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Fuego en El Altar de Dios

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FUEGO EN EL ALTAR DE DIOS

Introducción: Cuando el apóstol Pablo, naufraga en su


viaje a Roma, logran llegar a la isla de Malta y allí hacen una
fogata, y una víbora huyendo del fuego se prende de su
mano, él la sacudió y ningún daño padeció. Dios lo protegió,
es interesante que la serpiente huyera del fuego.

El fuego nos habla aquí de calor, luz, protección…


Recordemos que Pablo también le dijo a Timoteo: “aviva el
fuego del don de Dios que está en ti”. Leamos este
interesante estudio

FUEGO EN EL ALTAR DE DIOS

I. RECONOCE QUE DIOS ES BUENO Y ES LA FUENTE DE


TU VIDA:

A. La gratitud genera adoración, Gén. 12:7.


“Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia
daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le
había aparecido”

Nota: Dios lo visitó, y le dio una promesa, que involucraba


un milagro pues aún no tenía hijo, Sara era estéril y ambos
de edad avanzada. Abram agradecido adora a Dios.

B. El altar indica muerte y produce vida, Gén 12:8.

“Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y


plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al
oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de
Jehová”

Nota: Conocemos que generalmente era el lugar del


sacrificio… nos habla de Cristo, pero también el lugar donde
Dios nos da a conocer su voluntad, donde es sacrificado el
ego. Y vida por cuanto recibimos de Dios su fuerza, su
protección y su dirección… “invocó el nombre de Jehová…”
en el altar anterior (vrs 7) había gratitud, en éste (vrs.8) hay
dependencia. Es necesario que seamos conscientes de la
necesidad de buscar a Dios con perseverancia.
II. NO DESCUIDES EL FUEGO DE TU CORAZÓN:

A. Persevera en medio de las dificultades, Gén. 12:10.

“Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a


Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la
tierra”

Nota: Estaba en la tierra prometida, pero vino el hambre y él


desciende a Egipto (a veces aunque estemos en obediencia
la Señor vendrán pruebas)… Dios prometió bendecirlo en
Canaán no en Egipto, Abram debía permanecer donde Dios
lo había puesto, pero hizo lo que la mayoría hacía,
descender a Egipto, buscando a orillas del rio Nilo la
“bendición”…

B. Derrota el egoísmo y los temores, Gén 12:11-13.

“Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo


a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de
hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su
mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya
bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti”

Nota: Motivado por su ego y miedo, planea su estrategia;


debemos reconocer que cuando hay temor de enfrentar lo
incierto, es porque hemos descuidado el altar de Dios… El
ego de nuestro corazón nos puede llevar a poner en riesgo
aún a nuestros seres amados. La comunión con Dios
resulta en beneficio de todos.

C. No confundas obediencia con astucia, Gén. 12:14-15.

“Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los


egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron
delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.”

Nota: Al principio la mentira puede traer solución hoy, pero


es dolor para mañana, recordemos que el fin no justifica los
medios. La Escritura dice que “los hombres engañadores
irán de mal en peor”, nunca los engaños y mentiras, traerán
sobre nosotros la bendición de Dios.
D. Valora más la bendición de Dios que las riquezas de
Egipto, Gén. 12:16-20.

“E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas,


vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. Más
Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por
causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón llamó a
Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo?
¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué
dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla
para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y
vete. Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de
Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que
tenía”.

Nota: podemos observar varias conclusiones muy


importantes:

1) No siempre bendición es señal de aprobación, mira el


contraste vrs. 16 y 17…

2) Abram no edificó altar alguno en Egipto, pero versículos


atrás esa fue su característica…

3) Recibió aquí a la sierva Agar, dolor de cabeza más


adelante, para su hogar y para su descendencia…
4) Abram salió avergonzado de aquella tierra…

Debemos cuidarnos para que nuestro amor por Dios no


se enfrié.

(Te invitamos a leer: Dios trae lo mejor para tu vida. ).

III. RESTAURA Y CUIDA EL ALTAR (INTIMIDAD CON DIOS):

A. Abundancia material no significa necesariamente


abundancia espiritual, Gén. 13:1-2.

“Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su


mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot. Y Abram era
riquísimo en ganado, en plata y en oro.”

Nota: Por supuesto que Dios nos quiere prosperar, y esa


prosperidad es integral, siendo el componente espiritual la
prioridad. Dios desea que gobernemos la bendición, no que
ésta nos administre.

B. Vuelve al altar, Dios te espera, Gén. 13:3-4.

“Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el,


hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre
Bet-el y Hai, al lugar del altar que había hecho allí antes; e
invocó allí Abram el nombre de Jehová.”

Nota: puedes imaginarte esa oración… puedes imaginarte


ese dialogo con Dios y cuánto tuvo que reconocer
Abraham… sin embargo, el plan de Dios con Abraham sigue
adelante, pues Dios es fiel y cumplirá su propósito en
nosotros. es fundamental que nuestro
altar mantenga encendido, y levantar ese "incienso
espiritual" agradable a Dios, el altar del incienso en el
tabernáculo del A.T. nos recuerda eso: un incienso grato
que se quemaba para Dios.

Conclusión: Algunas cosas aparecen en nuestra vida y


soplan fuertemente, intentando apagar el fuego de Dios en
nuestro corazón… y otras brotan de nuestro propio
corazón… pero no tenemos que esperar circunstancias
dolorosas para reconocer que debemos cuidar lo que Dios
ha depositado en nuestro corazón, adoremos a Dios en
todo tiempo, él es la razón de nuestra vida.

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