Violence">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

La Violencia Intrafamiliar y Su Impacto en Niños y Niñas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

La Violencia Intrafamiliar y su impacto en niños y niñas

A menudo los niños y niñas han sido llamados “las víctimas olvidadas” de la violencia intrafamiliar
e históricamente quienes tienen responsabilidades legales o programáticas de prevención,
protección y atención del maltrato infantil, han visto separadamente el abuso de las mujeres del
abuso de sus hijos o hijas. Sin embargo, reiteradamente las investigaciones han sugerido que es
altamente probable encontrar maltrato infantil en contextos donde las madres de los niños/as son
violentadas.

Así como la Violencia Intrafamiliar tiene un alto impacto en la maternidad, también la tiene en la
vida cotidiana de los miles de niños y niñas que directa o indirectamente conviven con ella. El rol
de madre constituye, normalmente, un trabajo agotador y demandante a través del cual la
mayoría de las mujeres aspira a alcanzar la mejor definición de lo que significa para la sociedad y
para ellas ser madre. No olvidemos que nuestras sociedades, a pesar de todas las campañas que
en los últimos años se han hecho para equiparar las responsabilidades que ambos padres tienen
respecto del desarrollo y crianza de sus hijos/as, siguen teniendo expectativas de las madres que
son muy diferentes a las que tienen de los padres.

Una mujer que sufre violencia y que por tanto ve afectada su salud y estado físico, mental y
emocional tendrá mayor dificultad para dar a sus hijos e hijas la atención, el afecto y los cuidados
apropiados. Esto puede generar, o aumentar, sentimientos de no estar haciendo lo correcto o lo
suficiente como madre, aún en aquellos casos en que la mujer que ha sido maltratada haya
escogido tener un hijo/a como una forma de compensar el abuso que ha experimentado y se
esfuerce por ser la mejor madre del mundo.

La forma en que una mujer se relaciona con sus hijos/as puede cambiar radicalmente cuando su
pareja se encuentra en casa, lo que a su vez puede generar una tremenda confusión en los niños.
Ella puede elegir castigarlos o maltratarlos como una forma de prevenir un abuso aún peor por
parte de su pareja, si ella no consigue mantener a los niños disciplinados y bajo las normas de
control que él ha impuesto.

Para la gran mayoría de las mujeres maltratadas, el cuidado y protección de sus hijos constituye su
gran preocupación. Sin embargo, muchas subestiman tanto el impacto que la violencia presencial
o auditiva tiene sobre sus niños, como las oportunidades que su pareja tiene de abusar
directamente de ellos sin que ella siquiera se entere.

Se sabe que en un porcentaje significativo de casos de violencia física contra la mujer, niños y
niñas son testigos de ella por encontrarse en la misma habitación o en un lugar próximo.
Igualmente, alto es el porcentaje de niños que intenta intervenir frente a un acto de violencia para
proteger a su madre del abuso de su pareja.

Haber presenciado, escuchado o vivido violencia deja a los niños muy asustados, angustiados y
ansiosos con respecto a su propia seguridad, a la de sus hermanos y su madre. Las amenazas que
puede proferir un agresor son muy reales para los niños, quienes rápidamente aprenden a
conocer las consecuencias de dichas amenazas, pueden sentirlas, escucharlas, olerlas y hasta
predecirlas. En este contexto, las posibilidades de abuso directo hacia los niños y niñas son más
fácil y rápido de conseguir.

Se sabe que alrededor del 60% de los niños que viven con madres agredidas también son o serán
directamente abusados por el agresor de sus madres. Aún más, muchos niños y niñas suelen ser
utilizados por sus progenitores como parte de la violencia perpetrada contra la mujer, sea
usándolos como verdaderas armas psicológicas o físicas, obligándolos, forzándolos o alentándolos
a quedarse cerca o a participar en la agresión contra la madre. En casos más extremos, un número
importante de niños que han muerto en manos de sus padres, han sido asesinados como
resultado directo de los deseos del hombre de castigar a las madres de estos. Este es el caso de
niños que han sido asesinados después de una separación traumática o durante una visita regular
del padre. Aquí claramente los agresores ven a los niños como extensiones de sus madres.

También sabemos que no todos los niños son tratados de la misma forma al interior de sus
familias, situación que confunde a los niños que experimentan violencia y maltrato, cuando se dan
cuenta que no ocurre lo mismo con sus hermanos o hermanas. El agresor dentro de una familia
puede escoger individualmente a alguno de los niños, de manera positiva o negativa, generando
en ellos sentimientos de confusión, angustia, culpabilidad y una gran pena por ellos mismos, por
sus hermanos y por su madre. En estos casos, es importante reconocer que algunos niños pueden
mostrar poca o ninguna evidencia aparente de maltrato. Son estos niños los que pueden llevar a
confusión a los profesionales, ya que sus propias necesidades y las de sus madres pueden ser
ignoradas mientras se concentran en atender a aquellos otros miembros de la familia que
presentan conductas más disruptivas.

Dado que la violencia intrafamiliar es una experiencia de aislamiento brutal para los niños,
resistirla y buscar ayuda puede también resultar ser un ejercicio solitario y difícil de concretar.
Sufrir cualquier tipo de maltrato involucra un uso indebido del poder y un abuso, por parte del
agresor, a la confianza del niño. En estos casos los niños también pueden culpar a la madre no
agresora, porque en sus mentes sostienen una lucha permanente por entender la incapacidad de
la mujer para pararse frente a su agresor y enfrentarlo, o para dejarlo. En cualquier caso, dado el
poder diferencial existente entre los niños y los adultos que los abusan, es probable que cualquier
cosa que hagan para resistir el abuso, los deje expuestos a situaciones de mayor riesgo aún. Esto
porque no es responsabilidad de los niños, sino de los adultos, resolver los problemas de violencia
y proteger a sus hijos de las consecuencias.

Creo necesario hacer aquí una mención al tema del abuso sexual hacia los niños y niñas. La
relación entre la violencia intrafamiliar y el abuso sexual infantil aún no está suficientemente
estudiada y es urgente hacer más investigación en este ámbito, pero un estudio exploratorio
realizado por J. Forman (1995) sobre la historia de vida de mujeres cuyos hijos/as habían sido
víctimas de abuso sexual intrafamiliar, descubrió que el 100% de ellas tenía historias de violencia
intrafamiliar.

Los niños y niñas que viven situaciones de violencia intrafamiliar, al igual que sus madres, también
desarrollan estrategias de alivio que a la larga pueden tener consecuencias negativas, sino
devastadoras. No asistir al colegio es una de las más recurrentes, pero esta estrategia significa que
tengan que decidir dónde ir durante esas horas que no estarán ni en clases ni en la casa. Esto casi
siempre significa exponerse a otros riesgos. Las depresiones, el consumo de alcohol y drogas,
participación en riñas callejeras y conductas autodestructivas son las estrategias de alivio más
usadas por los niños y niñas en edades menos dependientes de sus madres.

También podría gustarte