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Quintero Rivera Sobre La Salsa
Quintero Rivera Sobre La Salsa
Quintero Rivera Sobre La Salsa
A finales de la década de 1970, cuando todos hubieran pensado que había sido
totalmente olvidada en el mundo popular del Caribe, el más importante compositor de la
salsa, que no es un músico profesional, sino un empleado de correos mulato -Catalino
“Tite” Curet Alonso- le dedicó una canción, que muy pronto llegó a los más altos
escalafones del hit parade, a la gran bailarina de ballet de comienzos de siglo Isadora
Duncan.
1
Fragmentos de la composición según cantada por Celia Cruz en el LP colectivo de los Fania All Stars,
Crossover, Nueva York: Columbia 36109, 1979.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 282
dicha sonoridad en unas estructuras que puedan definirla como género, me he inclinado a
lo largo de este libro a referirme a la salsa, más bien como un movimiento musical; un
movimiento heterogéneo que se ha caracterizado más por unas prácticas musicales, que
por sus contenidos específicos. Por ello, analizo la salsa, más que como un género, como
una “manera de hacer música”.
Existen muchas versiones diferentes sobre cómo se originó el término salsa.
Cuando lo más significativo, a mi juicio, es por qué fue ese el término que perduró. La
salsa en la gastronomía es una combinación de ingredientes que se trabaja al fuego para
añadir sabor. Y, precisamente, la característica inicial central de esa práctica musical que
vino a identificarse con ese término, es su énfasis en las combinaciones. Los discos
previos a este movimiento, generalmente identificaban en su carátula las distintas
canciones por sus géneros. Las grabaciones de salsa rara vez lo hacen, en gran medida,
porque comúnmente cada composición incorpora diversos géneros amalgamados: fue
pionera (entre otras músicas) de lo que hoy se valora como fusión.
Como examinamos en el segundo capítulo, es significativo que las combinaciones
en la salsa no se dirigen a, o intentan, la formación de nuevas estructuras o tipos. Sus
compositores y músicos se mueven libre y espontáneamente entre diversos géneros
tradicionales de acuerdo a la sonoridad que quieran producir para el sentimiento o
mensaje que intentan comunicar. Cada composición salsera puede representar, por tanto,
una combinación inédita, y cada disco, una reunión de diversas salsas. La riqueza de sus
combinaciones radica, precisamente, en su indeterminación, en las brechas que abre a las
posibilidades de creatividad. Es, pues, una música abierta; abierta a la expresión de la
libertad y la espontaneidad, a través de las cuales se manifiesta la heterogeneidad.
La libre combinación de formas aparece en la salsa de diversas maneras. Una es a
través del desarrollo en la polirritmia característica de la música afrocaribeña. La
polirritmia refiere a la conformación de un patrón rítmico a base de la combinación
simultánea de distintos ritmos. Lo interesante en muchas composiciones de salsa, que
marca su carácter de combinación de formas, es que esa polirritmia se establece con la
integración de ritmos identificados previamente con diversos géneros. La canción “Noche
criolla” del LP Criollo de Willie Colón nos provee ilustraciones muy sugestivas. La
2
2
RCA Int., IL7-7334, 1984.
3
Todos los ejemplos de este capítulo fueron trabajados por Luis Manuel Álvarez. En los ejemplos
referentes a la música afroamericana preferimos la notación de 16 pulsaciones, que considera Álvarez más
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 284
Paralelamente los trombones, en forma dramática, interpretan una frase melódica que se
convertirá en la melodía del coro. Ésta sigue claramente el ritmo de una de las variantes
de bomba, la principal tradición musical puertorriqueña legada por su pasado esclavista.
U se Word 6.0c or l ater to
Pero, el uso del ritmo de bomba a nivel melódico (y no percusivo) parte -como vimos en
el capítulo 3- del aguinaldo, uno de los dos géneros fundamentales de la música del
campesinado libre. En el aguinaldo el ritmo melódico lo hace un instrumento nativo tipo
laúd de cinco cuerdas dobles llamado cuatro. La tímbrica del trombón, aún siendo un
instrumento melódico, semeja no obstante más al tambor que al cuatro. Con el uso
rítmico a nivel melódico, pero con una tímbrica grave, Willie Colón integra ambas
tradiciones, aunque estableciendo la bomba como la predominante.
La línea melódica que interpreta el cantante solista (en este caso, el propio Willie
Colón) sigue una forma rítmica que combina un primer segmento tipo habanera, que se
conoce en el folklore puertorriqueño como el “café-con-pan” con un segundo segmento
de dos pares de corcheas simples:
apropiada para esa tradición. Aunque para facilitar su lectura y posible reutilización, presentamos algunos
ejemplos también en los metros más convencionales de la tradición europea.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 285
que evocan el repique del bongó en la guaracha o del pandero repicador en la plena. La
combinación de un verso octosílabo seguido por un dodecasílabo en compases de tiempo
equivalentes, producen la sensación de una clave cruzada a la predominante 3-2 de la
cual hablaremos en breve. La percusión del bongó y el güiro de ranura ancha en “Noche
Criolla” siguen, además, un ritmo de repique tipo guaracha que juega con esos
contrapuntos.
Estos diversos ritmos identificados con particulares géneros -en este caso samba,
son (o ritmo tumbao), bomba, aguinaldo, plena y guaracha- pueden ser combinados
integradamente sin mayor dificultad (aunque sí con gran creatividad libertaria) por
pertenecer a una misma amplia familia rítmica, que el compañero etnomusicólogo que ha
trabajado conmigo estos ejemplos -Luis Manuel Álvarez- señala que podríamos
denominar “afro-árabe”. El sistema rítmico de la música de tradición europea
4
(generalmente denominada “occidental”) está basado en the grouping of equal beats into
two’s and three’s with a regularly recurrent accent on the first beat of each group. La 5
sencillo de los timbres o instrumentos -los palitos (claves)- o, en su ausencia, las palmas
de las manos. Los etnomusicólogos africanistas denominan estos “metros” irregulares
como time-lines. La más común entre las claves que sirven como metros en el Caribe es
el denominado clave 3-2:
U se Wo rd 6 .0c o r l a te r to
vi ew Ma ci ntosh p i ctu re .
introducción de unos cuatro compases que por sus armonías disonantes en rítmica
afrocaribeña producen una sonoridad que ha venido a identificarse como jazz latino. La
polirritmia de esos compases es básicamente guarachera, marcada por el repique del
bongó. El piano abre la secuencia melódica-armónica jazzera con la clave del ritmo de
samba, una de cuyas células rítmicas es también común a una de las variantes de bomba.
6
Vaya, JMVS-95 serie 0798, 1980
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U se Wo rd 6 .0c or l ater to
El bajo, que sigue el ritmo de tumbao, rompe la clave de samba, dividiendo claramente
en dos tiempos el patrón tipo samba de 6, siguiendo la tradición de “binarización” de la
música afrocaribeña. La percusión, junto con el bajo, rompen el ritmo de samba del
7
segunda célula.
Estos primeros ocho compases jazzeados, es decir, identificados como sonoridad
contemporánea, son seguidos de la presentación de un motivo de la más tradicional
música campesina: el aguinaldo. Sin embargo, no produce una sonoridad “tradicional”,
pues el motivo es también de nueva creación. Combina simultáneamente elementos de
distintos tipos de aguinaldos tradicionales: sigue el motivo rítmico del aguinaldo
cagüeño en la secuencia armónica del aguinaldo mayagüezano, es decir, en su relativo
mayor.
Lamentación campesina
U se Wo rd 6.0 c or l ate r to
Luego de la presentación de este motivo, empieza la canción en tono menor con ocho
compases en un estilo moruno que recuerda a la rumba flamenca. Esta sección concluye
con otra cita melódica de la música campesina, en este caso, un seis, en tono mayor, que
sirve para introducir una transición de cuatro compases donde se sigue básicamente la
melodía anterior pero en tono mayor. Esta transición a su vez concluye con la misma cita
de seis anterior pero transformada a tono menor. Comienza entonces un coro, que se
repetirá a lo largo de la canción, con la estructura rítmica que antes señalé para la danza,
el bolero, la plena y la guaracha, (y que sigue también el güiro en los aguinaldos)
compuesto de dos células rítmicas que alternan el ritmo de habanera con la cadencia de
cuatro corcheas simples. Por el tempo y la instrumentación (que recuerda a la Orquesta de
César Concepción, conjunto musical que en los años cuarenta y cincuenta llevó la plena a
7
Véase de Rolando Pérez Fernández, La binarización de los ritmos ternarios africanos en América Latina,
La Habana: Casa de las Américas, 1987.
8
Detalles en el capítulo 3.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 288
vi ew Macinto sh pi cture .
sección importante de la canción se establece sobre la base armónica del más popular de
los aguinaldos tradicionales de Puerto Rico, “Si me dan pasteles”, que se presenta,
además, a nivel melódico con importantes citas en el trombón y luego en los coros:
Es a través de esta segunda forma musical que la letra desarrolla el símbolo ya de manera
explícita y la actitud popular de lucha contra el tiburón es constantemente fomentada con
el estribillo:
El aguinaldo junto con el seis, son las formas tradicionales principales de la música
campesina puertorriqueña, y es todavía hoy el tipo de música sobre la cual se basan
fundamentalmente las canciones de Navidad. Se identifica con los valores navideños de
generosidad y genuina amistad comunitaria. Es fuertemente asociado en Puerto Rico con
lo criollo. Se identifica con los valores culturales populares tradicionales, que proveen en
esta canción un sólido trasfondo histórico a la nueva letra militante que expone la visión
de un nuevo futuro. La canción termina con la frase: ¡Y luego a trabajar en la
reconstrucción!!, frase popularizada por los sandinistas nicaragüenses en el momento de
mayor entusiasmo internacional por las aperturas revolucionarias que su lucha
representaba.
La libre combinación de formas, pues, no es arbitraria, sino generalmente
significativa. Es uno de los más importantes recursos a través de los cuales la libertad y la
espontaneidad se muestran inherentes a la estructura de la sonoridad salsera. Un segundo
10
elemento que quisiera abordar es la importancia que la salsa otorga al soneo, y las nuevas
formas que ha ido asumiendo. Independientemente del género musical principal que se
adopte en la amalgama combinatoria, la mayoría de las composiciones de salsa siguen la
fórmula de canción-soneo del son y la guaracha, donde una pequeña sección de canción
introduce el tema central que es seguido por una larga sección de improvisación bajo la
fórmula de llamada y respuesta, donde el cantante solista improvisa sobre un tema (o
varios) que recuerda el coro a través de uno o varios estribillos constantes. Uno de los
más importantes atributos de un cantante de salsa, tan importante como su voz y
afinación, es su habilidad para sonear. Y, de hecho, al más importante cantante
puertorriqueño de música “tropical” -Ismael Rivera- se le apodaba el Sonero mayor.
La salsa incorpora soneos en todo tipo de forma musical (hasta en boleros). En
los casos de composiciones que se mueven entre diferentes formas, muchas veces se
10
O más ampliamente, de la expresión musical “tropical” contemporánea. Aparece también con cierta
frecuencia en otros movimientos musicales de la misma época, como la Nueva trova.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 291
introduce un doble soneo (uno en cada forma). “Tiburón”, por ejemplo, que examinamos
recién, lleva una pequeña sección de soneo en la rumba introductoria, además del largo
soneo que constituye toda la segunda parte, caracterizada por el armazón armónico del
aguinaldo. Veamos
Primer soneo:
coro solista
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, que buscas en la arena.
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, lo tuyo es mar afuera.
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, tiburón, el canto de sirena.
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, serpiente marinera.
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, ¡ay, tu nunca te llenas!
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, ¡cuida’o con la ballena!
Tiburón, ¿qué buscas en la orilla?
Tiburón, ¡Respeta mi bandera!
(Interludio instrumental).
Segundo soneo:
melodía del coro en trombones. ¡Palo pa’ que aprenda
que aquí sí hay honor.
melodía del coro en trombones. Pa’ que vea que en el Caribe
no se duerme el camarón.
Si lo ves que viene, ¡palo al tiburón! ¡Vamo’ a darle duro,
sin vacilación!
Si lo ves que viene, ¡palo al tiburón! En la unión está la fuerza
y nuestra salvación.
Si lo ves que viene, ¡palo al tiburón! ¡Que bonita bandera,
que bonita bandera!
Si lo ves que viene, ¡palo al tiburón! Si lo tuyo es mar afuera,
¡que haces aquí, so ladrón!
Si lo ves que viene, ¡palo al tiburón! ¡Hay que dar la cara
y darla con valor!
Si lo ves que viene, ¡palo al tiburón! pa’ que no se coma
a nuestra hermana El Salvador.
improvisación en el medio del coro. Otras veces realizan lo que en el argot de la música
popular se conoce como “pisar el coro”, que significa comenzar el soneo antes de que el
coro hubiera terminado de cantar su estribillo. Y en otros momentos el sonero establece
silencios en su improvisación para producir frases más cortas. Con estos recursos se
generan, muy creativamente, enormes variaciones métricas, recuperando para la lírica
una antigua tradición vocal africana, pero otorgándole a esta tradición amplia versatilidad
expresiva. Podría encontrarse alguna presencia de estos recursos (y otros que
11
verso del estribillo del coro termina con anto y el segundo con ía. El sonero utiliza ambas
rimas, pero también las terminaciones con oce, ón y á. Veamos (el coro está señalado en
negritas; un asterisco —*— indica cuándo entra el sonero a improvisar; dos —**—
cuándo el sonero indenta una frase en medio del coro; f.i. identifica la frase indentada, el
paréntesis v indica variante en la rima y la x cuando el verso no representa rima
identificable):
Rima Métrica
Mamita b(v2) 3
mira b(v2) 2
tú que la conoces c 6 22
11
Luis Manuel Álvarez, African Heritage of Puerto Rican Folk-music: Poetic Structure, ms Universidad
de Indiana, 1979, contrasta la métrica más estructurada o fija de la tradición versificadora popular española,
con la métrica variada del cantar africano. Agradezco a Álvarez la posibilidad de examinar y citar de este
manuscrito inédito.
12
Arreglo de Javier Vázquez, según cantada y soneada por Ismael Rivera en su LP Esto sí es lo mío, San
Juan: Tico, LPS 99.024, serie 0698, 1978.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 293
dile que yo d 4
lo que quiero es que goce... c 7
Otro ejemplo del mismo LP, en este caso de rima básica con el primer verso del
estribillo del coro, es el soneo de Ismael Rivera en la extraordinaria canción de Tite Curet
Alonso “Las caras lindas de mi gente negra”, hermosa y dulce impugnación a la estética
dominante. En una sociedad marcada por la herencia de la esclavitud, esta indirecta
impugnación a una estética racista representa una manifestación también de contracultura
democrática, mientras simultáneamente, la forma de su soneo re-enfatiza el valor de la
libertad y la espontaneidad. En cuatro estrofas sucesivas aparecen cuatro distintos tipos
de métrica y de rima.
Rima Métrica
Que lindas. a 3
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 294
Rima Métrica
13
Se refiere a una calle del barrio popular urbano de Santurce, sector de la capital de Puerto Rico, donde
Ismael Rivera vivió la mayor parte de su vida. (Detalles sobre su significación social en el capítulo 2).
14
Grabada con arreglo de Joe Caín, en el LP de Ismael Rivera, Oro, SJ: Tico, JMTS 1433, serie 0698,
1979.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 295
15
La referencia es al gran percusionista cubano, Patato Valdés.
16
El musicólogo veracruzano Rafael Figueroa Hernández realizó investigaciones sobre Ismael Rivera en
las cuales enfatiza la importancia musical del soneo. El escrito que produzca enriquecerá, sin dudas, los
señalamientos que aquí exponemos. Algunos argumentos fueron adelantados en monografía Ismael Rivera:
el sonero mayor, San Juan: ICP, 1993.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 296
difusión en la historia de la salsa-, ilustra otro tipo de innovaciones. Las frases melódicas
tanto del coro como del solista son en ocasiones sustituidas por el conjunto musical,
principalmente la línea de trombones, lo que es característico de muchas de las
interpretaciones de Willie Colón (director musical de Siembra) y que vimos antes en el
soneo de “Tiburón”. En esta forma se enriquece musicalmente el soneo con variaciones
en los timbres, logrando una mayor y diferente integración entre la letra y la música.
El coro en esta composición es sencillamente su título -Ojos- y Blades muestra
una enorme creatividad en la versatilidad con que lo integra a su soneo. En ocasiones
construye la frase utilizando al coro como su inicio y en otras lo integra a su juego de
frases (o versos) posteriormente. En momentos repite el coro al comenzar su frase,
respetando el espacio entre coro y coro, y en otras lo repite pisando al coro, a pesar de ser
tan corto. Rara vez lo pisa o repite al unísono, desarrollando contrapuntos que enriquecen
la rítmica.
En su soneo de “Ojos”, Rubén Blades utiliza doce distintos tipos de rima. Su
versatilidad métrica es muy interesante y distinta a los ejemplos de Ismael Rivera citados.
Se establece, quizá por lo corto del coro, en “racimos” de frases (en clusters, para usar un
útil anglicismo) y se desarrollan relaciones entre los distintos “racimos” que producen
juegos rítmicos que combinan la flexibilidad de la tradición vocal africana con esa mayor
estructuración de la lírica campesina de tradición española. Por ejemplo, el soneo rompe
con cuatro versos de siete sílabas que son seguidos por cuatro de cinco; utilizando luego
“racimos” (unos más cortos -2- y otros más largos -8-) de versos octosílabos,
endecasílabos, etcétera. Se encuentran también en su soneo espontáneas combinaciones
ingeniosas, como las siguientes: un verso de cinco sílabas y otro de ocho, que suman
trece, seguidos por uno de seis y otro de siete, que suman trece también, y ambos
conjuntos de frases precedidas por dos endecasílabos que sumados al coro suman también
el mismo metro; o el racimo de los últimos seis versos que son todos octosílabos
precedidos por otro conjunto de ocho hexasílabos, teniendo ambos, pues, cuarenta y
ocho. Estas combinaciones producen extraordinarios efectos rítmicos de variedad
“estructurada”. Veamos el soneo:
Rima Métrica
Ojos a 2
de jóvenes y viejos b 7
Ojos a
de todos la'os del mundo c 7
17
Nueva York: Fania, JM 00-537, serie 0798, 1978.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 297
Ojos a
de todos los colores x 7
Ojos a
del reino vagabundo. c 7
Ojo*s a
Ojos que ríen d 5
Ojos que lloran e 5
Ojos que piden d 5
Ojos que imploran e 5
Oj*os a
Ojos que están llenos de esperanzas. f 10
Ojos a
dando gritos de ¡hasta cuando! g 8
Oj*os a
que dicen la calle está dura x 9
Ojos del pobre esperando g 8
Ojos a
Ojos de aquel que se aleja x 8
y espera su libertad h 8 16
Ojos a
Ojos de América Latina i 9
Ojos llenos de verdad. h 7 16
(Descarga musical)
Ojo*s a 2
friendo los pollos en las esquinas i 11
virando papeles en la oficina i 11 26
O*jos a 2
Ojos dichosos a 5
como el ojo 'e la vecina i 8 13
Ojo*s a
como los del ciego b 6
que miran más por dentro b(v2) 7 13
Ojos* a
Ojos de bautizos, en entierros, b 11
llenos de sentimiento. b 7
Ojo*s a
A ver, ahé j 5
yo vine pa' mirar x 7 12
Ojos a
Ahé, ahé j 5
yo vine aquí pa' ver j 7 12
Ojos de ladrones k 6
Ojos de señoras x 6
y ojos de señores. k 6
Ojos a
Son los ojos de mi pueblo b(v2) 8
Ojos a
viendo cómo echar pa' lante l 8
Oj*os a
Esos ojos de estudiantes l 8
que el cielo los bendiga i 8 48
Ojos a
el futuro 'e nuestra raza x 8
y de América Latina. i 8
de más de dos minutos de soneo ininterrumpido, que es ya una proeza, donde Santa Rosa
ensaya con una enorme variedad de métricas y rimas, el público entusiasmado se
incorpora a la sonoridad llevando la clave con las palmas de las manos. Ello estimula al
sonero a seguir, y manifestando grandes dotes de espontaneidad libertaria se mantiene
soneando de corrido por más de cinco minutos. La extensión de ese soneo grabado en
vivo hace imposible reproducirlo aquí, pero quería llamar la atención sobre ese ejemplo
por si pudieran intentar escucharlo luego de la lectura.
Sí quisiera reproducir algunas estrofas de otro soneo más moderado en extensión,
de una de las primeras canciones que fue llevando a Santa Rosa al estrellato, porque
también su letra evidencia manifestaciones de la importancia otorgada a la cultura
democrática en el difícil contexto de la industria del espectáculo. Me refiero a la canción
de Charlie Donato, “Cantante de cartel” incluida en el primer LP de Santa Rosa como
solista.
19
Rima Métrica
Lo que quiere es a 4
que yo sea cantante, b 6
un cantante b 4
de cartel. c 4
Lo que quiere es a 4
que yo sea cantante, b 6
un cantante b 4
de cartel. c 4
Lo que quiere es a 4
que yo sea cantante, b 6
un cantante b 4
de cartel. c 4
Lo que quiere es a 4
que yo sea cantante, b 6
un cantante b 4
de cartel. c 4
Lo que quiere es a 4
que yo sea cantante, a 6
un cantante b 4
de cartel. c 4
Después de ese enorme despliegue de métricas y rimas manteniendo, sin embargo, como
hace Blades, unas interesantes constantes estructurales, la canción establece un segundo
soneo, innovando con un tipo de soneo invertido; es decir, con el estilo antifonal el solista
hace la llamada y el coro la respuesta en lugar de viceversa:
Rima Métrica
Un cantante de cartel c 8
Un cantante de cartel c 8
Rima Métrica
Que te quiero, c 4
que te adoro, d 4
que te añoro, d 4
sin ti yo me siento c 6
solo d 2
y cuando no estás de noche x 8
¡buhrr! me asusto. b 4
Pla-a-a-cer a 4
de tener a 4
todo tu ser, a 5
da gusto b 3
¡qué gusto! b 3
también en los géneros que “arregla” (aunque no necesariamente del conjunto al cual está
dirigida la composición). Finalmente, ambos -compositor y arreglista- siguen unas
tradiciones de composición en esta músicas “mulatas” que permiten y estimulan la
participación activa y libre de los distintos músicos a través de la improvisación, sobre
todo -aunque no exclusivamente- en las descargas. Las descargas constituyen los
momentos más expresivos del desenfreno de improvisación y de la comunicación de los
músicos participantes con el compositor y el arreglista. La sonoridad resultante no es la
obra de un creador, sino una creación en conjunto, manifestando valores democráticos
participativos.
Por otro lado, las improvisaciones de cada músico no son tampoco meras
expresiones individuales de virtuosismo y creatividad, pues además de improvisar a base
de lo que el compositor y el arreglista han querido expresar, se elabora el virtuosismo en
entrejuego con la improvisación de los instrumentistas que le han precedido en la
descarga. Las improvisaciones no son, pues, manifestaciones individuales, sino
expresiones de individualidad en una labor de conjunto. La improvisación, puede
aparecer espontáneamente en cualquier momento a lo largo de la composición. pero es
significativo que en las mejores salsas, como en el jazz, se destinen secciones de la
composición específicamente para la manifestación virtuosista de la improvisación de
diversos instrumentistas en cadena. En estas descargas se hace evidente que su
improvisación es relación comunicativa, expresión de reciprocidad, donde la
individualidad se constituye, no en términos de lo que busca o lo que recibe, sino de lo
que ofrece, de lo que da. Las individualidades no se diluyen en la colectividad, pero
tienen sentido sólo en términos de ésta, lo que es ilustrativo del tipo de concepción
democrática que en dicha práctica se intenta adelantar.
La comunicación a través de la cual se elabora la sonoridad resultante en la
“mulata” música “latina” no se da únicamente entre los que producen la música (el
compositor, el arreglista y los músicos), sino también entre éstos y los que la “utilizan” o
“consumen”: los llamados receptores. La comunicación “el público” (llevando la clave,
coreando y sobre todo bailando) es muy importante para el desarrollo espontáneo de las
ornamentaciones y la improvisación, pues los músicos responden a esas que llaman
“vibraciones” en torno a lo que están tocando y, en ese sentido, puede decirse que, de
cierta manera, se quiebra la división tajante entre productores y “consumidores” en la
elaboración de las sonoridades, con la visión de una más abierta y democrática
participación. La concepción de la composición como unidad predeterminada -expresión
de un creador- se quiebra ante la incorporación constante de improvisaciones libertarias
que responden a una visión que valora una amplia y espontánea reciprocidad
comunicativa.
Un gran aporte de la modernidad “occidental” a la organización humana de los
sonidos fue el desarrollo de una música polivocal (de muchas voces diversas) conformada
por una gran heterogeneidad de agentes sonoros o familias de instrumentos. Este
desarrollo fue acompañado, no obstante, como explicamos en el capítulo introductorio,
por una clara jerarquización de los instrumentos. En esa extraordinaria institución
polivocal de “occidente” que es la orquesta sinfónica, por ejemplo, está establecido que
sea el primer violín (el concertino) el líder del conjunto. Este lleva, generalmente, “la voz
cantante”, mientras otros instrumentos “lo siguen”, limitándose particularmente la
percusión a “acompañar” o “adornar”.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 303
20
Tico, LP 1225 (el LP no señala fecha; el CD posterior indica la fecha de 1976, pero tiene que haber
salido antes de 1973, cuando Palmieri cambia de sello disquero).
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 304
capítulo 3. Este LP abría con una composición de Palmieri que era básicamente toda una
larga maravillosa descarga, o sucesión de descargas; montada principalmente sobre un
diálogo de improvisaciones entre la percusión de cueros y los vientos metal. El agudo
analista César Miguel Rondón describió la composición en esta forma:
Las cuatro frases que iban salpicándose un tanto desordenadamente entre las descargas
son sumamente significativas para la cultura democrática en una sociedad marcada por su
herencia esclavista, donde se hace necesario redefinir la noción de ciudadanía. Ante un
coro que repetía
No, no, no; no me trates así.
las primeras frases del solista, que “pisa el coro” constantemente, reafirmaban “La
libertad, caballero, no me la quites a mí”; “Pero mira, que también yo soy humano y fue
aquí donde nací.”
Combinando diversos tiempos históricos, desde la esclavitud hasta el capitalismo
contemporáneo, las dos frases restantes se dirigen a enfrentar las dificultades del ejercicio
de la libertad ante una realidad e ideología de opresión económica.
Económicamente,
económicamente esclavo de ti.
Rondón añadía:
21
El libro de la salsa... p. 85.
22
Ibíd.
Quintero Rivera, ¡Salsa, sabor y control! cap. 6 - 305
23
“¡lógico!” en el sentido de “¡por supuesto!”.