del trabajo

31
de campo estuvo contactar y entrevistar a al menos una persona que fuera
protagonista de un caso de secuestro, desde el lado ofensor, con el objetivo de ofrecer
al lector una visión más completa de la realidad que se expone en el trabajo.

Luego de hacer un estudio de los casos de secuestro más sonados en la


opinión pública venezolana y perpetrados a figuras públicas, se decidió enfocar la
mirada en el caso de secuestro de Simplicio Hernández, padre de la gobernadora del
estado Delta Amacuro, secuestrado en 2012.

Se logró contactar y entrevistar a una de las victimarias que se encuentran


recluidas. Se obtuvo acceso a un testimonio muy valioso por ser de primera mano.
Esta conversación, tanto con la mujer, como con sus familiares, permitió que se
pudiera indagar en profundidad en el caso de secuestro de Hernández y presentar al
lector una visión más cercana del fenómeno que se estudia en esta investigación.

Entrevistado Fecha de la entrevista


Onervi Liccien, padre y esposo de 21 de marzo de 2015.
mujeres implicadas en el secuestro de
Simplicio Hernández, padre de la
gobernadora de Delta Amacuro.
Laura Liccien, recluida en el INOF, 17 de abril de 2015.
sentenciada por delito de secuestro.

Teniendo la información cualitativa categorizada, más las explicaciones de los


expertos al fenómeno, las posiciones de los funcionarios al frente de los organismos
que manejan la criminalidad en el país y los datos de contexto (documentales), se
inició el proceso de interpretación en el que se triangularon los resultados obtenidos y
se originó el análisis profundo del fenómeno.

32
La interpretación se realizó bajo la técnica de la triangulación de datos que “se
refiere al uso de diversas fuentes de datos en estudio” (Berganza y Ruiz, 2005: 34).

En este proceso de triangulación se analizaron los resultados obtenidos del


conteo numérico y cualitativo de mujeres victimarias en delitos de secuestro, las
opiniones y visiones de los expertos consultados a través de las entrevistas y los
documentos previamente consultados. Esto permitió realizar una interpretación
exhaustiva del problema en estudio.

El siguiente paso fue la redacción del producto profesional, presentado en


capítulos para la mejor compresión del lector. La estructura del reportaje está
compuesta por capítulos que al mismo tiempo son divididos en intertítulos que
mantienen una secuencia lógica.

33
CAPÍTULO III

RESULTADOS DE LA BASE DE DATOS

34
La base de datos realizada a través de las publicaciones de diez (10) medios de
comunicación de carácter nacional y veintiún (21) medios regionales en sus
publicaciones digitales (sitios web), clasificados de acuerdo a las regiones geográficas
del país, arrojó que entre 2010 y 2014 hubo 75 casos de secuestro con participación
femenina, en los cuales cumplieron diferentes roles un total de 114 mujeres. (Ver en
anexos lista de medios y resultados detallados de la base de datos).

El incremento en el número de casos fue progresivo desde 2010, cuando sólo


se registraron cuatro casos, de acuerdo a los enlaces encontrados en la red. De 2011
se recopilaron cinco casos, mientras que de 2012, once. Sin embargo fue entre 2013 y
2014 cuando se incrementó la suma de once a veintiuno y treinta y cuatro casos,
respectivamente.

Al mismo tiempo el aumento en el número de mujeres fue constante pasando


de seis en 2010, cinco (2011), diecisiete (2012), treinta y cinco (2013) y cincuenta y
uno (2014).

De acuerdo a cifras oficiales emitidas por el ex ministro de Interior, Justicia y


Paz, Miguel Rodríguez Torres, hasta agosto de 2014 hubo 117 casos de secuestro en
todo el país, “52,3% menos que en 2013”. Tomando en cuenta esas cifras y haciendo
una relación con los casos arrojados en nuestra base de datos (24 casos hasta agosto
de ese año), se puede inferir que en 28,08% de los secuestros ocurridos en Venezuela
durante los primeros ocho meses de 2014 hubo participación femenina.

En cuanto a la tipología de los delitos en los que participan, según lo


estipulado en la Ley contra el Secuestro y la Extorsión (2009), a saber: simulación de
secuestro, secuestro de menores y secuestro extorsivo, se encontró que también hubo
variaciones en el período estudiado, lo que pone de manifiesto la incorporación de las

35
féminas a las organizaciones delictivas y su aparición en estas de acuerdo a lo
recabado en esta base de datos.

Años Delito referido a Delito referido a Delito referente al secuestro.


simulación de secuestro secuestro de Aparición de mujeres como
menores cooperadoras o líderes de las
organizaciones

2010 0 0 4

2011 2 1 2

2012 0 2 09

2013 3 2 16

2014 8 4 22

Total 13 9 53

Tabla 1. Delitos cometidos por las mujeres mencionadas por los medios de
comunicación entre 2010 y 2014.

De acuerdo a la información suministrada por los medios, los casos de


simulación de secuestro, fueron aquellos en los que las féminas, actuando solas o
acompañadas, planearon auto secuestrarse con el fin de obtener una suma de dinero
por su “rescate”. Los casos recopilados se tratan de actuaciones de los organismos de
seguridad, quienes atentos a las denuncias, determinaron que se trataba de una
simulación, contenida así en el artículo 4 de la Ley contra el Secuestro y la Extorsión
de Venezuela (LCSYE). La sanción establecida es de pena de prisión de cinco a diez
años.

El 27 de octubre de 2011 el diario Nueva Prensa de Anzoátegui tituló GAES y


Cicpc detuvieron a mujer y menor por simular plagio. Se trataba de una mujer de 27
años y de su pareja de 17 años quienes para obtener la suma de 70 mil bolívares de su
madre, simularon su secuestro. Otro caso, en noviembre de 2014, fue reseñado por el
Diario La Verdad del estado Zulia. De acuerdo al titular una Mujer simuló secuestro

36
para “sacarle” dinero a sus padres: viajó al estado Nueva Esparta para esconderse y
envió fotos en las que aparecía maniatada a sus padres. El GAES determinó la
falsedad del caso y detuvo a la mujer en el aeropuerto de La Chinita, en Maracaibo.

En los secuestros de menores, tipificados como un agravante en la LCSYE, la


figura de la mujer, de acuerdo a la información recabada en la basa de datos, la mujer
cumple el rol de cuidar y alimentar al niño. En 2012, por ejemplo, el diario El Tiempo
de Anzoátegui publicó Cicpc Barinas y Gaes Los Llanos rescatan niño secuestrado
en Barinas (16 de junio de 2012). El infante de 11 años de edad estuvo siete días en
cautiverio en el sector Los Girasoles, del barrio Corralitos, en la parroquia Ramón
Ignacio Méndez, del municipio Barinas, en compañía de una joven de 21 años que,
según expone el artículo, era quien cuidaba al niño.

Otras situaciones como el aprovechamiento del secuestro con fines de lucro


fueron reportadas en los medios de comunicación. En 2013, el sitio web del
Ministerio Público publicó que una niñera fue detenida cuando pretendía secuestrar a
recién nacido para “pedir rescate”.

La base de datos arrojó también que entre el período estudiado hubo al menos
seis (06) casos de bandas delictivas lideradas por mujeres. Esta tendencia se observó
durante los últimos tres años del estudio con uno (01), tres (03) y dos (02) casos,
respectivamente.

Años Casos de mujeres líderes Nombre de la banda


de bandas de secuestro

2010 0

2011 0

2012 1 “Los Paracos” (Táchira) Cabecillas eran ex


funcionarios de la Policía de Táchira

37
2013 3 "Los Exprés de la Cota 905" (Miranda)

"Las Pegadoras" (Barinas)

“Las Mujeres del Picure” (Guárico)

2014 2 Mujeres con banda (Bolívar)

Tabla 2. Bandas lideradas por mujeres entre 2010 y 2014. Con información
suministrada por los medios.

Entre 2010 y 2014 murieron cuatro (04) mujeres durante enfrentamientos


entre grupos delictivos y los organismos de seguridad. Entre los casos destaca el de
una mujer con cinco meses de embarazo quien fue abatida durante el rescate de
Donato Antonio de Jesús Bevilacqua (13) el 17 de enero de 2014. Según la nota de
Diario Panorama, de fecha 21 de enero de 2014, la mujer era quien cocinaba y
cuidaba a la víctima.

Otro resultado del análisis de la información fue que en la mayoría de los


casos las mujeres participan en el delito en compañía de tres o más hombres. Cuando
son secuestros perpetrados sólo por mujeres se trata de bandas con liderazgo
femenino o casos en los que son ellas mismas las que planifican y ejecutan un
secuestro simulado.

Es importante señalar que entre 2010 y 2014, cuatro publicaciones de la


muestra, expusieron que la mujer que participaba en la organización era pareja de
alguno de los hombres integrantes de la banda.

Referente a las edades de las presuntas victimarias, la base de datos recogió


que entre 19 y 28 años hubo un total de 33 féminas, mientras que entre 29 y 60 años,
hubo 34, lo que indica que son mujeres adultas, con una edad promedio de 29 años.
Las mejores de edad participan en menos proporción (sólo 10 en todo el período
estudiado). Es importante acotar en este punto que la categoría “Sin Edad” contiene
35 mujeres, de quienes la prensa no dio detalles.

38
Las regiones del país donde se reporta la incidencia, en orden de mayor a
menor número de casos, se corresponden a la región Central, Occidental y Oriental,
donde se encuentran los estados con grandes ciudades como Caracas, Maracay,
Valencia, San Cristóbal, Maracaibo, Barcelona, Puerto La Cruz, Maturín y Margarita.
Le siguen los estados llaneros. De lo anterior, se puede inducir que de acuerdo a la
muestra, las mujeres que participan en los secuestros lo hicieron en las principales
ciudades del país.

39
CAPÍTULO IV

MARCO TEÓRICO Y LEGAL

40
ANTECEDENTES

De acuerdo con la investigación bibliográfica, en Venezuela no se han


realizado trabajos sobre la participación y los roles de las mujeres en el delito del
secuestro, sin embargo, otras investigaciones sobre el tema de la mujer delincuente y
su entorno psicosocial han sido tratadas por varios autores y organismos
internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

En 1985, durante el Séptimo Congreso sobre prevención del Delito y


Tratamiento del delincuente, celebrado en Italia, la Secretaría General de la ONU
produjo el informe El tratamiento equitativo de la mujer en el sistema de justicia
penal. En el documento refieren que entre las dimensiones de la delincuencia figuró
el ascenso de participación femenina en hechos punibles en varios países, entre ellos
Colombia y Argentina por América Latina.

Hilda Marchiori define en su obra La personalidad de la mujer delincuente


(2011) las características psicológicas de las mujeres que participan en delitos como
hurto, estafa, homicidio y secuestro. Sobre este último, la autora expone que la
caracterización de éstas es una de las más “difíciles y complejas tareas
criminológicas”.

Otra autora, Andrea López Martín, en su publicación Las mujeres también


matamos (2013), realiza un recorrido por los casos más representativos de asesinas
seriales. Esta autora detalla el desarrollo de las teorías feministas de la criminología y
describe los roles sociales atribuidos a las mujeres desde tiempos remotos.

En Venezuela, en 1959, Fernando Rísquez publicó su estudio Investigación


integral de un grupo representativo de la delincuencia femenina en Venezuela
mediante el cual realizó entrevistas a las presas de la Penitenciaría de Mujeres de Los
Teques, hoy el Instituto Nacional de Orientación Femenina, INOF. En aquel
momento determinó que el perfil de la delincuente estaba representado por aquellas

41
mujeres nacidas en el interior del país, de piel y cabello oscuro, solteras o concubinas,
y con poco o ningún grado de instrucción.

Más tarde, en 1996, la criminóloga Rosa Del Olmo, publicó los resultados de
su estudio Reclusión de mujeres por delito de drogas, en la que reunió 300
investigaciones sobre las drogas y la mujer. Su estudio tuvo como impulso el
desconocimiento sobre los roles y funciones que desempeñaban para entonces las
mujeres en el negocio de las drogas, “aspectos cruciales de la cuestión
drogas/criminalidad de la mujer para poder formular programas de prevención
integral” (Del Olmo, 1996: 15).

Entre las investigaciones más recientes, se encuentra el realizado por la


Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, UNES, publicado en 2012. El
estudio Experiencias de las mujeres venezolanas en la relación con las armas de
fuego, a pesar de no tratar a la mujer como delincuente, evaluaron su relación con el
uso de armas de fuego.

En 2013, Celiner Ascanio publicó Cuerpo, delito y representación: narrativas


sobre mujeres delincuentes en la Venezuela perezjimenista en la Revista Venezolana
de Estudios de la Mujer de la Universidad Central Venezuela. En la publicación
Ascanio describe la situación de la mujer venezolana durante la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez, destacando cuáles eran sus roles y la representación moral de estas.

En 2014, Teresa Salazar y José Rivero publicaron su artículo Delincuencia


femenina y formación de las mujeres privadas de libertad en los centros
penitenciarios de la Región Andina venezolana en la Revista Educere - Artículo
arbitrado de la Universidad de Los Andes. Su investigación cuantitativa, sustentada
en los datos extraídos de entrevistas realizadas entre 2002 y 2007 a las privadas de
libertad mediante un muestreo estratificado por cárcel, mostró las características que
determinan el ingreso de las mujeres a la cárcel.

42
Con respecto a informes estadísticos de los organismos del estado, se cuentan
las Encuestas nacionales de Victimización y percepción de seguridad policial
realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, en 2006 y 2010. En dichos
estudios estadísticos se diferencia categorías de sexo y edad la participación de los
victimarios y victimarias en diferentes delitos.

En el primero se expuso que el 100% de los victimarios por casos de secuestro


eran hombres, mientras que en el segundo detallaron que 79,55% lo eran personas de
sexo masculino. Aunque no especificaron que el 20,45% restante era atribuido al sexo
femenino, esta publicación puso de manifiesto que en cuatro años hubo un
incremento considerable en la participación de las mujeres en los secuestros.

En cuanto al género utilizado para esta investigación periodística, que es el


reportaje interpretativo, no se han publicado trabajos sobre la temática que se estudia
en el presente, sin embargo, algunos medios han hecho publicaciones sobre la
participación de mujeres en mafias o bandas delictivas (robo, hurto, homicidios, entre
otros). Pese a que no se han realizado trabajos periodísticos de profundidad sobre el
secuestro y la participación femenina en este, los medios constantemente publican
artículos que reportan la incidencia del fenómeno, base que sirvió para desarrollar el
tema en este trabajo.

Una de esas publicaciones sobre el tema de la mujer delincuente es el


reportaje Mafias con aroma de mujer publicado el 13 de octubre de 2013 en el Diario
La Verdad del estado Zulia (autor/periodista no identificado).

El o la periodista afirma que 40 por ciento de las bandas delictivas en esa


entidad son lideradas por personas de sexo femenino, de acuerdo a cifras ofrecidas
por José Luis Alcalá, director de la Policía de Maracaibo. En la publicación también
ofrecen un perfil de las delincuentes basado en las opiniones y afirmaciones de
expertos en la materia; además utilizan varios casos para poner de manifiesto la

43
presunta participación de las mujeres en los delitos (entre ellos, mencionan a una
adolescente que presuntamente secuestró a un taxista en Maracaibo).

Teniendo como base estos documentos bibliográficos-documentales, tomamos


en cuenta que la profundización en el tema de las mujeres que participan en bandas de
secuestro es necesaria para seguir construyendo contenido que de pie a próximas
investigaciones en el área de criminología y periodismo de investigación.

44
2. Criminología: ciencia de los delitos

Criminología,

Del latín crimen-inis (crimen);

del griego kriminos (delito) y logos (estudio, tratado).

En 1885 Raffaele Garofalo, jurista y criminólogo italiano, publicó su obra


Criminología. Estudio sobre el delito y sobre la teoría de represión en la que expone
la teoría del “delito natural”. A este personaje del positivismo se le atribuye la
difusión de la criminología y es considerado el padre de esta ciencia.

Rodríguez y Galetta en su libro Fundamentos de derecho penal y criminología


(2001) citan la definición de delito de Garofalo y así la reproducen: “es la ofensa a los
sentimientos altruistas fundamentales de la piedad y probidad en la medida que los
posea un determinado grupo social” (p. 25).

Estos autores también exponen una definición amplia y técnica del término,
haciendo énfasis en las implicaciones sociales y psicológicas de los delincuentes:

La criminología es la ciencia penal cuyo primordial objeto


consiste en la explicación de la criminalidad y de la conducta
delictiva con el propósito de lograr un mejor entendimiento de la
personalidad del delincuente y la adecuada aplicación de una
política criminal que contemple al crimen como un problema
individual y social, conozca las causas, móviles y orígenes del
delito, procurando su precaución eficaz, como así la asistencia y el
tratamiento apropiado para la recuperación y resocialización del
transgresor, sin perjuicio del empleo útil de las sanciones penales.
(Rodríguez y Galetta: 2001, 5).

45
Sierra y Cantaro (2005) en su obra Lecciones de Derecho Penal la definen como
una “ciencia que procura una explicación causal del delito como la obra de un autor
determinado”.

2.1. Delito y delincuente

Delito,

Del latín delinquere

Para Durkheim (1986), citado por Rivera Beiras (2004), el delito es concebido
como un fenómeno de “sociología normal”. El autor expone que una sociedad exenta
de delito es totalmente imposible, por lo que la comisión de estos es “indispensable”
para la evolución normal de la moral y del Derecho. (Rivera, 2004, p. 133, 134).

De acuerdo con la mirada de Franz Von Liszt, político alemán de la Escuela


de Marburgo, recopilada por Sierra y Cantaro (2005), el delito es “todo acto culpable,
contrario al derecho y sancionado con una pena”.

El Código Penal Venezolano reza en su artículo tres (03) que “todo el que
cometa un delito o una falta en el espacio geográfico de la República, será penado
con arreglo a la ley”. Asimismo el artículo trece (13) del mismo documento expone
que “toda persona responsable criminalmente de algún delito o falta, lo es también
civilmente”.

La legislación venezolana clasifica las diversas especies de delitos en el Libro


Segundo del Código Penal Venezolano, estas son: delitos contra la independencia y la
seguridad de la Nación, contra los Poderes Nacionales y de los Estados, contra el
derecho internacional, contra la libertad (política, de culto, individual), contra la
inviolabilidad del domicilio, contra la inviolabilidad del secreto, contra la libertad del
trabajo, contra la cosa pública, contra la administración de Justicia, contra el orden
público, contra la fe pública, contra la conservación de los intereses públicos y

46
privados, contra las buenas costumbres y buen orden de las familias y contra las
personas (homicidios, lesiones personales, aborto, abandono de niños, abuso en la
corrección o disciplina y de la sevicia las familias, difamación y de la injuria, hurto,
robo extorsión y secuestro, la estafa, apropiación indebida, aprovechamiento de cosas
provenientes de delito, usurpaciones, daños).

Para efectos de nuestra investigación, el delito de secuestro se encuentra


contemplado en el Título X, Capítulo II del precitado Código. Más adelante se
profundizará sobre este punto. Ahora bien, definido ya el delito, es necesaria la
conceptualización de delincuente o persona que ejecuta la “acción”, que ha sido
estudiada por diversos autores de acuerdo a las características psico-sociales del
individuo.

Cesare Lombroso, médico italiano, formuló la llamada Criminología clínica


en la que caracteriza los diferentes tipos de delincuentes sobre la base de la
personalidad, herencia, aprendizajes, deformidades, trastornos y relaciones
interpersonales de cada individuo. (Rodríguez y Galetta: 2001).

Lombroso publicó en 1876 el Tratado antropológico experimental del hombre


delincuente, en el que expone que el atavismo, la “locura moral” y otras razones
degenerativas como el alcoholismo conllevan a la caracterización de un “delincuente
nato”. Menciona también las causas sociológicas de la persona: “el clima, la miseria,
la educación física y moral, el alcoholismo” (Lombroso, citado por Rodríguez y
Galetta: 2001).

De acuerdo a la teoría de la Criminología interaccionista formulada en la


segunda mitad del siglo XX, el delito no es considerado un fenómeno patológico ni el
delincuente un ser anómalo o atavista. El autor Baratta, citado en la obra de
Rodríguez y Galetta (2001), expone que “el delincuente forma parte, en cuanto
elemento funcional, de la fisiología y no de la patología de la vida social”. (p.31).

47
La teoría subcultural del delito fue introducida por el criminólogo
estadounidense Albert Cohen autor de la obra Delinquent Boys: The Culture of the
Gang, New York (1955). Esta teoría establece que las bandas o pandillas buscan
cambiar las normas y valores de la sociedad y caracteriza a quienes las integran como
jóvenes de pocos recursos (Cohen, 1955).

2.2. Criminología feminista: De la mujer “monstruo” a la mujer delincuente

A finales del siglo XIX y principios del XX eran muy pocos los estudios que
abordaban el tema de la criminalidad y delincuencia femenina. Los investigadores se
centraban en entender la participación de los hombres en los delitos y atribuían las
mismas características a las mujeres. Cesare Lombroso y Guglielmo Ferrero buscaron
entre 1903 y 1920 las diferencias entre las mujeres delincuentes y aquellas que no lo
eran, atribuyéndole a las primeras características especiales: físicas, psicológicas y
patológicas. Ya en 1876 Lombroso había consolidado la Criminología clínica en la
que se basó para caracterizar biológicamente a los hombres delincuentes.

Una de las causas que se le atribuye a la invisibilidad de estudios de mujeres


delictivas en esa época se debe, de acuerdo a Sánchez (2004), a que el sexo masculino
era concebido como “paradigma de lo humano”. El resultado, expone la autora,
constituyó una “sobre generalización” que desvirtuaba y subestimaba las conductas
del sexo femenino.

Steffensmeier y Schwartz (2004) exponen en The Criminal Justice System and


Women: Contemporary Explanations of Women’s Crime –El Sistema de Justicia
Criminal y las Mujeres: Explicaciones contemporáneas de la mujer criminal - que la
diferencia de género en los delitos y actos criminales es universal ya que a través del
tiempo, en todas las sociedades y grupos, la incidencia de personas de sexo femenino
en actos delictivos ha sido considerablemente inferior a las de sexo masculino.

48
Antes del surgimiento de los movimientos feministas de las décadas de 1960 y
1970, a la mujer se le atribuían estereotipos basados en la pasividad, inferioridad en
cuanto al sexo opuesto por condiciones netamente biológicas y su rol maternal y de
esposa, por lo que se consideraba que las mujeres corrían menor riesgo de ser
víctimas de la violencia, y, y menos aún de ser victimarias (Sánchez, 2004).

Pese a este condicionamiento impuesto por la sociedad y la cultura sobre los


comportamientos morales femeninos, desde principios del siglo XIX varios
estudiosos se dedicaron a consolidar teorías que categorizaban y diferenciaban las
actitudes de mujeres “normales” y “anormales”.

En 1903 los italianos Lombroso y Ferrero expusieron en su obra The female


ofender que existían desviaciones en las mujeres que las convertían en “monstruos”.
Estas mujeres delincuentes, señalaron, se apartaban de los roles delicados y morales
femeninos como consecuencia de condiciones psicológicas, motoras y físicas que
eran parte de su genética al momento de nacer.

Los autores argumentaron que las mujeres nacían criminales debido a


anomalías: compararon los tamaños de cráneos, rostros, altura, color de la piel y
cabello para determinar que las mujeres delincuentes eran “atavistas biológicas”, es
decir, que sus características eran propias de antepasados y no de la época (Martín,
2013).

Para llegar a estas conclusiones, estudiaron a mujeres presas, e hicieron


comparaciones entre las consideradas “normales” y aquellas delictuosas. Afirmaron
que las mujeres pueden convertirse en criminales por situaciones ocasionales, por
histeria, o pueden nacer para serlo.

Podemos asegurar que aunque las mujeres que nacen criminales


son menores en números con relación a los hombres, ellas son
frecuentemente mucho más feroces que estos. Hemos visto que la
mujer anormal es naturalmente menos sensitiva al dolor que un

49
hombre. También hemos observado que tienen muchos rasgos en
común con los niños, quienes tienen un sentido deficiente de la
moral, son vengativos, celosos, inclinados a la venganza de
manera refinada” (Lombroso y Ferrero, 1903: 147).

Rykere, citado en la obra de Lombroso y Ferrero, sostiene que la criminalidad


femenina es “más cínica, depravada y más terrible que la criminalidad masculina”.

Estos autores observaron que las mujeres delincuentes tenían “exceso de


características masculinas” y que en casos extraordinarios estas podían neutralizar su
condición de delincuente por características culturalmente originales de las mujeres:
piedad, maternidad, deseo de pasión o debilidad, pero consideraban que cuando “una
mórbida actividad psíquica” intensificada las cualidades malignas de estas y las
inducía a buscar el alivio en “vacios del mal, con fuertes pasiones e intensas
tendencias eróticas”, se transforman en temibles criminales y delincuentes.

En 1905, Sigmund Freud, médico neurólogo considerado el padre del


psicoanálisis, publicó su obra Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie –Tres ensayos
sobre teoría sexual- en la que muestra su visión diferencial sobre la mujer general y la
mujer delincuente.

Explica la Teoría de la falta de pene en la que expone que son normales


aquellas “masoquistas” cuyo placer sexual consiste en el dolor por ser receptoras,
mientras que las “anormales”, con inclinaciones delictivas, poseen características
varoniles, comportamientos rebeldes y agresivos a causa de no poseer un miembro
sexual masculino. También introdujo el estereotipo que reflejaba que las mujeres eran
bellas, encantadoras y dulces y que las condiciones contrarias a estas categorías se
acercaban al perfil de la mujer delincuente.

En la misma línea de lo sexual, Otto Pollak publicó en 1950 su obra The


criminality of women –La criminalidad femenina- en la que sostiene que las mujeres
son naturalmente mentirosas y astutas. Utilizó como ejemplo que los hombres no

50
pueden esconder sus errores o deseos sexuales porque para practicar el sexo deben
primero conseguir una erección, mientras que las mujeres, desde su rol de enfermeras,
domésticas, profesoras, pueden ocultarse para cometer delitos de manera no
detectable (Martín, 2013: 02).

Estas consideraciones, marcadas por el machismo y la concepción del rol de la


mujer para la época, fueron contrarrestadas por Freda Adler en su obra Sister en
Crime (1975) y Rita Simon en Women and Crime, también en 1975.

La primera introduce la idea de que las mujeres tenían más restricciones para
entrar al mercado laboral que los hombres, lo que las conducía a participar en actos
delictivos. Simon, por su parte, expone que las mujeres participaban con mayor
frecuencia en delitos contra la propiedad y menos en actos violentos debido a que su
condición de trabajadoras en diferentes áreas domésticas y educadoras les daba
mayores oportunidades para delinquir (Martín, 2013).

Para entonces ya existían opiniones que tomaban espacio para discernir sobre
la actuación de las mujeres en los delitos. En 1980, Steffensmeir y Clark’s publicaron
un artículo titulado Trends in female delinquency –Tendencias en la delincuencia
femenina- en el que argumentaban que aunque las mujeres cometiesen más delitos, la
diferencia con los hombres era notable, porque el índice de delincuencia y
criminalidad masculina era superior a la de las mujeres. Introdujeron la idea de que la
delincuencia femenina no se debe a desviaciones genéticas, sino más bien a variables
estructurales y sociales.

Contemporáneamente, Steffensmeier y Schwartz (2004) exponen que la


brecha de género en delitos de robo, homicidio y drogadicción se ha mantenido
bastante constante durante los últimos 40 años. Los autores enumeran algunas causas
que determinan la tendencia de los arrestos de mujeres, aunque sostienen que en
relación a la conducta delictiva del hombre, las mujeres resultan menos involucradas
en delitos graves.

51
Entre las causas que especifican estos autores se encuentran (a) la mejora en
los registros de delincuentes por parte de los agentes policiales en cuanto a la
caracterización del género del delincuente. Según estos autores ha reducido el nivel
de delincuencia femenina oculta y la metáfora de “sujeto no identificado” que con
frecuencia aparece en los reportes oficiales. Así, sustentan que las mujeres
delincuentes son ahora más visibles; (b) el fenómeno de la igualdad de género y la
emancipación femenina; (c) el incremento de la marginalidad económica de las
mujeres: exponen que un gran segmento de la población femenina se enfrenta a una
mayor inseguridad laboral que hace 40 años atrás, “incluso aunque las mujeres se han
convertido emancipadas y se han movido dentro del campo de trabajo de las
profesiones masculinas”; (d) cambios en el mundo criminal, roles de los géneros y el
acompañamiento de mujeres a sus parejas criminales por situaciones económicas
desfavorables, desempleo y segregación social y ocupacional., entre otros factores
causales.

Sutherland (1924), citado por Mariana Sánchez en su publicación La mujer en


la teoría criminológica (2004), sostiene que debido al bajo índice de arrestos
femeninos con respecto a los masculinos, las explicaciones sociológicas se revisten
de mayor credibilidad sobre las biológicas expuestas por los primeros autores de la
criminalidad feminista. Mantiene la hipótesis de la igualdad de género que es
explicada de esta manera por la autora:

Surge la hipótesis de igualdad de género como teoría explicativa


de la conducta delictiva femenina. La misma sustenta que las
diferencias de género en el delito se reducen en ambientes donde
los roles y estatus femeninos difieren menos de aquellos de los
hombres. Esta hipótesis comienza a ganar atención pública en la
década de los setenta cuando varias criminólogas (enroladas en
corrientes feministas) sugieren que el incremento en la porción de
arrestos femeninos podría ser atribuido a logros en la mayor
igualdad entre los sexos como un resultado de los movimientos de
mujeres, fenómeno que se dio en llamar el lado oscuro de la
liberación femenina. (Sánchez, 2004: 251).

52
Adler (1975) menciona en su obra que la emancipación y la demanda de
igualdad de oportunidades de las mujeres en el campo laboral y de las leyes, forja al
mismo tiempo la igualdad de condiciones en la actuación del mundo delictivo.
(Adler, 1975).

En 1986, la criminóloga Meda Chesney-Lind, introduce la teoría de la


desigualdad de género que “sugiere que las relaciones de poder patriarcales conducen
a mayores desigualdades de género en el delito, empujando a las mujeres a las
conductas desviantes a través de la victimización” (Sánchez, 2004: 254).

La lógica de la hipótesis de desigualdad de género, argumenta Sánchez,


“sugiere que a mayor igualdad entre los sexos, menor porcentaje de delitos
femeninos, puesto que la discriminación y las condiciones de pobreza juegan roles de
importancia en la creación del delito femenino”.

2.2.1. Mujer, género, sociedad y delincuencia

Alda Facio en su publicación Feminismo, género y patriarcado (1999) expone


que el género “es una categoría social como lo es la raza, la clase, la edad, etc. que
atraviesa y es atravesada por todas las otras categorías sociales”. La autora explica
que la sociedad entiende el género y el sexo como algo biológico, subvalorado y
estigmatizado para definir roles y características de cada sexo, sin embargo, considera
que “más allá de las características anatómicas, hormonales o biológicas, es una
construcción social y no una condición natural”. (p.18).

Facio aclara las diferencias entre el “sexo” y el “género”, y determina que el


uso de la segunda ha sido creado para diferenciar socialmente los roles de los
hombres y las mujeres en la sociedad, lo que ha llevado, según la autora, a formar
grandes brechas de diferenciación y discriminación.

Debemos tener claro que el sexo es lo que entendemos como más


o menos determinado biológicamente mientras que el género es

53
construido social, cultural e históricamente. Sin embargo, muchas
personas ahora usan género en vez de sexo porque les parece que
es un término más alejado de ‘lo sexual’. Por ejemplo, en algunas
dependencias gubernamentales preguntan el ‘género’ de la
persona que hace tal o cual demanda cuando lo correcto es
preguntar por su ‘sexo’. Tampoco se pueden hacer estadísticas
desagregadas por ‘género’ sino que deben ser desagregadas por
‘sexo’. El género, en definitiva, no es un término que viene a
sustituir el sexo, es un término para darle nombre a aquello que es
construido socialmente sobre algo que se percibe como dado por
la naturaleza. (Facio, 1999:19)

La jurista y escritora de diversos artículos académicos sobre los derechos de


las mujeres, sostiene que las ideologías patriarcales no solo construyen diferencias de
sexo y género, sino que limitan a los hombres desde su estatus de privilegio. “Al
asignar a las mujeres un conjunto de características, comportamientos y roles ´propios
de su sexo´, los hombres quedan obligados a prescindir de esos roles”, lo que genera,
enumera la autora, la ampliación de la brecha entre géneros, aumento de la
feminización de la pobreza, la marginación y el femicidio. (Facio, 1999: 2).

Las ideas expuestas por la autora concuerdan con los postulados de la teoría
de desigualdad de género escritas por Meda Chesney-Lind en 1986.

Esa superioridad del varón sobre la hembra es, según la criminóloga Gladys
Fernández (1995), “la lógica del sexismo que ha impregnado el quehacer científico
del que no ha escapado las ciencias penales y criminológicas” (p. 339).

Sánchez (2004) explica que la tipología y clasificación del género ayuda a


visibilizar los roles de la mujer respecto al sexo masculino y expone la relación de
subordinación de estas con los hombres. “No sólo existe una relación reconocida
entre delito y clase social, sino también múltiples y complejas relaciones entre el
género, el tipo del delito o el papel de la mujer en el acto delictivo”. (Sánchez,
2004:244).

54
En su publicación Mujer, cárcel y Derechos Humanos (1995), Fernández
extrapola los roles sociales de las mujeres (estructurados por la criminóloga Margrit
Eichler) y su incidencia en los actos delictivos de acuerdo a las formas de
manifestarse; estos son:

a. El “familismo”, define a la mujer por su vinculación familiar, es decir, como


esposa, madre, hija, hermana de quienes no se espera que cometan delitos
debido al rol asignado en la sociedad (Fernández, 1995: 339, 340).

En cuanto a esa apreciación, Sánchez (2004) explica que:

Las mujeres son premiadas en toda sociedad por su habilidad para


mantener y establecer relaciones sociales y obligaciones de
familia; y su identidad tiende a ser derivada de hombres claves en
sus vidas (padres-esposos). Esta identidad, así formada, constriñe
las elecciones desviantes de ese grupo de mujeres que se
relacionan con hombres convencionales; pero, a la vez, alimenta
los contextos criminales de aquellas que comienzan siendo
cómplices de sus maridos o novios. (Sánchez, 2004: 259).

b. El “doble parámetro” es explicado por la autora como la tendencia a valorar


de manera distinta un mismo acto delictivo.

c. “El deber ser de cada sexo”, en el que se le otorgan roles sociales a ambos
sexos, consagrando a las mujeres como débiles. Esto, expone la autora,
“desvirtúa la objetividad de la realidad” en la que los dos sexos pueden
participar equivalentemente.

Varios autores han señalado que la “debilidad biológica” de la mujer frente a


la del hombre condiciona su participación en actos delictivos graves. Esta idea se
contrapone a las expuestas en líneas anteriores por Fernández, quien asegura que esta
generalización deforma la realidad y predispone el rol de la mujer en la sociedad. Sin
embargo, la consideración de la imposibilidad de delinquir por factor de fuerza física

55
introduce una categorización de la mujer que ha sido tratado por autores como
Alfonso Reyes (1984), citado por María Añez en su obra El delito del secuestro en
Venezuela: una especial mención al estado Zulia (2010). Reyes expone además
condiciones de estado civil.

La debilidad biológica de la mujer y su tendencia a la


conservación, excluyen comúnmente su participación en aquellos
hechos delictuosos en los que se requiera una notable actividad y
el empleo de considerable energía. Incluso para algunos
criminólogos este dato es relacionado con el estado civil, por
considerar que la vida matrimonial, la paternidad, etc., fortalecen
las tendencias sociales y por tanto poseen una influencia
preventiva sobre las tendencias criminales. También se
correlaciona con otros aspectos sociales como el grado de
instrucción y la actividad profesional; en el sentido de que, si bien
no son determinantes para que una persona sea o no delincuentes,
sí proporciona una base para valorar críticamente las normas
legales y de cultura de la sociedad, además de propiciar la ocasión,
los conocimientos o la mentalidad aptos para la realización de
hechos criminales. (Reyes, 1984, citado por Añez, 2010:24).

La brecha de roles sociales entre el sexo masculino y femenino ha llevado, de


acuerdo a varios autores, a construir un perfil de la mujer delincuente amplio en el
que se ha establecido el porqué y el cómo estas se integran a grupos criminales.
Sánchez (2004) sostiene que “cuando las delincuentes son involucradas con otros,
especialmente en delitos graves, típicamente actúan como cómplices de hombres
quienes organizan, conducen y lideran la ejecución del delito” (p. 249).

La relación padre-hombre-esposo delincuente con mujeres que inciden en


delitos con estos, es explicada por esta autora como una respuesta de la mujer al
temor a perder a su ser amado.

Las mujeres son socializadas no sólo para estar más atentas a las
necesidades de los otros, sino también para temer la amenaza de
separación de quienes las aman. Estas complejas cuestiones
pueden inhibir a las mujeres de actividades delictivas susceptibles

56
de causar dolor a otros, pero también y por este mismo temor,
acompañar y complacer al ser amado en cualquier empresa,
incluida la delictiva (Sánchez, 2004: 260).

La criminóloga española Andrea López expone en su publicación La mujeres


también matamos (2013) que en ese país las mujeres han pasado con el tiempo a
formar parte de las crónicas como asesinas seriales y delincuentes en general, muchas
veces influenciadas por hombres. Indica que las categorías de viudas negras,
quienes, refiere, son motivadas por el ánimo de lucro, y ángeles de la muerte, mujeres
movidas por un afán de poder y control, son las categorías en las que se han marcado
a las delincuentes españolas.

La autora expone un caso de la década de los 60, cuando el británico Ian


Brady, condenado posteriormente a cadena perpetua, convenció a su pareja, Myra
Hindley, para que iniciara con él una carrera criminal. “Entre 1963 y 1965,
secuestraron, torturaron, violaron y asesinaron a nueve niños y adolescentes” (López,
2013: 06).

Hilda Marchiori define en su publicación La personalidad de la mujer


delincuente (2011) la conducta psicosocial de aquellas que se integran a los grupos
delictivos o que delinquen de manera particular:

La conducta delictiva en una mujer es la expresión de una


psicopatología individual de su alteración psicológica y social,
pero en este caso la mujer delincuente no solamente es una
persona enferma sino el elemento emergente de un núcleo familiar
enfermo, y traduce, a través de la agresión, las ansiedades y
conflictos del intragrupo familiar (Marchiori, 2010: 191).

Esta autora enumera en su obra las conductas delictivas y antisociales más


observadas en las mujeres, entre ellas la prostitución, robo, tráfico de drogas,
secuestro, estafa, denuncias falsas, aborto, incesto y conducta de abandono.

57
En cuanto a la prostitución, Marchiori expone que esta es la conducta
antisocial típica de la delincuencia femenina; en el caso de los homicidios, las
mujeres que lo comenten lo hacen por identificación emocional u homicidio pasional.
(Marchiori, 2010: 192,195). Sobre el tráfico de droga explica que las féminas están
conscientes de los roles que juegan dentro de la organización y lo cometen por
condiciones sociales o psicológicas determinadas:

La mujer está consciente e identificada con sus actividades, las


cuales justifica a través de mecanismos de racionalización (no
conseguí trabajo, me despidieron, no tengo que dar de alimento a
mis hijos, etcétera), pero también proyecta insensibilidad moral,
social y sus dificultades a nivel de la integración de la
personalidad (Marchiori, 2010: 196).

En 2011 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó mediante


resolución las llamadas Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las
reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes, mejor
conocidas como las Reglas de Bangkok. Este documento promovió la investigación
mundial sobre la incidencia femenina en los delitos.

La regla número 67 (capítulo IV) reza que:

Se procurará organizar y promover investigaciones exhaustivas y


orientadas a los resultados sobre los delitos cometidos por
mujeres, las razones que las llevan a entrar en conflicto con el
sistema de justicia penal, la repercusión de la criminalización
secundaria y el encarcelamiento en las mujeres, las características
de las delincuentes, así como programas orientados a reducir la
reincidencia de las mujeres, como base para la planificación
eficaz, la elaboración de programas y la formulación de políticas
destinadas a satisfacer las necesidades de reinserción social de las
delincuentes. (ONU, Reglas de Bangkok, 2011:22).

58
2.3. Mujeres delictuosas en Latinoamérica: Breve mención a Argentina,
Colombia y México. Especial mención a Venezuela

De acuerdo con el informe El tratamiento equitativo de la mujer en el sistema


de justicia penal, producido por la Secretaría General de la ONU durante el Séptimo
Congreso sobre prevención del Delito y Tratamiento del delincuente, celebrado en
Italia (1985), entre 1970 y 1982 la proporción de mujeres de América Latina y el
Caribe en prisión preventiva era de 10%, mientras que aquellas condenadas a penas
en prisión se ubicaba en 30%. El continente se ubicaba para entonces de tercero,
antecedido por Europa Occidental y América del Norte (47%) y Europa Oriental
(33,3%).

Más recientemente, autores como Marchiori (2011) aseguran que en las


últimas tres décadas las mujeres latinoamericanas han aumentado “firme y
progresivamente” su participación en actos delictivos con una proporción de 1/50,
1/20 “y hasta 1 a 5 en relación al hombre”.

Entre las teorías contemporáneas que dan respuesta a esta incidencia se


encuentra la expuesta por Miller (1986), quien sostiene la hipótesis de la necesidad
económica como una consecuencia directa. Este autor, citado por Teresa Salazar en
su publicación Delincuencia femenina por drogas: una aproximación a su realidad
educativa. Centro penitenciario “Región los andes” Mérida-Venezuela (2008)
expone que:

La importancia de las condiciones de pobreza y las estructuras y


culturas que se originan de la misma pobreza, y por lo tanto, la
necesidad de estudiar las relaciones entre la criminalidad femenina
y las oportunidades para el trabajo legítimo que pueden competir
con oportunidades para el trabajo ilegal, sin olvidar las actitudes
que las percepciones de las adolescentes de las clases marginadas
presentan en relación a las estructuras de oportunidades legítimas
e ilegítimas. (Miller, 1986, citado por Salazar, 2008: 606).

59
Teniendo como eje la teoría de la necesidad económica y contextualizándola
en Latinoamérica nos encontramos con una serie de variantes socioeconómicas que
han sido expuestas por diferentes organismos internacionales, entre ellos, la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, de la ONU.

De acuerdo con el Informe Regional de Desarrollo Humano (2013-2014) de


la Cepal (2013), estas son las condiciones socioeconómicas de las familias
latinoamericanas y de los hombres y mujeres encarcelados por diferentes delitos hasta
el año de dicha publicación:

El porcentaje de nacimientos en hogares monoparentales de


jefatura femenina se duplicó en 30 años: pasó del 7.3% en 1970 al
15% en 2000. Esta tendencia refleja cambios en los patrones
socioculturales y revela también un problema marcado de
abandono o ausencia paterna. El perfil demográfico de las madres
solteras sigue concentrado entre los sectores más jóvenes, con
menor nivel educativo y con menos recursos económicos. Este
fenómeno genera retos importantes para la crianza y la supervisión
de los hijos que deben atenderse mediante programas educativos,
recreativos y sociales extraescolares dirigidos a estas familias. El
estudio comparativo de población carcelaria (PNUD 2013) da
cuenta de un problema de fractura y abandono en el pasado
familiar de los internos. El mismo estudio señala que el
encarcelamiento puede, a su vez, vulnerar y fracturar el núcleo
familiar. En el caso de las mujeres internas que son madres de
familia, el porcentaje que tiene a sus hijos viviendo con ellas en
las cárceles es de 1.2% en Brasil, 3.9% en El Salvador y del 7% al
8.3% en Argentina, México, Perú y Chile. (Cepal, 2013:08,09).

En 1985 el antes citado informe de la Secretaria General de la ONU, indicó


con respecto a la situación de criminalidad femenina en Colombia, que las
necesidades de tipo económicas habrían generado la incursión de estas en estafas y en
“abusos de confianza”. Se expone también que la incorporación de la mujer en la vida
social produjo su participación “cada vez más activa” en grupos terroristas (ONU,
1985).

60
Otros autores como Fernández (1995) también afirman que el
empobrecimiento femenino “induce” a delinquir. La autora expone que la causa de
muchas de las mujeres presas está sustentada en la mala situación económica.
Agrega que “el bajo nivel educativo, la inestabilidad laboral, la falta de vivienda, etc.,
hacen de su condición presa fácil para delinquir”. (Fernández, 1995: 352).

Azaola y Yacamán (1996) citados por Salazar (2008) exponen que en el


continente los delitos relacionados con drogas se han incrementado, convirtiéndose en
la primera causa delictiva de las mujeres. “En estos países, a diferencia de lo que
sucede en los países desarrollados, las mujeres participan en estos delitos por razones
económicas y solo una parte consume estas sustancias”. (Salazar, 2008: 604).

Del Olmo (1997), citado por Salazar (2008), expone que en Bolivia, para la
fecha de su publicación, la edad de la mayoría de las mujeres oscilaba entre 25 y 35
años, con condiciones extremas de necesidad económica y discriminación, 60% de las
reclusas no habían alcanzado una instrucción escolar de nivel básico y habían estado
encarceladas previamente. (Salazar, 2008: 604).

De acuerdo con René Jiménez en su obra El secuestro: problemas sociales y


jurídicos (2002), los países latinoamericanos con mayores índices de secuestro son
Colombia, con más de 1500 secuestros al año, seguido de Argentina y México. El
autor indica que en estos países ha crecido la tendencia de participación juvenil y
femenina en la totalidad de los delitos. (p. 28).

2.3.1. Argentina

En Argentina el número de mujeres detenidas en cárceles federales aumentó


193%, mientras que la población masculina creció el 111% desde 1990 hasta 2012, de
acuerdo al informe Mujeres en prisión en Argentina (2013) realizado por la
Defensoría General de la Nación de la República Argentina, la Escuela de Derecho de
Cornell y la Escuela de Derechos Humanos de la Universidad de Chicago.

61
Según esa investigación, el 55,75% de las mujeres encuestadas habría sido
procesada o condenada por delitos relacionados con drogas y más de 85% de las
mujeres consultadas fueron condenadas por delitos motivados por razones
económicas, los que incluyen delitos relacionados con drogas y robos. (p. 8).

Otro estudio de Sánchez, Género y delito (1999), expone que en la Cárcel


Buen Pastor de Córdoba para el momento de dicha publicación el desempleo se
presentaba “como una variable que favorece la inclusión de las mujeres en delitos
lucrativos, principalmente delitos contra la propiedad, que son los tipos de mayor
frecuencia y menor gravedad en la comisión de la población desviante femenina”
(Sánchez, 1999: 501).

2.3.2. Colombia

De acuerdo con la publicación Mujeres Delincuentes en Colombia: Una


aproximación a su caracterización y visibilización (2012) del Centro de Recursos
para el análisis de conflictos de Colombia (autores J. González, A. González y M.
Moscoso), entre 2003 y 2010 la participación de la mujer colombiana en delitos se
habría reducido marginalmente (de 10,8% a 10% respectivamente), según cifras
oficiales de la Policía Nacional de Colombia. Sin embargo los autores señalan que no
es correcto extrapolar esta tendencia a todas las ciudades del país, pues en algunas
urbes como Bogotá, desde 2007 la participación de la mujer en actividades delictivas
empezó a ascender, al igual que en Medellín, Cali y Cúcuta. (González, A. González
y M. Moscoso, 2012).

En su estudio, los autores colombianos detallan que:

La participación de las mujeres sobre el total de registros


referentes a fabricación, tráfico o porte de estupefacientes y armas
de fuego, ha crecido marginalmente entre el 2005 y 2010. Por otro
lado, otro tipo de delitos tales como homicidios, lesiones
personales, hurto, inasistencia alimentaria y secuestro, no han
registrado variaciones sustanciales de forma considerable durante

62
los últimos 7 años en la participación de la mujer delincuente.
(González, A. González y M. Moscoso, 2012: 05).

63
El mismo estudio indica que 53% de las mujeres encuestadas en las cárceles
colombianas declararon “provenir de un hogar en el que se evidenciaron eventos de
maltrato y abusos”. (González, A. González y M. Moscoso, 2012:06).

En 2015 un reporte de prensa (Pulimetro.co)1 publicó que de acuerdo a cifras


de la Policía Metropolitana de Bogotá, 25% del total de los detenidos por diferentes
hechos punibles eran mujeres, quienes participarían generalmente en delitos de
drogas, hurtos y contra las personas. Según el director de ese organismo las mujeres
“tienden a actuar como señuelos indicando las posibles víctimas o usando la
seducción para distraerlas”.

2.3.3. México

En México, de acuerdo con Martínez, Carabaza y Hernández (2008) citados


por Salinas en su publicación Las cárceles de mujeres en México: espacios de
opresión patriarcal (2014), “la mayor parte de las féminas que se encuentran
actualmente reclusas (2014), lo está por delitos contra la salud, robo, secuestro y
extorsión. (Salinas, 2014: 02). El mismo autor señala que:

Esta mayor participación en el ámbito de la delincuencia


presenta una correlación con la cada vez mayor participación
de las mujeres en la llamada “vida pública”. Por otro lado
[…] este cambio también ha provocado una modificación en
la naturaleza de una buena parte de los crímenes que las
mujeres cometen. (Salinas, 2014: 02)

2.3.4. Venezuela

Celiner Ascanio en su publicación Cuerpo, delito y representación: narrativas


sobre mujeres delincuentes en la Venezuela perezjimenista (2013), hace un análisis

1
PUBLIMETRO.COM Aumenta el número de mujeres delincuentes en Bogotá. Publicado el
16/05/2015. Consultado el 15/06/2015. Disponible en http://www.publimetro.co/lo-ultimo/aumenta-el-
numero-de-mujeres-parte-de-la-delincuencia-bogotana/lmkobp!4iKcg7nQfAigU/

64
sobre la participación femenina en los delitos durante el período dictatorial de Marcos
Pérez Jiménez (1953-1958).

Ascanio expone que el gobierno “siguió muy de cerca los postulados del
positivismo criminológico de finales del siglo XIX y principios del XX, aunque
adaptados al contexto nacional”, en los que se determinaban roles distintivos a las
mujeres. La autora señala que el matrimonio y la maternidad representaban el “freno”
a la delincuencia de ese momento. (Ascanio, 2013: 166, 167).

Fernando Rísquez en su obra Investigación integral de un grupo


representativo de la delincuencia femenina en Venezuela (1959), expone su
experiencia entrevistando a mujeres recluidas en la Penitenciaría de Mujeres de Los
Teques, hoy el Instituto Nacional de Orientación Femenina, Inof.

De acuerdo con este autor, citado por Ascanio (2013):

La relación entre el estado civil y la génesis criminal queda así


oscurecida por la disparidad evidente entre la condición de soltería
legal y la realidad vital del concubinato. Sin embargo, queda en
claro que la estabilidad creada por el matrimonio debidamente
legalizado parece ser útil en la prevención de la delincuencia
femenina (Rísquez, 1959: 86; citado por Ascanio, 2013: 169).

El estudio de Rísquez determinó que las reclusas de la Penitenciaria de Los


Teques eran “mujeres pobres, nacidas en el interior del país, de piel y cabello oscuro,
solteras o concubinas, con poco o ningún grado de instrucción y que la mayoría tiene
como oficio el servicio doméstico remunerado” (Ascanio, 2013: 169). La autora
complementa que la ausencia del rol social de la mujer como esposa y madre y su
condición socioeconómica se convirtió en el modelo de la mujer del Nuevo Ideal
Nacional, proyecto político propuesto por Marcos Pérez Jiménez.

En 1992 la Fiscalía General de la República elaboró el informe Venezuela,


1992 en el que se detalló que el total de mujeres reclusas era de 1462, lo cual

65
representaba 4.9% del total de reclusos del país. En 1991 era de 1.570, es decir el
5.1%. Según ese informe, en 1991 el 58% de las reclusas eran procesadas y 73.4% de
estas estaban en la cárcel por delitos relacionados con drogas (Del Olmo, 1996)

De acuerdo con Fernández (1995) para el momento de su publicación, la


distribución absoluta y porcentual de la población penal femenina en Venezuela era
de 157 mujeres, las cuales estaban ligadas a los siguientes delitos: tráfico de drogas
(99), posesión (20), homicidio (15), robo a mano armada (10), estafa (2), secuestro
(2), infanticidio (2), violación (2), hurto (3), contrabando (2). (Fernández, 1995).

Esta autora significa la participación de las mujeres en los delitos debido a las
condiciones sociales y económicas de la época en la que escribió su publicación, lo
que genera, para ella, la incorporación de las mujeres a los actos delictivos.

Venezuela expresa una sociedad con una familia


predominantemente desestructurada y con poca capacidad de
protección y un Estado con poca capacidad organizativa para
proteger a las personas más vulnerables. En este caso se encuadra
el caso de las madres jefas de hogar, las cuales muestran los
peores indicadores, el índice de analfabetismo es de 38,6%, tres
veces más del índice nacional (11.4%), solo el 48% tiene empleo
remunerado y el resto están desempleadas, subempleadas o sin
oficios conocidos[…] Toda esta situación que tiene que ver con la
crisis que vive el país producto de los ajustes económicos que la
grave deuda externa ha impuesto, tiene efectos importantes en las
mujeres por sus dificultades para acceder a trabajos estables y bien
remunerados, por el aumento de tasas de desempleo y la duración
del mismo, por el volumen del trabajo doméstico, así como
también por las tensiones y conflictos que genera en ellas como
responsables de la organización cotidiana de la sobrevivencia, en
otras palabras se está produciendo un "ajuste invisible" a costa de
las mujeres pobres, las cuales han sufrido un retroceso en su
calidad de vida, es lo que se ha llamado la feminización de la
pobreza. (Fernández, 1995: 250, 251).

Según Sepúlveda, López y Guaimaro en su publicación Mujeres en prisión:


una revisión necesaria (2003), para el año 1997 la población femenina presa a nivel

66
nacional era de 1105 mujeres, lo que correspondía al 5% de la población total penal
(Sepúlveda, López, Guaimaro, 2003: 137).

De acuerdo con el Censo Nacional de Población Reclusa de 1997, citado por


Sepúlveda, López, Guaimaro (2003), para 1998 había 1036 venezolanas y 69
extranjeras en las penitenciarías de todo el país; las criollas eran personas
significativamente más jóvenes que las extranjeras, 42% de las venezolanas y el 55%
de las foráneas habían realizado oficios del hogar, seguidas por actividades de
buhonería. Con respecto a la situación de las ofensas: las más prevalentes eran el
tráfico de drogas (40,8%), robos y asalto con arma (32,6%) y homicidios (20.4%)
(Sepúlveda, López, Guaimaro, 2003: 138).

Según el informe anual 2006-2007 del Programa Venezolano de Educación-


Acción en Derechos Humanos, Provea, citado por Posada y Tremarias (2008), para
marzo de 2006 la población recluida en los establecimientos penitenciarios era
predominantemente masculina, en tanto que prevalecen los hombres con el 93,5%
(18.002) frente a un 6,5% de mujeres (1.255). En relación al género y estado civil de
las reclusas, dicho informe detalla que la mayoría eran mujeres con edades que
oscilaban entre 20 a 30 años y con las siguientes características: 45% solteras, 90%
con hijos, más del 50% son procesadas y 17% extranjeras (Posada y Tremarias,
2008:33).

En 2005 la población recluida (19.853 personas) estaba representada en 93%


hombres (18.463) y 7% de mujeres (1389), de acuerdo con el informe anual sobre
Derechos de las personas privadas de libertad de Provea, 2007. (Provea, 2007: 314).

En 2006, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Policial


realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela, INE, mostró que las
nueve décimas partes de los casos de acciones delictivas correspondían a hombres y
la participación conjunta de hombres y mujeres era “escasa”. Sin embargo, alertaron
que ellas “incrementan su nivel de participación, aún cuando siempre resulta

67
minoritaria, en los delitos de amenaza, estafa y privación de la libertad”. (INE, 2006:
18).

En 2008, de acuerdo con el informe anual de Provea, en total, 22.565


hombres se encontraban recluidos en los establecimientos penitenciarios a nivel
nacional (94% de la población reclusa) y 1504 mujeres (6%) de las cuales 821
estaban siendo procesadas, 495 estaban ya cumpliendo una pena y 188 estaban en
medida de destacamento de trabajo (Provea, 2008: 337, 338). En 2009, el mismo
informe mostró que 93% de los reclusos (28.582) eran hombres y 6,2% mujeres
(1.901) (Provea, 2009).

En 2010 la población recluida general era de 37.660, de los cuales 35.261


(93,6%) eran hombres y 2.399 mujeres (6,4%). (Provea, 2009: 329).

En 2012, del total de personas privadas de libertad (45.224), 2.400 eran


mujeres, representando 5,30% de la población total (Provea, 2012: 315). En 2013 el
informe de la ONG detalló que:

68
La población penitenciaria del país se ubicó en 52.933 privados de
libertad, lo cual con respecto a 2012 representa un incremento de
17%. La tasa de encarcelamiento en el país fue de 183 personas
privadas de libertad por cada cien mil habitantes. Esto significa
que la tendencia al aumento de personas encarceladas que se viene
presentando desde 2000 se mantiene. 10% de esta población
corresponde a mujeres. (Provea, 2013: 418).

Según cifras oficiales del Plan A toda Vida Venezuela, dirigido por el
Ministerio del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz, la caracterización del
victimario según el género y los delitos es la siguiente: homicidios (78% hombres,
22% mujeres), lesiones (86% hombres, 14% mujeres) y robos (90% hombres, 10%
mujeres). Este boletín oficial expuso que las mujeres “resultan consistentemente
menos involucradas en episodios con uso de armas de fuego, bien como víctimas o
bien como victimarias”. (A toda Vida Venezuela, 2013: 11, 13).

Elsie Rosales en su estudio Sistema Penal y Drogas (2010) reveló que en


2010 el 90% de la población femenina recluida en el Inof, lo estaba por delitos
relacionados con las drogas y alertó sobre una “preocupante feminización del
encarcelamiento” por este tipo de actividades. (Rosales, 2010:09).

Por su parte, la periodista Airam Fernández en su publicación Así es la


situación de las presas en Venezuela (Últimas Noticias, 2012) expuso que según
estadísticas oficiales la mayoría de las mujeres que van a prisión están vinculadas al
negocio de la droga. En su reportaje consultó a la coordinadora de investigación del
Centro de Estudios de la Mujer de la UCV (CEM), Alba Carosio, quien explica que la
reincidencia “deviene luego en robos, asesinatos y otros actos de agresión personal.
La razón de estas conductas radica en un turbulento seno familiar, ‘lleno de peleas,
maltrato y falta de orientación’”.

Con respecto al ámbito familiar, Fernández (1995) expone que en Venezuela


el 53% de los niños nacen fuera del vínculo matrimonial “y la proporción nunca ha
sido menor a esa cifra desde 1873, fecha del primer censo realizado en el país” (p.

69
350). La citada autora indica que ciertas condiciones como el desempleo, la
marginalización de la mujer, la pobreza y la desarticulación familiar conllevan a que
la mujer se integre a los actos delictivos.

Según datos del Censo Poblacional de 2011, realizado por el INE, entre 2001
y 2011 el porcentaje de jefas de hogar pasó de 29,4% a 38,7%, ubicadas
geográficamente en los estados Zulia, Táchira, Lara, Aragua, Miranda, Distrito
Capital, Anzoátegui y Bolívar. (INE, 2011). En cuanto a la situación laboral, Provea
expuso en su informe de 2011 que solo el 12% de las mujeres encarceladas no
trabajaban antes de su detención.

Los datos sobre la situación laboral arrojan interesantes resultados,


al quedar reflejado que 94% de los hombres trabajaban antes de
ser privado de la libertad, mientras esta situación se reduce para
las mujeres en 88%, lo cual indica que 12% de las mujeres
entrevistadas manifestaron no haber trabajado antes de la
reclusión. De la población que antes del encarcelamiento estuvo
laboralmente activa 61% manifestó que el principal motivo para
haber dejado de trabajar fue haber sido privado de libertad,
seguido por el retiro voluntario, principalmente por insatisfacción
con el trabajo o porque pagaban poco (16,4%). 40% de las
personas que antes del encarcelamiento estuvieron laboralmente
activas manifestaron haber tenido más de 4 y 5 empleos (Provea,
2011: 243).

Según el Informe Alternativo sobre los derechos a las mujeres e igualdad de


género2 (2015) emitido ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de las ONU por varias organizaciones no gubernamentales venezolanas en
junio de 2015:

La baja tasa de trabajo formal y la alta tasa de trabajo informal


femenino en Venezuela, ha colocado a las mujeres en una condición de

2
PROVEA (2015). #VenezuelaEnONU: Presentación de los aspectos relacionados con la
desigualdad y discriminación de las mujeres en Venezuela. Publicado el 1/06/2015. Consultado e
1/06/2015- Disponible en: http://www.derechos.org.ve/2015/06/01/venezuelaenlaonu-presentacion-de-
los-aspectos-relacionados-con-la-desigualdad-y-discriminacion-de-las-mujeres-en-venezuela/

70
alta vulnerabilidad que se ha traducido en altos índices de pobreza
femenina, particularmente en hogares con jefatura femenina y en
mujeres en edad productiva. Además, las brechas salariales y la poca
seguridad social de las mujeres trabajadoras, sobre todo de aquellas
con menor nivel profesional, coloca a las mujeres no pobres en una
clara situación de desventaja social y económica, en un contexto de
país donde ha habido un aumento general de la pobreza y altísimos
índices de inflación. En materia de salud, Venezuela ocupa el
deshonroso primer lugar, del país con mayor índice de embarazos
adolescentes en Suramérica y el tercero en América Latina, con las
graves repercusiones que esto tiene para el desarrollo social y
económico de nuestras mujeres y de nuestra sociedad.

Cifras aportadas para la presente investigación por el Ministerio del Poder


Popular para el Servicio Penitenciario refieren que la población total de convictas en
el Inof hasta marzo de 2015 era de 750 presas: 27 de ellas procesadas por delito de
secuestro.

De acuerdo con información ofrecida por Carlos Nieto, coordinador general


de la ONG Una Ventana a la Libertad, en el país hay un aproximado de 7 mil
mujeres encarceladas por diferentes delitos.

Por su parte, varias publicaciones de diversos medios de comunicación, han


alertado en los últimos cinco años sobre la participación de mujeres actos delictivos.

La periodista Ana Arias, título en fecha 29 de noviembre de 2012, en el diario


El Universal, Mujeres están controlando bandas delictivas en Nueva Esparta3. La
comunicadora expuso en su artículo que:

Aunque no hay cifras exactas de las féminas involucradas en


hechos delictivos, funcionarios destacan la recurrencia de mujeres
en situaciones de tenencia de droga, hurtos e intentos de
introducción de droga en la cárcel. Así como las mujeres han

3
ARIAS, Ana. El Universal (2012) Mujeres están controlando bandas delictivas en Nueva Esparta.
Publicado el 29/11/2012. Consultado el 1/06/2015. Disponible en
http://www.eluniversal.com/sucesos/121129/mujeres-estan-controlando-bandas-delictivas-en-nueva-
esparta

71
tomado espacios que antes eran casi en exclusividad de hombres,
también en los hechos delictivos se está viendo su presencia.

72
3. El secuestro

Del latín sequestrare

Significa “retener indebidamente a una persona, vehículos, aviones o barcos,


para exigir dinero por su rescate, o para otros fines” (Añez, 2010: 13).

Anteriormente algunos autores como Francisco Carrara, jurista de la Escuela


Clásica, lo denominaron “plagio”. Carrara, citado por Añez (2010), definió el delito
como la “sustracción de una persona con fines de lucro o venganza hecho por medio
de la violencia o fraude” (Añez, 2010: 13).

Jiménez (2002) expone que:

En la antigüedad el secuestro era una forma normal de


sometimiento o comercio de personas, pues la superioridad era
dada por las artes bélicas, y quien vencía tenía el derecho de tomar
para sí el territorio conquistado, además de las personas
derrotadas. Por las múltiples guerras entre los pueblos se comenzó
a comerciar con las personas libres caídas en cautiverio. Los
fenicios plagiaban a doncellas y mancebos griegos y exigían por
ellos un rescate […] En el mundo romano se practicaba el crimen
plagium, que consistía en el rapto de esclavos para apropiarse de
estos. El secuestro era utilizado por el Imperio para derrotar a sus
enemigos, pues capturaba a las principales personas de un reino
para cobrar rescate por ellas. (Jiménez, 2002: 17).

De acuerdo al Manual de lucha contra el secuestro (2006) de la ONU, el


secuestro es definido como un delito “grave” y “mortal” que trasciende con
consecuencias potencialmente dolorosas tanto para quienes son víctimas como para
sus familiares, la comunidad, los países e inclusive para la comunidad internacional,
“el cual requiere la aplicación de medidas eficaces para contrarrestarlo” (ONU, 2006:
01).

Para Fondelibertad (1999), citado por Añez (2010) el secuestro constituye una
violación de los derechos humanos, pues atenta contra la libertad, la integridad y la

73
tranquilidad de las familias víctimas del delito. (p. 13). Visto desde esta óptica,
expone Añez, la ejecución del delito viola los artículos 1,3,5 y 9 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos adoptada y proclamada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en su resolución 217ª (III) del 10 de diciembre de 1948. Estos
artículos exponen lo siguiente:

Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en


dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a


la seguridad de su persona.

Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos


crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 9: Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni


desterrado. (Declaración Universal de los Derechos Humanos,
1948).

Otra definición de la ONU, emanada de la Resolución 2002/16 del Consejo


Económico y Social, explica que el secuestro consiste en “detener ilícitamente a una
persona o personas en contra de su voluntad con la finalidad de exigir por su
liberación un provecho ilícito o cualquier utilidad de tipo económico u otro beneficio
de orden material” (ONU, 2006: 03).

En el vigente Código Penal Venezolano (2005) el secuestro es tipificado como


un delito contra la propiedad (Título X, capítulo II: del robo, de la extorsión y del
secuestro). El artículo 460 define el secuestro como un delito en el que quienes:

Utilicen cualquier medio para planificar, incurrir, propiciar,


participar, dirigir, ejecutar, colaborar, amparar, proteger o ejercer
autoría intelectual, autoría material, que permita, faciliten o
realicen el cautiverio, que oculten y mantengan a rehenes, que
hagan posible el secuestro, extorsión y cobro de rescate, que
obtengan un enriquecimiento producto del secuestro de personas,

74
por el canje de éstas por bienes u objetos materiales. (Código
Penal Venezolano, 2005).

El citado código establece pena prisión “no menor de quince años ni mayor de
veinticinco años” a quien haya o no consumado el hecho con el fin de obtener de la
persona secuestrada o de un tercero, como precio de su libertad, “dinero, cosas,
títulos o documentos que produzcan un efecto jurídico cualquiera en favor del
culpable o de otro que este indique, aun cuando no consiga su intento”. (Código Penal
Venezolano, 2005).

El cautiverio, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, es la


“privación de libertad en manos de un enemigo”.

3.1. Tipos de secuestros


Añez (2010) explica que las causas del secuestro generalmente son
económicas, referidas al cobro del “rescate”, que significa el “bien material cosas,
títulos o documentos” (Código Penal Venezolano, 2005) que se aspira obtener por
mantener a la víctima privada de su libertad. Sin embargo, la autora, citando a
Besares y Gómez (2003) señala que existen otras causas como la venganza, la
intimidación o los móviles políticos.

De acuerdo a la ONU (2006), los tipos de secuestro más comunes son: (a)
secuestro con fines de extorsión, realizados para “exigir una suma de dinero, influir
en decisiones empresariales u obtener una ventaja comercial”; (b) secuestro con fines
políticos o ideológicos, perpetrados con la finalidad de “una reivindicación particular,
crear una atmósfera de inseguridad (o reforzarla), obtener publicidad o influir en
decisiones de gobiernos u otras entidades”; (c) secuestro entre grupos delictivos, o
dentro de ellos; (d) secuestro vinculado a disputas familiares o domésticas o
“rapto”; (e) con fines de explotación sexual; (f) secuestro en el curso de otras
actividades delictivas, normalmente para “facilitar la adquisición de determinados
productos”; (g) simulado o fraudulento. Figuran también nuevas aplicaciones para

75
delinquir a través de secuestro “express”, secuestro “virtual” o canje de víctimas
(ONU, 2006: 04, 05).

La legislación venezolana, a través de la Ley contra el Secuestro y la


Extorsión (2009), clasifica los diversos tipos de secuestro, contemplando sus
agravantes y penas. Sobre este tema nos detendremos a detallar más adelante.

3.2. Perfil del secuestrador

Jiménez (2002) expone que los secuestradores “pueden ser personas que en su
vida ordinaria simulen ser ciudadanos dedicados a un trabajo honesto, abnegados
padres de familias o esposos” (p. 24).

Emilio Meluk (1998) citado por Añez (2010) ofrece una descripción
psicosocial de los secuestradores. Indica que quienes comenten este delito:

Son hombres y mujeres con el comportamiento rígido, austero, a


veces draconiano, de quienes tienen una formación castrense,
orientados por la obediencia ciega a un superior jerárquico y con
temor a los ajusticiamientos o represalias disciplinarias en caso de
que el secuestrado se escape o que el secuestro fracase por algún
motivo. (Meluk: 1998, citado por Añez, 2010: 25,26).

Con respecto al género y edad de los secuestradores, los autores prefieren


referirse al “secuestrador” como hombre con edad comprendida entre los 25 y 35
años. El rol femenino es disminuido por características biológicas y de fuerza física
(Añez, 2010).

Carlos Pulido en obra Secuestro: aspectos históricos, jurídicos,


criminológicos, estadísticos y de Poder Judicial (1988) expone que suelen ser
personas de sexo masculino con antecedentes delictivos en delitos contra la
propiedad, estafa, extorsión o chantaje.

76
Pulido (1988) indica que los grupos de delincuentes secuestradores están con
frecuencia dirigidos por “hombres respetables” con “un fuerte resentimiento social,
unido a comportamientos audaces y temerarios” (p. 242). El autor explica además
que:

Cuando el secuestro se realiza de modo individual, el autor suele


estar afectado por algún tipo de alteración emocional o mental, lo
que aumenta enormemente su peligrosidad. [...] Normalmente sus
vínculos con el secuestrado son bastante cercanos (ex empleado,
pariente, vecino, etc.), lo que dificulta que una vez alcanzado su
objetivo ponga al secuestrado en libertad. (Pulido, 1988:243,244).

Según Jiménez (2002) para realizar un secuestro se requiere, en promedio, la


participación de seis a ocho individuos para realizar diferentes labores. El autor
enumera los roles más comunes dentro de una organización criminal dedicada a este
delito:

Iniciador: es la persona que suministra la información de la


víctima a la banda.

Plantero: individuo que facilita y financia los recursos necesarios


para llevar a cabo el objetivo.

Grupo de aprehensión o ‘levante’: delincuentes encargados de


aprehender a la víctima y trasladarla al lugar de cautiverio.

Grupo de vigilancia: se encarga de la vigilancia, cuidado y


mantenimiento del secuestrado en el lugar de cautiverio.

Negociador: persona o personas encargadas de negociar la


liberación de la víctima. También recogen el dinero acordado con
la familia del secuestrado. (Jiménez, 2002: 25).

77
4. Secuestro en Venezuela

4.1. Bases legales

4.1.1. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

La Carta Magna establece en sus artículos 43 y 44 (Capítulo III, de los


Derechos Civiles) el derecho a la vida y a la libertad personal, respectivamente.
Ambos derechos constitucionales están relacionados con el delito de secuestro, de
acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU y con los
propios designios nacionales.

4.1.2. Código Penal Venezolano

En 1897 se estableció el secuestro como un delito autónomo en el Código


Penal Venezolano. Para ese momento se estableció una pena de presidio de tres a
cinco años de prisión. El delito estaba contemplado en el Título X, de los delitos
contra la propiedad, Capítulo II, bajo el nombre “De la rapiña y otras extorsiones”. El
artículo 413 de dicho código rezaba lo siguiente:

El que por medio de violencias o de amenazas de graves daños


inminentes contra personas o cosas, haya constreñido a alguno en
lugar del delito a que le entregue un objeto mueble, o a tolerar que
se apodere de este, será castigado con presidio abierto de tres a
cinco años. La misma pena se impondrá al individuo que para
apoderarse de la cosa mueble de otro, o inmediatamente después
del despojo haya hecho uso de las violencias a amenazas
antedichas contra la persona robada o contra la presente en el
lugar del delito, sea para cometer el hecho, sea para llevarse el
objeto sustraído, sea, en fin, para procurarse la impunidad o
procurarla a cualquiera otra persona que haya participado del
delito. Si la violencia ha sido tan solo con el objeto de arrebatarle
de la mano la cosa a la persona, la pena será de prisión de uno a
treinta meses. (Código Penal Venezolano, 1897).

78
Añez y Han Chen en su publicación La política criminal en Venezuela.
Especial referencia a la conflictividad social en torno al secuestro (2011) establecen
que el delito de secuestro experimentó cambios en las reformas del Código Penal
Venezolano de 1901, 1912 (aumentando la pena de presidio de cuatro a nueve años),
1915 y la de 1964 (incrementa la pena de nueve a veinte años). (Añez y Han Chen,
2011).

En 2000 se promulgó un nuevo Código Penal (publicado en la Gaceta Oficial


Nº 36.920 de fecha 28 de marzo de ese año) manteniendo el delito en el mismo título,
capítulo y con la misma pena de presidio). En 2005 se reformó nuevamente este
código (publicado en Gaceta Oficial 5768E de fecha 13 de marzo), modificando la
pena e incluyendo una gama amplia de supuestos del hecho y agravantes. Hasta ese
momento en el país no existía una ley orgánica autónoma que se encargara del delito,
que no llegó sino hasta cuatro años más tarde.

En la modificación realizada al artículo 460, referente al secuestro del


Código Penal (CPV) se incluyeron varios elementos en los que se tipificó
aún más el delito, exponiendo claramente el secuestro político, el canje de
rehenes y el secuestro de menores:

1. “Motivo de alarma” (más tarde en la Ley contra el Secuestro y la


Extorsión promulgada en 2009 pasó a llamarse “simulación de
secuestro”). El CPV establece pena de prisión de diez a veinte
años por este motivo.

2. La figura del “cooperador inmediato” (párrafo primero). Los


define como “facilitadores”, quienes son penados de ocho a
catorce años de prisión. El párrafo reza que se toman en cuenta
igualmente “los actos de acción u omisión que facilite o permita

79
estos delitos de secuestros, extorsión y cobro de rescate, y que
intermedien sin estar autorizado por la autoridad competente”.

3. Agravante si el secuestro involucra a niños, niñas, adolescentes o


ancianos que padezcan enfermedades (párrafo segundo). La pena
se eleva un tercio. Se incluyen además si la víctima hubiera
recibido violencia, torturas, maltrato físico o psicológico.

El mismo párrafo incluye el agravante de muerte de la víctima en


cautiverio o a consecuencia del delito, así como la participación de
funcionarios públicos. En ambos casos las penas de presidio alcanzan la
pena máxima (30 años).

4. Secuestro político o para exigir liberación o canje de personas


condenadas por Tribunales de la República Bolivariana de
Venezuela. A estas se les aplica pena de doce a veinticuatro años
de prisión.

5. Negación del derecho a gozar de otros beneficios procesales de


la ley. El párrafo quinto expone que quienes resulten implicados
en cualquiera de los supuestos anteriores, no tendrán “derecho a
gozar de los beneficios procesales de la ley ni a la aplicación de
medidas alternativas del cumplimiento de la pena” (CPV, 2005).

Entre los beneficios que son desplazados por el artículo 460 se


encuentra, por ejemplo, el artículo 18, del Título II: De las penas, que
establece lo siguiente:

Las mujeres cumplirán las penas de presidio, prisión y arresto en


establecimientos especiales, y mientras no se funden y hayan de
cumplirlas en los establecimientos comunes, estarán siempre
separadas en estos de los hombres. Parágrafo único: El Presidente

80
de la República podrá ordenar, en determinado caso, por órgano
del Ministerio del Interior y Justicia, que las mujeres cumplan las
mencionadas penas, prestando sus servicios en los
establecimientos oficiales de beneficencia, hospicios y hospitales,
con las debidas seguridades y bajo absoluta prohibición de salir de
estos hasta el término de la pena (CPV, 2005).

4.1.3. Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y


Financiamiento al Terrorismo

En Gaceta Oficial extraordinaria número 5.789 de fecha 26 de octubre de 2005


fue promulgada la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada, en la que se
consideró el secuestro como un delito contemplado como “delincuencia organizada”.
En 2012 se derogó la anterior y entró en vigencia la Ley Orgánica Contra la
Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.

De acuerdo al artículo 4 de dicha ley, el secuestro y la toma de rehenes es


considerado un “acto terrorista” que es definido como un:

[…] acto intencionado que por su naturaleza o su contexto, pueda


perjudicar gravemente a un país o a una organización
internacional tipificado como delito según el ordenamiento
jurídico venezolano, cometido con el fin de intimidar gravemente
a una población (Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada
y Financiamiento al Terrorismo, 2012).

Asimismo el secuestro es considerado un delito de delincuencia organizada,


que es definida en la referida ordenanza como:

la acción u omisión de tres o más personas asociadas por cierto


tiempo con la intención de cometer los delitos establecidos en esta
Ley y obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico o
de cualquier índole para sí o para terceros. Igualmente, se
considera delincuencia organizada la actividad realizada por una
sola persona actuando como órgano de una persona jurídica o
asociativa, con la intención de cometer los delitos previstos en esta

81
Ley. (Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y
Financiamiento al Terrorismo, 2012).

4.1.4. Ley contra el Secuestro y la Extorsión

La Ley contra el Secuestro y la Extorsión (LCSYE) fue promulgada en Gaceta


Oficial número 39194 de fecha 5 de junio de 2009, siete años después de que fuera
impulsada la elaboración del proyecto de ley por la Comisión Permanente de Defensa
y Seguridad de la Asamblea Nacional, en 2002. El objetivo de la ley, reza el artículo
1, es “prevenir, tipificar y sancionar los delitos de secuestro y extorsión, y garantizar
la protección de la integridad física de las víctimas y sus bienes”.

El secuestrador es definido como todo aquel que “ilegítimamente prive de su


libertad, retenga, oculte, arrebate o traslade a una o más personas, por cualquier
medio, a un lugar distinto al que se hallaba, para obtener de ellas o de terceras
personas dinero, bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u omisiones que
produzcan efectos jurídicos o que alteren de cualquier manera sus derechos a cambio
de su libertad” (LCESYE, 2009: art. 2).

Este cuerpo normativo contempla seis tipos penales en sus artículos 4, 5, 6, 7,


8 y 9, respectivamente. Estos son:

I. Simulación del secuestro, con el fin de “obtener dinero, bienes, títulos,


documentos, beneficios, acciones u omisiones de parientes o parientas
consanguíneos o afines, cónyuge, concubina o concubino, adoptante o
adoptado, empresas, funcionarios públicos o funcionarias públicas o
particulares”. La sanción establecida es de pena de prisión de cinco a diez
años.

82
II. Secuestro con fines políticos, conmoción o alarma, “como parte de una
conspiración contra la integridad de la Nación o sus instituciones, o con la
finalidad de atentar contra la estabilidad de los órganos del Poder Público,
dar publicidad o propaganda a una causa política, ideológica o religiosa; o
para generar conmoción o alarma pública”. La pena contenida es prisión
entre veinte y treinta años.

III. Secuestro breve, determinado por la duración no mayor de un día. La pena


contempla entre quince y veinte años de prisión.

IV. Secuestro en medios de transporte, ya sean “naves, aeronaves, vehículos o


cualquier otro tipo de transporte, público o privado”. Este tipo de
secuestro, refiere la ley, tiene como finalidad el traslado de la víctima a un
lugar distinto al de su destino, alterar su ruta o ejercer control. La pena de
prisión va de veinte a veinticinco años.

V. Canje de personas, “para exigir la liberación de personas sujetas a una


medida cautelar de privación judicial preventiva de libertad, o que se
encuentren sentenciados o sentenciadas o condenados o condenadas como
autores o autoras, cómplices, cooperadores o cooperadoras de cualquier
delito”. La sanción contempla pena de prisión de diez a quince años.

VI. Aislamiento forzoso, entendido como la retención, ocultamiento, arrebato


o traslado por cualquier medio, sea a través de amenaza o engaño, de
personas para “realizar un alistamiento forzoso, con el fin de formar parte
de grupos armados irregulares”. La pena de prisión va de quince a veinte
años.

83
4.1.4.1. Agravantes de la Ley contra Secuestro y Extorsión

La LCSYE, en su artículo número 10 enumera 17 causales que agravan el


delito y que aumentan la pena en una tercera parte. La pena para los secuestradores y
secuestradoras se agrava cuando:

1. La victima fuere niño, niña o adolescente, adulto o adulta


mayor, personas con discapacidad física o mental, mujeres en
estado de gravidez o personas que padezcan enfermedades que
comprometan su vida.

2. Se hayan ejercido actos de tortura o violencia física, sexual o


psicológica en contra del secuestrado o secuestrada, o de cualquier
otra forma hayan menoscabado sus derechos humanos.

3. Se hayan cometido contra funcionarios o funcionarias de


elección popular, magistrados o magistradas, jueces o juezas del
Poder Judicial, ministros o ministras, Procurador o Procuradora
General de la República, el o la Fiscal General de la República, los
o las fiscales del Ministerio Público, Contralor o Contralora
General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo,
rectores o rectoras del Poder Electoral, los o las integrantes de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana en situación de actividad y
en el ejercicio de sus funciones, funcionarios o funcionarias de los
cuerpos y órganos de seguridad ciudadana, jefes o jefas de
misiones diplomáticas o consulares debidamente acreditados o
acreditadas en el país, y de sus respectivos familiares dentro del
tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad.

4. La persona secuestrada sea trasladada a territorio extranjero.

5. Es perpetrado contra un o una pariente dentro del cuarto grado


de consanguinidad y segundo de afinidad, cónyuges o concubinos
o concubinas, o aprovechando la confianza dada por la victima al
autor o autora.

6. Es cometido usando ilícitamente uniformes de las autoridades


del Estado, hábito religioso o disfraz, en ocasión a la confianza
que genera su investidura.

84
7. Por causa o consecuencia del secuestro sobrevenga la muerte de
la víctima.

8. El secuestro se prolongue por un tiempo mayor de tres días.

9. Se hubiere cometido en lugar despoblado, rural o fronterizo.

10. La víctima sea entregada a un tercero o a un grupo delictivo a


cambio de un beneficio.

11. Es cometido por funcionarios públicos o funcionarias públicas.

12. Es cometido mediante amenazas, sevicia, engaño o venganza.

13. Es cometido en zonas de seguridad establecidas en la ley


respectiva.

14. La víctima es sometida a la mendicidad, prostitución o trabajo


forzoso.

15. Es cometido para garantizar la huida o la impunidad de un


hecho punible perpetrado con anterioridad al del secuestro.

16. Es cometido con armas.

17. Es cometido con el uso de estupefacientes o sustancias


psicotrópicas.

4.2. Instituciones y organismos que se encargan del delito

4.2.1. Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz
(Mpprijyp)

Uno de los objetivos del ministerio es “garantizar la seguridad y protección


integral de los ciudadanos contra hechos delictivos, accidentes y calamidades”, de
acuerdo a la misión.

El Despacho del Viceministerio del Sistema Integrado de Investigación Penal, es


una de las organizaciones del Mpprijyp, encargada, de acuerdo a la información

85
institucional publicada en el sitio web del ministerio, a “dar cumplimiento a las
políticas, lineamientos y directrices públicas que dicte el ente rector en materia de
investigación penal, a través de la planificación, ejecución y supervisión de las
diferentes funciones que deben llevar a cabo los Organismos adscritos con
competencia en la materia”.

4.2.2. Ministerio Público

El Ministerio Público, órgano encargado de ejercer la acción penal en nombre del


Estado venezolano, posee dos direcciones encargadas de realizar investigaciones en
lo referente al delito de secuestro, estas son: la Dirección General Contra la
Delincuencia Organizada (que posee a su vez una Dirección Contra la Extorsión y el
Secuestro), y la Dirección Técnico-Científica e Investigaciones que agrupa la Unidad
Antiextorsión y Secuestro (UNAES) con presencia en Miranda, Guárico y Aragua.

La Dirección Contra la Extorsión y el Secuestro del Ministerio Público fue


inaugurada el 10 de noviembre de 2014 por la fiscal Luisa Ortega Díaz. El recién
creado organismo se encarga, de acuerdo a su misión, de: “garantizar la efectiva
actuación de los fiscales del Ministerio Público en la prevención y control de los
delitos asociados a la Extorsión y el Secuestro”.

De acuerdo a la Memoria y Cuenta del Ministerio Público de 2014, el organismo


cuenta ochocientas diecinueve (819) fiscalías, de las cuales setecientas veinticuatro
(724) dirigen la investigación penal. La Dirección Contra la Extorsión y el Secuestro
es la que menos fiscalías posee (tiene solo 5).

4.2.3. Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional


Bolivariana

Fue creado y activado mediante Resolución 000658 del Ministerio del Poder
Popular para la Defensa el 02 de abril de 2013 (publicado en Gaceta Oficial N.
40.140 del 04 de abril de 2013). El comando está adscrito a la Guardia Nacional

86
Bolivariana, con fundamento legal en la Constitución Nacional (Art. 329), la Ley
Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Ley del Cuerpo de
Investigaciones Penales, Científicas y Criminalísticas y la Ley contra el Secuestro y
la Extorsión.

El Conas tiene como visión “ser una unidad militar élite, fortalecida, respetada
y especializada en la investigación policial, para el combate de los delitos de la
extorsión y secuestro”. Está conformado por un Estado Mayor y 24 Grupos
Antiextorsión y Secuestro (Gaes) en las 24 entidades federales del país

4.2.4. Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc)

En 2001 fue creada la División contra la Extorsión y Secuestro del CICPC,


impulsada por el Director del Cicpc, Miguel Da. Esta división vino a sustituir a la
antigua Brigada Antiextorsión de la División contra Robos del CICPC.

La División contra la Extorsión y Secuestro se encuentra adscrita a la


Dirección de Investigaciones de Delitos contra el Patrimonio de la Coordinación
Nacional del CICPC, el cual tiene entre sus funciones planificar y realizar labores de
inteligencia, investigar casos de personas secuestradas y rescatar a estas, contribuir en
la aprehensión de plagiarios en el país y remitirlos a los organismos jurisdiccionales.

En los siguientes puntos correspondientes a las mujeres secuestradoras, se


ahondará en cuanto a las actuaciones de estos organismos y direcciones en cuanto al
arresto de féminas involucradas en este delito.

5. Mujeres secuestradoras: personalidad y roles en el delito

Pocos estudios criminológicos sobre la delincuencia de la mujer se han


concentrado en la caracterización de las féminas que participan en secuestros. En la
bibliografía los autores explican que los roles femeninos en este tipo de delitos son

87
frecuentemente emplazado por los de hombres quienes tienen mayor tendencia a
secuestrar. Inclusive aducen que las víctimas son regularmente hombres.

Pulido (1988) considera que es “lógico” que la victimización sea


preponderantemente masculina:

Nada más lógico si se tiene en cuenta que el hombre por su misma


naturaleza está preparado para enfrentarse a los momentos de
peligro, razona con mayor frialdad y comprende mejor su
situación. Por el contrario, la mujer como víctima es difícil de
manejar ya que por su emotividad puede llegar a ofrecer
resistencia, que los victimarios ante el temor de escándalo y
consiguiente reacción del público dominarán aún a costa de su
integridad personal. Además, en nuestro medio, la mujer ocupa un
puesto primordial en el aspecto sentimental; un secuestro
acarrearía la condenación unánime con el consiguiente despliegue
reactivo de todos los estamentos sociales. (Pulido, 1988: 238).

Contrarias a estas posiciones, Marchiori (2010) expone que “dentro de las


complicadas conductas del secuestro, en la que en la mayoría de los casos terminan
en crimen, las mujer tiene siempre uno de los roles más importantes del grupo que
realiza el secuestro” (p. 197).

Siguiendo la postura de esta autora, señala que:

La mujer, sobre todo en secuestros de niños, es la que ‘motiva el


secuestro’, da los datos principales de las víctimas, organiza el
grupo que va a llevar a cabo el delito, pero los que ejecutan son
hombres. Ella actúa en dos etapas, en la preparación del secuestro,
en la elección de la víctima y posteriormente en el cuidado o
asesinato de la víctima. (Marchiori, 2010: 197).

La misma autora detalla que entre las características de la personalidad de la


mujer secuestradora se encuentra una “marcada insensibilidad” y “una grave
patología a nivel afectivo”, así como su participación es por motivos lucrativos o por
venganza (p. 197). Marchiori expone que en la mayoría de los casos de secuestros de

88
niños, donde la mujer ocupa un rol de “cuidadora del niño secuestrado” se ha
observado que es la mujer quien desea que la víctima muera.

Martin (2013) explica que las mujeres son categorizadas en la totalidad de los
delitos como “viudas negras”, motivadas por el ánimo de lucro o como “ángeles de la
muerte” que se mueven en la delincuencia por un afán de control y poder. En ambos
casos, de acuerdo a las especificidades del secuestro, tiene cabida las mujeres
secuestradoras.

Pulido (1988) indica que el secuestrador (en general), suele pertenecer o estar
relacionado con el medio social, familiar y económico de la víctima, razón por la
cual “cuando intervienen mujeres suelen hacerlo en tareas de ‘gancho’ o vigilancia”.
(p. 241).

El rol de “señuelo”, que significa según el Diccionario de la Real Academia


Española una “cosa que sirve para atraer, persuadir o inducir, con alguna falacia”, o
“gancho”, como lo denomina Pulido en su obra, es considerado como uno de los más
importantes roles dentro de la organización del secuestro, de acuerdo con Marchiori,
pues facilita la elección y captura de la víctima.

En el caso del secuestro, la mujer es utilizada como señuelo para atraer la


atención de las víctimas. Al rol de señuelo también suele llamársele “carnada”. Las
publicaciones realizadas por los medios de comunicación hacen referencia a este
término refiriéndose a la acción de “atraer”. Veamos algunos ejemplos:

El diario venezolano El Tiempo de Anzoátegui tituló en fecha 21 de febrero


de 2015: Polibolívar rescató a ganadero secuestrado4. En dicha publicación refieren
que el modus operandi de los perpetradores, donde participó una mujer, era el
siguiente:

4
El Tiempo (2015). Polibolívar rescató a ganadero secuestrado Consultado del 23/05/2015.
Disponible en http://eltiempo.com.ve/sucesos/operativo/polibolivar-rescato-a-ganadero-
secuestrado/172524

89
Estas personas utilizaban a la mujer como señuelo, para llamar la
atención de sus víctimas, una vez que la fémina establecía
conversación con ellos, los hombres abordaban a las personas y
los sometían. Tras realizar el secuestro, bajo sometimiento, los
hampones pedían ciertas sumas de dinero a familiares cercanos
para luego liberarlos. (El Tiempo, 2015).

En 2011, el portal mexicano LaPolicíaca.com tituló Dan 27 años de prisión a


'mujer-señuelo' en secuestros en Chihuahua5. Se trataba de una mujer de 29 años
quien fue acusada de participar en varios secuestros en Delicias y Chihuahua, en
México. Se refieren al rol de ella como:

…la bella mujer fue acusada de ser la carnada de algunos


comerciantes y empresarios, tanto de Chihuahua capital como de
Delicias, que terminaron siendo secuestrados tras caer en las
manos de Nidia (nombre de la banda).

Los señuelos utilizan generalmente la seducción y la sexualidad para atrapar a


las víctimas. EL DRAE incluye dentro de los sinónimos de sueño las palabras
engaño, mentira, embuste, falsedad, farsa, burla, fraude, estafa, trampa, apariencia,
invención, embeleco, seducción, treta, argucia, ardid, artimaña, todas estas
atribuibles a la labor de seducir a la víctima, en el caso del secuestro.

En mayo de 2013, el diario venezolano El Impulso6 publicó en su sitio web:


Rescatado en Vargas joven secuestrado por “amiga” que conoció en Facebook. La
nota de prensa detalló que adolescente fue contactado por una mujer para su posterior
secuestro.

Me contactaron a través del pin, estuve hablando con la


muchacha con el alias "Chiki Luqui”, me decía que le gustaba y
que quería tener una relación conmigo […] Ella me citó en el

5
LaPolicíaca.com (2011) Dan 27 años de prisión a 'mujer-señuelo' en secuestros en Chihuahua.
Consultado el 11/01/2015. Disponible en http://www.lapoliciaca.com/nota-roja/dan-27-anos-de-
prision-a-mujer-senuelo-en-secuestros-en-chihuahua/
6
El Impulso (2013) Rescatado en Vargas joven secuestrado por “amiga” que conoció en Facebook.
Consultado el 23/05/2015. Disponible en http://www.lapoliciaca.com/nota-roja/dan-27-anos-de-
prision-a-mujer-senuelo-en-secuestros-en-chihuahua/

90
estado Vargas pero nunca supe que estaba involucrada en una
banda. Nos vimos y luego me secuestraron.

De acuerdo con los roles de los secuestradores clasificados por Jiménez


(2002), los cuales son iniciador, plantero, grupo de aprehensión, grupo de vigilancia
y negociador, la participación de las mujeres tiene cabida, generalmente, en la
primera y la cuarta.

El iniciador, que es la persona que suministra la información de la víctima a


la banda, puede ser al mismo tiempo el “señuelo” o “carnada”, quien utilizando la
seducción obtiene la información de la víctima, cuando sean hombres.

Jiménez (2002) especifica que el o la recolectora de información se dedica a


recaudar los siguientes datos:

a. Ubicación de la residencia
b. Lugar de trabajo
c. Hora de salida de la residencia
d. Ruta de desplazamiento entre la residencia y lugar de trabajo.
e. Hora de ingreso al sitio de trabajo
f. Lugar de estacionamiento del vehículo
g. Trayecto del recorrido a pie
h. Lugares que acostumbra a visitar durante su horario de trabajo
i. Personas que normalmente lo acompañan
j. Hora de regreso a la residencia y rutas
k. Lugares de diversión que frecuenta, días y horas.
l. Actividades que acostumbra los fines de semana
m. Propiedades que posee y capital representado
n. Facilidad de la obtención del dinero líquido. (Jiménez, 2002:
26).

91
En relación al rol de vigilancia, las mujeres suelen participar en el cuidado,
alimentación y mantenimiento de la víctima en el lugar de cautiverio. Marchiori
(2010) expone que “la mayoría de las mujeres que participan en secuestros suelen ser
sirvientas o enfermeras” (p. 197), razón por la cual le es atribuible este rol a las
féminas.

En la historia de la criminología feminista ha habido varios casos desde


principios del siglo XX. En España, Enriqueta Martí, llamada la Vampiresa de
Barcelona, secuestró y asesinó al menos a 12 niños, luego de lucrarse de estos a
través de la prostitución infantil, el sadismo y el tráfico de menores. (Martín, 2013:
05).

En Inglaterra, en 1976, Rosemary Letts y su esposo Frederick West


se unieron secuestrar a jóvenes en las paradas de autobús de las afueras de
Gloucester, al suroeste de ese país, a las que llevaban a su casa para
sodomizarlas, torturarlas, violarlas.

En Latinoamérica, casos recientes reportados por la prensa ponen de


manifiesto la existencia de bandas secuestradoras lideradas por mujeres.

En México, específicamente en el estado de Guanajuato, las


autoridades de la Procuraduría General de Justicia alertaron en julio de 2014
sobre la participación de mujeres en delitos de abusos sexuales y secuestros7.

Entre los casos más impactantes, resalta de Gabriela Elizabeth Muñiz


Támez, quien en 2009 ingresó a la cárcel penal de Topo Chico, en Nuevo
León, en la frontera con Estados Unidos, acusada de ser la líder de una
banda de secuestradores que operaba en el estado de Nuevo León, en el norte

7
Televicentro (2014) Alerta en México por mujeres “viola hombres”, asesinas y secuestradoras. .
Publicado el 10/07/2014. Consultado el 11/01/2015. Disponible en
http://televicentro.hn/nota/2014/7/10/alerta-en-m%C3%A9xico-por-mujeres-viola-hombres-asesinas-
y-secuestradoras

92
de México. La mujer era considerada una interna peligrosa. En enero de
2011 apareció ahorcada en un puente peatonal de Monterrey, convirtiéndose
su muerte en la primera mujer ahorcada en ese país.

Según los reportes de prensa de ese país8, en los últimos años han
sido condenadas a prisión decenas de mujeres por su participación directa en
banda delictivas, inclusive, por fungir como líderes de estas. En Agosto de
2014, un juez condenó a cuatro mujeres mexicanas, de Delicias, con pena de
prisión de 70 años por haber secuestrado a un adolescente de 14 años.

En Brasil, por su parte, también se ha reportado a través de la prensa


sobre la existencia de bandas femeninas dedicadas al secuestro. En 2012, el
periodista Gerardo Lissardy de BBC Mundo publicó el reportaje La banda
de las rubias, secuestro exprés a la brasileña9, en el que donde informó
sobre la existencia de una cuadrilla femenina en Sao Paulo dedicada a
secuestrar de manera “express” a sus víctimas para despojarlos de sus
pertenencias y tarjetas de crédito.

En el reportaje el periodista entrevistó a Joaquim Alves, quien


presidía la jefatura de la división antisecuestros de la policía civil de Sao
Paulo, y detalló que las victimarias eran “muchachas bonitas”, de clase
media, bien vestidas y maquilladas, quienes usaban la seducción para
cometer el delito. La llamada “bandas de las rubias” era una agrupación
delictiva con líderes femeninas que estuvieron perpetrando desde 2009.

8
Uno Tv (2014) Decretan legal la detención de mujeres secuestradoras en Delicias. Publicado el
20/08/2014. Consultado el 25/12/2014. Disponible en
http://www.unotv.com/noticias/estados/noroeste/decretan-legal-la-detencion-de-mujeres-
secuestradoras-en-delicias-011118/
9
Lissardy, G. (2012) La banda de las rubias, secuestro exprés a la brasileña . Publicado el
23/02/2012. Consultado el 11/01/2015. Disponible en
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/03/120323_brasil_banda_de_rubias_asaltos_secuestro_exp
res_aw.shtml

93
5.1. Mujeres secuestradoras en Venezuela

Ningún estudio sobre delincuencia femenina en Venezuela se ha referido a los


roles que ocupan las mujeres en el delito de secuestro, y más aún, sobre la
participación de éstas en el delito en general. Al contrario, los autores que se han
acercado a hablar sobre este punto en sus obras aseguran que la participación
masculina es mayor que la femenina en este delito, por razones de sexo y fuerza
física.

La falta de material sobre este tema se debe, por una parte, a que el Estado y
los organismos encargados de revisar y controlar el delito de secuestro no han
diseñado una estructura en la que se permita estudiar las características psicosociales
de los perpetradores, el sexo, edad y otros renglones. Al mismo tiempo, no existe en
el país, de acuerdo a las entrevistas realizadas en los organismos competentes, una
base de datos que permita conocer esos detalles. A esto se le agrega la situación de
encubrimiento de cifras oficiales que ha experimentado el Estado venezolano desde
2004.

Todo lo anterior denota que en Venezuela no existe una política de prevención


y monitoreo del delito de secuestro. En esto coinciden Añez y Han Chen (2011),
quienes exponen en su obra que:

En Venezuela no existe, ni ha existido, una política ni estrategia


clara y a largo plazo respecto al secuestro, no se conoce la
magnitud del sistema de información nacional que permita
retroalimentar la acción gubernamental en torno a este tema […]
Una política de prevención de este delito requiere una compresión
del problema, es decir, comprender la dinámica del secuestro,
dónde sucede, quién corre el riesgo, quiénes son los
secuestradores, cómo operan y qué los motiva, esto requiere la
puesta en marcha de una base de datos para reunir, recopilar,
almacenar, analizar y difundir la información sobre el secuestro.
(Añez y Han Chen, 2011: 38).

94
De lo anterior, y cumpliendo con uno de los objetivos de esta investigación, se
realizó una base de datos que cuantificó la participación de las mujeres venezolanas
en el delito de secuestro entre los años 2010 y 2014, de acuerdo a las publicaciones
realizadas por los medios de comunicación (seleccionados al azar para el estudio)
entre el período de tiempo estudiado.

La investigación y el conteo de casos reportados arrojaron que entre 2010 y


2014 hubo 75 casos de secuestros en los que participaron 114 mujeres, con un
incremento constante desde 4 casos (2010), 5 (2011), 11 (2012), 21 (2013) y 34
casos en 2014. Asimismo el número de mujeres aumentó de 6 en 2010 a 51 en 2014.

5.2. Tendencia en ascenso

Independientemente de los resultados obtenidos a través de la investigación


periodística realizada, criminólogos y funcionarios de los cuerpos de inteligencia
encargados del delito (CICPC, CONAS y GAES), aseguran que la tendencia de
participación de mujeres en este delito va en ascenso.

Adelso Mendoza, oficial superior de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)


y Comandante del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES), expone que la sociedad
venezolana ha venido experimentado algunos cambios en cuanto a la concepción de
delincuencia, entre estos, el ingreso de un “grupo social” al hampa y en concreto al
delito de secuestro: personas discapacitadas, menores de edad y mujeres conforman
ahora, de acuerdo al oficial, una nueva tendencia.

Todo el mundo cree que los delincuentes son muchachos jóvenes


que vienen de los barrios. No deja de ser cierto, pero las cifras nos
están indicando que ha habido un incremento en la incidencia de
otras consideraciones, en este caso el de las mujeres
secuestradoras. Suena raro y extraño, pero es cierto. Lógicamente
esta incidencia ha crecido en razón a que el mismo delito ha
crecido.

95
Mendoza expone que en la actualidad ha cambiado también la tendencia en la
que las víctimas de los secuestros son mayoritariamente hombres. “Ahora se están
secuestrando a muchas mujeres y niños, lo cual motiva la participación de mujeres en
el secuestro, ya sea para cuidar a las niños por tener ese rol ‘maternal’”.

De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de


Seguridad Ciudadana 2009 (INE, 2010), el 74,34% de los casos la víctima es de sexo
masculino, en edades comprendidas entre los 25 y 44 años (44,43%). Sin embargo, en
el caso de los secuestros exprés, las víctimas preferidas son mujeres.

El oficial de la GNB alerta que la participación de las mujeres activamente en


el delito, cumpliendo diferentes roles, es un “fenómeno social” que debe ser tomado
en cuenta para crear estrategias en los grupos antisecuestros del país. Explica que al
menos en el GAES, desde 2010 se han integrado oficiales de sexo femenino con el fin
de que puedan participar en las labores de rescate, previendo que no sean violados los
derechos de las mujeres victimarias, contemplados en la Ley Orgánica sobre el
Derecho de las Mujeres. “Se busca evitar que las mujeres secuestradoras se
conviertan en víctimas en el momento de su aprehensión”.

Anixo Salavarria, director de Investigaciones de delitos contra el Patrimonio


económico del CICPC, expone que la participación de la mujer en los secuestros es
más “pasiva” que la de los hombres. Explica que por ser el secuestro un delito
permanente, es decir, que tiene varias etapas desde la elección hasta el rescate de la
víctima, las mujeres suelen estar presentes en la mayoría de los casos cumpliendo
diferentes roles.

Salavarria, quien se desempeñó como jede de la División Nacional de


Secuestros del CICPC entre 2007 y 2011, calcula que por cada 100 hombres
secuestradores, hay 10 mujeres secuestradoras.

96
5.3. Cifras oficiales

Como se ha establecido en líneas anteriores, en Venezuela no existen estudios


oficiales (ni extraoficiales) sobre la participación de mujeres en el delito de secuestro.
Las bases de datos de los organismos consultados, de los que se obtuvo información
estadística, se encuentran desactualizadas; muchas de estas no categorizan el sexo de
los victimarios y en ninguna se clasifican por edades, estrato socioeconómico o
estado civil.

Sin embargo, pese a las limitaciones de acceso a este tipo de archivos y a la


falta de informes completos, se obtuvo datos numéricos del Ministerio del Poder
Popular para el Servicio Penitenciario (MPPSP) y CICPC. Se intentó hacer lo propio
con el GAES y el Ministerio Público, pero no se obtuvo respuesta.

Según las estadísticas que maneja el Ministerio del Poder Popular para el
Servicio Penitenciario, hasta marzo de 2015, la población de presas del Instituto
Nacional de Orientación Femenina, Inof, era de 750 encarceladas, de las cuales 62 lo
estaban por delito de secuestro: 27 procesadas y 35 con sentencia definitiva y
pagando pena de prisión.

Por su parte, de acuerdo a cifras oficiales obtenidas para esta investigación por
el Departamento de Estadísticas de la División de Secuestros del CICPC, entre 2010
y 2014, en los estados Distrito Capital, Zulia, Táchira y Anzoátegui, en la totalidad de
esos estados unas 137 mujeres estuvieron involucradas en casos de secuestro.

97
DISTRITO CAPITAL

Fuente: Departamento de Estadísticas de la División de Secuestros del CICPC. Bases


Distrito Capital, Zulia, Táchira y Anzoátegui. (---) significa información no aportada.

ESTADO ZULIA

Fuente: Departamento de Estadísticas de la División de Secuestros del CICPC. Bases


Distrito Capital, Zulia, Táchira y Anzoátegui. (---) significa información no aportada.

98
ESTADO TÁCHIRA

Fuente: Departamento de Estadísticas de la División de Secuestros del CICPC. Bases


Distrito Capital, Zulia, Táchira y Anzoátegui. (---) significa información no aportada.

ESTADO ANZOÁTEGUI

99
El Ministerio Público, por su parte, el cual posee una Dirección Contra la
Extorsión y el Secuestro y a su vez una Dirección de Planificación, encargada de
llevar las estadísticas de la totalidad de los delitos y de las actuaciones de los fiscales,
no posee cifras que caractericen el sexo de los victimarios del secuestro, de acuerdo
con la información suministrada por funcionarios adscritos a ambas direcciones.

Sin embargo, aunque al parecer no existe un registro en ese organismo, en el


informe de Memoria y Cuenta del Ministerio Público de 2014 se expusieron dos
casos de impacto en la opinión pública, en los cuales resaltó la participación de
mujeres.

5.4. Roles de la mujer secuestradora

Los expertos y funcionarios entrevistados para esta investigación coincidieron


en que de acuerdo a la naturaleza del secuestro en Venezuela, las mujeres ocupan
roles referentes a la elección y seducción de la víctima, así como cuidadoras,
cocineras y encargadas del mantenimiento del secuestrado en el lugar de cautiverio.

La Ley contra el Secuestro y la Extorsión de Venezuela establece en su


artículo 11 (sección primera: de los cómplices) que toda persona que “ejecute o
realice cualquier actividad o suministre algún medio”, destinado a facilitar la
perpetración del secuestro será penado de acuerdo al tipo delictivo perpetrado.

De lo anterior se desprende que cualquier persona que haya participado de


manera directa o indirecta en la preparación o ejecución de un secuestro, es penada
por la ley venezolana sin importar sexo o edad.

Miguel Dao, criminólogo, ex director de la Policía Técnica Judicial (PTJ),


ahora CICPC, fundador de la División de Secuestros de ese organismo en 2001,
sostiene que la ley venezolana y el código penal no justifican la perpetración del
delito de acuerdo al rol de la persona en la organización, “más bien, de acuerdo a los
agravantes, intensifica la pena”.

100
De acuerdo a la experiencia de los expertos, estos son los roles que ocuparían
las mujeres venezolanas dentro de las organizaciones de secuestro:

5.2.1.1. Señuelo

Federman Ferrer, abogado penalista y criminólogo, expone que debido a que


el secuestro es realizado generalmente a personas pudientes, empresarios o dueños de
negocios, la mujer cumple el rol de captar a la víctima. Aclara que el papel de señuelo
se da cuando la víctima es de sexo masculino.

Ellas los invitan a salir, los seducen a través de sus atributos


físicos y a la sexualidad, sobre todo en personas jóvenes. Una vez
que canalizan a la víctima hacen un cuadro socioeconómico de
esta (qué hace, a dónde va, con quien). Cuando se trata de
secuestro express igualmente las mujeres suelen analizar a la
víctima. (Ferrer, entrevistado en 2015).

La socióloga Giovanna D’Cools, considera que el papel de la mujer como


señuelo en el secuestro viene dado por la imagen que tiene la sociedad de que las
mujeres no pueden hacerle daño a alguien, seres indefensos y con roles sociales de
madre abnegada y trabajadora; “valiéndose de esa estigmatización, fungen como
señuelo, como parte de una estrategia”.

Mendoza y Salavarria, sin embargo, concuerdan en que el rol de señuelo ha


sido reemplazado por otros en los que actualmente la mujer tiene mayor participación
y desenvolvimiento como por ejemplo cuidadora de las víctimas y “negociadoras”.

5.2.1.2. Cuidadora de la víctima

Funcionarios adscritos al GAES del Distrito Capital, entrevistados en 2013,


aseguraron que el 80% de las mujeres cómplices o cooperadoras inmediatas de los
secuestros se dedican al cuidado de la víctima y que otro 20% son jefas de las bandas.

101
De acuerdo a la experiencia de Salavarria, de cada 10 secuestros, al menos en
9 existe participación de mujeres como cuidadoras, dedicadas a la alimentación y el
mantenimiento de la persona secuestrada. Sin embargo, esta condición de
“cuidadora” puede variar de acuerdo a la zona donde se mantenga a la víctima en
cautiverio; en eso concuerdan Mendoza y Lisandro Alfonso, jefe nororiental del
CICPC (Anzoátegui).

Mendoza explica que cuando los secuestradores mantienen a la víctima en


cautiverio en una zona urbana es posible que sea una mujer quien se encargue de
cuidar y mantener a la persona privada de libertad, mientras que cuando la víctima es
trasladada a una zona rural, montañosa y alejada, la organización delictiva asigna a
una persona de sexo masculino, debido a que “mantenerse por lo mínimo un mes
escondidos en un lugar alejado de todo, necesita de condiciones físicas y de
resistencia”.

Con base en la experiencia en labores de rescate del oficial superior de la


GNB, cuando se trata de niños y ancianos, es común que sea una persona del sexo
femenino quien se encargue de la alimentación y cuidado del secuestrado, debido a
que “es mucho más fácil lograr controlar y alimentar a un niño por una mujer que por
un hombre, así como alimentar a una persona mayor”.

Normalmente, en el secuestro la persona secuestrada solo sufre


agresiones físicas durante el “pegue” (momento es que se captura
a la víctima). En el cautiverio la mayoría de las personas no sufren
de agresiones físicas, porque más bien los secuestradores buscan
cuidar de esa persona, que no se enferme, que se alimente. Esa
persona necesita bañarse, alimentarse, tomar medicamentos,
cuando se trata de personas mayores. (Mendoza, entrevistado en
2015).

102
5.1.2.3 “La empleada del jefe”

De esa manera categoriza Salavarria a aquellas que se encargan de llevar las


cuentas del jefe de la banda, quien probablemente sea su pareja. El comisario explica
que el papel de ellas es encargarse de la administración de los recursos provenientes
del lucro del secuestro. “Hacen depósitos, cuentan y trasladan el dinero, porque son
más reservadas que los hombres”.

5.1.2.4 Jefa de la banda

Entre 2010 y 2014 hubo al menos seis bandas lideradas por mujeres, de
acuerdo a la información suministrada por los medios de comunicación y arrojada en
la base de datos.

Mendoza alerta que la política de inclusión de la mujer y el respeto de sus


derechos, impulsada por el actual gobierno, “ha hecho que las mujeres no solo sean
líderes de los consejos comunales, sino que también busquen liderazgo en las bandas
delictivas”.

Según funcionarios de GAES, entrevistados en 2013, en 20% de los casos de


secuestro habría liderazgo femenino.

103
6. El reportaje: forma del género

Reportaje;
Reportaje [palabra francesa que significa “volver a llevar”

Eduardo Ulibarri en su obra Idea y Vida del reportaje (1994) expone que el
reportaje es un género periodístico que engloba y cobija a las demás formas
periodísticas. Lo define como un género plural de acuerdo a los elementos que utiliza
y diverso en las orientaciones que haga el periodista. (p. 15, 16).

Leñero y Marín (1986) citados por Ulibarri (1994) explican que los reportajes
son elaborados para “ampliar, complementar y profundizar en la noticia; para explicar
un problema, plantear y argumentar una tesis o narrar un suceso”. (p. 27). Sostienen
también que el objetivo del reportaje es investigar, informar, entretener y documentar.

Varios autores han diferenciado el “reportaje estándar” del “reportaje


interpretativo”. Al primero, William Rivers (1969), citado por Ulibarri (1994), lo
define como aquel que sólo da cuenta sobre un acontecimiento, informa tal como lo
hace la noticia. El segundo, refiere el mismo autor, “va más allá” ya que sitúa al
hecho en su perspectiva, contextualiza y genera un análisis sobre el tema.

Para Earle Herrera (1983), el reportaje constituye el género más completo del
periodismo informativo. Sostiene que a través del reportaje el periodista acude a la
interpretación lo que le hace alcanzar un nivel de profundidad y desarrollo para tratar
un tema.

Para interpretar un problema el periodista debe primero


comprenderlo y para ello es necesario que profundice en el
mismo. Para hacerlo comprender en forma integral al lector, debe
exponer sus causas y consecuencias y las circunstancias que lo
rodean, de manera que el lector disponga de todos sus detalles.
Esto es doblemente importante: por un lado, el periodista no sólo

104
va a ver y contar, sino que debe poner en juego sus conocimientos
del problema, su capacidad de análisis y discernimiento, su
raciocinio […] Esta, precisamente, es una de las exigencias
fundamentales de la interpretación periodística: ver y analizar los
hechos en su contexto y no por separado. Observar el detalle pero
en su conjunto. Tener en cuenta el todo y las partes. (Herrera,
1994: 60, 61).

Desde la mirada de Enrique Castejón (2009), la técnica interpretativa


“involucra un ejercicio reflexivo que permite asumir los hechos desde una
perspectiva integral”. (p. 157).

Este ejercicio reflexivo es el que permite, en una primera fase, la


formulación de la hipótesis o de la pregunta de investigación, a
partir de la revisión de las variables o hechos colaterales que
creemos están incidiendo en el hecho analizado […] El simple
razonamiento lógico no nos va a dar las respuestas que
necesitamos; ellas solamente las podremos alcanzar con el trabajo
investigativo posterior.

Siguiendo el hilo de los pasos necesarios para concretar la realización de un


reportaje interpretativo, Ulibarri (1994) expone que “para echar a andar una
investigación periodística debemos detenernos a considerar el tipo de información
que requerimos para fundamentarlo y las fuentes”. (p.81). El autor indica que la
información se encuentra en las fuentes: documentos, personas, lugares o
acontecimientos, a las que se tiene acceso de acuerdo a diferentes métodos:
entrevistas, encuestas, rastreo y análisis de textos u observación participante. (p.84).

Federico Álvarez (1978), consultado por Herrera (1983), expone que para la
realización de un reportaje interpretativo, el periodista debe seleccionar el tema,
formular una hipótesis, investigar para corroborarla y verificarla, planear
posteriormente una tesis para el reportaje, procesar, jerarquizar y ordenar los datos e
informaciones recabadas y, finalmente, redactar el producto.

105
Castejón, por su parte, acota que en la estructura del reportaje interpretativo
“debe existir un esquema expositivo coherente y preciso que contribuya a la clara y
contundente demostración de la tesis planteada” (Castejón, 2009: 153).

Una tendencia social escrita en un reportaje

Tendencia;

Propensión o inclinación en los hombres y en las cosas hacia


determinados fines (RAE)

Ulibarri (1994) expone en su obra la conformación de tendencias en se crean a


través de pequeños cambios circunstanciales que en su conjunto modifican una parte
de la sociedad. El autor expone que estas tendencias pudieran ser visibilizadas con
base en las repeticiones que hace un periódico sobre un determinado hecho.

Explica que la conformación de las tendencias no se refiere exclusivamente a


grandes cambios, sino que pueden crearse a partir de pequeñas conductas.

Esta posibilidad está íntimamente ligada a nuestra habilidad para


desarrollar concepciones de lo periodístico, y demanda una actitud
perceptiva con mayor inspiración antropológica orientada a
observar y reportar no únicamente los cambios abruptos en la
conducta de los individuos y sus instituciones, sino también las
pautas más estables, o la evolución lenta de sus hábitos, que
pueden conducir a transformaciones más transcendentales.
(Ulibarri, 1994: 66).

106
CAPÍTULO V

REPORTAJE INTERPRETATIVO

107
Viaje a las entrañas de la mujer secuestradora. Un fenómeno que se
advierte en Venezuela

Por Jorge Agobian

Junio de 2015

108
Viaje a las entrañas de la mujer secuestradora.
Un fenómeno que se advierte en Venezuela

VII. Cuando los medios publican… tendencias traen


VIII. Bienvenidas a la banda
IX. Mujer: las caras según la sociedad
X. Cuando ellas lideran la banda
XI. “Soy pobre, pero no boba”. De los hermanos Faddoul a Simplicio
Hernández
XII. ¿Qué hay más abajo?

109
I. Cuando los medios publican… tendencias traen

Entre 2010 y 2014 fueron registrados en Venezuela al menos 75 casos de secuestro


con participación femenina en los cuales, ellas, 114 en total, cumplieron diferentes
roles. Los números, de acuerdo con una data elaborada con base en las publicaciones
de 35 medios digitales, han sido progresivos. Este es un punto de partida para suponer
que se ha conformado una tendencia en la que cada vez más personas del sexo
femenino se han integrado a bandas dedicadas al secuestro. Un “fenómeno” y una
alerta que expresa todo un giro ético, empeoramiento de condiciones de vida y hasta
una toma de conciencia del uso de la violencia, en una sociedad cuyos acuerdos de
convivencia bordean el quiebre, según la visión de varios expertos consultados.

Cicpc captura a una mujer implicada en secuestro y homicidio de comerciante


(Noticias24, 2011). Detienen mujer que planeó secuestro en Miranda (Últimas
Noticias, 2012). Condenan a mujeres por secuestrar al padre de gobernadora de
Delta Amacuro (El Universal, 2012). MP acusó a dos policías de Guarenas y a 2
mujeres por secuestro y muerte de un joven (RNV, 2012). Capturaron a mujer
policía por muerte de ganadero (El Tiempo, 2013). Rescatado en Vargas joven
secuestrado por “amiga” que conoció en Facebook (El Impulso, 2013).
Secuestradores liderados por mujer plagiaron a 15 personas (El Universal, 2013).
Capturan a pareja por simular un secuestro (El Sol de Margarita, 2014).

En 1992 la jurista costarricense Alda Facio, defensora de los derechos de las mujeres,
tituló a una de sus emblemáticas obras Cuando el género suena cambios trae. Se
podría usar un símil para asumir que la circulación de titulares como los anteriores en
la prensa venezolana, tendencias traen.

Desde 2010 diversos medios digitales, de alcance nacional y regional, han publicado
sobre casos de secuestro en los que ha habido participación de mujeres dentro de las
organizaciones criminales. Al menos 75 artículos con la misma temática en cuatro
años han sido publicados.

110
Venezuela es el segundo país más violento del mundo, según la ONU, y el quinto,
después de México, India, Nigeria y Pakistán, con más casos de secuestro hasta el
primer trimestre de 2013.

Adelso Mendoza, oficial superior de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y


Comandante del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES), es uno de los que lo
considera un “fenómeno social”. El funcionario asegura que tanto el delito como la
sociedad venezolana han experimentado algunos cambios en los últimos años: indica
que el perfil del delincuente no es ahora exclusivo de muchachos jóvenes,
provenientes de los barrios. Y aunque aún persiste, el ingreso de un “grupo social” no
vulnerable en el que entran en juego las mujeres, es lo que representa, para él, la
variación del delito.

“Las cifras nos están indicando que ha habido un incremento en la incidencia de otras
consideraciones, como el caso de las mujeres secuestradoras. Suena raro y extraño,
pero es cierto”. Señala que la incidencia ha crecido en razón a que el mismo delito ha
experimentado alzas.

Pese a que menciona que las cifras lo demuestran, no precisa cuáles son esas
estadísticas, dónde están, quién las lleva. Al menos no han sido publicadas en los
últimos cuatro años. Al parecer el fenómeno es entendido y reconocido por las
autoridades pero se mantiene encubierto debido a que las mismas cifras son de acceso
restringido.

En Venezuela son escasas las estadísticas oficiales concretas sobre el secuestro y los
delitos en general. Desde 2004 a los organismos de seguridad se les ordenó reservar
las estadísticas criminales y los reportes en las morgues del país.

Con poca regularidad los funcionarios del gobierno emiten durante sus alocuciones
algunas pistas sobre el delito. Los detalles no existen.

111
Sobre el perfil de las víctimas y victimarios no ha habido en los últimos seis años
estudios formales ni oficiales. Incluso en organismos como el Ministerio Público,
donde se pidió acceso a la data sobre esta temática, aseguran no poseer categorías
sobre el sexo de los victimarios. “No está dentro de nuestras prioridades”, dijo Marco
Rivero, abogado adjunto de la Dirección contra Extorsión y Secuestro de la Fiscalía
General.

Luis Cedeño, sociólogo y director de la asociación civil Paz Activa, expone que
existe un problema central de acceso a la información pública que no permite conocer
sobre el estado de la criminalidad actual y que imposibilita la creación de políticas
públicas eficaces.

“Hay una crisis institucional en la que los organismos no generan información. Esto
pareciera ser parte de una política de Estado, ya que desde hace varios años el CICPC
decidió no dar más cifras”, expresa. Cedeño estima que las cifras negras están siete
veces por debajo de la real.

El último reporte sobre los índices de violencia fue ofrecido por el ministro de
Interior, Justicia y Paz, Gustavo González López, quien interrogado en televisión
nacional se limitó a jurar que han disminuido. “Yo trabajo mucho con la valoración
social y no con la cualitativa y cuantitativo del modelo de expresión matemático
aritmético”, fue la respuesta que dio el funcionario.

En agosto de 2014 el ex ministro de esa cartera, Miguel Rodríguez Torres, indicó que
entre enero y agosto de ese año habían ocurrido 117 casos de secuestro en todo el
país, “52,3% menos que en 2013”.

¿Cómo saber si efectivamente las mujeres están participando progresivamente en los


secuestros? ¿Cómo determinar cuáles serían sus roles en las organizaciones? Sin
estudios formales y oficiales se dificulta responder las interrogantes. Es por ello que
la información extraoficial se ha vuelto común. La cifra de 24 mil 980 fallecidos en

112
2014 ofrecida por el Observatorio Venezolano de la Violencia, OVV, es producto de
maniobras realizadas por los investigadores, quienes utilizan a la prensa como
proporcionadora de data criminal.

Wilmer Téllez, sociólogo y coordinador del Observatorio Venezolano de


Comunicación y Criminalidad, Ovecc, expresa que en la actualidad los venezolanos
conviven en una sociedad con información imprecisa sobre la principal causa de
muerte en el país como consecuencia de la no medición de hechos delictivos por parte
del Estado, además del encubrimiento de las cifras oficiales.

A su modo de ver, en los últimos años se ha vivido una “desinstitucionalización de


los organismos y a su vez se ha institucionalizado los medios de comunicación como
creadores de cifras criminales, lo que genera un estancamiento de la sociedad y en el
desarrollo de los delitos”.

“Mal por bien, los medios independientes están dando todo por el todo para alertarnos
acerca de la altísima criminalidad que existe en el país”, sostiene.

Los criminólogos Añez y Han Chen (2011) afirman que en Venezuela no existe ni ha
existido una política pública respecto al secuestro. “No se conoce la magnitud del
sistema de información nacional que permita retroalimentar la acción gubernamental
en torno a este tema”. Sugieren la puesta en marcha de una base de datos “para reunir,
recopilar, almacenar, analizar y difundir la información sobre el secuestro”.

Según los resultados obtenidos para esta investigación, el incremento en la


participación de personas del sexo femenino fue constante desde 2010, cuando sólo
fueron reportados cuatro casos. En 2011 fueron cinco, mientras que en 2012, once.
Entre 2013 y 2014 incrementó la suma de once a veintiuno y treinta y cuatro casos,
respectivamente.

Al mismo tiempo el aumento en el número de victimarias fue progresivo pasando de


seis en 2010, cinco en 2011, diecisiete en 2012, treinta y cinco en 2013 y cincuenta y

113
uno en 2014. En los dos últimos años, cada mes se reportó por lo menos un caso de
secuestro con estas características.

Anixo Salavarria, director de Investigaciones de delitos contra el Patrimonio


Económico del CICPC, explica que aunque sigue siendo predominante la figura
masculina como secuestrador, la mujer ha venido integrándose con el tiempo a estas
bandas organizadas. Calcula que por cada 100 hombres secuestradores, hay 10
mujeres secuestradoras.

114
II. Bienvenidas a la banda

La delincuencia femenina históricamente ha sido inferior a la masculina, pero en los


últimos años, de acuerdo con expertos latinoamericanos en el área de criminalidad de
género, ha crecido progresivamente la aparición de estas en diferentes delitos. Razón
tendría Rosa Del Olmo en 1996 cuando escribió en su estudio sobre la Reclusión de
mujeres por delitos de drogas que “al limitar el fenómeno al examen de las
estadísticas delictivas, más de un criminólogo afirmaría que la mujer solo representa
el uno por ciento de la población penitenciaria, y que por lo tanto, la mujer no
delinque”.

Hasta 1995, de acuerdo con la criminóloga Gladys Fernández en su obra Mujer,


cárcel y Derechos Humanos la población penal femenina en Venezuela era de 157
mujeres de las cuales solo dos presas estaban por secuestro. El restante era
representado por delitos mayoritariamente de drogas (99). En 1997 la cifra se ubicaba
en mil 105 mujeres, lo que correspondía al 5% de la población total penal.

Un salto en el tiempo. 2010. La población reclusa era de 2 mil 399 mujeres y


representaba el 6,4%, de acuerdo a un informe de Provea. Otro estudio elaborado por
Elsie Rosales ese mismo año, indica que 90% de las presas del Inof lo estaban por
delitos relacionados con las drogas.

Datos recientes aportados por Carlos Nieto, coordinador general de la ONG Una
ventana a la libertad, indican que en Venezuela hay aproximadamente 7 mil mujeres
presas por distintos delitos, y que un 80% representa, nuevamente, el tráfico y
microtráfico de drogas.

Según Lisandro Alfonso, jefe nororiental del CICPC, las mujeres han permeado su
participación en delitos más violentos en los últimos años. “Efectivamente estamos

115
viendo que ya las mujeres no sólo son mulas del narcotráfico; ahora vemos a mujeres
asaltadoras, homicidas y también involucradas en bandas de secuestro”, dice.

En eso coincide Magally Huggins, psicóloga social e investigadora de temas


relacionados al feminismo. “Las mujeres están tomando acciones más directas en los
diferentes delitos. Ha venido in crescendo no solo numérica, sino cualitativamente”.

La también profesora universitaria explica que la autoestima de estas se ha elevado al


punto de retarse con los hombres, quienes socialmente son concebidos como el sexo
ofensor. Sin embargo indica que “no existe ninguna diferencia entre violencia y
criminalidad entre hombres y mujeres. El varón es socializado para ser activo de la
violencia, mientras que a las mujeres se nos enseña que debemos ser las niñas
buenas”.

Por su parte, autores venezolanos como María Alejandra Añez destacan que “la
tradicional debilidad biológica de la mujer y su tendencia a la conservación” no
permite que personas de ese sexo participen en hechos delictuosos en los que se
requiera “una notable actividad y el empleo de considerable energía”. No obstante, no
solo los medios en sus publicaciones han mostrado que las mujeres se han atrevido,
sino que cifras oficiales de data ya desactualizada también lo indican

En 2007 la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Policial realizada por el


Instituto Nacional de Estadística, INE, expuso que en el caso del delito de secuestro
el 100% de los victimarios eran hombres con edades comprendidas entre 25 y 44
años. En 2010 fue publicado nuevamente el estudio (realizado durante 2008 y 2009) y
esta vez arrojó que en el 79,55% de los casos de secuestro los victimarios fueron
hombres. En la categoría correspondiente al sexo femenino obviaron el porcentaje.

Ese 20,55% pasado por alto supondría que en tres años las mujeres tuvieron mayor
presencia en los secuestros como victimarias. Desde entonces no ha sido publicado el

116
resultado de la siguiente edición que, aunque sí fue elaborada en 2013, se decidió
restringir su reproducción.

Cifras oficiales obtenidas del CICPC sobre la incidencia de mujeres detenidas por
secuestro en Distrito Capital y los estados Anzoátegui, Zulia y Táchira ofrecen un
nuevo panorama.

Una funcionaria del Departamento de Estadísticas de la División de Secuestros del


CICPC, quien no quiso ser identificada, dijo que las bases de datos de la mayoría de
los estados están desactualizadas. No existe la clasificación por sexo ni el estado civil.
Tampoco las edades. La información a la que se tuvo acceso solo muestra una celda
con algunos datos (días, mes y año de la detención y el número de detenidas).
Algunos espacios son rellenados con guiones o con las iniciales “NE” que significan
que no existe data relacionada.

La de Distrito Capital es la base de datos que contiene más información de las cuatro
solicitadas.

De 91 detenidos en 2010, 5 fueron mujeres (4,55%)

 En 2011, hubo 142 detenciones, 12 de los detenidos fueron mujeres (17,04%).


 En 2012, fueron 144 de las cuales 25 fueron personas de sexo femenino
(36%).
 En 2013, 109 detenciones a secuestradores, 19 fueron mujeres (20,71%).
 En 2014, 45 detenciones, 5 a mujeres (2,3%).

Los estados Zulia y Táchira en conjunto suman 19 casos de detenciones por parte del
CICPC entre el mismo período.

 En 2010, 1 caso en Zulia; ninguno en Táchira.


 En 2011, no hubo detenciones.
 En 2012, 8 en Zulia, 4 en Táchira.

117
 En 2013, 1 en Zulia, 0 en Táchira.
 En 2014, 5 en Zulia, 0 en Táchira.

En Anzoátegui, por su parte, información aportada por el comandante Lisandro


Alfonso indica que durante labores de rescate en ese estado entre 2010 y 2014 fueron
detenidas 15 mujeres, otra fue abatida y 36 tienen órdenes de aprehensión por delito
de secuestro.

De acuerdo con el análisis de datos obtenidos de esta investigación periodística, las


regiones del país donde se reporta la incidencia son la Central, Occidental y Oriental,
donde se encuentran las varias de las principales ciudades del país: Caracas, Maracay,
Valencia, San Cristóbal, Maracaibo, Barcelona, Puerto La Cruz, Maturín y Margarita.
Le siguen los estados llaneros.

Cada quien hace lo suyo

La edad promedio de la mujer que participa en hechos punibles ligados al secuestro


es 29 años, de acuerdo a la data recolectada. Las menores de edad figuran poco, pero
mujeres entre 19 y 28 años suelen a aparecer en varios de los reportes de prensa.

En Venezuela la edad promedio del delincuente oscila entre 15 a 24 años de acuerdo


a la Asociación Civil Centro Comunitario de Aprendizaje, Cecodap. En el caso del
secuestro de acuerdo al estudio del INE de 2007, las edades promedio del
secuestrador se manejaban entre 25 y 44 años de edad. En ese estudio se distinguió
que aún cuando la participación de mujeres resulta inferior a la masculina,
aumentaron para entonces en delitos de amenaza, estafa y privación de la libertad.

La participación de mujeres en secuestros es más “pasiva” que la de los hombres,


asegura Salavarria, quien además se desempeñó como jefe de la División Nacional de
Secuestros del CICPC entre 2007 y 2011. Sin embargo asegura que en casi todos los
secuestros hay por lo menos una mujer cumpliendo roles estratégicos como el
cuidado de la víctima, señuelos o las “empleadas del jefe”.

118
De acuerdo a la experiencia de Miguel Dao, criminólogo, ex director de la extinta
Policía Técnica Judicial, PTJ, hoy CICPC, la participación no es “protagónica”
porque en pocas ocasiones estas cumplen funciones en la captura y traslado de la
víctima, “más bien ellas ocupan roles de colectar la información de la posible víctima,
cocinan y cuidan al secuestrado en el lugar de cautiverio y otras son usadas como
señuelos”. Por su parte, Mendoza considera que la participación de estas en el delito
ha evolucionado y “hoy por hoy existe un porcentaje considerable”.

En el argot criminal utilizado en el CICPC y el GAES, la palabra “pegue” significa la


acción del secuestro, el momento cumbre cuando los raptores sustraen a la víctima y
la retienen. Es precisamente este momento en el que, aseguran, las mujeres suelen
participar menos.

Los expertos indican que por ser el secuestro un delito que necesita de mucha
logística, para la banda es necesario tener a mujeres que se encarguen de los roles
estratégicos.

En el texto de la Ley contra el Secuestro y la Extorsión, promulgada en Gaceta


Oficial número 39194 de fecha 5 de junio de 2009, no se discrimina el sexo del
perpetrador ni tampoco se establecen los roles de la organización y las penas
normadas para estos. La figura del “cómplice” sí forma parte del cuerpo de la ley, en
el artículo 11.

Dicho artículo reza que “quien realice cualquier actividad o suministre algún medio,
destinado a facilitar la perpetración de los delitos será sancionado con la pena
correspondiente al tipo delictivo perpetrado rebajado en una cuarta parte, siempre que
dicha actividad no se adecue a la modalidad de autoría o determinación”.

El abogado penalista y experto en criminología Federman Ferrer, explica que las


mujeres que participan en las bandas de secuestro, sea cual sea su rol dentro de la

119
organización, tienen “complicidad necesaria” en el delito y sobre ellas cae el peso de
la ley.

Douglas Rico, director del CICPC y Adelso Mendoza concuerdan que entre los
cambios del delito, a diferencia de años a anteriores, ha crecido el secuestro de niños
y ancianos. Esta condición es para ellos, el trampolín que permite el acceso de más
mujeres a las bandas delictivas.

“Es común que sea una persona del sexo femenino quien se encargue de la
alimentación y cuidado, debido a que es mucho más fácil lograr controlar y alimentar
a un niño por una mujer que por un hombre, así como alimentar a una persona mayor.
Anteriormente los delincuentes tenían malas experiencias porque eran hombres los
que se encargaban de esto”, dice el oficial de la GNB.

En esa etapa, asegura, es poco probable que las víctimas sufran agresiones físicas,
“porque más bien los secuestradores buscan cuidar de esa persona, que no se enferme,
que se alimente. Esa persona necesita bañarse, alimentarse, tomar medicamentos,
cuando se trata de personas mayores”.

Al parecer este rol no se aleja de la concepción social de la mujer: ama de casa,


cuidadora de su pareja y de sus hijos.

Sobre eso, el sociólogo y coordinador del OVV, Roberto Briceño León, opina que el
ingreso de las mujeres a las bandas secuestradoras las hace, además de victimarias,
más propensas a ser víctimas porque están más expuestas a los enfrentamientos. Se
refiere a casos en los que durante las labores de rescate, delincuentes y funcionarios
se enfrentan y se pone en riesgo la vida de quienes paradójicamente son las
victimarias.

En enero de 2014, en el estado Zulia, una mujer con cinco meses de embarazo fue
abatida durante el rescate de un niño de trece años. Según la noticia publicada por el

120
Diario Panorama, la occisa era la encargada de cocinar y cuidar a la víctima en el
lugar de cautiverio.

Otras tres mujeres también fueron abatidas mientras cumplían roles en las bandas
delictivas entre 2010 y 2014.

El rol freelance del secuestro

En la computadora de Anixo Salavarria hay alrededor de 50 videos de rescates


realizados por el CICPC a víctimas del secuestro. Cuando estas delegaciones hacen
estos operativos, generalmente durante la madrugada, realizan la grabación para
mantenerlo en sus archivos. Hay de todo. Rescates en zonas urbanas y montañosas.
Enfrentamientos en los que caen los perpetradores, inclusive en uno, una mujer, la
pareja del cabecilla, recibió un impacto de bala en el tórax.

Pero entre los videos mostrados por Salavarria destaca el rescate de un hombre de 67
años, secuestrado en 2011. La grabación capta el momento en el que los uniformados
se encuentran con que en la habitación de una casa ubicada en una barriada popular
del estado Miranda, estaba no solo la mujer que fungía como cuidadora de la víctima,
sino que con ella se encontraban cuatros niños menores de seis años. “Nosotros la
dejamos ir porque nos dio dolor ver a esa madre”, dice.

El rol de cuidadora puede variar de acuerdo a la zona donde se mantenga a la víctima


en cautiverio, concuerdan Mendoza, Alfonso y Salavarria. Los tres funcionarios
consultados aseguran que cuando el lugar es una zona urbana, en barrios, es más
probable que sea una mujer la encargada debido a que muchas veces lo hacen desde
sus propias casas.

Sin embargo, cuando la víctima es trasladada a una zona rural, montañosa y alejada,
la organización delictiva asigna a una persona de sexo masculino, debido a que
“mantenerse por lo mínimo un mes escondidos en un lugar alejado de todo, necesita
de condiciones físicas y de resistencia”, puntualiza Mendoza.

121
Sobre el rol de cuidadora, la psicóloga social Hisvet Fernández, explica que esta
participación es congruente con las características atribuidas por la sociedad a la
mujer desde tiempos remotos y que han sido “obligadas a asumirlas como práctica
social”.

“Las mujeres en general somos personas muy ligadas a lo afectivo, protectoras de los
otros, cuidadoras, altruistas, además de ocuparnos de la red de trabajos domésticos
porque es lo que nos toca. Esta subjetividad nos caracteriza como cuidadoras y no
destructoras, las menos crueles en los delitos, porque socialmente somos talladas para
eso”, expresa la experta en derechos de la mujer.

Luis Cedeño explica que este rol en el secuestro permite que “tengan una actividad
normal hacia el exterior mientras que en su casa tienen a un hombre secuestrado y
nadie sospecha porque como son mujeres, no se espera que cometan este tipo de
delitos”.

Detrás del escote

En 2013, Leiber Morales cayó en la trampa en el estado Vargas. El joven fue citado
por una muchacha de su misma edad, buena presencia y busto retocado. La cita
perfecta lo llevó a caer en manos de una banda de secuestro que lo mantuvo en
cautiverio por once días. En la nota publicada en el diario El Impulso, el joven relató
que nunca se imaginó que la mujer era parte de una banda de secuestradores. Según el
comandante de la GNB, Humberto Soto, "la joven logró convidarlo con
insinuaciones”.

El caso de Leiber Morales ilustra el rol de la mujer como señuelo en los secuestros,
en el que el hombre, seducido por una mujer, “se cree cazador y termina siendo
cazado”, según lo define en pocas palabras Briceño León.

122
De acuerdo a información aportada por funcionarios del GAES del Distrito Capital,
quienes pidieron no ser mencionados, el 80% de mujeres que participan en los
secuestros ocupan roles de señuelo y cuidadoras de las víctimas.

Téllez explica que la incorporación de la mujer como señuelo o anzuelo “es una
estrategia para ampliar el delito, porque estas son como una especie de camuflaje con
el que pueden llegar más fácilmente a la víctima”.

Ferrer, por su parte, detalla que a ellas se les asignan las tareas de investigar a las
víctimas. “Si son hombres los invitan a salir valiéndose de sus atributos físicos, sobre
todo cuando se trata de muchachos jóvenes. Una vez que canalizan a la potencial
víctima realizan un cuadro socioeconómico: qué hacen, a dónde van, a qué hora salen
de sus casas, del trabajo…”.

Para realizar estas labores se necesita astucia, de acuerdo a la socióloga Giovanna D’


Cools, y las mujeres “por su propia femineidad” son más astutas que los hombres.

Téllez denomina a las mujeres que sirven como señuelo como “camuflajes” porque
disminuyen las sospechas de las víctimas por el hecho de ser mujeres. “La sociedad
no espera que una mujer sea quien haga daño, que secuestre, aunque hemos visto
como en Venezuela ha cambiado eso en los últimos años. Ya no es el muchacho
joven y pobre el que delinque”.

“La mayoría de los casos de traslado de droga de México a Estados Unidos se hacen
en familia y en parejas para que no haya sospechas, porque la mujer disminuye ante
la sociedad el peligro”, remata.

Simulación de secuestro

En la mayoría de los casos reportados por la prensa las mujeres participan en el delito
en compañía de tres o más hombres. Cuando son secuestros perpetrados sólo por

123
mujeres se trata de bandas con liderazgo femenino o casos en los que son ellas
mismas las que planifican y ejecutan su secuestro.

La modalidad de simulación de secuestro, establecido como delito en el artículo 4 de


la Ley contra Secuestro y Extorsión reza que “quien simule estar secuestrado o
secuestrada con el propósito de obtener dinero, bienes, títulos, documentos,
beneficios, acciones u omisiones de parientes o parientas consanguíneos o afines,
cónyuge, concubina o concubino, adoptante o adoptado, empresas, funcionarios
públicos o funcionarias públicas o particulares, será sancionado o sancionada con
prisión de cinco a diez años”.

En junio de 2014, Angélica María Martínez, de 28 años planificó y ejecutó su propio


secuestro. El diario La Verdad del estado Zulia publicó luego la historia que le da
sentido al artículo 4 de la ley. Mujer simuló secuestro para “sacarle” dinero a sus
padres, titularon.

La mujer residente de la isla de Margarita viajó a Maracaibo desde donde realizó


llamadas telefónicas a sus padres. Con voz angustiada les hizo creer que estaba
secuestrada. La nota detalla que “les enviaba fotografías a sus familiares donde se
mostraba atada de brazos y piernas”. Fue detenida por funcionarios del Gaes en el
aeropuerto de La Chinita cuando regresaba a Margarita.

“Esos casos son comunes en muchachas jóvenes. Cuando sus padres denuncian ante
las autoridades, nosotros enseguida hacemos análisis de la llamada y nos encontramos
con que se trata de un autosecuestro. Es muy difícil que no caigan”, comenta
Salvarria.

124
os armas de fuego metidas entre el biquini y el pantalón, un
escote a media barriga que desnuda la fe: “Dios es mi

Dfortaleza”, una frase incómoda entre dos instrumentos letales.


La fotografía es facilitada por un joven víctima de un
secuestro exprés en 2014. La mujer, una de las acompañantes
de los tres hombres que lo interceptaron, formaba parte de los
“amigos en común” en su red social de Facebook. Él
reconoció a la victimaria pero guardó silencio. No denunció ni
lo hará. Haber compartido esta foto es un paso enorme en un
país donde el 80% de las víctimas de secuestro no denuncian
por temor y presiones de los delincuentes.

125
III. Mujer: las caras según la sociedad

“La mujer ha sido mitificada como buena, sutil, noble, sumisa. Muchas mujeres lo
asumen perfectamente como su manera de ser y otras lo simulan para poder parecer
mujeres. Cuando se deterioran todas las condiciones, esa subjetividad no encuentra
asidero, llega un momento que no tiene como hacerse en la práctica. La realidad se
hace tan adversa que las mujeres no encuentran con sostener esa caricatura que ha
construido nuestra sociedad. Entonces empieza a no parecerse a la mujer. La mujer
empieza a asumir conductas que han sido atribuidas al varón”, explica Hisvet
Fernández.

Históricamente la mujer ha sido vista en la sociedad como el ser pasivo, dulce y


protector. Esa “poderosa imagen cultural”, explica Mireya Huggins, es tan fuerte que
“la sociedad no está preparada para entender que las mujeres también delinquen,
matan y secuestran”.

El rol atribuido al varón socialmente ha estado ligado a proveer en la casa y a la


mujer, y para lograr ese fin puede tomar el camino que sea porque “el hombre está
más exonerado a cometer hechos punibles porque se le ha legitimado la violencia”,
aporta Fernández.

El famoso estudio The female ofender realizado en 1903 por los italianos Lombroso y
Ferrero exponía que las mujeres que se “desviaban” del patrón social, de la dulzura,
la maternidad y la compasión, eran anormales e incluso “monstruos”. La llegada de
los movimientos feministas introdujeron las teorías de la igualdad y desigualdad de
género con las que se explicaron y legitimaron un poco más los porqués de la
participación de las féminas en todas las instancias de la vida.

Alba Carosio, investigadora del Centro de Investigaciones de la Mujer de la UCV,


explica que las mujeres se incorporan a la vida social en todos los aspectos, en las

126
organizaciones positivas pero también en las negativas. “No podemos pensar que las
mujeres son ajenas al cambio general de la ética de la convivencia que está
produciéndose en nuestras sociedades, que deriva en agresión y violencia social”.

En al caso venezolano, indica Hisvet Fernández, las mujeres habían siempre


delinquido con el cuerpo, a través la prostitución, y la sociedad lo tolera porque se
cree que la mujer no hace daño vendiendo su sexualidad. “Saltar de eso a usar armas
y ocupar puestos en bandas fue dificilísimo para las mujeres porque en la sociedad, la
mujer que lo hace, es anormal. La sociedad tiene una resistencia muy grande para
aceptar este fenómeno”.

Explica que incluso el sistema judicial no está preparado porque ha sido construido en
masculino, para las mujeres víctimas más no victimarias.

Agrega que la reivindicación social de la mujer como ser social debe experimentarse
en todos los sentidos, en lo bueno y lo malo: que vayan al cielo y al infierno. “Que la
mujer viva la injusticia y la justicia, como el hombre. La mujer también es capaz de
matar, de traicionar, mentir, secuestrar, aguantar droga. Lo malo no le es ajeno a la
mujer. Justificarla sería convertirla en algo que no es”, sentencia.

“La Patria tiene nombre de mujer”

El 50% de la población venezolana está representada por mujeres, según el último


censo del INE. El estudio oficial indica que el 37% de estas son solteras y el 38,7%
son jefas de hogar. Ambas categorías aumentaron considerablemente en comparación
al censo de 2001: 32,5% eran solteras y 29,4% se encargaban de la jefatura del hogar.

Durante el período político gobernado por los presidentes Hugo Chávez y Nicolás
Maduro, el tema de la inclusión de la mujer ha tomado forma y se ha avanzado
mucho en ello. A Hugo Chávez se le atribuye, desde algunas trincheras, la “liberación
de la mujer”.

127
“Soy feminista, lucho y lucharé sin tregua porque la mujer venezolana ocupe el
espacio que tiene que ocupar en el corazón, en el alma de la patria nueva de la
revolución socialista, en la construcción de una patria de amor, no se puede eso sin
que haya participación de la mujer, sin que haya protagonismo de la mujer ¡Es más
que amor frenesí!”, expresó el presidente Hugo Chávez el 16 de septiembre de 2010,
durante la juramentación de las “Guardianas de Chávez”, un movimiento de lideresas
defensoras de la llamada “Revolución Bolivariana”.

En 1999 la reforma constitucional incluyó el uso del lenguaje sexista con el fin de
reconocer los derechos de igualdad de sexo y género.

La ex viceministra del Poder Popular para la Mujer, Yekuana Martínez, entrevistada


por RNV en 2013, explica que “en el año 1999 el presidente Chávez visibilizó a las
mujeres en el texto constitucional, ya que en las antiguas constituciones nosotras no
existíamos. Para nosotras es de gran importancia porque el lenguaje es relevante”.

Otros aportes como la ley de Igualdad de Oportunidades; ley para la Protección de las
Familias, la Maternidad y la Paternidad; ley de Promoción y Protección de la
Lactancia Materna; Ley Orgánica de los Consejos Comunales que contempla la
creación de comités de familia e igualdad de género, y la Ley Orgánica sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que entró en vigencia el 19 de
marzo de 2007, así como la creación del Ministerio para la Mujer e Igualdad de
Género en 2009, han sido parte de proceso de “revolución de la mujer venezolana”.

En lo relativo a la seguridad social, fue creada la Misión Madres del Barrio “Josefa
Joaquina Sánchez” para reconocer el trabajo de las amas de casa y el derecho a la
seguridad social de las mismas.

En noviembre de 2014 fue creado el “Consejo Presidencial de Gobierno Popular de


las Mujeres” por la para entonces ministra del Poder Popular para la Mujer e Igualdad
de Género, Andreina Tarazón, quien llamó a todas las mujeres a “sumar esfuerzos

128
para derribar el modelo patriarcal, de explotación, de exclusión y de opresión que
promueve el capitalismo, y en su lugar construir el socialismo, la única vía para
caminar en igualdad”.

Según otros datos del último censo poblacional, en Venezuela, 2 millones 762 mil
792 mujeres son madres cabeza de hogar, de las cuales el 52,8% tienen tres o más
hijos. 30% de ellas tienen pareja, pero igual son las que llevan las riendas de la casa.

Alejandro Moreno, sociólogo e investigador de La familia popular venezolana,


nombre que titula su publicación, expone que “el modelo familiar-cultural popular
venezolano es el de una familia matricentrada” lo cual explica, “no significa de
ninguna manera familia matriarcal”.

“Si bien el poder de la madre es una realidad presente en la familia matricentrada, no


la define. En todo caso no es un poder de gobierno femenino sobre la comunidad.
Bajo un patriarcado formalmente fuerte, y realmente débil, funciona un matriado
totalizador de puertas adentro. La familia, en este modelo, está constituida por una
mujer-madre con sus hijos”, explica en su obra.

Las escenas de la “liberación”

“La baja tasa de trabajo formal y la alta tasa de trabajo informal femenino en
Venezuela ha colocado a las mujeres en una condición de alta vulnerabilidad que se
ha traducido en altos índices de pobreza femenina, particularmente en hogares con
jefatura femenina y en mujeres en edad productiva. Además, las brechas salariales y
la poca seguridad social de las mujeres trabajadoras, sobre todo de aquellas con
menor nivel profesional, coloca a las mujeres no pobres en una clara situación de
desventaja social y económica, en un contexto de país donde ha habido un aumento
general de la pobreza y altísimos índices de inflación. En materia de salud, Venezuela
ocupa el primer lugar, del país con mayor índice de embarazos adolescentes en
Suramérica y el tercero en América Latina, con las graves repercusiones que esto

129
tiene para el desarrollo social y económico de nuestras mujeres y de nuestra
sociedad”.

Ese es el panorama que dibuja el Informe Alternativo sobre los derechos de las
mujeres e igualdad de género emitido en junio de 2015 ante el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de las ONU por varias organizaciones no
gubernamentales venezolanas.

Hisvet Fernández explica que la criminalidad no depende del sexo de la persona,


como se ha hecho creer, sino que más bien depende de las “condiciones materiales de
existencia”.

“La mayoría de nuestra población que ha estado excluida, alejada de las mejores
posibilidades de desarrollo, en pobreza, es mucho más vulnerable para tomar el atajo
y lograr la sobrevivencia. Las mujeres no escapan de eso”, comenta.

De acuerdo con un estudio realizado por los criminólogos Teresa Salazar y José
Rivero entre 2006 y 2007 sobre la delincuencia femenina y la formación de las
mujeres privadas de libertad en los centros penitenciarios de la región andina
venezolana, el 36,2% de las entrevistadas trabajaban como amas de casa, 31,1% en
servicio privado (como obreras en oficinas y comercio informal), 6,4% eran
estudiantes y 7,4% estaban desempleadas.

El estudio publicado por la Universidad de Los Andes, ULA, determinó que 58,8%
de las encarceladas en centros penitenciario de la región andina cometió delitos por
necesidades económicas.

En 2013 la pobreza se incrementó en 6,7%, de acuerdo al INE. El número de hogares


pobres pasó de 21,2% a 27,3% en un año.

“Ese dato no es una simple cifra, significa que durante el año 2013 un total de 416
mil 326 hogares se incorporaron a la gran población de pobres que padecen a diario la

130
exclusión social. Según los cálculos, para finales del 2013 habían 9 millones 174 mil
142 personas pobres, de ellas 2 millones 791 mil 292 eran personas que viven en
extrema pobreza”, expone el informe anual de Provea de 2014.

Bajo esas condiciones, aporta Luis Cedeño, “en una sociedad matricentista y un
contexto de altísima crisis económica, social y de valores, las mujeres son más
proclives a entrar a bandas para poder mantener a sus hijos”.

El sociólogo explica que por ser el secuestro el delito de más alto crecimiento en los
últimos 15 años y uno de los más lucrativos, ha habido una migración considerable de
los delincuentes a esta práctica ilegal, así como la “incorporación y sofisticación de
los roles femeninos” en este.

Funcionarios del Gaes Distrito Capital entrevistados para esta investigación


coincidieron en que las mujeres “pierden el temor a ser descubiertas y detenidas, y lo
hacen porque el secuestro es un lucro, una manera fácil de obtener dinero”.

En eso coincide Cedeño quien comenta que aunque la ley contra el secuestro se hizo
más punitiva para aquellos grupos más vulnerables, entre los que entran las mujeres,
más bien aumentó la práctica de estos actos delictivos.

Otra condición mencionada por todos los expertos consultados es la situación de


violencia e impunidad que se registra en Venezuela desde hace varios años.

De acuerdo a la Encuesta Condiciones de Vida de los venezolanos 2014, ENCOVI,


realizada investigadores de la UCV, UCAB y USB, 8 de cada 10 personas señala que
la violencia ha aumentado en los últimos años, contrario a lo que indican las
inconstantes cifras presentadas por los funcionarios en los actos oficiales.

En 2012, según un reporte del exministro Miguel Rodríguez Torres los delitos de
robo de vehículos habían mermado 7,7%, así como los robos 14,6%, los secuestros
50% y violaciones 25,8%.

131
Frente a esos números se encuentran las altas cifras de violencia homicida reportadas
por el OVV: en 2012 hubo 21 mil 692 homicidios en Venezuela y en 2013 el número
de víctimas fatales ascendió a 24 mil 763.

“Nosotras somos construidas por la sociedad como el sujeto pasivo de la violencia,


sin embargo la situación que vivimos en la Venezuela de hoy, donde hay mucha
violencia, tanto del Estado como simbólica, ha hecho que se nos enseñe la violencia
como una forma de relación”, analiza Huggins.

Téllez comenta que las causas por las que las mujeres se integran a la delincuencia
organizada son estrictamente las mismas que llevan a los hombres. “Va a ser muy
difícil que la sociedad cambie la imagen que tiene de la mujer, pero en un país como
el nuestro, signado por inseguridad de todo tipo, ya la gente no solo le teme a los
hombres, sino que también ahora hay miedo a las mujeres porque se sabe que ellas
están también tomando acciones en los grupos criminales”.

Un grupo de psicólogos sociales miembros del Centro de Investigaciones Críticas y


Socioculturales de la Universidad Simón Bolívar, USB, exponen que la imposición
de una “cultura de violencia” constriñe límites muy borrosos entre lo legal e ilegal.
Consideran que en la sociedad venezolana “existe un estado de anomía que ha
generado que la violencia sea un instrumento para conseguir beneficios económicos y
de poder en la sociedad”.

“Venezuela presenta en la actualidad una crisis generalizada, con una ruptura de los
pactos sociales de convivencia. Ante una grave crisis económica, ética y de valores se
apela a la sobrevivencia sobre la convivencia y se crean dinámicas lucrativas ilegales
donde se sumergen todos los grupos sociales, entre ellos las mujeres, para poder
sobrevivir en ambientes de anomía. Esto indica que el Estado no está garantizando las
condiciones necesarias y la seguridad de los ciudadanos”, analizan los especialistas.

132
Sobre eso, Huggins agrega que los venezolanos han comenzado a habituarse a tomar
estas estrategias de sobrevivencia.

Francisco Javier Gorriño, criminólogo y ex funcionario de la Policía Técnica Judicial,


explica que antiguamente se decía que eran engañadas por sus parejas para ingresar a
las bandas. “Ahora se ve mayor participación en delitos violentos en los que han
tomado la batuta”. Advierte que debido a que el secuestro en Venezuela no se
denuncia en un 80%, se hace factible que se encubran y que puedan lucrarse de estas
prácticas.

Pero cuando se denuncia, y los organismos de seguridad actúan, asegura Adelso


Mendoza, el Gaes está preparado. “A todas las labores de rescate enviamos a
funcionarias para que las victimarias no se conviertan en víctimas al ser arrestadas
por nosotros”.

De acuerdo con el Manual sobre Procedimientos Policiales del Ministerio del Poder
Popular para las Relaciones de Interior, Justicia y Paz, “las detenidas deberán estar
separadas de los hombres, igualmente a las condiciones relativas a la no
discriminación, asignando a personal femenino la custodia y el registro personal de
mujeres detenidas”.

Téllez expone que el ingreso cada vez más de mujeres a los órganos de seguridad del
Estado responde a que más persona de ese sexo están participando en actos delictivos.

El costo de la impunidad

En un estudio publicado en 2013 por el Proyecto de Justicia Mundial (World Justice


Project), Venezuela ocupa el puesto 97 en justicia criminal de los 97 países
analizados.

El sistema de justicia venezolano ha sido cuestionado por la Comisión Interamericana


de Derechos Humanos en varias ocasiones. En 2010 se expuso en el informe anual de

133
la organización que el sistema de administración de justicia presenta una serie de
fallas que hicieron que se transformara en un “problema estructural”.

Entre las fallas está la corrupción, la injerencia de los partidos políticos y del
gobierno en las decisiones de las instituciones independientes, un cuerpo normativo
obsoleto en materia procesal penal, disminución en la asignación presupuestaria y
carencias de personal calificado, además del retardo procesal penal que, de acuerdo a
Alfredo Romero, presidente del Foro Penal Venezolano, se ubica en 70%.

Luis Cedeño considera que el problema es sistemático más que legal “porque el
sistema de justicia no opera en Venezuela”.

“Hombres y mujeres que participan en actividades delictivas no tienen sanción, por lo


tanto la participación de ambos es una consecuencia del estado de impunidad que
vive Venezuela”, expresa Huggins.

Téllez, por su parte, indica que “ellas pueden obtener el mismo beneficio
(económico) que el hombre con menos probabilidades de ser descubiertas y
castigadas debido a la creencia social de que no participan en actos donde sea
necesaria el uso de fuerza física”.

La sanción y no sanción de estas mujeres tienen consecuencias sociales, acuerda Luis


Cedeño. “Por su condición social de mujer y madre de familia, en una sociedad
matricentrista, existe una consecuencia directa en el ámbito familiar. El ejemplo de
una madre que delinque a través del secuestro y no es sancionada es perjudicial para
la formación de sus hijos, pero también lo es cuando van a la cárcel y sus hijos crecen
teniendo a una mamá penada”.

Fernández señala que el rol más importante de la mujer no es modelar a sus hijos. En
la misma línea, Huggins agrega que no es una mala madre la mujer que por las
condiciones de sobrevivencia delinque.

134
Para los psicólogos sociales consultados se trata, además de una profunda crisis de
justicia, de un giro ético y moral que ha llevado a las mujeres a tomar nuevas formas
de socialización política a través de la violencia y la sobrevivencia.

Además de todas las consecuencias producto del desgate de las instituciones públicas
del Estado, el abogado penalista Federman Ferrer considera que existe una política
que hace que se oculten los casos de secuestro “para no dejar constancia”.

135
IV. Cuando ellas lideran la banda

Mujeres fundaron su propia banda de secuestradoras. Así tituló el periodista


Gustavo Rodríguez una nota publicada el 4 de julio de 2013 en el diario Últimas
Noticias. Señala que las damas se dedicaban a secuestrar a taxistas en el sur de
Valencia y que al momento de su detención, funcionarios del Conas informaron que
sumaban ya seis víctimas. “Las mujeres, quienes solían tener una discreta
participación en las bandas delictivas, ahora reclaman su protagonismo y un papel
más activo”, alerta en su publicación.

El oficial Adelso Mendoza es contundente al decir que los casos de bandas cuyas
cabecillas son mujeres son pocos, pero no niega su existencia. “Todavía es muy
mínima su participación como líderes pero existen este tipo de casos que agravan
mucho más la aparición de las mujeres en estas organizaciones”.

Entre 2010 y 2014 se registraron al menos seis casos de bandas lideradas por mujeres.

En junio de 2013 la periodista de sucesos María Iglesias publicó en el diario El


Universal que Secuestradores liderados por mujer plagiaron a 15 personas. La
banda “Los Exprés de la Cota 905” dirigida por Yunecxi Nataly Segura Hernández,
de 31 años, se dedicaba a secuestrar de manera exprés. En la organización criminal
participaban dos mujeres y tres hombres.

“Yunecxi estuvo en todos los secuestros. Casi siempre manejaba uno de los dos
carros que se usaban para interceptar al ‘secuestrable’. Ya cuando la víctima estaba
cautiva, atada de pies y manos, y amordazada en una casa de ladrillo en la parte alta
del sector Las Quintas de la Cota 905, Yunecxi se encargaba de negociar. A veces
alternaba las llamadas con otro de los miembros de la banda”, expone la periodista en
su nota.

136
Anixo Salavarria, entrevistado en la publicación de El Universal, expresó que ella
sería la primera mujer en la historia del secuestro en Venezuela en dirigir una banda
de secuestradores.

“Aunque no todos los casos son iguales, las muchachas que no tienen proyecto de
vida, viven en zonas con altos índices de peligrosidad, probablemente su proyecto es
ser la seleccionada por el pran de la banda, para tener sentido, ser importante en la
comunidad”, expone Huggins.

En octubre de 2013 el periodista Eligio Rojas publicó una nota en el diario Últimas
Noticias que en el que hizo pública la fotografía una banda de mujeres posando con
armas cortas y largas. Se trataba de la cuadrilla femenina de “El Picure”, una
peligrosa organización criminal que opera en los estados Apure y Guárico.

Foto: Últimas Noticias.

“Los cabecillas de esta banda se hacen pasar por líderes sindicales y utilizando la
intimidación y la amenaza de muerte, mantienen en constante zozobra a las empresas

137
contratistas públicas y privadas”, reseña el diagnóstico de los organismos policiales al
que tuvo acceso el periodista.

“Yo puedo ser como tú”

A Roberto Briceño León le resulta novedoso que las mujeres estén incursionando
como cabecillas de las bandas delictivas. Asegura que “es un cambio sustancial en la
historia del secuestro en el país”.

En países latinoamericanos como México y Brasil en los últimos años han sido
desmanteladas varias bandas dirigidas por mujeres. En el país centroamericano la
incursión de las mujeres ha llegado a ser tema de debate para las autoridades,
mientras que en Brasil han sido desmanteladas varias bandas lideradas por
secuestradoras entre 2012 y 2014: “El clan de las rubias”, grupo de mujeres que hasta
abril de 2012 sumaba 50 secuestros express en Sao Paulo, “Las cazadoras de
esperma”, entre otras.

Huggins asegura que las figuras de poder son modelos sociales, tanto positivos como
negativos y que es probable que las mujeres pudieran querer alcanzar niveles de
liderazgo del segundo tipo. Indica que en los barrios “el poderoso es el pran, el dueño
de la banda que mantiene a la gente asustada”. Recalca que cualitativamente ha
cambiado la forma en la que las mujeres participan en la vida delictuosa, lo que las
hace pensar “yo puedo ser tan buena como tú (pran)”.

“La violencia es una forma de resolver conflictos socialmente. Ante ese panorama es
muy difícil que quienes están siendo socializados en lugares con este tipo de líderes
no caigan en la vida delictiva”, comenta.

Desde la mirada de Carosio, la participación de las mujeres en el delito se deriva de la


introducción de estas por sus referentes masculinos (novios, parejas, esposos, padres).
Pero también considera que se debe a que “van adoptando modelos masculinos de
conducta”.

138
“En algunas zonas América Latina, los ‘malandros’ gozan de prestigio social, ya que
escapan del sometimiento al que los reduce la sociedad que castiga la pobreza y da
pocas opciones para la realización personal”, explica la defensora de derechos
femeninos.

Según los especialistas de la USB consultados, las imágenes de poder provienen del
empoderamiento armado de grupos paralelos a los organismos del Estado. “Antes el
Estado tenía el monopolio de la violencia pero ahora lo comparte con organizaciones
revolucionarias que han creado un Estado paralelo. Son figuras de poder en sus
comunidades y tienen toda la administración del miedo”.

Mendoza habla sobre ese tema y revela que “algunos grupos, utilizando la fachada de
líderes sociales y comunales han pasado a fortalecer las organizaciones delictivas”.
Dentro de estas figuras, afirma, se encuentran las mujeres quienes han sido
fortalecidas por políticas del Estado para promover su igualdad ante la sociedad.

“No estoy hablando de un acto discriminatorio de la mujer. No, al revés. Aunque


todavía es mínima su aparición como líderes delictivas, han tanteado ese rol”,
advierte.

El ejemplo desvirtuado

En 2012 fue desmantelada en el estado Táchira la banda “Los Paracos”, dedicada a


extorsionar y secuestrar.

Delegaciones del CICPC-Táchira detuvieron a Edward Laguado de 19 años de edad,


alias “El Aguar”, Anderson Álvarez de 19 años, alias “El Coco”, Pedro Sarmiento de
21 años, alias “El Taco”, y dos adolescentes de 16 años. Pero también a Luz
Villamizar de 42 años, apodada “La Catira”, y a Marilin Ortiz, de 39 años, alias “La
Paca”, esta última ex funcionaria de la Policía del estado Táchira.

139
En diciembre de ese mismo año fueron capturadas siete personas que participaron en
el secuestro de un joven de 19 años, plagiado durante la noche del 23 de noviembre
de ese año en San Cristóbal. Entre los presuntos implicados se encontraba Yenny
Mendoza, de 27 años, quien se desempeñaba como funcionaria de la policía del
estado Táchira.

En abril de 2013 otra funcionaria de la Policía del estado Anzoátegui fue señalada
como cómplice necesaria por el secuestro y posterior asesinato de un productor
agropecuario en ese estado. Actualmente se encuentra detenida en una comisaría a la
espera de una sentencia emitida por el juzgado. (Actualización del 14 de Julio de
2015 por Diario El Tiempo de Anzoátegui: Condenaron a 29 años de prisión a
homicidas de ganadero zaraceño).

En enero de 2014 fue reportada la detención de cuatro funcionarios del Gaes que en
diciembre de 2013 habrían secuestrado a un comerciante de 35 años en el estado
Lara. Entre estos se encontraba Kenda Castillo, funcionaria del Gaes de ese estado.

Casos más recientes han sido reportados por los medios y por la propia Fiscal General
de la República, Luisa Ortega Díaz.

El 16 de enero de 2015 la funcionaria informó que “fue descubierto un grupo de


funcionarios del Cicpc que tenían secuestrado a un ciudadano”. Relató que se
encontraban privados de libertad y que existían otras seis órdenes de captura. Los
uniformados, entre los que se encontraba la funcionaria Lisseth Carolina Bello
Toledo, presuntamente utilizaban las instalaciones del organismo público para
mantener en cautiverio a sus presas.

140
V. “Soy pobre, pero no boba”. De los hermanos Faddoul a Simplicio Hernández

En el Ministerio Público, organismo del Estado con una Dirección Contra el


Secuestro, una Unidad Antiextorsión y Secuestro y a su vez con una Dirección de
Planificación encargada de llevar las estadísticas de la totalidad de los delitos y de las
actuaciones de los fiscales, aseguran no tener cifras que caractericen el sexo de los
victimarios del secuestro, incluso aseguran que la data está desactualizada.

“No tenemos la información por sexo, es que se borraron algunos datos. No tenemos
la información de los últimos años (de 2010 a 2014)”, dijo Neyda Quintero,
funcionaria del Ministerio Público, coordinadora de la dirección de estadísticas, a
quien se solicitó copia de la información que poseen a través de una comunicación
escrita pero no se obtuvo respuesta.

Sin embargo, el informe de Memoria y Cuenta de 2014, en el capítulo de actuaciones


en el tema de secuestro, se expusieron dos de los casos considerados “de impacto en
la opinión pública” durante ese año. En los dos se muestra un delito con victimarios
de ambos sexos. Al parecer, de no existir información estadística sobre casos de
mujeres involucradas en esas prácticas delictivas, el organismo deja en claro que
tanto hombres como mujeres forman parte de la estructura de las bandas.

Dentro de los dos casos que menciona el informe oficial se encuentra el secuestro del
pelotero de Grandes Ligas, Wilson Ramos, en 2011, y el de dos mujeres secuestradas
en 2012 por una pareja condenada a 22 años de prisión por los delitos de secuestro
agravado, robo agravado de vehículo automotor, asociación para delinquir y uso de
documentos falsos.

La muestra reducida a solo dos casos, entre los que destaca el de una figura pública
deportiva es solo eso, una muestra. Varios secuestros han causado conmoción en el
país desde 2006. Tres hermanos de ascendencia árabe, un pelotero, un diplomático,

141
una persona dedicada al mundo artístico y hasta un ex gobernador y padre de una
gobernadora han sido víctimas de secuestros en los que ha habido participación
femenina como ofensoras.

El secuestro y posterior asesinato de los hermanos Faddoul, quienes pasaron 38 días


en cautiverio, mostró que las mujeres resultan vulnerables a participar en el
delito. Julia Charte Tovar, alias "La Chiqui", era la encargada de alimentar a los tres
hermanos de ascendencia árabe, mientras que Luvis Eneida Machado resultó
cómplice al ocultar el arma homicida en su domicilio.

Bryan, Kevin y Jason Faddoul Diab, de 12, 14 y 17 años, respectivamente, eran hijos
de un empresario canadiense de origen libanés. Sus cuerpos fueron localizados el 4 de
abril de ese año en una zona boscosa junto a Miguel Rivas, de 30 años, chófer de la
familia.

En abril de 2009, el Circuito Judicial Penal del estado Miranda sentenció a 14


personas por la comisión de los delitos de secuestro y muerte en cautiverio,
suministro de sustancias tóxicas a adolescentes y asociación para delinquir, entre
ellos a las dos mujeres, quienes admitieron su participación. En el libro El asesinato
de los hermanos Faddoul (2008), el periodista Alexis Rosas expone que Charte Tovar
habría sido amenazada por los integrantes de la banda si no participaba en el
secuestro.

En 9 de noviembre de 2011, en Valencia estado Carabobo, ocurrió el secuestro de


Wilson Ramos, el pelotero de Grandes Ligas, cuyos secuestradores no fueron penados
sino hasta tres años después, como refiere el informe de Memoria y Cuenta del MP.

“La contundencia de las pruebas presentadas permitió que, el 16 de julio de 2014, tres
hombres y una mujer admitieran en audiencia preliminar su responsabilidad en el
secuestro del beisbolista, siendo condenados a penas que oscilan entre los 13 y 14
años de prisión. Las cuatro personas fueron condenadas por secuestro agravado,

142
asociación, aprovechamiento de cosas provenientes del delito, resistencia a la
autoridad y porte ilícito de arma de fuego”, se lee en el documento.

La mujer involucrada era Nelsybeth Martínez, detenida el 13 de diciembre de 2011 en


su residencia ubicada en el sector Santa Inés, en Valencia, tras una orden de
aprehensión emitida por el Ministerio Público.

El ex presidente Hugo Chávez se refirió a ese secuestro el 11 de noviembre de 2012:


“son mafias, mafias, una lucha sin cuartel las que tenemos”, expresó.

El 29 de enero de 2012 fue secuestrado el ex embajador de México en


Venezuela, Carlos Pujalte, junto a su esposa, Paloma Ojeda, en el Rosal, Caracas. El
30 de enero fueron liberados tras haber pagado una alta suma de dinero en dólares,
según reseñó una nota de El Universal.

El 24 de marzo de ese año fueron acusadas cuatro personas, entre ellas Mayurki
Mayerlin Barreto Brizuela, de 21 años. El 23 de noviembre de 2012 fueron
condenados a 22 años de prisión los dos hombres que participaron en el secuestro. La
mujer recibió una condena de dos años y ocho meses por complicidad.

En 2012 el mundo del espectáculo fue tocado. El 23 de marzo de ese año, en el


kilómetro 1 de Filas de Mariche, estado Miranda, fue encontrado el cuerpo sin vida
del mánager de la agrupación musical Caramelos de Cianuro, Libero Iaizzo, de 35
años, secuestrado el día anterior en horas de la noche. En abril de 2012 fueron
privados de libertad y puestos a la orden de la justicia venezolana siete personas,
entre ellos la ciudadana Karen Prado.

El 16 de julio, el Ministerio Público acusó a otra mujer: Yorvis Pernalete,


presuntamente vinculada con el secuestro. Los fiscales 48° nacional y 35° del Área
Metropolitana de Caracas, Víctor Hugo Barreto y Regino Cova, respectivamente,
acusaron a Pernalete por la presunta comisión de los delitos de secuestro en grado de
complicidad, asociación para delinquir y aprovechamiento de objeto proveniente del

143
delito. La mujer, contra quien existía una orden de aprehensión, fue detenida el 5 de
abril de 2014 en Puerto La Cruz por funcionarios de la Policía del estado Anzoátegui.

El secuestro de Simplicio Hernández

Simplicio Hernández, padre la gobernadora del estado Delta Amacuro, Lizeta


Hernández, ex gobernador de ese mismo estado durante el gobierno de Luis Herrera
Campins, lo secuestraron el 06 de septiembre de 2012, aproximadamente a las 8:30
de la noche, de acuerdo al expediente del Ministerio Público (YP01-P-2012-003263).
Lo mantuvieron en cautiverio durante 28 días en una zona fluvial ubicada
aproximadamente a 45 minutos de Pueblo Blanco, municipio Tucupita. Los
secuestradores pidieron Bs. 8 millones a sus familiares, pero no fue sino por Bs. 4
millones en billetes de denominaciones de 100 y 50 que fue liberado.

Detrás del secuestro de Simplicio Hernández, de profesión médico, de 84 años para


entonces, hubo participación de ocho personas: cuatro hombres y cuatro mujeres.
Todos emparentados o al menos relacionados entre sí. Dos de los hombres están
ahora presos, uno es fugitivo del centro penitenciario y el otro, el líder la banda, que
también estuvo encarcelado, está muerto. Las cuatro mujeres están presas: dos en el
INOF y las otras en la Cárcel de La Pica, en Maturín estado Monagas. Ellas nunca
estuvieron presentes en el lugar de cautiverio, pero sí cumplieron roles estratégicos en
la organización.

La sentencia condenatoria del 20 de diciembre de 2013, dictada por el Juzgado,


determinó que los integrantes de la organización criminal cumplirían pena máxima de
prisión, que en la legislación venezolana corresponde a 30 años de cárcel. Tres meses
luego del suceso ya los involucrados habían sido condenados. Récord si se toma en
cuenta que en Venezuela el 80% de la población detenida está afectada por el retardo
procesal penal, de acuerdo a estimaciones del Observatorio Venezolano de Prisiones.

144
Los victimarios de esta organización fueron cayendo uno a uno como piezas de
dominó. Esto suele suceder, sobre todo cuando en la banda hay participación de
mujeres, según el comandante Anixo Salavarria. En efecto, la primera pieza que
tambaleó la fila fue Francisca de Lourdes López, de 62 años (grado de instrucción 3er
grado; oficio campesina; estado civil soltera, según puntualiza el expediente).

Detalla el documento de más de 400 folios, que la señora recibió un depósito en su


cuenta del Banco de Venezuela por la cantidad de Bs. 2700, los cuales fueron
colocados por su sobrino, Luis Roberto Acosta, encargado del cuidado de la víctima,
quien estableció una negociación con esta para liberarlo. Posterior al secuestro, esta
mujer recibió una nueva transferencia monetaria.

Luego fueron detenidos Toribio Zabaleta, conductor del vehículo en el cual se


trasladaron las personas que interceptaron a la víctima y Jesús Sifontes Medrano, el
motorista de la embarcación fluvial donde lo transportaron al lugar de cautiverio. Con
esta aprehensión fueron derrumbadas, a continuación, las piezas claves.

No tardó en caer Mario Liber Cardozo Sanguino, el líder del grupo de delincuencia
organizada, junto a su pareja Laura del Valle Liccien Marín, de 28 años, María Teresa
Marín, de 62 años, madre de Laura del Valle, y Ana Rouselit Pino Pérez, cuñada y
nuera de las mujeres.

Estas cuatro personas fueron detenidas el 29 de octubre de 2012 en Caracas por parte
del Servicio Bolivariano de Inteligencia, Sebin, y comisiones del CICPC y del GAES,
cuando se encontraban dentro de un vehículo. El expediente especifica que “tenían
dinero en efectivo, en billetes de circulación nacional en denominaciones de 100 y de
50 bolívares dentro de sus partes íntimas y dentro de los pañales de los niños que los
acompañaban”.

El poder y la diligencia de la gobernadora del estado Delta Amacuro lograron que


estos ciudadanos fueran trasladados en helicóptero desde Caracas a Tucupita,

145
residencia tanto de la víctima como de los victimarios. Fueron expuestos, esposados,
en las afueras de la sede del CICPC, donde se presentó Simplicio Hernández y
reconoció que Laura Liccien había visitado su consultorio el día de su secuestro “de
manera extraña” y había advertido que volvería.

En Tucupita, pueblo con una población de 102 mil 953 habitantes, todos se conocen.
Vecinos y no vecinos cruzan a diario las calles y coinciden en los mismos comercios.
Un amigo cercano a la familia Liccien Marín comenta que el día de la detención de
estos ciudadanos, “la gente iba CICPC a ver quienes habían sido los secuestradores.
Para mayor sorpresa ahí estaba Laura y su marido”.

Laura podría ser el punto de partida para entender la estructura de esta organización
delictiva. Su mamá, su pareja, un primo y una cuñada eran parte de la banda. Hasta
ahora, junto a su madre, ha pasado dos años y nueve meses detrás de las rejas de una
celda, donde solo recibe la visita quincenal de su padre, Onervi Liccien, y la de su
hermana, Laurielis Liccien.

***

Onervi Liccien no sabe cuántas veces ha viajado de Tucupita a Caracas desde que su
esposa y su hija cayeron en la cárcel de mujeres. Dos veces al mes realiza la visita en
el Inof. Ahora se encuentra en la plaza O’Leari, en el centro de Caracas, desde donde
partirá con rumbo a Los Teques.

─ Esto ha sido así desde que las agarraron. Pero mi hija y mi mujer son inocentes.
Pero dime tú, ¿cómo esta señora de 62 años va a querer secuestrar a alguien? –
pregunta el señor mostrando la cédula de identidad de su esposa, quien se dedicaba a
la docencia y se desempeñaba como directora de una escuela estatal en el estado.

Onervi, moreno, con un peculiar acento oriental, dice que el culpable de todo es “el
colombiano ese”, refiriéndose a Mario Liber Cardozo. “Ese hombre era una joyita,

146
pero ni nosotros, ni Laura, sabíamos que él se dedicaba a secuestrar gente”, comenta
acelerado el señor. “Él es el culpable y está muerto”, repite.

Pareciera que todos se echan la culpa. Según lo que reposa en el expediente, María
Teresa Marín dijo en el juicio de presentación que a ella la culpan “solamente por yo
haber estado en el sitio con mi hija”. En ese documento no se detalla cuál fue el rol de
la ciudadana, pero se afirma que formó parte de la organización criminal.

Mientras tanto el familiar de las encarceladas va contando que Laura “se metió a
vivir” con “el colombiano”, con el que tuvo un hijo. Dice que Mario Cardozo se
perdía dos y tres meses de Tucupita y le enviaba mucho dinero a Laura, además de
mercancía para que ella vendiera.

─Cuando los agarraron en Caracas, ellos iban a una consulta médica de Laura, porque
se iba a operar de unos tumores que tiene en el hígado. Por eso cargaban todo ese
dinero en efectivo y por eso andaba mi mujer con ella. El colombiano dijo cuando lo
agarraron que dejaran libres a Laura y María Teresa. Él entregó el arma y admitió que
sí había secuestrado a Simplicio.

Contra la voz de Onervi está lo escrito en el expediente, cuya investigación estuvo a


cargo de las Fiscalías Sexta y Cuadragésima Sexta con Competencia Plena a Nivel
Nacional en Materia Anti-Extorsión y Secuestro del Ministerio Público. El
documento expone que “las acusadas fueron detenidas con parte del dinero en
efectivo que fue pagado por la liberación de la víctima”. También se afirma que Ana
Rouselit Pino Pérez, cuñada de Laura Liccien, sobornó al momento de ser revisada
por una de las funcionarias policiales para que se quedara con la cantidad de dinero
que tenía entre su ropa.

Aún frente al Inof, antes de entrar al lugar donde realizan la requisa para ingresar a
hacer la visita, Onervi insiste que todo lo que está viviendo es gracias a Laura
juntarse con ese hombre, “el colombiano”. El señor es chequeado y revisado. Los

147
funcionarios que custodian el ingreso no hacen mucho para revisar. Tantean los
pantalones y la zona de las axilas del visitante y sin más, entra. Ningún hombre que
no sea él, plenamente identificado, puede pedir hablar cara a cara con ellas, porque en
Venezuela, en el caso femenino, las visitas conyugales están prohibidas.

Onervi hace una mueca y después de decir “ni modo” ingresa a encontrarse con su
hija, pero también con su esposa.

Esta requisa fue muy diferente a la que vivió la periodista Airam Fernández en 2012,
cuando ingresó al penal a realizar una entrevista a una mujer presa por tráfico de
drogas. O al menos a los hombres no los revisan tanto como a las mujeres.

Según la experiencia de esta exmiembro de la unidad de investigación del diario


Últimas Noticias, en la revisión ellas tienen que desnudarse, agacharse, pujar, brincar
tres veces como una rana y sacudir braseares y pantalones. Onervi ni siquiera mostró
la plancha que tiene puesta en su boca para disimular su escasa dentadura.

Allí, donde se encuentran dos de las implicadas en el caso de secuestro de Simplicio


Hernández, conviven 750 presas: 62 por casos de secuestro, de las cuales 35 están
cumpliendo pena de cárcel, de acuerdo a cifras ofrecidas por un funcionario del
Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario.

Han pasado solo 20 minutos y ya Onervi está de vuelta. Viene con una sonrisa en el
rostro.

─ A las mujeres las van a trasladar a La Pica. Laura dice que la llames a este número.

***

A Mario Cardozo, alias “El Camilo”, también lo condenaron con 30 años de prisión.
Sí, era de nacionalidad colombiana pero se dedicaba a secuestrar y extorsionar en
varios estados de Venezuela. El lugar de reclusión asignado fue el Centro
Penitenciario de Oriente, mejor conocido como El Dorado, ubicado al sur del estado

148
Bolívar. Sin embargo, en junio de 2013 se fugó del penal junto a Luis Roberto
Acosta, también condenado por el mismo caso de secuestro.

Luego de su fuga, Cardozo junto a dos hombres y una mujer secuestró en abril de
2014 a un productor agropecuario en el estado Apure. El 26 de abril de 2014 él, la
mujer no identificada y otro de los secuestradores fueron abatidos durante un
enfrentamiento con funcionarios del CICPC en una zona montañosa de Valle La
Pascua, estado Guárico.

***

Simplicio Hernández o “Picho” como lo conocen cariñosamente vive en una de las


casas más grandes de Tucupita. Una estudiante de la UCV oriunda de ese pueblo
comenta que luego del secuestro del señor, se hizo más pública la vida tanto de él
como la de su hija, quien también comenzó a recibir muchas críticas de las personas
cuestionando la seguridad en el estado Delta Amacuro.

Es el propietario de una clínica, donde hasta el momento del secuestro, aún pasaba
consultas. “Desde que lo secuestraron, todos los nietos de él tienen escoltas y andan
en carros blindados”, dice la estudiante, quien es amiga de un pariente de la familia.

El hombre de 87 años no quiere hablar sobre su secuestro. Se niega a ser entrevistado.


Lo único que manda a decir con el asistente de su hija es que “ya eso pasó y los
secuestradores están donde deben estar”.

***

En el momento en el que Laura Liccien fue detenida en Caracas, solo faltaba un mes
para obtener su título de licenciada en educación. Sin embargo desde hace ocho años
ya trabajaba como docente en una escuela rural de Tucupita y hacían ya cuatro que
había conocido a Mario Cardozo, por medio de su primo Toribio Zabaleta, también
implicado y condenado en el mismo secuestro.

149
Laura asegura que es inocente, pero un juzgado ya sentenció su postura y ante la
justicia venezolana es culpable a toda costa, cooperadora y facilitadora de una
organización criminal dedicada a secuestrar personas. Ya la presunción no tiene
cabida. La mujer, así como las otras tres son acusadas por secuestro agravado,
asociación agravada para delinquir y legitimación de capitales. Y aunque el 2 de
octubre de 2014 su abogado defensor presentó un recurso de apelación a la sentencia
emitida, fue considerado sin lugar por decisión del Tribunal único en funciones de
juicio del circuito judicial penal del estado Delta Amacuro.

“Ante la sociedad soy culpable, pero ante los ojos de Dios soy inocente. No hay
ningún elemento de prueba que me culpe. Yo estoy aquí por ser la mujer del
colombiano”, dice.

─ Con certeza no sabía de las andanzas de Mario. Su rutina era Colombia y


Venezuela. Yo lo conocí a él trabajando para una finca. Ante mis ojos nunca lo vi
haciendo nada malo. Para él yo era como algo que nada podía ver o tocar. Nunca me
permitía relacionarme con sus amigos.

Pero sí sabía que su pareja había estado en prisión durante once meses, acusado
precisamente por secuestro.

La mujer de 29 años comenta que en el Inof convive con aproximadamente 30


mujeres que también están recluidas por ese delito.

─La gente cree que somos una vaina arrecha. Aquí me dicen que tengo cara de
criminal, pero soy totalmente diferente. La gente se guía por las apariencias. Yo lo
que soy es muy desconfiada. No me dejo joder, ¿entiendes? Si no te jodo, no me
jodas tú a mí.

Tiene dos años y nueve meses allí y dice que aunque le duele mucho, piensa que no
saldrá hasta que cumpla la pena, cuando tendría 57 años de edad, un hijo de 31 años y
habrá visto envejecer a su mamá quien para entonces rondaría los 90 años.

150
Niega haber conocido o conocer a Simplicio Hernández. Tras hacer esa afirmación no
tartamudea para soltar: “si te pones a hacer un análisis, pareciera que la autora
intelectual de ese secuestro fui yo”.

Indica que el señor era “secuestrable” y de fácil acceso. Hace enseguida una serie de
acotaciones y precisiones. “Picho jugaba dominó en un restaurante, se paraba todas
las tardes a tomar café cerca de la Juncal (calle de Tucupita), el día que lo
secuestraron no cargaba guardaespaldas… tú me dirás”.

Lo interesante sería escuchar de su propia voz cómo ella conocía la rutina de la


víctima y por qué se auto cataloga como la “autora intelectual”. Y sí tiene la
respuesta, la cual expresa de manera determinante.

─Eso lo supe después que me agarraran presa. Pero supuestamente el señor es


fanfarrón y mano suelta con las mujeres. Es brinconcito pues, le gustan las carajitas.
Si hubiera tenido la intención de secuestrarlo lo hubiera hecho de otra manera. Yo
preferiría sacarle plata, irme con él de paseo, un crucero, una vaina. Darme vida y
disfrutármelo.

Tal pareciera que Laura Liccien conocía bien al que niega, fue su presa para
secuestro. Pero ¿por qué una madre, dedicada a la docencia, se propondría utilizar a
un sujeto para obtener de éste beneficios económicos? ¿Qué la mueve? Responde,
esta vez con un tono de obviedad, como si la respuesta fuera la que es y no hay más.

─Coño, yo soy pobre. Es una oportunidad. Yo soy pobre pero no bruta. Jajaja.

151
VI. ¿Qué hay más abajo?

La prensa ha cumplido un rol importante durante los últimos once años de misterio y
opacidad de estadísticas oficiales en Venezuela. Le ha tocado tomar parte de la carga
y explicar los índices de criminalidad del país. Como sea y como se pueda. Hurgando
entre los archivos y contando cada historia para que quede constancia. Los medios de
comunicación han construido una parte de la realidad pese a que ha sido evidente el
acoso y desacreditación de estos por parte de los últimos dos gobierno de una década
y media.

Los resultados de esta investigación son al mismo tiempo el resultado de ese trabajo
reporteril de los periodistas venezolanos. Cada caso dibuja una realidad que existe y
que convive en todos los sectores del país. El conjunto de todos ellos representa la
“degradación social y de valores” que según los expertos consultados constituye una
alerta para la sociedad venezolana.

Los datos recogidos y expuestos en esta investigación ponen de manifiesto una


realidad que merece ser estudiada en profundidad.

Miquel Rodrigo Alsina (1989) advierte que no debe asimilarse el concepto de


“construcción de la realidad” única y exclusivamente con la práctica periodística.
Aclara que través del periodismo se hacen “construcciones de la realidad
públicamente relevantes”, para lo cual tienen un rol socialmente legitimado los
medios de comunicación. Lorenzo Gomis indica que los medios crean “un presente
social de referencia” para los individuos.

Ante el panorama en el que los medios venezolanos han tomado la batuta, resulta
inminente la toma de acciones por parte del Estado para generar en principio una data
oficial que corrobore esta tendencia reportada por los medios de comunicación. En
segunda instancia, detectado el fenómeno, generar políticas públicas eficaces que

152
puedan prevenir lo que los especialistas han llamado una anomía total en los años que
están por venir.

“Todas estas pistas quieren decir que las mujeres están compartiendo la
responsabilidad en el secuestro con los hombres. Sea cual sea el porcentaje esto
representa una alerta para la sociedad y para el Estado porque desnuda los roles
femeninos en los delitos y en este caso en el secuestro. No es tanto un problema
cuantitativo, es un problema cualitativo que se tiene que tomar en serio”, expone
Huggins quien alerta que el deterioro de la calidad de vida del venezolano es tal que
los grupos vulnerables están formando parte de la delincuencia organizada.

“Como la mujer es el centro emocional y afectivo de la familia, hay una valoración


absolutamente desvirtuada y con consecuencias sociales superiores, sobre todo en el
familia popular venezolana. Esta realidad nos dice que no existen alternativas sanas;
la mujer como cualquier persona va a tratar de sobrevivir ante esta situación de crisis
que experimenta Venezuela”, analiza Hisvet Fernández.

Pese a eso, la psicóloga recalca que no se trata de que las mujeres son malas o que
sean malas madres. “No es cierto que por buscar vías para sobrevivir sean malas
madres. Una mujer puede ser una madre abnegada pero por otro lado secuestrar
personas. Es el entorno lo que la lleva a eso”, aclara.

Adelso Mendoza está consciente de las consecuencias del “fenómeno social”, como
él ha denominado la participación de las mujeres en las bandas de secuestro.

“Es una realidad que no se puede ignorar. El que trate de ignorarlo podría estar
cometiendo un enorme y grave error para minimizar el secuestro en Venezuela y para
prevenir que más actores entren en las organizaciones criminales”, concluye.

¿Qué hay debajo de este primer acercamiento y reconocimiento de una tendencia?, es


la pregunta que queda por responder. La primera letra que contesta esta interrogante
está en manos del Estado.

153
CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

154
CONCLUSIONES

Las mujeres venezolanas incrementaron su participación en los secuestros


entre 2010 y 2014, pasando de cuatro, a treinta y cuatro casos respectivamente, de
acuerdo a los resultados obtenidos de la base de datos realizada con información de
35 medios digitales. Esto constituye una tendencia que si bien es creada por las
publicaciones de los medios de comunicación, representa un primer acercamiento a
esta realidad obviada por las instituciones del Estado y por los departamentos de
estadísticas de los organismos de seguridad.

Las personas de sexo femenino siguen teniendo menor protagonismo que los
hombres en la totalidad de los delitos, inclusive en el caso del delito estudiado en
profundidad en esta investigación, pero han avanzando a ocupar roles estratégicos en
las organizaciones criminales.

El delito de secuestro ha evolucionado en los últimos años en Venezuela. Han


aparecido móviles diferentes como el llamado “secuestro exprés” o secuestro breve
de acuerdo a la conceptualización del cuerpo legal. Asimismo han variado los modus
operandi para captar a las víctimas, quienes ahora no solo son hombres, sino que se
insertan otros actores secuestrables como niños, ancianos y mujeres. Al mismo
tiempo esos “grupos vulnerables” suelen ser ahora también victimarios.

Este delito viola los artículos 1,3,5 y 9 de la Declaración Universal de


Derechos Humanos adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas y genera además, consecuencias potencialmente dolorosas tanto para quienes
son víctimas como para sus familiares, la comunidad, los países e inclusive para la
comunidad internacional (ONU, 2006). Sin embargo, en el mundo delictivo,
especialmente en Venezuela, el flagelo ha crecido a la medida que los beneficios
lucrativos han sido considerados mayores por quienes realizan esta práctica ilegal
contemplada y penada en cinco cuerpos legales de mayor y menor rango en el país.

155
Estas condiciones, sostenidas por los diferentes expertos consultados para este
trabajo de investigación, abren paso a las mujeres en las organizaciones criminales.
Se ha hecho necesaria la participación de estas para cubrir roles estratégicos como
señuelos y cuidadoras de las víctimas, lo que ha generado, al parecer, resultados
positivos a las bandas criminales.

Expertos en criminología y funcionarios de los organismos encargados de


prevenir y actuar en este delito (Gaes de la GNB y CICPC), concuerdan que por cada
100 hombres secuestradores hay al menos 10 mujeres secuestradoras y que 80% de
estas ocupan roles estratégicos.

Las victimarias suelen encargarse del cuidado de las víctimas en cautiverio,


generalmente cuando estas son mantenidas en zonas urbanas. Esta participación
resulta directa, y de acuerdo a la Ley contra el Secuestro y la Extorsión, las convierte
en cooperadoras necesarias del hecho punible. Cuando fungen como señuelos o
anzuelos para captar a las víctimas, forman parte de la cabecera de la organización,
pues estas son dirigidas por los líderes principales de las bandas. Como consecuencia
de su participación y desenvolvimiento, es posible captar a la víctima lo que implica
una participación necesaria para lograr el fin último del secuestro.

Explorados estos roles principales y de acuerdo a los objetivos planteados al


iniciar este proyecto de investigación, podemos decir que se cumplieron dichos
objetivos, al poder realizar un reportaje interpretativo que presentó cuáles son los
roles que ocupan las mujeres en el delito, así como las causas y consecuencias del
ingreso de estas a las organizaciones criminales dedicadas al secuestro.

En cuanto las causas, este “fenómeno” como lo denominaron los expertos


consultados, tiene su núcleo en la realidad social venezolana y representa parte del
momento histórico del país, signado de altos niveles de violencia, criminalidad,
impunidad y una crisis generalizada que abarca lo social, económico y moral.

156
Dadas las condiciones en las que se encuentra Venezuela en el momento en el
que inscribe esta investigación, con 6,7% de pobreza y un total de hogares pobres de
27,3%, según el INE en 2013; una tasa de inflación ubicada en 68,5% en 2014 y las
cifras más altas de percepción de seguridad y criminalidad en los últimos veinte años,
además de ocupar el último puesto en justicia criminal de acuerdo a un estudio
realizado por el Proyecto de Justicia Mundial (World Justice Project) en 2013 y
poseer según la mirada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un
“problema estructural” en el manejo del sistema judicial, la participación de más y
nuevos actores en los grupos criminales representa una consecuencia directa de la
misma convulsión social.

La realidad-país y su relación con este fenómeno advierten la presencia de una


anomía, de acuerdo a la mirada de los especialistas. La ruptura de los pactos sociales,
la ética y la moral, así como la institucionalización de la impunidad y la
generalización de la violencia en todos los ámbitos de la vida en una sociedad
sumergida en una crisis económica puntiaguda, han generado un quiebre social que
en el tema que nos abarca, ha llevado a las mujeres a romper con todos los
estereotipos y parámetros sociales.

El ingreso de las mujeres a la delincuencia organizada, específicamente al


secuestro, no significa un cambio de rol en la mujer venezolana, pues socialmente las
mujeres han avanzado a la igualdad con los hombres en todos los niveles. Tampoco
representa la concepción de una “mala mujer” o una “mala madre”. Al contrario, esta
participación nos habla de una forma de sobrevivencia en un ambiente de crisis
generalizada y de un paso a la igualdad total con los hombres. La falsa creencia de
que las mujeres no delinquen porque son ajenas a lo negativo, a la violencia y al hacer
daño a los otros se rompe y queda en evidencia que ellas han evolucionado en lo
positivo y lo negativo.

157
Esta situación al mismo tiempo advierte sobre el estado de quebrantamiento
social que vive Venezuela y alerta sobre consecuencias directas en la familia como
institución social, sobre todo en la familia popular venezolana, caracterizada por el
matricentrismo (38,7% de las mujeres venezolana que representan el 50% de la
población total del país, son jefas de hogar).

Con respecto a la aparición de mujeres como líderes de bandas delictivas


dedicadas al secuestro se puede concluir, como se ha establecido en líneas anteriores,
que la mujer venezolana ha evolucionado en todos los niveles de la delincuencia,
llegando también a ocupar puestos socialmente y culturalmente destinados para los
hombres.

Debido a que estamos sumergidos en una sociedad tallada por claras


diferenciaciones de género y sexo, que además forman parte del imaginario oficial del
Estado, esta situación seguirá siendo un tabú que en vez de mejorar la situación, la irá
fortaleciendo.

Asimismo la participación de mujeres funcionarias de los diferentes


organismos de seguridad del Estado, además de desvirtuar la imagen de la autoridad,
representa el nivel más alto de la corrupción y el aprovechamiento del poder para
someter a la población, aunado a la clara evidencia del estado de descomposición de
los organismos, los bajos salarios y el sistema de formación e inducción de los
ciudadanos a las instituciones policiales.

El tema de la participación de las féminas en el secuestro no representa un


tópico con impacto cuantitativo considerable, pero genera una advertencia en cuanto
a los rasgos cualitativos que deben ser tomados en cuenta por los organismos
encargados. De hecho, al momento de plantearnos realizar esta investigación, no nos
propusimos encontrar una alarmante cifra de mujeres que estuviesen tomando
acciones en los secuestros, por el contrario, se planteó explicar las causas y
consecuencias de los roles que estas juegan dentro de las organizaciones.

158
Con respecto a las conclusiones generadas de la metodología utilizada para
esta investigación, es necesario dejar por sentado que el uso de los medios de
comunicación para poder crear aproximaciones estadísticas, debido a que nos
encontramos frente a un silencio de las instituciones del Estado sobre los niveles de
criminalidad del país, es una maniobra que se ha institucionalizado durante el actual
momento histórico que vive la sociedad y la prensa venezolana.

La clara política de desinformación del Estado, asumida desde 2004,


representa la causa y al mismo tiempo la consecuencia de que trabajos como este sean
realizados. Los periodistas venezolanos y los medios de comunicación han tomado la
carga para dibujar el panorama de la Venezuela contemporánea; somos nosotros, los
estudiantes y periodistas, los que estamos construyendo este momento de dificultades
que vive el país, la sociedad y la prensa venezolana.

La metodología utilizada para poder crear un indicador numérico sirvió como


una aproximación para conocer sobre esta realidad. Sin embargo, en los pocos
boletines oficiales a los que se tuvo acceso, las cifras obtenidas del CICPC y el
Ministerio de Sistema Penitenciario, así como las contundentes declaraciones de
funcionarios encargados de este delito, se pone de manifiesto que la participación de
las mujeres en los secuestros es una tendencia que debe ser tomada en cuenta y
revisada por el Estado venezolano.

Este problema, tratado con profundidad a través del producto profesional


presentado, es el primer paso para las acciones que deberían venir por parte de los
entes oficiales encargados. El papel del periodismo de investigación tomó vigencia y
cumplió una de sus funciones intrínsecas: develar una realidad que está oculta.

159
RECOMENDACIONES

1. Se sugiere al Estado venezolano, dadas las advertencias realizadas por los expertos
consultados, crear políticas y estrategias que permitan el estudio en profundidad de la
delincuencia femenina que abarquen el tema del secuestro, con el fin de crear los
correctivos necesarios para entender y dar respuesta a este problema. Para esto es
necesario que los organismos de seguridad y las instituciones encargadas de llevar las
estadísticas criminales del país creen mecanismos de investigación y procesamiento
de datos que no discriminen la participación de mujeres en la vida delictiva. La
constitución de un sistema de data criminal podría lograr el entendimiento de esta
tendencia y la puesta en marcha de políticas públicas eficaces y contundentes que
ayuden a prevenir el desarrollo de este fenómeno.

2. Es recomendable que más investigadores sociales y expertos en el área se interesen


en conocer a sobre este tema para así generar investigaciones mucho más profundas y
con carácter científico y criminológico.

3. Debido a que la presente investigación no se propuso cubrir todas las aristas


existentes en la complejidad del tema estudiado, se recomienda a los periodistas y
estudiantes con intereses en el periodismo de investigación, tomar en consideración la
medición de otras variables como el estado civil de las victimarias, su relación con los
demás integrantes de los grupos delictivos y profundizar en la diligencia del Sistema
de Justicia en casos que involucren a mujeres en secuestros.

3. A los estudiantes y periodistas, se recomienda hacer uso de las distintas


metodologías para lograr obtener información en momentos de censura y opacidad de
información con alto interés público. La utilización de la técnica de base de datos que
acogió esta investigación es solo una de la variedad que existe para poder obtener
información y generar análisis en profundidad.

160
5. Sería conveniente que los estudiantes de Comunicación Social se involucren en la
actividad reporteril y vean en el periodismo de investigación una manera de contar
historias con alto interés público que son ocultadas o silenciadas debido a la
restricción de acceso a las fuentes oficiales. Asimismo, tener activo el olfato
periodístico nos permite encontrarnos con temas que como éste, que aún no habían
sido tomados en cuenta por otros para desarrollarlo.

6. Ante el cada días más evidente cierre de las fuentes oficiales para ser entrevistas y
consultadas por estudiantes y periodistas, es fundamental siempre hacer la diligencia:
pedir por cualquier medio poder conversar con ellos. En la experiencia de esta
investigación muchas veces se cerraron las puertas de los organismos de seguridad,
pero la “impertinencia del periodista”, como bien lo expone el Instituto de Prensa y
Sociedad de Venezuela en un título publicado, fue necesaria para al final obtener las
declaraciones más contundentes que presentó el reportaje.

7. Por último, trabajar tópicos relacionados con la delincuencia, las bandas criminales
y los organismos de seguridad, resulta un tema peligroso en una realidad-país como la
que vive Venezuela en los momentos en los que se escriben estas líneas. Ante esta
situación, se recomienda a futuros estudiantes de periodismo trabajar en la medida de
que su integridad física no se vea amenazada y actuar siempre con precaución. Pese a
las dificultades, un periodista que ama su oficio, siempre busca las maneras de
investigar y está atento a las amenazas de su alrededor. Siempre vale la pena hacer
periodismo de investigación.

161
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and.../65_229_spanish.pdf

PROGRAMA VENEZOLANO DE EDUCACIÓN-ACCIÓN EN DERECHOS


HUMANOS

PROVEA (2007). Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Venezuela.


Diponible en: http://www.derechos.org.ve/informes-anuales/informe-anual-2007/

PROVEA (2008). Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Venezuela.


Diponible en: http://www.derechos.org.ve/informes-anuales/informe-anual-2008/.

PROVEA (2009). Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Venezuela.


Diponible en: http://www.derechos.org.ve/informes-anuales/informe-anual-2009/

PROVEA 2010. Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Venezuela.


Diponible en: http://www.derechos.org.ve/informes-anuales/informe-anual-20-10/

PROVEA 2011. Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Venezuela.


Diponible en: http://www.derechos.org.ve/informes-anuales/informe-anual-2011/

PROVEA 2012. Situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Venezuela.


Diponible en: http://www.derechos.org.ve/informes-anuales/informe-anual-2012/

Documentos legales

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Código Orgánico Penal (2000).

168
Ley contra el Secuestro y la Extorsión (2009).

Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo


(2012).

169
ANEXOS

170
ANEXO I. Lista de medios utilizados para la base de datos

Nombre del medio de comunicación Tipo de Dirección URL de la página


(versión digital) medio web
original
El Nacional Impreso el-nacional.com
El Universal Impreso eluniversal.com
Últimas Noticias Impreso ultimasnoticias.com.ve
Correo del Orinoco Impreso correodelorinoco.gov.ve
Diario 2001 Impreso 2001.com.ve
La Patilla Digital lapatilla.com
Noticias 24 Digital noticias24.com
Venevisión Audiovisual venevision.com
Globovisión Audiovisual globovision.com
Radio Nacional de Venezuela Audiovisual rnv.gov.ve
El Siglo de Aragua Impreso elsiglo.com.ve
Diario La Voz Impreso diariolavoz.net
Diario La Verdad Impreso laverdad.com
Diario El Periodiquito Impreso elperiodiquito.com
La Prensa de Lara Impreso laprensalara.com.ve
Diario El Impulso Impreso elimpulso.com.ve
Sucesos de Guayana Digital sucesosdeguayana.com
Fortín de Guayana Digital elfortindeguayana.com
Correo del Caroní Impreso correodelcaroni.com
La Prensa de Barinas Impreso prensadebarinas.com.ve
Diario La Antena Impreso diariolaantena.com.ve
Visión Apureña Audiovisual visionapureña.com
Diario Panorama Impreso panorama.com.ve
Diario de Los Andes Impreso diariodelosandes.com
El Sol de Margarita Impreso elsoldemargarita.com.ve
El Tiempo Impreso eltiempo.com.ve
Nueva Prensa de Anzoátegui Impreso nuevaprensa.web.ve
La Prensa de Monagas Impreso laprensademonagas.com
Diario El Cumanés Impreso elcumanes.com
Diario Antorcha Impreso periodicoantorcha.com
Ministerio Público Digital ministeriopublico.gov.ve

171
ANEXO II.

Base de datos 2010. Participación femenina en casos de secuestro reportados por los
medios digitales.

N. Nombre Edad Titular/Link del medio donde se Estado de país. Detalles


encontró la información del caso
1 S/I S/I 3 de octubre de 2010 (RNV) Estado Zulia. El 27 de
http://www.rnv.gob.ve/index.ph septiembre de 2010 fue
p/zuliacomisin-mixta-policial- secuestrada Jaimar Correa
rescat-a-la-joven-zuliana- (21). En el operativo de
jaimar-correa rescate cayeron abatidos
tres hombres y una mujer,
dos de los hombres eran
hermanos y fueron
identificados como Víctor
José Camacho Ochoa y
Sebastián Hernández
Ochoa.
2 Marisela 31 24 de octubre de 2010. (Diario Estado Aragua.
Moreno El Periodiquito) Integrantes de la banda “El
Pájaro” secuestraron a
http://www.elperiodiquito.com/ productor agropecuario en
article/15387/Rescataron-a- Barbacoas. 120
productor-agropecuario- funcionarios lograron el
secuestrado-en-Barbacoas rescate del secuestrado y
capturaron a José Javier
Games Machin (36),
Marisela Moreno Moreno
(31) –ambos de
nacionalidad venezolana–
y Andeiro Grimaldo
Hernández (34), de
nacionalidad colombiana,
apodado “El Pájaro”, líder
del grupo hamponil.
3 Carolina 22 24 de noviembre de 2010 (La Estado Monagas. Tres de

172
Chacón Prensa de Monagas) Detienen a los siete detenidos por el
Albornoz siete personas por secuestro de secuestro de Muni Baladi
Olga Baladi (de ascendencia árabe)
Teresa http://www.laprensademonagas. eran mujeres. Todos
Hernánd info/Articulo.aspx?aid=39552 pertenecían a la banda
ez “Los Express” que operaba
Yudith 32 entre Monagas y Bolívar.
María
Ravel

N. de casos 4
Total de mujeres 6 Edades de las Estado de Venezuela
participantes secuestradoras donde ocurrió el delito
N/A Zulia 1
15-18 Bolívar
1 Aragua 1
19-28 Miranda
Carabobo
3 Guárico 1
29-60 Anzoátegui
Sin edad 2 Nueva Esparta
Barinas
Delta Amacuro
Portuguesa
Monagas 1

Simulación de N/A Mujeres abatidas por 1


secuestro organismos de
seguridad
Secuestro de N/A Bandas lideradas por N/A
menores mujeres

173
ANEXO III

Base de datos 2011. Participación femenina en casos de secuestro reportados por los
medios digitales.

N. Nombre Edad Titular/Link del medio donde se Estado de país. Detalles


encontró la información del caso
1 Airubis 23 14 de febrero de 2011 Estado Carabobo.
Adriana (Globovisión) Fueron detenidos dos
Cabrera funcionarios de la Guardia
González https://acalzonquitao.wordpress. Nacional y la mujer de 23
com/2011/02/14/dos-gn-y-una- años, quienes fungían
mujer-fueron-detenidos-por- como secuestradores del
secuestro-de-ninos-en-valencia/ escolta de dos niños
secuestrados en el Colegio
Don Bosco de Valencia.
Los GN y la mujer
pertenecían a una banda
dedicada al secuestro. Los
GNB eran: Darwin José
Valera Cordero de 32 años,
quien se desempeñaba
como Capitán de la
Guardia Nacional
Bolivariana (GNB) en el
Destacamento 24 con sede
en el Internado Judicial
Carabobo (Penal de
Tocuyito); Andry Rafael
Montaño Briceño de 26
años de edad, quien ejercía
funciones de Primer
Teniente de la Guardia
Nacional Bolivariana
(GNB) en el Comando
Regional N° 02 con sede
en Mariara, estado
Carabobo

174
2 Ingrid N/I 11 de abril de 2011 (MP) Estado Anzoátegui. El
Bonilla http://www.ministeriopublico.g Ministerio Público logró
ob.ve/web/guest/gestion- privativa de libertad para
social;jsessionid=D8ABAB30E Ingrid Bonilla, por su
811D3C22C524F4583EBE5BA presunta responsabilidad
?p_p_id=101_INSTANCE_M4 en el secuestro de una niña
Mn&p_p_lifecycle=0&p_p_stat de 17 días de nacida,
e=maximized&p_p_mode=vie ocurrido el 31 de marzo de
w&p_p_col_id=column- 2011, en Anaco, estado
2&p_p_col_pos=1&p_p_col_co Anzoátegui
unt=2&_101_INSTANCE_M4
Mn_struts_action=%2Fasset_pu
blisher%2Fview_content&_101
_INSTANCE_M4Mn_urlTitle=
mp-logro-privativa-de-libertad-
para-mujer-por-secuestro-de-
nina&_101_INSTANCE_M4M
n_type=content&redirect=%2F
web%2Fguest%2Fgestion-
social%3Fp_p_id%3D101_INS
TANCE_M4Mn%26p_p_lifecy
cle%3D1%26p_p_state%3Dma
ximized
3 Eillen de 27 27 de octubre de 2011. (Nueva Estado Anzoátegui. El
Jesús Prensa de Anzoátegui. Core 7) Gaes de Anzoátegui
Luna http://www.noticiasdiarias.infor detectó un autosecuestro
Marcano me25.com/2011/10/gaes-y- en el que la mujer de 27
cicpc-detuvieron-mujer-y- años y su pareja de 17 años
menor.html simularon secuestro para
obtener 70 mil bolívares
por parte de la madre de la
mujer.
4 Neida 41 9 de noviembre de 2011 Estado Miranda. La
González (Noticias 24) mujer fue la persona que
Ramírez http://www.noticias24.com/ven aportó toda la información
ezuela/noticia/19574/cicpc- necesaria a la banda
captura-a-una-mujer-implicada- delictiva “El Niño

175
en-secuestro-y-homicidio-de- Mampote”, para que
comerciante/ secuestrara al comerciante
Antonio Ciamacco
González, de 51 años de
edad, el 7 de octubre de
2011. La víctima fue
asesinada.
5 Karina 32 14 de noviembre de 2011 (Core Estado Anzoátegui. La
Marcano 7) mujer planeó junto a su
García http://www.noticiasdiarias.infor primo Adrián García
me25.com/2011/12/mujer- Urbaneja de 20 años su
simulo-su-secuestro-para- autosecuestro “para sacarle
sacarle.html dinero” a su amante.
Ambos fueron capturados
por el Gaes-Anzoátegui.

N. de casos 5
Total de mujeres 5 Edades de las Estado de Venezuela
participantes secuestradoras donde ocurrió el delito
N/A Zulia
15-18 Bolívar
4 Aragua
19-28 Miranda 1
Carabobo 1
1 Guárico
29-60 Anzoátegui 3
Sin edad N/a Nueva Esparta
Barinas
Delta Amacuro
Portuguesa
Monagas

Simulación de 2 Mujeres abatidas por N/A


secuestro organismos de
seguridad

176
Secuestro de 1 Bandas lideradas por N/A
menores mujeres

177
ANEXO IV

Base de datos 2012. Participación femenina en casos de secuestro reportados por los
medios digitales.

N. Nombre Edad Titular/Link del medio donde se Estado de país. Detalles


encontró la información del caso
1 Mayurki 21 30 de enero de 2012 (El Estado Miranda. El 29 de
Mayerlin Universal) enero de 2012 fue
Barreto http://www.eluniversal.com/suc secuestrado el ex
Brizuela esos/120130/embajador- embajador de México en
mexicano-fue-secuestrado- Venezuela, Carlos Pujalte,
junto-con-su-esposa junto a su esposa, Paloma
Ojeda en El Rosal,
24 de marzo de 2012 (Últimas Caracas. El 30 de enero
Noticias) fueron liberados tras haber
http://www.ultimasnoticias.com pagado una alta suma de
.ve/noticias/actualidad/acusan- dinero en dólares, según
a-4-personas-por-secuestro-de- reseña la nota de El
embajador-de.aspx Universal. El 24 de marzo
fueron acusadas 4
personas, entre ellas la
mujer de 21 años. El 23 de
noviembre de 2012 fueron
condenados a 22 años de
cárcel a dos hombres que
participaron en el
secuestro. La mujer
recibió una condena de dos
años y ocho meses por
complicidad.
2 Karen S/I 10 de abril de 2012 (El Tiempo) Estado Miranda. Por el
Prado http://eltiempo.com.ve/sucesos/i caso de secuestro y
nvestigacion/detenidos-siete- posterior homicidio de
implicados-en-el-homicidio- Líbero Iaizzo (cuyo cuerpo
del-manager-de-caramelos-de- sin vida fue encontrado el

178
cianuro/49437 23 de marzo de 2012)
fueron apresados siete
personas, entre ellas la
mujer Karen Prado. El
grupo de secuestradores
también estaba vinculado
al secuestro de otras cuatro
personas.
3 Leida 48 9 de mayo de 2012 (Últimas Estado Miranda. MP
Olivares Noticias) imputó a la mujer por la
http://www.ultimasnoticias.com presunta comisión de los
.ve/noticias/actualidad/sucesos/ delitos de secuestro y
detienen-mujer-que-planeo- asociación para delinquir
secuestro-en-miranda.aspx por su presunta
vinculación con el
secuestro de Juan Nasarian
(20), ocurrido el 20 de
marzo de 2012, en las
instalaciones de una
empresa de asfalto,
ubicada en Cupira, estado
Miranda.
4 Marilin 39 10 de mayo de 2012 (Diario Estado Táchira. CICPC-
Ortíz, Panorama) Táchira desmanteló banda
también http://www.lanacion.com.ve/reg “Los Paracos” dedicada al
conocida ional/capturaron-banda-que-se- hampa común que se hacía
como dedicaba-a-la-extorsion-y-el- pasar por paramilitares
“La secuestro-en-tachira/ dedicada al robo, secuestro
Paca” y extorsión. Raúl Peña
exfunci alias "El Paco" y Marilin
naria de Ortíz son exfuncionarios
la Policía de la Policia de Táchira.
del
Táchira

Luz 42
Villamiar

179
apodada
“La
Catira”
5 S/I 21 16 de junio de 2012. (Diario El Estado Barinas. Niño de
Tiempo) 11 años de edad,
http://eltiempo.com.ve/sucesos/ secuestrado el 7 de Junio
secuestro/cicpc-barinas-y-gaes- de 2012 en el municipio
los-llanos-rescatan-nino- Barinas, fue rescatado por
secuestrado-en-barinas/55801 el Gaes-Barinas. El
inmueble en el cual
mantenían al niño estaba
ubicado en el sector Los
Girasoles, del barrio
Corralitos, en la parroquia
Ramón Ignacio Méndez,
del municipio Barinas.
Durante el rescate fue
capturada una mujer de 21
años, encargada de cuidar
al infante.
6 Rosmely 18 7 de agosto de 2012 (Noticias Estado Miranda. La
Andreina 24) Cicpc desmanteló una víctima identificada como
Hernánd banda de secuestradores y Pedro Antonio Martínez,
ez homicidas en Higuerote de 52 años de edad, tenía
Blanco http://www.noticias24.com/ven dos meses manteniendo
ezuela/noticia/120016/cicpc- una relación sentimental
desmantelo-una-banda-de- con una ciudadana
secuestradores-y-homicidas-en- identificada como
higuerote/ Rosmely Andreina
Hernández Blanco de 18
años, quien a su vez era
pareja de un peligroso
delincuente de la zona y
quien obtenía información
para realizar el posterior
secuestro. Los miembros
de la agrupación delictiva

180
“El Cuco” planificaron y
ejecutaron el plagio del
comerciante, con la
finalidad de obtener una
alta suma de dinero.
7 S/I S/I 21 de agosto de 2012 (Noticias Estado Miranda.
24) Vinculados con el
http://www.noticias24.com/ven secuestro de un niño de 10
ezuela/noticia/122050/un- años ocurrido el 14 de
hombre-y-una-mujer-fueron- agosto de 2012 en Santa
privados-del-libertad-por-el- Teresa del Tuy, estado
secuestro-de-un-nino-en- Miranda
miranda/
8 Francisca S/I 06 de septiembre de 2012. Estado Delta Amacuro.
López (Pena de prisión el 10 de Cuatro mujeres y cuatro
septiembre de 2013 (El hombres secuestraron a
María S/I Universal) Simplicio Hernández,
Marín http://www.eluniversal.com/nac padre de la gobernadora
ional-y- del Estado y exgobernador
Laura S/I politica/130910/condenan-a- del mismo estado. El 10 de
Liccien mujeres-por-secuestrar-al- septiembre del siguiente
padre-de-gobernadora-de-delta- año Pena de 30 años de
Ana Pino S/I ama cárcel por estar
involucradas en el
secuestro de Simplicio
Hernández (85), padre de
la gobernadora del estado
Delta Amacuro, Lizeta
Hernández, ocurrido el 06
de septiembre de 2012, en
Tucupita. También fueron
condenados a 30 años de
prisión Luis Acosta,
Toribio Zabaleta, Jesús
Sifontes y Mario Cardozo,
tras admitir su
responsabilidad en el

181
secuestro del padre de la
Gobernadora.
9 Nayleth S/I 17 de diciembre de 2012 (RNV) Estado Miranda.
Gutiérrez MP acusó a dos policías de Acusadas por secuestro y
Hernánd Guarenas y a 2 mujeres por posterior homicidio de
ez secuestro y muerte de un joven Andrés Navarro (22), cuyo
Zanainis S/I cuerpo fue encontrado el
Gutiérrez http://www.rnv.gob.ve/index.ph 21 de octubre de 2012 en
Achique p/mp-acuso-a-dos-policias-de- una playa de Río Chico.
guarenas-y-a-2-mujeres-por-
secuestro-y-muerte-de-un-joven
10 Gladys 24 30 de noviembre de 2012. Estado Zulia. La banda
Añez (Diario Panorama) que secuestró a Carlos
Andrade Valente, en Zulia, había
Delgado http://m.panorama.com.ve/not.p perpetrado 10 secuestros.
hp?id=44670&width=1366 Cicpc y Gaes capturaron a
Martha 15 integrantes de la
López S/I “megabanda”, dirigida por
“La Gorda”, quien tenía
relación con Martha
López, también detenida.
La autoridad de la policía
científica indicó que estos
delincuentes se ubicaron
en Montería, en Colombia,
desde donde hacían “la
llamada utilizando
plataforma internacional”
11 Jacquelin 29 21 de diciembre de 2012 Estado Yaracuy. Fue
e Liscano (Diario Crítico de Venezuela) capturada por funcionarios
Rodrígue del Cicpc, policías de
z Mujer participó en el secuestro Yaracuy y el Grupo
de su abuelo instigada por su Antiextorsión y Secuestros
pareja (GAES) de la Guardia
http://venezuela.diariocritico.co Nacional durante un
m/noticias/sucesos/secuestro/cic operativo de rescate que
pc/yaritagua/405256 hicieran para liberar a

182
Ramón Fortunato Madrid
Riera, de 75 años (su
abuelo) que había sido
secuestrado cuando llegaba
a su negocio, ubicado en
Yaritagua. Según la nota
“uno de los fugitivos es
pareja de la dama y, al
parecer, la impulsó a
cometer el plagio para
sacarle dinero al anciano”.

N. de casos 11
Total de mujeres 17 Edades de las Estado de Venezuela
participantes secuestradoras donde ocurrió el delito
1 Zulia 1
15-18 Bolívar
3 Aragua
19-28 Miranda 6
Carabobo
4 Guárico
29-60 Anzoátegui
Sin edad 5 Nueva Esparta
Barinas 1
Delta Amacuro 1
Portuguesa
Monagas
Táchira 1
Yaracuy 1

Simulación de N/A Mujeres abatidas por N/A


secuestro organismos de
seguridad
Secuestro de 2 Bandas lideradas por 1
menores mujeres

183
ANEXO V

Base de datos 2013. Participación femenina en casos de secuestro reportados por los
medios digitales.

N. Nombre Edad Titular/Link del medio donde se Estado de país. Detalles


encontró la información del caso
1 Viviana 26 21 de abril de 2013 (Diario El Estado Anzoátegui. El 19
Aracelys Tiempo) de abril de 2013 fue
Salcedo http://eltiempo.com.ve/locales/z secuestrado y asesinado el
onanorte/violencia/secuestraron ganadero Miguel Agobian
Solenmir S/I
-y-asesinaron-a-ganadero-para- Viettri. La mujer (presa
a Ivonett
robarlo/87480 actualmente y en espera
Carpabir
10 de junio de 2013 (Diario El del juicio), se le acercó, le
e
Tiempo) habló y lo sacó del
Maragua
http://eltiempo.com.ve/sucesos/ establecimiento donde lo
care
medida/fiscal-rojas-acuso-a- esperaban seis hombres
mujer-policia-por-el-crimen- armados. El cuerpo de la
del-ganadero-agobian/93990 víctima fue hallado el día
http://www.noticiascandela.info 20de abril en Onoto. El 10
rme25.com/2013/04/oficial- de junio de 2013 el mismo
detenida-por-asesinato-de.html diario publicó que el fiscal
Rojas realizó una
acusación formal en contra
de Salcedo por el delito de
secuestro con muerte en
cautiverio, ante el Tribunal
de Control IV de
Barcelona.
En fecha 29 de abril de
2009, una sentencia del
TSJ publicada en internet
detalla que VIVIAN
ARACELYS SALCEDO
MÉNDEZ era agente de la
Policia de Anzoátegui.

184
(Expediente BP01-D-
2008-000104).
2 Teresa 56 26 de abril de 2013 (Diario Estado Anzoátegui. La
Rodrígue Antorcha) mujer simuló estar
z Díaz http://www.guanipanoticias.co secuestrada. Fue
m.ve/Portal/index.php/noticias- encontrada por los
de-unicersidad/57-noticias- funcionarios del Gaes en el
sucesos/3807-gaes-7-y-cicpc- interior de una habitación
detiene-a-mujer-por-simular- de hotel ubicado en la
secuestro carretera nacional entre la
población de Soledad y El
Tigre, al sur de
Anzoátegui. Sus
“secuestradores” pedían
500 mil bolívares por su
rescate.
3 Rocio 39 15 de mayo de 2013 (MP) Estado Yaracuy. El
Montoya http://www.ministeriopublico.g Ministerio Público logró
ob.ve/web/guest/ciudadano2010 privativa de libertad para
;jsessionid=F5AAE4CE5C33B siete hombres y una mujer,
A11BAED1E2417CEC085?p_p presuntamente
_id=62_INSTANCE_Kwl4&p_ involucrados en el
p_lifecycle=0&p_p_state=maxi secuestro de una docente,
mized&p_p_mode=view&_62_ el cual ocurrió en horas de
INSTANCE_Kwl4_struts_actio la mañana en la estación de
n=%2Fjournal_articles%2Fvie servicio del sector
w&_62_INSTANCE_Kwl4_gr Carabobo, municipio
oupId=10136&_62_INSTANC Bolívar, estado Yaracuy, el
E_Kwl4_articleId=2412561&_ 21 de febrero de 2013. La
62_INSTANCE_Kwl4_version mujer fue aprehendida por
=1.0 el Gaes el 9 de mayo, y los
otros hombres dos días
después.
4 S/I S/I 23 de mayo 2013 (Diario El Estado Vargas. Tres
S/I S/I Impulso) mujeres, tres hombres y un
S/I S/I http://elimpulso.com/articulo/re menor de edad formaban
scatado-en-vargas-a-joven- parte de una banda de

185
secuestrado-por-amiga-que- secuestradores (liderada
conocio-en-facebook# por una mujer) que
secuestró a un joven. Una
mujer lo contactó por
Facebook y planeó una cita
a ciegas con el joven,
donde fue secuestrado.
La nota del Diario El
Impulso reseña que:
“Morales fue rescatado en
el interior de una vivienda
en Maracay, estado Aragua
y la supuesta "amiga” que
conoció a través de
Internet era realmente la
cabecilla de la banda
delictiva dedicada a esta
práctica mediante el uso de
redes sociales en Internet”
5 Jacquelin 36 4 de junio de 2013 (Diario La Estado Portuguesa. El
e Rojas Voz) Acusan a dos hombres y Ministerio Público acusó a
Rincón una mujer por secuestro de Francisco Pérez Pineda
comerciante en Portuguesa (47), Dennis Cedeño
http://www.diariolavoz.net/201 Rodríguez (41) y
3/06/04/acusan-a-dos-hombres- Jacqueline Rojas Rincón
y-una-mujer-por-secuestro-de- (36), por su presunta
comerciante-en-portuguesa/ responsabilidad en el
secuestro de un
comerciante (48), ocurrido
el pasado 20 de marzo, en
la avenida Las Lágrimas
de Acarigua, estado
Portuguesa. Durante los
procedimientos de
detención, las tres personas
presentaron
documentación falsa.

186
6 Andy 24 16 de junio de 2014 (Noticiero Estado Barinas. Cuatro
Parra Venevisión) hombres y la mujer fueron
http://www.noticierovenevision.imputados por la presunta
net/nacionales/2013/junio/16/67comisión de los delitos de
785=detuvieron-a-cuatro- extorsión agravada,
hombres-y-una-mujer-por- secuestro breve, privación
secuestro-y-extorsion-a- ilegítima de libertad, robo
ganaderos-en-barinas agravado, porte ilícito de
arma, asociación para
delinquir, lesiones graves,
porte ilícito de arma de
fuego, detentación ilícita
de municiones,
conformación de cuerpos
armados ilegales y
resistencia a la autoridad.
Las cinco personas
armadas habrían realizado
varias visitas a los
ganaderos de la zona, a
quienes secuestraban en
reiteradas oportunidades y
le solicitaban el dinero a
cambio de su libertad y
para no atentar contra su
integridad física y la de sus
familiares
7 Carol Di 33 18 de junio de 2013 (Noticias Estado Lara. Tras las
Lena 24) pruebas presentadas por el
Guzmán http://www.noticias24.com/ven Ministerio Público, fue
ezuela/noticia/175117/mp- condenada a cumplir 15
logro-condena-de-15-anos-para- años de prisión Carol Di
mujer-por-secuestro-de- Lena Guzmán (33), por su
empresario-italiano-en-lara/ participación en el
secuestro de un empresario
de origen italiano de 60
años de edad, que fue

187
plagiado la tarde del 8 de
febrero, en la vía a El
Ujano, en Barquisimeto,
estado Lara.
8 Crisbel 20 21 de junio de 2013 (Diario El Estado Guárico. Las dos
Barrios Periodiquito) mujeres fueron acusadas
Game http://www.elperiodiquito.com/ por la presunta comisión
Nilvia 25 article/103238/Ministerio- de los delitos de secuestro
Torres Publico-acuso-a-dos-mujeres- breve y asociación para
Torrealb por-secuestro-de-un-nino-de-3- delinquir. Habrían
a anos-en-Guarico irrumpido en una vivienda
ubicada en el barrio
Carrasquelero (en
Calabozo), donde se
encontraba un niño con su
familia, procediendo a
amenazarlos con armas de
fuego para luego
amarrarlos y huir del lugar
con el infante en un
vehículo.
9 Yunecxi 31 27 de junio de 2013 (El Estado Miranda. La
Nataly Universal) Secuestradores mujer dirigía la banda "Los
Segura liderados por mujer plagiaron a Exprés de la Cota 905",
Hernánd 15 personas que mantenía cautivas a
ez http://www.eluniversal.com/suc sus víctimas en el sector
esos/130627/secuestradores- Las Quintas de la Cota
liderados-por-mujer-plagiaron- 905, en Caracas.
a-15-personas

10 Angélica 28 28 de junio de 2013 (GAES Estado Zulia. La mujer


María ZULIA) planeó su autosecuestro
Martínez http://www.quepasa.com.ve/ind desde el 13 de junio de
Paz ex.php/sucesos/tribunales/84- 2013 cuando se ausentó de
noticias-texto/52601-gaes-zulia- su casa; desde ese
detuvo-a-zuliana-que-simulo- momento los presuntos
secuestro secuestradores enviaron

188
mensajes de texto y
realizaron varias llamadas
telefónicas a sus padres
para exigirles el
mencionado monto. Los
familiares también
recibieron imágenes donde
se apreciaba a Angélica
atada. Fue detenida por el
Gaes-Zulia y puesta a la
orden de la Fiscalía.
11 Ligia 60 10 de julio de 2013 (Diario Estado Nueva Esparta.
Almeida 2001) Detenidas cinco mujeres Las mujeres y otros tres
Jenny 39 y tres hombres por secuestro de hombres estarían
Mantilla un joven sirio en Nueva Esparta presuntamente
Vanesa 27 http://www.gentedehoy.com/sit involucrados en el
Cedeño e/2013/07/detenidas-cinco- secuestro de un joven sirio
Nelly 53 mujeres-tres-hombres-por- de 20 años, quien fue
Almeida secuestro-de-joven-sirio-en- plagiado el 28 de febrero
María 33 nueva-esparta/ de 2013, en la población
Rosales de Juan Griego municipio
Marcano del estado Nueva
Esparta.
12 Danielis 19 27 de julio de 2013 (Noticia al Estado Zulia. Una mujer
Meleán día) de nacionalidad
S/I S/I http://noticiaaldia.com/2013/07/ colombiana fue abatida
una-mujer-abatida-durante- durante las labores de
rescate-de-joven-secuestrado- rescate del Cicpc-Gaes del
en-municipio-miranda/ joven Juan José Pereira, de
22 años, en el municipio
Miranda, estado Zulia.
Danielis Meleán, esposa de
uno de los secuestradores
abatidos, fue arrestada y
dio la información sobre el
secuestro.
13 Rebeca S/I 8 de agosto de 2013 (El Estado Miranda. Rebeca

189
Charaim Nacional) Charaima y sus dos hijas
a http://www.el- (y un joven) fueron
nacional.com/sucesos/Detenida apresados por su presunta
Keissy S/I s-secuestro-comerciante- responsabilidad en el
Charaim estudiante- secuestro y muerte de un
a Miranda_0_241775887.html comerciante Manuel Dos
Melissa S/I Ramos Pereira (51) y una
Charaim estudiante universitaria
a Celeste Yépez Monte De
Oca (24), el 30 de julio de
2013 en Los Teques,
municipio Guaicaipuro,
estado Miranda. Las
mujeres eran vecinas de
Dos Ramos Pereira.
14 María 26 8 de agosto de 2013. (Página Estado Miranda. Niñera
Dolores Web de Jorge Rodríguez) quería secuestrar a bebé
Barrios http://jorgerodriguez.psuv.org.v para pedir rescate.
e/2013/08/08/campana/policara
cas-capturo-a-ninera-
secuestradora-en-
caricuao/#.VLlGa0eG9e0
15 Flor S/I 12 de agosto de 2013 (Noticias Estado Carabobo. El MP
María 24) acusó a la colombiana por
Ochoa http://noticias24carabobo.com/a su vinculación con el
ctualidad/noticia/23923/mp- secuestro de un
acuso-a-mujer-por-servir-de- comerciante portugués, de
cuidadora-en-secuestro-de- 45 años de edad, quien
comerciante-portugues-en- estuvo en cautiverio
carabobo/ durante 11 meses en un
bunker subterráneo de una
parcela ubicada en Las
Trincheras, estado
Carabobo.
16 Nancy 30 4 de octubre de 2014 (Últimas Estado Aragua.
Miranda Noticias) Acusan a 6 personas El Ministerio
Patricia 24 por secuestro de un prospecto Público acusó a seis

190
Gómez de las grandes ligas personas (entre ellas la
http://www.ultimasnoticias.com mujer) por su presunta
.ve/noticias/actualidad/sucesos/ responsabilidad en
acusan-a-6-personas-por- el secuestro de un
secuestro-de-un-prospecto- prospecto de las grandes
.aspx#ixzz2gmFS51GP ligas de 16 años de edad,
hecho ocurrido el pasado
09 de agosto, en la
residencia Palo Negro,
municipio Libertador del
estado Aragua.
17 Sariath 26 30 de octubre de 2013 (Sibci) Estado Guárico. El
Morales Acusados tres hombres y una Ministerio Público acusó a
mujer por secuestro de un tres hombres y una mujer
estudiante en Villa de Cura por su presunta
http://www.sibci.gob.ve/2013/1 responsabilidad en el
0/acusados-tres-hombres-y-una- secuestro de un estudiante
mujer-por-secuestro-de-un- de 26 años de edad, hecho
estudiante-en-villa-de-cura/ ocurrido el 03 de
septiembre de 2013 en el
sector Píritu, carretera
nacional Villa de Cura –
San Juan de Los Morros,
municipio Zamora de la
referida jurisdicción.
18 Tibisay 33 2 de noviembre de 2013 (Diario Estado Anzoátegui. La
Josefina El Tiempo) mujer planeó su
López http://eltiempo.com.ve/sucesos/ autosecuestro con un
secuestro/el-cicpc-detuvo-a- amigo para “sacarle
una-pareja-por-simulacion-de- dinero” a su esposo.
secuestro/113730
19 Kenda 6 de diciembre de 2013 Estado Lara. El 6 de
Castillo (Últimas Noticias) *La nota fue diciembre de 2013, 4
*funcion publicada el 28 de enero de funcionarios de Gaes y
aria/efect 2014, pero el hecho ocurrió el 6 otros 2 policias del estado
ivo del de diciembre de 2013. Lara secuestraron a un
Gaes http://www.ultimasnoticias.com comerciante de 35 años. La

191
.ve/noticias/actualidad/sucesos/ investigación del caso se
presos-4-efectivos-del-gaes- inició tras la denuncia
por-secuestro-de-comer.aspx presentada por la víctima
ante el Cuerpo de
Investigaciones
Científicas, Penales y
Criminalísticas (Cicpc).
Los funcionarios (acusados
por los delitos de
secuestro, extorsión, robo
de vehículo automotor y
robo, todos en calidad de
agravado, y asociación
para delinquir) fueron
también imputados por uso
indebido de arma de
reglamento y peculado de
uso.
20 Yeniré 24 8 de diciembre de 2013 (GAES Estado Zulia. Efectivos
Cabrera ZULIA) adscritos al grupo
Morales, http://www.quepasa.com.ve/ind antiextorsión y secuestro
alias La ex.php/sucesos/82-noticias- Zulia (Gaes-Zulia),
Guajira texto/35777-gaes-capturo-a- efectuaron la captura de
mujer-involucrada-en- una ciudadana al
secuestro-de-abogada- comprobarse su
rescatada-en-mara responsabilidad en el
secuestro de Alejandra
Yessiré Hernández
Villalobos (29), rescatada
en el municipio Mara.
21 Ysbeth 29 24 de diciembre de 2013 (El Estado Miranda. Varios
Ruiz Universal) hombres y las dos mujeres
Génesis 21 http://www.eluniversal.com/suc fueron detenidos por su
León esos/131224/matan-a-una- actuación en el asesinato
joven-en-intento-de-secuestro- de dos mujeres a quienes
en-guarenas intentaron secuestrar.
Todos los capturados

192
admitieron que querían
perpetrar un secuestro.

N. de casos 21
Total de mujeres 35 Edades de las Estado de Venezuela
participantes secuestradoras donde ocurrió el delito
N/A Zulia 3
15-18 Bolívar
19-28 11 Aragua 1
Miranda 4
Carabobo 1
12 Guárico 2
29-60 Anzoátegui 3
Sin edad 15 Nueva Esparta 1
Barinas 1
Delta Amacuro
Portuguesa 1
Lara 2
Monagas
Táchira
Yaracuy 1
Vargas 1
Simulación de 3 Mujeres abatidas por 1
secuestro organismos de
seguridad
Secuestro de 2 Bandas lideradas por 3
menores mujeres
Mujeres funcionarios 2
de organismos de
seguridad

193
ANEXO VI

Base de datos 2014. Participación femenina en casos de secuestro reportados por los
medios digitales.

N. Nombre Edad Titular/Link del medio donde se Estado de país. Detalles


encontró la información del caso
1 Johenny S/I 21 de enero de 2014 (Diario Estado Zulia. El 17 de
Beatriz Panorama) enero de 2014 fue
Martínez http://panorama.com.ve/portal/a secuestrado Donato
Díaz pp/vista/imp_dn.php?id=95963 Antonio de Jesús
Bevilacqua (13 años). El
21 de enero a la 1:40 de la
madrugada un grupo
conformado CICPC,
GAES y Polizulia lo
rescataron. En el rescate
murió la mujer quien tenía
5 meses de embarazo.
Según la nota de Diario
Panorama la mujer era
quien le cocinaba y
cuidaba a la víctima.
2 S/I 18 24 de enero de 2014 (Prensa Estado Carabobo. Según
Gobernación Bolivariana de la nota institucional de la
Carabobo/Abrebrecha) Gobernación de Carabobo,
http://www.abrebrecha.com/334 funcionarios de
060_PoliCarabobo-detuvo- PoliCarabobo frustraron
banda-de-secuestradores-en- dos secuestros, en los que
Los-Guayos.html lograron capturar a tres
integrantes de la banda
delictiva “Los
Principiantes de Los
Guayos”, entre ellos una
mujer (no identificada).
3 Karianys S/I 24 de enero de 2014 (El Sol de Estado Nueva Esparta.
Alejandr Margarita) La mujer simuló su

194
a http://64.207.146.244/posts/post secuestro por cinco días. El
Rincones /id:127230/Capturan-a-pareja- Gaes-Nueva Esparta se
Gil por-simular-un-secuestro percató de algunas
inconsistencias en el caso
y detuvieron a la mujer
junto a otro sujeto.
4 Katiuska 26 2 de febrero de 2014 (Sucesos Estado Bolívar. Las
López de Guayana) mujeres, dos de ellas
Santiago http://sucesosdeguayana.com/sit menores de edad, tenían su
Danielis 18 e/index.php?mod=detalle&s=2 propia banda y mantenían
González &d=22580&tit=DESMANTEL secuestrado al comprador
Perdomo AN%20BANDA%20DE%20M de oro Jaime Baustista
Dos 15 UJERES%20SECUESTRADO Núñez (41). Fueron
adolesce RAS%20%7C%20POLICIALE atrapadas por el Gaes.
ntes S
5 Michelle 23 25 de febrero de 2014 (El Sol Nueva Esparta. A través
Gabriela de Margarita) de una operación realizada
Porras http://www.elsoldemargarita.co en la urbanización El
Hernánd m.ve/posts/post/id:128653/Apre Paraíso II, en la Isla de
ez henden-a-mujer-por-presuntos- Margarita, fue aprehendida
v%C3%ADnculos-con-delito- la mujer junto a Johan
de-secuestro- Khalil, de 22 años, por
Documento TSJ: estar solicitados por el
http://sucre.tsj.gob.ve/DECISIO delito de secuestro breve
NES/2014/MARZO/1196-2- agravado. La detenida fue
RP01-P-2014-000321-.HTML puesta a la orden del Fiscal
Quinto del Ministerio
Publico del estado Nueva
Esparta.
6 Dayana 21 6 de marzo de 2014 (Diario El Estado Sucre. Fueron
del Cumanés) detenidas 11 personas
Carmen http://www.elcumanes.com/201 entre ellas las tres damas,
Hernánd 4/03/desmantelada-banda-el- todos miembros de la
ez carro-azul.html banda delictiva “El carro
Martínez azul”. Se dedicaban al
secuestro y la extorsión en
las entidades de Cumaná,

195
Margarita y Puerto La
Cruz. El 25 de febrero
habían detenido a la
ciudadana Michelle
Gabriela Porras
Hernández, también
integrante de la banda.
Hasta la fecha de la
publicación de la nota, las
ciudadanas Inés Fabiola
Rojas, CIV-15.361.789,
Elizabeth Silva, CIV-
5.370.022 estaban
solicitadas por el Gaes
oriental.
7 Nelka 24 Abril de 2014 (El Fortín de Estado Bolívar.
Carolina Guayana) Funcionarios del
García http://elfortindeguayana.com/35 Destacamento de
Brito 541-detienen-a-mujer- Seguridad Urbana (Desur-
implicada-en-secuestro/ San Felix) detuvieron a la
mujer por presuntamente
ocultar un vehículo
proveniente del delito, que
estaba solicitado desde el
23 de abril de 2014, por el
delito de robo genérico y
presunto secuestro, según
expediente K-14-0071-
02730.
8 Iris 44 6 de mayo de 2014. (Noticias Estado Aragua. Una
Natalia 24) mujer simuló el secuestro
Ortiz
http://www.primicia.com.ve/suc de su hijo el 06 de mayo en
Alvarado
Iris del 18 esos/acusada-mujer-que- un centro comercial
Valle simulo-el-secuestro-de-su- ubicado en la urbanización
Urrieta hijo.html Parque Aragua en Maracay
Ortiz junto a su hija de 18 años.

196
9 Génesis 24 8 de mayo de 2014 (El Siglo de Estado Zulia. Según la
Johana Aragua) nota, la mujer implicada en
Colmena http://elfortindeguayana.com/35 el hecho se presentó en la
rez 541-detienen-a-mujer- parada de la línea ubicada
Olivero implicada-en-secuestro/ en Morichal con un
“jovencito” y solicitó una
carrera para un reconocido
hotel a un taxista, pero la
intención de los supuestos
usuarios era cometer el
secuestro. Según la policía
la aprehendida es conocida
como "La Génesis”. Para
la fecha de la publicación
de la nota, la mujer quedó
a la orden de la Fiscalía
8va del estado Zulia.
10 Mayra 24 10 de mayo de 2014 (La Patilla) Estado Aragua. Mayra
Alejandr http://www.lapatilla.com/site/20 Alejandra Palacios
a 14/05/10/detenida-mujer-que- Hernández fue privada de
Palacios simulo-secuestro-de-su-hijo/ libertad por presuntamente
Hernánd haber simulado el
ez secuestro de su hijo de tres
Natalia 44 meses, ocurrido el martes
Ortiz 06 de mayo en un centro
Alvarado comercial en Maracay
Valle 18 estado Aragua. Las otras
Urrieta dos damas eran madre e
Ortiz hija.
S/I S/I
11 Yusnelis 19 14 de mayo de 2014 (Correo del Estado Bolívar. La mujer
Josefina Caroní) junto a cuatro personas
Curaman http://www.correodelcaroni.co más, quedaron arrestados
m/index.php/sucesos/item/1374 el martes 13 de mayo por
8-captura-a-implicados-en- funcionarios del Cicpc, por
secuestro-y-asesinato-de-un- el secuestro, extorsión y
trabajador-de-corpoelec muerte de Gilberto García

197
Reyes, de 49 años.
12 Marilyn 37 30 de mayo de 2014 (Noticias Estado Zulia.
del Valle 24) Funcionarios del Core 3
Manzanil http://www.noticias24.com/ven rescataron a dos víctimas
la ezuela/noticia/241285/funcionar de secuestro exprés en
Carrizo ios-del-core-5-rescataron-a-dos- Maracaibo. La mujer
victimas-de-secuestro-expres- admitió, según detalla la
en-maracaibo/ nota de Noticias 24, que
además de cuidar a las
víctimas, había llamado a
los familiares para solicitar
el dinero por el rescate. La
banda cobraba cerca de 30
a 40 mil bolívares por la
liberación de las personas
secuestradas de manera
“express”.
13 Carolina S/I 10 de junio de 2014 (Diario La Estado Zulia. Carolina
Gutiérrez Verdad) Gutiérrez y Kevin Daniel
http://www.laverdad.com/suces Briceño simularon el
Mercede S/I os/53979-padres-planifican-el- secuestro de su propio hijo,
s del secuestro-de-su-hijo-y- con la participación de
Carmen sobrino.html Mercedes del Carmen
López López Espinoza (y otros
Espinoza hombres), quien se hacía
pasar como “la
secuestradora”. La nota
del medio relata que “en
los interrogatorios
Gutiérrez admitió que la
intención del simulacro era
sacarle cuatro millones de
bolívares al padrastro del
mayor de los niños, quien
es dueño de una ferretería
y una hacienda, bajo la
amenaza de atentar contra

198
la integridad física de los
pequeños”.
14 Ankrys 30 19 de junio de 2014 (Diario El Estado Anzoátegui. En El
Carol Tiempo) Tigre cayó abatida la
Moreno http://eltiempo.com.ve/sucesos/ mujer y su pareja
operativo/policias-ultimaron-a- (Diovaldo Javier Ortiz) en
pareja-de-presuntos- enfrentamiento con el
plagiarios/143587 Gaes, por estar involucrada
en el secuestro de un
hermano del propietario de
una finca en el municipio
Pedro María Freites, según
la nota de El Tiempo.
Presuntamente formaban
parte de la banda de “El
Chaulin”, dedicada al
secuestro en el sur de la
entidad oriental.
15 Lusgledy 35 17 de junio de Estado Delta Amacuro.
s Carrión 2014(Globovisión) El 2 de abril de 2014 la
http://globovision.com/enjuicia ciudadana Lusgledys
n-a-mujer-que-simulo-su- Carrión simuló un
secuestro-en-delta-amacuro/ secuestro (delito tipificado
en la Ley contra el
Secuestro). El Ministerio
Público la acusó por
simulación de secuestro,
así como el uso de
adolescente para delinquir.
16 Carolina S/I 17 de junio de 2014 (Diario La Estado Miranda. Dos
Del Valle Voz) niños desaparecidos en el
http://www.diariolavoz.net/201 sector El 100, aledaño con
4/06/17/menores-extraviados- la comunidad de Sotillo, en
terminaron-siendo- Mamporal, fueron
secuestrados-en-mamporal/ privados de su libertad por
dos hombres y una mujer,

199
quienes exigieron al padre
de los menores un pago
por información y la
entrega de los mismos.
17 Angélica 28 27 de junio de 2014 (Diario La Estado Zulia. Simuló
María Verdad) secuestro “para sacarle
Martínez http://www.laverdad.com/suces dinero a sus padres”, según
os/55164-mujer-simulo- titula el Diario La Verdad.
secuestro-para-sacarle-dinero-a- La nota detalla que la
sus-padres.html mujer viajó a Margarita y
desde la isla notificó a sus
familiares que estaba en
cautiverio, incluso envió
fotos donde se veía
maniatada. El Gaes inició
las investigaciones y
determinó que todo era
falso. Fue detenida ayer en
el aeropuerto de La
Chinita.
18 Dayana 21 8 de julio de 2014. (Diario El Estado Táchira. El
Rivas Nacional) Ministerio Público acusó a
http://www.el- Dayana Rivas y su pareja,
nacional.com/regiones/Detuvier según la publicación del
on-pareja-vinculada-secuestro- Diario La Nación, por el
universitaria_0_442155781.htm secuestro y posterior
l asesinato de la estudiante
24 de agosto de 2014 (Diario La de Arquitectura del
Nación) Instituto Politécnico
http://www.lanacion.com.ve/su Santiago Mariño, Bárbara
cesos/mp-acuso-a-pareja-de- Vivas Moreno (22), cuyo
universitarios-por-crimen-de- cuerpo fue encontrado el
barbara-vivas-moreno/ 1° de julio en el sector
Loma del Viento, vía
Chorro El Indio, San
Cristobal. Según las
investigaciones, los

200
delincuentes habrían
pedido 2 millones de
bolívares a los familiares
por el rescate.
19 Yorvis 27 16 de junio de 2014 (La Patilla) Estado Miranda. El
Pernalete http://www.lapatilla.com/site/20 Ministerio Público acusó a
14/06/16/acusan-a-una-mujer- Yorvis Pernalete,
por-secuestro-de-manager-de- presuntamente vinculada
caramelos-de-cianuro/ con el secuestro del
mánager de la agrupación
musical Caramelos de
Cianuro, Libero Iaizzo
(35), cuyo cuerpo sin vida
fue encontrado el 23 de
marzo de 2012, en el
Kilómetro 1 de Filas de
Mariche, municipio Sucre
del estado Miranda. Los
fiscales 48° nacional y 35º
del Área Metropolitana de
Caracas (AMC), Víctor
Hugo Barreto y Regino
Cova, respectivamente,
acusaron a Pernalete por la
presunta comisión de los
delitos de secuestro en
grado de complicidad,
asociación para delinquir y
aprovechamiento de objeto
proveniente del delito. La
mujer, contra quien existía
una orden de aprehensión,
fue detenida el 05 de abril
de 2014 en Puerto La Cruz
por funcionarios de la
Policía del estado
Anzoátegui.

201
20 Naileth 38 14 de julio de 2014 (La Patilla) Estado Guárico. Ante las
Torres http://www.lapatilla.com/site/20 pruebas presentadas por el
14/07/14/con-23-anos-de- Ministerio Público, fueron
prision-condenanaron-a-cuatro- condenados a 23 años de
personas-por-secuestro-y- prisión tres hombres y una
posterior-muerte-de- mujer por el secuestro y
septuagenaria-en-guarico/ posterior muerte de la
comerciante Rosa Gil de
Burgos (76), a quien se
llevaron de su casa el 30
de agosto de 2012, en la
población de El Sombrero,
estado Guárico, y fue
hallada sin vida el 28 de
septiembre de ese mismo
año, en Calabozo.
21 Janeth S/I 16 de julio de 2014 (La Patilla) Estado Miranda. El
Duarte http://www.lapatilla.com/site/20 Ministerio Público acusó a
Aparicio 14/07/16/acusan-a-seis- dos mujeres y cuatro
Hilay S/I personas-por-secuestro-y- hombres, entre ellos uno
Herrera muerte-de-comerciante-chileno/ de nacionalidad
colombiana, por su
presunta vinculación con el
secuestro y posterior
muerte del comerciante
chileno Fernando Enrique
Urrea Abarca (63), quien
fue plagiado el 29 de abril
de 2014, en la parroquia
Petare, municipio Sucre
del estado Miranda.
22 Nelsybet S/I 17 de julio de 2014 (Últimas Estado Carabobo. Junto a
h Noticias) otros tres hombres admitió
Martínez http://www.ultimasnoticias.com su responsabilidad en
.ve/noticias/actualidad/sucesos/ el secuestro del beisbolista
condenan-a-tres-hombres-y- profesional Wilson Ramos,
una-mujer-por-secuestro-.aspx ocurrido el 09 de

202
noviembre de 2011 en
Valencia, estado
Carabobo. La mujer había
sido detenida el 13 de
diciembre de 2011, en su
residencia ubicada en el
sector Santa Inés, en
Valencia, tras una orden de
aprehensión solicitada por
el Ministerio Público y
acordada por la referida
instancia judicial.
23 Yuledzy 21 30 de julio de 2014 (Diario El Estado Miranda. Según la
Blanco Nacional) nota firmada por Angélica
Carrillo Lugo (En Manzanares
http://www.el- vivieron la agonía de un
nacional.com/sucesos/Manzana secuestro), en el sector
res-vivieron-agonia- Manzanares de Baruta, en
secuestro_0_454754658.html Caracas, dos jóvenes iban
a ser secuestrados por
cuatro personas, entre ellos
su taxista de confianza y la
mujer de 21 años. “El jefe
del 171 de Polibaruta,
oficial jefe Julio Vergara,
dijo que tanto el taxista
como otro de los
delincuentes tienen
expedientes policiales”.
Según la nota, el
Ministerio Público los
presentaría ante un tribunal
de control del Área
Metropolitana de
Caracas por estar
presuntamente vinculados
con el intento de secuestro.

203
24 Herminia 54 29 de agosto de 2014 (Agencia Estado Carabobo.
Antonia Carabobeña de Noticias) Secuestraron a un bebé de
Mendoza http://acn.com.ve/sucesos/a-la- 27 días de nacido, el 24 de
carcel-de-tocuyito- agosto de 2014, en el
Omaira 39 secuestradoras-del-bebe-de- hospital Adolfo Prince
Hermina puerto-cabello/ Lara, en Puerto Cabello,
Espinoza estado Carabobo
Mendoza
25 S/I 26 12 de septiembre de 2014 (El Estado Zulia.
Diario de Los Andes) Funcionarios de la Policía
http://diariodelosandes.com/ind de Francisco Javier Pulgar
ex.php?r=site/noticiaprincipal& y comisión del Cuerpo de
id=942 Policía Bolivariana del
estado Zulia (Cpbez)
lograron capturar a tres
hombres y una mujer (no
identificada) por intentar
cometer un robo y
secuestrar a un productor
de plátanos en la zona Sur
del Lago. La mujer
pertenecía a la banda "Los
Cachacos Urabeños".
26 Carmen 39 7 de octubre de 2014. (Correo Estado Aragua. Una
Luisa del Caroní) mujer de 39 años de edad
Arcila https://correodelcaroni.com/ind fue detenida la mañana del
ex.php/sucesos/item/20990- lunes en el punto de
capturan-a-mujer-solicitada- control Casa Blanca,
por-secuestro ubicado en Tumeremo.
Según informó José
Ricardo Pernía, jefe
estadal de la Policía
científica (Cicpc), estaba
solicitada por el delito de
secuestro desde hace seis
años.
27 S/I 15 11 de octubre 2014 (Diario La Estado Zulia. Un

204
Verdad) reportaje titulado “Mafias
http://www.laverdad.com/suces con aroma de mujer”
os/62003-mafias-con-aroma-de- publicado por el Diario La
mujer.html Verdad reseñó que el 11 de
octubre de 2014 una
adolescente de 15 años
comandó el secuestro
exprés de un taxista. La
joven y sus dos cómplices,
ambos menores de edad,
están presos. El caso lo
investiga la Fiscalía 37 del
Ministerio Público
28 Milady 45 16 de octubre de 2014 (Última Estado Portuguesa. Un
Carolina Hora-Portuguesa) Publicación millón de dólares exigían
Vásquez hecha el 3 de noviembre de por la liberación los
2014 delincuentes implicados en
http://ultimahoradigital.com/ne el secuestro del joven José
ws/noticiaunica.php?id=52339 Rafael Terán Berbesí (27),
hijo del conocido
comerciante y dirigente
revolucionario Julián
Terán, hecho suscitado el
pasado 16 de octubre en
las puertas de su residencia
ubicada en la urbanización
San Francisco de Guanare.
Junto a otros hombres eran
miembros de una banda
dedicada al secuestro.
29 Hilary 18 2 de noviembre de 2014 (La Estado Barinas. Según la
Michelle Prensa de Barinas) nota las mujeres
Villarreal http://laprensadebarinas.com.ve pertenecían a la banda
Martínez /nueva/xxview.php?ArtID=180 "Las Pegadoras",
, alias 371 conformada por hombres y
"La mujeres que se dedican al
Pelirroja" secuestro en Barinas.

205
Erika 35
Yolanda
Farías
Medina,
alias “la
Gata”.
30 Karelis S/I 5 de noviembre de 2014 Estado Zulia. Fue
Briceño (Ministerio Público) condenado a 14 años y seis
Yrenis S/I meses de prisión Kelvin
Gutiérrez http://www.mp.gob.ve/web/gue Briceño, tras admitir haber
(madre
st/unidad-antiextorsion-y- secuestrado a su hijo de 18
del niño)
secuestro?p_p_id=101_INSTA meses y a un sobrino de
NCE_1I6p&p_p_lifecycle=0&p tres años de edad, el 07 de
_p_state=maximized&p_p_mod junio. Las mujeres pasaron
e=view&p_p_col_id=column- a juicio por los delitos de
2&p_p_col_pos=1&p_p_col_co secuestro con
unt=2&_101_INSTANCE_1I6p circunstancias agravantes y
_struts_action=%2Fasset_publi asociación para delinquir.
sher%2Fview_content&_101_I
NSTANCE_1I6p_urlTitle=mini
sterio-publico-logro-condena-
para-hombre-por-secuestro-de-
dos-ninos-en-
zulia&_101_INSTANCE_1I6p
_type=content&redirect=%2Fw
eb%2Fguest%2Funidad-
antiextorsion-y-secuestro
31 S/I 23 16 de noviembre de 2014 Estado Guárico. Gaes
(Diario La Antena) detuvo a una mujer de 23
años de edad de profesión
educadora, quien simuló
estar secuestrada; y al
mismo tiempo pedía
mediante mensajes de
textos una fuerte cantidad
de dinero por su liberación.
32 S/I 17 22 de noviembre de 2014 Estado Portuguesa. Una

206
S/I 16 (Última Hora-Portuguesa) adolescente de 17 años de
http://ultimahoradigital.com/ne edad simuló su secuestro
S/I 41
ws/noticiaunica.php?id=53104 con complicidad de una
mujer de 41 años, un
sujeto de 18 (su novio) y
otra adolescente de 16
años.
33 Karen 24 28 de noviembre de 2014 Estado Anzoátegui. El
Quijada (Correo del Orinoco) Comando Nacional
Velásque http://www.correodelorinoco.go Antiextorsión y Secuestro
z b.ve/regiones/desarticulada- (Conas) desarticuló una
banda-dedicada-al-secuestro- organización delictiva
estado-anzoategui/ dedicada al secuestro en
los municipios de la zona
sur del estado Anzoátegui.
Aprehendieron a cuatro
personas presuntamente
involucradas en el
secuestro de una persona
en la población de El
Tigre.
34 S/I S/I 2 de diciembre de 2014 Estado Miranda. Gaes-
(Últimas Noticias) Dtto Capital desarticuló
S/I S/I http://www.ultimasnoticias.com banda dedicada al
.ve/noticias/actualidad/sucesos/ secuestro en Caracas.
gnb-desmantela-banda--el-plan- Detuvieron a nueve
-dedicada-al-secuest.aspx personas entre ellas dos
mujeres. Habrían
interceptado a un
ciudadano griego a la
salida de su residencia,
ubicada en el centro de la
ciudad. A través de
llamadas telefónicas
anónimas varios sujetos
amenazaron a los
familiares de la víctima y

207
exigían 2 millones de
bolívares de pago por su
liberación.

N. de casos 34
Total de mujeres 51 Edades de las Estado de Venezuela
participantes secuestradoras donde ocurrió el delito
9 Zulia 8
15-18 Bolívar 2
19-28 14 Aragua 3
Miranda 4
Sucre 1
Carabobo 2
14 Guárico 2
29-60 Anzoátegui 2
Sin edad 13 Nueva Esparta 2
Barinas 1
Delta Amacuro
Portuguesa 2
Lara
Monagas
Táchira 1
Yaracuy
Vargas
Simulación de 8 Mujeres abatidas por 2
secuestro organismos de
seguridad
Secuestro de 4 Bandas lideradas por 2
menores mujeres
Mujeres funcionarios N/A
de organismos de
seguridad

208

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