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1.2.1. Lo Normal y Patologico
1.2.1. Lo Normal y Patologico
1.2.1. Lo Normal y Patologico
Lo normal y lo
patológico -
Variables antropológicas
Antropología medica e interculturalidad
Alumna: Regina Pérez Muñoz
Matricula: 21210355
Grado y grupo: 7º B
Profesor: Dr. Miguel Ángel Fonz Pérez
Fecha de entrega: 21/11/2021
Figuras relevantes
También percibía el universo como una máquina perfecta que solo puede ser
comprendida mediante la observación empírica, la medición y la experimentación.
Ambos enfoques coincidían, y en tal sentido se reforzaron mutuamente hasta hoy.
Todas las enfermedades reconocidas son sólo alteraciones por exceso o defecto
del estado normal.
La salud es la adaptación al orden normal, y la enfermedad es todo lo que se
aparte del patrón de normalidad. Una persona es sana cuando se ha normalizado,
adoptando los estándares de producción y consumo.
A pesar de su gran influencia sobre la práctica médica actual, el enfoque
fisiopatológico que hemos revisado ha sido objeto de múltiples críticas por varios
pensadores que lo consideran biologista, mecanicista, positivista y alienante
•
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“un ser vivo es normal en un medio ambiente “lo patológico no es la ausencia de la norma biológica,
dado, en la medida en que es la solución es una norma diferente que fue comparativamente
morfológica y funcional encontrada por la vida
para responder a todas las exigencias de este rechazada por la vida”.
medio”.
En su concepto, el término “normal”, que suele usarse como la media estadística y como el único estándar de vida posible, es inadecuado. En
primer lugar, porque lo patológico (la enfermedad) no es lo raro, sino lo que se valora o califica como desfavorable
La diferencia entre lo normal (norma compatible con la vida) y lo patológico (norma contraria a la vida), no es un hecho objetivo ni cuantitativo,
pues no existe una frontera estadística clara entre ambas condiciones. Esta diferencia es ante todo un juicio de valor emitido por los sujetos y
los grupos
•
La palabra “salud” tiene dos sentidos:
La salud no es una noción estadística; es una valoración subjetiva sobre la capacidad de sobrellevar las crisis e
instaurar nuevos órdenes. En lugar de referirnos al estado fisiológico como “normal” deberíamos hablar del “estado
sano” para referirnos al conjunto de regulaciones que emanan de constantes biológicas y sociales, y que juzgamos
favorables cuando las consideramos compatibles con la existencia.
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Surge como una ausencia de la normatividad biológica y “es prevista como un estado anormal en relación con la persistencia de la
vida que desempeña aquí el papel de la norma”.
“La enfermedad consiste en la reducción del margen de tolerancia en relación con las infidelidades del medio ambiente”.
Prevalecía la idea de que las enfermedades eran el castigo que los dioses imponían a los
hombres que transgredían sus normas, aunque también algunas enfermedades podían
ser causadas por maleficio de alguna persona o por el capricho de demonios errantes.
Por eso, para recuperar la salud era necesario restablecer la armonía entre el dios
ofendido y el hombre pecador, y según fuese la causa de la enfermedad el paciente era
objeto de ritos religiosos o bien expuesto a exorcismos y magia.
Caracterizada por asimilar elementos de las distintas corrientes que han
florecido en su cultura milenaria, se considera que la salud –como todo lo
que existe en el universo– está vinculada a un ente inmutable y eterno
conocido como Tao. En el siglo VI a. C. prevalecía la idea de que la
naturaleza estaba constituida por cinco elementos (madera, agua, fuego,
tierra y metal) y era común la creencia de que todo en la naturaleza
dependía de la interacción de dos fuerzas bipolares, del ying y
del yang (yin-yang).
La armonía del cuerpo y el espíritu se debe a dos elementos
complementarios en el Tao: el yin y el yang. Del balance armónico de los
atributos del yin (femenino, oscuro, pasivo, misterioso, demoniaco) y
del yang (masculino, brillante, activo, claro, benéfico) depende la salud y la
vida.
La medicina Ayurveda (o saber sobre la longevidad) desarrollada entre el siglo VII y VIII a. C., aún preserva la idea de que para
entender las enfermedades es preciso reconocer que los elementos esenciales del cuerpo humano son los mismos del
macrocosmos: éter (o vacío), viento, fuego, agua y tierra. La combinación de estos elementos, en proporciones diferentes, es lo
que da origen a los órganos corporales. Tres de estos elementos son los que desempeñan el papel más importante: el viento, el
fuego y el agua; son los que sostienen las fuerzas que preservan la vida. Cuando en estos hay un desequilibrio, o perturbación,
esto se traduce en tres "desordenes" o defectos (tridosha) que identifican a la enfermedad. En cambio, la salud radica en la
armonía de estos elementos
Referencias
• Gómez-Arias RD. ¿Qué se ha entendido por salud y enfermedad?. Rev. Fac. Nac. Salud Pública. 2018; 36(Supl 1): 64-102.
• Vega-Franco L. Ideas, creencias y percepciones acerca de la salud. Reseña histórica. Salud Publica Mex 2002;44:258-265.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342002000300010
• Arouca, A. M., & Arouca, S. (2019). Medicina de la comunidad. Implicaciones de una teoría. Revista Cubana de Salud Pública, 45,
1561–3127. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-34662019000400016