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Informe Educacion para La Paz

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INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DEL MAR.

EXTENSION CIUDAD GUAYANA.

RIF: J-00066762-4.

CONTABILIDAD Y FINANZAS.

EDUCAR PARA LA PAZ.

Docente: Nombre:

Juan Zamora Ronald González.

C.I: 30040644.

San Félix, 12 de agosto de 2022


Introducción.

La educación para la paz, está orientada en educar con valores y principios para una

convivencia pacífica, entre los pueblos y grupos sociales. Esta asume creativamente el

conflicto como proceso natural y consustancial a la existencia humana, lo que implica ayudar

a las personas a develar críticamente la realidad compleja y conflictiva para poder situarse en

ella y actuar en consecuencia.


Educación para la paz.

Educar para la paz es propiciar el desarrollo de habilidades y la adquisición de

herramientas que permitan a las personas y a los pueblos convivir de forma pacífica, o lo que

es lo mismo, vivir sin violencia. Este proceso lleva implícito la asimilación de valores como

la justicia social, la igualdad, la cooperación, la solidaridad, el respeto y la autonomía.

Una manera efectiva, por tanto, de llegar a ser ciudadanos y ciudadanas comprometidos

con el cambio social y la construcción de la paz, es a través de la promoción y el desarrollo de

un sistema educativo que institucionalice la Educación para la Paz en la vida de los centros

escolares.

Generalmente los programas estatales reconocen la existencia de ocho competencias

básicas que deben ser trabajadas de manera transversal en el desarrollo del currículo escolar.

Las características propias de la Educación para la Paz y de la Metodología Socioafectiva de

aprendizaje las hacen propicias para que el profesorado trabaje de forma eficiente la

adquisición de dichas competencias por parte del alumnado.

Aspectos particulares

En 1970 se crea la sociedad Alemana de Investigación sobre la Paz y los Conflictos, esta

institución llevaba a cabo la cohesión de conocimientos de distintas disciplinas.

Posteriormente, para 1980 se llevó a cabo un congreso internacional por la Asociación de

Pedagogos Alemanes por la Paz.

En París, durante 1986, lo relativo a la paz empezó a tomar importancia para los estudiosos

franceses, donde surgieron distintos términos que se relacionaban con la educación para la

paz, tales como: educación para los derechos humanos, educación para el desarrollo,

pedagogía para la paz, entre otras.


Lo que respecta al territorio latinoamericano y caribeño, gracias al sistema neoliberalista,

que trajo consigo múltiples problemas que acaecían en la desigualdad social, en la pobreza y

otros problemas sociales importantes a partir de la década de 1980, gracias al eclecticismo

filosófico, se inició un pensamiento que englobaba teorías pedagógicas que respondían a

algunos aspectos de la educación para la paz fue importante para el territorio iberoamericano

y su condición.

Rasgos de la educación para la paz

La educación para la paz tiene los siguientes rasgos:

1. Presupone tomar partido en el proceso de socialización por valores que alienten el

cambio social y personal.

2. Cuestiona el propio acto educativo, alejándose de la concepción tradicional, bancaria

según la expresión de Paulo Freire, de la enseñanza como algo meramente de transmisión.

Entiende el acto educativo como un proceso activo-creativo en el que el alumnado es agente

vivo de transformación.

3. Lucha contra la violencia simbólica, estructural, presente en el marco escolar.

4. Intenta que coincidan fines y medios. Se trata de llegar a contenidos distintos a través de

medios distintos, haciendo del conflicto y del aprendizaje de su resolución no violenta punto

central de su actuación.

5. Combina ciertos conocimientos sustantivos con la creación de una nueva sensibilidad,

de un sentimiento empático que favorézcala comprensión y aceptación del otro.

6. Presta tanto atención al currículo explícito como al “currículo oculto”, es decir, a la

forma de organizar la vida en la escuela. Este ha de ser coherente con los contenidos
manifiestos. Como se sabe, el tener que enfrentarse día a día y durante una serie de años a las

expectativas y rutinas institucionales de la escuela supone una enseñanza y un aprendizaje

tácito de normas, valores, hábitos y disposiciones. La tolerancia, la participación, la empatía,

la solidaridad y demás valores “alternativos” deben vivirse con el ejemplo.

Se trata, en suma, de aprender a pensar y a actuar de otra manera, algo que supera la

ausencia de guerra, que no plantea la paz como algo quimérico, sino como un proceso por el

que se irá pasando de la desigualdad a la igualdad, de la injusticia a la justicia, de la

indiferencia al compromiso.

¿Para qué educar para la paz?

Este tipo de educación vela por el desarrollo tanto individual como colectivo, por ello, la

manera en el que el proceso de educación por parte de quienes busquen transmitir contenidos

que aluden a la paz es vital. El compromiso de ‘’educar’’ y todo lo relacionado con este

proceso no implica únicamente un conjunto de técnicas o metodologías para que las personas

acumulen o se relacionen con conocimientos deliberados; sin propósito, también tiene que ver

con dirigir, vivir, compartir, con base en políticas éticas, valores, saberes, enseñar a generar

habilidades, para así construir sociedades justas, armoniosas, morales y libres de violencias, la

educación para la paz puede brindar muchos elementos para poder alcanzar el desarrollo de

este tipo de sociedades. Un propósito de la existencia y establecimiento de la paz es que esta

no parezca utópica, por ello, si educar es buscar la mejor vida humana y planetaria posible,

educar también es pretender la paz, mediante la vivencia cotidiana de los compromisos

valores y actitudes de la paz.

Son diversos los beneficios, lo que respecta a la infancia, además de lo anteriormente

mencionado, el saber resolver conflictos, con ello se influye en el aspecto cognitivo de las

niñas y los niños, pues el control de la agresividad, del enojo; es decir la canalización de las
emociones, sentimientos y sensaciones negativas que se puedan experimentar durante algún

momento, abrirá el panorama respecto a cómo actuar adecuadamente cuando estas se

presenten con la finalidad de evitar conflictos.

La familia es una institución social con la que los sujetos tienen contacto desde que nacen,

por ello funge como un factor vital para el proceso de educación y formación de las niñas y

los niños inicialmente. El inculcar aspectos de la responsabilidad en las infancias tendrá como

consecuencia que sea internalizado y, posteriormente expresado socialmente con las personas

con las que se relacionará. Para enseñar el valor de la responsabilidad a temprana edad, niñas

y niños necesitan saber y sentir que son sujetos, personas actuantes en la vida social y no

simplemente objetos de la educación; de igual forma los padres de familia necesitan estimular

en ellos el sentimiento de que son seres autónomos, con capacidad de comandar sus propios

procesos. De esta manera, incentivan la participación de los niños y niñas en los ámbitos de

responsabilidad de la vida de los adultos. De forma equivalente, este proceso amerita que los

padres y las madres se esfuercen por lograr que niñas y niños experimenten la responsabilidad

personal y la experiencia de la autonomía en sus propias vidas’’. El tomar en cuenta a la

familia como parte del proceso educativo de niños y niñas, genera la implicación y

participación de esta en la convivencia y participación, teniendo como consecuencia positiva

un ambiente tranquilo; de cohesión, unión y esencialmente; de paz.

Dificultades de la educación para la paz

Uno de los mayores retos para una educación para la paz es la crisis mundial, en la cual los

escenarios de violencia impunidad o desigualdades toman parte del presente de las personas

que viven bajo estos contextos, siendo pertenecientes principalmente a países con dificultades

políticas, sociales y económicas. La globalización y el uso de las tecnologías tiene una

connotación distinta (esta debiera ser para que haya una conexión y diálogo entre personas),
actualmente las relaciones entre las personas con su entorno y comunidad son prácticamente

escasas, con ello, impera el individualismo el cual, obstaculiza el desarrollo de la solidaridad,

de lo humano, llevando inevitablemente a crisis de distintas naturalezas que afectan tanto

individual como colectivamente. Por ello, para construir la paz el ser humano no debe

concebirse un ser separado e individual, pues eso afecta la relación con las otras personas. Al

pensarse como un ser separado y aislado, está construyendo muros y fronteras que crean sobre

sí mismo el miedo, la desconfianza, la ansiedad, la inseguridad y, por supuesto, formas de

defensa agresiva, conflictiva y egocéntrica. En cambio, cuando una persona toma conciencia

de la unidad que existe entre su yo y la comunidad, en donde la naturaleza también está

incluida y asimismo se percibe como un ser social, florece un ‘yo interior’ que se llena de

amor y alegría, al que le da gusto vivir en plenitud y armonía con la sociedad. De esta manera

se hace partícipe y constructor de paz, resolviendo los conflictos de la separación y la

individualidad''. Debido a esto, desde una educación para la paz se debieran aterrizar los

conocimientos necesarios para que se empiecen a hacer de laso las concepciones acerca de

que se está en una plena ‘’igualdad’’ que conlleva a pensar que los problemas de otros no nos

importan porque no nos afectan directamente, finalmente a pesar de que las personas sí somos

como tal ‘’un individuo’’ somos, al mismo tiempo, parte de un todo, de una comunidad, de

una sociedad que debiera de estar unida para así alcanzar la paz con base en la buena

convivencia.
Conclusión.

Implantar la educación para la paz en el proceso de enseñanza puede ser fruto del temor a

la guerra y sus consecuencias o, mejor aún, de la convicción ante la llamada de la historia y el

concepto de la dignidad del hombre sobre la tierra. Los grandes retos educativos son aprender

a ser, a hacer, a pensar y a convivir. Todos somos responsables de la educación para la paz,

tanto a nivel personal como social, local e internacional. La paz en el contexto educativo

supera el marco de lo extracurricular o complementario y a través de distintos niveles del

sistema educativo, se va identificando con el mismo concepto de la educación como tal.

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