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Via Piramidal y Extrapiramidal

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Sistema Piramidal, conocido también como vía corticoespinal es un conjunto de axones

motores que viajan desde la corteza cerebral (donde se encuentra la motoneurona superior)
hasta las astas anteriores de la médula espinal (donde hace contacto con la motoneurona
inferior). La vía corticoespinal contiene exclusivamente axones motores. Cerca del 90% de los
axones se decusan (se cruzan) en el bulbo raquídeo (en el punto conocido como decusación de
las pirámides). Esto explica por qué los movimientos de un lado del cuerpo son controlados
por el lado opuesto del cerebro. Sistema formado por las vías del Sistema Nervioso Central
encargadas de llevar los impulsos nerviosos desde la corteza cerebral motora hasta las
motoneuronas alfa de las astas ventrales de la médula espinal.

DEFINICIÓN:

El haz (o fascículo) piramidal es un conjunto de fibras nerviosas. Parte del cerebro hasta la
médula espinal, por el interior de la columna vertebral. Sus fibras nerviosas permiten transferir
las órdenes del cerebro hasta las células nerviosas contenidas en la médula espinal. El [haz
piramidal transmite esencialmente las órdenes que conciernen lo que denominamos "los
movimientos motores voluntarios". Se trata de todos los movimientos que hacemos de forma
voluntaria, como abrir una botella, por ejemplo.

FUNCIÓN:

 Controlar las motoneuronas del Sistema Segmentario (Centros motores subcorticales)


estimulándolas o inhibiéndolas.

• Corresponde filogenéticamente a la más nueva y específica, la actividad voluntaria o


neocinética.

• Los axones del Haz Corticoespinal y Corticobulbar, terminan indirecta o directamente en las
motoneuronas alfa segmentarías, que inervan los músculos de la cara, lengua y laringe y los
músculos de la parte distal de las extremidades superiores.

• Esto explica la destreza de la mano y de la perfección de la voz en el hombre.

• Los axones del Haz Corticoespinal, hacen sinapsis con las motoneuronas gamma de los
músculos anteriores, por lo tanto, el Sistema Piramidal, interviene también en la regulación de
la actividad fusimotora, interviniendo en el control del tono muscular.

• Algunas fibras del Haz Piramidal, terminan en centros subcorticales, como el neoestriado,
formación reticular, núcleo rojo y oliva bulbar, por lo cual el Sistema Piramidal, contribuiría
indirectamente a la regulación postural.

 El Sistema Piramidal, además de la función motora, tiene la función de integración


sensoriomotora.

• La lesión de la corteza o vía Piramidal, no solo produce pérdida de habilidad de los


movimientos, sino también debilidad de los músculos, con sensación de esfuerzo aumentado,
por parte del paciente.

VÍA MOTORA:

La vía corticoespinal se origina en las neuronas piramidales gigantes (células de Betz) de la


corteza motora. Los cuerpos neuronales en la corteza motora envían sus axones a los núcleos
motores de los nervios craneales principalmente del lado contralateral de los pedúnculos
cerebrales (tracto córtico-peduncular), protuberancia o puente de Varolio (tracto córtico-
pontino), el bulbo raquídeo (tracto córtico-bulbar); sin embargo, la mayor parte de esas fibras
se extienden hacia abajo hasta la médula espinal (tracto córtico-espinales). La mayoría de las
fibras córtico-espinales (cerca del 90%) se cruzan hacia el lado contralateral en el bulbo
raquídeo (decusación piramidal), mientras que algunas de ellas (10%) se cruzan a su nivel en la
médula espinal. Existe una representación somatotópica precisa de las diferentes partes del
cuerpo en la corteza motora primaria, con el área del miembro inferior localizada en la corteza
medial (cerca de la línea media), y el área de la extremidad cefálica localizada en la corteza
lateral, en la convexidad del hemisferio cerebral (homúnculo motor). El área motora del brazo
y la mano es la mayor y ocupa la parte precentral del gyrus, localizada entre el área del
miembro inferior y de la cara. Los axones motores se mueven juntos y viajan a través de la
sustancia blanca cerebral, y forman parte de la pierna posterior de la cápsula interna. Las
fibras motoras continúan hacia abajo dentro del tronco cerebral. El haz de axones
corticoespinales es visible como dos estructuras en forma de columnas ("pirámides") en la cara
ventral de la médula espinal -de aquí viene el nombre de vía piramidal.

CARACTERÍSTICAS:

• Es filogenéticamente más nuevo que el extrapiramidal, con una estructura anatómica y


funcional mucho más simple. Se origina en las siguientes áreas de Brodmann: Área 4 y 6 (giro
precentral); 1, 2 y 3 (giro poscentral); 40 (área somestésica secundaria).

• Desde el Giro Precentral se van a originar las fibras descendentes, siguiendo la somatotopía
(Homúnculo Motor). Las fibras que tienen como destino la región de la cara nace de la porción
más inferior del giro precentral, en cambio, las que tienen como destino el tronco y el inicio del
miembro inferior, nacen de la porción más alta del giro precentral.

• Alrededor de 2/3 de las fibras proviene del lóbulo Frontal y 1/3 del lóbulo Parietal.

• Sólo el 60% de sus fibras que vienen del córtex cerebral son mielinizadas, y un 40% son
amielínicas.

• Las fibras mielinizadas o axones de las células gigantes sólo corresponden al 2 ó 3 % del total
de fibras mielinizadas.

• Los movimientos automáticos están bajo control de los centros motores subcorticales, los
cuales pueden ser modificados por acción del Sistema Piramidal.

• Está constituido por los Fascículos: Corticoespinal y Corticonuclear.

VÍAS DEL SISTEMA PIRAMIDAL:

Las fibras pasan a través de la Cápsula Interna, Pedúnculo Cerebral, Porción Basilar del Puente,
Pirámide Bulbar. En la cápsula Interna pasan a nivel del brazo posterior. Estas fibras, una vez
que han pasado la cápsula interna pueden sufrir alguna patología como es, por ejemplo, la
presencia de un coágulo producto de una rotura de algunas de las arteriolas que se originan de
la arteria cerebral media, el cual produce un bloqueo de la conducción nerviosa a través de la
cápsula interna, lo que se manifiesta en una hemiplejia o parálisis contralateral. Junto a las
Fibras Corticopontinas, el Sistema Piramidal forma los Pedúnculos Cerebrales. El Tracto
Piramidal se ubica en la parte media de los Pedúnculos Cerebrales. A nivel de los Pedúnculos
Cerebrales, las fibras del Tracto Corticonuclear son las más mediales, seguidas por las del
Tracto Corticoespinal (fibras para el miembro superior, tronco, miembro inferior) y
Parietopontinas. Al pasar al puente las fibras rotan, quedando: el Tracto Corticonuclear
Dorsalmente y ventralmente las fibras del tracto Corticoespinal (cervicales, torácicas, lumbares
y sacras). El 70-90% de las Fibras del Tracto Corticoespinal cruzan la línea media a nivel de la
decusación de las pirámides. Las fibras para el miembro superior cruzan dorsales a las
destinadas al control del miembro inferior. La mayoría de las Fibras del Tracto Corticoespinal
terminan en las interneuronas entre el cuerno ventral y dorsal.

1. Tracto Corticoespinal

La mayoría se origina en las áreas motoras y premotoras; y terminan en las interneuronas,


entre el cuerno ventral y dorsal (alfa motoneuronas).

 Funciones: Es esencial para la habilidad y precisión de movimientos; la ejecución de


movimientos finos de los dedos. (Sin embargo, no puede iniciar estos movimientos por sí
mismos, lo hacen las fibras corticofugales). Además, regula los relevos sensitivos y la
selección de la modalidad sensorial que alcanza el córtex cerebral. El tracto corticoespinal
fundamentalmente estimula las neuronas flexoras e inhibe las extensoras. A nivel de la
sustancia gris medular existen las neuronas inhibitorias de Renshaw que inhiben a las
neuronas extensoras.
 Clasificación: Las fibras del Tracto Corticoespinal se disponen más o menos dispersas, se
van concentrando y se van ubicando dentro de las pirámides bulbares para llegar a nivel
del límite inferior del bulbo donde un 70-90% de las fibras cruzan la línea media
constituyendo el Tracto Corticoespinal Lateral que se ubica en el cordón lateral de la
médula, en el lado opuesto. El resto de las fibras va a descender directamente en dirección
a la médula constituyendo el Tracto Corticoespinal Anterior, el cual también decusa, pero a
nivel de la comisura blanca medular.

2. Tracto Corticoespinal Lateral

Es producto de la Decusación Piramidal, por lo tanto, representa el 70 a 90% de las fibras. Sus
fibras terminan en las neuronas motoras, en la parte lateral del cuerno ventral. Se ubica a lo
largo de todo el cordón lateral de la médula. Presenta las fibras para el miembro superior
mediales a las fibras para el miembro inferior. Inerva la musculatura distal de las
extremidades.

3. Tracto Corticoespinal Ventral

Corresponde al 8% de las fibras que no decusa a nivel bulbar. El 98% de este tracto, decusa en
forma segmentaria en los niveles medulares a través de la comisura blanca. El 2% se mantiene
ipsolateralmente (Tracto Barnes). Sus fibras terminan en las neuronas motoras de la parte
medial del cuerno ventral, que inerva la musculatura del cuello, tronco y porción proximal de
las extremidades.

Lesiones:

 Su lesión provoca Parálisis.


 Si la lesión es por encima del nivel de la decusación motora será una Parálisis Contralateral
al sitio de la lesión.
 Si la lesión es por debajo del nivel de la decusación motora será una Parálisis Ipsilateral al
sitio de la lesión.

Además de la parálisis, las lesiones producen un conjunto de signos neurológicos, que incluye:
 Espasticidad
 Reflejos Miotáticos Hiperactivos (Hiperreflexia)
 Signo Babinsky positivo Clonus

En conjunto, este conglomerado de datos clínicos se conoce como:

- Signos de Motoneurona Superior.

Podemos concluir señalando que el sistema piramidal realiza el control de todos los
movimientos voluntarios a través de un proceso de inhibición de motoneuronas, o a través de
un proceso de estimulación de motoneuronas. Podría esto explicar por qué cuando hay una
lesión de motoneurona superior en una primera etapa tenemos una parálisis espástica, debido
a que se libera la motoneurona inferior del control de la motoneurona superior, haciendo que
la persona se ponga rígida y aumenten sus reflejos tendinosos. Entonces el sistema piramidal
actúa inhibiendo o facilitando la acción de la motoneurona que se encuentra en el cuerno
ventral de la médula. (Tanto el tracto corticoespinal lateral como el anterior participan en el
control de la motoneurona inferior).

4. Tracto Corticonuclear o Corticobulbar

Se origina en las áreas de la cara, en la corteza cerebral. En la cápsula interna, se ubica a nivel
de la rodilla. No alcanza la médula, se proyecta sobre los Núcleos de los Nervios Craneales.
Algunas de sus fibras se proyectan directamente sobre los siguientes núcleos: Motor del V par,
del VII par y Núcleo del XII par (Inervación bilateral) La mayoría de sus fibras termina en
núcleos reticulares (Tracto Corticorreticulonuclear), antes de alcanzar los núcleos de los
nervios craneales. Es importante tener en cuenta que la mayoría de los núcleos de los Nervios
Craneales reciben fibras Corticonucleares Bilaterales.

Trayecto: Cápsula Interna (rodilla) —> Pedúnculo Cerebral —> Porción Basilar del Puente (aquí
se entrecruzan sus fibras con las del tracto corticoespinal)

Lesiones: Su lesión provoca Paresia, de los músculos inervados por el núcleo del Nervio craneal
correspondiente (Parálisis Pseudobulbar). Curiosamente, se dice que el tracto corticonuclear
trae fibras homolaterales para el núcleo del troclear. Por lo anterior, en la parálisis central se
paralizan todos los músculos de la órbita hacia abajo, en cambio, hacia arriba se puede realizar
movimiento.

El sistema Extrapiramidal, se distingue del piramidal por su constitución, desarrollo y


funciones. Constituye el aparato motor tónico más antiguo filogenéticamente, en el que
evolutivamente el sistema Piramidal está ausente, el Extrapiramidal resulta ser la parte
superior del encéfalo, que percibe la excitación de los órganos de recepción y manda los
impulsos a la musculatura mediante mecanismos automáticos de la médula espinal, en
consecuencia, aparecen los movimientos automatizados. En los mamíferos con el desarrollo
del prosencéfalo y de su corteza, surge el sistema piramidal, que corresponde a la nueva forma
de actos motores, en relación con la especialización cada vez mayor de pequeños grupos de
músculos. Específicamente en el hombre están presentes ambos sistemas y a pesar de la
búsqueda y las contribuciones actuales sobre el sistema extrapiramidal todavía existen
aspectos no esclarecidos totalmente, lo que nos motivó para la realización del presente
trabajo.

Dentro de la denominación de “movimiento involuntario” se ocupan en Neurología una serie


de manifestaciones hipercinéticas que a veces solo tienen en común el hecho de ser
movimientos anormales o exagerados que no dependen de la voluntad, ya que los mismos
reconocen mecanismos de producción y factores causantes diferentes. Algunos de estos
trastornos son originados por afecciones de carácter orgánico (lesiones anatómicas) en tanto
que otros son debidos a factores psicopatológicos. Los movimientos involuntarios de origen
orgánico, tienen en muchos casos relación con alteraciones del Sistema Extrapiramidal (S. E).

En condiciones normales existe una integración funcional completa entre el Sistema Piramidal
(P) y el Sistema Extrapiramidal (S. E), el cual se relaciona con los movimientos automáticos y
asociados, los cuales no dependen de la voluntad, rige el mantenimiento del tono muscular y
la regulación de su trabajo, así como se ha sugerido que está implicado en la generación
interna del movimiento y en la retención y adquisición de los problemas motores.

El Sistema Extrapiramidal se distingue del piramidal por su constitución, su desarrollo y sus


funciones. Este sistema es el aparato motor tónico más antiguo filogenéticamente, que se
encuentra en los peces donde solo existe globo pálido; en los anfibios ya aparece el putamen.
En este estado del desarrollo, en que el Sistema Piramidal aún está ausente, el S.E resulta ser
la parte superior del encéfalo, que percibe la excitación de los órganos de recepción y que
manda los impulsos a la musculatura mediante mecanismos automáticos de la médula espinal.
En consecuencia, aparecen los movimientos comparativamente simples (automatizados).

En los mamíferos, con el desarrollo del prosencéfalo y de su corteza, se forma el nuevo


sistema, el piramidal, que corresponde a la nueva forma de actos motores, en relación
con la especialización cada vez mayor de pequeños grupos de músculos. Como resultado
en el hombre se desarrollan dos sistemas: Piramidal y Extrapiramidal, este último juega
un papel subordinado, por su ancestro premamífero recibe el nombre de sistema
antiguo y en una terminología afortunada, aunque un tanto vaga el nombre de Sistema
Motor Extrapiramidal. A pesar de que las recientes contribuciones ofrecidas por la
neurocirugía esteroatáxica en el hombre, han producido un notable adelanto acerca de los
conocimientos sobre estructuras importantes de este sistema, todavía existen aspectos
relacionados con la misma no esclarecidos totalmente, lo que nos ha motivado a realizar el
presente trabajo, para el cual se revisaron los trabajos que hacen referencia a esta vía que
estuvieron a nuestro alcance como: libros y folletos de Anatomía, Fisiología, Revista de
Neurología y Propedéutica Clínica entre otras.

DESARROLLO

Este sistema está compuesto por una serie muy compleja de estructuras suprasegmentarias,
estrechamente relacionadas entre sí por abundantes conexiones que forman junto con los
tractos descendientes un intrincado sistema de integración motora entre la corteza cerebral, el
cerebelo y la médula espinal. Las agrupaciones celulares que componen este sistema en el
hombre son muy variados y en el encéfalo adulto ocupan posiciones en el telencéfalo,
diencéfalo, mesencéfalo que agrupa zonas de la corteza cerebral, el estrío pálido, substancia
negra, núcleo subtalámico, núcleo rojo, formación reticular y techo mesencefalico, entre otros.
Corteza cerebral: Este sistema se inicia en la corteza del lóbulo frontal (corteza pre-motora),
corteza pre y post-central (corteza sensorimotora), corteza motora suplementaria (cara
medial del giro frontal superior por delante del área motora primaria. Desde todas estas
áreas parten fibras de proyección que terminan en el núcleo caudado y putamen, substancia
negra y formación reticular a dieferentes niveles. Por otra parte la neocorteza recibe fibras de
proyección desde el estriado y probablemente desde la Substancia Negra. Es la corteza
promotora, la que recibe el mayor número de conexiones que proceden desde el globo pálido
por la vía intercalada de los núcleos ventral y ventral anterior del tálamo. Como vemos además
de establecerse conexiones importantes (circuitos de retroalimentación) entre las diferentes
estructuras descritas anteriormente, desde el tronco encefálico se extienden fibras hasta los
núcleos motores de los cuernos anteriores de la médula espinal, que parten del techo
mesencefálico, núcleo rojo, formación reticular, núcleo olivar inferior y núcleos vestibulares
formando los tractos: tectoespinal, rubroespinal, reticuloespinal y vestibuloespinal.

 Tracto tectoespinal: se origina en los núcleos de los colículos superiores, sus fibras se
decusan en el mesencéfalo y descienden por el funículo anterior de la médula espinal.
Actúa sobre las neuronas motoras encefálicas y espinales mediante células intercaladas. Es
una importante vía refleja relacionada con la visión.

• Tracto rubroespinal: procede del núcleo rojo, sus fibras cruzan al lado opuesto en el
mesencéfalo (decusación ventral del tegmento), transcurren por el funículo lateral de la
médula espinal, terminando a distintas alturas haciendo sinapsis con neuronas de la sustancia
gris del hasta anterior de la médula espinal. Participa en la excitación de las neuronas motoras
de los músculos flexores, así como en la inhibición de los extensores. Es una vía cruzada.

• Tracto reticuloespinal: se inicia en los núcleos de la formación reticular donde establece


enlaces con los núcleos de los nervios craneales. En su trayecto por la médula espinal se divide
en dos haces: uno directo (homolateral) que desciende por el funículo lateral y otro cruzado
que desciende por el funículo anterior, ambos establecen contacto con las células de los
núcleos motores de la médula espinal. Los enlaces de la Formación Reticular con los núcleos de
los nervios craneales y de la médula espinal permiten su participación en todos los actos
reflejados en que intervienen muchos músculos en variadas combinaciones, tales como en la
fonación, deglución, respiración etc.

• Tracto olivoespinal: toma inicio en el núcleo olivar inferior de la médula espinal y desciende
por el funículo lateral de la médula espinal. Está relacionado con el mantenimiento del
equilibrio.

• Tracto vestibuloespinal: Se origina en los núcleos vestibulares, desciende por el funículo


anterior estableciendo sinapsis con neuronas motoras distintas a la de los tractos piramidal y
rubroespinal. Actúa aumentando el tono muscular del mismo lado. Hay autores que describen
un tracto lateral más voluminoso y otro menos medial.

El cerebelo es un eslabón importante en este sistema, la vía corticopontocerebelosa, y las vías


eferentes del cerebelo también constituyen vías extrapiramidales, aunque a veces se describen
de forma independiente. A su vez, el cerebelo ayuda a escalonar las actividades motoras y
también supervisa y hace ajustes correctos de las actividades motoras que surgen en otras
partes del encéfalo (9), la vía corticopontocerebelosa y las vías motoras cerebelosas permiten
que la corteza del cerebro influya y controle la actividad del cerebelo, y a este último coordinar
y regular las actividades involuntarias.

CONSIDERACIONES CLÍNICAS
La enfermedad de Parkinson es una de las entidades que con mayor frecuencia se presenta y
es un representante importante de los síndromes extrapiramidales, aunque no es la única,
pues existen otros cuadros de menos incidencia como la corea, atetosis, hemibalismo,
mioclonías, espasmos de torción, entre otros.

La enfermedad de Parkinson también conocida como parálisis agitante es el resultado de una


destrucción general de la zona de la substancia negra compacta que envía fibras secretoras de
dopamina al núcleo caudado y al putamen. Los meningiomas son los tumores que con mayor
frecuencia (70 %) han originado los cuadros parkinsonianos publicados en la literatura y en la
mayoría de los casos como forma de inicio clínico. Entre los procesos expansivos descritos no
solo se han hablado los de naturaleza tumoral, sino también los de índole infecciosa y
vascular (hemisíndrome). La enfermedad se caracteriza por temblor en reposo, rigidez
muscular y acinesia. La terapia inicial de esta enfermedad debe ir encaminada a mejorar los
síntomas, retrasos de progresión de la enfermedad y prevenir la aparición de complicaciones a
corto y largo plazo. Los fármacos disponibles en la actualidad para el tratamiento sintomático
son la levodopa, los agonistas dopaminérgicos, los anticolinérgicos, entre otros. La levodopa
continúa siendo el fármaco más efectivo. La presencia de complicaciones motoras y
psiquiátricas en un porcentaje alto de pacientes parkinsonianos, junto al avance importante
que se ha producido en los últimos años en el funcionamiento de los ganglios básales
permite el tratamiento quirúrgico de esta enfermedad. El globo pálido medial, el núcleo
ventral intermedio y el núcleo subtalámico son actualmente dianas esterotáxicas en la cirugía
de esta enfermedad. Otras alternativas de tratamiento son la estimulación eléctrica del núcleo
ventral intermedio para el tratamiento del temblor, y la estimulación crónica del globo pálido
medial y del núcleo subtalámico se encuentra en face de ensayo clínico, aunque estudios
preliminares sugieren que puede ser una alternativa de tratamiento.

¿QUÉ SON LOS GANGLIOS BASALES? Denominamos ganglios basales a un conjunto de


núcleos subcorticales interconectados situados en torno al sistema límbico y del tercer
ventrículo. Se ubican a ambos lados del tálamo, a la altura del lóbulo temporal. Se trata de
cúmulos de sustancia gris (es decir, zonas en las que se concentran las partes de las neuronas
que no están mielinizadas) que poseen una gran número de conexiones con otras zonas del
cerebro, como la corteza o el tálamo, tanto a nivel de aferencias como de eferencias (reciben
información de otras áreas cerebrales). Los ganglios basales están repartidos entre zonas
cercanas al centro del encéfalo, bajo la corteza cerebral y alrededor del diencéfalo, y por su
localización tienen un papel en acciones que están entre lo automático y lo voluntario. Los
principales neurotransmisores que actúan en estas áreas cerebrales son la dopamina como
excitador y el GABA como componente inhibidor, teniendo diferentes efectos según el núcleo
y los circuitos nerviosos en el que actúen. Principales componentes de los ganglios basales: A
pesar de considerarse un como un conjunto de núcleos dada su interconexión, los ganglios
basales constan de diversas subestructuras diferenciadas y, de hecho, físicamente es
fácil reparar en los espacios que hay entre ellos. A continuación puedes encontrar las
principales estructuras de este conjunto de estructuras cerebrales: 1. Cuerpo estriado: El
estriado es considerado la principal zona de recepción de información de los ganglios
basales. Es decir, se trata de una zona que recibe numerosas proyecciones de diversas áreas
cerebrales, integrando la información y actuando con ella. Está compuesto por el núcleo
neoestriado (compuesto por núcleo caudado y putamen), el cual se encarga
fundamentalmente de recibir aferencias del tracto nigroestriado, y el núcleo lenticular
(conformado por putamen y globus pallidus), más centrado en el envío de mensajes a otros
núcleos cerebrales. 2. Núcleo Caudado: Situado debajo del lóbulo frontal y en conexión con el
occipital, esta estructura está vinculada con la sensación de alarma, avisando de que algo no
funciona correctamente, así como a la motivación. Esto se debe a sus conexiones con el lóbulo
frontal, especialmente con el córtex orbitofrontal. 3. Putamen: Elemento fundamental en el
control de los movimientos automatizados, Situado debajo del núcleo caudado y unidos por
la zona anterior. Se vincula al movimiento de la cara y extremidades. 4. Globus pallidus:
Derivado del diencéfalo, se sitúa entre putamen y cápsula interna. En este caso posee
neuronas mielinizadas que son utilizadas para transmitir información al tálamo y a la sustancia
negra.

5. Sustancia negra: Localizado bajo el tálamo, en el tronco del encéfalo, esta estructura es
conocida por ser una de las principales fuentes de dopamina del cerebro. Participa
activamente en el sistema de recompensa cerebral. En su conexión con el estriado (formando
parte del tracto nigroestriado) también tiene gran importancia en el control del movimiento
fino, tanto de extremidades como de los ojos. 6. Núcleo accumbens: Situado bajo el globus
pallidus, recibe señales del área tegmental ventral y envía señales al globo pálido. Este núcleo
participa en el mantenimiento de conductas reforzadas por drogas y habituación, poseyendo
conexiones con el sistema límbico. 7. Núcleo subtalámico: Situado en el punto de unión entre
mesencéfalo y tálamo, la principal función que se le otorga al núcleo subtalámico es la de
regular funciones motoras. 8. Sustancia roja: Esta estructura mantiene importantes conexiones
con el cerebelo y la médula espinal, estando especialmente vinculada a la coordinación motriz.
Concretamente, posee especial relevancia en el control de brazos y hombro. Funciones de los
ganglios basales: Como se ha podido observar en la explicación de sus componentes, las
funciones de los ganglios basales son variadas, participando en numerosos e importantes
aspectos de nuestra vida. Haciendo un repaso general de los aspectos en los que participan
podemos decir que algunas de sus principales funciones son las siguientes: 1. Planificación,
integración y control del movimiento voluntario: Una de las funciones por la que más se
conoce a los ganglios basales es por la regulación y gestión de las acciones motoras
voluntarias. Actuando a través del circuito corticoestriatal, actúan concretamente como
filtro inconsciente que inhibe o selecciona los movimientos a realizar, concretamente
ayudando a controlar la postura corporal y a coordinar el movimiento fino/preciso de las
extremidades. Los ganglios basales permiten marcar el final de un movimiento, planificar
secuencias y corregirlas en caso de necesitar hacerlo. 2. Aprendizaje procedimental Otro de
los aspectos en que los ganglios basales tienen una actuación predominante es en el
aprendizaje procedimental y en la automatización de la conducta. Este tipo de aprendizaje es
el que permite acostumbrarse a realizar secuencias de acciones tales como las necesarias
para conducir, tocar un instrumento, afeitarse o coser, permitiendo la gestión de los recursos
atencionales de forma que puedan dirigirse hacia otros menesteres.

3. Funciones ejecutivas Los ganglios basales también participan de forma activa en las
funciones ejecutivas. Concretamente contribuye al mantenimiento de la velocidad de
procesamiento, la planificación a nivel cognitivo y la elaboración de estrategias para
solucionar problemas. Del mismo modo, las conexiones de los ganglios basales con la corteza
orbitofrontal provocan que estén implicados en la capacidad de inhibición conductual. 4.
Participación en conducta emocional y motivacional Como se ha mencionado anteriormente,
algunos ganglios basales como el núcleo accumbens tienen conexiones con el sistema límbico y
el sistema de recompensa cerebral, habida cuenta de su importancia en la gestión de la
dopamina. Así, se puede considerar que los ganglios basales participan en la conducta
emocional y en el reforzamiento producido por drogas o estimulación. Por ejemplo, los
ganglios basales tienen un papel muy importante tanto en el condicionamiento clásico
como en el condicionamiento operante. Trastornos vinculados a problemas en ganglios basales
Como se puede observar, todos estos elementos y funciones hacen de los ganglios basales
elementos fundamentales para la correcta funcionalidad del organismo. Pero..., ¿qué ocurre
cuando existe una lesión o un suceso provoca que estos núcleos no se coordinen o actúen
como deberían? En ese caso nos podemos encontrar con algunos de los siguientes problemas
y trastornos, generalmente tratándose problemas de tipo hipo o hipercinéticos, es decir,
vinculados al movimiento. 1. Parkinson El trastorno más común y más conocido derivado de un
mal funcionamiento de los ganglios basales es la enfermedad de Parkinson. Los síntomas más
reconocibles de este trastorno son los temblores parkinsonianos o en reposo. Asimismo,
también aparece rigidez muscular y pérdida de movimientos espontáneos. junto con una
marcada bradicinesia o pérdida de velocidad motora y trastornos de la marcha. Este trastorno
se da especialmente ante la degeneración y muerte de las células dopaminérgicas del
nigroestriado, que hace que la transmisión de la dopamina se pierda en gran medida, no
llegando la información a la corteza motora. 2. Corea de Huntington Se trata de un trastorno
genético neurodegenerativo causado por una alteración un gen dominante en el
cromosoma número cuatro, con penetrancia completa. Produce síntomas hipercinéticos: la
enfermedad causa movimientos incontrolados semejantes a una danza (de ahí el nombre de
corea), y pérdida importante de funciones ejecutivas y memoria. Los déficits son producidos
principalmente por la muerte de neuronas del núcleo caudado, especialmente de neuronas
gabaérgicas y colinérgicas.

3. Síndrome de pérdida de autoactivación psíquica Tal y como se ha mencionado


anteriormente los ganglios basales tienen relación con la motivación personal. Una lesión
en dichas zonas puedan comportar pues graves implicaciones en este aspecto, como sucede
en el síndrome de pérdida de autoactivación psíquica o PAP. Este trastorno, también
conocido como acinesia psíquica pura o pérdida del inicio o mantenimiento de la acción,
produce una pasividad extrema en quien lo padece, perdiendo la capacidad de interesarse, la
espontaneidad y la motivación. Quien lo sufre es capaz de reconocer sus déficits, de manera
que no se presenta anosognosia, pero presentan una gran indiferencia por ellos. 4. Trastornos
por tics y síndrome de la Tourette En estos trastornos, como el síndrome de Tourette, los
cuales se caracterizan por la presentación de movimientos, vocalizaciones, gestos o conductas
muy estereotipadas que se realizan de forma inconsciente, se presenta una afectación
severa de los ganglios basales. Más específicamente, se cree que estos trastornos pueden
estar relacionados con problemas en el putamen. 5. Otros trastornos vinculados Al margen de
estos trastornos, alteraciones de los ganglios basales suelen darse en una gran cantidad de
problemas psicológicos. Por ejemplo, en el trastorno obsesivo compulsivo o el TDAH
pueden y parecen darse alteraciones de estos sistemas cerebrales.

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