S - Creación de Imágenes Mentales Según La Naturaleza y La Forma de Los Estimulos
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Dado dn ~
en la
Biblioteca
Esta tesis doctoral no hubiera sido posible sin la colaboración de muchas personas.
En primer lugar, de mi director de tesis y amigo, Francisco García García. De no haberle
conocido, probablemente, nunca me habría atrevido a realizar esta tesis. Me ha guiado y
ayudado, en los momentos críticos y de confusión, a encontrar el camino que me ha
permitido ir recorriendo la senda de este trabajo que, aunque modesto en sus aportaciones,
ha sido complejo en su elaboración.
En segundo lugar, quiero agradecer a todas aquellas personas que me han dado una
respuesta positiva cuando les he dirigido algún tipo de pedido. A Alfonso Campos, profesor
de la facultad de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela, quien me ofreció,
cuando más lo necesitaba, una abundante bibliografía sobre el tema, así como los recursos
para seguir investigando: fuentes, tests, etc. A Fernando Justicia, profesor de la Facultad
de Psicología de la Universidad de Granada, quien me facilitó el diccionario de frecuencias
que tan útil ha sido para esta tesis doctoral. A Lola Bardisa, asesora psicopedagógica de la
O.N.C.E., primera puerta a la que llamé y fui bien atendido. A Herminia Peraita, profesora
de la facultad de Psicología de la U.N.E.D. que, aunque sólo mantuvimos una entrevista, fue
de gran aprovechamiento. Gracias a ella también pude disponer de los fondos bibliográficos
de la U.N.E.D. A Jesús García Jiménez, quien me facilitó el uso de los recursos técnicos
que necesitaba. A M~ Carmen de Pablos, que tan amablemente me resolvió las gestiones,
tanto burocráticas como de representación, que conlíeva un trabajo como el presente.
En tercer lugar deseo también dar las gracias a los alumnos que cursaban cuarto y
quinto de Educación Primaria, del colegio público Mesonero Romanos, quienes a lo largo
del segundo y tercer trimestre del curso escolar 1994/95 me soportaron pacientemente,
mientras les pedía insistentemente que me relataran las imágenes mentales que tenían en sus
cabezas.
Por último, quiero dar las gracias a Mercedes, mi mujer, por su apoyo continuo,
escuchándome en los momentos de desfallecimiento y atendiendo a nuestros hijos para
permitirme sacar tiempo de donde no lo había. A Daniel, quien sabe mejor que nadie lo que
dura una tesis doctoral, porque no ha podido utilizar el ordenador durante todo este tiempo.
A Laura 1., que ha tenido que resignar el poder jugar con su padre.
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS
O. INTRODUCCIÓN 1
1. CONCEPTO DE IMAGEN MENTAL 5
1.1 Aproximaciones al Concepto de Imagen Mental 5
1.1. 1 Aproximación a través de la experiencia 5
1.1.2 Aproximación a través de la literatura 10
1.2 La ambigliedad del Concepto de Imagen Mental 12
1.2.1 El ojo de la mente 13
1.2.2 El conocimiento del mundo que tiene el individuo 16
1.3 La historia del Concepto de Imagen Mental 21
1.3. 1 Las imágenes como simulacros de la realidad 21
1 3 2 Las imágenes como ideas introducidas por los sentidos 22
1.3.3 Las imágenes como elementos de las ideas 24
1.3.4 La diferente capacidad de los individuos (...) 26
1.3.5 Las imágenes son flatus vocis 28
1.3.6 Las imágenes como fenómenos intermedios (...) 29
1.3.7 Las imágenes como representación del pensamiento 30
1.3.7.1 La teoría del Doble Código 30
1.3.7.1.1 Década de los 50: Comienzo 31
1.3.7.1.2 Década de los 60: Primeras bases 32
1.3.7.1.3 Década de los 70: Primer modelo 33
1.3.7.1.4 Década de los 80: El modelo 34
1.3.7.1.5 Década de los 90: Difusión 35
1.3.7.2 El modelo de simulación por ordenador 36
1.3.7.2.1 Década de lo 70: Propiedades 36
1.3.7.2.2 Década de los 80: Modelo 38
1.3.7.2.3 Década de los 90:Psicobiológicas 41
1.3.7.3 Otras hipótesis 41
1.3.7.3.1 Universidades norteamericanas 42
1.3.7.3.2 Otras universidades 43
2. LAS PROPIEDADES DE LAS IMÁGENES MENTALES 49
2.1 Rotación Mental 50
2.1.1 Equivalencia funcional 50
2. 1.2 Convergencia funcional 63
2.2 Conservación de las Distancias 68
2.3 Conservación del Tamaño 79
2.3.1 Efecto del grano del medio mental 82
2.3.2 Efecto de la distancia simbólica 89
2.3.2.1 Dimensión concreta 90
2.3.2.2 Dimensión abstracta 91
2.4 Influencia de las Interferencias entre Imágenes y Perceptos 93
2.4.1 Interferencia Perceptiva 96
2.4.2 Interferencia Semántica 108
2.4.3 Interferencia Mnemótica 113
2.4.4 Interferencia de Tarea Parásita 120
2.5 Influencia de la Facilitación 124
2.5.1 Facilitación Perceptiva 127
2.5.1.1 En tareas de localización 127
2.5.1.2 En tareas de identificación 132
2.5.1.3 En tareas de detección visual 132
2.5.2 Facilitación Semántica 133
2.5.3 Facilitación en Juicios de Valor 137
3. LA REPRESENTACIÓN DE LA REALIDAD:IMÁGENES Y PALABRAS 139
3.1 Las imágenes como Sistema de Símbolos 140
3.2 La Teoría del Doble Código (DCT) 142
3.2.1 El pensamiento también está mediado por la imagen 145
3.2.2 Existen dos tipos de procesos 151
3.2.3 Diferencias individuales 157
3.2.3.1 El rendimiento en test 157
3.2.3.2 Predictores de Rendimiento en Imágenes 161
3.2.4 Mecanismos neuropsicológicos y psicopatológicos 165
4. LOCALIZACIÓN DE LAS IMÁGENES MENTALES 172
4.1 Dos sistemas en el tratamiento de la información, dos hemisferios 174
4.2 Dos técnicas de medición, dos hemisferios 176
4.2.1 Taquitoscopios 176
4.2.2 Tomógrafo de Emisión de Positrones 179
5. LA UTILIDAD DE LAS IMÁGENES MENTALES. DÉCADA DE LOS 90 185
5.1 La creación estética 186
5.2 La creación social 187
1. PROPÓSITOS 192
1.Fundamentos de la investigación 192
1.1 Las características de los estímulos 192
1.1.1 Las palabras 193
1.1.2 Los dibujos y las fotografías 204
1.1.3 Los sonidos 211
1.2 La Tarea 217
1.3 Las Características de los sujetos 223
1.3.1 Sexo 223
1.3.2 Edad 225
1.3.3 Viveza 230
1.3.4 Rendimiento 232
2. Objetivos 234
3. Hipótesis 242
4. Metodología 250
4.1 Naturaleza de la Teoría 250
4.2 Modelo Metodológico 250
4.2.1 Descripción de la muestra 250
4.2.2 Características de las variables 252
4.2.3 Pruebas 258
4.2.3.1 Tipos de Pruebas 259
4.2.4 Estadísticos usados 263
II. DESCRIPCIÓN DEL PROCESO 265
1. Criterios de selección de los estímulos 267
1.1. Palabras 267
1.2. Sonidos 269
1.3. Imágenes 274
2. La Tarea 277
3. Los sujetos 286
III. ANALISIS ESTADÍSTICO 287
1. Análisis Porcentajes 287
1.1. Exposición de Datos 287
1.2. Análisis de los Resultados 299
1.3. Interpretación 335
2. Análisis de Correlaciones 352
2.1. Exposición de Datos 357
2.1.1. Correlaciones puntuaciones parciales por grupos 357
2.1.2. Totales por grupos 371
2.1.3. Totales de estímulos con grupos 377
2.1.4. Totales de grupos con el resto 387
2.1.5. Análisis Regresión Múltiple Categorías Gramaticales 390
2.2. Análisis de los Resultados 401
2.3. Interpretación 416
3. Análisis de la Varianza (ANOVA) 424
3.1. Exposición de Datos 425
3.2. Análisis de los Resultados 435
3.3. Interpretación 439
IV. CONCLUSIONES 441
4.1. Conclusiones Generales 441
4.2. Confinnación o refutación de las hipótesis 454
y. HIPOTESIS PLAUSIBLES 467
VI. APLICACIONES DE ESTA INVESTIGACIÓN 470
6.1. Prácticas 470
6.1.1. En la Enseñanza 470
6.1.2. En los Medios de Comunicación Audiovisual 473
VII. BIBLIOGRAFÍA 474
VIII. APÉNDICES 517
Introducción
INTRODUCCIóN
Para saber qué es una imagen mental hemos recurrido, en primer lugar, a
explicaciones procedentes de las experiencias: cotidianas y empíricas. Las cotidianas,
obtenidas de la vida diaria; y las empíricas, de las investigaciones realizadas en este campo,
mayoritariamente procedentes del mundo anglosajón. La mayor parte de ellas recogidas en
las múltiples revistas de lengua inglesa que se ocupan del tema: Journal of Mental Imagery,
Perceptual and Motor Skills, The Journal of General Psychology, Memory and
Cognition, etc. Y en libros de ediciones colectivas, tales como: Mental bnages in Human
Cognition, Cognitive and Neuropsychological Approaches to Mental Imagery, The
cognitive neurosciences, etc. En segundo lugar, hemos acudido a la literatura científica que
se ocupa del debate proporcionado por la ambigiledad del concepto de imagen mental. En
tercer y último lugar, hemos apelado a la evolución histórica, tanto del concepto como de
la relevancia del constructo, que la filosofía y la psicología han dado a las imágenes
mentales.
Para conocer cómo funcionan las imágenes mentales, nos hemos centrado en el
estudio de sus propiedades, dentro del paradigma de comparación entre la actividad de
formar imágenes mentales y la actividad perceptiva. Es decir, hemos comparado en qué se
parecen y en qué se diferencian la actividades de ver, oír, tocar, etc. cuando el estimulo está
presente, en el caso de la percepción, y cuando el estímulo está ausente, cosa que ocurre
cuando formamos una imagen mental. Ahora bien, habría que distinguir entre un fenómeno
perceptivo “impuesto” por la realidad objetiva. Lo que en palabras de James.J. Gibson
(1974, 31) se explica como: “(?..) Pues los mundos visuales de diferentes observadores son
más semejantes de lo que deberían ser <...) Frente a una actividad imaginística “construida”
por la demanda de la tarea. Lo que en palabras de Reisberg, Wilson y Smith (1991, 60) se
explica como: “(...) Ima ges only exist in the context of the imager ‘s understanding and
knowledge “2
Para precisar cuándo se activa una imagen mental, hemos acudido a la Teoría del
Para localizar dónde residen las imágenes mentales, nos hemos adentrado en el
conocimiento derivado, tanto del uso de Taquitoscopios, como de los modernos Tomógrafos
que permiten elaborar mapas del cerebro en funcionamiento.
Finalmente, para investigar en qué se utilizan las imágenes mentales, hemos recurrido
a las últimas ediciones del Psyclit (CD Rom), donde hemos encontrado cientos de
investigaciones. Aunque el campo de aplicaciones ha sido amplio y diverso a lo largo de más
de cinco décadas de estudios, las más comunes, en la década de los 90, inciden
fundamentalmente en problemas sociales: psicoterapias, deficiencias, etc; en creaciones
estéticas: literatura, cine y psicoanálisis, etc; creaciones sociales: deportes, y medios de
comunicación, especialmente la publicidad, pero también con aportaciones en el resto de los
medios: televisión, cine y radio.
Casi todas las investigaciones que han estudiado la importancia de las imágenes
mentales en tareas de recuerdo, han utilizado una estrategia de aprendizaje de listas de
palabras: nombres y adjetivos fundamentalmente, aunque en algunos casos también verbos
y se ha pedido a los sujetos que indicaran la mayor o menor capacidad de esa palabra para
generar una imagen mental. Es decir.se ha medido la capacidad de recuerdo de determinadas
palabras mediante un efecto de recuerdo libre. Otras han utilizado una estrategia de
presentación de listas de pares asociados de palabras para ser aprendidas; de tal manera que
mostrando una, se debía recordar la otra. En definitiva, la mayoría de las estrategias
consistían en tareas de recuerdo mediante la presentación de palabras o imágenes.
concreto/abstracto para las palabras y muy identificable/poco identificable para los sonidos.
c) Grado de riqueza de la imagen mental. d) Edad de adquisición del vocabulario (sujetos
entre 9 y 11 años), e) Sexo de los sujetos: varón o mujer. O Capacidad individual de viveza
de imagen mental, medida a través del V.V.I.Q. (Marks, 1973). g) Rendimiento académico
en las áreas instrumentales de lengua y matemáticas.
Para medir el recuerdo del estimulo, mediado por una imagen mental, hemos
desarrollado una estrategia inversa a las habituales dentro de este modelo de investigación.
Hemos pedido a los sujetos que reconstruyeran, verbalmente y por escrito, la imagen mental
del estímulo presentado. De esta manera hemos podido computar:
A. ---
Isidoro Arroyo Almaraz
Esta investigación, por tanto, pretende averiguar, en primer lugar, si las imágenes
audioverbales, producidas por una palabra; y las imágenes auditivas, producidas por un
sonido, generan imágenes mentales con características equivalentes a las visuales en los
términos señalados anteriormente (recuerdo total de la imagen mental, riqueza de imagen
mental, predominancia de información referencial o contextual, categoría gramatical
predominante) y, en segundo lugar, si estas características proceden de la fuerza de los
estímulos o de las estrategias cognitivas de los sujetos.
Esta segunda parte de la tesis doctoral recorre un camino que comienza con la
Descripción de los Propósitos de la investigación: Fundamentos Teóricos, Objetivos,
Hipótesis y Metodología; continúa con la Descripción del Proceso de la investigacion:
Criterios de selección de los estímulos, de la tarea y de los sujetos; sigue con el Análisis
Estadístico que utiliza tres fuentes diferentes de datos: Análisis de porcentajes, análisis de
correlaciones y análisis de varianza y concluye con Las Conclusiones, Hipótesis Plausibles,
Aplicaciones y Bibliografía.
Introducción
Para cada uno de los estadísticos utilizados se realiza un recorrido que comienza con
la exposición de los datos que han sido significativos para el análisis y la interpretación,
continúa con el análisis de los resultados y concluye con la interpretación que se hace de ese
análisis. Nos hemos propuesto el máximo de rigor en la exposición de datos y en el análisis
de los resultados. Lo que creemos beneficia a la claridad en la presentación, es posible que
dificulte en algo la comprensión contextual del discurso. A pesar de todo hemos mantenido
este orden por elegir el rigor y el método frente a las concesiones que todo autor debe hacer
ante el lector para facilitarle la lectura (escritura de lector).
Por último nos aventuraremos a prever posibles líneas futuras de investigación que,
continuando por esta senda, profundicen o mejoren los resultados encontrados en la presente
investigación. Las Hipótesis Plausibles nos abren la siguiente puerta, de tal manera que el
conocimiento científico se nos ofrezca como una fuente inagotable de caminos por recorrer.
Finalmente la investigación concluye con las Aplicaciones previsibles de los resultados de
esta investigación y la presentación de una Bibliografia general ordenada alfabéticamente.
)~L EST~UU~XO DE LM IME~S
MENTflES
¿Qué es una imagen mental?
En algún momento de nuestra vida nos hemos encontrado con situaciones tales como
distribuir el copioso equipaje que transportamos en los viajes en nuestro reducido maletero
del coche. Kosslyn (1986, 195) lo describe diciendo: “Usted ha cometido otra vez el error
de viajar con alguien que lleva gran cantidad de equ¡~aje y se está esforzando en imaginar
cómo podrá colocarlo todo en el portaequ¡~ajes del coche. Observa fijamente una maleta,
mentalmente se la imagina colocada de detenninada manera en el portaequipaje, pero
entonces se da cuenta de que no dejará suficiente espacio para otra maleta. Por tanto, hace
girar mentalmente la imagen de la primera maleta y ve que se ha producido suficiente
espacio. La imagen le ahorra tiempo y esfuerzo...”
Este uso de imágenes para resolver problemas aparece en otros muchos casos, como
por ejemplo cuando tratamos de recordar dónde nos hemos dejado las llaves y recurrimos a
la imagen mental del mueble del vestíbulo para observar si estaban allí cuando salimos de
casa.
En definitiva, las imágenes mentales nos son útiles cuando intentamos resolver
problemas que requieren de información espacial: distribuir espacios, localizar objetos
concretos en lugares precisos, elegir itinerarios para desplazarnos por una ciudad, etc.
También se sabe que los deportistas en general utilizan con frecuencia imágenes
mentales. Es familiar la imagen de un golfista imaginando el recorrido de la bola que todavía
no ha lanzado o la de un tenista “colocando” mentalmente la bola en el revés de su
adversario. Mark II. Ansbel y Craig A. Wrisberg (1993) han confirmado en su
investigación que los tenistas que ensayan (warm up) su servicio son más efectivos que los
que no lo hacen. Además también se justifica porqué los jugadores continúan ocupados
mentalmente en la jugada del resto cuando corren hacia donde creen que el otro jugador les
enviarán las pelotas: “During the last 2 minutes of the res! period, players continued to rest,
¿Qué es una imagen mental?
Pero son sin duda los jugadores de ajedrez los que más manifiestan tener imágenes
visuales mentales para desarrollar su juego. Pertti Saariluoma (1989, 1992) ha comprobado
cómo los jugadores de ajedrez a los que se les presentaba auditivamente movimientos de
piezas y se les pedía que formaran imágenes mentales, luego podían reproducir espacialmente
con exactitud las jugadas presentadas.
De ahí que se asuma que las imágenes mentales formadas por estímulos auditivos,
puedan ser estudiadas a través de una tarea que requiera manifestaciones espaciales; esdecir,
presentando los estímulos auditivamente para ser recordados visualmente.
Manuel de Vega (1984) señala que La mayoría de las personas manifiestan tener
imágenes mentales, especialmente de tipo visual.
Kosslyn (1992, 128 y 129) va más allá cuando escribe “Manypeople repon that they
oflen think by visualizing objects and events. n2 Pensamos también con las imágenes sobre
todo cuando los objetos no estan presentes. El propio autor aclara más adelante
‘t.. distinguish visual image¡y from visual memory proper. Visual images oflen are built on
rite basis of visual memories...” ~. Distinguimos entre la memoria visual y las imágenes
mentales visuales que utilizando memoria visual construyen visualmente imágenes para la
Durante los últimos dos minutos del periodo de resto, los jugadores
continúan restando, corrían a otro lugar, ocupados en imágenes mentales.
memoria. Nos valemos de réplicas visuales de la realidad para crear nuevas imágenes
mentales.
Las imágenes mentales no siempre son visuales (Goodman, 1994); unas son
auditivas: sonoras, musicales o verbales como por ejemplo las que pone Antonio Muñoz
Molina en la mente del protagonista de su célebre novela El jinete polaco (1991, 46) cuando
describe literariamente que “Imagino que oigo sonar los llamadores en el aire quieto de la
plaza, voces singulares y metálicas entre las voces de las niñas que cantan romances saltando
a la comba y de los niños que juegan al rongo, a tite y cuarta, al mocho, a pía maisa,...”
Otras son olfativas, como por ejemplo las que condicionó Leuba (1940) al sonido de
una campana después de establecer un condicionamiento sensorial o las imágenes mentales
de olores que Carrasco y Ridout, más recientemente (1993> , han comprobado que los
sujetos pueden crear, en situación de experimentación, imágenes olfativas idénticas a los
olores percibidos en presencia del objeto oloroso.
tanto cuando hablan como cuando están callados, experimentan imágenes (Mayor y Moñivas
1992) que a veces se entremezclan no permitiéndonos distinguir cuáles son vividas de cuáles
son recordadas o soñadas
De nuevo Muñoz Molina (111) nos brinda un ejemplo literario tomado de la obra
citada cuando describe las narraciones que le contaba el abuelo al protagonista: “<Ñ..)-en los
relatos de mi abuelo Manuel siempre era de noche y llovía o nevaba y se oían los rugidos
del viento o de las fieras-. Pero no sabe si está recordando o sueña todavía, da un paso más,
se apoya en el bastón y teme que se quiebre, no distingue entre el recuerdo y el sueño, entre
las imágenes de su propia conciencia y las que ve moverse en tomo suyo o en el
televisor(..).
Aunque, como hemos señalado, todo el mundo afirma tener imágenes mentales de
diferentes modalidades: visuales, auditivas, olfativas; y en diferentes estados: vigilia o
sueño.
Sin embargo más dificil resulta localizarlas, es decir saber dónde están las imágenes
mentales. Goodman (1994, 108) niega que exista un lugar en la mente donde situar esos
objetos inmateriales que son las imágenes mentales, dice textualmente: “El tener una imagen
no supone poseer una imagen inmaterial dentro de algo llamado la mente, sino la posesión
y el ejercicio de ciertas facultades: es cuestión de reproducir, evaluar, revisar determinadas
imágenes y descripciones materiales “.
En definitiva esas imágenes mentales que no están ante nuestros ojos; ni pueden ser
vistas, ni tan siquiera,las olfativas que señalaba Leuba (1940) , pueden ser olidas,.., son
simples evaluaciones o descripciones más propias de la fantasía que de la realidad.
Isidoro Arroyo Almaraz
Esta hipótesis de trabajo está hoy en día altamente contrastada gracias a la obtención
de imágenes del cerebro por resonancia magnética (IRMY y por emisión de positrones
(TEP)5
Kosslyn (1986) explica cómo Einstein pudo gracias a las imágenes mentales obtener
indicios intuitivos que le sirvieron para elaborar su teoría de la relatividad.
En los grandes manuales de consulta y referido al segundo caso, aparecen datos como
el de un hombre llamado Bhaudauta Vicitsara que en 1974 recité de memoria 16.000
páginas de un texto budista. Recordemos que una memoria a corto plazo normal, es decir la
que retiene la información durante los primeros cinco minutos, puede retener unos siete
hechos independientes a la vez. De ahí el interés intuitivo que la psicología demostró por
recoger y registrar la existencia de dichas memorias.
Manuel de Vega (1984) explica las diferentes estrategias que utilizaron dichos
sujetos; así el sujeto de Luna, que sabemos fue mnemonista profesional, recodificaba
visualmente toda la información verbal que recibía y gracias a su prodigiosa memoria de
imágenes eidéticas vela en su imaginación lo que anteriormente había estado escrito o dicho,
es decir, empleaba un código analógico. Circunstancia que, al parecer, también utilizaba el
En el resto de los casos, los sujetos elaboraban códigos mentales, es decir utilizaban
formas personales y más abstractas de representación del conocimiento.
¿Qué son esas imágenes que tenemos en la mente que no pueden ser literalmente
imágenes en la cabeza? (Kosslyn 1986). “ No podemos ver las imágenes mentales... ;las
imágenes acústicas no hacen mido; y el dolor en el dedo del pie que ahora puedo
imaginarme no me duele”. (Goodman,1994)
Las imágenes mentales son experiencias subjetivas que generalmente se refieren o bien
a recreaciones (Finke 1989) o bien a representaciones analógicas o simbólicas (Denis,1984)
de una realidad en presencia o ausencia (Finke 1989) de sus correspondientes experiencias
perceptivas.
Esta ambigtiedad reflejada por múltiples autores Mayor y Moñivas (1992), Denis
(1984), Kosslyn (1986), Finke (1989) nos lleva a analizar las diferentes propuestas que la
,
“Many people report that they often think t~ visualing objects and events... What
s/zape are a German Shepherd dog ‘s ears?, Which is darker green, a Christmas tree or a
frozen pea?, How many windows are there in your living room?, Ifan uppercase version of
the letter n were rorated 900 clockwise, would it be another tener?” (Kosslyn, 1992)7
Trate el lector de responder a estas preguntas. Es probable que hasta que no se haya
formulado cada pregunta concreta no le haya venido la imagen de las orejas del perro pastor
alemán, la del árbol de navidad, las ventanas del salón de su casa o la versión mayúscula de
letra N girada 900. Sin embargo la duración de esa imagen habrá sido breve. Quiere esto
decir que mantenemos archivadas imágenes analógicasde todas nuestras experiencias visuales
y/o espaciales en la memoria a largo píazo.
Difícilmente se sostiene esta hipótesis denominada en los años 70 “la metáfora del dibujo en
la cabeza” y criticada desde diferentes posiciones por autores tales como Pylysbyn
Anderson y Bower y el propio Paivio (Anderson, 1983).
Les ejemplos que hemos señalado anteriormente nos permiten distinguir las
diferencias entre imágenes mentales y percepción, porque en el primer caso sólo vemos
objetos que no están presentes en ese instante, pero que conservan muchas de las propiedades
originales de los mismos.
Fue esta observación la que abrió el debate entre los partidarios de un formato
analógico para la información visual (Cooper y Shepard, 1978; Kosslyn y Pomerantz,
1977; Paivio, 1971, 1976; Kosslyn, Cave, Provost y Gierke,1988; Roth y Kosslyn, 1988)
que sostenían que las imágenes mentales: a) se codificaban en términos de propiedades de
carácter espacial y especifico en cuanto a su modalidad, b) se procesaban en paralelo, c) no
dependían de ningún orden para poder ser exploradas, y los teóricos proposicionales
(Anderson y Bower, 1973; Chase y Clark, 1972; Pylyshyn, 1973; Reed 1974) que
rechazaban la existencia de imágenes fotográficas y sólo aceptaban la existencia de imágenes
mentales como fenómenos de reproducción de conocimiento interpretado de la realidad.
De ahí que, como ya señalara Pylyshyn (1981) y recogido por Bajo y Cañas (1991),
las imágenes estarían sujetas a las influencias de las creencias y los deseos de los sujetos.
Desde esta concepción la representación mental tendría forma de proposición y la mente se
comportaría como un procesador de símbolos que utilizaría operaciones mentales para
resolver diferentes tareas (Colom y Espinosa, 1990).
Otro ejemplo que ilustra este argumento lo encontramos en Fodor (1966) citado en
R.Colom y M. de Juan Espinosa (1990, 57 y 10): “¿Qué hace que seamos capaces de
reconocer diferentes versiones de una misma melodía musical?(1.) es el hecho de que uno
tenga y aplique la receta lo que aplica la capacidad de reconocer nuevas versiones de la
melodía (..) y tener la receta debe parecerse más a tener la partitura que a tener el
disco “. (...) “Esta partitura equivaldría al lenguaje delpensamiento en el que se cifrarían los
inputs estimulares de las diversas versiones de la melodía. La traducción a ese lenguaje
permitiría identificar el substrato común <la melodía) de las diversas versiones “.
Así los objetos comunes de nuestro entorno: mesa, ordenador, silla, reloj,etc. estarían
en conexión con objetos de un nivel inferior de base con más propiedades y mayor número
de rasgos figurativos. La existencia de estas redes de elementos justificaría porqué somos
capaces de recordar objetos de los cuales sólo se presentan descripciones parciales e incluso
si alguno de sus rasgos, a partir de los cuales se infiere el resto, son erróneos.
De otra parte la hipótesis diferencial (Colom y Espinosa, 1990) que considera que
existen diferentes capacidades en los individuos que tienen que ver con las estrategias de
16 Isidoro Arroyo Almaraz
El debate que todavía no se ha resuelto, deja abierta la elección entre teorías. Hoy en
día la mayor parte de la literatura derivada de investigaciones se centran más en el
comportamiento y las características de las imágenes mentales ante determinadas tareas. Sin
embargo muy recientemente, y a partir de los últimos avances tecnológicos, se han
comenzado a confirmar hipótesis ya desechadas sobre la existencia del denominado, en
palabras de Descartes (siglo XVII) “El tercer ojo
expresa el conocimiento del mundo que tiene el individuo “. Si tras el símil del ojo de la
mente se describía la función de recrear una realidad, tras la afirmación del conocimiento del
mundo aparece la otra función de las imágenes mentales, simbolizar una realidad.
Piaget e Inhelder (1966) distinguieron entre los aspectos figurativos y los imitativos
de las imágenes mentales. Desde el aspecto figurativo las imágenes responderían a su función
de equivalentes de la realidad al igual que los perceptos y las imitaciones, y se diferenciarían
de éstos porque la reproducen interiormente en ausencia del objeto al que se refieren. Así la
percepción funcionaría en presencia de campos sensoriales, la imitación en presencia o
ausencia del objeto imitado, pero siempre como reproducción efectiva del mismo y
finalmente las imágenes siempre subjetivamente en ausencia de la realidad
Para Piaget e Inhelder <1966) ]as imágenes aparecen tardíamente dado que su
adquisición está relacionada con la función simbólica, la cual reposa en la imitación. Es
concretamente a partir del sexto estadio del período sensorio motor (entre 1 año o 1 año y
medio y los dos años) cuando junto con otras capacidades, el lenguaje, el juego simbólico
o la imitación, surgen las imágenes, pero se trata de imágenes “reproductivas” que evocan
objetos o hechos conocidos no presentes en el momento de la actividad mental.
19
¿Qué es una imagen mental?
Según Piaget e Inhelder (1966) todas las imágenes surgidas de los niveles pre-
operacionales son fundamentalmente estáticas y no sirven para representar ni el movimiento,
ni el desplazamiento, ni cualquier tipo de transformación.
Será a partir del período de las operaciones concretas (7-8 años) cuando aparezcan
las imágenes “anticipatorias” (imágenes reproductoras cinéticas, de transformación, de
movimientos, etc), que aunque dependan evolutivamente de las de reproducción (período pre-
operatorio) no se consiguen hasta que los sujetos no llegan al período de las operaciones
concretas. Compartimos con Alberto Rosa Rivero <1980) que sólo es posible la aparición
de imágenes mentales anticipatorias a partir de los 7 u 8 años, porque los individuos sólo se
interesan por operaciones como transformar o desplazar objetos, deducir o anticiparse a algo,
cuando ya poseen el dominio de ciertas operaciones que expliquen esos fenómenos de forma
clara. Así, hasta que no adquiere las competencias de reversibilidad, orden, sucesión de
acontecimientos, conservación de tamaños y volúmenes, etc. no podrán representar con
imágenes anticipatorias, ni los objetos, ni los acontecimientos de la realidad que le rodea.
Por último Paivio (1971) también aporta un punto de vista propio y distinto que
relaciona la imagen con otros procesos cognitivos. Encuentra que la imagen, como forma de
representación simbólica, está íntimamente ligada a las experiencias del entorno; es decir,
a la naturaleza del estímulo o de la acción que la desencadena y al uso específico que
hagamos del lenguaje. Paivio desarrolla su enfoque a partir de relacionar determinados
procesos de la formación de imágenes mentales, presentadas en dualidades: concreto/
abstracto, estático/dinámico, paralelo/secuencial con aspectos del entorno y del lenguaje.
20 Isidoro Arroyo Almaraz
El investigador canadiense encuentra por una parte que, cuánto más concreto es un
estímulo de la realidad, existe una mayor probabilidad de que dicho objeto se evoque a partir
de una imagen mental y que, cuánto más abstracto, utilice el sistema verbal para evocarlo.
De ahí, que cuando se quiere recoger el nivel de viveza de una imagen mental, se
solicite a los sujetos que piensen en algo o alguien y, una vez que tengan esa imagen mental
en la cabeza, se detengan en alguna parte del mismo.
Existe en general una coincidencia entre lo simbólico y lo sensorial, de tal manera que
disponemos de imágenes visuales de palabras escritas.
Para filósofos como Demócrito, Epicuro o Lucrecio las imágenes mentales tenían
su explicación como simulacros de la realidad en ausencia de ésta. Imaginar era evocar
objetos gracias a las huellas que los simulacros de la realidad habían dejado. Platón les
reconoce la actividad de imitar la realidad, idea que después encontraremos en Piaget e
Inhelder, y Aristóteles, les otorga un estatuto de impresiones o marcas en las que se apoya
el conocimiento, cualquiera que sea su naturaleza.
También sabemos (Campos y González 1995) que los oradores griegos hace unos
2500 años para recordar largos discursos utilizaron el método de Loci, cuyo procedimiento
consistía en crear una imagen mental de un escenario y situar en él las imágenes de las
personas u objetos que se querían recordar después, asociándolas a posiciones del escenario.
22 Isidoro Arroyo Almaraz
El método de Loci con diversas variables fue utilizado durante la Edad Media y el
Renacimiento, según cuenta Yates (1966) citado en Manuel de Vega (1988).
Fue en los albores del mundo ilustrado de la razón cuando los filósofos empiristas
ingleses, que se interesaron por problemas epistemológicos, confundieron idea e imagen, de
tal forma que herederos de Aristóteles que consideraba que las ideas similares, opuestas o
contiguas tendían a asociarse entre sí, mantuvieron el principio de asociacionismo que
establecía que los sentidos eran los encargados de introducir las ideas/imágenes de la realidad
en las personas.
Esta idea la desarrolló John Locke (1632-1704) en su obra Essay concerning human
understanding (Ensayo sobre el entendimiento humano), donde escribió, desde una
posición activista (Gregory, 1994), que todo conocimiento ,ideas o imágenes procedían de
la experiencia, bien a través de los sentidos bien a través de la reflexión sobre los datos
sensoriales9; a lo que Thomas Hobbes (1588-1679) definió como influencia de la razón.
Para Locke las sensaciones se relacionaban con los objetos a través de las cualidades
primarias de origen físico y objetivo de los propios objetos, como por ejemplo el color, la
brillantez, las formas y los movimientos y de las cualidades secundarias de origen mental,
,
subjetivo y secundario como por ejemplo las ilusiones ópticas. David Hume (1739) fue más
allá señalando que las ideas eran copias de la percepción y que entre éstas y las imágenes
sólo mediaba el grado de viveza con el que se diferenciaban.
George Berkeley (1685-1753) desde una posición pasivista (Gregory, 1994) en sus
principales obras New theory of vision (1709) y Principies of human knowledge <1710),
disertó sobre la naturaleza de las sensaciones y de los objetos visuales sosteniendo el sofisma
latino esse est percipi (ser es ser percibido) que explicaba que las ideas surgían de forma
pasiva a partir de la asociación habitual de todas las sensaciones; táctiles, auditivas,
visuales,etc.
Para Berkeley no existían cualidades primarias de los objetos que pudieran aparecer
idénticas a imágenes retiianas de las que no comprendía que pudieran indicar el tamaño de
objetos que parecían iguales, indistintamente de que fueran grandes y estuvieran lejos o
pequeños y cerca. Así para Berkeley puesto que los tamaños y las formas no eran
indicadores referenciales de la realidad externa, cuestionaba el papel privilegiado de las
imágenes retiianas frente a las auditivas, táctiles,etc...
Por otra parte, las imágenes diferían de las sensaciones en las cuatro características
que se les atribuían. En la cualidad porque eran menos vivas y se diferenciaban peor sus
clases, en la atensidad porque aparecían con menos claridad,en la intensidad porque eran
menos fuertes y en la protensidad porque duraban menos tiempo.
26 Isidoro Arroyo Almaraz
Por último, las investigaciones sobre las características diferenciales de las imágenes
según los sentidos, se ocuparon de observar los procesos de formación de imágenes visuales,
auditivas, cutáneas o cinestésicas.
Betts construyó su cuestionario con 150 estímulos verbales relacionados con siete
modalidades sensoriales: visual, auditiva, cutánea, cinestésica, gustativa, olfativa y orgánica
que debía ser valorados en una escala de 7 puntos, yendo desde imágenes perfectamente
claras y tan vivas como una experiencia real, hasta ninguna imagen. Sheehan consiguió
reducir a 35 los estímulos verbales, cinco por cada modalidad sensorial y lo admiistró entre
estudiantes de la Facultad de Psicología de Sydney, distribuyendo la muestra entre hombres
y mujeres en la misma proporción, 140 hombres y 140 mujeres con edades comprendidas
entre 16 y 40 años y una media de 23. Confirmó los hallazgos de Betts y concluyó que los
sujetos tenían capacidades individuales diferentes para evocar imágenes mentales y que éstas
diferencias eran notorias tanto en el grado como en la claridad y viveza de las mismas. En
su estudio encontró que las imágenes eran más vivas en las mujeres que en los hombres en
las modalidades sensoriales señaladas, pero que esas diferencias no eran tan grandes como
algunas diferencias intermodalidades.
28 Isidoro Arroyo Almaraz
El estudio de las imágenes mentales queda relegadas por su propia definición de hecho
mental. Será el propio John B. Watson (1925) quien considere que para estudiar el
pensamiento hay que fijarse en la conducta ligada a hablar consigo mismo. Habría que
estudiar las respuestas de los músculos de la garganta y• más concretamente de la laringe
como únicos responsables del proceso sensorial de hablar con uno mismo.
Desde el final de la década de los 40 hasta la de los 60 se abren caminos deñtro del
paradigma del conductismo, investigaciones que señalan la existencia de fenómenos
intermedios entre estímulos y respuestas. Para unos, serán anticipaciones a la respuestas; para
otros, mapas cognitivos que nos guían en laberintos; la mayoría, las asociaría a procesos
condicionados; y finalmente, algunos a signos no verbales o a planes.
Leuba y Dunlap (1951) son los primeros que proponen interpretar las imágenes como
“sensaciones condicionadas” . Skinner (1953) habla de visión condicionada cuando se
refiere a la existencia de imágenes visuales mentales y de visión operante cuando se refiere
a imágenes visuales que intervienen en la resolución de tareas, es decir conductas. Statts
(1961) señala la existencia de imágenes de origen sensorial ante objetos o situaciones
30 Isidoro Arroyo Almaraz
Destaca por su interés y actualidad la figura de Allan Paivio, que junto con sus
colaboradores en la Universidad de Ontario, desarrollan las primeras hipótesis sobre el
¿Qué es una imagen mental?
Las investigaciones de Alían Paivio junto con sus muchos colaboradores, han ido
diseminando a lo largo de casi cuatro décadas sus postulados, conviniéndose en uno de los
ejes principales sobre los que se ha sustentado la evolución de bastantes teorías en el campo
de las imágenes mentales. Bien corroborando sus hipótesis y hallazgos, bien
transcendiéndolas o bien criticándolas.
Las primeras investigaciones datan del final de la década de los 50 y las más recientes
de mediados de los 90, en medio aparece una fructífera presencia en la investigación sobre
las imágenes mentales.
Ya en 1956, Paivio junto con Lamben, dentro del paradigma del aprendizaje
asociativo, encontraron que el aprendizaje asociado de pares de palabras formadas por un
sustantivo y un adjetivo, era mejor cuando el sustantivo se anteponía al adjetivo que al revés,
contraviniendo la ordenación correcta de la gramática inglesa11. Los autores explicaron que
se debía a que la primera palabra del par actuaba como peg~ y la segunda se recordaba a
partir de la primera.
En 1967 junto con Yuille introdujo el valor de evocación derivado de una consigna
de fonnación de imágenes encontrando que aumentaba el rendimiento frente a la simple
mediación verbal, que en cualquier caso era mejor que una consigna de repetición.
De 1968 data su trabajo más celebre de esta época, junto con Yuille y Madigan.
Estos autores crearon una tabla con 925 sustantivos ingleses ordenados según concreteness
y vividness, determinado por la puntuación obtenida en una escala de 1 a 7. Esta misma tabla
se ha utilizado después en numerosos trabajos de investigación sobre la eficacia de las
palabras concretas en el recuerdo.
En 1969 colaboró con Csapo en una investigación que comprobó como la imagen
visual, y concretamente los dibujos, mejoraban el recuerdo frente a las palabras. Esta
superioridad se mantenía indistintamente de cual fuera la tarea de recuerdo: evocación libre,
aprendizaje discriminatorio o recuerdo en la memoria a corto plazo. Y también en este año
amplió la búsqueda de indicadores de la existencia de imágenes mentales acudiendo a la
fisiología de la mano de Simpson y de Colman. Se interesaron en el funcionamiento de la
actividad pupilar y su relación con el proceso de formación de imágenes mentales.
Los trabajos del resto de la década son colaboraciones con autores como Begg,Rowe,
Csapo, Katz, o Marschark dirigidos a confirmar en la práctica su modelo teórico.
Isidoro Arroyo Almaraz
En 1971, junto con Begg constata que existen en el aprendizaje asociativo de palabras,
conexiones asociativas verbales, bien como presencia o bien como ausencia, que
proporcionan bases adicionales independientes con efectos de relación o de distinción. Ese
mismo año, en colaboración con Rowe, encontraron que las instrucciones de formación de
imágenes mentales facilitaba el aprendizaje discriminatorio, pero no el recuerdo guiado de
pares de palabras.
En 1975, realiza un estudio con Katz donde demuestran que también existen una
actividad de formación de imágenes mentales en la identificación de conceptos.
De esta fecha es el trabajo titulado Basic Puzzles in hnagery research. De ese mismo
año son también las publicaciones de las investigaciones llevadas a cabo con Clark y Khan
sobre la presencia o ausencia de conexiones asociativas verbales, que proporcionan bases
independientes adicionales con efectos en las relaciones. Y con Lambed, sobre el
incremento en el recuerdo libre frente al dirigido en pares de palabras.
El otro gran pilar del aporte teórico y experimental dentro del campo de las imágenes
mentales es sin duda Stephen Michael Kosslyn profesor de la Universidad de Harvard, que
junto a sus múltiples colaboradores, se ha convertido en la figura central del otro gran
modelo de interpretación de las imágenes mentales. Juan José Ortelís (1996, pág 69) llega
a considerar su modelo de simulación por ordenador como “la primera teoría explícita sobre
las imágenes dentro del marco del procesamiento de información”.
El propio autor S.M. Kosslyn junto con S. Pinker, G.E. Smith y S.P. Shwarth
(1979) nos ofrece su propio biografía investigadora durante esta década que recorre cuatro
clases de experimentos dirigidos a demostrar que las imágenes no son epifenómenos o “pura
palabrería” en palabras del fundador del conductismo (Watson, 1925).
¿Qué es una imagen mental?
*La conservación del tamaño y la demostración del efecto del grano de la pantalla
mental (Kosslyn 1975 y 1976); El efecto del desbordamiento del campo mental visual
(Kosslyn 1978); y el efecto del tamaño subjetivo de una imagen en su recuerdo posterior
(Kosslyn y Alper, 1977).
El tercer tipo de experimentos fue dirigido a investigar si, cuando se recuperan las
imágenes mentales, aparecen ya organizadas coherentemente o, por el contrario, se
38 Isidoro Arroyo Almaraz
Finalmente la última clase de investigaciones, que tal vez sean las más interesantes
para esta tesis doctoral, confirman que las imágenes mentales se forman interactivamente con
información descriptiva e información perceptiva (en nuestra investigación vienen
denominadas como información referencial, la perceptiva y contextual la descriptiva)
(Kosslyn, 1978).
El propio Kosslyn, junto con sus colaboradores (1979), en su afán por desmitificar
las imágenes mentales, nos presenta su modelo como forma particular de presentar una
teoría. De ahí que nosotros los hayamos titulado de modelo a teoría. Es en defmitiva un
modelo que desarrolla un sistema de relaciones y que en la medida en que se van añadiendo
propiedades, cada vez más se acerca a lo que se entiende como una teoría completa. El autor
nos lo presenta textualmente (J.J.Ortells, 1996; 125 y 126): “Nuestro modelo general de
imágenes se ha desarrollado en un modelo de simulación por ordenador. En dicho modelo,
cada proceso se representa por medio de un procedimiento diferente y hemos modelado
¿Qué es una imagen mental?
también cada una de las estructuras de datos. Las reglas de combinación están implícitas en
las condiciones <...) Además ante una configuración panicular de input, si las reglas se
especifican con la suficiente precisión, sólo se producirá una determinada secuencia de
operaciones, lo que proporciona un modelo específico sobre la forma en que se realiza una
tarea panicular”.
Así formar una imagen mental consiste en activar las celdillas de la matriz visuo-
espacial a partir de las listas de información de la memoria a largo plazo.
alimenta de los archivos que tenemos en la memoria del mismo. Abora corresponde aprender
los procedimientos para producir textos mediante la manipulación de todas las opciones que
nos ofrece el programa, por ejemplo clasificar una lista por orden alfabético, hacer unas
tablas, utilizar negrita, etc.
Para mantenerlas una vez construidas hay que repetirlas o reciclarlas dentro del
“buffer visual”
La existencia de nuevas tecnologías, por ejemplo los scanners, nos permiten desplazar
las investigaciones del laboratorio de psicología experimental a los grandes hospitales con sus
modernos tomógrafos por emisión de positrones (TEP). Stephen M. Kosslyn y sus
colaboradores (1991, 1993) los han utilizado en el desarrollo de nuevos experimentos, que
nosotros describimos sobradamente en el capítulo 4, de localización de las imágenes
mentales, dirigidos a mostrar la equivalencia percepción-imagen. En ellos se pone de
manifiesto por una parte, la existencia de dos sistemas corticales que comparten tanto la
percepción visual como la formación de imágenes visuales el sistema ventral, localizado en
el lóbulo inferior temporal y encargado de analizar la forma del estímulo y el sistema dorsal,
localizado en el lóbulo parietal y encargado de localizar las propiedades espaciales y por otra
parte, la diferenciación hemisférica entre dos tipos de representaciones perceptivas. El
hemisferio derecho se encargaría de las formas globales de los objetos y el hemisferio
izquierdo de las formas fragmentarias significativas de los mismos.
Otros muchos autores de distintos países también han contribuido al estudio de las
imágenes mentales, destacando por su influencia, entre otros Roger Shepard, A.
Richardson, Peter Sheehan, Sydney Segal, M. J.Horowitz, Michel Denis, David F.
Marks. La mayor parte de ellos vinculados a universidades que son sin duda los centros más
activos en poner de relieve la importancia de las imágenes mentales.
También hay que destacar la existencia de una revista que se ocupa en exclusiva de
las imágenes, Journal of Mental Imagery creada en 1977 y en la actualidad convenida en
un importante foco de difusión de investigaciones sobre imágenes mentales.
42 Isidoro Arroyo Almaraz
Smith y Marcia Sonenshine (1989), preocupándose por las diferencias en ambigiledad entre
imágenes mentales auditivas cuando el sonido es puro o simulado.
Otras universidades
El otro gran país que ha contribuido con notables investigaciones es sin duda Francia.
Sus autores se han ocupado sobre la actividad mnésica y la comparación de las dos
modalidades principales en las que el individuo utiliza imágenes mentales: verbal y
figurativa. P. Fraisse (1964, 1970, 1974 y 1975)’~ ha encontrado superioridad del recuerdo
en los dibujos sobre las palabras. Alain Liery (1988) ha confirmado la superioridad de las
palabras sobre las imágenes, sólo en el caso de instrucciones estandarizadas. Marguerite
Cocude (1988), del Centro de Estudios de Psicología Cognitiva de la Universidad de Orsay
en el sur de París, con su investigación sobre la latencia y duración de las imágenes visuales
en respuesta a estímulos verbales
Y sin duda para nosotros Michel Denis (1973, 1975, 1976, 1978, 1979,) con su
fructífera producción en la década de los 70 centrándose en el comportamiento de las
imágenes en tareas de aprendizaje, de memorización, según los contextos de estimulación o
los términos de referencia. Sus investigaciones se han ocupado de comparar en tareas de
aprendizaje la eficacia del material en imágenes frente al verbal (1973), la influencia de las
imágenes en tareas de memorización (1975), las actividad de creación de imágenes según los
contextos (1978), las latencias de una respuesta gráfica según sean los términos generales o
específicos (1979), propiedades figurativas o no figurativas en el análisis semántico de
conceptos (1979).
En los años 80 sus contribuciones se han ocupado del estudio de las imágenes
mentales en el procesamiento de textos en prosa demostrando los efectos positivos de las
estrategias de formación de imágenes en la memoria para describir narraciones y textos
(1982, 1984,1986, 1987). Así en 1982 llevo a cabo una investigación para comprobar las
diferencias entre los individuos ante una tarea de formación de imágenes mientras estaban
leyendo un texto en prosa. En 1984 desarrolló una investigación que tenía como finalidad
comprobar las diferencias entre adultos y niños con respecto a su capacidad de formación de
imágenes en la lectura de textos en prosa. En 1986 se preocupó sobre las imágenes mentales
visuales y sus efectos en el procesamiento de textos en prosa. En 1987 se ocupó del mismo
tema en relación con las diferencias individuales. Finalmente en 1988 colaboró en el texto
colectivo Michel Denis (eds.) publicado en Martinus Nijhoff Publishes, presentando una
revisión teórica y metodológica al estudio de la relación entre imágenes mentales y
procesamiento de textos en prosa. Esta tarea se ha visto revisada y ampliada gracias a la
redición de su libro Imagen y Cognición (1991) donde, junto con Constance Greenbaum,
profundiza en las propiedades de las imágenes mentales y su importancia dentro de la
percepción. Le presta atención especial a la psicología del lenguaje, deteniéndose en el
análisis del significado del léxico, de las frases y del texto. También de ese mismo años en
su trabajo como compilador junto con Roben H. Logie de Mental images in human
cognition, libro que recoge los trabajos de la Tercera Conferencia Europea en Imagen y
Cognición celebrada en la Universidad de Aberdeen en el Reino Unido en Agosto de 1990.
Por último citar las investigaciones llevadas a cabo en España. Universidades como
la de Santiago de Compostela, Almería, La Laguna o Madrid (U.N.E.D., Complutense y
Autónoma) han contribuido al debate sobre las imágenes mentales desde diferentes puntos
de vista.
Las primeras referencias las encontramos en las investigaciones llevadas a cabo en los
años 80 por Herminia Peraita (1988), Juan Mayor, Javier Sainz y Javier González-
Marques (1988) y F. Alfonso Medina (1988) todas ellas recogidas en la edición colectiva
recopilada por Michel Denis en Cognitive and Neuropsichological Approaches to Mental
Imagery.
Igual ocurría con frases que recogían información funcional, los tiempos de reacción
eran menores tanto para imágenes como para palabras, pero cuando estas recogían
información perceptual solo se producían respuestas facilitadas para las imágenes. Las
Imágenes y las proposiciones se comportaban como dos códigos alternativos para representar
conceptos. Juan Mayor, Javier Sainz y Javier González-Marques <1988) han comprobado
que los dibujos y las palabras se procesan de forma diferente habiendo encontrado efectos
de facilitación e interferencia.
En los 90 nos encontramos investigaciones como la aportación al Tercer Congreso
Europeo sobre Imagen y Cognición18 llevada a cabo por Manuel de Vega y J.M. Díaz
(1990) sobre la importancia del contexto en narraciones cortas y recogida por Michel Denis
(Ed.) en Mental Images in human cognition.
Otras más recientes como la llevada a cabo por Benjamín Sierra, Isabel Cuevas y
José M. López-Frutos (1995, 249) cuyo “objeto de estudio ha sido analizar los efectos del
material pictórico y la imaginabilidad del material verbal sobre el recuerdo de los atributos
de un producto en anuncios impresos, bajo condiciones en las que la distintividad episódica
del anuncio se había bloqueado O la llevada a cabo por Francisco García García (1994)
“.
Muy recientemente están apareciendo aportaciones teóricas, que indican que los
investigadores españoles están incorporándose al debate internacional sobre las imágenes
mentales. Buen ejemplo de ello es el reciente libro, de Juan José Ortelís <1996) profesor de
la Universidad de Almería.
En la introducción nos hemos formulado una serie de preguntas, cuyo recorrido nos
permite descifrar el significado de las imágenes mentales. Ya sabemos qué son las imágenes
mentales, y ahora nos corresponden preguntarnos: ¿cómo funcionan?, ¿qué propiedades
tienen?.
Las múltiples investigaciones que se han ocupado del estudio de la capacidad que
tienen las imágenes mentales para rotar, lo han hecho demostrando por vía empírica que la
existencia de dos procesos, uno para la percepción y otro para la imaginación, se pueden
entender funcionalmente como equivalentes, cuando los resultados son idénticos; o como
convergentes, cuando compartiendo elementos comunes, existe interacción pero no
equivalencia. Por último, recientemente se ha abierto otra vía de investigación fisiológica que
basa sus explicaciones en el estudio del funcionamiento del cerebro ante la tarea imaginística
de rotación mental.
Por tanto, todas las investigaciones han tenido como finalidad medir el tipo de
isomorfismo y el grado de relación entre el tiempo que tardaba el sujeto, en situación
experimental, en dar una respuesta y la amplitud del grado de rotación mental de la figura.
La relación entre el tiempo que el sujeto tarda en decidir si dos objetos, a pesar de
ser presentados con una orientación distinta, tienen la misma forma y la diferencia de ángulo
de rotación entre los objetos presentados, tanto en el espacio tridimensional como en el
bidimensional, nos permite clasificar todas las investigaciones en dos grupos, según que los
resultados se expliquen por una función lineal o cuadrática:
2.1
1 .9
& = 0.97
1•7 -
o
1.3
1.1 —
1 1
0.0
2 4 6 6 lO ¡2 ¡4 16 16
D,stanc,a <cnt)
1 DaMos ~upaICS<N = 8)
O Sn, inloíni•ción preula Al
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O
112
u
u- —tu
A
Estructura
Tridimensional
, Fondón
Lineal
1 ÁutOrÉS
Shepard y
Estim*
Bloques
Prsé1
Simultánea
ni’
Metzler cúbicos
(1971)
Shepard y Caracte
Coaper res alfanumé
(1973) ncos.
Shepard y Alfanumé-
Klun (1972) ricos.
Shepard y Recuadros
Podgarny sombreadas
(1978) en forma de
Cooper y Polígonas
Podgomy irregula-
(1976) res.
54 Isidoro Arroyo Almaraz
Los resultados demostraron que los sujetos realizaban algún tipo de rotación mental,
porque la relación entre tiempo y ángulo de rotación era una línea recta, denominada Efecto
Lineal (EL).
Roger Shepard (1994) afirma que en realidad el sujeto no puede hacer girar la
imagen de un objeto sino que, parafraseando a Michael Kubovy , “se imagina la rotación
de un objeto”. Siguiendo el proceso de fases, comenzaría con la búsqueda de indicadores
de rasgos comunes entre el modelo de la izquierda y el de la derecha, después seguiría, en
una segunda fase, con la transformación mental, donde se imaginaría al objeto rotando
pasando por diferentes procesos intermedios. En este momento, la tasa de rotación sería de
600 por segundo.
Por último, continuaría hasta encontrar una imagen mental con rasgos similares al
modelo de referencia y confirmaría si la forma corresponde o no a la imagen simétrica o
enantiomorfe, del otro.
56 Isidoro Arroyo Almaraz
Shepard y Feng (1972) comprobaron como el cerebro puede imitar las propiedades
perceptivas de un espacio tridimensional. La tarea consistía en realizar un rotación mental
hasta transformar un plano en un cubo. Se trataba de doblar mentalmente unos cuadrados
hasta que se encontraran mentalmente las dos flechas señaladas en el estímulo. Los tres
procesos se desarrollaban de la siguiente manera: La búsqueda consistiría en imaginar doblar
secuencialmente cada cuadrado, a veces más de uno, la transformación en observar la nueva
figura y compararla con la anterior y la confirmación en señalar fin de búsqueda y objeto
conseguido o por el contrario tarea no alcanzada y continuación de los pliegues.
imagen especular y además podían aparecer en seis tipos de orientación con un intervalo de
600. Combinando las dos variables y las seis posiciones, los estímulos podían aparecer de
doce formas diferentes en una presentación taquitoscópica (ilustraciones 4 y 5>. La tarea
consistía en decir si la presentación era vertical o especular indistintamente de cual fuera su
orientación, para lo que los sujetos tenían que realizar un tarea de rotación mental que se
sustentaba en las tres fases descritas. Por una parte búsqueda de indicadores, en segundo
lugar una tarea de transformación de modelo presentado con la imagen mental del modelo
de referencia y por último la confirmación entre dos alternativas posibles, idénticos o
diferentes aunque similares.
Sir, infor,na~ión
previa *0
Q *0
Solo
identidad
o *0
Sólo
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0000 ‘1 4.
Ilustr. Coaper
5 y Shepard (1973)
tomado de M. de Vega <1990>
60 Isidoro Arroyo Almaraz
Los resultados obtenidos tanto en los experimentos sin información previa como
aquellos en los que se facilitaba algún tipo de información por separado, demuestran que
todos los sujetos se imaginan una rotación de una imagen mental hasta ajustarla a la del
modelo referencial y que el tiempo de reacción (TR) mantiene una relación no lineal con la
distancia angular. En el experimento donde se facilitaba información combinando el tipo de
objeto y se señala la orientación que iba a tener, el IR era constante y describía un efecto
lineal.
Esta misma metodología la utilizó Farah (1989) comprobando cómo las imágenes que
eran generadas en un campo visual utilizaban el mismo medio de representación con el que
fue codificado el estimulo durante la etapa temprana del procesamiento perceptivo.
¿Cómo funcionan las imágenes mentales. 61
De todos estos experimentos se pueden concluir tres ideas: primero, que los sujetos
se imaginan la rotación de un objeto; segundo, que el tiempo que emplean en responder
aumenta en la medida en que aumenta el grado de rotación de la figura; y tercero, que en
todos los casos cuando se produce un movimiento de una posición a otra irremediablemente
se atraviesa por posiciones intermedias.
Cuando las formas son bidimensionales y utilizan estímulos más familiares: caracteres
alfanuméricos, polígonos planos irregulares, etc. y la presentación secuencial, los sujetos
tienen que formarse una imagen de memoria, lo que hace que se tarde más tiempo en realizar
la rotación.
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 63
Cuando los dos objetos son de la misma forma, el tiempo de reacción (TR) es lineal
a la diferencia entre el grado de angulación con el que se presenta el estimulo rotado y el
ángulo del modelo de referencia.
Manuel de Vega (1988) afirma que no existe una correspondencia uno a uno entre
los estímulos próximales y las experiencias perceptivas. No vemos todo lo que se proyecta
en nuestra retina, porque a veces nuestras experiencias perceptivas van más allá de lo que
nuestra retina nos muestra, sobre todo cuando los estímulos son pobres o ambiguos, entonces
interviene lo que Shepard (1984) considera un mecanismo de completamiento de trayectoria
que interviene cuando dos modelos estáticos e idénticos son presentados alternativamente,
64 Isidoro Arroyo Almaraz
Este autor propone la teoría del “resonant kinematic” que sugiere que interviene el
mismo mecanismo fundamental en imagen mental, percepción, pensamiento o sueño y que
se utiliza especialmente cuando el modelo que se muestra es pobre o cuando no existe el
estimulo fisico y los individuos tienen que imaginar transformaciones utilizando las mismas
leyes de la cinética.
Sin embargo De Vega (1988) no cree que las imágenes mentales y la percepción
compartan los mismos componentes, aún creyendo que existe una variada y concreta
interferencia entre imagen y percepción en los niveles intermedios de la visión.
Se esperaba que una experiencia previa con una tarea de movimiento aparente
determinara un efecto o de facilitación o de interferencia en una tarea de rotación mental de
imágenes. Se utilizaron cuatro rectángulos como los que aparecen en la ilustración 7,
mostrando primero un movimiento en dirección al de las manecillas de un reloj y segundo
un movimiento contrario.
vn ¡-[1
II
L.4
Clockwise Caunterclockwise Control
Después se sugirió a los sujetos que hicieran una tarea de rotación mental utilizando
como modelos de objetos que rotaban, igual que Cooper y Shepard, letras y números;
J,R,F,4,7,2 y sus imágenes especulares. Por último se creía que el movimiento aparente a
favor de las manecillas del reloj facilitaría una rotación mental con movimiento a favor de
las manecillas del reloj (240” y 3000) e interferiría con una rotación mental de signos
contrario (600, 1200) lo que se traduciría en un incremento de la latencia para las
orientaciones de menos de 1800 y una reducción para las de más de 180”.
En tercer lugar, el efecto de la tarea previa tiende a cambiar con la práctica de los
sujetos. La asimetría y la interacción entre percepción e imagen es más fuerte en los
primeros momentos, quizás los sujetos aprenden a dirigir su atención llegando incluso a
automatizar la tarea.
Usaron una tarea de imagen mental que exigía una rotación mental para establecer si
los resultados obtenidos en un experimento anterior se podían generalizar a una tarea de
transformación. Los estímulos eran tales que después de rotarIos 90” en la dirección de las
agujas del reloj, apareciera una nueva figura que consistía en dos letras mayúsculas unidas
(ver ilustración 8).
Considera que hoy en día hay que trascender a los estudios empíricos que usando dibujos-
imágenes bidimensionales o tridimensionales- intentan mediante un proceso de inferencias
explicar el fenómeno de la rotación de las imágenes mentales. Son más consistentes aquellos
estudios que, partiendo de la base de que muchas partes del cerebro, que se usan en los
procesos de formación de imágenes mentales, son las mismas que las que se usan en los
procesos de percepción visual, y pueden explicar también su implicación y su grado de
participación según sea la tarea. Así sabemos que, tanto el hemisferio derecho como el
izquierdo, juegan papeles importantes: el primero, en la rotación mental; y el segundo, en
la transformación de imágenes. Grahani RatclifP encontró que aquellos pacientes que
tenían lesiones en el lóbulo parietal derecho tenían disminuidas sus capacidades en tareas que
requerían el uso de rotación mental, como por ejemplo decidir cuál era el brazo derecho y
cuál el izquierdo de una figura humana que se presentaba de una forma poco habitual;
invertida, girada, en espejo, etc. Otra evidencia del uso del hemisferio derecho para tareas
de rotación mental la proporciona el hecho de que es mayor el flujo de sangre que recorre
el área parietal derecha que el izquierdo mientras los sujetos realizan una tarea de rotación
mental.
Kosslyn (1986, 206)) argumenta que “Si las imágenes funcionan como dibujos o
modelos, tienen que proyectar la información. Es decir, las panes de la imagen tienen que
corresponderse con las panes del objeto representado, y las distancias entre las panes de los
objetos «al y como se aprecian desde un punto de vista determinado) tienen que guardarse
también en las distancias entre las panes en la imagen “.
Por ejemplo, Kosslyn (1992) nos sugiere que tratemos de imaginarnos al perro Snopy
y que mentalmente nos situemos en sus pies y a partir de ahí juzguemos la medida de sus
orejas. Si efectivamente comenzamos en los pies, requeriremos más tiempo para responder
que si comenzásemos en el centro de su cuerpo. Todos los experimentos que se han realizado
en este sentido han confirmado que el tiempo de reacción aumenta con la distancia,
produciendo un Efecto lineal.
La relación entre el tiempo y la distancia recorrida nos permite clasificar los
experimentos en función de una serie de parámetros, entre ellos la estructura formal de los
70 Isidoro Arroyo Almaraz
Como se puede observar en la tabla anterior muchas son las investigaciones realizadas
y a veces con resultados distintos, según el investigador y el contexto. Vamos a detenemos
en las más sobresalientes con el fin de obtener una visión más detallada del proceso.
Las investigaciones dirigidas por Kosslyn junto a Reisser y BalI (1978) continuaron
utilizando otra escena imaginaria, un mapa de una isla ficticia (ver ilustración 9).
etapas intermedias como formar una imagen mental del mapa, centrarse en un punto del
mismo y recorrer mentalmente la distancia que les separaba hasta llegar al punto que se
nombraba. Se consideraron una serie de circunstancias como utilizar el mismo número de
veces cada punto de referencia y apretar un botón diferente si no encontraban el objeto
nombrado. Finalmente se medía el tiempo de respuesta.
Los resultados obtenidos representados en una gráfica mostraban una relación lineal
entre el tiempo utilizado y la distancia en cm. que separaban los puntos con una correlación
de r=.97.
Kosslyn y Pinker (1978) ese mismo año ya habían comprobado algunas de las
propiedades espaciales de las imágenes mentales. En sus experimentos se pedía a los sujetos
que examinasen las señales con las que se dibujan en los mapas las fronteras. Después que
formasen una imagen mental de la figura y por último que se detuvieran en un punto
concreto, entonces se nombraba otro punto y se pedía, igual que con la isla ficticia, que
hicieran el recorrido imaginario. Encontraron que el tiempo empleado correlacionaba con la
distancia física.
Tan pronto como comenzaron las primeras evidencias científicas sobre la equivalencia
funcional entre la percepción y la imaginería, surgieron las primeras dudas (Ronald A.
Finke, 1986, 68) sobre la influencia que podían tener algún “saber inconsciente” que pudiera
influir indirectamente en los juicios sobre imágenes. Para evitar las interferencias derivadas
de conocimientos previos o mecanismos mentales intervinientes en los procesos de
razonamiento Finke y Pinker (1982 y 1983) llevaron a cabo dos experimentos, uno de ellos
en el que no daban instrucciones (1982) y otro con información previa (1983).
74 Isidoro Arroyo Almaraz
En el primero querían evitar que la inferencia lógica que establece que las distancias
mayores requieren más tiempo para ser recorridas, pudieran invalidar sus resultados.
Pidieron a un grupo de sujetos que se fijaran en una pantalla con una serie de puntos en ella
(ver ilustración 10).
Después se les mostraba la misma pantalla con una flecha y se les pedía que indicaran
si la flecha señalaba particularmente algún punto. El resultado fue que los sujetos utilizaron
más tiempo en responder para formar una imagen de la pantalla punteada y después examinar
esa imagen a lo largo de la dirección indicada por la flecha, cuánto mayor era la distancia
entre los puntos y la flecha.
Ronald A. Finke junto con Steven Pinker (1986, 68) repitieron un experimento
equivalente en la Universidad de Harvard para investigar las propiedades tridimensionales
de las imágenes. Utilizaron esta vez un cilindro transparente ( ver ilustración 11) de donde
se colgaban cuatro animalitos de plástico a diferente altura dentro del cilindro. A los sujetos
se les pedía que se fijaran en la localización de los anlinalitos, después que formaran
imágenes mentales de los lugares que ocupaban y finalmente que proyectaran sobre un
cilindro vacío sus imágenes pero rotándolas 90”.
‘76 Isidoro Arroyo Almaraz
Los resultados obtenidos en todos los casos muestra que las imágenes mentales
descritas después de rotar 90” se asemejaban a una figura muy parecida a un paralelogramo
con un animal en cada una de las esquinas, aunque los animales partiendo de su posición
original no m¿strasen la posibilidad de que surgiera esa forma. En cualquier caso se
comprobaba que podemos imaginar perspectivas visuales adquiridas por muestras
tridimensionales.
Un segundo mecanismo que acopla una imagen con otra, en lo que Kosslyn (1992)
considera la “ventana de atención”. El mismo autor utiliza la analogía del cambio de imagen
en la pantalla de televisión cuando la cámara realiza un barrido. Esta posibilidad se traduciría
en la imaginería mental al resultado de realizar, lo que en palabras de Michel Denis (1984,
120) define como un “barrido de la imagen por el ojo interior” , lo que permitiría
recorrer sucesivamente los diferentes planos que conforman la secuencia de la imagen de
nuestro objeto, animal, plano, etc. Así se conseguiría que estuvieran simultáneamente todos
los elementos del recorrido en la tarea de revisión mental.
A los sujetos se les dio un minuto para estudiar el mapa y después, cuando ya tenían en la
memoria visual de trabajo una imagen del mismo, se les formulaban una serie de preguntas
relativas a la ubicación espacial relacionando dos localidades. Por ejemplo se les preguntaba
¿está el barranco de Washington al noroeste del aeropuerto Reagan?. Los resultados
mostraban que las tareas de naturaleza visuo-espacial interrumpía más que las tareas de
naturaleza verbal durante los procesos de aprendizajes complejos.
¿Cómo funcionan las imágenes mentales?
Todos tenemos experiencias perceptivas que nos dicen que cuanto más pequeño es un
objeto, más difícil nos resulta localizar sus partes o los elementos que lo integran y que ,por
el contrario, cuanto más grande es, más fácil localizar cualquier pequeño detalle. Bajo y
Cañas (1991, 279) lo ejemplifican diciendo “De esta manera debe ser más difícil ver una
propiedad de un mosquito que de un elefante
Pues bien, esta idea recorre una línea experimental que ha pretendido comprobar el
comportamiento de las imágenes mentales, cuando se solicita a los sujetos que la formen de
un objeto, cuyas propiedades de tamaño son controladas en diferentes fases experimentales,
e incluso conocidas. Después se les hace buscar una propiedad del objeto imaginado, para
comprobar, mediante la medición de los tiempos de latencia, si aumenta o disminuye en
80 Isidoro Arroyo Almaraz
Desde este nuevo paradigma de estudio de las imágenes destaca, al igual que lo
hiciera con aquellas que se ocupaban del desplazamiento, la utilización de animales y las
propiedades físicas de éstos como referentes naturales de la realidad física.
el botón del cronoscopio que permitía medir el tiempo de latencia desde la exposición del
estímulo hasta la formación de la imagen mental de la propiedad del animal.
Kosslyn (1978) comprobó que cuando a los sujetos se les mostraba determinados
dibujos y después se les pedía que formasen una imagen mental del objeto representado a una
distancia de los bordes de la hoja; cuando se les pedía que estimaran la distancia a la que
84 Isidoro Arroyo Almaraz
creían que ese objeto desbordaría su ángulo de visión, es decir tocara los bordes, estos
consideraban, al igual que con la percepción, que cuanto más grande era objetivamente el
objeto, a mayor distancia desbordaría nuestro ángulo de visión y que cuanto más pequeño
fuera, deberíamos tenerlos, casi delante de “nuestras narices”, para percibir su punto máximo
antes de desbordarse. La relación, por tanto, era lineal entre el tamaño del objeto y la
distancia a partir de la cual se desbordaba el ángulo visual, con una correlación de .95, casi
igual que ocurre con la percepción. Las estimaciones del ángulo visual las situó en una franja
entre 20 y 40v, siendo mayor la agudeza en el centro que oscilaba entre 19 y 22 grados que
en la periferia.
Desde una tercera estrategia Kosslyn (1986, 210) comprobó que cuando se pedía a
los sujetos que imaginaran un animal en “uno de cuatro tamaños relativos ,los tamaños
habían sido aprendidos de antemano” y después se les pedía que buscaran una propiedad
determinada, que unas veces sí poseían y otras no, como por ejemplo, las garras en el gato
o los cuernos en una oca. Comprobó que cuánto más pequeña era la propiedad buscada, más
tiempo se necesitaba para encontrarla.
El sujeto disponía de dos botones uno para aquellas respuestas en las que el animal
poseía la propiedad y otro para el caso contrario. Una vez medidos los tiempos de latencia,
se encontró que la probabilidad de cometer un error y el tiempo empleado en la búsqueda
era mayor cuando la propiedad era de tamaño pequeño que cuando ésta era mayor.
Por último, una cuarta línea de investigación, tomaba como referencia un solo
tamaño, indistintamente de cual fuera el animal, y se preguntaba por propiedades que tenían
diferentes tamaño dentro de la imagen de diferentes animales pero del mismo tamaño. La
variable independiente, no era ni el tamaño del animal, ni la propiedad ya que en todos los
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 85
animales era la misma, por tanto grande o pequeña según cual fuera; por ejemplo una pata
o un ojo, sino que era el vínculo fuerte o débil que tenía la propiedad nombrada con respecto
al animal de referencia. Así por ejemplo Kosslyn (1986) lo ejemplifica comparando la
propiedad rayas,en un tigre frente a la propiedad rodillas. Ambas dos son ciertas, sin
embargo los sujetos tardan más tiempo en considerar la segunda que la primera.
Estas dos premisas nos sugieren que es el propio sujeto el que construye su imagen
con una parte de los elementos que configuran la totalidad de la imagen. Denis lo explica
diciendo “.. . la construcción de imágenes parece resultar de la abstracción de elementos
privilegiados en el seno de la realidad percibida
Existen por tanto rasgos más trascendentes que otros para definir un objeto. En este
sentido las rayas de la piel del tigre explican mejor que se trata de un tigre que la cualidad
de poseer rodillas. Nos preguntamos ¿Qué factores definen el predominio de unos elementos
en detrimento de otros?.
Estamos con Michel Denis (1984) cuando señala que son la regularidad o frecuencia
de aparición de ese elemento, junto con la riqueza de información que aporta o la
trascendencia perceptiva como puede ser por ejemplo la trompa para el elefante.
tiempo de latencia era menor en las propiedades de menor tamaño pero sólo cuando éstas
tenía la consideración de transcendente, lo que el denominó como de asociación fuerte, que
cuando el tamaño de la propiedad era mayor pero asociada de forma más débil.
De todos estos experimentos se puede concluir que, en primer lugar, parece obvio que
los individuos “ven” sus imágenes mentales como lo harían con las físicas, y que por tanto
cuánto más pequeña es ésta, resulta más difícil ver sus partes. Kosslyn (1992) lo describe
diciendo: “T>’y imaging a honeybee at a very small size, and then decide what color its head
is. More time is required to do this tan to n¡ake the sornejudgment when the honeybee flrst
is ¡maged at a normal size “~23 Efectivamente, resulta más difícil distinguir la cabeza de una
abeja cuando esta se nos presenta en un tamaño pequeño que cuando, por el contrario, las
medidas de la imagen son mayores.
En segundo lugar, las imágenes mentales estarían determinadas, al igual que las
imágenes físicas, por las coordenadas del medio que la soporta. Si la imagen que contiene
un cuadro depende del tamaño del lienzo, un programa de televisión del tamaño del tubo
catódico, parece lógico pensar que también la imagen mental dependería de su propia
pantalla; es decir los sujetos vedamos nuestras imágenes o en 14”, ó en 20”, o quizás en
25”.
Evidentemente no existe ninguna pantalla en el cerebro, pero sí, y cada vez con
mayor fuerza, se impone la evidencia de que las células cerebrales pueden funcionar como
un espacio.
Esta idea ya la intuía Kooslyn (1986, pág 210) cuando sugería que las células
cerebrales también podían funcionar como un espacio. “Las células estarían conectadas de
tal forma que actúan como si formaran una pantalla, incluso si algunas que están a
continuación de otras «al vez conectadas directantt’nte) estén separadas por una distancia
real en el cerebro”.
88 Isidoro Arroyo Almaraz
que cuando los sujetos tienen que informar sobre una propiedad pequeña, señalan que la han
tenido que aumentar de tamaño para verla. Zooming es la respuesta. Si tenemos que utilizar
nuestro ‘‘zoom mental’’ es porque tenemos imágenes visuales de resolución limitada en el tope
visual que afectarán a todos los modelos de activación dentro de él, tanto de información
almacenada -imágenes mentales- como de información perceptiva. .... . when an objecz is
imaged too small «he corresponding pattern occupies too small a region ofthe visual buifer),
zooming will be necessary “~ 24
En general, parece confirmarse que cuando los estímulos son abstractos, bien porque
se utilicen palabras abstractas o constructos abstractos, aumenta el tiempo de reacción, pero
se sigue manteniendo el efecto de distancia simbólica sobre la dimensión semántica Friedman
(1978), o sobre la dimensión actitudinal Osgood, Suci y Tannenbaum <1958).
Para averiguar la proporción de cambio de actitud que afectaría a cada una de la dos
elementos: mensaje y fuente, se utiliza el diferencial semántico de Osgood que valora positiva
o negativamente (entre +3 y -3) la fuente que emite un mensaje -por ejemplo una cantante
y actriz famosa muy valorada por sus capacidades interpretativas (+3)-, y el mensaje por-
ejemplo un discurso de izquierdas con una valoración negativa (-1)-, al ser el sujeto que
evalúa una persona de ideología contraria.
Recordemos que muchos son los estudios sobre emotividad de las palabras y que en
general tal y como señala Campos (1995, 871) “The negative correlationsfound by Campos
(1 989a) between ¡magery and emotionality and beineen concreteness and emotionality can
probably be attributed to thefact that abstract words used in this (andprevious) studies have
tended to be more emotive tizan tize concrete words”25.
imágenes como elementos de las ideas, que recoge algunos trabajos sobre la analogía entre
imagen y percepción, relatamos el denominado Efecto Perky que paradójicamente viene a
demostrar justo lo contrario. Es decir Perky en su experimento realizado en 1910 encontró
que los sujetos confundían los estímulos externos de su experiencia con las imágenes
mentales.
Desde luego esta confusión es impensable en una situación ordinaria, donde con toda
certeza la mayoría de las personas distinguirían claramente que están viendo de qué están
imaginando. La experiencia cotidiana es claramente discriminable por su persistencia y
redundacia. Sin embargo Sydney Joelson Sega! y Vicent Fusella (1970, 458), en un
esfuerzo por comprender los resultados obtenidos por Perky (1910), ponen un ejemplo que
quizás aclare el porqué de esos resultados. Dicen textualmente: “... A red traffic signal
occurring afler an expected temporal interval at a busy intersection, where alí the otizer cars
respond to tize signal, is readily perceived. However, a red trafflc lift on a long, deserted,
and unfamiliar stretch of highway, when tite driver is daydreaming, ma>’ go unperceibed or
be dismissed as “¿mag¿nay’t ~•
Existen, por tanto, situaciones donde la experiencia perceptiva “on line” impide o
dificulta una tarea de formación de imágenes mentales y situaciones donde las imágenes
pueden ocupar el lugar de la percepción, pudiendo provocar confusiones con la realidad.
Buenos ejemplos de lo prñnero, son la mayor dificultad que tenemos para imaginar
entornos visuales con los ojos abiertos o recordar una melodía, cuando estamos escuchando
otra música. Y de lo segundo cuando la imagen se nos impone porque estamos sometidos a
una tarea rutinaria, tal y como lo han comprobado AA. Oboznov, S.V. Yegorov y V.G.
Kostritsa (1991), que han analizado las funciones que cumplen las imágenes mentales cuando
los trabajadores están sometidos a condiciones de trabajo monótonas o rutinarias. Frecuente,
sobre todo, en las cadenas de montaje, donde los operarios durante 5 ó 6 horas repiten
monótonamente los mismos movimientos, lo que les permite dedicarse sin grandes riesgos
a pensar. Pues bien, durante todo ese período, según estOs investigadores rusos, las imágenes
mentales permiten transformar las metas imaginadas en objetivos realizados. Es decir,
utilizando imágenes mentales se ha podido recorrer la distancia entre plantear un objetivo y
resolverlo.
Pero este solapamiento entre actividad mental y perceptiva también tiene su lado
oscuro. Miguel Angel Recarte, profesor del Departamento de Procesos Básicos de la
Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid en una entrevista concedida
a la revista Tráfico (Año XII n0 113 Mano 1996) afirma que: Una tarea aparentemente tan
“
simple como contar mentalmente las ventanas y puertas que tiene su casa27 mientras
conduce puede tener un final trágico... porque pensar en forma de imágenes mentales
produce la mayor distorsión de la actividad de mirar o explorar el campo visual, necesaria
cuando se conduce.... “Esta misma hipótesis la sostiene Luis Nunes reafirmando que toda
actividad mental en la que intervienen tareas visuales es la que más interfiere en la
conducción... Conducir pensando en cualquier otra cosa: imágenes, sonidos, olores, gustos,
etc. se convierte en este sentido en una actividad peligrosa para la conducción.
Resultados
De ahí que las confusiones de señales se producirían siempre dentro de la misma vía
perceptivo-mental, de tal manera que los sujetos confundirían imágenes auditivas con señales
auditivas, imágenes visuales con señales visuales. La imagen y la señal podrían competir por
el espacio del mismo canal.
A esta misma conclusión ya había llegado Brooks (1968) al establecer el principio que
lleva su nombre que afirma que cuando los sujetos desarrollan tareas que requieren el uso
de sus competencias imaginísticas visuales, disminuye su rendimiento si paralelamente deben
resolver otra tarea visual. Por el contrario cuando se trata de una tarea simultánea verbal,
solo disminuye su rendimiento si la naturaleza de la tarea imaginística también es verbal.
Este principio es la consecuencia de las evidencias experimentales de sus investigaciones.
Veamos algunas de ellas:
escrito a una serie de requisitos, rodeando correctamente una hoja de protocolo. Es decir,
se trataba de simultanear dos tareas, una imaginística y otra perceptiva, de tal manera que
se quería comprobar los tiempos que empleaba el sujeto en responder correctamente.
Cuando se alternaba imagen mental visual y tarea perceptiva verbal oral, la actividad
consistía en verbalizar SI o NO en función de que los puntos que recorría mentalmente
98 Isidoro Arroyo Almaraz
correspondían a la parte superior o inferior del estímulo o a zonas intermedias del mismo.
Tomando el ejemplo que Denis (1984, 93) nos ofrece las respuestas verbales correctas serían
SI, SI, SI, NO, NO, NO, NO, NO, NO, SI.
Comprobó que, en el primer caso, al utilizar la mismavía visual para leer texto e
imagen, el tiempo aumentaba frente al segundo que utilizaba dos canales distintos, auditivo
y visual. Piense el lector en la dificultad que una parte importante de los espectadores de cine
tiene para simultanear el visionado de una película cuando ésta está subtitulada. Si
consideramos junto con Rudolf Arheini (1979) que para comprender una película hay que
¿Cómo funcionan las imágenes mentales?
captarla como un todo, debemos tener la obra entera en nuestro pensamiento, es decir no
debemos desechar de la “conciencia” lo que hemos oído o visto antes, entonces entenderemos
porqué las películas dobladas son generalmente elegidas por “el gran público” frente a sus
versiones subtituladas que reclaman simultanear una actividad imaginística visual o auditiva
con una actividad perceptiva visual con gran consumo atencional, como ocurre con el
ejercicio de lectura veloz en que se convierte la lectura de los rótulos verbales de los
subtítulos.
A veces, y sobre todo con públicos poco habituados, se producen errores como el que
recoge la noticia que apareció el domingo 8 de septiembre de 1996 en el diario EL PAIS,
el título decía literalmente: Un anuncio de cine de marcianos en Tele 5 alarma a cientos
de personas. La agencia EFE lo explicó así:” Cientos de personas en toda España se
alarmaron ayer al ver por la cadena de televisión Tele 5 el anuncio de una reciente película
sobre ataques de extraterrestres, que tomaron por un hecho real (...) Tele 5, emitió el
anuncio sobre las nueve y media de la noche de ayer (...) el anunciofue precedido de una
leyenda sobreimpresa que avisaba de que en breve se produciría un importante anuncio
informativo. Seguidamente apareció una locutora (la misma que normalmente lee los avances
infonnativos reales) que relataba que se habían recibido noticias de que naves extraterrestres
se dirigían a las princi~a les ciudades del mundo. Muchas de las personas no sepercataron
de la leyenda sobreimpresa “telepromoción” que apareció en la pantalla y concedieron
verosimilitud a las imágenes que estaban tomadas de la propia película, estrenada el
viernes.”
Y suponemos, por la evidencia empírica, que existe también un ángulo visual en las
imágenes mentales; al que debemos considerar dividido en zona central y zona periférica.
Siguiendo la analogía perceptiva, un campo central de imagen mental visual sería aquel donde
la imagen sería limpia y viva y un campo periférico donde sería menos limpia y viva.
El sujeto con la barbilla fija tenía que desplazar su vista a lo largo de los diferentes
radios y parar cuando ya no pudiera distinguir con claridad la parte superior o la inferior,
según el radio que recorriera del estímulo rayado. Este procedimiento permitía comprobar
la medida del campo visual perceptivo limitado por las 8 direcciones de los radios. Se utilizó
el mismo procedimiento para las imágenes mentales, pero sustituyendo los estímulos rayados
por imágenes mentales de los mismos.
e
Ilustr.14 Tomada de M.de Vega (1990)
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 103
Encontraron en primer lugar, que la forma del campo visual, tanto en la condición
perceptiva como en la imaginativa, era ovalado con un eje horizontal mayor que el vertical
y en segundo lugar, que el campo central de la imagen mental era de algo más de 100
grados, siendo mayor cuánto menor era la frecuencia espacial, es decir el estímulo estaba
menos rayado, y menor cuando el estímulo estaba más rayado, tenía más detalles fmos y por
tanto eran menos discriminables en los bordes.
Como se puede apreciar existe una amplia disparidad entre los datos de Kosslyn y los
de Finke lo que indica la dificultad que entraña detectar cuál es la medida más ajustada del
campo visual.
Y en segundo lugar que existen diferencias individuales, de tal manera que los sujetos
que putúan alto en tesis de viveza de imagen se distrajeron más que los bajos en viveza
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 105
cuando el distractor operaba dentro del campo central y la tarea era visual o verbal y ,por
el contrario, la distracción producía menos efectos en los sujetos que habían puntuado bajo
en las pruebas de viveza de imagen.
El juego implicaba controlar los movimientos de una nave espacial que perdía ritmo
a través de manipular un “joystick” con el que únicamente se la podía acelerar. En la parte
superior del mismo, tenía un mando que cuando se pulsaba, en la pantalla del ordenador se
simulaba un disparo de un misil desde la nave espacial. En el centro de la pantalla del
ordenador había una fortaleza que podía disparar misiles contra la nave espacial. De vez en
cuando aparecían aleatoriamente minas por los bordes de la pantalla que podían dañar a la
nave, si ésta se tropezaba con ella. Las minas eran de dos tipos, unas eran amigas y otras
enemigas y se distinguían por unas claves alfabéticas que aparecían sobre la fortaleza. Las
primeras dañaban a la fortaleza si eran activadas por un misil de la nave y las segundas
106 Isidoro Arroyo Almaraz
debían ser destruidas por la nave para que no la dañaran. Para ello debía cambiar el tipo de
disparo pulsando otro mando con la mano izquierda que había en otro sistema de control.
El juego consistía en intentar eliminar al contrario para ganar puntos, de tal forma que
cuando la nave disparaba contra la fortaleza y las minas y les acertaba, aumentaba su
puntuación, lo que le bonificaba en dos aspectos; por una parte mayor tanteo, que aparecía
reflejado en la pantalla debajo de la fortaleza con el símbolo $ y, por otra, aumento del
arsenal de misiles disponibles para atacar. Inicialmente se disponía de 100 que lógicamente
disminuían a medida que el juego avanzaba. Por el contrario, se perdían puntos si la nave
era alcanzada por los misiles de la fortaleza o por minas enemigas, lo que le hacía bajar el
tanteador y perder misiles.
Nos interesa destacar, entre la amplia variedad de habilidades puestas en juego para
aprender esta tarea, el papel de la memoria visuo-espacial a corto plazo, para ello Logie y
sus colaboradores se valieron de una serie de tareas secundarias basadas en el paradigma
de interferencia de Brooks, con el fin de distinguir entre las aportaciones de los componentes
verbales y visuo-espaciales dentro de este contexto.
En primer lugar, se pidió a los sujetos que retuvieran una secuencia de movimientos
a través de un patrón en una matriz imaginada de 4x4 que después debería de interferir con
la tarea perceptiva del juego. Es decir la imagen mental visual actuaba como distractor en
el desarrollo de la tarea perceptiva en los aspectos visuo espaciales.
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 107
En segundo lugar, los sujetos escuchaban una serie de frases pero con las palabras
“Bueno”, “Malo” “Rápido” y “Lento” sustituidas por direcciones en la versión visuo-espacial
y debían mentalmente recorrerlas como elemento distractor mientras ejecutaban el juego.
Siguiendo a Mayor y Moñivas (1992) diremos que existen tres grandes hipótesis que
explican este fenómeno de interferencia entre dibujos y palabras, la hipótesis de codificación
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 111
De acuerdo con estas hipótesis el paradigma de Strop provoca un reparto entre los
mecanismos de procesamiento, de tal manera que existiría un procesamiento automático del
estimulo distractor y un procesamiento estratégico del estímulo objetivo.
Lleva menos tiempo la fase analítica, pero más la sintética al tener que realizarse un
recorrido mental mayor, explicado por el Efecto de Distancia Simbólica ya señalado en el
Capítulo de Conservación del Tamaño.
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 113
Estímulos
esultad
Transferenons A
Positivas Bower Pares asociados Aumenta la eficacia del recuerdo
pares asociados.
Postman & Concretos o Reduce el rendimiento, tanto en
(1976)
Ileana
Ruiz
(1993)
114 Isidoro Arroyo Almaraz
Por último queremos señalar una tercera vía de investigación que se ha preocupado
por estudiar los procesos de interferencia dentro del paradigma del recuerdo de palabras con
instrucciones en imágenes mentales, con el fin de saber si, cuando confluyen ambos
estímulos, se facilita o se dificulta el aprendizaje.
Esta línea de investigación tuvo un gran auge en la década de los 70, coincidiendo con
el auge de las investigaciones sobre técnicas mnemóticas y decayó a partir de la de los 80.
Tal vez este descenso en el número de investigaciones se deba, tal y como señala Cornoldi
(1988), a la poca utilidad en el uso de estas técnicas. Sin embargo en los 90 y como
consecuencia del impulso que significó la Segunda Conferencia en los Aspectos Prácticos de
la Memoria han vuelto a aparecer investigaciones como la llevada a cabo por Janat Fraser
,
Parker, Lee Brownston e llena Ruiz (1993) o incluso en España la desarrollada por
Alfredo Campos y María Ángeles González (1995). Dentro de este campo de investigación
han destacando nombres como los de Paivio, Bower, Denis, Scbnorr, Atkinson, Bugelsky,
etc.
La mayor parte de las investigaciones que se han ocupado por conocer los efectos de
las imágenes mentales sobre tarea mnemóticas, bien con palabras (Denis, 1975) o bien con
dibujos (Paivio y Csapo, 1973), generalmente han utilizado la técnica del par asociado que
consiste en proporcionar un par de palabras a los sujetos en condición experimental.
contenía 20 pares de nombres concretos sin relación alguna. Pidió a un grupo de sujetos que
formaran imágenes mentales de los dos objetos de cada par, pero interactuando, de tal
manera que si por ejemplo el par lo formaban las palabras helado y coche, lo sujetos
formaran una imagen mental de un helado con forma de coche. A otro grupo de control les
pidió que se aprendieran los nombres de cada par a fuerza de repetirlos, pero sin
comprensión semántica. Finalmente comprobó que aumentaba la eficacia del recuerdo verbal
cuando mediaba una imagen mental que cuando mediaba una repetición verbal. Es decir, las
imágenes interferían favorablemente en el recuerdo verbal y eran superiores a las palabras
como código mnemótico.
En definitiva, siempre que se obliga al sujeto a que realice una tarea de análisis del
significado de los elementos, indistintamente sean palabras o dibujos, aumenta el recuerdo
porque fundamentalmente intervienen procesos de comprensión semántica que son más
eficaces que las repeticiones mentales de palabras o de imágenes.
Cuando el estímulo es una sola imagen, por ejemplo un dibujo, el resultado sobre el
recuerdo depende del orden en la secuencia de aprendizaje, siendo más eficaz la presentación
previa del dibujo y la formación posterior de la imagen mental que al revés, porque la
imagen en palabras de Michel Denis (1984, 65):” es la actualización de la pane figurativa
de los conocimientos que el individuo posee de un concepto, y a menudo tiene un carácter
general y esquemático “, mientras que cualquier dibujo siempre se referirá a una
116 Isidoro Arroyo Almaraz
representación concreta, de tal manera que resulta difícil incluir una imagen mental basada
en la conjunción de múltiples rasgos figurativos de un objeto en un dibujo concreto.
estímulo en el aprendizaje, por ejemplo de listas de pares asociados, puede ser utilizado en
repetidas ocasiones con una imagen mnemótica sin interacción.
Consideraron que si los códigos icónicos están menos sometidos a interacciones que
los códigos verbales, la combinación de instrucciones de formar imágenes mentales con
imágenes figurativas, maximilizaria la posibilidad de observar una reducción en la
transferencia negativa, que se haría más sobresaliente cuando se aumentara un tercer conjunto
de respuestas para el mismo esquema estimular, siguiendo el paradigma A-B, A-D, A-F.
En general se confirma que solo se produce transferencia negativa con las palabras
y que por el contrario se elimina con los dibujos o las imágenes referenciales, ante la
situación de formar imágenes mentales. Ante el supuesto de instrucciones neutras, no se
produce evidencia de transferencia negativa, ni con las palabras ni con los dibujos.
titores
parásita auditiva.
Superioridad del recuerdo en frases
abstractas, cuando mediaba tarea
parásita visual.
Bajo este último epígrafe se recogen un conjunto de investigaciones que, frente a las
anteriores cuyas variables independientes se sitúan en la respuesta, fijan como variable
independiente una tarea distinta, “parásita” que, según Michel Denis (1984), es aquella que
aparece entre el estímulo y la respuesta.
distribuyéndolo entre una triada: presentación del estímulo, tarea intermedia y respuesta. Lo
relata de la siguiente manera: » After each sUde has been presentedfor a short period of time,
a three-figure number will be read to you. As soon as you hear titis number, count silently
back from it in titrees until you hear tite word “Stop” <...) When you are told to stop
counting, write down on tite response sheet tite number you have arrived at. During titís
counting period you should try to keep in mmd a “picture” of tite displayed slide <~~•> “29
Atwood (1971) comprobó que cuando se pedía a los sujetos que recordaran una frase
concreta sugerida por una imagen mental, que anteriormente había sido formada ante la
presencia perceptiva de la misma, aumentaba más su exactitud en el recuerdo, cuando
mediaba una tarea parásita auditiva que cuando ésta era visual, de tal forma que si en medio,
entre la orden de formación de imagen mental y la tarea de evocación de una frase concreta,
escuchan la cifra, su capacidad de recuerdo era mayor que si por el contrario la tenían que
leer. Sin embargo cuando la frase era abstracta el efecto que se producía era el contrario,
aumentando el recuerdo cuando la interferencia era visual y disminuyendo cuando era
auditiva.
La explicación más aceptada de este fenómeno, una vez más nos lleva al paradigma
de Brooks, puesto que al leer entra en funcionamiento el proceso perceptivo visual
interfiriendo una tarea imaginística visual. Sin embargo cuando la frase es abstracta,
suponemos que el sujeto tuvo más dificultades para formar una imagen mental concreta del
contenido de la misma, por tanto en la tarea de recuperación el factor interferencia en el
canal visual disminuye y aumenta la interferencia auditiva por ser esta más perturbadora
durante el proceso de recuerdo.
Ese mismo año apareció otra investigación, la llevada a cabo por Wicker y HoIIey
(1971) que aplicaron al binomio dibujo-palabra los factores de interferencia de la tarea
parásita y comprobaron que la superioridad en el recuerdo de los dibujos disminuye cuando
la distracción es auditiva y desaparece por completo cuando esta es visual. La explicación
a este fenómeno nos remite a lo ya dicho en páginas anteriores. Cuando el estímulo es una
imagen, disminuye la efectividad si la imagen se presenta previa al dibujo, lo que ocurre
cuando pedimos a los sujetos, que ya tienen una imagen mental formada a partir de un
dibujo, que realicen una tarea distractora visual, como puede ser por ejemplo la que
utilizaron Wicker y Holley que consistió en copiar una figura sin significado. Se da un cruce
de informaciones figurativas que no encajan, la imagen mental visual del dibujo y la imagen
consecutiva de la tarea perceptiva en la realización de la figura sin sentido.
Consecuentemente se interfiere el canal visual con dos imágenes incongruentes lo que
redunda negativamente en el recuerdo de la primera.
Dos años más tarde apareció la publicación de H. Klee y M. Eysenck <1973> donde
explican la aplicación de interferencia de la tarea parásita, dentro del binomio concreto-
abstracto. La interferencia audioverbal consistía en escuchar números y la audiovisual en
visionar figuras sin sentido. Cuando al sujeto se le presentaban frases concretas y se medía
el tiempo de latencia (TR) hasta que consideraba que había comprendido su significado, la
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 123
Dentro del sistema audioverbal habría que distinguir los datos que son específicamente
lingúisticos de aquellos otros de naturaleza auditiva; tales como los sonoros, las melodías,
timbres, y entre otros, las señales vocales del hablante que, como muy bien ha comprobado
,
Francisco García García (1994) en una reciente investigación, son vehículos privilegiados
de información, tanto sobre datos físicos como psicosociales.
a) Los de identificación del hablante. Dice textualmente: “Gracias a las señales vocales
podemos iden«ficar la voz de cada hablante, y por tanto también a las personas(...) Se ha
dicho de las señales vocales que son como las huellas dactilares, y por tanto distintas para
cada hablante y útiles para ident¿flcarlo(...)
b) Los que definen las características personales tanto físicas como sociales, psíquicas y
emocionales del hablante; edad, peso, altura, estatura, etc.
124 Isidoro Arroyo Almaraz
Entre las conclusiones a las que llega destacamos especialmente aquellas que
confirman que en general “las imágenes mentales que de los receptores tienen los locutores
son más ricas en atributosfisicos que psicosociales (..j”. La explicación que el propio autor
da a este fenómeno se apoya en considerar que los atributos físicos son más concretos que
los psicosociales y por tanto el recuerdo apoyado por la imagen formada durante el proceso
de recepción de las señales vocales, es más rico y descriptivo como lo confirman sus datos.
Se trataría de una imagen mental visual formada a partir de un estimulo de naturaleza
audioverbal y una respuesta verbal.
2.5.INFLUIENCIA DE LA FACILITACIóN
La última de las tareas que se han estudiado experimentalmente para afirmar las
propiedades de las imágenes mentales es la influencia que ejercen en el recuerdo de estímulos
cuando éstos son anticipados mediante el uso de imágenes mentales, consiguiendo facilitar,
identificar, descubrir, etc figuras en menor tiempo que cuando no son usadas previamente.
Para ordenar este epígrafe hemos seguido el esquema del capítulo anterior. Hemos
divido las investigaciones en un primer grupo de facilitación perceptiva, que se ha ocupado
de la influencia de la anticipación de imágenes mentales como fenómeno que allana el
recuerdo en ausencia del estímulo. La tarea de formación de imágenes sirve para preparar
la tarea perceptiva.
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 125
[racuitacsdn
Localizacion Bruner y Las imagenes mentales
Perceptiva Potter facilitan la localización,
Medina estratégico.
Bruner y Potter <1964) se preocuparon por conocer el tiempo que un sujeto tardaba
en identificar una forma, Stand¡ng, SeIl, Ross y Haber (1970) por la facilidad en reconocer
letras en un taquitoscopio de las que previamente se habían formado imágenes mentales y
Peterson y Graham (1974) por la detección visual de figuras camufladas que previamente
habían sido presentadas. En todos estos experimentos se pretendía relacionar la capacidad que
un sujeto tiene para identificar una figura, en función del tiempo que tardaba en reconocerla
o del mayor o menor número de errores que cometía.
tiempo empleado en la primera identificación, es decir cuanto más tiempo habían estado
expuestos a imágenes borrosas, más tiempo tardaban después en identificar correctamente el
contenido de la diapositiva.
Para explicar este fenómeno debemos remitimos a estudios sobre los procesamiento
perceptivos visuales. En la percepción visual de un objeto intervienen según Kosslyn (1992)
tres estructuras con competencias distintas; la “Attention Window”, ttV¡sual BulTer” y
“Body, head, eye position”. La “Attention W¡ndow” nos ayuda a comprender como
identificar los objetos que aparecen localizados en diferentes lugares del campo visual captado
por el “Visual Buffer”, que recoge todas las emisiones estimulares de nuestro entorno y a
su vez esta determinado por el “Rody, head, eye posit¡ons”.
Kosslyn (1992) infiere que existe un subsistema que extrae este tipo de propiedades
al que ha denominado Preprocessing Subsystem que se podríamos traducir como Subsistema
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 129
rA
•1”
L .s
t
A
o ,~1’
0 “- y,
~r 4
IP r:
Para explicar como localizar dichas propiedades Kosslyn (1992, 73 y 74) nos pone
el siguiente ejemplo: “( . .)Hold up a pencii and twist it around iii front of you. Imagine that
you took photographs of it in each position. Now, imagine tita you traced tite edges of tite
pencil in tite photos. Iii almost alí of them, tite parallel edges wouldproduce roughly parallel
lines in tite photo-and would project roughly parallel lines onto tite retina. (...) tite sitapes
would usually be rougitly sy¡nmetrical. In addition, places where edges intersect will virtually
always proyect inrersecring Unes in tite ¡mage, places along a single edge will proyecr ¡me
segments that une up, and so on (...) although parallel edges do not proyect precisely
parallel unes <because of perspecctive effects), in most cases tite unes are roughly
parallel ,‘30
En definitiva nos propone que nos fijemos en las líneas simétricas y paralelas que
obtendríamos si fotografiáramos los objetos y que aquellas que se mantienen y forman
intersecciones simétricas son las que de forma imaginada también percibidos en nuestra
retina. Es decir, las propiedades incidentales se basan en la configuración de los bordes de
los objetos, aunque no todos los objetos se muestran tan definidos, de ahí que aceptando los
postulados de J.J. Gibson asume que también las texturas, los colores y, si cabe, las
experiencias anteriores, influyen dependiendo de la necesidad. En primer lugar,
explotaríamos las propiedades incidentales básicas, inferiríamos las texturas y los colores y,
sólo en segundo lugar, utilizaríamos las experiencias anteriores. Así por ejemplo, percibimos
una camisa como una totalidad y para ello nos valemos del color, la textura, los bordes, etc.
Kosslyn (1992) toma un ejemplo de Irving Biederman y Margaret Shiffrar para explicar
como en determinadas situaciones de ausencia de otros indicadores, las personas utilizamos
aprendizajes perceptivos basados en experiencias anteriores para generalizar un conocimiento.
Recuerda como los criadores de pollitos en las granjas durante la Gran Depresión31,
agudizaron el ingenio y, puesto que era necesario distinguir los pollitos hembras, futuras
gallinas ponedoras, de los pollitos machos, futuros gallos, desarrollaron un procedimiento
basado en su propia experiencia perceptiva que les permitía distinguir unos de otros
basándose tan sólo en las fonnas convexas, cóncavas o planas de la estructura cloacal32.
Aplicando este modelo a los resultados obtenidos por Bruner y Poner (19M)
podemos considerar que la distancia entre la primera presencia borrosa de una escena y el
momento de su reconocimiento, corresponde al tiempo consumido en el recorrido que lleva
desde la computación de rasgos físicos a la localización e identificación, a partir de las
propiedades incidentales, del modelo que más se ajusta en la memoria a largo plazo.
2.5.1.3. Facilitación perceptiva en tareas de detección visual que solicitan a los sujetos
reconocer materiales figurativos camuflados: dibujos, fotografías, escenas,etc. que
previamente han sido mostrados y a partir de los cuales se han podido formar imágenes
mentales.
Practique el lector completando el texto que falta en los siguientes versos de Gloria
Fuertes (Poesías incompletas. Edit. Cátedra):
CARACTERIOLOGIA
Hay gente que no tiene aspecto de persona.
El carapáj aro será un pájaro.
El caraciervo será un ciervo.
El caracuervo será...
El caradura sera...
Se consigue la risa porque la lectura veloz que se desliza por la autopista de la rima,
queda frenada por un ejercicio de metáfora donde la palabra cuervo queda sustituida por
pelotillero y la palabra dura por ministro de magistratura. La imagen mental de cuervo y
dura se simultanean con las perceptivas de pelotillero y ministro de magistratura,
produciéndose un efecto de facilitación en la comprensión del texto que se hace incongruente
con la estructura del poema, pero congruente con su contenido de denuncia social.
Pero no todas las investigaciones han llegado a las mismas conclusiones, F.Alfonso
Medina (1988) ha utilizado la técnica de anticipación (Priming) para observar los efectos de
facilitación en palabras estímulo pertenecientes a nombres de categorías supraordenadas o
prototipos o frases estímulo midiendo los tiempos de respuesta (TR) tanto en dibujos como
en palabras.
Entre los resultados obtenidos destacan, en primer lugar, que confirma la existencia
de dos tipos diferentes de códigos alternativos para la representación de categorías semánticas
supraordenadas. En segundo lugar, que la información procedente de formatos visoespaciales
¿Cómo funcionan las imágenes mentales? 137
no depende de la estmctura del código para representar niveles abstractos, sino que depende
de la forma en que se use.
Por último nos vamos a ocupar en analizar las investigaciones que han considerado
que una tarea de presentación de dibujos o imágenes facilita otra posterior de asociación con
elementos presentados verbalmente, de tal manera que la experiencia previa con dibujos e
imágenes permite formar imágenes mentales, recuerdos figurativos de los estímulos, que si
una tarea posterior reclama para su uso facilite su consecución.
nombres interiorizados de los dibujos de los mapas y los nombres de los personajes famosos.
Para ello se valieron de medir las respuesta exitosas cuando se presentaban los dibujos de los
mapas o las fotografías de los famosos en pares asociados y sus correspondientes
presentaciones en palabras. Los resultados demuestran la existencia de cierto paralelismo.
3. LA REPRESENTACIóN DE LA REALIDAD:
IMAGENES Y PALABRAS.
Tanto Bruner como P¡aget e Inhelder, desde un punto de vista ontogenético, han
otorgado a las imágenes un valor de esquema figurativo que proporciona al pensamiento
referentes figurativos de lo real. Pero ya dijimos en el capítulo 1 que para Bruner estos
esquemas han ocupado un papel intermedio entre los esquemas motores, como primer sistema
de actuación con el entorno, y los esquemas verbales, como tercer sistema de actuación
simbólica. Para Piaget e Inhelder las imágenes corresponden a una etapa final que aparece
después de atravesar etapas anteriores; primero la percepción, segundo la imitación y por
último la imaginación, dentro de una gradación que ha ido evolucionando desde la necesidad
de la presencia del estímulo percibido, pasando por la presencia/ausencia del objeto imitado
hasta llegar finalmente a un nivel superior de reproducción de un objeto en ausencia del
mismo.
Estos mismos autores introducen una distinción dentro de las imágenes mentales,
diferenciando aquellas que tienen un fuerte componente reproductivo de la realidad, cuya
finalidad es reproducir objetos estáticos conocidos y que aparecen en estadios muy tempranos
de operaciones preoperatorias, de aquellas otras que pueden imaginar un suceso que todavía
no ha ocurrido y que aparecen en estadios posteriores donde el individuo domina ya las
operaciones concretas.
aquellas aparecen en ausencia del estímulo y éstas lo necesitan, sin embargo son
construcciones a imagen de la realidad que la sustituyen en los aspectos sensoriales.
Permítame el lector que traiga en este momento una cita de José Antonio Marina que
con su enorme capacidad didáctica, crea imágenes de conceptos. En su reciente libro El
laberinto sentimental (1996, 131) nos ofrece un buen ejemplo cuando se refiere al proceso
de asimilación de la realidad a partir de los esquemas sensoriomotores del niño. Dice
textualmente: “ El universo infantil lo componen figuras que emergen de la nada en el
momento de la acción para volver a la nada cuando la acción ha terminado” . Es decir la
ausencia de toda operación concreta de conservación de formas, volúmenes, etc le impide al
niño contemplar la realidad más allá de aquello con la que interactúa en un momento dado.
Y seguidamente crea una imagen con el concepto: “El recién nacido (...) va a emprender la
colosal tarea de reinventar el mundo e inventarse a sí mismo. Algo así como meter el mar
en un pocillo excavado en la playa
142 Isidoro Arroyo Almaraz
La teoría a grandes rasgos afirma que existen dos formas de representación simbólica
de la realidad, una en imágenes y otra en palabras. La primera se sustentaría en factores
contextuales (contextual factors) y la segunda en el propio lenguaje (verbal coding). Estos
sistemas se ponen en juego a partir de conexiones asociativas entre imágenes y palabras a
través de transformaciones entre los dos sistemas o asociaciones dentro de cada sistema
(through referential interconnections between te two systems and associative connections
within each system).
Este proceso funciona mejor con situaciones concretas que con situaciones abstractas
cuando la representación se activa en imágenes, pero por el contrario no afecta tanto cuando
se funciona con procesos verbales. Es decir el pensamiento se sustentaría en imágenes
Por tanto, no dependería tanto de la modalidad sensorial el que apareciera uno u otro
sistema, sino del propio contexto de formación del pensamiento. Dicho de otro modo, no
existida un pensamiento en imágenes para enfrentarse a los contextos audiovisuales y otro,
en palabras para resolver los problemas audioverbales, aunque sí parece confirmarse que
existe una cierta coincidencia entre lo sensorial y lo imaginístico, y lo simbólico y
lingúístico. Este parentesco se rompe cuando, por ejemplo, en los lenguajes de los
discapacitados nos encontramos con contextos no verbales que representan soluciones
simbólicas, o por el contrario con lenguajes simbólicos como el musical que permiten a un
músico recordar una melodía desde sus aspectos imaginísticos auditivos. Podemos pensar con
un gesto o un oloi95 y a la vez podemos disfrutar de una melodía leyendo una partitura.
La primera, 1971 donde en su libro Imagery and Verbal Processes formula por
primera vez su teoría; la segunda, 1986 donde en su libro Mental representations: A dual-
cod¡ng approach el autor hace un primer balance de la misma y finalmente la tercera, 1991
donde en su artículo titulado Dual coding theory: Retrospect and current status y
fundamentalmente en su libro Images in mmd: The evolution of a tbeory, que recoge sus
artículos y capítulos desde 1963 hasta 1989, deja cerrada su posición epistemológica y
Súskind
¿Cuándo se activa una imagen mental? 145
Dicho modelo se sustenta en los siguientes argumentos, que tomando como eje
conductor el esquema que el propio autor nos ofrece en su publicación Basic Puzzles in
Imagery Research (1988), recorre el problema de los criterios externos de observación de
las imágenes (External Criteria for bnagery , pág 3), la distinción e independencia
funcional en los dos sistemas, mental y verbal y su integración (Imagery Integration pág
,
Sabemos como señala Michel Denis (1984, 110 y 111) que: “hay una parte de
nuestro conocimiento del mundo que nunca se expresa verbalmente, bien porque se refiera
a datos de la experiencia que no son forzosamente objeto de la comunicación entre los
individuos (...), bien porque no dispongamos de los términos adecuados para apresarlo ‘k
Esta dificultad se transforma en un problema para encontrar un criterio de observación
imparcial que demuestre con rigor la existencia y el funcionamiento de las imágenes
mentales.
Se han usado respuestas verbales que implican el uso del lenguaje, como por ejemplo:
escribir informes, nombrar imágenes de objetos e imaginar nombres de objetos, o describir
libremente, a través del relato, imágenes mentales.
Se han medido tiempos de latencia mediante la presión de una clavija o un botón que
permitían avisar de la aparición de la imagen.
Se han buscado indicadores fisiológicos como controlar los movimientos de los ojos,
medir la dilatación de la pupila durante la tarea de formación de imágenes mentales, analizar
la actividad electroencefalográfica.
Cada uno de estos medidores ha contribuido de una parte a aislar empíricamente las
imágenes mentales, pero de otra ha caído en las redes de su propio laberinto. Por eso cuando
¿Cuándo se activa una imagen mental? 147
Tampoco los predictores han sobrevivido a las críticas, así Day y Bellezza (1983)
desarrollaron una investigación dentro del paradigma de mediación de imágenes, de tal
manera que se presentaban a los sujetos pares de nombres concretos y abstractos unos
relacionados semánticamente y otros no. Se les pedía que formaran una imagen mental
interactiva, igual que en el experimento de Bower que relatamos en el apanado de
interferencia mnemótica dentro del capítulo de las Propiedades de las Imágenes.
Posteriormente se puntuaba la imagen obtenida en grado de viveza y finalmente se les pedía
que recordaran un miembro de cada par después de presentarle el otro.
Entre los resultados que se obtuvieron puntuaban más alto en viveza, contra todo
pronóstico, los pares de palabras abstractas afines más que los pares concretos de palabras
no relacionadas, pero sin embargo recordaban más cuando el miembro del par anticipador
correspondía a un par de palabras concretas no relacionadas. Es decir se producía en palabras
148 Isidoro Arroyo Almaraz
Los hombres somos capaces de distinguir entre siete millones de diferencias, sin
embargo tal y como señala José Antonio Marina (1993) no todos los idiomas son capaces
de registrar tal volumen de palabras. Así sabemos que hay idiomas como el “bassa” que sólo
tiene dos palabras para ordenar todos los colores. También conocemos que el latín segmentó
los colores de forma diferente a la actualidad. Aulo Gellio en Noctes atticae37 define los
colores de forma difícil de asimilar en la actualidad. Por poner algún ejemplo diremos que
la evolución cromática de los cálidos, yendo del amarillo al rojo aparece con las siguientes
asociaciones:
FLAVUS variante del oro, grano en sazón y agua del río Tíber; y
rojo como mezcla de rojo, verde y blanco asociado
al color del mar y a las ramas del olivo.
Si aceptamosjunto con Nicola Squicc¡arino (1990) que los colores ofrecenun abanico
amplio de significados, que podríamos resumirdiciendo que ,tomando como ejemplo el color
rojo, éste despierta emociones de viveza e inquietud, es un color excitante que parece salir
al encuentro. En este sentido es adecuado para expresar la alegría entusiasta, proyecta un
movimiento muy activo y poco inclinado a profundizar, produce una impresión de calidez,
genera un sentinuento moral de deseo de experiencias intensas y pasionales.
U pregunta que nos surge es si todo este mundo no verbal estaba ya suficientemente
canalizado en la roma latina o si, por el contrario, como sustenta el propio Marina (1993,
67 y 68): “las distintas lenguas ven lo que ocurre de distinta manera (...) la riqueza léxica
150 Isidoro Arroyo Almaraz
Nosotros nos inclinamos a pensar junto con Michel Denis <1984, 111) que el “léxico
de ténninos de colores es <1..) incapaz de caracterizar tal número de matices <1..) pero
cuando tratamos de caracterizar verbalmente las experiencias perceptivas e imaginativas de
estos hechos nos resulta imposible transmitir a los demás el aspecto cualitativo específico de
dichas experiencias” . Dicho de otra manera, la realidad y nuestra experiencia iniaginística
es con frecuencia más rica que el léxico que disponemos para expresarla.
Los dos sistemas son independientes, lo que quiere decir que mantienen principios
diferentes aunque están funcionalmente interconectados. Veamos algunas de sus
características:
Esta distinción que acabamos de hacer entre ambos sistemas pone de manifiesto que
podemos actuar de forma simultánea con los dos sistemas o activar uno de ellos, pero en
cualquier caso ambos sistemas están funcionalmente interconectados, luego cuando se activa
uno de ellos se puede generar la activación del otro.
152 Isidoro Arroyo Almaraz
Investigaciones más recientes, como las publicadas por la revista Nature (1996) y
difundidas bajo licencia por el diario EL PAIS (19 de mayo de 1996) explican el primer
supuesto que hemos señalado entre los ejemplos. Bajo la denominación de Efecto party, Jon
Driver de la Univesidad de Londres, pone de manifiesto la concurrencia de varios sentidos
ante la tarea de captar información externa. De tal manera que cuando se tiene una disfunción
en alguno de los sentidos, se produce una discapacidad para captar toda la información en
su totalidad.
Jon Driver pidió a los sujetos del experimento, primero que escucharan la voz de un
actor en una película que relataba una serie de palabras sin coherencia entre ellas y, segundo,
que las repitieran. Esta experiencia se realizó bajo dos condiciones: la primera que colocaba
los altavoces frente a la pantalla, y la segunda que los colocaba lejos de ella. Estos altavoces
emitían, en parte las palabras que decía el actor, y en parte otras palabras distintas.
Los resultados del experimento demostraron que cuando el altavoz estaba frente a los
espectadores, éstos confundían lo que decía el actor con lo que oían en los altavoces en más
del 40% de los casos y que cuando los altavoces estaban lejos de ellos, cometían menos
¿Cuándo se activa una imagen mental? 153
errores porque la diferencia entre el discurso del actor y lo que oían, lo achacaban a dos
fuentes de emisión distintas: la pantalla y los altavoces.
En otro momento confirmó que las personas con disfunciones visuales (miopes) oían
mejor con las gafas puestas que sin ellas, lo que sin duda le llevó a señalar la existencia de
un efecto de acción cruzada entre imágenes y sonidos que dirige la atención selectiva de las
personas.
Este mismo efecto explica porqué somos capaces de dirigir nuestra atención a
conversaciones que nos interesan, en medio de un ambiente ruidoso lleno de conversaciones
irrelevantes.
Modalidad Simbólica
Modalidad
Sensorial Verbal No Verbal
Esta distinción es más amplia que la de verbal y no verbal y nos permitiría introducir
todos los lenguajes sistemáticos, aún siendo no verbales dentro del primer apartado, así
veríamos como sistemas tales como señales de tráfico, la música, la formulación química,
los lenguajes de programación de ordenadores, pertenecerían al primer grupo y otros como
la pintura, el vestido, el perfume, y en general todas las artes plásticas, pertenecerían al
segundo.
Pero es, sin embargo como señala Paivio (1988), la integración de imágenes mentales
y representaciones verbales la que aumenta la efectividad del recuerdo en tareas con pares
de palabras. Generalmente, como señala dicho autor, los efectos se atribuyen a las
propiedades espaciales integradas de las imágenes y de las palabras que sirven de claves para
la recuperación.
Estas propiedades se integran con mayor fuerza cuando la dirección de las conexiones
asociativas verbales, entre los items en la fase previa a la tarea de recuperación, es
congruentes con la dirección del proceso de recuperación de la información. De ahí que en
la tareas de pares asociados la eficacia en el recuerdo de un miembro del par a partir de
mostrar otro es muy alta, siempre que el sujeto haya realizado previamente una tarea de
integración de ambas imágenes, tanto en estímulos presentados con dibujos como con
palabras.
156 Isidoro Arroyo Almaraz
Pero qué ocurre si las relaciones asociativas verbales entre dos estímulos parecen
iguales aunque varíen sus imágenes mentales, por ejemplo las palabras homónimas en
español, que ocurriría si presentásemos un par de palabras como por ejemplo baca (parte
superior del coche) y vaca (rumiante) o bobina (carrete) y bovina (de buey) ,poílo (cría de
ave) y poyo (banco de piedra), etc.
Las diferencias individuales son una constante en la psicología científica desde Galton,
Binet, Spearman, Thurstone, Guilford, etc. Siempre se pensó que las personas también eran
diferentes por el tipo de imágenes mentales que podían usar, pero éstas ocupaban un lugar
bastante irrelevante dentro del pensamiento.
Será tal vez, como señala Kosslyn (1986), con la llegada de la televisión, que ha
hecho que las personas piensen “más” visualmente, cuando las diferencias en la capacidad
para representar imaginísticamente el pensamiento han tomado una cierta relevancia en el
panorama científico.
El uso de test pone de manifiesto cómo los mismos sujetos, cuando se produce un
análisis de sus capacidades individuales, puntúan de forma diferente, entre tareas que se
refieren a problemas verbales y tareas que implican la manipulación de datos figurativos.
Estos datos encajan en la Teoría del Doble Código, por cuanto tendríamos dos capacidades
distintas: una, para procesar datos verbales, que nos permitiría resolver los problemas
verbales; y otra, para procesar datos espaciales e imaginísticos, que nos permitiría resolver
aquellos problemas en cuyo origen se pusieran en juego dichas capacidades. El desarrollo de
158 Isidoro Arroyo Almaraz
Entre esos factores se aislaron los siguientes que se conocen por la inicial de su
palabra en inglés, así se habla de factor 5, N, V, W, M, 1, P, R y D y que se caracterizan
por:
5- Relación Espacial (Spatial): Se trata de analizar las repuestas de los individuos frente a
la tarea de buscar relaciones generalmente dos o tres, derivadas de procesos visuales o
cognitivos entre los elementos.
N- Relación Numérica (Numerical): Donde se busca la velocidad y la precisiónen establacer
relaciones entre series de números.
V- Comprensión Verbal (Verbal): Mide el grado de comprensión y de expresión de ideas.
W- Influencia del Vocabulario (Words): Consiste en evocar palabras a partir de un estímulo.
M- Memoria (Memory>: Tarea de recordar hechos.
1- Inducción (Induction): Búsqueda de relaciones lógicas entre datos.
P- Percepción (Percepción): Rapidez y precisión en la percepción de semejanzas y
diferencias.
14- Razonamiento numérico (Reason): Relaciones entre números y problemas.
D- Deducción (Deduction): Deducir, predecir hechos a partir de enunciados lógicos.
Trate el lector de resolver los siguientes items y analice qué capacidades está
poniendo en juego:
DDD~5
¿¿011
Ilustración 17
‘ (A.P.T.)
¿Cuál de las figuras de las respuestas se parece a las tres figuras del problema?
e 1 e
OV~HA i it
A O C O
ZEO A e c O
1
Ilustración 18
¿Cuándo se activa una imagen mental? 161
Alían Paivio se planteó este problema por primera vez en 1971, años después
Kosslyn y JoI¡coeur ((1980) lo harían dentro de su teoría computacional y criticarían a
aquellos que intentaran reducir la capacidad de formar imágenes mentales a un dato aislado,
considerando que “es un aglomerado de distintas capacidades: como la capacidad para rotar
imágenes, la capacidad para inspeccionarías, la capacidad para captar diferentes partes de
una imagen al mismo tiempo”
DIMENSIóN PRUEBAS
Aunque ya vimos qué dos sentidos se quedaban fuera de la tabla: el gusto y el olfato.
Sugerimos introducir variables semiológicas, que elevaran a la categoría de lenguaje
codificado, el mundo de los olores de los perfumes, en su categoría binaria de
presencia/ausencia; o el mundo de los sabores, en su relación semiótica con los estados de
ánimo: agrado/desagrado.
En tercer lugar, la Teoría del Doble Código distingue entre tres habilidades que
intervienen por separado en el funcionamiento de los dos códigos: la representacional, la
referencial y la asociativa.
Los sujetos puíítúan de modo distinto en aquellos test que miden por separado cada
una de estas habilidades, relacionadas con la cognición del estímulo, su representación mental
y su interconexión en cada sistema.
164 Isidoro Arroyo Almaraz
Las habilidades referenciales explican las diferentes capacidades que tienen los sujetos
para recorrer el proceso que lleva desde la presencia del estímulo no verbal hasta la
representación verbal, y se manifiesta en aquellas tareas que reclaman nombrar objetos o
imaginar palabras (Bucc¡, 1984). El desarrollo de esta capacidad es crucial dentro de la
Teoría del Doble Código, puesto que ésta establece la superioridad de las imágenes en los
procesos mnemóticos debido a la activación del doble código ante la presencia figurativa de
un objeto.
en el sistema verbal, por tanto las transformaciones también deberán ser secuenciales y la
estructura era espacial y sensorial en el procesamiento de la información no verbal o
imaginístico. Luego, las transformaciones deberán suceder en cuanto a medidas, formas y
orientaciones o cambios en la modalidad sensorial de la representación de la información.
Estas diferencias se ponen de manifiesto en los test que reclaman tareas de manipulación
espacial como es el caso del Gordon Test of Visual Imagery Control, creado por Rosema¡-y
Gordon en 1949 y revisado por Ricliardson en 1969. Consta de 12 preguntas en las que se
pide al sujeto que represente un objeto y después que imagine una serie de transformaciones
aplicadas a ese objeto y a su entorno.
en dos tareas:
-verbal:Sobre informaciones procedentes de su
memoria semántica que implicaban al hemisferio
izquierdo,
-espacial:Sobre tamaños de objetos que implicaba
al hemisferio derecho.
Los esquizofrénicos mostraban resultados muy
próximos a los pacientes afectivos en la
comparación de tamaños, lo que demuestra que sus
mecanismos de imaginería visual no están dañados,
pero fallaban, más de lo previsto, en las tareas
verbales.
De estas investigaciones se puede concluir que las personas utilizamos los hemisferios
cerebrales según el tipo de tarea a la que nos tengamos que enfrentar. En general, el
hemisferio izquierdo seña el dominante para todo lo relacionado con el lenguaje, producción
y comprensión verbal y el derecho para la información no verbal y datos espaciales. Sin
embargo debemos considerar esta afirmación con todas las reservas en lo que a imágenes
mentales se refiere. Debido a las diferentes interpretaciones que sobre las imágenes se han
hecho y, a las implicaciones que se derivan de la Teoría del Doble Código, que establece
relaciones entre imágenes y palabras, es probable que intervengan diferentes regiones en
ambos hemisferios de las regiones subcorticales.
168 Isidoro Arroyo Almaraz
En este sentido, Enrique Gil Calvo (1991, 114 y 115) señala que las mujeres en
general, puntúan en los test de inteligencia por encima de los varones en las partes que miden
capacidad lingtiística y verbal; mientras que los varones, superan la media de población total
en los apartados que miden la capacidad visual y espacial. Si a este dato empirico le
añadimos que “las niñas generalmente aprenden a hablar, a leer y a escribir mucho antes
que los niños” y que “los niñas tardan más en aprender a orientarse (...) confusión de la
derecha con la izquierda, del encima con el debajo, del delante con el detrás, del dentro con
el fuera y del antes con el después” se nos dibuja un panorama de dominancias hemisféricas.
Así nos encontramos que en lo niños, que en general existe mucha dominancia
hemisférica y una lateralización muy avanzada se materializa en una elevada capacidad de
orientación espacial que se traduce en un deseo irrefrenable hacia aquellos juegos que la
ponen en funcionamiento.
Baste recordar el interés desproporcionado de los niños hacia el juego del fútbol, que
les lleva a obsesionarse de tal manera que todos los medios son pocos para poner en juego
sus potencialidades. Vemos a los nulos desde que tienen uso de razón jugando al fútbol tanto
física como representativamente; chapas, futbolín, PC football, etc.
¿Cuándo se activa una imagen mental? 169
Enrico Fulchignoni (1991, 240) lo explica diciendo : “las niñas prefieren los juegos
que se practican con los brazos, y los muchachos prefieren el fútbol (que se practica con los
dos pies), y este fenómeno va acentuándose a medida que nos acercamos a la pubertad. (...)
La dfferencia entre fuerza muscular entre el hombre y la mujer no explica absolutamente
nada(..) Tal vez estas causas derivan de la “forma” masculina o femenina de la existencia”.
Entre las niñas en general, aparecen una división del trabajo más repartido entre los
dos hemisferios y no aparece una elevada lateralización, que se traduce en niveles más
elevados de competencia lingtiística. Sus juegos, de todos conocidos, son más reposados y
simbólicos.
Estas ideas sobre dominancias hemisféricas, se han puesto de actualidad gracias a las
modernas investigaciones con Tomógrafos de Emisión de Positrones que están permitiendo
producir “fotografías” del cerebro en funcionamiento.
A principios del año 1995, saltaron a luz grandes titulares de periódicos con frases
grandilocuentes, tales como “Un estudio revela que el cerebro de los hombres está menos
evolucionado que el de las mujeres” “El carácter del sexo masculino es más agresivo e
insensible que el femenino” (EL MUNDO viernes 27 de Enero de 1995).”En el sexo
femenino se activan ambos hemisferios, mientras que en el masculino sólo se activa el
izquierdo” (EL MUNDO, viernes 17 de febrero de 1995). Todas estas noticias se referían
a la investigación llevada a cabo por Rubén Gur (Science. Enero,1995) israelí afincado en
EE.UU y su equipo en la Universidad de Pennsylvania y Bennet Shaywitz (Nature.
Enero, 1995) y su equipo de la Universidad de Yale.
glucosa en las venas a 61 personas sanas (37 hombres y 24 mujeres) y mediante un moderno
aparato de tomografía (TEP) se obtuvieron imágenes de la distribución de sustancias
radiactivas en el cerebro que permitían la visualización del caudal sanguíneo y del
metabolismo (consumo de oxígeno y de glucosa que alimenta la actividad neuronal), lo que
indicaba las partes que estaban activas y que consumían más energía.
Los resultados mostraron que en los varones circulaba más caudal y por tanto se
producía más consumo de glucosa en la zona límbica del cerebro, mientras que en las
mujeres correspondía a la zona cingular. Sin embargo no todos los sujetos de cada sexo
reaccionaron de igual manera, algunos no reaccionaron como la mayoría de los miembros
de su propio sexo. De ahí que se interprete que los varones tienden a expresar sus emociones
de forma instrumental, e incluso agresiva y que las mujeres los hagan más de forma
simbólica y verbal.
En general, se pueden distinguir dos formas de juegos con esféricos, aquellas en las
que el empeño está puesta en el lanzamiento, por tanto forma más agresiva y masculinizante
¿Cuándo se activa una imagen mental? 171
y aquellas otras en las que el empeño está puesto en el aferramiento, más receptiva y
feminizante.
Sin embargo no todo el mundo científico aplaude los nuevos hallazgos o, por lo
menos, las interpretaciones que se hacen. Así en la misma revista el neurólogo escocés
Michael Rugg critica los resultados de las investigaciones donde se utilizan imágenes por
resonancia magnética, porque considera que no permiten distinguir qué parte del caudal
sanguíneo que riega el cerebro en un momento determinado, es específico de esa tarea y no
de otra actividad periférica que se produzca en el momento de la emisión de positrones.
172 Isidoro Arroyo Almaraz
Nosotros, desde esta tesis doctoral, vamos a tomar una postura ecléptica que nos
permita acercamos a las investigaciones empíricas, para encontrar pruebas suficientes que
expliquen el funcionamiento del cerebro, y conocer mejor la naturaleza de esas imágenes.
CORTEZA SOMATOSENSORIAL.
pecibe y analíza los
impulsos sensoriales que
provienen de todo el cuerpo
EL CEREBRO
recibe
información a
través de una
serie de nervios
manda órdenes
a través de
Otra serie de
ellos
LA MÉDULA
ESPINAL está
CORTEZA SOMATOSENSORtAL
sujetos que tenían lesiones en el lóbulo parietal derecho y a otros seis en el izquierdo, en
contraste con un grupo de control sin lesiones, también de seis, con edades medias de 72
años en el primer grupo, 60 en el segundo y 69 en el tercero. De nuevo encontraron que,
cuando la presentación de la tarea de formación de imágenes y posterior rotación se hacía
en el campo visual izquierdo (hemisferio derecho), mejoraban los tiempos de respuesta y la
precisión en los resultados de los pacientes que no tenían lesión cerebral en el lóbulo parietal
derecho.
En definitiva, dentro de la Teoría del Doble Código, como señala Mían Paivio
(1988), el hemisferio derecho se encarga de los procesos asociativos, organizativos y de
transformación de la información no verbal. La imagen mental de un objeto se hará más
nítida y el objeto se nos mostrará de forma más concreta cuando determinados elementos del
contexto en el que aparece, como por ejemplo los sonidos, se capten por el oído izquierdo
(hemisferio derecho) que por el oído derecho (hemisferio izquierdo); el sonido de un
teléfono, el claxon de un coche, etc.
Sin embargo, no todas las investigaciones corroboran esta evidente dominancia del
hemisferio derecho en tareas de transformación de imágenes, o de reconocimiento visual.
Investigadores del prestigio de Martha J. Fará de la Universidad Carnegie Mellon de
Pittsburg, Stephen M. Kosslyn de la Universidad de Harvard o Michael S. Gazzaniga de
la Universidad de California han localizado estructuras del hemisferio izquierdo en la
generación de imágenes.
176 Isidoro Arroyo Almaraz
Los resultados obtenidos demostraron que existía una gran actividad electrofisiológica
sobre el hemisferio izquierdo (región occipital o temporal occipital) cuando se activa una
tarea de formación de imágenes mentales, indistintamente que las palabras se presente visual
u auditivamente. Por el contrario esa actividad desaparece cuando no existe una tarea de
formación de imágenes mentales.
Todas las conclusiones que se obtienen a partir de los datos obtenidos en múltiples
investigaciones, han utilizado generalmente Taquitoscopios o Tomógrafos de Emisión de
Positrones.
4.2.1. Taquitoscopios
Las primeras investigaciones, situadas en los años 70 y que han llegado hasta la
década de los 90, han utilizado como instrumento de medida las respuestas que los sujetos
emitían ante la presentación visual, verbal o pictórica de imágenes en taquitoscopio.
De tal forma que se presentaban las mismas imágenes en dos campos visuales, el
¿Dónde residen las imágenes mentales? 177
Carole Ernest y Alían Paivio (1971) trabajando con sujetos normales, pero
diferenciados por su capacidad para formar imágenes mentales en altos y bajos; encontraron
que, los de alta capacidad fueron superiores a los de baja en el reconocimiento de imágenes
presentadas en ambos campos. Pero los resultados fueron distintos cuando se presentaban
letras (verbal) que cuando se presentaban formas geométricas (no verbal), porque las letras
se reconocían mejor en el campo derecho para ambos grupos, lo que demostraba que era el
hemisferio izquierdo el implicado en esta tarea.
Sin embargo más recientemente Jeanine Garin Blanc, Sylvane Faure y Philippe
Sabio (1993), que utilizaron para sus experiimentos sujetos con daños cerebrales pero sin
lesión en el hemisferio derecho, descubrieron que el campo visual izquierdo (hemisferio
derecho) es efectivo en la tarea de formación de imágenes mentales en el reconocimiento
verbal de letras.
Pidieron a sus sujetos que formaran imágenes mentales a partir de las letras que
aparecían en el campo visual derecho (hemisferio izquierdo) y el resultado fue mejor que
cuando se las presentaron en el izquierdo, que al principio fue peor, pero observaron que iba
mejorando a medida que repetían el experimento, lo que sin duda sugería que se podía
producir unaprogresiva activación del hemisferio derecho en tareas de reconocimiento verbal
a partir de una tarea de repetición, o si se quiere de entrenamiento.
Ante estos datos los mismos autores desarrollaron un segundo experimento para
contrastar el tipo de respuesta según la naturaleza del estímulo, palabras presentadas
178 Isidoro Arroyo Almaraz
Este principio ha permitido desarrollar muy recientemente dos técnicas que permiten
visualizar o el fluido del caudal sanguíneo o el metabolismo en el cerebro, es decir el
consumo de oxígeno y de glucosa que alimenta la actividad neuronal de las personas.
La técnica más efectiva, según Marcus Raichle (1994), se basa en el uso de isótopos
radiactivos producidos en un ciclotrón (carbono 11, el oxígeno 15, el nitrógeno 13 y el flúor
18) que se incorpora a sustancias radiofarmaceúticas que se suministran, en dosis bajas en
radiación, a las personas con las que se va a desarrollar el experimento. El único problema
encontrado es que los isótopos tienen una vida muy corta, entre dos minutos para el oxígeno
15, llegando al máximo en el flúor 18, con algo más de 100; lo que obliga a tener un
ciclotrón en el lugar de la observación, limitándose la posibilidad de estas investigaciones a
los grandes hospitales.
Los primeros resultados que se van obteniendo, utilizando la técnica de medición del
fluido de la sangre en el cerebro van señalando una presencia marcada en el lóbulo occipital
izquierdo, de las tareas de formación de imágenes mentales.
activaba más bajo la condición de imagen mental la denominada área 17 que bajo la
condición perceptiva. Sin embargo, comprobaron en el segundo experimento, que cuando la
tarea era sólo imaginística, cambiaba la zona que se iluminaba, ahora era una parte del área
18. Estos hallazgos nos remiten a las conclusiones que recoge Roger Shepard (1994) y que
señalamos en el Capítulo 1 de esta tesis doctoral, relacionando la actividad perceptiva de ver
la Catedral de San Pablo en Londres con su actividad imaginística análoga.
Finalmente en el tercer experimento pidieron a los sujetos que con los ojos cerrados
repasaran las imágenes mentales de algunas letras mayúsculas en dos tamaños, grande y
pequeño. Se observó que las imágenes mentales de tamaño pequeño generaban más actividad
en la parte posterior de la corteza visual y que las de tamaño mayor lo hacían en la parte
anterior de la corteza visual que, como se sabe, está situada en el lóbulo occipital.
En 1991 Georg Goldenber y otros la utilizaron para saber qué panes del lóbulo
occipital y cuáles del temporal estaban relacionados con las imágenes mentales visuales y
auditivas. Dos grupos de 14 sujetos escucharon una lista de palabras abstractas en la
situación de control. Posteriormente, en la situación experimental, pidieron a un grupo que
escuchara cinco nombres de objetos y que formaran una imagen mental visual de los mismos
y, al otro grupo, que formara una imagen mental acústica de cinco sonidos producidos por
los mismos objetos del grupo anterior.
182 Isidoro Arroyo Almaraz
Estos hallazgos también se confirmaron utilizando otra técnica, y ,por tanto, desde
otro punto de vista, en 1991 cuando junto con Christa Artner comprobaron que los pacientes
¿Dónde residen las imágenes mentales? 183
Los resultados, una vez más, demostraban que los sujetos, con lesiones en la arteria
que riega la región posterior izquierda, tenían un conocimiento empobrecido sobre las
propiedades visuales de los objetos, aunque mejoraba un poco en lo referido al color.
Como conclusión general podemos afirmar que ambos hemisferios intervienen en los
procesos de formación de imágenes mentales, aunque existe un predominio del hemisferio
derecho en tareas de transformación de imágenes por rotación, de organización de la
infonnación no verbal, y de asociación de la información verbal concreta con sus referentes
figurativos. También actúa en tareas verbales y lo hace eficazmente cuando media un proceso
previo de entrenamiento o de repetición de las mismas.
Finalmente podemos señalar que las últimas investigaciones, señalan las panes
inferiores del lóbulo occipital izquierdo y en menor media del temporal derecho, como los
lugares donde se localiza la actividad de formación de imágenes mentales coincidiendo con
el centro de la visión, ante tareas perceptivas.
¿Para qué se utilizan las imágenes mentales? 185
En este capítulo nos ocuparemos de las utilidades que tienen las imágenes mentales
en la actualidad, es decir, las aplicaciones que en la década de los 90 se están dando a la
capacidad de construir y reconstruir el conocimiento en imágenes; en definitiva, qué
actividades y con qué fin utilizan esa capacidad.
Sabemos que las imágenes mentales son útiles en nuestra vida cotidiana para resolver
innumerables problemas: unos de índole espacial, cuando nos imaginamos objetos y los
cambiamos de posición mentalmente; otros de índole runemótico, cuando las utilizamos como
técnica para facilitar el recuerdo memorístico de objetos, personas, etc.
También sabemos que las imágenes mentales no siempre son visuales, algunas veces
son musicales, otras verbales e incluso olfativas, como lo demostró Leuba (1940) cuando
condicionó el sonido de una campana a la aparición de un olor. Observó que cuando el sujeto
oía la campana, inmediatamente sin tener delante el objeto que producía ese olor, lo percibía
“mentalmente’. También Carrasco y Ridout <1993) comprobaron como, los sujetos en
186 Isidoro Arroyo Almaraz
Son los creadores y los receptores de textos, en defmitiva, los que encuentran en las
imágenes mentales una técnica privilegiada para “crear sus propias imágenes físicas” o
“descubrir a través de sus imágenes aspectos de la realidad inducidos por elementos físicos
o psicosociales presentes o ausentes dentro de la Comunicación” y, por tanto, también de la
Comunicación Audiovisual.
Buen ejemplo de creación estética, son la variedad de imágenes mentales que la poesía ha
utilizado. Algunos investigadores se han interesado en conocer como opera la creatividad de
los grandes genios, tal es el caso del estudio llevado a cabo por Jocelyne Atibe Bourligueux
(1992) para conocer el significado del álamo en la vida y obra de Federico García Lorca,
el de Dean K. Simonton (1989) que estudió y analizó 154 sonetos de genial W.
¿Para qué se utilizan las imágenes mentales? 187
El mundo del deporte se ha preocupado por conocer qué imágenes utilizan sus
protagonistas para resolver los múltiples problemas que se les plantean. Muchos son los
deportes y prácticas deportivas que han acudido a esta fuente de información.
El tenis, para conocer los efectos de la reducción del tiempo de preparación para lanzar el
servicio <Anshel, Mark; Wrisberg Craig, 1993). El baloncesto, para estudiar los efectos
de un entrenamiento mental durante un año para jugadores escolares de baloncesto
(Savoy,C.,1993). El hockey sobre hielo, para saber los estilos cognitivos y las imágenes
mentales no deportivas que pasan por la cabeza de los jugadores de élite de hockey sobre
hielo (Davis,H. 1990).
También se han aplicado para saber silos sordos cuando crean imágenes mentales
durante el sueño aparecen indistintamente signos visuales y auditivos <Un niño es sordo de
Andre Meynard, 1993)
La psicoterapia , es sin duda la que más se ha ocupado del uso de imágenes mentales
para diferentes tratamientos, desde un simple dolor de cabeza estudiado por J.A. Cruzado
Rodriguez y F. J. Labrador Encinas (1990) que han comprobado como las imágenes
mentales inciden sobre las dimensiones afectivas y cognitivas del dolor y han valorado
positivamente los efectos del entrenamiento en la inoculación del estrés en cefaleas
tensionales, hasta el estudio de técnicas para conducirse ante el stress y reducir la ansiedad
(Kelly 5. Avants et at, 1991) o considerarlo como una experiencia emocional negativa
acompañada de cambios bioquímicos, psicológicos y de conducta (Andrew Baum, 1990).
Así por ejemplo La radio con investigaciones tan rigurosas como la llevada a cabo
por Francisco García (1994) para analizar la imagen de los locutores de radio en los
receptores o la llevada a cabo por Paula F. Bone y Pam 5. Ellen (1992) que estudian las
imágenes mentales evocadas en la comunicación radiofónica, sus consecuencias y su
generación. Los efectos de los sonidos y de las imágenes mentales en las radios comerciales.
El cine estudiado por Margaret Hagen Robert Giorgi (1993) a través de un análisis
de la posición de la cámara (¿Dónde está la cániara?)en un público estudiantil para
determinar en función de las imágenes la posición de la cámara, la angulación, la distancia
de la escena, etc. Investigando el cine surrealista y dentro de él, la política, la historia y el
lenguaje de los sueños, así como el psicoanálisis y el cine <Sandy Flitterman Lewis, 1993)
Estudios sobre la memoria visual, esquemas verbales y comprensión de las películas (Paul
5. Cowen, 1992).
Pero es sin duda para la publicidad donde se multiplican las aplicaciones, sobre todo
cuando se trata de conocer los efectos de las imágenes sobre el recuerdo. Así encontramos
¿Para qué se utilizan las imágenes mentales? 191
estudios como el llevado recientemente a cabo por Benjamín Sierra, Isabel Cuevas y José
M. López Frutos de la Universidad Autónoma de Madrid (1995) que confirman como
el recuerdo se incrementa en función del uso del material pictórico, de tal manera que facilita
diferencialmente el recuerdo de los aspectos que ilustra, es decir incrementa el recuerdo de
atributos de un producto en anuncios impresos. Las imágenes mentales visuales como un
mediador ante el efecto de la exposición a la publicidad (Alvin C. Burns, 1993> .También
cuando estudia las imágenes mentales creadas como respuesta al anuncio de un producto
nuevo (Richard L. Oliver et at, 1993) o a los efectos del procesamiento de información
comercial según sea verbal y/o visual <Ksathleen Debevec et at 1992) El atractivo de las
.
1. PROPóSITOS
1. FUNDAMENTOS
Partiendo de esta definición que hace Michel Denis (1984, 59): ~E1valor de evocación
de imágenes, como característica de un estímulo, se define como la capacidad de dicho
estímulo para evocar una imagen figurativa en el individuo “, nos formulamos una serie de
peguntamos: a) ¿cuál será la capacidad de las imágenes figurativas (fotografías o dibujos)
para evocar imágenes mentales?, b) ¿cuál será la capacidad de las palabras concretas para
formar imágenes mentales? c) ¿cuál será la capacidad de las palabras abstractas?, d) ¿qué
capacidad tendrán los sonidos muy identificables para formar imágenes mentales? y,
finalmente, e) ¿cuál será la capacidad de los sonidos poco identificables?.
Fundamentos teóricos de la investigación 193
Sabemos que las palabras han sido tradicionalmente registradas por múltiples valores,
Alfredo Campos (1995), a pesar de que Rubin (1980)~~ ha llegado a considerar hasta 51
atributos, reduce a cinco los más significativos~: imagery (imágenes), concreteness
<concreción), emitionality (emotividad), meaningfulness (significatividad), pleasantness
(agrado). Las imágenes se miden a partir de los informes que los sujetos cumplimentan,
relatando la imagen que determinada palabra, imágen o sonido le ha evocado. La emotividad
también se mide a partir de informes que indican la intensidad de la emoción asociada a la
palabra estímulo. El agrado por autoinformes (self-report) de agrado de dicha palabra
registrado en una escala bipolar de muy agradable, poco agradable y, finalmente, la
significatividad se mide por el método elaborado por Paivio, Yuille y Macligan’s (1965) que
la define por el número de asociaciones generadas por los sujetos a una palabra estímulo en
un periodo de tiempo máximo de 30 segundos.
Esta tesis doctoral se va a ocupar tan sólo del valor de concreción, atendiendo a dos
concepciones distintas:
a) La imagen considerada como una entidad global, cuyos componentes están unidos
en una figura única que viene explicada por lo que Nelson y Schreiber (1992) denominan
“modelo de redes”
Las hipótesis que se engloban bajo este epígrafe tienen en común que se basan en
interpretar las diferentes maneras con que son representadas las palabras concretas y
abstractas en la memoria a partir de redes de significados derivadas de sus relaciones: con
el contexto, con información sensorial, con estrategias personales o con las imágenes
mentales que suscitan. Así tenemos:
se considera que si las palabras concretas o abstractas se presentan con el mismo apoyo
contextual los resultados serán equivalentes en tareas de recuerdo y de comprensión de las
mismas.
Alfredo Campos (1995) afirma que la mayoría de los autores que se han ocupado del
estudio de las imágenes mentales y la concreción en palabras han partido de las nonnas
establecidas por Paivio, Yuille y Madigan (1968) utilizando una escala de 7 puntos, aunque
a veces se han ampliado hasta 9 puntos (Vikis-Freibergs, 1976; Campos y Astorga, 1988,
1989) y en otras de 5 puntos (Stratton, Jacobus y Brinley, 1975)~’. Cuando se han
utilizado escalas de 7 puntos (Campos y Astorga, 1989 pág 100 y Campos, 1990) se han
presentado a los sujetos las palabras que tenían que puntuar en la dimensión concreto-
abstracto y se les indicaba que la puntuación 1 significaba que la palabra era muy concreta
y la puntuación 7 que la palabra era muy abstractas. “Una palabra es concreta cuando su
significado sepuede percibirpor algún sentido (vista, oído, olfato, etc) y abstracta cuando
no se puede percibir de esta forma “. También podemos considerar una palabra concreta
cuando tiene una probabilidad alta de evocar imágenes mentales y abstracta cuando su
probabilidad es menor.
Los valores obtenidos con estos criterios permiten, en general, predecir la actuación
de un individuo en relación con dichas palabras, aunque cuando se trata del atributo
“imagen” es más difícil porque varían mucho las respuestas según: el contexto en el que se
produzcan, momento de aprendizaje, atención prestada a los aspectos figurativos, etc. Esto
significa que, aunque una palabra aparezca en una tabla como de alto poder de evocación de
imágenes, en contextos distintos, puede evocar representaciones mentales distintas.
Michel Denis (1984) afirma que “el valor de evocación de imágenes de una palabra
está en relación con la dimensión lingi2ística que opone las palabras concretas a las
abstractas “. Alfredo Campos (1989, 1995) ha estudiado con detenimiento las relaciones
entre concreción y viveza de las imágenes y ha encontrado que en casi todos los estudios se
producen correlaciones positivas. Desde el legendario estudio de Paivio et al (1968) con una
correlación .65 pasando por los de Paivio (1968), .65; Chirstian et al (1978), .83; Toglia
y Battig (1978), .88; Rubin (1980), .88; Friendly et al (1982), .84; Rubin and Friendly
(1986), .83; Benjafield and Muckenheim (1989), .64; Campos (1989), .97; Campos
(1990), .73; Campos y González (1992), .87.
Estos datos ponen de manifiesto que cuando un sujeto puntúa concreta una palabra,
es que esa palabra le suscita una imagen mental basada en una experiencia perceptiva con el
objeto, que puede ser indistintamente un objeto concreto o una situación vivida, cosa que
ocurre con los estados afectivos que todos de una u otra manera hemos sentido, o con
determinados personajes de la ficción, que aunque no existen, sí hemos podido tener relación
figurativa por su representación icónica en fotografías, pinturas, dibujos,etc.
Michel Denis (1984) señala que palabras referidas a estados afectivos como cólera,
ansiedad, pena, alegría, pánico, tristeza,etc., a estados emotivos como coraje, muerte,
tragedia o a personajes ficticios como demonio, diosa, fantasma,etc. tienen un alto valor en
evocación de imágenes. Nosotros hemos consultado dos listas de palabras para comprobar
si su comportamiento es siempre el mismo y hemos encontrado que en la que ofrecen
Campos y Astorga (1989) palabras abstractas como amistad (3.20), avaricia (2.64), envidia
Fundamentos teóricos de la investigación 199
(3.23), molesto (3.39), obtienen puntuaciones por debajo o próximas a la media (3.36 para
lo varones y 3.94 para las mujeres) lo que sin duda confirma lo anteriormente dicho; pero
palabras, de las que todos en alguna medida hemos podido tener alguna experiencia, como
por ejemplo miedo (5.55), pena (5.30), peligro (5.24), paz (5.60), etc puntúan por encima
de la media (2,90) lo que indica que se valoran a pesar de la experiencia, como abstractas.
También palabras que designan de forma general un elemento de una clase, como por
ejemplo: edificio, mueble, juguete, etc. generan mayor dificultad de evocación de una imagen
mental que su correlativos específicos: iglesia, silla, balón. Efectivamente cuando hemos
consultado otras listas de palabras en español <Campos y Astorga, 1989) hemos encontrado
que palabras como alimento (2.22) son más difícil de recordar que azúcar <1.51); color
(3.68) que verde (3.15). También hemos observado que cuando se trata de palabras colectivas
es más difícil recordar que cuando son palabras que se refieren a un elemento de ese
conjunto, por ejemplo bosque (2.49) es más dificil de recordar que árbol (1.26); ejército
<2.22) que soldado (1.80); ; Familia (2.90) que hija (2.42) o madre (2.10), jardín (1.78) que
flor (1.47), etc.
Dicho de otro modo, la imagen mental de un objeto suscitada por una palabra, es la
representación de la parte figurativa del significado de la palabra, del tal manera que
cualquier palabra se podría descomponer en rasgos figurativos que designan propiedades
físicas y rasgos no figurativos que designarían el resto de las cualidades no físicas del objeto.
Así por ejemplo, el significado de la palabra perro, nos transportaría a propiedades físicas:
cuatro patas, rabo, etc y a propiedades asociadas por contigúidad al animal; amigo del
Fundamentos teóricos de la investigación 201
hombre, jerárquico, guardián, etc. La imagen mental visual de la palabra perro sólo se
referiría al aspecto físico, la imagen mental auditiva nos ofrecería sus ladridos, etc. Desde
esta perspectiva la imagen mental sería en palabras de Denis: 7.. .)la transitoria
actualización de un determinado subconjunto de rasgos, los que corresponden a las
propiedades físicas del objeto evocado, e incluso en numerosos casos, sólo a las propiedades
cuya evocación es indispensable para la ejecución de la tarea en curso “.
¿Qué ocurre cuando la palabra no presenta referentes análogos de los objetos porque
se refiere a un concepto abstracto?. ¿Qué mecanismos intervienen en el proceso de
representación semántica?
En segundo lugar, el uso de metáforas que como bien señaló Ortega y Gasset en El
espectador (B.Nueva, Madrid 1961, 548-549) “es un procedimiento intelectual por cuyo
medio conseguimos aprehender lo que se halla más lejos de nuestra potencia conceptual “.
repetirlas hasta aprenderlas o buscar una estrategia de asociación de las mismas con
referentes sensoriales o imaginísticos.
Los efectos de concreción de los estímulos sobre el recuerdo recorren una línea
continúa que va desde los más abstracto hasta los más concretos pasando por tres grados: las
palabras abstractas, las palabras concretas y los dibujos y las fotografías.
Dibujo,fotografía +++ ++
Palabra abstracta
Fundamentos teóricos de la investigación 205
Todas las situaciones que se han utilizado demuestran una superioridad de los dibujos
sobre los nombres en el recuerdo que, según la Teoría del Doble Código (DCT), se atribuye
a la mayor probabilidad de una codificación suplementaria en imagen. De tal manera, que
cuánto más intervenga la imagen en el momento de codificación mnésica, más aumenta el
recuerdo o disminuye el tiempo de reacción.
1968 as semanas.
Denis, 1973
sh; 1972
Haciendo una lectura rápida de esta tabla se puede concluir que la eficacia en el
recuerdo es mayor en los dibujos que en las palabras en todas las tareas, pero muy
especialmente en el aprendizaje asociativo y en el de reconocimiento, aunque también en el
incidental y en el discriminativo.
Parece ser que los resultados son más controvertidos cuando se trata de aprendizaje
serial. En el origen de la controversia puede estar la creencia generalizada de que la
codificación en imágenes es un proceso en paralelo que se justifica por la naturaleza holística
de la retina en los procesos visuales. Esta hipótesis está ampliamente rebatida hoy en día
gracias a los resultados de algunas investigaciones que demuestran’ que los dibujos son
superiores a las palabras en la reconstrucción de series de objetos, un buen ejemplo de ello
lo tenemos en la eficacia del método de loci.
subcategoría de imágenes; luego no tiene sentido que podamos usar los grafemas, que son
formas gráficas, para tareas de restitución de series, y no los dibujos.
Por otra parte, para este mismo autor, los procesos visuales no son holísticos, sino
que son secuenciales gracias a los movimientos sacádicos de los ojos que desplazan el campo
visual cada vez que se mueven. Los movimientos sacádicos son, en palabras de James J.
Gibson (1974, pág 51), “rápidas sacudidas de muy breve duración (...) de tal forma que si
los cambios de fijación son vastos, la cabeza también se mueve en la misma dirección que
los ojos y, como consecuencia de esto, los Ifni¡les del campo visual formados por los
párpados y la nariz se extienden a través del conjunto de fragmentos coloreados”
El movimiento sacádico de los ojos nos permite ordenar secuencialmente una escena.
Si me detengo en el centro de mi habitación, cieno un ojo y
doy vueltas sobre mí, iré secuencialmente recorriendo en un
orden mi habitación. Por último, aunque sabemos, por los
experimentos de Paivio y Csapo (1969) y posteriormente de
Lieury y Calvez (1986), que si manipulamos el ritmo de
Un movimiento ocu-
presentación de los estímulos varía la superioridad de los lar sacádico.
Ilustr.20 Tomada de
Si el ritmo es lento (2 items por segundo) los dibujos J.J. Gibson
eficaz que la codificación verbal porque existe mayor probabilidad de generar una doble
codificación en el momento de presentación del estímulo y porque la codificación del dibujo
dispone de más rasgos para ser almacenada que las palabras.
Si antes señalábamos, según Alain Lieury, que las palabras se comportaban como
formas gráficas, también debemos considerar la situación contraria y es que cuando estamos
percibiendo un dibujo, existe una actividad de verbalización mediante un proceso de
subvocalización, de tal manera que este proceso afecta al ritmo de aprendizaje.
Los estudios sobre la convergencia entre las imágenes mentales auditivas~ y las
visuales arrancan de las investigaciones llevadas a cabo por Sydney Joelson Segal y
Vincent FuseUa (1970, 1971) de la Universidad de la Ciudad de New York y llegan hasta
la actualidad con trabajos, entre otros, como los de Matthew J. Sharps y Jana L. Price
Por poner algunos ejemplos, recordemos que para Segal y Fusella las imágenes
mentales y la auditivas distraen de la misma manera cuando se pide a los sujetos que detecten
señales visuales y auditivas y que lo hagan también mientras describen las correspondientes
imágenes que tienen de los objetos en la memoria. Los resultados muestran que aparecen
interferencias entre la recepción de la señal y sus imágenes, confirmando que las imágenes
usan algunos elementos sensoriales que son comunes con la percepción.
Para Chambers y Reisberg tanto las imágenes mentales auditivas como las visuales
son fijas y no admiten ningún tipo de ambigoedad, porque cuando en el desarrollo de una
tarea de formación de imágenes mentales auditiva se permite subvocalizar, entonces se puede
realizar una transformación verbal de la imagen igual que ocurre con esa misma experiencia
en una tarea perceptiva. Por ejemplo si repetimos la palabra “llave” varias veces, mediante
un proceso de unión de ¡a última sílaba con la primera de la repetición, acaba por convertirse
en “bella”. Por el contrario, si es eliminada la posibilidad de subvocalización, es decir si
dejamos la imagen auditiva sin una función de autorepetición, de reinyección en la memoria
de ciertas informaciones, ni de recodificación, de auditiva en visual (Lieury y Choukroun,
1985), la imagen auditiva pura no permite reconstruir el estímulo, exactamente lo mismo que
las imágenes visuales que no permiten descubrir la otra cara de una imagen ambigua cuando
se presenta a los sujetos figuras ambiguas como la de las caras/vaso de Rubin, el cubo de
Necker o cualquier otra. Si ven, por ejemplo las caras les resulta imposible imaginar,
Fundamentos teóricos de la investigación 213
También las imágenes mentales auditivas tienen valores mnemóticos similares a los
de las imágenes visuales (Sharps y Price, 1991), de las que ya señalamos su superioridad
en el recuerdo frente a las palabras concretas. Luego, si las imágenes mentales auditivas
tienen rasgos diferenciales que sirven para aumentar el recuerdo, los sonidos -modalidad que
se presenta en esta tesis- deberán mejorar el recuerdo frente a la presentación verbal porque
añaden claves adicionales y específicas, de la misma manera que operan los rasgos
incidentales en los dibujos.
Aplicando La Teoría del Doble Códidgo (DCT), las imágenes mentales producidas
por sonidos deberán mejorar el recuerdo frente a las imágenes mentales producidas por
palabras.
Matthew J. Sharps y Jana L. Price (1991) han desarrollado tres experimentos para
estudiar las relaciones entre imágenes mentales visuales y auditivas ante tareas de recuerdo
libre.
Se utilizaron esta vez 40 sujetos y se les presentaron los items, verbal, auditiva, visual
y audiovisualmente. Los resultados mostraron que las modalidades visual, auditiva y
audiovisual puntuaban más alto en el recuerdo que la verbal y que la combinación de la
visual y auditiva no aumentaba significativamente el recuerdo frente a la visual o auditiva por
separado.
Por último diseñaron un tercer experimento en el que se incluía una orden expresa
de formar imágenes mentales, para ello esta vez se utilizaron 80 sujetos, a la mitad de los
cuáles se les consideró grupo de control y no se les dio ninguna instrucción y a la otra mitad,
grupo experimental, se les dio la orden expresa de formar una imagen mental después de ver
u oír el estímulo.
Los resultados volvieron de nuevo a confirmar que, aún con instrucciones de formar
imágenes mentales, la presentación verbal puntuaba más bajo que la visual, la auditiva y la
audiovisual y que entre estas últimas modalidades no había diferencias significativas, lo que
Fundamentos teóricos de la investigación 215
Otra línea de investigaciones han partido de la hipótesis que considera que, si existen
diferencias perceptuales entre las propiedades de los estímulos en las dos modalidades, visual
y auditiva, también podrían existir diferencias imaginísticas. Por ejemplo los estímulos
auditivos son fuertemente temporales, mientras que los visuales lo son espaciales,etc.
En lo que si parece que están de acuerdo casi todos es en que no existen todavía
estudios sobre las propiedades de las imágenes mentales auditivas. Por tanto estamos en los
comienzos de esta línea de investigaciones.
creadas por los receptores a partir de la percepción de los aspectos fónico-expresivos del
habla de los locutores derivados de su discurso radiofónico; es decir, aspectos como la
característica de la voz y el estilo y la forma de hablar del locutor; características físicas
como el sexo y la estatura; características emotivas, el estado de ánimo, las emociones en
general; características psicológicas, sociales y comunicativas que aunque no siempre
coinciden con los datos reales de las personas, sin embargo son apreciados homogéneamente
entre todos los sujetos que comenten lo que en palabras del propio autor considera un “error
homogéneo”.
En una primer lectura llama la atención que entre los tipos de imágenes mentales
prevalezcan las visuales; concretas, referenciales, metafóricas, descriptivas, funcionales o
simbólicas, sin refencia alguna a imágenes propiamente auditivas.
Pero sin embargo en los resultados, de los que destacamos los más sobresalientes, achacables
exclusivamente a las señales vocales, sí se aprecian.
Los atributos físicos como edad, sexo, complexión correlacionado con el peso,etc son
los más fácilmente localizables con respuestas más concretas. Los atributos estéticos, que se
relacionan entre sí como belleza y elegancia o elegancia y vestimenta y especialmente los
psicosociales, dinamismo, seguridad, credibilidad y comunicabilidad que se relacionan con
características fonéticas como la velocidad, la elocución y la originalidad de la voz, son
denominados por términos abstractos.
Finalmente los atributos fonéticos, asociados a las cualidades de la voz, tales como
calidez, seguridad, comunicabilidad, elocución y fluidez verbal contribuyen a influir en que
un locutor guste más o menos; incluso en algunas voces se asocia el tono agudo con volumen
y en otras con velocidad. Creemos que estos últimos atributos difícilmente podrían elaborarse
mentalmente a partir, por ejemplo de imágenes mentales visuales y por el contrario
introducen rasgos incidentales definitorios de los locutores y de la actitud del oyente.
Fundamentos teóricos de la investigación 217
1.2. LA TAREA
Cuando se trata de una tarea de recuerdo libre, los elementos de recuperación del
recuerdo pueden ser diversos: dibujos, respuestas por construcción o el lenguaje que se ha
convertido en uno de los medios privilegiados, tanto en la presentación de estímulos: pares
asociados de palabras, sílabas sin sentido, listas de palabras, etc. como en la recuperación
de la respuesta: pares de palabras, recuerdo libre, etc.
Puesto que esta tesis ha elegido una tarea de recuerdo libre a través del lenguaje
escrito, nos interesa conocer qué mecanismos subyacen al proceso de recuperación mental
de la información. Sabemos que el hablante de una lengua para producir, por ejemplo una
frase, necesita disponer de varios mecanismos de recuperación de información, lo que sin
duda hace que la tarea sea compleja.
1982; O’Connor y Forster, 1981; Taft, 1979)’~ han demostrado que los procesos de
recuperación del lenguaje están organizados para permitir un acceso rápido a los códigos de
representación mental.
La distinción que más interesa a esta tesis es la que destaca dos tipos de categorías
gramaticales, que según los diferentes autores han recibido distintos nombres:
Brain en 1963 propuso la terminología de clase abierta (open> y clase cerrada o eje
(pivot) que años más tarde defendería Mcneill (1964, 1968, 1970) para referirse a los verbos,
nombres y adjetivos en el primer caso y a los pronombres, adverbios, verbos copulativos,
Sánchez Casas y García-Albea (1986) las denominan mayores y menores porque son
más o menos relevantes, constituyen vocabularios distintos y tienen correspondencias
psicológicas particulares en la forma de procesar la información verbal o de acceder a ella.
Las palabras abiertas, terminología que hemos utilizado en la presente tesis doctoral,
corresponderían a aquellas que pueden incrementar el número de sus elementos, mientras que
las cerradas estarían formadas por inventarios limitados, sin modificaciones posibles, ni
sincrónicas ni diacrónicas. Las primeras serían más numerosas, más largas en tamaño, con
mayor frecuencia de uso e incluso pudiendo ser ambigUas, las segundas serían más cortas,
de más alta frecuencia y raramente ambiguas.
Parece ser que los sujetos cuando tienen que construir una imagen para representar
la significación de una frase, se centran en las palabras cuyos referentes puede visualizar, es
decir los sustantivos y sólo después los modifican a partir de los verbos (acciones) y de los
adjetivos (relaciones).
grammaticalement), sont cruciales pour la valeur sémantique de ces derniéres. J’utilise donc
IMA GEFJE comme un terme rechnique (nondans le sens d ‘¡magene visuelle ou sensonlee-voir
Kosslyn 1980)... ~
Dentro de este modelo nos interesa rescatar la estructura de la imagen de los nombres
concretos contables, de los nombres abstractos y de los verbos, para conocer el marco de
referencia de construcción del sentido.
Un elemento ampliamente estudiado han sido los errores espontáneos del habla como
tarea de producción espontánea del lenguaje (Cutler,1980; Fay y Cutler, 1977; Fromkin,
1971,1973,1980; Garret, 1975, 1976, 1980; Garret y Kean, 1980)’ y se han llegado a
la conclusión de la existencia de diferencias computacionales en los procesos de construcción
de oraciones, ocupando lugares distintos en los procesos estructurales de la oración. Las
palabras de clase cerrada estarían determinadas por los lugares donde se colocan estos
elementos léxicos y las palabras de clase abierta serían recuperadas independientemente de
la estructura de la oración: al comienzo, en medio al final.
Finalmente también las investigaciones que han estudiado las patologías del lenguaje,
especialmente la afasia (Bradley, 1978; Bradley, Garrett y Zurif, 1980; Caramazza y
Berndt, 1977; Saffran y otros, 1976, 1980; Zurif y Caramazz, 1976)~~ han puesto de
manifiesto la existencia de estos dos tipos de vocabulario, especialmente relacionándolos con
los dos tipos de afasias. Así la afasia de Wernicke, correspondiente a daños en el área de
Wernicke preservaría el vocabulario de clase cenada y manifestaría sus mayores dificultades
en el lenguaje de clase abierta y la afasia de Broca, con lesiones en el centro de Broca,
Por último, dentro del esquema: estímulos, tarea, sujetos; nos vamos a ocupar de la
fundamentación teórica que justifica las características de los sujetos.
En cuarto lugar, su rendimiento escolar medido a partir de los resultados de final del
segundo cic]o de la Enseñanza Primaria en las áreas instrumentales de Lengua y
Matemáticas.
1.3.1. Sexo
Autores ‘Result
1965 Schmeidler Class¡c breakfast-table questionnaire Las puntuaciones de los varonesfueron más
de Galton (1907) bajas -menor viveza- y más variables que las
de las mujeres.
1977 White, Asliton QMI de Basa (Questionnaire upon DWerencias a favor de las mujeres en todas
y Brown Mental Ifl15~613I) las modalidades.
1978 Hiscock IDQ de Paivio (1911) Diferencias entre hombres y mujeres, aunque
(Individual blifereocos
encontraron d~ferencias a favor de los
Questioni res)
hombres cuando se usaban imagenes de
panes de un problema para llegar a una
solución y en habilidades para visualizar
objetos moviéndose.
Autores
1986 MeXelvie VVIQ de Mark, D¿ferencias a favor de los mujeres en las dos
formas (ojos abiertos, cerrados) que presenta
el VVIQ.
1989 Pérez
1.3.2. Edad
Cuando se trata de estímulos verbales, la respuesta tiene una alta correlación con la
edad de adquisición, porque según Van Loon-Vervoorn and Van Der Ham-Van Koppen
(1988) existen dos tipos de conocimiento del léxico (Marcel & Patterson, 1978; Van
226 Isidoro Arroyo Almaraz
Bekkum & De vries, 1980; Van Loon-Vervoorn, 1985aY8, que se adquieren a edades
distintas.
Cuando los estímulos son icónicos y la tarea consiste en nombrar el objeto, el factor
de frecuencia de aparición de una palabra es un factor importante para determinar la
velocidad de acceso léxico en la producción de discursos (Catriona and Quinlan, 1992)
de tal manera que las palabras que aparecen en el léxico con menos frecuencia (se refieren
dentro de la lengua inglesa) aparecerán con menor rapidez para nombrar la representación
pictórica de un objeto.
Estos mismos autores consideran que el factor frecuencia junto con la edad de
adquisición afectan a la capacidad de nombrar objetos porque encuentran que existe una alta
correlación entre frecuencia, edad de adquisición, viveza de imagen y longitud de una
palabra, según se aprecia en el siguiente cuadro:
Carroll and Wh¡te (1973)~~ en sus investigaciones descubrieron que cuando se trata
de nombrar imágenes, es decir explicar con palabras o simplemente con nombres imágenes
referidas a objetos, cuando las palabras elegidas para describir la imagen eran de adquisición
temprana (período pre-operacional en terminología de Piaget) las latencias de respuesta eran
más cortas que cuando las palabras utilizadas eran de adquisición posterior (operaciones
concretas) aunque Mons señalara que las palabras de adquisición posterior fueran mejores
para recordar que las palabras de adquisición temprana.
Finalmente cuando los estímulos son auditivos o bien cuando las imágenes mentales
son auditivas o visuales y cuya fuente de información son las ocurrencias espontáneas
reflejadas en informes personales (Giambra,1977-78,79-80~’ tienen correlaciones negativas
con la edad, de tal forma que disminuyen a medida que la edad aumenta. Así las diferencias
más grandes se han encontrado entre los sujetos a partir de los 25 años y los sujetos a partir
de los 70 años.
Otros autores también coinciden señalando una amplia diferencia entre la capacidad
para formar imágenes mentales, tanto auditivas como visuales en grupos con edades
comprendidas entre los 17 y 28 años con respecto a grupos de sujetos con edades
comprendidas entre los 60 y 82 años. Estas diferencias son mayores entre las mujeres que
entre los hombres. La explicación podría ser que la producción de imágenes mentales genera
un gran esfuerzo y los más mayores producirían menos imágenes espontáneas porque les
requeriría un nivel de esfuerzo mental que les haría evitar malgastar su energía (Giainbra
and Grodsky, 1990).
1.3.3. Viveza
A continuación presentamos una tabla que recoge algunas de las últimas aportaciones
sobre el debate en el uso de dicho test:
1989 Marks ,D. Perceptual and Bibliografía de las investigaciones que han
Motor Skills; 1989 utilizado el V.’V.I.Q. desde 1972 hasta
Dcc Vol 89 (3,Pt 1) 1988
1989 Chara P. Perceptual and Critica la validez del VVIQ como predictor
Motor Skills; 1989 del recuerdo de imágenes. Compara las
Aug vol 69(1) 127- puntuaciones que un grupo de sujetos
136 alcanza en el ~.V.I.Q.
y las que obtienen
en diferentes tareas.
1.3.4. El Rendimiento
Alfredo Campos junto con María Angeles González se han ocupado de investigar
las relaciones entre la capacidad de viveza de imagen y el rendimiento académico a través
de diferentes investigaciones publicadas en 1994, una de ellas dedicada a los estudiantes de
Bellas Artes, Ciencias y Letras y otra a los estudiantes de Bachillerato. En general consideran
que (1994, 26): “La viveza de imagen, que según la opinión generalizada de todos los
autores está relacionada con la creatividad a pesar de que empíricamente la relación no
-
está tan clara (González, 1993)-, también ha sido estudiada en relación con la predicción del
rendimiento académico. Se ha señalado que la habilidadpara crear una imagen mental de
un objeto y para man¡~ularla mentalmente, resulta de significativa utilidad en matemáticas,
fisica, arquitectura, ingeniería o diseño <.4rheim, 1979, Rhoades, 1981) “.
Fundamentos teóricos de la investigación 233
Estos autores confirman que existen diferencias significativas también entre los
alumnos de Bellas Artes, aunque la varianza que encuentran es escasa. Encontraron que
existía una correlación significativa entre las pruebas de rendimiento y las modalidades
sensoriales que aparecen el en “‘[he Betts Questionnaire Upon Mental Imagery” (Sheehan,
1967). Sin embargo no encontraron correlaciones entre rendimiento académico e imagen
mental entre los estudiantes de Bachillerato. El rendimiento fue medido a partir de las
calificaciones en Junio en las asignaturas de Literatura y Geografía (letras) y en Matemáticas
y Física y Química (ciencias) y la viveza de imagen mental a través del Vividness of Visual
Imagery Questionnaire (VVIQ) <Marks, 1973).
2. OBJETIVOS
Este objetivo se sitúa dentro de la Teoría del Doble Código (DCT) elaborada por
Paivio (1971, 1988, 1994a y 1994b) que, tal y como ya hemos señalado, considera que las
imágenes procesan informaciones referenciales-analógicas, referidas a los aspectos sensitivos
del estimulo, e informaciones descriptivas-contextuales, referidas a los aspectos
representativos.
El propio Paivio (1988, 7) señala textualmente: “The dual coding position is that
effects suggestive of integration could be produce 1y strong pre-experimental verbal
associative connectings between items when tite direction of retrieval is congruent with tite
associative sequence...
Desde este prisma, la presente investigación se propone comprobar que las imágenes
mentales suscitadas por estímulos verbales, y no verbales: visuales y auditivos, conservan
informaciones analógicas con la realidad de la que proceden, así como informaciones
descriptivas y/o contextuales procedentes de las experiencias anteriores del sujeto. Igualmente
mediremos la proporción de aparición de cada tipo de información que registraremos según
las diferentes categorías gramaticales utilizadas para su evocación verbal; así como su
repercusión en el total de información generada.
3. Comprobar que existe una relación de precisión55 entre las imágenes mentales según
la forma del estímulo.
Este objetivo nos sitúa en el estudio de la diferente capacidad que los estímulos tienen
para evocar una imagen mental dependiendo de sus formas.
Las palabras concretas formarán imágenes mentales distintas a las palabras abstractas
que se traducirán en un recuerdo con diferente: a) grado de riqueza de palabras, b) grado de
concreción y c) nivel referencialidad con la realidad.
Por último, los sonidos muy identificables inducirán a unas imágenes mentales
distintas en: a) grado de riqueza, b) concreción y b) referencialidad que los sonidos poco
identificables.
Este objetivo parte de la base de considerar que si existe una relación entre:
Sabemos por la literatura científica que existe una alta correlación entre la dimensión
concreción en las palabras y la viveza de la imagen mental (Paivio, 1968; Patrio, Vuille y
Madigan, 1968; Gilhooly y Logie, 1980; Firendly, Franklin, Hoffman y Rubin, 1982;
Campos, 1989, 1990 y 1991f.
Nos proponemos comprobar que existe una correlación entre grado de concreción,
figuración, e identificación del estímulo y el grado de riqueza de la imagen mental que
suscita, medida a través de las palabras escritas con que se evoca ante una tarea de recuerdo
libre.
Así, este objetivo nos lleva a averiguar si las imágenes mentales son más ricas,
medidas a partir de una mayor número de palabras en su evocación, cuando se trata de
formas concretas, reconocibles o figurativas que cuando son, por el contrario, abstractas,
poco reconocibles o no figurativas.
4. Comprobar que existe una relación entre las modalidades simbólicas y sensoriales que
determinan el tipo de imagen mental resultante.
Este objetivo complementa el objetivo número 2 que estudia las características de las
imágenes mentales dependiente de la naturaleza de los estímulos que las evocan, por cuanto
al hablar de la naturaleza de los estímulos también señalamos su relación con sus
modalidades simbólicas.
Paivio y Begg (1981, 66) citado en Mayor y Moflivas (1992) muestran la relación
entre las modalidades sensoriales y sus correspondencias con las modalidades simbólicas, ya
señaladas en el objetivo número 2. La presente investigación sólo se detiene en dos de esas
modalidades, la visual y la auditiva. La actividad visual que utiliza los mecanismos
simbólicos del lenguaje escrito o de la lectura de imágenes, bien como dibujos o como
fotografías; y la experiencia auditiva que utiliza los lenguajes simbólicos de la lengua hablada
o de los sonidos no articulados.
y en qué medida afectan. Entre factores tan amplios como la inteligencia o la creatividad,
también se ha contemplado la viveza de imagen, especialmente cuando se ha tratado de
predecir el éxito escolar en determinadas áreas del conocimiento como por ejemplo las
matemáticas (Becker, 1978) o la educación artística(Leonard y Lindauer 1973).
En esta investigación nos proponemos averiguar:
a) Si existe relación entre las puntuaciones que obtienen los sujetos en riqueza y
complejidad de imagen en las diferentes modalidades sensitivas de los estímulos.
3. HIPóTESIS
Nosotros, para esta investigación, hemos considerado la riqueza como la suma de las
palabras englobadas dentro de lo que, en los estudios computacionales del lenguaje, se
denominan palabras abiertas; es decir, aquellas que no pertenecen a códigos cenados como
por ejemplo las preposiciones y las conjunciones y que son ilimitadas porque se pueden
enriquecer a través de todos los procedimiento léxicos conocidos: derivación, parasíntesis,
composición, prefijación, sufijación, etc. Dentro de estas categorías hemos contemplado los
nombres, los adjetivos, los verbos y los adverbios. Por tanto una imagen mental será más
rica cuánto más nombres, verbos, adjetivos y adverbios se utilicen en la descripción escrita
de la misma.
II 2: Existen diferentes tipos de procesamiento para las imágenes mentales, según sean
auditivas o visuales.
Puesto que las imágenes mentales formadas a partir de estímulos auditivos: verbales
y sonoros, y de estímulos visuales son procesadas por diferentes sistemas sensoriales y
perceptivos (el oído en las primeras y la vista en las segundas), queremos saber si son
procesadas cognitivamente de igual manera o, por el contrario, requieren formas diferentes
de procesamiento.
Mattbew J. Sbarps y Jana L. Price (1991) han comprobado que, aunque los
sistemas perceptivos son distintos para las imágenes mentales visuales y auditivas, sin
embargo, se procesan cognitivamente de la misma manera. Ellos consideraron que si los
sistemas cognitivos eran diferentes, una imagen mental formada secuencialinente a partir de
estímulos auditivos y visuales debería recordarse mejor que una formada sólo a partir de una
modalidad sensitiva. Sin embargo encontraron que la combinación de estímulos auditivos y
visuales no aumentaba significativamente el recuerdo.
Los valores mnemóticos de las imágenes mentales evocados a partir del recuerdo libre
escrito se organizan en niveles de riqueza y de complejidad, según las diferencias
computacionales en el estudio del lenguaje.
Los autores que se han ocupado de este tema no se han puesto de acuerdo en la
delimitación de la extensión de ambos vocabularios. Algunos, incluyen en la clase abierta
exclusivamente los nombres,verbos y adjetivos y en la cerrada los artículos, preposiciones,
pronombres, etc.
Puesto que nuestro objetivo es señalar el grado de complejidad y ésta está relacionada
con la mayor o menor presencia de oraciones coordinadas y subordinadas, nosotros hemos
considerado dentro del vocabulario de clase cerrada exclusivamente las preposiciones y las
conjunciones, puesto que son las palabras de enlace que se utilizan para crear sintagmas y
oraciones.
246 Isidoro Arroyo Almaraz
La Teoría del Doble Código (DCT),señala que los dibujos se recuerdan mejor que las
palabras y que éstas se recuerdan mejor cuando son concretas que cuando son abstractas.
Se pretende con esta hipótesis confinnar que cuando se presenta un estímulo para que
se forme una imagen mental, y se tiene que reproducir verbalmente por escrito, se utilizará,
o bien informaciones procedentes de la realidad objetiva, o bien se hará una
contextualización, incorporando elementos de su experiencia personal, vivida o conocida,
para referirse a ella.
Nos proponemos, una vez comprobado que esto es cierto, conocer su comportamiento
en función del grado de concreción del estímulo, de tal manera que deseamos saber qué
porcentaje de información referencial y qué porcentaje de información contextual utilizan los
sujetos en la reconstrucción de la imagen mental, según los estñnulos sean: a) imágenes
figurativas o imágenes no figurativas, b) palabras concretas o palabras abstractas c) sonidos
muy identificables o sonidos poco identificables.
11 6: Puesto que existe una capacidad diferente en cada sujeto para crear imágenes
mentales; esperamos que:
Creemos que los sujetos que puntúan alto en el cuestionario de Viveza de Imagen
coincidirán con los sujetos cuyas imágenes mentales puntúan alto en riqueza.
Esperamos también que esa relación se mantenga, indistintamente de que sus imágenes
sea icónicas o auditivas o que se hayan formado a partir de estímulos icónicos o auditivos:
sonoros o verbales.
También queremos confirmar si existe algún tipo de capacidad para formar imágenes
mentales dependiendo del sexo: varón o mujer.
Finalmente nos proponemos confirmar que los sujetos que puntúan alto en viveza de
imagen en el test V.V.I.Q (Marks, 1973). y, cuyas imágenes mentales, obtenidas a partir
de imágenes, palabras o sonidos, han puntuado alto en riqueza y complejidad, obtienen
también mejores resultados escolares en las áreas instrumentales de lengua y matemáticas
medidos a partir de las categorías con las que son evaluadas en la Enseñanza Primana:
“Progresan Adecuadamente” (PA) o “Necesitan Mejorar” (NM).
250 Isidoro Arroyo Almaraz
4. METODOLOGíA
Tamaño de la muestra
Localización
Sexo
Edad
Se considera variable a cualquier cosa que cambia de valor, tanto cualitativa como
cuantitativamente. Los cambios son cualitativos cuando cambian de cualidad, como por
ejemplo el sexo que nos permite una variación entre varón y hembra, y son cuantitativos
cuando los cambios de valor los podemos registrar a través de operaciones aritméticas, como
por ejemplo un grupo de palabras.
252 Isidoro Arroyo Almaraz
Los cambios cuantitativos a su vez pueden ser discretos o continuos. Son discretos
cuando sólo pueden expresar cantidades enteras, es decir un número que no se puede
fraccionar o continuos siempre que entre dos valores se pueda incluir un valor intermedio.
Variables independientes
Variable dependiente
I.Sujeto N0
II. Estímulo
III. Soporte
A.Palabra
1 .Concreta
a.aguila
b.avión
c.limón
d.cama
2. Abstracta
a.dificultad
b. ilusión
c.miedo
d . memoria
B.Imagen
1 .Alta Iconicidad
a.coche
b perro
.
c.persona
d.libros
2. Esquemática Figurativa
a. coche
b perro
.
c.persona
d.libros
256 Isidoro Arroyo Almaraz
3.Incompleta no Figurativa
a.coche
b . perro
c.persona
d.libros
C.Sonido
1 .Muy Identificable
a. bebé
b.disparo
c.silbato
d.pájaros
2. Poco Identificable
a.tijeras
b.papel
c.hojas
d.lavadora
B.verbo
1. Referencial
a.Acierto
b.Error
2. Contextual
a.Acierto
b.Error
C . Adjetivo
1. Referencial
a. Acierto
b.Error
2. Contextual
a.Acierto
b.Error
D. Adverbio
1 . Referencial
a.Acierto
b.Error
2. Contextual
a.Acierto
b.Error
A.Preposiciones
B.Conjunciones
258 Isidoro Arroyo Almaraz
4.2.3. Pruebas
Se necesitaba finalmente un criterio que nos permitiera seleccionar los sonidos en,
sonidos muy identificables y sonidos poco identificables. Para ello nos hemos valido del
diseño de una prueba propia.
Finalmente para poder clasificar a los sujetos en sujetos con alta capacidad para
formar imágenes mentales y sujetos con baja capacidad para formar imágenes mentales,
hemos utilizado una prueba estandarizada y prestigiada que nos tradujera imágenes en
puntuaciones y a partir de estas clasificar a los sujetos.
Hemos dividido las pruebas utilizadas en: a) pruebas de diseño propio, aquellas que
se han diseñado en el transcurso de la investigación, como por ejemplo la Prueba de
Reconocimiento Libre de Sonidos; b) pruebas de diseño estandarizado, aquellas que ya
existían y que han podido ser utilizadas para obtener datos sobre el comportamiento de los
sujetos de la muestra.
*poco seguro
* nada seguro.
A partir de este cuestionario se pretende obtener una puntuación discreta que nos permita
clasificar a los sujetos en altos y bajos en capacidad para formar imágenes mentales.
Compartimos con Campos (1996) la valoración positiva que hace del mismo, tanto
por la conveniencia de sus items como por el procedimiento de puntuación, dando más
puntuación a los valores pequeños y menos puntuación a los valores altos, reduciendo la
tendencia a evaluación altas positivas que pudieran tener determinados sujetos.
Igualmente el tener que formarse imágenes con los ojos cenados y abiertos permite
encontrar una puntuación media que equilibre la posible disfunción determinada por la
apertura de los mismos, aunque en la mayoría de los casos las diferencias sean escasas.
Metodo logia 263
I.Summary Statistics
1 .Medida de la muestra
2.Medias
3 .Mediana
4 .Desviación Típica
5.Puntuación Mínima
6. Puntuación Máxima
7.Suma
8. Porcentajes
II.Regresión y Correlación
A. Correlación simple
B.Coeficiente de Correlación de Pearson
III. Análisis multifactorial de la varianza (ANOVA)
La estadística descriptiva nos permite conocer los datos de los resultados de pasar las
pruebas. Posibilita que conozcamos el número y el porcentaje de nombres,verbos, adjetivos,
adverbios y pronombres personales que nos dan la medida de riqueza y el de preposiciones
y conjunciones que nos da la medida de complejidad de cada imagen mental.
Las correlaciones simples nos relacionan dos variables y nos indica con sus valencias
positiva o negativa si ambas se relacionan incrementando (+ 1) o si a medida que se
incrementa una disminuye la otra (-1). Este estadístico aplicado a cada estímulo nos indica
la relación entre la puntuación total y su puntuación en información referencial o su
información contextual.También sobre la riqueza de imagen con respecto a la
complejidad,etc.
264 Isidoro Arroyo Almaraz
Antes de comenzar propiamente la investigación, nos planteamos elegir entre las dos
opciones que nos permitieran atribuir las diferencias, en los resultados del recuerdo de las
imágenes mentales, a la naturaleza del estímulo y a su forma:
Optamos por la segunda opción por considerar que al tratarse de estímulos diferentes,
las imágenes mnemóticas serian limpias y no se contaminaría el recuerdo de unas con el de
otras. Y que, por el contrario, dentro de la primera opción, se podrían producir más casos
de contaminación en el recuerdo de imágenes mentales entre las diferentes modalidades de
presentación; de tal forma que, cuando se recordara, por ejemplo, una imagen mental sonora,
se utilizara parte del material mnemótico de la imagen mental audioverbal o icónica.
En todos los casos, hemos querido que los estímulos seleccionados, fueran
homogéneos en la escala de concreción y que aparecieran en el diccionario de frecuencias
de uso de vocabulario de Fernando Justicia, lo que indicaría que dicho vocabulario y, en
definitiva, las experiencias con los objetos que representan, estarían en el repertorio de los
Descripción del proceso 267
1.1. PALABRAS
Se utilizó la lista de 300 palabras que Campos y Astorga (1989) presentan con sus
medidas de medias y desviaciones típicas en la escala concreto-abstracto (A) y en la escala
desagradable-agradable (B).
muy abstractas. Una vez hechas las dos listas se eligieron aquellas que consideramos más
adecuadas, por su temática al mundo infantil y que estuvieran recogidas en el Diccionario
de Frecuencias de Fernando Justicia (1995), ya que se consideró estañan en el vocabulario
de los sujetos.
PALABRAS PUNTUACIONES
CONCRETAS X Sx
ABSTRACTAS
PALABRAS CONCRETAS
12
años
48
10 años
37
13 años
97
la palabra
limón 9 31 21 61
PALABRAS ABSTRACTAS
dificultad 0 4 1 5
ilusión 0 3 25 28
miedo 7 27 41 75
memoria 0 0 3 3
1.2. SONIDOS
Hubo que crear un test6’ para elegir estímulos sonoros homologables con los
audioverbales e icónicos. Para ello se diseñó una Prueba de Reconocimiento libre de
sonidos.
El test permitió que un grupo de sujetos, formado por 31 estudiantes del mismo
colegio público, distintos a los de la muestra pero equivalentes en nivel de desarrollo,
identificaran los sonidos, indicando el grado de seguridad. Se les presentaron en el orden que
aparece en el cuadro de resultados. El intervalo entre uno y otro era el suficiente (aprox.
10”) para que pudieran nombrar libremente el objeto al que creían correpondía el sonido y
el grado de seguridad que tenían del reconocimiento señalado. Se comenzó con un ejemplo
previo no computable (una oveja balando), con el fin de eliminar aquellas dudas sobre el
procedimiento.
seguro”. En este caso, se escribió “perro” como respuesta a ¿qué es? y se puso una cruz bajo
la casilla “nada seguro”.
Se consideraron muy identificables aquellos sonidos que habían sido reconocidos con
mucha seguridad por al menos por el 75% de los sujetos, de entre ellos se eligieron los que
por su temática eran más idóneos para los sujetos de la muestra.
272 Isidoro Arroyo Almaraz
Se consideraron poco identificables aquellos otros que habían sido reconocido con
mucha seguridad por menos del 5% de los sujetos. Así se eligieron los siguientes:
SONIDO ¡________
MUY IDENTIFICABLE
1. bebe 90,32
2. disparo 90,32
3. silbato 87,09
4. pájaros 74,19
POCO IDENTIFICABLE
1. tijeras 3,22
2. papel O
3. hojas O
4. lavadora O
chiquillo62 2 3 2 7
tiro~ 6 26 29 61
silbato 2 4 18 24
tijeras 8 29 16 53
lavadora 8 16 17 41
1.3. IMAGENES
Que tuvieran puntuación en la lista de Campos y Astorga (1989) y que éstas fueran
bajas (muy concretas).
Persona
Animal
Transporte
Fruta
Objeto
Las imágenes de alta iconicidad (estímulos n0: 25, 26, 27 y 28) fueron tomadas de
anuncios publicitarios, fotografías en color sin texto escrito y con imagen de marca: Alfa
276 Isidoro Arroyo Almaraz
Romeo para el coche, Financial Times para el periódico del modelo publicitario,
Enciclopedia Larousse para los libros.
Las imágenes esquemáticas (estímulos n0 3, 9 ,l8 y 24 ) con los mismos objetos que
para las imágenes de alta iconicidad, fueron tomadas del programa Harward Graphics versión
3.0 (español). Fueron ampliadas hasta ocupar ¡a totalidad del tamaño del papel.
o E
)LJ o xx--,
3 e
c ¼ o_
6 7 8
Descripción del proceso 277
Continuando con el mismo esquema que planteamos en los Fundamentos , y una vez
descritos los procedimientos que seguimos para elegir los estímulos, pasamos a explicar como
desarrollamos la tarea para finalmente concluir con los procedimientos relacionados con los
sujetos.
2. La Tarea
de esta tesis doctoral ya hemos señalado los procedimientos que se han utilizado
tradicionalmente para rescatar y estudiar la imagen mental. Esta investigación, por tanto,
también actúa sobre el producto de la reproducción de la imagen mental que recuerda un
sujeto.
De entre todos los procedimientos nosotros hemos elegido una tarea de recuerdo libre
que utiliza lenguaje escrito mediatizada por la interferencia de una tarea parásita, entre la
presentación del estímulo y la evocación escrita de la imagen mental. Se ha pretendido que
el sujeto tuviera que recuperar la imagen y que, por tanto, fuera mental y evitar que el
recuerdo fuera de una imagen consecutiva de memoria.
mental que tengáis de esa palabra y una vez que la tengáis podéis escribir libremente sin
límite todo aquello que nos permita conocer la imagen que tenéis en la cabeza. A
continuación vais a escuchar un sonido,...”
Antes de pasar la prueba, se les explicaba que no se trataba de un examen y que por
tanto no se les iba a puntuar para la evaluación. Se pretendía eliminar las resistencias
naturales a las pruebas y reducir la tensión.
Los estímulos del 1 al 24 se organizaron en primer lugar, en triadas, de tal forma que
siguieran un orden que simultaneara palabra, sonido e imagen; en segundo lugar, en díadas
donde a un estímulo concreto, identificable o figurativo (1) le siguiera otro abstracto, menos
identificable o no figurativo (2); y en tercer lugar, en secuencias que evitaran la repetición
entre estímulos cuyo contenido semántico correspondiera a la misma categoría: persona,
objeto, animal, medio de transpone, etc.
Cada descripción podía optar por una doble estrategia: a) describir referencialmente
el estímulo; b) contextualizarlo a partir de experiencias del sujeto, ajenas a la información
del modelo presentado o creadas a partir del mismo.
Hubo que añadir la categoría error dentro de las preposiciones al detectar en algún
caso errores como por ejemplo el del sujeto n0 36 que describió al estímulo 25 como “Alfa
Romeo sin medas”.
Cuando el estimulo era una palabra concreta, se describía por: sus cualidades, sus
funciones o por la descripción de un ejemplar concreto.
Otra estrategia usada consistía en relacionar la palabra con una situación que la
produjera. Por ejemplo la palabra abstracta miedo (estímulo 19) aparece descrita como:
“pasaje del tenor”, “parque de atracciones”, “país de nunca jamás”,etc
Se observa que en general se utilizan con más frecuencia palabras comodín, tales
como “algo”, “cosa”, etc. Por ejemplo el sujeto n0 4 ante el estímulo 4 (dificultad) dice:
“cuesta mucho hacer algo” y ante el estímulo 10 (ilusión): “nos gusta hacer algo mucho”.
Cuando el estímulo era un sonido, son más los sujetos que se apoyaban en la imagen
del objeto que produce el sonido o incluso el uso del objeto, que aquellos que mediante
adjetivación u onomatopeyas intentaban describirlo. Un buen ejemplo de esto es la variedad
de imágenes achacables al estímulo 14 (el sonido de un disparo) donde excepto un sujeto el
n0 20 que utiliza la onomatopeya “bang”, el resto lo relacionan con: pistola, hierro, punta
redondeada, escopeta, balas, revolver, arma o proposiciones que afirman su uso:
“defenderse”, “tirar al plato”, “matar animales”, “tirar con revolver”, “películas”, “algo que
mata” ,etc.
Descripción del proceso 285
Primero que hay más errores en las imágenes que en los sonidos que no existe ningún
error.
286 fi doro Arroyo Almaraz
3. Los sujetos
Una vez seleccionada la muestra con los criterios expuesto en las anteriores, sólo
restaba obtener las puntuaciones en viveza de imagen y los resultados académicos.
Los resultados académicos, como ya dijimos, se obtuvieron de las Actas de fmal del Segundo
Ciclo de la Educación Primaria.
Descripción del proceso 287
1.1.EXPOSICIÓN DE DATOS.
A continuación presentamos las respuestas por frecuencia y porcentaje para cada uno
de los estímulos, organizadas por grupos homogéneos. Antes de presentar una escueta guía
de lectura de datos, pasamos a aclarar algunos aspectos de la diferente terminología usada
en esta investigación:
288 Isidoro Arroyo Alrnaraz
Signfllca
DJmwxo odelos
fletinxc¡
Puntuación total Suma total de todas las puntuaciones totales Imágenes de Alta Iconicidad
grupo de de cada grupo de estímulos <fotograflas): coche+libro,erc.
estímulos Palabras Abstractas:
dificultad+miedo, etc.
Puntuación total Suma total de puntuaciones totales de cada imagen = IAl + IEF + INF
modalidad grupo palabra=PC+PA
sensorial sonido =SMI +SPI
Información Imagen mental que describe contextualizado *palabra concreta avión <sujeto
contextual el objeto, persona,etc.presentado a través del n0 5): Avión amarillo dirigido a
estímulo Marbella.
290 Isidoro Arroyo Almaraz
Desde la página 292 hasta la página 298 se presentan los datos, por frecuencias y
porcentajes, correspondientes a cada uno de los grupos de estímulos: imágenes de alta
iconicidad, palabras concretas, etc. Cada página contiene, por tanto, la infonnación de cuatro
estímulos. Así, por ejemplo, la página 292 recoge la información de las imágenes de alta
iconicidad, que contienen los datos de frecuencias y porcentajes de las palabras computadas,
en la evocación de la imagen mental de los estímulos: coche, perro, persona y libros.
En primer lugar, el número de veces que los sujetos han utilizado una palabra
perteneciente a una categoría gramatical abierta: nombre, verbo, adjetivo, adverbio, y
pronombre personal, distribuida según el tipo de información utilizada en la descripción de
la imagen mental: información referencial o información contextual. Así, por ejemplo, en el
estímulo 25 (coche) que aparece en la página 292, los sujetos han utilizado 249 nombres en
sus descripciones referenciales de la imagen mental, frente a 25 en sus descripciones
contextualizadas. El total de nombres utilizados es de 274. Estos mismos datos también se
presentan en porcentajes.
Descripción del proceso 291
Una vez aclarados los procedimientos de lectura, pasamos a presentar los datos,
computados por frecuencias y porcentajes, en las descripciones de las imágenes mentales de
los sujetos de esta investigación. Siendo:
292 Isidoro Arroyo Almaraz
IMAGEN NO FIGURATIVA
ESTIMULO N~ 6 (INDUCTORA st*t *5* ** st ttst* t*t**ssssttttt* st$5 St *
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 7226,18 203 73,8 275 61,65
Verbo 1117,46 5282,5 6314,12
Adjetivo 3641,37 5158,6 8719,50
Adverbio 642,85 857,1 14 3,139
Personal 7 71,569
INF/CONT 125 28,02 321 71,9
RIQUEZA 446 74,95
CONPLEJ t
Preposición 110 73,82
Conjunción 5926,17
COMPLEJIDAD 149 25,04
TOTAL 595 26,42
ESTIMULO NQ 12 (INDUCTORA ~
REFEREN t COHTEXT t TOTALES t
Nombre 5614,11 219 85,8 255 60,57
Verbo 710,29 6189,7 6816,15
Adjetivo 2028,57 50 71,4 7016,62
Adverbio 421,05 1578,9 194,513
Personal 9 92,137
INFICONT 6715,91 354 84,0
RIQUEZA 421 76,26
COMPLEJ t
Preposición 8766,41
Conjunción 4433,58
COMPLEJIDAD 131 23,73
TOTAL 552 24,51
ESTIMULO Ng 15 (INDUCTORA 3)ttttt**t*t*t**t*tt$$*t$****t*ttt*tttt*
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 8731,29 191 68,7 278 66,50
Verbo 612,76 4187,2 47 11,24
Adjetivo 2132,81 4367,1 6415,31
Adverbio 725,92 2074,0 276,459
Personal 2 2 0,478
INF/CONT 121 28,94 297 71,0
RIQUEZA 418 74,77
CGMPLEJ t
Preposición 9567,37
Conjunción 46 32,62
COMPLEJIDAD 141 25,22
TOTAL 559 24,82
ESTIMULO Ng 21 (INDUCTORA 4)*ttt*stttttt:ttlt$ttt*t*stststttt*tt**
REFEREII t CONTEXT t TOTALES 1
Nombre 9636,22 169 63,7 265 63,39
Ver be 512,82 34 87,1 39 9,530
Adjetivo 36 46,15 4153,2 77 18,42
Adverbio 619,35 2580,6 51 7,416
Personal 6 6 1,455
INFICOtiT 143 34,21 275 65,7
RIQUEZA 418 76,55
COMPLEJ 1
Preposición 7054,68
Conjunción 5845,31
COMPLEJIDAD 128 25,44
lOTAL 546 24,24
Descripción del proceso 295
PALABRA CONCREÍA
ESTIMULO NQ 1 ~
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
«o~bre 257 83,74 46 16,2 283 39,41
Verbo 7463,24 4336,7 117 16,29
Adjetivo 244 95,68 114,31 255 35,51
Adverbio 4276,36 1323,6 557,660
Personal 8 81,114
INF/CONT 597 83,14 121 16,8
RIQUEZA 718 81,49
COMPLEJ t
Preposición 8954,60
Conjunción 7445,39
COMPLEJIDAD 163 18,50
TOTAL 881 32,67
ESTIMULO Ng 7 (AVION)sssstsstsstttssnnt:ttt***fls:tst:snsssssss
REFEREH t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 165 76,03 .5223,9 217 40,48
Verbo 8575,89 2724,1 112 20,89
Adjetivo 139 93,91 96,08 148 27,61
Adverbio 3972,22 1527,7 5410,07
Personal 5 50,952
INF/CONT 428 79,85 108 20,1
RIQUEZA 536 76,79
CONPLEJ t
Preposición 106 65,43
Conjunción 5634,56
COMPLEJIDAD 162 23,20
TOTAL 698 25,89
ESTIMULO Ng 13 (LIMoH)sssssssssssssssnnssssssssssssss::ssssstst:
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 9767,83 4632,1 145 32,64
Verbo 3963,93 2236,0 6113,92
Adjetivo 163 90,55 179,44 180 41,09
Adverbio 4085,10 714,8 4710,73
Personal 7 7 1,593
INF/CONT 339 77,39 9922,6
RIQUEZA 438 78,35
COMPLEJ t
Preposición 6553,71
Conjunción 3646,28
COMPLEJIDAD 121 21,64
TOTAL 559 20,73
ESTIMULO Np 16 (CAMA)$tttttt*t***ttttttttflt*tfltt*tttttttttt*t*fl
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 9357,76 6842,2 161 38,88
Verbo 8081,63 1818,3 9823,67
Adjetivo 73 68,22 3431,7 107 25,84
Adverbio 2772,97 1027,0 378,937
Personal 11 112,657
INF/CONT 213 65,94 141 34,0
RIQUEZA 414 74,19
COMPLEJ t
Preposición 8861,11
conjunción 5638,88
COMPLEJIDAD 144 25,80
TOTAL 558 20,69
296 Isidoro Arroyo Almaraz
PALABRA ABSTRACTA
ESTIMULO Ng 4 (DIFICULTAD)±t**ttflttt*tttt*tt****fl*t*±***fl****
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Noúre 5328,64 152 71,5 185 40,74
Verbo 5742,22 7857,7 135 29,73
Adjetivo 2334,32 4465,6 67 14,75
Adverbio 1938,77 3061,2 49 10,79
Personal 18 183,964
¡NF/COMÍ 152 33,48 302 66,5
RIQUEZA 454 83,15
COMPLEJ t
Preposición 5964,15
Conjunción 3335,86
COMPLEJIDAD 9216,84
TOTAL 346 26,49
ESTIMULO Ng
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 4220,58 162 79,4 204 41,46
Verbo 56 40,57 8259,4 138 28,04
Adjetivo 2738,02 44 61,9 1114,43
Adverbio 1538,46 2461,5 397,926
Personal 40 408,150
INF/COHT 140 28,45 352 71,5
RIQUEZA 492 86,61
COMPLEJ t
Preposición 4761,84
Conjunción 2938,15
COMPLEJIDAD 7613,38
TOTAL 568 27,55
ESTIMULO Ng 19 (MIEOO)st**$tttt*ttt**tt*ttttt*ttt*tt*t*t*t*t*t$***
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 46 22,33 160 77,6 206 47,35
Verbo 5259,09 8160,9 133 30,57
Adjetivo 1633,33 3266,6 4811,03
Adverbio 833,33 1666,6 245,517
Personal 24 245,517
IMF/COHT 122 28,04 313 71,9
RIQUEZA 435 80,85
COMPLEJ t
Preposición 7471,84
Conjunción 2928,15
COMPLEJIDAD 103 19,14
TOTAL 538 26,10
ESTIMULO N~ 22 (MEMORIA)sss*t*sssnssssssss****t**ss*ss**ssttstttt
REFEREN t CONTEXT t TOTALES t
Nombre 5739,31 8860,6 145 42,77
Ver be 6245,92 7354,0 135 39,82
Adjetivo 10 41,66 1458,3 247,079
Adverbio 315,78 1684,2 195,604
Personal 16 164,719
IIIFICONT 132 38,93 207 61,0
RIQUEZA 339 82,88
COMPLEJ t
Preposición 5578,57
Conjunción 1521,42
COMPLEJIDAD 7017,11
TOTAL 409 19,84
Descripción del proceso 297
Una primera lectura de las puntuaciones totales de cada estímulo de este grupo,
medida por su frecuencia y porcentaje, pone de manifiesto un equilibrio entre ellas. La suma
del número de palabras computadas en las descripciones escritas por todos los sujetos,
suscitadas por cada imagen fotográfica, muestra resultados equivalentes. Las puntuaciones
totales de todas las fotografías se mueven dentro de una franja que va desde 632 palabras,
entre todos los sujetos, para libro, hasta 757 para perro, lo que representa en porcentaje un
abanico entre el 23% para la más baja y el 27% para la más alta.(GRAFICO 1)
Por último señalar que la presencia de pronombres personales es escasa, por lo que
no los hemos tenido en cuenta en la confección de los gráficos.
En definitiva, son fundamentalmente los nombres con más del 50% del valor de
recuerdo de la imagen mental y, en segundo lugar, los adjetivos con más del 25%, las
300 Isidoro Arroyo Almaraz
Una cuarta lectura atendiendo al tipo de palabras utilizadas, muestra que son las
palabras de clase abierta las que más contribuyen al valor de la imagen mental en una
proporción que va desde el 73,27% con contribución mínima del estimulo 27 hasta el 80,84%
con contribución máxima del estímulo 26.
Las palabras de clase cenada contribuyen en menor medida al valor total de la imagen
mental. No se aprecia una relación de proporcionalidad entre ellas, de tal forma que se
observa una relación inversa en tres estímulos: coche, perro y persona, donde a medida que
hay mayor presencia de unas se produce un decrecimiento de las otras.
Libro 632
23%
Persona 661
25%
Coche 697
25%
Perro 757
27%
607
612
494
757
632
~abiertas ~cerradas
Descripción del proceso 305
Siguen siendo los nombres, en primer lugar, los que más contribuyen al valor total
de la imagen mental, con un poco menos del 50% y en segundo lugar los adjetivos, que
aumentan por encima del 30% excepto en el estímulo 18 que se mantienen en un 19,01%.
Se observa que esa tendencia se rompe en los estímulos 3 y 9 en la evocación
contextualizada, donde por primera vez los adjetivos superan a los nombres en frecuencia.
Esta mayor adjetivación en la información contextualizada justifica el incremento del peso
de los adjetivos en las puntuaciones totales. Tampoco existe una relación entre nombres y
adjetivos que implique que a mayor número de nombres aumente el número de adjetivos. Así
por ejemplo el estimulo “persona” que obtiene la puntuación máxima en nombres (313) sin
embargo su puntuación es la mínima en adjetivos. (97). GRAFICO 6
Aunque siguen siendo las puntuaciones de información referencial mayores que las
de contextual, sin embargo las diferencias son menores que en las imágenes de alta
iconicidad, siendo la diferencia máxima la del estímulo 24 (R=229 C=180), la mínima la
del estímulo 9 (R=315 C=265) e incluso siendo mayor la puntuación contextual que la
referencia) en el estímulo 3 (R301 C306). GRAFICO 7
Son las palabras de clase abierta las que más contribuyen al valor de la imagen mental
en una proporción equivalente a sus homólogas de alta iconicidad, pero a diferencia de ellas
306 Isidoro Arroyo Almaraz
Libro 508
19%
Persona 658
25%
Perro 708
27%
Coche 746
28%
]
307
Descripción del proceso
604
575
607
580
referencial ~ contextuaij
309
Descr ¡PC ¡617 del proceso
746
708
E~ abiertas ~ cerradas
310 Isidoro Arroyo Almaraz
Se mantiene la mayor influencia de las palabras de clase abierta sobre las de clase
cerrada, en una proporción equivalente a la de I.A.I. e I.E.F. Las preposiciones contribuyen
más que las conjunciones. Se produce gradación entre el uso de ambas clases de palabras,
de tal manera que a medida que aumenta una, la otra suele aumentar, aunque no de forma
proporcional. GRAFICO 12
311
Descripción del proceso
Inductora 4 546
24%
Inductora 3 559
25%
Inductora 2 552
25%
Inductora 1 595
26%
• Inductora 1 ~ Inductora 2
E Inductora 3 Inductora 4
312 Isidoro Arroyo A imaraz
432
412 412
adverbio 7 19 2 31
verbo 63 68 47 39
adjetivo 87 70 64 77
nombre 275 255 278 265
446
418
referencial ~ contextual
314 Isidoro Arroyo Almaraz
595
546
abiertas ~ cerradas
Descripción del proceso 315
Los nombres son la categoría gramatical que más contribuyen al valor de recuerdo
de la imagen mental, pero sus puntuaciones están por debajo de las computadas en las
imágenes. Contribuyen con valores entre 32,64% mínimo y 40,48% máximo. Los adjetivos
son la segunda categoría gramatical en orden de importancia. En el estímulo 13 (limón) se
convierten en la primera con el 41,09% de contribución sobre el valor total. GRÁFICO 14
Se utiliza más información referencial que contextual en una proporción que va desde
R=65,9 C=34,0 hasta R=83,14 C=16,8. GRÁFICO 15
Son las palabras de clase abierta las que más contribuyen al valor de la imagen
mental. Las de clase cerrada, por el contrario son las que menos contribuyen y siguen siendo
las preposiciones más numerosas que las conjunciones. No siempre existe proporcionalidad
entre ambos tipos de palabras. Así el estímulo “cam&’ que obtiene la puntuación mínima en
palabras de clase abierta (414), no obtiene la mínima en palabras de clase cerrada (144). En
el resto de los estímulos se produce una gradación aunque no proporcional. GRÁFICO 16
316 Isidoro Arroyo Almaraz
Cama 558
21%
Limón 559
21%
Avión 698
26%
Aguila 881
33%
710
716
414
Li referencial ~contextual
Descripción del proceso 319
881
558
1 cerradas
abiertas + 163
718
162
536 ~1
121
438
144
414 1
abiertas ~cerradas
320 Isidoro Arroyo Alínaraz
Son los nombres, en primer lugar, con algo más del 40% la categoría gramatical que
más contribuye y en segundo lugar los verbos con aproximadamente un 30% del total de las
palabras. GRAFICO 18
Los índices de riqueza, obtenidos a partir del cómputo de palabras de clase abierta,
son mucho mayores que los de complejidad, siendo de nuevo las preposiciones superiores a
las conjunciones. No existe proporcionalidad entre riqueza y complejidad. Así la palabra
ilusión que obtiene la puntuación máxima de palabras abiertas (492), sin embargo tiene la
segunda más baja de palabras cerradas (76). GRAFICO 20
Descripción del proceso 321
Memoria 409
20%
Miedo 538
26%
Dificultad 546
26%
Ilusión 568
28%
452
436
411
-A
~-1 N
N 323
</~
»
— —
— —
-1.-- —
~A
k4
x1 »A
492
39
646 Sea
FiJab¡.~~~~ f~oerraóas
Descripción del proceso 325
Se produce equilibrio entre sus puntuaciones totales, que oscilan entre el 24% y el
26%. Es decir existe una diferencia menor que cuando los estímulos son imágenes o
palabras. GRAFICO 21
Mayor contribución de los nombres con una media que ronda el 60% y en segundo
lugar de los verbos con puntuaciones por encima del 25%. GRÁFICO 22
Los índices de riqueza superan a los de complejidad siendo de nuevo las preposiciones
superiores a las conjunciones, excepto en el estímulo 11 donde éstas superan en poco a
aquellas. Se rompe la gradación en el uso de ambas categorías en el estímulo “silbato» que
obteniendo 401 en riqueza, obtiene 106 en complejidad y en el estímulo disparo con
puntuaciones de 407 y 120 respectivamente. GRÁFICO 24
326 Isidoro Arroyo Almaraz
Silbato 507
24%
Disparo 527
25%
Bebé 534
25%
Pájaros 551
26%
439 444
403 397
»2
— A
445 446
W referenc¡aI ~contextuaI
329
Descripción del proceso
551
527
abiertas ~ cerradas
330 Isidoro Arroyo Almaraz
Al igual que con el sonido muy identificable se observa un mayor equilibrio entre sus
puntuaciones totales, fluctuando en una banda entre el 23% para lavadora y 26% para papel.
GRÁFICO 25
Mayor contribución de los nombres con más del 50% del total de riqueza y en
segundo lugar de los verbos con puntuaciones entre el 20% y el 28%. GRÁFICO 26
Lavadora 543
23%
Tijeras 596
25%
Hojas 612
26%
Papel 620
26%
493 478
469
y, 427
y,-
‘A
y, ‘A
y
y »2
498 482
475
434
~referenc¿aI
~contextuai 1
334 Isidoro Arroyo Almaraz
620 612
596
543
estímulo) son diferentes según la modalidad sensorial de presentación del estímulo y grado
de concreción del mismo. Sin embargo, esas diferencias no son muy amplias. Oscilan entre
una banda que va desde 19% para la puntuación más baja (imagen esquemática de libro)
hasta el 33% para la puntuación que obtiene el valor más alto (palabra concreta águila). Esta
oscilación es mayor cuando el estímulo es una palabra (GRÁFICO 30) que cuando, por el
contrario, el estímulo es una imagen (GRÁFICO 29); y es prácticamente inexistente, cuando
el estímulo es un sonido (GRÁFICO 31). En general se observa en los gráficos 29 y 30 que
las puntuaciones totales varían más cuando los estímulos son palabras concretas o imágenes
de alta iconicidad y esquemáticas figurativas que cuando dichos estímulos son imágenes no
figurativas, palabras abstractas o sonidos.
Libro IAl
Persona ¡Al
Coche ¡Al
Perro ¡Al
Libro 1 EF
Persona ¡EF
Perro ¡EF
Coche ¡EF
Fig 4 ¡NF
Fig 3 ¡NF
Fig 2 ¡NF
Fig 1 ¡NF
o 200 400 600 800
~Iimagen
336 Isidoro Arroyo Almaraz
Cama
Umón
Avión
Aguila
Memoria
Miedo
Ilusión • >l/~k
Dificultad
o 200 400 600 aoo 1 .000
Pájaros
Silbato
Disparo
Bebé
Lavadora
«
Tijeras
Hojas
Papel
O 100 200 300 400 500 600 700
Descripción del proceso
Estos resultados nos permiten interpretar, que las diferencias en el recuerdo de la
imagen mental, son achacables a los elementos que varían dentro de los estímulos,
fundamentalmente su naturaleza: icónica, audioverbal y sonora; su forma: figurativa o no
figurativa y su grado de concreción: concreto o abstracto. Esto explica la mayor variación
entre las puntuaciones de recuerdo de la imagen mental (puntuaciones totales) cuando los
estímulos son imágenes figurativas y palabras concretas.
Se confirma lo que ya han dicho autores como S.M. Kooslyn (1980, 1983, 1986,
1992) o Michel Denis (1984), y que nosotros hemos recogido en el capítulo 2, cuando
afirman que, aunque no existe ninguna imagen mental que contenga tanta información como
el propio estímulo, aquellos estímulos cuya forma sea más rica en rasgos trascendentes (por
ejemplo, en nuestra investigación: alas y pico para el estímulo -palabra concreta- “águila”,
medas para el estímulo -imagen de alta iconicidad- “coche”, etc.), permitirán construir mejor
la imagen mental que aquellos otros, pobres en rasgos trascendentes; como por ejemplo, el
sonido de una lavadora. Además si, cuanto más pequeña es una imagen, resulta más difícil
ver sus partes (Kosslyn, 1992) , también cuánto más evidente es una imagen, por ejemplo
un estimulo icónico figurativo, más fácil resulta ver sus partes. Así pues, se justifica la
gradación de puntuaciones en el recuerdo de imágenes mentales, que aumenta cuando el
estimulo es una imagen de alta iconicidad y va disminuyendo cuando es una imagen
esquemática figurativa, hasta encontrar el valor más bajo en la imagen esquemática no
figurativa.
Existe una ligera diferencia entre los valores de recuerdo de la imagen mental (las
puntuaciones totales), siendo éstas mayores cuando los estímulos son imágenes figurativas
y palabras concretas que cuando son imágenes no figurativas y palabras abstractas. Sin
embargo esta relación se invierte cuando el estímulo es un sonido donde sus puntuaciones
totales son mayores cuando éste es poco identificable que cuando es muy identificable.
Consideramos que los sonidos, que generan imágenes mentales auditivas, engendran
más dificultad para formar una imagen mental, porque los sujetos no pueden producirse a sí
mismo “voces interiores” y no pueden articular los sonidos, por ejemplo, de tijeras, papel,
338 Isidoro Arroyo Almaraz
hojas, etc.(Robert Crowder,1989; Crowder y Pitt, 1991). Sin embargo, segun estos mismos
autores, sí parece que “el oído interior” esté involucrado en esta tarea. Los sujetos, de alguna
manera, pueden escuchar de forma casi perceptiva los sonidos imaginados. Pero no todos los
autores están de acuerdo con esta interpretación. Reisberg, Wilson, Smith (1991) creen que
los sujetos no necesitan producir”voces interiores” para crear imágenes mentales auditivas,
se puede recuperar información de la memoria y usarla para crear una imagen mental
directamente. Nosotros, creemos que los sujetos encuentran menos propiedades
incidentales~ en los sonidos, sin duda por la imposibilidad de obtener una buena imagen
mental auditiva, tal vez debido a la imposibilidad de activar estrategias favorecedoras del
recuerdo, como por ejemplo, crear “voces interiores” o articular con el sonido. Ante la
disminución de propiedades del propio estímulo, el sujeto utiliza su propia información; es
decir, contextualiza más que con cualquier otro estímulo el recuerdo de la imagen mental.
1. coche/1
1. perro/2
1. persona/3
1. libro/4
P. águila/Ilusión
U concreto
Concreto
P. avión/Dificultad
P. limón/Miedo E abstracto
P. cama/Memoria
S. pájaros/Papel
S. bebé/hojas
5. disparo/tijeras
S. silbato/lavadora
0 200 400 600 800 1.000
1. coche/l
1. perro/2
1. persona/3
1. libro/4
U concreto
P. águila/Ilusión
P. avión/Dificultad concreto
P. limón/Miedo E abstracto
P. cama/Memoria
6. pájaros/Papel
S. bebé/hojas
6. disparo/tijeras
S. silbato/lavadora
0 200 400 600 a oc
340 Isidoro Arroyo Almaraz
indistintamente de la naturaleza sensorial del estímulo que las creó, porque describe de forma
más eficaz las características estables de las imágenes construidas én un espacio matricial de
coordenadas que funcionaría, según la metáfora de Kosslyn, “como una pantalla de televisión
en la que pueden activarse una serie de celdillas (...)“.
607 604
710
493
469 478
427
II MI
700
600
500
400
300
200
100
o 1A125 1A126 1A127 1A126 FF3 FF9 FF18 FF24 NFG INFIZ INEI 5 NF2I
800
600
400
II
y
200
600
500
400
300
200
1 00
Son los adjetivos en segundo lugar las palabras más utilizadas para describir imágenes
mentales cuando los estímulos son imágenes figurativas (fotografías y dibujos) y palabras
concretas. Se relacionan bien con el grado de concreción de los estímulos, de tal manera que
cuando los estímulo son imágenes figurativas y palabras concretas la presencia de adjetivos
referenciales es mayor que cuando son imágenes no figurativas y palabras abstractas. Cuando
los estímulos son sonidos su presencia en la reconstrucción de la imagen mental es estable
indistintamente del grado de identificación del sonido.
GRAFICOS 40, 41 Y 42
700
600
500
400
300
200
100
o 1A125 1A126 1A127 1A128 FF3 ¡FF9 IfFlS 1EF24 INF6 INF12 INFIS 1NF21
total rIqusta 548 612 499 494 607 690 510 409 446 421 419 419
total adjetivos 172 981 134 127 215 185 97 123 87 70 64 77
adjetivos oontertusies 10 32 61 29 146 107 61 45 Sl 50 43 41
adjetivo relerenolales 162 149 73 98 69 78 36 70 36 20 21 36
800
600
400
200
total riqueza 718 536 426 414 454 492 425 339
total adjetivos 255 148 lOO 107 67 II 40 24
adjetivos Oofll,ZIuaIei 9 ti 24 44 44 32 14
adjetivo reIe<encislea 244 139 163 73 23 27 16 lO
600
500
400
300
200
100
[ total .dj.tivo. 445 407 401 446 475 490 482 424
total .Oj.ttvo. 45 23 23 56 92 60 61 20
ad)eÚvoe oont.rtuel.a 28 21 28 40 89 58 52 28
adjetivo refe<enoiales 19 2 5 lO 3 2 2 2
Son los verbos en las palabras abstractas y los sonidos, indistintamente que sean muy
o poco identificables, la segunda categoría gramatical utilizada para la evocación escrita de
una imagen mental. Su relación con el grado de concreción es menor que la de los nombres
y adjetivos, siendo apenas perceptible cuando el estímulo es una palabra e inexistente cuando
el estímulo es un sonido o una imagen. GRAFICOS 43, 44 Y 45
700
600
500
400
300
200
100
1Ai25 1A126 iAI27 1A128 FF3 ¡FF9 FF18 iEF24 INFS iNF12 INFIS iNF2I
total <¿quera 546 612 499 494 607 580 StO 409 446 421 4¶6 418
totai verbos 87 74 50 46 66 75 75 49 ~ 68 47 39
vetos oontertuales 26 29 24 12 44 56 32 29 52 Al 41 34
verbos ,eltrer,oiales 41 45 26 34 22 19 43 20 11 7 6 5
800
600
400
200
F
total riqueza 719 536 438 414 454 492 435 339
toteve,bo. 117 112 61 98 135 138 133 ¡ 135
vertoe contextue¡es 43 27 22 18 ¡ 78 82 81
verbos ref«enoldes 74 85 39 57 56
600
500
400
300
200
ico
SMI1 1 SMII4 SMI2O SM123 SPI2
SPIS SPI8 SPII7
tol <¡quera 445 407 40$ 446 475 496 - 482 434
totd verbos 156 10$ 93 122 97 143 121 ¡24
verbos oonteztjules 77 53 46 87 79 133 118 112
verbo. referenoljes 79 52 47 55 18 lO 3 $2
Nosotros hemos añadido los adjetivos cuando los estímulos son imágenes figurativas
y palabras concretas. Creemos que cuando el estímulo ofrece unos índices de figuración
altos, aparecen con más frecuencia imágenes descriptivas con abundancia de adjetivación,
que cuando el estímulo es más pobre en índices. Por ejemplo el estímulo 13, la palabra
limón, produce puntuaciones en adjetivos que superan a las del propio nombre. Resulta más
fácil imaginar el color del limón, su acidez, su redondez, etc. que por el contrario describir
sus características: fruto, cítrico, alimento, etc.
Se confirma que cuando los estímulos son imágenes figurativas o palabras concretas
los sujetos utilizan fundamentalmente información referencial para describir las imágenes
mentales y que por el contrario cuando los estímulos son imágenes no figurativas o palabras
abstractas se apoyan en imágenes contextualizadas. Es decir, cuando los estímulos ofrecen
suficientes índices figurativos los sujetos los utilizan para sus descripciones, pero, por el
contrario, cuando éstos no aparecen, los sujetos de la muestra utilizan su propia información
sin que esto influya de forma notoria en las puntuaciones totales.
algo más altas en información referencial para los estímulos figurativos a puntuaciones más
altas en información contextual para los estímulo no figurativos. Esto demuestra que, cuando
el estímulo ofrece menos índices figurativos, los sujetos contextualizan con información
propia la imagen mental que evocan por escrito. Estos índices, denominados también
“incidentales” en terminología de Jenkins, Neale y Deno (1967), corresponden, tal y como
ya hemos señalado, a aquellos rasgos que permiten a cualquier sujeto discriminar un dibujo
de una palabra o de otro dibujo o fotografía.
Así por ejemplo en el estímulo 27, que corresponde a la fotografía de una persona,
existe una diferencia entre los valores de recuerdo de la imagen mental según el tipo de
información utilizada. Las puntuaciones de información referencial utilizada (351) son myores
que las puntuaciones de información contextual (148). Ese mismo estimulo presentado en un
dibujo muestra una diferencia menor entre sus puntuaciones, aunque sigue siendo la
información referencial utilizada en la evocación de la imagen mental (318) mayor que la de
información contextual (192). Finalmente cuando el estímulo es una imagen no figurativa,
la diferencia entre los dos tipos de información se vuelve a reducir y, por primera vez es
mayor la puntuación de información contextual (297) que la de información referencial (121).
Cuando los estímulos son sonidos, indistintamente que sean muy o poco identificables,
prevalece la información contextual sobre la referencial en el recuerdo de la imagen mental,
lo que sin duda se puede interpretar como una mayor presencia de información del propio
sujeto, que en todo momento interpreta con sus conocimientos previos la infonnación que
recibe. Incluso su participación en la reconstrucción de la imagen mental es mayor cuanto
menos identificable sea el sonido. Es decir cuanto menos claros sean los índices incidentales
que presente el estímulo, habrá una mayor presencia de información contextual.
A grandes rasgos podemos afirmar que cuando los estímulos son imágenes figurativas:
fotografías y dibujos, y palabras concretas tienen un comportamiento equivalente en la
reconstrucción de imágenes mentales que se resume en las siguientes características:
Esta homogeneidad hace que tanto los sonidos, muy o poco identificables, como las
palabras abstractas y las imágenes no figurativas tengan un comportamiento equivalente en
la reconstrucción de la imagen mental, que se resume en las siguientes características:
4-Menos diferencias entre los valores de recuerdo de la imagen mental (puntuaciones totales),
lo que indica una mayor homogeneidad. Es decir menor influencia de los valores intrínsecos
del estímulo y mayor influencia de los conceptos del individuo, lo que hace que las imágenes
sean más guiadas por los conceptos y tamizadas por la capacidad del individuo, lo que
explica la mayor homogeneidad en la presencia de puntuaciones totales.
En primer lugar, analizaremos los resultados de las correlaciones simples entre dos
variables, expresados a través de coeficientes de correlación producto-momento de Pearson
(r) con un grado de significatividad de .0000. Los niveles de significatividad que se
encuentran con más frecuencia en todas las investigaciones son de 0.05, 0.01 ó 0.001 que
indican que la probabilidad de cometer un error, para el primer caso es de 5 entre 100, 1
entre 100 para el segundo o 1 entre 1000 para el tercero. El programa que hemos manejado
“Statgraph¡cs” en la opción de “Correlation Analysis” nos ha ofrecido los datos con un
grado de significatividad de .0000, lo que indica que la probabilidad de cometer un error es
de O entre 1000. Este grado alto de significatividad viene dado por la absoluta igualdad en
la longitud de la muestra para las variables estudiadas (120) y la proximidad numérica entre
los datos manejados.
cuando aumenta una, la otra disminuye... La ausencia de cualquier relación entre variables
se denota por un coeficiente de correlación de 0.00, casi nulo... Existe una relación positiva
perfecta cuando el coeficiente de correlación es igual a + 1.00 y una relación negativa
perfecta cuando el coeficiente de correlación es igual a -1.00.
Segundo, indican la magnitud de la relación: alta, moderada o baja. En la práctica, una r
de 0.8 o más se considera un coeficiente alto, una r de aproximadamente 0.5 se considera
moderada, y una r de 0.3 o menos se considera un coeficiente bajo”66
CORRELACIONES - ENTRE
- CORRELACIONES.. ENTRE
estímulos: coche, perro, persona y libro. Se puede observar que las correlaciones son más
altas entre los valores de riqueza y de información referencial, que entre los de riqueza e
información contextual o complejidad. En la página siguiente presentamos las correlaciones
entre los valores de riqueza de imagen mental y complejidad. Por último presentamos el
mismo esquema con puntuaciones de Análisis de Regresión Múltiple. Este modelo se aplica
al resto de los grupos de estímulos: imágenes esquemáticas y no figurativas, palabras
concretas y abstractas y sonidos muy y poco identificables.
En segundo lugar, desde la página 371 hasta la página 377, correlacionamos los
valores totales de recuerdo de la imagen mental (puntuaciones totales) de cada modalidad
sensorial con sus respectivos grupos de estímulos. Por ejemplo, el valor total de recuerdo
obtenido en todas las descripciones de imágenes mentales, cuando el estímulo era una
fotografía, un dibujo o una forma inductora, con cada una de las puntuaciones totales de cada
grupo de estímulos.
En tercer lugar, desde la página 377 hasta la página 386, relacionamos con
correlaciones simple y análisis de regresión múltiple, los valores de recuerdo de la imagen
mental de cada grupo de estímulos con sus valores de riqueza, complejidad o imagen total.
En cuarto lugar, desde la página 387 hasta la página 389, correlacionamos las
puntuaciones totales de todos los grupos de estímulos entre sí.
Una vez aclarados los procedimientos de lectura, pasamos a presentar los datos de las
correlaciones. Siendo:
Descripción del proceso
1.1.1. Entre valores de RIQUEZA de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
1 n •~%~V~$~ %%:
44~<4 ~ %~~g~4~ji
1 n g#~<
nat.t.á *,o
~t» zz~w ~
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4<fl.
1.2.1. Entre los valores de RIQUEZA de los estímulos y sus valores en información
referencial, contextual y complejidad.
U ~4 ~‘ ~ . .
1
~vd~t:&’»~¿ t~p 4
t~ 2 ••..
2.1. 1 .Entre valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
0% 4
1~+’~VX=~Y~- ~ ~U**$/ ~3%fl~ ‘~“~~~*»
2.2. 1.Entre los valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad.
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- - ~< ~.
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‘*~* ~ t«~4 &4 «~
3.1. 1 .Entre valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
REFERENCIAL
3.2. 1.Entre los valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad.
REFERENCIAL
oo.~..44~<.4.k~•,•+
.4~4.4~4 ~ — *.. :. ~ ; 1+ ~~u ~
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o 1 * ~~~ o~oo*.**.*4:*2~~»*~~t4~~
CONTEXTUAL .6124 .5161 j .6051 1 .7105
4.1. 1 .Entre valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
REFERENCIAL
T>cT’’9 ‘ 8<0~
~~ 1
~
4.2.1 .Entre los valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad
REFERENCIAL
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.4,.:. ~ *~O~O.».V.4<*V9:4> 8«.o> x4..~*~s$.s~4$\
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5.1.1. Entre valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
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CONTEXTUAL
-1 .6486 .6541 .7031 .7427
REFERENCIAL
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5.2. 1.Entre los valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad.
REFERENCIAL
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6. 1.CORRELACIONES SIMPLES
6. 1.1. Entre valores de riqueza de los estimulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
.0 >Q< 45 O « ‘ ~< 4
8 4* c>¿ «4*iw’6~4
REFERENCIAL
6.2. 1 .Entre los valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad.
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o.> ~ << * c <e0< >~O> ~ ko.54%~sj Z<O~.~8~\i~le i..,v.svOs.
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REFERENCIAL
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7. 1.CORRELACIONES SIMPLES
7. 1.1. Entre valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial
contextual y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
REFERENCIAL
7.2.1. Entre los valores de riqueza de los estímulos y sus valores en información referencial,
contextual y complejidad.
REFERENCIAL
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1.1. 1. Entre valores de puntuaciones totales de un grupo de estímulos y sus valores en riqueza
y complejidad, con un nivel de significatividad de .0000
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1.2.1 .Entre valores de puntuaciones totales de los estímulos y sus valores en riqueza y
complejidad
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2.2.1 .Entre valores de puntuaciones totales de los estímulos y sus valores en riqueza y
complejidad
3.1.1 .Entre valores de puntuaciones totales de los estímulos y sus valores en riqueza y
complejidad, con un nivel de signifkatividad de .OOOO
COMPLEJIDAD
1.1.1 .Entre valores de puntuación total, obtenida por la suma de todas las puntuaciones
totales de todas las imágenes y sus valores por grupos: IAI, IEF e INF en riqueza,
complejidad, y puntuación total de riqueza+complejidad, con un nivel de signifkatividad de
.oooo
Isidoro Arroyo Almaraz
1.2.1.Entre valores de puntuación total, obtenida por la suma de todas las puntuaciones
totales de todas las imágenes y sus valores por grupos: IAI, IEF e INF en riqueza,
complejidad, y puntuación total de riqueza+complejidad.
2.1.1.Entre valores de puntuación total, obtenida por la suma de todas las puntuaciones
totales de todas las palabras: Total PC+ Total PA y sus valores por grupos: PC Y PA en
riqueza, complejidad, y puntuación total de riqueza+complejidad, con un nivel de
significatividad de .OOOO
Descripción del proceso 381
I RIQUEZA
I
.9161
I
.8758
I
3.1.1.Entre valores de puntuación total, obtenida por la suma de todas las puntuaciones
totales de todas los sonidos: Total SMI+ Total SPI y sus valores por grupos: SMI Y SPI en
riqueza, complejidad, y puntuación total de riqueza+complejidad, con un nivel de
significatividad de .OOOO
Isidoro Arroyo Almaraz
A diferencia del análisis de correlaciones, las regresiones nos indican que existe una
mayor proporción de presencia de información referencial en el total de riqueza ante la
presencia de información contextual y de complejidad. Luego se relaciona mejor la
información referencia! con la riqueza en presencia de la información contextual. Es decir
la mayor correlación una a una entre riqueza y tipos de información a favor de la contextual
se ve reducida por el aumento de la referencial en presencia de la contextual.
Descripción del proceso 403
3. Imágenes no figurativas
4. Palabras concretas
5. Palabras abstractas
5. 1.CORRELACIONES SIMPLES
De la lectura de los datos se desprende que existe una correlación positiva en grado
alta cuando la información es contextual, en grado bajo cuando la información es referencial
y en grado moderado cuando se trata del valor de complejidad.
Las puntuaciones de riqueza correlacionan, en todos los casos, con las de complejidad
en una magnitud entre moderada y alta. Estos resultados son más homogéneos cuando los
estímulos son sonidos que cuando son palabras o imágenes.
Los datos del análisis de regresión múltiple confirman los de las correlaciones
simples.
2.2.3. Correlaciones entre puntuaciones totales de valores de imágenes mentales, con sus
correspondientes totales por grupos de estímulos en sus valores de: riqueza, complejidad
y puntuación total (riqueza + complejidad).
408 Isidoro Arroyo Almaraz
La imagen total de cada grupo también correlaciona en grado alto con la puntuación
total de todos los grupos de cada tipo de estímulo. Todas las puntuaciones se mueven en una
escala que va de .7581 como correlación más baja para I.E.F. (imagen esquemática
figurativa) hasta .9309 como correlación más alta para S.P.I.(sonidos poco identificable)
Todos los grupos de estímulos correlacionan positivamente con los otros grupos de
su mismo tipo de estímulo, por ejemplo I.A.I. (imagen de alta iconicidad) con I.E.F.
(imagen esquemática figurativa) e 1. N. F. (imagen no figurativa). Y lo hacen con una magnitud
moderada, tanto en las puntuaciones del valor de riqueza como en las de complejidad o
Descripción del proceso 409
No obstante se puede señalar que entre las imágenes, las fotográficas (I.A.I.)
correlacionan un poco mejor con los dibujos (I.E.F.) que con la líneas inductoras (I.N.F.),
tanto las puntuaciones de riqueza como las de complejidad y las puntuaciones totales para
cada grupo de estímulos.
Entre las palabras, las concretas (P.C.) correlacionan mejor con las abstractas (P.A.)
en las puntuaciones de riqueza y las totales por grupo que en las de complejidad.
Entre los sonidos, los muy identificables (S.M.I.) correlacionan mejor con los poco
identificables (S.P.I.) en riqueza y puntuación total que en los valores de complejidad.
2.2.4. Correlaciones entre los totales de cada grupo de estímulos con los totales de resto
de los grupos.
Al analizar los datos de las correlaciones hemos destacado el grupo con el que
correlaciona con puntuaciones más altas y el grupo con el que correlaciona con puntuaciones
más bajas.
- =
+ + + - + - + - + - +-
RIQIJE- ISP SMI PC PA SF1 PA ¡EF [Al SMI ¡NF SP! IAL ¡NF IAl
ZA
COM. [EF PC SMI PC SP! IAl SF1 IAl ISP PC ¡EF ¡Al !NF IAL
PLEJ 1-
DAD
TOTA- ISP SMI PC PA SPI PA SMI IAl SMI ¡NF PC [Al ¡NF IAl
LES
De estos datos se comprueba que las puntuaciones en riqueza son equivalentes a las
puntuaciones totales y que las puntuaciones en complejidad son distintas a las anteriores,
confirmando ]o ya dicho anteriormente. Algunos datos son concluyentes, mostrado los grados
más altos de correlación tanto en riqueza como en complejidad o puntuaciones totales, como
por ejemplo que IAl se correlaciona positivamente con puntuaciones mayores con IEF e INF
con SPI. También que PC con quien menos se correlaciona positivamente es con IAl.
Es sin duda SPI el grupo más regular, coincidiendo sus puntuaciones de riqueza, de
complejidad y sus totales.
a) Las imágenes de alta iconicidad, se relacionan mejor con las imágenes esquemáticas, y
peor, con los sonidos poco identificables.
b) Las imágenes esquemáticas, mejor con las palabras concretas, y peor, con las palabras
abstractas.
c) Las imágenes no figurativas, mejor con los sonidos poco identificables, y peor, con las
palabras abstractas.
d) Las palabras concretas, sólo se correlacionan con las imágenes de alta iconicidad y lo
hacen en grado bajo.
e) Las palabras abstractas, mejor con los sonidos muy identificables, y peor, con las
imágenes no figurativas.
f) Los sonidos poco identificables, mejor con las imágenes no figurativas ,y peor, con las
imágenes de alta iconicidad.
(1)nombre
(2)verbo
(3)adverbio
(4)adjetivo
(5)pronombres personales
2.Para cada categoría gramatical
a. referencial
b contextual
.
(1)variable dependiente
(a)nombre
(b)adjetivo
(c)verbo
(d)adverbio
Descripción del proceso 413
(e)pronombre personal
(Opreposiciones
(g)conjunciones
(h)total de riqueza
(i)total de complejidad
(2)variable independiente
(a)resto de nombres
(b)resto de adjetivos
(c)resto de verbos
(d)resto de adverbios
(e)resto de pronombres personales
(Oresto de preposiciones
(g)resto de conjunciones
(h)resto de totales de riqueza
(i)resto de totales de complejidad
En todos los casos, excepto con los sonidos poco identificables, las correlaciones son
entre moderadas y altas y las diferencias entre nombre y adjetivo amplias.
En las palabras concretas: águila y avión correlaciona más que el adjetivo; y en las
palabras concretas limón y cama el adjetivo más que el nombre. En las palabras abstractas:
dificultad y miedo es el adjetivo y en las palabras abstractas: ilusión y memoria lo es el
nombre.
En todos los casos, excepto con la palabra limón las correlaciones son bajas y las
diferencias muy reducidas.
En todos los casos, excepto con las palabras abstractas cuyas correlaciones son bajas
y las diferencias escasas, las correlaciones son entre moderadas y altas y las diferencias entre
nombre y adjetivo con respecto a riqueza contextual son amplias.
En todos los casos las correlaciones son bajas y las diferencias muy reducidas.
Cuando el estímulo es una palabra,en todos los casos se relaciona mejor el verbo con
el nombre, indistintamente de que sea referencial o contextual que con el adjetivo. Las únicas
excepciones corresponden a los estímulos águila y cama. El primero tienen una correlación
ligeramente más alta para el adjetivo referencia! y el segundo para el adjetivo contextual.
adjetivos de información referencia!. Es decir son imágenes que describen más rasgos
diferenciales del estímulo.
Todos estos datos nos sugieren que los sujetos utilizan una estrategia diferente a las
anteriores en el recuerdo de sus imágenes mentales. Los sujetos construyen sus imágenes
mentales guiados por sus representaciones mentales, pero con un fuerte apoyo de información
referencia] con ]a realidad, puesto que e] estímulo sigue siendo figurativo.
En todos los casos en que hemos utilizado estímulos icónicos, existe una correlación
negativa entre la información referencia] y la contextual, de tal manera que a medida que
crece la influencia de una frente a la riqueza de la imagen mental, disminuye la de la otra.
Esta tendencia se incrementa con la pérdida de índices figurativos en el estímulo, de tal
manera que, cuando e] estímulo es una imagen de alta iconicidad, la correlación negativa es
baja, aumenta, aunque sigue siendo baja, cuando es una imagen esquemática figurativa y es
moderada cuando es una imagen no figurativa. Esto nos permite interpretar que, cuando las
418 Isidoro Arroyo Almaraz
influencias del estímulo son escasas o nulas en la construcción de la imagen mental, el sujeto
tiende a salirse de los límites del estímulo y construir su propia representación bajo la
influencia de sus experiencias y expectativas. No obstante sigue utilizando información
referencial, mayor cuando el estímulo aporta rasgos figurativos y menor cuando no los
aporta. Cuando las influencias del estímulo son altas, el sujeto las utiliza fundamentalmente
en la reconstrucción de la imagen mental, aunque también incorpora, en menor medida,
elementos de su propia experiencia.
Estos datos se pueden interpretar siguiendo el modelo que señalan Reisberg, Wilson
y Smith (1991) que indica la existencia de una “voz interior” que permite al sujeto crear una
imagen mental auditiva y acomodarla a la demanda de la tarea. Las palabras abstractas oídas,
Descripción del proceso 419
generan más dificultad que las concretas para trasladar el signo en significado. Así pues, las
propias palabras abstractas, se deben transformar, en primer lugar, en representaciones
fonológicas (oído léxico) y sólo en segundo lugar, en representaciones semánticas (oído
interno) gracias a la contextualización. Al contextualizar, el sujeto reduce el universo de
significados a un solo objeto y éste le aparta del estímulo original que lo suscitó, aunque
mantiene relaciones referenciales con el mismo.
Las correlaciones entre complejidad y riqueza de imagen mental son moderadas y las
correlaciones entre información referencial y contextual, aunque siguen siendo inversas, se
reduce su magnitud, siendo en ambos casos bajas.
Estos datos significan que el sujeto se guía, para evocar la imagen mental, por un
modelo de representación propio creado en el momento de la audición, pero que a diferencia
de las imágenes mentales auditivas creadas por las palabras, los sujetos no pueden utilizar
una voz interior, porque no se pueden articular los sonidos de un disparo, pájaros, silbato.
lavadora, etc. Sin embargo, tal y como señalan Robert Crowder (1989) y Crowder y P~t
(1991) si parece que el oído interior está involucrado, es decir aunque los sujetos no pue
reproducir con su voz interior el sonido, si pueden, de algún modo escucharlo. Reisberg,
Wilson y Smith (1991> hablan de la capacidad de idear sonidos y la equiparan a la capacidad
que todo sujeto tiene para imaginarse, por ejemplo, levantar un coche, porque pueden
imaginar los procesos y los músculos que intervienen en la tarea. Nosotros creemos que de
la misma manera nuestro sujetos han construido la imagen mental de los sonidos presentados.
De tal manera que cuando, por ejemplo, han escuchado el trino de un pájaro, se han
imaginado a un pájaro en la rama de un árbol frente a una carretera emitiendo el sonido. Es
decir ha descrito el proceso que interviene en la tarea.
420 Isidoro Arroyo Almaraz
Los datos del análisis de correlaciones demuestran que, tanto la riqueza como la
complejidad de la imagen mental correlacionan en alto grado con las puntuaciones del valor
de recuerdo de la imagen mental. Lo que significa que a medida que el estimulo produce
imágenes metales con mayor valor de recuerdo, los valores de riqueza y complejidad de la
misma se incrementan. De forma casi perfecta en el caso de la riqueza y menor en el de la
complejidad de la imagen mental. El valor de recuerdo de una imagen mental se apoya
fundamentalmente en sus valores de riqueza y en menor medida en sus valores de
complejidad.
En definitiva, el valor de una imagen mental se reafirma una vez más en lo que
dijimos anteriormente. Viene determinado en mayor medida por su riqueza que por su
complejidad, aunque ésta también aumenta a medida que aumenta la riqueza.
la imagen no figurativa y que, ésta lo hace mejor con la esquemática figurativa, que con la
imagen de alta iconicidad.
Los datos obtenidos por el análisis de regresión múltiple confirma los de las
correlaciones simples.
2.3.4. Interpretación de las correlaciones entre los totales de cada grupo de estímulos
con los totales del restos de los grupos
En tercer lugar, los sonidos correlacionan mejor con las palabras que con las
imágenes, tanto en análisis de correlación simple como en análisis de regresión múltiple. En
definitiva, los estímulos de la misma modalidad sensitiva (auditivos), cuando se relacionan
puntuaciones totales por modalidad sensitiva, se relacionan mejor entre si que con estímulos
de otra modalidad. Los sonidos, en ambas modalidades de presentación, puntúan y
correlacionan con las palabras abstractas lo que refuerza la relación total entre palabras y
sonidos.
Se confirman los datos que se representan en los gráficos 34, 35 y 36. El nombre es
la categoría gramatical que mejor soporta el peso de la imagen mental, especialmente cuando
el estimulo es una imagen o un sonido .Cuando estos estímulos son bajos en índices
incidentales, utilizan el verbo como segunda categoría más usada, lo que indica que se
apoyan más en imágenes funcionales que en imágenes descriptivas. Es decir, nos imaginamos
con más frecuencia un coche circulando, cuando este se nos presenta en una imagen.
Cuando, por el contrario se nos proporciona en palabras nos transporta a universos más
estáticos y llenos de riqueza descriptiva. Así el mismo coche aparecena con cualidades:
color, potencia, velocidad, etc.
Cuando el estímulo es una palabra alterna su dominancia con los adjetivos, al ser
estos más utilizados que en cualquier otro estímulo, dado su buen comportamiento en la
424 Isidoro Arroyo Almaraz
escala de concreción. Es decir cuando la imagen evoca el recuerdo producido por una
palabra, ésta por la teoría del doble código suministra, asociada a su valor semántico, las
imágenes que muestran al objeto produciéndose una mayor riqueza descriptiva llena de
matices, dependientes de la experiencia del sujeto con el objeto.
3. ANÁLISIS DE LA VARIANZA
3.1.1.1. Sexo
One—Nay Analysis of Variance
Data: IMAGEN
Labels:
Analysis of variance
Source of variation Sus of Squares d.f. Mean square F—ratio Sig. level
Labeis:
Analysis of variante
Source of variation Sum of Squares d.f. Mean square F—ratio Sig. laval
Dita: SONIDO
Labe Is:
Analysis of variante
Source of vaníation Sul of Squares d.f. Mean square F—ratio Sig. laval
Labels:
Analysis of variance
Source of variation Sua of Squaras d.f. Mean squara F—ratio Mg. laval
Dita: PALABRA
Labeis:
Analysis of variance
Sourca of variation Sum of Squaras d.f. Mean squara F—ratio Sig. laval
Date: SONIDO
Labels:
Analysis of variante
Source of variation Sus of Squares d.f. Mean square F—ratio Sig. level
Sotasen groups 1352.495 1 1552.4947 7.995 .0055
Nithin groups 19666.830 118 166.6681
3.1.1.3. Rendimiento
EN MATEMATICAS
Date: IMAGEN
Labeis:
Analysis of veriance
Sauna of variation Buí of Squares d.f. Mean aquara E—ratio Sig. leve)
Date: PALABRA
Labe ls:
Meens plot: Conf. bit. Conf idonco laval: 95 haga tasI: LSD
Analysis of variance
Sourco of variation Su. of Squares d.f. Mean squara F—ratio Sig. laval
Date: SONIDO
LabeIs:
Analysis of varianca
Saurca of variation Sus of Squares d.f. Mean square F-ratio Sig. laval
EN LENGUAJE
Date: IMAGEN
Labeis:
Maans plot: Conf. mt. Conf idence laval: 95 Ranga tast: LSD
Anelysis of variance
Sourca of variation Sum of Squares d.f. Mean squara F-ratio Sig. laval
Date: PALABRA
Labels:
Analysis of veriance
Sourca of variation Sum of Squeres d.f. Mean squara F—ratío Sig. laval
Date: SONIDO
Labeis:
Analysis of variance
Sourca of variation Sum of Squeres d.f. Maan squera F—ratio Sig. laval
Sourca of variation Sum of Squares d.f. Mean square F—ratio Sig. level
MAIN EFFECTS
A:VIVEZA 1110.5260 1 1170.5260 5.925 .0500
8:SEXO 912.6550 1 912.6550 5.059 .0850
C:RENDIMIE.MATEMATIC 1195.1079 1 1195.1079 4.006 .0477
D:RENDIMIE.LEDIGUAJE 6.2657 1 6.2657 .021 .8866
Saurce of variation Su. of Squaras d.f. Mean square f—ratio Sig. laval
NAlN ErFECIS
A:VIVEZA 1174.4844 1 1174.4844 6.834 .0100
8:SEXO 516.8189 1 516.8189 1.849 .1166
C:REDIDIHIE.MATEMATIC 243.4279 1 243.4279 1.421 .2358
D:RENOIMIE.LENGIJAJE 155.7165 1 153.7163 .897 .3557
Source of variation Su. of Squares d.f. Meen squara F—ratio Sig. laval
nALN UUCYS
A:VIVEZA 1227.3084 1 1221.3084 7.776 .0062
8:SEXO 988.0962 1 988.0962 6.260 .0158
C:RUOIAIE.flATEflATIC 292.6493 1 292.6493 1.854 .1760
D:RENDINIE.LENGUAJE 15.5899 1 13.3899 .085 .1145
Source of variation Sum of Squares d.f. Mean square F—ratio Sig. laval
NALN EFFECTS
A:VIVEZA VARONES 3712.1756 1 3112.1756 15.899 .0002
8:REDIOIVAR.MATEMATIC 125.7171 1 123.7771 .530 .4773
C:RENDIVAR.LENGUAJE 508.0412 1 508.0412 2.176 .1458
Source of variation Sum of Squares d.f. Mean square F-ratio Sig. laval
MAIN £FFECTS
A:VIVEZA EN VARONES 2557.0571 1 2551.0571 15.579 .0002
B:RENDIVAR.MATEMATIC 81.7123 1 81.7123 .498 .4909
C:RENDIVAR.LENGUAJE 614.9280 1 614.9280 3.746 .0580
Source of variation Sua of Squares d.f. Mean square f—ratio Sig. laval
MAIN EFFECTS
A:VIVEZA EN VARONES 1228.2920 1 1228.2920 8.985 .0041
8:RENOIVAR.NATEMATIC 25.0571 1 25.0371 .185 .6749
C:RENOIVAR.LENGUAJE 525.0640 1 525.0640 2.377 .1288
Sourca of variation Su. of Squaras d.f. Mean sguare F—ratio Sig. laval
NAlN EFFECTS
A:VIVEZA EN MUJERES 219.6913 1 219.6913 .718 .4093
8:RENDIHEM.MATEMATIC 2574.5803 1 2374.3805 7.764 .0073
C:RENDIHEM.LENGUAJE 801.4050 1 801.4050 2.621 .1111
Sourca of variation Su. of Squaras d.f. Mean square F-ratio Sig. laval
MMDI EFFECTS
A:VIVEZA EN MUJERES 12.46010 1 12.46070 .083 .7178
B:REDIOIHEM.MATEMATIC 769.64624 1 769.64624 5.106 .0278
C:RENDINEM.LENGUAJE 217.36029 1 217.36029 1.442 .2349
Sourca of variation Sum of Squaras d.f. Mean squara P-ratio Sig. laval
MAIN EFFECTS
A:VIVEZA EM MUJERES 156.09157 1 156.09157 .905 .3562
8:RENDINEM.MATEMATIC 694.55187 1 694.35187 4.016 .0499
C:RENDIHEN.LENGUAJE 296.55525 1 296.55525 1.715 .1956
3.2.1.1. sexo
Calculadas las medias a favor de los dos niveles: varones y hembras, los resultados
obtenidos en una Tabla de Significativos revelan que la varianza es más fiable para las
hembras con una media de 39,11% que para los varones con una media de 33,73%. Los
niveles de error standard e internos son muy próximos.
3.2.1.3. Rendimiento
EN MATEMÁTICAS
EN LENGUAJE
Cuando el estímulo es una palabra, tan sólo la viveza explica parte de la varianza con
un nivel de significatividad de 0,01 y una F de 6,85 =6,84.
Cuando los sujetos son varones, la viveza con que la imagen mental aparece, tanto
para imágenes, palabras como para sonidos, es el único factor que explica parte de la
varianza de sus puntuaciones.
439
Descripción del proceso
Cuando los sujetos son mujeres, el rendimiento en matemáticas tanto para imágenes,
palabras y sonidos es el único factor que explica parte de la varianza de sus puntuaciones.
0,04 =0,05 y su F de 4,01 = 4,02 a 1-55 en las tablas frente al 1-56 de g.l.
En primer lugar, esta investigación se almea con aquellas otras investigaciones como
las de Francisco García García, 1994 y Campos y Pérez, 1988 y 1989 en España que no
encuentran diferencias significativas a favor de ningún sexo en la capacidad para formar
imágenes mentales. Tan sólo cuando el estimulo es un sonido, y a través de un análisis de
la varianza con un solo factor se aprecia una ligera diferencia a favor del sexo femenino en
un 39,11% frente a los varones con un 33,73%. Sin embargo cuando la puntuación E se
obtiene a través de una ANOVA de múltiples factores, el sexo roza el límite de la aceptación
como explicación de la varianza de la puntuación total obtenida en recuerdo de imágenes
mentales y desaparece cuando se relaciona puntuaciones totales en estímulos sonoros con la
mitad femenina de la muestra.
naturaleza de los estímulos sonoros. Sin embargo sólo aparece como predictor en los
varones. Es decir cuando la muestra se presenta con la mitad masculina, las puntuaciones de
viveza son el único factor que indistintamente de la naturalez~ del estímulo explica parte de
la varianza en las puntuaciones totales obtenidas en las imágenes mentales.
El rendimiento tan sólo afecta al de matemáticas para estímulos icónicos con el total
de la muestra y para todas las modalidades de estímulos para la presentación femenina de la
muestra y al audioverbal para estímulos audioverbales. Sin embargo no debemos considerarlo
como un buen predictor de éxito escolar en matemáticas para las hembras o en general para
el lenguaje, porque la mayoría de las puntuaciones son PA que son por otra parte el
porcentaje mayor de explicación de la varianza.
Descripción del proceso 441
IV. CONCLUSIONES
La explicación más plausible para este fenómeno es considerar que, al participar más
la información descriptiva del propio sujeto, el recuerdo se comporta más regularmente
siguiendo reglas gramaticales o de pragmática textual. Este mismo comportamiento se
produce incluso dentro de los estímulos icónicos y audioverbales. Cuando éstos son no
figurativos o abstractos; entonces, los cómputos entre diferentes estímulos, se mantienen más
equilibrados.
Estas conclusiones nos acercan a la crítica que Marschack y Hunt (1989) formularon
frente a la Teoría del Doble Código (Paivio, 1971) al considerar que las palabras concretas
al tener más índices de discriminación producen búsquedas más precisas y efectivas. En
nuestra investigación se puede observar que cuando los estímulos disponen de más índices
de discriminación, bien por su grado de figuración, bien por su grado de concreción, se
producen puntuaciones totales diferentes atribuibles a la mayor presencia o ausencia de
índices. Por ejemplo las imágenes figurativas de perro o de coche suscitan por su
cotidianeidad más elementos de discriminación que las imágenes del libro. Donde
encontramos mayor diferencias, aproximadamente de 12 puntos, son entre las palabras
concretas águila y cama. La palabra águila obtiene un total 33% de la respuesta total a
palabras concretas frente a cama que tan solo obtiene un 21%.
Isidoro Arroyo Almaraz
6-Uso del adjetivo en segundo lugar como categoría que más soporta el peso del
recuerdo de la imagen después del nombre
2-Mayor puntuación en riqueza en los sonidos poco identificables frente a los muy
identificables.
3-Uso del verbo como segunda categoría más usada, después del nombre,
indistintamente del nivel de identificación del sonido.
Sin embargo, sí confirma los hallazgos de Chambers y Reisberg (1985) para quienes
tanto las imágenes mentales auditivas (entendemos audioverbales) como las visuales son fijas
ya que permiten subvocalizar, luego permiten que opere el doble código; mientras que las
que ellos denominan “imágenes auditivas puras” ( en nuestro experimento las sonoras), es
decir aquellas ambiguas que no podemos subvocalizar, marcarían diferencias en la
reconstrucción del estímulo. Sin embargo, no hemos encontrado que las imágenes auditivas
tengan propiedades peculiares, tal y como lo señalan Daniel keisberg, David A. Baxter, J.
446 Isidoro Arroyo Almaraz
David Smith y Marcia Sonenshine (1989). Solo un individuo de toda la muestra, utilizó
onomatopeyas para describir las imágenes mentales auditivas (sonidos). El resto de los
sujetos, las asimilaron a las visuales. El uso de esta estrategia viene justificado porque las
imágenes auditivas sonoras no permiten vocalizar el estímulo y, por tanto, los sujetos deben
recodificarlas en visuales para poder ser descritas (Lieury y Choukroun 4985).
2-Mayores puntuaciones obtenidas por los sonidos poco identificables que por los
sonidos muy identificables.
Es decir, cuando la riqueza de una imagen mental está determinada por los conceptos
y por las experiencias del sujeto, caso que ocurre cuando el estímulo es: una imagen no
figurativas, una palabras abstracta, un sonidos muy identificables o un sonido poco
identificable, no existen, en primer lugar, diferencias significativas en los niveles de riqueza
Descripción del proceso 447
de la imagen mental, según sea esta más o menos concreta, figurativa o identificables y, en
segundo lugar, cuando existen diferencias lo pueden hacer indistintamente a favor de
cualquier tipo de estímulos, no siendo afectado el nivel de riqueza del recuerdo por las reglas
de la concreción que establecen que ésta es mayor cuando las palabras, las imágenes o los
sonidos son concretos, figurativos o identificables que cuando son abstractos, no figurativos
o no identificables.
Por otra parte este dato confirma el comportamiento cuasiperceptivo de las imágenes
mentales al utilizar un procedimiento equivalente al de la comprensión, producción y
adquisición del lenguaje, que explica la mayor presencia de palabras de clase abierta, por su
mayor accesibilidad, frecuencia de uso, momento de la recuperación en la oración y mayor
relevancia fonética y semántica. Sabemos por García Albea y Sánchez Casas (1986, 90 y
siguientes) que “las d<ferencias que se dan en el reconocimiento visual de palabras de clase
abierta y de clase cerrada, respecto a la frecuencia de uso (...) dichos efectos se dan
únicamente en el reconocimiento de palabras de clase abierta(...). Las palabras de clase
abierta podrían estar ordenadas de cara a su accesibilidad, según la frecuencia de uso,
mientras que esta variable no desempeñaría unafunción relevante en la recuperación de las
palabras de clase cerrada (véase Bradley y (Jarret, 1980) (...) Laspalabras de clase abierta
y de clase cerrada desempeñan funciones computacionales c4ferentes en los procesos de
construcción de la oración (...) y que (...) son recuperadas en momentos d(ferentes del
proceso de construcción de la oración. Lasformas de clase cerrada serían identificadas a
través de los procesos que seleccionan los marcos estructurales de la oración (...) lasformas
de clase abierta serían recuperadas y elaboradas independientemente del medio de la frase
donde después van a ser integradas <1..). Es bien conocido que la aparición de vocabulario
de clase cerrada es más tardío que el de clase abierta (...) menor relevancia fonética (no
tienen sílabas acentuadas) y semántica <poseen una carga informativa menor) (...)
Experimentos en el campo de la comprensión muestran que a una edad temprana, los niños
448 Isidoro Arroyo Almaraz
Finalmente también podemo~ concluir que a medida que las imágenes mentales se
hacen más ricas, también, aunque en menor medida, se hacen más complejas, sin que
hayamos podido establecer ninguna regla de comportamiento.
En nuestra investigación todas las informaciones son descriptivas, puesto que el sujeto
describe su imagen mental, no obstante una parte de esa descripción se apoya en datos
perceptivos suministrados por el recuerdo del estímulo (información referencial) y otra en
datos conceptuales suministrados por la experiencia del sujeto (infonnación contextual).
Esta consideración nos transporta a la idea ya sugerida por Michel Denis (1984) de
que las palabras referidas a estados afectivos, a personajes ficticios, denominaciones
genéricas, etc también tienen un alto valor de evocación de imágenes que se apoya en
factores contextuales y de atención.
450 Isidoro Arroyo Almaraz
palabras abstractas (PA) con quien peor se relacionan es con las imágenes no figurativas
(INF).
De todas estas observaciones podemos concluir que las leyes de concreción sólo son
aplicables dentro de la misma modalidad de estímulos. De tal manera, que sólo encontramos
correlaciones entre imágenes figurativas y no figurativas, entre palabras concretas y
abstractas y entre sonidos muy y poco identificables. El que una palabra sea concreta y este
grado de concreción le atribuya unas propiedades, no significa que esas propiedades se
apliquen ante estímulos con un grado de concreción equivalente: imágenes figurativas o
sonidos identificables, pero con una modalidad distinta. De nuevo es la modalidad sensorial
la que establece la diferencia en el recuerdo de la imagen mental.
3-Las puntuaciones totales de recuerdo de cada estímulo se relacionan bien con las
de riqueza, siendo sus correlaciones equivalentes. En cuanto a las modalidades sensoriales,
la más regular corresponde a los sonidos poco identificables con un comportamiento en
correlaciones equivalente, indistintamente que midamos puntuaciones totales, riqueza total
o complejidad.
Podemos concluir de nuevo que cuando los estímulos ofrecen pocos índices figurativos
o éstos son ambiguos, las imágenes se comportan más regularmente que cuando los estímulos
ofrecen suficientes rasgos discriminatorios.
El nombre es en todos los casos la categoría gramatical que más soporta el peso de
la imagen mental, confirmándose las investigaciones de Yuille y Holyoak (1974). Cuando
el estímulo es audioverbal (palabra) se altema en algunos casos con el adjetivo, siendo esta
452 Isidoro Arroyo Almaraz
La diferencia se establece cuando tenemos que describir la imagen mental que nos
suscitan ambos estímulos. En el primer caso hablaremos de sus características: pico, alas,
color,etc. y en el segundo, a pesar de reciclar la imagen auditiva en visual, la estrategia más
común utilizada consiste en describir el sonido (trino) a partir del proceso que lo genera. Por
ejemplo un pájaro y el contexto que generalmente remite al sujeto a una escena en la que
experimentó ese conocimiento. Por ejemplo pájaro enjaulado que tina, pájaro en una rama
del parque que trina, etc.
Se confirma la teoría del doble código (Paivio, 1971) que establece mejores indices
de recuperación para las imágenes que para las palabras y dentro de éstas mejores para las
palabras concretas que para las abstractas. Entendemos que la imagen mental está mejor
recuperada cuantos más adjetivos la expliquen o la especifiquen.
454 Isidoro Arroyo Almaraz
Calculadas las puntuaciones medias de todos los grupos de estímulos, se aprecia una
ligera diferencia en las puntuaciones de riqueza de imagen mental, atribuible a la modalidad
de presentación. Las puntuaciones de riqueza son más alias, en primer lugar, para las
imágenes (496); en segundo lugar, para las palabras (478); y en tercer lugar, para los sonidos
(448).
II 1.1.: Si el estímulo es una imagen, la riqueza del recuerdo será mayor que si
es una palabra.
H 1.2.: Si el estímulo es una palabra, la riqueza del recuerdo será mayor que si
es un sonido.
Se confirma esta hipótesis, tanto cuando utilizamos las puntuaciones medias de todos
los estímulos de cada grupo sensorial, donde las palabras (478) puntúan más alto que los
sonidos (448), como cuando utilizamos las puntuaciones medias de los estímulos altos en la
escala de concreción, donde las palabras concretas (526) puntúan más alto que los sonidos
muy identificables (424).
H 2: Existen diferentes tipos de procesamiento para las imágenes mentales según sean
auditivas o visuales.
Existe un tipo de procesamiento para las imágenes mentales auditivas sonoras distinto
del procesamiento para las imágenes mentales visuales, pero sólo para las figurativas. En
definitiva la diferencia en el procesamiento se debe por una parte, cuando el estímulo es una
imagen o una palabra, al grado de figuración o concreción de la misma; y por otra parte,
cuando el estímulo es un sonido, a su naturaleza sensorial.
Sin embargo, no todas las investigaciones recientes coinciden en sus resultados. Existe
otra línea de investigación que han relacionado las imágenes mentales auditivas con las
imágenes mentales visuales, encontrando bien un comportamiento equivalente Loftur R.
Gissurarson (1992), bien una superioridad en el recuerdo en las auditivas frente a las
visuales Jennifer Stillman y Tiffany Kemp.
de información dominante, dependen del nivel de figuración del estímulo. Cuando el estímulo
es figurativo, las puntuaciones son más altas y la información dominante es la referencial,
cuando el estimulo es no figurativo, las puntuaciones son ligeramente más bajas y la
información dominante es la contextual.
Se confirma esta hipótesis. Las imágenes mentales sugeridas por los sonidos,
indistintamente de cual sea su nivel de identificación, son reconstruidas de una forma
homogénea que se caracteriza por: el uso proporcional de las mismas categorías gramaticales,
principalmente el nombre y, en segundo lugar, el verbo; por el aso del mismo tipo de
información dominante, la información contextual, ligeramente superior sobre la información
referencial.
Se confirma esta hipótesis. A medida que aumenta el recuerdo de una imagen mental,
aumentan su niveles de riqueza y de complejidad. Sin embargo la correlación entre riqueza
y puntuación total es casi perfecta (por encima de .9700), mientras que la de complejidad es
moderada. Luego, cuanto mayor sea la puntuación del recuerdo, la imagen mental será más
rica en rasgos diferenciales y su descripción será más compleja sintácticamente, aunque esta
complejidad sintactica no aumentará en la misma proporción en que aumenta su valor de
riqueza.
Se confirma esta hipótesis cuando los estímulos son imágenes o palabras y no se confinna
cuando son sonidos.
Cuando los estímulos son palabras concretas o imágenes figurativas, las puntuaciones
en riqueza y complejidad de imagen mental son superiores que cuando son imágenes no
figurativas o palabras abstractas.
Cuando los estímulos son sonidos muy identificables, las puntuaciones en riqueza y
complejidad de imagen mental son menores que cuando los estímulos son sonidos poco
identificables.
En definitiva, se confirma la Teoría del Doble Código (Paivio, 1971), que establece
superioridad en el recuerdo de las fotografías y los dibujos sobre las palabras y los sonidos.
imagen de alta iconicidad (I.A.I.) que cuando es una palabra concreta (P.C.), y ésta, a su
vez, es mayor que cuando es un sonido muy identificable (S.M.Ij.
Se confirma esta hipótesis para todas las puntuaciones de riqueza en todos los
estímulos, excepto en la imagen esquemática de libro, cuyas puntuaciones de riqueza están
por debajo de las obtenidas por las de algunas imágenes no figurativas. Y también se
confirma esta hipótesis con todas las puntuaciones de complejidad para las imágenes de alta
iconicidad; pero, por el contrario, no se confirman para las puntuaciones de las imágenes
esquemáticas figurativas, que son inferiores en complejidad a las de las imágenes no
figurativas, excepto para el estímulo persona.
No se confirma esta hipótesis, siendo todas las puntuaciones de riqueza de los sonidos
poco identificables superiores sobre las de los sonidos muy identificables, excepto en el
estímulo lavadora. Y todas las puntuaciones de complejidad, de los sonidos poco
identificables, superiores sobre las de los sonidos muy identificables.
Se confirma esta hipótesis en todos los estímulos cuando las imágenes son figurativas:
de alta iconicidad (fotografías) y esquemáticas (dibujos), excepto en el dibujo de coche donde
son ligeramente superiores las informaciones contextuales (306) que las informaciones
referenciales (301).
Se confirma este hipótesis en todos los estímulos cuando las imágenes son no
figurativas.
Se confinna esta hipótesis en todos los estímulos cuando las palabras son concretas.
Se confirma esta hipótesis en todos los estímulos cuando las palabras son abstractas.
11 6: Puesto que existe una capacidad diferente en cada sujeto para crear imágenes
mentales; esperamos que:
Descripción del proceso 465
11.6.3.: Existirá una relación entre la capacidad para formar imágenes mentales,
obtenida a partir de las puntuaciones en viveza de imagen (V.V.I.Q de Marks, 1973) y
los resultados académicos en las áreas de Lengua y Matemáticas.
466 Isidoro Arroyo Almaraz
Y. IIIPÓTESIS PLAUSIBLES
Los resultados de esta investigación han ido tomando interpretación propia a medida
que los diferentes estadísticos, reiterativamente, iban confirmando unas hipótesis y
rechazando otras. Aunque el primer enfoque epistemológico partía de la Teoría del Doble
Código (Paivio, 1971), el propio diseño de la investigación y los resultados obtenidos, nos
han ido acercando cada vez más a las hipótesis de Índices Incidentales Jenldns, Neale y
Deno (1967) y de Indices Discriminatorios Marschack y Hunt (1989). Es decir, partíamos
de la importancia de las diferencias en el procesamiento de información y nos hemos
refugiado en la importancia de las diferencias en la presentación de los estímulos.
Así que valdría la pena plantear una nueva investigación, que como la desarrollada
por Matthew J. Sharps y Han L. Price (1991); que por una parte, utilizara los mismos
estímulos en diferentes modalidades, cambiando los estimulo audioverbales (palabras
habladas) por estímulos verbales (palabras escritas) y añadiera la presencia tísica del propio
objeto y así comprobar, controlando los grados de indices discriminatorios; por un lado, el
aumento o disminución del recuerdo, según la mayor o menor presencia de estos índices y,
por otro lado, los diferentes niveles de recuerdo y tipo de información usada según la
modalidad sensorial del estímulo.
Y por otra parte tuviera una muestra mayor, y si fuera posible de diferentes niveles
sociales, con el fm de comprobar si elementos de la paidocenosis influyen en las estrategias
de formación y recuperación de imágenes mentales. Es decir, comprobar ,hasta que punto,
los niveles sociales y económicos de procedencia de los sujetos son una variable que incide
en la estrategia usada en la utilización de imágenes mentales.
468 Isidoro Arroyo Almaraz
Por último, seña interesante relacionar todos estos hallazgos con estudios de uso e
impacto de medios audiovisuales, de tal manera que cruzando los datos de capacidad,
estrategia y hábitos nos encontráramos con algún perfil de sujeto o situación de uso de
imágenes mentales en presencia de los medios audiovisuales.
Pues bien, sería conveniente plantear alguna investigación, como ya lo hiciera el Grupo
Alborán (1986) al estudiar los ideogramas para verificar la Teoría del Doble Código, que
comprobara el rendimiento mnemótico en la tarea de aprendizaje a partir del uso de
estrategias ideovisuales: cuadros sinópticos o diagramas de estudio (E. Pallarés, A.
Howe...), mapas de conceptos (Novak), diagramas de flujo (E.Geva). En definitiva
comprobar que se confirma lo que afirman Eloy Manos y Gloria García (1993, 78):
todo puede mejorarse si añadimos a la organización verbal una estructuración icónica 4..)”
VI. APLICACIONES
6.1. En la Enseñanza
Cuando se trata de la enseñanza de los idiomas, los métodos que recurren a imágenes
mentales facilitan el aprendizaje porque inducen a los sujetos a procesar una información
específica en palabras, a través de asociar una palabra de la lengua nativa del estudiante con
otra del idioma que se está aprendiendo, a partir de su similitud en la pronunciación. De tal
forma que el sonido de la palabra extranjera se asocia a una palabra en la lengua nativa que
evoca una imagen de un objeto que luego sirve para recuperar la palabra aprendida.
transíation be heavily dependent on tite presence of tite noan context”71. Sin embargo
cuando se ha pretendido utilizar sólo adjetivos o verbos la eficacia del método ha descendido
(Levin, Morrison, McGivern, Mastroppieri y Scruggs (1986)72.
Nick Ellis y Alan Beaton (1993, 549) tambiéndemuestran que las técnicas “keyword
method” son eficaces para el aprendizaje de lenguas extranjeras, aunque ellos afirman que
las estrategias de repetición son superiores. Sin embargo la combinación de ambas optimizan
el aprendizaje frente a los resultados alcanzados por separado por cada una de estas
estrategias. Una vez más se confirma que cuando se utilizan verbos el rendimiento desciende
frente al uso de nombres.
Nuestra investigación también prueba que son los nombres las palabras que mejor
sustentan las imágenes mentales y que sólo a partir de éstos, cuando el estímulo procede de
un sonido, son en segundo lugar los verbos y en tercero los adjetivos las palabras que
permiten evocar la imagen mental. Los resultados de nuestra investigación animan a
continuar aplicando las estrategias de “Keyword Method” en la enseñanza de lenguas
extranjeras.
Alborán” (La ideogramación y los talleres abiertos en EGB y EE.MM, 1986), E.Geva
( Mejora de la comprensión lectora mediante diagramas de flujo,1985), El Grupo
Figal74(EI comentario de texto literario y audiovisual, 1993)
Esta investigación aporta muchos datos sobre cómo influyen los estímulos en la
evocación de una imagen mental. Estos datos deberían servir para crear pruebas que
permitieran saber si un texto audiovisual está construido con los elementos icónicos, verbales
y sonoros adecuados para suscitar la suficientes imágenes mentales que facilitaran el recuerdo
del producto.
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INDICE
23.LAVADOR LAVADORA 1 0 0 0 0 0 0
ANDANDO BAJO LA LLUVIA 26,45 39,67 6 19,3 26,45 26,45 0
DEPURADORA O 0 O 13,22 O O
LAVANDOSE LAS MANOS 0 0 13,22 0 1 5,22 0
PIS O O O 0 13,22 0
LLUVIA O 0 0 0 15,22 0
GOLPES 0 0 0 13,22 0 0
ORDERAR O O O O 13,22~ O
BEBIENDO AGUA 0 2 6,45 0 1 3,22 0 0
PERRO 0 0 0 13,22 0 0
AGUA 13,22 0 0 0 0 0
BARCO O 0 0 0 0 13,22 0
COMER 00 13,22 0 0 0 0
LIMPIAR LA CALLE 1 3,22 0 0 0 0 0
INVESTIGACIÓN PRELIMINAR SOBRE SONIDOS
5~A 95 O O 11 8 0 19 9 10
5QB 95 O O 12 8 1 21 11 10
4QA 95 o 4 9 1 0 14 1 7
4gB 95 0 14 II O 0 25 12 13
4gA 96 1 12 2 O 0 22 11 11
4gB 96 1 28 O 1 23 12 11
TOTALES 2 58 45 IB 1 124 62 62
ANALISIS DE LA MUESTRA
O O 11 8 0 19 9 10
SgA 95
5gB 95 O O 12 8 0 20 11 9
o 4 9 1 0 14 1 7
4gA 95
4gB 95 O 14 11 O O 25 12 13
4gA 96 o 12 2 O O 14 10 10
4gB 96 o 28 O o O 28 11 11
TOTALES 0 58 45 11 0 120 60 60
PROTOCOLO 1
Apellidos y nombre
Edad Sexo (con todas las letras)..
Curso
Centro...
GRADO DE SEGURIDAD
SONIDO ¿gui ES?
muy bastan segu poco nada
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O Es una oveja
GRADO DE SEGURIDAD
SONIDO ¿QUÉ ES?
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1 GRADO DE SEGURIDAD
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3
Protocolo Prueba de Respuesta Libre
Apellidos y nombre
Edad Sexo (con todas la letras> Curso
Centro
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2. PALABRA
2 SONIDO
3 IMAGEN
4 PALABRA
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N0 SOPORTE DESCRIPCION
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10 PALABRA
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12 IMAGEN
13 PALABRA
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23 SONIDO
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26 IMAGEN
27 IMAGEN
28 IMAGEN
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