Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Garma Angel - Sadismo y Masoquismo en La Conducta Humana

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 166

SADISMO Y MASOQUISMO

EN LA CONDUCTA HUMANA
,
ANGEL GARMA

SADISMO Y MASOQUISMO
EN LA
CONDUCTA HUMANA

TERCERA EDICION AUM ENTADA

BIBLIOTECA DE PSICOANALISIS DE LA
ASOCIACIO N PSICOAN ALITICA ARGENTINA

EDITORIAL NOVA• BUENOS AIRES


Copyright by Angel Garma.

ÍNDICE GENERAL

Pág.
Prólogo a la tercera edición 11
Prefacio 13
LAS GUERRAS 17
Los SUICIDIOS 31
La pérdida del objeto libidinoso 31
Psicología de los est:idos depresivos 34
La agresividad en el suicidio . . 41
La representación de la muerte en el suicida 51
La agresión hacia el exterior y la recuperación del objeto libidinoso
en el suicidio 57
Vivencias infantiles y constitución 69
Conclusión . . . . . . . . . . . . . . 79
LAS NEUROSIS 0BSESIVAS 81
Sintomatología 81
Psicoanálisis de la personalidad obsesiva:
El ello 83
El yo .. i03
El superyo 118
Psicoanálisis de los síntomas obsesivos:
Obsesiones de suciedad 126
Escrúpulos obsesivos .. 134
Supersticiones . . . . . . 137
Control del yo y magia obsesiva 142
Obsesiones por contraste y dudas 149
Sexualización del pensamiento 154
Placer obsesivo . . . . . . . . 158
Lucha secundaria y carácter obsesivo 160
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 Inici~ción y evolución de la neurosis obsesiva 164
IMPRESO EN LA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA
El tratamiento psicoanalítico de la neurosis obsesiva 168
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

Pág.
LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES, Su GÉNESIS AFECTIVA: 173
Emociones y úlcera gastroduodenal:
Teorías psicológicas de la génesis de la úlcera .. 188
La regresión oraldigestiva . . . . . . 193
Los alimentos como sustitutos de objetos genitales 201
La mordedura digestiva . . . . . . . . . . . . 206
La imago materna en el ulceroso gastroduodenal 220
La génesis de la úlcera .. 229
ARTHUR R.IMBAUD . . . . 247
La familia de Arthur Rimbaud 248
La vida de Arthur Rimbaud: ÍNDICE DE LÁMINAS
La infancia . . 251
La pubertad 253 FRENTE A p ÁG.
Rimbaud-Verlaine 256
Años de madurez 260 GusTAVE DoRÉ: La Divina Comedia. "Los suicidas" 56
Psicoanálisis de Rimbaud: DAVID: La muerte de Sócrates 57
Psicología de las fugas 262 La desconocida del Sena 72
Otros rasgos de carácter 271 MILLAIS: El suicidio de Ofelia 73
Psicología de la homosexualidad 280
El Baptisterio de Florencia (detalle) 246
Nueva tentativa de curación y años de madurez 288
Estudios psiquiátricos sobre Arthur Rimbaud . . . . 292 ARTHUR RIMBAUD 247

fREUD, EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO Y LA MEDICINA CONTEMPO-


RÁNEA . . . . . ......................... · · 29'.5
Bibliografía:
Las guerras 315
Los suicidios 316
Las neurosis obsesivas . . . . 317
Las úlceras gástricas y duodenales 319
Indice áe láminas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
'

PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN

Dos nuevos capítulos han sido incluídos en esta tercera edi-


ción. El primero, extenso, trata detalladamente de la génesis
de una enfermedad importante y frecuente, como es la úlcera
gastroduodenal. En él he seguido la tendencia de la medicina
moderna de exponer resultados de investiga'Ciones en trastor-
nos psicosomáticos. Pero el motivo más profundo de este ca-
pítulo ha sido el que, a través deil rrmicroscopio" psicoanalí-
tico, sea posible observar con perfecta claridad, en sujetos
con úlcera gastroduodenal, cómo se condicionan reaccwnes ma-
soquistas, de trascendencia orgánica, por aceptación, interna-
tización y perpetuación de actuaciones sádicas exteriores. Además,
en ulcerosos gastroduodenales las diferentes reacciones sadomaso-
quistas pueden ser delimitadas, clasificadas y apreciadas en sus
diferentes aspectos, por depender ellas no sólo de las actuaciones
sádicas exteriores, sino también de la intensidad y calidad de las
fuerzas instintivas en las sucesivas fases precoces del desarrollo
humano.
El conocimiento previo de la génesis de las guerras, de los
suicidios y de una enfermedad psíquica, como la neurosis obse-
siva, ayudará a comprender el origen de la úlcera gastroduo-
denal, por la actuación de ,procesos psíquicos que transmiten
continuamente sus impulsos al cuerpo, porque también ellos se
han originado en procesos corporales como, por ejemplo, los ali-
menticios, con los que el niño aprende a satisfacer simunlánea-
111e11 f e sus necesidades nutritivas y afectivas. Es un hecho sobre
el qlfe Freud insistió repetidamente, también a través de su con-
cisa f ras(' de que el yo es ante todo corporal.
12 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA H UMANA

El otro capítulo nuevo se refiere a la terapia psicoanalítica


y la infliiencia de Freud en la medicina curaüva. Era necesaria
la inclusión de este ca:pítulo final después de haber descrito pro-
cesos patológicos penosos, que no deben ser estudiados solamente
con objetividad fría, sino también con el calor humano de los
que comprendieron y ayudaron a sus semejantes. Así hizo Freud
que en sus tratamientos psicoanalíticos reunió la investigación PREFACIO
profunda y la resoltución eficaz de las dolencias de sus enfermos.
Como con ello influyó decisivamente en las concepciones actua-
les de la génesis, tratamiento y ,prevención de cualquier enfer- El yo humano constituye aparentemente una unidad. Se es-
medad, uno de los mejores títulos de gloria que le correspondería fuerz,a en coordinar energías contrapuestas y en anular discre-
a Freud, sería el de organizador de la medicina contemporánea. pancias existentes en el psiquismo. En su actividad se deja guiar
No ha sufrido modificaciones el resto del libro, aparte de la por determinados propósitos generales, que le sirven de Principios
inclusión en e! lugar correspondiente de cada capítulo de las de conducta.
añadiduras finales de la segunda edición. No hay duda que uno de eltos es el de dar a la vida del indi-
1

viduo un aspecto agradable, buscando lo que le produce satis-


Buenos Aires, julio de 1952. facción. Siguiendo la terminología psicoanalítica se describe este
comportamiento diciendo que el yo actúa obedeciendo a un prin-
ÁNGEL GARMA cipio de búsqueda de placer y de rechazo de lo doloroso.
También se sabe que el predominio del principio del placer
en el yo no siempre es posible por las circunstancias en que tiene
que desenvolverse el ser humano. Existe el ambiente exterior que
impone al yo exigencias que le obligan a diferir su anhelo de sa-
tisfacción inmediata. Tiene, pues, que someterse al denominado
principio de la realidad, que si bien no anula al principio del
placer, por lo menos lio refrena en su capacidad de reaUzación.
La búsqueda del dolor, propio o ajeno, no parece ser una de
las finalidades generales del yo. Sin embargo, el examen sincero
de la vida individual y social señala /,a existencia de mucho más
dolor del que creq,rían solas las circunstancias no humanas de
la vida.
Freud ha insistido sobre la frecuencia de tal cantidad de dolor
innecesario. Lo ha explicado como algo buscado para sí por el
hombre mismo, impulsado simplemente por la satisfacción de
obtenerlo. También esta afirmación del genial hombre de ciencia
ha desjJertado incredulidad, aun en ambientes psicoanalíticos.
14 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA PREFACIO 15

Ello se debe a que, en su fondo psíquico, cada uno sigue domi- menos temidos se ahuyenta su peligro real o aparente. Aunque
nado por su infancia y cierra los ojos, mediante la r,epresión, ellro no ocurra con la sencillez con que p,arece indicarlo la f amasa
ante lo que le resulta mol.esto. sentencia, debemos seguir sus indicaciones, guiados siempre por
Verdaderamente cuesta trabajo aceptar su existencia en el ser el afán de ir buscando un futuro mejor, libre de algunas de las
humano. Pero negar la producción por el hombre, innecesaria- elaboraciones instintivas del presente que son perniciosas para el
mente y sin provecho alguno, de dolor en la vida, es sólo una ser humano.
ilusión negativa, que pretende dejar satisfecho, en la fantasía, un
anhelo no confirmado por los datos de la realidad. Buenos Aires, abril de 1943.
Si no tuviese más trascendencia que acallar un displacer, tal
ilusión tranquilizadora debería ser bien recibida. Pero su acep-
tación no es innocua y debe luchar contra ella toda persona
guiada por un afán de buscar un mayor bienestar para sus seme-
jantes y para sí misma. Los fenómenos desagradables, que enmas-
cara, no dejan de existir y producir consecuencias por el mero
hecho de ser negados.
Se ayuda más al ser humano y al progreso cultural siguiendo
la conducta contraria, es decir, la de descubrir las tendencias in-
dividuales ocuttas que conspiran contra los deseos conscientes de
placer. Sólo así pueden estudiarse esas tendencias para precaverse
contra ellas y hasta para orientarlas en un sentido mejor.
Por lo tanto, hay que tener el valor de afirmar que rigiendo
la vida humana junto a tendencias de amor existen otras de
muerte. Estas ú~timas, mezcladas con las ,primeras originan los
fenómenos psíquicos sádicos y masoquistas. De su actuación se
debe tener en cuenta que las perversiones manifiestas son sus exte-
riorizaciones menos frecuentes y que tienen mucho más impor-
tancia en otros aspectos complejos, donde no se los puede señalar
tan fácilmente.
Esta comprobación justifica el presente libro, que pretende ir
en busca del sadismo y masoquismo ocultos, psicoanalizando los
f enómenos complicados que los enmascarian. Las guerras, los sui-
cidios, las neurosis obsesivas y el análisis de un artista genial nos
suministrarán cuatro puntos ,Je mira útiFes, para localizar el ins-
1in fo de muerte en el inconsciente humano.
Flavit et dissipati sunt es el lema que Freud quiso dar a la in-
11/'sl i.~ación psicoanalítica, para señalar que examinando fenó-


LAS GUERRAS

A11ssi bien que la paix la g11erre a ses


douct1trs.
CHÉNIER.

¿Cómo se explican corrientemente las guerras? En los tiempos


presentes, en que la economía tiene tanta importancia, una de
las explicaciones preferidas gira alrededor de la vida económica
de los pueblos. Se suele afirmar que las naciones luchan para
defender sus propias riquezas o para apoderarse de las ajenas.
En otros tiempos se explicaban de otro modo y se hablaba de
orgullo nacional ultrajado o de diferencias de credo religioso.
Pero estas explicaciones han pasado a segundo término.
No hay duda que los factores económicos intervienen en la
génesis de las guerras y que las explicaciones de este tipo tienen
fuerza persuasiva. Sin embargo, el hecho de que hayan existido
guerras entre pueblos salvajes y también entre pueblos civilizados,
en las que ninguno de los combatientes obraba impulsado por el
afán de conseguir ventajas económicas, parece demostrar que no
hay que considerar a la economía como el factor único en las
empresas bélicas.
El factor primordial en la génesis de las guerras parece ser el
mismo que el que ocasiona una pelea entre dos individuos cuales-
quiera. Es un factor de tipo biológico-psíquico, llamado agresi-
vidad humana. Son los instintos agresivos, que perduran en to-
dos los individuos, los que impulsan a los hombres a luchar. Esta
agresividad humana, dominada socialmente en épocas tranquilas,
acecha siempre el momento propicio para manifestarse y por ello,
18 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS GUERRAS 19

cuando se acumula una serie de circunstancias propicias -que dad. Los menores incorregibles se convierten en niños bien edu-
pueden ser de orden económico o bien deberse al orgullo nacional, cados, cariñosos y socialmente útiles.
a diferencias ideológicas sobre la estructura del Estado, etc.-, También en algunas oportunidades, la trama literaria se re-
la agresividad sale de su encierro para manifestarse libremente en fiere a locos furiosos que han sido llevados a su triste situación
todas sus horribles dimensiones. por haber sido maltratados moralmente por las personas de su
La existencia de esta agresividad latente no es un factor agra- ambiente y que se curan cuando se les saca del manicomio y se
dable en las relaciones humanas. De ahí que se hagan hoy cons- les sitúa en un ambiente más placentero. Otras veces son cre-
tantes esfuerzos para dominarla, tanto en el individuo como en dos políticos los que afirman, por ejemplo, que el origen de la
los pueblos. Hay hombres que tienen muchas tendencias agresivas maldad humana reside en la propiedad individual o en el prin-
y otros que no las tienen. En términos de psicología popular, a cipio de autoridad, y que si no existiesen éstos, se acabarían las
los primeros se les llama hombres "malos" y a los segundos, hom- guerras y el bienestar social reinaría en el mundo. Algo aná-
bres "buenos". Pero con esta clasificación nuestro afán de cono- logo dijo también, en hermosas palabras, Don Quijote, cuando,
cimiento no está, ni remotamente, satisfecho. En nosotros surge en medio de los pastores, y tomando un puñado de bellotas en
además la pregunta de si los hombres malos han sido malos desde la mano, recordó los felices tiempos en los que "se ignoraba las
su nacimiento por tener tendencias agresivas intensas de origen palabras de tuyo y mío". Según Don Quijote, "todo era paz
hereditario, o si, por el contrario, nacieron buenos y luego fueron entonces, todo amistad, todo concordia".
pervertidos por el ambiente social en que tuvieron que vivir. No hay duda de que esta teoría conmueve y alegra el ánimo.
Resulta más agradable la segunda teoría, es decir, la que afirma Y, sin embargo, lo más probable es que sea errónea. Nada prue-
la bondad congénita en el hombre. Según ella la maldad existe ba la no existencia de la "maldad" congénita en el hombre. Las
en el mundo porque la vida social influye de un modo perjudi- observaciones realizadas en niños y en adultos parecen señalar la
cial en el desarrollo del espíritu humano. No hay duda de que existencia muy precoz de instintos agresivos intensos, cuyo des-
se trata de una teoría apetecible. En el fondo de todos los hom- arrollo no ha sido motivado por el ambiente en que el individuo
bres permite entrever un alma blanca y angelical que persiste en se encontraba. Puede ser verdad lo que se oye decir corriente-
todas las circunstancias, aunque esté más o menos cubierta por mente de que la sociedad modifica desfavorablemente al hombre,
capas de maldad que; según esa teoría, la sociedad les ha obligado pero no hace que sea cierta la teoría citada de que el hombre,
a ponerse encima. abandonado a su evolución natural, se convertiría en un ser bon-
Cuando se expone esta teoría, su éxito entre el público está dadoso, altruísta y amable.
completamente asegurado. ¿Quién, por ejemplo, no ha visto cier- Esa teoría y sus reflejos literarios e ideológicos son ilusiones
tas obras teatrales o cinematográficas en las que se describe a originadas por el afán de no ver o de no modificar algo desagra-
niños delincuentes? Sucede en ellas que estos niños han cometido dable. Este algo es la agresividad humana.
un delito por haber vivido en un ambiente cruel que los ha per- La etnología y la psicología permiten suponer que, desde los
vertido. Detenidos, los niños han sido internados en un reforma- primeros tiempos de existencia de la especie humana, entre todos
torio y, como se les trata mal, se refuerza aún más su perv,ersidad los seres que desde entonces hasta ahora pueblan la tierra, el
moral. Pero un día feliz llega allí un educador inteligente. Éste hombre fué uno de los más crueles. Ni siquiera respetó a sus
sustituye los métodos inhumanos de tratamiento por otros bon- semejantes, al revés de lo que suele ocurrir en las especies anima-
dadosos, y con ello, como por encanto, desaparece toda mal- les. Si actualmente el hombre no siempre es así, se debe a que la
20 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS GUERRAS 21

evolución cultural, a través de milenios, ha conseguido dominar iguales. Y si la comunidad decidía elegir un jefe, éste ya no tenía
1a agresividad, modificando el psiquismo del individuo. la plenitud de derechos que había tenido el antiguo jefe.
¿Qué aspecto tuvo tal evolución cultural? Si queremos repre- En esta comunidad de hermanos la agresividad individual den-
sentarnos al hombre en los primeros tiempos de su existencia es tro del grupo no podía ser bien vista, porque debilitaba la cohe-
verosímil admitir que su agresividad se manifestaba libremente. sión entre los individuos, y el grupo necesitaba mantener la uni-
En el primitivo no debían existir los imperativos morales, que dad para poder seguir existiendo en su nueva forma social. Tal
:ahora obran como freno en el individuo cuando piensa en come- necesidad debió traer consigo el establecimiento de leyes o de ta-
ter una mala acción. Entonces el único freno psíquico a la agre- búes que frenasen la agresividad individual.
sividad debía ser la tendencia de amor o de cariño hacia otra Posiblemente uno de estos tabúes fué el de la endogamia. Exi-
persona, ya que, antes como ahora, duele el hacer daño a alguien gía que un individuo buscase su futura muj,er fuera del grupo en
querido. Pero a un semejante que le era molesto o indiferente, que vivía. Con ello las mujeres del propio grupo, a las que dicho
el hombre primitivo seguramente no vacilaría en agredirle, si sus individuo veía diariamente y que eran para él, en cierto modo,
fuerzas se lo permitían. sagradas, no debían despertar amor, ni tampoco las rivalidades que
Darwin, y con él otros investigadores, supone que las primeras el amor trae consigo. ·
comunidades que hayan existido debieron estar constituídas por Otro medio, para vencer la agresividad individual dentro del
un grupo de individuos dominados por el más fuerte de ellos. Es grupo, debió ser el dirigirla hacia el exterior. Para ello se buscaba
decir que, según Darwin, en aquellos remotos tiempos vivían re- un enemigo exterior, por ejemplo una tribu vecina, y contra él
unidos un jefe poderoso, que gozaba de todos los derechos, y un se luchaba, sirviendo la lucha para unir aún más a los del mismo,
grupo de individuos sometidos a aquél. ¿Cómo cambió esta situa- grupo. Así la agresividad existente dentro del grupo encontraba
ción? Datos psicológicos y datos etnológicos apoyan la siguiente un cauce exterior en que satisfacerse, sin dañar a la cohesión
hipótesis sobre el cambio de la estructura social primitiva. Todo interior.
hace suponer que los individuos más débiles y sometidos se aliaron En esta fase de la evolución cultural existen, pues, en vez de
entre sí y se pusieron de acuerdo para matar al jefe poderoso, lo luchas internas entre individuos de un grupo, luchas externas en
que consiguieron uniendo las fuerzas de todos ellos. Y una vez contra de tribus vecinas. Es decir, existe ya lo que ahora se llaman
asesinado, los triunfadores, según Freud, debieron celebrar su vic- guerras. Es esta organización social primitiva de la agresividad
toria en una orgía canibalística, devorando el cadáver del jefe. la que persiste aún en la actualidad en las épocas de guerra. En
Así surgió una nueva situación social. Pero había un peligro: efecto, la nación o naciones que pelean contra otras constituyen
que uno de los triunfadores, más fuerte o más inteligente que los grupos de individuos que pueden satisfacer su agresividad diri-
¿tros, intentase imponerse a los demás. Si lo conseguía, se volvía giéndola en contra del enemigo, estando, en cambio, severamente
de nuevo a la situación anterior, es decir, a algo que la mayoría prohibido realizar la agresividad dentro del propio grupo.
no deseaba. Es éste el momento indicado para dejar momentáneamente de
Para evitar este posible peligro, sólo había un medio. Era, sen- lado el estudio de la agresividad y para examinar otro fenómeno
cillamente, el que los triunfadores del antiguo jefe persistiesen en psíquico, que también interviene en la génesis de las guerras. Se
su alianza, impidiendo todas las tentativas de supremacía indivi- trata del siguiente. Por extraño que ello parezca, en todo ser
dual. Con lo que se originó lo que se puede llamar una comunidad humano existen, no solamente deseos agresivos, sino también de-
de hermanos. En ella todos los individuos eran en cierto modo seos de buscar el propio dolor.
22 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS GUERRAS n

Es fácil exponer una serie de casos clínicos que apoyan la exterior y se procura ver lo que ocurre dentro de nosotros, nues-
tesis anterior, pero me limitaré a citar solamente uno. Es el de tra mirada interior no alcanza a ese compartimiento. De ahí que se
una mujer neurótica, que, en el curso del tratamiento psicoana- le denomine sistema psíquico inconsciente (no subconsciente).
lítico, refiere el siguiente recuerdo infantil: Un día fué a casa Ahora bien, los instintos humanos -y entre ellos las tenden-
del dentista para que éste le extrajese un diente cariado. El den- cias agresivas y de sufrimiento, que las investigaciones psicoanalí-
tista realizó la extracción sin el empleo de anestesia, lo cual no ticas equiparan al sadismo y masoquismo- proceden del com-
produciría ningún placer a cualquier persona normal. Pero, se- partimiento inconsciente y luego pasan al consciente. Pero no
gún sus propias palabras, a la enferma la operación le agradó siempre les es esto posible, porque en el paso de un compartimien-
tanto que al día siguiente volvió de nuevo para que el dentista le to a otro existe una fuerza psíquica que obra como un portero
arrancase otro diente que no le molestaba lo más mínimo. Y severo, con la orden de no dejar pasar aquello que es desagradable
quiso volver todavía una tercera vez con el mismo objeto, pero al yo del individuo. Lo desagradable es retenido en el comparti-
su madre se opuso al darse cuenta de su conducta anormal. miento inconsciente; en psicoanálisis se dice entonces que ha sido
Ha sido el estudio de estos enfermos lo que ha permitido al reprimido.
psicoanalista descubrir y conocer la tendencia al propio sufri- Es eso lo que suele suceder con los deseos agresivos y de sufri-
miento, que ya se vislumbraba anteriormente en los datos sumi- miento. En gran parte se hallan reprimidos. Pero hay que tener
nistrados por el examen de las perversiones sexuales de tipo maso- en cuenta que los instintos son algo vivo y que no se destruyen
quista. El psicoanalista ha podido comprobar, además, que este por el solo hecho de reprimírselos. Aun después de una represión
fenómeno extraño existe también en personas normales, aunque intensa, continuamente hacen fuerza para salir de su encierro y
en ellas la intensidad es menor. Los enfermos del tipo citado, al procuran llevar al individuo a situaciones en las que no haya más
presentar exagerados sus deseos de sufrimiento, son como carica- remedio que satisfacerlos.
turas en las que aparecen exagerados rasgos normales. Pero para Según un cuento árabe, hubo en Damasco un sirviente que
el estudio psicológico presentan la ventaja de que en ellos es más quiso huir de la muerte. En cierta ocasión, todo tembloroso, este
fácil observar lo que pasa inadvertido en la normalidad. sirviente contó a su amo lo que temía: Durante la noche había
Al hablar de las tendencias agresivas se discutió si estas tenden- soñado que la Muerte le iba a esperar un día determinado en la
cias eran congénitas o creadas por el influjo desfavorable del am- plaza de Damasco. Por ello y con objeto de evitar el peligroso
biente. El mismo problema se plantea también con los deseos de encuentro, pidió permiso a su amo para trasladarse a la Meca en
sufrimiento, y se pueden presentar opiniones diversas que defien- ese día. Y así lo hizo. Pero cuando llegó a la Meca, se encontró
den cada una de las dos posibles teorías. Lo más probable es allí con la Muerte misma y entonces recordó que el lugar con que
que se trate de deseos congénitos que durante la vida del indivi- soñó no era Damasco, sino la Meca. Se había, pues, equivocado
duo pueden ser reforzados por circunstancias exteriores. de lugar en la evocación lúcida de lo soñado. Pero ya era tarde
El psicoanálisis afirma que en el alma humana hay como dos para reparar su fatal error y la Muerte cumplió su cometido.
compartimientos distintos. Uno de ellos es pequeño y presenta la Vale decir que inconscientemente el sirviente citado había ido
particularidad de que el individuo se da cuenta de lo que en él t·n busca de la Muerte.
ocurre. De ahí que se le designe con el nombre de siste111,a psí- Algo análogo ocurre con los instintos reprimidos. Impulsan al
r¡uico consciente. El otro compartimiento es mucho mayor y sólo liombre a colocarse, sin que se dé cuenta, en situaciones en que
~,e le conoce indirectamente. Cuando se cierra los ojos al mundo pueden encontrar su satisfacción. Es decir, que inconsciente-
24 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS GUERRAS 25

mente hacen buscar al hombre situaciones en que no tiene más p1c1as, como son la tendencia al poderío, motivos de orgullo
remedio que ser agresivo o en las que encuentra dolor. Y una de nacional herido, la necesidad de mejorar la economía del país,
esas situaciones buscadas es la guerra. el espacio vital y muchas más. Dichas circunstancias pueden tener
En resumen, las guerras ocurren, no solamente porque el hom- una importancia decisiva en señalar el momento en que la gue-
bre tiene deseos agresivos, sino también porque desea sufrir. Y rra se inicia y en precisar su duración y su curso, pero no son
aun previendo las críticas que ocasionará la siguiente afirmación, las que aclaran la génesis de las guerras.
se puede decir que tanto intervienen las tendencias agresivas como Debemos a Freud una ingeniosa teoría para explicar la for-
los deseos de sufrimiento en la géncús de l:.:~ contiendas humanas. mación de los instintos. Según él, al originarse la vida, es decir,
Sadismo y masoquismo humanos son las causas de las guerras. cuando por primera vez, y por un proceso que desconocemos,
Hay todavía un tercer factor que también interviene en la la sustancia inorganizada se convirtió en sustancia orgánica, en
génesis de las guerras: según ha demostrado el psicoanálisis, la idea el seno de esta primitiva sustancia orgánica se crearon dos ten-
de la propia muerte está intensamente reprimida, si es que existe. dencias distintas. Una era la de volver al estado anterior, es decir,
Tanto es así, que muchos pueblos salvajes parecen ignorar, al la tendencia a convertirse de nuevo en sustancia sin vida. La
menos de manera consciente, lo que significa la muerte natural. otra tendencia era la de continuar la progresión vital, creciendo,
Para ellos la muerte es siempre una consecuencia de accidentes desarrollándose y uniéndose a otras sustancias orgánicas, para
fortuitos que ocurren al individuo y creen que sin tales accidentes constituir entidades cada vez más complicadas. Freud asimila
el hombre seguiría viviendo eternamente. esta última tendencia a lo que Platón designó con el nombre de
El primitivo se considera inmortal. Solamente el observar la Eros, que pretende reunir entre sí a los seres vivos; a la primera
muerte de otras personas o de otros seres vivos crea en él, secunda- tendencia, que busca la cesación de la vida, llamóla Freud instin-
riamente, la idea de la propia muerte. También para el hombre to de muerte o T ánatos. Del instinto de la muerte deriva el
civilizado la idea de la propia muerte tiene escasas resonancias instinto de destrucción, que puede estar dirigido hacia el exte-
psíquicas conscientes. Por eso, al iniciarse una guerra, los indivi- rior o bien contra el sujeto mismo, originándose así los deseos
duos no piensan seriamente, con la intensidad debida, en su posible agresivos o sádicos y los deseos de sufrimiento o masoquistas, que
triste fin durante la contienda. intervienen en las guerras y en otros fenómenos individuales o
La existencia de este factor explica el poco interés en evitar sociales.
una guerra, que puede ser fatal. La represión de la idea de la Estos instintos primarios persisten aún en todos los seres
propia muerte aclara el sentido de la tranquilidad, y hasta el vivos. Nunca se presentan en estado de pureza, sino que se aso-
júbilo en algunos casos, con que el pueblo suele recibir la noticia cian el uno con el otro, dando origen a las diversas manifestacio-
de la declaración de guerra. El miedo a la muerte suele presentarse nes de la vida y de la muerte.
después, al ver de cerca los muertos y los heridos y al ver caer La cultura es obra de los instintos eróticos, en el sentido pla-
bombas y balas, al mismo tiempo que se vive sufriendo una serie tónico de esta palabra. El Eros se esfuerza en reunir a los hom-
de privaciones y de dolores físicos o morales. bres, creando comunidades de tipo superior. Los instintos de b
La no creencia en la posibilidad de la propia muerte, la presen- m ucrte o de la destrucción se oponen a esta dicha constructiva,
cia de deseos sádicos y también la existencia de deseos masoquis- obstaculizando la evolución cultural.
tas crean la situación psicológica que origina las guerras. A estos Resulta interesante observar más de cerca el modo de actuar
factores esenciales se añaden secundariamente circunstancias pro- dt· los factores psíquicos estudiados, que tan esenciales son en b
26 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA. LAS GUERRAS 27

génesis de las guerras. Sobre. todo, el modo de actuar del sadismo la conciencia no tiene derecho a protestar. En este caso el robo
y del masoquismo, porque el tercero, es decir, la no creencia en parece ser algo permitido. Así se engaña a veces a la conciencia.
la propia muerte, solamente obra suprimiendo obstáculos a la Lo mismo que con el deseo de robar, del proverbio, sucede con
exteriorización de los otros dos. el sadismo. En efecto, éste suele ser satisfecho al amparo de una
Los deseos sádicos no sólo ocasionan las guerras, sino que motivación moral. Así, cuando algún gobernante de siglos pasa-
intervienen también en otras manifestaciones sociales. A veces dos encarcelaba y martirizaba a un enemigo político, es posible
aparecen en forma casi pura, como en el caso de los combates de que lo hiciese pensando que de este modo cuidaba del bienestar de
boxeo, de las corridas de toros y de las persecuciones religiosas o sus gobernados, no dándose cuenta de que al mismo tiempo satis-
raciales que la humanidad practica de vez en cuando. Otras veces facía su propio odio y sus propios deseos agresivos. Y es también
sus manifestaciones son más imprecisas. Pero se debe tener en lo que ocurre en otras situaciones análogas pasadas y presentes.
cuenta que en las relaciones humanas hay una gran cantidad de ¿Qué es lo que sucede en las guerras? La liberación de los
dolor innecesario, que existe solamente porque satisface deseos hu- deseos sádicos del yugo de la conciencia se hace también al am-
manos agresivos y de sufrimiento, de origen inconsciente. Si la paro de una motivación moral. Los combatientes creen que lu-
sociedad no ha vencido todavía muchos de los obstáculos que se chan para vengar el ultraje del orgullo nacional, para imponer
interponen en su búsqueda de bienestar, no es porque ello sea su religión a pueblos infieles o para librarse de la opresión a que
imposible, sino porque inconscientemente no desea removerlos, los tiene sometidos una nación enemiga. Pero no saben que en la
para que siga existiendo el dolor humano. Es ésta una conclusión guerra lo que realmente satisfacen son sus deseos sádicos o ma-
desconsoladora, sobre todo para personas animadas de un anhelo soquistas.
ferviente de mejora social y de afán de ayuda mutua. La expe- Después de lo dicho no hay que creer que en las guerras inter-
riencia de vida, acelerada en épocas en que, como la actual, la vienen solamente las motivaciones citadas. Hay también moti-
humanidad pasa por una fase de crueldad, tiende a confirmar vos importantes de tipo racional que son los que obligan a una
la conclusión anterior y a descubrir la verdad que expresa la nación agredida a librarse de la agresión inmotivada, del mis-
conocida frase hamo homini lupus. mo modo que un individuo asaltado en un lugar solitario debe
Normalmente, los deseos sádicos están dominados por esa ins- ponerse en condiciones de vencer a sus atacantes. Para ello la
tancia psíquica que se conoce con el nombre de conciencia y que nación agredida pone -y debe hacerlo lo más intensamente que
no permite que el individuo haga "lo que le da la gana", como pueda- en libertad sus propios instintos agresivos, que hasta en-
se dice corrientemente. "La conciencia hace de todos nosotros l onces habían seguido otros cauces o que estaban en estado latente.
unos cobardes", exclama Hamlet. Y a~í ocurre realmente. La Ni aun en épocas de calma internacional conviene despreocuparse
conciencia nos dice que no debemos ser agresivos. La conciencia de la verdad que encierra el proverbio: si vis pacem, para bellum.
aun pretende más. En su carga actual de perfeccionamiento ¿Cómo se evitan las guerras? Aquí surge la imagen del paci-
moral nos dice que amemos también a nuestros enemigos, pero fismo con todos sus encantos. Pero son encantos falaces. Todavía
en este último punto generalmente no se suelen seguir sus man- l1;1cc pocos años la humanidad vivía una época de clamor pacifis-
datos. 1:,. Todo el mundo gritaba entonces contra las guerras y todos
Hay un proverbio conocido: "el que roba a un ladrón, tiene .d:,baban el amor fraternal entre las naciones. Y, sin embargo,
cien años de perdón". ¿Qué indica este proverbio? Robar es en 1\1si sin transición, a ese pacifismo ha sucedido la segunda gue-
sí algo malo, pero si se roba a un ladrón, ya las cosas cambian y rr:1 mundial. ¿Cómo ha sido esto posible?
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS GUERRAS 29
28

Ese cambio brusco no tiene nada de extraño. Psicológicamente se consiga encauzarlo en acciones no perjudiciales y en actos útiles,
se puede demostrar que el pacifismo y las guerras son dos fenó- realizando así lo que el psicoanálisis conoce con el nombre de
menos que en parte provienen de la misma fuente. sublimación. Entonces las desavenencias existentes entre Jos hom-
Existe una enfermedad psíquica que estudiaremos más ade- bres, que desencadenan las guerras, serán solucionadas por me-
lante, la neurosis obsesiva, en la que los pacientes tienen a menudo dios más razonables que por batallas y habrá menos dolor sobre
una compasión exagerada que se manifiesta en cuidados excesivos la tierra. Pero es posible que esta solución bienhechora sólo se
del bienestar de los demás. Son personas que se conmueven fácil- alcance en los dominios de la Utopía.
mente por el dolor ajeno, que tienen lágrimas fáciles y que pro-
testan con frecuencia de las crueldades de la vida. Algunos de
sus actos obsesivos tienen por finalidad el evitar posibles desgracias
a sus semejantes. Si ven una piedra en el camino, aunque ésta
sea pequeña, piensan que el paso de un auto por allí, a gran ve-
locidad, podría causar un accidente. Se sienten entonces con la
obligación imperiosa de quitar de en medio del camino la piedra
que ha provocado estas reflexiones. Psicoanalizando a estos in-
dividuos, a primera vista tan buenos, se encuentran, sin excep-
ción, en su psiquismo intensos deseos sádicos, el anhelo de causar
daño a los demás. Su compasión exagerada es una tentativa psí-
quica de dominar su agresividad. Es algo que en psicoanálisis se
conoce con el nombre de formación reactiva.
El pacifismo corriente tiene, en parte, un origen análogo. Es
una formación reactiva destinada a encubrir deseos sádicos laten-
tes. Esto nos explica su escasa eficacia y la facilidad con que
un pueblo pacifista puede convertirse rápidamente en un pueblo
lleno de intenso afán guerrero. Citando solamente un ejemplo,
de antes de la guerra pasada, baste recordar que las novelas pa-
cifistas, que más éxito habían tenido en esos años, eran casi todas
de origen alemán y que su mayor éxito había sido alcanzado en
Alemania misma.
No es el pacifismo o el negar la existencia del sadismo y del
masoquismo humanos, como factores congénitos, lo que va a sal-
var a la humanidad del azote de la guerra, ni siquiera cuando sus
enseñanzas se apliquen en las tempranas edades del hombre, por
ejemplo, impidiendo que los niños tengan soldados de plomo o
que jueguen a ser soldados. Las guerras solamente desaparecerán
cuando se conozca bien claramente el sadomasoquismo humano y
LOS SUICIDIOS

¿Por qué vosotros, hombres, cuando habláis de


algo, en seguida decís: esto es bueno, esto es malo?
Con eso, ¿habéis explorado las conexiones íntimas
de la acción? ¿Sabéis con seguridad exponer las
causas de por qué sucedió, de por qué tuvo que
suceder? Si supierais esto, no emitiríais vuestros jui-
cios con tanta ligereza.
GoE.THE.

El suicidio es un fenómeno psicológico provocado por una


serie de factores, entre los que se destacan los del ambiente.
En efecto, las estadísticas demuestran claramente que el nú-
mero de suicidios varía respondiendo a acontec1m1entos suce-
didos en el ambiente familiar o social del individuo. ¿Cómo
ocurre esto?

LA PÉRDIDA DEL OBJETO LIBIDINOSO

Es frecuente la descripción de casos de suicidio motivados


por un grave quebranto económico o por la muerte de una per-
sona querida. ¿Cuál es la psicología de estos suicidios?
La muerte de la persona amada o el quebranto económico los
.~icnte el individuo como pérdidas irreparables. Para dicho indi-
viduo la vida carece de interés, ya que se considera incapaz de
.satisfacer gran parte de sus deseos. Al perder su vida el carácter
interesante o agradable, no nos extraña que el individuo piense
poner fin a su existencia, suicidándose.
Psicoanalíticamente se podría expresar este hecho diciendo que
32 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMAN A LOS SUICIDIOS 33

la pérdida de un objeto libidinoso muy valioso es una de las mo- bía conducido a la habitación de su amada. Por ello, Melibea, al
tivaciones del suicidio 1. suicidarse, exclama ( veinteno acto) :
El suicida desea desaparecer de la vida, del mismo modo que
Su muerte conviene a la mía; convídame y fuerza que sea pres-
para él ha desaparecido su objeto libidinoso. Existe, en cierto to, sin dilación; muéstrame que he de ser despeñada por seguille en
modo, una identificación con el objeto perdido y también con lodo 1 •
la suerte acaecida a este objeto.
La identificación con una persona querida que ha muerto es Resumiendo estas consideraciones, psicoanalíticamente se pue-
a veces tan intensa que puede conducir a desear la misrn.a muerte de trazar el siguiente diagrama:
que aquélla. Esto ocurre, por ejemplo, en el suicidio de Melibea
Pérdida del objeto libidinoso
en La Celestina. El amante de Melibea, Calisto, murió de una
caída al intentar descender rápidamente por la escala que le ha- l
Deseo del :)'O de recuperar Imposibilidad de recuperar
1 Varios ejemplos en la literatura: --~~--
el objeto perdido el objeto perdido
En Los ,nnantes de Teritel, acto tercero, escena XI:
MARS!LLA
El ajeno dolor no quita el mío.
l
Identificación del yo con el
¿Con q'ué llenáis el hórrido vacío objeto perdido
que el alma siente, de su bien privada?
i Padre, sin Isabel, para Marsilla
no hay en el mundo nada!
l
SUICIDIO

Por eso en mi doliente desvarío


sed bárbara de sangre me devora. mirad, mujeres mías! ¡La diadema del mundo se funde! (Antonio muere.) ... Tendría
Verterla a ríos para hartarme quiero, derecho a arrojar mi cetro a los dioses insultantes, a decirles que este mundo igualaba
y cuando más que derramar no tenga, .11 suyo, antes de q1te nos hubiesen robado nuestra joya. . . En estas cmtdiciones, ¿es un
la de 1nis venas soltará 1ni acero. rrimen precipitarse en la secreta morada de la muerte, antes de que la muerte ose venir
,, nos? ...
En la misma obra, acto cuarto escena X:
En la Biblia, III Reyes 16:
IsADEL
15 En el año veintisiete de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar Zimri ...
... su desgraciado amor es quien le mata. 16 y el pueblo que estaba en el campo oyó decir: Zimri ha hecho conjuración y ha
Delirante le dije: "Te aborrezco"; muerto al rey. Entonces todo Israel levantó el mismo día por rey sobre Israel a Omri,
él creyó la sacrílega palabra, ¡¡cncral del ejército, en el campo.
y expiró de dolor. 17
En Dmt Álvaro o la f1terza del sino, jornada tercera, escena III: 18 Mas viendo Zimri t01nada la ciudad, m-etióse en el palacio áe la casa real, y pegó
DoN ÁLvARO / 11r Ko a la casa consigo: asi murió.

¡ Sevilla! ¡Guadalquivir! También en la Biblia, II Samuel 17:


¡ Cuál atormentáis mi mente! 23 Y Achitophel, viendo que no se había puesto Por obra su consejo, enalbardó su
¡ Noche en que vi de repente ·""º y levantóse, y fuése a su casa en su ciudad; 'Y después de disponer acerca de su casa,
mis breves dichas huir! ... ,i/mrcóse y murió, y fué sepultado en el sepulcro de su padre.
¡Oh, qué carga es el vivir! ... En la siguiente noticia, publicada en un periódico el 23 de febrero de 1935, se
En Antonio y Cleopatra, de Shakespeare, acto cuarto, escena XIII: pul'dc también observar en el hecho de buscar la misma muerte, la identificación con la
prnona querida muerta:
CLEOPATRA. - ¡Oh, el más noble de los hombres! ¿Deseas morir? ¿No te cuidas de
mí? ¿Quedaré en este triste mundo, que, tú ausente, no vale más que ,m establo? ¡Oh, f,ondrcs, 22. - ·se ha comprobado que las dos muchachas norteamericanas desesperadas
34 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LOS SUICIDIOS 35

\ll yo. La fórmula de "los autorreproches son acusaciones" (Die


PSICOLOGÍA DE LOS ESTADOS DEPRESIVOS
1..:../agen sind Anklagen) resume las conclusiones de Freud. Es
decir, el melancólico, cuando dirige su agresividad contra sí mis-
El suicidio es un acto de autosadismo intenso. El yo realiza
1110, en realidad quiere atacar un objeto ext_ e rior 1.
una acción agresiva contra sí, de una fuerza tal que consigue
destruirse. Estudiemos ahora el suicidio desde este punto de vista Para hacer más comprensible este mecanismo psicológico de
de la autoagresión. l.t melancolía, voy a intentar su demostración en varios casos
La enfermedad psíquica en que seguramente es más intenso concretos, siguiendo una trayectoria un poco distinta de la de
i:rcud, pero que nos lleva a la misma meta.
el peligro del suicidio es la melancolía. Preguntados los melan-
.cólicos acerca de los motivos de sus ideas de suicidio, nos con- En los límites de la normalidad hay un estado psicológico
testan que con su muerte quieren rehuir una vida desagradable que presenta características parecidas a las que ofrece el estado
o que buscan la muerte para castigarse por sus múltiples culpas. melancólico patológico. Este estado es el del duelo; es decir, el
Las tendencias autoagresivas del melancólico no se manifiestan estado de tristeza en que se encuentra un individuo que ha su-
solamente en sus ideas de suicidio, sino también en los reproches frido la muerte de una persona querida.
que por diferentes motivos se hacen a sí mismos. Supongamos el caso de un hombre enamorado intensamente
"Las ideas delirantes no faltan en ningún caso palpable de de una mujer, que, por un accidente inevitable, ha muerto. Este
melancolía y toman la forma de la ruina económica, corporal y hombre se encuentra en un período de tristeza que se conoce con
psíquica." Así, los enfermos piensan "que se han conducido de el nombre de duelo. Durante su trascurso, el yo de este hombre
un modo indigno, que no hay nada que pueda salvarlos"; "re- va disminuyendo lentamente la intensidad de las cargas afectivas
visan involuntariamente toda su vida en busca de sus culpas; dirigidas a la representación intrapsíquica de la mujer amada.
convierten pequeñas faltas o acciones inocentes en grandes pe- Este trabajo de disminución de la intensidad de las cargas
cados". También se creen causantes de las desgracias que ocurren .tfectivas -trabajo del duelo, según la denominación de Freud-
a su alrededor. "Piensan que son culpables de que los otros pa- va acompañado de tristeza. El hombre recuerda cada una de las
cientes estén enfermos, de que alguno se haya muerto... Se les escenas felices vividas con la mujer desaparecida y este recordar
ocurre que, a causa de sus pecados, todo el mundo debe despre- le emociona y le ocasiona dolor .
ciarlos ... Creen que serán castigados en este mundo y en el otro, En ese período de duelo la apreciación de la realidad sufre
casi siempre de un modo horrible." 1 ;1.~imismo una perturbación parcial; al hombre la vida le parece
Freud ha demostrado que las quejas del melancólico son re- poco interesante, el mundo incoloro y hasta desagradable. Sus
proches que el enfermo hace a un objeto que ha introyectado en propias actividades las realiza de un modo mecánico. A veces se
por la muerte de los dos aviadores ingleses que perecieron en la catástrofe aérea de Messina,
presentan en él también tendencias autoagresivas, v. gr. en forma
se suicidaron. Las dos muchachas abrieron la puerta del avión y se lanzaron al espacio de deseos de muerte, de causarse daño arañándose, arrancándose
cogidas de la mano, •. Las muchachas habían adquirido todos los asientos del avión y habían los pelos o cometiendo otros actos de violencia contra sí mismo.
persuadido al piloto que cerrara la puerta y cubriera la ventana que separa el puesto de
Estas tendencias autoagresivas se observan claramente en los ritos
mando del resto de la cabina. , , Las hermanas habbn mantenido una estrecha amistad
con el teniente aviador H. B. y el oficial aviador J. F., qua se encontraban entre los nueve
l Las obras psicoanalíticas más importantes en relación con el problema de la psico-
muertos en la catá1Strofe aérea de Sicilia.
ln¡;ía de la melancolía aparecen compiladas en el libro de A. GARMA y L. RASCOVSKY:Púco-
1 BLEULER: Lehrbuch der Psychiatrie, 4'' edición. Berlín, 1923. Ed. Springer, pág. 362.
.,,,,,filis de la melancolía, El Ateneo, Buenos Aires, 1948. (Biblioteca de Psicoanálisis).
LOS SUICIDIOS 37
36 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

de duelo de algunos pueblos, v. gr.: rasgarse las vestiduras, po- ciclad para el trabajo, autoacusaciones e ideas de ruina física y
1
nerse ceniza en la cabeza, no lavarse, etc. • moral en un plazo próximo.
Pero después de un tiempo más o menos largo, la capacidad La historia actual del enfermo era la siguiente: Desde hacía
emotiva de los recuerdos originados en la representación intra- años sostenía una relación amorosa íntima con una mujer de un
psíquica de la mujer amada se hace menor y el dolor es también nivel social muy inferior al suyo. Esta relación amorosa, a con-
menos intenso. El hombre se encuentra más libre. Con lo que secuencia de la diversidad de situación social, le había ocasio-
el duelo ha realizado su labor. nado algunos disgustos. Además, hacía un año, dicha mujer ha-
En el complejo psicológico del duelo por la muerte de una bía enfermado y su enfermedad estaba en relación con su vida
persona querida hay, pues, cuatro factores distintos: .~exual. Nuestro enfermo se sentía ligado a esta mujer y con la
19 Disminución de la intensidad de las tendencias afectivas obligación moral de continuar sus relaciones, a pesar del perjuicio
dirigidas a la representación intrapsíquica del objeto amado. social que pudiera ocasionarle. Sin embargo, el amor del enfermo
2 9 Tristeza. hacia ella había disminuído mucho.
39 Depreciación de la realidad. Casi de repente, y por motivos diversos, la situación social
4 9 Algunas tendencias agresivas en contra del yo. del enfermo mejoró intensamente. Ocupó un puesto de gran
Éste es el duelo que podría llamarse normal. Demos ahora responsabilidad y con grandes obligaciones sociales. A consecuen-
un paso en el sentido de la melancolía. Para ello supóngase que cia de este cambio su relación amorosa le perjudicaba aún más.
la muerte de la persona querida sea, en parte, consecuencia de El enfermo deseaba poner término a estas relaciones, pero no lo
una acción que cometió el yo. Por ejemplo: el caso de una madre hacía por considerarse obligado a no abandonar a la mujer, tanto
que, por no haber cuidado bien a su hijo enfermo, se siente cul- más cuanto que ésta se hallaba enferma. Pero al mismo tiempo
pable de la muerte de éste. La negligencia en el cumplimiento s-c sentía culpable frente a la sociedad por esta relación Íntima
de sus deberes maternales creará en ella un sentimiento de cul- que los demás desaprobaban.
pabilidad, tanto más intenso cuanto mayor sea el cariño hacia su En esta constelación psicológica el enfermo sufre, por parte
hijo muerto. Este sentimiento hará que se reproche su conducta de algunos de sus enemigos, varios ataques en su actuación pro-
para con su hijo, con lo que el duelo de esta madre presentará (csional y social, que lo asustan y lo enferman con el cuadro
con la tristeza del melancólico el parecido de la existencia de .1ntes citado de una depresión psicógena.
autorreproches intensos. ¿Por qué razón es incapaz de defenderse de los ataques de
Estudiemos ahora el mecanismo psicológico de la depresión sus enemigos? Una persona normal se hubiese librado fácilmente
psicógena. Para ello voy a describir sucintamente la psicogénesis de ellos, consiguiendo así un nuevo triunfo social. Pero mi en-
de la depresión de un enfermo que llevaba cerca de un año en (crmo se consideraba incapaz de ello a causa del sentimiento de
estado depresivo y que traté psicoanalíticamente. Uno de los l' u Ipabilidad.
síntomas principales era el de sus ideas de suicidio. Presentaba
El proceso psicológico era el siguiente: sus enemigos atacaban
además los síntomas corrientes de la depresión: tristeza, incapa-
:,11 actuación social y había un hecho de su vida que el enfermo
1 "Rápidamente acude la hermana de la reina; está empavorecida, pálida como una ,;onsideraba como digno de reproches. De tal forma, el incons-
muerta, y se arranca la piel del rostro co1t las 111,as y se golpea el pecho con los pniíos,
lanzándose a través de la muchedumbre, llamando a la que acaba de morir y grit ando su
1~ic11 tc del enfermo asimilaba los ataques de sus enemigos con los
nombre." (Eneida, canto IV, 670 , )
1'\'proches que él mismo se hacía. Frente a los ataques no podía
38 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 39

reaccionar normalmente, porque se consideraba en realidad cul- todavía el sentimiento de culpabilidad, el enfermo pudo atacar
pable por su relación amorosa, perjudicial para su actuación social. directamente a sus enemigos y consiguió con ello un triunfo en
Voy a exponer un sueño de este enfermo, en el que se ve con su vida social.
claridad este proceso psicológico. Es el siguiente: Los autorreproches del enfermo en la fase depresiva son, pues,
Estoy mirando un escaparate. A . .. y B . .. se acercan y me reproches que quería y no podía dirigir al exterior, debido a su
preguntan qué tal sigo. Me indigno con ellos, les grito violen- sentimiento de culpabilidad. Cuantos más ataques le dirigían sus
tamente. Les grito tanto, que ellos tienen que llamar a una per- enemigos, tanto mayores eran los reproches que él se hacía, con-
sona que no distingo bien. En este momento pienso en D ... .sccutivamente al aumento de la agresión reprimida. Y las ideas de
(su amante), me pongo muy triste y no puedo seguir hablando. suicidio del enfermo, lo mismo que los autorreproches, son ideas
A ... y B... son dos de las personas que más se distinguieron de m uerte dirigidas a sus enemigos que, secundariamente, se han
en los ataques al enfermo. Conociendo este dato, el sueño es per- vuelto contra el propio yo 1.
fectamente comprensible. El enfermo quiere librarse del ataque
1
de estas p ersonas; pero el pensar en su amante hace que no pueda En el célebre monólogo de Hamlet (acto tercero, escena I) se observa el momento
,·n que, ante la imposibilidad de luchar contra la agresión del exterior, el yo vuelve sus deseos
defenderse y se origina así su tristeza invencible. 1tHrcsivos contra sí mismo y piensa en el suicidio:
Repitamos, resumiendo, el mecanismo de la depresión del pa- lIAMLET. - ¡Ser o no ser: he aquí el problema! ¿Qué es más elevado para el espíritu:
ciente: ,11 f rir los golpes 'Y dardos de la insultante Fortuna, o tomar las armas contra un piélago de
19 Relación amorosa ambivalente, por ser desfavorable al yo. ,.,!.unid ades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¡Morir ... , dormir; no más! ¡Y pensar
q '"' con un sueño ,damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que cons-
2 9 Triunfo social que acarrea el que la ambivalencia de la
1111, yen la herencia de la carne! ¡He aq'UÍ un término devotamente apetecible! ¡Morir..•,
relación amorosa se haga aún más intensa. La relación amorosa dormir!
ocasiona sentimientos de culpabilidad en el enfermo: a), frente a TlAMLET plantea el problema de si se debe buscar un remedio a las calamidades me-
la sociedad, por la desigualdad social, y b), frente a la mujer, por ol i,11>t c la propia muerte. Se decide por la negativa, sometiéndose así a la ley divina (acto I,
,·,c. 2):
haberla enfermado.
¡ O que no· hubiese fijado el Eterno su ley contra el suicidio!
39 Ataques en la actuación social. El sentimiento de culpa-
Se trata de un asunto muy debatido, donde abundan opiniones contradictorias. Entre
bilidad impide que el enfermo reaccione a estos ataques agredien- 1.,, fil ósofos unos defienden la libertad de suicidarse, como lo hace SCHOPENHAUER (Acerca
do a sus enemigos. La agresión, reprimida por el sentimiento de .!,·/ \//iridio ):

culpabilidad, se convierte en autorreproches. Y de este modo se No hay nada en el mundo a lo cual se tenga mayor derecho que a disponer de la
propia vida y persona .
origina la depresión. 0 1ros filó sofos y entre ellos KANT (Conferencia en Konigsberg) lo critican severamente:
En el curso del psicoanálisis se consiguió disminuir el senti- El suicidio no es abominable porque Dios lo prohibe; Dios lo prohibe porque es
miento de culpabilidad del enfermo, con lo cual su agresividad abominable.

pudo dirigirse cada vez más al exterior, en vez de hacerlo contra F 1tc problema de la libertad de suicidarse trasciende más allá de lo que pretende este
,111 11d 10. S u psicoanálisis hay que hacerlo juntamente con el de las ideas religiosas y morales
sí mismo. Hubo una fase en el tratamiento en que dicha agresi- ,/ , 1 111di viduo y la sociedad.

vidad podía ya enfrentarse con el exterior; pero el sentimiento l( ..l.1cionad o con el monólogo de Hamlet, de si se debe buscar o no la muerte, está el
de culpabilidad era todavía lo suficientemente intenso como para "'"' 1 1.1n debatido del miedo como factor desencadenante de la autodestrucción. Ya lo señaló
~l 11 1·1.il , t·n uno de sus célebres epigramas, al afirmar que, cuando dejan de existir los halagos
impedir que se encaminase directamente a su meta. En esa fa- 1/1 1, vid.,, el cobarde se arrastra hacia la muerte y el valiente sigue viviendo.
se el enfermo atacaba a la sociedad en general, a la que consi- 1',·rn l'l hombre muy enamorado que se mata después de desaparecer su mujer intensa-
deraba causante de todos sus males. Ulteriormente, siendo m enor ''""'' 1111,•rida, un vasallo fiel que suicidándose sigue el destino de su jefe muerto o un
40 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 41

La melancolía endógena tiene una psicología parecida a la En resumen, según estos nuevos datos psicológicos, el origen
de la melancolía psicógena. Se debe tener en cuenta que las rela- de l~s ideas de suicidio puede representarse con el siguiente dia-
ciones afectivas del melancólico con los objetos del mundo ex- grama :
terior son siempre ambivalentes, aun en las fases no depresivas. Agresión del ambiente
Esta ambivalencia ocasiona con gran frecuencia conflictos que contra el yo
acarrean la pérdida del objeto libidinoso. Esta última puede ser
real o solamente intrapsíquica. La pérdida de un objeto libidi- 1
Sentimientos agresivos del Imposibilidad de realizar la
noso, causada ya por motivos reales o bien por motivos constitu- yo contra el ambiente --~<--- agresión
cionales, desencadena el mecanismo señalado de la depresión psi-
cógena 1 • l
Vuelta de la agresión
contra el yo
militar que se ofrenda para salvar a su patria no pueden ser vistos co1no personas miedosas.
Tampoco pueden ser calificadas simplemente de cobardes muchas personas, entre ellas algunas
geniales, que se han suicidado a consecuencia de la última guerra, en mon1cntos impresionantes
1
SUICIDIO
como fueron los prolegómenos crueles del desencadenamiento de la contienda o la toma de
París por los alemanes. Estos y otros ejemplos muestran que la psicología del suicidio es muy
amplia para que pueda descansar únicamente en la base reducida del miedo del suicida.
No debiéndose olvidar, por otra parte, que a menudo el miedo evita el suicidio. Dorothy
LA AGRESIVIDAD EN EL SUICIDIO
Parker, en Résumé, lo ridiculiza en los siguientes versos:

Razors pain you; La navaja te lastima;


Intentemos ahora comprobar, en diferentes casos prácticos,
Rivers are clamp; Les ríos están húmedos; la veracidad del proceso psicológico últimamente descrito. Es de-
Acids stain you; Los ácidos te ensucian; cir, examinemos si el suicidio es una agresión al exterior que,
And drugs cause cramp. Y las drogas producen calambres.
Guns aren't lawful; Las armas no están permitidas;
término, a reconocer a su madre como buena, aunque ésta no lo sea. Consecutivamente, el
Nooses give; El lazo corredizo cede; ., ujcto melancólico reprime y vuelve en contra de sí mismo sus agresiones anales y orales.
Gas smells awful; El gas huele mal;
Vale decir que se martiriza a sí mismo, guiado siempre por un afán de poseer psíquicamente
You might as well live. Bien puedes seguir viviendo. ., un objeto que el melancólico se esfuerza en creer bueno, como en la infancia anheló suc-
1 De un modo resumido, pero tenienáo en cuenta todos los factores y toda m comple- «.- ionar una leche materna buena.
¡iáaá psicoanalítica, la génesis y la psicología de la melancolía pueden ser expuestas señalando Los reproches inconscientes del sujeto a su objeto son iguales a los que él consciente-
ante todo que el melancólico psíquicamente rechaza deseos sádicoanales, de tipo eliminatorio y 11u·nte se hace a sí mismo, por el motivo de que en el curso de su vida el sujeto tuvo que
otros deseos orales canibalísticos, dirigidos contra el objeto libidinoso exterior, que, desvalori- 11-.1ccionar equiparándose (identificación) con el ambiente infantil perjudicial en que se
zándolo, es considerado como si fuese excremento. Esta actitud agresiva del sujeto ha sido l11lhba, y que condicionó su disposición melancólica. Dicho m:ís sencillamente: una madre
merecida por su objeto, ya sea por la mala conducta real de éste, o, más bien, por la trans- 11111 una agresividad determinada provoca en el hijo una agresividad de igual tipo, entre
ferencia sohre este objeto actual de las malas conductas de objetos libidinosos anteriores, princi- "' ro, motivos también porque tal reacción del hijo sería la más adecuada para poder defen-
palmente de los objetos infantiles, ante todo, de la madre. d,·1 ,e de aquélla. Pero corno esta agresividad reactiva del sujeto tiene que ser reprimida,
Pero la situación es paradójica, porque aun percibiendo inconscientemente como mala ,!.-ludo a la educación y a la necesidad de ac:leptar a la madre tal como sea y de no luchar
la conducta que el objeto libidinoso ha tenido hacia él, el sujeto melancólico se esfuerza , , 111ra ella, el sujeto se siente obligado a hacerse reproches a sí mismo por la agresividad
en mantenerlo psíquicamente, es decir, de estar en buena relación afectiva con él, debido q111, él ha desarro11ado, en respuesta a la agresividad materna. Se reprocha, pues, lo que le
a la necesidad de repetir una anterior actitud análoga frente a la madre, que a pesar de 11 1 provocado la madre, con lo que, en último término, hace reproches a ésta, aunque se
haberse conducido mal con él, tuvo que ser aceptada y mantenida en la infancia, ya que es l In ,que a sí mismo.
necesario someterse a la madre, porque nadie puede vivir sin la protección 1naterna. De ahí Por lo tanto: el melancólico se considera cr;minal por sus deseos de matar analmente
que en vez de hacer reproches a su objeto, el sujeto melancólico, paradójicamente, se los (e prrnon vulgar, enviar a la m ... ) y de destruir oralmente al objeto convertido en ex-
hace a sí mismo, porque se considera obligado a depender de su objeto o sea, en último 1.11·11a•11to. (El anhelo de comerlo indicia, por otra parte, el sometimiento al objeto malo.)
LOS SUICIDIOS ,13
42 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

secundariamente y por motivos diversos, se ha vuelto en contra modo: "Soy capaz -me dice- de llevar la mujer de quien estoy
del yo. Para ello nos apoyaremos en el estudio psicológico de ca- enamorado a la cama del hombre que la desea y luego suicidarme."
sos y tentativas de suicidios reales, luego en casos y tentativas El hombre que se apodera de la mujer que él ama, despierta en
de suicidio descritos en la literatura y, por último, en datos su- él un odio intenso; la neurosis del enfermo le impide satisfacer
ministrados por la estadística. dicho odio; finalmente el odio imposible de realizar se vuelve
Un enfermo que traté tenía la siguiente fantasía: se le ocu- contra el yo, originando la fantasía de suicidio.
rría pensar que se había declarado una guerra y que él se veía Fantasías parecidas a la anterior son relativamente frecuen-
obligado a ir como soldado a las trincheras. Recordaba una es- tes, sobre todo en forma atenuada. Así la novia de un enfermo
cena leída en un libro (Barbusse, Le Feu), en que unos soldados le dijo una vez que aun en el caso de estar casada con él, si ella
son lanzados al ataque de una trinchera enemiga. Tienen que se enamoraba de otro hombre, le abandonaría. Esta conversación
pasar por un sitio donde balas y granadas matan a muchos de f ué el origen de una fantasía del enfermo, en la que ocurría lo
ellos. En este momento de su fantasía, el enfermo se horroriza y .rnunciado. El enfermo siguió fantaseando de que, en dicho caso,
decide que, en caso de guerra y de movilización general, él se rnntinuaría comportándose muy bien con su mujer, la alimen-
suicidaría antes de ir a las trincheras. El análisis de esta fantasía ta ría y le cedería los hijos, para que pudiera ser completamente
de suicidio es el descrito anteriormente: las trincheras represen- ídiz. Después se suicidaría, ya que la vida no tendría más ob-
tan el ambiente agresivo; la obligación inevitable de ir a ellas it'to para él. La psicología de esta fantasía es la misma que la de
como soldado es la imposibilidad de sustraerse a la agresión; fi- Li fantas ía del enfermo anterior.
nalmente, el suicidio es la vuelta de la agresión imposible contra Un esquizofrénico, que se suicidó, tenía pocos días antes de
el propio yo del sujeto. u muerte, fantasías del tipo de la siguiente: se le ocurría la idea
Otro enfermo me relata un día una fantasía del siguiente dt· matar al enfermero que le vigilaba. Pensaba entonces que luego
El melancólico, se considera i11sig11ifica11te por no haber sido bien alimentado en la infancia.
le encerrarían en una cárcel. Pero como se demostraría que es-
O sea por no haber recibido, a través de la comida y del cariño materno, las satisfacciones
narcisísticas imprescindibles para el desarrollo eficaz de un autoaprecio positivo, que es algo 1,. que les impone la madre u objetos derivados, aunque ello sea injusto. Es éste el círculo
v inmo del melancólico. Ante conflictos afectivos sigue adoptando la misma actitud infantil
necesario para poder llevar una vida feliz.
Guía al melancólico, en su proceso patológico, un anhelo de convertirse en un individuo il, sometimiento oral. Se crean así aun más insatisfacciones, que tienen que ser resueltas
n orm al, capaz de querer a sus objetos y de ser feliz. Por eso lucha en contra de sus defor- "ll"di .rntc el mecanismo melancólico. El sujeto, de ser normal, debería rebelarse adecuadamente,
, 111110 ya estaría en condiciones de hacerlo, teniendo en cuenta que ha dejado de ser un
maciones psíquicas anteriores, provocadas por el ambiente perjudicial. No consigue sus fines,
1111111 y que dispone de un organismo adulto, capaz de conseguir su.s fines, alimenticios y
porque en vez de reprochar a la madre, u objetos similares, el haberle conformado así -lo
que en cierto modo le permitiría librarse de ella y modificar favorablemente su estructura ,,,1.,lcs, sin ayudas familiares perjudiciales.
psíquica buscando objetos sustitutivos más adecuados-, se h ace reproc,hes a sí mismo, por Fn la manía el yo consigue librarse de las situaciones infantiles y derivadas, mediante
no cruerer ry por odiar a un objeto que, por lo menos en parte, no merece ser querido. 1 11wr anismo psíquico de la negación de lo penoso. En vez de hacerse melancólicamente
Se hace reproches mediante su propio mperyo, creado a imagen de la madre, cuando 11 111 ,,, reproches por actitudes malas de sus objetos -o sea castigarse por no haber sido bien
ésta le reprochaba que, a la mala conducta de ella, él reaccionase defendiéndose mediante 1d1111e•111 ;1do por la madre-- el sujeto maníaco se afana en crear situaciones placrntcras más
11 1111· 110~ fantásticas, que corrigen a las anteriores situaciones frustradoras. Los ~ucle cfcctu?r
una agresividad adecuada, en vez de someterse pasivamente, como a la postre tuvo que ha-
cerlo. Pero de no someterse, la madre hubiese privado al niño de la alimentación impres- ,,¡, "' ,í,rándose con algún objeto, muchas veces agresivo, que le sirve de modelo y que e,
cindible. Este hecho explica que el melancólico renuncie a comer, cuando se autorreprocha "' 111y,·n.1do oralmente en el yo y snpi:ryo. (Es el disfraz de carnaval.) Suele ser un objete,
sus deseos a¡,,resivos. O sea que se aplica a sí mismo el castigo que él hubiese creído que 1!1lll' i,1 ,t 1ro 1 con las cu:1lidades o satisfacciones q'Ue el sujeto deseó poseer, pero teniendo tam-

la madre le iba a imponer, de no haber sido obediente y sumiso. ¡,,; ,, 111' ·" cualidades de tipo negativo. A pesar de tal identificación, frenan al sujeto o le
Vale decir que para librarse de la muerte por hambre (la más amplia insatisfacción l,•ovi.111 1h• sus tentativas de liberación, ya que le impiden alcanzar una verdadera satisfac-
instintiva y representante de otros insatisfacciones sexuales) el niño y el melancólico aceptan 11111 hl'lllt,d .
44 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 45

taba loco, le meterían en un sanatorio del Estado, donde, según Esto ocurre, por ejemplo, en el caso siguiente, citado por Ferri,
él, la familia solamente le podría visitar una vez al mes y donde referente al suicidio de una pareja 1 : "Amadeo sacó el revól-
llevaría una vida miserable. En esta fantasía se observa la agre- ver que había comprado el día antes. Rosina permanece absorta
sión en la idea de matar al enfermero; la imposibilidad de rea- en la contemplación del fin próximo; después, como reavivada
lizar estas ideas agresivas en el temor a ser encerrado en la cárcel por una súbita idea de gozar antes de morir, dice: "Hagámonos
y en un manicomio. Este deseo de agresión al exterior, imposible el amor (es decir, acariciémonos) antes de darnos la muerte... ".
de realizar, intervino en la motivación de su suicidio. Después, Rosina incita a Amadeo, que había llegado a vacilar,
El rey Carlos VIII de Francia era físicamente horrible y, a que la mate; él lo hace; pero entonces no tiene el valor de sui-
además, le olía espantosamente mal el aliento. Cuando entró en cidarse. Quizá el placer recientemente gozado había despertado
N ápoles, mandó traer un grupo de jóvenes pescadoras de Santa en él amor a la vida . .. " 2
,

Lucía y, eligiendo entre ellas a la más guapa, una preciosa mu- Lo mismo ocurre en el suicidio relatado por Paul Bourget en su
3
chacha de dieciséis años, pasó toda la noche en su compañía, novela El Discípulo • Dos enamorados quieren suicidarse. Pero an-
entregado a las delicias del amor. Al día siguiente, la muchacha, lcs de morir deciden realizar por primera vez el coito, que satisface
asqueada por la horrible noche, se subió a una roca y se suicidó plenamente al hombre, mientras que la mujer no experimenta na-
tirándose al mar 1. El suicidio de esta muchacha se debe a sus da. A consecuencia del placer sentido, la vida se convierte para el
deseos de matar al rey, que no pudo realizar y que se volvieron hombre en algo agradable y que, por lo tanto, no despierta en él
en contra de ella misma. Su suicidio, psicológicamente, significa deseos agresivos. Decide entonces evitar el suicidio. Pero la mujer,
querer matar al rey. q uc había permanecido frígida, sigue teniendo los mismos conflic-
1os psicológicos que antes y consuma el suicidio.
La agresividad dirigida al exterior es la que origina las ideas
de suicidio. Por ello, si la agresividad al exterior cambia de as- Freud señala repetidamente que son instintos eróticos los que
pecto por cualquier motivo, las ideas de suicidio se modifican. neutralizan los deseos agresivos, procedentes del instinto de muer-
Así, una enferma tenía al principio de su psicoanálisis ideas 1e. Los ejemplos anteriormente citados se refieren a situaciones

de suicidio. En el curso del tratamiento conseguí disminuir su heterosexuales directas, pero el mismo fenómeno se presenta tam-
agresividad al exterior, que se manifestaba especialmente en la liié n con la homosexualidad y con las sublimaciones instintivas.
relación con su marido. Esta modificación de la enferma trajo Nos lo demuestra la siguiente carta de BEETHOVEN a FRANZ
WEGELER:
como consecuencia el que ya no desease tanto suicidarse. Sin em-
bargo, sus conflictos infantiles, aun no resueltos, la empujaban Me hubiera suicidado hace tiempo si no hubiese leído en algún
todavía a desear la muerte. En esta fase, la enferma buscaba la l11 g,lr que es pecado el irse de la vida, mientras sea posible hacer algún
muerte a través de una enfermedad; para ello procuraba, por ,tr to bueno. La vida es muy hermosa, pero para mí está envenenada
ejemplo, no abrigarse, queriendo contraer una pulmonía que la p.,ra siempre.
m atase. Pensaba que entonces su marido no sufriría tanto como Sigamos examinando más casos de suicidio descritos en la li-
en el caso de haberse suicidado.
, F, ,un : Homicidio-snicidio, trad. de C. Peña. Ed. Rcus, Madrid, 1934, pág. 13 l.
Cuando el ambiente exterior deja de ser desagradable, desapa- :.: La c urs iva es mía.
rece la agresión y con ello cesan también los deseos de suicidio. 11
1
V, a•c m i trabaj o: Die R ealitiit 1t11d das Es in der Schizophcrnie. "Internationale
ii,, J11. (. Psyc hca nal.", tomo xvm, pág. 189, 1932, o su traducción española: La realidad
1 C itado en KLABUND: L os Bo rgias. Ed. Cénit. Mad rid , 1930, p ágs . 127 y 12 8. l' , / ../ /11 ,.,, /11 r., q11izofre11ia. "Archivos de Neurobiología", pág. 604, 19 31.
46 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 47

teratura, para comprobar si obedecen a las mismas leyes psico- obra con detención, observaremos la presencia de detalles que
lógicas que los que hasta ahora hemos descrito. confirman la existencia de una agresión intensa reprimida.
Alfredo de Vigny, en Chatterton, describe la motivación del Así, Werther dice: "Cuando sueño, no puedo librarme del
suicidio del protagonista del siguiente modo 1 : siguiente pensamiento: ¿qué sucedería si Alberto muriese?" 1 •
"Está atacado de una enfermedad moral, casi completamente Es decir, que los deseos de muerte de Alberto le obsesionan du-
incurable y muchas veces contagiosa; enfermedad terrible que rante el sueño. Sus sentimientos agresivos se manifiestan también
se apodera sobre todo de las almas jóvenes, ardientes y nuevas en en otra idea obsesiva: la de "creer que ha destruído la hermosa
la vida, que desean el amor de lo bello y lo justo y que vienen cordialidad entre Alberto y su esposa. Se hace reproches contra
al mundo para encontrar a cada paso todas las fealdades y todas sí mismo, en los que existe también un sentimiento de antipatía
las iniquidades de una sociedad mal construída. Este mal es el contra el esposo" 2 •
odio a la vida 2 y el amor a la muerte: es el suicidio obstinado. Carlota no es la mujer angelical que aparenta en un examen
Es también la situación psicológica que aparece en el célebre superficial. No sólo contribuyó al suicidio de Werther, sino que,
monólogo de HAMLET ( acto 3, ese. 1) : ya antes, había causado la locura de otro hombre, que "era escri-
Porque ¿quién soportaría los ultrajes y desdenes del tiempo, la biente en casa de su padre, y se enamoró de ella ... , por lo que
injuria del opresor, la contumelia del soberbio, las congojas del amor perdió su empleo; lo que ocasionó que se volviese loco furioso" 3 •
desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las "Estuvo un año entero en el manicomio, sujeto con cadenas".
vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando
Hay pequeños detalles en la obra que dejan adivinar los sen-
uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete?
timientos agresivos de los personajes. Así, las pistolas con que
El estadio de agresiones contra el exterior, como respuesta a Wcrther se suicida pertenecen a Alberto, y Carlota misma es la
las agresiones de éste, se hace manifiesto al final de la tragedia, q uc se las ha entregado 4. Otro detalle agresivo es también la
cuando Hamlet mata a Polonio y luego al rey Claudio y a Laertes. d<.·scripción de un crimen: el criado de una viuda, despedido por
Sin embargo, en el monólogo citado hay un enmascaramiento de c\ta por haberse enamorado de ella, que mata al nuevo criado 4.
la situación agresiva del exterior. Se observa en el hecho de que El sentimiento de culpabilidad de Werther por el amor cul-
Hamlet no se queje de su tío malvado, sino de algo vago y ge- pable no es necesario describirlo; aparece con toda claridad en
neral que, en parte, no le atañe, dada su posición privilegiada de l., superficie psíquica del personaje. Ese sentimiento hace que la
príncipe heredero. .,g rcsión en contra del exterior se vuelva en contra del yo, im-
Se podrían multiplicar los ejemplos. Pero me limitaré a citar pulsándole a buscar su propia muerte.
solamente uno más, tal vez el más clásico de toda la literatura: Una producción literaria sui generis es el chiste. Freud nos
Werther. 11.1 demostrado su gran valor psicológico, ya que, por medio de
En un examen superficial de esta obra, no parecen existir 1('l'nicas diversas hace conscientes los procesos inconscientes. Pues
sentimientos agresivos. Por el contrario, Werther habla siempre bien, el chiste sobre el suicidio confirma lo anteriormente des-
de su amada Carlota y de Alberto, el marido de ésta, como si 1~1ito. Como ejemplos citaremos solamente dos. En el primero
los considerase dotados de todas las perfecciones y como si en él ~(: describe un diálogo:
existiese solamente un gran cariño hacia ambos. Pero, leyendo la 1
Go, ,nm: Gesammelte Werke, tomo vr, pág. 66. Ed. Voegel. Berl ín, 1927.
1 Acto segundo, escena V. o¡,. cit.,
p:íg. 8 J.
2 L:1 cursiva es mía. 11 ( >¡,, cit., p:ígs. 80 y 78.
1
' O¡,. ril., p.ígs. 1 O5, 107 y 84.
48 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LOS SUICIDIOS
49
-Cuatro amigos míos de la infancia se han suicidado. Uno de ellos
-el pobre Enrique- porque se le murió la mujer. dirige en el último cuadro, rápida y violentamente, a la repre-
-¿Y los otros tres? sentación del objeto que la origina. Y esta liberación brusca de
-Justamente por todo lo contrario. la agresión reprimida nos produce risa 1.
Se puede observar que lo mismo que los casos reales de suici-
El mecanismo de este chiste es el siguiente: Los tres amigos
dio y que los descritos en la literatura, la estadística también
estaban casados con unas mujeres tan insoportables que tuvieron
demuestra la relación íntima entre el suicidio y la agresividad
deseos de matarlas. Como el realizar tales deseos de muerte les
que despierta el mundo exterior. Citaré algunos datos.
era imposible, tuvieron que volver la agresión en contra de sí
mismos, suicidándose. Este mecanismo, expresado en el chiste La estadística prueba que cuando hay afectos que ligan al
por medio de una elipsis 1 y por el contraste con el comporta- individuo a una obra · social o familiar, el número de suicidios
miento del primer amigo, nos hace reír, descubriéndonos pro- disminuye. Así, los casados, sobre todo los hombres, se suicidan
cesos psicológicos profundos. 1
Muchos chistes han sido hechos sobre el suicidio y los suicidas, pero son raros los
que, como los ya citados, señalen el mecanismo psicológico principal con tanta precisión,
Análogos son los siguientes:

~Voy a mata1 al hombre que se casó con mi mujer.


-Pero eso sería un asesinato.
-No, es un suicidio.

-Las estadísticas prueban que el matrimonio es un remedio contra el suicidio.


-Sí, y las estadísticas también prueban que el suicidio es un remedio contra el ma-
trimonio.

Otros chistes del suicidio si bien se ocupan del suceso y de los motivos desencadenantes,
huscan ante todo el poder rehuirlos y aliviar así la angustia psíquica. Se suelen valer de
procedimientos poco lógicos. Pero con ellos consiguen que se haga de pronto innecesaria la
ccnsión psicológica desagradable, creada por identificación con el suicida o personas relacio-
nadas con él. Se origina así un alivio bn1sco y la tensión se descarga en forma de risa.
J·:sto es lo que ocurre en narraciones de posibles suicidios, donde el juego de palabras quita
,rricdad a casos tarJ graves:
-¿Me quieres?
-Sí, amor mío.
-¿Mo rirías por mí?
-No, mi amor es algo que no muere nunca.

También tranquiliza al oyente la desviación de la atención hacia algo de importancia


•rcundaria:

-Mi padre se suicidó.


-Esto no fué muy juicioso de su parte.
-Realmente no lo fué. Dejó la llave del gas abierta 'Y tuvimos que pagar una cuenta
Algo parecido ocurre en el presente chiste gráfico. La agre- r11orme.

sión al exterior, al principio reprimida y vuelta contra el yo, se Un hombre es condenado a 90 años de cárcel y se suicida. El juez exclama: ¡ Y diez
1111., m:ls por agravio al tribunal!
1 Véase TH. REIK: Tres noticias psicoanaliticas. El significado latente de la defor-
Fn la vida real con demasiada frecuencia se procura disminuir la trascendencia de lea
mación elíptica. "Archivos de Neurobiología", tomo XIII, pág. 134, 1932.
, ""' de suicidio, haciéndolos aparecer como provocados por alguna enfermedad mental. Lo
LOS SUICIDIOS 51
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
50
t·n contra del exterior. Durkheim, Ferri, Morselli, Bournet y
menos que los solteros; el tener hijos protege también contra el
Corre afirman esa relación, que niegan Tarde, Feré, Silió y
suicidio, y cuantos más hijos, la protección es mayor. Por el
1lalbwachs 1 • Ante esta disparidad de opiniones no puede adop-
mismo motivo, durante las épocas de guerra o de revolución el
tarse una posición categórica al respecto. Sin embargo el hecho
número de suicidios disminuye, debido a la presencia de un ideal
de que se formulase tal afirmación, es decir, que el suicidio y el
colectivo que hace que el individuo se defienda mejor de las
homicidio están en relación inversa, indica que, psicológicamente,
agresiones procedentes del exterior. E inversamente en épocas de
se sentía en cierto modo la conexión existente entre la agresión
derrota de un país, o de un conglomerado político o social, los
.1l exterior y la agresión vuelta en contra del yo.
suicidios aumentan. Halbwachs resume algunas conclusiones de la estadística en
En el caso de existir realmente la relación inversa, frecuente-
los siguientes términos: «El número de suicidios es un índice
mente señalada, entre el homicidio y el suicidio, este hecho sería bastante exacto de la cantidad de sufrimiento, de malestar, de
también una confirmación de los datos anteriores, ya que el sui-
desequilibrio y de tristeza que existe o se produce en un grupo...
cidio es la agresión en contra del yo y el homicidio es la agresión r.as condiciones sociales son las únicas que hacen que varíe el
mismo hace el chiste y de ahí que los dos suicidas siguientes aparezcan como seres privados número de suicidios", ya que las condiciones individuales varían
poco en el curso de varios siglos. El «sentido común" no com-
de su sano juicio:
-¿Cómo sabe usted que el hombre que se mató estaba loco? prende que «Ia forma individual, bajo la cual se presentan estos
-Se hizo emplomar los dientes una hora antes del hecho. hechos (suicidios) no es más que una apariencia y que su nú-
-¿Por qué se suicidó su tio? mero y distribución son una consecuencia de la estructura y del
-Debido a su distracción. género de vida de la sociedad" 2 •
-¿Cómo fué eso?
-Estaba haciendo el servicio militar y se mató a sí mismo en una noche de guardia. Es decir que los datos estadísticos apoyan ampliamente la
Había olvidado la contraseña. 1csis de la agresión contra el exterior, secundariamente vuelta
Provoca la risa en el primer caso el descubrimiento de la enfermedad mental por un contra el yo del suicida.
detalle, al que generalmente se le da roca importancia, al margen de la sintomatología corrien-
te de la psicosis. El segundo caso se basa en la verdad psicológida de las diferentes instancias

en el psiquismo de cada individuo. LA REPRESENTACIÓN DE LA MUERTE EN EL SUICIDA


Se procura prevenir los suicjdios, estudiándolos desde el punto de vista de la psico-
logía ·del individuo y sacando conclusiones prácticas. También el chiste se vale eficazmente
A una persona que se enfrenta con el suicidio, lo primero
de esta técnica, pero con procedimientos especiales:
-Oiga señor, aquí viene un escocés que quiere diez centavos de veneno, para suicidarse.
que le impresiona es la muerte del suicida. Así Durkheim 3 de-
-Dígale que vale veinte centavos.
fine el suicidio diciendo que «es todo caso de muerte que resulta
Hace reír en el chiste anterior la facilidad con que conociendo la psicología del indi- directa o indirectamente de un acto positivo o negativo, reali-
Tiduo ha sido posible evitar algo tan terrible como el suicidio. El alivio psíquico es aún .ulo por la víctima misma, con la conciencia de que iba a pro-
más intenso, si en el individuo amargado se descubren tendencias que le mantienen firme-
mente en la vida. Es decir, si en él existe un egoísmo enérgico de seguir viviendo a pesar
ducir dicho resultado". Y lo mismo que en la de Durkheirn, en
de todo y de todos. Este hecho psicológico expresado con claridad resultaría desagudable, definiciones dadas por otros autores el hecho de la muerte del
pero indirectamente se puede expresar su existencia con alegría del oyente: uicida forma parte principal de la definición.
-Ha tenido usted un día como para poner fin a todo tirándose al agua.
1 E. FERRI: H mniciáio-suiciáio, pág. 3 O3.
-Sí, pero hay algo que me retiene. ~ M. HALBWACHS: Les causes áu suicide. Ed. Alean. París, 1930, págs. -488, 511 y 51-4.
-¡Qué! a l)URKllEIM: Le suiciáe, pág. 5.
-No ' sé nadar.
LOS SUICIDIOS n
S2 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
no comprende realmente lo que es la muerte, y dice: «¡Morir!
La pérdida de un objeto libidinoso valioso y una agresión
¡Sepultura! Son palabras que no comprendo" 1.
vuelta secundariamente contra el yo son factores que originan Para darse cuenta de cuán poco es para el suicida la repre-
en un individuo la idea de buscar la muerte como medio de solu- sentación de la muerte una negación total de la vida, basta re-
cionar sus conflictos. cordar la descripción que da Plutarco de una serie de suicidios,
Estudiemos, pues, ahora, qué valór psicológico tiene la repre- ocurridos en Mileto 2 :
sentación de la muerte en un individuo con tendencias suicidas.
Es decir, lo que significa la muerte para tal individuo. Las jóvenes de Mileto sufrieron un mal terrible y extraño al mismo
tiempo ..• En todas se produjo un deseo de matarse, con tendencia al
A primera vista parece ocioso el plantearse este problema. Es .1horcamiento. Muchas se ahorcaron secretamente. Las palabras y las
natural pensar que para el suicida la muerte tenga solamente la lágrimas de los padres, los consejos de los amigos, no dieron ningún re-
significación de librarse de los conflictos que le atormentaban, sultado ... Finalmente, se le ocurrió a un hombre sabio dictar una ley
1
buscando un refugio en la nada • t•n la que se ordenaba que cuando una muchacha hubiese puesto fin a
Pero esta primera visión, aunque parezca lógica, no es exacta. su vida ahorcándose, se exhibiese el cadáver desnudo en la plaza públi-
En la gran mayoría de los casos la muerte no significa solamente ca. La ley fué aprobada, y se consiguió no solamente que el mal se
el refugiarse en la nada, sino que, por el contrario, ocurre que detuviese, sino que quitó también a las jóvenes el deseo de matarse.
la muerte también proporciona al suicida posibilidades de vida, Es decir, que para los pensamientos de dichas jóvenes el sui-
de las que anteriormente carecía. Veamos, por ejemplo, la moti- cidarse no significaba totalmente su muerte, ya que sentían la
vación que dos amantes contrariados dan a su suicidio. Nos dicen .1 frcnta de ser expuestas desnudas en la plaza pública •
8

que desean suicidarse para romper todos los obstáculos que se Análogos son los casos en que el suicida escenifica una muerte
oponen a su unión en la vida presente y para poder ser eterna- elegante. Un enfermo que traté fantaseaba con suicidarse con
mente felices, sin tener que separarse jamás. l,1 mitad superior del tronco desnudo, de modo que la gente al
También Werther se suicida para seguir viviendo eternamente Vl'r su cadáver se diese cuenta de que tenía una gran musculatura.
el momento feliz en que Carlota le dió un abrazo. Poco antes
• op. cit., pág. 103.
de morir, Werther exclama: «¡Ya eres mía! Sí, Carlota, mía 2 Citado por MENG en GesPrñche mit einer Mutter über den Selbstmorá. "Zeitschr.
para siempre" 2 • En cambio, en estos momentos mismos, inme- 1, p,ychoanal. Padagog.", tomo m, pág. 3 54, 1928-29.
a En la antigüedad las jóvenes atenienses no debían ser muy reacias a matarse, por-
diatamente anteriores al fin, por él buscado, de su vida, Werther
'i"' "' les conoce también una epidemia de suicidios. Cierta leyenda cuenta que cuando
ll..-11 introdujo el vino en la tierra, de les primeros que lo probaron fué una persona lla-
1 Así en Tartufe, acto 29, escena III: i,1,101., lcarus o Icarius. Éste, llevando a su perro como acompañante, se trasladó a Ática.
MAIUANNB 1_11r,·rn'1 vino a algunos pastores, pero uno de elles se emborrachó. Sus comp,ñeros, pensando
De me donner la mort si l'on me violente. 1111• rl rxtranjero intentaba envenenarlos, para apoderarse de las ovejas, lo mataron. La
v111·li ., <id perro que huyó, advirtió a la hija de Icarus. Fué en busca de su padre y al
DORINB
01t(1 ·" 11• de lo ocurrido y ver el cadáver se ahorcó, pero no sin antes pronunciar una terrible
Fort bien. 111,11,111 "'"· Como consecuencia empezó la epidemia femenina de suicidios, que no cesó hasta
C'est un recours oU je ne songais pas:
¡,,~ .-1 m .\culo descubrió la causa. Entonces los atenienses expiaron su culpa y veneraron los
Vous n'avez qu'a mourir pour sortir d'embarras.
1•od,lvr1 u de lcarus 'Y de su hija. Instituyeron en su honor una fiesta, en la que colgaban
Le remede sans doute est merveilleux. 111,.,¡,1111 de los :lrboles y los asistentes se mecían en ellos, al mismo tiempo que cantaban
Y lo mismo en Séneca: ,•-nti,.11r, voluptuosas. (Frazer: .The Golden Bough. The Jyittg Goá. Note B. Swinging
Malum est in necessitate vivere, sed in necessitate vivere nulla necessitas est. i " Al,,glrnl }lite.)
! GoETHE: Ges•mmelte Werke. Ed. Voegel. Berlín, pág. 104, 1927.
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 11
54

El hermano de este enfermo se suicidó. El día anterior a su se demuestra también por el hecho de que a veces se ha castigado
muerte dijo que se iba a suicidar pegándose un tiro en el corazón, con la pena de muerte la tentativa de suicidio. El emperador ro-
añadiendo que era ésta la forma más elegante de morir. Y efec- mano Adriano dictó un decreto, condenando a muerte a todo
soldado que intentase el suicidio. Solamente eran excluídos de
tivamente, así lo hizo.
Una viuda intenta suicidarse con su hijo de diez años. Des- esta pena los que pretendían matarse impulsados por motivos de
pués de haberse puesto de acuerdo con él para morir, procura dolor, cansancio de la vida, enfermedad o pérdida del honor 1 •
que el hijo tenga buen aspecto cuando lo encuentren muerto. Si la idea de la muerte hubiese sido la única motivación de la
Realizada la tentativa de suicidio, el hijo murió, pero la viuda tentativa de suicidio de los soldados, la pena de muerte signifi-
fué salvada. Ante el juez, hizo la siguiente declaración: «yo caría más bien un acto en favor que un castigo.
le había comprado un sombrerillo blanco, muy adornado, para Es decir, la muerte, como negación de la existencia, no es la
que, una vez muerto, estuviera muy bello. Él se lo había pro- única finalidad del suicida. La misma opinión sostiene Kauders
bado y al mismo tiempo se había puesto en el cuello una corona cuando dice: «En el suicidio no podemos ver más que una huída
que yo había comprado, también para tal circunstancia. Él me de la vida. Dicho con otras palabras: /,os motivos del suicidio no
miraba y me decía: «¡Mamá, yo estaré muy bien; te lo asegu- los suministra la muerte ni el pensamiento de la muerte, sino la
Llida misma" 2 •
ro!" 1.
El criminalista Gross observó que los suicidas nunca se matan La idea de la muerte no puede servir como motivación y fina-
disparándose un tiro en el ojo, a pesar de que este sitio es el más lidad del suicidio, porque no comprendemos su valor. Freud se-
fácil de acertar y, además, el que con más seguridad conduciría 1íaló que la muerte no tiene ningún significado para el incons-
a la muerte. Pero la representación de destruirse el ojo debe ser l'iente humano. Según Bromberg y Schilder 3, en la experiencia
tan molesta para el suicida, que esta técnica de suicidio no se rea- psicológica inconsciente y consciente, la muerte tiene diversos
significados: 1) Huída de una situación intolerable. En la muer-
liza casi nunca.
te se vive una nueva vida, sin ninguna de las dificultades de la vida
La coexistencia de ideas de suicidio y, al mismo tiempo, del temor
intenso a una muerte casual nos demuestra también cierta indepen- .1ctual, con lo que la idea de muerte llega a ser una especie de
dencia entre el deseo de morir y el de suicidarse. Así un enfermo mío iucgo. Hay una conexión íntima entre esta actitud psicológica
tenía muy frecuentemente ideas de suicidio. Pero temía todo aquello y la que en fisiología animal se conoce como reflejo de muerte
que pudiese acarrearle la muerte de un modo fortuito. A pesar de ser (de inmovilización). 2) Muerte puede significar un método
buen nadador, no se atrevía a alejarse de la playa en que se bañaba, p;tra forzar a los otros a dar más amor, del que hubiesen otorgado
por temor -según nos decía- a perder el conocimiento y ahogarse, de otro modo. 3) Ser muerto puede ser equivalente de unión
sin que nadie pudiese auxiliarle. Sin embargo, con este temor a la muer-
2 \l'Xual en el coito. 4) Muerte puede significar la mayor perfec-
te coexistían en el enfermo ideas de suicidarse arrojándose al mar • 1 1<Ín narcisista, que otorga al individuo una importancia perma-

La independencia entre el deseo de muerte y el de suicidarse lH'nte e inamovible. 5) La muerte satisface las tendencias maso-
1 Citado por E. FERRI: Homicidio-suicidio, trad. de C. Peña. Ed. Reus. Madrid, 1934. 1 Citado por PLAZECK: Selbstmordverdacht und -verhiitung, pág. 114.
2 KAUDERS: Der Todesgedanke in der Neurose und in der Psychose. "Nervenarzt",
2 PAuL MoRAND, en Rond-point des ChamPs-Elysées, pág. 94, nos describe un caso
análogo: un joven húngaro se tira al Danubio y rehusa cualquier clase de socorro. Un policía, • uodrrno 6, 1934. (Puesto en cursiva por KAUDERS.)
!I ílROMDERG y ScHILDER: Death and Dying. A comparative Study of the Altitudes
apuntándole con el revólver, le grita: "Si no sales del agua, disparo", "Despertado" (son
las mismas palabras del suicida) por esta amenaza extraña, el joven nada vigorosamente y ,.,,,¡ Ml'n/al Reaclions toward Death md Dying, "Psychoanal. Review", vol. XX. 1933,
11h. J .1 3.
consigue llegar a la orilla.
16 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

quistas; es una idea de autocastigo, ya que perpetúa en la muer-


te el sufrimiento infligido por el autocastigo. La eternidad del
fuego infernal refleja esta actitud psicológica. 6) Todos los ins-
tintos libidinosos, todos los deseos de vida encuentran, de este
modo, una expresión profunda en la idea de la muerte. Y antes
que Freud, Goethe escribía lo mismo que él del siguiente modo 1 :
"La muerte es algo tan extraño que, a pesar de todas las expe-
riencias, se la considera como algo imposible y se presenta siempre
como algo increíble e inesperado". Goethe hace decir a Werther 2 :
"La humanidad es de tan cortos alcances que no comprende ni el
principio ni el fin de su existencia" 3 •
1 Citado por KAuoERS: Der Todesgedanke, etc., pág. 290.
2 GoETHE: etc., pág. 103.
3 El escritor Gerardo de Nerval, que murió suicidándose, escribe en la segunda parte
de su novela Aurelia:
"¡La muerte! ¿Qué es la muerte? ¿Será la nada? ¡No, por Dios! El mismo Dios no
puede hacer que la muerte sea la nada."
Como muestra de cuán poco la muerte es comprendida por el individuo, citaremos los
siguientes versos de Baudelaire, que giran alrededor del significado de la muerte para distintas
clases de personas. Destaco en cursiva los términos que me parecen más interesantes:
LA MORT DES PAUVRES
C'est la Mort qui console, hélas! et c¡'Ui fait vivre;
C'est le but de la vie, et c'est le seul espoir GusTAVE DORÉ: La Divina Comedia. "Los suicidas". Canco décimotercio. (Pág. 61, nora).

A travers la tempete, et la neige, et le givre, J•,11 .\1 lt1 111a110 1111 poco al'a11lc,
Rt mpí una frágil rama con mis manos:
C'est la clareé vibrante ¼ nocre horizon noir; 11/11 1111 ramiccl da 1111 gran Pruno;
en negra sangre las miré bañadas,
C'est l'auberge fameuse inscrite sur le livre, lu111ro suo 8,ridO : ''Perché 111i schia11fr?"
Ou l'on tourra manger, et dormir, et s'asseoir. y el tronco nos gritó: u¿Por qué, inhumano,,
/,,. /,dio /11 />oi di sa11g11c bru110,
n1e destrozáis?" Y en voces desoladas,
LE VOYAGE ,,,,,,,-,,; " dir: rrpl.'rché 111i scerpi
vertiendo sangre, repitió Jloroso:
; l,,11 /u ., JJirlo di pie/J a/cuno "
"¿Por qué me herís con manos dcspiadad;1,?"
O rnort, vieux capitaine, il est tcmps, lcvons l'ancre!

(Traducción de BARTOI.OM{ M11n1 )


Nous voulons, tont ce fcu nous brüle le ccrveau,
Plongcr au fond du gouffrc, Enfcr ou Ciel, qu'importe?
Au fond de l'Inconnu pour trouver du nottvcatt!
LA MOR T DES AR TISTES

C'est que la More, planant comme un soleil nouveau,


Fera s'épanouir les flettrs de lettr cerveau. ·
Comer, dormir, sentarse, encontrar algo nuevo y florecer son funciones eminentemente
vitales y Baudelaire considera a la muerte como la encargada de realizarlas.
LOS SUICIDIOS 57

LA AGRESIÓN HACIA EL EXTERIOR Y LA RECUPERACIÓN DEL


OBJETO LIBIDINOSO EN EL SUICIDIO

Con el fin de facilitar la investigación de la psicología deI


suicidio, en el estudio de la agresión he examinado, hasta ahora,
solamente la agresividad dirigida en contra del yo y prescindido
voluntariamente del examen de la agresividad del suicida en con-
tra del exterior. Además, otro de los motivos de esta conducta
mía ha sido el tener en cuenta que la mayoría de los investi-
gadores se han ocupado sobre todo de esta agresividad al ex-
terior, olvidando en gran parte -a mi juicio, de modo equi-
vocado- la agresividad secundariamente vuelta en contra del
yo. Pero es éste el momento de completar mi descripción.
En primer lugar debo señalar que el suicida, al matarse, con-
sigue librarse de la agresión del medio en que vive, lo que supone
para él un triunfo, ya que el medio que ]e oprime se ve defrau-
dado en sus designios 1 •
Pero, además, el suicida pretende influir con su muerte en el
DAVID: La 111uerle ele Sócrates (pág. 66, not•).
ambiente que le rodea. Se da cuenta de que su suicidio ocasionará
una serie de reacciones afectivas entre las personas que convivían

1 Como muestras de este mecanismo en el suicidio, citaré lo siguiente:


En Antonio y Cleopatra, de Shakespeare, acto cuarto, escena XVI, exclama Antonio al
sui cid:u se:
j Silencio! No es el valor áe César el que ha derribado a Antonio, sino el valor de
A11!011io el que triunfa de sí mismo.
CLEOPATRA. - Tenía que ser así. Nadie sino Antonio podía vencer a Antonio. Pero
¡qué desgracia que haya sucedido!
En la misma obra, acto quinto, escena II, Cleopatra coge un áspid, que se aplica al seno
11 mirn10 tiempo que exclama:
1hme el vestido: colócame la corona; siento en mí la sed de la inmortalidad. Ahora
11111 ,r.1 m:ls el zumo de los racimos de Egipto mojará estos labios ... Me parece que oigo a
An11 11 , io que me llama. Le veo levantarse para alabar mi noble acción; le oigo burlarse de
/u ,lld111 de César ... Voy, esposo mío. ¡Ahora pruebo por mi valor mis títulos a este
110111111 "'

Fn Julio César, de Shakespeare, acto quinto, escena v:


111111 , o. - ¡ Nuestros enemigos nos han batido y empujado hasta el borde del abismo!
fü 1111ft lw 11roso la11zarnos áe11tro que esperar a que nos Precipiten en el fondo. Buen Vo-
58 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA .VUMANA LOS SUICIDIOS 59

con él y el pensar en la índole e intensidad de dichas reacciones En muchos de los casos de suicidio descriws en las páginas an-
es uno de los motivos que le impulsan a suicidarse. teriores se puede observar el deseo agresivo del suicida dirigido
El suicida quiere vengarse del ambiente que ha originado su dirC'ctamente al exterior 1. Con objeto de no repetir las des-
resolución desesperada. Sabe que con su muerte paraliza la agre- cripciones y procurando, al mismo tiempo, investigar la psicolo-
sión del ambiente hacia él y que, además, su muerte es un con- gía del suicidio en una rama que hasta ahora no he tratado,
tinuo reproche al exterior. ('studiaremos la agresión al exterior en algunas observaciones et-
Adler considera este deseo de venganza del ambiente como el 1,ográficas.
factor más importante en la psicología del suicidio cuando escri- Entre algunas tribus de la Costa de Oro, cuando un individuo,
be: "De ese modo se origina en .el inconsciente una situación en .111tes de suicidarse, achaca su extrema resolución a la conducta
la que se desea la enfermedad y hasta la muerte, en parte para de un tercero, éste queda obligado a sufrir la misma muerte; a
amargar a los familiares y en parte para hacerles comprender el 1., I práctica, basada en la ley de la tribu, se la denomina "muerte
valor de la vida del que habían tratado mal. Según mi experien- propia sobre cabeza ajena". Entre los indios tinklit, la persona
cia, esta constelación es el fundamento corriente de los casos y
Véanse los siguientes casos tcmados de narraciones literarias:
tentativas de suicidio" 1.
"Y de pronto vuelve a encontrarse mirando dentro de sí con una obstinación egoísta
•rntiment al. ¡Se dejaría matar! Agila, en aquel momento, tendido en el lecho, con los
lumnio, tú sabes q'Ue los dos fuimos juntos a la escuela. ¡Pues bien: en nombre de nuestra ••101 cerrados, con las manos juntas, encuentra q•ue la muerte es un paso muy suave. Sus
antigua amistad, te ruego que tengas firme mi espada mientras me arrojq sobre ella! 1,l1·.1', enlazadas con el quimérico razonar de las pesadillas, le muestran en el sacrificio de su
En la Biblia, Libro de los Jueces, capítulo IX: 1i,/,1 1111a bella venganza. La evocación de su casa, trastornada bajo la noticia de su muerte,
52 Y vino Abimalech a la torre, y combatiéndola, llegóse a la puerta de la torre para 1, d,1 una impresión dolorosa y voluptuosa. Recorre todas las estancias con el pensamiento:
pegarle fuego. V1 u lo~ criados que llevan libreas de luto y andan como sombras; ve a sus padres, lividos
/1111 ,·/ remordimiento, sentados frente a frente, odiándose y acmándose. ¡Se dejaría matar!
5 3 Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de
l 11·v.111aba incesantemente aquel pensamiento largo, igual, que ahora se correspondía con una
Abimalech, y quebróle los cascos.
11111.1ric'>n oscura, tan lejana que parece sensación de otra vida. Descubría en sí el recuerdo
54 Y luego llamó él a su escudero y díjole: Saca tu espada y mátame, por que no
se diga de mi: una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó y murió.
w, r1111r de todo aquello que pensaba, el hilo inconsútil de otra conciencia que, al seguirlo,
1 ,¡11, .. bra en círculo de sombra. Tan vago era aquello, tan en los limbos del olvido, que
Véase también la siguiente noticia, tomada de un periódico:
, 11111xún recuerdo podía florecer en ellos su rosa de luz, Agila modula a media voz,
No cabe ya ninguna duda que la famosa estafadora Marta Hanau se suicidó tomando 1111 1ilwgo de niño:
una fuerte dosis de un somnífero. . . Párrafos subrayados en los libros que leía última- 1M,• dejaré matar! . ¡Me dejaré mat ar! "
mente la estafadora, revelan que ésta tenía la intención de suicidarse y se había preparado
(V" Lll-lNcLÁN: La Guerra Carlista. III Gerifaltes de antaño.)
para la muerte con lecturas adecuadas. Marta Hanau era una mujer culta, y los libros a
'f"n l, toi nos describe como motivación del suicidio de Ana Karenina el deseo de ven-
que nos referimos eran los Ensayos, de Montaige, los Pensamientos, de Marco Aurelio, y las
;t,11 11· dt· Hr amante. Escribe: "La muerte se presentó a su espíritu como el único medio
Máximas, de Epicteto.
1, 11 rr revivir el amor de él hacia ella, de castigarle ... Solamente una cosa la interesaba:
En el libro de Montaigne aparece subrayado este párrafo: "Dios nos despide cuando 1 , .,,. 11:,orlc". "Allí -se decía (Ana Karenina), mirando a la sombra del vagón y la arena
nos pone en tal estado que vivir es peor que morir." De Marco Aurelio, Marta Hanau 11 ,- "l11'1n que cubría las traviesa~, allí en medio; así le castigaré y me libraré de todos
subra,yó estos pensamientos: "Si los hombres no te dejan la libertad entonces sal de la vida. 1111 1111 misma." Es decir, el castigarle y librarse de todos significa la agresión contra el
Como un hombre, no pienses más que en esto: sufrir el mal menor. Hay aquí demasiado 1,11111, 111 ,1tnrsc librándose de sí misma significa la agresión vuelta contra el yo.
humo; me voy. Un instante más y no serás más que un puñado de cenizas, un esqueleto, 111 "'"' novela del humanista Mark Twain, el héroe se siente maltratado por sus padres.
o, más bien, un nombre, y ni siquiera eso . .. " 1'111 .., 11111111,·nto origina en él ideas suicidas, con la finalidad de vengarse de los padres. Una
1 Citado por FEDERN en la "Zeitschrift f. psychoanal. Piidagogik", tomo m, pág. 1,., vn<"• ~xclama: "tAh, si uno pudiese morir solamente por poco tiempo!"
337, 1928-29. hlu imo <le Larra, en una comedia, Macías, que muchas persona• consideran como una
60 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 61

ofendida, incapaz de vengarse, atenta contra su vida con objeto de admiración el suicidio que se comete para tomar venganza
de exponer al ofensor a la venganza de parientes y amigos. Entre de un enemigo que no está al alcance. Según las teorías chinas
los chuvaches (Simbirk, Rusia) se acostumbraba antiguamente es éste el sistema más efectivo de venganza, no sólo porque las
que las personas enfurecidas se ahorcasen a la puerta misma de leyes cargan la responsabilidad del suicidio en el que lo ocasionó,
la casa del causante de su cólera. Análogo recurso de venganza sino también porque se juzga que el alma, desembarazada de la
está aún en uso entre los votiacos, quienes creen que el alma del envoltura e impedimenta del cuerpo, está en mejor disposición
suicida persigue y acosa al ofensor. En China constituye motivo que el hombre en vida para perseguir al enemigo 1 •
La fuerza agresiva contra el exterior del suicidio, sobre todo
descripción simbólicamente autobiográfica, nos cuenta los motivos de suicidio del prota- si se realiza de un modo colectivo, es tan grande que a veces se
gonista con las siguientes palabras, que pone en boca de éste y q'Ue están dirigidas a la emplea como medio de decidir la suerte de un acto importante;
mujer que ama:
por ejemplo, de un combate. Granet cuenta que en China, anti-
Fementida
cuando olvidarme quieras entre sus brazos, guamente, antes de empezar un combate, "se enviaba delante a
entre tu esposo y mtre ti mi sombra los valientes destinados a la muerte . . . Éstos, al llegar al sitio
airada se alzará para tu espanto, en donde estaba el enemigo, gritaban intensamente y luego se
de sangre salpicando todavía.
cortaban el cuello. Un alma furiosa se escapaba de este suicidio
Se pueden observar claramente en estas palabras los sentimientos agresivos hacia la
mujer, que pretenden realizarse mediante el suicidio.
11rio de nosotros mismos nos permite sacrificar a otras personas, sin que por ello tenga-
En una traducción de Scribe, hecha por Mariano de Larra y titulada El Amor o la
M1terte, se describe la misma motivación del suicidio, de un modo cínico, en el siguiente "'º' que sonrojarnos."
Según Dante, en el infierno los suicidas están convertidos en árboles, y como tales
diálogo:
111Íren, sin poderla devolver, la agresión de los demás: "Las Harpías se alimentan de sus
CLOT. - . .. Tú no serías capaz de matarte por una mujer.
111,¡,11, originando el dolor que les hacen sentir" (canto XIII) , Es decir, se castiga a los
MoN. - ¡En mi vida!
1111cidas haciéndoles someterse al ambiente desfavorable que querían rehuir y, además im-
CLOT. - ¡ Ni aun por la tuya!
J11C l1éndoles la agresión q:ue con su suicidio querían realizar.
MoN. - Mucho lo sentiría, a lo menos, y ella también, me parece. Porque, al fin,
Por otra parte, el sentimiento de culpabilidad por haber realizado un acto agresivo
yo les pondría un dilema a esos locos ... O la mujer a quien quiero ha de sentir mi muerte,
l111r1uo puede conducir al suicidio, Siguiendo pensamientos de esta índole hasta se puede
y en ese caso soy demasiado galante para darle semejante sentimiento, o mi muerte ha
,li-rir que el suicidio es el castigo más adecuado del homicida. Así en el caso de Judas,
de serle indiferente, en cuyo caso es preciso ser muy necio para proporcionarle una diver-
1 .1111bié n es lo que, según Shakespeare, aconseja Ana al criminal Ricardo III (acto 1' ·,
sión tan cara. l' l' ll.l 11):
En la Eneiáa, Dido, pensando en su suicidio, exclama: "Más insensato de lo que es capaz de pensar un corazón humano, no debes disculparte,
"Y cuando el frío de la muerte haya separado el alma de mis miembros, allí donde '''° naicidarte."
fueres te seguirá mi sombro. Has de P1trgar t1l crimen, miserable. ¡Yo lo sabré, porque l a dependencia íntima entre el suicidio y los deseos homicidas se observa en otros
esa anhelada noticia vendrá en mi bu sca al profundo abismo de los Manes" ( 3 8 5) , l,ro ho, psicológicos, por ejemplo en narraciones mitológicas, Una de las más conocidas es
Ariosto Licurzi en su libro El S1ticidio (Buenos Aires, 1942) cita un caso muy de- IJ ,drrcnte a la ninfa Calirrea, de la que se enamoró, sin ser correspondido, un sacerdote
mostrativo. Se refiere a una bailarina que creyéndose engañada por su marido le escribió Ir IIArn, de nombre Coreso. Entonces, desesperado, Coreso pidió protección a Baco, que
una carta para anunciarle su próximo fin y su venganza: "Tú has hecho de mi vida un "" 1xó a los compatriotas de Calirrea con una especie de embriaguez mortal y, según
perfecto infierno. Me has mentido desde el primer día . Mi m1terte te perseg1tirá mientras "" 111 ,\c ul o, para aplacar al dios se necesitaba sacrificar a la ninfa o a cualquier persona
vivas, Yo siempre te estaré apuntando con el dedo por el mal que me has hecho. ¡Maldito ,¡11,, qui,,cse oc upar su lugar. Así, cuando iba a ser inmolada Calirrea, Coreso, arrepentido,
seas!" Luego le llamó por teléfono y le gritó: "¿Oíste alguna vez un tiro por teléfono? ,., 11 {, pua salva rla. Pero, ante tal prueba de amor, Calirrea no quiso seguir viviendo y

Escucha ... " Y disparó un revólver contra sí misma. , ••11l11ln 1c suicid ó.


Bernard Shaw precisa irónicamente esta actitud psicológica, cuando dice: "El sacri- lhtos citados en la Enciclopedia Espasa, en el artículo "Suicidio", págs, 572 y 57'4.
62 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 63

colectivo. Esta alma influía de un modo nefasto en la suerte del suicidio tiene que ser completado con la agresión directa al ex-
enemigo" 1. terior del siguiente modo:
El temor que a veces inspiraba la posible venganza del suicida
Agresión del ambiente
obligaba a los pueblos a defenderse por diferentes procedimien-
contra el yo
tos. Consecuencia de este temor era la costumbre de clavar con-
tra el suelo, por medio de un vástago, el cadáver del suicida, de l
decapitarle, de amputarle las extremidades, etc. Así en el siglo IV
los atenienses cortaban la mano al suicida y la enterraban en un
Sentimientos agresivos del
yo contra el ambiente --~---- Imposibilidad de realizar
la agresión

lugar distinto al del resto del cadáver, para impedir que el muer- 1 ¡_
Vuelta de la agresión contra
to pudiera vengarse haciendo uso de ella 2 • el yo
El suicida era temido, no solamente por su posible venganza,
1
sino al mismo tiempo como mal ejemplo. Por ello, cuando alguien
+
se ahorcaba, los W ajagga del África Oriental sustituían el cadá- SUICIDIO

ver. En su lugar colgaban a una cabra, que luego era sacrificada.


Hemos visto cómo el suicidio es un procedimiento para satis-
Pensaban que con ello el espíritu del suicida se iba a tranquilizar
(acer la agresión que el ambiente ocasiona. Pero es asimismo un
y que ya no se iba a preocupar de convencer a algún otro hombre
medio de recuperar el objeto libidinoso perdido. Exterioriza-
de seguir su ejemplo 3•
ciones de suicidas prueban que matándose consiguen anular psi-
También otros muchos pueblos se defienden de la persecución cológicamente la pérdida de tal objeto. Es, por ejemplo, el caso
del espíritu del suicida, siguiendo distintos procedimientos. En del suicidio de un amante cuando se le muere la mujer querida,
Pomerania y en Prusia Oriental los suicidas eran enterrados en "para vivir eternamente con ella".
el mismo lugar de su muerte y no en el cementerio local. Cuando En los datos de la realidad material no existe nada que con-
alguien se veía obligado a pasar por tal sitio, tenía que arrojar firme la eficacia de este procedimiento de recuperar el objeto
una piedra o un palo para que el suicida le dejase tranquilo. Lo perdido. Nuestros conocimientos nos enseñan que el cuerpo del
mismo ocurría con los Baganda del África Central. Para des- ,uicida se destruye del mismo modo que el de su querida mujer
truir su espíritu quemaban el cadáver del suicida, juntamente muerta. No vemos, pues, que el suicidio sea un comienzo de
con la madera de la casa o del árbol en que se había ahorcado. vida eterna feliz. Sin embargo, hay manifestaciones de suicidas
Además tomaban la precaución suplementaria de arrojar hierba que demuestran claramente que uno de los motivos que les im-
o un palo, siempre que pasaban por el lugar. De lo que se pre- pulsaron al suicidio fué justamente este deseo de alcanzar algo
ocupaban sobre todo las mujeres, debido a su temor a ser fecun- pl'rdido o algo deseado que no podían conseguir por otro pro-
dadas por el espíritu del suicida 4. l'd imiento.
Según estos nuevos datos, el diagrama de la agresividad del Ten gamos en cuenta, para destruir esta aparente contradic-
1 1<'>11, que al hacer un estudio psicológico nos movemos entre
1 HALBWACHS: Les causes áu suicide, pág. -467.
2
11·,didades psíquicas y no entre realidades materiales. Estudiemos,
Loe. cit.
3 FRAZER: The Golden Bo,ugh. AdCinis, Attis, Osiris. Cap. 1v, The J-langed God. por lo tanto, este fenómeno, aduciendo pruebas de su existencia
-t FkAZEA: The Golden Bo,ugh. The Scapegoat. Cap. 1, The tr""sference of evil. 111t·ntal, sin preocuparnos de su falta o no de lógica.
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA L OS SUICIDIOS 65
.64

Continuando con la etnografía, nos encontramos con nume- oprimido, o que se sentían agobiados por la edad. Este acto esta-
rosas noticias de suicidios motivados por el deseo de recuperar un ba motivado en la creencia de que iban a parar al dominio de
.objeto libidinoso. Así, todos conocemos descripciones de suici- Odín, librándose allí de toda enfermedad. Existían también otras
dios de mujeres después de la muerte de su marido. Por ejemplo, muchas peñas como éstas, desde donde se arrojaban los viejos,
en la India la viuda se dejaba abrasar en la pira que consumía creyendo ir a parar al país de la eterna juventud 1.
el cadáver de su marido, con objeto de acompañarle en la otra Otras veces el suicida se mata para conseguir fama. Éste era el
vida. En 1827, solamente en la provincia de Bengala se suicida- caso de los antiguos jefes prusianos, los Kirwaidos, que cuando
ron 706 viudas; en 1821, en toda la India se mataron 2.366. Es eran viejos o estaban enfermos, se mataban para relegar a la poste-
ésta una motivación de suicidio muy extendida entre pueblos ridad un nombre respetado. Se colocaban en lo alto de una pira
salvajes. M. Eckardt cuenta 1 que en las islas Salomón, de la de paja y de ar bustos y desde allí exhortaban al pueblo, pidiéndole
Melanesia, cuando un jefe muere, la mayoría de sus mujeres con- honrar a los dioses, ante los cuales prometían interceder. Luego
sideran como una obligación el suicidarse. Para ello se aton- ellos mismos encendían la hoguera en que morirían abrasados.
tan con el jugo de una planta y se ahorcan cerca del cadáver Y así muchos casos más, individuales o colectivos. Según cuen-
de su marido. Y el motivo del suicidio es el deseo de acompañar ta Luciano, el juglar Peregrinus, después de una vida de pícaro,
al marido en la otra vida y rodearle allí de amor y cuidados. se quemó a sí mismo en un festival olímpico, ante una multitud
El suicidio motivado por la tendencia a recuperar el objeto de admiradores. También los monjes budistas chinos se inmola-
perdido no ocurre solamente con motivo de la muerte del mari- ban del mismo modo, para conseguir el bienestar de la comunidad.
do, sino también en caso de muerte de otro pariente o de un jefe. N oticias etnográficas han demostrado la existencia de suici-
Así, Tourner 2 describe cómo en las Nuevas Hébridas, cuando dios con motivación de recuperar un objeto libidinoso en los si-
se muere un niño querido, es costumbre que su madre o una tía guientes 71 pueblos 2 : Melanesia y Nueva Guinea: Fichi, Tana,
se suiciden para cuidarle en la otra vida. El suicidarse después Macwo, islas Salomón, Sissanu, Kanomé, Orokaiva y Biakker;
de la muerte de un jefe es una costumbre también muy antigua. J'olinesia: Nueva Zelandia, Tonga, islas Sándwich; Microne-
En algunos países, como en el Japón, estaba reconocida legal- ,i,1: Yap; esquimales: Groenlandia noroeste, Groenlandia occi-
mente; cuando algún jefe moría, sus fieles estaban obligados a drntal, esquimales caribou y esquimales iglulik; indios ameri-
acompañar su espíritu al reino de las sombras, matándose. Esta i1111os : Chinook, Oregón noroeste, Wáshington occidental, Scha-
obligación del suicidio del vasallo fué abolida en el Japón en el8 l1.1ptin, Schuschwap, razas selisch, wallah-wallah, senels, indios
siglo XVIII; pero de un modo voluntario siguió realizándose • lu,dcgisch, cree, sioux, mandan, iroqueses, hurones, odschibwa,
Otro objeto libidinoso que por medio del suicidio se intenta o ·, ,111ltcrs, ottawa, natchez, comanches, mohave, apaches, Panamá,
se intentaba recuperar es la salud o la juventud. Así, en un pa- ,uLt, mosquito, Haití, Paraguay, lengua, bororó y macunis;
raje solitario del país de los godos se levantaba una peña alta y ll,111/ n : Barongo Herero, Banyankole, Bangala, Gabun y Bakh-
vertical, die Stammklippe, desde donde se arroj aban al abismo in- \\-111; negros del Sudán: Dahomé, Níger inferior, C osta de Oro
dividuos de toda esa comarca a quienes la vida había amargado y Borgu; pueblos hamitas: Teso; África meridional: hotentotes;
111 dt1ym : Kubu, Sekah, Poso-Alfuren, Bare'e y Toradja; India:
1 Citado por J. W1ssE: Selbstmord und Todesf1ircht bei den Naturvolkern. Zutphen,
,S,u,1,1~ y W edda; Asia noroeste: Athka-Aleutes y Tchuktchos;
pág. 10, 1933 ,
2 W1ssE : Selbstmord, etc., pág. 9. 1 < ,1 .ulo por RosT: Bibliograpbie, etc., pág. 4 9.
8 Citado por RosT: Bibliographie des Selbstmords, Augsburg, 1927, pág. 301. < 11 ocio por W 1ssE: Se lbs tmord, cte., pág. 4 86.
LOS SUICIDIOS (1

SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA


66
.1ltura, y en la que la caída tenía el significado inconsciente de
Asia Menor: Digores; europeos primitivos: traeos, getas, germa- un parto. (En su idioma materno, que era el alemán, dar a luz y
nos, celtas y rusos 1. descender o bajar se expresa por la misma palabra: niederkommen,
Por otra parte, ya el método de suicidio empleado puede ori- lo que también ocurre en francés: mettre has.)
ginar inconscientemente una recuperación simbólica, aun con in- Teniendo esto en cuenta se comprendería, por ejemplo, la pre-
dependencia de un objeto exterior determinado. Así, estudiando ferencia de las mujeres por un suicidio en forma de tirarse al agua
la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina, F reud o de envenenarse, ya que, en sueños o en actos neuróticos, tales
cita el ·de una joven que intentó suicidarse tirándose desde una formas t ienen con frecuencia el significado simbólico de emba-
1Algunos ejemplos de suicidios o tentativas de suicidio motivados por el deseo de
razo o parto 1. (Véase la lámina "La desconocida del Sena", una
recuperar el objeto libidinoso perdido, tomados de la literatura: mujer que se ahogó, mostrando una extrema placidez.) Satisfac-
VALLE-INcLÁN: Tablado de marionetas. ción de deseos en el suicidio es fácil de ser observada en un sui-
MARI-JUSTINA
cidio conjunto de dos personas. Sadger, en un estudio sobre Kleist,
Si en presencia del rey llegas a verte,
le contarás cómo hubo una doncella
señala que el suicidio común es como un deseo de viaje. La manía
que quiso desposarse con la muerte de viajar se expresa a menudo en sueños de volar, que además
para amarle feliz desde 1tna estrella. de lo señalado por Freud como erección, para Jones 2 están aso-
Los Amantes de Terne/, acto cuarto, escena x: ciados con motivos eróticos anales.
ISABEL
Un caso interesante de suicidio común es descripto también
El cielo, que en la vida nos aparta,
nos unirá en la tu1nba . ..
por Jones (An 1musual case of rrdying together" en el mismo
... Mi bien, perdona libro ):
mi despecho fatal. Y o te adoraba,
tuya fui, tuya soy; en pos del tuyo Un matrimonio canadiense que visita las cataratas del Niágara en
mi enamorado espiritu se lanza. (Muere.) invierno. Inesperadamente se rompe el hielo por donde transitaban y
.Alhalach (el poeta mistico de Bagdad): ,t.u muerto puede ser una de estas dos cosas: o bien no ser nada ni sentir nada, o, por
Amigos mios, matadme,
1 contrario, un traslado del alma de aqui a otro lugar. Y si es verdad lo que se dice,
q1te en mi muerte está mi vida.
,¡ur en este otro lugar están todos los muertos, decidme vosotros, jueces: ¿qué mayor bienestar
Don Quijote, parte primera, capitulo xxvu: ¡,urde existir que este bienestar? Si al llegar al otro mundo uno se libra de estos mal lla-
¿Quién mejorará mi suerte? 111aclos jueces y encuentra allí los verdaderos jueces, ¿significa esto un cambio desfavorable?
La muerte. Y n. al menos, deseo morir varias veces, si ello es así.
San ta Teresa: l En el sueño de una enferma psicoanalizada, el suicidarse tirándose desde una altura
Mira que el amor es fuerte,
1ir11r el significado de permitirse la satisfacción genital. Es como sigue:
vida, no seas molesta, "Me arrojo áesáe ef, último piso áe mi casa (para suicidarme)."
mira que sólo te resta Un resto diurno, que dió forma al sueño, fué el haber visto el día anterior una obra
para ganarte, perderte. 1, .,1, .,1, titulada Prohibido micidarse en primavera. La labor de interpretación demostró
Venga ya la dulce muerte.
,¡ue ,r arrojaba como a un patio interior, que simbolizaba sus órganos genitales, desde el
San Juan de la Cruz: ¡,,,., de arriba de su casa, que representaba su cabeza. Abandonaba, pues, sus pensamientos
Esta vida que yo vivo i11l11h><lorcs y se entregaba de lleno a la sexualidad. A una mujer que se conduce de ese
es privación de vivir. n1111ln rn el lenguaje corriente se la designa como una persona "caida muy bajo". Tal vez
Como aparece en los Diálogos de Platón, también para Sócrates la muerte significa la ¡111,qur lo que est:í situado nabajo" son los órganos genitales.
consecución de unos objetos libidinosos más favorables: JoNES: On "dying together", with special referenct to Heinrich von Kleist's S1ti-
Nadie sabe lo que es la muerte. Tal vez la muerte es el mejor de todos los bienes . lr, rn el libro Essays in applird Psycho-Annlysis, pág. 99. Londres, 1923.
Es imposible que tengamos razón cuando pensamos que la muerte es un mal. Porque el
68 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LOS SUICIDIOS
69
se dejan llevar por la corriente, haciendo ambos, pero sobre todo la
mujer, escasas tentativas para salvarse. Finalmente, perecen en las ca- me atajen el camino por el cual en breve tiempo podré visitar en este
taratas. Era un matrimonio sin hijos, en el que debió actuar el signi- día al que me visitó la pasada noche. Todo se ha hecho a mi voluntad:
ficado simbólico del "morir en común", como representando la con- buen tiempo torné para contar a Pleberio mi señor ( el padre de Me-
cepción y el nacimiento de un niño. 1ibea ) la causa de mi acordado fin. ¡Gran sinrazón hago a sus canas;
gran ofensa a su vejez! .. .
Jones señala que si todo lo sucedido hubiese sido sólo un sue-
ño, no se hubiese vacilado en interpretarlo como un afán de parto Si estas dos motivaciones del suicidio las unimos a las anterior-
en una m~jer estéril. "Flotando sobre un bloque de hielo en una mente estudiadas, podremos completar nuestro diagrama del si-
corriente de agua peligrosa, en compañía del amante, a la vista guiente modo:
de todo el mundo y sin embargo aislada de él, la catástrofe ame-
Ambiente desfavorable
nazante de ahogarse, y el movimiento rápido de ser llevada pasi-
vamente adelante y atrás, todo ello forma un cuadro perfecto."
Sería interesante el investigar los mecanismos psicológicos que l
Pérdida del objeto
1
,1,
originan la creencia de la recuperación del objeto perdido por libidinoso
Agresión del
ambiente contra
medio del suicidio. Esta investigación ayudaría a solucionar tam-
bién algunos problemas relativos a la fe en la supervivencia e 1
Deseo del yo de .,.._
.¡,
.,.._
el y o

l
inmortalidad en las religiones. Pero los límites de este trabajo me - -) Imposibilidad - -> Sentimientos
ri·cupcrar el objeto
impiden hacer aquí esta investigación. perdido 1 agresivos del y o
con tra d am biente
Como ejemplos de suicidios en que aparecen unidas las dos mo- 1
tivaciones: la agresión al exterior y el deseo de recuperar el obje-
de recuper ar el
objeto perdido
d, k ,,=;,. 1 1
to perdido, voy a citar dos casos tomados de la literatura. .¡,
Identificación del .¡,
Shakespeare, después de describir la violación de Lucrecia por Tar- 1 Vuelt a de la agre-
¡111 con el objeto
quino, hace exclamar a ésta: sión contra e1 y o
perdido
El solo remedio que puede curarme es obligar a que salga de mis 1
venas mi sangre, odiosamente mancillada ... .¡, .1___ ,¡,
1
.¡,
Legaré mi honor al cuchillo que hiera mi cuerpo deshonrado. Es 1

acto de honor poner fin a una vida deshonrada, pues cuando la vida "
SUICIDIO
concluya, subsistirá la honra. Así saldrá mi fama de las cenizas de
mi vergüenza, y muerta así mi vergüenza, mi honra será del mundo.
VIVENCIAS INFANTILES Y CONSTITUCIÓN
Caro señor de la joya preciada que he perdido, ¿qué porción te lega-
ré? Mi resolución, amor mío, será tu tema de orgullo y el ejemplo que
te enseñe qué v enganza debes tomar. En toda neurosis intervienen conflictos infantiles y conflictos
,l!! l ua!cs. Lo mismo ocurre en la psicogénesis de las ideas de suici-
Y en La Celestina ( veinteno acto) :
dio; al lado de motivos actuales que obligan al individuo a en-
Melibea. - De todos soy dejada; bien se ha aderezado la manera de
t'. 011 l rar la vida desagradable, existen motivos infantiles que han
mi morir; algún alivio siento en ver que tan presto seremos juntos yo
;u .1•,ionado un a deformación masoquista de la personalidad. Esta
y aquel mi querido y amado Calisto. Quiero cerrar la puerta, por que
,',I l 1111a hace que los conflictos actuales obren con más intensidad
ninguno suba a me estorbar mi muerte, no me impidan la partida, no
.ril ,n· el individuo.
70 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 71

Una enferma que psicoanalicé tenía con frecuencia ideas de El sentimiento de culpabilidad es el que ocasiona que la agre-
suicidio. Interesado en el estudio de la psicología del suicidio, le sión se vuelva contra su yo:
dije que me hiciese conocer por escrito los motivos que la im- Yo veía otros niños, amigos y compañeros de colegio, que v1vian
pulsaban a esas ideas desesperadas. No hice ninguna otra indi- mimados una vida de dulce inconsciencia. Los envidiaba, y anonadada
cación a la enferma la que, por otra parte, tampoco poseía co- por lo terrible de nuestra situación, llegué a creer que no éramos me-
nocimientos psicológicos especiales. Era una mujer inteligente recedores de otra suerte. Mi madre nos humillaba constantemente,
y con cierta capacidad de autoobservación psíquica. Espontá- haciéndonos ver que éramos unos monstruos sin entrañas, compendio
neamente, al intentar describir la motivación de sus ideas de de todas las humanas maldades. Nuestra poca edad no nos permitía
suicidio, lo primero que refirió son sus conflictos infantiles. Re- comprender la injusticia y la monstruosidad de su proceder. Yo llo-
produciré textualmente su escrito, limitándome a hacer un es- raba desconsoladamente y estaba siempre dispuesta a pedir perdón. De
ahí nació una humildad, un complejo de inferioridad y una timidez
tudio psicoanalítico esq uemá tic o. que me han atormentado siempre.
Empieza narrando la pérdida del objeto libidinoso: A los niños se les educa en la idea de que los padres y los maestros
Casi desde que tuve uso de razón recuerdo haber sentido una irre- no se equivocan nunca. Como consecuencia de esta educación, el niño,
sistible inclinación hacia el suicidio. Tenía yo ocho años. Fué en ... , temeroso y seguro de esta infalibilidad, no se atreve a formar un juicio
ciudad en la cual pasé la época más amarga de mi vida infantil, cuan- acerca de las palabras y de las acciones de sus padres. Se le ha dicho
do se despertó en mí el deseo de acabar con una existencia quet yo que éstos tienen siempre razón, que él no es nadie 1, y, por lo tanto,
creía desgraciada y sin alicientes. está incapacitado para juzgarles. Su misión debe reducirse a la obe-
diencia ciega y al agradecimiento perpetuo. Sus padres le han hecho
En las líneas siguientes describe la agresión del ambiente
un gran favor trayéndole a este mundo; le dan una prueba diaria de
contra ella : bondad al alimentarle y educarle. Si le castigan, es por su bien, para
Había sobrados motivos para creer que no era una vida dichosa la refrenar sus malos instintos y su perversión innata. Cada golpe, cada
que llevábamos mis hermanos y yo. Mi madre nos maltrataba sin pie- palabra hiriente es un testimonio de amor que el pobre niño no sabe
dad, de palabra y de obra. Era una mujer inteligente, culta y muy .tpreciar ni agradecer. El padre, la madre, el maestro se sacrifican siem-
hermosa, de una seducción extraordinaria para el que no la conocía en pre; el hijo es un ingrato que carece de sensibilidad.
la intimidad. Nadie, al verla tan atractiva, hubiera podido sospechar
su crueldad inhumana, su ensañamiento con los débiles, su refinamien- La agresión vuelta contra el yo origina las ideas infantiles
de suicidio:
to para producir un sufrimiento de cualquier categoría.
Tenía una aguda perspicacia y una voluntad de hierro. Con su ex- Desesperada por esta situación de inferioridad en que me encontra-
traño instinto para conocer el punto vulnerable de cada uno, el sitio li.1, sin apoyo ni consuelo -los niños, en su necesidad de valimiento,
preciso para herir y causar mayor dolor, nos tuvo siempre atemoriza- 110 saben buscar soluciones a sus conflictos-, empecé a acariciar la idea
dos, indefensos, sometidos por completo a su arbitrariedad y a su des- dl· terminar con todo lo que me rodeaba. Pero, ¿cómo?
pótico dominio. Desde muy niña era dada al ensueño y al vagabundeo de la imagina-
Más adelante se observa cómo se inicia su agresión contra la • it'in. La realidad se me antojaba fea y la suplía con inverosímiles fan-
1.t\Í ,ts que discurría en mis ratos de soledad. No temía a la muerte,
agresión materna, pero también cómo en seguida se reprime:
J'III'<¡ uc, como nadie me había hablado del más allá, no creía que pu-
A veces, llegué a sentir un odio violento contra ella; pero la admi- .1 iiw existir otra vida peor que la que yo conocía. No teniendo nin-
raba a pesar de lo que me hacía sufrir, y me sentía sugestionada por 1
Subray2do por la enferma.
su aire de superioridad, que a mí me parecía omnipotente.
72 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

guna idea religiosa, ignoraba el pecado y la pena eterna que la Iglesia


inflige al suicida.
Sin embargo, la agresión no se ha vuelto completamente con-
tra el yo, sino que existe un resto de sadismo que sigue la direc-
ción primitiva hacia el exterior. Ésta la impulsa a desear la muer-
te de los demás:
Tenía, sin embargo, miedo a morir sola. Mi sueño dorado era que
el mundo se deshiciese conmigo, y este sueño me hizo pensar con frui-
ción en terribles catástrofes interplanetarias. Mi padre me había dado
pequeñas lecciones de Astronomía. Yo rechazaba en estas lecciones to-
do lo que pudiera haber de matemático; no quería de ningún modo
imaginar )os astros recorriendo sus órbitas con la inmutable organiza-
ción de las leyes cósmicas.
Prefería pensar qué accidentes de la circulación podían alterar su
recorrido, haciendo que chocasen unos contra otros. Durante mucho
tiempo estuve obsesionada con la idea de que nuestro planeta tropezase
en su camino con algún compañero de ruta. Sentía la aproximación
del monstruo; lo veía aumentando de tamaño todos los días. Veía
también a los habitantes de la Tierra enloquecidos, aterrados ante la
proximidad de la catástrofe. Lo que más me atemorizaba era la sen-
sación de frío y la oscuridad que invadirían la Tierra. Pero la idea
de morir, de acabar con todo y sin que quedara de nadie el más pe-
queño rastro, me consolaba de todos mis temores.
En estas líneas transcritas, y también en las siguientes, se
observa la deformación mas:>quista de la personalidad:
Como el deseo de liberarme de la despótica opresión que mi madre
ejercía sobre nosotros era cada día más violento, me gustaban los
juegos que entrañaban algún peligro, ya que la emoción de este peli-
gro me hacía olvidar la angustia constante en que vivía. Sentía un
placer enorme en sentarme al borde de bs ventanas, con bs piernas
inclinadas hacia la calle. Me atraía b posibilidad de caerme, aunque
sabía que la caída sería mortal, ya que vivíamos en un quinto piso.

Voy a exponer ahora un caso clínico en el que se puede


observar claramente cómo son los conflictos originados por las
vivencias infantiles los que, reavivados y reforzados por los con-
flictos actuales, originan las ideas de suicidio.

l•., ,l.-,rnnor1d.1 d,·I S,·11.1 (pJ¡;, <,7).


LOS SUICIDIOS 7}

Se trata de un hombre de veint1cmco años, que realizó una


tentativa de suicidio dándose varios cortes con una hoja de afei-
tar en las venas de los brazos. Cuando le pregunté acerca de
los motivos de su suicidio, me contestó que encontraba la vida
poco interesante, que tenía que trabajar demasiado y que, dis-
gustado por estas dos causas, pensó en matarse.
Efectivamente, desde hacía seis meses trabajaba intensamente,
durante quince o dieciséis horas diarias, en un negocio que mar-
chaba espléndidamente y donde tenía un buen sueldo, siendo
muy apreciado por sus jefes. Empezaba a trabajar en las pri-
meras horas del día, no cesando hasta la noche. Dormía escasas
horas y no disponía de ningún tiempo para distraerse de su
trabajo y divertirse.
En él existía, pues, un conflicto real actual: la vida de tra-
bajo intenso, que originó un estado depresivo de ánimo. Dicho
estado depresivo le impulsó a buscar la muerte. Pero el conflicto
actual por sí sólo no explica la tentativa de suicidio. Únicamente
conociendo, además, las vivencias infantiles del individuo, se com-
prende la psicología de su suicidio. Por ello narraré brevemente
la historia de este enfermo:
M1LLA1s: El suicidio de Ofeli11.
T ... fué un niño débil y enferrrúzo. Muy frecuentemente, sobre
O pále 0/ibélie, brlfr co1111" '' 1" 11eige, Sí, pá lida Ofclia, herrnos:i como la nieve, todo en primavera y en otoño, sufría de asma infantil. En estas
Qui, /11m ourus, eufau l , Jw r uu fleuve ¡ Morisrc, ni1l:t, llevada por un río! épocas tenía una intensa disnea que le impedía hacer gimnasia y ju-
[e111porié! Porque los vientos cayendo de los montes gar con sus condiscípulos. Esta enfermedad le obligaba también a faltar
[grandes de Noruep
C'rsl que les vr" ls /0111 ba"I de., gra 11ds con frecuencia a las clases. Pero T ... , a pesar de su mal estado de
Te habían habbdo en voz baja de la
[1110))/S "" No nvrge
[ áspera libertad.
salud, intentaba vencer a sus compañeros en el estudio y en los
T'a1 ·airnl parlé / 011/ bas dr l',íp,·r 1i/,erl,,
Juegos.
A. R1MBAUD ,:-. Los padres le trataban bien, pero muy severamente. Eran personas
de costumbres muy rígidas y serias. No permitían a sus hijos más
que escasas diversiones y procuraban inculcar continuamente en ellos
la noción de que la vida consistía en el cumplimiento rígido del deber.
De niño su gran afición era el fútbol. Asistía a todos los partidos,
aun sabiendo que, debido a las frecuentes lluvias del país donde vivía,
sufriría accesos más frecuentes de su enfermedad pulmonar.

La severa educación familiar, juntamente con la debilidad


orgánica, deformaron de un modo masoquista la personalidad de

• V,, c,pítulo: Arthur Rimbaud (p:ig. 26í).


74 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS 7S

T ... Esta deformación masoquista influyó en todo su comporta- A los veintiocho años le trasladan a Madrid en las condiciones ya
miento ulterior, llevándole a situaciones en las que la vida perdía mencionadas. Solamente T .•• podía realizar el trabajo que llevaba a
todos sus atractivos y en las que estaba sometido a trabajos dema- cabo en la oficina, porque no había ningún otro empleado que tuviese
siado intensos, que cumplía como una obligación de la que no los conocimientos especializados que se requerían. Con sus jefes existían
algunas dificultades que T ••. procuraba evitar.
podía huir. Su suicidio sería un medio de solucionar todos estos
Se sentía muy cansado física y espiritualmente. En vista de que no
conflictos. encontraba ningún placer en la vida, decidió suicidarse. No comunicó
Después de terminar sus estudios fué a trabajar a la ciudad de B., su decisión a nadie, ni siquiera a sus padres. Con una hoja de afeitar
cumpliendo satisfactoriamente con sus obligaciones. Se hizo jugador se cortó las venas del brazo; pero "era muy latoso", según expresión del
de hockey, y a pesar de que sus dificultades respiratorias le molesta- enfermo. T •.. pensaba que se iba a morir en seguida, pero las heridas
ban, llegó a jugar mejor que sus compañeros, siendo elegido capitán sangraban y al cabo de poco tiempo la hemorragia cesaba. Se hizo va-
del equipo. rios cortes, "procurando coger venas importantes, como la del pulso".
En B. empezó también a realizar cierta vida social, asistiendo a En vista del escaso éxito de sus tentativas, tomó una hoja herrumbrada,
reuniones y a bailes. Su alegría en estas diversiones no era como la de pensando que así la herida sería mayor y que la hemorragia seguiría
los demás, sino que era ficticia, algo forzada. Solía pasear con mucha- más tiempo. Se hacía daño al cortarse, pero se alegraba pensando que
chas, pero se cansaba rápidamente de ellas. De algunas recibió cartas de este modo conseguiría morir. Unas personas que entraron en su
de amor, que no contestaba. habitación, vieron lo que había hecho y le llevaron a un sanatorio.
A los veintitrés años se traslada a P., donde encuentra una buena Otro de los factores que condicionan la psicología de las ideas
colocación. Trabaja mucho y bien, consiguiendo mejorar su situación
de suicidio es la constitución hereditaria. Hay familias cuyos
y ser apreciado. Su traslado a Madrid, cinco años después, es debido
miembros se sienten impulsados al suicidio de un modo irresisti-
al aprecio con que los jefes valoran su trabajo.
En P. intima con uno de sus jefes, un hombre de su edad. Con este ble, de lo que, sin embargo, no hay que deducir en seguida que
jefe y su mujer procura concurrir a diversiones, pero manteniéndose él sea provocado por motivos constitucionales. Maccabruni 1 des-
siempre en límites de seriedad impropios de su edad. Sólo muy de cribe una familia en la que no existía ninguna de las causas
tarde en tarde se atreve a divertirse más intensamente, quedando lue- que corrientemente explican el suicidio. Ni dificultades económi-
go triste y de mal humor. cas, ni pasiones intensas, ni enfermedades incurables y, psíqui-
En esta época tiene días de estado depresivo de ánimo. Sueña con c:imente, los miembros de la familia parecían personas normales.
algo que no puede describir, que cae o que pesa sobre él. t•:I segundo hijo fué el primero que se suicidó; poco después se
A los veinticuatro años realiza el primer coito con una prostituta, mataba su hermana; cuatro años más tarde, el quinto hijo; otros
siendo su potencia normal. Posteriormente, con escasa frecuencia, rea- l ll::ttro años después, el padre. La hija se envenenó con fósforo;
liza más coitos, siempre con prostitutas. Después del coito se siente tris- los otros se pegaron un tiro, todos con la misma pistola. Doce
te. Por lo demás, no se ocupa de empezar una relación sentimental con
,111os más tarde se mataba un nieto de diecisiete años.
ninguna mujer. Esto no indica que considere la presencia de suicidios repeti-
Visitaba raramente a su familia, de la que vivía alejado. Sus cartas a
los padres eran frecuentes, pero sin intimidad afectiva. do.~ en una familia como debidos exclusiva, ni siquiera preferen-
2
T ... se daba cuenta de que su estado psíquico iba empeorando por f 1•mcnte a la constitución ; lo más probable es que sea un fenó-

su género de vida antihigiénico. Pero -me decía- le sucedía lo mismo 111l·no de seudoherencia, provocado por identificación.

que con el fútbol: a pesar de saber que le perjudicaba, no modificaba itado por RosT: Bibliographie áes Selbstmoráes, pág. 133.
su conducta. " No se debe exagerar, por lo tanto, el valor de la constitución como causa explica-
76 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LOS SUICIDIOS
77
1
Menninger da a estos casos la explicación de que por el sui- Un hermano de la abuela paterna se envenenó con cerillas con mo-
tivo de haberse muerto su mujer.
cidio de un pariente se desarrollan intensos sentimientos de cul-
pabilidad en los demás, debido a los fuertes deseos de muerte El abuelo paterno era una persona de carácter desagradable, que
hacia aquél, que preexistían. La culpabilidad a su vez puede con- se enfadaba intensamente y con gran frecuencia; era rencoroso y
quería siempre vengarse de la gente. Pegaba a su mujer. Se emborra-
ducirles a matarse.
chaba casi diariamente. Trabajaba como impresor y realizaba bien su
En un caso estudiado por mí, en el Reformatorio del Tri- trabajo .
bunal Tutelar de Menores, de Madrid, tuve ocasión de observar La abuela paterna era una persona tranquila, de buen carácter, su-
algo parecido a Jo descrito por Maccabruni. Se trata de un misa, amante de sus hijos, de temperamento muy triste, con deseos de
muchacho de diecisiete años, l. O., que ingresó varias veces en morirse, que justificaba con la conducta de su marido.
el Tribunal de Menores por fugas del domicilio paterno ·y por
robos. Al ser detenido hizo tentativas de suicidarse, cortándose
d t)! :f - r,~
,tO
.?ar.__,J(.---~ 1ó 9.---- a
las venas del brazo. Los antecedentes familiares, según datos su- .. _...,
f~
1 1
'-·y--'"- 1
ministrados por la madre del muchacho, son los siguientes: 1 1 1

Rama paterna. - La informante no conoció a los padres del abue-


lo paterno ni al padre de la abuela paterna.
l,_, __
La madre de la abuela paterna era una persona alegre, siempre con-
tenta, "una persona con la que daba gusto tratar". Bebía aguardiente,
y se emborrachaba con frecuencia; entonces cantaba y bailaba. Murió ~--d~
u1(<} . . . ~"

o
1

t
a los ochenta y nueve años.
Un hermano del abuelo paterno sufrió durante varios años de neu- '---~----,.,+
ralgias en el vientre. Tomaba inyecciones de morfina para calmar el
dolor. A los sesenta años se pegó un tiro delante de un espejo.

tiva del suicidio. Es ciertamente un factor, pero solamente uno. Querer deducir de una
~-9-~riil~ij
supuesta constitución toda la motivación del suicidio es rehuir el problema que este acto
nos plantea. .-• Alcoholismo intenso
~ Tentativa de suicidio


Citaremos una prueba de esta valorización absurda <le una supuesta con:;titución. Para ~--1
explicar la diferencia del suicidio entre católicos y protestantes A. \Vagner dice que aunque
"exteriormente las diferencias son muy pequeñas, sin e1nhargo, para los procesos psíquicos
existen diferencias esenciales entre la substancia y las formaciones cerebrales del católico
y del protestante".
Suicidio
o Psicopatía ( con exclusión de
alcoholismo y suicidio)

Esta afirmación puede ser parangonada con otra de A. de Ottingen, referente al mismo ni J1adre "es una persona maniática, neurasténica. Le conoció cuan-
tema de la mayor frecuencia de suicidios entre protestantes que entre católicos. Dicho aut(}r .f«} 11.·nía veintiún años. Cuando se le ve por primera vez causa el efecto
afirma que "el germano con su gran cultura 'Y su vida sentimental muy profunda, el
,1,: 1111a persona agradable, pero luego se descubren sus rarezas", Se en-
protestante con su tendencia a la duda, están más cerca del suicidio que el frívolo y sanguíneo
latino, que ve en su iglesia, si es que se preocupa de ella, solamente una compañía de se-
f¡1,l.1 con mucha frecuencia y violentamente, pega mucho a su mujer.
guros de vida". l'i1 11t· celos exagerados. Muy poco sociable, no tiene ningún amigo,
1 K. MENNINGER: (Thr Human Mi11tl, A. Knopf, New York, 1942, pág. 125). p111 q 111.· se enfada con todos. Al principio del matrimonio aborrecía el
78 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA.
LOS SUICIDIOS
7'>
alcohol, por los disgustos que en su familia había causado; pero a los
dos o tres años de casado (veintitrés o veinticuatro años) empezó a por cualquier motivo y sus enfados duran demasiado. Se pegan mucho
beber y a emborracharse casi diariamente, lo que continuaba haciendo entre sí y se tiran objetos a la cabeza. Cuando les sucede algo desagra-
en la actualidad. Es muy celoso, sospechando de todo el mundo; por dable amenazan, y también han hecho algunas tentativas de suicidio.
ejemplo, de un amigo suyo, padrino de su hijo; dice de éste que es el Todos tienen el mismo carácter, aunque en los dos menores, cinco y
nueve años, no se observa aún claramente.
padre de su hijo. En otras ocasiones reconoce lo absurdo de sus celos
La mayor, G., casada, sin hijos.
y pide perdón llorando. Una vez los celos fueron tan intensos, que la
denunció en la comisaría. Cuando su mujer habla con otras personas, E., veinte años, casado, dos hijos. Su carácter ha mejorado después
del matrimonio.
piensa que está hablando y contando cosas malas de él. Ha intentado
matar a su mujer y matarse él después. J., diecinueve años. Muy nervioso. Tiene tics frecuentes, por lo que
Tres tíos paternos. Uno muerto de pequeño. Otra muerta a los vein- está en tratamiento médico. De niño, ataques que no han vuelto a re-
tinueve años, de una embolia cardíaca. Era muy nerviosa, se tiraba de petirse. Quiere mucho a su madre; pero la llama "vieja ridícula". Es
limpiabotas. No tiene amigos ni amigas.
los cabellos cuando su madre le pegaba o tenía algún disgusto. Un tío
paterno vive actualmente; es un carácter muy tranquilo; le gusta tam- I., diecisiete años, es el internado en el reformatorio.
bién el vino, pero en vez de reaccionar violentamente, lo hace cantando J., catorce años, muy desobediente, se pega mucho con sus amigos.
G., nueve años.
y bromeando.
L., cinco años.
Rama materna. - La informante no ha conocido a la madre del
abuelo materno ni al padre de la abuela materna. CONCLUSIÓN
La madre del abuelo materno murió a los ochenta y nueve años; era
una persona alegre, nunca triste. Resumiendo todos los datos que hemos encontrado, referentes
La madre de la abuela materna ''se lavó los pies a los dos días de un a la psicogénesis de las ideas de suicidio, podemos trazar el si-
parto y desde entonces tuvo rarezas y manías" que no sabe precisar. guiente diagrama final:
Al abuelo materno le gustaba mucho ayudar en el teatro, por el que
Constitución
sentía gran afición. Muy alegre, pero sin exageración. Muy sociable, no Ambiente desfavorable
pegaba nunca a sus hijos y se llevaba muy bien con su mujer. 1
.¡, 1
La abuela materna era una persona alegre, tranquila. La única rareza Vivencias .¡, +1
Pérdida del Agresión
es que aun en sus últimos años (murió a los noventa y cinco años) se infantiles
objeto del ambiente
arreglaba mucho, rizándose el pelo, poniéndose flores en la cabeza y perjudiciales
libidinoso contra el yo
dándose polvos, pero sin llamar la atención de las gentes. 1
.¡, + .,1,
La madre es una persona tranquila, que se queja de haber sido muy Deseos del yo - +-- Imposibilidad --+ +-- Sentimientos
desgraciada por el carácter de su marido. Reconoce lo patológico de la <le recuperar el I agresivos del yo
familia de éste y se ha defendido lo mejor posible. Se casó a los diecio- objeto perdido J
de recuperar el
/
de la ¡
contra el ambiente
1
cho años, quiso separarse del marido, pero no lo hizo por consideracio-
nes sociales. j +
1
1
1
_ __ objeto perdido agresión __
1
+
Un tío materno "era una bala perdida". Desertó varias veces del 1>cformación
Identificación Vuelta de la
ejército. No sabe más datos de él. maioq uista de
del y o con el agresión contra
l., personalidad
Han sido catorce hermanos, de los que viven actualmente seis. Los objeto perdido el y o
+
otros, muertos a corta edad. La madre ha tenido, además, dos abortos.
Los hermanos son personas de carácter irritable, violento. Se enfadan
¡ +
,
.¡.
+ i

SUICIDIO
LAS NEUROSIS OBSESIVAS

Así, la conciencia hace de todos nosotros unos


cobardes; y así, el nativo matiz de la resolución se
torna enfermizo bajo los pálidos toques del pensa-
miento y empresas de grande aliento e importancia,
por esta consideración, tuercen su curso y dejan de
tener nombre de acción.
HAMLET,

SINTOMATOLOGÍA

En el neurótico obsesivo existen pensamientos o actos, en sí


dt· escasa tonalidad afectiva, que despiertan en él reacciones emo-
( ionales intensas y que él repite con frecuencia, aunque le resultan
1110lestos. No comprende totalmente su significado y se esfuerza
1·11 rechazarlos, sin conseguirlo. Su comportamiento resulta, pues,
,~x lraño, pero con todo, produce la impresión de ser un individuo
normal, y, en efecto, por lo menos una parte de su psiquismo
, 011sciente pretende ajustarse a la realidad. Además suele per-
' d1ir lo absurdo de sus obsesiones.
Tres son, pues, las características principales de las obsesiones:
110 son deseadas, no son comprendidas y no pueden ser rechazadas,
1 pl'sar de que el sujeto no comprende su razón de ser. Se pre-
1111.111 con una intensidad variable; algunas pasan inadvertidas y
,11 ': I\ :itormentan tanto al sujeto que sólo puede reaccionar orien-
1,1111 lo su actividad en torno de ellas. Dada su variedad, en un
1111 1:1110 de clasificación se las suele dividir arbitrariamente en
11cm.1mientos y actos obsesivos.
Conviene citar algunas de sus formas antes de iniciar su estu-
'11J p\irn:111alítico. Obsesiones de pensamiento toman frecuente-
82 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS NEUROSIS OBSESIVAS
8)
mente el aspecto de dudas repetidas de haber efectuado bien o mal
una actividad cualquiera. Frecuentes son también las obsesiones aparecerán en el curso del presente estudio. Pero antes de ini-
de contraste que, por ejemplo, atacan a un individuo religioso, ciarlo, se debe insistir en que si bien ellas constituyen los síntomas
cuando en medio de una oración se le ocurren pensamientos más llamativos de los neuróticos obsesivos, éstos presentan muchos
obscenos. A una madre le puede obsesionar la idea de matar a otros rasgos psicológicos peculiares, que es necesario ir examinan-
su hijo querido, lo mismo que a una mujer casada la de hacer do gradualmente y con detalle, ya que solamente mediante su
daño a su marido. Obsesiones menos abrumadoras son las de una comprensión se revela la compleja personalidad del sujeto y la
melodía o un recuerdo que acuden incesantemente y de un génesis de su enfermedad.
modo molesto a la memoria, sin que se comprenda por qué y sin Uno de ellos, interesante para un investigador del inconscien-
que se los pueda rechazar. te, es que la represión tiene menor intensidad que en el histeris-
Ciertos neuróticos obsesivos están preocupados con la idea de mo. A ello se debe que en la neurosis obsesiva se manifiesten
que sus manos están sucias y se ven así obligados a lavárselas en la consciencia muchos contenidos psíquicos reprimidos en
otras neurosis.
repetidamente, en ocasiones numerosísimas veces, aun empleando
desinfectantes cutáneos. O bien consideran sucios sus trajes o
los muebles de su habitación o el resto de la casa y por ello rea-
lizan también maniobras de limpieza largas y complicadas. En PSICOANÁLISIS DE LA PER,SONALIDAD OBSESIVA
casos análogos no se permiten salir a la calle, para que no caiga EL ELLO.
sobre ellos la suciedad exterior, para no contaminarse de micro-
bios o para evitar algún otro contacto temido, generalmente po- El estudio de las peculiaridades psíquicas obsesivas puede ini-
co comprensible. Dicha prohibición obsesiva en muchos casos em- ciarse con el de la vida instintiva. Ante todo, con el examen de
pieza en relación con algo insignificante, pero gradualmente se la vida genital, que demuestra claramente la existencia en el neu-
va extendiendo más y más, alcanzando a nuevos actos y situa- rótico obsesivo de una serie de temores que el psicoanálisis, redu-
ciones, hasta recluir al enfermo en su aposento, donde tampoco ciéndolos a su raíz infantil, ha designado con el nombre de te-
se ve libre de sus síntomas. mor a la castración.
Hay casos en que los neuróticos obsesivos tienen que ajustar a Son temores que toman diferentes formas, como ser: miedo,
normas rígidas su conducta y la disposición de todo lo que les ,il contagio venéreo, a una posible impotencia genital o bien se
rodea. Pueden exigir que los muebles de su habitación estén 1nanifiestan en el hecho de que el sujeto, en una relación sexual,
colocados simétricamente, que en las paredes no haya cuadros 1: detiene en actos pr~liminares al coito o realiza prácticas no -
inclinados, que caminando sigan siempre el centro o el borde de dd todo normales para llegar al orgasmo. El temor a la castra-
la acera, pisando o evitando pisar las hendiduras que hay entre cii'm se demuestra asimismo por malestar, insomnio o pesadillas
las baldosas del suelo. Al asistir a una reunión se ven impulsa- d11 ra nte la noche que sigue a un coito. Vale decir que ocurre·
dos a colocarse de un m odo determinado para no sufrir angustia. c•11 es tos casos lo contrario a lo señalado por Freud, cuando afir-
Y al efectuar otra actividad piensan que podría traer un perjuicio 1111 que el mejor hipnótico es una satisfacción genital normaL

a una tercera persona, sintiéndose a menudo en la obligación im- Pero ocurre que el neurótico obsesivo a menudo no se da cuen-
periosa de deshacer lo realizado. ' ¡1d1· la existencia en él de una aversión a la actividad genital com-
Hay muchas formas más de obsesiones, algunas de las cuales plc1:i, por lo que, en una primera exploración psiquiátrica, puede
(¡, 111,1r sinceramente que su actividad sexual es normal. Tampoco
84 SA DISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIV AS sr

relaciona sus temores obsesivos con su vida instintiva, y como, dre con actividad genital y no "pura". Asimismo se observa tal
además, en sus primeras manifestaciones al médico, suele omitir a fijación edípica en sus relaciones familiares; el neurótico obse-
veces, mediante un proceso de aislamiento, ciertas exteriorizacio- sivo suele vivir con sus padres en una situación de dependencia
nes no completamente normales de su sexualidad, falsea de un y de sumisión infantil, en la que, como ocurre siempre con to-
modo involuntario el aspecto de su vida instintiva. das las manifestaciones de la neurosis obsesiva, no faltan las acti-
Mas la experiencia psicoanalítica enseña que la actividad ge- t udes opuestas, que crean frecuentes discordias familiares.
nital del neurótico obsesivo no suele tener un aspecto placentero y Suele persistir a menudo la masturbación genital, acompañada
libre de contratiempos. Sin embargo, en muchos casos, examinan- de fantasías inconscientes relacionadas con los objetos edípicos.
do sólo la superficie psíquica del enfermo, se observa en él un Muchas veces estas fantasías edípicas fueron conscientes en años
deseo de realizar una vida genital normal, sin que aparentemente de la pubertad y aun en épocas posteriores. Son estos datos los
existan las inhibiciones que detienen al histérico. Más aún, se que hacen sentir al psicoanalista: que en el enfermo obsesivo no
puede percibir cómo el neurótico obsesivo se esfuerza en eliminar existe la madurez psicosexual necesaria para emanciparse de la
mediante el acto genital la excit ación sexu al que le resulta moles- situación familiar y para realizar francamente el paso hacia la
ta, que resiste mal y que, si persiste, le impide realizar con tran- cxogamia, necesaria en la completa evolución sexual normal.
quilidad otro tipo de actividades de índoles más racionales, y hacia Las fantasías de masturbación de enfermos obsesivos son tanto
las que se siente más atraído, como puede ser el estudio o el ejer- heterosexuales como homosexuales, sádicas como masoquistas. Así,
cicio de su oficio o profesión. en un enfermo, su fantasía de masturbación era imaginarse el
La existencia de una actitud ambivalente frente al acto geni- sacrificio de Isaac por Abraham, representando Isaac al enfermo
tal, consecuencia del temor a la castración, hace que este acto, mismo y Abraham a su padre.
para el enfermo obsesivo, se convierta en algo que considera ne- Los conflictos genitales hacen a menudo que después de una
cesario efectuar, pero sin acompañarlo de amor o de cariño hacia {-poca de actividad genital, tal vez de aspecto aparentemente nor-
el compañero sexual. El acto genital suele tener el significado de mal, el neurótico obsesivo renuncie más o menos totalmente al
algo excrementicio, del tipo de la defecación. Por dicho motivo rnito, regresando a prácticas masturbatorias o esforzándose en
el enfermo obsesivo elige como objetos sexuales a individuos poco •,cguir un ideal de ascetismo intenso.
interesantes, del tipo de la prostituta, de una mujer de clase Los conflictos genitales del enfermo obsesivo traen como con-
social muy inferior o de aspecto físico poco agradable, indicando •,ccuencia la presentación de un fenómeno que no ocurre en casos
así la presencia en su psiquismo de una tendencia al rebaj.a miento de histerismo. Es la t1.egresión de la sexualidad genital a la etapa
del objeto sexual. .111tcrior de la evolución instintiva, es decir, a la organización
Por lo que se refiere a la relación del instinto con su objeto M'X ual an alsádica.

hay que señalar además, que, lo mismo que en otros neuróticos, Tal regresión se manifiesta por la presencia en la conducta del
en el enfermo obsesivo existe una fijación edípica de su genitali- 1~11 f crmo de una serie de rasgos anales y sadomasoquistas. Justa-
dad, fácil de observar en su elección de objetos sexuales con el llH'ntc su presentación, señalada primeramente por Jones, hizo
significado de imágenes maternas o paternas, como pueden ser , 111 1occr a Freud la relación íntima entre la analidad y el sadoma-
personas de edad o de autoridad, a las que el enfermo se somete , 11q u ismo y le llevó a establecer la existencia de una organización
pasivamente, o, por el contrario, también en la ya descrita elec- i111.tls:ídica, anterior a la fálica, en la evolución sexual infantil.
ción de objetos rebajados, representantes inconscientes de la ma- 1.as concepciones psicoanalíticas acerca de la evolución de la
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS
86

sexualidad infantil han sufrido algunas modificaciones. Aun reco- Para el niño en la primera edad la madre no es solamente
nociendo toda su gran trascendencia al complejo de Edipo, es un ser activo, fálico, sino también omnipotente. La primera ac-
decir, de amor genital al progenitor del sexo contrario y odio al tividad del niño es una copia de la de la madre. Esta identifi-
del sexo propio, y viceversa, se ha comprendido el significado de cación es la más fundamental y primitiva de todo lo que ocurre
las fases preedípicas y la importancia de la madre, que en tales en la vida humana.
fases primitivas suele ser considerada por el niño como un ser La identificación con la madre hace a ésta menos necesaria.
fálico. Por lo tanto, posteriormente la madre tiene que renunciar a parte
Siguiendo a Ruth Mack Brunswick 1 -que fué el primer de su actividad, para no provocar las agresiones del niño. Gene-
psicoanalista que empleó el término "preedípico"- voy a reseñar ralmente suele ser la madre prohibidora, la que primero recibe
rápidamente estas primitivas fases de la evolución libidinosa, tal las agresiones del niño.
como eran concebidas por Freud. Las injurias narcisistas ( destete, nacimiento de un hermano,
En la fase preedípica existe una relación íntima entre la ma- etc.) aumentan enormemente la hostilidad del · niño hacia la ma-
dre y el niño, sin que el padre intervenga todavía como rival. dre. Pero si es demasiado intensa, tal hostilidad infantil tiene que
Ello ocurre antes de los tres años de edad, cuando las zonas pre- ser reprimida. Con ello el niño se ve obligado a renunciar a parte
genitales son de mayor importancia que las genitales. En el va- de su actividad normal, en la que intervienen siempre elabora-
rón la fase preedípica tiene menor duración que en la niña. ciones de deseos sadomasoquistas. Cuando el niño necesita hacer
Otra diferencia en el comportamiento de los sexos es que en uso de una mayor actividad, entonces, a consecuencia del con-
el curso de su evolución sexual la niña cambia de objeto, ya que flicto citado, hay un bloqueo mayor de la actividad y con él se
abandona a la madre y se dirige al padre. En el varón no existe crea una regresión a un nivel anterior más pasivo. Lo que puede
ese cambio de objeto, pero se modifica la actitud frente a la ocurrir alrededor del tercer año, coincidiendo con el empuje bio-
madre; el niño de pasivo se convierte en activo. lógico, al presentarse el interés hacia lo genital y cuando se rea-
Durante toda la evolución sexual tres pares de antítesis se van liza el descubrimiento de la castración.
sustituyendo gradualmente: 1) activo-pasivo, 2) fálico-castrado, En las primeras edades de la vida nada iguala en importancia
3) masculino-femenino, que se hace patente en la pubertad. Es ;d cuidado físico del niño por la madre. Todo el cuerpo infantil
el descubrimiento de la castración el que inicia la antítesis fálico- .,dquiere un importante papel sexual. Pero como el órgano ge-
castrado. Pero aun en este período el niño sigue considerando nital tiene poca importancia, resulta que la relación del niño
a la madre como un ser fálico. ton la madre parece ser "inocente".
Siguiendo estas consideraciones Freud sugiere que es mejor En la fase oral el niño recibe. La fase anal, que empieza apro-
designar el complejo de Edipo como activo y pasivo, en vez de ximadamente a los dos años, se inicia por el dar. En esta fase
positivo y negativo, como se hacía hasta ahora. En la niña el ,1 nal se efectúa la educación intestinal y la de los esfínteres. Toda
complejo de Edipo activo es el preedípico, el pasivo es el que (:s Limulación desagradable de la zona anal causa un ataque de ra-
tiene al padre como objeto. En el varón el activo tiene a la madre l>i.i. Una enema toma la apariencia psicológica de una violación;
como objeto (es el positivo de antes); el pasivo se dirige hacia d niño reacciona con una descarga de rabia que puede ser equi-
el padre ( el antiguo negativo). p.trada a un orgasmo. La rabia es el equivalente anal del orgasmo
1 RUTH MACK BRUNSWICK : La fase preedípica del desarrollo de la libido, " Revista grni tal.
de Psicoanálisis" , tomo I, 1944, pág. 403. Con el aumento de su actividad, el niño se toca los órganos
88 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 89

genitales, en vez de esperar a que la madre lo haga. Así se cons- mutuo de los genitales. Lo que se modifica al ocurrir la pubertad.
tituye la primera base de la masturbación infantil. Cuando la Además en la pubertad intervienen fuerzas que empujan al niño
madre prohibe la masturbación, los reproches hacia ella se hacen a tener relaciones sexuales con cierta independencia de sus ob-
más intensos, ya que no permite lo que ella provocó durante los servaciones o experiencias anteriores.
cuidados corporales. A pesar de todo, el niño sigue deseando que Hay dos grandes deseos infantiles: el de un niño y el de un
la madre le toque los genitales. pene. El deseo de tener un niño es primeramente asexual y se
La masturbación, que originó el cuidado corporal materno, origina en una identificación con la madre activa y omnipo-
va acompañada de fantasías orales, anales y genitales. De estas tente. En la fase anal se desea pasivamente un niño de la madre.
últimas procede la comprensión por el niño de la forma de las Existe también el deseo activo de regalar un niño a la madre.
relaciones sexuales entre los padres. El niño las fantasea como Posteriormente el varón abandona el deseo pasivo de un niño;
siendo análogas a aqueJlos actos que fueron para él fuente de la niña lo conserva.
placer. Así, por ejemplo, piensa que el padre es amamantado por El deseo de un pene es primeramente narcisista. Luego el pene
la madre. Esta posición de padre pasivo tiene su contraparte en se desea para conseguir a la madre. Al revés de lo que se creía
fantasías en las que el padre o el niño amamantan a la madre. hasta ahora, en la niña el deseo de un pene no se cambia por el
La masturbación femenina es menos conocida que la del niño de tener un niño. Lo que ocurre es que la niña concentra su
varón. Hay mujeres que aparentemente no se masturbaron, ni deseo imposible de pene, en el deseo permitido de un niño. Con
presentan un orgasmo genital, pero que tienen una sensación ello el deseo activo de pene se cambia en el pasivo de recibir un
placentera difusa durante el coito. Todo ello es debido a que en pene del hombre.
la niña hay una mayor represión de la sexualidad infantil que La actitud edípica del niño varón permite adivinar cómo fué
en el niño. su fase preedípica. Así la persistencia de un complejo de Edipo,
La observación de la falta de pene de la madre significa para que no es abandonado, aun a riesgo de incurrir en la castración
la niña el cese de sus esperanzas de conseguir alguna vez un pene. por el padre, significa la existencia anterior de obstáculos en la
En la niña, según Freud, la represión de la masturbación en su producción edípica normal. Pudieron haber existido muchas
forma manual ocurre por la idea de la castración, ya que las ma- agresiones contra la madre o bien el brote de pasividad fué de-
nos perciben siempre el órgano genital como careciendo de pene. masiado fuerte. El cuadro clínico resultante es el de una fijación
Pero, además de esta base narcisista de la represión, existe otra de- cdípica en la madre; estudiándola detenidamente se observa que
pendiente de un rencor hacia la madre. A consecuencia de la per- t al fijación es pasiva en vez de activa y preedípica en vez de
cepción de "la castración" materna el niño varón desprecia a la cdípica.
madre, pero la niña es incapaz de ello, dado su propio aspecto A menudo el niño que no consigue abandonar la masturba-
biológico; de ahí que se separe de la madre y esta separación vaya ción, a pesar de reaccionar con intensos temores, ofrece una
acompañada de una hostilidad mucho más intensa que la del niño. forma de conducta que es la de una adhesión tenaz a la madre.
Mas como la idea de la madre y la masturbación fálica están ín- Lo hace con la esperanza de evitar así las malas consecuencias
timamente unidas, la pérdida de una trae el cese de la otra. temidas. Ocurre entonces, por ejemplo, que el niño no consigue
Durante la fase fálica, el niño desconoce la existencia de la dormir, sin estar la madre presente.
vagina y todavía no existe en él el deseo de penetración. En esta Un cuadro clínico resultante de la evolución preedí pica es el
edad la concepción corriente del coito es la de un acariciamiento de la mujer que no va más allá de un primer amor homosexual,
90 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS '11

porque una seducción actuó en ella traumáticamente. Otro cua- Por otra parte, desde el punto de vista afectivo, en esta edad
dro clínico, de origen preedípico, es el de la sumisión del varón y en esta fase de organización sexual, el defecar de un niño en
al padre. La «agresividad nuclear" constitucional del niño, jun- presencia de una persona es una muestra de su cariño hacia ella;
to con la existencia de una gran agresividad hacia la madre y además, el excremento tiene el significado de un regalo. Tanto
además con una cierta incapacidad de aceptar la castración ma- es así que se puede decir que el excremento es el primer regalo
terna causan una regresión de la actividad a la dependencia pa- que el hombre otorga en su evolución individual.
siva. Y en estas circunstancias los individuos fálicos son acep- Las tendencias sadomasoquistas de dicha organización se ma-
tados como objetos amorosos, resultando ·de ello la homosexua- nifiestan en la infancia primero directamente, pero luego son
lidad. modificadas en el curso de la evolución individual por un esfuerzo
Pero en esta situación el niño consigue a veces volver el so- ,del yo y sufren diversas elaboraciones. Se originan entonces ras-
metimiento pasivo al padre o a objetos sustitutivos, al objeto gos de carácter del tipo de la compasión, del afán justiciero o
originario, que fué la madre. Entonces la madre, que el sujeto del deseo de sacrificio y de ayuda social. En psicoanálisis se les
no puede abandonar, psíquicamente es considerada como fálica. designa con el nombre de formaciones reactivas, ya que se crean
Por rebeldía masculina casi siempre resulta entonces una actitud por reforzar el yo un rasgo de carácter opuesto a aquel otro
ambivalente entre el hombre y el sustituto fálico femenino de derivado directo de la tendencia instintiva contra la que quiere
la madre. luchar. Una formación reactiva es, por ejemplo, la que hace
Normalmente la organización analsádica, que es de capital que un individuo primitivamente sádico se convierta en un ser
importancia en la sintomatología de las neurosis obsesivas, se esta- compasivo o que otro con tendencias anales se vuelva un ser
blece alrededor del segundo y tercer año de vida. Sus manifesta- excesivamente pulcro. Éstas son transformaciones psíquicas muy
ciones son: el placer en la defecación y el agrado en los ex cre- fáciles de ser estudiadas en las historias individuales de los neu-
men tos, acompañando a las tentativas de someter al control de la róticos obsesivos.
voluntad la actividad de la última porción del tubo digestivo. El niño avanza en edad y, al pasar a la organización fálica,
Se desarrolla también en el niño el afán de retener el excremento, la organización analsádica es en parte abandonada y en parte
con la finalidad, entre otras más, de sentir un placer mayor en rechazada o sublimada, originándose secundariamente, por ejem-
el momento de eliminarlo. plo, el asco a los excrementos y los intereses hacia el dinero o el
En 19241, Karl Abraham demostró la existencia de dos etapas afán coleccionista. Los individuos en los que la influencia de
en la fase sádicoanal de la evolución libidinosa. La primera se dicha organización ha sido más intensa se singularizan por la
caracteriza por un placer en la eliminación (anal) y destrucción presencia de una o varias de las tres cualidades caracterológicas
sádica del objeto, mientras que la segunda retiene el objeto, pro- de tesón, tendencia al orden y tendencia al ahorro. Esta tríada
curando dominarlo, lo mismo que hace con los excrementos. La típica constituye el llamado en psicoanálisis carácter anal.
melancolía, con su pérdida del objeto, es debida a una regresión A consecuencia de su regresión sexual, en los enfermos de
hasta la primera etapa; en cambio, en la neurosis obsesiva el con- neurosis obsesiva se presentan manifestaciones sintomáticas que
flicto con el objeto conduce solamente hasta la segunda etapa provienen de las tendencias instintivas propias de la organiza-
anal. < i<ín sádicoanal y que se exteriorizan ya directamente o bien
1 ABRAHAM, K.ARL: Breve est1táio áel áesarrollo áe la libiáo a la foz áe los frti<- dc,pués de haber sufrido distintas elaboraciones psíquicas.
tornos mentales, "Revista de Psicoanálisis", tomo II, 1944, pág. 274. Así, el sadismo del neurótico obsesivo lo percibe claramente
92 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS ,q

aun una persona no experimentada, después de escasas sesiones Así un enfermo pasaba grandes temporadas sin lavarse y, como
de psicoanálisis. Él hace que una atmósfera de cierta crueldad además evitaba todo movimiento, sus cutículas seborreicas y el pe-
rodee la vida de un obsesivo, existiendo más o menos encubiertas lo, que le caían de la cabeza, se acumulaban en pequeñas cantidades
agresiones del enfermo hacia otras personas o bien agresiones en el borde superior de las orejas, donde permanecían largas tempo-
dirigidas en sentido contrario: del exterior en contra de él mismo. radas. No se lo quitaba de encima por tener la obsesión que, de ha-
cerlo, podría perder inadvertidamente algo valioso. Tampoco podía
La vida familiar de estos enfermos suele ser poco placentera,
limpiarse el cuerpo porque al tocarse una región cualquiera le obse-
habiendo a menudo discordias desagradables. También en la vida sionaba la idea de que dicha región se le hinchaba y deformaba. Es
social se trasluce su sadismo. Bajo un aspecto de buena educa- decir, que el estado del enfermo era de una suciedad extrema. En su
ción, afabilidad y con un semblante sonriente, a veces demasiado temor a perder algo valioso al limpiarse se puede percibir un resto del
sonriente, el neurótico obsesivo encubre una larga serie de ideas significado importante que el niño otorga al excremento. En cuanto
y actos agresivos en contra de los demás, que pretende raciona- al otro síntoma, de temor a hinchazón y deformación al tocarse, era
lizar mediante interpretaciones más o menos deformadas de he- una consecuencia de la lucha infantil contra la erección y la mastur-
bación.
chos reales.
Lo mismo que las sadomasoquistas, las tendencias anales y sus También en relación con estos síntomas anales está el hecho
derivadas tienen importancia grande en la conducta del enfermo. de que el neurótico obsesivo contemple la satisfacción del im-
Por ello en la sintomatología de las neurosis obsesivas se presen- pulso genital como una necesidad de tipo excrementicio. Siguien-
tan con gran frecuencia gestos y ceremoniales en relación con la do la línea de su sadismo, considera al coito como el "poseer" a
defecación, como puede ser el realizar el acto en un tiempo muy la mujer. De la consideración anal, gracias a las relaciones incons-
largo, que revela claramente el placer anal, el seguir un horario cientes entre los conceptos de excremento y de dinero, deriva
extremadamente fijo, el buscar el momento en que en la vivienda asimismo su concepción del coito como un asunto económico,
no se encuentre ninguna otra persona, ni se oiga, en lo posible, presentándose entonces fantasías de prostitución en la mujer y
ningún ruido, o bien el efectuar un complicado aseo final. asimismo en el hombre.
También suelen existir síntomas en relación con la limpieza Es fácil comprender que estas situaciones psicológicas traigan
corporal, que el enfermo cuida extremadamente o bien descuida una considerable disminución de la capacidad de orgasmo con
hasta olvidar las reglas más elementales de la higiene. En tal placer y asimismo originen malestar una vez realizado el acto
punto, como en otros, generalmente la conducta del neurótico genital. Por ello se puede pensar que la conocida y errónea frase
obsesivo suele ser contradictoria, coexistiendo rasgos de suciedad, de que "el hombre y el animal se sienten tristes después del coito"
a veces suma, con otros de limpieza extremada. Esto se explica, fué pronunciada por primera vez por un neurótico obsesivo.
porque los primeros traducen directamente el placer anal inten- En resumen, una imperfecta actividad genital, juntamente con
samente deseado y los otros son intensas formaciones reactivas la presencia de prácticas anales y sadomasoquistas, alrededor de
destinadas a luchar contra aquel placer prohibido. bs que gira la vida sexual de los enfermos, señalan claramente
Los síntomas relacionados con la higiene corporal más fre- el predominio de la organización sádicoanal en el neurótico obse-
cuentes suelen ser la necesidad de limpiarse continuamente las !li vo. Ahora bien, ¿por qué ocurre esto?
manos y el temor a contactos sucios. Y síntomas de significado Teóricamente se pueden admitir dos posibilidades distintas.
contrario hacen que un enfermo no pueda asearse. <) bien el neurótico obsesivo no ha completado su evolución se-
94 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS '11

xual, quedando detenido en una organización intermedia, o tam- genital y, luego, un empeoramiento del carácter en el sentido
bién, una vez alcanzada la organización genital, el neurótico analsádico. Entonces la conducta femenina toma un aspecto agre-
obsesivo la abandona posteriormente, por haber hecho una re- sivo y avaro que tiene muchos parecidos con el carácter de la
gresión a la organización anterior. De estas dos posibilidades, el neurosis obsesiva. También por motivos fisiológicos, suele ocu-
psicoanálisis de los enfermos parece hablar más a favor de la rrir lo mismo después del primer brote de la sexualidad infantil,
segunda, el abandono de una organización genital y regresión a es decir, en el período latente. Éste provoca frecuentemente for-
la organización sexual anterior. Pero, por otra parte, es indu- maciones reactivas y otros síntomas sádicoanales del tipo de las
dable la presencia de intensos puntos de fijación sádicoanales, en reacciones y síntomas de los enfermos obsesivos.
donde la libido quedó detenida ya desde un principio.
La existencia de la regresión citada no siempre es indudable, pero en
Freud ha descrito un caso 1, en el que la existencia de la re- casi todos los neuróticos obsesivos suelen existir datos que hablan en
gresión es particularmente perceptible. Se trataba de una mujer su favor. Así, en un enfermo la idea de tener un pene poco desarro-
que, por fracaso de sus deseos maternales, enfermó con una fobia llado que, según él, no le capacitaba para una actividad sexual normal,
de tipo histérico, es decir, tuvo una enfermedad en la que los influyó en su renuncia a la actividad genital, y trajo consigo una re-
conflictos neuróticos básicos eran de índole genital. Posterior- gresión ulterior de la organización libidinosa, presentándose una neu-
mente esta misma enferma tuvo un nuevo fracaso en su vida rosis obsesiva muy grave.
conyugal, debido a la presentación de una impotencia pasajera En una enferma con frigidez sexual después de coitos insatisfac-
en el marido, que reaccionó así al rechazo sexual que signifi- torios, que reavivaban su desvalorización de la vida genital, se presen-
caban los síntomas fóbicos de su mujer. Creyendo que dicha taban síntomas de carácter regresivo, manifestándose éstos, por ejemplo,
en un cuidado extremo del orden y de la simetría en la disposición de
impotencia era permanente, la enferma supuso que tendría que
su vestido al echarse en el diván para la sesión de tratamiento psico-
renunciar para siempre al acto del coito; ello hizo que se esfor- analítico. Fué éste un síntoma obsesivo que para la enferma tenía, entre
zase en desvalorizar psíquicamente la organización genital, en la otros, el significado de expresar que el día anterior se había conducido
que hasta ese momento se había mantenido a pesar de todos sus "ordenadamente". Era un síntoma tan preciso que, por su intensidad,
conflictos y fracasos. Entonces su libido regresó a la organización me permitía conocer, al iniciar la sesión, aun antes de empezar a ha-
sádicoanal y, consecutivamente, sus síntomas fóbicos fueron sus- blar la enferma, la existencia o no de relaciones genitales anteriores.
tituídos por síntomas obsesivos, del mismo significado latente Otra enferma derivaba un ceremonial obsesivo relacionado con la
que los anteriores, pero expresado esta vez en un lenguaje pre- idea de sentirse manchada, de la idea de sentirse manchada por alguna
genital y no en el genital de la fobia. Se trata, pues, de un caso excreción genital de su novio o de ella misma durante un acto de
en el que la relación precisa de los traumas psíquicos y sus con- aproximación sexual; otras veces lo hacía depender de una posible infi-
delidad conyugal de su madre, con la que ella se identificaba. En am-
secuencias en síntomas con la forma de la organización libidi-
bas situaciones psicológicas se observa la desvalorización genital, al dar
nosa, que la enferma pudo mantener, hace muy evidente la exis- el significado de algo "sucio" al acto sexual.
tencia de la regresión.
Aunque de un modo menos preciso, algo análogo a ese caso El psicoanálisis suele suministrar también otras pruebas de la
suele ocurrir frecuentemente durante el climaterio, en el que, existencia de la regresión en la neurosis obsesiva. Así durante el
por motivos fisiológicos, se efectúa una desvalorización de la vida curso de los tratamientos de los enfermos aparecen episodios de
l ipo analsádico relativos a la edad infantil en que se inició la neu-
1 F RE UO, SIGM.: Die Dispositicm z1tr Zwangsneurose (La áisposición a la neurosis ob•
sesiva.) "Gesammelte Schrifte", tomo v, pág. 277. rosis obsesiva. Pero profundizando aún más la exploración psico-
LAS NEUROSIS OBSESIVAS
96 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

adulta, el enfermo continuó realizando sus robos sintomáticos, obede-


analítica, se llega a descubrir la existencia de una edad anterior
ciendo siempre a las mismas determinantes psíquicas que en la infanci:1.
con exteriorizaciones de tipo genital que desaparecieron posterior- Así, cuando a consecuencia de su neurosis tuvo una impotencia genital,
mente cuando actuó la regresión. que le obligó a divorciarse de su mujer, el enfermo, en alguna ocasión,
Esto es lo que ocurrió en una enferma, con manifestaciones en su pensó que, ya que no podía tener relaciones genitales con ella, procu-
infancia de tipo sadomasoquista y de desvalorización genital, que se raría, por lo menos, apoderarse de su dinero. Esto para él era en cierto
exteriorizaba esta última, entre otros síntomas, por accesos de risa cada modo análogo a realizar un coito con ella. Lo que en psicoanálisis se des-
vez que la niña veía una manifestación genital en las personas de su cribe diciendo que era una exteriorización regresiva de un acto genital.
ambiente. El psicoanálisis pudo reconstruir la existencia de una edad
Después de la regresión los enfermos expresan de un modo
anterior con actividades genitales en forma de juegos sexuales con una
sádicoanal lo que primitivamente fué genital. Su amor hacia una
hermana mayor. persona hace que se conduzcan sadomasoquísticamente con ella.
Como en toda neurosis, la regresión del obsesivo es ante todo Así la idea de realizar el coito con una mujer toma para ellos
obra de dos factores. U no de ellos es la existencia ya señalada la forma de dominarla, de matarla, de ensuciarla con excremen-
de fracasos en la actividad genital del individuo. El otro es la tos o de hacerle una "porquería".
µresencia de puntos de fijación libidinosa en la organización
sádicoanal, motivados por la acción conjunta de la constitución Por ello a los siete u ocho años los deseos sexuales de un enfer-
mo hacia una mujer, que para él había hecho de madre y en la que loca-
hereditaria y de determinadas vivencias infantiles. Entre los fac-
lizó la parte positiva de su complejo de Edipo, le originaron fantasías
tores patógenos hay que señalar preferentemente enfermedades de hacerle una fuerte enema para hincharle el vientre. Además de ser
del tipo de parásitos intestinales o de colitis, cuidados excesivos una venganza por haber sufrido enemas, inconscientemente significaba,
o precoces de los padres relacionados con la defecación o con la Lraducido al lenguaje genital, un deseo de embarazarla.
educación de los esfínteres, como son la frecuencia de enemas o
de supositorios; finalmente, una conducta agresiva de las per- Por otra parte, como la organización sádicoanal es más am-
sonas del ambiente, favorecedora del sadomasoquismo del niño. bivalente que la genital, las reacciones del enfermo obsesivo hacia
Como factor constitucional a todo ello se añade una organización un objeto libidinoso son también más ambivalentes que las del
genital débil, que no pone grandes obstáculos a la regresión. individuo normal; en él alternan siempre las exteriorizaciones
de amor con las de odio dirigidas a la misma persona. Tal am-
La constitución y la regresión hacen que los primeros recuerdos in-
hivalencia coincide con su oscilación característica entre una
fantiles de un enfermo obsesivo tengan a menudo un contenido sádico-
conducta activa o pasiva, masculina o femenina, frente a dicha
anal. Así, un enfermo recordaba, de una edad anterior a los cuatro años,
su encopresis, su afán de retener lo más posible las deposiciones, su mas- 1wrsona u otras análogas.
turbación anal y el haberle reñido su madre por no haber limpiado bien Por la regresión, asimismo, la región glútea adquiere gran im-
la pata de una mesa. Esto último es un recuerdo encubridor de no haber portancia como zona sexual. De ahí las tendencias del neurótico
seguido fielmente los mandatos maternos en lo referente a la educación obsesivo a ver esta región en una mujer o realizar el coito a tergo.
anal. Y, situándose en la posición pasivo-femenina, la tendencia a fan-
De esta edad recordaba también un robo que efectuó en una pana- 1,1,ías homosexuales o a las de ser golpeado en la región glútea.
dería. Tenía el significado latente de apoderarse del objeto sexual-madre,
En el varón la erotización pasivo-femenina de la región glú-
apetecido pero prohibido y, además, de la potencia sexual-paterna, nece-
k,1 y anal no suele exteriorizarse directamente, bajo la forma de
saria para la posesión del objeto. Posteriormente y hasta en la edad
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 99
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
98
como el que es frecuente observar de una mujer adulta que sigue
deseos homosexuales pasivos conscientes, debido a un rechazo del viviendo con su madre, sin que exista una relación de cordia-
yo. Si ello ocurriese el yo no podría seguir adoptando una acti- lidad entre ambas, pero también sin que se atreva a enamorarse
tud varonil, ni tampoco vencer el temor de la castración, conser- o a crearse una situación de independencia.
vando psíquicamente el pene con toda su valoración narcisista.
A consecuencia de la regresión, en la mujer obsesiva la propia
Pero la existencia de dichos deseos se manifiesta indirectamente,
belleza adquiere frecuentemente el significado de algo sádico
por ejemplo, al introducirse objetos en el recto o bien justificando
fren te al sexo contrario. De ello resulta un tipo de mujer que
la satisfacción sexual pasivo-femenina inconsciente con motiva-
cultiva y exhibe su belleza, al mismo tiempo que es inasequible
ciones higiénicas, que son buenos pretextos para la práctica de
a toda tentativa masculina de aproximación amorosa. En el hom-
enemas o supositorios en busca de un placer anal.
bre una situación psicológica análoga le hace reforzar su aspecto
La regresión del neurótico obsesivo refuerza su sadismo. Ahora viril, por ejemplo, dedicándose intensamente a fortalecer y ex-
bien, como el enfermo sigue fijado en los objetos de su complejo hibir su musculatura, pero viviendo genitalmente en el ascetismo
de Edipo, ocurre que su sadismo reforzado se orienta en dicho o eligiendo objetos sexuales inferiores, con los que realiza un coito
sentido y, por lo tanto, se dirige en contra del progenitor del sin amor y a los que luego desprecia.
mismo sexo. De ahí la intensificación de la rivalidad activa del
Todas estas reacciones proceden de elaboraciones especiales
varón hacia su padre o sustitutos paternos. del complejo de Edipo. La peculiar relación ambivalente de los
Por otra parte la regresión refuerza también el erotismo anal
enfermos hacia sus padres se traslada también a su conducta re-
y, consecutivamente, la posición sumisa pasivo-femenina frente a 1igiosa. De ahí la gran frecuencia de síntomas relacionados con
las imágenes paternas. Rivalidad activa y sumisión femenina son Dios o con los diversos rituales de una religión. Entre ellos son
dos actitudes opuestas. La existencia de esta contradicción crea tí picos la presentación intranquilizadora de pensamientos obs-
uno de los rasgos tí picos de la personalidad del obsesivo. Ella le cenos o de blasfemias en medio del fervor de una oración, de
hace oscilar entre una posición de sometimiento femenino, acom- dudas de haberse confesado bien, de haber efectuado la comunión
pañada de fantasías o actos sintomáticos de castración, y opo- t·n las condiciones de pureza debidas o de haber tenido pensa-
niéndose a ella, la libido narcisista localizada intensamente en el mientos pecaminosos sin darse cuenta.
pene, juntamente con el sadismo reforzado, hacen que el en-
Con esos síntomas el enfermo reacciona como lo suele hacer
fermo rechace tales fantasías y se esfuerce en mantener una posi-
frente a otros de índole no religiosa, es decir, considerando sus
ción viril y activa, por estar más de acuerdo con su yo ideal.
tt·mores como ilógicos y sin sentido, pero, por otro lado, angus-
Algo análogo ocurre en la mujer. Una posición de rebeldía
tiado y esforzándose en librarse de la intranquilidad que le pro-
frente a la madre -en ocasiones causa de iniciación precoz de <1ucen. Para ello, adopta diversas prácticas que forman parte de
una actividad genital heterosexual, en la que suele ser frígida- l., llamada lucha secundaria contra el síntoma.
entra en conflicto intenso con la tendencia contraria de some-
timiento masoquista a la madre o a sustitutos maternos. Para el Así una enferma se obligaba a tener siempre delante de ella a alguna
inconsciente de la enferma la madre o sus representantes son pnsona de su círculo doméstico para evitar que, "sin darse cuenta", se
11, ocurriesen pensamientos antirreligiosos. Las dos no debían dejar de
las personas que realizan la castración fantaseada de la niña o que
111ir;1rsc y entre ellas no debía pasar nadie porque, según la enferma, en
la dañan en sus genitales, como castigo por la masturbación in- 1.des instantes se le podían ocurrir los pensamientos que tanto temía.
fantil. Todo ello origina ciertos cuadros de conducta femenina,
100 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS NEUROSIS OBSESIVAS
101
La oscilación del neurótico obsesivo entre una posición activa
Al Rey, es llevarle ( ay, ¡triste!)
y pasiva, sádica y masoquista, masculina y femenina, trae con- A morir. Pues ocultarle
sigo que el enfermo dude antes de realizar un acto cualquiera. Al Rey, no puedo, conforme
No sabe qué conducta adoptar, por sentirse atraído simultánea- A la ley del homenaje.
mente hacia los dos tipos de reacción opuestos entre sí. Por el De una parte el amor propio,
mismo motivo los discursos del obsesivo tienen un aspecto vaci- Y la lealtad de otra parte
lante y vago, lo que, además, es también consecuencia de un Me rinden. Pero ¿qué dudo?
proceso de defensa del yo contra posibles emergencias instintivas, La lealtad del Rey ¿no es antes
ya que hablando imprecisamente no se traslucen los contenidos Que la vida y que el honor?
psíc¡uicos rechazados. Pues que ella viva y él falte.
Fuera de que si ahora atiendo
Una neurótica obsesiva, cada vez que le hacía una interpretación A que dijo que a vengarse
de su estado psíquico, contestaba con palabras ambiguas, como ser: Viene de un agravio, hombre
«será así", "tal vez", "es posible", aun en los casos en que la inter- Que está agraviado, es infame.
pretación estuviese muy fundamentada y el aceptarla o, por lo menos, No es mi hijo, no es mi hijo,
un reaccionar emotivo pareciese inevitable. En cambio, en tal estado Ni tiene mi noble sangre.
una enferma histérica hubiese rechazado enfadada la interpretación, Pero si ya ha sucedido
en ciertos casos produciendo un nuevo síntoma, o bien la hubiese acep- Un peligro, de quien nadie
tado conmovida psíquicamente. Se libró, porque el honor
La vacilación y la indecisión son rasgos tí picos de la conducta del Es de materia tan frágil
neurótico obsesivo y provienen de su ambivalencia y bisexualidad carac- Que con una acción se quiebra,
terísticas. Un ejemplo preciso nos lo ofrece la figura literaria de Clo- O se mancha con el aire,
1:aldo en La vida es sueño. En ella se señalan también los orígenes ins- ¿Qué más puede hacer, qué más
tintivos de tal conducta, porque el conflicto que hace ser indeciso a El que es noble, de su parte,
Clotaldo es consecuencia de una oscilación entre su homosexualidad, en Que a costa de tantos riesgos
forma de obediencia al rey Basilio o al príncipe Astolfo, y su hetero- Haber venido a buscarle?
sexualidad, en su relación de padre frente a su hija "deshonrada", a la
que debe proteger y defender contra el hombre que la agravió. (La CLOTALDO (habla a su hija). (Jornada tercera, escena VIII):
ambivalencia se acentúa aún más por aparecer en un principio la hija
disfrazada de hombre.) Pues ¿cómo yo ahora (advierte),
Teniendo alma agradecida,
CLOTALDO (Jornada primera, escena 1v): A quien me ha dado la vida
¿Pues qué he de hacer (¡ ay de mí!) Le tengo que dar la muerte?
En confusión semejante Y así, entre los dos partido
... ¡ Qué notable El afecto y el cuidado,
Confusión! ¡ Qué triste hado! Viendo que a ti te la he dado,
. .. . . . . . . . Y que dél la he recibido,
¿Qué he de hacer? (valedme, cielos!) No sé a qué parte acudir,
¿Qué he de hacer? Porque llevarle No sé a qué parte ayudar.
Si a ti me obligué con dar,
102 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 101
Dél lo estoy con recibir, ción amorosa, entonces fantasean con la presentación de circuns-
Y así, en la acción que se ofrece, tancias que obliguen a alejarse a una de ellas, como puede ser el
Nada a mi amor satisface, verse forzada a realizar un viaje, o bien piensan en la posibilidad
Porque soy persona que hace de su muerte. Es fácil advertir el sadismo que existe en las dos
Y persona que padece.
fantasías. Ambas tienen el mismo valor psicológico, ya que el ir
Ante conflicto tal, y como ocurre frecuentemente en el neurótico de viaje en estos casos tiene un significado latente de muerte,
obsesivo, Clotaldo adopta una solución absurda, pero con la que pre- lo que ocurre también en los sueños, en narraciones folklóricas y
tende conciliar las dos tendencias contrapuestas: con frecuencia en noticias de defunción.
CLOTALDO (Jornada tercera, escena vm):
EL YO.
Vencido de tu argumento
Antes liberal seré. Se ha señalado ya que, por efecto de la regresión, la relación
Yo, Rosaura, te daré libidinosa del enfermo con su objeto sexual toma formas extra-
Mi hacienda, y en un convento i1as. En vez de amor o cariño existen deseos de ensuciarlo, domi-
Vive; que está bien pensado narlo, martirizarlo, matarlo o, inversamente, de sufrir el enfermo
El medio que solicito; t·stos tratos por parte de su objeto. Ahora bien, un individuo
Secundariamente el haber encontrado esta solución le produce una normal se extrañaría ante estas formas de deseos sexuales y, en
satisfacción narcisista, y ello hace que Clotaldo se alabe a sí mismo t·I caso de existir en él, procuraría no satisfacerlas sino vencerlas.
de lo que ha discurrido. Este narcisismo secundario, así originado, es Del mismo modo se conduce el yo del enfermo obsesivo, que
una de las fuerzas que más se oponen a la labor psicoanalítica de ven- rt·acciona pretendiendo dirigir su extraña vida instintiva por cau-
cer las resistencias que obstaculizan la posibilidad de la curación de l es más normales.

un enfermo.
Con este fin el yo del obsesivo se vale de sus medios de de-
La indecisión del neurótico obsesivo, juntamente con la inte- f,· 11sa contra los instintos,
análogamente a lo que ocurre en otras
riorización de sus conflictos y con sus esfuerzos de racionaliza- 11curosis y también en el desarrollo del individuo normal. Pero
ción, tienen como consecuencia la tendencia de estos enfermos 1·11 el enfermo obsesivo, por el influjo de la regresión, por la in-
a las cavilaciones intelectuales. Para conformar y satisfacer su f l'riorización psíquica de los conflictos y, además, por ciertas
indecisión suelen elegir temas de índole filosófica u otros en los l ,1racterísticas del yo, toman aspectos especiales que difieren de

que no pueden llegar a ninguna solución precisa y que, por lo b del histérico.
tanto, dejan siempre lugar a dudas. De todos estos medios de defensa la represión es el más cono-
Debido a la misma motivación, buscan inconscientemente en ' ido. El examen psicoanalítico de los neuróticos obsesivos señala
la vida situaciones en que les es difícil elegir entre dos posibles q11c el esfuerzo de represión del yo no suele alcanzar la inten-
actitudes, pues suelen ser incapaces de inclinarse hacia la una o .11l.1d que tiene en el histerismo. En efecto, durante el trata-
la otra. Entonces, para salir de su indecisión, desean la presencia 1111l'lllO psicoanalítico del neurótico obsesivo se logra la conscien-
de un acontecimiento exterior, independiente de su voluntad, cin de muchos contenidos del complejo de Edipo, que en otros
que les obligue a decidirse. Si, por ejemplo, se trata de dos mu- 111~11níticos y también en el individuo normal suelen estar fuer-
jeres, entre las que tienen que elegir para satisfacer una inclina- 11•111t•11tc reprimidos. Así es frecuente que el enfermo recuerde
104 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS
10$

haber tenido deseos genitales activos dirigidos hacia la madre o intensidad e importancia afectiva debidas, sus tendencias instin-
haber soñado sexualmente con ella. En cambio, este mismo en- tivas rechazadas y ello contribuye a la desaparición de su neurosis.
fermo, por serle más desagradable, suele reprimir el lado nega- El aislamiento del obsesivo actúa no solamente frente a sus
tivo de su complejo de Edipo, vale decir, los deseos homosexuales manifestaciones instintivas, sino también frente a otros conte-
pasivos hacia el padre. nidos psíquicos, cómo son los originados por esa instancia psí-
En la lucha contra las manifestaciones desagradables de los quica que corrientemente se designa con el nombre de conciencia
instintos es característico de la neurosis obsesiva que el yo del y que el psicoanálisis llama superyo. De lo que resulta que un
enfermo, en vez de la represión, emplee el medio de defensa del obsesivo puede sentirse molesto por un vago sentimiento de cul-
aislamiento. Este medio consiste en el esfuerzo por destruir las pabilidad, sin saber de dónde proviene. Ello es debido a que no
conexiones psíquicas que unen un contenido desagradable con lo relaciona con actos de valor sádico, manifiesto o latente, que
otros contenidos psíquicos. a menudo lleva a cabo, por ejemplo, con sus familiares, valién-
Por eso ocurre que, si bien el enfermo recuerda parte de su dose de diversos pretextos. Gracias a su esfuerzo inconsciente
complejo de Edipo, le da escaso valor y le asigna erróneamente de aislamiento, estos actos no parecen despertar en él el menor
poca importancia y trascendencia en su desarrollo psíquico. Co- sentimiento de culpa y por ello no les da importanda alguna.
mo al mismo tiempo el yo logra también con frecuencia aislar Según Freud el modelo genético del proceso psíquico de ais-
del resto de la personalidad los afectos provocados por el com- lamiento es el tabú primitivo del contacto, la prohibición de
plejo de Edipo, resulta que tales contenidos se manifiestan en su tocar lo que tiene significado sagrado o temido. A este respecto
consciencia con poca intensidad y aparentemente sin desagrado, se puede presumir el siguiente desarrollo psíquico. Primeramente
no influyendo tampoco en el resto de su psiquismo. el tabú de contacto debió ser de índole física, como el tocar
Con la misma finalidad el yo del neurótico obsesivo procura realmente a un jefe de la tribu, con el significado latente de
evitar también que cualquier estímulo exterior reavive la inten- l'vitar la agresión oculta. Más tarde evolucionó evitándose tam-
sidad afectiva de los contenidos psíquicos aislados. Como, por bién el contacto visual a distancia; lo demuestra la prohibición
otra parte, al aislamiento y al rechazo del afecto se añade el in- t·xistente en determinados pueblos de mirar a sus reyes. Poste-
flujo de la regresión, se originan así algunas ideas obsesivas carac- 1 iormente el tabú se extendió aún más y se llegó hasta prohibir
terísticas. Un enfermo puede, por ejemplo, tener fríamente el t·I contacto psíquico mediante el pensamiento, como ocurrió en
pensamiento obsesivo de clavar un cuchillo a su madre o a cual- l'I pueblo judío donde se creó la prohibición de pronunciar y
quier otra persona con significado materno, como ser a una sir- l1;ista de conocer el nombre de su Dios. Esta extensión cada vez
vienta. 111ayor del tabú de contacto es análoga al proceso de generali-
Psicoanalizando este síntoma se llega a saber que la idea de .tción de un síntoma que se presenta muy frecuentemente en
clavar un cuchillo es una expresión regresiva de un acto genital, l.1 neurosis obsesiva y que se estudiará más adelante.
en la que el cuchillo tiene un significado fálico y el acto de cla- Contra las tendencias sádicoanales el yo emplea a menudo
varlo el del coito. Entonces, relacionando en el curso del trata- ( orno proceso de defensa la formación reactiva. Lo realiza refor-
miento esta idea obsesiva con una fantasía de la época de la .1 ndo uno de los rasgos de su carácter opuesto a la tendencia
pubertad, de coito con la madre, que el sujeto recuerda conscien- .1dicoanal que quiere rechazar. Así lucha contra la agresividad
temente, el psicoanalista consigue disminuir el esfuerzo de aisla- del l'llo, convirtiéndose en un yo compasivo, justiciero o animado
miento. El enfermo llega así a incluir en su psiquismo, con la d(• otros sentimientos humanitarios parecidos. Del mismo modo
106 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 111

reacciona contra las tendencias anales mediante el cultivo de sus ser incapaz de realizar agresiones directas, ni siquiera aquclb,
rasgos caracterológicos de limpieza, orden, tesón o economía. imprescindibles en la vida social actual.
Pero el desarrollo y mantenimiento de tales formaciones reac-
tivas supone un esfuerzo constante por parte del yo, ya que las Todo ello puede llevarse hasta un límite absurdo, lo que también
tendencias rechazadas se esfuerzan también cónstantemente por es típico del neurótico obsesivo. Éste fué el caso de un enfermo obse-
sivo que comía poco para tener escasas deposiciones, y para que, cuando
exteriorizarse como son, sin querer someterse a modificaciones.
se muriese, fuese pequeño su cadáver y la descomposición cadavérica
Por eso consiguen muchas veces manifestarse a través, y aun bajo fuese también menor.
el amparo, de las mismas formaciones reactivas, que creó el yo
para sujetarlas. Se trata de algo muy típico de la neurosis obse- En todos los casos de neurosis obsesiva, a pesar de las forma-
siva y forma parte de un fenómeno psíquico general, designado ciones reactivas, la organización instintiva latente se suele mani-
con el nombre de retorno de lo reprimido, fácilmente demos- festar en actos sintomáticos de contenido anal o sádico. Estos
trable en el individuo y también en la vida social. últimos, al enfrentarse con los originados en las formaciones
Así, hay personas que satisfacen su sadismo bajo la motivación reactivas, dan a la conducta del obsesivo un aspecto confuso,
consciente, que es una formación reactiva, de interés en que a sus contradictorio e ilógico, que resulta muy característico de su
hijos no les ocurra nada malo; se preocupan con demasiada inten- personalidad.
sidad de ellos, les coartan la libertad y les impiden realizar una
El enfermo más arriba mencionado, que tenía contra la analidad
vida normal, sana y alegre o jugar con otros niños. Lo mismo ha
la formación reactiva de no comer, no se lavaba nunca; todo su cuerpo
ocurrido socialmente en numerosas ocasiones, cuando al amparo estaba cubierto de suciedad, lo que inconscientemente era una satis-
de un ideal de justicia se han cometido atrocidades contra indi- facción profunda de tipo anal.
viduos aislados o contra pueblos vecinos y lejanos.
En el histérico existen también formaciones reactivas, pero Una conducta típica del neurótico obsesivo, resultante de la
limitadas al modo de reaccionar de su yo frente a objetos deter- lucha de su yo contra las tendencias instintivas, es el síntoma en
minados y no extendidos a todos ellos, es decir, no dando lugar dos tiempos. El enfermo hace primeramente un acto, con un
a transformaciones del carácter como en el obsesivo. Así una significado latente determinado, como puede ser el de evitar un
mujer histérica, con odio latente hacia su marido o su hijo, lo deseo de masturbación lavándose repetidamente las manos, o bien
encubre con la formación reactiva de una excesiva solicitud y el de defenderse contra un deseo sádico quitando una piedra o
preocupación en el caso de que alguno de ellos se retrase en su un trozo de vidrio de un camino. Inmediatamente después hace
vuelta cotidiana al hogar. En dicha conducta se trasparenta el otro acto con un significado latente completamente opuesto al
odio latente y el anhelo de que no vengan, lo que significa un :10terior, por ejemplo, llevándose las manos a los órganos geni-
deseo de muerte hacia ellos. Pero con otras personas esa misma tales o volviendo a colocar la piedra en medio del camino. De
enferma reacciona de un modo prácticamente normal, y éste no ambos actos de un síntoma en dos tiempos, el neurótico obsesivo
es el caso en el neurótico obsesivo. puede realizar primero el que tiene un significado de satisfacción
Resumiendo: esforzándose en crear formaciones reactivas instintiva y luego el opuesto, pero, como en los casos anteriores,
para defenderse de sus instintos, el neurótico obsesivo cultiva sus l ambién puede ocurrir lo contrario.
rasgos caracterológicos de limpieza y bondad u otros análogos. Durante una sesión de psicoanálisis, una paciente expone que la
Asimismo procura evitar el hablar de dinero y a menudo suele noche anterior estuvo cantando cierto tipo de canciones con un pa-
LAS NEUROSIS OBSESNAS 109
]08 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

riente suyo. Luego cuenta que le duele un diente y que se propone En el enfermo obsesivo el síntoma en dos tiempos y la anu-
concurrir al consultorio de su dentista. Psicoanalizando estas dos ocu- lación suelen ser procedimientos de tipo mágico para luchar
rrencias sucesivas se observa que constituyen una muestra encubierta contra actos determinados. Esto explica que carezcan de aspecto
de un síntoma en dos tiempos. En efecto, el primer tiempo es el cantar lógico, lo que los distingue del aislamiento que, en cierto modo,
en compañía de un hombre ciertas canciones, lo que tenía el significado es racional.
de efectuar algo sexual prohibido. Por ello inmediatamente se presenta,
en forma del propósito de ir al dentista, la reparación del acto punible, Así, el síntoma frecuente en la mujer, de permanecer durante toda
que es el segundo tiempo del síntoma. Ahora bien, como el acto ini- la sesión de psicoanálisis con la mitad inferior de su cuerpo comple-
cial había sido realizado cantando inadecuadamente, es decir, haciendo tamente inmóvil solía tener el significado de anular mágicamente la
un uso indebido de la boca, es justamente dicho órgano el que tiene existencia de pasadas relaciones genitales o la masturbación. En otra
que sufrir la reparación. Por tal motivo esta última toma la forma de enferma obsesiva el arreglar minuciosamente la habitación, y sobre todo
tratarse por el dentista "lo malo" existente en la boca. la cama en la que había tenido relaciones sexuales, significaba también
anular mágicamente, ante los ojos de los demás y también de ella
El síntoma en dos tiempos forma parte de un tipo de conducta misma, lo sucedido durante la noche.
más amplio del neurótico obsesivo, que se designa con el nombre
de anulación y que también es un proceso del yo para defenderse Continuando con el examen de los aspectos típicos de la con-
de los instintos. Consiste en realizar un acto que tiene el signi- ducta del neurótico obsesivo hay que mencionar aún otros pro-
ficado, manifiesto o simbólico, de hacer perder su valor o impor- cesos de defensa frente a tendencias inconscientes. Se conocen
tancia a otro anterior. Se trata de una conducta que, al igual con el nombre de generalización y de desplazamiento hacia to
de los otros mecanismos de defensa ya estudiados, se presenta pequeño e insignificante. Son procesos que intervienen grande-
también en personas normales, pero que en el neurótico obsesivo mente en la génesis de los síntomas obsesivos. Consisten en que
es más nítida y asimismo más frecuente. para el enfermo el realizar un acto cualquiera o el prohibírselo,
Por ello en un enfermo el tomar un medicamento o el comer se va extendiendo cada vez más y más a actos insignificantes,
en cantidad pueden tener el significado de anular el pretendido de algún modo relacionados con el primero.
"desgaste" provocado por un acto genital. Lo mismo el hacer
ejercicios musculares para fortalecer el organismo en la lucha las heces y este último es más fácjlmente soportado por el yo, dado que el excremento
del yo contra la masturbación. El proceso psíquico de anulación se regenera diariamente y por lo tanto su pérdida sólo es momentánea.
es sobre todo típico frente a contenidos sádicoanales, como es Es decir q:ue al producirse de nuevo las heces, hay como una anulación de su anterior
pérdida angustiosa. Tal hecho podría constituir el antecedente fisiológico de la "anulación"
el caso de un padre o de un esposo que después de haberse con- psicológica, tan frecuente en la neurosis obsesiva. Así como la uidentificación,, tiene como
ducido sádicamente con su hijo o con su mujer, les hace algún hase una satisfacción oral, la "anulación" sería de origen anal.
regalo para reparar su conducta anterior. Y socialmente, el acto Sin embargo, aun aceptando que la regresión tranquiliza al sujeto en lo referente a
su temor de castración genital, se puede objetar que, en cambio, hace que los deseos se-
de anular se puede demostrar en muchas costumbres, como, por
, ualcs del sujeto tomen un aspecto demasiado inquietante para su yo. Sí en vez de querer
ejemplo, durante el siglo pasado en varias regiones: el dar libertad realizar el coito con una mujer, se piensa regresivamente en dañarla o en matarla, esto
completa a los esclavos durante un día para anular así la suje- necesariamente provoca en el yo un descontento demasiado grande, para que tenga un
ción severa y cruel de los restantes días del año 1. rícclo tranquilizador. No se comprende :bien, pues, en dónde reside la ventaja del cambio
,1,, la organización libidinosa. Por ello, lo único que cabe decir es que el temor a la cas-
i r.,~ión ocasiona la regresión, pero sin llegar a pensar que esto suponga un provecho para
1 Según LEwIN la regresión anal permite al enfermo obsesivo dominar mejor su an-
rl Rujcto enfermo.
gustia de castración. En efecto, el temor a perder el pene es sustituido¡ por el de perder
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS JI 1
110

Un enfermo que, a consecuencia de su lucha contra la masturba- permitía salir de su habitación y en ésta tenía que estar sentado frente
ción, no se permitía a sí mismo tocarse el pene, más tarde se prohibió a objetos colocados simétricamente, para no recibir percepciones dis-
tocar cuchillos y más tarde aún evitó el tocar cualquier objeto de pares a un lado y a otro. Y él mismo sólo se atrevía a hacer movimien-
forma alargada. En dicha conducta se observa, pues, cómo la prohi- tos simétricos, o que procuraban serlo, según él, para evitar con esta
bición fué desplazándose de un objeto a otro que simbolizaba al primero, técnica el que su cuerpo se hinchase de un lado. Si alguien pretendía
es decir al pene, pero que cada vez estaba en relación más remota verle, sólo podía hablar con él situando entre los dos una mesa -lo que
con aquél, lo que le sirvió para ocultarse los contenidos psíquicos significaba evitar el contacto homosexual- y colocándose ambos fren-
desagradables. te a frente, en lugares simétricos y justo en medio de los lados de la
También por su lucha contra la masturbación otro enfermo obse- mesa.
sivo se prohibió tocarse su órgano genital. (Esta prohibición fué in- Los temores obsesivos de otra enferma, ya citada, comenzaron con
tensa porque su excitación genital estaba ligada a fantasías de tipo la idea de que su novio o ella misma, durante un abrazo, habían man-
homosexual relacionadas con el hermano.) Más tarde se prohibió asi- chado el vestido con líquido seminal o vaginal. Entonces no pudo po-
mismo tocarse la nariz, inconscientemente debido a ser éste un órgano nerse ese vestido, pero luego la prohibición obsesiva se extendió a otros
que a menudo, en casos de neurosis, tiene un simbolismo fálico. Vale vestidos más, que "tal vez podían haber estado en contacto con el pri-
decir que desplazó también su temor de castración a la nariz, y por mero en el armario". Tan extensa se hizo la prohibición que, final-
ello llegó a obsesionarle la idea de tener la nariz torcida, del mismo mente, la enferma no se atrevía a ponerse casi ropa alguna. La primera
modo que anteriormente le había atormentado el pensar que su pene vez que visitó al psicoanalista lo hizo vestida sólo con una salida de
se inclinaba más hacia un lado que a otro. Nariz o pene torcidos baño, única ropa que se toleraba, aunque también le causaba temor.
significaba tener deseos homosexuales. Siguiendo procesos inconscien- En un tercer enfermo, un temor referente a puertas y ventanas,
tes, más tarde este mismo enfermo se prohibió también tocarse cual- como el pensar obsesivamente que una puerta no estaba bien cerrada,
quier parte de su cuerpo. Y cuando inadvertidamente lo hacía, tenía que el picaporte no estaba bien aplicado contra la pared o que se
la impresión de que esa región aumentaba de tamaño. En dicho sín- había olvidado de abrir la ventana antes de acostarse, procedía de
toma se puede ver claramente cómo la generalización y desplaza-
una generalización del temor de haber dejado abierta la puerta de la
miento eran motivados por una lucha del yo contra la posibilidad
habitación durante un acto de masturbación, lo que le hizo pensar
de una erección. • que tal vez había sido visto por alguna persona de su familia.
El citado enfermo no se detuvo en esta etapa, sino que siguió gene-
Por generalización y desplazamiento las obsesiones alcanzan a veces
ralizando y desplazando aún más. La prohibición de tocarse la exten-
grados extremos. Así una enferma, que no pudo ser psicoanalizada,
dió también a la prohibición de ser tocado, y más tarde a algo que
cuya madre fué diagnosticada como tuberculosa, desarrolló una obse-
sólo de un modo muy remoto puede llamarse "tocar", como era el
sión intensísima contra la tuberculosis, que le hacía temer el contagio
recibir una percepción visual solamente de un lado. Por ejemplo, evi-
taba el pasar al lado de un árbol, porque, según decía, la percepción en cuanto veía a alguna persona de aspecto enfermizo o percibía al-
del objeto le "tocaba" la parte del cuerpo que correspondía al lugar gún esputo. Posteriormente en todo objeto creía percibir partículas
del árbol, lo que traía consigo que la creyese aumentada de tamaño. de esputos o mucosidades infectadas por el bacilo de Koch. Siguiendo
Entonces, para "anular" esta impresión desagradable, tenía que dar así llegó a tener que vivir recluída en su habitación, guardando cama,
media vuelta y dejar que la percepción del árbol "tocase" también la a oscuras para no ver manchas, según ella, sospechosas de tuberculosis
otra parte simétrica de su cuerpo. Más tarde reaccionó del mismo modo y, además, produciendo artificialmente un ruido neutralizador de los
no sólo frente a objetos, sino también frente a sombras; el ver una ruidos exteriores que, para ella, siempre podían proceder de la tos de
sombra sólo a un lado le producía una gran intranquilidad. Conti- enfe rmos tuberculosos. Comía sólo lo imprescindible, para evitar in-
nuando así el enfermo llegó a un estado de tal gravedad, que no se fcctarse con los alimentos e infectar secundariamente a sus familiares,
112 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 11 .1

y si su marido salía de la casa, ese día no comía por temor a que a caracteres anales, lo que además le sirve para rechazar pensa-
su regreso hubiese traído bacilos de la calle. mientos molestos.

El proceso de desplazamiento hacia actos insignificantes se En una enferma el estudiar durante muchas horas al día era un
observa en multitud de síntomas obsesivos. Ese proceso explica, medio de que se valía para rehuir las preocupaciones que le producían
por ejemplo, que el síntoma frecuente de evitar el pisar una raya sus tendencias instintivas amorales y sus temores neuróticos.
del suelo tenga para el inconsciente del enfermo el valor de evi- Pero al esfuerzo de ser "racional" del neurótico obsesivo se
tar una relación incestuosa o una homosexual, por simbolizar un opone al hecho de que, concomitantemente con su regresión ins-
contacto con los genitales maternos o con la línea interglútea de tintiva sádicoanal, su yo efectúa una regresión a una etapa previa
un hombre. Fuera de la neurosis obsesiva este desplazamiento se del desarrollo, en la que concibe la realidad de un modo mágico-
observa también en una serie de manifestaciones folklóricas y animista, como ocurre en el niño y en el hombre primitivo. Ello
artísticas, como en el amor a la bandera, que es una reacción, trae consigo que el enfermo obsesivo viva psíquicamente de nue-
desplazada hacia un emblema, de profundas tendencias afectivas vo en un mundo animista, en el que se orienta y actúa mediante
relacionadas con la patria y con los padres. prácticas de tipo mágico.
Este hecho explica el que las personas obsesivas sean frecuen-
Un comienzo de desplazamiento a lo pequeño es fácilmente per-
temente supersticiosas y que hagan depender su bienestar o mal-
ceptible en la poesía de García Lorca La muerte de Sánchez Mejías,
al repetirse monótonamente el verso "eran las cinco de la tarde", que
estar futuro de una serie de datos exteriores o bien de cierta
llega a hacerse "obsesionante", aunque su contenido tiene en sí muy orientación de sus actos propios, con el valor de signos de buen
poca importancia. Lo que realmente causa la emoción psíquica es la o de mal agüero. Además, como por su ambivalencia instintiva
muerte del torero, pero, defendiéndose de ella, el yo se esfuerza en existe en ellas cierta incapacidad de decidirse en un sentido o en
vencer su dolor, enmascarándolo en un desplazamiento. Así se origina otro, reaccionan a menudo dejándose guiar en su conducta por
la obsesión. circunstancias fortuitas que las orientan y las dirigen. Su obe-
diencia rápida a estas circunstancias enmascara a veces su inde-
Mediante el desplazamiento y la generalización, acompañados cisión interior.
de ciertas prohibiciones, el yo del obsesivo intenta rehuir los con- La concepción mágico-animista del neurótico obsesivo suele
flictos que le inquietan. Hay sujetos que siguiendo estas técnicas permanecer latente y está parcialmente encubierta por la des-
consiguen resolver sus conflictos de un modo satisfactorio, por ni ta motivación puramente racional a que el enfermo se esfuerza
lo menos aparentemente. Pero acuden a la consulta del médico t n conformar todos sus pensamientos y actos. Pero aquélla se
aquellos otros en los que estos medios de defensa han fracasado trasluce en actos aislados de tipo mágico más o menos aparente,
o han dado origen a una serie agobiante de síntomas neuróticos. q uc, sumándose a los actos originados en el esfuerzo del yo para
Otro procedimiento aun de lucha contra los conflictos instin- \ometerse a los dictados de la razón, dan también un típico as-
tivos del obsesivo es el esfuerzo para prescindir en la vida de pecto, contradictorio y extraño, a la conducta del obsesivo.
consideraciones afectivas y para procurar siempre ser una persona
La concepción mágico-animista se trasluce asimismo en las fantasías
racional, intentando que la inteligencia y no los sentimientos di- 1:1111 que los enfermos acompañan a sus actos. En un enfermo el arre-
rijan los actos. Por ello el sujeto elige a menudo una actividad de ¡.;l,1r aparatos de radiotelefonía, que para él tenían el significado de
tipo intelectual, que practica con el tesón característico de los ,',rg.inos genitales y anales, solía ir unido a fantasías de estar dirigiendo
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS /11
114

una gran orquesta, ante un público numeroso, donde se hallaban su Empero, la función sintética del yo procura reunir todo en un
madre y su esposa, que le admiraban. La madre, según el enfermo, conjunto armónico, sin llegar a conseguirlo.
se daba entonces cuenta de que él era un individuo de gran talento
y no un "cabezón", como le designaba frecuentemente en su infancia. Un neurótico con rasgos obsesivos de carácter, caminando un día
por la calle, se dió cuenta de que evitaba pisar las rayas límites de las
En otro enfermo la actividad de tipo anal de almacenar recortes de
baldosas del suelo. Esforzándose en conducirse normalmente, desde ese
periódicos, que luego no leía, era el procedimiento mágico de vencer
momento procuró pisar las rayas que antes evitaba. Es decir que,
a sus rivales.
bajo el pretexto de ser lógico, su yo volvía a realizar una conducta
La regresión mágico-animista del yo del neurótico obsesivo .1 náloga a la anterior, contra la que quería luchar.
hace revivir la idea de la omnipotencia de los pensamientos, pro- Para sobreponerse al yo ilógico, la parte del yo que se esfuer-
pia del niño y del hombre primitivo. Como Freud señala, en el za en ser lógica se sirve del ya descrito medio de defensa, del que
obsesivo los pensamientos, por la regresión, representan actos. se valió contra los instintos, que es el aislamiento. Mediante actos
Inconscientemente para el enfermo el pensar en la masturbación de aislamiento procura separar los conceptos intelectuales de los
o en la muerte de una persona significa lo mismo que el haber contenidos a{ectivos que enturbian el pensamiento racional. Re-
masturbado o el haber asesinado realmente. accionando de este modo el yo se conduce como lo hace normal-
Dice así: "Los neuróticos obsesivos se ven obligados a sobre- mente, cuando dirige su atención al estudio de un tema deter-
valorar la actuación en el mundo exterior de sus sentimientos minado y prescinde de todo aquello que no está en relación ló-
inamistosos, porque escapa a su conocimiento consciente una gica con lo que le preocupa 1 •
gran parte de la actuación intrapsíquica de los mismos. En ver-
dad su amor -o mejor su odio- - - es superpotente; tales efectos 1 REIK ha descrito como disfraz neurótico una conducta, sobre todo frecuente en el
11turótico obsesivo, que consiste en ajustar la necesidad imperiosa de realizar un síntoma
provocan justamente aquellos pensamientos obsesivos, cuyo ori-
.l,·terminado, como puede ser un ceremonial, con el sometimiento a la vida social, que
gen los enfermos no comprenden y contra los cuales se defienden, ohliga a conducirse razonablemente rechazando todo lo que tiene un significado anormal.
sin éxito alguno." 1 Ante t al conflicto, el neurótico realiza su síntoma, pero con un pretexto, cualquiera que
lo j ustifica socialmente. Así su necesidad neurótica de golpear con el pie derecho al entrar
Esto explica la existencia subsiguiente de intensos reproches 1·11 u n vehículo en los límites de una ciudad, un enfermo lo realizó diciendo a su acompañante
del superyo y también de actos expiatorios, no motivados por •\'lle ten ía dormido dicho pie.
la conducta real del obsesivo. En ciertas ocasiones, cuand o un neuró tico prevé que en una circunstancia determinada
el le va a presentar dicho conflicto, entonces suele realizar un ensayo prelim.inar de su ulte-
La concepción mágico-animista da al yo del neurótico obse- J 11; r disfraz neurótico. Por ejemplo, en el caso anteriormente citado, el enfermo, viajando con

sivo ciertos caracteres especiales. Pero esto ocurre solamente con d chófer, bajó del auto con el pretexto de ad~irar m<ejor el paisaje que iba contemplando,
una región de dicho yo. Como se ha visto, el resto del yo se con- p.11 .1 con ello darse cuenta precisa de los límites de la ciudad y entonces pod.er r.ealizar pos-
tn1ormen te su cerem onial en el momento preciso en que se lo exigían sus mandatos interiores.
duce de un modo completamente opuesto, ya que procura afian- Esta conducta no puede describirse bajo el nombre de simulación, ya que, al revés de
zarse en todo aquello que es lógico y preciso, al mismo tiempo In c¡ ue ocurre en ésta, el sujeto quiere apareq,,r como una persona normal. Tampoco de
que rechaza intensamente lo irracional, lo supersticioso. Hay, 1.1rio nalización, porque en ésta el sujeto inconscientemente se justifica un síntoma y, en
u 111hio, en el disfraz neurótico el enfermo lo encubre conscientemente.
pues, en el neurótico obsesivo una división de la personalidad, A vcc.es entre los pretextos enmascaradores del enfermo aparece más o menos deformada
obedeciendo cada una de las partes a concepciones muy distintas. 1e r.l usa del síntoma. Así mea muchacha, que disfrazaba su síntoma de enrojecimiento in-
\nluntario haciendo como si buscase algo en su cartera cuando pasaba por delante de una
1 FREUD, S1GMUND: Un caso de neurosis obsesiv11. pt '"'""ª de significado materno, como era la portera de su casa, inconscientemente confesaba
116 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS N EUROSIS OBSESIVAS 11

También dicha parte lógica del yo busca refugio en los con- mien to conscier.te del neurot1co obsesivo se continúa la lucha
ceptos puros o bien en las palabras que los representan, es decir, t ntre los instintos y los m andatos o prohibiciones del superyo.
realiza un proceso de intelecfaalización, con lo que pretende evi- Prosigue la batalla anterior, pero, en un nuevo terreno. De ahí
tar sus conflictos, dudas y vacilaciones. La tendencia a la inte- el cavilar constante de ciertos enfermos y el no poder pensar de
lectualización se manifiesta además en esfuerzos del yo por cla- ot ros. Así se originan también las dudas continuas, que consti-
sificar los conceptos, incluyéndolos en diferentes categorías. Sirve 1 u yen uno de los síntomas característicos de muchos neuróticos
secundariamente al yo para defenderse de la posible invasión de obsesivos. Ellas, en último término, son una manifestación de la
su territorio por los contenidos instintivos rechazados. 111 tensa ambivalencia, bisexualidad y conflictos morales del neuró-
Es el resultado de una actividad de tipo anal que aspira a tico obsesivo, el que, como ya se ha visto, oscila entre ser activo
dominar y que origina ciertas formaciones reactivas del tipo del o pasivo, masculino o femenino, amar u odiar y entre satisfacer
orden y de la minuciosidad. l.1 <; exigencias del superyo o las exigencias del instinto.
El aislamiento, ligado al rechazo de los afectos, se observa con La sexualización del pensamiento trae consigo también el que
nitidez en muchas obsesiones que el enfermo califica de pensa- l.1s palabras adquieran de nuevo el significado mágico que tu-
mientos fríos, sin el menor contenido sentimental. Este último vieron en el hombre primitivo y que tienen en el niño cuando
se manifiesta en el tratamiento psicoanalítico una vez que el en- éste empieza a comprender lo hablado y a hablar él mismo. (Una
fermo y el psicoanalista han conseguido vencer la defensa del yo. 111uestra del valor mágico latente de las palabras se halla en la
Esa actitud de aislamiento y rechazo de afectos del yo del obra de Valle Inclán: Divina-s Palabr.as.) Dicho valor mágico se
neurótico obsesivo ha engañado a algún psiquiatra, impulsándolo manifiesta ya en el solo hecho de existir frecuentemente enfer-
a crear teorías de la génesis de las obsesiones con prescindencia 111os obsesivos con síntomas de fórmulas de palabras que emplean
completa de la afectividad del enfermo. para librarse de sus pensamientos molestos.
Una de las características interesantes en el curso de las neu- El influjo de la regresión hace que la sexualización del pen-
rosis obsesivas consiste en que el síntoma obsesivo, en un co- .uniento, y, consecutivamente, la del lenguaje, adquiera también
mienzo acto de defensa contra una posible emergencia instintiva, .1 rac teres anales. Lo que se manifiesta no solamente por la pre-
gradualmente va transformándose en lo contrario, hasta llegar a t·ncia de formaciones reactivas, como pueden ser orden estricto
ser una exteriorización del instinto mismo. Es decir, que lo que o ('XCesiva inclusión de los pensamientos en categorías, sino tam-
en un principio fué rechazado consigue finalmente manifestarse h1rn a través de síntomas más directos. Los pensamientos llegan a
a través de aquello que sirvió para efectuar su rechazo. Esto lencr el significado de excrementos: por ejemplo, durante la se-
mismo suele ocurrir también en la intelectualización del neuró- ,it'm psicoanalítica, el enfermo al comunicar sus ocurrencias se
tico obsesivo. Las manifestaciones afectivas rechazadas se intro- l'Ond uce de modo análogo a como lo hizo en su infancia durante
ducen nuevamente en la vida intelectual, sexu,aliz ando el pensa- 1~l acto de la defecación, es decir, obedeciendo o no a los man-
m iento. d.1tos de los padres en relación con esta función y, además, bus-
Por este p roceso de retorno de lo reprimido, las palabras ad- 1 .1 ndo el placer anal de la r etención. La sexualización anal del

qui.eren un significado sexual latente y, entonces, en el pensa- lt"ngua je se observa también en la predilección o rechazo intenso
de p:ilabras obscenas con un claro contenido excrementicio 1 •
la motivación de su rubor, ya q ue el acto de rebusca r en la cartera es un conocido símbolo
d e la masturbación f emenina. 1 1'1.0CRN rel acion a la posible presentación de una determinada neurosis en un indi-
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 11 !1
118 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

reaccionar del sujeto. Esta interiorización se debe al desarrollo


EL SUPERYO. 111tenso que en el neurótico obsesivo ha alcanzado el superyo, o
La neurosis obsesiva, lo mismo que el histerismo y las fobias, sea la instancia psíquica que representa el ambiente exterior que
se origina en la infancia, debido a conflictos provocados por los fueron los padres o las personas de autoridad de la infancia, que
instintos. El deseo de buscar la satisfacción instintiva y el pensar dictaron al sujeto las normas de conducta. Corresponde, en cierto
en la posible reacción en contra de los familiares crean en el niño modo, a lo que corrientemente se llama conciencia.
una serie de temores que conducen al yo al empleo de sus medios Tal diferencia entre la conducta del histérico y del neuró-
de defensa contra los instintos. Si éstos obran anormalmente, tico obsesivo es fácilmente observable. Una persona histérica, por
llevan a la neurosis. La relación Íntima de la génesis de los sín- t·jemplo, cuando desea una satisfacción determinada que tiene el
tomas con los conflictos existentes entre los deseos individuales significado latente de satisfacción sexual, sigue, como en la in-
y el ambiente exterior se observa claramente en el histerismo, fancia, temiendo a los padres, a los representantes paternos o al
y más claramente aún en la fobia, ya que en esta neurosis el "qué dirán" social. En cambio, es distinta la conducta del obsesivo
enfermo mismo expresa que a lo qµe teme es a algo exterior que que, por tener interiorizados sus conflictos, prescinde mucho más
considera peligroso. En la neurosis obsesiva del adulto la depen- de la opinión y de las posibles reacciones de las personas del am-
dencia de los síntomas con conflictos frente al exterior aparece biente exterior y teme ante todo a su superyo interior.
más enmascarada, por existir una interiorÍZ'{lCÍÓn del modo de La diferencia es aún más neta. No solamente el neurótico
obsesivo no tiene temor a que el mundo exterior le cause daño,
viduo con el desarrollo de su yo 'Y asimismo con la energía que dispone este yo. También can
sino que, percibiendo su propio sadismo, que le hace sentirse cul-
la existencja o no de capacidad por parte del yo de constituir una unidad, es decir, de rea-
lizar su síntesis.
pable a consecuencia de los continuos reproches de su superyo
En el histerismo el yo es débil, es un yo corporal. Por ello la defensa histfrica contra 111terior, suele temer más bien a que él mismo pueda causar daño
los instintos se hace mediante la separación de ciertas regiones del yo del resto de esta instan- •1 los demás.
cia psíquica. Vale decir que por la represión se alejan ciertos límites del yo que son los que
contienen la representac.ión psíquica del objeto. Por lo tanto, el yo deja de ser una uni-
Con esta observación puede iniciarse el estudio del superyo,
dad. Pero dicho yo realiza diferentes identificaciones. Toda nueva persona es imitada y si que, como el yo y el ello, tiene características especiales en el
alguna identificación es suficientemente intensa, esto puede producir la impresión errónea neurótico obsesivo. Ante todo hay que señalar que, a causa de la
de existencia de energía en el yo histérico.
regresión y de la separación subsiguiente entre instintos libidi-
En la neurosis obsesiva la defensa contra los instintos se hace mediante el esfuerzo
conjunto del yo total. E l desarrollo del yo se hace precozmente. nosos y destructivos, es un superyo dotado de gran agresividad.
El miedo del histérico es un miedo corporal. El yo histérico teme la destrucción y Por ello realiza severamente su función observadora, escudriñando
tiene miedo a l a muerte. En cambio, el neurótico obsesivo se siente amenazado en su ·yo 111inuciosamente todas las tendencias instintivas del sujeto, para
espiritual; su temor es a la loc.ura y a la destrucción. Aunque tal temor puede aument:.r
en intensidad y llegar también a ser un temor a la muerte.
1uego hacerles reproches por lo que no tenga un aspecto moral.
El histérico es el niño q'ue con su cuerpo, en un momento de peligro, busca a la Como se origina a consecuencia de una elaboración de deseos
madre y, actuando así, fortalece su yo corporal, porque lo amplía hasta el yo de la persona hacia los primeros objetos libidinosos, que son los padres, el su-
que lo protege. Por ese, el histerismo es típico de la primera infancia.
En cambio, en la neuros is obsesiva el yo es independiente. Pero conserva una tonali-
/wryo conoce mejor que el yo las tendencias instintivas del sujeto.
dad infantil en dos rasgos: en el miedo al mperyo y en los contenidos infantiles de tipo 1>e ahí procede la existencia en la neurosis obsesiva de reproches
mágico que tiene el miedo a la culpa y al castigq. E l miedo infantil a la castra~ión se 1kl snperyo al yo, por motivos instintivos reprimidos que este
ha convertido, en el obsesivo, en miedo espiritual por un sentimiento de culpabilidad. La
i'1 lt imo desconoce .
identif'ic¡1ción del yo obsesivo se diferencia de la del histérico por ser una identificación
total. Es decir, de todo el yo y con toda la pers(lna que imita. Tales reproches suelen ser inconscientes, por obra de los pro-
120 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS u,

cesos de defensa, que siempre pretenden librar el yo de lo que le actúan paradójicamente reforzando aún más la agresivida<l del
pueda resultar molesto. Pero su presencia se manifiesta, por ejem- rn j,eryo, frente al yo obediente. En efecto, la experiencia enseña
plo, en depresiones o en una necesidad de castigo intenso. Este que el que se atiene a satisfacer sus instintos no tiene remordi-
último señala la existencia en el sujeto de un sentimiento de mientos, y sí en cambio, el que se conduce "bien". Muestra de
culpabilidad que su yo pretende satisfacer imponiéndose sufri- ello es el hecho de que las personas muy religiosas siempre se han
mientos. considerado a sí mismas como grandes pecadores, a pesar de su
El yo no se somete siempre al superyo. En efecto, hay que conducta aparentemente moral.
tener en cuenta que las reacciones del yo del neurótico obsesivo La regresión intensifica también la bisexualidad, y con ello
frente a su superyo intolerante son una continuación de su modo .iumenta los deseos pasivo-femeninos del enfermo. El deseo re-
de reaccionar -real o en la fantasía- frente a sus padres du- forzado, de tipo inconsciente, de tener relaciones homosexuales
rante la infancia. Así como un niño oscila entre ser "bueno" o pasivas con el padre, o con algún representante paterno, tradu-
"malo" con un educador severo y que, por lo tanto, despierta cido al lenguaje regresivo de la organización analsádica, toma la
en él sentimientos muy ambivalentes, lo mismo el yo del obsesivo forma de un deseo de ser golpeado, principalmente en Ja región
pasa por fases de "bondad", en las que se somete a su superyo, glútea.
y por otras de "maldad", en las que busca la satisfacción de los Ahora bien, la intensificación señalada del deseo de ser gol-
instintos. peado se conexiona con la actuación del superyo, que tiene la
Como el de otros neuróticos, el mperyo del neurótico obsesivo función de reprochar al yo sus tendencias inmorales. Aquel de-
representa a los padres. Es decir, que el temor al superyo es la ,eo consecutivamente toma la forma de un afán del yo de ser
transformación, por la introyección, del temor infantil a los golpeado por tener "malas" tendencias que pretenden satisfa-
padres. Los remordimientos son los representantes de Jo que en lcrse. Lo que, dicho en términos corrientes, significa que el su-
la infancia fué temor a la castración por los padres, o en la mujer jeto llega a tener un deseo inconsciente de sufrir un castigo
temor a sufrir un daño en los órganos genitales. Como es sabido, material o psíquico por creerse "malo" o por tener pensamien-
para evitar la temida castración el niño reprime su onanismo tos "malos".
relacionado con los objetos edípicos; por el mismo motivo el Por otra parte, como generalmente el sujeto espera el castigo,
enfermo obsesivo reprime sus deseos genitales y efectúa la regre- no directamente del padre, sino indirectamente de otras perso-
sión de la organización libidinosa. nas o instancias exteriores, que inconscientemente representan al
Pero, como ya se vió anteriormente, la regresión tiene conse- p.1dre, se origina así esa forma de masoquismo que Freud ha
cuencias funestas para el neurótico obsesivo. D espués de ella el lbmado masoquismo moral y que Reik ilama masoquismo social.
sadomasoquismo, propio de la organización analsádica, hace que Fs característico de él que el sujeto no provoque consciente-
el superyo sea más severo en sus pretensiones y en los sufrimientos rncnte el castigo; esto sería algo que su yo no puede admitir por
que exige que el yo se imponga a sí mismo y, por otra parte, ir en contra de sus ideales conscientes. Más bien actúa haciendo
que el yo pueda defenderse mal de su masoquismo intensificado. q uc su conducta en la vida sea la que, en términos poco precisos,
Otra fuente de la crueldad intensa del superyo, característica ,r puede designar como la de un individuo de "mala suerte".
del neurótico obsesivo, es la incapacidad del enfermo de realizar La mala suerte corrientemente suele ser consecuencia de la
agresiones directas y precisas en contra del exterior. Estas tenden- húsqueda inconsciente de sufrimientos en la actuación social. En
cias agresivas, que el yo no efectúa por someterse al superyo, t' fecto, en el psicoanálisis de este tipo de individuos masoquistas
122 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 121

puede verse cómo su pretendida mala suerte está provocada por Exige ante todo el sometimiento, más bien que un buen cumpli -
ellos mismos. Asimismo, cómo sus continuas quejas de mala suer- miento de las leyes morales. Según Fenichel, el yo del obsesivo no
te significan una exteriorización de un placer masoquista, exac- busca el castigo del superyo, como tampoco lo hace el niño some-
tamente lo mismo que las alabanzas a las bellezas de la amada en tido a una educación severa; lo que pretende es el perdón, sea cual
un enamorado son exteriorizaciones de un placer genital. fuere el procedimiento. En otro terreno, es lo mismo que el hecho
Profundizando en este estudio, conviene insistir en que la re- de que un enfermo hipocondríaco visite al médico: tiene el sig-
lación del yo del neurótico obsesivo con su superyo no es análo- nificado de ser asegurado por el médico, o sea por un represen-
ga, ni mucho menos, a la de un niño que acepta plenamente, de tante paterno, de que sus actos relacionados con los instintos no
un modo masoquista, los mandatos de sus educadores. El neuró- han tenido malas consecuencias, es decir, que el castigo en forma
tico obsesivo se asemeja más bien a un niño que, sometido a una de castración no se ha efectuado.
educación severa, continuamente piensa en la liberación y rea- El superyo es una interiorización de los mandatos paternos.
liza tentativas para conseguirla. De lo que deriva que tanto el Ahora bien, por el mismo hecho de su interiorización, el yo dispo-
obsesivo como este último niño, muy a menudo efectúen actos
ne de más recursos, para librarse de sus exigencias, que el niño
no tolerados por el sitperyo o los educadores, lo que, finalmente,
frente a sus padres reales y, por lo tanto, exteriores. Puede hacer
les acarrea nuevos remordimientos y penalidades, que en el neu-
uso de todos aquellos recursos que también emplea contra sus ins-
rótico toman siempre la forma de sentimientos de culpabilidad
tintos, es decir, los ya estudiados procesos de defensa del yo. Éstos
y de búsquedas de castigo.
.ictúan en un doble frente, procurando vencer manifestaciones
Pero continuamente el yo del obsesivo desea librarse de su so-
111stintivas o bien otras del superyo. Todo ello con la finalidad,
metimiento al superyo y muchas veces emplea métodos que, co-
inalcanzable para el neurótico obsesivo, de librar al yo de los con-
mo los del niño, no son racionales. Uno es el provocarse un cas-
Jlictos que se suscitan entre sus diferentes instancias psíquicas, y
tigo antes de realizar la satisfacción instintiva anhelada. Para
t'.unbién entre él y el mundo exterior.
el enfermo esta conducta significa algo así como el conseguir la
autorización para la satisfacción, ya que se ha impuesto ante- La actuación intensa del superyo hace que el yo del neurótico
riormente el castigo que cree merecer. Otras veces se vale de obsesivo oscile entre dos fases distintas, en lo que se refiere a su
autoengaños; se somete a algo que para él es poco importante y 1•,t.tefo de ánimo. En una de ellas el yo tiene un sentimiento posi-
que sólo aparentemente tiene el significado de castigo. Con tal 1ivo de sí mismo, juntamente con una creencia también positiva

conducta el yo provoca lo que Alexander ha llamado "el soborno i.'11 su capacidad de hallar una satisfacción instintiva y, además,

del superyo", para conseguir que este último se vuelva más to- d(' .ser agradable a las personas de su ambiente. En la otra fase el
lerante frente a las satisfacciones instintivas anheladas. 1:st .ido de ánimo está deprimido y el yo se hace a sí mismo repro-
Otras veces aun el yo emplea procedimientos de tipo mágico, cl1es intensos. Genéticamente la situación del yo en estas dos fa-
como son ciertas fórmulas obsesivas que, pronunciadas en los mo- t s l'S la del niño, cuando recibe ya las alabanzas o bien los casti-
mentos en que el enfermo teme las posibles malas consecuencias H''' de sus padres o educadores, por su conducta buena o mala.
de sus actos, le libran de su temor y, por lo tanto, del someti- Estas dos fases, que se manifiestan claramente durante el trata-
miento al superyo. 111irnto psicoanalítico, recuerdan mucho a las del enfermo ciclo-
Para comprender esta conducta extraña del yo hay que tener i.1111,co, con su característica oscilación entre depresión y manía.
en cuenta que la moral del neurótico obsesivo es una seudomoral. 1\ rn, adcm ás de ser menos profundas, en el neurótico obsesivo su
LAS NEUROSIS 0/lSESiVAS ,.n
124 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
La necesidad de castigo refuerza aún más su masoquismo y w
sucesión suele ser mucho más rápida: las fases son, por lo tanto, homosexualidad, ya intensificados por la regresión sádicoanal. Por
más frecuentes. ello, en la sintomatología de estos enfermos aparecen obsesiones
La necesidad de castigo del neurótico obsesivo puede tomar di- muy penosas. El enfermo ve, por ejemplo, una hoja de afeitar
ferentes formas, de mayor o menor intensidad. Superficialmente gigantesca que le corta el dedo gordo del pie. Es decir, tiene la
ya se trasluce su existencia simplemente en el aspecto general de la obsesión de un acto que simboliza claramente la castración. O
vida del enfermo, siempre peor que el que le permitirían llevar bien le atormentan otras obsesiones en las que, más o menos vela-
sus aptitudes, su situación social o sus medios económicos. Por damente, el enfermo sufre un coito anal o ve cómo golpean a una
ejemplo, un enfermo a pesar de poder vivir en casa de sus padres persona en la región glútea. Hay que tener en cuenta que la per-
pasaba el invierno aislado en una casita en donde faltaba protec- sona castigada o sometida analmente representa siempre al enfer-
ción contra el frío intenso del lugar. Este sufrimiento y otros mo mismo, aun cuando ello aparezca enmascarado por un procew
análogos los suele racionalizar el neurótico obsesivo diciéndose de proyección .
que es necesario aguerrir el cuerpo y acostumbrarlo a defenderse Los síntomas de la neurosis obsesiva, lo mismo que los del histe-
de circunstancias adversas. Tales racionalizaciones son siempre rismo, pueden significar una satisfacción instintiva o, por el con-
consecuencias directas de su masoquismo. trario, un castigo que el yo se impone por requerimientos del
Por todo ello la actuación del superyo hace frecuentemente superyo. La experiencia enseña que en la sintomatología histérica
que el aspecto general de la vida de un neurótico obsesivo sea suele haber una condensación de ambos significados en el mismo
análogo al de un individuo que cree haber cometido anterior- síntoma, pero predominando generalmente el derivado de la sa-
mente un delito o una mala acción y que, lleno de remordimientos tisfacción instintiva. En cambio, en ]a neurosis obsesiva la satis-
y con la esperanza de librarse de su culpa, busca la expiación me- fac ción instintiva y el castigo del superyo suelen originar sínto-
diante sufrimientos. Como se ha señalado, lo efectúa no solamen- mas distintos, sin que haya condensación. También al revés del
te a través de medios racionales; el neurótico obsesivo emplea histerismo, en la neurosis obsesiva predominan, sobre todo en
t ambién los ya citados procedimientos de tipo mágico para apa- un principio, los síntomas con significado punitivo 1.
ciguar al superyo que le acusa. Sentimiento de culpa, remordi-
instintiva. Depende en grado sumo de los objetos humanos actuales y, al mism o tiempo,
mientos, necesidad de castigo y magia, todo ocurre inconsciente- sufre el influjo de las hu ellas psíquicas dejadas por los padres, los educadores y otras
mente, estando encubiertos por una capa psíquica superficial en personas que le sirvieron de modelo en la infancia". El tipo obsesivo-narcisista da la varia-
ción más valiosa desde el punto de vista cultural, porque a su independencia frente al
la que el yo se esfuerza por ser racional y por rechazar lo afec-
t•xtcrior y a su sometimien to a las exigencias de la conc'ien cia, añade su capacidad de
tivo que no sea perfectamente lógico y justificado por la actua- .1ctuación potente, ,dada la fortaleza del yo frente al suf,eryo.
ción real del sujeto 1. 1 MELANJE KLEIN ha introducido algunas modificaciones en la concepción psico-
.uulítica de las neurosis obsesivas. Ante todo afirma que sínton1as obsesivos se presentan
1 En una tentativo de clasifica r psicológicamente a los individuos, FREUD .ha des- y.1 en la f ase precoz á'el desarrollo máximo del sadismo, que según ella existe en la edad
crito tres tipos libidinosos, dcncmin;\ndolos el erótico, el narcisista y el obsesivo. ,,n Lre la segunda mitad del prirr:er año y el tercero.
Entre ellos, el ti po obsesil'O se caracteriza "por la prevalencia del mperyo, que se Sus observaciones parten del psicoanálisis de niños mediante su técnica de juego.
separa intensamente del yo. Está dominado por el miedo a la conciencia, así como el eró- Deduce que en esa fase sádica p recoz, centradas alrededor de la masturbación, el niño
tico por el de l a pérdida del amor. Tiene una conexión más profunda con su interior psí- 11enc nu1nerosas fan t asías en las que lleva a Cñbo ataques agresivos ~ntra el seno o el
quico que con el exterior ambienta l y, por ello, es en aleo grado independiente. Desde vientre maternos con la finalidad de apoder:1rse o de d:1ñ:.1r su contenido i1-:-ug inado en
el punto de vista social suele ser portador de cultura, siendo preferentemente conservador". 111úos, exc rementos o penes paternos.
Por combinacicnes con los otros dos tipos libid inosos origina el erótico-obsesivo y el Estas fantasías crueles origin an el t error al castigo de los podres agredidos o bien
obsesivo-narcisista. En el erótico-obsesivo "el rnt,erJ o frena la prevalencia de la vida
126 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1-'

gustiosas. Así un enfermo de Jones 1 tenía la obsesión molestísi nu


PSICOANÁLISIS DE LOS SÍNTOMAS OBSESIVOS de que el cadáver de su hija -recientemente muerta- había sido
robado de la tumba, tal vez con el propósito de disecarlo. Para
O'BSESIONES DE SUCIEDAD. evitar que ocurriese esto, el sujeto procuraba descubrir dichos
Conocido ya el aspecto especial que en el enfermo obsesivo tie- restos humanos en los carros de basura que casualmente pasaban
nen el yo, el superyo y el ello, conviene ahora realizar un estudio por su lado y luego también en otros lugares.
de conjunto, exponiendo el significado latente de diversos sínto- la libido pretende conservar el objeto, al procurar disminuir el sadismo, por ejemplo, lu-
mas, ya que estos últimos son la exteriorización más llamativa de chan do contra el poder destructor que tienen los excrementos, según la mente infantil.
los conflictos que ocurren entre las diversas instancias psíquicas Lo que trae consigo que se desarrollen las formaciones reactivas de asco y de limpieza,
dirigi das contra las heces peligrosas.
del neurótico. Los síntomas obsesivos, como los de cualquier en-
También se desarrolla la compasión, en donde se observa claramente el afán positivo
fermo neurótico, son siempre tentativas de resolver conflictos hacia el objeto. Y lo mismo sucede en atros rasgos obsesivos, como el síntoma en dos
psíquicos, en el sentido de conseguir una disminución de tensio- tiempos que es un, muestra precisa de una tendencia a la reparación de daños co11tra los
nes psíquicas desagradables. Aun cuando la sintomatología ma- objetos, realizados en etapas anteriores de la evolución individual. Todo ello tiene como
finalidad conseguir la tranquilidad del sujeto, porque conservando el objeto exterior o
nifiesta tenga un aspecto muy triste, ella supone, en todos los 111terior, o bien reparándolo si se lo creyó dañado, se piensa que el propio cuerpo no
casos, una huída de situaciones latentes más deprimentes y an- puede recibir ataques exteriores, ni interiores y que se evita así la posibilidad de su des-
l rucaión. También de este modo el sujeto imagina la existencia de objetos u buenos",
de otros objetos que los representan o sustittJyen. El niño fantasea entonces con objetos que reaccionan a su conducta buena, ayudándole en la lucha vital.
externos q_'Ue pretenden dañarle, del mismo modo que él ha pretendido morder el vientre La obsesión a dar es una reacción contra tendencias anteriores a re bar y a destruir.
o el pecho maternos. De lo que resulta que para él ciertos objetos exteriores se convierten I o mismo la obsesión de contar, como medio de asegurarse de la conservación del objeto
en fuentes de peligros, en objetos "malos", según la terminología de M. Klein. También y de haber hecho una reparación justa de lo destruído en la fantasía. La obsesión de saber
la elaboración del instinto de autodestrucción, efectuada mediante su proyección en un prec;cnta una conexión Íntima con el sadismo primitivo dirigido en contra del vientre
objeto exterior, aumenta la supuesta peligrosidad de algunos objetos exteriores. materno; en una etapa evolutiva posterior su signifi~ado varía, ya que el saber es utili-
Dicha situac¡ión psicológica se complica aún más por la introyección de tales objetos 1.1do por el sujeto como medio de dominar su angustia psicótica, cerciorándose de que
exteriores, creándose así dentro del yo imágenes interiores con sadismo dirigido en con- l.1 realidad exterior no es tan sádica como había fantaseado.
tra ,del propio sujeto. Ellas constituyen estadios previos de lo que luego será el superyo. A pesar de su gran interés y de referirse a todos los aspectos de la neurosis obsesiva,
Todos estos objetos "malos" exteriores e interiores despiertan una angustia intensa 11.,y un hec.ho psicológico que la teoría de M. Klein no parece explicar suficientemente:
en el yo infantil, justamente por su gran capacidad agresiva. Pero cuando el desarrollo n la presencia del sentimiento de culpabilidad claramente genital que presentan los sínto-
vital incrementa las tendencias libidinosas, opuestas a las destructivas, dicha situación psi- 111,1! obsesivos. Muchas veces suele ser lo primero que resalta al esc¡uchar a un enfermo,

cológica es sobrepasada. Lo que ocurre al llegar la organización sexual a la segunda etapa c¡11c si es una mujer dice, por ejemplo, que se ve imposibilitada de ponerse ninguno de
analsádica, porque en ella el sujeto pretende ya la retención del objeto. (La primera etapa 111 trajes, porque una vez se manchó uno de ellos con una excreción. genital, o si es un
anahádica, por el contrario, pretende la eliminación del objeto. En ella se halla el punto linmbre afirma que no puede tocarse ninguna región de su cuerpo y en el psicoanálisis
de fijación libidinosa de la parancia. Entonces los excrementos son valorados como pro- 1t·,ulta q•ue su conducta es debida a que este acto lo asocia con tocarse el pene y consecu-
ductos venenosos, dotados del gran poder de tipo mágico.) 1 ,v.11ncnte con la prohibieiión de la masturbación. Vale decir que en los neuróticos obsesivos

El paso de la primera etapa anal a la segunda representa la transición de los pro- d,'110 sentimiento de culpabilidad genital parece ser el punto primordial de partida de los
cesos psicóticos a los neuróticos. Entre estos últimos se halla la neurosis obsesiva, que 1111omas, lo que no ocurre con la sexualidad pregenital en que los síntomas se manifiestan;
según M. Klein, constituye una tentativa de dominar el miedo psicótico de las fases ante- p111 este motivo en psicoanálisis la neurosis obsesiva produce siempre la impresión de una

riores. Tal significado psic,ológico explica la existencia de rasgos obsesivos en la primera 111, lia contra instintos que se realiza en un terreno distinto de aquel en donde realmente"
infancia. Ellos no constiruyen todavía una neurosis obsesiva clásica, pero debido a que ,., origina. Prescindiendo de este hecho, la teoría de M. Klein explica, con toda su importan-
el niño no realiza su síntesis. Esta última se efectúa en una fecha posterior, al iniciarse C1.1, la actuación de los puntos de fijación y de las distintas elaboraciones prcgenitales que
el período latente de la sexualidad. De ahí que recién en esta edad se inicien para el clínico 1.,,1 profundamente conforman los sínton1as obsesivos.
1 JoNES, ERNEST: Analytic study of a case of obsessional neurosis, en "Papers of
las neurosis obsesivas típicas.
Repitiendo, los síntomas obsesivos se originan porque en la segunda etapa analsádica l'J·y, ho" Analysis".
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1l!I
128

Este síntoma se presentó a los 4 5 años, pero ya antes el enfermo acerca de la procreación y del origen de los niños. Efectivamcn te,
había tenido diversos síntomas. A los 28 años, durante un mes el enfermo en su infancia se había figurado que los niños se des-
creyó que su madre había cometido un crimen y volvió a sufrir arrollaban en la tierra, siendo sacados de allí por el médico, como
el mismo síntoma cuatro años después. A los 42 años pensó que se saca una planta cualquiera, ayudándose para ello de un instru-
estaba enfermo de diabetes. mento, que a veces provocaba heridas en el recién nacido.
Su neurosis descansaba en una situación infantil de rivalidad Por las motivaciones anteriores, inconscientemente, el sín-
con un hermano menor, por cariño hacia la madre. Le había toma referente a sacar el cadáver de la tumba significaba el
deseado la muerte. Como defensa, efectuó una proyección de dar la vida a un niño, el hacerlo nacer. La idea de ser disecado
dicho deseo, achacándoselo a la madre, para lo cual se apoyó en el cadáver era un reflejo del citado temor de que el médico
el carácter violento de ésta. Dicha situación psicológica fué re- pudiese provocar heridas trayendo al niño a la superficie de la
forzada por la muerte real de una hermana menor querida, lo tierra. Lo del carro de basura, a través de las asociaciones: ba-
que ocurrió a consecuencia de quemaduras. El accidente se hu- sura-heces-niños y otras referentes a la palabra delivery (ex-
biese podido evitar, si la madre (y él mismo) hubiese sido más pedición o reparto y dar a luz), indicaba asimismo el naci-
precavida. Elaboró inconscientemente esa situadón pensando miento, tanto más cuanto que él, de niño, identificándose con
que la madre, por celos, había matado a la hija, lo mismo que el médico partero de su fantasía, se había fantaseado yendo en
él había deseado la muerte de su hermano, por tal motivo. un carro, repartiendo objetos (niños) en las casas vecinas. Tal
La obsesión a la diabetes se desencadenó después de haber era, en rasgos muy amplios, el significado de sus obsesiones. En
sido testigo de un síncope cardíaco mortal. Este hecho le des- último término simbolizaban, por lo tanto, un renacimiento de
pertó ideas deprimentes acerca de su propia salud, las que to- la hija querida.
maron la forma de temor a la tuberculosis, causa de la muerte Entre los síntomas posibles de los neuróticos obsesivos re-
de su padre. Luego se transformaron en temor a la diabetes, por saltan algunos por su frecuencia, como son los referentes a la
identificación con la madre. Las analogías estaban dadas por ser limpieza, del tipo del lavarse exageradamente las manos o del
la madre bebedora y haber tenido hemorragias uterinas y pérdi- limpiar y hasta desinfectar continuamente los objetos con que
das disentéricas, recordándole esto al sujeto la polidipsia y po- el sujeto pudo estar en contacto.
liuria de los diabéticos. Y estas pérdidas del líquido tenían para El estudio psicoanalítico del lavado exagerado de manos de-
él un valor traumático intenso, dada la angustia provocada por muestra lo siguiente: Dicho síntoma se suele originar en una
sus poluciones nocturnas que relacionaba con la masturbación. lucha del yo, obediente a las leyes morales del superyo, contra un
En su matrimonio la situación afectiva con su esposa no era deseo sexual, que generalmente es la masturbación. Dicho de otro
favorable, por lo que transfirió a ella toda la hostilidad que había modo, ello significa que el enfermo inconscientemente cree que
sentido hacia la madre. Frente a sus dos hijos el enfermo sentía sus manos están sucias por haberse masturbado con ellas o, lo
rivalidad agresiva hacia el varón, por los motivos infantiles del que para él es lo mismo, por haber tenido un deseo de masturba-
odio hacia su herm~no, y adoraba a su hija. La muerte de la hija ción. El lavarse muy a menudo las manos es, pues, una tentativa
le resultó un golpe fatal. Se reprodu cía además el trauma infan- neurótica de reparación y de liberación de sentimiento de culpa-
til de la hermana querida muerta. bilidad, análogamente al baño ritual de algunas religiones paga-
La neurosis obsesiva se esforzaba en aliviar su situación afec- nas, que sirve para liberar a los creyentes de remordimientos por
t iva desesperada. Los síntomas se apoyaban en ideas infantiles pecados cometidos.
130 SADISMO Y MASOQU ISMO EN LA COND UCTA HUMANA
LAS N EUR OSIS OBSESI VAS 1 11

En la génesis del síntoma, y como consecuencia de la regresión, de un acto de defensa contra deseos genitales que, por la regresión,
interviene el que los deseos de masturbación de los neuróticos han tomado un aspecto analsádico.
obsesivos suelen ir acompañados de fantasías de tipo anal: buscar
Hay ciertos síntomas emparentados con los anteriores. La idea
placer en los excrementos y en el acto de la defecación. También
obsesiva de tener las manos sucias puede hallarse sustituída por
ocurre que la masturbación, realizada o fantaseada, es anal, v. gr., otra: el enfermo piensa que tiene las manos limpias, pero que se
mediante el rascamiento o la introducción de objetos en el recto.
las puede ensuciar al menor contacto con cualquier objeto extra-
Para vencer estos deseos, que son deseos «sucios" desde el punto ño. Es decir, que el enfermo teme exageradamente el contacto con
de vista del superyo de un individuo adulto, el yo reacciona con la posible suciedad exterior. El fundamento psicológico de esta
una formación reactiva opuesta a ellos, como es la limpieza exce- obsesión misofóbica es el mismo que el del afán excesivo de lim-
siva. Y ésta la localiza preferentemente en el órgano ejecutor de pieza de las manos. La diferencia entre ambos depende solamente
la satisfacción sexual, que en estos casos es la mano 1 • de que la localización del síntoma se refiera a la mano como ór-
Al lado de los deseos anales, en la fantasía o en los actos sexua- gano ejecutor del instinto o al objeto mismo del instinto, ya que
les de los neuróticos obsesivos, existen también los deseos de tipo éste busca lo sucio exterior y por eso lo fantasea, aun donde no
sádico. Desde el punto de vista del superyo, las manos que el existe.
enfermo se limpia obsesivamente son manos con deseos agresivos El enfermo puede temer tanto la presentación en él de un de-
hacia los demás y ello da origen a un sentimiento de culpabilidad seo anal, que por enmascaramiento toma la forma de temor
referido a dicho órgano. Si este último sentimiento se acentúa .1 tener las manos sucias, como el encontrar en el mundo exte-
intensamente, produce cuadros neuróticos análogos al de lady rior un objeto sucio, es decir, algo que, por satisfacer sus recha-
Macbeth, que sentía continuamente sus manos oliendo a sangre: '.lados deseos anales, suponga para él una tentación angustiosa.
por eso exclama: ''Here's the smell of blood still: all the perfu- En cuanto a la intensidad excesiva del temor, característico
mes of Arabia will not sweeten this little hand" 2 • del citado síntoma, proviene de una percepción psíquica en el
El síntoma del afán excesivo de limpieza puede manifestarse mfermo de la existencia constante en él de intensos deseos anales
también en todo el cuerpo, o bien en ciertas regiones de éste que q uc p retenden imperiosamente satisfacerse, y contra los cuales
no sean las manos. La localización especial dependerá de la psico- lucha intensamente su yo mediante sus procesos de defensa. Ade-
logía del enfermo y su porqué debe ser descubierto durante el tra- 111:ís, secundariamente el enfermo se defiende del contacto temido
tamiento psicoanalítico. Por otra parte, el síntoma citado puede 111cdiante actos especiales, como el llevar continuamente gu antes,
alcanzar a todo aquello que está en contacto con el cuerpo, como q 11c le sirven para aumentar la confianza del yo en su capacidad
son los vestidos, el bolso o el sombrero. Pero en estos diferentes dt· rechazo.
casos el síntoma suele tener siempre el mismo significado, o sea el Exactamente como sucede en el síntoma de limpiarse las
111.inos, y siguiendo las conexiones propias de la organización
1 Coinci diendo con M. Klein, RAoo afirma que en todo temor obsesivo misofóbico
.rnalsádica entre la analidad y el sadismo, el temor a la suciedad
existe latente la idea de un contacto con heces , por creencia ,d el individuo en una posibili-
dad mágica de éstas de matar a lo que tocan. (v. GoLDMAN, G EORGES S. : A case of 1:xtcrior, es decir, a algo que produce un placer anal, p uede re-
comp11lsiv e han dwashing. "Psychoanalytic Quaterly " , 8: 10 8, 1938). pre.~cntar asimismo el temor a un acto sádico o bien a uno ma-
2 "He aquí todav í a el olor a sangre: t odos los perfumes de Arabia no endulzarán ~oq uista. P ara el inconsciente del enfermo, en estos casos el en-
esta manecita .,..
11ciarsc es como estar maltratado por las personas del ambiente
132 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1 n
y el temer ensuciar a los demás indica un rechazo, en forma de zadas en la idea de que con él tal vez podría envenenar involuntaria-
temor, de un deseo de hacerles daño. mente a alguna persona. Por ello el enfermo se angustiaba cada vez
que veía la punta del palo, asustándole su color negro y sintiéndose
Con pequeña intensidad, éste es un síntoma que se presenta fre-
en la obligación de ocultarlo en la arena. Pero cuando hacía esto úl-
cuentemente al iniciar o terminar una sesión de psicoanálisis, cuando
timo, lo que también tenía un significado de coito, se creía observado
el psicoanalizado estrecha la mano al médico. Entonces suele temer
por todas las personas que le rodeaban.
el darle una mano sucia, lo que relaciona, por ejemplo, con no habér-
sela lavado después de una defecación anterior o bien con haberse to- Más claramente aún se observó en una enferma el origen genital
cado con ella el pene u otro órgano de simbolismo anal o fálico, como del temor obsesivo a ensuciarse, que en ella se extendió muchísimo
puede ser la nariz. Además de su significado anal, dicho síntoma por procesos de desplazamiento y de generalización. Tenía el temor a
puede valorarse como un indicador de la existencia en el psicoanalizado ponerse cualquier ropa porque se podía haber "ensuciado" al estar en
de deseos sádicos dirigidos en contra del médico. contacto en el armario con un traje que ella llevaba en el momento
de un abrazo prolongado de su novio, lo que le produjo la idea obse-
Los síntomas obsesivos son una traducción analsádica de algo siva de haberlo mojado con alguna excreción genital.
genital. Es por ello por lo que el temor de un enfermo obsesivo a
estar sucio encubre el temor a desear genitalmente a una mujer. El temor a ensuciarse ~uele tener todavía otros determinantes
Y por ello también el temor a ser ensuciado es una desfiguración más. Dada la muy intensa bisexualidad del neurótico obsesivo, es
regresiva del temor a ser excitado genitalmente por una persona importante saber que dicho síntoma al lado del heterosexual
del sexo contrario o del mismo sexo. citado, tiene también un significado homosexual, siendo éste mu-
Para comprender diversas formas de dicho temor obsesivo hay chas veces el que más interviene en su génesis, aunque también
que tener en cuenta además, que, a consecuencia de los procesos suele ser el más rechazado. Por ello para un enfermo obsesivo el
de desplazamiento y de generalización ya estudiados, la mujer o temor a ensuciarse representa en muchas ocasiones el temor a su-
el hombre cuyo contacto sexual, es decir, en el lenguaje analsá- frir pasivamente un ataque homosexual. Y el temor análogo a
dico, cuya suciedad teme el enfermo, pueden hallarse representa- la infección suele encubrir un deseo femenino de fecundación y
dos por uno o varios objetos capaces de simbolizarlos, como, en el embarazo, existentes también en el varón.
caso de la mujer, vasos, armarios, habitaciones, estufas, trozos de En una enferma, descrita anteriormente, su obsesión contra la tu-
madera o pedazos de papel. Así, alcanzando simbólicamente a un berculosis puede proceder primeramente de una identificación maso-
objeto y a otro, gradualmente el temor del enfermo llega a quista con la madre enferma, identificación provocada por una intensa
extenderse más y más, hasta localizarse prácticamente en todos necesidad de castigo por sus deseos de muerte, satisfechos a consecuen-
los objetos exteriores. cia de la infección tuberculosa mortal de la madre. Conjuntamente
l on el significado anterior, puede proceder también de un deseo in-
El origen genital del temor a la suciedad o, más precisamente, a consciente de ser embarazada por la madre y de tener un hijo con ella,
algo relacionado con ella, como era un veneno, se observó claramente siguiendo ciertas creencias preedípicas, normales en el desarrollo sexual
en un enfermo, empleado en un almacén de maderas para poner ve- de una niña y que, reprimidas en el individuo adulto, suelen intensi-
neno contra las ratas en los agujeros donde éstas se escondían. Se servía ficarse y reavivarse por conflictos neuróticos.
de un palo, y el acto de introducir el veneno con un palo en un agu-
jero tenía, para el inconsciente del enfermo, un significado de coito Es necesario conocer también la transición gradual entre los
genital, con componentes anales y homosexuales. Debido a este signi- casos extremadamente patológicos de neurosis obsesiva de este
ficado, dicho palo ensuciado le originó intensas obsesiones, racionali- 1ipo y la conducta normal del individuo que, por ejemplo, se
IH SADISMO Y MASOQUI SMO EN L A CON D UCTA HUMANA LAS NE UROSIS O BSESIVAS 1 11

preocupa, antes de as1st1r a una reunión, de limpiarse las uñas. por parte de la mujer y que ésta tuvo más bien un papel de instiga-
Efectivamente en este último, como en la sociedad que le exige dora que pasivo. Pero tal idea obsesiva persistía en él, porque estaba
la limpieza de uñas, obran los mismos rechazos y las mismas ela- provocada por un intenso deseo sádico, rechazado, de realizar un acto
boraciones instintivas que las que conducen al neurótico obsesivo genital con empleo de violencia.
grave a producir sus molestos síntomas. La diferencia entre am- Dicho sadismo rechazado interviene también en escrúpulos
bos es solamente de grado y no de calidad. obsesivos, como en médicos el temor de haber recetado cantida-
En resumen, deseos genitales y anales, heterosexuales y homo- des inadecuadas de un medicamento o en farmacéuticos, enfer-
sexuales, sádicos y masoquistas, intervienen en la idea obsesiva m eros o familiares de haber preparado o administrado de un
de temer estar sucio o de ensuciarse. Durante el psicoanálisis del m odo perjudicial los medicamentos. Escrúpulos análogos, con la
enfermo, en la búsqueda del significado latente del síntoma, hay m isma base sádica latente, se encuentran también en otras per-
que dar importan~ia a todos estos diferentes deseos para conseguir sonas obsesivas que ejercen cualquier profesión, y en ellos toman
el mejoramiento psíquico. formas especiales que dependen de la actuación del individuo.

ESCRÚPULOS, OBSESIVOS.
En el caso de un médico, que por su neurosis obsesiva finalmente
tuvo que abandonar el ejercicio de su profesión, no bastó para acallar
El deseo sádico que se halla latente en la misofobia aparece sus escrúpulos de haber recetado inadecuadamente, el que confrontase
más claramente en otro tipo de obsesiones. A veces lo hace con en manuales de terapéutica las cantidades ordenadas, porque pensó que
un valor genital apenas encubierto, como es el caso de un enfer- tal vez había erratas no corregidas en las cifras medicamentosas indi-
mo obsesionado por la idea de clavar un cortaplumas o un cu- cadas y podían, por lo tanto, ser funestas para el enfermo.
chillo en el vientre de alguna de las mujeres que le rodean. A Este médico, siendo niño, por haber clavado involuntariam'e nte,
menudo estas obsesiones sádicas se dirigen hacia las personas del durante un juego de corridas de toros, una banderilla a un amigo
complejo de Edipo: hacia la madre del enfermo o bien, en caso suyo, que tiempo después murió de meningitis, tuvo la obsesión de ser
de una madre, hacia su hijo. él el causante de la muerte. Otro de sus síntomas se presentó cuando
era aún estudiante de medicina y consiguió un cráneo del cementerio
En su forma masoquista se presentaron en un enfermo, ya citado, local, lo que le produjo posteriormente la idea de que él era un profa-
bajo la forma de representaciones obsesivas de que una hoja de afeitar nador de sepulturas.
gigantesca le cortaba el dedo gordo del pie, lo que equivalía a una
castración. En otro enfermo al oír un ruido cualquiera se le ocurría Escrúpulos obsesivos de este tipo hicieron que otro enfermo guar-
obsesivamcnte que le aplastaban los testículos entre un yunque y un dase los fósforos ya usados y apagados en la caja de donde los había
martillo. En otros casos el masoquismo puede tomar la forma de la sacado, por temor a arrojarlos encendidos al suelo y provocar así un
obsesión angustiosa de tirarse a un abismo o desde una altura. incendio. Este mismo enfermo temía pisar las tablas que cubrían un
El sadismo o el masoquismo latentes, regresiones de la genitalidad nnal, porque podía moverlas de su sitio, lo que según él, provocaría
del obsesivo y fuertemente rechazados por el yo, pueden originar otros tal vez la caída de alguna persona que viniese detrás de él. También se
temores, como el pensar obsesivamente si un acto sexual determinado se ntía obligado a cerrar las puertas de los jardines por un temor im-
fué realizado con violencia o no. Un enfermo, con conocimientos preciso de que le podían echar la culpa a él si ocurría algo malo.
médicolegales, estuvo durante mucho tiempo atormentado por la idea En circunstancias que hacen aumentar la agresividad y las forma-
obsesiva de si hubo violación o estupro en un coito efectuado con una t·iones reactivas de un enfermo, las obsesiones se hacen también más
parienta suya adulta, a pesar de que recordaba la perfecta aceptación intensas. Esto ocurrió con el enfermo anterior, cuando una mujer ena-
136 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESNAS 1.1

morada de él le amenazó con el suicidio, si no la correspondía. Tuvo


SUPERSTICIONES.
entonces la obsesión de observar repentinamente la alfombra de su casa,
para cerciorarse de que estaba bien colocada, de modo que nadie pu- En la misofobia el neurótico obsesivo teme los contagios. De
diese tropezar y caer, lo que para su inconsciente significaba morirse. un aspecto opuesto a lo que hemos visto son aquellos síntomas en
De este modo quería evitar la amenaza de muerte de su amiga y su los que el enfermo obsesivo se ve obligado a tocar algo. Son sín-
deseo de matarla.
tomas análogos a los que forman el contenido de muchas supers-
Para originarse la idea obsesiva, el sadismo latente en los casos ticiones. Su significado latente también puede estudiarse perfec-
citados se apoya en algo real, que pudo haber satisfecho ese sa- tamente en alguna de estas últimas. Por ejemplo en ciertas regio-
dismo. Pero en otras obsesiones ni siquiera existe el hecho real. nes del sur de España se toca hierro con una posición especial de
Entonces el sujeto está atormentado, v. gr., por la idea de creerse los dedos de la mano para ahuyentar posibles desgracias que puede
criminal, sin que haya ninguna motivación. Eso se debe a que acarrear el hecho de haber mencionado la palabra "serpiente". Se-
el superyo del enfermo, gracias a sus íntimas conexiones latentes gún la citada superstición, hay que tocar hierro simultáneamente
con el e{lo, conoce bien el propio sadismo latente que el yo des- con los dedos índice y meñique extendidos, estando los otros dedos
conoce y se hace reproches por los deseos ocultos. flexionados. Puede tener el siguiente significado: La serpiente
suele ser un símbolo fálico. Por lo tanto, y sobre todo en sujetos
Obediente al superyo, el yo lucha contra los instintos sádicos, inten-
sificados por la regresión genital. En esta situación psicológica, si el con cierta homosexualidad inconsciente, el mencionarla es capaz
ambiente exterior refuerza sus medidas habituales contra la agresividad de hacer surgir la idea de un ataque de dicho animal o sea, incons-
individual, entonces se pueden acrecentar los síntomas de los neuró- cientemente, la idea de un ataque fálico. El yo del sujeto se
ticos obsesivos. Fué lo que ocurrió en un enfermo tratado en Madrid, defiende de ella, porque el aceptarla significaría adoptar una
poco antes de la guerra civil española. Por su temor a las leyes, más posición pasivo-femenina, con la presentación subsiguiente del te-
severas que nunca, contra la tenencia de armas, se desprendió en las mor a la castración. Entonces emplea la técnica de defensa ci-
cercanías de la ciudad de un paquete con balas de revólver que poseía. tada, porque el hierro es un metal con simbolismo masculino y,
Pero en vez de tranquilizarlo, este acto le produjo obsesiones muy pe- siguiendo creencias de la magia homeopática, al tocarlo comunica
nosas. Por ejemplo, pensaba que en el papel del paquete podía haber su potencia masculina al sujeto. Además se le debe tocar con dos
algún dato personal, lo que traería como consecuencia su identificación
dedos de la mano bien extendidos, lo que posiblemente tiene
por la policía y un castigo muy severo. Otros días se le ocurría que
las balas podrían estallar por un percance cualquiera, causar desgracias
un significado doblemente fálico y por ello constituye una doble
y él ser considerado como el culpable de todo. Asustado, se proponía negación del peligro de ser castrado.
entonces retirar el paquete, para esconderlo en otro lugar menos peli- Otra suposición es el tocar madera cuando se desea buena
groso, pero no recordando el lugar preciso donde lo había dejado, suerte para el futuro. Ella señala una posición infantil en el
pensaba que, al ir a buscarlo, su conducta iba a ser sospechosa y que sujeto, el buscar la ayuda favorable de una madre cariñosa, que
sería detenido. Todos estos pensamientos se le presentaban muy fre- se preocupa del bienestar de sus hijos. En efecto, la madera es
cuentemente y a pesar de considerarlos absurdos, no los podía rechazar, un símbolo femenino materno, como ya se trasluce en la analo-
ni dominar la angustia grande que le provocaban. gía existente entre las palabras "madera" y "madre".
En general, las supersticiones presentan una génesis psicológica
similar a la de muchas obsesiones. Tanto las unas como las otras
son consecuencia de cierta elaboración, por parte del yo, del sa-
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1 )9
138 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

dismo y del masoquismo, que han sustituído, o a los que se han Janes estudia todas las ideas asociadas con la sal (sabiduría,
añadido, instintos de tipo genital. En ellos suelen también inter- inmortalidad, amistad, lealtad, incorruptibilidad, riqueza, pode-
venir instintos anales. El origen anal de ciertas supersticiones se río, capacidad mágica y religiosa, fecundidad). Se ocupa tam-
ve ya en el hecho de designar con el nombre de "escatológicas" a bién de las teorías sexuales infantiles, principalmente de las refe-
aquellas supersticiones que se refieren a la visión del futuro ( del rentes al coito en relación con alimentos o con mezclas de
gr. skór, skatós: "excremento" y lógos: "tratado"). Dicho nom- líquidos, del tipo de la orina.
bre proviene de que primitivamente este tipo de supersticiones se El estudio comparativo de las religiones, según Janes, impone
realizaban examinando los excrementos del sujeto. la conclusión de que "no sólo el bautismo cristiano y otros ritos
Siguiendo con el estudio de Jas supersticiones es fácil observar simbolizan el mojar al iniciado con un flúido vital (semen u ori-
cómo se puede conocer el significado latente de muchas de ellas na), sino también que el agua bendita, que se emplea en esos casos,
a través de un simbolismo análogo al que aparece en los sueños, es un descendiente lineal de la orina, cuyo uso gradualmente ha ido
en la literatura o en el folklore. Así ocurre, por ejemplo, con desplazándose". "La libido incestuosa, que es la fuente más pro-
la superstición de no pasar por debajo de una escalera. Psicoanalí- funda del sentimiento de culpabilidad, se vence y purifica de
ticamente se sabe que en los sueños subir o bajar escaleras sim- un modo homeopático, a través de un acto con el simbolismo
boliza frecuentemente la excitación o el acto sexual, tal vez por- de incesto celestial. (Pero sustituyendo a la madre por el padre,
que estos movimientos rítmicos, con la agitación creciente del como lo demostró Janes.) En el bautismo el líquido simboliza a
sujeto, pueden asimilarse a los movimientos del coito. De ello se la orina ( o semen) del padre y a las aguas uterinas de la madre,
deduce que el pasar por debajo de una escalera es temido porque satisfaciéndose así a la vez los componentes masculinos y feme-
para el inconsciente señala una posición pasivo-femenina de si- ninos de la libido."
tuarse debajo de algo sexual. Por otra parte la posibilidad de la
La etimología de la palabra sal, que deriva de algo que sig-
caída de la escalera encima del sujeto tendría, además, el signi-
nifica "un líquido sucio", habla también a favor de la hipótesis
ficado de un ataque sádico por parte del mundo exterior. Y tam-
citada de la sal como orina.
bién los impulsos masoquistas, siempre existentes en el supers-
ticioso y en el obsesivo, podrían provocar, mediante un acto no Entre las supersticiones recientes hay una curiosa, más de carác-
consciente, la caída sobre él de la escalera al pasar por debajo ter paranoico que obsesivo. En los años 1938 y 1939, circulaban am-
de elJa. De todos estos componentes inconscientes resulta como pliamente por Francia, Inglaterra y también por algún otro país,
acto de defensa del yo la superstición de rehuir dicha situación. narraciones de tipo extraño. Se contaba en ellas la historia de un
Uno de los estudios psicoanalíticos más interesantes sobre las hombre joven, recientemente movilizado, que se traslada en automó-
vil de una ciudad a otra, en compañía de una mujer. Se le termina
supersticiones es el realizado por J ones 1 acerca del significado
la nafta y tiene que recurrir a la ayuda de un grupo de gitanos. Uno
de la superstición corriente de mala suerte si se derrama sal en
de ellos le aconseja no inquietarse por su orden de movilización, ya
la mesa. Llega a la conclusión de que tiene el significado simbó- que Hitler moriría seis meses más tarde. Para confirmar su profecía,
lico de una eyaculación precoz o de orinarse en la cama. La sal añade que ello sería tan cierto como que aquel mismo día iba a trans-
representa el semen, pero posee también un importante simbo- portar un cadáver en su automóvil. Efectivamente a la vuelta, un
lismo previo de orina. oficial de policía pide al conductor que lleve al hospital un hombre
1 JoNES, ERNEST: The symbolic significanC'f o/ salt in folklore and superstition en
herido. Terminan el viaje y, al llegar, se dan cuenta de que el hombre
el libro Essays in applied Psycho-analysis, Londres, 1923, págs. 112-203. ha muerto.
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 14 l
140 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

En el simbolismo inconsciente, fácil de observar en sueños,


María Bonaparte ha estudiado el significado psicológico de
el ir en auto representa frecuentemente un acto de satisfacción
tales narraciones, mediante su comparación con los ritos de sa-
instintiva prohibido. En la narración actual tal significado pa-
crificio de las religiones antiguas. Así observa que el sacrificio
rece hallarse confirmado por el hecho de que el viaje se hace
antiguamente se hacía en lugares sagrados y que tenían que ser
con una mu1er.
santificadas las personas oficiantes. En estas narraciones actuales,
Siguiendo este orden de pensamientos y dada la identidad
sustitutivas de los sacrificios antiguos, la santificación de la per-
entre la víctima y el sacrificador, se puede considerar dicho
sona está dada por la orden de movilización, que hace que un
sacrificio no solamente como un acto propiciatorio para pre-
ciudadano cualquiera sea llamado a las armas y, por lo tanto,
venir posibles males futuros, sino también como un acto expia-
entre al servicio "sacrosanto" de la patria.
torio de un acto instintivo, relacionado con el complejo de Edipo.
El sacrificador del rito antiguo está representado por el gi-
La víctima se libra de la culpa, al sufrir ella el castigo.
tano, que asimismo es como una reencarnación de la deidad ho-
El acto prohibido inconscientemente va dirigido en contra
micida. En cuanto a la persona muerta en el auto, que es la víc-
del padre. La liberación de culpa se hace por el sacrificio y tam-
tima actual, adquiere un carácter sagrado por haber sido herido
bién por la muerte anunciada de Hitler, que es un acto de re-
o, en otras narraciones, por ser también un hombre movilizado.
beldía agresiva. En efecto, Hitler como enemigo de Francia o
Este último carácter establece una cierta identidad entre el que
de Inglaterra, puede ser considerado, por los habitantes de estos
ofrece el sacrificio y la víctima, análogamente a lo que ocurría
países, como un representante de la imagen psíquica reprimida
en los sacrificios antiguos. La identidad es aún mayor porque
del padre primitivo, opuesto a la libertad instintiva de sus hijos.
la víctima es una persona herida, es decir, que se encuentra en
En cuanto a ser castigado por el padre edípico, sufriendo un
una situación en la que se podría encontrar pronto el conductor
daño corporal, se halla simbolizado por el hecho de la falta de
del auto, si se ve obligado a luchar en la guerra.
nafta, que impide que el auto siga caminando. En otras versiones
El sacrificio antiguo tenía que celebrarse en un lugar deter-
de la narración no falta la nafta, pero siempre el auto se des-
minado, como un altar o una pira. Su sustituto moderno es el
compone.
automóvil. Lo que puede ser comprendido si se tiene en cuenta
El sombrero es un frecuente símbolo fálico. Suele simbo-
la admiración que despierta el automóvil, con su mecanismo com-
lizar en general los órganos genitales, y preferentemente los mas-
plicado y con todas sus posibilidades. El contacto diario con tal
culinos. Ello explica por qué hay personas que se oponen a que
vehículo hace que disminuya la importancia que se le concede
alguien coloque su sombrero encima de la cama en que duermen.
conscientemente y que la admiración permanezca más o menos
El cruzarse, al estrecharlas, las manos de cuatro personas puede
latente. Pero, aun dejando de lado el estudio psicoanalítico de
significar para alguna de ellas un antagonismo o una posición in-
enfermos neuróticos, es fácil observar de nuevo tal admiración,
ferior, lo que es necesario evitar. La hendidura simboliza a menudo
si se recorre en automóvil lugares alejados del tránsito moderno
un órgano genital femenino y el caminar (sobre la "madre tie-
u oyendo conversaciones de adolescentes que se vanaglorian de
rra") tiene a veces, como en sueños, el significado de contacto se-
conocer todas las diferentes clases y marcas de vehículos mecá-
xual con la madre. Esto hace comprender por qué algunas perso-
nicos, juntamente con sus defectos y virtudes. Más aún, el fuego
nas supersticiosas y también ciertos enfermos obsesivos al caminar
de la pira que consumía a la víctima en el sacrificio antiguo
evitan pisar las hendiduras o líneas que limitan las baldosas del
puede hallarse representado por la combustión de la nafta en el
suelo. En cambio, para algún otro enfermo obsesivo, el cuadrado
motor del automóvil.
142 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1·11

mismo de la baldosa es el que puede simbolizar la entrada vaginal, el triángulo en Rafael o la diagonal en Velázquez. Y de un modo
y de ahí que evite cuidadosamente el poner allí el pie, que tiene general los diferentes estilos artísticos, al imponer cánones seve-
un simbolismo fálico. Otras veces lo que el sujeto pretende evi- ros, indican también la tendencia del yo a servirse de normas
tar es un coito homosexual. rígidas para dominar, encauzar o rechazar sus afectos.
Por la existencia de transiciones entre lo normal y lo pato-
CONTROL DEL YO Y MAGIA OBSESIVA. lógico, ocurre que a veces es imposible afirmar si un acto deter-
minado de control del yo constituye un síntoma obsesivo o es
El acto obsesivo tan frecuente de pisar o no rayas al caminar
todavía algo normal. Éste es el caso del afán, no demasiado exa-
tiene otros determinantes además de los ya citados. Uno de ellos
gerado, de ciertas personas, en colocar bien derechos los cuadros
está en relación directa con la fase infantil analsádica, en la que
de una habitación o de tener relojes que siempre funcionen exac-
el yo del individuo tuvo que efectuar esfuerzos para colocar bajo tamente.
su control algunas funciones corporales, y ante todo la función
Siguiendo su esfuerzo de defensa contra los instintos, el neu-
excrementicia, aprendiendo entonces a dominar sus esfínteres.
rótico obsesivo intenta rehuir los afectos o bien cultiva los mé-
Ahora bien, el citado acto obsesivo y otros análogos son mani-
todos que sirven para dominarlos o encauzarlos. De la actuación
festaciones sintomáticas que señalan una exageración de la ten-
de sus procesos de defensa contra los in~tintos resulta su carac-
dencia analsádica del yo de dominar sus funciones y también la
terística falta de modulación afectiva en el enfermo; asimismo,
de dominar sus objetos. Son algo así como formaciones reactivas,
la rigidez de su conducta y el control severo de sus actividades.
lo mismo que el afán exagerado de orden, simetría o clasifica-
Empleando un ejemplo concreto, se puede decir que el neuró-
ción. Tales actos se diferencian escasamente de las formaciones
tico obsesivo es una persona que, aun en momentos de escaso
reactivas por carecer de finalidad utilitaria o artística y además
tránsito, cruza las calles por donde lo señalan las ordenanzas
por realizarse en actos insignificantes.
municipales. A menos que, por parecerle aquello una claudica-
El poder de controlar sus funciones, aun en actos insignifi- ción pasivo-femenina, no siga la conducta completamente opues-
cantes, y asimismo su actitud hacia los objetos apetecidos u odia- ta en todas las horas del día.
dos, refuerza el sentimiento narcisista del yo. Es fácil observarlo Aun hay más. En el neurótico obsesivo actos sintomáticos o
en ciertos juegos de niños que consideran como un motivo de rituales del tipo de pisar o no las rayas, de contar hasta quince
triunfo o satisfacción el haber hecho un recorrido pisando o o esperar que pase un carruaje determinado antes de cruzar la
evitando pisar rayas del suelo. Dicho refuerzo del sentimiento calle, son actos mágicos que le sirven para conjurar, en un sen-
narcisista existe también en el neurótico obsesivo al realizar actos tido determinado, la realidad exterior. Si tales actos sintomáticos
sintomáticos análogos a los citados del niño. Pero en él ese senti- son efectuados siguiendo bien el ritual propuesto, entonces la
miento suele ser inconsciente, ya que su yo consciente no lo to- realidad exterior se someterá al sujeto y no en el caso contrario.
lera, porque se esfuerza en perseguir fines utilitarios y artísticos Este significado mágico es fácil comprenderlo en los casos en
reconocidos socialmente. que el ritual obsesivo coincide con el de alguna superstición co-
Tales tendencias del yo al control intenso, persisten en el adul- rriente, como el levantarse de la cama con un pie determinado.
t::> normal aun en sus más altas producciones artísticas. U na Si es el pie derecho, como el lado derecho es el lado "bueno",
muestra es el afán de muchos pintores de incluir los personajes iniciar con él la actividad diurna puede representar para el su-
de sus cuadros en determinadas figuras geométricas, como es jeto una "buena" influencia en el curso del día.
144 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1-11

Pero generalmente los rituales del neurótico obsesivo no coin-


Por otra parte, aun el contar repetidamente los objetos sirve
ciden con las supersticiones ordinarias de tipo colectivo. Son algo
para señalar al neurótico obsesivo que no falta ninguno de ellos.
así como supersticiones individuales, que las demás personas no
Se tranquiliza así en relación con las consecuencias posibles de
comparten. Sin embargo su génesis es idéntica; lo mismo que
sus deseos sádicos, que teme ver realizados mágicamente, dada su
las supersticiones colectivas responden a conflictos entre la se-
fe en la omnipotencia de los pensamientos. Es decir, si al contar
xualidad y el superyo, que el yo intenta resolver mediante tales
se da cuenta de la existencia de todos los objetos exteriores, los
actos neuróticos.
que pueden ser personas o bien pueden representarlas, el neuró-
En un enfermo obsesivo, ya citado, el sostener un diálogo teniendo tico está seguro de que no ha destruído a ninguno y que no es
a su interlocutor siempre bien enfrente y separados ambos justamente culpable de ninguna muerte.
por la parte media y no la lateral de una mesa, significaba el poder
controlar mágicamente la situación. Si su interlocutor abandonaba la Durante el tratamiento psicoanalítico y en relación con la trans-
línea media de la mesa, sufría obsesiones referentes al posible aumento ferencia, este último síntoma hace que en el momento en que pre-
de tamaño de diferentes regiones de su cuerpo, consecutivas a temores tenden pasar a la consciencia deseos sádicos dirigidos en contra del
homosexuales y masoquistas inconscientes, que entonces se creía in- psicoanalista, en vez de ellos se presenten en algún enfermo, por
capaz de dominar. ejemplo, obsesiones de contar los libros de una biblioteca. Rechaza así
deseos de muerte hacia el psicoanalista y también se cerciora de que
Como el esfuerzo de control del yo y su magia puede realizarse éste no ha muerto. El afán de contar, como defensa contra deseos de
con diversas técnicas, de éstas derivan obsesiones o ceremoniales muerte, ha sido señalado primeramente por Freud en Un caso de neu-
también diversos. Son interesantes las relacionadas con las mate- rosis obsesiva ( 1909). El enfermo descrito, en un día de tormenta,
máticas, es decir, con la ciencia más intelectual y menos afectiva se sentía obligado a contar hasta 40 ó 50, para rechazar temores de
de las presentes y que, por lo tanto, responde bien a ciertas carac- desgracias que podían ocurrirle a cierta mujer deseada.
terísticas psicológicas del yo del neurótico obsesivo. Por ello son Con suma claridad aparece la misma situación psicológica en otro
frecuente punto de partida de síntomas obsesivos actos diversos caso referido por Lewin 1 • Se trataba de un hombre, de unos treinta
relacionados con los números, del tipo de contar los objetos de años, que a veces se sentía impulsado a contar hasta ciento. A través
del psicoanálisis comprendió el significado de ese acto, al reconstruir
una habitación, los escalones de una escalera o los libros de una
las conexiones psíquicas destruídas por la defensa neurótica del aisla-
biblioteca. El conocer estas cifras para el neurótico obsesivo sig- miento. Así en cierta ocasión se hizo presente el síntoma, viendo a una
nifica el que dichos objetos están bajo su control y dominio. persona de nombre "Stone", frente a un cementerio. Surgió entonces
Pero la aritmomanía también es una técnica del yo para en el enfermo la idea de lápida sepulcral (graves tone) y luego pensa-
rechazar pensamientos desagradables, como los producidos por mientos de muerte, que en último término estaban referidos a su padre.
determinadas exteriorizaciones instintivas o bien para rechazar Contar hasta ciento era la fórmula mágica de anular esos malos deseos
las obsesiones mismas. Mientras el sujeto cuenta un número tras parricidas. Para ello el enfermo se apoyaba en recuerdos infantiles de
otro, es decir, realiza algo que le han enseñado sus educadores, a haber oído decir frecuentemente al abuelo, cuando éste hablaba de
quienes obedece, los pensamientos prohibidos o las obsesiones se algún amigo: "Ojalá viva cien años".
alejan de la conciencia. Y secundariamente el yo aprende a utili- Un acto sintomático del tipo de la aritmomanía es el señalado por
Freud en Leonardo de Vinci. Se trataba de su afán de apuntar minu-
zar esta técnica asimismo contra los mandatos del superyo y sus
manifestaciones, rechazando con ella el sentimiento de culpa- L LEWIN, BERTRAM D.: Capítulo: Obsesiona/ 11e1troscs, en el libro de SANDOR L01tANn:
bilidad. Psycboanalysis today, Int. University Press, New York, 1944. Hay traducción castellana:
FI J1sicoa11álisis d, hoy, Bu,enos Aires, Ed. Paidós, 1952; pág. 207.
146 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS NEUROSIS OBSESIVAS ,,.,
ciosamente todos los gastos realizados por sus discípulos. Sentimientos
homosexuales hacia estos últimos, desplazados a actos insignificantes, como son los homosexuales y, manifestándose en un síntoma,
eran la causa probable. toma la forma obsesiva de tener regiones corporales "feas".
En la mujer el temor a la castración, consecutivo a la mas-
En relación directa con la actividad de control del yo y con turbación infantil, puede hallarse representado por el temor a
su iniciación en el control de los esfínteres se hallan aquellos haberse dañado de algún modo los órganos genitales. Pero no
temores obsesivos de no poder contener en una reunión social siempre es así, sino que también en ella muchas veces el signifi-
los deseos excrementicios. Este temor tiene también un signi- cado preciso de castración es claramente perceptible. Estos te-
ficado sádico en contra de los demás. Dominados los enfermos mores ocasionan en enfermas obsesivas que, frente a algún deseo
por su temor obsesivo, en alguna ocasión se defienden de él con genital no tolerado por su yo, se les presenten pensamientos de
prácticas de ponerse ropa interior impermeable ajustada hermé- tener los órganos genitales feos o sucios. Y por desplazamiento,
ticamente al cuerpo. De dicho temor se deriva aquel otro refe- estas ideas pueden localizarse secundariamente en diferentes re-
rente a pronunciar involuntariamente palabras desagradables u giones de su cuerpo, dando entonces origen a esos cuadros neu-
obscenas, cuando las circunstancias sociales no lo permiten. Ade- róticos frecuentes de mujeres que se avergüenzan intensamente
más de su relación con el sadismo, la dependencia de todos estos de algún defecto físico que no es tal o que tiene escasa impor-
síntomas con el masoquismo es señalada por las consecuencias t:mcia.
desagradables que tendría para los enfermos el realizar los actos
Algo análogo sucedió en un sueño de un hombre de carácter obse-
temidos.
sivo. Durante el día había tenido una discusión con su esposa, seguida
Síntomas obsesivos frecuentes son sentimientos de inferioridad de una franca reconciliación que fué causa de una sensación subjetiva
referentes a ciertas regiones del organismo o a él en totalidad, de felicidad. Esta situación por la noche provocó un sueño en el que
Los enfermos se quejan, por ejemplo, de tener los hombros caí- "acariciaba el seno de su mujer. Ésta le mostraba su seno diciéndole
dos, la cintura estrecha, los pies grandes, las pantorrillas delga- que era muy hermoso o bien él lo encontraba muy hermoso". El signi-
das, la cara deformada o la caja torácica aplastada. Si bien puede ficado onírico latente es el de una satisfacción por las buenas cuali-
ser cierto lo que ellos señalan, existe gran desproporción entre dades de su esposa. En el contenido manifiesto del sueño ello aparece
l'Xpresado por medio de una valoración de un detalle corporal. Si en
el defecto físico y las quejas de los enfermos: la sobrevaloración
l:1 situación diurna se hubiese mantenido la discordia conyugal, el su-
afectiva es consecuencia de un desplazamiento. En efecto, estos h·to tal vez hubiese soñado que el seno de su esposa presentaba un as-
síntomas encubren otras quejas de los enfermos referentes a su Jll'Cto feo y desagradable.
potencia genital, que han sido desplazadas a diferentes órganos
o regiones corporales. Estos síntomas obsesivos, referentes a la relativa belleza o feal-
En ocasiones los síntomas de este tipo persisten en su relación ,l;id de un detalle corporal., pueden ser equiparados a otros de
con el órgano primario; entonces el enfermo se queja, como ocu- ,:o nvcrsión histérica, también con localización física. La diferen-
rre a menudo, de una falta de desarrollo de sus órganos genitales. i:i:1 rs que los obsesivos tienen como base psíquica una valoración
A un enfermo le preocupaba la idea de tener el pene "torcido". n1oral, de la que carecen los histéricos. Su causa es la gran impor-
1:111cia que ha adquirido en el enfermo obsesivo el superyo, que
El significado inconsciente de estos síntomas es un temor a la
1Ú·t criticando al individuo, aun con independencia de su rela-
castración, consecutivo a la masturbación infantil. Tal temor ci{,11 con el exterior.
puede originarse por creer el enfermo que tiene instintos "feos",
Equivalentes a los anteriores son aquellos otros síntomas
LAS NEUROSIS OBSESIVAS ,,w
148 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA tONDUCTA HUMANA

obsesivos referentes a la posición corporal, que, a través de una OBSESIONES POR CONTRASTE Y DUDAS.
proyección, también pueden localizarse en objetos exteriores,
como los muebles de una habitación. Durante la sesión de psico- Existen síntomas obsesivos a los que se ha llamado obsesio11rs
análisis el enfermo se queja de que se ha echado "torcido", de por contraste. Son las que sufren, por ejemplo, personas reli-
que tiene la cabeza desviada hacia el lado izquierdo o bien de que giosas cuando tienen pensamientos eróticos o deseos de blasfemar
el diván, en que descansa, no está «derecho" en relación con el en medio de una oración. Son también las obsesiones de alguna
resto de la habitación. La experiencia enseña que hay que inter- madre de dañar y hasta de matar a su hijo o las de algún em-
pretar estos síntomas considerándolos como expresiones figuradas pleado fiel de robar a su principal o al dueño. Su psicogénesis se
de un juicio de valoración moral. Es decir que «estar torcido" define fácilmente. Todas ellas son consecuencia de la ambiva-
significa tener ideas "torcidas" o sea pensamientos moralmente lencia intensa del neurótico obsesivo, cuyo yo acepta una ten-
"malos". No es algo privativo de las neurosis obsesivas, sino que dencia, pero rechaza la opuesta, siendo ésta la que reaparece obse-
sivamente en el síntoma.
este modo de expresión ocurre también en el lenguaje corriente,
por ejemplo, cuando se dice de una persona homosexual que es Por este motivo se puede afirmar que una madre que sufre de
la obsesión de dañar a su hijo quiere a éste de un modo ambi-
un "invertido".
Otro tipo de obsesiones, en relación con la masturbación, son valente, aunque, como frecuentemente ocurre, su amor hacia él
las de cerrar o abrir bien las puertas y ventanas o las dudas de parezca muy intenso, ya que dicha gran intensidad aparente es
haberlo hecho. Suelen provenir de temores del niño de haber netrado y causado muchos daños en la despensa. Después de este episodio la niña, para
sido visto durante un acto de masturbación y de angustiarse ante vengarse de riñas y burlas, dejaba voluntariamente las puertas sin cerrar y llegó hasta a
enseñar a su hermanito a conducirse del mismo modo.
el posible castigo de castración. También provienen de la idea Es interesante cómo se llegó al descubrimiento de la vivencia infantil. La sujeto, estu-
de un posible asalto por ladrones y asesinos, es decir, de un ataque diante universitariJ, era una joven que fué hipnotizada con fines experimentales, indepen-
heterosexual u homosexual, que el enfermo inconscientemente dientes de todo afán terapéutico. Después de la hipnosis se presentó en ella un escribir
automá tico. Su contenido en un primer momento resultó incomprensible, tanto en la forma
desea, pero en contra del cual lucha su yo.
como en el fondo. Pero pudo ser descifrado en una sesión analítica de varias horas de dura-
Además estas obsesiones, como también las de haber dejado o ción, siguiendo una técnica distinta de la habitual.
no encendidos la luz eléctrica o el gas, pueden representar, si- Por este procedimiento se reveló en el psiquismo de la sujeto la existencia de una doble
guiendo pensamientos infantiles del neurótico obsesivo, un auto- personalidad que se había originado muchos años antes por identificación con una heroína
literaria juvenil.
reproche por no haber dominado bien sus instintos, tal como se Con ayuda de esta doble personalidad, q'Ue dirigía el escribir automático, y también
lo exigieron sus padres en la infancia y actualmente su mperyo. mediante la evocación de imágenes visuales frente a un espejo, estando la sujeto profun-
Entre los instintos que el enfermo teme no haber sometido, se ha- damente hipnotizada, se hicieron conscientes los episodios del tercer año de vida, causa
de las obsesiones. Y aunque su significado inconsciente no fué analizado, se obtuvo un éxito
Uan preferentemente el sadismo y el masoquismo, por sus posibles u•rapéutico rotundo, que persistió en los años sucesivos.
consecuencias perjudiciales para el sujeto o para los demás 1 • En otro caso, estudiado por los mismos autores, se trataba de una depresión con
l,Hrras tendencias cleptománicas y una obsesión constante a dibujar cilindros, triángulos
1 En un caso estudiado por ERIKSON y KunIE, dudas obsesivas de haber dejado puer-
y e~piralcs. Estos síntomas fueron analizados siguiendo una técnica análoga a la anterior.
tas abiertas estaban íntimamente relacionadas con un suceso ocurrido a la sujeto, durante
Jll conflic to actual que desencadenaba la depresión era una percepción inconsciente de la
su primera infancia. Teniendo tres años de edad un día creyó que se había perdido, lo que
ni,tencia de una relación íntima entre el padre de la enferma y una antigua amiga. In-
le produjo angustia intensa. Cuando consiguió volver a su casa, su abuelo la riñó mu cho y
rnnicientcmente ella ignoraba todo, pero el análisis de sus dibujos automáticos destruyó
además se burló de ella, sin razón, por haber dejado las puertas abiertas. Esto le causó
1.u depresiones encubridoras, lo que le permitió reaccionar adecuadamente, sin trastornos neu -
una gran indignación. Intentando consolarla, el abuelo le refirió que a él l~ había sucedid o
n',iicrn1, a la situación traumática.
lo mismo en la infancia y que por dejar abierta una puerta una rata almizclera había pe-
150 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 111

una formación reactiva provocada por su yo, que lucha así contra los verbos terminados en aber, menos precaver
el deseo de tipo contrario. Exactamente lo mismo ocurre en el y las palabras que empiezan por z, con b las debemos poner.
hombre religioso con obsesiones eróticas y en el empleado con ¿Que la voz bien lleva b, sea sílaba o palabra,
excesivos escrúpulos hacia su jefe. excepto vientre y viento?; también lo recordaba,
El deseo rechazado de robar, dañar o matar puede originar, lo mismo digo de los verbos acabados en bir,
por transformación, un temor a ensuciar, presentándose así, en el exceptuando hervir, vivir y servir.
caso de un empleado, el temor obsesivo de ensuciar los libros del
Después de sílaba al inicial de palabra, usar b bien lo veo
negocio donde trabaja. Es éste el origen de una serie de actos menos en Álvarez, alvedo, alverja, alverjana y álveo;
obsesivos que, si bien incomprensibles en un primer examen, para las palabras que empiezan por bis, biz, bu, bur, bus lo mismo
aparecen con una génesis perfectamente clara cuando se conoce exceptuando vista, vizconde y víspera.
su motivación inconsciente.
Las palabras que empiezan con ch llevan b; ¡ quién lo diría!
La ambivalencia, juntamente con la bisexualidad, conduce a la
menos chaval, chaveta, che/va, chivo y chirivía;
duda, que nunca falta en el cuadro clínico de la neurosis obse- en medio de palabras pongamos b antes de u, sin dudar,
siva. La dependencia de una frente a la otra, aparece bien patente salvo en válvula, revulsión, avutarda, párvulo, pavura y divulgar.
en ciertos síntomas, como por ejemplo la duda de si se envió la
carta debida a una determinada persona, si en ella se escribió la Después de las sílabas siguientes iniciales de palabras, pon b:
dirección o si se le puso el sello antes de echarla al buzón. Indi- las excepciones correspondientes, al punto indicaré.
ca, ce, ca, cu, de sílabas primera racha,
can la existencia de sentimientos ambivalentes hacia la persona a
exceptuando cavar, cavilar, caverna, cavanillo y covacha
la que va dirigida la carta. Sentimientos ambivalentes que, por es, go, ja, ji, ju,
lo general, son el modo corriente de reacción afectiva del neu- menos juventud.
rótico obsesivo hacia todas las personas con quienes convive.
Por los procesos característicos del obsesivo, de generalización La, li, lo, nu: ¡ no olvidar!
excepto liviandad, liviana y lavar;
y desplazamiento a lo pequeño e insignificante, las dudas del
po, pu, sin exceptuar
enfermo pueden extenderse a una serie numerosa de actos. Así ra, ri, ro, ru,
en el caso de una carta pueden localizarse también en la or- ~<ílo exceptuando rivalizar;
tografía.
l'll cuanto a sa, so, su, he de advertir
Esto fué lo que ocurrió en un enfermo obsesivo, que, para librarse ~<',lo se exceptúa la voz invertir;
de sus frecuentes dudas, puso en verso todas las reglas ortográficas, 111, tu, tre, ur, sin excepción ¿eh?
consiguiendo con ello cierta seguridad al escribir. Como muestra del y con esto se acabó la b.
trabajo realizado voy a citar las reglas escritas por él referentes a la
letra b (había escrito también las reglas de la v, g, j y h): En ocasiones la duda es uno de los síntomas que más atormen-
111 n al neurótico obsesivo. Le obliga a controlar repetidas veces
Uso DE LA "B" i,i ha realizado bien su trabajo o le impide tomar libremente las
dt'cisiones necesarias, sean o no importantes. El neurótico obse-
Debe escribirse b antes de consonante ~1vo puede dudar de cualquier acto intelectual que realiza y, en
formando sílaba inversa y a fin de palabra, es muy importante 1; icrtos casos, llega hasta a dudar de si debe pensar o no.
152 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSiS OBSESIVAS 111

En su época de estudiante ,un enfermo obsesivo dudaba de cómo El sadismo rechazado de una posición ambivalente frcntt· al
tenía que estudiar. Pensaba si se debía o no dar un vistazo general al exterior se manifiesta también en aquellas otras dudas referentes
libro y luego leerlo con detalle; también si ,era o no normal que se le a si en el curso de una conversación el enfermo dijo algo ofcn
quedase grabado en la memoria la colocación de lo leído en la página
sivo o molesto para su interlocutor. Y el masoquismo cuando el
derecha o izquierda. Esforzándose consiguió terminar •su carrera, pero
enfermo teme, sin estar seguro de ello, de si en la conversación
entonces se le presentó una nueva duda: si verdaderamente había apro-
bado todas las asignaturas requeridas. Para tranquilizarse tuvo que oída hubo algún ataque en contra de él. Por extensión se originan
pedir un certificado de estudios e ir viendo y contando, año tras año, las dudas, tan frecuentes en las relaciones sociales, de haberse
las asignaturas con la calificación del examen. Tampoco dicha operación conducido bien o mal en una situación dada o de haber causado
le calmó, sino que tuvo que efectuarla repetidas veces y esto poseyendo buena o mala impresión.
ya el título de médico. Los síntomas del enfermo fueron tan intensos Es siempre la ambivalencia y la bisexualidad, con sus posicio-
que llegó hasta a dudar del significado de las palabras y se vió obli- nes instintivas opuestas, lo que conduce al neurótico obsesivo a la
gado a controlarlo en diccionarios para quedar tranquilo. duda. Impulsado instintivamente su pensamiento en esta última
La duda es exteriorización de la ambivalencia, de la bisexuali- dirección, el enfermo busca entonces como temas de ocupación
dad y de los conflictos morales, los cuales, como ya se ha visto, a aquellos insolubles, en los que la duda está perfectamente justi-
su vez dependen del antagonismo existente en el neurótico obse- tificada. Son, por ejemplo, los referentes al origen de la vida, al
sivo entre su posición activa y pasiva, sádica y masoquista, mas- futuro de la humanidad, a la posibilidad de existencia en diferen-
culina y femenina. A corrsecuencia de esta situación instintiva tes planetas, a la esencia del hombre, al porvenir de las ciencias
latente, para un enfermo obsesivo el escribir correctamente una y otros más de la misma índole metafísica.
palabra, sin faltas de ortografía, puede significar inconsciente- En preocupaciones metafísicas, aparentemente tan alejadas
mente el someterse a la autoridad social, vale decir al padre; por de lo biológico, el fundamento instintivo de la duda sólo se des-
lo tanto, considerar esta conducta como una posición femenina cubre en el curso del psicoanálisis. Hay, en cambio, otro tipo
y alternativamente aceptarla o rechazarla. Lo mismo para un de dudas, en las que su fundamento en la sexualidad se percibe
fácilmente.
empleado obsesivo el hacer una suma o el pedir unos días de
vacaciones puede significar el realizar una agresión, que desea y Fué éste el caso de un médico, citado ya varias veces, que llegó hasta
también rechaza, en contra del jefe de la oficina, es decir, contra a dudar de si era hombre o mujer. Angustiado leyó su partida de naci-
el representante actual del padre de la infancia, siendo por ello miento, para ver si en ella estaba escrita la palabra "niño" o "niña".
origen de diversos síntomas. Pero cuando terminó de leerla, le asaltó la duda de si realmente había
visto una "o", como final de "niño" o si más bien se trataba de una
En el caso de un estudiante, sus dudas acerca de si se habrían olvi- "a". En repetidas ocasiones tuvo que volver a leer dicha palabra, para
dado o no de incluir su nombre en las listas de examen, procedían de cerciorarse de que verdaderamente era una "o"; con ello se tranquili-
otras dudas, de si conseguiría aprobar las asignaturas y, en último zaba y tenía entonces una sensación de bienestar y orgullo por sentirse
término, de dudas inconscientes de si podía o no enfrentarse con el varón.
padre, permitiéndose o prohibiéndose sus deseos sexuales hacia la ma- Por procesos de desplazamiento y de desfiguración, en este mismo
dre. En otro neurótico obsesivo las dudas de si debía pagar el trata- enfermo las dudas referentes a si era hombre o mujer tomaron la for-
miento psicoanalítico o de si con su dinero debía regalar algo a su ma de otras, acerca de si se le caía o no el cabello, con el temor
esposa era!1 una exteriorización clara de su indecisión entre una po- ~ubsiguiente de quedarse calvo, lo que para su inconsciente, como ocu-
sición homosexual y una heterosexual. rre también en otros neuróticos, tenía un significado de castración.
154 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 1 lí

Sus dudas se localizaron además en el ojo, órgano que es asiento fre- caso también el enfermo tiene la idea -justificada- de q uc el
cuente de síntomas neuróticos, gracias a su importante función y a segundo pensamiento está en conexión con el primero, refercn te
significados fálico y anal inconscientes. El enfermo dudó de si había a la madre. Por otra parte, por su fe en la omnipotencia del
perdido o no parte de su capacidad visual, a consecuencia de la extir- pensamiento, el pensar en algo tiene para el enfermo el mismo
pación del saco lagrimal de un lado por una dacriocistitis crónica. Para significado que realizarlo. Consecutivamente se deriva, como de-
tranquilizarse tuvo que efectuar numerosos exámenes visuales en el
fensa del yo contra lo prohibido, la necesidad imperiosa de rom-
transcurso de varios años.
per el contacto psíquico establecido entre los dos pensamientos
Como frecuentemente ocurre en los neuróticos obsesivos, en él tam-
bién se desplazaron las dudas a la esfera intelectual. Dudó de la po- contrapuestos. Es decir, de aislarlos, siguiendo una técnica, ya
tencia de su memoria, pensando que ésta se había dañado por una descrita, de los procesos de defensa del yo contra pensamientos
tentativa de suicidio, que realizó ingiriendo una pequeña cantidad de desagradables.
tóxico que vomitó poco después. Ahora bien, como los pensamientos ya han ocurrido simultá-
neamente, el neurótico obsesivo se siente obligado a efectuar una
SEXUALIZACIÓN DEL PENSAMIENTO. anulación. Vale decir: tiene que volver a pensar en la madre,
pero evitando esta vez los pensamientos obscenos, o bien inter-
El proceso de intelectualización trae consigo el que se presen- calando entre los dos pensamientos unos cuantos indiferentes,
ten síntomas en la esfera del pensamiento. Para el neurótico para que el de la madre no se ponga en contacto directo con
obsesivo, gracias a su fe en la omnipotencia de los pensamientos, los obscenos.
estos últimos tienen el mismo valor que el efectuar los actos a que Pero al efectuar la anulación, en el neurótico obsesivo grave
se refieren. Además, por la regresión de ciertas regiones del yo suele suceder que en los pensamientos indiferentes ha habido, se-
a las creencias mágicas primitivas, se establece un tipo especial gún él, también algo obsceno y que, por lo tanto, se ha puesto
de reacciones intelectuales, muy característico del pensamiento en relación con el pensamiento en la madre. O bien basta con
obsesivo. que en el enfermo exista la duda, tan típica y tan frecuente, de
Un ejemplo esquemático del complicado modo de pensar de que ello ha ocurrido. Entonces tiene que repetir la técnica de
muchos neuróticos obsesivos es el siguiente. Se le ocurre al en- anulación y de aislamiento, para realizarla mejor, acallando así
fermo un pensamiento anodino referente a la madre o a una a su superyo severo. Y en la segunda tentativa de anulación puede
persona sustitutiva, como la hermana, la novia o la sirvienta; también ocurrir lo mismo que la vez anterior o pueden presen-
inmediatamente, por su fijación en los objetos infantiles, por tarse las mismas dudas, lo que le obliga a recomenzar.
la regresión y por la ambivalencia, se le ocurre otro pensamiento En ciertos casos estas tentativas le ocupan largas horas, du-
de tipo erótico, sádico o anal, hacia los mismos objetos. Con ello rante las cuales el enfermo está imposibilitado de realizar otra
el enfermo considera que ha agraviado a su madre y que su superyo .1ctividad, ya que al repetir sus pensamientos referentes a la ma-
exige una reparación. dre siempre se le ocurren o teme que se le hayan ocurrido pen-
O bien sucede que los pensamientos eróticos, sádicos o anales, :-.amientos obscenos.
se le ocurrieron sin relación aparente con la madre, pero, según Por ello, para evitar la angustia y la pérdida de tiempo el
cuenta el enfermo, mientras pensaba en ella. Sin embargo, como enfermo recurre a menudo a técnicas especiales. Una de ellas
los dos pensamientos se presentaron simultáneamente y existe e, la de efectuar algo así como un resumen de todo el primer
en él la creencia inconsciente en la magia del contacto, en este pensamiento en una sola palabra, v. gr., «madre", y entonces pen-
156 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 11

sarla o pronunciarla rápidamente; luego, también rápidamente, un desplazamiento hacia la cabeza de sensaciones procedentes de
pensar o pronunciar otra palabra indiferente o realizar algún distintas zonas erógenas.
gesto -de significado mágico latente- cuidando de que no haya
tiempo suficiente para que se introduzcan los pensamientos obs- En un enfermo obsesivo el dolor de cabeza tenía el significado de
cenos. Después de lo cual consigue sentirse más tranquilo. una castración relacionada con sus deseos pasivos hacia la madre, a la
que se representaba inconscientemente como un ser fálico, siguiendo
Lo mismo que con los pensamientos referentes a la madre pue-
sus creencias infantiles. La cabeza, en el inconsciente del enfermo,
de ocurrir con los de tipo religioso, dando origen a síntomas
representaba su región glútea y el dolor de cabeza un ataque anal por
obsesivos, muy frecuentes, de uniones involuntarias de pensa- parte de la madre y una satisfacción masoquista. Con ello repetía
mientos contrapuestos y, secundariamente, a esfuerzos continua- vivencias infantiles, ya que la madre le golpeó frecuentemente en la
dos del enfermo para reparar y desunir lo que unió anterior- cabeza, durante los primeros años de su vida, al mismo tiempo que le
mente. En todos estos casos y en otros análogos el psicoanálisis solía dirigir una serie de epítetos, del tipo de "cabezota". Esta cons-
dice que el pensamiento está sexualizado. telación afectiva provocó en el enfermo otros síntomas, como el creerse
Con independencia de estas uniones, otras veces ocurre simple- intelectualmente débil.
mente que el enfermo se prohibe tener determinados pensamientos
Algunos de los frecuentes síntomas intelectuales de estos neu-
y, por ello, pronunciar determinadas palabras. Al oír hablar al
róticos suelen estar en relación con la música. Una de sus for-
enfermo se tiene entonces la impresión clara de que rehuye algo,
mas interesantes es el afán de mejorar instrumentos para obtener
sin que él sepa de qué se trata. En ocasiones el enfermo obse-
sonidos más perfectos. Los enfermos realizan esta actividad de
sivo se da cuenta de que su modo de expresarse hace difícil la
un modo obsesivo, no quedando nunca contentos con los resul-
comprensión de lo que dice, la que está dificultada también por
tados obtenidos.
su ya señalado afán de generalización y de buscar la imprecisión,
para evitar los temas concretos, en los que se pueden traslucir sus En un enfermo obsesivo estos síntomas estaban en relación con apa-
diferentes conflictos psíquicos. ratos de radio, a los que cambiaba continuamente sus diferentes partes,
Interviene además en la sexualización del pensamiento la re- sintiendo una gran excitación. En otro enfermo ocurría lo mismo con
diafragmas de gramófono.
gresión de la libido. Esa regresión trae consigo que los pensa-
mientos tengan para el enfermo un significado análogo al de los Tales síntomas están polideterminados. Para el inconsciente
excrementos. Entonces el enfermo reproduce en la esfera inte- de dichos enfermos, los instrumentos de música tienen el signi-
lectual sus costumbres infantiles de retención o de eliminación ficado de objetos libidinosos, con órganos sexuales, tanto genita-
anal y de obediencia o desobediencia excrementicia a los padres. les como anales. Y el maniobrar en los instrumentos de música
Esta conducta es fácilmente observable durante las sesiones de psi- les representa un acto sexual, del tipo de los que ocurren en sus
coanálisis en el modo cómo los enfermos cuentan o callan sus fantas ías de masturbación.
pensamientos. La sobrevaloración infantil de los excrementos es
otro de los factores que toma parte en su fe en la omnipotencia El primero de los enfermos citados solía examinar largamente catá-
logos de radiotelefonía, fantasean do con la compra de un aparato o de
de los pensamientos.
otro, es decir, con la compra de objetos sexuales. Pensaba al mismo
La sexualización del pensamiento podría explicar algunos sín-
t icmpo que no tenía dinero, o sea, inconscientemente, que carecía de
tomas, como las cefalalgias de los enfermos. Pero generalmente l.1 potencia necesaria para conseguir a la mujer apetecida.
estas cefalalgias son consecuencia de erotizaciones provocadas por La necesidad de cambiar las partes de los instrumentos de música
158 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 11!1

señala la ambivalencia y también la bisexualidad, ya que, en los dos última, para ellos, tiene un significado de liberación instintiv.1,
casos citados, los enfermos se solían esforzar en hacer ese cambio con de sadismo contra el ambiente o el superyo que les oprime y de
algunas de las mujeres, con quienes estaban en cierta relación sexual y afirmación de su potencia sexual. Es decir, que para tales neu-
con las que deseaban identificarse. róticos representa algo así como una muestra de su capacidad
El esfuerzo del enfermo por cambiar el instrumento de música de vencer el temor a la castración. Por eso es un resto de su se-
denota también un afán de modificar sus tendencias instintivas, xualidad que procuran salvar a toda costa del influjo de l;i repre-
ajustándose a las prohibiciones familiares y sociales. Al mismo sión. En una capa psíquica más profunda el acto obsesivo de
tiempo señala el deseo de librarse de tales prohibiciones. satisfacción instintiva tiene también el significado opuesto de
sometimiento, masoquismo y autodestrucción, adoptando una
En dichos síntomas los enfermos obsesivos suelen tener fanta-
posición femenina frente al padre o imágenes paternas.
sías de que son grandes artistas y de que consiguen el aplauso
de todo el mundo y, principalmente, el de las personas relacio- En otras ocasiones la masturbación obsesiva es un esfuerzo por
eliminar, mediante una técnica genital, la angustia y el acúmulo
nadas con el complejo de Edipo, como es la madre. Tienen un
libidinoso, de los que el sujeto no consigue librarse, por impe-
significado latente de triunfo de la sexualidad infantil, preferen-
dírselo el funcionamiento patológico de los procesos de defensa
temente en su forma de masturbación. En ellas la masturbación
del yo contra los instintos.
se manifiesta libremente, consiguiendo además atraer a los desea-
dos objetos edípicos que la provocaron, pero que fueron también Lo mismo que con síntomas genitales -como la masturbación en el
los que la prohibieron. pene- ocurre con los anales de satisfacción instintiva. Cuando el placer
anal en los excrementos no es rechazado, sino que sufre un incre-
PLACER OBSESIVO. mento obsesivo, al neurótico le suele ser difícil el realizar su propio
aseo, por el temor, por ejemplo, de que con la suciedad pueda perder
En una gran mayoría de síntomas obsesivos se trasluce fácil- algo valioso. Pué éste el caso de un enfermo que sólo se podía lavar en
mente su origen en una lucha del yo que rechaza manifestaciones raras ocasiones, y entonces tenía que examinar, o hacer examinar, dete-
instintivas. El lavarse continuamente las manos, por ejemplo, es nidamente el agua del lavabo o del baño, para cerciorarse bien de que
una reacción del yo contra el placer anal de la suciedad, contra m ella no había nada que le convenía guardar. Este síntoma se inten-
un deseo sádico o el de masturbación genital. Pero existen tam- sificó tanto que, cuando padeció una blenorragia, tuvo que guardar en
bién síntomas que parecen ser una exteriorización instintiva di- diferentes cajas el algodón con que se cubría el glande. Consiguió li-
hrarse de este síntoma molesto mediante la técnica de no tocar el
recta; así hay enfermos que se masturban de un modo obsesivo.
.ilgodón usado con sus dedos, sino quitárselo por el empuje de la orina
Por la satisfacción instintiva alcanzada son un punto de contacto
.ti iniciar la micción. Psicoanalíticamente, la prohibición de tocar el pe-
entre las neurosis obsesivas y las toxicomanías o las perversiones 11t• con los dedos señala al onanismo como uno de los determinantes de
sexuales. · .!,cho síntoma, transparentándose en él el temor a la castración. Vale
Su psicogénesis puede ser estudiada en uno de ellos, como es la decir que el enfermo al tocar el algodón temía perder el pene por
masturbación obsesiva. Ella tiene varios determinantes psicoló- l1.1hcrse masturbado. Por obra de la regresión analsádica, este pensa-
gicos. Se suele presentar en neuróticos que por temo~es intensos 111irnto tomó la forma señalada de temor a perder algo valioso con !os,
CX t remen tos o con la suciedad corporal.
han renunciado a una gran cantidad de satisfacciones sexuales,
pero que, en cambio, buscan repetidamente y de un modo obse-
sivo una forma determinada de satisfacción sexual, porque esta
LAS NEUROSIS OBSESIVAS 161

SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA


160 orden, dirigiendo mejor una empresa, una ciudad o un ejército.
O bien su compasión -resultado reactivo de una elaboración del
LUCHA SECUNDARIA Y CARÁCTER <DBSESIVO. sadismo latente- le sirve para ser un activo filántropo, lo mis-
Como visión de conjunto, de toda esta larga enumeración de mo que, en otro sujeto, el deseo de retención anal sublimado le
síntomas y de la descripción de sus fundamentos en elaboraciones anima a hacerse un hábil coleccionista de dinero o de sellos.
instintivas, puede concluirse que la regresión y la consecutiva En dichas personas el origen, en conflictos instintivos y mo-
liberación de instintos sádicos y anales traen consigo que la lucha rales, de sus cualidades sociaimente útiles puede vislumbrarse por
del yo contra determinados instintos sea en la neurosis obsesiva b rigidez de carácter y por la falta de ductilidad y modulación
más difícil que en el histerismo. En efecto, el sadismo liberado afectiva en distintas circunstancias de la vida. Todo ello se debe
parece difícil de ser sometido ulteriormente. a la interiorización de los conflictos; la resolución de éstos es
Él hace, no solamente que sea complicada la represión, por efectuada por el individuo con cierta independencia de la rea-
ejemplo, de determinados contenidos del complejo de Edipo, sino lidad exterior, que no influye sobre él. Intervienen casi exclusi-
también que el yo tienda a no reprimirlos; su mismo sadismo le vamente sus diferentes instancias psíquicas y aunque una de ellas,
permite considerarse con fuerzas suficientes para luchar, defen- l'I superyo, refleje la realidad exterior, se refiere a la del pasado
diendo sus instintos, contra las imposiciones exteriores o contra y no a la del presente.
el propio superyo. Por dicha interiorización los neuróticos obsesivos suelen ser
En cuanto a la necesidad que tienen estos enfermos de efectuar •,ujctos independientes; además, por su sometimiento al superyo,
la regresión, puede pensarse que proviene de una incapacidad ,on frecuentemente portadores de cultura, sobre todo de una
constitucional del yo de resolver sus conflictos dentro de la es- 1 111 tura conservadora.

fera genital. Es lo que aparece patente en la ya citada enferma En otras ocasiones la resolución de los conflictos no es tan
de Freud que, después de presentar síntomas fóbicos, enfermó de frliz y entonces se manifiestan síntomas obsesivos precisos como
neurosis obsesiva cuando se presentaron nuevos conflictos que le ,1lgo extraño a la personalidad. Pero también en estos casos el
hicieron rehuir la vida genital, en que había permanecido hasta 111, procura siempre incluirlos en su economía, realizando su labor
ti ,: síntesis. Aun en enfermos graves el yo justifica sus síntomas.
entonces.
Como se ha visto, los conflictos entre los instintos, la realidad A,í explica la limpieza exagerada de las manos mediante razona-
exterior y el superyo dan origen a los síntomas obsesivos. Ahora 111i1•11tos higiénicos o bien las obsesiones de quitar piedras de un
bien, una vez formados los síntomas no por ello se estaciona la ¡ ,1111ino o de colocar de cierto modo los cuchiUos en la mesa,
neurosis, sino que entonces se continúa aún más allá la elabora- li, ,{,ndose a sí mismo y a los demás que con ello se evitarán
ción de la sintomatología, mediante la lucha secundaria del yo I'"' ,hlcs desgracias. Tanto que dicha conducta hasta sirve al su-
contra el síntoma ya establecido. Esto ocurre porque este último ltil" para aumentar su narcisismo secundario, al enorgullecerse de
generalmente es algo así como un cuerpo extraño, que el yo pro , t' d i·,.nr actos de higiene o de aparente humanitarismo, que no

cura asimilar o eliminar. n,•,11:upan a otras personas. Entonces se siente moralmente mejor
En algunos casos hay asimilación del síntoma por parte del Jlfl 111e los demás. Este narcisismo, a veces muy intenso, disminuye
y, cuando es perfecta, desde el punto de vista social, quita ;11 11 i111 l'rés en abandonar posiciones patológicas y es un gran obs-
resultado obsesivo del conflicto neurótico su aspecto ::inorn1.1 L 1h ido .tl tratamiento de la neurosis.
Más aún, hasta puede ser útil al sujeto que, por ejemplo, apni· P,1l':l la lucha secundaria contra los síntomas constituídos el
vecha su formación reactiva, cuando se manifiesta en espíritu d,•
162 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS NEUROSIS OBSESIVAS
1/,1
yo emplea los mismos procesos de defensa que ya le sirvieron
frente a los instintos y también frente al superyo. Entre ellos la De este modo se originan los ceremoniales obsesivos. Sirven al
represión. Así sucede frecuentemente que un neurótico se queje yo como medios de defensa, más bien mágicos que racionales,
de obsesiones, sin que sepa enunciarlas de un modo preciso. Pero contra las tendencias instintivas. Asimismo, son actos mágicos
en el curso del tratamiento psicoanalítico, cuando se ha conse- protectores contra las posibles desgracias que infantilmente el yo
guido vencer las fuerzas represoras, llega a hacer consciente su teme que le ocurran, por haber satisfecho tendencias instintivas
contenido exacto. ·Esto mismo ocurre también en otras neu- o por haber deseado satisfacerlas. Como ejemplo clásico puede
rosis, como son las fobias, en las que el enfermo se asusta de algo ser referido el que Freud publicó ya en 1896 (Primeras apor-
exterior, s_in que sepa bien de qué. taciones ,a la teoría de la neurosis) de un niño que no . se· dormía,
Otro proceso de defensa que el neurótico obsesivo emplea fre- hasta que su madre le contaba lo ocurrido durante el día, le em-
cuentemente en contra de sus molestias es el aislamiento, tan típi- pujaba la cama completamente contra la pared, poniendo tres
co de esta neurosis: el enfermo procura vivir como si en él no sillas delante de ella, le colocaba el almohadón en una posición
existiesen sus síntomas o como si éstos no tuviesen ningún punto determinada y le quitaba cualquier papel que hubiese encima de
de contacto con el resto de su vida. la alfom bra de la habitación. Todo este ceremonial servía para
Asimismo el neurótico obsesivo intenta reforzar las energías hacer olvidar al niño el recuerdo de una seducción ocurrida años
del yo para librarse de los síntomas. Se identifica con el ideal de ,tntes. Los ceremoniales obsesivos son también actos que, en deter-
su yo y entonces se esfuerza en realizar una vida social normal minadas condiciones, permiten hasta una satisfacción instintiva,
y también en ir a buscar satisfacciones instintivas, lo mismo que directa o enmascarada, de un modo análogo o como la sociedad
hace un sujeto cualquiera. Pero dada su regresión a una concep- permite el coito después de realizado el ceremonial del matri-
monio 1.
ción mágicoanimista, en el neurótico obsesivo este esfuerzo tiene
aspectos especiales. Es debido a que, para efectuarlo, se vale de
1
procedimientos con un significado mágico. Consisten en pensa- FEDERN afirma que todo acto obsesivo tiene que someterse a cuatro leyes psíqui-
"· para poder tranquilizar . al sujeto que lo realiza:
mientos, palabras o actos que, por conexiones inconscientes, aná-
1) Cumplimiento de sus determinantes psicológicos, es decir, exactitud de contenido.
logas a las existentes en las supersticiones, son para el enfermo
2 ) Hallarse libre de todo lo que pueda distraer o desviar, es decir, aislamiento :perfecto.
de un valor similar al de los talismanes, favorecedores de los suje- 1) Mandato del afecto unívoco: libre de dudas, oposición, temor o carga libidinosa.
tos que los poseen. 4) Mandato de participación en él de todo el yo.
l'stas leyes se contradicen mutuamente, lo que, seg{m Bergler, es debido, no solamente
Contra una obsesión lucha haciendo uso de fórmulas de palabras, em- 1, .,mbivalencia del neurótico obsesivo, y a su tendencia a conducir al absurdo las exi-
pleando ademanes o mediante ambos a la vez; recursos de aspecto su- 1,ci.,, del superyo, sino también a su deseo de conseguir un placer narcisista.
perficial lógico pero, en el fondo, de índole mágica. Es el caso de Hcr~lcr admite en la obsesión inás mecanismos de conseguir placer narcisista, a costa
1, 1 l///11·ryo, siempre de un modo infantil y juguetón.
un enfermo que se decía interiormente, cuando intentaba vencer sus
1) Mecanismo ~ya citado-- de la ccntradicción de dichas leyes psíquicas.
síntomas: "¡Ya soy dueño de mí mismo!", "¡Se acabó para siempre la
2) Mecanismo del rebajamiento personal del mperyo. (Substituyendo al sut,eryo indi-
manía de la duda!", "¡Sepultada queda para siempre la manía cavi 11 ,1 por una persona exterior, por ejemplo por el psicoanalista, a la que el neurótico
losa!" ,"¡ No repetiré lo que he visto o comprendido la primera vez!". 11l,.niv11 obedece, al mismo tiempo que se burla de ella.)
En ciertos casos son palabras o ademanes cuyo sentido no se comprende, 1) Ml'. anismo de la tosquedad o grosería relativa de la obsesión. (Lo constituyen ten-
pero que se suelen descifrar en el curso del tratamiento psicoanalítico llllV¡o, in f.ontiles que contra el superyo realiza la parte inconsciente del yo. Por ejemplo,
1 l.11 col1<·rnativas obsesionantes, m uchas veces partiendo de premisas falsas. Esto ocurría
del enfermo.
1 'º111,mhre ele las ratas", descrito por Freucl, q\1e, por obedecer a un jefe equivocado,
164 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 161

nifiestas en la prepubertad o pocos años después. Ello ocurre


INICIACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LA NEUROSIS OBSESIVA porque son consecuencia inmediata de los conflictos provocados
por el segundo brote de la sexualidad, subsiguiente al período
Por lo que se refiere a la evolución de la neurosis obsesiva hay latente, cuando este segundo brote se enfrenta con un yo des-
que señalar como algo típico el que los síntomas, en un principio arrollado y en cierto modo rígido por tener ya formados sus
con un significado predominante de rechazo instintivo y de cas- procesos de defensa, merced a su lucha anterior contra los instin-
tigo del superyo, gradualmente suelen ir adquiriendo más y más tos durante la primera fase de la sexualidad infantil.
el significado contrario de satisfacción instintiva. Pero también en el período latente del futuro neurótico obse-
Uno de los síntomas del comienzo de la neurosis obsesiva de una en- sivo suelen existir frecuentes síntomas obsesivos, sobre todo del
ferma era apretar sus piernas, como acto de defensa contra deseos tipo ceremonial, como el hacer a menudo la señal de la cruz, por
genitales y exhibicionistas; más tarde esto le produjo sensaciones pla- temor a haber tenido tal vez un mal pensamiento. Asimismo en el
centeras, llegando finalmente a constituir su técnica de masturbación. período latente existen formaciones reactivas intensas, como el
En otra enferma, ya descrita, que no se permitía ponerse determinados no poder retener el llanto al escuchar o leer algo triste. Conviene
trajes por temor a que hubiesen estado en contacto con uno manchado insistir sobre el comienzo precoz de los primeros síntomas de una
con excreción genital, su síntoma lo aprovechó indirectamente para
neurosis obsesiva. Así Freud señala que el "hombre de los lobos"
exhibirse a medio vestir o desnuda delante de algunas personas.
(Tlistoria de una neurosis infantil) ya a los cuatro años y medio,
Algunos ceremoniales, iniciados para luchar contra el propio y hasta los ocho o diez años, sufría una neurosis obsesiva típica.
sadismo, pueden llevar al enfermo a someter a sus familiares a l.o mismo le ocurrió al "hombre de las ratas" (Un caso de neu-
normas de conducta tan rígidas que, finalmente, satisface en ellas rnsis obsesiva) a partir de los seis años.
su sadismo, antes reprimido. El "hombre de los lobos" en aquella temprana edad presen-
Una muestra, en los límites de la normalidad, de este tipo de taba un ceremonial religioso, de besar obsesivamente imágenes
conducta lo constituye la de algunas mujeres de carácter obse- de santos, recitando varias plegarias y haciendo un sinnúmero de
sivo con la llamada psicosis del ama de ca'sa. Sienten un afán ~l'rhles de la cruz, como condición necesaria para conciliar el sue-
de limpieza tan excesivo que si, a través de una identificación ri o. Anteriormente padeció una fobia a sueños de lobos, conse-
de ellas mismas con su vivienda, en una de sus fases iniciales, 1:ucncia de un sueño angustioso de Navidad, en el que le apa-
ese afán significaba el rechazo sádico de sus propios deseos instin- r,·cieron lobos. Significaban su castración por desear el coito
tivos, posteriormente les sirve para descargar su sadismo en los l,omosexual pasivo con el padre. (El sometimiento pasivo al
familiares, imponiéndoles una serie de limitaciones penosas, todo p.rdrc fué debido a la observación de un coito de los padres al
ello bajo la motivación consciente de evitar siempre la posibilidad 1i10 y medio, a lo que se añadió a los tres años y medio una se-

de ensuciar algo. cl 11 t ción por parte de la hermana y amenaza de castración por


¿Cuándo se inician las neurosis obsesivas? Se suelen hacer ma- 1111 , sirvienta, que hizo que se alejase del sexo femenino.) La
t 1·,1mformación de la citada fobia en neurosis obsesiva fué obra
•e hizo a sí mismo el juramento obsesivo de dar un dinero a una persona, a pesar de saber
de l.i madre del enfermo, al iniciarle en la historia bíblica y en
que no debía hacerlo.)
4) Mecanismo de los prodigios dirigidos. (Inconscientemente el neurótico obsesivo
c•l sometimiento religioso.
provoca ciertas "casualidades <le! destino", a las que luego valora como algo maravilloso, El niño aceptó la religión de la madre con una serie de dudas
que dirige su futuro.) 11b~1;sivas. A los seis y siete años pensaba, por ejemplo, si Jesu-
166 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 11,

cristo tenía un "trasero" o si había defecado, lo que significaba sona que le era indiferente. Su matrimonio fué un fracaso, entre otro~
si, como él, había tenido deseos homosexu:iles hacia el padre. motivos también por la falta de satisfacción de sus deseos maternales.
Se identificaba con Cristo, por haber nacido ambos eí mismo A consecuencia de su descontento actual, se reavivaron recuerdos me-
jores de un primer amor. Es decir, tuvo fantasías de contacto sexual
día del año y además por la posición masoquista. Sus dudas ob-
con otro hombre, pero que no se hicieron conscientes por un esfuerzo
sesivas religiosas eran un rechazo de esta última tendencia y
de represión. La lucha del yo contra ellas se manifestó, de un modo
también un deseo de conservar el antiguo objeto homosexual, regresivo, como una obsesión de lavarse repetidamente, por temor de
que era su propio padre, sin sustituirlo por un padre nuevo, en haber tocado objetos impuros en la calle. Estos últimos eran princi-
forma de Dios. Tal motivo hacía que se le ocurriesen obsesiva- palmente alimentos, lo que indicaba que, para su inconsciente, comer
mente las blasfemias de unir la palabra de Dios con la de excre- simbolizaba conseguir la satisfacción genital anhelada.
. mento y cerdo. Tenía además, ya a esa edad, el síntoma de
inspirar y espirar fuerte, lo que representaba absorber interior- Es necesario tener en cuenta que la presencia de obsesiones en
mente el Espíritu Santo y echar fuera de él los malos espíritus. un individuo no se limita a los casos de neurosis de este nombre,
(En su idioma materno "espíritu" significaba también "aire".) sino que se encuentran también en otros estados psíquicos y aún
Imitaba con esta conducta la respiración jadeante del padre, dentro de los límites de la normalidad. Formas muy frecuentes de
cuando le observó durante el coito. Su concepción del Espíritu obsesiones "normales" son las dudas referentes a haber apagado la
Santo procedía de este síntoma por el recuerdo de su paludismo luz eléctrica, haber escrito bien la dirección de una carta o la
("malaria") anterior; el "e:,píritu santo" se convirtió en espí- cantidad de dinero en un cheque, haber olvidado algo al iniciar
ritu malo. De ahí que espirase fuerte, cuando veía a algún men- un viaje o haberse conducido bien con alguna persona conocida o
digo o lisiado, para rehuir la identificación con el padre enfermo, extraña. En estos casos también existe la característica percep-
a quien había visitado en un sanatorio ( seis años) . ción subjetiva del obsesivo, la división de personalidad; el sujeto
También el "hombre de las ratas" ya a los seis y siete años tiene la sensación de haberse conducido correctamente y, por otro
sentía intensos deseos de ver muchachas desnudas (había visto lado, piensa lo contrario. Mejor dicho, lo que le obsesiona es la
así a sus institutrices), lo que iba acompañado de un sentimiento importancia dada a su duda, que considera exagerada.
siniestro de que de hacer esto sucedería algo funesto, como la La psicogénesis de este tipo "normal" de obsesiones es la mis-
muerte del padre. Se trataba, por lo tanto, de un deseo obsesivo ma que la de las obsesiones patológicas. Entre las unas y las otras
precoz, al que se oponía un temor del mismo género. existe una transición gradual cuantitativa, pero no cualitativa.
En otros casos ocurre que la atenuación de la energía sexual, Ambas son el resultado de la ambivalencia, de la bisexualidad y
característica del período latente, en el futuro obsesivo tiene me- de conflictos morales, que en determinados individuos, no clara-
nos intensidad que la común en un individuo normal. Es decir mente enfermos, pueden manifestarse con intensidad frente a
que en él suelen seguir manifestándose tendencias genitales, fre- ciertas personas o frente a los objetos que las representan.
cuentemente perversas, con colorido sadomasoquista, dirigidas También los ceremoniales de los neuróticos obsesivos tienen
contra personas de uno y otro sexo. su paralelo normal en una serie de fórmulas sociales, cuyos orí-
A veces se puede observar claramente la relación de causa a efecto genes psíquicos son análogos a los de aquéllos. El quitarle el som-
entre una situación real, fuente de conflictos, y el desencadenamiento brero, el dar la mano o el hacer una inclinación de cabeza son
subsiguiente de una neurosis obsesiva. Esto, por ejemplo, ocurrió en ,\cciones con un significado latente, de tipo mágico, relacionado
una mujer que, siguiendo indicaciones familiares se casó con una per- rnn la posible existencia en el sujeto de sentimientos ambivalentes
168 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 169

hacia la persona a quien se saluda. Y es también lo que ocurre rizándose también en forma de lucha en su relación de paciente
con tantas frases sociales, como las aparentemente triviales de con el psicoanalista.
deseo de felicidad o de suerte, que si persisten siempre en la con- Por eso, para el neurótico obsesivo, el aceptar la técnica tera-
versación, aun de personas que honradamente afirmarían no creer péutica de la asociación libre puede significar inconscientemente
en la magia ni en la omnipotencia del pensamiento, es justamente un sometimiento, de tipo femeninomasoquista, al psicoanalista o
por su arraigo en regiones del inconsciente, donde ambas creen- sea al padre de la infancia. Contra ello se rebelan sus tendencias
cias primitivas siguen existiendo en todos los individuos. masculinas, reforzadas por la actuación del sadismo, subsiguiente
a la regresión analsádica. Es decir que, para determinada región
de la personalidad del neurótico obsesivo, el no someterse a la
EL TRATAMIENTO PSICOANALfTICO DE LA NEUROSIS OBSESIVA técnica de la asociación libre es valorado como un triunfo contra
el padre temido de la infancia.
El tratamiento psicoanalítico del neurótico obsesivo presenta Dicha lucha contra el padre, al que representa el psicoana-
ciertos aspectos peculiares de trascendencia terapéutica. Esos as- lista, juntamente con el placer anal de la retención dan origen
pectos son consecuencia de las modificaciones que dicha neurosis a una conducta que frecuentemente toma el aspecto infantil de
impone a la personalidad del enfermo. un silencio testarudo durante las sesiones psicoanalíticas. En el
Ante todo hay que tener en cuenta que, por su personalidad enfermo existen entonces fantasías inconscientes de sometimiento
especial, el enfermo obsesivo difícilmente puede someterse a la sexual al psicoanalista y asimismo otras de rechazo de la posibi-
técnica de la asociación libre. Ello es debido a su incapacidad lidad de tal situación. Si bien en el tratamiento de toda neurosis
para librarse del control de su yo que, como ya se ha señalado, hay fases de resistencia, la posición de lucha callada contra el
actúa reforzando en el curso del pensamiento todo aquello de psicoanalista nunca se hace tan patente como durante el psico-
aspecto lógico y rechazando lo afectivo. Además, para separar análisis de un neurótico obsesivo.
causa y efecto, dicho yo emplea la técnica del aislamiento y man- La bisexualidad, la ambivalencia y la irresolución entre ten-
tiene entonces alejados unos contenidos psíquicos de otros, con dencias contrapuestas dificultan el tratamiento y alargan su du-
lo que, en el curso de la asociación libre, enmascara los conflictos ración. Para modificar en lo posible esta situación, el psicoana-
que son origen de sus síntomas. lista tiene que procurar siempre penetrar en las profundidades
Aun en el caso de proponérselo conscientemente, el enfermo psicológicas, evitando intervenir en los problemas filosóficos que
obsesivo no puede modificar su modo especial de reaccionar en a menudo le plantea el enfermo. De hacerlo se originarían discu-
el tratamiento, por la misma razón que tampoco puede librarse siones sobre temas generales que no removerían el estado psíquico
de sus síntomas mediante esfuerzos de voluntad. Y generalmente del sujeto.
ocurre además que el enfermo no desea reaccionar de un modo En la personalidad del neurótico obsesivo existe una división.
distinto, porqúe ya desde el principio del tratamiento el psico- Una parte de ella es racional, la otra sigue teniendo creencias
analista forma parte para él de la serie de sus imágenes paternas. mágicoanimistas. Como en su neurosis el enfermo se esfuerza en
es decir, de los representantes del padre. Consecutivamente, la aislar una parte de otra, durante el tratamiento se corre el pe-
lucha que el yo del enfermo mantiene en la neurosis con su ligro de que las interpretaciones demasiado intelectuales del psi-
superyo, a su vez reflejo de su modo de reaccionar con el padre coanalista permanezcan localizadas en el yo lógico y no consigan
de la infancia, se reaviva nuevamente en la transferencia, exterio- penetrar en el resto de la personalidad, dejando entonces de pro-
170 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS NEUROSIS OBSESIVAS 17 1

ducir las modificaciones profundas necesarias para mejorar el Y es que, además, en las neurosis obsesivas antiguas, el en
estado psíquico. Se comprende, pues, que el médico deba tender fermo tiene con su enfermedad una serie de ganancias secundarias,
a que el psicoanálisis del enfermo no tome un aspecto puramente de tipo narcisista, que le otorgan las formaciones reactivas ha-
intelectual, sino a que sea emotivo. Para destruir las defensas del ciéndoLe creer que él es más bueno, más compasivo, más limpio
yo, el médico, ayudado por el esfuerzo del enfermo, tiene que o más inteligente que los demás. O bien, muchos de sus síntomas,
descubrir los profundos conflictos instintivos y morales que han al principio con un significado de lucha con!ra tendencias ins-
originado y mantienen los síntomas. Con ello puede conseguir tintivas, en el curso del tiempo adquieren el significado opuesto
que el enfermo "viva" su análisis, es decir, que reaccione afecti- de satisfacción libidinosa, gracias al conocido retorno de lo re-
vamente a las interpretaciones y al descubrimiento del incons- primido.
ciente rechazado. Esta evolución hace que el enfermo se sienta relativamente a
Hay otros obstáculos al libre desenvolvimiento de las asocia- gusto, dentro de las molestias grandes que le producen sus sín-
ciones durante las sesiones del tratamiento. Provienen de la se- tomas. Por lo tanto, que en él no existen deseos suficientemente
xualización del pensamiento y de las consiguientes dudas, vaci- intensos de realizar el esfuerzo necesario para vencer las resis-
laciones y cavilaciones del enfermo. Así pueden existir palabras tencias opuestas a la liberación del inconsciente. Pero, a pesar
o frases que el enfermo considere "tabú" y que no se atreva a de todo, también en casos de neurosis obsesivas antiguas y graves
pronunciar. Además estas palabras o frases, siguiendo los pro- se debe ensayar el tratamiento psicoanalítico, ya que actualmente
cesos de generalización y desplazamiento tan típicos de la neu- es el único que cuenta con la posibilidad de curar o mejorar
rosis obsesiva, se asocian con otras que entonces también son profundamente al enfermo.
prohibidas. Y aun más, una formación reactiva, frente al placer Tales son los factores negativos del tratamiento psicoanalí-
sádicoanal de pronunciar palabras obscenas, puede originar que tico de las neurosis obsesivas. A ellos hay que enfrentar otros de
durante las sesiones de psicoanálisis el enfermo evite cuidadosa- índole positiva, de tanto valor como los anteriores. El neurótico
mente todo lo relacionado con aquéllas. obsesivo suele ser una persona comprensiva, por haber cultivado
Se presentan todavía más obstáculos: por ejemplo, el enfermo, su inteligencia para rehuir conflictos instintivos. Posee, además,
impulsado por su necesidad obsesiva de aislar, se ve obligado a
llenar la última parte de sus sesiones de psicoanálisis con temas , .11 nb ios morfológicos propios de la pubertad, lo que hizo posible que a los treinta y un
1111 1s realizase su primer coito. Fué sometido también a dos series de inyecciones de propionato
anodinos, para evitar que queden en su psiquismo huellas de los
dr tc.•;tos terona, empezándose un tratamiento psicoanalítico durante la primera serie.
temas "peligrosos" del comienzo de la sesión. Su d esarrollo psicosexual durante la infancia no presentó rasgos distintos de los de
En resumen, el psicoanálisis de la neurosis obsesiva es una 1111 individuo normal. En la pubertad sufrió un trauma emocional intenso, cuando percibió
labor más ingrata que el del histerismo y el pronóstico del trata- 111 def iciente ,desarrollo genital y la falta del incremento normal de la tensión libidinosa.
¡,., , J., debilidad de su libido no pudo resolver bien su temor a la castración cdípica y tuvo
miento es menos seguro, sobre todo en neurosis obsesivas graves
•11 11· h.,ce r u so incenso de los medios de defensa del yo contra los instintos. Clínicamente
y antiguas, en las que, como Freud señala, ocurre lo mismo que 111 nt· nt:iba típicos rasgos obsesivos.
en casos avanzados de tuberculosis, imposibles de curar con el Drli pués de los treinta años, cuando alcanzó la madurez sexual gracias al tratamiento,
tratamiento en sanatorio 1 • l.1 1 ,·11 , iún instintiva se hizo más imperiosa, pero se halló entonces en una situación difícil
1 1111 ¡• 11t.ir encontrar la satisfacción genital, porque no podía librarse de la actuación de
1 Como algo interesante, por sus complicaciones terapéuticas, CARMICHA EL describe 1 11 1 11mlios de defensa contra los instintos, que había utilizado durante tanto tiempo. El

el caso de un enfermo eunucoide, con síntomas obsesivos, que a los treinta años fué tra- 11 .H .1111i('1Ho psico:m~lítico, que duró dos años, consiguió modificar esta actitud psicológica,

tado con inyecciones de orina de embarazada (Antituitrin S.), consiguiéndose entonces los 1•c • 1111 11l' 11dolc l1cvar una vida genital activa.
172 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

tesón, cualidad originada en una sublimación de la libido anal,


que le impulsa a persistir con ahinco en la labor de descubrir el
inconsciente. También, en neurosis obsesivas no demasiado graves,
el enfermo tolera mal ciertos síntomas que rehuyen claramente
el control del yo y que le causan heridas narcisistas ante su senti-
miento infantil de omnipotencia. Finalmente, el superyo enér- LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES.
gico del obsesivo le impulsa a luchar con eficacia contra su neu-
rosis, para alcanzar su ideal anhelado de perfección. SU GÉNESIS AFECTIVA
En general la d·uración del tratamiento suele ser larga. En
neurosis obsesivas bien consolidadas conviene prever por lo me- Como la úlcera la conciencia tortura continua ..
nos tres años de tratamiento, más bien más, que menos. Son mente al cuerpo. (Instar ulceris corpus jugiter per-
cellens).
sobre todo largas de tratar las descritas neurosis obsesivas anti- PLUTARCO.

guas, en las que el yo del enfermo ha hecho ya un pacto con los


síntomas neuróticos, sacando de ellos muchas ganancias secun-
darias. EMOCIONES Y ÚLCERA GASTRODUODENAL
Cuanto más se aproximen los síntomas de una neurosis obse-
siva a los de la fobia, tanto mejor será el pronóstico. Pero, por La incidencia de la úlcera gastroduodenal en el hombre pa-
otra parte, la existencia de síntomas p aranoicos no es una con- rece aumentar con el progreso de la civilización. Ha llegado a
traindicación para el tratamiento, sino que en ocasiones hasta ser tan frecuente en países como Norteamérica, que el diez por
pueden favorecerlo, por la inestabilidad que crean en la perso- ciento de los varones adultos han tenido o tienen allí esta enfer-
nalidad del enfermo. medad, como lo demuestra el material de autopsia.
No ocurre lo mismo en condiciones sociales más primitivas.
McCarrison nunca encontró indígenas ulcerosos en su excur-
sión, con fuerzas militares británicas, por las montañas del Hi-
malaya. La úlcera no es frecuente entre los malayos, pero sí entre
los chinos más civilizados de Java y Sumatra. Algo parecido
sucede entre los negros y blancos del ejército norteamericano.
La incidencia de la úlcera en los negros es de 0,6 % en época de
paz y 1,4 en la de guerra, mientras que en los blancos es de 3,6
y 5,2 %, respectivamente. Pero si los negros norteamericanos,
como los de Chicago, están expuestos a las mismas tensiones y
responsabilidades que los blancos, durante un período de por lo
menos 5 años, entonces sufren de úlcera con igual frecuencia
que éstos.
Estos datos y otros parecidos parecen demostrar que las dife-
rencias en la morbilidad de Ja úlcera no son debidas a factores
174 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 171

constitucionales, sino a factores ambientales y psicológicos, que ocurrían entre los 17 y 27 años. En consecuencia era en esas
pueden modificar perjudicialmente la vida instintiva y emocio- ed;ides cuando se presentaba en ellas la mayor frecuencia de la
nal de los individuos, trayendo consecuencias orgánicas desfa- úlcera gastroduodenal. En cambio, por entonces el hombre do-
vorables. minaba la vida social y la del hogar, dentro del cual podía per-
La última guerra mundial, con sus tremendas sacudidas emo- mitirse una dependencia emocional de su mujer o su madre, lo
cionales, ha sido una fuente de experimentación interesante para que le daba descanso de tensiones exteriores. A partir de la pri-
observar las conexiones entre los factores psicológicos y las úl- mera guerra mundial la situación evolucionó favorablemente
ceras gastroduodenales. Así, fueron muy frecuentes las lesiones para la mujer, que se liberó socialmente. Aumentó la rivalidad
ulcerosas en aviadores de guerra, tan expuestos a intensas ten- de actuación entre los sexos. El hombre se encontró en peor si-
siones emocionales. Durante el bombardeo aéreo de Londres au- tuación que la mujer, porque, si fracasaba ésta en sus esfuerzos
mentaron apreciablemente en la población civil las reincidencias para trabajar, no recibía sanción social alguna, ya que se tolera
de úlceras ya curadas. Fué también lo que ocurrió en el ejército que la mujer se limite al hogar y no luche profesionalmente.
inglés y norteamericano, debiéndose hacer notar, como dato inte- En cambio, en todos los casos el hombre debe abrirse camino en
resante, que ello ocurría, no en el fragor de la batalla, sino antes la vida, lo que le crea mayor apremio y responsabilidad social,
de que el individuo entrara en combate. Era como si fuese más al mismo tiempo que disminuyeron para él las posibilidades de
traumática la situación angustiosa de espera inactiva que la mis- descanso emocional en el hogar, a causa de la emancipación de
ma situación de peligro. la mujer. Con ello aumentó grandemente la frecuencia de la
Asim1smo las estadísticas alemanas señalaron reincidencias de úlcera en el hombre y disminuyó en la mujer.
úlceras gastroduodenales entre los combatientes. Fueron escasas Parecida a la anterior fué la observación del aumento de un
en la primera época de la guerra, durante la campaña victoriosa 2 5 % en el número de muertes por úlcera, en Norteamérica,
de Polonia, y se presentaron después frecuentemente cuando durante los años de la depresión económica que se inició en 1929.
cambió la suerte de las armas y los soldados empezaron a tener Teniendo en cuenta la influencia de estos factores ambien-
remordimiento y ansiedad. tales y psicológicos, H . E. Robinson aseguró que "úlcera psico-
Pero no es necesario recurrir a épocas de guerra para com- génica" es el término más apropiado para designar el 9 5 % de
probar las relaciones entre las emociones y la úlcera gastroduo- b s úlceras gastroduodenales.
denal. En Norteamérica, Inglaterra, Alemania y otros países Independientemente de los factores sociales, también la ob-
civilizados, a principios de este siglo, el número de perforaciones servación de sus enfermos llevó a los clínicos a oponerse a conce-
por úlcera era aproximadamente igual en hombres y mujeres, y iones puramente orgánicas de la génesis de la úlcera. Éste fué,
las perforaciones en mujeres ocurrían siempre en personas jó- por ejemplo, el caso de Daniel T. Davies y de A. T. Macbeth
venes. A partir de 1920 la situación cambió. De 10 perforaciones Wilson que en un comienzo abordaron la investigación de la
ulcerosas, 9 ocurrían en hombres y sólo una en mujeres, que t'dccra gastroduodenal con rechazo de la posibilidad de una moti-
además era persona de edad. \ .1ción psíquica. Como ellos mismos expresaron, al comienzo de
Mittelmann y Wolff estudiaron este fenómeno llamativo y 11110 de sus artículos, su orientación orgánica les hacía reacios

lo relacionaron con las modificaciones sociales. Al comienzo del 1 ,uponer que trastornos nerviosos o emocionales pudiesen pro-

siglo la mujer solía estar confinada en el hogar y debía casarse .lu cir cambios orgánicos en órganos aparentemente tan alejados
joven. Por ello, sus mayores esfuerzos y tendencias competitivas ,lt l cerebro, como el estómago o el duodeno.
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES
176

Pero examinaron con imparcialidad a 205 enfermos ulce- duodenales en tres personas que había operado hacía poco tiem-
rosos, sin rechazar los motivos psicológicos. Encontraron enton- po del cerebelo. Posteriormente observó úlceras gastroduodc-
ces que en un 84 % de los casos la úlcera se había desarrollado nales crónicas en otras personas con tumores cerebelosos o con
a raíz de algún acontecimiento que afectaba el trabajo del en- lesiones en el tercer ventrículo cerebral. _C ushing hizo revivir
fermo, su situación económica o la salud de un familiar. Des- la antigua teoría neurogénica de la patogénesis de la úlcera
cribieron detalladamente algunos de estos casos, en los que se gastroduodenal y con ayuda de experimentos reforzó sus obser-
transparentaba claramente cómo la pérdida de algo, que supo- vaciones clínicas. Consiguió producir úlceras gastroduodenales
nía un bienestar para los enfermos, había antecedido a la apa- inyectando a animales pirocarpina en el tercer ventrículo cere-
rición de la úlcera o de alguna de sus recidivas. bral o bien estimulándoles eléctricamente los centros tubarios
~·n el infundíbulo del cerebro, que son los centros nerviosos en
í n tima relación con las emociones.
Es interesante hacer notar que las consideraciones localistas En esos experimentos el mecanismo de producción de las
de la génesis de la úlcera, que no aceptaban algo más allá del i'i !ceras parecía residir en la excitación del ventrículo cerebral,
estómago o duodeno, se presentaron en el transcurso de este q uc provocaba hipersecreción, hipermotilidad e hipertonicidad
siglo, cuando se pensó que el microscopio y con él la patología ¡:.Í ~Lricas, sobre todo en la región del píloro; además existían
celular profunda iban a resolve-r todos los enigmas de la génesis 1·\pasmos vasculares. Si a los animales previamente se les seccio-
de las enfermedades. Pero durante el siglo pasado los clínicos se 1i;1b:m los nervios neumogástricos, al no existir entonces comu-
inclinaban más bien a considerar a la úlcera como consecuencia 111 e;1ciones nerviosas entre los centros cerebrales y el estómago
de algo más lejano y le daban un origen nervioso. • duodeno, la excitación ventricular cerebral no producía úl-
En 1811, Jager señaló que las hemorragias y perforaciones \;1·ras.
gástricas en individuos muertos violentamente no eran debidas En la actualidad aun clínicos, que no dan una importancia
a pérdidas de ningún "principio vital", sino a lesiones irritativas 111.í xima a los factores emocionales en la génesis de la úlcera, la

intracraneales previas. i; ,111,ideran como una enfermedad de alarma, tensión y fatiga


En 1831, G. von Bergman formuló la llamada "teoría neu- dr l organismo ("stress disease"). Lo hacen siguiendo observa-
rogénica" de la úlcera. La consideró provocada por un sistema ' 11t1H' S de Hans Selye que encontró hiperemia y erosiones gastro-

nervioso desequilibrado o desorganizado en un individuo con d11odcnales en seres traumatizados durante la fase shock;
una "constitución general neurótica". Según Bergman la úlcera 1 1111hién después de quemaduras (úlceras de Curling) o de emo-
comenzaría por una erosión, consecuencia de un espasmo mus- 1,t11t·s intensas, como las provocadas por incursiones aéreas. Son
cular gástrico, que luego progresaría por impedir el espasmo 111, l' ras que desaparecen durante el período de resistencia del
su curación. ,. ;.111ismo al trauma y que reaparecen cuando se presenta el
En 1842, C. Rokitansky afirmó la producción de úlceras 11 l'1iodo de agotamiento. Es mayor su intensidad en animales de
gástricas agudas a consecuencia de enfermedades intracraneanas, l'l'rimcntación a los que se les ha extirpado las glándulas supra-
como la hidrocefalía del recién nacido o las infecciones del encé- íl'c11 :dcs, porque entonces les es imposible el desarrollar la de-
falo y sus membranas, especialmente las tuberculosas de la base l t'i1 ~:i contra el shock traumático.
Sq;ún Selye, parece demostrada la relación entre la úlcera
cerebral.
En 1932, H. Cushing describió lesiones perforantes gastro- ,, 1:rnduodenal y otras enfermedades de adaptación por el hecho
178 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 179

de que en todas ellas existen cambios vasculares locales. Son 1arse él solo y entonces se decidió a masticar la comida para
cambios del tipo de la hialinización de las arterias, endoarteritis después sacarla de la boca e introducirla en el estómago, su es-
obliterantes, lesiones periarteriales, como se observan también 1ado mejoró hasta llegar a ser un hombre prácticamente normal.
en los enfermos ulcerosos gastrbduodenales, donde tienden a Tom era, pues, un sujeto muy interesante para un estudio
acompañarse de hipertensión arterial e hialinización de los vasos l icntífico, pero, para hacerlo aún más apto a la exploración di-

fuera del tubo digestivo. Es muy posible que estas deformaciones gestiva, la casualidad vino en auxilio, haciéndole sufrir un nuevo
arteriales traigan consigo predisposición a la úlcera y dificul- .1ccidente. Ocho años después de su fistulización quirúrgica gás-
tades en su curación. 1rica o sea a los 17 años de edad, mientras jugaba al football
.11ncricano, sus compañeros cayeron encima de él y lo presionaron
rnn fuerza, lo que determinó que parte de su mucosa gástrica
Para comprender bien la génesis afectiva de la úlcera gastro- '>l' Je herniase por la fístula. No pudo ser curado; siempre le
duodenal es necesario conocer la existencia de correlaciones entre persistió después hacia el exterior, sobre el abdomen, un trozo
las emociones y las funciones gastroduodenales. En este sentido dt' la mucosa de su estómago.
son valiosas, también desde el punto de vista histórico, las de- Años después esta disposición anatómica permitió a Wolf y
mostraciones experimentales de I. P. Pavlov y W. B. Cannon. Wolff ..;er, sin artificio alguno, el estado de su mucosa gástrica.
Pavlov estudió la influencia del ambiente como factor capaz l .. 1 estudiaron en momentos diversos de la digestión y en distin-
de modificar intensamente el funcionalismo salival y gástrico, 1o~ estados emocionales, publicando sus resultados, avalorados
demostrándolo ampliamente en sus conocidos estudios de reflejos 1:011 interesantes fotografías en colores.
condicionados. En 1909, Cannon insistió en la influencia de los Wolf y Wolff empezaron a examinarlo en 1943, cuando
factores emocionales en las funciones gástricas, realizando inves- l'om contaba 57 años de edad, 48 años después de su accidente
tigaciones que tuvieron entonces gran resonancia científica. 111il ial. Con curiosidad psicológica se interesaron también en los

En la actualidad Stewart Wolf y Harold G. Wolff reali- ,: (l'l tos gástricos de las emociones.

zaron experimentos llamativos, acerca de la dependencia de las Observando la mucosa de T om llegaron a la conclusión de
funciones gástricas y las úlceras gastroduodenales de las emo- q11\' en situaciones psicológicas provocadoras de angustia y deseos
ciones, en un individuo con características tan insólitas que su ,k huída, todas sus funciones gástricas disminuían claramente
caso fué prontamente divulgado por la literatura médica. e;,, 111tcnsidad. En cambio, si Tom se hallaba en una situación
Se trataba de un hombre llamado Tom. A los nueve años dn rnnflicto insoluble ante el mundo exterior, con rabia y deseos
de edad ingirió una bebida extremadamente caliente, lo que le 11:n:sivos, aumentaban marcadamente su secreción, motilidad y
ocasionó una oclusión irreductible del esófago. Para que pu- 1~tularización gástricas. Entonces su mucosa gástrica tenía el
diera comer se le practicó una fístula gástrica, por donde, desde 111 im10 aspecto que cuando se disponía a efectuar una comida
entonces, él se introducía directamente comida en el estómago, L'tlpiosa . Y cuando la rabia y los deseos agresivos persistían, lle-
después de habérsela sacado de la boca, previamente masticada. ,:,d,.1 a tener modificaciones mucosas del tipo de las de gastritis
Al comienzo de su trastorno Tom fué alimentado por una )' li,,sta erosiones. Algo parecido fué también lo que le ocurrió
enfermera y luego por su madre. Pero durante todo este período 11 una ocasión en estado psicológico de duelo, por habérsele
se sintió molesto y su peso fué inferior al normal. Únicamente ,n1H 110 una hija política; a pesar de haber comido muy poco,
cuando, ante la próxima muerte de la madre, tuvo que alimen- 11 ~ f ltnciones gástricas estaban muy acentuadas.
SADISMO Y MASOQ UISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 1H 1
180

En Tom las emociones producían efectos gástricos tan in- dieron tener en cuenta las constelaciones psicológicas incons-
tensos que hasta llegaban a modificar los cambios gástricos espe- cientes que modifican tanto el comportamiento de los órganos.
ciales producidos normalmente por los distintos alimentos. Así Más profundamente que Tom fué estudiada una mujer negra ,
las comidas ricas en grasas en cualquier sujeto prolongan ordi- de 22 años. Tenía una oclusión de esófago, consecutiva a una
nariamente el tiempo de evacuación gástrica e inhiben la secre- tentativa de suicidio con soda caústica; para permitirle la alimen-
ción ácida y la motilidad del estómago. Pero con dichas comidas 1ación fué necesario practicarle quirúrgicamente una fístula

nada de eso le ocurría a Tom, si anteriormente se hallaba en una ,;.ístrica.


situación psicológica de inseguridad y resentimiento; tenía en- Era una enferma homosexual. Su perversión provenía de
tonces hasta un hiperfuncionalismo gástrico de tipo inverso. 11 na fijación instintiva en su madre rechazante, adquirida en
En cambio, aun sin ese tipo de comida, tener temor a algo molesto 1111a fase anterior a la genital edípica. A la enferma le atraían

actuaba en él como frenador gástrico. Lo mismo ocurría en ,ohre todo los pechos de su compañera sexual y tenía constan-
situaciones de tristeza que llegaban hasta inhibirle la excitación 1emcnte fantasías de besarle los órganos genitales. Lo practicó
gástrica provocada por la ingestión de carnes. •obmente una vez, a lo que siguió su tentativa de suicidio. Tragó
También en T om, W olf y W olff consiguieron demostrar el Mida para limpiar inodoros, lo que indica el significado que para
escaso valor de las teorías sobre la patogenia local de la úlcera, elL1 tení an estas prácticas perversas.
viendo cuán poco actuaban localmente agentes muy corrosivos Esta enferma fué primeramente estudiada, desde el punto
e irritantes, del tipo de los que puestos sobre la piel la destruyen. d1· vista psicosomático, por Clider y Walker. Encontraron que
Porque en un estado de normalidad la mucosa gástrica es muy i ''i l.t enferma, al revés de lo que ocurría en Tom, en situaciones
resistente a los estímulos locales, debido a la capa de moco que la d,i rabia, resentimiento o temor, reaccionaba con una inhibición
defiende, creando una superficie lisa y deslizable, neutralizando d1: la secreción gástrica, lo que consideraron como un dato que
los ácidos y, si la acidez es muy grande, precipitándose y for- ¡,11d í a explicar la menor incidencia de la úlcera gastroduodenal
mando una capa protectora de la mucosa. ¡•11 lllujeres.
Así el alcohol al 50 % y 100 % producían eritema en el Posteriormente Sidney S. Margolin psicoanalizó a esta en-
antebrazo, pero no en la mucosa del estómago de T om. Mostaza, rcr111a, en una temporada en que se le practicaban nuevos expe-
ácido clorhídrico e hidróxido de sodio producían eritema y vesi- 1'11111·11tos gástricos. Encontró que las reacciones gástricas de la
culación en el antebrazo, pero en la mucosa gástrica solamente 1il'i· rrna dependían íntimamente de su situación psicológica in-
eritema. ' n,1 ,1... icnte y, además, que tales reacciones se modificaban por.
La vulnerabilidad de la mucosa gástrica de Tom a los estí- l,1, i111 erpretaciones psicoanalíticas, que hacían evolucionar psico--
mulos mecánicos estaba en relación directa con su hinchazón. lo';J1i1 ;1mcnt e a la enferma.
Si sus pliegues estaban aumentados de tamaño y llenos de sangre, Conscientemente la enferma se sometió a los experimentos y
como ocurre también en los ulcerosos o en personas con con- 1 p,1rnanálisis llevada por ideas altruístas, pero su estado de
flictos por hostilidad y resentimiento, entonces el trauma más 11111110 era hostil y se sentía humillada. Había en ella una eroti-
ligero, como un rascamiento con una gasa o un golpe con una 1,,_: io11 femenina inconsciente de la abertura de la gastrostomía
varilla de cristal roma, producían puntos sangrantes en el estó- \' l<: 111,t sensaciones placenteras en dicha abertura, con fantasías
mago de Tom. de, q 111· b actividad del fisiólogo en ella era como una violación
W olf y Wolff no psicoanalizaron a su enfermo y no pu- 11,d q ue dañaba sus frágiles órganos genitales. En esta especial
182 SA DISMO Y MASOQ UISMO EN L A CONDUCTA H UMANA L AS ÚLCET..AS GASTR ODUODENA LES 1K 1

situación psicológica reaccionaba con un aumento sincronizado 1_011versar sobre temas muy personales, procurando entonces al -
de todas sus funciones gástricas a los experimentos del fisiólogo tl'rar su equilibrio emocional. Si se conseguía producirles gran -
y también a la hipoglucemia insulínica o a la alimentación fin- dt.·s afectos, reaccionaban con aumento de la intensidad y de la
gida, de masticar en la boca algo que ella deseaba, sin tragarlo 1rccuencia del peristaltismo gástrico y con hiperclorhidria. Así
a causa de la estenosis esofágica. En cambio, si para dicha comida ,1· llegó a producirles modificaciones circulatorias de la mucosa,
fingida se le daba un cereal no elegido por ella, entonces sus •,1•guidas de gastritis y duodenitis y, finalmente, hasta úlceras.
funciones gástricas eran débiles, aunque también sincronizadas. F. Hoelzel durante muchos años examinó su acidez gástrica
Cuando el psicoanalista le interpretó su conducta incons- 111 ayunas, que solía variar entre O y 0,13 %, La mañana des-

ciente de atracción erótica femenino-masoquista hacia el fisió- pués de haber visto a su casera asesinada dicha acidez subió a
logo, su conducta en los experimentos se hizo más tranquila. O,J6 %. En los diez días posteriores fué también elevada, de
Y como defensa contra su atracción por el hombre desarrolló o, 17 %, porque había denunciado a los asesinos y temía una
fantasías homosexuales de tocar, chupar y morder el pecho de \'1'11ganza. Abandonó su residencia y entonces su acidez gástrica
la compañera, con el deseo inconsciente de degradarla e inju- 11 ayunas volvió al estado normal. Como él mismo afirmó:
riarla atrozmente, por ser la compañera un sustituto de su madre ')olamente después de darme cuenta de que mi acidez gástrica
rechazante. Entonces, en los experimentos, las diferentes fun- 11 .1 el doble de la corriente, me decidí a admitir que me sentía
ciones gástricas se desorganizaron; se realizaban con intensi- 11111y intranquilo y que temía ser asesinado". Lo que es un dato
dades independientes entre sí. Es decir, que el estómago tenía 111,ts para valorar la actuación de emociones inconscientes en las
sus actividades disociadas. .11 t ividades gastroduodenales.
Pero en su psicoanálisis, interpretada su homosexualidad co- También el saber popular tiene conocimiento de las influen-
mo consecuencia de una defensa contra la heterosexualidad, la 1;1,1s de las emociones en las funciones gastroduodenales. Lo de-
enferma se angustió y reaccionó con hostilidad contra el psico- 111ucstran muchas expresiones populares digestivas, que existen
analista, por lo que temió ser abandonada. Reaccionando a su , 11 todos los idiomas, como: «estar harto de alguien", "no po-
temor, tuvo fantasías de ser la hija del psicoanalista. En el hos- .!1 do digerir", "tenerle en la boca del estómago", «al verle sentí
pital se condujo provocativamente y durante los experimentos 11,111scas", "siento como si me clavasen un puñal en la barriga",
estuvo tensa, pero no rechazante. Entonces sus respuestas gás- 111c produce un vacío en el estómago", "me corta hasta la leche
tricas fueron sincronizadas, aunque con intensidad disminuída.
que mamé de niño"; son exclamaciones que relacionan el estó-
Hay muchos experimentos más para demostrar correlaciones
111.1go con emociones molestas ante una persona. Por ejemplo,
entre las emociones y las funciones gastroduodenales. Una mues- 1
1 general Mac Arthur hizo las siguientes declaraciones refi-
tra interesante son las observaciones que hicieron Mittelmann y
1·i1·11dose a la guerra de Corea: «He visto tanta sangre y desas-
Wolff sobre trece sujetos sanos y otros trece con trastornos gas-
troduodenales a los cuales introdujeron dos sondas gástricas a 11<' ••• que me cortaron la digestión ( curdled my stomach,
través de las fosas nasales, para medir la secreción y motilidad l1t1·r,dmente rrme cuajaron el estómago"). Después de ver la
gástricas durante períodos de 1 ½ a 2 horas. dcst rucción y los millares de mujeres y niños y todo lo demás,
Efectuaron 165 observaciones. Emocionalmente los sujetos /'(/11/il é ."
pasaban por la fase inicial de enfrentarse con el sondaje desagra-
1 'J'ime, 14 de marzo de l95l.
d able, para luego adaptarse a él. En la última fase se les hacía
184 SA DISMO Y MASOQUISMO EN LA CON DUCTA H UMANA LAS ÚLCER AS GASTROD UODENA LES 1K 1

sufrir al enfermo, ya que el ulceroso no desea renunciar a b


La investigación más profunda de los motivos psicológicos satisfacción genital, por lo menos de un modo consciente.
en la génesis de la úlcera gastroduodenal la llevó a cabo el psico- Entre mis psicoanalizados ulcerosos, algunos se habían ca-
análisis y fué Franz Alexander el primero en señalar ciertas carac- sado para obedecer a sus padres o al médico y tenían esposas
terísticas especiales de la personalidad de los enfermos ulcerosos, que no les agradaban y que eran rechazan tes en el coito. Otros
emitiendo una teoría parcialmente psicológica para explicar la no tenían relaciones genitales con la esposa y estaban molestos
génesis de la úlcera. con sus amantes, en un caso, por ejemplo, debido a la infide-
Ante todo, lo que llamó la atención de Alexander fueron lidad de ia amante, a la que el enfermo no se atrevía a oponerse,
las tendencias de los ulcerosos a la actividad, a la independencia por ser él un hombre casado. En otros casos la esposa o la amante
y hacia el triunfo. Napoleón, Mussolini y Hitler fueron ulcerosos. reprochaban a los enfermos su falta de habilidad para el coito.
En la guerra pasada se comprobó también que los ulcerosos gas- Un ulceroso pasaba por grandes períodos de abstinencia genital,
troduodenales fueron militares capaces con un rígido sentido porque su mujer abrigaba el temor de embarazarse y de morir
de su responsabilidad, que permanecían en sus puestos en mo- rn el parto; el enfermo sólo se permitía un comienzo de coito,
mentos difíciles, al revés de los dispépticos gástricos, quienes .\ in llegar a la eyaculación.
protestaban siempre y se alegraban de ser llevados a la reta-
Teniendo esto en cuenta y uniéndolo a la observación de
guardia.
Alexander, acerca de la frecuente conducta social de trabajo
Un estudio psicológico más profundo llevó a Alexander a
intenso reactivo de los ulcerosos, he señalado que, en muchos
descubrir que aquellos rasgos de la personalidad de los ulcerosos
casos, el conflicto actual de los enfermos, anterior a la úlcera,
eran rasgos reactivos. Detrás de su aparente actividad e inde-
\Uele estar provocado por la reunión de los dos factores siguien-
pendencia vió en ellos intensas tendencias a la pasividad, que
l es: 1) actividad profesional que les exige esfuerzos, 2) depen-
pretendían encubrir con la conducta contraria.
Justamente por el influjo intenso de dichas tendencias a la dencia de alguna persona e insatisfacción genital con ella·.
pasividad, los ulcerosos suelen sufrir contratiempos frecuentes La importancia del factor genital en el desencadenamiento
en su vida profesional, lo que no les ocurriría si fueran única- de la úlcera puede verse en los casos siguientes:
mente activos y enérgicos.
Un hombre. Muy niño se quedó huérfano de madre, teniendo que
He encontrado una situación psicológica parecida, con con- irse a vivir con unos parientes. Después de la pubertad inició su vida
trastes llamativos, en la vida amorosa de los ulcerosos. Un ejem- mio. Contrajo matrimonio y su mujer, muy dependiente de la madre,
plo patente es el caso de Rodolfo Valentino, que sufrió y murió fué una mala compañera en todos los aspectos. No quería tener hijos
de úlcera. Aparentemente las mujeres lo adoraban, tanto que, y lo obligaba siempre a técnicas anticoncepcionales molestas.
cuando murió fueron no menos de cuarenta mil las que irrum- Tuvo que pasar varios años trabajando en condiciones penosas
pieron a través de los cordones policiales para poder derramar ll'jos de la esposa, sin pensar siquiera que ella lo podría acompañar,
lágrimas de pesar ante su cadáver. Pero este ídolo de las mu- lo que hubiese sido factible. Estuvo en diversas ciudades, hasta que
jeres, en sus dos matrimonios y en la mayoría de sus amoríos, 1 011siguió empleo en una empresa constructora de un amigo, al que

sólo fué un hombre desgraciado. ,preciaba mucho. Llegó a ser uno de los jefes principales, pero se vió
Se encuentra con frecuencia en ulcerosos una situación de obligado a acept ar imposiciones molestas del amigo, como la de no
frustración genital intensa con la esposa o la amante, lo que hact· 11 1blar con proveedores, propagandistas y arquitectos que le visitaban.
1 86 SADISi\'fO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS G ASTROD UODENJ\LES tK

Esto le provocaba dolores gástricos, que se aliviaban refiriendo este fracasó en sus estudios y en su profesión. La madre fué mucho más
conflicto en sesiones de psicoanálisis. A este retraimiento social forzado , .1paz y activa.
reaccionó queriendo abandonar definitivamente el negocio, para irse La enferma fué amamantada por la madre, que la dejaba comple-
a vivir en condiciones modestas. t .,mente sola entre las diferentes mamadas, por tener que atender a su
Empeoró mucho en la relación con la esposa, por infidelidad de t r.ibajo. Se desarrolló como una niña modelo, que nunca lloraba, ni
ella. No le reprochó nada, pero se alejó genitalmente. Una tras otra fl'Kaba y que en cuanto pudo ayudó a la madre en sus obligaciones
tuvo varias amantes, con las que se ligó emocionalmente y que le pro- , .,~eras. Ya a los 5 años preparaba la comida familiar, teniendo que
vocaron depresiones cuando se separaron de él. 11birse a una silla para alcanzar la cocina.
En el tratamiento hizo depender su primera hemotemesis de exce- Como sus hermanos, fué educada muy severamente, con castigos
sos genitales con una mujer joven; pronto se descubrió que el motivo t "icos. Por ser la hermana mayor y porque los padres le dijeron que
más profundo fué el abandono, tres meses antes, de una mujer de 1, fama de la familia descansaba en ella, se hizo retraída con sus her-
quien estaba muy enamorado. 111.inos, de los que psicológicamente vivió separada y que la contempla-
Éste fué un tipo de conflicto que se repitió varias veces en su vida l,,111 con envidia y desagrado.
y que se hizo muy aparente durante el tratamiento. Así, en su primera Estudió muchísimo, llegando a ser una celebridad en su pueblo
sesión psicoanalítica, refirió su tristeza por el abandono de una mujer, 11.ttal. Hasta la pubertad fué muy ignorante en temas genitales. Tuvo
con la que había estado unido íntimamente durante 10 años, y de la \.trios novios y se casó con el primer hombre con quien intimó. Antes
que tuvo que separarse por un rival. En la segunda sesión refirió el d1·l mat rimonio su orgasmo genital fué normal.
hecho ya citado de la mujer que lo abandonó. Inconscientemente eligió marido obedeciendo al modelo del padre:
El abandono de aquella mujer fué motivado porque ella deseaba 1111 hombre fracasado, mantenido por la madre. El marido no traba-
casarse. La noche anterior a esta segunda sesión psicoanalítica tuvo l d,.1, sufragando ella los gastos del hogar. Antes del matrimonio
un sueño en el que tres o cuatro mecanógrafas de la empresa encarga- , 1111vivió bien con su novio en el mismo departamento. Pué él quien
ban vestidos de novia. El sueño significaba que aquella mujer le había l, .mimó al matrimonio, con el que empezaron las dificultades en la
herido en varias ocasiones con su propósito de casarse y que varias 1, l.tción mutua. El marido no debió tolerar la situación de ser man-
mujeres se habían portado mal con él. ', 11 ido por ella. Sin motivo alguno, a los cinco días del casamiento, le
En la tercera sesión se refirió a lo penoso de la prohibición de hablar .1110 que ella era un fracaso como esposa. La vigilaba y la criticaba
en la empresa. Insistió sobre este episodio en la sesión siguiente, vol- 1111tinuamente. También le aseguraba insistentemente que jamás na-
viendo luego al tema de la infidelidad de las mujeres. Lo refirió con- .li1: la iba a querer. Por todo ello la enferma se volvió frígida en el
cretamente a su amante actual, a la que sorprendió saliendo sola de ( nito.
casa, a altas horas de la noche. Reaccionó con intensos dolores gástri- Empeoró aún más la situación conyugal y se le presentó la úlcera
cos e insomnio. .l11odcnal. Mejoró con régimen alimenticio, pero le quedó una estrechez
Al revés de sus mujeres, el enfermo se condujo siempre con gran .111odmal que hizo necesaria una gastroenterostomía posterior. El ci-
fidelidad y generosidad hacia las personas amigas, por las que se des- r11 j,111<> hizo depen der la úlcera de sus contratiempos matrimoniales,
prendía de bienes para él importantes. También les atendió cordial- l'X prl'sándole también que lo que el marido hizo con ella "fué peor
mente en momentos difíciles, consiguiendo realmente aliviar sus pe- 1111' si la hubiese mordido".
nalidades. FI marido la acusó de ser am ante de ese cirujano y también de al-
1111os de los enfermeros del hospital, que la visitaban.
Una mujer de profesión intelectual. El padre fué el hermano me- l.ic divorció y desde entonces, gracias a la gastroenterostomía, no
nor de su familia, con muchos años de diferencia del que le precedía; 11 ,1 vuelto a sentir molestias ulcerosas, a pesar de sus conflictos. Pero
188 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 189

se le presentó una hipertensión grave, que mejoró con un tratamiento del duodeno. Finalmente, según Alexander, producen la úlcera
psicoanalítico. por motivos puramente orgánicos 1.
Como ocurría en estos enfermos, es frecuente en los ulce- Otras teorías tienen en cuenta la actuación en la génesis de
rosos que la esposa o la amante los obligue a una cierta absti- la úlcera de la angustia o hostilidad del sujeto. Son las de G. F.
nencia genital y que además sea agresiva con ellos. Es interesante Mahl y de Th. S. Szasz y también de R. W. Pickford y L. Stone.
hacer notar que aquellas frustraciones y agresiones que muchos 1,os artículos de estos últimos son importantes en la literatura
ulcerosos sufren de parte de su objeto genital, les ocurren también psicoanalítica sobre úlcera.
con su objeto digestivo, que son los alimentos. Los enfermos sue- Mi teoría de la génesis de la úlcera difiere de la de Alexander;
len seguir regímenes limitados, pero también suelen tener la con-
Una muestra de los casos descriptos por Alexander: (A case o/ peptic ttlcer and
ducta contraria de permitirse a veces alimentos que les son perju-
/•n11111ality disorder, Psychosom. Med. 1947, IX, 320) es el de un estudiante de 23 años,
diciales, presintiendo que les van a dañar. Con lo cual viven '"" úlcera duodenal. Tenía un aspecto exterior deliberadamente desarreglado y adoptaba cierto
también frente a los alimentos la doble situación de abstinencia y 11 ,. de superioridad en la conversación. Le llevaron al tratamiento sus dificultades genita-

de ser agredidos por ellos. lro .!,· eyac ulación precc,z y rechazo de la mujer después del coito.
Fn su t ratamiento psicoanalítico surgió la importancia de su hermano mayor, mucho más
tlrn y capaz, que murió cuando · él tenía 14 años. Dos años después murió el padre, que-
TEORÍAS PSICOLÓGICAS DE LA GÉNESIS DE LA ÚLCERA l ,111 , !11 entonces el sujeto como el único varón de la familia y sintiéndose empujado por la
ll\,1ol11· , ser adulto anees de tiempo.
Para explicar la génesis de la úlcera gastroduodenal, Ale- 1 11 su tratamiento la primera capa psicológica ebborada fué su ambición, reforzada por
1·1 '" .,¡,.,., su temor al fracaso y sus defensas de encubrir sus sentimientos de inferioridad con
xander emite una teoría, que se podría denominar del anhelo
1 11 1.111 í a exhibicionista.
alimenticio hacia la madre. Según ella, el ulceroso rechaza sus l I círculo vicioso de su neurosis partía de esta ambición agresiva, impulsado por la
tendencias a la pasividad, ya que van en contra de sus ideales que quería ver en él un sust ituto del marido y del hermano mayor muertos. Con
conscientes. Pero como siguen persistiendo, aunque inconscientes, , n·.1ba en el sujeto una culpabilidad (edípica) y un miedo al fraca so, con inhibición
,¡;rn ividad. Pasaba a una dependencia pregenical de la madre, lo que le avergonzaba y
sufren una regresión, que las hace tomar aspectos infantiles, !l .. 1, repri mía, para cambiarla entcnces ¡;or una dependencia de individues con caracte-
como son el buscar el cariño de la madre o bien un sustituto de pJlernas. Avergonzado también por esta actitud, desa rrollaba un exhibicion ismo c om-
11 "' 111 y una conducta sexual agresiva, en la que buscaba solamente la conquista. Pero la
este cariño, en forma de deseo de ser alimentado por la madre,
1¡,,¡ y , I temor le provocaban su fracaso gen ital. Y nuevamente surgía en él un deseo
que también es reprimido. Ahora bien, actuando inconsciente- olvc 1 .1 la dependencia m aterna, lo que también era inhibido por vergüenza. Los síntomas
mente, este anhelo de alimentos, representante del cariño ma- ,~ il 't l ' 'il Jban en relación ccn sus desees de dependencia materna.

1 >111 1111<• el tratam iento dichos deseos de dependencia se p resentaron frente al analista y
terno, provoca en el individuo una actividad gastroduodenal
1,. ', .1 mo~trarse más tolerante con ellos, como había ocurrido entre sus seis y trece
preparatoria de la ingestión y digestión de alimentos, como tiene , 11.111,!11 no había obstáculos a que aceptase la protección del pad.re y del hermano.
toda persona que desea comer y que se dispone a hacerlo. En el 11d1i"I nmscientemente la conducta excitante, y, al mismo tiempo, represora genital de

predispuesto a la úlcera, como el anhelo de alimentos es continuo, 1,(11 q11<' en la infancia se exhibió a menudo desnuda delante de él. Con las interpre-
l"il 11.rnalíticas y las reacciones consiguientes mejoró la genitalidad del enfermo, que
por ser reprimido y no satisfecho, la actividad gastroduodenal , , 11 ( 1 .1 vt''J se enamoró y tuvo actividad genital sin eyaculación precoz. Pué interesante

se hace también continua. El individuo predispuesto a la úlcera 1 , ,'.,,11, 1u amor a la mujer cambiaba de intensidad según la proximidad de la madre.
1 11,,•p1.ir y comprender el enfermo sus deseos de dependencia, mejoró la estructura
tiene una secreción continua de jugos gastroduodenales, como st.·
11n111111.1lid.1d, Jo q ue se manifestó también exteriorn1ente, por ejemplo, en su manera
puede observar en los sondajes clínicos. Al no ser neutralizados y., 111.',~ normal, en su mejor actitud emocional hacia otras personas y en la des-
por la presencia de alimentos, estos jugos digestivos segregadrni ,¡,, "' Jparentc superioridad. Cesaron por completo los síntomas ulcerosos, sin que
continuamente terminan por irritar la mucosa del estómago y 111v1t·r.¡ que someterse a dieta. alguna.
190 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 1!11

tiene en cuenta la angustia y la hostilidad, pero no aisladamente, terno. Debido a procesos parecidos, en situaciones penosas el bebé M·
sino incluídas en una motivación especial. Es una teoría que imagina también que la madre le muerde (remordimientos) o le pc1
podría ser denominada de la madre internalizada agresiva diges- fora interiormente. Asimismo el bebé cree que al mamar se introduce
tivamente en un sujeto en regresión oral-digestiva. Según ella, lo d pecho materno dentro de él.
Por sus experiencias alimenticias, el bebé crea adentro de su psiquis-
esencial en la génesis de la úlcera es una representación psíquica
mo representaciones primero del pecho materno y posteriormente de
inconsciente de una madre agresiva y frustradora de la satisfac- l:t madre total. Ellas constituyen los primeros objetos dentro de la
ción instintiva. Esta representación de madre internalizada se mente infantil. En la mente infantil estas representaciones psíquicas
origina en la infancia, forma parte del superyo del enfermo y lo ;tctúan y determinan formas de conducta que son reflejo de las que el
daña justamente en el tubo digestivo, porque el enfermo, a con- pecho materno y la madre tuvieron realmente con el bebé, juntamente
secuencia de todas sus prohibiciones y sufrimientos, ha hecho una con las conductas reactivas del bebé a aquellos comportamientos.
regresión de la genitalidad a la conducta oraldigestiva. En psicoanálisis dichas representaciones psíquicas de la madre o
de los primeros objetos libidinosos infantiles son llamadas "imagos",
Esta teoría de la úlcera se apoya en los conceptos psicoanalíticos porque representan a las personas exteriores, no exactamente como
del superyo y de la regresión, ya estudiados, en parte, en el capítulo fueron , sino como el niño las interpretó a través de su psiquismo infan-
de las neurosis obsesivas y que conviene aclarar nuevamente para los til. También se las denomina "objetos internalizados".
no habituados al pensamiento psicoanalítico. La "madre internalizada" es la primera que constituye la concien-
Superyo en psicoanálisis designa la conciencia. El superyo se ori- t i,1. A ella se añade luego el "padre internalizado" y, posteriormente,
gina porque en el psiquismo del niño se fijan los mandatos, prohibi- otras personas importantes en la infancia.
ciones, comportamientos libidinosos y agresivos de los padres, sobre La relación del bebé y luego del niño con el pecho de la madre y
todo los relacionados con la alimentación, los excrementos y la geni- luego con la madre es de tipo erótico, siendo la inadre el primer ob-
talidad. ¡cto que el individuo desea genitalmente. El bebé tiene también su
Son ilógicos los fundamentos primeros del superyo o conciencia, forma de satisfacción autoerótica, que es el chupeteo. Los comporta-
debido a que esta instancia psíquica comienza a originarse a consecuen- mientos alimenticios del bebé originan el beso y otras conductas orales,
cia de los sucesos de los primeros meses de vida, que el bebé interpreta de gran importancia en la vida genital adulta.
con su mente muy primitiva. Como entonces la relación del bebé con El concepto psicoanalítico de regresión señala el retorno a objetos·
su ambiente es predominantemente alimenticia, el superyo comienza libidinosos anteriores y a tipos de comportamiento ya abandonados,
teniendo aspectos alimenticios, que luego persisten en el adulto, como t uando un individuo encuentra obstáculos en otros comportamientos

lo señala ya la palabra "remordimientos", derivada de "sentirse mor- m::ís adelantados. Así, por un fracaso en una relación amorosa con una
dido". mujer, un hombre puede regresar a fantasías, conscientes o inconscien-
tc5, con la madre, que le impulsan, por ejemplo, a casarse con una'
El bebé siente hambre, desea alimentos, chupa, aprieta y muerde el
mujer de más edad. Ya fué visto en el capítulo anterior que los neu-
pecho materno y otros alimentos ulteriores. Para el bebé todo lo que
róticos obsesivos suelen tener un tipo de comportamiento regresivo
le ocurre está en relación con el pecho materno o la madre, que son
, ;ídicoanal, en sustitución de uno genital; en vez de desear el coito con
sus objetos más importantes. El psicoanálisis ha demostrado que si
una mujer, fantasean con ensuciarla, martirizarla o dominarla. Como,
tiene hambre y no recibe alimentos, el bebé cree que la madre le ha
w verá más adelante, los ulcerosos gastroduodenales regresan a conduc-
privado de ellos. Si el hambre persiste durante algún tiempo, al no
t ;ts oraldigestivas.
darle la madre los alimentos que le corresponden, lo que en cierto mo-
do le hace adelgazar, el bebé cree que el pecho materno o la madre le A veces la regresión oraldigestiva ocasiona que diversos im-
chupan interiormente, por lo mismo que él ha chupado su pecho ma- pulsos instintivos, aun los genitales, sean percibidos consciente-
SADISMO Y MASOQUISMO EN L A CON DUCTA HUMAN A LAS ÚLCERAS G ASTROD UO DEN A LES 1'11
192

mente como procediendo del estómago o intestino. Así se ex- representación infantil terrorífica de la madre mala de los pri-
presó una mujer joven, en una sesión psicoanalítica: meros meses de vida, que, según la mente primitiva del bebé,
agrede cortando el cordón umbilical, privando de alimentos o
"Cuando debo h acer una cosa, lo siento también ahí, en el estó- dando alimentos perjudiciales y también chupando, mordiendo,
mago. Si no lo hago, parece que me retorciera. Se me queda dentro. desgarrando o perforando el interior del tubo digestivo, sobre
"Es como una fuerza. Toda la fuerza la tengo ahí metida. Si no todo del estómago y duodeno.
lo hago, me ahoga a mí. Me agarra entonces hasta el corazón j y me
Estas crueles representaciones psíquicas en el superyo, creando
-siento tan desgraciada!
"Es una fuerza interna que me dice que tengo que hacer algo ... emociones de diverso tipo, algunas muy primitivas, actúan real-
Y me toma por acá (esófago) y me da náuseas. Parece que me into- mente sobre el estómago y duodeno a través de los nervios tró-
xica. Y que lo t en go que echar fuera. ficos , haciendo uso también de diversos procesos orgánicos como
"Cuando iba con amigos, sentía yo también aquí (estómago) que la hipersecreción, los espasmos musculares y la disminución local
podía sacar el novio a cualquiera. del moco protector gastroduodenal. Asimismo actúan dotando
"Una cosa acá (estómago) me dice de hacerlo. La cabeza me dice a los alimentos de cargas psíquicas perjudiciales; por ejemplo,
qu e no y si lo hago me hace reproches. haciéndoles parecer al enfermo sucios, dañinos o indigestos, con
"En un momento dado siento acá (est óm ago) que X . . . podía lo que le producen rechazos y trastornos en su digestión. A
gustar de mí. La cabeza me dijo que no, que no podía ser . .. Pienso consecuencia de lo uno y lo otro el enfermo sufre lesiones en el
que podía ser una imaginación mía, en un momento en que yo nece- c~tómago y el duodeno, que pueden llegar hasta constituir úlceras.
·sitaba que me quisieran. Pero eso me lo dice la cabeza. Acá ( en el es-
tómago) me dice que no, que era verdad.
Expresando esta teoría en pocas palabras: cuando. un indi-
"¡ Qué dolor de cabeza me ha dado! ¡ Por qué le contaré a U d. viduo en un estado de regresión oraldigestiva se somete maso-
pavadas!" quísticamente a frustraciones y agresiones exteriores, la madre
111ternalizada mala le agrede de varios modos dentro de su tubo
Esta teoría de la madre internalizada agresiva digestivamente, digestivo provocándole la úlcera.
considera a la úlcera gastroduodenal como una enfermedad des- El factor desencadenante de la úlcera es la frustración o agre-
encadenada por frustraciones y agresiones exteriores de diverso ,11'm exterior; los predisponentes son la regresión oraldigestiva y
tipo en contra del individuo, que éste no puede rechazar, porque L,~ imagos maternas agresivas. La génesis y los caracteres espe-
,en su infancia se le obligó a aceptar las agresiones de los padres. < 1.1les de los factores predisponentes requieren ser demostradas
Al recibir las agresiones exteriores y aceptarlas, resuenan en el .1 hora, detalladamente, en los enfermos, para probar y abonar
enfermo y se le reactivan las huellas y consecuencias de las agre- , \1 .i teorí a.
siones de los padres y primordialmente de la madre, sufridas en
la infancia, y que conservan su actividad gracias a la persistencia 1 1\ RFGRESIÓN O RALDIGESTIVA
de los padres internalizados en el superyo. Este superyo orienta
entonces todas las agresiones recibidas, tanto las exteriores como Los ulcerosos que he psicoanalizado tenían una situación de
las infantiles reactivadas, en contra del tubo digestivo del en- , lqwndencia infantil de los padres generalmente encubierta. Era
fermo, justamente porque él se halla en una regresión oraldiges- I'' ovocada por los factores corrientes de carácter dominante,
-tiva. Esto ocurre también porque la regresión instintiva trae f, mlrador o cruel del padre o de la madre, junto con la insa-
,consigo la del superyo y con ello se reactiva en este último la ti sf.icción conyugal de la madre. En uno de los casos, cambios
194 SADISMO Y MASOQ UI SMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUOIJENALES 1•11

frecuentes de domicilio dificultaron al sujeto el separarse de su regresión oraldigestiva, para huir de complicaciones edípicas, rcac
familia y la adaptación social. cionaron luego ante la madre como se reacciona ante alimentos
La dependencia infantil hacia los padres trajo en esos enfer- difíciles, lo que consecutivamente les produjo complicaciones
mos un excesivo apego a la madre, con persistencia de una situa- digestivas. Cuando tenían conflictos con la madre o conflictos
ción edípica que, por serles prohibida, les provocó una regresión instintivos, su digestión marchaba mal.
oraldigestiva. Los sujetos trataron de reprimir sus tendencias El tipo de reacciones de los ulcerosos ante la madre se puede
genitales hacia la madre, para considerarla únicamente como una designar con las ya citadas expresiones populares, muy certeras
persona que alimenta o que protege y de la que dependían. psicológicamente en la expresión de los contenidos oraldigestivos.
Estos psicoanalizados procedían de familias que habían pro- Estos ulcerosos tuvieron madres que para ellos eran "difíciles
gresado socialmente, algunas de eli as después de un fracaso an- de digerir", que "no podían tragar fácilmente", sus madres
terior. Dicho espíritu familiar hacia el progreso se oponía a estaban "metidas en la boca de su estómago", "les tenían hartos"
sus tendencias de dependencia, por lo cual los sujetos se esforza- o en ocasiones "se les atragantaban". A consecuencia de la re-
ban en ser activos. En algún caso llegaron hasta desarrollar el presión, estas sensaciones y reacciones en los enfermos formaban
tipo ambicioso del "go-getter", con que Walter Álvarez ha de- parte de su psiquismo inconsciente, sin que se diesen cuenta de
signado a la personalidad de los ulcerosos gastroduodenales. ello. Tanto que en algunos de los casos la relación del enfermo
Oculta por su aparente actividad, existía en esos ulcerosos con su madre era aparentemente muy cordial.
la ya señalada tendencia, rechazada, a la dependencia familiar, Lo que indican estas expresiones sucedía no solamente en el
hecho que les ocasionaba fracasos en su conducta. Así uno de ellos psiquismo de los sujetos, sino que también producía repercusiones
presidió cierta reunión política muy importante; consiguió lue- digestivas. Siendo la madre la primera persona que les suministró
go un cargo público muy prominente, pero tuvo que renunciar .tlimentos, complicaciones en la relación afectiva con ella o con
a él por sus molestias digestivas. Otro fué un ulceroso que dejó personas equivalentes, trajeron también consigo dificultades en
su profesión para hacerse pintor; distinguióse en esa actividad l.1 digestión alimenticia.
durante una temporada de trabajo febril, que luego abandonó Esto ocurre siempre, a través de una regresión oraldigestiva,
para realizar un largo viaje que no le trajo provecho. Otro ul- 1·11 sujetos predispuestos o no a la úlcera gastroduodenal. Así a
ceroso duodenal ejercía su profesión mejor que sus colegas, mas 1111 psicoanalizado no ulceroso le dañó comer cierto chorizo,
era incapaz de dar a su actividad la trascendencia merecida o porque era un "chorizo casero", como los que comía en su casa
de conseguir el adecuado bienestar económico. Análogo era el durante su infancia, que fué triste. A una enferma le sentó mal
caso de otro ulceroso que no tenía éxito en su profesión, por 1111 flan, porque este alimento, al ser sacudido, temblaba como
padecer de un delirio paranoide de sentirse sospechado de homo- cll,t y porque se hacía con huevos, lo que le recordaba a un fa-
sexualidad. 111iliar Íntimo desagradable que negociaba con aves.
El conflicto de dichos ulcerosos, entre su aparente actividad En tales ocasiones la asociación de alimentos con recuerdos
y su tendencia rechazada a la dependencia familiar, provenía de , l I íí ciles de la infancia dificulta la preparación psicológica gás-
su actitud ante la madre. Ésta, en su infancia, fué para ellos un 11 1c:1 adecuada para una buena digestión y complica esta última.
objeto querido ambivalentemente, que les impulsó a ser activos, 1 >1 ras veces, ni siquiera es necesaria la ingestión de alimentos
pero que les impidió una resolución satisfactoria de su complejo ¡,.1 ra sentir molestias digestivas por conflictos con la madre. A sí
de Edipo. Como por ello los enfermos también efectuaron una 1 l., hija de un psicoanalizado le dolió el estómago, cuando la
196 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES I''

madre regaló algo al hermano por un examen brillante. La nma era por ser un tipo de comida que abultaba mucho y que, por lo t;into,
hubiese deseado «tragarse" el regalo, antes de · que aquél lo re- la madre hubiese reservado para los hermanos.
Cuando tenía algún disgusto, sufría molestias digestivas, provo
cibiese 1. cadas por ideas relacionadas a menudo con alimentos. Así, en una oca-
Estas observaciones son frecuentes en tratamientos psicoanalíticos. sión, hallándose próximo a un examen, le dolió el estómago. A tal
Así English y Pearson describen un enfermo que se expresó del si- dolor asoció que en el examen le iban a aplazar. Es decir, en el argot
guiente modo: "Parece como si no pudiera controlar suficientemente del estudiante argentino, que le iban a poner un "huevo" (cero), que
a las personas con mis palabras, pensamientos y acciones, y deseara in- él se tendría que "tragar" y que le sentaría mal a su estómago.
troducir todo dentro de mí, tratando de controlarlo en esta forma. Durante su tratamiento psicoanalítico vivió un conflicto entre su
Mi estómago se pone tan tenso, sin embargo, que las cosas deben quedar dependencia infantil de la madre y su amor hacia la novia; esto para
bien trituradas". Según los citados autores esto ocurría en el enfermo él también tenía aspectos alimenticios, por ejemplo, cuando la madre
porque "cuando las tendencias orales son fuertes, toda actividad agre- le decía que al casarse no iba a comer tan bien, porque la novia no sa-
siva, de cualquier clase, puede ser concebida como el tragar y digerir bía cocinar como ella.
la situación". En esta situación psicológica, un domingo por la mañana la madre
Muestra de estos tipos de conducta, en que los alimentos Ir pidió que comprara un postre para el mediodía. Se negó a hacerlo,
.1ñadiendo que no iba a comer con ella, sino que saldría con su novia.
adquieren cualidades malas para la digestión y que provocan
Pero debido a su sentimiento de culpabilidad, por la tarde se enojó con
dolores gastrointestinales, porque los individuos ponen en ellos la novia, ante algo que ella hizo y que le pareció mal. La dejó sola y
cargas psíquicas perjudiciales, son los tres casos siguientes de volvió entonces a su casa, es decir, inconscientemente al lado de la
pacientes no ulcerosos. madre y, como no había cenado, ·comió algo que encontró en la hela-
Un hombre de 22 años, el menor de varios hermanos que le domi- <kra. A las cuatro de la mañana se despertó con un intenso dolor
naron y le angustiaron por sus tendencias genitales. Además, fué edu- digestivo. A la mañana siguiente se sintió bien, ·pero al ver a su madre
cado infantilmente por los padres. Al iniciar el tratamiento psicoana- •1111tomáticamente olvidó saludarla, de lo que se dió cuenta sólo cuando
lítico tenía, entre otros, algunos síntomas alimenticios, a consecuencia ,·11.t le llamó la atención.
de su dependencia regresiva oraldigestiva de la madre. No podía dor- La interpretación en el tratamiento fué que, al salir con la novia,
mirse sin comer antes chocolatines, prefiriéndolos con· fresas y crema, 111tió remordimiento por no haberse sometido a 'la madre y no querer
lo que le simbolizaba el pezón y el contenido del pecho maternos. No , omprarle el postre que deseaba, ni quedarse a comer con ella. Des-
1 il1l'deció a la madre comiendo con la novia, pero, por remordimientos,
se atrevía a comer ciertos alimentos, porque inconscientemente los con-
sideraba demasiado grandes para una persona infantil como él. En la ,,., cenó con ésta, sino que volvió a la casa, en busca de la madre. Al
génesis de este síntoma intervenía la costumbre materna, en la mesa, , ,1111cr psíquicamente ante la imago de la madre enojada, los alimentos
de dar un plato grande de comida al padre y luego otros cada vez con 1, ,mtaron mal. Es decir, se dejó castigar por su imago materna en el
menos comida a los hermanos y, finalmente, a él, menos que a nadie, ,11pl·ryo, que actuó sobre él convirtiendo el alimento en algo perjudi-
siguiendo un orden de edad. Debido a ello, cuando iba a un restaurante ' 1tl t· impidiéndole la buena digestión. Esto lo percibió inconsciente-
no comía, por ejemplo, "suprema de pollo". (También la palabra "po- "" 111c y, molesto por el castigo materno, a la mañana siguiente no
llo" la asociaba con otra vulgar del órgano genital masculino). Creía dudó a su madre. La imago materna actuó perjudicando el proceso
que no le gustaba, hasta que se dió cuenta, en el tratamiento, de que ,1, ntivo del alimento ingerido.
A un en la ausencia real de alimentos, ocurre lo mismo en otros
Freud, en su Análisis fraKffUnlario de un caso de histeria, describe un caso de dolor
1 l ,1.,11,, pudiéndose demostrar en ellos la presencia de pensamientos rela-
de estómago ~rovocado por una identificación de la enferma con una prima, a la que cnv1
¡ 11111 :1dos con comidas, como en el caso siguiente:
diaba por el casamiento de una hermana mayor y que además era masturbadora.


198 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES ,.,.,
Una mujer de 44 años. Un día acude a la ses10n psicoanalítica eran alimentos fuertes, que le agradaban. Con ellos aumentó mud10
quejándose <le dolor de estómago. Dice que es debido a que en esa su malestar gástrico.
noche tiene invitado a cenar a un matrimonio importante, lo que la
En el curso de su sesión psicoanalítica, las asociaciones le llevaron
angustia. Añade que le fué imposible encontrar flores para arreglar a interpretar sus reacciones digestivas y su búsqueda posterior de
bien la mesa; sólo podrá poner un florero. Tiene que preparar la co- alimentos que le fueron perjudiciales, como una consecuencia de su
mida y duda de cómo ésta saldrá; teme las críticas del marido. Al sometimiento ocurrido en la suscripción de la revista, que le hizo
referir esto en la sesión de psicoanálisis, se da cuenta de que detrás de revivir su sometimiento infantil a sus padres. Los alimentos ingeri-
esas críticas se hallan la de su madre, porque de niña no aprendió a dos le produjeron molestias por asociarlos a los padres perjudiciales
cocinar bien. en muchos aspectos. De la granadina con limón dijo que era triste
O sea, que el dolor de estómago de este caso proviene de una idea, y dulzona como lo fué la madre, la que en una ocasión, además, le
de que la comida de la noche le va a sentar mal, por no haberla prepa- había obligado a tomar veneno.
rado bien y temer recibir las críticas del marido, sustituto de la madre. Siguió diciendo que lo que comió fué para él como el "tener que
La imago materna le produce molestias digestivas con el apoyo de la tragarse a un familiar perjudicial y sometedor" y que por ello le sentó
representación de la ingestión alimenticia, que va a ocurrir posterior- mal. La acidez consecutiva a la bebida alcohólica y a la empanada
mente. (Detrás de esta angustia, en relación con la preparación de la la comparó con la que debe sentir el ulceroso, cuando está cercano a
comida, se oculta otra, referente a su capacidad genital). la perforación. Al mismo tiempo tuvo fantasías de representarse a
su padre dentro de su tubo digestivo ( con lo que le equiparaba a un
Un hombre de 46 años, médico, con dolores gastrointestinales de alimento), clavándole un cuchillo y abriéndole el vientre.
tipo ulceroso, pero sin lesión orgánica. Su infancia transcurrió en un Esta última imagen se apoyaba en un recuerdo infantil de ver al
hogar triste, entre enfermedades penosas de los hermanos mayores. Te- padre matar a un cerdo, lo que entonces le asustó tanto que corrió
nía una madre que se quejaba continuamente y un padre de escasas ;\ meterse bajo la cama. Dicho recuerdo le quedó muy grabado, por
aspiraciones, que mantuvo a la familia en una vida mezquina. su sentimiento de culpabilidad. En efecto, había pensado a menudo
Fijado en esta situación infantil, el enfermo tenía inhibiciones que también él merecía que el padre le matase, porque también él
para triunfar en su actividad profesional, ya que ello le suponía eman- "había sido un chancho", ya que había tenido juegos genitales con
ciparse del modelo paterno. Luchando en contra de esta actitud, el u na hermana menor.
enfermo vivía en una continua defensa contra todo lo que pudiese Este caso se diferencia de los anteriores, porque en él es el padre
dominarlo. Pero esto no siempre le era posible, teniendo a veces que el que en las fantasías le agrede digestivamente. Pero se observa en
someterse y en estas ocasiones sentía molestias digestivas. sus manifestaciones que antes que el padre, actúa, dañándole digesti-
Así ocurrió en una ocasión en que, por temores políticos, se vió v:1mente, la madre internalizada como surge del recuerdo de la madre
obligado a suscribirse a una revista que no le interesaba en absoluto. d .índole un veneno a ingerir.
Calificó su propia conducta como "haberse visto obligado a agachar Como la madre es la primera persona que se ocupa de la alimenta-
el lomo" y se sintió muy molesto. Salió a practicar un deporte y en él < iún del hijo y en esta relación siempre hay situaciones de conflicto
tomó limón con granadina, que le sentó mal, lo que no solía ocurrirlc y hostilidad, en enfermos ulcerosos debe ser ante todo la imago materna
otros días con el mismo refresco. Le provocó acidez de estómago, l.1 que el enfermo sienta actuar, dentro de su tubo digestivo, como si
con una sensación de quemadura que él comparó a la que tuvo en la f 11cse un alimento perjudicial. Se crea así en el individuo un tipo de
infancia, cuando la madre, por equivocación, le había dado de beber 1 t-;1cción digestiva ante conflictos de diferente índole, el que secunda-
una medicación venenosa, destinada a uso externo. Pero sin hacer caso , 1.11ncnte puede referirse al padre, a otros familiares o a personas más
de esta molestia digestiva, siguió practicando su deporte. Tomó poco ,dl'jadas.
después una bebida alcohólica y empanadas, diciéndose a sí mismo que En este enfermo, el sentirse dañado digestivamente por la madre,
200 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODEN AI l' S 111

lo que se apoyó en el suceso real del veneno que la madi;e le hizo inge- Tal es el rastro de la mujer adúltera:
rir, al desplazar estos afectos sobre el padre, dió el modelo para que Come, y limpia su boca,
también el padre tomase el aspecto psíquico de un perseguidor diges- Y dice: no he hecho maldad.
tivo, como castigo a sus tendencias incestuosas.
La boca simboliza aquí el sexo femenino y comer el coito.
Es tan general este tipo de reacciones psicológicas digestivas
También en el Brasil la expresión popular para el coito es la de
que aparece descrito en noticias periodísticas o en disertaciones
" comer". Asimismo en sueños el coito se representa a menudo
científicas referentes a situaciones abstractas o concretas no di-
m ediante el comer, como ocurre en sueños de mujer frígida, en
rigidas a un individuo determinado. Así en un periódico 1, hay
los que la incapacidad orgástica aparece como imposibilidad de
1a siguiente noticia: servir o recibir comida. Es lo que ocurre en los dos siguientes:
"En el centro de la ciudad de ... se levanta un edificio vasto,
magnífico, horrible, de mármol blanco, importado piedra tras piedra "Usted venía a mi casa. Había una mesa grande, pero o no habían
de Italia. Oficialmente es el Palacio de Bellas Artes, pero los ciudada- traído las cosas para darle o yo no las podía encontrar."
nos lo llaman "Elefante Blanco" y señalan, con orgullo y desdén, que "Me habían pr01netido bombones para 2ma fiesta que tenía que dar.
esa cosa estupenda se hunde lentamente, por su propio peso, en el sub- Unos días antes llamé para cerciorarme de que los tendría, pero me
suelo blando de la ciudad. Este edificio es un recuerdo de piedra de contestaron que no podían enviármelos. Me indigné mucho y me J1a-
que esa ciudad ha intentado siempre digerir cultura importada y que rcció muy mal."
ha tenido continuamente dolores de barriga en este proceso".
En cambio otra mujer, después de un coito satisfactorio, en
Y en una disertación científica sobre la teoría de la relati- el que teme haberse quedado embarazada, sueña con haber comido.
vidad 2 :
"En la mesa, mi marido ... y yo ... al lado. Mi marido está ha-
"Un metro moviéndose al noventa por ciento de la velocidad de ciendo chistes, alegre como de costumbre. Yo intento calmarlo, pero
la luz se encogería a la mitad de su longitud ... Igualmente un reloj él derrama una jarra de vino y yo me enfado. Luego me veo en el
viajando a la velocidad de la luz se pararía completamente ... En un cuarto de ba1ío, limpiándome la boca de la torta que había comido."
primer momento, estos hechos son difíciles de digerir . .. ".
La mesa representa la cama, el vino derramado la eyacula-
Debido a la existencia de la regresión oraldigestiva, el co- ción y la torta el semen y el embarazo. Y, como en la cita ante-
mer representa muchas veces satisfacciones genitales. Así en la rior de la Biblia, la boca simboliza al sexo femenino y el comer
Biblia, Proverbios 3 O, 18-20: al coito, de cuyas consecuencias la mujer pretende librarse me-
diante el aseo genital.
Tres cosas me son ocultas;
Aún tampoco sé la cuarta:
LOS ALIMENTOS COMO SUSTITUTOS DE OBJETOS GENITALES
El rastro del águila en el aire;
El rastro de la culebra sobre la peña; Teniendo en cuenta todos los hechos citados, es fácil com-
El rastro de la nave en medio del mar; prender que los ulcerosos tuviesen complicaciones digestivas dada
Y el rastro del hombre en la moza. su complicada situación edípica. Por la regresión oraldigestiva
l Time, 4 de abril de 1949.
trasladaron sus conflictos edípicos a situaciones alimenticias. Así,
2 LJNcOLN BARNETT: The · Universe a11d Dr. Einstein. uno de mis psicoanalizados comía con voracidad, cuando asistía
202 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CON DUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 101

a alguna fiesta, donde hubiese mujeres atractivas que él deseaba u alimentos, aun los de digestión penosa, sin precauc10n algun.1.
hombres capaces, a los que quería enfrentar en actitudes viriles. Con ello obedecían, en una regresión oraldigestiva, a las actitu
En una regresión oraldigestiva, los alimentos ingeridos signifi- des familiares ambiciosas. Se engañaban a sí mismos creyendo
caban para él, en ese momento, conquistas femeninas y masculi- que no había alimentos que les pudiesen dañar, lo que significaba,
nidad. Como luego le producían molestias digestivas, le represen- en su regresión oraldigestiva, que habían sido capaces de vencer
taban también castigos por aquellos deseos. su situación edípica y el sometimiento a la madre y sacar pro-
La difícil situación edípica de los enfermos predispuestos a vecho de ésta. O sea que habían sido capaces de "digerir" a Ja
la úlcera con su madre hace que los alimentos se les conviertan en madre mala, que el ambiente familiar les obligó a "tragar", sin
algo de difícil digestión. Por la penosa elaboración psíquica de poder rechazarla, ni protestar contra ella, reprimiendo sus reac-
actitudes perjudiciales maternas y de sus propias reacciones ante ciones conscientes.
la madre, los enfermos elaboran digestivamente los alimentos de También los llevaba a comer alimentos perjudiciales, en can-
un modo complicado. También, por los mismos motivos, se tidad o calidad, el hecho de que en la infancia habían tenido que
sienten atraídos hacia alimentos que son realmente de difícil di- aceptar forzosamente una resolución perjudicial de su complejo
gestión. Además, por la prohibición edípica de objetos genitales, de Edipo, lo que luego les trajo inhibiciones genitales. Debido a
los enfermos tienen también prohibiciones interiores de digerir todos estos motivos, regresivamente los enfermos sufrían de com-
alimentos, uno de cuyos aspectos se verá más adelante en relación plicaciones digestivas, por lo mismo que su relación con la ma-
con la carne. dre, durante su infancia, Jes dañó en su bienestar diario y en su
Aquí, como en otros casos, la resolución especial del comple- desarrollo normal.
jo de Edipo constituye el modelo de la conducta del individuo en Muchos de los enigmas del comportamiento y reacciones de
situaciones ulteriores y la reacción ante la madre es el prototipo los ulcerosos ante los alimentos se resuelven teniendo en cuenta
de la reacción ante otras personas. Por ello estos enfermos ulce- dicha equipara~ión de alimento y madre, que se graba profun-
rosos adoptaron el tipo de conducta alimenticia citado en otras damente en el psiquismo del individuo en los primeros meses de
circunstancias, en que la madre no intervenía directamente. vida. Se comprende, además, dicho comportamiento, dejando
Además, dada su regresiva fijación oraldigestiva en la madre, de considerar a la imago psíquica de la madre, es decir, a la madre
equiparaban el resolver determinadas situaciones en la vida con internalizada, bajo la forma de un alimento bueno, que el ulce-
la digestión de alimentos. En circunstancias difíciles su estómago roso adulto desea continuamente, sin poderlo conseguir, y viendo
e intestino reaccionaban como ante alimentos complicados, ha- más bien los aspectos malos de dicha madre. O sea, viéndola co-
ciendo esfuerzos intensos de digestión y asimilación, originándose mo un algo similar a un alimento difícil de digerir, del que el
con ello los disturbios de motilidad, secreción e irrigación gastro- \Ujcto no desea saber conscientemente que es malo y que necesita
duodenales, que precedieron a la aparición de la úlcera. 111gcrirlo, porque la madre es necesaria para vivir. Esto obliga a
En dichas perturbaciones gastroduodenales que, aparentemen- •,11 estómago a digestiones difíciles, con demasiadas contraccio-
te, son un exceso de función digestiva, pero que son perjudiciales, 11l'\, con hipersecreción y con dolores subsiguientes 1.
se traslucen los dos componentes de la personalidad de los ulcero-
sos, el de actividad sobrecompensatoria manifiesta y de someti- 1 Muestra de cómo la equiparación de la madre frustradora o mala a un alimento in-
.li Kt'\l O o perjudicial ayuda a comprender comportamientos alimenticios, es el caso de un
miento latente. 1o1<'doco, al que le gustaba comer sesos, pero que le desagr ldaban mucho si no estaban bien
Por temporadas estos psicoanalizados comían toda clase de ll11 1pios de Jcs vasos sanguíneos que los recubren. En su tratamiento comenzó a analizar esta
LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 205
204 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

La dependencia entre la relación alimenticia con la madre y Al igual que en el caso ya citado, acerca del sujeto que cuan-
la conducta o sintomatología del ulceroso ha sido percibida por do veía en una fiesta mujeres atrayentes comía vorazmente, tam-
S. Charles Lewsen, que la expresa humorísticamente, señalando bién en otros ulcerosos ocurre que reaccionan digestivamente en
también las otras cualidades de la personalidad del ulceroso. vez de adoptar actitudes genitales. Por ello, a menudo la apari-
ción de la úlcera está en clara relación con episodios notables de
I cannot eat but little meat, la genitalidad del sujeto, como, entre mis casos: el casamiento,
My stomach is not good; el nacimiento de un hijo, un aborto de la esposa o el mantener
The pahi-I get and oft repeat una unión íntima con una mujer que perjudica socialmente.
Depends upon my mood. Suele esto ocurrir sobre todo cuando el ulceroso vive una situa-
I've always had a strong conceit, ción genital que le provoca conflictos en su relación con la madre.
I cannot tolerate defent, La actuación genital del ulceroso tiene caracteres de brus-
It ali dates back to mother's teat, quedad o de esfuerzo, en los que se observa su afán de vencer las
inhibiciones genitales existentes. Como sujetos con fijaciones
And acids a!l my food.
m;¡ternas, suelen tener una homosexualidad fácilmente discerni-
Sólo puedo comer poca carne, ble en su psicoanálisis. Así en los dos casos que describe Heide
Mi estómago no es bueno; existe la homosexualidad provocada por una identificación fe-
El dok>r que tengo y que se repite a menudo menina precoz 1.
Depende de mi humor. 1 El primero de los casos, en su infancia, fué mimado y controlado por su madre, hast a

Siempre he tenido mi orgullo, que le nació una hermana, cuando contaba seis años de edad. Tal cambio le obligó a abando-
11,r el afecto a la madre por el del padre, a quien se sometió pasivamente. La agresión con-
No tolero /la derrota, 1rl el hermano menor la transformó en una actitud maternal hacia él. Sobrecompensó sus
Todo se originó en la teta de mamá, d,·scos pasivos, siendo ambicioso y buscando la independencia, pero se le presentaron sínto-
Y acidifica todos mis alimentos. m.1s gástricos, cuando estos esfuerzos fueron excesivos. Sati~fizo sus desees o:t sivos ~n una
.1111 istad masculina, llegando en una ocasión hasta la relación homosexual directa, lo que le

ob ligó luego a evitar al amigo. Entonces se sometió sin amor a una mujer rica, con la que
sit1: ac:ión señalando que dichos vasos ccntiencn sangre, que le recuerdan agresión y que
, nntrajo ma~rimonio. No quiso aprovecharse de la fortuna de ella y siguió trabajando más
están situados en la membr20a meníngea, a la q'Ue científicamente se llama "píamadre". Se
intensamente que antes. Cuando murieron los suegros, por disposición testamentaria su 1nujer
dió cuenta que este nombre le recordaba a su propia madre, que era una persona inhibida y
,,., pudo disponer de la herencia y fué entonces cuando se le presentó la úlcera.
de uno moralidad muy severa. Su madre "piadosa" le inculcó numerosas prohibiciones ali-
El otro enfermo tuvo una primera infancia sin inhibiciones. Orinaba delante de la her-
menticias y genitales que le fueron perjudiciales.
Tuvo estos pensamientos después de narrar, en la sesión analítica, cómo no había podido
""'"ª y también sobre ella y practicaron mastu,rbaciones mutuas. A les 6 años de edad
H·rib ió amenazas de la madre y sufrió el traun1a intenso Ce una amigdalectomía. Entonces su
enamorar a una mujer que le agradaba mucho. Siguió luego refiriéndose a enfermos con
, ".lcter se volvió pasivo, con fobias, enuresis, identificación femenina y envidia hacia la
hidrocefalia, lo que pudo ser interpretado como tener él la cabeza "hinchada" con ideas
1, ·rman a. Esto último fué transformado en una actitud protectora de ella y otros parientes.
perjudiciales y prohibiciones morales, que de niño no le dejaron discurrir bien, que le "atro-
1\ ks once años la invalidez del padre le obligó a adoptar precozmente una conducta adulta,
fiaron el cerebro" y que cele sorbieron los sesos". De niño no le permitieron comer c~rnc,
1111da ndo económicamente a la madre, al mismo tiempo que completaba sus estudios. Pué
lo que le significó también una prohibición de la genitalidad. Obedeciendo a ello, de adulto
ducido homosexualtnente por un primo mayor. Su potencia era escasa y tenía diversos tc-
muchas veces renunciaba a la carne y en su lugar comía sesos, por una idea infantil incons-
11111rcs hipocondríacos. Le deprimió mucho el casamiento de su hermana, sintiendo q'Uc se
ciente de reparar con ellos su uatrofia cerebral" y nlos sesos sorbidos". Esto último, segíin
,¡,11·da b1 solo. Luego percibió en él deseos homosexuales hacia uno de sus directores; luchó
el enfermo había sido hecho por su "piadosa madre", a la que procuraba rehuir en su re-
, 1111 1ra ellos, lo que le dificultó su adaptación social. De este modo se coartó cada vez mis
presentación de la "pía madre" en los alimentos compensadores. (Juegos de palabras de este
u húsqueda de afectos, presentándose entonces los malestares y la úlcera gástricos. Se tras -
tipo ilógico intervienen frecuentemente en el origen infantil inconsciente de los síntom:u
l 1111> al domicilio de la hermana, donde fué cuidado y quurido por ella y el cuñad o, que
neuró ticos).
206 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 207

roso, sino uno frustrador, al que se muerde con rabia para con-
LA MORDEDURA DIGESTIVA
seguir la leche deseada. Es decir que la fantasía, consciente o
Frente a los alimentos, los ulcerosos gastroduodenales actúan inconsciente, de morder un pecho (materno) puede representar,
como frente a las situaciones genitales que aqué:los representan en un sujeto en regresión oraldigestiva, el deseo de una mastur-
regresivamente. Los anhelan con avidez, a menudo los buscan bación prohibida.
perjudiciales y no los pueden asimilar debidamente, porque en La educación de los primeros meses de vida enseñó al bebé
los sujetos existen prohibiciones infantiles de la genitalidad que, a reprimir los deseos de morder el pecho materno y luego al niño
regresivamente, se extienden a los alimentos. los de agredir oralmente a otros objetos sustitutivos, en situacio-
Otro prototipo del modo de actuar del ulceroso frente a Jas nes de frustración. Pero como, a pesar de la represión, el deseo
situaciones genitales y a los alimentos sustitutivos lo constituye persiste, no pudiéndolo hacer ya con la boca, el niño traslada
la reacción del lactante ante el pecho materno, cuando no le sa- este modo de reaccionar al estómago e intestino, que entonces
tisface plenamente. Suele entonces el lactante morder el pecho enfrentan violentamente los alimentos, por ser éstos representan-
materno, en un afán de conseguir violentamente lo que no se tes de aquellas situaciones exteriores deseadas y frustradoras. Lle-
le da y, además, para vengarse por las frustraciones que tiene gando a ser adulto, por el mismo tipo de reacción y por el afán
que sufrir. de vencer frustraciones, el sujeto reacciona intentando digerir
Muy a menudo el ulceroso ha sufrido privaciones alimenticias los alimentos intensamente, con gran cantidad de jugos gástricos
en su primera infancia, lo que ha debido despertar en él deseos r intestinales 1 y con contracciones musculares excesivas, como
agresivos. Es posible suponer que el deseo del lactante de morder
el pecho materno se vuelva a presentar, en la infancia y puber- 1 H. A. MURENA: El enfermo.

tad del futuro ulceroso, en ocasiones en que tiene que someterse Me c11,ran,
11n1,jeres de buen corazón
a prohibiciones genitales, como la de la masturbación. Ocurrirá
ponen sus frescas manos sobre mi frente,
así, porque dada su regresión oraldigestiva y su fijación a la me dan a beber ese silencio
madre, un aspecto de sus fantasías genitales debe ser el acariciar del que está hecho el amor,
o besar el pecho de una mujer deseada, lo que, al no serle posible, Me c1tran,
rompiendo tensamente entre mis labios
le reaviva recuerdos inconscientes de la lactancia en el pecho las palabras con que libero
materno. Pero por la prohibición genital, a la que se pueden algunas cosas que me son queridas,
añadir los recuerdos de una lactancia difícil real, el pecho ma- el pan calimle de la amistad.

terno recordado inconscientemente no debe ser un pecho gene-


Pero de pronto una noche
sale si11 freno de mi boca,
era un médico de fama y consiguió la curación total de la úlcera al cabo de dos meses. con la violencia que co11ozco,
Agradeció muy generosamente los cuidados y también en su conducta ulterior con otros pa· 11n vómito negro,
rien tes fué muy dadivcso. Pero se podía percibir en dicha conducta una oscilación entre an como la cu lpa de ser hombre,
deseo de ser querido y mimado y el opuesto de adoptar una actitud adulea. un vómito que va royendo
Es decir que en ambos casos existía una agresión oral, consecutiva a una identificación los pisos, las almas, los aires,
femenina precoz y luego una renuncia súbita a las tendencias agresivas. Estos conflicto, toda la resignada casa,
afectivos provocaron disturbios funcion ales gástricos, a través del sistema nervioso vegetativo con aire familiar, terrible111-enft,
y lo úlcera fué la consecuencia final. ,/ vómito con que expulso
208 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCT A HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALl.iS
1 j) ~·

se observa examinando los análisis químicos y radiográficos de que muerde los alimentos es el estómago e intestino y que pmtt·
los ulcerosos. riormente la boca se especializa en la parte mecánica grosera dc
Es como si el estómago e intestino mordiesen lo que se les da, esta función.
ya que no pueden ingerirlo apaciblemente, por representar los A veces ciertos comportamientos de los ulcerosos gas troduo-
alimentos objetos exteriores y no poder el sujeto asimilar bien denales demuestran que su conducta es un sustituto de sus deseos
éstos, debido a haber recibido demasiadas prohibiciones instinti- de morder a personas del mundo exterior. Una de las más típicas
vas infantiles, orales y genitales. Ese esfuerzo excesivo del estó- y relativamen te frecuentes en ellos es la actitud sarcástica que,
mago e intestino representa también la reacción regresiva diges- según señala la etimología del griego sarkasmos, de sarkázein,
tiva del individuo débil, que se considera a sí mismo incapaz de desgarrar carne, es la de un individuo que pretende destruir el
conseguir lo que desea o que teme que se le pueda escapar. mundo exterior como se devoran alimentos. Otra actitud es la
Esta concepción del estómago o duodeno mordiendo los ali- de envidia oral. Los ulcerosos gastroduodenales a menudo con-
mentos resulta más comprensible si se tiene en cuenta que, fun- templan con envidia las realizaciones de los demás. Quieren pro-
cionalmente, la actividad de la boca es la misma que la del estó- ceder como ellos, p ero no pueden. Su envidia es el des,eo de con-
mago e intestino, constituyendo la de la boca sólo una cierta seguir lo que es de los demás, como se desea un alimento que
diferenciación de la última. Al igual del estómago y el intestino, tiene otro. Es también querer destruir a las otras personas de
la boca aprieta los alimentos y los rodea de saliva para disgregar- mayor capacidad.
los mecánica y químicamente; luego los empuja adelante con Est as situaciones agresivas orales hacia p,ersonas y situaciones
movimientos también de tipo peristáltico. No hay nada, pues, del exterior, y primeramente hacia la m adre, han sido reprimidas
que dé a la actividad de la boca un carácter especial, distinto desde la infancia. En consecuencia, los deseos agresivos de morder,
de la del estómago o del intestino. La analogía es aún más pa- localizados en el estómago e intestino, sufren también una pro-
tente, si se tiene en cuenta que también en el intestino hay glán- hibición por parte del superyo del sujeto. D espiertan en el su-
dulas del tipo salivar, como es el páncreas. Éste es tan análogo jeto un intenso sentimiento inconsciente de culpabilidad, ya
a la glándula salivar de la boca que los alemanes lo denominan que primero fueron dirigidos contra la madre o personas aná-
la glándula salivar del vientre (Bauchspeicheldrüse). Por eso se logas de la infancia, que se condujeron mal con él, pero a las
puede decir que en la evolución filogenética digestiva lo primero cuales, por obra de la educación infantil, él se sintió en la obli-
gación de considerar bien, de no criticarlas y de quererlas, en
la maligna, i11crnn prensible vez de ser agresivo con ellas. Entonces, siguiendo un mecanismo
ecuación del mundo.
psicológico, sobre todo típico de la melancolía (ya estudiado en
En el final de esta poesía se observa la agresión oral ("Sale de mi boca con violencia") d capítulo sobre suicidios), el sujeto se castiga dirigiendo su
y gást rica ("vómito negro que roe") contra el ambiente familiar frustrador. Ademós, intc,
pretando ula casa" como el cuerpo del enfermo, se observa la agresión vuelta contra el s ujeto
.1gresión contra sí mismo. Por ello, en vez de morder a los demás,
mismo, lo que explica la génesis de lesiones del tipo de la úlcera gastrod uodenal, en la que rl 1icne "remordimientos". O sea que, como indica la palabra, se
sujeto se va royendo int~riormente con sus jugos gástricos. 111uerde a sí mismo.
La primera parte de la poesía representa un esfuerzo de internalizar objetos genit;¡l,·,
Mediante "remordimientos", a causa de sus deseos agresivos
buenos, en forma de alimentos buenos ("pan caliente"), para compensar así las frustracionn
recibidas q•ue provocaron la enfermedad y que llevan a la reacción sadomasoquistica fin•I. 1_1ralcs, el ulceroso gastroduodenal se "muerde" a sí mismo. En
Hay también los sentimientos hostiles y de c;ulpabilidad por la vida instintiva (" la culpa ,Ir r,t ras palabras, es su conciencia la que le muerde interiormente,
ser hombre"). por sus deseos, punibles y reprimidos, contra la madre. Ahora
210 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES ' 11

bien, la conciencia se forma por la internalización psíquica de tados de cargas psíquicas perjudiciales son mal asimilados por
los padres, con sus mandatos y prohibiciones, lo que llega a cons- el futuro ulceroso, que se deja dañar por ellos, mediante un me-
tituir el superyo de la personalidad del sujeto. Dada la impor- canismo inconsciente de autocastigo. Los poetas han comprendido
tancia de la madre, frustradora y agresiva en la infancia del ul- bien esta actuación de los alimentos debida a motivos psicológi-
ceroso, su intervención en el origen de su conciencia suele ser cos, como ocurre en los siguientes versos de Pablo N eruda, en
preponderante. O sea que, siguiendo las consideraciones anterio- los que se describe el castigo, por medio de alimentos, de unos
res, por sus "remordimientos" el ulceroso actúa como si interior- banqueros crueles que no vacilaron en derramar sangre para de-
mente se dejase morder por su madre, es decir por su superyo, fender su dinero:
que asi le castiga por sus malos deseos de morderla, los que, a
su vez, son sustitutos regresivos de deseos genitales prohibidos Un pla'io para el banquero, un plato con mejillas .
hacia ella u otra mujer. de niños del Sur feliz, un plato
Y esta mordedura interior ocurre en el estómago e intestino, con detonaciones, con aguas locas y ruinas y espanto,
porque a estos órganos trasladó el niño su agresión oral cuando un plato con ejes partidos y cabezas pisadas,
le fué prohibido morder con la boca el pecho materno. Téngase un plato negro, un plato de sangre de Almcría.
en cuenta, además, que este tipo de deseo hacia el pecho materno Cada mañana, cada mañana turbia de vuestra vida
se reactiva en el ulceroso al vivir situaciones agresivas de frus- lo tendréis humeante y ardiente en vuestra mesa:
tración genital que primeramente sintió ante la madre. lo apartaréis un poco con vuestras suaves manos
Como se verá más adelante es muy probable que la sensación para no verlo, para no digerirlo tantas veces:
de ser mordido por la madre sea anterior a la actividad del niño lo apartaréis un poco entre el pan y las uvas,
de morderla y que se presente ya cuando el pecho de aquélla lo a este plato de sangre silenciosa
frustra. En ese sentido el malestar de una persona hambrienta que estará allí cada mañana, cada
ha sido comparado a algo que devora, roe o corroe el estómago mañana.
Cgnawing pain", en inglés; "nagender Hunger", en alemán)
y el niño siente tal hambre antes que deseos de morder. El deseo La palabra "remordimientos" o sea "mordeduras de concien-
de morder es reactivo al hambre. El niño puede interpretar esta cia", describe bien lo que ocurre en el ulceroso gástrico y duode-
sensación de hambre de ser roído o mordido como efectuada por nal. Teniendo en cuenta que en esta expresión el "morder" no
el pecho materno, que él introyectó psíquicamente en sus ma- C'S una metáfora, ni se trata de un fenómeno con repercusiones

madas anteriores. Según esto, la expresión "remordimiento" de 1·xclusivamente psíquicas, sino que tiene también una repercu-
conciencia provendría del temor del niño, cuando se conduce ~ión orgánica. Por lo tanto, hay que insistir en la explicación de
mal, a un castigo de la madre consistente en la privación de ali- q uc por una prohibición y castigo de su afán de morder al exte-
mentos. Esto el niño lo percibiría, siguiendo sus experiencias de 1 ior para conseguir los objetos deseados prohibidos, el estómago

hambre anteriores, como si fuese comido o mordido por aquélla ,. intestino del futuro ulceroso se muerden a sí mismos y se dejan
interiormente. De ahí la etimología de la palabra "remordi- d.11iar por los alimentos, interviniendo ello en la génesis de la
miento". ,'ilccra.
Los alimentos, representantes de la madre, ayudan al superyo Este comportamiento del enfermo supone la transmisión psí-
a efectuar la agresión de los remordimientos. Mal elegidos o do- quica de impulsos, mediante los nervios vegetativos y tróficos,
LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES J.\
212 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

al tubo digestivo, el cual entonces se produce a sí mismo la erosión Ante todo, el hecho de que una interpretación psicoanalític,1
ulcerosa, mordiéndose a sí mismo con sus secreciones químicas despierte resistencias no es, ni mucho menos, un dato en con u-;1
y con el esfuerzo mecánico de las contracciones, ayudadas por los de su validez. Por otra parte, varios factores deben intervenir
alimentos groseros o mal digeridos 1. Se lesiona así un trozo de en el origen de tales resistencias a la interpretación de la more.fo
la mucosa gastroduodenal, a la que previamente, por mecanis- dura interior en la génesis de la úlcera. l.Jno es el pensar cómo
mos tróficos, debe haber despojado del moco protector. puede haber una mordedura en el estómago o duodeno sin una
Los clínicos suelen decir que la úlcera se parece a una herida boca que muerda. El otro, cómo emocionalmente se pueden pro-
hecha con pinza sacabocados. Realmente ello ocurre así: el tubo ducir trastornos orgánicos tan profundos como la úlcera en el
digestivo del ulceroso se ha sacado un bocado a sí mismo. estómago e intestino.
Tal corno el niño, con ira contra alguien, se muerde las ma- Respecto al primer factor, debo decir que para un psicoana-
nos o los labios, la úlcera gastroduodenal es también la mordedura lista el desplazamiento de la actividad de un órgano a otro, por
interior, digestiva, que el sujeto se hace a sí mismo, lleno de ira motivos de represión, es algo ampliamente conocido. Por ejem-
y de remordimientos, por no poder ser agresivo para conseguir, plo, se habla en psicoanálisis de genitalización de órganos que
con la violencia del débil, lo que le es prohibido en forma de en sí no tienen nada que ver con los genitales. Así el enfermo de
alimentos, siendo estos alimentos sustitutos regresivos de otros Freud llamado el «hombre de los lobos" en su colitis imitaba la
objetos o situaciones exteriores anhelados. enfermedad genital de su madre. La profundización de los cono-
No importa que en muchos aspectos de su vida el ulceroso cimientos psicoanalíticos ha llevado también a describir despla-
haya obtenido satisfacciones amplias. Las prohibiciones infanti- zamientos y conversiones pregenitales, como el asma, que para
les, que persisten interiorizadas en su psiquismo, le han dejado algunos psicoanalistas parece ser el equivalente de un grito y
una incapacidad de gozar de los objetos exteriores, de conseguir llanto inhibidos de llamada a la madre. En este mismo sentido,
satisfacciones instintivas intensas, lo que hace que no le baste el hecho de que el estómago, por un desplazamiento, sea capaz
todo lo que pueda obtener. Los triunfos reales del ulceroso sólo de actuar con un significado oral no tiene que extrañar, sobre
le producen satisfacciones aparentes y caen dentro de él al igual todo si se piensa que la actividad de la boca es sólo un derivado
que dentro del tonel sin fondo de las Danaides, dejándole tan de la actividad general digestiva de deshacer los alimentos y em-
ávido como anteriormente. pujarlos peristálticamente para luego ser asimilados. Aunque ·
normalmente no sea percibida conscientemente esta actividad
Esta teoría de la intervención de una mordedura interior en normal, análoga a la del morder, del estómago e intestino, de la
la génesis de la úlcera origina lógicamente resistencias. A nadie, cual se deriva la actividad de la boca, ello no indica que aquélla
que no tenga experiencia psicoanalítica, le resulta fácil creer no existe.
que uno de los factores de la úlcera gastroduodehal pueda ser una Que afectos intensos sean capaces de producir modificacio-
representación psíquica de la madre que «muerde" al enfermo nes orgánicas en el estómago y duodeno tampoco resulta asom-
dentro del estómago o duodeno. Sin embargo, como el psicoaná- broso, si se tiene en cuenta, por ejemplo que, en el sujeto Toro,
lisis de los enfermos ulcerosos parece demostrar que esto es así, W olf y W olf f llegaban fácilmente a provocar erosiones de la
conviene aportar otras pruebas más de su existencia. mucosa gástrica, que han sido fotografiadas, llevándole a situa-
ciones afectivas determinadas. Si ello era posible, provocado por
1 Un enfermo tenía el temor de tragar dos píldoras juntas, porque pensaba que le ib,111
a pellizcar (morder) las paredes del estómago. afectos pasajeros y superficiales, como los de Toro en esos mo-
i'.' ~ , ,. 214 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMAN A LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 2 11

mentos, resulta lógico pensar que afectos intensos y reprimidos, suele localizar la mordedura dentro de su tubo digestivo o b
como los que tiene constantemente el ulceroso, lleguen a produ- sustituye por una agresión de otro tipo.
cir modificaciones orgánicas más profundas y persistentes en Surge patente esta interpretación, por ejemplo, en el intere-
órganos tan relacionados con la vida emotiva como son el estó- sante caso de un ulceroso descrito por Harry B. Levey. En su
mago y el duodeno. artículo este autor reproduce, a veces, las palabras textuales del
Un escritor ulceroso describió en uno de sus libros la siguien- enfermo y, a través de ellas, se vislumbra el contenido de mor-
te fantasía: "En un campo de concentración un expianista se dedura en la génesis de la úlcera. Llevaba ya el enfermo seis
quejó de hambre y entonces le obligaron a comerse una rata, pero semanas de tratamiento y estaba en una situación psicoanalítica
viva" (subrayado por el escritor). Esta fantasía puede ser in- de . transferencia positiva pasiva. Durante el fin de semana, pa-
terpretada representando el que ha dejado de ser pianista a un sado con los padres, le ocurre lo siguiente, según escribe Levey:
individuo que ha abandonado su posición genital. Tocar el piano "Una noche usurpó el derecho de dirigir a la familia en la ora-
sería la genitalidad, como ocurre frecuentemente en sueños (V. ción, derecho que el padre había asignado al hermano mayor.
los sueños núms. 4 y 299 en mi libro Psicoanálisis de los sueños). Esa noche durmió desasosegadamente y solamente dos horas, des-
Ello ha podido ocurrir por el sometimiento a la madre, simbo- pertándose con un dolor gástrico intenso. Tornó bicarbonato,
lizado en el estar en un campo de concentración. Quejarse de se acostó e, incapaz de dormir, se acordó de que en el tercer
hambre significaría la protesta por tal situación y además un grado escolar, estando en una fila de alumnos, esperando para
deseo de liberarse. Con ello el sujeto consigue alimentos; pero entrar en la escuela, apareció su madre, muy enojada con él, le
éstos, dados agresivamente, se convierten en representantes de la retó mientras estaba en fila, y le tiró de las orejas. Después tuvo
madre prohibidora, al igual de lo que ocurría en los casos ya una fantasía referente a soldados de gris, con traje clerical y
citados. Le muerden interiormente, como la rata que el sujeto caperuzas sobre sus cabezas... ". "Tuve la fantasía -expresa-
está obligado a comerse viva y que, según se vislumbra a través de ser Jesús y fuí a misa a la Iglesia Católica... , vi la bendición
de la fantasía citada, le roería por dentro el tubo digestivo 1 • de las hostias y sé que de algún modo milagroso las hostias se
Bertram D. Lewin corroboró mi interpretación de la mor- transforman en el cuerpo de Cristo. Esto me chocó como la cosa
dedura interior en un caso. En una de sus cartas, Lewin me des- más horrible que jamás se haya visto, porque si era Cristo, ¿por
cribe el hermano de uno de sus pacientes, que sufría de úlcera qué razón le comían esos caníbales detestables? Luego me acordé
gástrica. Estaba en conflicto con su hermano mayor, en cuya de que yo era Jesús y sentí, por un momento, que me iba a
fábrica trabajaba. Decía de este último hermano que "le estaba levantar y gritar que yo era Jesús y que estaban comiendo mi
continuamente mordiendo las paredes de su estómago". cuerpo .. /'. (Cursiva mía.)
La interpretación de la mordedura en el ulceroso surge tam- Levey interpreta esta fantasía de ser mordido como conse-
bién examinando expresiones de los enfermos en algún estudio cuencia del sentimiento de culpabilidad por las tendencias agre-
psicoanalítico de otros autores, como veremos ahora; aunque a sivas orales. Se puede añadir que aparece también la situación
veces ello está enmascarado, porque el enfermo, en sus asociacio- cdípica, de querer ocupar el lugar del padre, al pretender dirigir
nes del tratamiento psicoana1í tico, por obra de la represión, no la oración y la madre como prohibidora, que se observa en el
recuerdo de la reprimenda infantil en la fila de la escuela. De
1 Cuando una comida es muy fuerte, muy picante, en inglés se dice que mueir,k todo ello se deriva luego la fantasía de la fila de soldados cleri-
,.)
("it bites"). ''../ cales y de ahí se llega al episodio canibalístico de la iglesia, en
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 'I
216

el que el sujeto se siente mordido. Todo esto se le ocurre habiendo había vomitado sangre. Mi novia se desesperó y me llevó al radiólogo,
sufrido poco antes un dolor intenso de su úlcera, que bien pudo el que me hizo una gran serie de radiografías seriadas. Y a mí nll'
daba mucha vergüenza decirle que no había tenido nada. El radió
ser un dolor como de mordedura. logo creyó encontrar un nicho o una deformación del bulbo duodenal.
Uno de mis psicoanalizados simuló en su época de estudiante de "Se me ocurre que me conduje así, porque con mi novia debía haber
medicina ser un enfermo ulceroso y es hasta posible que haya tenido pasado por una situación de disgusto y fingí que me dolía el estómago
esta lesión. En una de sus sesiones de psicoanálisis se refirió a este epi-: y lo mantuve ante toda la gente. Yo me reía de eso. Como tenía que
sodio con palabras que reproducimos textualmente y que confirman ser una crisis ulcerosa que suele durar algún tiempo, lo mantuve du-
también el contenido de mordedura en la génesis de la úlcera. rante una semana. Todo el mundo se ocupaba de mí y el profesor,
"El miedo que yo tenía a los exámenes, lo sentía como una sen- que era un gastroenterólogo famoso y él mismo ulceroso, se ocupó
sación de vacío en el epigastrio, y de frío. Y como muchas ganas de de mí.
orinar. También como si me apretaran por dentro, como si me clavaran "Al cabo de cuatro meses repetí esto de nuevo y mi novia se pre-
algo. Como cuando se baja a gran velocidad, como en un columpio. ocupó nuevamente. N adíe supo que esto no era cierto.
"El vacío es como tener el estómago sin gana, como una necesidad "Nunca tuve dolor de estómago, pero sí vomité ·un día. Pero fué
de comer. porque quise vomitar. Y sabía que antes había comido tomates y que
"Como una garra que me oprimiese por dentro, desgarrando el mis amigos iban a ver sangre, como ocurrió".
estómago y tirándolo hacia abajo. Datos de la historia del enfermo confirmaron que era la imago
"Debe de ser así el hambre doloroso de los ulcerosos. Como un to- materna en el superyo la autora de las agresiones digestivas.
que eléctrico. El enfermo era hijo único, con una intensa fijación en la madre,
"Como si no hubiese más que estómago y las sensaciones de todo que se intensificó mucho a los nueve años debido a la muerte del padre
el cuerpo convergiesen en el estómago. en un accidente. Compartió después la habitación de la madre. Ésta
"Como si yo mismo me mordiese el estómago. Morder y pellizcar procuraba mantenerlo continuamente a su lado, alejándolo de sus ami-
debe ser lo mismo. Como si me rasgasen y triturasen el estómago. gos y hablándole de las ventajas de su situación familiar especial. Le
"Estoy hablando del estómago, aunque la sensación es en el epigas- animaba a hacerse sacerdote, para evitar los peligros con hombres pen-
trio. Veo el estómago. dencieros y mujeres asquerosas.
"Después de sentir eso, tenía diarrea. Como si hubiese sentido el Afortunadamente, otros familiares hicieron que el enfermo no se
vacío en el estómago, después hubiese comido algo y luego lo expulsase. sometiese totalmente a su madre. Consiguió trasladarse a otra ciudad
"Estaba pensando en una película de Walt Disney, en la que a Pluto para cursar estudios de medicina, pero siguió obedeciendo a su imago
le dan un golpe por delante y se traga su propia dentadura y la den- materna severa. Genitalmente sólo se permitía situaciones previas al
tadura le muerde el estómago. En la película se ve, como en radiogra- coito. En sus estudios, los exámenes, con el significado inconsciente
fía, la dentadura mordiéndole el estómago y el pobre perro está gri- de demostración de potencia genital, le producían una gran angustia.
tando. Luego le dan un golpe en el trasero y la dentadura vuelve a Ante los exámenes tenía diferentes sensaciones gástricas de "un
salir del estómago. vacío o de ser apretado, rascado, mordido, rasgado o perforado en el
"Tengo la fantasía de lavarme el estómago. Meterme la mano den- estómago." Las hacía depender, ya de alguien internalizado en el estó-
tro, sacarme el estómago, volteado y lavarlo con agua y jabón. mago ("como si alguien me rascase y me rompiese el estómago"), ya
"La escena de la dentadura de Pluto produce gran hilaridad, por- de él mismo ("como si yo me mordiese el estómago"). Esta diferente
que el perro grita y ladra y se desespera. forma de expresión dependía de que incluyese o no en su personalidad
"Todo esto lo relaciono con mis fantasías de la úlcera. Decía a los a su imago materna.
demás que tenía úlcera y que me dolía el estómago y que en la noche También en otras situaciones agresivas sentía molestias gástricas.
218 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES .t i •>

Por ejemplo, cuando fué atropellado entre dos vehículos sintió "como mago y enfermarle de tifoidea. Cuando le preparaba un puré de arvl'
una opresión, un rascado y un desgarro digestivo", que localizó en jas, quitaba previamente la piel a cada una de ellas.
el estómago. El comportamiento alimenticio y digestivo, que le imponía h
Según el enfermo, el rascado en el estómago era como si alguien madre, fué erotizado masoquísticamente por el enfermo. Le atrabn
se lo hiciese interiormente con una pluma. Con esto asoció a la madre comidas muy picantes que le quemasen la boca y que además le pro-
haciéndole, de niño, un enrejado de yodo sobre el cuerpo, con una dujesen prurito anal. Se rascaba entonces hasta lesionarse. Decía que
le gustaba fumar para sentir sus encías inflamadas y aumentar el sarro
pluma, que a él, lleno de angustia, le parecía siempre estar helada. (Con
dentario. Contemplaba con admiración a una de sus tías que al fumar
lo helado asoció soda fría y el chiste de que la soda es un agua con
se comía también la ceniza del cigarrillo.
agujeros y que sabe a pie dormido, lo que permite también una inter-
El que se tratara en este caso de una úlcera simulada, no invalida
pretación psicoanalítica en el sentido de la castración). Luego, en pro-
las conclusiones referentes a la actuación gastroduodenal de algo así
yección, achacándoselo a un loco, habló de la impresión de tener un
como una mordedura digestiva. Más aún, es posible suponer que en
sapo que saltaba dentro del estómago. El sapo constituía una simboli-
este enfermo la ausencia de una úlcera real mantenía en su aspecto
zación de la irnago materna y el salto una atenuación de su agresión
original los conflictos que actúan en el ulceroso, permitiendo al enfer-
digestiva.
mo percibir mejor los procesos psicológicos que actuaban en él.
Confirman esta interpretación, no comunicada al enfermo, sus aso- En el enfermo ulceroso debe de ocurrir que la conversión orgánica,
ciaciones ulteriores en relación con la sensación de desgarro gástrico. al provocar la úlcera, enmascara así el cuadro psicológico. Algo análogo
La hizo depender de los purgantes y enemas brutales de la madre. Eran a lo que ocurre en los enfermos histéricos, cuando ya han producido su
enemas muy frecuentes, hechas con gran cantidad de agua, que la conversión somática y presentan la "belle indiference" que describió
madre le obligaba a retener mucho tiempo, sintiendo el enfermo una Charcot y a la que se refirió Freud, y en la cual aparentemente no hay
gran distensión digestiva, con el colon próximo a desgarrarse y su- conflictos psicológicos.
friendo cólicos intensos. Asimismo, todos los meses la madre lo pur-
gaba con aceite de ricino. Lo que más le angustiaba eran los "ojos"
que el aceite formaba en el agua. Para el inconsciente del enfermo te- Para verificar más aún esta concepción de la mordedura in-
nían el significado de "ojos de la conciencia", que juzgaban y casti- terior pregunté a diferentes personas dónde sentían la mordedura
gaban toda su conducta del mes anterior. contenida en la palabra "remordimientos de conciencia". Se sin-
Cuando tenía estas sensaciones digestivas, el enfermo reaccionaba tieron extrañados por la pregunta y les costaba trabajo contestar,
con fantasías de lavarse el estómago o hacía gestos de introducirse la pero, insistiendo, muchas respuestas localizaban la mordedura en
mano en el epigastrio, como si quisiese llegar dentro del estómago, lo el epigastrio o sea la región del estómago. Otras respuestas tam-
que se observa también en sus asociaciones reproducidas anteriormente. bién se referían al corazón, posiblemente por una angustia conco-
La finalidad de fantasías y gestos era sacarse el objeto introyectado,
mitante. Finalmente algunas respuestas indicaban órganos diver-
digestivamente dañino.
sos, de los que supe que los sujetos sufrían trastornos; significaban
La madre, tan agresiva digestivamente, tenía comportamientos
que en ellos habían localizado su sentimiento de culpabilidad.
reactivos tales como cuidados extremos con los alimentos del enfermo,
Asimismo tres niños señalaron la región del estómago al pregun-
con lo que indirectamente era en verdad agresiva. Durante los primeros
t árseles dónde les dolía luego de pegarse mutuamente con sus
años de su vida sólo le permitió masticar, sin comerla, la carne vacuna.
Se la servía con dos platos, para colocarla en el segundo después de hermanitos.
masticada. Tampoco le dejaba comer la cáscara o piel de cualquier
fruto, diciéndole que se le podía quedar pegada en las paredes del estó-
~20 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES '''I

Demuestra también Pichon Riviere que el período dolorow


LA IMAGO MATERNA EN EL ULCEROSO GASTRODUODENAL
de la úlcera corresponde al período depresivo de la psicosis ci r
El hecho de que el ulceroso localice somáticamehte en el cular. La manía, con su mecanismo de negación, estaría rcprc ·
tubo digestivo su reacción de remordimientos depende del modo sentada en el ulceroso por su actitud aparentemente decidida e
especial en que ha resuelto el complejo de Edipo, que le obliga independiente, cuando intenta negar el perjuicio que le provo-
a una regresión a la fijación oraldigestiva con la madre, o sea caron las conductas perniciosas de la madre o personas equiva-
con la persona que le suministró los primeros alimentos y que le lentes. Por otra parte, semejante a la creencia en la omnipotencia
provocó las primeras reacciones digestivas y afectivas. psíquica del enfermo maníaco sería la aparente omnipotencia
Por otra parte, la madre del ulceroso suele pertenecer al tipo digestiva del ulceroso gastroduodenal, que en ocasiones se cree
de madre que causa privaciones alimenticias o que se preocupa capaz de digerir cualquier cosa, «aunque sean piedras". Estas
mucho de la alimentación y digestión de su hijo, descuidando o "piedras" representarían a la madre perniciosa.
frenando otro tipo de conductas, como las genitales, dirigidas Casos como el de R. W. Pickford confirman lo exacto de la
a otra mujer. Así, en uno de nuestros casos era desesperante ver opinión de Pichon Riviere, sobre las relaciones entre la úlcera
comer al enfermo, porque éste masticaba interminablemente los gastroduodenal y la psicosis maníaco-depresiva. Describe ese au-
alimentos. Aun de adulto seguía con exageración los consejos tor un sujeto cuya enfermedad evolucionaba en ciclos de tres
infantiles maternos de comer despacio y masticando bien, par:1 fases. Una de aparente normalidad, otra de úlcera y estreñi-
evitar dañarse. Esto contribuyó a que su conducta se fijase en miento y una tercera de depresión y obsesiones. El sujeto, en la
actitudes digestivas, que más tarde le llevaron a la úlcera. segunda fase, dirigía su agresión contra su propio tubo digestivo,
El papel esencial de la madre en la génesis de la úlcera explica provocándose la ulceración duodenal. En la fase depresiva ul-
su curso evolutivo y los puntos comunes que existen entre esta terior la agresión del sujeto se dirigía contra su psiquismo; tenb
enfermedad y la psicosis maníaco-depresiva, como ha señalado alucinaciones que parecían representar a la madre, a la vez aman-
Pichon Riviere, siguiendo estas consideraciones. Estos puntos son te y acusadora 1.
la periodicidad de los síntomas, la fijación de los sujetos en la La lesión ulcerosa gastroduodenal sue:e ser única y constituye
fase oraldigestiva de la evolución de la libido, la actitud ambi- una herida con características especiales. Una lesión ·parecida es
valente intensa frente a los objetos libidinales y el mecanismo la que presenta el cuerpo del recién nacido al separársele el cor-
psicológico de la introyección del objeto ambivalentemente que- dón umbilical: deja una cicatriz, el ombligo, que también pa-
rido. Esta introyección se realiza en la úlcera junto a la repre- rece hecha con una pinza sacabocados. U no de mis psicoanali-
sentación psíquica del tubo digestivo y en el maníaco-depresivo ·~ados ulcerosos me señaló esa analogía, comparando la úlcera
en la personalidad total. O sea que el melancólico elabora su con- gastroduodenal con la herida del recién nacido al cortársele el
flicto traumático en su aparato psíquico, mientras que el ulce- cordón umbilical.
roso gastroduodenal somatiza su conflicto melancólico. En el Es probable que el corte prematuro del cordón umbilical.
ulceroso la madre, doblemente agresiva por su conducta real y
1 También W. D. Ross, J. Hay, M. F. McDowall (The association o/ certain vcgc/11-
por proyección en ella del sadismo dentario reactivo del sujeto, li1 •,• dislurbances with vario1ts psychoses y
The inculence o/ certain vegetative dist11rba11crs
es introyectada en la representación del estómago y duodeno y ;,. rclation to psychoses, Psychosom. Med., 1950, XII, 170-178 y 179-183) han demostrado
ntadi sticamente relaciones ent,re la úlceragastroduodenal y el tipo maníaco de la psicosis
muerde y agrede de otros modos por dentro al estómago y duo-
111 .tníaco-dcpresiva. En los enfermos no maníacos 1a úlcera parece ser menos frecuente que
deno del sujeto. ,.., el resto de los individuos.
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES .. ,
222
Con esta conducta homosexual y la fantasía del cartel quería lw
tal como se realiza habitualmente en la mayoría de los nacimien-
rir a la madre. Este mismo tipo de reacción se vió en algunos de sm
tos, haga sentir al niño sensaciones dolorosas, que parecen deno- sueños, en los que la homosexualidad estaba representada por al g ún
tarse en los movimientos del niño en ese momento ( aunque éstos alimento desagradable --en un sueño era una rana verde viva- , que
sean también debidos a dificultades respiratorias). Huellas de él obligaba a ingerir a su madre. Con ello quería expresar que su homo-
esta agresión primera por parte del mundo exterior, que lo se- sexualidad era algo malo que la madre "se tenía que tragar".
para violentamente de la madre, deben de persistir en el psi- Sus relaciones homosexuales tenían características especiales. Elegía
quismo del niño y reactivarse en circunstancias ulteriores de la corno amantes a hombres con las cualidades perjudiciales del padre y
vida. Pueden entonces ser un factor más en la génesis de una que, además, tal como el padre hizo con la madre, intentasen perju-
herida análoga a la umbilical, como es la úlcera gastroduodenal. dicarlo a él económica y socialmente. Pero se conducía de modo que
Por ejemplo, al presentarse situaciones penosas que llevan a un conseguía defenderse de ellos y hacerlos inofensivos en sus tentativas.
O sea que, en esta conducta, el enfermo se identificaba con la madre,
sujeto a tener que desprenderse de lazos de unión con la madre
pero con la finalidad de demostrar cómo ella hubiese debido librarse
o familiares y que le recuerdan el nacimiento.
del sometimiento y de la explotación económica que sufría por parte
Así a uno de mis psicoanalizados le apareció una úlcera cuando se del padre y que tan perjudicial resultó para todos ellos.
propuso realizar un viaje alrededor del mundo, que iba a alejarlo del A pesar de esta conducta demostrativa, el enfermo hacía como el
hogar materno, al que estaba apegado muy neuróticarnente. Tuvo en- padre, ya que vivía en dependencia económica absoluta de la madre.
tonces sueños que simbolizaban nacimientos a medio hacer. Por ejemplo, Solamente aparentaba independencia, pasando el día entero fuera del'
en uno de ellos se caía en una red de mallas anchas, quedando sujeto hogar.
por el cuello en una de ellas, sin poderse desprender. Pero llegó una ocasión en que, descontento de ello, intentó una
Era un hombre de 28 años. Su padre era agresivo, holgazán y ju- emancipación más real. Entonces preparó todo lo necesario para un
gador. La madre sufragaba los gastos familiares; era una persona capaz largo viaje alrededor del mundo. Consiguió una beca de estudios, siendo -
en su profesión, pero muy angustiada con su hijo y pensando continua- ésta la primera vez que no recurría a la madre. Días antes de iniciar
mente en que le podía ocurrir algo malo. Mantuvo al hijo muy apega- el viaje tuvo una fuerte hematemesis, por úlcera duodenal, desencade-
do a ella, lo que le trajo dificultades en su desenvolvimiento social y nada por la angustia que le provocaba el alejamiento de su madre. En
sexual. los días anteriores a la hematemesis tuvo los sueños que representaban
El enfermo tuvo un hermano menor, del que primeramente se sin- nacimientos a medio realizar.
tió rival y luego muy compañero, merced a una formación reactiva
de su actitud anterior. Mi material psicoanalítico de enfermos no me permite fun-
Acudió al tratamiento psicoanalítico por su homosexualidad. En damentar más la concepción del corte prematuro del cordón
grandes rasgos, ésta fué motivada por las prohibiciones genitales ma-
umbilical como vivencia traumática reprimida que interviene
ternas, su sometimiento y ambivalencia hacia la madre y el sentimiento
de culpabilidad por su rivalidad con el hermano.
romo un factor más en la génesis de la úlcera. Si actúa real-
Su primera relación homosexual ocurrió después de haber oído de- mente, su intervención explicaría algunos aspectos, de otro modo
cir a la madre que si ella hubiese tenido algún hijo homosexual le habría inexplicables, de la úlcera. Entre ellos, el que la úlcera crónica
arrojado de la casa. Reaccionó decidiéndose a tener relaciones -homose- \Ca generalmente única y muy parecida a la herida umbilical.
xuales; también fantaseó entonces con pasearse por las calles llevando Siguiendo estos pensamientos, se puede llegar hasta a suponer
un cartel, en el que estuviese escrito que él era homosexual, para que
q uc alguna contribución a la profilaxis de la úlcera serí a el evi-
todo el mundo lo supiese.
224 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES .l_J\

tar el corte precoz del cordón umbilical del recién nacido, que agresiones corporales mutuas, La esposa también discutía intensamente
así le resultaría menos traumático y además recibiría más san- con la madre. Se creó así una situación tan insostenible que el enfermo
gre en su organismo, por un vaciamiento mayor de la placenta. se vió obligado a abandonar el hogar materno. A raíz de esta separa
ción de su madre se le presentó la úlcera duodenal.
En sesiones de psicoanálisis aparece también la úlcera gastro-
Se divorció de la esposa y volvió a vivir con la madre, la que mu -
duodenal con el significado de herida de castración genital que,
rió poco después. La muerte no modificó su situación psicológica, por-
por la fijación oraldigestiva, se ha manifestado regresivamente que aun en la actualidad el enfermo vive en la situación de dependencia
en el tubo digestivo. ·Esta castración digestiva puede estar provo- infantil de la madre, es decir, de la "imago materna" introyectada en
cada por la pérdida o abandono de alguna persona querida geni- su psiquismo. Así, tiene siempre grandes remordimientos por no haber
talmente, que en último término representaría a la madre. La seguido la carrera que la madre deseaba para él, a pesar de que no era
imagen fantástica que algunos neuróticos tienen de la herida que de su agrado y de haber triunfado en su profesión actual, cosa que le
dejaría el pene cortado en el vientre, también pr,esenta parecidos hubiese sido imposible en la otra.
con el aspecto real de la úlcera. El influjo dominante de la representación psíquica de la madre se
En determinados casos de ulcerosos, el conflicto entre la fi- observaba también en su relación con su segunda esposa. Vivía con
jación en la madre y en la esposa, consecutivo a una rivalidad ésta como un hijo sumiso con su madre. Le entregaba el dinero que
real de ambas mujeres, a menudo provoca la úlcera, porque obliga ganaba y entonces la esposa sufragaba todos los gastos y le daba a él
lo que necesitaba. La esposa le elegía las diversiones y luego le llevaba
al individuo a alejarse de alguna de esas dos mujeres, lo que para
•1 comer algo. En estas ocasiones él se sentía desorientado y como un
él significa una pérdida del objeto genital y, por lo tanto, tam-
niño ; ella le señalaba a las personas que debía saludar, porque si no él
bién castración. no las veía. Su actitud ambivalente hacia la esposa - y hacia la madre-
Un hombre de 40 años. La madre hubiera deseado que fuese niña, ~c observaba en actos, como en el hecho de no permitirle llevar escote .
porque ya tenía un hijo varón. En consecuencia durante varios años
En último término, en estos casos, causados por prohibiciones
lo vistió femeninamente. Esta conducta y frecuentes enfermedades in-
fantiles incrementaron su apego pasivo y femenino a la madre.
de conseguir genitalmente sustitutos de la madre mala, el futuro
ulceroso se castra psíquicamente, manifestándose esta castración
A los cuatro años le nació una hermana y la madre comenzó a des-
interesarse de él, en el aspecto femenino. A partir de ese momento, la t·n un nivel digestivo (oral). Se manifiesta doblemente: teniendo
madre le frustró en su apego a ella, comportándose con él de un modo dificultades en la expresión regresiva del coito, que para él es
reservado. También el padre, por su lado, le obligó a conducirse de un h digestión de alimentos ( representantes éstos de personas exte-
modo aparentemente viril y, más tarde, hasta le impulsó a seguir la riores, vale decir, de la madre que no puede conseguir genital-
carrera militar. 111cnte y que le es difícil de "tragar") y, además, hiriéndose en
Todo esto le angustió mucho. En la pubertad tuvo pesadillas fre- <"I tubo digestivo, que es el órgano con el que efectúa la digestión
cuentes, en las que veía caras que le perseguían. Pasaba las noches tan y que, por lo tanto, regresivamente, representa al pene. Es decir,
angustiado que trataba de no dormirse, pero como tenía la obligación 110 digiere bien los alimentos y además desarrolla una úlcera.
de ser viril, nunca confesó a nadie sus temores. Una tal castración digestiva, a consecuencia de la prohibi-
Contrajo matrimonio con una mujer por haberla embarazado, t·ión de un objeto genital, aparece en el chiste gráfico repro-
asunto en el cual tuvo que enfrentarse con la oposición materna. Lle ducido de Bud Fisher 1. En él, por obra de la regresión oraldi-
vó a la esposa a vivir a casa de la madre. Desde el comienzo de su ma
trimonio tuvo grandes disputas con la esposa, llegando ambos hast:l 1 Historieta Mu tt y Seff, "Buenos Aires Herald", 14 de abril de 195 0.
226 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GA STROD UODENALES

gestiva, el caramelo de leche perdido representa a la mujer que troduodenal. La leche es ingerida por el niño tomándola éste
el protagonista tuvo que abandonar, los dientes al órgano genital del pecho de la madre, a una edad en la que su relación instin -
masculino inútil y el comer al acto genital. tiva con ésta no le provoca conflictos genitales. En esos primeros
m eses el niño disfruta de los encantos de la madre, sin inconve-
nientes o reproches por parte de sus progenitores. Todavía ·n o
vive los conflictos edípicos. Por otro lado, la alimentación sólida,
como comer carne, significa una alimentación más adulta. Por
este hecho -de ser una alimentación más adulta-, se le da al
niño cuando ya va llegando a una organización instintiva más
avanzada, como es la genital. Con ello, este tipo de alimentación
puede adquirir un significado de objeto genital. Es lo que surge,
por ejemplo, en la frase corriente de "gustar de la carne" o en
la máxima eclesiástica de que los tres enemigos del alma son el
La madre de los ulcerosos gastroduodenales suele ser una mundo, el demonio y la carne, teniendo en estos casos la palabra
persona que se resiste a dar independencia a sus hijos. No le gusta
"carne" un significado de objeto genital.
que se separen de ella, como no sea para conseguir triunfos sociales.
Ahora bien, la alimentación láctea, en un origen, es la que la Esto coincide también con la opinión difundida de que la
madre da directamente al hijo, estando en contacto inmediato ingestión de la carne excita las funciones genitales, como lo
con él. La alimentación sólida es ya un indicio de separación de prueba el que renuncien a ella muchas personas partidarias de
la madre. una vida ascética. También aparece lo mismo en el ritual judío
de la separación de leche y carne. En consecuencia, comer carne
Además, el niño suele pasar de la alimentación láctea a la
puede simbolizar el tener una relación genital con otra persona.
sólida cuando ya se le desarrollaron los dientes, los que mordiendo,
Por todo ello, las prohibiciones genitales que el ulceroso ha reci-
triturando, desgarrando, son los órganos de la agresión oral.
bido de su madre, o de personas sustitutivas, son un factor que
En cambio, la leche se digiere sin necesidad de morder, en cierto
modo sin agresividad; aunque esto no es totalmente exacto, por- influye para que le dañen ciertos alimentos, como la carne u
que para ser asimilada es necesaria su destrucción digestiva. otros de significado genital. De ahí que el ulceroso, para curarse,
.1nhele volver a la alimentación láctea de una edad sin conflictos
Esta falta de agresividad para la digestión de la leche o de
rcnitales 1 •
alimentos similares explicaría su acción beneficiosa en el trata-
miento de los ulcerosos. En efecto, la pueden ingerir sin que les La relación entre satisfacciones genitales y las alimenticias
provoque conflictos psíquicos por su agresividad frente al mun -
do exterior, o sea frente a la madre y, por lo t anto, sin los remor - 1 Algo parecido exprcs,n los siguientes versos de C órdova I t u rburu :
dimientos consiguientes, ni los reflejos patológicos de éstos en su No habías bebido el v ino bermejo
actividad gastrointestinal. de los rne,ios violen tos.
Pero refr escabas tus labios
Pero aun pueden verse más motivaciones en la acción benc con el agua y la m iel
ficiosa de la leche o de alimentos similares para el ulceroso gas- que tfan los sue,ios cast os.
228 SADI SMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES IJIJ

con la carne aparecieron claramente ya en la primera y única al explicar la psicología del ulceroso no se debe hablar simple
entrevista con un ulceroso. mente de un aumento de las tendencias incorporativas orales,
ya que éstas tienen un significado diverso si anhelan la carne o
De su historia infantil refirió la muerte de la madre, cuando él la leche) .
era muy niño, su educación por una tía poco afectuosa y ambiciosa.
En enfermos ulcerosos suelen encontrarse situaciones de ale-
En casa de esta tía durante las comidas solía pensar que a sus herma-
jamiento de una mujer que les ha provocado conflictos y fra-
nos le daban más que a él. Tuvo dificultades en la escuela, por no
dominar el castellano, pero la tía le impulsó a imponerse como extran- casos genitales y de ir en busca de la madre o de otra mujer
jero de valía. Toda su vida la pasó preocupado por mandatos similares sustitutiva, para seguir regímenes en base a leche y papillas.
de la tía, que insistía en que triunfase, lo que él a veces no conseguía, En estos casos, los enfermos buscan inconscientemente a la madre
pero que otras lo hacía de un modo tan perfecto que era considerado de la primera infancia que les satisface plenamente con su ]eche:
como un modelo por las personas de su ambiente. una madre del tipo de la Virgen María, que ofrece su pecho a
Al comienzo de su matrimonio tuvo disgustos intensos por negarse un niño .i nocente ( con el significado corriente de esta palabra,
la esposa a las relaciones genitales. Enfermó entonces de úicera duode- de desconocer la genitalidad y también el significado etimológico,
nal. Durante dos años siguió un régimen de verduras y de abstinencia de in-nocens, el que 110 es nocivo, que no hace daño, es decir,
genital, que le hizo adelgazar mucho y sentirse muy mal. que no es agresivo, que no muerde el pecho materno).
Como él refirió, un día "al ir al trabajo olió la carne asada de un
restaurante" y, pensando que era un desgraciado, que no se llevaba 1 A GÉNESIS DE LA ÚLCERA
bien con su esposa y que tomaba sólo verduras, "decidió comer un
bife y suicidarse de ese modo". No concurrió al trabajo y se fué a Con todos los datos ya obtenidos es posible hacer ahora una
dormir a su casa. Se despertó al día siguiente "y se tocó a sí mismo, reconstrucción de los procesos de la formación de Ja úlcera y
extrañado de no haberse muerto y de sentirse bien". de la sintomatología de ésta.
Durante quince días siguió comiendo carne en el restaurante y ver- El examen de los enfermos lleva a considerar la úlcera como
duras en el hogar. Finalmente contó todo a la esposa, "que le armó una automordedura digestiva, provocada por remordimientos, a
un gran escándalo". Él consiguió imponerse; siguió comiendo carne y consecuencia de deseos agresivos orales contra el pecho frus-
la obligó incluso a relaciones genitales. Durante dos años se sintió muy t rador de la madre. Se vió que el pecho de la madre adquiría
bien y hasta se hizo mujeriego. Pero su amistad con un político pro- importancia para el sujeto por representar regresivamente ob-
minente le impuso un empleo de mucho trabajo y de gran responsabi- jetos genitales, así como el morder representa el acto del coito.
lidad que le impedía diversiones. Así volvió a enfermar de acidez gás-
O sea que el superyo, vale decir la madre internalizada, muerde
trica y luego de úlcera, en esta ocasión de estómago.
interiormente al enfermo ulceroso.
En otras palabras: los conflictos de los ulcerosos con los ali- Se señaló que la sensación de ser mordido se presenta ya
mentos están también provocados por una madre internalizada ( uando el niño está hambriento y antes de que el niño realice
que les prohibe la genitalidad, pero no la oralidad primaria. L:1 rns deseos agresivos contra el pecho materno. Esta suposición si-
prohibición genital trae consigo dificultades en la digestión de gue los pensamientos de Freud, al considerar la situación maso-
alimentos de la segunda fase oral, como la carne, por represent:1r q u ística como anterior a la sádica.
objetos genitales. Los remordimientos de conciencia serían, ante todo, un te-
(Por estos significados distintos de los diferentes alimentos, 1nor del niño, cuando se cree abandonado o malo, a un castigo
230 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES J \I

de la madre en forma de privación de alimentos. Siguiendo sus la existencia de este tipo de úlceras se puede pensar que, en sujetos
experiencias de hambre, el niño percibiría este castigo como el pn~dispuestos por la regresión oraldigestiva, la pérdida de satis-
ser mordido por el seno internalizado de la madre o por la madre facciones instintivas es percibida como hambre o sea como ca-
internalizada. Lo que también le significaría el ser abandonado rencia de alimentos en el estómago o duodeno y que ello crearía
por la madre, ya que es la madre la que le suministra alimento. en estos órganos cierta tendencia a destruirse a sí mismos.
El estudio anterior intentó probar que el ulceroso es un su- Tal tendencia podría provenir de una reacción de dichos ór-
jeto hambriento, como lo sugiere también su aspecto de hombre ganos a digerirse a sí mismos, cuando no tienen alimentos que
delgado. No lo es por una carencia real de alimentos, ya que digerir. Pero, escuchando a los enfermos en su psicoanálisis, se
dispone de ellos y puede ingerirlos. Es consecutivo a una prohi- tiene la impresión de que es también consecuencia de algo más
bición de digerirlos, ya que para él los alimentos tienen un signi- primitivo, análogo a la tendencia a destruirse de cualquier ór-
ficado regresivo de objetos genitales prohibidos. Apoya el consi- gano que no puede cumplir su función. Así como se admite en
derar al ulceroso como un sujeto hambriento el hecho de que biología que "la función hace al órgano", en estos casos parece
el dolor intermitente, que corroe, de la úlcera, parece depender lógico afirmar que la falta o prohibición de función de un ór-
de contracciones de hambre. Contracciones de hambre por es- gano disminuye su vitalidad.
pasmos figuran entre las causas principales de las molestias de Siguiendo esta hipótesis, el hambre que sufre todo ulceroso,
la úlcera. Son también sentidas por el ulceroso como un puño por prohibiciones regresivas de asimilar alimentos, sería la situa-
que le aprieta el estómago. ción básica en la predisposición a la úlcera. El hambre actuaría
En el estudio anterior se vió ya que la prohibición de ali- en el futuro ulceroso disminuyendo la capacidad vital de su estó-
mentos es más intensa tratándose de alimentos propios del ser mago y duodeno, haciéndolos con ello más susceptibles de dañarse
adulto, como la carne, que de otros de tipo infantil, como la por lesiones. Un apoyo a esta hipótesis es el haber podido pro-
leche.- Pero la prohibición puede darse hasta con la leche, como vocar úlceras gastroduodenales en ratas famélicas y en perros
en el ulceroso ya citado estudiado por Harry B. Levey que ex- mal nutridos, realizando experimentos de hipoproteinemia .
presó textualmente: Apoya también dicha hipótesis la observación de Kenjetzny
"Una vez vi una circuncisión. Algo muy interesante. No y Puhl, de que úlceras gastroduodenales son observadas a me-
me horroricé, pero, ¿por qué digo que no? Presumo que tengo nudo en terneros en los tres primeros meses de vida, cuando los
miedo de la castración. Comida. Esto no quiero comer. ¿Sabe .rnimales son cambiados de la dieta láctea a forraje sólido. Los
usted lo que se me ocurre? ¿Por qué he conectado el no comer terneros suelen tener anorexia, pérdida de peso, hasta hematé-
y la castración? Si mi padre me amenazaba con la castración, rncsis y a veces perforación y muerte por peritonitis. En 1500
lo hacía para que alejase mis manos de su mujer. La manera 111imales autopsiados por Bengert y Tanz, la incidencia de úl-
como pongo mis manos en ella es mamando. El modo de libe- ceras era hasta el 98 % en terneros entre las doce y catorce se-
rarme del temor a la castración es no comer". (Cursiva mía.) rnanas. En animales de 6 a 8 meses nunca encontraron úlceras,
Hay sujetos a los que se les ha desarrollado una úlcera gastro- pero sí, en un 68 % de los casos, demostraron la presencia de
duodenal después de perder algo que les significaba satisfacción, lesiones viejas, cicatriciales, curadas, generalmente en el área
como una persona querida o el bienestar económico. Estas úl- pilórica. Los ganaderos saben que los terneros se curan colocán-
ceras son, pues, provocadas por carencia de satisfacciones instin- dolos de nuevo en la dieta láctea. La patogenia de estas úlceras
tivas. Apoyándose en todas las consideraciones anteriores y en \t"rÍa la situación de hambre de los terneros, por la separación
232 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES 11

precoz de sus madres, a lo que se añadiría la actuación erosiva sición el aspecto de la úlcera, que puede ser visto como el molde
de los alimentos groseros. de un pezón.
¿Qué influjos psicológicos tiene la situación de hambre? Y a Lt leche mala de la madre dañando interiormente al sujeto es u11:l
se señaló anteriormente que el hambre produce ,en el sujeto una idea que surge a menudo en tratamientos psicoanalíticos. Así en el si
sensación de mordedura; es el hambre que roe. Según Glover y guiente caso de una joven, no ulcerosa, psicoanalizada por mi esposa.
Melanie Klein, anteriormente a la sensación de mordedura, el La enferma sufrió en su infancia frustraciones orales, por el hecho de
niño pequeño debe tener en momentos de hambre una sensación tener un hermano que nacíó cuando ella tenía solamente un año.
de vaciedad. Estos autores afirman que tal sensación de vaciedad En una sesión de psicoanálisis la enferma hizo un lapsus, diciendo
es la que impulsa al niño a desarrollar las fantasías de vaciar el que el aceptar a alguien como novio sería robarle la madre a él ( en
cuerpo materno, para satisfacerse con sus contenidos. vez de él a la madre). Luego, con madre asoció sapo, algo repugnan-
La sensación de vaciedad sería percibida por el niño pequeño te que la podía morder y tragar. Pensó después en arañas. "Cuando
como un ser vaciado, o chupado, en el estómago y duodeno, por pienso que una patita de araña me puede tocar, pienso que me puede
la madre o por el seno de la madre introyectados. Es esta situa- tragar y matar. Si me siento fuerte, entonces tengo ganas de matar
arañas. Siento que una araña con la pata (pezón, pene) me clava algo
ción psicológica la que origina las fobias a animales chupadores,
y me envenena con líquido blanco. No me gusta ese líquido blanco,
representantes de la madre, como la araña, o Jas leyendas de ani-
lechoso. Es leche mala dentro de mí. Es mi madre 1nala. Es la leche
males que chupan sangre a través del ombligo, o bien que toman que me daba mamá, cuando ella era mala y así me envenena. Usted
la comida materna, metiéndose en el estómago del niño. es la araña cerca." En ese momento se abraza a sí misma y se protege
El ser chupado unido a las fantasías de ser mordido inter- los senos, lo que es interpretado como un temor a que se los destruyan,
viene en diversas concepciones populares, por ejemplo, en repre- por un deseo de destruir el pecho materno malo. Siguió diciendo:
sentaciones ingenuas acerca del infierno (ver lámina frente a "Siento que mamar no fué placer para mí; tengo ganas de morder.
pág. 246), llenas de contenidos masoquísticos, de tipo oraldigcs- En los primeros meses de mi vida lloraba mucho." En estas asociaciones
tivo, en las que el sujeto es comido exterior o interiormente. Así se ven claramente los contenidos de ser mordida por la madre, la que
parece que en el séptimo infierno de los mahometanos, llamado además es como una araña chupadora y que mediante el pezón la des-
Zaoviat o también Derk Asfal, bs hipócritas son llevados a Jo truye con un líquido, que es la leche.
largo de corrientes de fuego ( en la úlcera se siente "ardor" de Fantasías de este tipo, relacionadas con el estómago y el duo-
estómago) y se les obliga a comer, de un árbol especial, frutos deno, deben actuar en la génesis de la úlcera. Son fantasías que
que son cabezas de diablo, las que, luego de ingeridas, desde den Mclanie Klein ha demostrado como corrientes en los primeros
tro les muerden y corroen las entrañas. meses de vida, en la fase de sadismo máximo del niño 1.
Si se tiene el valor de aplicar estas consideraciones a la gé-
nesis de la úlcera, dada la situación básica de hambre existcn tl' 1 Así J\1. Klein: Co11tributio11s to psychoa11alysis, (págs. 3 58 y ss.) refiere del si-
J:uicntc 1nodo una sesión psicoanalítica, en la que un niño interpreta alguno de sus dibujos:
en todo ulceroso, se llega a presumir que un factor en la génesis
"El niño me señaló que el dibujo parecía representar un pájaro y uno "muy horrible" ...
de la úlcera puede ser la imagen psíquica de un pezón de uru l-, n el pico º1nuy abierto ... ". El pico representaba la boca voraz de su madre, pero tam
madre mala internalizada, que destruiría el estómago y duodeno, hin1 los deseos del niño de devorarla. En su mente el niño había devorado a su madre,
chupándolos y mordiéndolos. También los destruiría media nt ,¡11c para él era algo así como un objeto devorador y destructor. Cuando con el dessyuno d
internalizó a la madre buena, sintió que ésta le protegía contra el padre internalizado
su leche mala, la que en el ulceroso estaría representada por el
111110

1·11 el estómago. Cuando internali1ó el uhorrible" pjjaro, el niño sintió que la madre sr habl.t
jugo gástrico y los alimentos groseros. Coincide con esta supo 1111ido con el padre monstruoso (internalizado en el estómago) y en su n1cntc infantil pcn"/)
234 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTROD UODENALES l 11

Otro caso muy demostrativo de cómo la agresión de la imago de un muerto". Realizó un coito, pero sin poder llegar al orgas mo.
materna contra el tubo digestivo del enfermo se realiza mediante Luego soñó que " estaba masticando una hoja de afeitar y se corlaba
el seno materno y algo de tipo alimenticio, es el siguiente: con ella la boca".
Fué provocado el sueño por las palabras agresivas de la novia, las
Un ulceroso duodenal de 30 años. No fué amamantado por su ma- que en el contenido manifiesto del sueño toman la forma de algo que
dre y también con sus amas de leche debió de tener conflictos, porque él tiene que masticar, como un alimento malo y que le hiere el tubo
pasó por cinco diferentes. Además sufrió entonces de gastritis. El pa- digestivo. El enfermo mismo dijo que estas palabras eran como "un
dre era un individuo bebedor y holgazán. La madre era dominante,
hueso duro que se había tenido que tragar" y con la hoja de afeitar
afectivamente fría y trabajadora.
asoció la boca de la novia.
Fué el penúltimo de varios hermanos. Esta constelación familiar le
Otras asociaciones del enfermo precisaron esta interpretación y mos-
provocó el desarrollo de tendencias homosexuales intensas, sin llegar
traron, además, que la lesión en la boca, descrita en el sueño, era una
a la perversión. Tuvo remordimiento por ellas y también por sentirse
expresión regresiva · de ideas de una lesión genital, a consecuencia de
identificado con su padre borracho y holgazán y por la masturbación.
conflictos. Cuando la novia le habló de aquel modo, se sintió agredido
Se sentía incapaz de merecer una mujer en una relación amorosa per-
genitalmente por ella y recordó el caso de un loco que con una hoja de
manente y placentera.
afeitar se había cortado el pene de raíz. Dijo que temía que su novia
Cuando tenía disgustos amorosos, bebía intensamente. Pedía en-
le cortase el pene, le mordiese y que proclamase a los cuatro vientos
tonces las bebidas dobles, lo que significaba aceptar los dos pecholl
su perversión.
"malos" de la madre. Al mejorar en el curso del psicoanálisis, sustituyó
Esta agresión genital y regresivamente oral de la novia fué perci-
las bebidas alcohólicas por café, pero que también tomaba doble en
situaciones de conflicto. bida inconscientemente por el enfermo como realizada por el seno de
ella, al que sintió entonces tan frustrador como fué para él el de su
En la época de su psicoanálisis tenía una novia y ésta le había se-
madre. Como reacción tuvo entonces fantasías agresivas hacia los senos
ñalado y reprochado su homosexualidad. Estos reproches resonaban en
de su novia. Se sintió él con la boca sucia y la saliva fuerte, por lo que
el enfermo como los que había oído a la madre dirigir al padre por
evitó besar a la novia. Era rechazado, por sus deseos agresivos orales,
causas diversas. Por otros motivos más, la novia era para el enfermo
en contra de la novia y en contra del seno agresivo y frustrador de ella
un sustituto materno. A veces se equivocaba, llamándola mamá. Tam-
y anteriormente de la madre.
bién, como a la madre, la consideraba inconscientemente como un ser
fálico y, por eso, en una ocasión, contemplando su sexo, fantaseó que Siguiendo este orden de fantasías del enfermo, en las que la genita-
era deforme, "porque la habían tenido que operar de hermafroditismo, lidad tenía manifestaciones también orales, se imaginó a otra mujer,
para convertirla en mujer." más ardiente que la novia, a la que él le introduciría, no en la vagina,
Un episodio interesante de su tratamiento psicoanalítico fué provo- sino en la boca, su pene, en erección intensísima, el que seguramente
cado por una discusión con la novia y una hermana de ésta. Ambas ata- la heriría. Con esta fantasía compensaba la otra de recibir en su boca
caron a los compatriotas del enfermo, reprochándoles el tener malas d seno de la novia, que le hería y le castraba.
cualidades. Identificándose con ellos, el enfermo se sintió deprimido. Posteriormente elaboró todo esto mejor. Se tranquilizó y se con-
Después de dos días de latencia, en que este episodio encontró co- (ormó con su novia, pero también a través de un proceso análogo
nexiones inconscientes con sus remordimientos por la homosexualidad oralgenital. La novia le invitó a una comida con alimentos agradables,
y la masturbación, reaccionó sintiéndose homosexual y castrado. Fué lo que inconscientemente representaba para é~ una relación genital
a casa de la novia con un frío intenso; los dedos los tenía "como Joi ~atisfactoria. Por otra parte, visitó a connacionales de la novia, con
pretextos de negocios, y se condujo con ellos "de igual a igual", para
que estas imagos de los padres reunidos le estaban atacando por dentro y comiéndole y tJIII demostrarse a sí mismo y demostrarles que ni él ni sus compatriotas
bién atacándole desde afuera y castrándcle". (Cursiva mía.) 1•ran inferiores a ellos, como había asegurado aquélla.
236 SADISMO Y i\JASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES ~ 1

Volvamos ahora a las consideraciones referentes al hambre con dos clases de sensaciones gástricas : la de un puño que le apreL1b11
del ulceroso, para añadirlas a las de ser agredido por el pecho o el estómago y la de un palo que le ahuecaba y vaciaba el estómago.
alimentos malos. En el enfermo la carencia de alimentos o la Dichas sensaciones tenían el significado de agresiones materna y
dificultad en su digestión, provocada por la prohibición oral- paterna por su comportamiento genital reprochable, como puede verse
en sus asociaciones referidas más adelante.
digestiva de los alimentos, sustitutos de objetos genitales, predis-
La primera sensación de puño apretando el estómago era consecuen-
pone a la úlcera. Dicha prohibición regresiva primitivamente
cia de un dolor de hambre, como la enferma misma lo expresó al re-
significa prohibición de 1a actividad del pene o sea castración, ferirse a levantarse de la mesa, abandonando la comida y también en
la que por la regresión oraldigestiva tiende a realizarse en el tubo un desplazamiento del sentir hambre al padre, el que se queda sin un
digestivo, perdiéndose algo de él: un trozo de las paredes gastro- condimento que le agrada mucho.
duodenales, como ocurre en la úlcera. A ello se añaden los daños La sensación del palo en el estómago representa agresiones de la
digestivos provocados por los alimentos ingeridos; el enfermo madre, la que le castra en sus órganos genitales ("le deja sin entra-
considera dañinos estos alimentos, por vincularlos al pecho malo ñas"), a lo que se añaden agresiones del padre, en el que la enferma
de la madre y a una mujer genitalmente agr~siva. Es posible estaba fijada edípicamente ("me tenía y no me tenía") y al que se
somete en la fantasía en un coito masoquista que, por otra parte, tenía
suponer, además, que reforzando estos mecanismos de la génesis
el significado de recibir palos de él.
de la úlcera actúan los recuerdos penosos del corte prematuro
En las asociaciones de la enferma los padres aparecen como tales,
del cordón umbilical al nacer que, por otra parte, significa tam- pero también sustituídos por la hermana mayor y por un amigo lla-
bién separación de la madre y carencia de alimentos. mado Luis, que son los representantes actuales, en la conciencia de la
Estos cuatro factores: la prohibición regresiva de alimentos, enferma, de los padres ya fallecidos:
provocando hambre, la ingestión de alimentos malos o que el "Como si tuviese un palo en la boca del estómago. Se me pasaba
enfermo considera como tales, la idea de la castración fálica, .t la garganta y luego bajaba; como si se pasase a la cintura, a la espal-

que por la misma regresión oraldigestiva tiende a efectuarse da. Como si alguien ... mi hermana mayor escarbara.
como herida dentro del tubo digestivo y, tal vez, también el "De niña tenía eso. Cuando me levantaba de la mesa. Por eso no
quería levantarme de la mesa. Es como si un puño me apretara el estó-
influjo de los recuerdos traumáticos de la herida umbilical for-
mago. Papá era tan nervioso y se enojaba si no estaban bien las cosas .
man un complejo psíquico patógeno. De él forman parte tam-
Yo me levantaba para traérselas y arreglárselas. A papá le gustaba la
bién los remordimientos, bajo el aspecto de ser mordido y sufrir 111ostaza y había disgustos si no la tenía preparada.
otros tipos de agresiones, como el ser chupado, desgarrado, pcr "Es por temor a que se descubra mi relación con Federico .. . Si
forado por la representación de la madre en el superyo, como 111 c hubiesen visto mi hermana o mi padre con él ... No tanto mi
castigo por los deseos de morder y agredir de otras maneras el l1amana, sino mi padre. No admitía que tuviese relaciones con un
seno materno frustrador. Este complejo psíquico inconscicn tl' hombre, si él no era intelectual y de buena familia.
constituye la situación predisponente a la úlcera y coloca al indi "Como si me clavasen un palo y me lo revolviesen. O un puño.
viduo en la posibilidad de padecer de esa enfermedad. < '.orno si me quisiesen ahuecar el estómago. Lo hace alguien que me
quiere matar. Que me hacen tan mala sangre, que me quieren dejar
Por ejemplo, pudo verse esa situación predisponente a la úlcera l'II 111 entrañas. Me quisieran dejar sin vida, muerta. Querer ahuecarla
una sesión psicoanalítica de una mujer que padecía de molestias digl: , 1111a con un palo.
tivas, pero sin lesión orgánica. Tenía remordimientos por su infidclid.,d "Con un puño. Es una impresión distinta. Como si tuviese apreta-
conyugal reciente, con alguien llamado Federico y reaccionaba a dh 1los los nervios y se queda ahí y no pasa. Con reflejos hacia la gargan-
LAS ÚLCERAS GASTRODUOVENALES 2 1,¡
238
SA.DISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

ta ... Ahora lo siento. No como un puño. Como una cosa difusa que atraído por los alimentos perjudiciales o el alcohol, para resolver
se me pasa a la garganta o a la espalda. Son los puntos vitales del or- con ellos, en el nivel regresivo oraldigestivo, las necesidades y
ganismo. conflictos que provienen de etapas libidinales más avanzadas.
"El palo que me escarba. (A la pregunta del psicoanalista de quién Esto se incrementa o disminuye, además, bajo el influjo de
lo maneja:) A veces mi marido. A veces papá. He caminado con las circunstancias exteriores accidentales, que refuerzan o ami-
Federico por la calle y alguien nos podía ver. noran la actuación de las vivencias infantiles.
"Pero es curioso, porque lo siento aquí, en la garganta y en el Siguiendo la formulación de S. Rado para los toxicómanos,
estómago. Lo de la garganta que me deja sin habla. Lo del estómago podemos decir también que el futuro ulceroso busca el orgasmo
que me indigesta la comida. Y hablando de indigestar la comida, es
alimenticio en vez del orgasmo genital. Y lo busca en alimentos
que me sienta mal el tener amores con Federico.
perjudiciales o en desarreglos de comida, justamente por las pro-
"Porque está prohibido. Porque no es mi marido. Y luego porque
nos podía ver Luis. Cierto, es Luis, porque vive cerca de donde íba- hibiciones interiores referentes a satisfacciones instintivas.
mos. En último término, digerir alimentos perjudiciales es, para
"Luis puede representar a mi padre, porque me tenía y no me el futuro ulceroso, ser activo, tal como querían los padres y es
tenía. Y todas las prohibiciones. también obedecer a la madre en las prohibiciones de objetos,
"A lo mejor Federico me toma por una mujerzuela. conjuntamente con la actitud contraria de forzarla a propor-
"El puño y el palo puede representar las distintas armas de mi cionarle satisfacciones instintivas. Es digerir a la madre equipa-
padre, que a veces se enojaba y golpeaba la mesa. Y el palo, el palo rada a un alimento malo, para destruirla en sus cualidades desfa-
que me daban en la cabeza. vorables. Cuando el futuro ulceroso se considera capaz de di-
"Y Federico se parece mucho a un primo mío, con quien mi padre
gerir "hasta piedras", quiere demostrarse con ello que ha vencido
me acusó de ir a una «boite»".
los inconvenientes de su sometimiento infantil y que es un su-
Como puede verse, la situación predisponente a la úlcera es jeto capaz. Las piedras simbolizan a la madre frustradora 1.
la de frustración y agresión genital y digestiva, provocada por Por esta regresión a comportamientos oraldigestivos y por
un superyo prohibidor y agresivo proveniente de la infancia.
1 Precisando aún más, los alimentos como "piedras" en el interior del estómago repre-
Pero hay que tener en cuenta que, al mismo tiempo que las sentan principalmente los dientes de la boca de la madre internalizada, por la que el en-
prohibiciones y agresiones, el futuro ulceroso suele haber reci- fermo se deja "morder" interiormente durante la digestión difícil de esos alimentos. En
bido de sus padres estímulos para actuar en la vida como un b génesis de tales concepciones psicológicas extrañas, que provocan repercusiones orgánicas
(n el estómago y duodeno, interviene el sadismo dentario del niño, ,rue le lleva a morder
sujeto capaz. Obedeciendo a ellos desarrolla su personalidad apa rnn sus dientes el pecho materno frustrador, lo que a su vez le somete, siguiendo la ley
rente, activa y emprendedora, con la que encubre la amargura .Id Talión, al castigo de ser mordido por los dientes de la madre.
de su frustración interior, que le obliga a una conducta de re Este tipo de reacciones explica, por ejemplo, ccmportamientos del enfermo que tenía
1rmor de tragarse dos pastillas juntas, pensando que le podían pellizcar las paredes del es-
nunc1a. tomago.
En su vida adulta, la regresión oraldigestiva, en que se en (Este mismo enfermo creía que las pastillas le apretaban contra "el agujero" del píloro,
cuentra el futuro ulceroso, trae como consecuencia que el abor h,tcicndo movimientos rítmicos de vaivén, levantándole con ellos uperiódicamentc,, una cos-
1,a que tenía allí, lo que le provocaba una hemorragia. O sea, que el enfermo expresa cla-
dar circunstancias exteriores, como las profesionales o amorosa~, ' 1mente su identificación femenina, representando el píloro el órgano genital de la mujer,
sea vivido por él como el comer un alimento y digerirlo. Por ello, ,¡11c está sometido a un coito sádico, realizado con un sustituto alimenticio regresivo del
sus prohibiciones de objetos libidinales le ocasionan dificukHI ,~ ne, q:ue son las pastillas. La hemorragia, según la expresión del enfermo, "periódica" la
t•,¡uipara al "periodo" o sea, a la n1enstruación de una mujer).
en la digestión de alimentos y, al mismo tiempo, el que se sicn t
LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALLS 0,11
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
240

la búsqueda de alimentos perjudiciales o de desarreglos de comida simplemente a la hipersecreción. Aunque, como se verá m;Ís
se le originan los trastornos digestivos que suelen preceder a la adelante, estos fenómenos no son sencillos, porque, por otra parte,
la hiperactividad gástrica, que es una consecuencia de esfuerzos,
aparición de la úlcera. trae secundariamente complicaciones, que actúan favoreciendo
En el ulceroso con gran frecuencia dichos trastornos ante-
riores a la úlcera no se hacen conscientes o bien el sujeto no les la producción de la úlcera. Hay aquí una actuación paradójica,
da importancia, para continuar con su ficción de independencia w contra y a favor de la úlcera, cuya explicación será fácil-
y de capacidad. Esto ha podido demostrarse también mediante mente comprendida más adelante.
experimentos. Así se vió en sujetos ulcerosos que ellos tenían Ha provocado confusiones en la clínica humana el querer
umbral normal de percepción del dolor cutáneo, pero que para hacer depender la úlcera de la hiperactividad gástrica. Lo mismo
reaccionar a él había que someterlos a un estímulo doloroso muy ha ocurrido en experimentos en animales, por ejemplo, en los
aumentado, lo que era aún más patente en aquellos ulcerosos l'jecutados por Silbermann ( que no han sido confirmados por
que habían sufrido perforaciones o hemorragias sin percibirlas. otros investigadores) en perros con fístula esofágica al exterior,
En ellos el umbral de percepción al dolor era muy elevado y para que eliminen todo lo que tragan, sin que les llegue al estó-
mago. Las úlceras gástricas que desarrollan estos perros ham-
también su umbral de re:icción.
Lo mismo que un neurótico se esfuerza en conseguir mu- brientos, cuando ingieren inútilmente comida, han sido expli-
jeres, a pesar de todas sus inhibiciones, ,la prohibición de objetos r:1das por la hiperclorhidria. Para mí son provocadas, ante todo,
genitales, en su forma regresiva de prohibición de digerir ali- por la gran frustración de estos animales al no poder alimentarse
1ragando. No sólo orgánicamente, sino también psíquicamente,
mentos, intenta también ser vencida por el individuo ulceroso
mediante el esfuerzo para digerirlos. La manera de cómo lo .1unque no sea en su psiquismo más evolucionado, dichos perros
1icnen que darse cuenta que lo que comen no les llega al estómago,
puede efectuar es intensificando la motilidad, el tono y las secrc
ciones gástricas, como se suele observar en los ulcerosos. Ello debido a la operación sufrida, lo que, de no ser remediado, los
ocurre también porque para el futuro ulceroso conseguir ob conducirá a morirse de hambre. Según esto, son úlceras provo-
jetos libidinales, en forma de triunfos amorosos o profesionales, 1·:1das por una situación de carencia alimenticia, reforzadas por
es algo así como digerir alimentos difíciles, lo que le obliga a 111ccanismos psicológicos de frustración y agresión exterior.
Psicológicamente, dichos perros se hallan en la situación de
esfuerzos gastrointestinales.
Según esta concepción, por lo tanto, la frecuente intensifi 'l'ántalo unida a la de las Danaides o sea inmensamente frustra-
cación de las actividades gástricas y duodenales de los ulcerosos ilm. Por esta frustración se les deben producir las úlceras y no
no es en sí causa de la úlcera. Es más bien un mecanismo dt· ',rncillamente por hiperclorhidria. Más bien parece lógico pensar
defensa contra los factores de la úlcera, ya que, en último tér que la hiperclorhidria de los perros significa primordialmente
mino, estos factores son: hambre, prohibición de digerir los ali 1111:i defensa contra su situación traumática frustradora, ya que
mentos y búsqueda de alimentos perjudiciales. Por el contrario, e., una preparación, en este caso inútil, para la asimilación diges-
1i va, como lo es el llenarse de saliva la boca de un hambriento
la hiperactividad gastroduodenal es un esfuerzo para la digestión
11tc la vista de una buena comida, aun siendo ésta inalcanzable.
difícil. L.o mismo debe ocurrir en los ulcerosos gastroduodenales.
Dicha concepción coincide con el hecho de que también ,l~
producen úlceras en individuos con quimismo y motilidad g(" La concepción de la úlcera e hiperclorhidria como dos fenó-
tricos normales y que el dolor del ulceroso no puede achacars•• 111L·nos distintos coincide también con el hecho de la imposibi-
242 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA LAS ÚLCERAS GASTJWDUODENALES 11

lidad de curar la úlcera solamente con medicamentos antiácidos. como superyo que se quiere destruir, siguiendo la ley del Talión
No hablan tampoco en contra de esa concepción, porque crean se deja castigar por la madre internalizada en su superyo, digi-
condiciones que no se dan en la clínica humana, los experimentos riéndose a sí mismo.
de producción de úlceras intestinales en animales a los que se ha Es de este modo secundario cómo la hiperclorhidria gástrica,
alejado de la proximidad del estómago las secreciones antiácidas o la continuada secreción clorhídrica de los ulcerosos, colabora
del hígado y el páncreas, con lo que reciben en el intestino el con los otros factores señalados en la producción de la úlcera.
jugo gástrico sin poderlo neutralizar. Los remordimientos digestivos, por los esfuerzos de indepen-
La hiperactividad gástrica del ulceroso parece ser, pues, un dencia y agresivos que supone la hipersecreción clorhídrica, ac-
esfuerzo por superar las prohibiciones instintivas. Pero su actua- túan ahora, con ayuda de la misma hiperclorhidria, sobre la si-
ción trae complicaciones. Este esfuerzo digestivo del ulceroso tuación predisponente a la úlcera o bien sobre la úlcera misma,
tiene en el fondo el significado de tendencias agresivas orales de si ésta ha sido ya producida, aumentando las molestias. Es exac-
morder el pecho materno para conseguir así, regresivamente, los tamente como ocurre en el niño que se muerde a sí mismo con
sustitutos de los objetos genitales prohibidos. Tiene también el su propia boca, porque fué castigado al morder el pecho de su
significado de destruir este pecho, ya que los alimentos son sus- madre pan conseguir, en un esfuerzo justificado de calmar su
titutos de los padres prohibidores 1. Dichas tendencias del es- hambre, el alimento que aquélla no le daba. O sea que la hiper-
fuerzo gástrico se oponen, por lo tanto, al sometimiento infantil. secreción clorhídrica, sin ser en sí la causa previa de la úlcera,
No deben ser satisfechas y provocan remordimientos en el in- ni de sus síntomas, interviene secundariamente en la génesis de
dividuo. la úlcera y refuerza sus síntomas, como el dolor, por ejemplo.
La agresión de la hiperclorhidria provoca remordimientos y, Esta concepción aclara la paradoja de la independencia y, Jl mis-
consecutivamente, la reacción de la vuelta de la agresión en con- mo tiempo, de la dependencia que se observa en clínica entre
tra del propio órgano agresivo que, en este caso, es el estómago los síntomas ulcerosos y la hiperactividad gástrica.
o duodeno. Expresado de un modo concreto: el sujeto, en vez Dichas deducciones psicológicas coinciden también con otros
de esforzarse con la hiperclorhidria en digerir alimentos, qu(' datos de la clínica. Uno de los síntomas más típicos del ulceroso
representan a la madre como objeto genital difícil y deseado y es el llamado dolor de hambre; se calma ingiriendo alimentos,
aunque esta ingestión provoca más tarde nuevo dolor. Como lo
1 Son bien conocidas las tendencias agresivas de los ulcerosos, consecutivas al desean indica la propia denominación, el dolor de hambre es dolor por
tento por su prohibición interior de satisfacciones instintivas 'Y por su somet1m1ento 1na'ill
carencia de alimentos. Y, como se vió anteriormente, la carencia
quista a las agresiones exteriores y a las del superyo. De ahí que al ulceroso se 1~ suela considr
rar como un hombre frustrado y malhumorado. Lo señala, por ejemplo, la carta que H. S. Tru de alimentos es también consecuencia de la prohibición de ser
man dirigió a un crítico musical norteamericano, que reseñó desfavorablemente un concierto asimilados, por el significado de objetos genitales que tienen para
de su hija ("Buenos Aires Herald", 10 de diciembre de 1950): el ulceroso. A pesar de todo, el dolor de hambre es vencido me-
t(He leído su crítica asquerosa. Vd. parece ser un h01nbre v1eJO, frustrado, que j:Hlhh
triunfó. Un hombre que tiene ocho úlceras y que se desempeña en un puesto donde ,r
diante la ingestión de alimentos, porque dicha ingestión tiene
necesitan cuatro úlceras y todas las cuatro sangrando. No sé si me encontraré con V d., JH'I H el significado regresivo de vencer las prohibiciones infantiles y
si esto ocurre, va V d. a necesitar una nariz nueva, 1nuchos bifes (para curarse los 1norc:1 o de conseguir los objetos anhelados, mediante el esfuerzo que se
nes) y tal vez un refuerzo abajo".
Un automovilista norteamericano ("Time", 22 de octubre de 19 51) intentó cYitar !,,
traduce en la hiperactividad gástrica. Ingeridos los objetos, o sea
cinazos molestos, poniendo en su auto un cartel: rrHoot a'w«y - Jt's you.r ulcer". t<Bocin:1 tcid,, los alimentos, se calma el dolor de hambre, pero, como son ob-
lo q~e quieras. Tú eres quien va a tener la úlcera". jetos prohibidos, provocan nuevos remordimientos, es decir, un
244 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA H UMAN A LAS ÚLCERAS GASTRODUODENALES ' -11

nuevo dolor de mordedura en el estómago o duodeno, o sea un situación económica o la salud de algún familiar. Un tipo de
dolor con las mismas características del dolor de hambre ante- conflicto análogo explica el aumento en un 25 % de fallecimicn
rior y, por lo tanto, también susceptible de ser calmado con una tos por perforación de úlceras registrados en Estados Unidos :t
nueva ingestión de alimentos. partir de la depresión de 1929.
La situación predisponente a la úlcera es superada por los Los conflictos originados por refuerzo de las agresiones del
esfuerzos del sujeto de llevar una vida normal, mediante el in- exterior actúan porque el sujeto acepta estas agresiones, añadién-
tento de superar sus prohibiciones intrapsíquicas que se oponen dolas a las de su superyo agresivo, o sea a la actuación agresiva
a las satisfacciones instintivas. En el nivel oraldigestivo el es- de la madre internalizada que le muerde y agrede de otros modos
fuerzo es la hiperactividad gástrica. En la conducta exterior interiormente. Este mecanismo explica el aumento de hematé-
del sujeto el esfuerzo se traduce en algo análogo, como es el des- mesis por úlcera o de perforaciones ulcerosas en Londres a los
arrollo de una personalidad activa, independiente y emprende- comienzos de la guerra pasada o del bombardeo intenso. Lo mis-
dora. Por ello, los autores de habla inglesa han caracterizado al mo ocurrió al ejército alemán, cuando cesaron sus victorias y
ulceroso como alguien "closed-mouth", "self-sufficient" y "go- los soldados triunfantes se convirtieron en perseguidos. Es tam-
getter". bién el caso de los ulcerosos casados con mujeres agresivas o de
aquellos otros que hacen excesivos esfuerzos para triunfar, lo
Una neurosis suele ser consecuencia de los conflictos infan- que inconscientemente les significa lo mismo que realizar una
tiles más los conflictos actuales. Lo mismo la úlcera. Cuando a digestión penosa de un alimento difícil, pero que ellos consi-
la señalada situación predisponente se añaden conflictos actuales deran necesario.
que la refuerzan, se desencadena la úlcera. Los conflictos provocados por un comportamiento genital
Estos conflictos actuales desencadenantes son diversos. Se los que trae consigo remordimientos actúan también, como indica
puede clasificar en tres tipos, según actúen reforzando la situa- esta última palabra, reforzando la actuación de la madre inter-
ción de carencia de satisfacciones instintivas del sujeto o las agre- nalizada digestivamente agresiva. En otros casos los remordi-
siones que recibe del exterior o bien sus remordimientos por su mientos se suelen originar siguiendo un mecanismo melancólico,
comportamiento genital. por la conducta agresiva del objeto genital o por dificultades
Los conflictos del primer tipo, que refuerzan la carencia de del sujeto en el coito, como puede ser la eyaculación precoz, o
satisfacciones instintivas, son la pérdida de una persona querida, bien por reactivación, por motiv~s genitales actuales, de recuer-
insatisfacción con ella o, lo que es equivalente, pérdida de la po- dos homosexuales pasados.
sición económica o social. Actúan mediante el recurso de provocar La señalad:1 división entre conflictos infantiles y conflictos
regresivamente hambre. Por ejemplo, es el caso de la úlcera que ac tuales y, sobre todo, 1a distinción entre los tres tipos de con-
se desarrolla en una mujer que, abandonada por su marido, tiene flictos son esquemáticas. No es que el ulceroso se encuentre bien
que luchar con inseguridades económicas o en un hombre insa en su situación predisponente a la úlcera hasta que un conflicto
tisfecho con su esposa o amante. La mayoría de los casos descrip actual la desencadena. Ya anteriormente suele presentar trastor-
tos por Daniel T. Davies y A. T. Macbeth Wilson, en su conocido nos neuróticos, que se reflejan o no en su actividad digestiva.
artículo, pertenecen a este tipo y así se explica su afirmación Asimismo, el conflicto actual desencadenante no suele ser
de que, en 205 ulcerosos estudiados, el 84 % de ellos empezaron único, ni de un solo tipo. Ello es debido a que las prohibiciones
a presentar síntomas cuando algún acontecimiento afectó MI cdípicas infantiles llevan al sujeto a una situación de carencia
246 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMAN A

de objetos libidinosos y, al mismo tiempo, a la elección de otros


objetos con características agresivas y que le provocan remordi-
mientos.
Así, por dicha situación psicológica previa, uno de mis ul-
cerosos tuvo una relación genital Íntima con una pariente cer-
cana, la que algún tiempo después comunicó a los familiares
lo ocurrido. Se produjo un escándalo que reforzó en él los remor-
dimientos, viéndose obligado a trasladarse a una pequeña ciudad
lejana, a vivir separado de sus padres y en un ambiente difícil r,i,
...a.
y agresivo. Entonces apareció su úlcera.
Una vez originada la úlcera, su curso ulterior está determi-
-
,,:
nado por los factores de la regresión oraldigestiva del sujeto y o
I,..
de su superyo digestivamente agresivo. Éstos imprimen un ritmo
maníaco-depresivo al curso de la úlcera, con temporadas de cura- "
;:¡
e:
ción y de bienestar en el sujeto y otras de sufrimiento. Lo que 1:!
o
¡:¡:
puede ser modificado por la actuación de circunstancias exterio-
res, tales, por ejemplo, como el influjo de un tratamiento. "
-o

i
;;-
¡:Q

.,,"
,;"
a.
, :,
u
...
...,"

~
"U

0
~

.s
;:¡¡
ARTHUR RIMBAUD

Q11,e[q11,efois il demande a11,x médecins si e11,x ,,oien,t


les choses extraordinaires q11,'il aperroit et il lwr
parle et le11,r raconte avec doucettr, en termes que
je ne sa11,rais rendre, ses impressions. Les médecins
le regardent dans les ye11,x, ces bea11,x ywx qui n'ont
jamais été si beaux et plus intelligents, et se disent
entre eux: c'est singulier 1,
JSABELLE RIMBAUD,

Arthur Rimbaud, el poeta del destino vertiginoso que a los


dieciocho años puso punto final a su obra literaria, ha tenido,
como todos los poetas, su leyenda y su misterio.
En esta investigación me limito a exponer sólo las conclusio-
nes psicoanalíticas que pueden deducirse directamente de la vida
y de la obra de Rimbaud, omitiendo las conclusiones obtenidas
mediante analogías con otros estudios biográficos o con casos
clínicos 2 •
1 A veces pregunta a los médicos si ellos ven las cosas extraordinarias que él per-

cibe, y les habla y les cuenta dulcemente, con palabras que yo no sabría repetir, sus im-
presiones. Los médicos le miran en los ojos, esos hermosos ojos que nunca han sido tan
hermosos ni más inteligentes, y se dicen entre sí: es extraño.
2 Un extracto del presente estudio fué expuesto como conferencia en el Instituto
Psicoanalítico de París en diciembre de 1937.
Las biografías más interesantes de Rimbaud son:
Cour.oN, MARCEL: Le Probleme de Rimbaud, A. Gomis, Nimes, 1923.
-La vie de Rimbaud et son oeuvre, "Mercure de France", París, 1920.
RucHON, FRAN<;01s: Jean Arthur Rimbattd. Sa vie, son amvre, son influcnce, Cham-
pion, París, 1929.
Son también interesantes: BERRICHON, Rimbaud; DELAHAYE, Rimbaud; FONTAINAS,
Verlaine-Rimbaud; GOFFIN, Rimba1td vivant; IzAMBARD, "Mercure de France"; MouQUET,

ARTI IUR RIMI\AUO


248 SADlSMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA IIUMANA ARTHUR RIMBAUD '-1!>

Insisto sobre todo en la primera parte de la vida de Rimbaud milia, residiendo en otras ciudades y visitando solamente de tarde
y paso rápidamente sobre la segunda, porque se poseen escasos en tarde a su mujer. Siguió su vida errante hasta los cincuenta
e inciertos datos sobre su estancia en África. Me he limitado años, siendo jubilado a esta edad, y se retiró a vivir a Dijón, en
también a hacer un estudio de la neurosis (perversión) de Rim- donde murió a los sesenta y cuatro años. En los últimos veinte
baud, dejando de lado el problema psicológico de su genio, por- años no se preocupó en lo más mínimo de su mujer e hijos.
que como Freud dice: "Tales investigaciones no pretenden ex- A su muerte, en su habitación, se encontraron varios escritos.
plicar el genio de los creadores, pero muestran los factores que lo Llevaban los siguientes títulos: Correspondencia militar, La elo-
despertaron y la materia que le fué impuesta por el destino" 1 • cuencia militar, Libro de guen1a. Son trabajos de gran extensión;
Correspondencia militar tiene más de setecientas páginas escritas
con letra pequeña y contiene gran número de comentarios muy
LA FAMILIA DE ARTHUR RIMBAUD
minuciosos en los detalles.
El padre, nacido el día 27 de octubre de 1814 en Dole (Jura), Conocía muy bien el árabe: corrigió una gramática árabe y
era un hombre de talla media, rubio, de frente elevada, ojos azu- tradujo el Corán. Se puede admitir que su hijo Arturo haya he-
les, nariz pequeña y ligeramente respingada, boca carnosa. Su redado de él la afición a escribir, la facilidad para el estudio de
carácter variaba entre indolente y violento. No continuó la pro- idiomas extranjeros y asimismo la tendencia al vagabundeo.
fesión de sastre de su padre y a los dieciocho años sentó plaza No menos patológica que el padre era la madre. Físicamente
en un regimiento de infantería, siendo ascendido al año siguiente era más bien alta que baja, tenía el cabello castaño, el color de
a cabo y un año después a sargento. En 1842, siendo ya subofi- la piel ligeramente oscuro, la frente ancha, los ojos azul claro,
cial, partió para Argelia con su regimiento. En 18 52 llegó a ca- la nariz rectilínea y los labios estrechos. Delgada, con manos lar-
pitán. Algún tiempo después le destinaron a Mézieres (Ardenas) gas y nudosas; figura erguida y aspecto enérgico.
y en esta ciudad conoció a su futura mujer, con la que contrajo Procedía de una familia de labradores que desde hacía mu-
matrimonio en 18 53, a los 3 9 años de edad. chas generaciones residía en Vouziers. Su abuelo había sido la-
Era una personalidad claramente psicopática. Después del brador en una finca del señor de Roche (Ardenas) y la revolución
matrimonio renunció a la vida del hogar y abandonó a su fa- de 1789 le dió posesión de la tierra que cultivaba. Tenía un ca-
Rimbaud présenté par Verlaine; PHOTEL, L'ceuvre logique de Rimbaud; IsABELLE R1M- rácter extremadamente rígido e imponía a sus hijos, con firmeza
BA uo, Reliqites. irreductible, lo que ella consideraba como el cumplimiento del
Desde el punto de vista psicoanalítico señalamos la obra de G. E. PARBRJDGE: Psycho deber. No vacilaba en castigarlos físicamente sin preocuparse de
pathological Study of Joan Nicolas Arthur Rimbaud, "The Psychoanalytic Revicw", vol.
xvn, núm. 4, 1930. Solamente he podido leerlo después de tener escrito este trabajo.
la presencia de personas extrañas; así abofeteó públicamente a
Pero no hubiese modificado mis conclusiones. Arturo, cuando éste contaba ya más de quince años.
1 También sobre el mismo tema escribe FREUD (Un re.cuerdo infantil de Leonardo
de Vinci): "No hay que ilusionarse en vano, a los lectores de hoy no les gusta la patografía,
Un amigo de Rimbaud, Louis Pierquin, describe a la madre
Esta repulsión se disimula bajo el siguiente reproche: las investigaciones patográficas sobr,· del siguiente modo: «Era una mujer de un orgullo desmesurado.
un gran hombre no nos enseñan nada, ni sobre su valor, ni sobre su obra, y no mcrcc,, Autoritaria, no admitía ningún consejo de nadie. Católica in-
la pena de estudiar en él cosas que se encuentran en cualquier persona. Pero esta crí tir.,
transigente. Era de una asombrosa dureza." Paterne Berrichon
es tan injusta que solamente puede ser comprendida juzgándola por lo que es: un pretexto
y un velo. La patografía, en efecto, no se propone explicar la vida de un gran homh,,· ha dicho de ella que "era una mujer de hierro". Hubiera podido
y no se puede 1eprochar a nadie el no cumplir lo que no ha prometido." añadir también "de hielo".
250 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD ,,,
Sin caer en la beatería, era católica inflexible. Se preocupaba
mucho de la educación religiosa de sus hijos y de que éstos cum- LA VIDA DE ARTHUR RIMBAUD
pliesen fielmente con los preceptos de la Iglesia. Poco sociable, LA INFANCIA.
rehuía todo trato con vecinos y amigos. Amaba el dinero hasta
la avaricia y evitaba el dar la más pequeña cantidad a sus hijos. Rimbaud nació en Charleville, el 20 de octubre de 18 54 1 •
Muy poco cariñosa, era incapaz de comprender afectivamente Pasó los primeros años de su vida en el domicilio del abuelo
a su hijo Arturo. En medio de todas estas cualidades desfavo- materno. A la. muerte de éste, la madre con todos sus hijos se
trasladó a Charleville 2 •
rables existían algunas favorables. Poseía un gran sentido de la
vida real y una energía intensa que le permitió vencer las difi- En esta ciudad reside en una casa de vecindad de una calle
·c ultades originadas por el abandono del marido, debido, proba- popular. La madre, considerando que sus vecinos eran de un ni-
blemente, a la aspereza de carácter de ella. vel social inferior al suyo, rehuía su trato e impedía que sus
hijos jugasen con los demás niños de la vivienda, debiendo per-
Arthur Rimbaud tiene de común con su madre el sentido
manecer la mayor parte del día encerrados en casa. Arthur Rim-
de la realidad, que no le abandona en las peores épocas de su
baud recuerda cómo, durante los calores del verano, sufría del
vida, su rigidez afectiva y el amor al dinero. También la reli-
encierro forzoso y cómo se asomaba al hueco de la escalera, con-
giosidad, aunque en Rimbaud es muchas veces de carácter nega-
templando con ansias de libertad la luz que entraba de la calle.
tivo intenso.
Nos refiere también que en esos días de verano rril était entété a
Arthur Rimbaud fué el segundo de cinco hermanos, de los se renfermer dans la fr.aicheur des latrines; il pensait la, tran-
cuales dos fueron mujeres y tres varones; de éstos uno murió a quille et livrant ses narines" 3 •
los 17 años y otro en la niñez. El hermano mayor, Federico, En su domicilio Rimbaud rrsudaba obediencia todo el día"
produce la impresión de haber sido un débil mental, ya que bajo la férula de su madre, que vigilaba estrechamente su con-
estudiaba mal en el colegio y posteriormente descendió en la ducta y su aplicación en el estudio de los deberes escolares y re-
escala social hasta llegar a ser vendedor de periódicos. En cuanto ligiosos.
a las hermanas, Isabel fué, como la madre, una persona de ca- Si los días de semana poseían poco encanto para los miembros
rácter difícil. Asistió a su hermano en su última enfermedad, jóvenes de la familia Rimbaud, Jos domingos y fiestas no eran
contribuyendo con sus palabras a su vuelta al catolicismo. Isabel
Rimbaud escribió dos libros. En uno, titulado Reliquias, describe 1 Según Berrichon, Rimbaud nació con los ojos abiertos, y cuando fueron a poner-

a su hermano idealizándolo 1. El otro libro, En los remolinos de le ]os pa1ia]es, las personas que estaban en la habitación, vieron que sonriendo y movién-
dose, se dirigía arrastrándose hacia la puerta. Citamos esta afirmación solamente a título
la batalla, narra su huída de Roche ante la invasión alemana al de curiosidad.
comienzo de la guerra de 1914. Sus escritos poseen cierto valor 2
En el piso bajo de la casa en que nació Rimbaud tenía su tienda un librero. Según
literario. La otra hermana, Vitalia, murió joven. llcrrichon, Rimbaud a los cuatro años se extasiaba contemplando las imágenes del escapa-
Los escasos datos que se conocen sobre otros parientes de Rim- r.1te. Un día el librero le sorprendió en su éxtasis y le preguntó qué era lo que miraba.
ll imbaud, ya huraño a esa edad, primeramente no contestó, pero ante la insistencia del
baud no son dignos de mención. librero señaló las imágenes. El librero le propuso vendérselas. Entonces el niño, todo em o-
cionado, le contestó que ya que no tenía dinero, le daría, en cambio de las imágenes, su
1 Así vemos que Isabel Rimbaud escribe las siguientes frases sobre su hermano, q u,•
hermanita pequeña, que había nacido hacía poco.
tan mal concuerdan con la vida de éste: "La pureza de tus costumbres ha llegado a ser
legendaria. Jamás ningún ser de lujuria ha pasado tu umbral y tus pies jamás han p1· 3 "Tercamente se encerraba en el frescor de las letrinas; allí pensaba tranquilo,
tld.,tando sus narices."
netrado en un lugar de alegría."
252 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD '11

mejores. En estos días la familia se paseaba por las calles de la las letras demuestra gran facilidad de comprensión, y de reda<.:
ciudad, camino de la iglesia o de la plaza, formando un cortejo ción 1 y sobresale notablemente por encima de sus condiscípulos.
rígido que despertaba la hilaridad a su paso. Delante iban las A veces ayuda a estos últimos dándoles composiciones hechas por
dos hermanas, después Arturo y su hermano Federico, ambos él rápidamente en versos latinos sobre el tema impuesto por el
vestidos con trajes y zapatos de forma desusada y llevando cada profesor; como ha tenido buen cuidado de variar el estilo en
uno un paraguas de hermoso color azul 1. Cerrando el desfile cada una de ellas, el profesor no sospecha que todas las compo-
iba la señora Rimbaud, erguida e inconmovible. El conjunto pro- siciones sean del mismo autor. Pero a pesar de los regalos de
vocaba los comentarios irónicos de todos los conciudadanos. composiciones, los condiscípulos quieren poco a Rimbaud, a
Pero, a pesar de las burlas, la compostura materna y el arreglo quien reprochan el ser cruel.
del cortejo no sufrieron nunca la menor modificación. La religión ocupa un lugar importante en su educación. Des-
Eran escasos los momentos en que Arturo podía librarse de la de muy niño la madre le envía a la iglesia para que adquiera
vigilancia materna. Y aun en dichas ocasiones su carácter tímido conocimientos de doctrina cristiana. Allí su carácter poco tole-
le impedía jugar con niños de nivel social análogo al suyo. En rante le acarrea algunos disgustos. En una ocasión se pelea con
cambio, los niños pobres, mal vestidos, sucios y malolientes le sus compañeros, a la salida de una clase de religión, porque aqué-
atraían, despertando en él una profunda compasión, que extra- llos jugaban con el agua bendita de una pila. La pelea se pro-
ñaba grandemente a su madre, cuando le sorprendía con sus mí- longó hasta la intervención del sacerdote instructor.
seros amigos.
En sus poesías, Rimbaud recuerda cómo, a los ocho años de LA PUBERTAD.
edad, aprovechaba las ausencias de su madre para jugar, luchan-
do, con la hija de unos obreros vecinos. Esta niña le pegaba y La pubertad se inicia, y con ella las modificaciones físicas y
Arturo, mientras procuraba devolverle los golpes, rril luí mor- psíquicas que la caracterizan. Rimbaud, que a los quince años
dait les fesses" rrcar elle ne portait jamais de pantalons". Y cuando medía 1,61 metros, a los dieciséis años tiene ya una estatura
la presencia de su madre le impedía ver a su amiga, rril rempor- de 1,79.
tait les saveurs de sa peau dans sa chambre" 2 • La pubertad abre los horizontes en que su alma estaba con-
A los ocho años inicia su vida escolar que se prolonga casi finada. Una circunstancia exterior contribuyó también a dilatar
hasta la terminación del bachillerato (1870). En general es un 1 La actividad literaria de Rimbaud debió iniciarse muy precozmente. En un cua-
alumno muy brillante; consigue adelantar en las clases a su her- derno suyo de colegio, se ha hallado el siguiente escrito compuesto cuando contaba echo
mano mayor. Prefiere las letras a las ciencias. En el estudio de años de edad:
"El sol, antorcha celeste, se apagaba dejando escapar de su cuerpo de fuego una última
1 La madre de Rimb,ud debía preocuparse muy poco de someterse, aunque súln y débil claridad que, sin embargo, permitía percibir todavía las hojas verdes de los árboles,
fuese ligeramente, a los dictados de la moda. Sus hijos solían ir vestidos "con sombrrrn las florecillas que se marchitaban y las copas de los pinos, de los álamos y de las encinas
hongo, cuello blanco, chaqueta negra y un pantalón de una tela color azul pizarra, de h qu seculares . .. "
la señora Rimbaud debió haber comprado una gran cantidad, tal vez una pieza intermi,1.11,lr, Este escrito termina con el siguiente juego de palabras " . saperlipote Je saperlij10-
porque vistió a sus hijos con pantalones hechos de esta tela durante varios años, y no me :11 r. J1ette, saperlipopetouille, saperlipouille et saperpouillette''.
vo a negar rotundamente que cuando Rimbaud fué a presentar su obra maestra a los ami¡;o, ,1 A los once años Rimbaud abandona la escuela y continúa sus estudios en el Instituto.
Verlaine, no estuviese vestido con un pantalón azul pizarra". (DELAHAYE.) A los pocos días de estancia en el Instituto, un resumen de la historia antigua causa una
2 ule mordía el trasero", "porque ella no llevaba nunca pantalones,,; ºllevaba .t •o sensación profunda entre sus profesores por la claridad y la madurez espiritual con q uc
cuarto los sabores de su piel". estaba escrito. En años posteriores Rimbaud consigue casi todos los premios escclares.
ARTHUR RIMBAUD '\\
254 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

Después de unos días de encierro en la comisaría, Rirnbaud


su formación espiritual. Fué la llegada al colegio de un profesor=
pide auxilio a su profesor -no a su padre-, que consigue su
Georges lzambard, que era sólo seis años mayor que su discípulo.
libertad. La vuelta al domicilio produjo una escena que no debió
Rimbaud, hasta los quince años, no había podido leer más que de ser rara en su ambiente familiar. Al verle llegar, la madre
escasos libros, por no disponer de facilidades para adquirirlos. le suministró "una enorme bofetada", a la que siguió una re-
Algunos periódicos ilustrados que recibía la familia y la Biblia prensión, "en términos tan violentos", que Izambard quedó es-
rra la tranche vert choux" de los domingos, calmaban su sed de tupefacto.
lectura. Pero la situación cambió con la llegada de Izambard al La conducta materna produce las consecuencias que son de
colegio. El joven profesor otorgó su amistad al precoz discípulo, esperar: quince días después Rimbaud vuelve a fugarse. A los
le dió consejos, corrigió algunas de sus producciones literarias y, veinte días de fuga se refugia en el domicilio de su profesor.
hecho más importante, le abrió las puertas de su biblioteca 1. Cuando lo sabe la madre, llama a la policía para que reinte-
La felicidad de Rimbaud fué completa cuando, en el verano gre a su vástago al hogar, en donde le acogen nuevas bofetadas
del mismo año, el joven profesor, al ausentarse de Charleville y violen tí simas reprimendas. Nueva fuga el 2 5 de febrero de 1871,
para disfrutar de sus vacaciones, le entregó las llaves de su cuarto. de la que regresa espontáneamente, después de quince días.
¡Rimbaud disponía por fin de libros en abundancia y de un local En su segunda fuga Rimbaud elige como meta el país belga
para poder leer lejos de la vigilancia materna! No desperdicia y allí visita a condiscípulos, a veces invitándose él mismo a comer·
esta magnífica ocasión y algún tiempo después escribe a su con sus familias. En su tercera fuga, París es el lugar que le
profesor comunicándole haber leído todos sus libros y releído atrae y la literatura dirige sus andanzas por esta ciudad. La ex-
algunos de ellos. periencia de la primera escapatoria le enseña a no hacerse de
La falta de cariño en el hogar, el deseo de libertad, la pubertad nuevo sospechoso a la policía. ·
y las recientes lecturas conmueven intensamente el alma de Rim- Después de la tercera fuga Rimbaud permanece ocho meses
baud. Todo ello contribuye a que el 29 de agosto de 1870 se seguidos en su domicilio. Solamente lo vuelve a abandonar lla-
fugue por primera vez del domicilio materno. Tiene quince años mado por Verlaine y su marcha no tiene entonces el carácter
y medio de edad. de huída. Pero la vida sedentaria de estos ocho meses no indica
Su primera fuga no tiene un resultado feliz. Rimbaud toma que su conducta se haya hecho normal. Más bien ocurre todo-
el tren y va camino de París, pero al llegar a la estación de destino lo contrario. No contento con desobedecer a su madre, hace
la policía le detiene. Ha viajado sin billete y además su conducta ostentación del desprecio que le inspira la ciudad en que vive
en el tren ha sido provocativa. y todos sus habitantes. Se pasea por las calles mal vestido, sin
sombrero, con el pelo largo hasta la espalda, siempre fuman-
1 El carácter de la señora Rimbaud le impedía ver con buenos ojos el que Izambanl
prestase novelas a su hijo Arturo. Véase la siguiente carta:
do una pipa que lleva rr con el hornillo hacia abajo, como úl-
"Le agradezco a usted mucho lo que hace pcr Arturo; le da usted consejos, le ayud• timo refinamiento de mal gusto". Insulta a los sacerdotes, escribe
a hacer sus deberes fuera de las horas de clase, cosas a las c'uales no tenemos ningún dcred11,. blasfemias en los bancos de la ciudad y se emborracha con fre-
Pero hay algo que no podré aprobar; por ejemplo, la lectura de un libro como el que le h
dado hace tinos c uantos dí as, Les Miserables, V. Hugot ( !) . Usted, señcr profesor, debe, l,ro
cuencia. En su casa es irascible y tiene un humor sombrío. Sus
mejor que yo que hay que tener mucho cuidado en la selección de los libros que se po11t11 gestos son bruscos y sus modales groseros. Desprecia a sus herma-
delante de los ojos de los niños. Por eso yo he pensado q'ue Arturo ha conseguido, es Lc lil"" nos y desespera a su madre, que llega a creerlo loco.
sin que usr~-:-1 se lo haya consentido, iya que seg uramente sería peligroso el pern1itirll•
jantes lecturas."
1ir11u
Según Delahaye, llevaba la cabellera hasta la mitad de la es--
:'
ARTHUR RIMBAUD
256 SADISMO Y MASOQ UISMO EN LA CONDUCTA HUMAN A

palda. Un día un gracioso, al verle pasear sus melenas por las Verlaine ha prometido alojarle en el domicilio de los ¡ndn·5
calles de Charleville, se le acercó y le dió veinte centavos, acon- de su mujer, en el que él residía también. El que se calific ah.t
sejándole ir al peluquero. Rimbaud agradeció sin inmutarse la a sí mismo de "pequeña porquería nada molesta" llega a Parí~
oferta y el consejo, guardó el dinero en el bolsillo y lo gastó más en octubre de 1871 y desde este día su presencia y su conducta
tarde en tabaco. empiezan a provocar el estupor y luego la indignación de las
Años después, en 1875, Rimbaud se quejaba de dolores de ca- personas con quienes convive. Pero su talento poético produce
beza intensos que, según él, procedían de llevar el pelo dema- admiración. Víctor Hugo le ll ama "el Shakespeare niño" y el
siado largo; entonces decidió afeitarse completamente la cabeza. pintor Fantin Latour le pinta en su " Esquina de mesa" (véase
Durante el entierro de su hermana mayor, Vitalia, que ocurrió la lámina frente a la pág. 247).
por aquella época, Rimbaud iba en el cortejo luciendo una cabeza
bhnca como pergamino nuevo. Y en su lecho de muerte, en 18 81,
Rimbaud hace también que su hermana le afeite la cabeza.

RIMBAUD - VERLAINE

Su conducta extraña no sólo no le impide, sino más bien le


anima a escribir poesías, de las que publica algunas. Charleville,
con todos sus habitantes y también con su madre, sigue disgus-
tándole profundamente, al mismo tiempo que París Je atrae
como antes. Rimbaud desea ir a París a iniciarse en los cenácu-
o\·;
\¡ .
los literarios. Escribe con ese objeto a Théodor de Bainville dos
cartas que contienen versos, pero no consigue el menor resultado.
Rimbaud visto por VERLAINE
En vista de ello, y ateniéndose a consejos de un amigo, se dirige
a Verlaine, le expone su deseo de ir a París, se califica a sí mismo
de rrpequeña porquería nada mol esta" y le envía asimismo ver-
1 Primeramente el aspecto infantil, ya que apenas tiene diecisiete
sos. Entre Verlaine y Rimbaud circulan varias misivas, hasta que, años, decepciona a todo el mundo. Pero más que el aspecto físico,
finalmente, Verlaine le llama a su lado diciéndole: "Venga, gran su carácter le ocasiona conflictos a cada instante. Muy tímido
alma, le esperamos; le deseamos." Y así se inicia toda la tragedia y a la vez orgulloso, Rimbaud, en el domicilio de Verlaine, casi
de la pareja Rimbaud-Verlaine. Verlaine nos ha dado una des- no habla con los parientes de este último. Solamente escasas fra-
cripción del Rimbaud de esta época: "Una cara perfectamente ses, a veces incomprensibles, salen de su boca. rrLos perros son
oval de ángel en destierro, con el pelo revuelto de color castaño todos liberales" exclama el primer día de su estancia en París, al
y unos ojos de un azul pálido inquietante . . . Una verdadera ver el perro de la casa, sin que Verlaine ni su familia comprendan
cabeza de niño redonda y fresca, en un cuerpo · huesudo y tor- lo que ha querido decir. Ese mismo día exige que quiten de la
pe de adolescente que crece. Habla con un acento regional muy habitación, en que va a dormir, un cuadro que representa a un
marcado, casi en dialecto, y tiene los altos y los bajos caracte- antepasado de la familia, porque lleva puesto un traje de m arqués
rísticos del cambio del tono de la voz en la pubertad."
258 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CON DUCTA HUMA N A ARTHUR RIMBA UD !, \ IJ

y ello le irrita a causa de sus ideas democráticas. Otro día Ver- alimentar por Verlaine y escribe sus Illuminations. Los amores
laine, al volver a su casa, encuentra a Rimbaud tumbado en la homosexuales continúan y van tristemente acompañados de bo-
acera, tomando tranquilamente el sol, y causando el estupor de rracheras, discusiones, riñas, celos y amenazas de abandono.
todos los vecinos. En resumen, Rimbaud se hace tan insopor- En varias cartas dirigidas a sus amigos, Verlaine se defiende de
table a la familia que, al cabo de tres semanas, Verlaine se ve la acusación de homosexualidad. En una de ellas añade: rr nous
obligado a buscarle domicilio en otra parte. sommes préts, Rimbaud et moi, a montrer, s'il le faut, nos culs
Varios amigos de Verlaine le alojan sucesivamente en su domi- (vierges) a toute la clique". Pero el proceso de Bruselas demos-
cilio. Mas la conducta de Rimbaud no varía. Se exhibe desnudo tró la existencia indudable de la homosexualidad.
en la ventana, ensucia voluntariamente con excrementos la habi- A mediados del mes de noviembre, Rimbaud vuelve a Francia,
tación, bebe cantidades enormes de ajenjo, fuma haschisch, ma- dejando a su amigo en Londres. A principios del año 1873,
nifiesta ruidosamente su desaprobación en círculos literarios cuan- Verlaine cae enfermo y escribe cartas pidiendo auxilio a su ma-
do no le agrada la lectura de una poesía, se pelea con algunos de dre, a su mujer y a todos sus amigos, incluso a Rimbaud. Proba-
los asistentes si le contradicen y hasta llega a querer matar a blemente la enfermedad no debía de ser muy grave, ya que ocho
uno de ellos. A consecuencia de todo esto los amigos de Ver- días más tarde se encuentra completamente bien. No es la pri-
laine tienen que renunciar también a albergarle y, en 1872, Rim- m era vez que V erlaine recurre a ponerse enfermo para resolver
baud alquila una habitación que pagan Verlaine y sus amigos. neuróticamente conflictos que no puede dominar de otro modo.
Verlaine le visitaba muy a menudo y a veces se quedaba con él En la situación presente, sus conflictos son la marcha de Rimbaud
toda la noche. y el juicio de divorcio que su mujer ha iniciado. Rimbaud acude
El escándalo que produce su conducta, y sobre todo sus rela- a la llamada de su amigo, y después de unos días de estancia en
ciones homosexuales con Verlaine, obliga a Rimbaud a irse de Londres vuelve de nuevo a Francia.
París y volver a Charleville, que a los pocos días abandona pa- En Rimbaud el cansancio de Verlaine empieza a preparar la
ra partir a Bruselas con Verlaine. La mujer de éste que toda- separación definitiva. Pero realiza todavía con éste un nuevo via-
vía no sospechaba el carácter homosexual de esas relaciones, fué je a Inglaterra y durante el mismo se inicia el fin casi trágico de
en busca de su esposo acompañada de su madre. Consigue con este amor homosexual. Rimbaud tenía entonces dieciocho años.
vencer a Verlaine que vuelva con ellas a París. Verlaine acccdt· En Londres Verlaine se emborracha casi continuamente. Las
y las acompaña al tren, pero al llegar a la frontera francesa discusiones y las luchas de los dos amigos son cada vez más
desaparece y las viajeras solamente vuelven a verlo, en el an intensas. Todo ello ocasiona que, a principios de julio, Verlaine
dén, cuando el tren ya se. ha puesto en marcha. A las llamacLi~ rarta para Amberes, dejando a su amigo en Londres, sin dinero.
de su mujer para que suba al tren, Verlaine afianza su sombrero Pero la separación dura poco tiempo, ya que unos días después se
en la cabeza y les grita que se queda. Poco más tarde, Verlai rv· vuelven a reunir en Bruselas. En esta ciudad Rimbaud expresa
escribe a su esposa insultándola por haber ido en su busca y por \U deseo de abandonar la vida en común. Verlaine, muy excitado
haber intentado destruir su amistad con Rimbaud. En la carta ll por la desesperación que Je producen las p alabras de su amigo y
hace reproches, porque "tal vez ha destruído el cariño en el cor:, también por la dosis de alcohol que había ingerido poco antes,
zón de su amigo y porque teme que éste no quiera volver a veril'" t icrra con llave la puerta de la habitación en que se hallan, saca
De Bruselas los dos rrpitoyables freres'' se trasladan a Londrn, un revólver y dispara dos tiros contra Rimbaud, alcanzándole
Verlaine trabaja como periodista. Rimbaud no trabaj a; se dl'j ,1 en la m uñeca, pero sin herirle gravemente. Después de los d is-
260 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD ; ,; 1

paros, Verlaine entra en un estado de desesperación y de remor- Chipre, Roche, Egipto, Chipre. En sus v1aJes trabaja y cstudi,1.
dimientos intensos y, pidiendo continuamente perdón a su ami- Aprende bien el inglés, alemán, italiano, español, ruso, griego y <'I
go, le acompaña al hospital. Una vez curada la herida, los re- árabe y se interesa asimismo por las ciencias físicas y geográficas.
mordimientos y la desesperación cesan. Verlaine vuelve a amena- En el año 18 8 O recorre varios puertos del Mar Rojo y penetra
zar a Rimbaud, lo que ocasiona que la policía belga le detenga en Abisinia, en busca de trabajo. En Adén, una casa de importa-
y le encierre en la cárcel. Días después Verlaine fué condenado ción y exportación de café, marfil y telas, le emplea durante
a dos años de prisión, que tuvo que cumplir casi Íntegramente. varios años.
A la salida de la carcel, Verlaine visita a Rimbaud, que por En la última época de su vida, Rimbaud vive en Adén, lugar
entonces residía en Stuttgart y pretende reanudar la vida ante- inhóspito y caluroso, guiado por su afán de ganar dinero, para
rior. Rimbaud se opone en términos violentos y consigue hacerle poder volver algún día rico a su patria. Sufre mucho a causa del
volver a París. clima y se aburre terriblemente. El dinero que ha ganado, con-
vertido en oro, lo lleva cosido en el cinturón que tiene puesto y.
AÑOS DE MADUREZ como pesa unos veinte kilos, Rimbaud se queja, en sus cartas,
A los dieciocho años Rimbaud quema todos los ejemplares que de que le produce dolores intestinales y cólicos disenteriformes.
posee de su libro Une saison en enfer y renuncia por completo Pero se preocupa poco de su salud y solamente le interesa que
a la literatura, manteniendo esta renuncia durante los diecinueve el peso de su cinturón vaya aumentando.
años que le quedan de vida. Su conducta sufre una modificación En el mes de febrero de 1871, después de una marcha, siente
favorable en el sentido de la normalidad, pero sin perder un carác- un dolor en la rodilla, del que pretende librarse haciendo ejer-
ter marcadamente extraño. cicio. Sólo consigue aumentar el dolor, y además se produce una
Inicia una nueva relación homosexual con otro escritor, Ger- gran inflamación de la articulación. No puede moverse y en
main Nouveau, que duró menos que la de Verlaine. Probable- camilla tiene que ser llevado a hombros por unos negros, reco-
mente Rimbaud no abandonó en toda su vida las prácticas ho- rriendo, en medio de grandes sufrimientos, los trescientos kilóme-
mosexuales. En los últimos años, pasados en África, vivía con tros que le separan de Adén. En esta ciudad los médicos del hos-
una mujer abisinia, pero parece que esta mujer servía de pantalla pital europeo le diagnostican la existencia de una inflamación de
para encubrir sus relaciones homosexuales con muchachos. la sinovia "que ha llegado a ser peligrosa por falta de cuidado".
De 1874 hasta 1880 -veinte a veintiséis años- Rimbaud s<· En Adén se niega a autorizar la amputación de la pierna que
convierte en un viajero incansable: Verlaine le llamó "el hombre los médicos le aconsejan. Rimbaud se ve obligado a volver a Eu-
de las suelas de viento" a causa de su extrema movilidad. Primero, ropa. Ha adelgazado mucho, "parece un esqueleto y su rodilla
otra vez a Londres, luego a Alemania, Milán, Turín, Siena, Mar- derecha tiene el aspecto de una calabaza". En Marsella sufre la
sella, España; se alista posteriormente en el ejército holandés y <·~ amputación de la pierna enferma el 23 de mayo de 1891. Tres
destinado a Sumatra, de donde deserta al cabo de varios días par;1 meses más tarde, otra vez en Marsella, los médicos del hospital
volver a Europa; recorre en barco las costas inglesas, norueg:l\, diagnostican la existencia de un cáncer en el muñón. Finalmente,
danesas, holandesas, francesas; luego sucesivamente Burdeos, Char después de varios meses de espantosos dolores, Rimbaud, que ha
leville, Holanda, Copenhague, Estocolmo, Marsella, Alejandría, vuelto a la religión católica, muere el 1 O de noviembre de 1891,
Roma, Charleville, Hamburgo, Suiza, Roche, Génova, Alejandría, a los 37 años de edad.
262 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RlMBAUD _,¡;,

El día antes de su muerte Rimbaud dicta a su hermana las rizaciones de cariño en éstos y reforzar los deseos agresivos y
siguientes frases: de rebeldía.
Un lot: une dent seule Rimbaud habla repetidamente de su madre sin exterioriz::i r
Un lot: deux dents jamás el menor afecto positivo hacia ella, afirmando, por el
Un lot: trois dents contrario, cuán dura e insoportable era la educación a que le
Un lot: quatre dents tenía sometido. En su infancia Rimbaud se sintió desgraciado y
Un lot: deux dents 1 • abandonado por su madre. Como dato interesante, que confirma
esta hipótesis, tenemos una de sus primeras poesías, en la que
PSICOANALISIS DE RIMBAUD describe la desilusión de dos huérfanos que, en la última noche
del año, sueñan con el cariño de una madre que les dé calor y
PSICOLOGÍA DE LAS FUGAS
regalos y que se despiertan solos, desilusionados, en una habita-
Un hogar incompleto albergó la infancia de Rimbaud. El ción fría. Los versos rrles enfants sont sans mere . . . et le pere est
padre, casi continuamente ausente, debió influir poco, al menos bien loin . .. les petits ont froid, ne dorment pas, ont peur . .. ni
de un modo directo, en la formación del carácter de su hijo. El pueden muy bien aplicarse a la infancia de Rimbaud, en la que
único dato que Rimbaud cuenta de su padre es el referente a la el padre estaba realmente muy lejos y faltaba el cariño de una
tristeza que le produjo al no darle cierto dinero que le había madre.
prometido. Pero lo cierto es que si el padre no influyó directa- Rimbaud nos relata, además, que en su infancia rrtout le jour,
mente casi nada en la formación de su hijo, es posible que de ma- il suait d'obéissance" 2 , pero que, cuando su madre no le veía,
nera indirecta haya influído más, creando en la mente de Rim- sacaba la lengua y apretaba los puños.
baud una imagen ideal, reforzada por la falta de cariño del poeta La educación materna era muy severa; hasta los trece o ca-
hacia su madre. De haber sido así, el vagabundeo de Rimbaud, sus torce años los deseos de agresión y de rebeldía de Rimbaud
deseos varias veces repetidos y una vez realizados de alistarse en el debieron permanecer en estado latente, sin poder manifestar-
ejército y su afán de aprender idiomas extranjeros pueden prove- se. Por ello, exteriormente, más que la impresión de ser un
nir, en parte, d~ una identificación con la imagen psíquica que se muchacho rebelde, Rimbaud producía la opuesta; es decir, apa-
había formado de su padre. rentaba ser un muchacho tímido, obediente, sumiso e inhibido.
La influencia de la madre en la formación del carácter de Dos cartas de aquella época, una del profesor Izambard y otra
Rimbaud fué, sin duda alguna, muy intensa y desfavorable. Y a de la propia madre confirman esta presunción.
vimos que era una mujer fría, seca, autoritaria; "era una mujer de Izambard describe del siguiente modo la primera impresión
hierro, pero también de hielo" en sus relaciones familiares y so- que le produjo su discípulo:
ciales. El "hielo" de la madre y la falta de libertad, a que tenía
sometidos a sus hijos, debieron ahogar precozmente las exterio- "Timide, un peu guindé, sage et douceátre, aux ongles propres, aux
cahiers sans tache, aux devoirs étonnamment corrects, aux notes de
1 Un lote: un diente solo classe idéalement scolaires, bref, un de ces petits monstres exemplaires et
Un lote: dos dientes
Un lote: tres dientes 1 Los niños están sin madre .. • y el padre está muy lejos... los pequeños tienen frío,
Un lote: cuatro dientes no duermen, tienen miedo.
Un lote: dos dientes. 2 "todo el día sudaba obediencia".
ARTHUR RIMBAUD 2,;1
264 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

impeccables, incarnant au superlatif le type de la béte a concours . .. ; En otras poesías, escritas a la misma edad, insulta al cris-
l' assis de college, .. " 1 • tianismo o a los ciudadanos de su villa natal. Tal vez un senti-
miento de culpabilidad, originado en estos deseos agresivos, es
Y la madre de Rimbaud, después de la primera fuga de su la causa de que con gran frecuencia le atormenten pesadillas.
hijo, escribe a su profesor una carta en la que dice: En su infancia su sexualidad presenta un marcado carácter
"Est-il possible de comprendre la sottise de cet enfant, luí si sage et sadomasoquista. Y a hemos visto que Rimbaud cuenta cómo a
sz tranquille ordinairement?" 2 • los ocho años luchaba con una muchacha vecina, cómo ésta le
pegaba y cómo él le mordía rrtes fesses", rrcar elle ne portait ja-
La agresividad y rebeldía permanecen latentes o se manifies- mais de pantalons". Rimbaud añade que, cuando se hallaba solo
tan únicamente en ausencia de la madre, en acciones análogas a en su cuarto, recordaba rrles saveurs de sa peau" 1.
apretar los puños o a: En su sexualidad infantil, al mismo tiempo que los elementos
se renfermer dans la fraicheur des latrines 3

sadomasoquistas, existen los componentes anales (ril était entété
a se renfermer dans la fraicheur des latrines"), que más adelante
La pelea ya mencionada, que un día sostuvo con sus condis- aparecerán con tanta frecuencia en su obra.
cípulos al salir de clase de religión, y también el reproche que En la pubertad su sexualidad sigue también por caminos ex-
éstos le hacían de ser cruel, confirman la existencia de deseos traños. Muestra de ello es su poesía Venus Anadyoniena, escrita
agresivos intensos. a los catorce años y medio de edad, en la que describe a una mu-
Como la realidad en que vivía era poco apta para satisfacer jer, saliendo desnuda del baño, que lleva escritas en la región lum-
sus deseos, éstos buscaron una satisfacción en la fantasía. Por bar las dos palabras: Clara V ,enus y que exhibe:
ello, en su infancia, Rimbaud fantaseaba con una vida de li-
sa large croupe belle, hideusement, d'un ulcere a l'anus 2 •
bertad en plena naturaleza.
Poesías de Rimbaud, anteriores a sus fugas, nos señalan asi- Otras poesías de la misma época señalan inhibiciones en su
mismo cómo sus fantasías giraban alrededor del tema de la agre- relación con la mujer. En A la musique, Rimbaud se describe
sión y la rebeldía. Así vemos que, a los catorce años y medio, a sí mismo contemplando desde lejos a las jóvenes y recorriendo
describe en una poesía al pueblo de París, durante la gran revo- ávidamente con los ojos las formas de su cuerpo Cret je sens les
lución francesa, invadiendo V ersalles y entre el pueblo a un baisers qui me viennent aux levres") 3 pero sin atreverse a apro-
herrero, que ximarse a ellas. En Ce qui retient Nina "él" quiere convencer
a "ella" para ir a vivir juntos libremente en medio de la natu-
de sa main large et super be de crasse, bien que le roí ventru sual,
raleza, pero "ella" se niega, pensando en sus obligaciones en la
le Forgeron terrible lui jeta le bonnet rouge au, front 4.
oficina. En Ophélie Rimbaud describe a una mujer que muere
1 uTímido, un poco afectado, bueno y almiba!"ado, con uihs !im r ias, con cu aderno!\ por haber deseado la libertad y el amor. (Ver lámina frente a
intachables, con deberes pasmosamente correctos, con notas de escolaridad perfectas, en rt·
pág. 73).
sumen, uno de esos pequeños monstruos ejemplares e impecables, encarnando de un modo
superlativo el tipo del animal que gana concursos ... ; el "sentado" del coleg io ... " Soleil et Chair, escrita también a los catorce años y medio,
2 ¿Es comprensible la tontería de este niño, generalmente tan buen o y t an tranquilo?
3 ... a encerrarse en el frescor de las letrinas. 1 uel trasero", uporque no llevaba nunca pantalones,,, ulos sabores de su piel " .
4 Con su mano ancha y m agnífic 2 de m u g re, aunq ue el rey ventrudo suda tc, ·1 2 ... su an cha g rupa hermosa, horriblemente, con una úlcera en el ano.
3 "y y o siento los besos que me suben a los labios".
Herrero terrible le arrojó el gorro rojo a la frente.
266 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD -'<,

presenta por primera vez un tema que Rimbaud repetirá varias del amor, en las poesías de sus fugas describe a mujeres atrayen-
veces en el curso de su vida. Es el de la muerte del amor y tes que buscan su amor. Nunca, nunca más, volverá a aparecer
especialmente el de la muerte del amor a la mujer. Según Rim- algo análogo en la obra de Rimbaud.
baud el amor no existe ya sobre la tierra, debido a que la edu- Je m'en allais, les poings dans mes poches crevées
cación infantil y el cristianismo lo han destruído. Entonces, co- Man paletot aussi devenait ideal
mo medio de resucitar el amor muerto, fantasea con un retorno ]'allais sous le ciel, Muse, et j'étais ton féal
al paganismo antiguo y, en sus fantasías, hace que Venus rija Oh la, la! que d'amours splendides j'ai révées! :C.
los destinos del mundo, infundiendo en hombres, animales y ¿Qué significado psicológico tienen las fugas de Rimbaud?
plantas L'Amour infini. Están determinadas por varios factores, pero entre todos uno de
Los años pasan, Rimbaud deja de ser un niño, su personalidad los más importantes es el deseo de encontrar una solución a los
dispone de más fuerzas para poder satisfacer sus deseos instinti- conflictos psíquicos existentes entre sus instintos y el ambiente
vos y, a su vez, estos deseos se intensifican por la pubertad. El familiar. Las fugas de Rimbaud son una tentativa, no cons-
«niño tonto" rrtui, sage et si tranquil/e" 1 empieza a exteriorizar ciente, de buscar un ambiente en el que sus instintos puedan ser
todo lo que tiene oculto. Por ello su ansia de libertad, su deseo satisfechos más normalmente, más libremente y con menos inhi-
de rebelarse ante la severa educación materna y todos sus conflic- biciones de lo que habría sido permitido por la vigilancia materna
tos frente a la mujer hacen que Rimbaud se fugue de su domicilio. y por la tácita presión del ambiente. Si desde el punto de vista
Y a hemos visto que en su primera fuga Rimbaud se dirige a de la familia y de la sociedad, las fugas de Rimbaud son un acto
París, que en su segunda fuga vaga por el país belga y que b de rebeldía, desde el punto de vista psicológico son también una
tercera vez se dirige nuevamente a París. La -policía interviene en tentativa de encontrar la normalidad psíquica. Son una tentativa
las dos primeras y en las tres esperan su vuelta al domicilio la~ de curación. Rimbaud se evade de un ambiente que siente per-
bofetadas y reprensiones de la madre. judicial para su evolución psíquica hacia otro en el que incons-
Si agrupamos la obra literaria de Rimbaud siguiendo un orden cientemente piensa encontrar más fácil ámbito para la evolución
cronológico, y en esa agrupación buscamos la época en que sus normal de sus instintos.
poesías tienen acentos que se pueden llamar más normales, se Ahora bien, las fugas ¿son tentativas adecuadas para conse-
observará que dicha época coincide con la segunda fuga. Lu guir la normalidad psíquica? Indudablemente no, las fugas no
poesías que Rimbaud escribe entonces son las de una persona qm·, hubiesen nunca solucionado los conflictos de Rimbaud. Pero la
a pesar de todas las privaciones, se siente feliz y dichosa. Jamá,, falta de adecuación de una reacción psíquica a una causa supuesta
en toda su vida, Rimbaud volverá a presentar el aspecto atra no basta para negar la existencia de dicha causa.
yente y a veces placentero que tiene su producción literaria d11 Hay otros factores determinantes de las fugas. Uno de ellos
rante su estancia en Bélgica. No faltan elementos trágicos en L, es una sexualización de la naturaleza. Para Rimbaud la natura-
producción de esta época, pero son mucho menos frecucnu·~ leza presenta analogías con la mujer, a la que en cierto modo
intensos que en otras. sustituye psíquicamente.
La modificación psicológica es tan intensa que Rimbaud, q11 1 Me iba, los puños en mis bolsillos agujereados
escasos meses antes insultaba a la mujer y afirmaba la mm•r'I Mi chaqueta también se volvía ideal
Iba bajo el cielo, Musa, y era tu vasallo.
1 utan bueno y tan tranquilo"'. ¡Ay! con cuántos amores espléndidos he soñado.
ARTHUR RlMBAUD 2(,•)
268 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

Le soleil s'éveille et de rayons s'enivre, Después de la tercera fuga Rimbaud renuncia a ellas. Verdad
La terre demi-nue, heureuse de revivre es que en octubre de 1871 vuelve a marcharse del domicilio ma-
A des frissons de joie aux baisers du soleil, terno, pero esta vez su marcha no tiene el carácter de fuga, ya
que -como hemos visto- va a París llamado por Verlaine, que
Le soleil, foyer de tendresse et de vie, le ha ofrecido albergue en su domicilio. ¿Cuáles han sido las cau-
Verse l' amoiir brúlant a la terre ravie
sas de tal renuncia? Probablemente las penalidades de hambre, sed
Et, quand on est couché sur la vallée, on sent
Que la terre est nubile et déborde de sang, y frío que ha sufrido, el temor a la policía que lo detuvo en la pri-
Que son immense sein soulevé par une ame mera y lo reintegró a su domicilio en la segunda, y por último
Est d'amour comme Dieu, de chair comme la femme las riñas y las bofetadas de la madre.
Et qu'il renferme, gros de seve et de rayons, Otro motivo probable de la renuncia a las fugas, y seguramen-
Ce grand fourmillement de taus le embryons. te el más importante de todos, es el hecho de que Rimbaud no ha
podido encontrar en ellas la solución a sus conflictos psíquicos;
Mais l'amour infini me 1nontera dans l'ame;
J'irai loin, bien loin, comme un bohémien la vida de libertad tantas veces soñada no le ha otorgado lo que
Par la nature, heureux comme avec 1me femme. entreveía en sus sueños.
Pero la renuncia a las fugas no es un acto voluntario. Más bien
J'ai embrassé l'aube d'été 1 • es un acto obligado por las circunstancias exteriores. Es una re-
nuncia forzada. El hecho de que Rimbaud lance llamadas a otros
Interviene también en el mecanismo psíquico de las fugas
poetas para que le proporcionen alguna posibilidad de vivir en
el ansia de satisfacer deseos de sadismo frente a la madre y
París, indica que si bien ha renunciado a las fugas por los con-
frente a la sociedad. De igual modo el masoquismo y su ten-
tratiempos que le ocasionan, no por ello ha renunciado a mar-
dencia al parasitismo -de lo que hablaré más adelante- son
charse del domicilio materno.
otros factores complementarios entre los determinantes de hs
¿Cuáles son las consecuencias psicológicas de la renuncia for-
fugas. También una identificación con el hermano que se habí:t
zada a las fugas? Si no es errónea mi hipótesis de que sus fugas
fugado anteriormente.
constituían una tentativa para resolver conflictos psíquicos y pa-
1 El sol se despierta y se embriaga de rayos; ra encontrar un equilibrio psicológico, la renuncia forzada tiene
La tierra medio desnuda, feliz de revivir,
Tiene escalofríos de alegría a los besos del sol.
que producir el efecto de un aumento de su patología mental.
El sol, foco de ternura y de vida
Efectivamente, esto es lo que ocurre en Rimbaud. Después de
Derrama el amor candente a la tierra encantada. renunciar a sus fugas empeora psíquicamente. Se vuelve más
Y, cuando se está acostado en el valle, se siente rebelde y agresivo que anteriormente; psíquicamente se aleja aún
Que la tierra es núbil y que rebosa de sangre,
más de la mujer y se convierte en el adolescente ya descrito, que
Que su seno inmenso levantado por un alma
Es de amor como Dios, de carne como la mujer, anda por las calles de su ciudad mal vestido, con el pelo largo,
Y que encierra, preñado de savia y de rayos fumando una pipa con el hornillo vuelto hacia abajo rren señal
Ese gran hormigueo de todos los embriones. de desprecio", que insulta a los sacerdot,es, escribe blasfemias en
Pero el amor infinito me subirá al alma; los bancos de los paseos y que se emborracha con frecuencia.
Iré lejos, muy lejos, como un gitano
Por la naturaleza, feliz como con una mujer
Poseemos tres escritos de Rimbaud posteriores en dos meses a
He abrazado el alba de verano.
la última fuga, que nos señalan claramente el empeoramiento
270 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD
·~ 1

psíquico. Son la poesía Mes petites amourenses y además dos Dos días después de esta carta vuelve a insistir sobre lo mismo
cartas. en otra carta a Paul Demeny. La insistencia indica que el tcm;i
En la poesía, Rimbaud renuncia definitivamente al amor a la estaba fuertemente grabado en su mente.
mujer. Confiesa haber amado a la mujer, pero añade que desde
Le poete se fait voyant par un long, immense et raisonné déreglc-
ahora la desprecia físicamente, la odia intensamente, quisiera cas- ment de tous les scns. Toutes les formes d'amour, de souffrance, de
tigarla y le desea la muerte. No hay que olvidar que ya antes folie; it cherche tui-méme, il épuise en luí taus les poisons pour n'en
había escrito poesías en las que despreciaba e insultaba a la mujer; garder qu,e ta quintessence. Inefable torture ou il a besoin de toute
pero en ninguna, como en ésta, renuncia definitivamente a ella !,1 joi, de toute la force surhumaine, ou il devient entre taus le grand
y destruye todo el amor que hacia ella había sentido. ·,nalade, le grand maudit, le supréme savant! Car il arrive a l'Inconnu!
Las cartas tienen un doble valor psicológico. Primeramente Puisqu'il a cultivé son áme, déja riche, plus qu'aucun! Il arrive a
señalan con gran claridad el empeoramiento psíquico; en segundo l'inconnu, et quand, affolé, il finirait par perdre l'intelligence, il les
11 vues ... Il s'agit de se /aire l'áme monstrueuse ... Imaginez un
lugar muestran cómo dicho empeoramiento se realiza, no sólo de homme s'implantant et se cultivant des verrues sur le visa ge!! ... 1 .
un modo inconsciente, sino también consciente, ya que Rimbaud
acentúa deliberadamente toda la patología de su psiquismo. La renuncia a las fugas marca el fin de una etapa en la vida
La primera carta, fechada el 13 de mayo de 1871, va dirigid:1 de Rimbaud. Si ya antes era una personalidad claramente psico-
a Izambard: pática, después de la renuncia su psicopatía es aún más intensa y
además está voluntariamente reforzada.
... maintenant, je m'encrapule le plus possible. Pourquoi? Je veu't Rimbaud afirma el comienzo de una nueva etapa de su vida,
itre poete et je travaille a me rendre voyant, vous ne comprendrez pas
cuando escribe a sus amigos rogándoles que quemen todas sus poe-
Ju tout et je ne saurais presque vous expliquer. Il s'agit d' arriver J
sías anteriores. Un ruego análogo había de repetirlo al renunciar
l'inconnu par le déréglement de tous les sens. Les souffrances son/
a sus relaciones homosexuales con Verlaine, lo que marca también
inormes, mais il faut étre fort, étre né poete, et je me suis reconn11
el fin de otra etapa en su vida.
poete ... C'est faux de dire: je pense - on devrait dire: on me pens,·.
Pardon du jeu de mots. Je est un autre.
OTROS RASGOS DE CARÁCTER
Je me fais cyniquement entretenir; je déterre d'anciens imbéciles ,/
college: tout ce que je puis inventer de bete, de sale, de mauvais "'' Antes de comenzar el estudio de la homosexualidad de Rim-
action et en parole, je le leur livre. On me paie en bocks et "'' baud es necesario describir otros rasgos importantes de su carác-
filles 1.
ter. Para la demostración precisa no basta, como hasta ahora,
'1 Ahora me doy a la crápula lo más posible. ¿Por qué? Quiero ser poeta y trJl1.111 1
El poeta se hace vidente por un largo, inmenso y razcnado desarreglo de todos
para hacerme vidente. Usted no me comprenderá y yo casi no sabré explicárselo, Sl' 1, .11 los sentidos,
Todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura; busca él mismo, agota
de llegar a lo desconocido por un desarreglo de todos los sentidos. Los sufrimicnw, ..-.. , m él todos los venenos para guardar solamente la quintaesencia. Tortura inefable en la
enormes, pero hay q'Ue ser fuerte, haber nacido poeta, y yo me he reconocido p(l('I ~ que necesita toda la fe, toda la fuerza sobrehumana, por la que se convierte entre todos
Es falso decir: yo pienso... se debiera decir: me piensan. Perdón por el juego de p.11.il,1 ,1 en el gran enfermo, el gran maldito, el sabio supremo. Ya que llega a lo Desconocido,
Yo es otro. Porque ha cultivado su alma, ya de por sí rica, más que nadie, Llega a lo desconocido
Me hago mantener cínicamente; desentierro a viejos imbéciles del colegio: 1rnl11 1( y aunque enloquecido, terminase por perder la comprensión de sus visiones, las ha visto ...
que puedo inventar de tonto, de sucio, de malo en acción o en palabra, se lo en111·1111 ¡Se trata de hacerse el alma monstruosa .. ,! ¡Imagínese a un hombre injertándose y culti
ellos. Me pagan con cerveza 'Y aguardiente. (Filies= vasos de aguardiente,) v.lndosc verrugas en la cara! ...
272 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
ARTHUR RIMBAUD
·~ 1

limitarse al examen psicológico de la obra de su primera época y de la necesidad psicológica de castigo que sus propios dese o.,;
literaria; es necesario estudiar además toda su producción artís- sádicos despiertan en él.
tica. Mas no por ello hay que suponer que se trata de rasgos de
Su sentimiento de inferioridad -término de muy escasa pro .
carácter que aparecen tardíamente. Son tan precoces como los
fundidad psicológica, pero que puede servir provisoriamente para
anteriores y coexisten con estos últimos desde la infancia.
señalar una exteriorización psíquica- aparece claramente en
El lazo de unión entre el estudio de estos nuevos rasgos y el
su obra. D etrás del sentimiento de inferioridad podemos supo-
de los ya descritos lo constituirá el profundizar en el conoci-
ner la existencia de un temor de castración intenso.
miento de las características del sadismo rimbaudiano.
Supongamos a un individuo animado de intensos deseos agre- J'ai été toujonrs de race inférieure ...
sivos. Las fantasías originadas por sus deseos pueden tener dife- Je suis de race inférieure de toute éternité . ..
rentes características. Pueden ser, por ejemplo, de una agresión Je suis trap dissipé, trap faible ...
que triunfa o de una imposible, o bien de una agresión que fra- Par quel crime ai-je mérité ma faiblesse actuelle? . .. 1

casa y acarrea un castigo. La gran mayoría de las veces, las


Por lo que se refiere a su sentimiento de culpabilidad:
fantasías de Rimbaud tienen estas dos últimas características :
se trata de una agresión imposible o que fracasa acarreando un Man carnet de damné.
castigo. No es difícil el señalar tales características en la obra Maintenant je suis maudit.
de Rimbaud. Un pasaje de Bateau ivre puede servir como mues- Ah! haillons pourris, le pain trempé de jJluie, l'ivresse, les mille
tra de rebeldía imposible y como muestra de agresión que fra- amours qui m'ont crucifié. Elle ne finira done jamais cette goule
casa y acarrea un castigo basta leer los siguientes pasajes de Une reniée de millions d'ámes et de corps morts et qui seront jugés! 2 •
saison en enfer: Y por fin la necesidad de castigo:
Feu! Feu! sur moi! La! ou je me rends ... Láches! - Je me tue!
C'est l' en fer, l' éternelle peine! Voyez comme le f eu se retire! Je brúle
Je me jette aux pieds des chevaux. comme il f aut, va démon!
J'ai appelé les bourreaux, pour, en périssant, mordre la crosse de le111· Je me erais en en fer, done j'y suis.
fusil 1 •
Je devrais avoir man en fer pour la colere, man en fer pour l'orgueil,
La existencia en Rimbaud de deseos agresivos, con las caractc et l'enfer de la jJaresse . .. u1i concert d'enfers!
rísticas especiales de imposibilidad, fracaso y castigo, plantea el Je erais que tant
problema de conocer por qué el sadismo sigue psicológicamente Que pour se téte la lame,
esta evolución.
Son varios los motivos. La agresión, según Rimbaud, es im 1 He sidc siempre de raza inL:rior ..
Desde toda la eternidad soy de raza inferior...
posible, porque él no se siente con fuerzas suficientes para llt·
Soy demasiado disipado, demasiado débil. ..
varla a cabo. La agresión, según Rimbaud, fracasa y va acom ¿ Por qué crimen he merecido mi debilidad actual? . ..
pañada de castigo, a consecuencia del sentimiento de culpabilidad 2 Mi cuarderno de condenado.
Ahora estoy maldito.
1 ¡F uego! ¡Fuego! ¡sobre mí! ¡Ahí! ¡dónde voy ... ! ¡Ccbardes !... ¡Me Jll.11111
¡ Ay ! harapos podridos, el pan mojado en la lluvia, la embriaguez, los mil amores que
Me echo a los pies de los caballos.
111ccrucificaron. ¡ No terminará, pues, nunca esca gula, r enegada por millones de almas y
He llamado a los verdugos para, al perecer, morder la culata de sus fusiles. por cncrftos 1111terfos y que scrd11 juzgados!
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMA NA ARTHUR RIMBAUD 271
274

Que les cailloux pour son flanc, a su concepto de Dios, Rimbaud oscila entre fases de rebeldía
Que pour ses boyaux la f lamme y odio intenso -de las que ya he hablado-- y otras de some-
N'auront pas agi, l'enfant timiento y deseo de perdón. Véase una muestra de estas últimas
Géneur, la si sotte béte, en los siguientes párrafos 1 •
Ne doit cesser un instant
De ruser et d,'étre traitre 1 • J' attends Dieu avec gourmandise ...
Si Dieu, m'accordait le calme céleste ... la priere ..•
El sentimiento de culpabilidad y la necesidad de castigo re- Pitié ! seigneur, j' ai peur ... 2
fuerzan el masoquismo de Rimbaud:
·.::.¡¡ Además de los sentimientos de culpabilidad y de la necesi-
... Je suis de la race qui chantait dans le supplice ... dad de castigo, los sentimientos agresivos de Rimbaud originan
Crt-
Plus tard les délices de la damnation seront plus profondes. Un en él una compasión intensa, como formación reactiva. En su
me, vite, q21,e je tombe au néant! 2 poema Les poetes de sept ans, nos muestra cómo en aquella edad
Dadas estas características psicológicas podemos suponer en se sentía atraído por niños pobres, mal vestidos y sucios, que
Rimbaud la existencia de un superyo intenso y de un carácter despertaban en él ''pitiés immondes" 3 • La capacidad de compa-
muy agresivo, que origina el sentimiento de culpabilidad del yo sión haci:i Ja infancia no le abandona en su vida ulterior 4.
y que castiga a dicho yo, haciéndolo responsable de los instintos 1 La intensa ambivalencia afectiva de Rimbaud frente a la idea de Dios, que &e
sexuales y sobre todo los instintos sádicos existentes en el ello. refleja en su obra, ha sido la causa de que la lectura de la obra literaria de Rimbaud
Como ocurre en estos casos, la relación del yo de Rimbaud haya originado un retorno al cristianismo de algunas personas, entre ellas de Paul Claudel
y tal vez también de Francis Jammes. Paul Claudel escribe lo siguiente: "A Rimbaud debo
frente a su superyo oscila entre períodos de sadismo y rebeldía mi retorno a la fe. Me movía en los pantanos¡ <le! racionalismo y pensaba que el mundo
y otros de sometimiento y masoquismo. Estas características de entero era tan fácil de explicar como una máquina de batir, cuando.•. (las Illuminations)
las relaciones del yo de Rimbaud con su superyo se pueden Tino a romper los muros de la prisión infecta en que me ahogaba y me trajo la prodigiosa
revélación de lo sobrenatural presente en todas partes alrededor nuestro. Ningún libro me
observar claramente, por ejemplo, en sus ideas religiosas. Frente
ha ayudado más que Una temporaáa en el infierno en esta terrible agonía que es la recon-
quista de la verdad perdida".
1 ¡Es el infierno, la pena eterna! ¡Ved cómo se retira el fuego! ¡Me quemo como
2 Espero a Dios con anhelo .
~ necesario!, ¡ea, demonio! Si Dios me otorgase la calma celeste. . . la oración ...
Me creo en el infierno y por lo tanto estay en él. ¡Piedad! señor, tengo miedo ...
Debería tener mi infierno para la cólera, mi infierno par:t el orgullo, y el infierno
3 ºcompasiones inmundas".
~ la pereza. . . ¡ un concierto de infiernos! 4' Lo mismo que Rimbaud, su hermana Isabel tiene un jntenso sentimiento <le com-
Pienso que hasta pasión y también de caridad, que se manifiesta en diferentes ocasiones, por ejemplo, cuidando
que para su cabeza la hoja de un modo ejemplar a su marido y hermano enfermos. Is~bel Rimbaud escribe las si-
las piedras para su flanco, guientes frases referentes a su conducta durante la enfermedad de so hermano Arturo:
para sus tripas la llama "Conozco esta delicia que se llama abnegación, y por encima de todo tengo la alegría
no hayan obrado, el niño extraordinaria de querer absolutamente a un ser de mi sangre y sagrado - ¡ oh, el cariño
molesto, la bestia tan tonta fraternal de esencia pura y divina!- de ' quererle en la alegría, en los momentos de prueba,
no cesará un instante en la desdicha, uniéndome de espíritu y corazón con él, de q'Uererle en el sufrimiento y
de hacer astucjas y de ser traidor. en la enfermedad, no abandonándole nunca, de quererle en la agonía y en la muerte,
~ .. Soy de la raza que cantaba en el suplicio. asistiéndole sin desfallecer." Y durante la enfermedad de su marido, Isabel escribe: "¡ OjaH
Más tarde las del icias del castigo serán más profundas. ¡Un crimen, prontc, p.1r.1 qll pudiese yo aspirar su enfermedad, para que él se librase de ella!"
Marguerite Yerta Melera dice de Isabel Rimbaud: "Toda su vida, Isabel Rimbaud ,
caiga en la nada!
276 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTT:WR RIMBAUD

La charité est cette clé. Et les fientes d'oiseaux clabaudeurs aux yeux blo11ds.
Oh! mon abnégation, oh! ma charité merveilleuse!
Tous, venez -méme les petits enfants- que je vons console.
Une vache fienterait, fiere, a chaque pas 1

... dans les bouges ot't nous nous enivrions il pleurait en considérant Y también en sus cartas:
ceux qui nous entouraient, bétail de la misere - Il relevait les ivrognes
dans les rnes avec la pitié d'une mere 1 • Car c'est le plus délicat et le plus treniblant des habits que l'ivrcsst'
par la vertu de cette sauge des glaciers, l'absomphe! mais pour aprh s,·
Debido a la existencia de puntos pregenitales de fijación de la coucber dans la merde!
libido o, más bien, a regresión de la libido de sus posiciones geni- Parmerde juinj1he 1872 ... Ce qu'il y a de certain, c'est merclt ,¡
tales, aparecen con gran frecuencia en la obra de Rimbaud ele- P ... J'ai évité les pertes d'émigrés carolopolmerdis (Charleville). Et
mentos anales y uretrales: merde aux saisons, et cobrage.
Quand vous me verrez manger positivement de la merde, alors seule-
Oh! le moucheron enivré a la pissotiere de l'auberge ment vous ne trouverez plus que je coúte trop cher a nourrir.
Je me retrouve ayant bit trente ou quarante chapes Le travail est plus loin ele moi que mon ongle. C'est de mon ceil.
Et me recueille pour lácher l' ácre besoin Merd'e pour moi! Merde pour moi! Merde pour moi! Merde pour moi!
0

Doux comme le seigneur de cedre et des hysopes Merde j>our 111oi! Merde ponr moi! MerdP pour moi! 2 •
Je pisse vers les cieux bruns tres haut et tres loin
1 ¡Oh! el moequito emborrachado en el urinario de la hostería.
Avec l'assentiment des grands héliotropes.
Me vuelvo a encontrar a mí mismo después de haber bebido treinta o cuarenta
O Mai, quels délirants culs-nus! Y me recojo para liberar la necesidad amarga [vasos de cerve'la,
Dulce como el señor del cedro y de los hisopos
Elle passa sa nuit sainte dans les latrines. Meo hacia los ciclos pardos, muy alto y muy lej cs,
Con la aprobación de los grandes heliotropos.
N oir dans la neige et dans la brume
¡ Oh, ma'Yo, qué delirantes culos desnudos!
Au grand soupirail qui s'allume,
Ella pasó su noche sagrada en las letrin as.
Les cuis en rond Negro en la nieve y en la bruma
A genoux, cinq petits -misere!- En el gran tragaluz que se enciende,
Regardent le boulanger f aire Sus culos en círculo.
Le lourd pain blond. De rodillas, cinco pequeñcs -¡miseria!
Miran al panadero hacer
su pesado pan rubio.
fué el ser abnegado que era ya c-uando nifia en Charleville. La vimos siempre sacrific:índo"'
por los otros, olvidando sus fatigas y sus propias penas, para pensar solamente en su prn Y los excrementos de los pájaros charlatanes de ojos rubios.
jimo. Para tener derecho a su ayuda y hasta a su afección no era necesario ser de •.u Una vaca defecaría, orgullosa, a cada paso.
familia, ni de sus amistades. Porque, si bien reservaba a sus parientes un carirío y u11.1 ~ Porque es el más delicado, el más tembloroso de los vestidos la embriaguez, pc r
abnegación intensos, estaba dispuesta a ofrecerse si alguien necesitaba la simpatía de su virt ud de esta salvia de los glaciares ¡el ajenjo! ¡pero para dormirse después en la mierda!
corazón y el apoyo de su mano." Parmierda (París) juniano (junio) 1872. Lo que hay de cierto es mierda en P ....
1 La caridad es esa llave. He evirodo las pérdidas de los emigrados carolopolmerdosos (de Charleville). Y mierda a
¡Oh! mi abnegación, ¡oh! ¡mi caridad maravillosa ! Todo,, venid ... hasta los ni1111 ..1as estac10nes
.
y . ..
pequeños. . . que os consuele. CuJndo me veais comer verdaderamente mierda, entonces solamente no pensaréis n1h
... en las zahurdas donde nos emborrachábamos, lloraba mirando a les que nm , 11 qt!C c'i demasiado caro alimentarme .
deaban, rebafio de miseria. . . Levantaba a los borrachos, en la calle, con la pied.,d d El trabajo está más lejos de mí que mi ufia. Es de mi ojo. ¡Mierda para mi! (lo re-
una madre. pite seis veces más).
278 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD ~ /11

Al hacer un estudio psicológico de Rimbaud, es necesario tam- ta porque condicionan, sin duda alguna, la presentación de su
bién llamar la atención sobre la presencia de frecuentes elemen- alcoholismo y asimismo explican una característica especial <le
tos orales. Así vemos que Rimbaud nos describe en sus obras a su homosexualidad de la que hablaré más adelante.
niños huérfanos o abandonados que sufren hambre. Las fan- También en una determinada relación con sus deseos orales
. tasías placenteras en la época de las fugas tienen como tema la está el parasitismo de Rimbaud. Éste, que se designa frecuente-
presencia de mujeres que, además de amor, le ofrecen comida. mente a sí mismo con el nombre de rt['enfant", renuncia al tra-
En las Illuminatíons hay capítulos que tienen por tema el ham- bajo y se deja alimentar por sus amigos. Su tendencia al para-
bre y la sed. Su sadismo tiene un carácter oral marcado: "Tu sitismo se ve claramente en sus relaciones con Verlaine, a costa
resteras hyene", ttmordre la crose de leurs fusils" 1. Lo mismo del cual vive durante dos años.
ocurre con el masoquismo: El placer de ver en su forma activa y pasiva aparece tan cla-
ramente en la vida y en la obra de Rimbaud que no es necesario
f'ai avalé une fameuse gorgée de poison ... , extenderse en su descripción.
Je meurs de soif; j'étouffe, je ne puis crier.
Un rasgo del carácter de Rimbaud de origen complejo es la
Voila le mouchoir de dégout qu'on m'a enfoncé dans la bouche 2 • timidez. Sentimientos de inferioridad, de castración, de culpabi-
lidad, exhibicionismo y masoquismo intervienen seguramente en
Sus cartas tienen párrafos como el siguiente: su origen. Una muestra de su timidez es su conversación con su
]'ai soupé en humant l'odeur des soupiraux d'ou s'exhalaient les fu- condiscípulo Delahaye, días antes de ir a París llamado por Ver-
mets de víande des bonnes volaílles róties des bonnes cuisines bourgeoíses laine. Delahaye pone las siguientes palabras en boca de Rim-
de Charleroi ... puis en allant grignoter une tablette de chocolat. baud:
]'ai une soif a craindre la grangrene. Les rivieres ardennaises et bel- rrLe monde des lettres, des artístes! Les salons . .. les élégances!
ges, les cavernes, voila ce que je regrette . .. Je vais l'eau toute la Je ne sais pas me conduire bien. Je suis maladroit! timide. Je ne saís
nuit 3 •
pas parler . .. En intelligence je ne crains personne, mais ... , Ah! que
Los elementos orales en Rimbaud pueden originarse, ya en un vais-je faire la-bas?" 1 .
refuerzo constitucional de los instintos orales, ya, más probable Todos estos rasgos de carácter hacen que Rimbaud sea incapaz
mente, en traumatismos orales sufridos en la infancia. Es segu- de disfrutar de la vida y que la alegría huya de su lado. Rim-
ro, además, que los alimentos, que anhela en sus fantasías, sim baud es un ser fundamentalmente triste:
bolicen el cariño de la madre, del que tan escaso anduvo.
S'il 111,'expliquait ses tristesses?
El refuerzo de los instintos orales es necesario tenerlo en cucn
Je parvins a faire s'évanouir de mon esprit toute espérance humaine.
1 «Seguirás siendo hiena" . .. , u . . . morder la culata de sus fusiles". Sur toute joie, pour l'étrangler j'ait fait le bond sourd de la béte
2 He tragado un gran sorbo de veneno ... ivre 2 •
Muero de sed; me ahogo, no puedo gritar.
He aquí el pañuelo de asco que me han introducido en la boca. 1 "¡El mundo de las letras, de los artistas! ¡Los salones ... , las elegancias! No sé

3 He cenado aspirando el olor de los tragaluces de donde se escapaban las fra¡;an,·,., conducirme bien. ¡Soy to-rpe! tímido. No sé hablar .. . Intcleccualmente no temo a nadie,
de la carne de las buenas aves asadas, de las buenas cocinas burguesas de Charlcroi. . . ~ pero . . . ¡Ah! ¿Qué voy a hacer allí?"
después yendo a roer una tableta de chocolate. 2 ¿Si él me explicase sus tristezas?
Tengo una sed que hac,e temer la gangrena. Los ríos ardencses y belgas, la s cav1·111H, Conseguí hacer desvanecer de mi espíritu coda esperanza humana. Sobre coda alegría,
he aquí lo (l'ue echo de menos ... Veo agua toda la noche. para estrangularla, Jie dado el salto sordo del animal embriagado.
280 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD Ht

André Gill llamaba a Rimbaud, a causa de su tristeza, "asno la mujer se halla psíquicamente más lejana; Rimbaud, tímido,
lúgubre". solamente se atreve a contemplar desde lejos, con admiración,
a las muchachas de Charleville, pero sin decidirse a accrcanc ,l
PSICOLOGÍA DE LA HOMOSEXUALIDAD ellas. Rimbaud nos cuenta que las muchachas le miran como a
El origen de la homosexualidad en Rimbaud, como en la ma- un individuo extraño, mientras que él las r,ecorre con su mira-
yoría de los homosexuales, es un problema complicado. Inten- da y "quemado por fiebres hermosas, reconstruye su cuerpo",
taré desentrañar el enigma que plantea, aun sabiendo de ante- "sintiendo besos que le vienen a los labios". Más tarde, después de
mano que muchos puntos seguirán siendo oscuros. verse obligado a renunciar a sus fugas, Rimbaud se aleja psíqui-
camente aun más de la mujer, a la que insulta por h aberla am:1do.
U no de los primeros recuerdos sexuales se refiere a sus juegos
Pero, a través del odio, se adivina la existencia de un amor:
con la hija de unos vecinos. Éste nos señala que en la infancia
la sexualidad manifiesta de Rimbaud es intensa. Datos poste-
Nous nous aimions d cetfe époquc,
riores de su vida demuestran que lo siguió siendo durante toda Bleu laideron ...
su pubertad. Un soir tu me sacras pacte,
El obj,eto de su primera sexualidad es claramente de tipo hete- Blond laider:on,
rosexual. Las confesiones de sus propias poesías y los datos que Descends ici que je te f ouette
nos comunican sus condiscípulos precisan indudablemente la di- . . . . . . . . . . . . . . .... . . ..... .
rección heterosexual de su energía sexual. Solamente en una Est-ce pourtant pour ces ébauches
ocasión Rimbaud habla de un vicio triste y feo que era su Que j' ai rimé?
1
Je voudrais vous casser le hanches ...
compañero desde la edad de la razón. No hay ningún otro dato
que aclare a qué clase de vicio se refiere, pero, teniendo en cuenta Claro es que todos los reproches que Rimbaud, en Charlevillc
lo que de su vida ulterior conocemos, se puede suponer que se o más tarde en París, dirige a la mujer, provienen de los conflic-
trata de la homosexualidad. Valorando así esta confesión, tene- tos psíquicos entre su libido heterosexual y su yo (superyo). Si
mos que admitir la existencia indudable y manifiesta de tenden- Rimbaud afirma que el amor ha muerto y que las mujeres son
cias heterosexuales intensas y también de tendencias homosc- incapaces de sentir amor, psicológicamente se deben int,erpretar
xudes.
estas palabras dándoles el sentido de que en Rimbaud mismo la
Como Rimbaud posiblemente durante toda su vida no ha te - libido heterosexual origina inhibiciones y represiones que des-
nido relaciones heterosexuales, uno de los problemas de su homo- truyen la sexualidad normal. No es la mujer, a la que Rimb:rnd
sexualidad consiste en estudiar la evolución de las tendencia~
heterosexuales, descubriendo los obstáculos que se opusieron a w l Nos queríamos en aquel entonces
satisfacción directa. Muchacha fea azul. ..
Un día me consagraste poeta
Durante sus fugas las tendencias heterosexuales aument:in <'11 Muchacha fea rubia
intensidad y Rimbaud, al descubrir sus fantasías, nos habla dd Baja aquí para que te azote •

amor que en él despiertan las mujeres que encuentra en su cami


¿Ha sido, sin embargo, para esos bosquejos
no y, sobre todo, las sirvientas de las hosterías en donde desea m·:i. Para los que yo he hecho rimas?
Por el contrario, en sus fantasías de la época anterior a las fug;1,, Quisiera romperle las caderas •..
282 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD 2R~

insulta, la causante de la situación que describe, sino que es una ron a afirmar la dirección homosexual de su libido? Uno de los
percepción deformada de su neurosis sexual la que dicta sus pa- episodios más característicos de la vida homosexual de Rimbaud
labras. Rimbaud achaca a la mujer lo que en él mismo reside, es su viaje a Inglaterra en compañía de Verlaine. Y este viaje
siguiendo un mecanismo de proyección. Frente a la mujer, siente tiene grandes analogías con la fuga del domicilio materno y nos
un deseo sexual que considera imposible de realizar: señala importantes características psicológicas.
1
Al estudiar las fugas del domicilio materno hemos visto que
Mais l'orgie et la camaraderie des femmes m'étaient interdites •
Rimbaud tenía una serie de conflictos psíquicos y exteriorizaba
Y esta idea de la imposibilidad origina secundariamente su afirmaciones de que el amor había sido destruído y de que era
necesario resucitar el amor mediante un retorno a la vida primi-
odio y su agresividad a la mujer.
tiva en plena naturaleza. Vimos también qué significado psico-
Podemos, pues, pensar que Rimbaud en la infancia estaba
lógico tenían estas afirmaciones. En sus fugas Rimbaud cree
dotado de una sexualidad precoz e intensa, con un objeto sexual
retornar a dicha vida primitiva que hace renacer el amor, y esta
todavía no preciso, y que bajo el influjo del ambiente familiar
creencia le proporciona un bienestar espiritual, del que anterior-
-educación materna- se crearon en él factores inhibidores de
mente carecía. Mas la acción normalizadora de las fugas, por
la heterosexualidad.
motivos también ya descritos, se destruye y los conflictos psí-
Los datos que conocemos referentes al carácter patológico d(·
quicos de Rimbaud aumentan en intensidad. Luego Rimbaud,
la madre, a su conducta frente a sus hijos y a las relaciones de
psíquicamente, se aleja aún más de la mujer y su malestar psíqui-
los hijos frente a la madre inclinan hacia este modo de pensar.
co aumenta.
Sabemos que Riinbaud consideró siempre a su madre como a una
Su futuro compañero de vida homosexual, Verlaine, tampoco
enemiga de su libertad instintiva. La ausencia del padre del ho
era feliz en París. A consecuencia de su propia neurosis, su vida
gar y el carácter de la madre debieron crear en Rimbaud la reprc
matrimonial estaba erizada de dificultades y las discusiones con
sentación psíquica de una madre fálica, terrible y frustradora. J,a
su esposa iban gradualmente en aumento, aunque a veces se inte-
homosexualidad hay que considerarla como provocada por un;1
rrumpían con ficticias reconciliaciones conyugales.
regresión del amor infantil a la madre a una identificación con
La neurosis de Verlaine le lleva a despreciar a la mujer y le
ella y consecutivamente a un deseo de recibir la satisfacción gt·
inclina a la homosexualidad. V erlaine y Rimbaud están, pues,
nital del padre o sustitutos. En Rimbaud el deseo genital pudo
frente a la mujer y frente a la homosexualidad, en una situación
ser sustituído por otro análogo de tipo oral, lo que condicione',
psicológica parecida. Y en sus mutuas conversaciones, en París,
su parasitismo.
los dos amigos debieron insultar frecuentemente a la mujer.
Suponemos, pues, que la educación materna creó en Rimb:iud
Rimbaud decía:
una imagen intrapsíquica desfavorable de la mujer, que le impi
dió su aproximación a la mujer en la vida real. Pero los d:1.tm Je n'aime pas les femmes, l'amour esta réinventer, on le sait. Elles
que poseemos de la infancia de Rimbaud no bastan para afirn1.11 ne peuvent plus que vouloir une position assurée. La position gagnée,
rotundamente esta suposición, ya que es imposible señalar dct ., Ca!ur et beauté sont mis de coté: il ne reste que froid dédain, l'aliment
du mariage aujourd'hui 1 •
. ladamente cómo se realiza su evolución anormal.
¿Qué otros factores constitucionales o adquiridos contribuy1• 1 No quiero a las mujeres, el amor hay que inventarlo de nuevo, como se sabe. Ellas
no pueden querer más que una situación segura. Ganada la situación, dejan a un lado
1 Pero la orgía 'Y la camaradería de las mujeres me estaban prohibidas . corazón y bellezia: sólo queda <lesdén frío, el alimento del matrimonio de hoy día.
284 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RI MB A UD 18 1

Podemos afirmar que en los dos amigos y en aquella época "el Avec ses baisers et ses étreintes amies, c'était bien un ciel, u11 sombn ·
anior (heteros,exual) había muerto" a consecuencia de las inhi- ciel ott j'entrais ... Je me voyais comme de11x bons enfants, libres de
biciones psíquicas que ambos tenían frente a la mujer. En esta se promener dans le Paradis 1 .
situación psíquica, Rimbaud reaviva nuevamente el viejo tema El viaje a Inglaterra, como las fugas, es una tentativa de Rim-
de sus fugas, de la muerte del amor y de la necesidad de un rena- baud para resolver el malestar que le originan sus conflictos
cimiento del amor, por medio de un retorno a la vida primitiva. psíquicos. También como las fugas, es una tentativa inadecuada
Y para hacer renacer, por medio de una vida primitiva, el amor al fin que pretende. Y esta falta de adecuación al fin pretendido
que las mujeres son incapaces de sentir, Rimbaud se marcha con -sentimiento de culpabilidad y necesidad de castigo- origina
Verlaine a Inglaterra: un fracaso, aun más rotundo que el de las fugas .
Rimbaud no puede librarse de sus conflictos psíquicos, huyen-
Ce fier départ a la recherche de l'aniour 1. do del lugar donde reside, porque su enfermedad psíquica se
halla en él mismo y le acompaña a todas partes. En Inglaterra
dice Verlaine. Y Rimbaud escribe:
sigue siendo tan desgraciado y sigue viviendo tan tristemente
J'avais, en toute sincérité d'esprit, pris l'engagement de le rendre 1i como antes. Y la homosexualidad -en Rimbaud, como en la
son état primitif de fils du soleil ::?, mayoría de los homosexuales- produce escasos placeres.
2
Qttel ennui l'heu,re du «cher corps» et du «cher cceur» •
Esta necesidad de renacimiento del amor forma 11na de las
bi ses de las relaciones homosexuales de Rimbaud y V erlaine. A 1 Las fugas del domicilio materno satisfacían sus deseos de agre-
mismo tiempo continúa una serie de tentativas anteriores dirigi~ sión, los que se hicieron más intensos al tener que renunciar a
ellas. Estos deseos de sadismo intervienen también en la génesis
das al mismo fin. Primero, las fantasías revolucionarias político
de la homosexualidad. Rimbaud se coloca nuevamente frente a
religiosas y de retorno a una vida primitiva, en la que Venus
la sociedad y exhibe lo amoral de sus relaciones sexuales como
regiría el mundo; segundo, las fugas en las que sus fantasí:1s
un desafío, como un insulto a los que siguen caminos vulgares.
giran alrededor de la vida en la naturaleza y de mujeres que I<'
El insultar a la religión, el pasearse mal vestido y con la pipa pues-
ofrecen comida y amor, y tercero, las relaciones homosexualcH
ta hacia abajo en señal de desprecio, el emborracharse, el ensu-
con Verlaine y el viaje a Inglaterra forman varias etapas dd
ciar la habitación con excrementos y el tener relaciones homo-
camino que Rimbaud recorr.e empujado por su deseo de "rew
sexuales son todos fenómenos con un factor común en su base
citar el amor".
que son sus deseos sádicos.
El viaje a Inglaterra de Rimbaud y Verlaine estuvo parcia 1 Hay otros factores determinantes. El masoquismo, también
mente dirigido por una hermosa ilusión. Como en sus fugas, c1·,1 el alcoholismo y el parasitismo de Rimbaud encuentran en sus
la f elicidad lo que Rimbaud entreveía al término de sus vi:1j,• relaciones homosexuales con V erlaine una posibilidad de exterio-
Y lo mismo que en sus fugas hay algunos momentos en que 1 rizarse y de satisfacerse con gran amplitud. Para observar estas
felic idad p asa por su lado. d iversas satisfacciones parciales no se necesita tener gran penetra-
1 fsa ra rtida orgullosa en busca del a:11or . 1 Con sus besos 'Y abrazos amigos, era vcrdaderan1cnte un cielo, un ciclo somb r í<' ,
:! Me había, con toda sin ceridad , comprom cric~o a vol ve rle a ~u estado pri·Hili rn donde y o entr aba... Me veía com o dos buenos n iños, libres de p asearse por el P .1ra í11,.
~ Qué aburr imiento la h ora del "cu erpo querido" y del "co razón q ueri do" .
de h ijo del sol.
SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD ~,H
286

ción psicológica. Cualquier persona que lea con cierta detención mutuamente. Conociendo estos antecedentes no extraña la cxis
la vida en común de Rimbaud y Verlaine podrá comprobar fá- tencia del drama de Bruselas, en que acabó ''ce fier déJ1art ,¡ fil
cilmente las afirmaciones anteriores. recherche de l'amour'' 1 •
Las borracheras de Rimbaud y de Verlaine llegaron a límites No hay que olvidar tampoco el parasitismo de Rimbaud, satis-
poco normales. Verlaine nos cuenta que : fecho plenamente en sus relaciones homosexuales, ya que en París,
Entre autres blámables excés en Londres y en Bruselas, se deja alimentar por Verlaine, que es
Je erais que nous búmes de tout 1

el que trabaja para sufragar los gastos comunes. El parasitismo de
Rimbaud y la hipótesis emitida acerca de su origen en traumas
Los dos amigos debieron alcanzar un gran refinamiento en el orales sufridos en la infancia nos ayudan a comprender un ras-
arte, más o menos deliberado, de atormentarse mutuamente. So- go extraño de las relaciones homosexuales de Rimbaud.
bre todo Rimbaud debió gozar en hacer desesperar a su amigo
Rimbaud representa el papel masculino, l'époux infernal, y
Verlaine 2 :
Verlaine la mujer, la vierge folle; el "esposo infernal" quiere
Comme ra te paraítra dróle, quand je n'y serai plus. Quand t u mejorar a la "virgen loca" y hacer de ella un ser superior. Pero,
n'auras plus mes bras so1ts ton. cou, ni mon ca?ur poi~r te reposer, ni por otro lado, Rimbaud se designa a sí mismo a menudo como
cette bouche sur tes yeux 3 • "el niño" y se deja alimentar por Verlaine. Considerarse a sí
Lo que provoca en Verlaine intensas reacciones afectivas: mismo como un niño y dejarse alimentar parece estar en contra-
dicción con el papel masculino que Rimbaud representa en la
Presque chaque nuit, aussitót endormi, le pauvre frere se levait, /,,
bouche pourrie, les yeux arrachés. Tel qu'il se révait! et me tirait dans relación homosexual.
la salle en hurlant son songe de chagrín idiot 4 • Esta aparente contradicción cesa de existir si se piensa que
Rimbaud, en sus relaciones homosexuales, transfiere los conflictos
El sadomasoquismo de V erlaine y Rimbaud no se exteriorizaba
vividos en su relación infantil con su madre y transfiere también
solamente empleando armas psicológicas. Ambos buscaban t am
las tentativas de solución de dichos conflictos. Rimbaud se deja
bién el dolor físico y ( según Porché) a veces imaginaban y Jk,
alimentar por Verlaine a consecuencia de la insatisfacción ali-
vaban a cabo verdaderos duelos, luchando con cuchillos envucl
menticia originada en los traumas orales y genitales sufridos en
tos en servilletas, que dejaban libre la punta, para poder herirs•·
la infancia. Dejándose alimentar por Verlaine, obra bajo el in-
1 Entre otros excesos vituperables.
flujo de la tendencia a la repetición que le obliga a revivir, modi-
Creo que bebimos de todo.
2 De un modo inconsciente Verlaine desea indudablemente ser martirizado por R 11 11 ficándolas, situaciones que, por no satisfacer sus instintos, obra-
baud, como lo prueban sus sueños. En la siguiente carta Verlaine describe uno de ctl .,, ron traumáticamente y determinaron la formación de puntos
"c¡,ez ma mere tes lettres martyriques ... Maintenant salut, revoir, joie attente des lct11n, de fijación en su evolución psíquica.
attente de toi. Moi avoir deux fois nuit revé: Toi, martyriseur d'enfant, toi tout go/,I,
Drole, n'est-ce pas Rimbe!" ("en casa de mi madre tus cartas martirizaáoras ... Ah.,, Admitiendo la existencia de traumas orales en la infancia de
adiós, hasta la vista, alegría espera de cartas, espera de ti. Yo haber soñado dos vece, ..,, Rimbaud, traumas que se prolongaron o que dejaron huellas en
noche: Tú niartirizaáor de niño, tú todo hermoso. ¿Extraño, verdad, Rimbe?".)
su complejo de Edipo positivo, desaparece la aparente contradic-
3 ¡Qué extraño te parecerá, cuando yo ya no esté más! Cuando ya no teng,1' 11111
brazos debajo de tu cuello, ni mi corazón para descansar, ni esta boca sobre tus ojo, ción en el comportamiento homosexual. Rimbaud, obrando bajo
ai Casi todas las noches, apenas dormido, el pobre hermano se levantoba, con l., 1,.,, ,, el influjo de la tendencia a la repetición, vuelve a vivir su infan-
podrida, los ojos arrancados. ¡Tal como él se veía en sueños! y me arrastraba a 1, ,.,1
aullando su sueño de pena idiota. 1 "esa org ullosa partida en busca del amor".
288 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD 1 K'I

cia, por lo que, del mismo modo que en la infancia, tiene deseos "No podía continuar así, hubiera acabado loco" dice a su her-
de ser alimentado por su objeto sexual, madre-Verlaine y además, mana Isabel. Rimbaud decide cambiar este método de vida par:i.
también como en la infancia, experimenta deseos sexuales de tipo conservar la salud. Abandona la literatura y se convierte en el
masculino hacia su objeto sexual. "hombre de las suelas de viento" que va de un país a otro, que
En la infancia los deseos sexuales de tipo masculino primera- estudia idiomas y que, por primera vez en su vida, trabaja para
mente tuvieron como obj,eto a su madre y más tarde fueron des- ganarse el sustento. Escribe a sus amigos, diciéndoles que destru-
viados de su evolución normal, a causa de la patológica educación yan su producción poética y él mismo quema todos los ejempla-
materna, por lo que posteriormente tuvieron que buscar un ob- res que su librero le ha remitido de Una temporada en el infier-
jeto homosexual, en vez del heterosexual que fué reprimido. no. Relega sus afanes literarios en los confines del olvido, de
En la pubertad el objeto homosexual de sus deseos sexuales donde no volverá a sacarlos jamás. El Rimbaud literario muere
es Verlaine, mas detrás de la imag,en psíquica de V erlaine se ocul- a los 18 años de edad.
tan las imágenes psíquicas reprimidas de la mujer-madre.
Oh! tout dernierement, m'étant trouvé sur le point de faire le der-
NUEVA TENTATIVA DE CURACIÓN Y AÑOS DE MADUREZ nier couac, j'ai songé a rechercher la clef de textes anciens, ou je
;·eprendrais peut-étre l'appétit.
En su pretensión, a través de "un desorden de los sentidos", J'envoyais au diable les páleurs des martyrs, les rayons de l'art, l'or-
de hacer el alma monstruosa (sadomasoquismo, homosexualidad, gueil des inventeurs, l'ardeur des pillards.
alcoholismo), el estado psíquico de Rimbaud empeora gradual- Je dus voyager, distraire les enchantements asse1nblés dans mon cer-
mente. Pero un sentido intenso de la realidad, que tal vez heredó veau, sur lamer que j'aimais, comme si elle dut me laver d'une souillure
de su madre y que no le abandonó en medio del mayor desorden je voyais se lever la croix consolatrice.
espiritual, hace que Rimbaud se dé cuenta de su estado: Car je puis dire que la victoire m'est acquise; les grincements de
Et j'ai joué de bons tours a la folie. dents, les sifflements de feu, les soupirs empestés se moderen!; tous les
Et le printemps m'apporta l'affreux rire de l'idiot. souvenirs immondes s'effacent 1 •
Aucun des sophismes de la folie -la folie qu'on enferme- n'a ét ,:
Ninguno de los sofismas de la locura -la locura que se encierra- lo he olvidado.
oublié de moi. Je pourrais les redire tous, je tiens le systeme. Los podría volver a decir todos, poseo el sistema.
Les hallucinations sont innombrables. Las alucinaciones son innumerables.
Je m'habituais a l'hallucination simple: je voyais tres franchem('II/
Me habitué a la alucinación simple: veía muy claramente una mezquita en vez de
une mosquée a la place d'une usine ... un salon au fond d'un lac; frs una fábrica ... un salón en el fondo de un lago; los monstruos, los m isterios, un títu lo
mo11stres, les mysteres; un titre de vaudeville dressc:it des épouvan/1•1 de zarzuela levantaba terrores delante de mí. . . después expliqué mis sofismas mágicos
devant moi . .. puis j'expliquai mes sophismes magiques avec l'hall11ci con la alucinación de las palabras.

nation des mots. Mi salud se vió amenazada. El terror venía. Caía en sueños de varios días y, lev:.1n-
Ma santé fut menacée. La terreur venait. Je tombais dans des so111 tado, continuaba los sueños más tristes. Estaba maduro para la muerte, y por un camino
de peligros mi debilidad me llevaba a los confines del mundo.
meils de plusieurs jours, et, levé, je continuais les réves les plus tris!,·,. 1
¡Oh! últimamente, estando a punto de dar el último, "gallo", pensé en buscar la
J'étais múr pour le trépas, et par une route de dangers ma faibless<' 1111• clave de los textos antiguos, donde, tal vez, recuperaría el apetito.
menait aux confins dii monde 1 •
Envié al demonio las palideces de los mártires, los rayos del arte, el orgullo de los
1 inventores, el ardor de los saqueadores.
Y le he hecho buenas travesuras a la locura .
Y la primavera me trajo la espantosa risa del idiota. Tuve que viajar, distraer los encantamientos reunidos en mi cerebro, sobre el mar
290 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA ARTHUR RIMBAUD 21>1

Pero Rimbaud es incapaz de conseguir la normalidad psíquica. nos aparente. Un observador no experimentado que contem-·
Su neurosis le domina y, a pesar de todas sus tentativas, no le plase a Rimbaud en su nueva vida, podría pensar que las moles-
abandonará jamás. Efectivamente, no se puede considerar como tias provenían del ambiente en que vivía y del trabajo que
normal su nueva relación homosexual con el escritor Germain realizaba, y no pensaría que dichas molestias eran deseadas por
Nouveau, que sucede a Verlaine y con quien realiza también su yo. Pero la realidad seguramente era otra; no es el ambiente
un viaje a Londres. perjudicial, no deseado por el individuo, el que ocasiona las mo-
Tampoco es normal su vida en los años posteriores, en que lestias, sino que más bien es un deseo inconsciente de buscar las
viaja co~tinuamente de un lugar a otro, aunque estudia idiomas molestias, el que le hace vivir en un ambiente perjudicial y des-
extranjeros y los emplea para ganarse los medios de vida. Estos agradable.
viajes presentan acontecimientos extraños (v. gr. el alistamiento Su vida en África es un nuevo triunfo de su sadomasoquismo
en el ejército holandés, seguido de deserción) que impiden con- y de los demás mecanismos neuróticos indicados anteriormente.
siderarlos como llevados a cabo por un individuo normal. Psico- Esta hipótesis se confirma aun más al leer, en Una temporada en
lógicamente hay que colocarlos al lado de las fugas y de los viajes el infierno, escrita muchos años antes, las siguientes palabras que
homosexuales a Inglaterra. profetizan el aspecto de su vida en África:
Los últimos años de su vida, que transcurren en África, tienen Je retournerai d l'orient et d la sagesse premiere et éternelle.
un aspecto aun más normal. Rimbaud trabaja, gana y ahorra Ne pas porter au monde mes dégouts et mes trahisons. Allons! la
dinero, estando durante varios años empleado por la misma casa marche, le fardeau, le désert, l'ennui et la colere.
comercial, cumpliendo a satisfacción todas sus obligaciones. Mas Ma journée est faite. Je quitte l'Europe. L'air marin brúlera mes
la lectura de las cartas que escribe a su familia, en las que narra poumons, les climats perdus me tanneront. Marcher, broyer l'herbe,
su existencia en Adén, nos demuestra que es tan desgraciado co- chasser, fumer surtout, boire des liqueurs fortes comme du métal bouil-
mo antes y que lleva la misma vida de sufrimientos. El clima de lant . .. Je reviendrai avec des membres de fer, la peau sombre, l'oeil
África le atormenta, sufre de calor y de aburrimiento y hasta furieux; sur mon masque on me jugera d'une race forte ... ]'aurai de
el producto de su trabajo, el oro que ha ganado y que tiene den l'or, je serai oisif et brutal. Les femmes soignent ces féroces infirmes
ait retour des pays chauds ... 1.
tro de un cinturón que lleva siempre puesto, le produce cólico1-
disenteriformes y le hace ·sufrir. (Más que su oro y cinturón <.'s En efecto se marchó, como anteriormente se había fugado de
su neurosis con síntomas sádicoanales lo que le origina sus sufri su domicilio y del mismo modo que hizo el viaje a Inglaterra con
mientas digestivos). La historia desgraciada de su pierna enferma Verlaine. Y volvió, pero no fué la vuelta triunfal con que soñó.
seguramente hubiese tenido otra evolución de haberse tratado dl· Volvió medio muerto, como objeto arrojado por la marea.
un individuo más normal. Parece también probable que Rimbaud, Fugas, amores homosexuales, andanzas a través del mundo,
aunque vivía con una mujer abisinia, continuó en sus últimm
1 Volveré al oriente y a la sabiduría primera 'Y eterna.
años sus relaciones homosexuales. Todo ello hace pensar que ~11 No llevar al mundo mis ascos y mis traiciones. ¡Vamos! la marcha, el fardo, el de-
neurosis en África sufrió una "racionalización" que la hizo nw sierto, el aburrimiento y la cólera.
Mi jornada está hecha. Abandono Europa. El aire marino quemará mis pulmones, Jo,
(!ue yo amaba, como si tuv.iesc que lavarme de una mancha, veí:1 levantarse 1:1 cru1, ro1 climas perdidos me curtirán. Caminar, aplastar la hierba, cazar, fumar sobre todo beber
soladora. licores fuertes como metal hirviente... Volveré con miembros de hierro, la piel oscura,
Porque puedo decir que he conseguido la victoria; los rechinamientos de d1Mtr~. 1 el ojo furiosc,; por mi aspecto me juzgar:ín de una raza fuerte ... Tendré oro, seré o,;o«>
silbidos de fuego, les su<piros apestados se moderan; todos los recuerdos inmundos se borr_,, y bruta\. Las mujeres cuidan a esos achacoscs feroces, cuando vuelven de los países cálidos. , .
ARTHUR RIMBAUD i.<> \
292 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA C.ONDUCTA HUMANA

dríamos decir de Arthur Rimbaud que fué un paranoico arrepenti-


todo es tentativa para resolver conflictos psíquicos. Pero todo
do •.. el cambio fué brusco y ésta es una de las características de las
es también fracaso, y este fracaso lo buscó también él incons- manifestaciones de los tarados y de los hereditarios".
cientemente. El otro autor, DELATTRE, ve en Rimbaud "una inestabilidad psico-
motriz manifiesta" y hace el diagnóstico de paranoico ambulatorio.
Rimbaud, según Delattre, "no fué nunca un invertido constitucional;
ESTUDIOS PSIQUIÁTRICOS SOBRE ARTHUR RIMBAUD
esta inversión sólo fué experimental en cierto modo y accidental".
Rimbaud es un impulsivo y puede considerársele como un desequili-
Es siempre interesante hacer una comparación entre estudios psi-
brado de la afectividad y de la voluntad.
quiátricos y psicoanalíticos referentes al mismo tema. Por este mo-
tivo voy a reproducir textualmente, sin comentarios, los datos prin- Delattre escribe sus conclusiones del siguiente modo:
cipales y las conclusiones de dos estudios psiquiátricos referentes a "1 9 La obra poética de Arthur Rimbaud fué tal que por predomi-
Arthur Rirnbaud: doctor LAGRIFFE: Les déux aspects d' Arthur Rim- nio de su subjetivismo, solamente podría conducir a la incoherencia y
baud "Journal de physiologie normale et pathologique", pág. 499, prontamente a su propia inhibición. El problema que se plantea es el
1910, y doctor DELATTRE: Le déséquilibre mental d'Arthur Ri11iba11,d, saber en qué medida su individualismo, que forzó a Rimbaud a renun-
Le Fran~ois. París, 1928. ciar al arte a los 19 años, proviene de la psicopatología.
Lagriffe afirma que, aun corriendo el riesgo de que le acusen de "2 9 La vida inestable de Rimbaud fué totalmente dominada por
ver locura por todas partes, se puede decir que Rimbaud, "por lo me- la inadaptabilidad al ambiente social de un impulsivo orgulloso.
nos el Rimbaud de la primera parte de su vida, no fué un individuo "Pero si se piensa que Rimbaud, aunque trastornado en sus facul-
normal". Apoyándose en el estudio de su carácter, lo diagnostica de tades afectivas y volitivas, estaba dotado de una inteligencia prodigiosa
paranoico larvado. Por lo que se refiere a las fugas, escribe que "pre- que nunca falló, se tiene derecho a dudar si su caso pertenece franca-
sentan los caracteres típicos de la fuga paranoica, de la paranoia am- mente a la psicopatología. Según nosotros, el desarrollo desigual de sus
bulatoria". De su obra poética dice que "las Illwminations presentan lo5 facultades y vocación le coloca sobre todo en esos casos intermedios, de
caracteres de los escritos de los tarados y de los degenerados". los que no se sabe precisar si pertenecen a un psiquismo todavía sano
Niega la homosexualidad de Rimbaud, pero añade que "el drama o que comienza a ser mórbido: caso de "Disarmonía", de "Desequili-
de Bruselas permanecerá siempre un poco oscuro, tal vez porque no hay brio" (Re gis).
que buscarle razones muy profundas y tal vez porque no es importante". "3 9 La incoherencia en su obra literaria y el final de esta incohe-
"Víctor Ségales ve en esta transformación expresiva de Arthur rencia, la esterilización precoz del genio creador de Rimbaud, nos pa-
Rimbaud un ejemplo típico de bovarismo. Se sabe que Jules de Gaultin rece que deben atribuirse al desequilibrio. Sin embargo, si se considera
ha definido el bovarismo como la facultad otorgada al hombre de con- que cronológicamente el período de exageraciones estéticas se superpone
cebirse de un modo distinto a como es, siempre que el hombre sea in a la época de su pubertad (pubertad particularmente violenta y con-
capaz de realizar esta concepción distinta que se forma de él mismo;
trariada) y, por otra parte a la de sus excesos cerebrotóxicos, no se
es lo que de otro modo se llama fallar su vocación, pero con este co
puede dejar de pensar que esta pubertad y esta cerebrotoxia hayan po-
rrectivo: sin darse cuenta. Arthur Rimbaud desparramando su vid:1,
dido influir en cierto modo sobre esta incoherencia y esta esterilización,
dispensando su energía, habría representado el bovarismo por exceso
ya directamente o ya indirectamente, exagerando el desequilibrio.
del hombre de genio.
"49 Si se puede afirmar que la vida antisocial de Rimbaud, tanto
"Todo en él fué coherente, permanente, consciente; permancrio
del poeta como del hombre, estuvo determinada por su desequilibrio,
dueño de sí mismo en el sentido práctico de la palabra y no conoci<'1
no es menos probable que este desequilibrio mismo fuese el efecto dC'
ni esfuerzos de reacción, ni estado angustioso. Si cambió, no fué por
causas predisponen tes de un interés considerable, a saber:
desdoblamiento ( de la personalidad), sino por renunciamiento ... po
294 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

"a) La herencia (particularmente herencia paterna, probablemente


mezclada con etilismo) .
"b) La educación perjudicial hecha por una madre por completo
incapaz de comprender el sentido y el valor verdadero de la
inteligencia de su hijo.
"El desequilibrio, por otra parte, empezó a exteriorizarse ayudado
por una causa general, la guerra, cuyas influencias morales fueron tan- FREUD, EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO Y LA
to más graves aquí, en que por una casualidad cronológica desgraciada,
se añadieron a las causas citadas del desarreglo psíquico de la pubertad.
MEDICINA CONTEMPORÁNEA
"5 9 Por este motivo, el genio del poeta, esencialmente antisocial y
antiintelectual, lejos de ser el testimonio de su superioridad intelectual, Cuando se trata psicoanalí ticamente a los enfer-
fué un resultado mórbido y la inconsecuencia de un desequilibrio. La mos, se cumple con el deber en más de un sentido.

duda, la misma osadía de una estética tal postulaba, en su origen, a fa- FREUD.
vor de una inteligencia superior. Pero solamente un anormal, tan sin
miramientos, podía atreverse a la realización de las audacias que esta
inteligencia había podido concebir, desafiándose a sí mismo. Los es- Una de las técnicas más adecuadas para destruir o aminorar
critos de Rimbaud presentan los caracteres de los escritos de los dege- tendencias sadomasoquistas en el individuo es el tratamiento
nerados, a quienes les basta comprenderse ellos solos. Únicamente un psicoanalítico. De ahí que resulte interesante el exponer, aunque
anormal podía llevar la aplicación de su sistema poético a un grado de sea rápidamente, cómo se consigue la curación de enfermedades
incoherencia tal que el único medio de defender su inteligencia consis- a través de comportamientos que son tan distintos de los de la
tió en el renunciamiento del genio a sí mismo. práctica médica corriente.
"6 9 Nos parece, por lo tanto, que si el genio, en general, coincide
Ya ha sido estudiado cómo los síntomas neuróticos y perver-
con la inteligencia superior, sin embargo, el genio sólo es posible en la
sos son consecuencia de conflictos psíquicos, provocados por
medida en que la inteligencia continúa ejerciendo sobre la tendencia
"ipseísta" del creador su control frenador. La aventura literaria de instintos sexuales y sadomasoquist~s, que buscan una satisfac-
Rimbaud demuestra que a partir del día en que el subjetivismo del ción no permitida por el superyo y que por ello se enfrentan con
artista se libera de ese control, su arte tiende a una incoherencia que los procesos de defensa del yo.
lo disgrega, su genio a la degeneración que lo esteriliza. Rimbaud mis- Esto se hace más sencillo de comprender si, en vez de hablar
mo tuvo que someterse, y eso que su inteligencia, aunque coexistiendo de todos los procesos de defensa del yo, se estudia sólo uno, que
con una afectividad y una voluntad desarreglada, posteriormente debía es como el prototipo de los demás o sea la represión.
manifestarse tan superiormente en todos los dominios en que ejerció El neurótico ha efectuado una represión de ciertos instintos
su actividad". sexuales y sadomasoquistas, lo que trae como consecuencia una
acumulación de tensión en su psiquismo inconsciente, creándose
así una etapa anterior a la de la neurosis manifiesta. La verda-
dera neurosis se presenta cuando además existe el retorno de los
instintos reprimidos al psiquismo consciente.
Ocurre así porque los instintos sexuales y agresivos no han
sido destruídos. La represión se ha limitado a rechazarlos al
296 SA DISMO Y MASOQUISM O EN LA CONDUCTA HUMANA FR EUD Y EL TRATAMIEN TO PSICOANALÍTICO "'
inconsciente, privándoles, no de su energía, sino de su represen- los instintos se dejan dominar sólo hasta un cierto límite, pa
tación preconsciente. Entonces los instintos reprimidos se es- sado el cual la represión fracasa, porque se produce un retorno
fuerzan en buscar su satisfacción, procurando evitar las fuerzas de lo reprimido o porque el individuo adopta una conducta de-
represoras, para lo cual toman aspectos en que el yo no los re- masiado masoquista.
conoce, dando origen a los síntomas neuróticos. Por ejemplo, el El tratamiento psicoanalítico sigue ante todo el camino de
síntoma de una sensación extraña en el seno de una mujer his- la liberación mediante la comprensión instintiva. Se esfuerza
térica puede responder a una fantasía reprimida de un deseo de en hacer conscientes los instintos reprimidos que intervienen en
contacto genital con un hombre, con un anhelo de caricia en la génesis de los diferentes síntomas de un enfermo. Hace ver
aquella región corporal. Igualmente los deseos de maternidad a la mujer con la sensación extraña en el seno de que se siente
reprimidos de otra mujer neurótica se pueden manifestar a tra- así, por ejemplo, por un deseo reprimido hacia un hombre, del
vés de un síntoma de vómitos tenaces. que está inconscientemente enamorada. O bien a la otra enferma
Una complicación es que en la constitución de los síntomas supuesta que sus síntomas histéricos ocultan una fantasía de
neuróticos intervienen, no solamente los instintos sexuales y sa- embarazo.
domasoquistas, es decir las fuerzas reprimidas que retornan, sino Esta resolución de los síntomas neuróticos es complicada. Aun
también las fuerzas represoras del yo, que obedecen al superyo si desde un comienzo del tratamiento se pudiese comunicar al
o sea al representante intrapsíquico de los padres de la infancia. enfermo el significado de un síntoma, también en sus pequeños
Por ello un dolor en la cara de una mujer histérica puede tener detalles, no se conseguiría un resultado favorable. El enfermo
el significado inconsciente de una caricia sexual y, al mismo
no daría crédito a las palabras del psicoanalista, reaccionaría
tiempo, el de un castigo físico del padre o de la madre por un
violentamente contra ellas o bien, de aceptarlas, como el cono-
suceso infantil relacionado con la sexualidad.
cimiento del significado del síntoma se efectuaría en las ca-
Una persona neurótica reprime gran parte de la energía de
pas más superficiales de su psiquismo, no conseguiría alterar la
sus instintos. Otra parte la satisface parcialmente, indirectamen-
estructura profunda inconsciente, que es donde se origina la
te y de un modo perjudicial en sus síntomas que constituyen
neurosis.
algo así como su actividad sexual. Se curará de su tensión instin -
tiva y consecutivamente, de sus síntomas si consigue liberar a Por ello en todo tratamiento psicoanalítico se plantean dos
los instintos del encierro de la represión. tareas distintas: la de llegar a conocer el significado de los sín-
Teóricamente podría curarse también reforzando la reprc tomas y la de conseguir que él sea asimilado profundamente,
sión ya existente. Es decir, haciendo algo análogo a lo qm· par:1 producir así la deseada liberación instintiva de la represión
corrientemente se suele aconsejar al neurótico de emplear toda su perjudicial.
fue r za de voluntad para dominar sus síntomas. O bien tratán- T raz ando ::thora un paralelo entre los síntomas neuróticos
dole severamente o sugestionándole para conseguir la misma fi y los sueños, cuyo análisis detallado es tan importante en los
n alidad. tratam ientos psicoanalíticos, conviene señalar que hay dos mé-
Cont ra técnicas psicoterapéuticas de este tipo hay objecio todos distintos de interpretación onírica. Uno ha sido popular
nes bien fundadas porque, para poder ser feliz y realizar una durante muchos siglos y está dado por el empleo de las claves de
actividad eficaz, es imprescindible cierta dosis de S;.'!tisfacci{1 11 los sueños. Otro es el método p sicoanalítico; consiste en apoyar-
instintiva, mayor de la que se suele tolerar el n eurótico. Adc. m,í se en las asociaciones del enfermo, a quien se le pregunta lo <ll'C'
298 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
FREUD Y EL TRATAMIENTO PSICOANALiTICO 29?

le sugiere cada uno de los detalles, de cualquier tipo, que ocurren


en sus sueños. tintivos y los de las resistencias; procura leer "entre líneas" en
los pensamientos del enfermo, para ver lo inconsciente reprimido.
Lo mismo se hace psicoanálisis con los síntomas neuróticos. Y a por el solo hecho de exponer diariamente una serie larga
En la interpretación de un sueño se parte de un aspecto parcial de pensamientos, necesariamente ocurre la repetición de algunos
del mismo, para pasar al estudio de otro aspecto, una vez que el de ellos, que tienen un mismo significado latente, aunque apa-
enfermo asoció con aquél. Es también lo que se hizo en una
rezcan relacionados con circunstancias distintas. Al percibirlos
primera época del psicoanálisis, cuando se dirigía la atención del en el tratamiento, se desenmascaran las racionalizaciones del en-
•enfermo, como punto de partida, a cada uno de sus diversos sín- fermo, poniéndose al descubierto pretextos para actos o fanta-
tomas. Entonces para conseguir mejor las asociaciones, el psico- sías, cuya motivación principal es la inconsciente reprimida.
analista se valía a veces de pequeñas maniobras sugestivas, como Así ante una mujer con varias experiencias amorosas, de aspecto
la de decir al enfermo que se daría cuenta del significado incons- poco placentero y que terminan de un modo desgraciado, el
ciente de un síntoma cualquiera, si prestaba atención al pensa- psicoanalista pensará que esto le ocurre porque lo desea incons-
miento que tuviese en el momento en que el psicoanalista le cientemente, aunque ella lo justifique de otro modo. De un hom-
apoyase la mano en la frente.
bre que prefiere las amistades masculinas y, en cambio, se rela-
En una época todavía anterior el psicoanalista se servía de ciona poco con la mujer, pensará en una intensificación de la
la hipnosis con el mismo objeto. Actualmente ya no se pide al libido homosexual e igual de otro hombre que realiza muchas
enfermo que asocie partiendo de uno de sus síntomas, sino el que conquistas femeninas, sin ocuparse profundamente de una mujer
en las sesiones de psicoanálisis exponga todos sus pensamientos, determinada.
estén o no relacionados con sus síntomas neuróticos. Los pen- Los pensamientos del enfermo o sus conductas, que resulten
samientos importantes, como los que no lo son, los morales como extraños, deben ser psicoanalizados, insistiéndose entonces en
los amorales, los agradables y los desagradables, los comprensibles que el enfermo comunique las ideas especiales que le sugieren. Es
y los que carecen de sentido. También se dice al enfermo de lo que se hace, por ejemplo, con los sueños y con los actos fa-
que no se preocupe de si en su exposición pasa de un tema a llidos, como las equivocaciones, olvidos, pérdidas involuntarias,
otro, no relacionado con el anterior. caídas o tropiezos. Todo tiene sus motivaciones que es necesario
Con el objeto de evitar la sensación penosa de tener enfrente encontrar, no desperdiciando los pequeños detalles.
al psicoanalista, cuando el enfermo le comunica algo desagrada- La excursión psicológica del tratamiento psicoanalítico es
ble, aquél se suele sentar detrás del enfermo, para no distraer interesante, pero no siempre es amena y de ningún modo fácil.
su observación y estar él mismo más cómodo. Además el psico- Suele haber obstáculos en el camino y abundan los sinsabores,
analizado se suele acostar en un diván, postura que le exige menos aunque también las alegrías. El psicoanalizado pasa muchas ve-
esfuerzos y que le permite mejor seguir todos sus pensamientos. ces por momentos amargos, que en ocasiones le hacen llorar, pero
En cuanto a las sesiones de tratamiento suelen tener una hora percibe que se halla en el camino del bienestar.
de duración y se realizan comúnmente cinco veces por semana. El descubrimiento del inconsciente reprimido sólo es posible
Al comunicar sus pensamientos el enfermo siente como una mediante un esfuerzo constante para vencer las resistencias in-
oposición interna, que en psicoanálisis se designa con el nombre teriores que actúan en un doble sentido: empujando al incons-
de resistencia. El psicoanalista busca percibir los contenidos ins- ciente todo lo que es desagradable al yo del enfermo y oponién-
dose a las tentativas del tratamiento para venc,er la represión.
300 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA FREUD Y EL TRATAMlENTO PSICOANALÍTlCO IÍII

Se siente claramente la presencia de estas resistencias. En los mo de referir todo lo que sentía y además por las interprct::tcionl',
tratamientos psicoanalíticos se tiene la impresión de una marcha del psicoanálisis que hacían surgir mejor el material reprimido.
hacia adelante, en la que se van venciendo obstáculos. Algo pa- Analizados los aspectos diversos de la transferencia, se dcscu
recido al caminar por el agua, donde la progresión es lenta y bren sus orígenes infantiles en comportamientos ambientales con
exige de nuestros músculos un esfuerzo mayor. La comparación las consecutivas represiones instintivas perjudiciales del enfermo.
no es totalmente exacta, porque en el agua la resistencia es uni- Como los síntomas neuróticos tienen el mismo origen, se suele
forme y en el tratamiento psicoanalítico varía de intensidad, observar en tratamientos psicoanalíticos la desaparición de sín-
según la mayor o menor proximidad de los pensamientos cons- tomas, pero para ser sustituídos por aspectos especiales de la trans-
cientes a los contenidos reprimidos. ferencia, la que analizada permite luego descubrir las vivencias
Durante el tratamiento psicoanalítico el enfermo tiene pen- infantiles que actuaron traumáticamente.
samientos egoístas y altruístas. Algunos de sus pensamientos re- Es así que la transferencia afectiva, que en un primer mo-
fieren, generalmente con enmascaramientos, afectos hacia el mento parecía una complicación más del ya difícil tratamiento
psicoanalista, constituyendo lo que en psicoanálisis se denomina psicoanalítico, se convierte en una ayuda en el camino de la cu-
"transferencia afectiva", por su origen en relación con otras ración. Por otra parte la intensa corriente afectiva de la trans-
personas. ferencia hacia el psicoanalista anima al enfermo a vencer sus
La transferencia afectiva se observa regularmente en todo resistencias y a ocuparse de aspectos penosos de su vida psíquica,
tratamiento psicoanalítico. También en aquellas personas prác- que mantienen reprimidas sus energías inconscientes.
ticamente normales que se someten a un psicoanálisis para cono- En resumen, el significado de los síntomas se conoce a tra-
cerse mejor a sí mismas, por ejemplo, con el objeto de llegar a vés de su ~málisis directo, del análisis de otras ocurrencias o con-
ser psicoanalistas, ya que el estar bien psicoanalizado es la pri- ductas del enfermo y del de la transferencia afectiva. Este aná-
mordial y principal condición de una buena formación psico- lisis detallado es el que perIJ1ite que el significado de los síntomas
analítica. sea profundamente asimilado por el enfermo, ya que para co-
Frente a la transferencia afectiva del enfermo, el psicoana- nocerlo se ha tenido que pasar por numerosas interpretaciones
lista se esfuerza en descubrir el aspecto que tiene, la intensidad de distintos detalles. Son esas interpretaciones aisladas como co-
que alcanza y hasta dónde se extienden sus ramificaciones incons- nexiones repetidas entre el sistema psíquico consciente y el in-
cientes. Es analizar la transferencia. consciente, a través de la barrera de separación que crean las
Los afectos transferenciales tienen amplia razón de existir. fuerzas represoras, la que es continuamente perforada, hasta
Estuvieron plenamente justificados en circunstancias anteriores que se consigue; una comunicación suficiente para encaminar
de la vida del enfermo, en la relación de éste con personas para bien la curación.
él importantes como objetos libidinosos o autoritarios. Al hacerse conscientes los contenidos instintivos, la represión
Un ejemplo sencillo lo constituye el caso de un enfermo que se hace innecesaria, porque se originó en la infancia, cuando el
en su infancia desarrolló tendencias de rebeldía intensa contra yo era todavía débil para satisfacer cargas libidinosas intensas y
su padre. Reprimidas, por temor a castigos, surgieron de adulto enfrentarse con la realidad exterior potente de las personas adul-
ante personas de autoridad, ya directamente o, por el contrario, tas. Así los deseos del complejo de Edipo del niño tuvieron que
provocándole inhibiciones intensas. Lo mismo ocurrió ante el ser reprimidos a causa de la imposibilidad biológica de satisfa-
psicoanalista, pero más claramente, por la obligación del enfer- cerlos y por las prohibiciones paternas, que tampoco permitieron
302 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA l'REUD Y EL TRATAMIENTO P~ICOANALÍTICO \01

al niño la adecuada elaboración intelectual de sus instintos. Todo médico célebre de entonces le objetaba el que se atreviese a ha -
ello desarrolló en el niño temores de la castración y de la pérdida blar de histerismo en el hombre siendo así que el término «histe-
del cariño y protección paternos. Pero tal situación cambia en rismo" proviene de una voz griega: úorÉQa que significa útero
la época del tratamiento psicoanalítico, porque el enfermo ya y ésta es una víscera de la que carece el cuerpo masculino. El
es un adulto con plena capacidad biológica de satisfacer ciertos que así hablaba desconocía el carácter bisexual de la personalidad
instintos y, además, porque ya no hay padres que se oponen a la humana y también el que el histerismo es algo más que los dis-
satisfacción instintiva, sino más bien un ambiente social que turbios provocados por un mal funcionamiento del útero, del
anima a buscarla. Por otra parte el individuo adulto puede dis- mismo modo que la melancolía es distinta de la bilis negra que
poner de energías suficientes para vencer obstáculos exteriores indica su etimología.
que se oponen a sus deseos. A pesar de su alejamiento de la medicina oficial y de sus crí-
Vencida así la represión y análogamente otros mecanismos ticas a la medicina de entonces, es difícil encontrar un médico
de defensa del yo, el individuo puede encontrar en la realidad que haya sentido su profesión con tanta profundidad como
exterior la satisfacción instintiva necesaria para poder ser activo Freud, aun en los aspectos prácticos de la curación del enfermo.
y feliz, sin dejar de ajustarse a las circunstancias de la sociedad Huyendo de un absurdo «furor sanandi", que lleva a conclusio-
en que vive. También puede realizar mejor la sublimación de nes falsas, Freud tenía un criterio muy severo para afirmar la
aquellos instintos que la realidad ambiental no le permite satis- curación de un enfermo. No le bastaba verle libre de síntomas,
facer. Es por esto por lo que suele ocurrir que una persona psi- pues éstos pueden ser sustituídos por otros más ocultos. Necesi-
coanalizada, es decir, que se ha ocupado intensamente de sus ins- taba saber que el enfermo podía también desenvolverse satisfac-
tintos sexuales y sadomasoquistas, después de su tratamiento toriamente en un trabajo y que era capaz de gozar de la vida . .
psicoanalítico suele ser más moral que anteriormente, sin renun- Además Freud exigíase a sí mismo el haber comprendido bien
ciar a sus satisfacciones instintivas. Con ello consigue un bienes- los procesos que llevaron al enfermo a su patología especial. Si
tar psíquico y también la capacidad de realizar, como individuo podía responder con datos positivos a estas cuatro condiciones,
aislado y como ser social, una vida normal. Freud entonces afirmaba la curación, basado en algo firme y
persisten te.
La seriedad con que Freud se planteó la curación del enfermo
Los procesos en que la sexualidad y el sadomasoquismo in- y su afán de investigación le llevaron ya desde un comienzo a
tervienen intensamente, y sus actuaciones en la génesis y trata tratamientos de una constancia poco común. Cada enfermo era
mientos de las neurosis, fueron vislumbrados por Freud ya en tratado por él diariamente a menudo durante años. Anterior-
los comienzos de su actividad de psicoterapeuta. Desde un pri mente solamente algunos privilegiados, o desgraciados,. habían
mer momento procuró comunicarlos a los médicos en trabajo~ tenido la oportunidad de que algún médico célebre se ocupase
científicos cada vez más certeros, profundos y novedosos. Pero de ellos diariamente por largas temporadas.
esto le llevó a ser un innovador y renovador de los tratamientm Freud introdujo la norma de tratar a pocos enfermos, pero
de las neurosis de su época, por lo que pronto empezó a sufrir tratarlos profundamente, dedicándoles el tiempo que cada uno
dificultades ambientales. Relata Freud en su Autobiografía có necesitaba. También esto le fué criticado, preguntándole qué
mo dejó de concurrir a la Asociación Médica de Viena, ante Li trascendencia podría tener su actuación de curar solamente unos
falta de consideración con que eran recibidos sus trabajos. U 11 pocos enfermos al año, ante la enorme masa existente de scrc•
FREUD Y EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO 305
304 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

dolientes. Como sus discípulos se conducían al igual que Freud, eran congénitas o adquiridas era meterse en un embrollo inso-
se habló irónicamente de que serían necesarios tantos psicoana- luble, con la finalidad inconsciente de evitar comprender las
listas como individuos había en los ejércitos para curar a los en- enfermedades, porque en ellas intervienen ambas clases de fac-
fermos de las naciones civilizadas. tores. Lo mismo ocurre en lo que se refiere a la perversión sexual
A pesar de las críticas, Freud continuó con su especial téc- como la homosexualidad, de la que Freud demostró que, en su
nica de investigación y de curación. Al aceptar a sus enfermos esencia, consiste en que un individuo elige como objeto amoroso
plenamente, dedicándoles todo el tiempo que cada uno de ellos a una persona con caracteres especiales, exactamente igual a como
necesitase, Freud asentó la medicina moderna, modificando la hay hombres a los que les atraen más las rubias y que rechazan
de su época sobre bases firmes, no sólo para los enfermos que él a otras mujeres. El problema que en estos casos hay que resolver,
trataba, sino también para los demás. Dedicándoles compren- no es el porqué de la elección determinada de un objeto, sino
sión y constancia, Freud aceptó a los enfermos en su totalidad, más bien el de la prohibición de los demás.
con lo que la enfermedad dejó de ser para él la lesión de un solo No resulta útil investigar si Romeo se enamoró de Julieta
órgano, pasando a ser la de toda la personalidad. Ante los resul- por factores congénitos o adquiridos. En cambio resulta útil
tados obtenidos por Freud perdieron valor las explicaciones mé- averiguar el por qué de los detalles de este amor o de los demás
dicas superficiales, las profundas y verdaderas ya existentes ad- amores de otros individuos. En los detalles hay un reflejo de lo
quirieron más valor en una comprensión médica total. que ocurre en una totalidad y de su examen surgen explicacio-
Es fácil encontrar muestras de estos resultados. Así uno de nes trascendentes. Por eso las investigaciones psicoanalíticas de
los primeros mitos médicos, que derrumbó Freud, fué el de la Freud están llenas de este examen de detalles, sobre los cuales se
omnipotencia de la constitución, que era sobre todo prepon- solía pasar antes distraídamente. Así, en el estudio de pequeños
derante en psiquiatría. A principios de siglo hasta llegaban a detalles de la vida cotidiana Freud halló la clave de las conductas
explicarse las diferentes enfermedades psiquiátricas por ellas mis- que llevan al éxito de una empresa o a la felicidad de un hogar.
mas suponiéndoselas constitucionales. Así se decía que una Lo que trajo consigo un cambio de acentos en la medicina con-
persona desarrollaba una paranoia porque tenía una consti- temporánea, llegándose a considerar como esenciales en la explo-
tución paranoica, o una esquizofrenia porque tenía una constitu- ración médica aspectos de la vida psíquica humana que antes no
ción esquizofrénica. Aparte de las locuras lo mismo ocurría, por se solían ni siquiera mencionar, como son los sueños. "Cuéntame
ejemplo, con las perversiones. A un homosexual se le consideraba tus sueños y te diré cómo eres" es algo que hoy día se puede
que ya era así desde su nacimiento, lo que como punto de partida afirmar, gracias a Freud, dando seguridades de un conocimiento
era un obstáculo serio para nuevas investigaciones. Poco se había bueno y profundo del enfermo, a través de ellos.
adelantado, a este respecto, de lo que se creía en la época de Pla- La obra médica de Freud es tan grande y trascendental que
tón, el que decía que la humanidad primitiva estaba compuesta su asimilación por los contemporáneos sólo ha podido ser hecha
de seres dobles, de los cuales unos eran hombre-mujer y los otros gradualmente, aceptándose a pequeños trozos. Su consecuencia
hombre-hombre o mujer-mujer. Cuando los dioses los dividie- primera en eí campo de la medicina fué psiquiátrica, al modi-
ron, como castigo de sus pecados, las dos mitades doloridas pro- ficar la asistencia al enfermo mental, la que fué invadida por
curaron buscarse y reunirse de nuevo, lo que explicaría los difc la comprensión psicológica. El cambio ocurrido ha sido caracte-
rentes comportamientos sexuales. rizado, señalando que la psiquiatría de una actividad intramuros
Freud demostró que discutir si la paranoia o la esquizofrcni:1 se ha convertido actualmente en extramural. O sea que en vez de
306 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA COND UCTA HUMANA
FREUD Y EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO JO
atender preferentemente a personas recluídas, la psiquiatría se
orientó hacia los neuróticos que viven en libertad. Ahora ya no plo, al catarro nasal vulgar. Al igual que en su comienzo, el
se considera, como hace años, la labor primordial de la higiene psicoanálisis contemporáneo se interesa lo mismo por lo grande
mental el construir más y mejores manicomios, sino comprender y lo pequeño de la medicina. Así del estudio de catarros nasales
más y más profundamente al individuo. episódicos, que presentaban los enfermos psicoanalizados, pudie-
La consecuencia fué un renacimiento hermoso de la psiquia- ron deducir los psicoanalistas que para acatarrarse es necesario
tría. Con la orientación psicológica la psiquiatría, regenerada la reactivación del factor angustia en un individuo, Esta an-
por el psicoanálisis, se ha convertido en una disciplina médica gustia del individuo, basada en circunstancias angustiosas de su
fundamental, al revés de lo que era la antigua psiquiatría clá- vida pasada, del tipo de la del nacimiento y otras y que se reac-
sica. Esto ha ocurrido tanto en las guerras como en la paz, y tiva por diversas circunstancias actuales, con resonancias incons-
tan es así que, en la guerra pasada, la justa valoración de las cientes angustiosas, es la que permite que las corrientes de aire
enfermedades llamadas mentales hizo que los médicos diesen por que enfrían y los microbios que ordinariamente viven tranquilos
ellas más bajas en los ejércitos que por cualquier otra enferme- en las vías respiratorias superiores, provoquen catarros nasales.
dad. Lo que se d ectuó siguiendo orientaciones psicoanalíticas. En tratamientos psicoanalíticos es posible descubrir cómo
El paso ulterior, a que obligó la obra de Freud a la medicina, hay individuos que en circunstancias angustiosas, pero incons-
fué aún de más amplitud médica. Él actualmente hace que al cientes, se colocan a sí mismos en condiciones ambientales que
describir el fenómeno anterior de las enfermedades mentales se les provocan un enfriamiento y con ello luego un catarro nasal.
t ropiece con la palabra mental. Lo mental ha invadido toda la Así un psicoanalizado, si durante el día había vivido circuns-
medicina. Efectivamente, gracias a Freud, ahora se sabe que el tancias molestas, se destapaba durmiendo. Él mismo, en la semi-
histerismo o la perversión son al igual que la úlcera gastroduo- consciencia del dormir, se daba cuenta de que buscaba acata-
denal o la obesidad enfermedades mentales. Lo esencial y pri- rrarse, porque algo interior le obligaba a ello, tanto que, si se
mordial en unas y otras es el llamado factor psicológico. tapaba con las mantas, sentía una gran intranquilidad.
Dicho impacto del psicoanálisis en la llamada medicina orgá- Una percepción de dicho factor psicológico de la angustia
nica ha llevado, en un primer lugar, a crear el concepto actual en la génesis del catarro es la que ha llevado a decir a Nietzsche
de la medicina psicosomática, que al principio fué aplicado a que no ha conocido a mujer alguna que se haya acatarrado, sa-
algunas enfermedades y que últimamente se ha extendido a todas biéndose bien vestida, por poco abrigado que fuese su traje.
las demás. Cuando el impacto profundice aún más en los mé- En este detalle médico del catarro banal se puede observar
dicos, el término psicosomático será abandonado como erróneo, lo que ha ocurrido en la medicina contemporánea por la obra
porque todavía admite una dualidad inexistente de alma y cuerpo. de Freud. Todo lo que se conocía anteriormente de la génesis
Será sustituído por otro, como puede ser el de medicina integral del catarro sigue conservando su valor en la actualidad, como
o sencillamente el de medicina, que se considerará con un con- son . los conocimientos referentes a los microbios, a sus ataques
cepto de totalidad. especiales al organismo y a las defensas de éste mediante la infla-
Estas concepciones psicoanalíticas de una medicina integral mación y los anticuerpos. Pero con el psicoanálisis ello ha sido
se aplican no sólo a las enfermedades de gran aparatosidad, del organizado en una comprensión más amplia que, dando realce
tipo de las cancerosas, sino también a aquellas banales, que se a estos descubrimientos microbianos, ha facilitado conocer me-
podrían llamar los pequeños detalles de la medicina, por ejem- jor su actuación y los ha incluído dentro de las reacciones de 1a
personalidad total.
308 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA FREUD Y EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO 309

Lo mismo sucede con otras enfermedades como, por ejemplo, dades médicas anteriores, para incluirlas en un conjunto armó-
la obesidJ.d o la úlcera gastroduodenal, para citar dos enferme- nico y explicativo de la biología humana. Por eso, insisto aquí,
dades más importantes en apariencia que el catarro nasal. Los uno de los títulos de gloria que mejor cuadra a Freud es el de
estudios anteriores al psicoanálisis del metabolismo de los alimen- organizador de la medicina contemporánea. Nadie como Freud
tos y su transformación en grasa han sido de gran utilidad al ha influído tanto en el aspecto que va desarrollando la medi-
psicoanálisis para comprender la obesidad, lo mismo que le han cina de nuestros días.
sido muy útiles los conocimientos de las actividades del jugo El genio de Freud organiza la medicina contemporánea, no
gástrico y de la disposición terminal de las arterias del duodeno, solamente en las grandes concepciones de la patología, como
que aclaran la formación erosiva y el aspecto especial de nicho la medicina psicosomática, sino también en numerosos aspectos
de la úlcera. También le ha servido mucho al psicoanálisis el parciales. Una muestra de lo último es el aspecto actual de la
saber, por otros investigadores, que hay lesiones cerebrales que ciencia de las hormonas, que Freud ya anticipó en su Teoría
conducen a la obesidad o a lesiones digestivas y que en el cerebro sexual, publicada en 1905. Freud, entre otros hechos, afirmaba
existen centros relacionados con las emociones. A todo ello el la existencia de la sexualidad infantil y el que la sexualidad no
psicoanálisis ha añadido sus propias investigaciones, como la del se originaba sólo en las glándulas genitales, sino en todo el orga-
papel de la madre en la formación de la personalidad o el cono- nismo. También el que las hormonas genitales no determinan
cimiento psicoanalítico de las diferentes etapas del desarrollo de por sí el comportamiento sexual o sea el que un individuo con
sexual, una de las cuales consiste en sentir un placer erótico en una gran cantidad de hormonas masculinas puede ser un per-
la ingestión de alimentos, o sea conocer la fase oral del desarrollo verso o un impotente.
sexual, descubierta por Freud. Por la existencia de esta fase oral Aun hecha sin conocimientos psicoanalíticos, la investiga.:.
sexual ocurre que hay individuos en los que el comer constituye ción experimental actual ha confirmado todos estos puntos y
algo sustitutivo de querer genitalmente a alguien y otros indi- otros más, que Freud expuso después de estudiar psicológica-
viduos en los que privaciones amorosas son vividas como difi- mente a los individuos. Ha ocurrido aquí algo similar a lo de
cultades en la digestión de alimentos. otras ciencias. Por ejemplo, en la astronomía el descubrir el pla-
Añadiendo, pues, estos datos psicoanalíticos a las investiga- neta Neptuno, cuando ya se sabía de su existencia por el estudio
ciones médicas anteriores, se ha podido comprender ahora fenó- de las irregularidades en la órbita de Urano. Por las irregulari-
menos aparentemente extraños, como el que comer carne pueda dades en la conducta de los neuróticos, Freud supo que había
provocar una obesidad en un individuo con una madre infan- algo más allá de la medicina de su tiempo, lo que provocó resis-
tilmente angustiada y dominante, mientras que en otro con una tencias, pero que va siendo comprobado por la medicina con-
madre ambiciosa y absorbente esa misma ingestión de carne pue- temporánea.
da llevarle a la úlcera duodenal. De importancia capital para el aspecto de la medicina con-
Vale decir que, en la medicina contemporánea, el psicoaná- temporánea ha sido la conclusión psicoanalítica de que las en-
lisis, la obra de Freud, ha añadido su verdad científica a la ver- fermedades no caen sobre el individuo como meteoros del cielo,
dad de la medicina anterior. La circunstancia feliz de que el sino que en su génesis interviene la propia voluntad inconsciente.
psicoanálisis haya tenido que ocuparse de la personalidad total Freud ha demostrado cómo existe en el individuo la búsqueda
del individuo, organizando inconscientemente todas sus activi - masoquista de las enfermedades, ya que éstas suponen una re-
dades, ha hecho que la verdad psicoanalítica organice las ver- solución de los conflictos, existentes entre los instintos y otros
310 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
FREUD Y EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO 3l l

aspectos de la personalidad, mediante actitudes de sometimiento


nerse en buena salud. Y, remontándonos aún más, nos encon -
perjudicial.
tramos, por ejemplo, con las sangrías exhaustivas, que hoy nos
La represión instintiva, a que obliga la vida familiar y social,
plantean el enigma de cómo el individuo sanaba después de ellas.
trae consigo una menor resistencia vital y, lo que es importante,
Freud ha demostrado el porqué los individuos se someten a
modificaciones perjudiciales del organismo o sea enfermedades,
estos tratamientos antiguos o a otros análogos de la actualidad.
provocadas por la insatisfacción, el sometimiento masoquista al
En pocas palabras, una vez más el motivo es la lucha contra los
ambiente y el descontento del individuo consigo mismo por su
instintos, trayendo consigo insatisfacción, sentimiento incons-
incapacidad para realizarse.
ciente de culpabilidad y una búsqueda de sufrimiento, que lleva
Ante estas malas consecuencias el individuo intenta modifi-
a comportamientos perjudiciales al enfermo y al médico que le
carse y liberarse. El afán de liberación se incrementa, se gene-
trata. Es decir, al triunfo de comportamientos masoquistas.
raliza y también se trasluce en la investigación médica, que
Dicha actitud masoquista ante la vida actúa también en
entonces consigue encontrar remedios eficaces para ciertas en-
la investigación médica. De ella surgen frenos inconscientes a
fermedades, como son la vacuna antivariólica o la penicilina.
la labor eficaz del investigador, que muchas veces termina reali-
Pero, como la liberación que el individuo es capaz de provocarse
zando algo contraproducente. No es difícil encontrar ejemplos.
a sí mismo es escasa, a pesar de remedios medicamentosos, los
Sin duda el microscopio ha sido de gran utilidad a la ciencia
conflictos siguen actuando dentro de él y luego le llevan a otras
médica, en la investigación de los microbios y en el examen his-
enfermedades, si ha aprendido ya a defenderse contra las que
tológico de los órganos. Pero este mismo microscopio ha sido
sufría antes.
uno de los factores que más ha impulsado a la medicina a consi-
Así nos encontramos ahora en una época en que las enfer-
deraciones localistas, limitadas a órganos, no provechosas, ni efi-
medades infecciosas van perdiendo su importancia, en parte por-
caces, porque en ellas no se ha tenido en cuenta a la persona-
que ya se sabe luchar contra ellas. En cambio, aumentan en
lidad total.
frecuencia otras enfermedades, ante las cuales no sirve la defensa
Así, hace unos treinta años y también antes, en parte a con-
exterior medicamentosa, como son hipertensión arterial, la angina
secuencia del impulso del gran médico Virchow, que resumía
o el infarto del corazón, la litiasis biliar, úlcera duodenal, reu-
el espíritu médico de la época, se creía que el secreto de las enfer-
matismos o cánceres.
medades se iba a encontrar en el examen microscópico de los
De lo que hay que deducir que no son drogas maravillosas,
órganos enfermos. Lo que ha sido tan fatal a la medicina como
como la penicilina y las sulfamidas, las que librarán a la huma-
lo fué la creencia exclusiva en el factor constitucional. Algo
nidad de sus enfermedades, sino más bien modificaciones en la
análogo ha ocurrido con el sabio Pavlov y sus maravillosos expe-
organización inconsciente de la personalidad. El esperar la me-
rimentos de reflejos condicionados. Basándose en ellos, pero nada
joría basada en medicamentos es una concepción de individuos
más que en ellos, Pavlov, en los últimos años de su vida, expuso
débiles, que no llegarán muy lejos en su obtención de bienestar.
una pobre teoría de la psicología humana y de las génesis de las
Estas mismas consideraciones psicoanalíticas explican la boga
neurosis. Más bien que el propio Pavlov, han sido los psicoana-
que han tenido ciertos tratamientos absurdos. Hace pocos años
listas los que han sacado provecho de los experimentos de Pavlov
algunos creían que toda persona inteligente debía extirparse el
para explicar conductas neuróticas humanas.
apéndice, por si éste llegaba a enfermar. Anteriormente se acon
Actitudes masoquistas ante la vida en el enfermo, en el mé -
sejaban enemas frecuentes como el mejor remedio para mante
dico terapeuta y en el investigador solamente pueden ser ven
FREUD Y EL TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO 3 13
312 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA

ciclas por la liberación psicoanalítica que, resolviendo bien unión y a organizaciones complicadas, guiados por un afán de
conflictos de instintos, deja en libertad la energía del individuo bienestar. Los instintos de muerte llevan al sadismo y masoquis-
para un progreso substancial en la obtención del bienestar hu- mo, manifiestos o enmascarados en guerras, suicidios, enferme-
mano. dades psíquicas o somáticas, y con ello a la separación y a la des-
Hay aún otro motivo más para considerar a Freud como el trucción individual y social. La obra de Freud persigue la amplia
organizador de la medicina contemporánea: los descubrimientos liberación de los instintos de vida y ella misma es una hermosa
de éste acerca del origen y la estructura de la sociedad. Por ejem- consecuencia de la actuación de estos instintos.
plo, esto ha traído consigo explicaciones positivas acerca de la Por ello la obra de Freud, en la medicina contemporánea,
producción de determinadas enfermedades en ciertas épocas so- es capaz de unirse a otros buenos descubrimientos médicos, para
ciales, como las neurosis demoníacas en la Edad Media y co- su organización en la mejor comprensión de la personalidad nor-
mienzo de la Edad Moderna, o la predilección de determinadas mal y patológica. También por estar basada en la liberación de
enfermedades por razas, castas o edades, como la endoarteritis los instintos de vida, fuente de bienestar, la obra de Freud, que
obliterante entre los judíos o la úlcera duodenal en los medios es el psicoanálisis, comprendiendo a todo el individuo, impulsa
civilizados, como Norteamérica, en donde la padece el 1 O % de a la medicina contemporánea hacia un desarrollo eficaz.
la población masculina. Con todo ello, las enfermedades y la
medicina y terapéutica actuales no surgen ya ante el investigador
como algo extraño, del tipo de una apendicitis, de la que sólo se
sabía que había sido provocada por microbios y a la que se tra-
taba quirúrgicamente en campo aséptico, sin investigar motiva-
ciones más lejanas y sin explicar de un modo amplio el porqué
existía un cirujano y qué es lo que le llevaba inconscientemente
a su actuación especial. Actualmente, gracias a Freud, todo esto,
también en su aspecto de apendicitis, cirujano y operación asép-
tica, se comprende como respondiendo a una determinada estruc-
tura social y como resultantes del enfrentamiento del individuo
con sus propios instintos y su sociedad.
Recuérdese ahora la crítica hecha a Freud de que él sólo po-
día tratar anualmente un escaso número de enfermos y que eso
carecía de importancia ante la cantidad enorme de dolientes.
La técnica de tratamientos largos y psicológicos fué la palanca
con la que Freud movió y organizó la medicina contemporánea.
Con ella Freud se colocó en la posibilidad de ayudar bien a todos
los enfermos actuales, aun a los que él no trataba directamente.
Estudiando los instintos, Freud encontró que los había de
dos clases: de vida y de muerte. Los primeros son también los
instintos amorosos. Llevan a los individuos y a la sociedad a la
BIBLIOGRAFÍA

LAS GUERRAS

DuRBIN, E. F. M. and BoWLBY, JoHN: Personal Aggressiveness and


War. Ed. Columbia University Press, Nueva York, 1939.
FREUD, SIGMUND: Zeitgemasses über Krieg und Tod. "Gesammelte
Schriften", tomo 10, 1915 y "Neue Auflage", tomo 10.
- Psicología de las masas y análisis del yo. Obras completas de S.
Freud, tomo 9, pág. l. (Traducción de Massenpsychologie und
Ich-Analyse. "Gesammelte Schriften", tomo 6, pág. 259. "Neue
Auflage", tomo 13, 1921).
- Das Unbehagen in der Kultur. 1930. "Gesammelte Schriften",
pág. 27, tomo 12. "Neue Auflage", tomo 14. (En francés: Ma-
laise dans la Civilisation, Steele, París. En castellano: El malestar
en la Cultura, Obras completas, tomo XIX).
GLOVER, EowARD: War, Sadism and Pacifism. Ed. George Allen and
Unwin, Londres, 1933.
- U ber di.? durch den Krieg verursachte A.nderimg in unserer
psychischen ókonomie. I. "Intern. Zeitschr. f. Psychoanalys." ,
vol. 25, pág. 336, 1940.
- No tes on the psychological ef f ects of war conditions on the ci-
vilian population. "Intern. Journal of Psycho-Analys.", vol. 22,
1941.
GLOVER, GRINSBERG, R1cKMANN: Symposion über die Psychologie
von Krieg und Frieden. "Almanach der Psychoanalyse", pág. 215,
1935. También en el "British Journal of Medica! Psychology",
tomo 24, 1934.
IsAAcs, SusAN: Social Development in Young Children. Ed. Rout-
ledge, 1933.
317
316 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA BIBLIOGRAFÍA

MANNHEIM, KARL: über die durch den Krieg verursachte Anderung - Suicide among civilized and primitive races. "Amer. Journal of
in unserer psychischen 6konomie. II. "Intern. Zeitschr. f. Psycho- Psychiatry", tomo 92, pág. 1347, 1936.
analys.", vol. 2 5, pág. 346, 1940. Consideration on Suicide with particular reference to that of the
ScHOTTLANDER, FELIX: Agressionstrieb und Abrüstu.ng. "Psycho- Young. "Amer. Journ. of Orthopsychiatry", pág. 7, 1937.
analytische Bewegung", tomo 3, pág. 386, 1931. ence to that of the Young. "Amer. Journ. of Orthopsychiatry",
pág. 7, 1937.
WARBURG, BETTINA: Suicide, Pregnancy and Rebirth. "Psychoana-
LOS SUICIDIOS lytic Quaterly", tomo 7, pág. 490, 1938.
- The Sense of Immortality. "Psychoanalytic Quaterly", tomo 7,
BiscHLER, W.: Selbstmord und Opfertod. "lmago", tomo 22, pág. pág. 171, 1938.
177, 1936.
BRILL, A. A.: The Concept of psychic Suicide. "Intern. Journal of
Psychoanalysis", tomo 20, pág. 314, 1939. LAS NEUROSIS OBSESIVAS
FREUD, SIGM.: Zur Einleitung der Selbstmord-Diskussion. Schlusswort.
"Gesammelte Schriften", tomo 3. (Neue Auflage, tomo 8), 1910. :BERGLER, EnMUND: Bemerkungen iiber eine Zwangsneurose in ulti-
Trauer und Melancholie. "Gesammelte Schriften", tomo 5. (Neue 111is. Vier Mechanismen des zwangsneurotischen Lustgewinns im
Auflage, tomo 10). 1916. Zwang. "lntern. Zeitschr. f. Psychoanalyse", tomo 22, pág. 238,
- Psicogénesis de un caso de homosexualidad femenino. Obras com- 1936.
pletas de S. Freud, tomo 13. (Traducción de U eber die Psycho- -Two forms of Aggresion in Obsessional Neurosis. "Psychoana-
genese eines Falles von weiblicher Homosexualitiit, "Gesammelte lytic Review", tomo 29, pág. 188, 1942.
Schriften", tomo 5. Neue Auflage, tomo 12). 1920. :BoREL, A. y CENAC, M.: L'obsession. "Revue franc;aise de Psycho-
FRIEDLANDER: On the longing to die. "Intern. Journal of Psycho- analyse", tomo 5, pág. 586, 1932.
Analysis", tomo 21, pág. 4, 1930. BRUNSWICK, RurH MAcK: The preredipal Phase of the Libido Deve-
FRIEDMAN, P.: Sur le suicide. "Revue franc;aise de Psychanalyse", vol. lopment. "Psychoanalytic Quaterly", tomo 9, pág. 293, 1940.
13, pág. 106, 1935.
CARMTCHAEL: A psychoanalytical Study of a Case of Eunochoidism.
MENNINGER, KARL A.: Psychoanalytic Aspects of Suicide. "lntern.
"Psychoanalytic Quaterly", tomo 10, pág. 243, 1941.
Journal of Psycho-Analys.", tomo 14, pág. 3, 1933.
ENGLISH, SPURGEON O. y PEARSON, GERALD H.: Common N euroses
- Lokalisierte Selbstvernichtung. Selbstverstiimmelung. "lntern.
of Children and Adults. Norton, Nueva York, 1937.
Zeitschr. f. Psychoanalysis", tomo 21, pág. 99, 193 5.
- Man against Himself. Ed. Harcourt, Brace & Co., N. York, 1938. ERIKSON, MILTON y KuBIE, LAWRENCE S.: The permanent Relief of
El hombre contra sí mismo. Ed. Losada, 1952. an Obsessional Phobie by Means of Communications with an un-
suspected Dual. "Psychoanalytic Quaterly", tomo 10, pág. 383,
PELLER-RouBICZEK, L. E.: Zur Kenntnis der Selbstmordhandlung.
Psychologische Deutung statistischer Daten. "!mago", tomo 22, 1941.
pág. 81, 1936. FEDERN, P. y MENG, H.: El psicoanálisis y la vida moderna. L. Mira-
ScHMIDEBERG, MELITA: A Note on Suicide. "lntern. Journal of Psy- clc, Barcelona, 1933. (Traducción de Das psychoanalytische
choanalysis", tomo 17, pág. 1, 1936. Volksbuch, Hans Huber, Berna, 3\l ed., 1939.)
ZILBOORG, GREGORY: Zum Selbstmordproblem. "lntern. Zeitschrift: FEDERN, PAuL: The determination of Hysteria versus Obsessional
für Psychoanalyse", tomo 21, pág. 100, 1935. Neurosis. "Psychoanalytic Review", tomo 27, pág. 265, 1940.
BIBLIOGRAFÍA J 11/
318 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA
HITSCHMAN, EouARD: Die Zwangsbefürchtung vom Tode des gleich-
FEDERN, PAUL: Die vier Frongesetze der Zwangsneurose. "lntern. geschlechtlichen Elternteils. "Zeitschr. f. d. psychoanalyt. Pada-
Zeitschr. f. Psychoanalyse", tomo 19, pág. 616, 1933. gogik", tomo 5, pág. 29, 1931.
FENICHEL, 0TTO: Hysterien und Zwangsneurosen. lntern. Psycho- Die Psychoanalyse der Zwangsneurose. "Zeitschrift für d. gs. Neu-
analytischer Verlag. Viena, 1931. (Contiene los datos bibliográ- rolg. und Psychiatrie", 1932.
ficos completos hasta la fecha de su publicación.) HoFsTETTER, KLARA: Gebetszwang einer Vierzehnjahrigen. "Zeitschr.
Zwangsneurotische Isolierung. "Almanach der Psychoanalyse", f. d. psychoanalytische Padagogik", tomo 7, pág. 311, 1933.
1932. KLEIN, MELANIE: The Psycho-Analysis of Children. Hogarth Press
FRANKLIN, MARJORIE: Farnily Reactions during a case of Obsessional & the lnstitut of Psycho-Analysis, Londres, 1932. (El Psicoaná-
Neurosis. "lntern. Journal of Psycho-Analysis", tomo 14, pág. 1, lisis de niños, Biblioteca de Psicoanálisis, Buenos Aires, 1948).
LANDAUER, KARL: Sorne Remarks on, the Formation of the analerotic
1933.
Character. "lntern. Journal of Psycho-Analysis", tomo 20, 1939.
FREUD, SIGM.: Consideraciones sobre tipos libidinosos. "Psicoterapia". LEWIN, BERTRAM D.: Anal eroticism and the Mechanism of Undoing.
Buenos Aires, tomo 1, pág. 84, 1937. (Traducción de Ueber libi- "Psychoanalytic Quaterly", tomo 1, pág. 277, 1932.
linose Typen. "Gesammelte Schriften", tomo 12, pág. 115. "Neue NAcTIT, S.: Psychoanalyse de psychonévroses et des troubles de la se-
Auflage", tomo 14.) xualité. Félix Alean, París, 1935.
- Nueva serie de las lecciones de introducción al psicoanálisis. "Obras NuNBERG, HERMANN: Teoría general de las neurosis basada en el
completas de S. Freud", tomo 17, pág. l. (Traducción de Neue J1sicoanálisis. Pubul, Barcelona, 1937. (Traducción de Allgemei-
Folge der Vorlesungen zur Einführung in der Psychoanalyse, "Ge- ne Neurosenlehre, Hans Huber, Berna y Berlín, 1932.)
sammelte Schriften", tomo 12, pág. 151. "Neue Auflage", to- PEDERSEN, STEFI: Sorne psychoanalytic Notes on a Case of actual
mo 15.) Neurosis with Obsessions. "Psychoanalytic Review", tomo 29,
Las principales obras de Freud, referentes a las neurosis obsesivas, pág. 427. 1942.
además de las ya mencionadas, son: PFISTER, OsKAR: Losung und Bindung von Angst und Zwang. "ln-
Una teoría sexual (Obras completas, t. II). tcm. Zeitschr. f. Psychoanalyse", tomo 2 5, pág. 206, 1940.
Actos obsesivos y ritos religiosos (t. XVIII). REIK, TnEODOR: Neurotic-Camouflage and Though-Rehearsal. "Ame-
Carácter y erotismo anal (t. XIII). rican Imago", tomo 2, pág. 86, 1941.
Un caso de neurosis obsesiva (t. XVI).
Disposición a las neurosis obsesivas (t. XIII).
Totem y tabú (t. VIII). LAS ÚLCERAS GÁSTRICAS Y DUODENALES
La transformación de los instintos, principalmente en el erotismo
anal ( t. XIII) . ALEXANDER, FRANZ: The influence of psychologic factors upon gas-
Historia de una neurosis infantil (t. XVI). troi11testinal disturbances. A symposiurn. Psychoanal. Quarterly,
Pegan a un niño (t. XIII). III, 1934, 501.
Inhibición, síntoma y angustia (t. XI). BEAUMONT, W.: Experiments and observations on the gastric juice
El porvenir de las religiones (t. XIV). and the physiology of digestion. F. P. Allen, Plattsburg, 18 3 3.
GLOVER, EowARD: Das Problem der Zwangsneurose. "lntern. Zeitschr. CANNON, W. B.: The influence of emotional states on the functions
of the alimentary canal. Am. J. M. Se. CXXXVII, 1909, 480.
f. Psychoanalyse", tomo 21, pág. 235, 1935.
CusHING, HARVEY: Peptic ulcers and the interbrain. Surg., Gynec. &
GoLDMAN, GEORGE S.: A case of cornpulsive Handwashing. "Psycho- Obst., LV, 1932, l.
analytic Quarterly", tomo 7, pág. 96, 1938.
320 SADISMO Y MASOQUISMO EN LA CONDUCTA HUMANA BIBLIOGRAFÍA 32 1

DAVIES, D. T. ANO WILSON, A. T. M.: Observations on the life his- PAvLov, I. P.: The work of the digestive glands. Charles Griffin & Co.,
tory of chronic peptic ulcer. Lancet CCXXXIII, 1937, 1353. Londres, 1910.
ENGLISH, O. SPURGEON Y PEARSON, GERALO H. J.: Neurosis frecuen- - Conditioned reflexes. Oxford Univ. Press., Londres, 1927.
tes en los nhíos y en los adultos. Biblioteca de Psicoanálisis, Bue- PrcHON R1v1ERE, ENRIQUE: úlcera péptica y psicosis maníaco-depre-
nos Aires, 1948. siva. En RAscovsKY, A.: Patología Psicosomática. Biblioteca de
FREuo, SIGM: Historia de una neurosis infantil. Psicoanálisis, Buenos Aires, 1948.
P1cKFORO, R. W.: Oral and anal tensions associated with duodenal
GARMA, ÁNGEL: Psicogénesis de la úlcera péptica (gastroduodenal).
Revista de Psicoanálisis, II, 1944-45, 603. ulcer. Psychoanal Review, XXXV, 1948, l.
- lmitation and avoidance of a duodenal ulcer. Psychoanal. Rev.
- On the pathogenesis of peptic ulcer. Int. J. Psycho-Anal., XXXI,
1950, 53. XXXIX, 1952, 53.
RAoo, SANOOR: The psychic effects of intoxication. Intern. Journal
GARMA, A.; füsr, J. C. y FrGUERAs, A.: Les agressions du surmoi ma- •of Psycho-Anal, IX, 1928.
ternel et la régression orale-digestive dans la genese de /'ulcere SILBERMANN, I. S.: Experimente/le Magen-Duodenalulcuserzeugung
gastro-duodenal. Rev. franc;aise de Psychanal. XV, 1951, 527. durch Scheinfüttern nach Pavlow. Zentralblat f. Chir. LIV, 1927,
HEIDE, CAREL VAN OER: A study of mechanism in two cases of peptic 238 5.
ulcer. Psychosomatic. Mcd., II, 1940, 398. STONE, LEO: Transference sleep in a neurosis with duodenal ulcer.
KENJETZNY y PuHL: Das sogennante ulcus pepticum des Magens der Intern. Journal of Psycho-Anal. XXVIII, 1947, 18.
Absatzkaelber. Virchows Arch. f. Path. Anat. CCLXII, 1926, 615. SzAsz, TH.; LEVIN, E.: KIRSNER, J. B. ANO PALMER, W. L.: The role
KLEIN, MELANIE: El psicoanálisis de niifos. Biblioteca de Psicoanálisis, of hostility in the pathogenesis of peptic ulcer: Theoretical con-
Buenos Aires, 1948. (Capítulo VIII, nota 21). siderations with the report of a case. Psychosomatic Med. IX,
HoELZEL, F.: Fear and gastric acidity. Am. J. Digest. Dis. IX, 1942, 1947, 331.
988. SzAsz, THOMAS S.: Factors in the pathogenesis of peptic ulcer. Some
critica/ comments on a recent article by George F. Mahl. Psycho-
LEVEY, HARRY B.: Oral trends and oral conflicts in a case of duodenal
somatic Med. XI, 1949, 300.
ulcer. Psychoanal Quarterly, III, 134, 57 4.
WoLF, STEWART ANO WoLFF, HAR:OLD G.: Human gastric function.
LEWSEN, S. CHARLES: Management of peptic ulcer. Lancet CCLVI, Oxford University Press, New York, 1943.
1949, 499.
MAHL, GEORGE F.: Effect of chronic fear in the gastric secretion of
HCl in dogs. Psychosomatic Med. XI, 1949, 30.
- Anxiety, HCl secretion and peptic ulcer. Psychosomatic Med.
XII, 1950, 158.
MARGOLIN, SYDNEY G.: The behavior of the stomach during psycho-
analysis. Psychoanal. Quarterly, XX, 1951, 349.
MITTELMANN, BELA; WoLFF, HAROLO G. AND ScHARF, MARGARET:
Emotions and gastroduodenal function: Experimental studies on
patients with gastritis, duodenitis and peptic ulcer. Psychosoma-
tic Med. IV, 1942, 5.
NERUOA, PABLO: España en el corazón. Cruz del Sur, Santiago de Chi-
le, 1947.
SE TERMINÓ DE IMPRIMIR
EL DÍA 10 DE NOVIEMBRE
DEL AÑO MIL NOVECIENTOS
CINCUENTA Y DOS, EN LA
IMPRENTA LÓPEZ, PERÚ 666,
B U E N O S A I R E S,
REPÚBLICA ARGENTINA.

También podría gustarte