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Principales Factores Climáticos de Costa Rica (V-Asec)

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CAPÍTULO 3: PRINCIPALES

FACTORES CLIMÁTICOS DE COSTA


RICA

Imagen 1. Acumulación de nubes sobre la península de Nicoya. Fotografía: César Chaves


3.1 Elementos del clima.

La importancia del clima como factor regulador del medio natural y su influencia sobre el ser
humano, y sus actividades, es innegable. En este sentido el Sol como fuente de calor, que se
manifiesta en forma lumínica y calórica en un espacio geográfico determinado, contribuye a elevar
la temperatura,, tanto del agua como del aire, alterando la presión atmosférica, lo que origina las
corrientes de viento, que se desplazan llevando humedad hacia la atmósfera, formando la
nubosidad que en determinado momento se manifiesta mediante el fenómeno de la precipitación,
caracterizando el clima de una región (Araya & Sanabria, 2010).

En este sentido, la precipitación, al igual que la temperatura, son los elementos climáticos que más
influyen sobre la naturaleza y su modelado. Su distribución temporal y espacial condiciona los
ciclos agrícolas y forestales, así como el desarrollo de las principales especies vegetales y animales.
Esta variable también influye, notoriamente, sobre otros rubros de la economía y la
correspondiente producción de bienes y servicios, especialmente cuando es escasa (Araya &
Sanabria, 2010).

a. Precipitación

La precipitación es el término con el cual se denominan las formas de agua en estado líquido o
sólido que caen directamente sobre la superficie terrestre. Esta se presenta cuando por efecto de
la condensación la gota de agua alcanza un peso ideal que la hace caer por gravedad, o bien por
efecto de los vientos descendentes que se presentan en el interior de las nubes. Esto incluye la
lluvia, granizo y nieve.

La cantidad, frecuencia y distribución espacial y temporal de las precipitaciones es muy variable,


razón por la cual ha sido objeto de intensos estudios, en la determinación de los climas y el
aprovechamiento de los recursos hídricos que ofrece a la naturaleza.

La intensidad de las precipitaciones varía de un lugar a otro aunque no se encuentren a mucha


distancia. A lo largo de un año también hay variaciones. Existen zonas en las que en un sólo día cae
más lluvia que en otros a lo largo del año.

Una de las características más sobresalientes de la precipitación en los trópicos es su gran


variabilidad en tiempo y espacio. En Costa Rica, por ejemplo, una de las zonas más lluviosa es la
falda noreste de la Cordillera de Talamanca a menos de 30 km de distancia de una de las zonas con
menor cantidad de lluvia del país y que se encuentra en el valle del Guarco de Cartago (Castro et
al. 1985 citado por Araya, 2010).
b. Humedad

Se refiere a la cantidad de vapor de agua en la atmósfera, producto del calentamiento por la


radiación solar, que actúa sobre el agua de lagos, mares, ríos, vegetación y tierra. Se distinguen
dos tipos de humedad: la humedad absoluta y la humedad relativa. La humedad absoluta es la
cantidad de agua por metro cúbico que contiene el aire, y se mide en gramos por metro cúbico.

La humedad relativa es la capacidad del aire para absorber agua; la relación entre la cantidad de
agua que contiene el aire y la que puede contener antes de saturarse. Se mide en porcentaje (Araya
& Sanabria, 2010).

Se considera que una masa de aire está saturada cuando la humedad relativa es del 100%. En ese
momento, el agua que ya no puede contener el aire; comienza a condensarse en las partículas de
polvo y otros sólidos que encuentra en el ambiente, formando nubes, gotas de agua que cuando
son lo suficientemente grandes precipitan en forma de lluvia. Esta capacidad depende de la
temperatura. Para una misma humedad absoluta, la humedad relativa aumenta cuando desciende
la temperatura. Las masas de aire pierden temperatura a medida que ascienden y la gana cuando
descienden, por lo que sólo puede llover cuando el aire asciende. Una masa de aire saturada, o
cercana a la saturación, es una masa de aire húmeda de la que las plantas pueden aprovechar su
agua sobrante.

La relación entre temperatura y


humedad es trascendental en
los medios de montaña. A
medida que una masa de aire,
con una humedad absoluta
constante, asciende por la
ladera de una montaña se va
enfriando, y por lo tanto va
aumentando su humedad
relativa. Llega un momento en
que esta humedad alcanza el
100%, forma nubes y termina
precipitando. A este fenómeno
se llama efecto barrera que se
da a barlovento de la montaña
y es el responsable de que esa
ladera sea más verde que la
contraria. Si la masa de aire Imagen 2. Vista de la divisoria continental de vertientes (se observa el lado caribe)
continúa ascendiendo ya no en el sector de Monteverde. Fotografía: César Chaves.
precipitará, porque se habría desprendido de su cantidad de agua (Araya & Sanabria, 2010).
Araya (2010) menciona que cuando la masa de aire traspasa las cumbres, comienza a bajar,
calentándose en el camino, reduciendo su ya escasa humedad, y ganando velocidad. Se forma, así,
el efecto Föhen “…siempre a sotavento de una montaña, el viento que desciende suele ser de mayor
velocidad y caracterizado por extrema sequedad y elevada temperatura (IMN, 1993), citado por
Araya (2010), y cuando la diferencia entre las cumbres y el fondo del valle es muy amplia, genera un
viento fuerte, seco y desagradable, capaz de hacer subir la temperatura más de 20 ºC en unas pocas
horas. En Costa Rica, el Föhen afecta principalmente a las regiones del Pacífico Norte y Valle Central
Occidental.

c. Temperatura.

La temperatura es una medida del calor o energía térmica que depende de los factores como la
latitud y altitud.

1. De la latitud, depende la cantidad de energía que se extienda en la superficie, debido a la


inclinación de los rayos solares. La temperatura disminuye desde el ecuador a los polos.

2. La temperatura disminuye con la altitud. En otras palabras, a mayor altitud, menor temperatura.
La disminución de la temperatura en general bajo determinadas condiciones atmosféricas es de
0.65ºC por cada 100 metros.

La temperatura ejerce un papel de mucha trascendencia en la distribución de la vida vegetal y


animal sobre la Tierra; es el elemento climático más familiar para el ser humano por su sensibilidad
y percepción. Por ejemplo, para la germinación de las plantas y el crecimiento de sus raíces, se
necesita una temperatura adecuada a la especie. Temperaturas más altas o más bajas pueden
afectar la producción y el desarrollo de las plantas; en los animales la temperaturas adecuadas
oscilan entre 25 y 30° C, fuera de este ámbito se inactivan y pueden llegar a morir (Araya &
Sanabria, 2010).

Según Gandía y Meliá (1993), citado por Araya (2010) “…la correcta descripción térmica de un lugar
exige, cuando menos, manejar la variación anual, (preferiblemente por períodos de diez días en
lugar de los mensuales, tradicionalmente usados), de cinco parámetros: La temperatura media,
máxima media, mínima media, máxima absoluta y mínima absoluta. La amplitud de las oscilaciones
diurnas y anuales, junto al número de días o frecuencia de heladas; o de temperaturas nocturnas
o diurnas por debajo o por encima de ciertos umbrales, aportarán criterios imprescindibles para
aplicaciones diversas, como por ejemplo de índole agrícola”.

En Costa Rica la temperatura varía debido a la altitud. Por ejemplo en planicies que son secas como
la región Pacífico Norte, las temperaturas del día van desde los 20 a 35 ºC, en altitudes medias el
rango es 20 a 25 ºC y tiende a bajar hasta los 5 a 10 ºC en las cumbre de las montañas (Araya &
Sanabria, 2010).
3.2 Zonas Climáticas de Costa Rica.

En las últimas décadas, los ciclos naturales de oscilación en la temperatura y la precipitación,


se han visto caracterizados por fuertes variaciones que conducen a extremos climáticos y
meteorológicos en diferentes partes del planeta. El efecto antropogénico, asociado a la
contaminación con gases de efecto invernadero, es uno de los generadores de estas marcadas
oscilaciones de la variabilidad climática. De hecho, algunos científicos coinciden en que los efectos
de la variabilidad climática interanual, se están mezclando y potenciando con los efectos del
cambio climático (Zwiers et al 2003, Sinha Ray y De 2003, en IPCC 2007, citado por IMN, 2008).

Geográficamente, la franja planetaria comprendida entre los paralelos Trópico de Cáncer y Trópico
de Capricornio, se define como Zona Tropical. La ubicación de nuestro país en esta región le
confiere características tropicales a su entorno ecológico: bosques, red hidrográfica, suelos y clima.
La fauna y la flora que se adapta a estas condiciones, son por lo tanto, de tipo tropical. El clima
Tropical de nuestro país, es modificado por diferentes factores como el relieve (la disposición
de las montañas, llanuras y mesetas), la situación con respecto al continente (condición ístmica),
la influencia oceánica (los vientos o las brisas marinas, la temperatura de las corrientes marinas )
y la circulación general de la atmósfera (IGN 2005 citado por IMN, 2008).

De acuerdo con Fournier, Luis A, (2001) “el clima es el resultado de la interacción de un conjunto
de factores que actúan sobre los elementos meteorológicos. Los elementos meteorológicos de
mayor importancia son: temperatura, humedad, atmosférica, precipitación (lluvia, nieve, cellisca,
granizo), evaporación y luminosidad.... y son afectados por la latitud, el dinamismo de la atmósfera
local, el movimiento de las grandes masas de aire, las corrientes marinas costaneras, la altitud del
lugar, el grado de exposición, el relieve, el grado de continentalidad y los movimientos de la Tierra.”
Por lo tanto es de suponer que en los diferentes sitios de nuestro país, los efectos de dichos
factores obviamente son muy complejos y diferentes.

El tiempo atmosférico o tiempo meteorológico, puede interpretarse como las condiciones que
existan en la atmósfera, para un periodo corto de tiempo, por ejemplo un día, en la mañana, en la
tarde o una semana. Estas condiciones pueden ser: lluvia intermitente, con o sin actividad
eléctrica, vientos fuertes o moderados, presentes o ausentes, día nublado, despejado, mucho o
poco frío o calor, etc.

La interacción de factores geográficos locales, atmosféricos y oceánicos son los criterios


principales para regionalizar climáticamente el país. La orientación noroeste-sureste del sistema
montañoso divide a Costa Rica en dos vertientes: Pacífica y Caribe. Cada una de estas vertientes,
presenta su propio régimen de precipitación y temperaturas con características particulares de
distribución espacial y temporal (Manso et al 2005 citado en IMN, 2008). A continuación se detalla
las características para cada uno de estos regímenes y se describirán cada una de las regiones
climáticas del país.

Los dos regímenes de precipitación (Pacífico y Caribe), la altura y orientación de las montañas,
junto con los vientos predominantes y la influencia de los océanos, permiten diferenciar siete
grandes regiones climáticas: Pacífico Norte, Pacífico Central, Pacífico Sur, Región Central, Zona
Norte, Región Caribe Norte y Región Caribe Sur. La siguiente figura muestra la nueva
regionalización climática de Costa Rica y algunos elementos meteorológicos significativos que
definen el clima regional (IMN, 2008).

Imagen 3. Regiones climáticas de Costa Rica. Fuente: (Instituto Meteorológico Nacional , 2008)
3.2.1 Régimen Pacífico

Se caracteriza por poseer una época seca y una lluviosa bien definidas. La seca se extiende de
diciembre hasta marzo. Abril es un mes de transición. El mes más seco y cálido es marzo. El inicio
depende de la ubicación latitudinal. Comienza primero en el noroeste de la vertiente y de último
en el sureste. Lo contrario sucede con el inicio de la época lluviosa. Este período va de mayo hasta
octubre, siendo noviembre un mes de transición. Presenta una disminución relativa de la cantidad
de lluvia durante los meses de julio y agosto (veranillo o canícula) cuando se intensifica la fuerza
del viento Alisio.

Los meses más lluviosos son setiembre y octubre debido principalmente a la influencia de los
sistemas ciclónicos, los vientos Monzones provenientes del océano Pacífico ecuatorial y las brisas
marinas, que son responsables de las lluvias intensas cuando unen su efecto a las barreras
orográficas (Muñoz et al 2002). La Zona de Convergencia Intertropical (ZCI) es un cinturón de
baja presión ubicado en la región ecuatorial del planeta, formado por la convergencia de aire
cálido y húmedo. La ZCI es uno de los factores más influyentes en el régimen de precipitación del
Pacífico, sobre todo hacia el sur del país. Puede desplazarse hasta alcanzar parte de nuestro
territorio. Las lluvias ocurren predominantemente durante la tarde y primeras horas de la noche
(IMN, 2008).

3.2.2 Régimen Caribe

Según el mapa climatológico del IMN (2008), se sitúa en el este y noreste del país, extendiéndose
por toda la costa caribeña, desde Barra del Colorado hasta el río Sixaola. Hacia el sur está limitada
por la Cordillera de Talamanca, y al oeste la limita el río Chirripó. Comprende toda la provincia de
Limón y la parte oriental de la provincia de Cartago (de Turrialba hacia el este).
El régimen de esta vertiente no presenta una estación seca definida, pues las lluvias se mantienen
entre los 100 y 200 mm en los meses menos lluviosos, lo cual es una cantidad de lluvia
considerable. En las zonas costeras se presentan dos períodos relativamente secos. El primero
entre febrero y marzo y el segundo entre setiembre y octubre. El primer período seco está en fase
con el período seco de la vertiente pacífica, sin embargo, el segundo período coincide con los
meses más lluviosos de dicha vertiente.
Se presentan dos períodos lluviosos intercalados entre los secos. El primero va de noviembre a
enero y es el período máximo de lluvias. El segundo se extiende de mayo a agosto y se caracteriza
por un máximo en julio que coincide con el veranillo del Pacífico. El mes más lluvioso es diciembre,
el cual se encuentra influenciado por los efectos de frentes fríos provenientes del Hemisferio
Norte, los cuales se presentan entre noviembre y mayo, pero con mayor posibilidad de afectación
entre noviembre y marzo. Las lluvias ocurren con mayor probabilidad en horas de la noche y la
mañana (Manso et al 2005 citado por IMN, 2008).

En esta región de clima tropical húmedo, la lluvia es abundante, siendo más acentuada en las
partes montañosas donde llueve todo el año. La región presenta una serie de subregiones
pequeñas como producto de la misma diversidad de factores de la Región Norte, así se encuentran
áreas con clima lluvioso, principalmente en las llanuras y en alturas inferiores a los 60 metros sobre
el nivel del mar (msnm), áreas con clima de las faldas de la Cordillera Volcánica del Norte del lado
Caribe, en alturas de 600 a 1600 msnm. (Solano & Villalobos, s.f)
Es una región muy húmeda que alberga sistemas ecológicos importantes no solo para las
actividades productivas sino para la conservación de recursos naturales. El bosque tropical
húmedo característico de la región, es rico en una exuberante vegetación por lo que tiene un alto
potencial turístico. Por otra parte, las llanuras son utilizadas en el cultivo del banano, tubérculos
y granos (Morales, 2000). La región se caracteriza por presentar un porcentaje relativamente alto
de suelos jóvenes como lnceptisoles: y Andisoles. (CNP2000).
El sistema fluvial corresponde a las subvertientes Caribe y Norte de la Vertiente del Caribe. A la
primera pertenecen las cuencas de los ríos Sixaola, Reventazón, Parismina, Matina, Estrella,
Tortuguero, Pacuare, Moín, Banano, Bananito, Madre de Dios y Sini. A la subvertiente Norte
corresponde la Cuenca del Río Chirripó, drenada por el río de igual nombre, que nace en la
confluencia de los ríos Sucio y Patria.
La Región del Caribe pertenece a la unidad fisiográfica Fosa de Nicaragua (Bergoeing 1998), que
es dominada por unña amplia zona de llanuras que se extienden desde el Lago de Nicaragua, hacia
el sur de la costa caribeña. El límite suroeste lo componen las zonas altas de montaña de la
Cordillera de Talamanca y las estribaciones de la Cordillera Volcánica Central. Las llanuras costeras
del norte (Llanura de Tortuguero, Santa Clara y Matina) son más lluviosas que las del sur (Estrella
y Sixaola). De acuerdo con Zárate (1978) citado opor IMN (2008), analizando las estaciones de
Limón y Cobal, concluye que el viento predominante es del este o Alisio durante casi todo el año.
Durante la noche predomina la brisa tierra-mar cuya dirección tiene componente del oeste y bajas
velocidades. Esta brisa es más notoria cerca de la costa y su confluencia con los Alisios en el
océano, producen el desarrollo de nubosidad y lluvias. Durante el día predominan los nortes y
norestes con altas velocidades. Cuando disminuye la intensidad de los Alisios en setiembre y
octubre, las lluvias del Caribe presentan los mínimos relativos de su régimen. En el Caribe Sur es
usual en horas diurnas vientos del oeste, los cuales son producto de un rotor que es más
acentuado en la costa y durante condiciones de fuerte estabilidad del aire.
Presenta dos subregiones, ya que la precipitación mensual y anual registrada en la vertiente,
sugiere establecer una diferenciación entre la parte norte y sur de la región. Dado que el gradiente
de lluvia anual corre de norte a sur, se divide la región en El Caribe Norte y el Caribe Sur. La parte
norte de la región abarca desde Barra del Colorado, pasando por las llanuras de Tortuguero hasta
las estribaciones del Turrialba, cortando las filas Mirador y Asunción al sur de Siquirres y
terminando al sur de Limón Centro. El Caribe Sur comprende la ciudad de Turrialba, parte de la
Cordillera de Talamanca, el Valle de la Estrella y termina en Sixaola, hacia la costa.
La precipitación en el norte va desde 3500 a más de 4500 mm por año. Mientras que en el sur la
precipitación es menor, entre 3000 y 2500 mm. La temperatura, tanto la máxima como la mínima,
tiende a ser un grado más alta en la subregión norte. Otra distinción la establece el viento, ya que
el norte por poseer extensas zonas de llanura, predominan los vientos Alisios, mientras que al sur,
por ser más montañoso, de fuerte pendiente y cercano a la costa, se pueden registrar vientos de
componente oeste (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

La precipitación promedio de la región es cercana a los 3300 mm anuales con máximos en el


noreste (4500mm) y mínimos relativos al sur y al pie de montaña en la depresión del Turrialba
(2700 mm). Efectivamente hay una variación climática entre el Caribe Norte y el Sur, ya que el
primero es más lluvioso que el segundo la mayor parte del año. Tanto para el Caribe Norte como
para el Caribe Sur, se presentan dos períodos lluviosos interrumpidos por mínimos relativos. El
primero se da entre setiembre y octubre. A partir de noviembre se inicia un periodo más lluvioso
que finaliza en febrero. Durante este período el mayor aporte a la precipitación lo dan los frentes
fríos que bajan del Polo Norte y que se asocian con el primer máximo de lluvias entre diciembre y
enero. En este período precipita el 40% del total anual de lluvias tanto en el Caribe Norte como en
el Caribe Sur. Entre febrero y marzo se presenta el segundo mínimo relativo. Un nuevo periodo
lluvioso se inicia en abril y finaliza en agosto-setiembre. Principalmente entre julio y agosto, el
viento Alisio se intensifica y aumenta el ingreso de ondas tropicales y vaguadas de altura a la costa,
provocando que en julio se presente el segundo máximo de lluvias. El aporte porcentual de este
período es del 46% en ambas subregiones. Como se aprecia en la figura 30, los meses de mayor
amplitud de lluvias son los de final y principio de año. Esta amplitud obedece al aporte
extraordinario de eventos lluviosos extremos asociados con frentes fríos sobre todo en diciembre.
Otros eventos lluviosos pueden variar las condiciones de abril y julio principalmente.

Las temperaturas en el Caribe Norte son ligeramente mayores que las del Caribe Sur. Las
temperaturas elevadas de setiembre coinciden con un mínimo relativo de precipitación, mientras
que las altas temperaturas de mayo y junio no se asocian con períodos menos lluviosos, pero sí
con una disminución del viento Alisio de acuerdo con lo observado por Zárate (1978).

Durante los eventos extremos lluviosos o secos se han producido impactos en diferentes sectores
de la región. Cuando ocurre un evento seco extremo, se puede esperar reducciones de hasta un
24% en la precipitación anual en ambas regiones y entre 17 y 20 dias menos de lluvia. En promedio
la temperatura máxima y la mínima pueden aumentar un grado o más en el norte y entre 1.2 y 0.6
(temperatura máxima y mínima respectivamente) en el sur. Con eventos lluviosos, la lluvia anual
puede aumentar entre 32 y 35%, con unos 23 días más con lluvia en ambas subregiones. Las
temperaturas máximas y mínimas en el norte pueden bajar 1.0 °C, y menos de un grado en el sur.
Las fases de ENOS suelen estar asociadas a eventos extremos tanto climatológicos como
meteorológicos. Durante la fase fría o La Niña, se favorecen escenarios climatológicos secos (a
nivel anual), mientras que durante El Niño, existe mayor probabilidad de que se presenten
escenarios climatológicos normales o lluviosos en toda la región. Los eventos secos hacen
disminuir la precipitación sobre todo en los meses de final y principio de año, probablemente
porque disminuye el número o la magnitud de los frentes fríos Durante este tipo de eventos la
temperatura máxima y mínima puede superar los valores normales en cerca de un grado
centígrado.

Los eventos lluviosos pueden provocar aumentos de la precipitación sobre todo entre noviembre
y febrero, donde la influencia de los frentes fríos es determinante. Durante mayo se puede
presentar un nuevo máximo de lluvia. Los eventos secos no hacen variar significativamente el
comportamiento normal, salvo entre diciembre y enero. Las temperaturas pueden disminuir
levemente, tanto en el día como durante la noche. Los eventos secos extremos en el Caribe se
pueden explicar en un 69% de los casos, por la presencia de eventos La Niña, mientras que el 93%
de los eventos lluviosos, han coincidido con eventos de El Niño.

3.2.3 Valle Central.


Se encuentra en el centro del país. Es una región tectovolcánica que se encuentra limitada al norte
por la Cordillera Volcánica Central, al sur por los Cerros de Escazú, Tablazo, Cedral y la Fila
Candelaria, al oeste los Montes del Aguacate y al este por las estribaciones de la Cordillera de
Talamanca. Comprende los núcleos urbanos más grandes de las provincias de San José, Heredia,
Alajuela y Cartago.
Esta región incluye zonas de vida de bosque húmedo tropical a bosque pluvial premontano.
Existen áreas con características de bosque tropical húmedo con temperaturas promedio de 22°C
y precipitaciones anuales de2300 mm en promedio. Los suelos son de tipo latoso] y de origen
aluvial, aunque existen suelos lateríticos de baja fertilidad natural, con gradientes muy fuertes.
Hidrología. En el sector Occidental de la región están ubicadas en su parte media y alta, varias de
las principales cuencas hidrográficas del país, las cuales abastecen la demanda de agua potable
de cerca del 50% de la población costarricense, las demandas de la industria ubicada en el Valle
Central y una considerable parte de la producción hidroeléctrica del país (SA 2001).
Imagen 4. Vista de las montañas del norte del Valle Central desde el Aeropuerto Juan Santamaría, donde se ubica una
estación meteorológica. Fotografía: César Chaves.

La Región Central es parte de la Unidad Estructural Volcánica y la Franja de Tilarán


(Bergoeing 1998). Inmerso en esta unidad, se distinguen dos valles: el Valle Central
Occidental que corresponde a la depresión del río Grande de Tárcoles y el Valle Central
Oriental, separado del primero por los cerros de La Candelaria y Ochomogo. El Valle Oriental
que comprende los valles de El Guarco y Orosi, corresponde a la depresión del río
Reventazón y sus afluentes. De acuerdo con Solano y Villalobos (2001), la región es afectada
por condiciones del Pacífico (Zona de Convergencia Intertropical y los vientos ecuatoriales),
así como por la influencia del Caribe (vientos Alisios del noreste, con derrame de nubosidad
y lluvias débiles que llegan al Valle gracias a los pasos entre montañas). En las partes bajas
del valle occidental (Atenas, Turrúcares, La Garita, Guácima), se puede encontrar un clima
seco con marcada influencia del Pacífico. En las partes medias que corresponden a las
cabeceras de San José, Heredia y Cartago principalmente, se experimenta un clima
templado. En las zonas altas el clima es un poco más lluvioso y frío, característico de las
zonas de montaña.

De acuerdo con Alvarado (2008), el viento predominante durante las mañanas de toda la
temporada lluviosa es viento calmo o Alisio débil. Por las tardes predominan los oestes. En
la temporada seca y durante el veranillo, el Alisio domina todo el día. El Valle Occidental es
más lluvioso (2300 mm), que el Valle Oriental (1700 mm). Sin embargo, el Valle Oriental
posee más días con lluvia y posee mayor precipitación durante los meses de diciembre,
enero y febrero producto de una mayor influencia del Caribe, que se hace notoria también
en la menor magnitud del veranillo. Algunas zonas del Valle Oriental, presentan cantidades
de precipitación anual iguales o incluso inferiores a la zona más seca del Pacífico Norte
(Tempisque). La diferencia es la distribución, ya que durante los meses secos (enero a
marzo) se puede acumular más de 100 mm de lluvia, mientras que en el Tempisque, durante
ese mismo período se acumulan entre 20 y 50 mm. Por otra parte, la influencia del Caribe
durante el período seco, permite que la humedad ambiental no sea tan baja y las
temperaturas no tan altas como en el Pacífico Norte. Por lo tanto, la sensación térmica en
el Valle Oriental es menor.

Paradójicamente, el Valle Oriental es en promedio la zona más seca del país y a la vez,
presenta el mayor núcleo de precipitación en una zona de Orosi, Paraíso de Cartago, donde
la estación meteorológica T-seis registra en promedio más de 7000mm por año.

A pesar que la ubicación de los dos valles de la región Central es hacia el oeste de la divisoria
de aguas (vertiente Pacífica), ambos valles presentan depresiones o pasos que permiten la
influencia directa del Caribe en la zona montañosa y pie de monte. En el Valle Occidental,
el paso del Desengaño, entre el volcán Poás y Barva, permite el paso del viento Alisio
canalizado principalmente por la depresión del río Sarapiquí. El paso de la Palma, entre el
volcán Barva y el Irazú, permite la influencia directa del Alisio sobre las zonas montañosas
del Valle Occidental, que se canaliza por medio de la depresión del río Chirripó. La posición
del Valle Oriental, más cercano al litoral Caribe, junto con la depresión del río Reventazón
(entre el volcán Irazú y Turrialba), permiten una mayor influencia de los vientos Alisios y los
frentes fríos que afectan a fin y principio de año.

Existen diferencias entre el valle oriental y el occidental. El Valle Occidental es más bajo,
cálido y lluvioso sobre todo entre setiembre y noviembre, con mayor influencia del Pacífico.
El Valle Oriental es más alto, frío y de menor precipitación, con una mayor influencia del
Caribe durante los meses de final y principio de año (Instituto Meteorológico Nacional ,
2008). La mayor diferencia entre los valles (además de sus diferentes magnitudes), se
encuentra en los meses de noviembre, pero sobre todo diciembre durante escenarios
lluviosos.

Bajo condiciones lluviosas extremas, el mes de diciembre puede convertirse en el más


lluvioso del año en el Valle Oriental. Esta característica puede estar asociada al efecto que
tienen los frentes fríos sobre el Caribe y su influencia directa en este valle de la región
Central. Por otra parte, en el Valle Occidental bajo escenarios secos extremos, el veranillo
puede extenderse desde julio hasta setiembre, tal como sucedió durante El Niño de 1997-
1998 (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

La temperatura es un elemento meteorológico que varía de acuerdo con la altura. El Valle


Occidental posee una altura media de 1100 msnm, mientras que el Valle Oriental es más
elevado. En promedio presenta una altitud de 1300 msnm. Este es uno de los factores que
hacen variar la temperatura entre los valles.

El comportamiento mensual de los días con lluvia es semejante. Se presenta un período


seco entre diciembre y marzo y la lluviosa entre mayo y octubre. Los meses de abril y
noviembre son meses de transición. A finales de junio, se presenta un veranillo corto pero
muy popular, conocido como veranillo de San Juan. Luego, entre julio y agosto se presenta
una disminución de lluvia y días con lluvia de mayor duración, conocido como canícula o
veranillo. En el Valle Occidental se presentan 148 días con lluvia, mientras que en el Valle
Oriental se presentan 163. Las mayores diferencias en este parámetro se presentan en los
meses de diciembre, enero, febrero y marzo, que son los meses de mayor influencia de
frentes fríos en el Caribe y que afectan la zona oriental de la Región Central de nuestro país.

El Valle Occidental presenta una mayor temperatura ambiental en comparación con el Valle
Oriental. De hecho, la temperatura promedio en el occidente, es aproximadamente la
misma que la temperatura máxima del oriente de la región. Mientras en el Valle Occidental
las mayores temperaturas se alcanzan en marzo y abril, en el Valle Oriental las mayores
temperaturas se alcanzan en abril y mayo. Las temperaturas máximas en el Valle Occidental
presentan mayor variación interanual que las temperaturas en el Valle Oriental.

- Región Central: variabilidad y extremos climáticos

Los fenómenos de variabilidad climática pueden causar eventos extremos. En términos


relativos, los eventos lluviosos en el Valle Oriental, son de mayor magnitud que los del Valle
Occidental. Mientras que en el oriente se puede esperar un promedio de aumento de hasta
un 32% de la lluvia anual, en el occidente el aumento promedio es de un 27%. Durante este
tipo de eventos, se presenta unos 15 días más de lluvia en promedio para los dos valles. En
el occidente, este tipo de eventos puede iniciarse desde marzo y finalizar hasta diciembre.
En el oriente puede iniciarse a partir de enero. La temperatura mínima desciende más en el
Valle Oriental. Los eventos lluviosos están asociados con la presencia de las fases de ENOS.
El 75% de los casos lluviosos extremos en el occidente están asociados con La Niña. Mientras
tanto, en el Valle Oriental estos eventos lluviosos se asocian en el 72% de los casos con El
Niño. Los extremos secos son más severos en el occidente y pueden empezar a afectar a
partir de junio. El mayor impacto se espera para el segundo período lluvioso. En el Valle
Oriental, estos eventos secos son menos severos que en el Occidental, si bien los cambios
de temperatura en el primero son superiores a 1°C. Los extremos secos se asedan en un
79% con la presencia de El Niño en el occidente, mientras que en el Valle Oriental, el 64%
de las sequías extremas puede ser explicado por El Niño (Instituto Meteorológico Nacional
, 2008).
Imagen 5. Las corrientes térmicas locales de vientos, se aprovechan para realizar actividades de aventura, como el
parapente. Fotografía: César Chaves.

3.2.4 Zona Norte.

Ubicación. Se localiza al norte del país, haciendo frontera con Nicaragua y el río San Juan.
Al sur limita con la Cordillera Volcánica Central, al oeste con la Cordillera de Guanacaste y
la Cordillera de Tilarán. El Rio Chirripó forma el límite convencional este entre la Zona Norte
y la Región Caribe.
Esta región pertenece al régimen de precipitación del Caribe, al cual se le identifica como
lluvioso todo el año, con una disminución de las lluvias en los meses de febrero, marzo y
octubre. Esta región presenta un clima tropical húmedo (típico ecuatorial desplazado), el
cual presenta dos rasgos esenciales que son: 1) ningún mes del año tiene temperaturas
inferiores a los 22 °C; 2) no presenta promedios pluviométricos mensuales superiores a los
75 mm. Es una región de contrates en la lluvia, ya que en ella interactúan tanto elementos
climáticos como factores geográficos propios de la región, debido a su relieve montañoso,
llanuras extensas y la influencia al nornoroeste, del lago de Nicaragua, estableciéndose una
serie de pequeñas Subregiones climáticas. (Solano & Villalobos, s.f)

Los suelos forman parte de las llanuras innundables del Caribe, y su relieve es por lo general
plano, producto del relleno aluvial con material de base de origen volcánico. El perfil
topográfico se caracteriza por colinas de hasta 382 msnnn, terrazas con altitudes entre 50
y 100 msnm y llanuras aluviales de terrenos, algunos de ellos pantanosos. El tipo de bosque
que se presenta es el Bosque Tropical Húmedo y hacia el noroeste, transición a lo seco
(Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

No cuenta con grandes ríos o fuentes de agua, lo que da como resultado que en períodos
de verano mayores de tres meses se agraven significativamente los problemas asociados al
déficit hídrico en las explotaciones agropecuarias. Algunos de los principales ríos que corren
hacia el Oeste son: río Peñas Blancas y San Carlos. Al este, el río Sarapiqui. Al Sur, los ríos La
Vieja, Aguas Zarcas, Caño Negro, Toro Amarillo. Al norte, los ríos Frío, Medio Queso, y el río
San Juan. Además, cuenta la región con la laguna del Arenal, Río Cuarto y Caño Negro
(Villalobos et al 2002).

Según Bergoeing (1998), la Zona Norte pertenece a la unidad estructural denominada la


Fosa de Nicaragua, que abarca toda la Zona Norte desde el Lago de Nicaragua, hasta el
Caribe Sur del país. Además, presenta parte de la unidad estructural formada por las
cordilleras volcánicas y la Sierra de Tilarán. Esta región pertenece al régimen de
precipitación del Caribe, que es lluvioso todo el año, con una disminución relativa de las
lluvias en los meses de febrero, marzo y abril. Es una región de contrastes en la lluvia, ya
que en ella interactúan, tanto elementos climáticos como factores geográficos debido a su
relieve montañoso y la presencia de, llanuras extensas, aparte de la influencia del lago de
Nicaragua al noroeste. Los lagos moderan las temperaturas, modifican el flujo de los vientos
y son factores importantes en el ciclo hidrológico.

Los vientos predominantes durante el año son de componente este, con una velocidad
promedio de 10.7 km/h, que tienen mayor intensidad en los meses de diciembre a febrero.
Los vientos de componente suroeste, pueden afectar las zonas altas de la cordillera
Volcánica Central. El relieve influye sobre la distribución espacial de las lluvias.

Las mayores precipitaciones se presentan en la zona del pie de monte de la Cordillera


Volcánica Central (Ciudad Quesada) y hacia el este de la zona, cerca de Barra del Colorado
donde existe uno de los máximos núcleos de precipitación del país. Hacia las llanuras de San
Carlos y los Guatuzos, la precipitación tiende a disminuir. Los valores mínimos de estas
zonas planas se presentan en la zona fronteriza, en las cercanías del Lago de Nicaragua hacia
el oeste, donde hay mayor influencia del régimen del Pacífico sobre todo durante años de
eventos secos. En el pie de monte de la cordillera Volcánica de Guanacaste se presentan
precipitaciones anuales superiores a los 2000 mm, mientras que en las partes altas de la
cordillera, la influencia del Pacifico hace disminuir las lluvias, pudiéndose observar incluso
períodos de veranillo, como en el caso de Zarcero (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

La Zona Norte es la tercera región más lluviosa del país con más de 3200 mm anuales en
promedio. Es superada solo por el Pacifico Sur y el Caribe Norte. La Zona Norte presenta un
solo periodo lluvioso que se inicia en mayo y finaliza en diciembre o enero. Durante los
meses de fin y principio de año, el aporte de los frentes fríos es muy importante para
sostener las actividades agropecuarias de la zona. De hecho, durante años lluviosos, los
frentes fríos son los eventos que más aportan al total de lluvia anual. Se estima que cada
frente frío puede contribuir con un 6% del total anual (195 mm de lluvia).
Bajo la influencia de algunos fenómenos de variabilidad (como El ENOS), es posible que los
frentes fríos que afectan el sur de Centroamérica no sean tan frecuentes, o bien no aporten
cantidades importantes de lluvia. Cuando esta condición predomina, es posible que se
presenten sequías estacionales, principalmente entre diciembre y enero. Desde noviembre
y hasta febrero, se registran las mayores amplitudes de precipitación (diferencia entre
escenarios secos y lluviosos) (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).
Imagen 6. Nubosidad sobre las llanuras de Santa Clara y San Carlos, zona norte de Costa Rica (al centro se aprecia la
cima del Volcán Arenal) Fotografía: Wendy Rodríguez.

- Zona Norte: variabilidad y extremos climáticos


La Zona Norte de Costa Rica está influenciada por varios fenómenos atmosféricos que hacen
variar el comportamiento de la lluvia. Las fases de ENOS y la influencia estacional de los
frentes fríos, han sido la causa principal de extremos meteorológicos durante los meses de
fin y principio de año. Mientras que los frentes son eventos estacionales que contribuyen
con la lluvia anual, las fases de ENOS no tienen un período fijo de aparición. Sin embargo,
las señales que se asocian con las fases de ENOS, no presentan un patrón robusto. Esto
quiere decir que los fenómenos de El Niño o La Niña, pueden causar eventos secos o
lluviosos indistintamente. De acuerdo con Retana y Villalobos (2000) los eventos ,El Niño,
tienen la misma probabilidad de producir escenarios sobre, o bajo el promedio. Por lo tanto,
ante esta gran variabilidad climática de un evento al otro ,o de la respuesta de un mismo
evento en distintos años, parece ser que el ENOS no es la única, ni la más importante fuente
de las anomalías climáticas que ocurren en esta región, lo cual también dificulta las
predicciones climáticas.

Imagen 7. Atardecer sobre el Volcán Arenal. Fotografía: Wendy Rodriguez.

A pesar que las fases de ENOS no presentan una buena señal en la zona, los eventos
extremos, particularmente los secos, podrían estar relacionados con la presencia de
eventos El Niño o la Niña de fuerte magnitud. Se han registrado sequías estacionales en la
zona fronteriza, durante los Niños de 1965, 1982 y 1997. En 1995, se presentó una Niña que
causó una disminución de lluvias en los primeros meses del año. Más recientemente, en el
2008 se presentó una sequía asociada con una de Las Niñas de mayor magnitud. Por otra
parte, los eventos lluviosos se relacionan principalmente con excesos de precipitación en
los meses de diciembre, enero y febrero, lo cual está directamente asociado con una mayor
influencia de frentes fríos (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).
Algunos eventos extremos secos pueden estar relacionados con fuertes episodios ENOS,
como por ejemplo las sequías producidas durante El Niño de 1982-1983 y 1997-1998. Este
efecto es previsible principalmente en la zona fronteriza con Nicaragua y cercana al Lago de
Nicaragua. Aparentemente el efecto de sequía producido por Niños fuertes sobre la
vertiente Pacífica de Centroamérica, puede eventualmente extenderse a las llanuras del
norte por el paso existente entre el Lago y volcán Orosí, afectando Upala, Los Chiles y
Guatuzo. Por otra parte, el fenómeno de La Niña puede explicar el 53% de los eventos
lluviosos extremos, pero a la vez tiene una posibilidad cercana al 50% de producir escenarios
secos extremos (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

3.2.5 Pacifico Norte.

Comprende la provincia de Guanacaste y los cantones de Esparza y Montes de Oro de la


provincia de Puntarenas; y los cantones de Orotina y San Mateo de la provincia de Alajuela.
Esta región pertenece al régimen de precipitación del Pacífico, conocido por la presencia de
un período seco y otro lluvioso bien definidos. Se destaca en esta región la presencia de
grupos climáticos como son: áreas de clima templado (mesotermal) y áreas de clima tropical
con estación seca, ambos modificados a lo largo de esta región por factores geográficos que
influyen en la intensidad de los sistemas atmosféricos (MEH, 1953). Esta región se
caracteriza por ser una de las más extensas, donde se destaca la diversidad climática del
Pacífico nacional, razón por lo que se ha dividido en cuatro subregiones para su descripción
general: Subregión Occidental de la Península de Nicoya (PN1), Subregión Central del
Pacífico Norte (PN2), base y faldas de las cordilleras de Guanacaste y Tilarán (PN3), y cuenca
baja de los ríos Barranca y Grande de Tárcoles (PN4) (Solano & Villalobos, s.f).

En esta región predomina como característica relevante, la severidad del clima en la planicie
guanacasteca, en donde en algunos años suele hacerse angustiosa la escasez pluvial, pues
la irregularidad es lo normal, aspectos que se presentan en la Subregión PN2, Subregión
central del Pacífico Norte (Flores, 1987 citado por Solano y Villalobos, s.f).

En el Pacífico Norte se presentan pequeñas áreas de clima templado, estas son aisladas y
es posible encontrarlas en altitudes de 800 a 1500 msnm, en las laderas altas de los edificios
volcánicos, en la vertiente opuesta a los alisios. Se le conoce también como climas de faldas
de la cordillera del lado del Pacífico, por encontrarse en regiones montañosas. La región se
distingue por su temperatura, la cual va de moderada a alta, y un período seco relativo a
cada Subregión, que va de tres a seis meses (Solano & Villalobos, s.f).

El Pacifico Norte de Costa Rica es un área de extensa zona costera y rica en ecosistemas de
gran importancia nacional e internacional, como lo son los bosques tropicales, los tropicales
secos y los humedales. Predominan los suelos inceptisoles, alfisoles y los entisoles. En la
planicie, de constitución aluvial, se encuentran los suelos más fértiles de la región donde
predomina la agricultura y producción de carne de carácter extensivo.

Imagen 8. Vista del volcán Orosi desde el mirador del PN Santa Rosa. Fotografía: César Chaves.

Guanacaste es una de las zonas de menor riqueza hídrica del país. Pese a que todo su
territorio está regado por ríos, el caudal de su red hidrográfica, dominada por el río
Tempisque, disminuye notablemente durante la estación seca que se prolonga por cinco o
seis meses a partir de diciembre (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).
Fisiográficamente, se distinguen tres unidades que pueden representar las principales
condiciones climáticas de la zona: la unidad continental constituida por la Cordillera de
Guanacaste y la Cordillera de Tilarán con una altitud media de 1000 msnm, la unidad
peninsular que comprende las penínsulas de Santa Elena y Nicoya con una altura media de
300 msnm y la unidad de la depresión del Tempisque, que es una zona llana con alturas
medias de 30 msnm. (Solano y Villalobos 2001). El viento predominante durante el período
seco y el veranillo es el noreste, mientras que durante el periodo lluvioso el suroeste
predomina (Zárate 1991). La influencia de estos vientos junto con la orografía determina la
distribución mensual de la precipitación. El periodo seco va de diciembre a marzo. En este
período precipita un 4% del total de lluvia anual. El Alisio es el viento dominante. Abril es
un mes de transición y en mayo se establecen las lluvias alrededor de la tercera década del
mes. El primer período lluvioso se da entre mayo y agosto cuando precipita el 50% del total.
En junio ocurre el primer máximo de lluvia, al intensificarse los vientos suroestes, que
provocan tormentas locales y fuertes aguaceros. Entre julio y agosto, los vientos Alisios
vuelven a intensificarse y como consecuencia se presenta el veranillo del Pacífico o canícula.
Un segundo período lluvioso se extiende desde setiembre hasta noviembre. Durante
setiembre y octubre se produce el mayor aporte de lluvia, asociado con una mayor
influencia de eventos ciclónicos. El 46% de la lluvia anual, precipita en este segundo período
lluvioso. Noviembre es un mes de transición hacia el período seco.
En general, presenta promedios de lluvia anual entre 1500 y 2500 mm, con grupos
climáticos que van desde el templado (mesotermal), hasta climas de tipo tropical seco
modificados por factores geográficos (MEH 1953). El Pacífico Norte es una de las zonas más
secas y cálidas del país. La mayor precipitación se presenta en la zona montañosa de la
Cordillera de Guanacaste y de Tilarán con valores anuales cercanos a los 2200 mm y
temperaturas que oscilan entre los 25°C durante el día y 17°C durante la noche. La región
central correspondiente a la depresión del Tempisque es la zona más seca con
precipitaciones anuales promedio de 1700 mm y temperaturas entre los 32°C durante el día
y 22°C durante la noche. La precipitación anual en la zona peninsular es cercana a los 1900
mm, con montos mayores en la zona cercana a los Cerros de Nicoya y el extremo sur y
sureste de la Península de Nicoya. Las temperaturas máximas durante el día pueden
promediar los 33°C, mientras durante la noche la temperatura puede ser de 22°C.

- Pacífico Norte: variabilidad y extremos climáticos


Fenómenos de variabilidad climática como las fases de El Niño Oscilación Sur (ENOS),
pueden hacer variar el comportamiento normal del clima regional. En promedio, un evento
extremo seco hace disminuir la precipitación de la zona en 417 mm, lo que representa un
déficit del 26% anual. El número de días con lluvia puede disminuir hasta en 24 días. Durante
esos mismos eventos, la temperatura se puede incrementar en 1.2°C durante las horas más
cálidas del día o 1.0°C durante la noche. Los eventos extremos lluviosos aumentan la
precipitación anual en 544 mm (28%) con disminuciones de la temperatura entre 1.2 y 1.6
°C (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).
Los extremos secos contribuyen con el aumento de la temperatura máxima (diurna) y
mínima (nocturna), principalmente entre los meses de marzo y mayo, cuando pueden
aumentar más de 1.5°C sobre el valor promedio. Por su parte, eventos extremos secos
pueden disminuir la precipitación durante el período lluvioso (junio a octubre) afectando
principalmente el veranillo y el mes de setiembre, cuando las reducciones pueden ser del
orden de los 100 mm. Los extremos lluviosos producen los mayores aumentos de lluvia en
octubre. Durante este mes puede llover hasta 200 mm más sobre el promedio.
El 79% de los eventos extremos secos está asociado con El Niño, mientras que la fase fría o
La Niña, tiene un 60% de probabilidad de producir un escenario lluvioso. Esta asociación
evidencia una "buena señal" de ENOS (El Niño Oscilación Sur) en la zona. A pesar que estos
fenómenos tienen un gran peso ponderado en las anomalías climáticas como sequías o
inundaciones que afectan al país cada año, existe un porcentaje significativo de la
variabilidad que no puede ser explicado por estos eventos. Un caso evidente fue la sequía
del 2001, donde no hubo evento ENOS durante ese año. Un evento El Niño puede causar
sequías en el Pacífico Norte con reducciones promedio de lluvia anual de un 26%, afectando
principalmente el segundo período lluvioso. La temperatura durante estos eventos, puede
aumentar más de 1°C (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

3.2.6 Pacçìifico Central.

Situada en la parte central de la Vertiente del Pacífico de Costa Rica, se extiende desde
Playa Herradura o Jacó, hasta Dominical, Cerros de Herradura, Cerro Turrubares, Cerro
Cangreja, partes bajas (pie de monte) de la Fila Costeña; comprende el poblado de
Tinamaste, todo el Valle de Parrita, Quepos y Manuel Antonio. Esta región, al igual que el
resto de las regiones del Pacífico nacional, se caracteriza por presentar el régimen de
precipitación del Pacífico. Su posición geográfica al sureste, con la protección al norte por
la cadena montañosa de la Fila Costera o Brunqueña, impiden la incursión de vientos alisios
del noreste, estableciéndose una modificación de éste régimen del Pacífico, presentándose
una caracterización propia de la región, como es, un clima tropical con estación seca, con
un período lluvioso muy severo y largo, y un período seco corto y moderado (Solano &
Villalobos, s.f)

Existen áreas para explotación de bosques, protección de cuencas hidrográficas y vida


silvestre, así como áreas agrícolas y ganaderas. Sobresalen los suelos de tipo volcánico y de
relieve ondulado a muy ondulado, residuales, moderadamente profundos y poco fértiles
como el inceptisol. También existen suelos aluviales, profundos, oscuros, fértiles y
suceptibles a inundación como los mollisoles. Predominan dos tipos de bosque, el húmedo
tropical y el bosque húmedo subtropical. A lo largo de la costa Pacífica se encuentran áreas
de terreno inundados, influenciados por el mar. Cuando la influencia marina es importante,
se desarrolla una vegetación tipo mangle (Villalobos et al, 2002).

La región cuenta con un potencial hidrográfico importante, destacándose las cuencas de


los ríos Bongo, Lagarto, Guacimal, Aranjuez, Barranca, Jesús María, Grande de Tárcoles,
Tusubres, Parrita, Damas, Naranjo, Savegre y Barú.

De acuerdo con Bergoeing (1998), el Pacífico Central se encuentra dentro de la unidad


fisiográfica estructural que comprende la Península de Osa y la zona costera Pacífica desde
Puntarenas hasta el Golfo Dulce. El litoral alargado se puede dividir en dos valles limitados
por parte del sistema montañoso secundario. Hacia el oeste de la región se encuentra el
Valle de Candelaria limitado por los cerros de Tablazo, Candelaria, Escazú y Puriscal,
mientras que hacia el sur se encuentra el Valle de Parrita limitado por los cerros de
Bustamante y Dota. La precipitación es mayor en los valles y hacia el sur de la región
debido a tres factores: la cercanía del pie de monte de la Fila Brunqueña, la dominancia de
los vientos suroestes del Pacífico y la mayor proximidad a la influencia de la Zona de
Convergencia Intertropical.

Imagen 9. Atardecer en Playa Montezuma. Fotografía: Wendy Rodríguez.

El viento predominante durante la mayor parte del día es de componente Sur, mientras
durante la noche es generalmente Alisio o calmo (Mena 2008). La protección de la Fila
Brunqueña al este de la región, impide la influencia directa de los Alisios, modificando el
régimen de precipitación pacífico. La distribución mensual de la lluvia es diferente de
acuerdo con la unidad fisiográfica y el viento dominante. Mientras que en las partes altas
de la fila Brunqueña el veranillo es perceptible en los meses de julio y agosto debido a la
influencia del Alisio, en las partes bajas o costeros, la montaña impide el paso de los
norestes, el viento es de componente sur y el veranillo desaparece. Cuanto más al sur de la
región, menor percepción del veranillo. El paso de los Alisios por la depresión del río
Tárcoles haca los cerros de Turrubares, y la influencia directa de estos vientos en la cumbre
de los cerros de Bustamante propician la presencia del veranillo. La cercanía de los cerros
de Bustamante impide que los vientos Alisios penetren hacia el Valle de Parrita, por lo que
el veranillo de mitad de año es imperceptible

La precipitación promedio de la zona de valles es de 3500 mm anuales. El régimen de


precipitación del Pacífico está modificado por la posición geográfica (al sureste) y la
protección de la cadena montañosa de la Fila Brunqueña. El clima es tropical con estación
seca corta y moderada, y un período lluvioso muy severo y largo presente, sobre todo
hacia el sur de la Región. La temperatura máxima promedio es de 31°C y la mínima
promedio es de 22.7°C.

El período seco va de enero a marzo donde precipita un 4% del total de lluvia anual. Abril
es un mes de transición, previo al establecimiento de la temporada de lluvias a inicios de
mayo. El primer período lluvioso se da entre mayo y agosto cuando precipita el 52% del
total. Durante el segundo período lluvioso precipita el 44% de la lluvia anual. Diciembre es
un mes de transición. Los fenómenos de variabilidad que desvían el comportamiento
normal de lluvia y temperatura, se asocian principalmente con las fases de ENOS (Instituto
Meteorológico Nacional , 2008).

- Pacífico Central: variabilidad y extremos climáticos

La ubicación geográfica de esta región; la hacen susceptible de sufrir los impactos de


fenómenos atmosféricos que pueden causar extremos de precipitación y temperatura. La
cercanía de los cerros de la Fila Brunqueña a los valles y la influencia de los vientos
húmedos del suroeste, son los principales factores para que se presente un importante
núcleo de precipitación hacia el sur de la región. Las inundaciones son comunes en las
zonas bajas. Por otro lado, la fase cálida de ENOS (El Niño) tiene una alta probabilidad de
producir escenarios secos en la región (Villalobos y Retana 2001, citados por IMN, 2008).

En promedio anual, los aumentos y disminuciones de la temperatura máxima y mínima


producto de eventos extremos, no es significativo, la variación es mayor a escala mensual.
La precipitación muestra desviaciones importantes en ambas escalas, particularmente a
nivel anual, donde se registran aumentos o disminuciones del 26% y 22% respectivamente.

Los extremos secos hacen aumentar la temperatura. Los meses de mayor variación son
febrero, marzo y abril, mientras que el resto del año las temperaturas casi no sufren
cambios. La precipitación puede disminuir durante el período lluvioso (de mayo a
noviembre) y es posible observar un aparente veranillo durante el mes de agosto. En los
eventos lluviosos, la temperatura máxima baja en forma más pronunciada que la
temperatura mínima, siendo inferior al promedio casi todo el año, especialmente en
setiembre y noviembre. La precipitación aumenta sobre todo en mayo y octubre.

El análisis de precipitación anual de las estaciones representativas del valle de Parrita,


indica que el 94% de los eventos secos extremos en la región, coincide con la aparición del
fenómeno de El Niño, mientras que el 77% de eventos lluviosos extremos, puede ser
explicado por el fenómeno de La Niña (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

3.2.7 Pacifico Sur

Es una región extensa que se ubica al sureste del Pacífico Central, se extiende desde Punta
Uvita, San Isidro del General, estribaciones de la Cordillera de Talamanca del lado del
Pacífico, Cerro Darí, hasta Cerro Echandí, límite fronterizo con Panamá, hasta Punta Burica.
Comprende todo el Valle del General, la Península de Osa, Valle de Coto Colorado, Valle
de Coto Brus, Golfito. Esta región se ubica en la parte más sureste del Pacífico de Costa
Rica, los contrastes geográficos, entre ellos, los extensos valles, la barrera montañosa de
la Cordillera de Talamanca al norte, como su influencia oceánica, generan en esta región
un régimen de lluvias sumamente contrastado con relación al resto de las regiones de la
vertiente, esta heterogeneidad se percibe en un clima en donde el período seco, es muy
favorable y corto y el lluvioso intenso, además, aparecen áreas pequeñas con clima tropical
húmedo y lluvias todo el año (MEH, 1953 citado por Solano y Villalobos, s.f).

Predomina una topografía irregular formada por montañas, filas y serranías, áreas de pie
de monte, valles, llanuras, y cuencas hidrográficas.(Solano y Villalobos 2001). En la
plataforma peninsular se encuentran reductos de bosque tropical lluvioso con una
biodiversidad impresionante, que hacen del Parque Nacional de Corcovado una de las áreas
biológicas más ricas de Latinoamérica. Se destacan los suelos inceptisoles y ultisoles. Los
inceptisoles son rojizos, profundos, arcillosos, fuertemente ácidos en regiones de pie de
monte, asociados con suelos de mal drenaje en las depresiones. Los suelos ultisoles son
aquellos que poseen materiales orgánicos, poco profundos, asociados con suelos derivados
de cenizas volcánicas, oscuros, permeables, se localizan cerca de los ríos, por lo que son
suelos fértiles (Villalobos et al 2003). Esta región posee un rico componente hidrográfico
producto de su relieve montañoso, lo que la convierte en una zona de alto potencial
hidroeléctrico y para el abastecimiento de agua a la población y actividades socio
productivas (PDR 1995).

De acuerdo con Bergoeing (1998), el Pacífico Sur posee dos unidades flsiográficas: La
cordillera de Talamanca que se subdivide en la Fila Costeña o Brunqueña y la Zona Baja
Tectónica que comprende el Valle del General, el Valle de Coto Brus y la zona baja hacia
punta Burica. La otra unidad es la peninsular que comprende la Península de Osa. La
magnitud de la precipitación anual aumenta hacia el sur de la región. La lluvia es menor en
las parles altas de la cordillera (2500-3000 mm en promedio) donde hay influencia del Alisio
en los meses secos y de veranillo. La lluvia aumenta en el pie de monte y los valles (3000 a
4000 mm) donde se produce un importante aporte de las brisas de montaña. Los mayores
núcleos de precipitación (4000-6000mm), se presentan en la península, al norte de Golfito
y en Ciudad Neily. Esta es la zona más lluviosa del país gracias a su estructura geográfica (la
cordillera más alta), la influencia de la Zona de Convergencia Intertropical y los vientos
predominantes. Los Alisios afectan la zona alta de la región y durante la noche son brisas de
montaña (Instituto
Meteorológico
Nacional , 2008).

De acuerdo con
Zárate (1978), el
viento durante el día
es
predominantemente
del oeste o del
suroeste.
Corresponde a brisas
del mar y vientos
ecuatoriales. Durante
las noches
predominan los
Imagen 10. Nubosidad sobre Bahía Drake, Zona Sur. Fotografía: Wendy Rodriguez. vientos calmos y
corresponden con
brisas de montaña originadas en la Cordillera de Talamanca, con direcciones Noreste y
Norte (Mena 2008).

El veranillo se presenta en las estaciones de toda la región excepto en la zona del Valle de
Coto Colorado limitada al norte por la fila Brunqueña y al sur por los cerros de Punta Burica.
La precipitación anual sobrepasa los 4500 mm. Las estaciones pertenecientes a la Zona Baja
Tectónica fuera del Valle de El General y Coto Brus, no presentan periodo de veranillo.

La precipitación promedio de la región es cercana a los 3700 mm anuales, con una


temperatura máxima de 27.9°C y una mínima de 20.5°C. Los variados accidentes geográficos
generan un régimen de lluvias contrastado con relación al resto de las regiones de la
vertiente Pacífica. Esta heterogeneidad se percibe en un clima en donde el período seco es
corto, mientras el lluvioso es largo e intenso.
El período seco va de enero a marzo, siendo abril un mes de transición, con excepción de la
zona del Valle del General donde las lluvias empiezan a finales de abril y principios de mayo.
En este periodo precipita un 11% del total de lluvia anual. El primer período lluvioso se da
entre mayo y agosto cuando precipita el 43% del total. Durante el segundo período lluvioso
precipita el 46% de la lluvia anual. Diciembre es un mes de transición. Diferentes fenómenos
de variabilidad como el ENOS, pueden desviar el comportamiento normal de lluvia y
temperatura (Instituto Meteorológico Nacional , 2008).

- Pacífico Sur: variabilidad y extremos climáticos

Varios factores contribuyen a que el Pacífico Sur sea la región de mayor precipitación anual
en el país: la posición suroeste favorece la influencia de la Zona de Convergencia
Intertropical. Además el límite norte compuesto por la cordillera montañosa más elevada
del país permite el desarrollo de lluvia convectiva sobre los valles. Por último, es una zona
de marcada influencia oceánica. Cuando se presentan variaciones en el comportamiento
normal de precipitación y temperatura durante eventos secos extremos, se puede esperar
un promedio de reducción de 20% (744 mm) en la precipitación anual y un aumento de la
temperatura de más de un grado Celsius durante el día y la noche. Por otra parte, eventos
extremos lluviosos pueden aumentar en un 23% (777 mm) la lluvia anual, y hacer descender
entre 0.3 y 0.6°C la temperatura diurna y nocturna respectivamente. Comparativamente
con todas las regiones de la vertiente Pacífica, esta región presenta la mayor disminución
del número de días con lluvia durante eventos secos extremos. Por el contrario, en los
extremos lluviosos el aumento en el número de días con lluvia es el más bajo (Instituto
Meteorológico Nacional , 2008).

Las mayores variaciones de precipitación producto de eventos extremos se producen entre


mayo y octubre. Es precisamente octubre, el mes donde se presentan las mayores
deficiencias o aumentos de lluvia, de acuerdo con el tipo de evento. Durante eventos
lluviosos, la precipitación aumenta principalmente durante mayo, agosto y octubre. Es
posible que el veranillo desaparezca durante estos eventos. En cuanto a temperatura, los
extremos secos provocan más variación en la temperatura que los eventos lluviosos.
Durante los extremos secos, la temperatura máxima aumenta principalmente entre junio y
octubre, con variaciones de más de 1°C. La mínima, por su parte, aumenta mayormente
durante febrero. En los eventos lluviosos, la temperatura máxima baja notoriamente en
noviembre, mientras que la mínima disminuye más en febrero (Instituto Meteorológico
Nacional , 2008).
Existe un 86% de probabilidad de que un evento extremo seco coincida con un evento de El
Niño. Por otra parte, se presenta una probabilidad del 82% de que un evento lluvioso
extremo sea coincidente con La Niña.

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