Cronista y Principe 2
Cronista y Principe 2
Cronista y Principe 2
CRONISTA
YPRINCIPE
La obra de don
FELIPE GUAMAN
POMA DE AYALA
1
(SEGUNDA EDICION)
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU
FONDO EDITORIAL 1989
Primera edición, setiembré de 1989
Segunda edición, Abril de 1992
Derechos reservados
Prefacio 13
Introducción 19
Intérprete .y testigo 31
La restitución, la encomienda y el corregimiento 33
Evangelización y extirpación 36
Cristóbal de Albornoz 38
Francisco de Avila 41
Guarnan Poma, lector y autor 42
El manuscrito autógrafo 47
La historia reciente del manuscrito 51
El camino de Lima a Cophenhague 52
Epoca de la redacción de la obra 54
El comienzo de las andanzas del autor 61
"Camina el autor" y la enmendación de la Nueva coránica y
buen gobierno 64
El añorado orden social andino 70
La mujer andina 72
La iglesia andina 74
Guarnan Poma, "nieto de Topa Inca Yupanqui" 78
9
Capítulo 3. "LOS SABIOS QUE CONPONEN LOS LIBROS"
10
Representación de fondo: Los prototipos del espacio cultural 191
El espacio cultural europeo: Desorden y decadencia 194
El espacio cultural andino: "pulicía y cristiandad" 196
El robo del signo .- 199
Conclusiones 204
11
PREFACIO
· Por el año de 1615, don Felipe Guarnan Poma de Ayala dejó para el rey
Felipe III de España (y para la posteridad) unas memorias dé su experiencia
durante la primera centuria de la colonia española en América. Don Felipe se
jactaba allí de ser príncipe , o principal, descendiente de los señores Yaru
Willka de Chinchaysuyu. También se refería a sí mismo como "autor y coro-
nesta." Aunque no se sabe mucho acerca de su vida, es, sin embargo , una
figura majestuosa en la historia de las culturas andina e· hispanoamericana.
Por esto, elijo como título de este estudio las palabras que él mismo utilizó
para describirse: Cronista y pr{ncipe.
15
de los años, logré aprender de él -y por la lección le agradezco- que la ur-
gencia y la lentitud son las características fundamentales de la vida de inves-
tigación. También en Cornell tuve el privilegio de estudiar con Lucille Kerr
(la directora de mi tesis y ahora de la Universidad de Southern California),
Roberto González-Echevarría (Universidad de Yale) y Ciriaco Morón Arroyo
(Universidad de Cornell). Quiero agradecer a los tres por haberme ayudado a
desarrollar un tema de, estudio poco común dentro c(el campo de los estudios
literarios en los primeros años de la década de los setenta. Durante mis nueve
años en Ja Universidad de Syracuse, el jefe de mi departamento y mi amigo,
Louis W. Roberts, facilitó mis investigaciones con tiempo y apoyo nect~sarios,
sobre todo para la preparación de la edición crítica de la Nueva coránica y
buen gobierno que hicimos John Murra, Jorge Urioste y yo. Los años en
Syracuse y las amistades hechas allí, con JoAnn Cannon, Susana Hkfalvi-
Leiva, Angel Leiva, Myron Lichtblau y Daniel P. Testa, fueron cruciales para
el desarrollo de las perspectivas que este estudio representa.
16
tor de la Biblioteca Real, al permitirme examinar uno de sus más ricos teso-
ros -el manuscrito autógrafo de la Nueva coránica y buen gobierno- duran-
te el largo verano de 1977. Quiero manifestar mi gratitud al Dr. Svend Gissel ,
Jefe del Departamento de Manuscritos de dicha institución, y al Dr. Tue Gad
y a la Sra. Kirsten Weber, por haber facilitado mis investigaciones sobre aque-
lla preciosa fuente. Las becas que tuve, en la Biblioteca Brown durante el
verano de 1985 y en la Biblioteca Newberry, en marzo-agosto de 1986 (la
segunda auspiciada por la National Endowment for the Humanities), me ayu-
daron mucho a profundizar mi conocimiento de la cultura de la imprenta en
la época colonial. Les agradezco al Dr. Norman Fiering, Director de la John
Carter Brown, y al Dr. Richard H. Brown y al Dr. Paul F. Gehl de la New-
berry, por su ayuda y apoyo imprescindibles. Finalmente, al Instituto de
Humanidades de la Universidad de Michigan, y a su Director, James A. Winn,
va mi agradecimiento por el tiempo en que pude volver con tranquilidad sobre
los temas que se desarrollan aquí y preparar esta versión en español de mis
investigaciones sobre la obra del cronista andino.
17
tulo seis apareció en inglés en Studies in the An.throp:ólogy of Visual Commu-
nication 5 :2 (1979): 78-96, dirigida por Larry Gross, y en castellano en Chun-
gará. núm. 13 (1984 ): 67-91, bajo la dirección de Jorge Hidalgo Lehuede . El
capítulo siete fue publicado en inglés en Semiotica 36: 1-2 (1981): 51-106,
con el apoyo de Paulo Valesio. Versiones anteriores del capítulo ocho se pu-
blicaron en History of European Ideas 6:4 (1985): 4471.. 464, en un número
especial dirigido por Dario Femández-Morera, y en Lexis 11 :2 (1987): 109-
135, dirigida por José Luis Rivarola. Un variante del capítulo nueve fue publi-
cado en Hispamérica, núm. 48 (1987): 3-24, dirigida por Saúl Sosnowski. En
todos los casos, las versiones presentadas aquí representan la revisión y correc-
ción de las anteriormente publicadas.
Rolena Adorn0
Ann Arbor, Michigan
Enero die 1989
18
. INTRODUCCION
"Yací que por lo escrito y
carta nos ueremos" (976).
Con estas palabras, Don Felipe Guarnan Poma se dirige al monarca espa-
ñol, Felipe III, alrededor del año 1615. Verse el uno al otro por el medio es-
crito es sólo una de las novedades de la escritura que Guarnan Poma señala.
El diálogo que él había tenido con el mundo de la cultura escrita es en sí una
fuente de información sobre la vida cultural e intelectual de la colonia. Debi-
do al hecho de que lo conocemos en su vocación prioritaria de escritor, vale
preguntar qué tipos de obras leía y de dónde sacaba modelos para lo que iba
a hacer.
21
un documento t~n largo y tan diverso en sus medios de comunicación. Mi in-
tento en esta indagación ha sido ve'r, con la claridad que sea posible, qué es
Jo que dice Guarnan Poma en su obra (en particular, qué opina de las múlti-
ples dimensiones de Ja sociedad colonial), qué medios emplea para expresar-
lo y cómo transforma las fuentes y modelos que utiliza al orientarlos hacia su
propio proyecto.
22
nidad americana. Más atrevido que Acosta, quien aventuró en llamar su propia
obra " nueva" sólo en su prólogo, Guarnan Poma proclamó la novedad de su
obra en el título mismo.
Igual que su postura narrativa como guardia del bien público, los esfuer-
zos de Guarnan Poma como suplicante privado dependían de la ilusión que él
había creado para disfrazar sus contiendas polémicas . La idea de una proban-
za de méritos, o petición personal al rey, para buscar recompensa por los ser-
vicios rendidos, era explícita en la súplica de Guarnan Poma al rey Felipe III:
"Agradéscame este seruicio de treinta años y de andar tan pobre, dejando mi
casa y hijos y haziendas para seruir a vuestra Magestad" (97 6). Es a este nivel
y en este contexto de carta relatoría que la obra de Guarnan Poma puede lla-
marse apropiadamente una carta al rey (véase Murra 1961).
23
te entre ellas: la carta y la relación se escribían por un sentido de obligación
a testificar e informar, mientras que la historia y la crónica aspiraban a elabo-
rar, de datos tales como los que las relaciones podían proporcionar, las rela-
ciones complejas entre los sucesos históricos. Tan sólo es desde la perspectiva
de la recepción de todas estas obras en este siglo, y no desde la perspectiva de
su producción original en el dieciséis y diecisiete, que se puedan observar co-
mo pertenencientes a una sola categoría (Mignolo 1982: 59).
24
ta de su relación con los discursos teórico-jurídicos, históricos y religiosos. El
empleo por Guarnan Poma de fuentes escritas lo veo desde una perspectiva
muy particular. Según mi modo de ver, no se trata de la influencia de un de-
terminado pensador en el ideario de Guarnan Poma, sino, al contrario, la elec-
ción por éste de las lecturas que encuentre más adecuadas a su propósito.
25
Al ser este ensayo un análisis del texto de Don Felipe , elegí sus propias
palabras -de acuerdo con los temas tratados- para titular y encabezaJC los
capítulos.
26
CAPITULO UNO
* Este capítulo conserva gran parte de "Las otras fuentes de Guarnan Poma:
sus lecturas castellanas", publicado en Histórica 2: 2 (1978): 137-158, y
en inglés en Journal de la Societé des Américanistes 65 (1978): 121-143.
"Dexando mis casas y hi[j]os y haziendas, e trauaja -
do, entrándome a medio de los pobres y seruiendo a Dios y
a su Magestad , prendiendo las lenguas y le[ e ]r y escriuir ,
seruiendo a los dotares y a los que sauen y a los que no
sauen" (715).
Con estas palabras. Don Felipe Guarnan Poma explica cómo entró en
la vida colonial del Perú, aprendiendo lenguas y sirviendo como intérprete
en las negociaciones interétnicas. Como resultado de aquel aprendizaje, pudo
llegar a ser autor de su propia obra. Antes de pasar al análisis de aquélla, repa-
semos en este capítulo algunos datos pertinentes a su obra y vida.
29
do ampliamente la contraparte de esa visión, la perspectiva de los indígenas
andinos en el mismo período.
Desde que Paul Rivet y sus colegas del Instituto de Etnología en París
publicaron una edición facsímil del manuscrito en 1936 1 , la Nueva coránica
empezó a conocerse como fuente importante de información básica sobre ins-
tituciones andinas (Murra 1970: 6), y ha contribuido a la comprensión de
conceptos auténticamente autóctonos (Ossio 1970; 1973; Wachtel 1976:
30
793-840). Empero, la obra ha sido calumniada, cuando no ignorada , en cuan-
to a su coherencia interna como testimonio de un hombre andino autodidacto
y su manejo de las letras europeas (véase Adorno 1974b: 2-7). Se había ca-
racterizado su obra como evidencia de la "pura behetría mental", atribuyén-
dola a "la confusión y el embrollo de sus ideas y noticias" (Porras 1948: 7).
Sabemos que tales juicios, como éste de Porras, tenía que ver con debates
mucho más amplios que la interpretación y la evaluación de este texto, y el
mismo doctor Porras ha sido uno de los lectores más asiduos y .atentos de la
obra de Guarnan Poma.
Intérprete y testigo
31
bi'a, o solamente oyó hablar de ellos. Porras Barrenechea ha reunido varias
fuentes que dejan en duda o niegan de plano la posición de Guarnan Poma
como testigo ocular y participante (Porras 1948: 30-32, 57-58). No obstan-
te, hay muchos pasajes en el manuscrito que revelan mucho más que rumores
o conocimientos librescos, aunque no hacen exactas tales atribuciones. Dos
referencias recurrentes en la obra, sobre sucesos históricos prominentes del
· siglo dieciséis, nos permiten precisar el enfoque temporal de Guarnan Poma.
En primer lugar, el tratamiento detallado de Guarnan Poma del régimen vi-
rreinal de Francisco de Toledo ( 1569-1581) parece indicar que sus descrip-
ciones fueron sacadas no de las tradiciones orales como en los anteriores pe-
ríodos que él documenta, sino de su propia memoria. Particularmente, Gua-
rnan Poma se ocupó de la primera parte de la administración de Toledo,
cuando éste emprendió la inspección general del Virreinato y pasó cerca de
cinco años en la sierra peruana. El autor andino reportó un número de accio-
nes de Toledo como si hubiera estado presente en ellas: el viaje del Virrey
desde Huamanga hasta el Cuzco, su pródiga recepción en la última ciudad y
la final ejecución allí de Túpac Amaru (1987: 447, 452-454) (Porras 1948:
26).
2 . Guarnan Poma (1044, 1056) subrayó que las ciudades de Oropesa y Ca-
maná se fundaron durante el régimen de Toledo, y que las minas de Oro-
pesa fueron descubiertas por uno de los señores naturales que vivía en la
encomienda de Doña Ines Villalobos de Cabrera. El señaló un comentario
hecho por Toledo acerca de Guamanga con motivo de la llegada del últi-
mo a esa ciudad (1987: 1058 ).
32
Otro hecho importante en la década siguiente que atrajo la atención
del cronista andino fue el Tercer Concilio Limense (1582-15 83). El se refirió
a las decisiones de ese organismo en numerosísimas ocasiones, y su propio
texto demuestra que conocía las obras de las personas allí reunidas, como
José de Acosta, Luis Gerónimo de Oré y Miguel Cabello Valboa. Otra posi-
bilidad que merece mayor investigación es la de si Guarnan Poma pudo haber
trabajado en. 1583 para la comisión traductora del concilio, habiendo sido
posiblemente alistado por su paisano de Huamanga, el franciscano Luis Jeró-
nimo ~e Oré (Tibesar 1953: 78).
En los años que le llevó completar el libro , Guarnan Poma abrazó una
gran cantidad de temas y documentó una gran variedad de inquietudes refe-
rentes a los nativos andinos. Uno de aquellos asuntos, ya irrelevante desde el
punto de vista europeo , era la cuestión de justos títulos y de la restitución.
Guarnan Poma alabó la acción del Arzobispo de Lima, el dominico Jerónimo
de Loaysa, muerto en 1575, por legar sus bienes al Hospital de Santa Ana en
Lima (712). Este acto ejemplar de Loaysa sobre. la restitución fue repetido
por otros propietarios, puesto que el Arzobispo había convencido a muchos
limeños para que hicieran actos finales de penitencia y restitución (Lohmann
Villena 1966: 38-77). Guarnan Poma celebró la rectitud moral de varios feli-
greses que habían hecho lo mismo en un capítulo llamado "sentencias"
(1987: 741-751). La cruzada de Guarnan Poma para devolver las tierras del
Perú a sus dueños andinos se respaldó en los esfuerzos del Arzobispo Loaysa
a quien llamó un santo varón (712).
3. Véase, por ejemplo, una gufa confesional anónima citada como el primer
documento sobre restitución moral que apareció en el Perú colonial
(Lohmann Villena 1966: 51; Barinaga 1955: 565-570).
33
anteriormente. Guarnan Poma dirigió sus demandas pro-restitución hacia
grupos sociales idénticos a los que los dominicos habían identificado 4 .
4. Loaysa advirtió que no solo los encomenderos, sino también sus esposas,
viudas y herederos, mayordomos y .comerciantes que recibían beneficios
producidos por la población nativa eran responsables de la restitución.
Véase Jerónimo de Loaysa, "Avisos para confesores", en Lopétegui
(1945: 576-580).
34
desagradable memoria de injusticia y sufrimiento, y Guarnan Poma hizo un
ataque a fondo de las grandes iniquidades del sistema (1987: 561-573).
35
alentado por gente como él mismo, el peticionario, como el escritor, usaba la
palabra escrita como medio principal de intervención social y de protesta.
Evangelización y extirpación
Otra área notable en la obra de Guarnan Poma refleja muy bien los ma-
tices de la perspectiva del autor sobre lo sucedido alrededor de él durante las
décadas en que compuso su tratado. Este era el asunto del proselitismo reli-
gioso y la conversión de los naturales al cristianismo. Mientras que en su expo-
sición histórica negó que los antiguos andinos hubieran sido infieles, en tér-
minos pragmáticos admitió la necesidad de un vigoroso y dedicado proselitis-
mo entre su gente. Las referencias de Guarnan Poma a las series anteriores de
concilios eclesiásticos celebrados en Lima con el objeto de formular mejores
métodos de convertir a los naturales ejemplifica esta preocupación. De acuer-
do con su propio testimonio, el autor estaba enterado de las decisione:s toma"
das por el Tercer Concilio Limense en 1582-83, y conocía y hacía uso de las
obras doctrinales que dicho grupo produjo bajo el liderazgo de José de Acosta
(véase Guarnan Poma 1987: i089). Es evidente que el Tercero catecismo y
exposición de la doctrina christiana por sermones [1585], que era uno de los
primeros frutos de la imprenta americana, llegó a manos de Guarnan Poma. Al
examinar la manera como él utilizó dicha obra en su propio texto, se obser-
vará como el escritor andino respondió a los métodos conciliares de conver-
sión de los indígenas.
36
dad de actitudes por parte del autor andino revela la complejidad y la sutileza
a los sacerdotes misioneros, y para él los sermones cortos y memorizados no
tuvieron los efectos deseados (624). Así Guarnan Poma rechazó la opinión de
los que creían, como el arzobispo Toribio Mogrovejo en el prólogo al Tercer
catecismo, que el sacerdote desconocedor del quechua podía simplemente
memorizar los textos , "porque con tomarlos de memoria y predicarlos con
buen afecto , podrán sin duda hacer gran fruto en los indios" (Tercero Cate-
cismo 1773: xvii).
37
causas de su aprobación de los jesuitas puede haber sido la actitud enunciada
por Acosta y compartida por muchos de apoyar la evangelización completa y
rigurosa a la vez de mantener una postura liberal y tolerante hacia otros as-
pectos de la cultura indígena (Duviols 1977: 303-305).
Cristóbal de Albornoz
38
Poma (282) había servido de intérprete al visitador Albornoz, quien pasó
varios años en la provincia de Lucanas en el esfuerzo por destruir el movi-
miento de Taki Unquy (Duviols 1967: 9-10). Duviols señala que Guarnan
Poma trabajó para Albornoz durante el período de 1569 a 1571, y cita como
evidencia de esto la descripción de un castigo novedoso para la idolatría que
aparece tanto en Guarnan Poma como en el texto de Albornoz (Duviols
1977: 239) 9 . La similitud de estas descripciones no es gratuita , porque ob-
servamos que, veinte páginas después de que describe Guarnan Poma este
castigo, hay un dibujo de un indio soportándolo (1987: 689) (Figura 1.1 ).
Guarnan Poma dice que este castigo se debe aplicar a aquellos que faltan a la
misa, e identifica al sacerdote que está al lado del indio humillado como el
mismo Cristóbal de Albornoz. Parece que la totalidad de la exposición de
Guarnan Poma sobre las antiguas prácticas de los Incas se basó en datos reco-
gidos por él como parte del equipo de Albornoz. La no~ión de que Guarnan
Poma trabajaba para los visitadores cuando presenció dichas prácticas está
corroborada por una nota que añade a su descripción de la antigua yllapa:
"y aci me quiere mal los que hazen esto" (278).
39
El texto de Guarnan Poma tiene adicional semejanza con el de Albor-
noz en cuanto a sus juicios sobre la prohibición de determinados ritos actua-
les. El inspector concluyó su manual advirtiendo contra cualquier adherencia
a las costumbres viejas; danzas o takikuna, la horadación de las orejas y el uso
del pelo largo debían ser estrictamente prohibidos (Duviols 1967: 24). Gua-
rnan Poma previno contra las mismas prácticas (1987: 299, 892), y dibujó
una serie de figuras para ilustrarlas en su capítulo sobre la sociedad indígena
de su tiempo. Una de estas composiciones pictóricas se denomina "borrache-
ra", y muestra a un hombre andino en cuclillas, vomitando, mientras un de-
monio alado con cuernos y cola se arrodilla sobre la espalda del borracho;
una mujer colocada a su lado toca un tambor (876) (Figura 1.2). Sin men-
cionar a taki unquy por el nombre, la descripción verbal que acompaña al
cuadro se refiere a aquellas prácticas asociadas con ese movimiento die revi-
talización, como se puede verificar al compararlo con el texto documental de
Albornoz 10 .
"Estos Ingas siempre desearon bolver a recuperar estos reinos por los
medios posibles . . . y . .. procuraron indios ladinos criados entre
nosotros y los metieron alli dentro con dadivas y promesas . .. toman-
do un genero de bayle que intitularon taqui onqo . . . y si alguna re-
pugnancia hallauan en alguno trayan una confacion de ma<;a, que
con tanta cantidad como era tocar la una y la tocase a cualquier
bebida, los hazian loquear y baylar y darse con las cave<;as por las
paredes" (Duviols 1967 : 36).
40
reino ( 895 ). Todas estas recomendaciones corresponden a otro de los avisos
de Albornoz que exigía la trasquiladura de ovejas como punto importante
para reducir las prácticas asociadas a las huacas (Duviols 1984: 213).
F'rancisco de Avila
La arenga de Guarnan Poma contra Avila que empieza "O que buen
dotor, ¿a dónde está buestra ánima?" completa la valoración de Guarnan
Poma de los esfuerzos para destruir las costumbres autóctonas; considerando
ciertas· campañas como positivas, como un paso constructivo en la creación
de una nueva sociedad andina, condena otras , viéndolas como otro expediente
·dirigido a quebrar la voluntad de los nativos y a despojarlos de sus posesiones .
La injusticia severa del movimiento de extirpación en la segunda década del
siglo diecisiete fue para Guarnan Poma una de las causas principales que cam-
bió su anterior optimismo reformista en una actitud de despecho, que con-
vierte el capítulo autobiográfico de su libro en un recital de desesperación
41
(1104-1139). Aunque los jesuitas figuraron prominentemente en la guerra
contra la idolatría, todo su rencor acerca de la extirpación se dirige contra
Francisco de Avila, que no era jesuita. Sólo al ·final de su obra hay evidencia
textual de un cambio en su actitud cordial y positiva hacia ellos: recomien-
da el retiro de los jesuitas y la cesación de sus andanzas en el mundo (1122 ~
véase el capítulo dos).
4~
su obra podía tomarse como un esfuerzo de su autor para crearse un papel
social viable en una época en la que su misma cultura no podía ya presentarle
modelos satisfactorios.
11. Véase las referencias a Fray Luis de Granada en Oré (1598: ff. 47-49) y
Guarnan Poma (1987:· 369, 926): un largo pasaje en Guarnan Poma
(1 987: 108 8 -108 9 ) sigue al Symb olo de Oré ( 1 598 ; f3 7v-f38r ).
43
·discutió la historia de las Indias desde el origen de los habitantes de los Andes
desde el Diluvio hasta las descripciones contemporáneas geográficas y demo-
gráficas de las provincias, ciudades y pueblos del Virreinato 12 . La obra ante-
rior de Oré se dedicó a los mismos asuntos, y fue organizada en la misma
forma. - Partiendo desde lo que Guarnan Poma tenía que decir acerca de
todos los roles y funciones sociales que veían a su alrededor, parece justo
concluir que Oré y los otros autores no fueron solamente los héroes litera-
rios de Guarnan Poma, sino sus únicos héroes en un ambiente que conside-
raba, por los años de 1615, como desesperadamente corrupto.
12. Cf. Oré (1598: ff6r-v) y Guarnan Poma (1987 : 11); Oré (ff.31 -32) y
Guarnan P-oma (19-87 : 1000-1087).
44
1.1 "Christóbal de Albornós , uecitador general de la santa madre ygle-
cia" 675 [689]
1.2 ''La borachera, machasca [emborrachado]" 862 [876]
1.3 "Qve mata el carnero los carneseros como en tienpo de ydulatra .
. . ." 880 [894]
CAPITULO DOS
El manuscrito autógrafo*
47
hecho de su manuscrito. Don Felipe añadió más de 125 pasajes, de variada
extensión, a su manuscrito terminado. Aunque en 1980 (Adorno 1980b:
xxxii-xlvi) presenté todos los datos notables del examen del autógrafo,
no saqué de ellos toda la información que contienen para la interpretación
del texto. Aprovecho esta ocasión para hacer un segundo paso en la inter-
pretación de aqu_ellos datos, y contestar preguntas que quedan pendientes:
¿Cuándo escribió Guarnan Poma esta versión de su obra? ¿Cuándo y en qué
circunstancias la enmendó? ¿Cuáles eran las experiencias que provocaron sus
últimas quejas y reflexiones? A pesar de lo mucho que se ha aseverado y repe- ·
tido sobre su composición, hay que substanciar con evidencia concreta y
convincente tres cosas: la fecha de la composición original de la obra, la de la
redacción de la versión actual y, hasta cuanto sea posible, el período que le
sirvió a Guarnan Poma de enfoque para su investigación. El manuscrito au-
tógrafo facilita información acerca de la composición de la versión definitiva
de la obra que no aparece en ninguna otra fuente , ni aún en la edición facsi-
milar de París. Gracias al examen del manuscrito en relación con el estudio
de evidencia interna a la ~bra, podemos llegar a conclusiones que identifiquen
con precisión momentos claves de la vida del autor y la generación de su obra.
l. Años atrás anuncié los resultados del examen bibliográfico del autógrafo
(Adorno 1979-80) e hice un análisis de la enmendación del texto según
las evidencias físicas del manuscrito (Adorno 1980).
48
na dentro de un escudo con las iniciales AA y a veces IA por debajo. La evi-
dencia de la hechura del papel parece descalificar las protestas de Guarnan
Poma sobre su pobreza o, por lo menos, sobre su falta de recursos, porque es
evidente que tuvo acceso a materiales de alta calidad y en una cantidad im-
presionante.
En_ cambio, hay varios folios añadidos posteriormente al texto del Buen
49
gobierno. En un caso, la añadidura de ün folio es simplemente la corrección
de una omisión; Guarnan .Poma había omitido originalmente al sexto virrey
del Perú, Don Fernando de Torres, de su lista de los primeros virreyes ( 466-
467). En otros , la adición de nuevos folios a los cuadernos ya cosidos refleja
las preocupaciones cada vez más obsesivas del autor y su deseo de presentarlas
con énfasis a su lector real. Añade un folio a su diálogo imaginario con Felipe
III; otro extiende la discusión de las minas de Potosí y reitera la pretensión
del autor en cuanto a su ascendencia aristocrática (981: 1066-67). El último
agregado, de dieciocho folios, consiste en la narración del autor de su viaje a
Lima para entregar su manuscrito (104-1139). En conjunto, los folios poste-
riormente añadidos giran alrededor de tres · temas: 1) la explotación de los
indios en las minas de azogue, 2) las campañas de extirpación de idolatrías
encabezadas por Francisco de Avila, y 3) el número siempre creciente de
"caciques falsos" debido a la _usurpación de los cargos hereditarios. Cada uno
corresponde a lo que sabemos de la situación a fines del siglo XVI (véase
Wachtel 1984; Duviols 1986; Spalding 1974).
50
dernaciones han hecho daño al manuscrito, cortando notas marginales. Por
otra parte , la aplicación de papel transparente para proteger las partes dañadas
del manuscrito ha servido para acelerar el proceso de deterioro; esto se ve
clara1nente en los títulos de los dibujos, donde hay concentraciones de tinta
que han perforado el papel.
51
El proceso de la producción del facsímil es otra cosa que se revela en la
correspondencia entre el profesor Rivet y el doctor Paludan, director de la
Biblioteca Real (véase Adorno 1979-80). El taller de Copenhague reprodujo
el manuscrito y el de París lo publicó sin tener a mano el original. La oscuri-
dad de la parte superior de muchas páginas, donde la concentración de tinta
había perforado el papel, hacía difícil la lectura de las imágenes fotográficas,
sobre todo los títulos de los dibujos de la Nueva coránica. El taller de Co-
penhague experimentó con la producción de negativos en color pero no con-
siguió imágenes más claras. Como saben todos los que han manejado la edi-
ción facsímil, su calidad y legibilidad en general son excelentes. Hay pocos
pasajes que no se leen, no por borrosos sino por el distorsionamiento produ-
cido por el intento de enmendar algunas frases e imágenes no muy claras. La
edición histórica de París ha servido de base para la mayoría de los estudios
realizados sobre la Nueva coránica y buen gobierno. Localizar la transcrip-
ción realizada de la obra por el doctor Pietschmann y los negativos fotográ-
ficos encargados por el profe sor Gates serviría para completar la colección de
versiones contemporáneas de los escritos del cronista peruano.
La pregunta que se plantea a todo lector -¿Vio el rey Felipe III la obra
de Guarnan Poma?- queda sin respuesta. Cuando Guarnan Poma terminó su
manuscrito en 1615, su intento era enviarlo al rey no sólo para que lo leyera
sino para que lo hiciera imprimir: "Y la dicha merced pide y suplica para
cienpre de la dicha ynpresión a su Magestad, del dicho libro conpuesto por el
dicho autor, ... pues que lo merese de la dicha auilidad y trabajo''. ( 11 ). JPara
alcanzar este fin, Guarnan Poma preparó su manuscrito, siguiendo todas las
convenciones utilizadas en la impresión de libros, desde los títulos de los
dibujos hasta la palabra clave, que aparecía al pie de cada página, para indicar
la palabra con que comenzaría la página siguiente. Incluso las anotaciones en
la portada de la obra, "579 fojas" y "146 pliegos", son la cuenta de pagina-
ción que el autor hizo para un futuro impresor. Desafortunadamente, no hay
evidencia directa que pruebe la entrega del manuscrito en la corte virreinal de
Lima, ni su llegada a la corte real en Madrid, ni su adquisición y donación en
Copenhague. Lo único que se puede ofrecer es una serie de hipótesis basada
en pruebas indiciarias.
52
man Poma de la historia antigua andina 3 . Más allá de la indicación de que el
manuscrito llegó a la corte virreinal , Sabine MacCormack ( 1?88: 967) opina
que puede haber sido Salinas y Córdoba el que arregló el traslado de la obra a
España. En cuanto a la llegada del manuscrito a la corte española de Madrid.
no hay confirmación directa . La presencia en la Antigua Colección Real de
Dinamarca de muchas obras dirigidas a los reyes españoles de la época permi-
te suponer la adquisición extranjera de muchos materiales en la misma Corte
española o en círculos próximos a ella .
3. Véase el Memorial de las historias del Nuevo Mundo Pe1·ú (1957: 48-78)
donde Fray Buenaventura de Salinas y Córdoba presenta la misma ver-
sión de las edades antiguas preincaicas que elabora Guarnan Poma. Du-
viols (1983) opina que ambos autores siguieron una fuente común: los
cuadernos desaparecidos de Francisco Fernández de Córdoba.
53
tante tenía por las empresas inquisitoriales e imperiales de la Corona española
durante los siglos XVI y XVII. En este contexto, no parece insólita la presen-
cia de. la obra de Guarnan Poma en un país del norte de Europa.
5 . . Las palabras "los señores" están tachadas, pero se las puede leer por de-
bajo de la mancha en el autógrafo.
-54
1613 (437). No cabe duda de que redactó esta última versión de las partes
denominadas ''Nueva coránica" y "Conquista" principalmente en el año de ·
1613. A pesar de que Pietschmann había aseverado que "Todo ha salido en
realidad escrito por él en 1613, así como aparece claramente en muchos pa-
sajes", pensamos que será útil fijar concretamente las referencias temporales
que Guarnan Poma hace.
Porras Barrenechea ( 1948: 1O) opinó que Guarnan Poma habría escrito
la Nueva coránica antes de 1600, volviendo a copiar el manuscrito envejecido
para uniformado con el Buen gobierno, escrito en 1613. Basa su opinión so-
bre la aseveración que "las referencias _a años posteriores a 1600 sólo se pre-
sentan en la Segunda Parte o sea en el "Buen Gobierno" (ibid.). Pero, como
ya vimos, todas las referencias a años actuales corresponden a los años 1612
y 1613 y se encuentran precisamente en la primera parte de la obra (la Nueva
corónica ). Más significativo, desde el punto de vista de la composición de la
primera parte, es el hecho de que los cálculos que Guarnan Poma ofrece de la
edad de la civilización andina se hacen en base al año actual de Guarnan Poma
de 1613 (49, 55, 58); la edad del mundo biblico se calcula, en páginas ante-
riores, sobre la fecha de 1612 (13). Al analizar estos cálculos de Guarnan Po-
ma, Juan Ossio (1973: 192-193) afirma que las fechas de 1612 y 1613 son
imprescindibles para interpretar con coherencia las ideas de Guarnan Poma
sobre la edad del mundo:
55
Ossio) como 1612 y 1613. En efecto, todas las otras referencias al actual mo-
narca español en la Nueva coránica se refieren a Felipe III, quien reinó desde
1598 a 1621 (11.· 76, 115, 118, 215). (Discutiremos abajo la única aparente
excepción) 7 .
56
¿Cuándo hizo aquel viaje Guarnan Poma? Identifica la Cuaresma de
1614 como la época de su viaje. Dice : " Esto pasó en el año de 1614", refi-
riéndose al Día de la Ceniza (1114). Que sea esto una parte del mismo relato
y no una anécdota suelta se comprueba por el contexto . Continúa el relato
indicando como pasó por Chocllo Cocha la "segunda semana de la quares-
ma", y de como encontró , rumbo a Jauja , muchos españoles " harrieros y
rrescatadores" el día de Jueves Santo y como llegó al pueblo de Huancayo
"el día de la solenedad, Biernes Santo" (1124, 1125). No cabe duda de que
identifica el año de 1614 como tiempo de este viaje.
Guarnan Poma guardó el manuscrito algún tiempo más, una vez con-
cluído su viaje a Lima, según la carta del 14 de febrero de 1615. Es evidente
que esta fecha es la verdadera en cuanto a la conclusión de su libro, y no la
fecha del primero de enero de 1613 que aparece, como hemos indicado, en la
epístola al rey en su misma obra (1 O). A primera vista , parece que Guarnan
Poma guardó su manuscrito hasta 1616 porque señala, en una enmienda al
texto original, la conclusión del gobierno del virrey Mendoza y Luna en el
año de 1615 : " Y gobernó hasta el año de mil.l y seycientos y quinze a[ños]
en tienpo del Rey Felipo el tersero" (474). Mendoza -dejó su puesto muy a
fines de 1615 , el día 18 de diciembre (Mendiburu 1933 : t. 7, pp. 343-363).
Sin embargo , el sucesor de Mendoza y Luna, el príncipe de Esquilache, fue
nombrado vjrrey por Felipe III en 1614 y Mendoza y Luna ofrece su último
reporte al rey el día 8 de noviembre de 1614 9 . Guaman Poma habría tenido
noticias de la próxima conclusión del gobierno del virrey Mendoza durante
su estancia en Lima 10 . Nuestro autor evidentemente pasó algún tiempo allí,
porque dice que alquiló una casa en Lima: "Y en la dicha ciudad alquiló una
_casa y le pagó por cada mes veynte rreales como pobre y para otros pobres
que trayya concigo por amor de Dios" (1136). De todos modos, el manuscri-
to de la Nueva coránica y buen gobierno habda estado en manos de su autor
durante el año de 1614 .
Otro interrogante surge al, recordar que la carta escrita por Guarnan Po-
ma al rey en 1615 (Lohmann Villena 1945) nombra Santiago de Ch ipao en la
provincia de los Lucanas, no Lima , como el lugar de redacción. ¿Volvió
10. Lo habría notado con pena. Gran admirador del marqués de' Montes-
claros, Guarnan Poma había escrito antes en el relato que acompaña el
retrato del virrey Mendoza, "y adelante hará otras obras muy grandes y
buenas" ( 4 7 5 ):
57
. Guarnan Poma de la capital a su casa? O hizo las últimas enmiendas aA tex-
to en Lima, dejando el manuscrito en manos de algún amigo y después
volvió a Lucanas, o llevó a casa el manuscrito para terminarlo y lo hizo llevar
a Lima con otro? La intuición que tengo de ·que Guarnan Poma no estuviera
en Lima para entregarlo personalmente en la corte se debe al hecho que no
ofrece la información que había pensado dar sobre la presentación del ma-
nuscrito. Como ya vimos, queda un blanco en la última hoja del manuscrito
donde iba a registrar la entrega del mismo.
a
11. Las referencias diversos eventos locales son: 1608 (pp. 533, 638), 1609
(p. 592), 1610 (p. 595), 1611 (pp. 693, 704, 714, 944), 1612 (pp. 502,
5i9), 1613 (pp. 687, 933), 1614 (p. 1114) y 1615 (p. 474).
58
posterior: Por debajo de "don Felipe nuestro señor el segundo", leemos "el
tersero"~ Pietschmann (1936: viii) también había señalado este cambio. Lue-
go, en su historia del papado romano, Guarnan Poma pone Gregario XIII,
papa de 1572 a 1585, como el último de su lista, como hemos visto. En su
estudio de la sociedad andina .antigua, vemos que las materias que Guarnan
Poma (282, 285, 689, 690) ofrece sobre los ritos antiguos pertenecen con-
cretamente a las observaciones hechas en sus andanzas con el visitador y ex-
tirpador de idolatrías Cristóbal de Albornoz.
14. Pietschmann (1939: p. 8) dice: "Si se atiene uno a las propias palabras de
la "·Carta del padre del autor" se encuentra que un tiempo mucho más
largo habría sido consagrado a la redacción, pues según ella en 1587 tenía
ya unos veinte años largos, luego en 1613 hacía lo menos cuarenta y seis
años que la redacción estaba comenzada" .
59
Concepción de Huayllapampa de Apeara, que Gua man Poma era en 1587
cacique y teniente de corregidor, la relación geogrdJica de la zona, hecha de
orden real en el propio pueblo de la Concepción de Huayllapampa de Apeara
el 27 de enero de 1586, no menciona a los Guaman Poma entre los kuraka-
kuna ,principales del repartimiento. Sin embargo, Guarnan Poma mismo men-
cionó al indio Pedro Taypimarca (522), quien sirvió de intérprete en esa oca-
sión, tanto como nombra a varios kurakas principales mencionados en la re-
lación de 1586 15 .
En suma, lo que vernos es que esta versión de la obra fue creada y redac-
tada en mayor parte en 1613; el proceso de enmendación se habrá hecho en
los años 1614 y a principios de 1615. Pero, ¿pasó Guarnan Poma treinta años
escribiendo su obra, corno parece aseverar? Al examinar su testimonio cerca-
namente, lo que no queda claro en su testimonio es si quiere dar a entender
60
que pasó aquellos treinta años haciendo investigaciones para su obra, como
parece ser en la carta del padre del autor (6) o si habla de una larga etapa de
su vida, pasada trabajando para los colonizadores. Dice textualmente : "treyn-
ta años estando seruiendo a su Magestad" y ''el dicho autor, seruiendo a Dios
y a su Magestad y a su Santidad y a los señores bizorreys, señores grandes,
duques y condes, marqueses y consejo rreal de su Magestad de Castilla y deste
rreyno ... " (1104, 1107). Me inclino a creer que implica las dos cosas.
Durante esa misma época, Guarnan Poma estaba litigando contra los
Chachapoyas ubicados en Chiara sobre unas tierras en el valle de Chupas.
Pease (1980: xvi; 1988: 13) explica corno las disposiciones coloniales per-
mitieron la permanencia de antiguos mitmaqkuna del Inca en perjuicio de
los reclamos de los originarios de la zona: El juez confirmó la posesión de Jos
Chachapoyas en 1594 y más tarde Guarnan Poma, corno apoderado de los
originarios, logró ganar una ejecutoria real en su favor. Pero, según la docu-
mentaCión del caso, no se presentó en las tierras cuando los medidores de
tierras vinieron para cumplir la ejecutoria real (Stern 1978: 226). El 18 de
diciembre de 1600, el teniente del corregidor de Huarnanga, el licenciado
Gaspar Alonso Riero, "condenó a el dicho Lázaro Yndio [Guarnan Poma] en
doscientos azotes que se Je den públicamente haciendo saber los delitos en
el pregón para que a él sea castigo y a otro exemplo, y más le condena en
dos años de destierro de esta ciudad y seis leguas a la redonda, y no los que-
brante· so pena de curnplillos doblados demás de ser castigado con rigor"
(Zorrilla 1977: 63-64). En 1613, el día 23 de febrero, la decisión fue reafir-
mada ante el escribano Andrés López de Rivera (ibid.: 64).
61
menzado entonces sus andanzas. En cuanto a las regiones que recorría, se-
gún se las conoce por evidencias textuales, estamos de acuerdo con Porras
(1948: 31 ), cuando afirmó que "la única región que verdaderamente conoció
y recorrió Guarnan Poma fue la de Huamanga y no en toda su extensión sino
en las partes más próximas a la provincia de Lucanas y a su pueblo d1~ San
Cristóbal de Suntunto" 16 . El resto de la experiencia geográfica del autor lo
constituye el itinerario de Huamanga a Lima, por Huancayo (como en su
viaje de 1614, comentado arriba) o lea (Porras Barrenechea 1948: 31).
16. Entre los lugares de Lucanas citados por Guarnan Poma, Porras (1948:
31) menciona: San Cristóbal de Suntunto, Santiago de Chipao, Concep·
ción de Guayllapampa de Apeara, Vilcabamba de Suntunto, San Pedro
de Chipao, San Pedro de Queca, Uacha Uachapiti Uanacacocha, Huata·
cocha, Vacuas, Laramate, Ocaña, Uruysa, Uchucmarca, Tambo Quema-
do, Santiago de Chilca, Santa Lucia de Asqui, Otoca, Huayoc y San Cris-
tóbal de Chupe.
62
dichos procuradores son más proculadrones, que la justicia
que más son que palos, teniendo yo pleyto por la defensa
de unas tierras de que me uenía de derecho con justo títu-
lo y pocición desde que Dios fundó la tierra y desde los
Yngas y de la conquista y sauiendo la uerdad su Magestad
y toda su audiensea sentencia por rreuista y uista y confir-
mado de los señores bizorreys y uista de la dicha tierra y
ualle de Santa Catalina de Chupas adonde ubo la batalla
de don Diego de Almagro el moso contra la corona rreal"
(918).
18. El examen minucioso del manuscrito autógrafo reveló que la fecha dada
es "160", tal como se lo reproduce la edición facsímil. En la época sería
una forma común para indicar la fecha 1600.
63
El marco cronológico para los acontecimientos que llenan el Buen Go-
bierno parece ser los cinco años desde 1608 hasta 1613; la creación de esta
versión de la obra, los años 1612 y principalmente 1613; la enmendación
final de la obra, 1614 y prin.cipios de 1615. Con estas fechas en mente, po-
demos pasar al proceso de la enmendación, sabiendo que la perspectiva tem-
poral del autor que se ofrece es 1614-1615. ¿Cuáles son las nuevas observa-
ciones y las antiguas obsesiones que Guarnan Poma expresa al revisar su obra
por última vez? Al tomar en cuenta la evidencia textual de las enmiendas y
adiciones, trataremos de elaborar el perfil intelectual y afectivo de Guarnan
Poma durante la última etapa de su vida.
19. Esta "q" también se encuentra con frecuencia en los reclamos, o sea, la
palabra colocada al final de cada página, que era la misma con que había
de comenzar la página siguiente. Los reclamos son también agregaciones
posteriores a la redacción original; se lo nota por la diferencia en el color
de la tinta.
64
sión de los naturales a las órdenes religiosas y se desespera siempre más por
su situación personal. En este sentido, la revisión de la obra por parte de su
autor revela un proceso no sólo editorial sino anímico también. Las enmien-
das al texto destacan los temas que más le ocupaban a Guarnan Poma duran-
te la última etapa de su labor literaria.
65
El mismo viaje y estancia en Lima produjeron, sin embargo, otros es-
pantos y asombros en el propio autor y así escribió 'una memoria de aquel
viaje que resume sus reflexiones sobre el mismo. La posición que Guarnan
Poma tomó como sujeto en esta narración es curiosa pero reveladora. En
primer lugar, escribió la mayor parte del relato en tercera persona. Digo la
mayor parte porque, de vez en cuando, aparentemente por descuido u olv.i-
do, se presenta en primera persona ("me acordé de ir. .. , como tengo di-
cho ... , como os diré la verdad ... ") (1112, 1126, 1128). Resonancias son de
su postura de consejero al rey y recuerdos vividos de su estilo de predicador,
utilizado muchas veces en esta misma narración ("ues aquí, cristiano .
mira, cristiano, o, que buen dotar. .. ") (1128, 1124, 1121}.
"Y ancí como uide tanto tormento de los pobres y del ser-
món del padre teatino, que todos nos quiere mal, y de auer
muerto 80 yndios, me acordé de yr al pueblo de San Cris-
tóbal" (1112).
"Que todos nos quiere mal" admite una vulnerabilidad que Guarnan Po-
ma no se permite expresar en otras ocasiones. Se refiere a sí mismo como
"prencipal" o príncipe o consejero o sirviente de Dios, pero no suele presen-
tarse como miembro de la colectividad indígena categóricamente despreciada
por los colonizadores. Narrar en tercera persona le permite evitar la expresíón
del sentimiento siempre más abrumador de ser visto ei pueblo andino por los
colonizadores como una masa odiada e indiferenciada.
66
Seguimos con el relato: Pronto aparecen noticias del extirpador Francis-
co de Avila. Después de narrar otros disgustos, Guarnan Poma cuenta que a él
le arriman tres señoras viejas del pueblo de Hatun Jauja. Le hablan de las atro-
cidades cometidas por mandato del "padre dotar Avila, becitador del obispa-
do de la ciudad de los Reys de Lima y ualle de Uadachiri y ualle de Xauxa"
( 1120). Relatan casos de tortu_ra y de suicidios cometidos para evitar el tor-
mento. Reflexiona Guarnan Poma: "Que ací lo uido el dicho autor. Dello se
quedó espantado el dicho autor de oyr tan lastimosa nueua y palabra" (1122).
"El dicho autor" es una voz narrativa que no suele confesar espanto ante lo
que ve. Tomo como significativas estas expresiones en "Camina el autor" y
las aprovecho para desentrañar el asombro experimentado por el autor en este
viaje. Mi argumento es que este asombro produce el proceso de enmienda
de la obra aparentemente terminada. Así, el reporte sobre Avila de las tres
mujeres estimula la producción de enmiendas al texto en otras partes del
libro, concretamente en notas sobre el cumplimiento de los deberes religiosos
por parte de los padres doctrinantes.
67
Sabemos que el menosprecio de los principales es un tema fundamental
de Guarnan Poma en toda la obra. No sorprende que estas observaciones le
ocasionan la oportunidad de volver, en enmiendas al texto del Buen gobierno,
al tema de la necesidad de respetar los cargos hereditarios (753, 755, 977),
otorgar el privilegio sólo con el mando (761, 763, 765, 767, 769) y castigar
a los "caciques falsos" (727).
Otro espectáculo que mucho le molestó fue ver indios de guía, "carga-
dos como caballo animal":
"Dize el autor que es muy gran lástima ... dize el autor que
ací es muy justo y conbiniente que no se le de guia ni mita-
yo en este rreyno conforme la ley de Castilla" (1131).
Vale la pena notar que Guarnan Poma asocia la ejemplaridad ética y mo-
ral en el español de España al atacar, como de costumbre, al criollo y mestizo.
Por consiguiente, no es fortuito que emplea "los malos cristianos" para referir
a los miembros censurables de la sociedad colonial. ·
"En los dichos pueblos dize el autor que uido medio pro-
uincia hecho yanaconas y uellacos yndios que traen came-
getas y mucho negocio, haraganes, ladrones, que se arriman
a los padres y españoles y uido otro medio de prouincia de
yndias hechas putas" (1125).
68
Recuerda y recomienda inmediatamente las ordenanzas del virrey Tole-
do con respecto a la vestimenta y la residencia ("que los yndios anduuiesen en
su trage natural y que les quitase los bestidos de españoles a los yndios, yndias
y que no rrecidiesen en los dichos pueblos entre yndios ningún español ni
mestiso ni mulato en todo el rreyno" (1125).
69
de chicha en las ciudades (1007) y se desespera por la pestilencia y enferme-
dad y muerte que encuentra en la ciudad por la suciedad de sus calles (1083-
1084 ). Para Guaman Poma, el remedio se trata de la "limpieza del ánimo" y
de la de las acequias y corrales, calles y plazas (ibid.). Otro problema de la
vida urbana, según Guarnan Poma, es que todos los indios emigrados a las ciu-
dades se escapan de pagar tributo. Guarnan Poma insiste en la necesidad de
enforzar esta ley (982) y ve la libertad de la obligación de pagar tributo de los
mestizos como un problema gravísimo (1139).
70
esta horden santa y pulicía deste rreyno, como ningún rrey.
no de la cristiandad ni ynfieles no lo ha tenido ni lo puede
tenerla . . ." (203).
Sobre lbs niños de edad de un año, los llullu lluqhaq wamrakuna, añade:
"Y ací, con ser bárbaro y gintil, los señores Yngas manda-
ron guardar esta ley ...Y ancí no a menester tanta caridad
con estas dichas hórdenes y obra de misericordia en el mun-
do en este rreyno" (213).
71
"Que Dios y hombre bibo se hizo pobre para sólo lleuarnos
a la gloria y enseñarnos la dotrina y mandamiento y las bue-
nas obras de misericordia que guardásemos y que criésem-
nos. Por dejallo murió y después subió a los cielos. Con-
qüerda esta becita general con ella" (215).
La mujer andina
72
ga . .. " (224). Al contemplar las pukllakuq warmi wamra, niñas de cinco años
dice:
"La grandeza que tubo este dicho Mundo Nuebo de las Yn-
dias de tener donzella de treynta y tres años, algunas hasta
murir fueron uírgenes donzellas, lo qua) se estaua en sus ca-
sas y andauan en el canpo dn que la mosca le tocase. ¡O ,
qué lindo ley , no tan solamente de la tierra cino de Dios! .. .
No lo a tenido tan linda ley enperador ni rreys del mun-
do ... Todo lo malo adulterio y •otros pecados mortales tra -
jo consigo los dichos cristianos; con color de la dotrina de-
suirga a todas las donzellas y aní [sic] paren muchos mesti-
sos en este rreyno" (226).
Todo esto pone de relieve el shock que experimentó en su viaje a Lima en los
pueblos de Lurin Uanca y Jauja ("y uido otro medio de prouincia de yndias
hechas putas") (1125) y al ver la situación en Lima, ya citada ( 1138).
Aparte de la situación general, sin embargo, hay casos vistos más de cer-
ca, para no entrar en el caso personal suyo. (Sobre este punto, recordamos
que dice que el fraile mercedario Martín de Murúa le quería quitar a su esposa
[ibid.: 920].) Al volver a su casa al comienzo de "Camina el autor", Guarnan
Poma narra tres casos de colaboración de la mujer andina con el colonizador.
En el pueblo de San Cristóbal, ve el caso de muchas "yndias amanzebadas" y
de como se mandan tres indias hermosas a Huancavelica "adonde le fornique
73
españoles y haga casta de mestisos y sea más uellaca entre español y puta" .
Al compadecerse con don Juan Quille de esta situación , la misma hija de éste
lo comunica al sacerdote culpable "a media noche" y, como resultado, el al-
calde y ef fiscal (funcionarios andinos) echan a Guarnan Poma del pueblo
(1113).
Los otros casos tienen consecuencias aún más graves. Al descubrir don
Juan Apo Alanya, cacique principal del repartimiento de Hanan Uanca , a su
esposa con su padrastro, un mestizo llamado Francisco Serrano , don Juan ma-
ta a los dos. Luego, cuatro españoles le matan a él. Guarnan Poma lamenta:
"Ues aquí, justicia de palo, ¿quién tiene la culpa, don Juan o los dichos qua-
tro españoles o el dicho su padrastro?" (1127). Recuerda el caso para mostrar
"como no ay justicia en los pobres yndios en este rreyno" (1126).
La iglesia andina
74
[ . . .]dien y ordene al áuito de San Juan Bautista, los padres
de la [Compa ]ñía de Jesús y de su padre los padres del bien
a u en[ turado] San Francisco tenga otra yglecia de la horden
( . . .]" . (643).
75
man Poma se preocupa mucho por el papel de la iglesia como institución so-
cial y gu(a espiritual. Destaco esta aseveración en relación con el análisis tex- ·
tual del capítulo ocho a saber: para Guarnan Poma, la doctrina del evangelio
y la ideología que la acompaña en forma de teorías de la historia y de la justi-
cia social son promesas sin cumplirse. Por eso vuelve a la oración tradicional
andina ("Criador del mundo, ¿dónde estás?) y lo repite, en una versión modi-
ficada, precisamente en "Camina el autor" después de contemplar las atroci-
dades cometidas en nombre de la extirpación de idolatrías por Francisco de
Avila ("¿Adónde estás, Dios del cielo? ... ¿Adónde estás, nuestro rrey Pheli-
po?") (1121).
Al volver al capítulo del "Buen gobierno" para ver qué orden está comentan-
do, vemos que pinta a uno de "los santos hermitaños deste rreyno" y abajo
pone después "orden muy santos en el mundo". Es aquí donde Guarnan Po-
ma hace su primera recome.ndación para admitir a indios en las órdenes reli-
giosas y une los dos temas: la necesidad de recogerse las órdenes en general,
de no andar ellos en el mundo, y la introducción de los naturales en la vida
religiosa.
76
los sacerdotes de no demandar tributo de sus feligreses y de volver a los idea-
les de Jesucristo ("Dios bibo que uino a sacar las ánimas que no plata del
mundo y no pedió tributo ni consentió") y a San Pedro y los demás apósto-
les: "Y todos fueron pobres y no pedió salario ni rrenta ni buscaua hazienda
ni de comer y se sustentaua con lo mucho y lo poco de la limosna y lo que le
sobraua daua a los pobres" (980). Las referencias a la orden de San Pedro y
de "no meterse en cosas de justicia,, repite lo que acabamos de leer en "Cami-
na el autor" (1122). En este caso y en todos los demás que hemos visto, no
cabe duda de que el autor enmendó su obra una vez terminada "Camina el
autor" para poner al día el texto original en relación con las reflexiones he-
chas en la memoria de su viaje 21 .
Importante en este contexto son las observaciones que hace sobre sus
experiencias en el mismo viaje a Lima. Escuchemos sus palabras: Describe co-
mo un padre teatino en un sermón que Guarnan Poma escuchó dijo "que to-
dos los yndios auían de morir y acauar en las minas y en las manos de los co-
rregidores y españoles y de los padres saserdotes en este rreyno" (1112). Y
luego, al escuchar en el pueblo de Chinchay Yunga otro sermón, lo describe
de esta forma: "Estubo el dicho autor el día de la Senisa oyendo un sermón
tan espantable del dicho padre en que dezía que le auía de matalle -y curalle
como a carneros, caraches y desollalle a los yndios". (1114). Creo que la cla-
ve es ésta: "Y le leuantó otro padre dotrinante flayre por destruyr su pueblo,
por lo qual en toda Castilla los frayres serrado en su conuento, los clérigos en
sus casas, cin pleyto. Todo es acá mentira. Y ancí el dicho padre le espantaua
a los yndios; aún el dicho autor se espantó deste dicho padre" subrayado
mío)(l 114).
Para Guarnan Poma, la iglesia romana era una institución social impres-
cindible. Tenía la capacidad potencial de ordenar de nuevo la sociedad andi-
na22. Pero el viaje a Lima en 1614 produce una reacción inesperada: "aún el
21. Otro ejemplo que podríamos dar de la relación entre "Camina el autor" y
las enmiendas está en la página 1122, donde recomienda que el religioso
"no sea niño, cino biejo como San Pedro, rrecogido". Al enmendar el
texto en el capítulo del Buen gobierno que corresponde a los hermitaños,
recomienda la introducción de los indios en las órdenes y bajo esta condi-
ción: "y sea de niño uirgen o loego pasado de edad de Lcin ]qüenta años"
( 485 ).
22. Véanse los capítulos sobre "lglecia" (675-688) donde ordena la adminis-
tración de la iglesia según las exigencias de una devoción religiosa ejem-
plar, las enmiendas al texto que recomiendan orden en la iglesia y devo-
77
dicho autor se espantó deste dicho padre". Veía ahora un odio a los andinos
que no percibía (o no admitía) antes. Según su modo de ver, la iglesia tenía
la potencia para salvar (en un sentido temporal) al pueblo andino y, con más
facilidad que cualquier otra institución, la capacidad para destruirlo. Este es
el significado de las campañas de extirpación que Guarnan Poma presenció en
1614. Por ellas, acude de nuevo a su mesa de escribir para insistir una vez más
en la necesidad de buscar remedios.
ción, por parte del sacerdote, en la misa ( 477, 639) y "los meses del año"
donde junta el calendario ritual católico con el ciclo agrícola andino
(1140-77).
78
de estrategia por parte del autor y lo podemos atribuir con certeza a la expe-
riencia que tuvo en Lima en 1614: Decide que la única pretensión a nobleza
que vale en el mundo virreinal es la identificación con los Incas, a pesar de la
mala fama de ellos entre los colonizadores gracias al esfuerzo de los historia-
dores toledistas. (La vacilación de Guarnan Poma sobre este punto se comen-
ta abajo). En la redacción general de la obra, siempre había identificado a su
madre como "hija menor y lexítima de Topa Ynga, señor y rrey que fue <les-
te rreyno", "hija menor de Topa Ynga Yupanqui", "hija de Topa Ynga Yu-
panque el dézimo rrey doña Juana Curi Ocllo" (750, 752, 754). Al nombrar
en su capítulo de los "prencipales" las "señoras prencipales", pinta el retrato
de una muger que identifica como "doña Juana, Curi Ocllo, coya ";al pie de
la página añade posteriormente esta frase "rreyna del Pirú de las Yndias"
(771 ). En la página de al lado, pone en la redacción original "Señoras rreynas,
Coya, como ... doña Juana Curi Ocllo, coya, hija menor y lexítima de Topa
Ynga Yupanqui ... " (772), y en la pág . 833 leemos: "doña Juana Curi Ocllo,
coya, y hija menor y lexítima de Topa Ynga Yupanque, el décimo rrey deste
rreyno".
79
Topa Ynga Yupanqui, hijo lexítimo de doña Juana Curi Oc-
llo, coya, quiere dezir coya rreyna del Pirú" (1138).
Asimismo, el folio referente a Potosí, inserto entre las páginas que des-
criben la ciudad del mismo nombre (1065 y 1068), refleja una preocupación
semejante. Aquí describe las minas y le recuerda al rey que Potosí es "flor y
ojo y por mejor decir es Uamalle, corasón <leste rreyno" (1067). Pero además
de la riqueza de las minas, menciona de nuevo su ascendencia y el servicio de
sus antepasados a la corona española. Comienza esta letanía con su abuelo
maternal, Topa Inca Yupanqui:
80
ficativa de su madre se encuentra en la biografía del Topa Inca Yupanqui:
añade posteriormente, en la mención de sus hijos, "Juana, Curi Ocllo" e "hija
menor, Curi Ocllo" (111 ).
Las otras agregaciones a las historias de las Coyas también ensalzan las
elites incaicas23 . Para que se relacionen esta serie de enmiendas con el status
23. A la biografía de la quinta coya, agrega: "Y fue muy estimado en todo el
Reyno y fue muy obedecida y honrrada esta dicha señora coya, segunda
muger del dicho Ynga en este rreyno" ( 129). A la de la sexta, añade: "Y
hizo muy grandes bestidos y rropa y de cunbe y de auasca y rriquiesas y
bajilas de oro y plata y de todo lo demás rrequiesas que tenía" (131). A
la de la séptima, anota: "Toda la rrequiesa sólo dejó a sus hijos y criados
81
de su propia madre , veamos la conclusión de este capítulo. Allí cataloga los
niveles femeninos de las altas capas de la sociedad y dice: " Estas dichas son
señoras prencipalas y grandes señoras de calidad <leste rreyno" . Al concluir
esta discusión con la mención de las mujeres humildes ("Guaccha quarnzi
son las comunes yndios particulares <leste rreyno") , vuelve sobre el tema de la
nobleza con esta enmienda al texto: "Y otras mugeres prencipales de las mu-
geres de los mandones y camachicos y de hombres rricos <leste Reyno" (143 ).
Insiste en la dignidad y nobleza de la mujer principal andina . Obviamente es
para él un tema de mucha importancia ; en el capítulo cinco veremos la mane-
ra sutil y compleja en la cual el autor se aproxima al problema de la represen-
tación de la nobleza femenina andina . ·
82
CAM 1-V1A ELAVTO R
A
2.1 ''Camina el avtor con su hijo don Francisco de Aya la" 1ü<J5 l 1105]
CAPITULO TRES
85
fray Luis de Granada y fray Luis Jerónimo de Oré, figuran en la lista de
autores cuyas obras fueron utilizadas por Guarnan Poma en la elaboración
de su magnum opus. En sí, esto no es sorprendente: Los Comentarios Reales .
del Inca Garcilaso de la Vega, contemporáneo de Guarnan Poma, (probable-
mente no conocido por él), es, en parte, un diálogo entre los pasajes sacados
de las crónicas del Perú y los comentarios del mismo autor. Podemos carac-
terizar a ambos escritores peruanos por una actitud polémica, porque ellos
tomaran en cuenta las obras ya escritas por los europeos sobre la historia del
"nuevo" continente. Guarnan Poma compartió la experiencia de una genera-
ción que, a principios del siglo XVII, conocía y podía evaluar la cosecha
historiográfica de las crónicas. Con el Inca Garcilaso, nuestro autor conocía
estos textos y elaboró una de las primeras respuestas comprensivas a los
escritos referentes al mundo indígena americano.
Según sabemos. Guarnan Poma se distingue por ser uno de los pocos
andinos que tomó parte en el debate sobre la conquista y colonización, y
que dejó un testimonio escrito sobre ello. En última instancia , el testimonio
de su libro es la historia de un desengaiio. en la que profetiza la desaparición
de la raza andina 1 .
86
Leyendo la N u ev.a coránica y buen gobierno nos damos cuenta de que
el autor emple a diversas técnicas para ubicar su obra dentro del género litera -
rio de la historia . Al identificar como "corónica" su carta al rey Felipe IIJ ,
Guarnan Poma réconoce el hecho de que las narraciones históricas de la épo -
ca representan el foro de debate más auténtico sobre los problemas prácticos
y filosóficos surgidos del descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo , a
saber: los títulos que podían justificar los tratos de los europeos con los pue-
blos indígenas y los modos de gobernar a las naciones recién halladas 2 .
2. Así Zavala (1977: 19) resume los puntos principales de la polémica. Véa-
se Tundidor ( 1959).
87
·do por Vitoria y sus colegas en Salamanca, y seguido por Las Casas. y otros
misioneros en América. Al ver cómo entra Guarnan Poma en diálogo con
ellos, podemos adivinar el carácter de su experiencia intelectual y libresca
como un andino instruido en lengua y letras castellanas, a fines del siglo XVI .
4. Condarco Morales ( 1967) señaló hace veinte años las semejanzas textua-
les de ciertos pasajes de Guarnan Poma con los de Zárate y Murúa. Véase
también Ballesteros Gaibrois (1978 y 1981). Recientemente, Duviols
(1983) propuso otras posibles fuentes europeas (Francisco de Córdoba,
Diego de Aguilar y Córdoba) para la historia antigua de Guarnan Poma.
5. Pereña, en Acosta (1984: 21), resume el caso: "Por real cédula de 1573 y
a requerimiento del virrey del Perú, acaban de ser prohibidos y secues-
trados los libros y manuscritos de Las Casas, por el uso y abuso que de
ellos hacían no pocos religiosos en el Perú y por el escándalo que ya pro-
vocaba su manipulación en el resto de Europa".
88
En su meditación sobre "los sabios que con ponen los libros", Guarnan
Poma (926) nombra a tres autores: los dominicos Fray Luis de Granada y
Fray Domingo de Santo Tomás y el franciscano criollo Fray Luis Jerónimo
de Oré . Como ya mencionamos (capítulo uno) , la presencia de la obra de Oré
en la de Guarnan Poma se nota en distintos momentos. Volveremos más tarde
a este tema. Sobre Domingo de Santo Tomás, Guarnan Poma hace varios co-
mentarios. Aparte de alabar al padre dominico como hombre erudito y de ad-
mirar sus logros literarios ( 646, 912), nuestro autor critica al primer quechuó-
logo por dos razones: por un lado, lo acusa de confundir los términ_os indíge -
nas con el equivalente español en su Léxico; por otro, lo critica por no tratar
con suficiente profundidad el problema del origen de ios indios (926, 1089).
Era tema repetido y específico de Guarnan Poma (25, 49, 74-75, 925)
que las Indias fueron originalmente pobladas por uno de los hijos de Noé que
había venido a los Andes inmediatamente después del Diluvio . La mitologi-
zación de Guarnan Poma refutaba: a aquellos otros cronistas que habían rela-
cionado los nativos del Nuevo Mundo con otras razas no-cristianos de tiem-
pos atrás ( 61 ). Al identificar los primeros andinos como nietos del mismo
Noé, Guarnan Poma les atribuía a ellos el conocimiento del Dios verdadero
(53, 54, 56).
89
a los Andes (92-93), entonces, según el autor, los encomenderos no tenían
por qué estar en el Perú. Su misión pública de gobierno espiritual era super-
flua, y debían devolver inmediatamente todos los dominios temporales a los
legítimos propietarios, los naturales andinos (564). Fue dentro de este sistema
complejo que Guarnan Poma incriminó a Santo Tomás por no haber ubicado
explícitamente el origen de los indios como seres teísticos. Esta característica
del texto de Guarnan Poma fue punto clave en su demanda por la restitución
de las tierras perdidas de los andinos.
Guarnan Poma tomó los argumentos centrales del memorial de Las Ca-
sas y Santo Tomás y los eligió para su propia argumentación no sólo en el diá-
logo ya referido, sino a lo largo de la obra; éstos se pueden resumir en tres
90
puntos: Primero, la encomienda debía abolirse porque no había jusüficación
legal para ella (Las Casas 1958: 466; Gua man Poma 1987: 564. 573. 972 ).
Segundo, a los encomenderos tanto como a otros no andinos se les dehú1 pro-
hibir entrar a los caseríos de los naturales (Las Casas 1958: 46 7; Guaman
Poma 1987: 528, 984, 995, 1127 ). Tercero. el rey deb ta restJurar y honrar
los antiguos privilegios a los señores principales del reino del Pen'.i (Las Casas
1958: 467; Guaman Poma 1987: 929. 972).
La solución para Guarnan Poma, como para los dominicos, era devol-
ver las tierras del Perú a los andinos. Sin embargo, existe allí una sutil pero
importante diferencia en la manipulación de Guarnan Poma de estos argumen-
tos concernientes a la justa devolución de tierras. Aunque los dominicos dis-
cutían contra la injusticia y el retorno del país a la autoridad de los señores
naturales, su razonamiento permanecía en un plano ''teórico". Guaman Po-
ma estaba de acuerdo con ese pensamiento , pero en cambio, él fundamentó
sus demandas sobre su propia angustia y desesperacion acerca de los derechos
violados de su pueblo . Desde su experiencia como miembro de la sociedad
indígena , no sólo describió una situación de injusticia sino también demandó
la reparación de los agravios de los cuales los suyos, y probablemente él, eran
vt'ctimas. No obstante , los paralelos en substancia y estilo muestran la íntima
amistad del autor con la labor de algunos miembros de la orden dominica; sus
escritos y sermones produjeron por lo menos una serie de reacciones y refle-
jos en la población indígena andina .
91
Reiteramos brevemente las coincidencias. Este proceso también sirve
para hacer más inteligibie la a veces no muy ciar~ exposición de Guarnan
Poma (929):
del Principio JI, que se puede resumir así: Los indios del Nuevo Mundo, como
infieles que nunca usurparon los territorios cristianos ni perjudicaron en algu-
na forma a las naciones cristianas, poseen sus propios reinos y ejercitan ]legíti-
mamente su propia jurisdicción. Cualquier intervención de soberanía extranje-
ra sería una violación de la ley natural (Las Casas 1958 : 489). A ese principio
92
se referirá Guarnan Poma (929) al reclamar los derechos de los naturales y co-
locar a los españoles en la categoría de los mitmaq 6 :
Un punto sobre cómo Guarnan Poma maneja sus fuentes escritas es muy
revelador de su manera de apropiar materias librescas. Al seguir el texto de
Las Casas, Guarnan Poma transformó las citas de otros autores hechas por este
último en anécdotas acerca de la vida personal y carácter de la autoridad men-
cionada. Las Casas había citado en su Principio 1 a San Pablo y en su Princi-
pio JI al CardenaJ Cayetano, el teólogo italiano del siglo XVI. Las Casas apro-
vechaba la clasificación de Cayetano de varias clases de infieles para defender
el derecho de las naciones de las Indias de mantener sus reinos y tierras (Las
Casas 1958: 490). Guarnan Poma convirtió la autoridad de sus palabras en
ejemplos vividos. Así elogió a San Pablo por conformase con vivir en Roma
bajo un rey gentil y a "Catón de Roma" (¿Se refeiirá al teólogo italiano Ca-
yetano?) como obedeciente a Dios, a su rey y sus padres (1987: 930). En
cuanto a "Catón de Roma". Guarnan Poma hizo un dibujo del piadoso señor,
quien aparece arrodilJado y lleva un elegante vestido cortesano del siglo XVI,
y de quien el título declara "umildad, obedencia" (930) (Figura 3.1). A su
vez, este "Catón" o Cayetano es el punto de comparación con los andinos an-
tiguos. Dice Guarnan Poma: "El buen ege'n plo de Catón tenía los yndios deste
rreyno" (930).
93
formación retórica e ideológica que mencionamos antes . La analogía que ha-
ce Guarnan Poma entre el cardenal italiano del siglo XVI y los andinos anti-
guos de la época prehispánica no es casual, sino cuidadosamente calculada.
Es precisamente el aspecto anacrónico, la creencia y fe cristianos lo qw;! resul-
ta ser la clave de esta comparación. El hecho es que Guarnan Poma atribuye
el conocimiento del Dios bíblico a los andinos originarios y la llegaida del
Evangelio al Nuevo Mundo a la época precolombina. Creo que esta versión de
la historia es una construcción simbólica que se relaciona, por lo menos en
parte , con la argumentación lascasiana que acabámos de destacar.
Siguiendo a Las Casas, Guarnan Poma insiste en que los andinos no es-
tán sujetos a ningún gobernante español, sea por hecho o derecho. Lats razo-
nes que da son las expresadas por Las Casas (1958: 486-492): Los andinos no
habían usurpado ninguna tierra de cristianos ni les habían hecho daño alguno;
no había sido nunca subyugados por ningún príncipe europeo. Enfatizando
los derechos de los propietarios legítimos y declarando que tales derechos son
otorgados no por el rey sino por Dios, Guarnan Poma hace referencia a la no-
ción de la ley natural, el concepto escolástico del derecho de todas las gentes
a la soberanía en sus propias tierras. Este es el significado de rn declaración
(929): "Dios hizo el mundo y la tierra y plantó en ellas cada cimiente" ..
94
pac Inca su dinastía (81) 7 . Segundo , las primeras conversaciones al cristianis-
mo se efectuaron durante la época apostólica, cuando San Bartolomé visitó
los Andes y dejó, como prueba de su visita, la Cruz de Cara buco (92) 8 . La
conclusión es que los apóstoles "llegaron a este rreyno más primero que los
españoles y de ellos somos cristianos" ( 1090), lo que niega la necesidad de
la intervención española posterior. Tercero, los andinos no habían sido con-
quistados en una guerra justa, sino que habían aceptado voluntariamente la
soberanía de Carlos V (377). Basado en estos episodios de su historia de la
conquista, Guarnan Poma declara repetidamente que no hubo conquista mi-
litar del Perú (véanse págs. 117, 164, 395 , 449), y reitera morda zmente este
argumento para negar a los encomenderos cualquier derecho de jurisdicción
sobre .los naturales andinos (564).
7. Véase cómo Guarnan Poma (82) culpa de ello a Mama Uaco Coya.
95
rrollar Guarnan Poma un argumento semejante, aseverando que Jos Wari Wira
Qucha Runa, la primera generación de andinos, eran hijos del mismo hijo de
Noé, nuestro autor (25) estaría imitando al padre Cabello Valboa con respec-
to al tema fundamental en la concepción de esta "Nueua Corónica de las
Yndias del Pirú":
96
(véanse Guarnan Poma 1987: 428436 y las anotaciones correspondientes).
La novedad se encuentra al final de la narración sobre Hernández Girón : Gua-
rnan Poma abandona el relato que había seguido y, en efecto, lo contradice,
atribuyendo la conclusión de aquella guerra civil entre conquistadores no a los
soldados españoles, Miguel de la Serna y Juan Tello, quienes, en el relato de
Fernández, caµtivaron a los rebeldes y los llevaron a Lima para ser ejecutados.
Al contrario, Guarnan Poma identifica a su padre, Don Martín Guarnan Mal -
qui de Ayala, y a "los dichos prencipales yndios capitanes" como autores de
la derrota de Hernández Girón y celebra el papel heroico de los kurakakuna
andinos en sus dibujos ( 434, 436). Veamos más detalladamente su procedi-
miento .
f
"Saya u_edra enbió un capitán en su alcance hacia] Gonzalo
Pizarro con trecientos honbres [para que quemase todo
Guánoco a los yndios. Y los indios estauan de armas. Y
señoreaba en seruicio del enperador el capitán Sayauedra
y de la uanda de los yndios, el capitán general , segunda per-
sona del Ynqa, capac apo (poderoso señor] don Martín
Guarnan Malque de Ayala, Al/auca Uanoco, Yaro Bilca, el
excelentícimo señor destos rreynos, y otros capitanes yn-
dios defendió la ciudad de Guánoco. Y dallí se fueron
[Saavedra] con quatro caualleros; se juntó en la ciudad de
Caxamarca con Mora".
El ejemplo revela que Guarnan Poma no sólo crea a su padre como ell héroe
del episodio, sino que también exagera el número de los espa,ñ oles que ata-
caron la ciudad (treinta, en Zárate; trescientos, según nuestro autor) y en
rebajar el número de los rebeldes reformados (de -cuarenta a cuatro ) 9 . Des-
pués de la narración de este acontecimiento, Guarnan Poma sigue fielmen-
te el relato de Zárate acerca de la derrota definitiva de Gonzalo en Xaquixa-
guana y su ejecución 10 .
10. Guarnan Poma añade algunos comentarios que reflejan su perspectiva au-
tóctona en cuanto a estos acontecimientos. Al concluir el relato acerca
de la batana sangrienta de Huarina Pampa, la caracteriza por ser "la gran
~~talla que fue mayor en este rreyno entre cristianos, que no con los in-
dios" ( 425 ). Al describir las preparaciones de La Gasea en el valle de
Jauja, comenta que éste "yua haciendo más tente y maltratando a los
yndios" (427); cf. Zárate (1947: 565). Entre los capitanes que participa-
ron en la batalla de Xaquicaguana, Guarnan Poma añade el nombre de
Luis de Avalos de Ayala a la lista que ofrece Zárate (cf. Zárate, 566 y
Guarnan Poma, 427). Aunque el cronista español no lo menciona a Ava-
los de Ayala, está averiguado que éste ya estaba en el Perú en aquella
época (Porras Barrenechea 1948 : 14).
98
pel de los naturales en oponer y vencer al rebelde. El Palentino (1963: t. 2:
16-17) describe la intervención de los indios en la batalla de Chuquinga entre
Hernández Girón y el mariscal Alonso de Alvarado, de esta manera:
En efecto, Guarnan Poma abandona el texto del Palentino que relata cómo
muchos partidarios de Hernández Girón fueron prendidos y justiciados en el
Cuzco (el capítulo 56 de Fernández) y cómo Miguel de la Serna y Juan Tello
prendieron al rebelde y le llevaron a Lima, donde fue condenado a muerte y
executado (el capítulo 58 de Fernández). Al contrario, nuestro autor atribuye
la derrota definitiva de Hernández Girón a los indios Lucanas en Huachahua-
pi ti Huancacocha, eludiendo la batalla de Pucará en que el rebelde fue des~e
cho (Porras Barrene che a 1948: 19 ). Guarnan Poma ( 411) resume el alzamien-
to de Hernández Girón de esta manera:
99
A la vez que copia con precisión estos detalles, elabora una narración que con-
tiene muchos episodios que contradicen las versiones europeas.
1) Los primeros indios, nietos de Noé, era gente devota para quienes "todo
era adorar y seruir a Dios". Ellos "tenían un conocimiento de que abía
un solo Dios ti-es personas" (51, 55); nunca habían sido "bárbaros in-
fieles" como los turcos y moros ( 60-61 ).
Una faceta del libro, que claramente revela la influencia de la cultura li-
100
teraria europea , y que menos ha interesado a los investigadores de la obra , es
el empleo verbal y visual de materiales biblicos y religiosos. Uno de los gran -
des iniciadores del estudio de la obra, Julio C. Tello (1 939: 6), afirma que " el
fuerte ingrediente de frases , exclamaciones, comentarios y oraciones biblicas"
se debe al deseo de declararse Guarnan Poma " moralmente católico y súbdito
leal del rey de España", para poder lograr la confianza del monarca y persua-
dirle a "aquilatar la historia de su raza y de su civilización" . Tello (ibid.) opi-
na que Guarnan Poma no logra siempre fusionar lo exótico o b1'blico con lo
tradicional andino y , en su propia interpretación del texto guamanpomiano ,
deja al lado esta carga retórica de las "frases b1blicas" . Es cierto que tal fu -
sión en el plano de la ideología es problemática, a pesar del heroico esfuerzo
de Guarnan Poma en coordinar las historias biblicas y andinas (véase Ossio · ·
1973). En el plano retórico expresivo, no obstante, lo ·religioso está bien arrai-
gado. Puesto que aspiramos a poner en evidencia el marco retórico y los mo-
dos de expresión con que Guarnan Poma plantea su tesis sobre el valor de su
propia civilización, a perjuicio de la de los europeos, consideremos los recur-
sos que nuestro autor emplea para presentar y respaldar su obra .
11. Cf. Guarnan Poma (1987: 1088) y Oré ([1598): ff. 37v-38r).
101
del cielo y del infierno 12 . Vemos que Guarnan Poma también aprovecha estos
escritos para articular el propósito de su libro. Miremos el ejemplo que se en-
cuentra en la primera página de la Nueva coránica donde Guarnan Poma de-
clara que .. la dicha corónica es muy útil y prouechoso y es bueno para emien-
da de uida para los cristianos y enfieles" ( 1987: l ). Después de enumerar los
potenciales destinatarios de su obra, desde los encomenderos y corregidores
hasta los "mandoncillos" autóctonos, Guarnan Poma evoca a tres profetas
bíblicos: el rey David, Hieremías, y San Juan Bautista.
Resulta que la primera frase sobre la utilidad del libro imita el prefacio
del Symbolo de Oré, que era coterráneo y contemporáneo de Guarnan Poma.
El prefacio fue escrito por el hermano del franciscano huamanguino, Pedro
de Oré, quien era, también, miembro de la misma orden . Fray Pedro (1598:
f6r-v) recomienda el Symbolo por su provecho para los curas misioneros y
también para los yndios. La obra es, como indica el título, un texto que ex-
pone la doctrina cristiana en quechua y en castellano. Guarnan Poma expresa
del mismo modo, y con semejantes palabras, el propósito de su ''co1rónica",
pero abarca no sólo la comunidad religiosa sino toda la sociedad laica colo-
nial.
Nuestro autor ( l) tomó como modelo para el pasaje sobre los profetas
el Memorial de la Pida cristiana de Fray Luis de Granada:
12. Cf. Guaman Poma (1987: 109, 954, 956) y Granada (1945: 206-207,
220-221, 399).
102
pluma en mano para describir todas las calamidades que su pueblo había su-
frido. (Veremos más tarde el carácter de ese catálogo). Como el Precursor,
Guarnan Poma se dirige a "todas los estados y suertes de gentes'' a través de
los prólogos de su libro.
Los escritos religiosos representan el campo de las letras con el que Gua-
rnan Poma está más profundamente comprometido. En efecto construye su
obra según el modelo de la retórica eclesiástica didáctica . A pesar de seguir
dos modelos discursivos. el de la narración y el de la argumentación (tal como
ésta se expresa a través de la retórica eclesiástica). ésta predomina sobre aqué-
lla (véase Adorno 1986c: 57-79). No se trata de la elección arbitaria de mode-
los para imitar, sino del problema de cómo encontrar un vehículo adecuado
para la presentación de sus argumentos. En este caso. y debido al intento po-
. lémico del autor, el discurso religioso le sirve aún más eficazmente que las
crónicas de Indias como modelo de presentación y de argumentación. De im-
portancia primordial en este contexto son las obras de Fray Luis de Granada.
Uno de los autores cuyas obras aparecen con mucha frecuencia en las listas de
libros destinados al Nuevo Mundo durante la época colonial. Fray Luis de
Granada ofrecía a Guarnan Poma una perspectiva comprensiva sobre la expe-
riencia espiritual no-cristiana y una manera relativamente compasiva de juzgar
las relaciones entre los mundos cristianos y la no-cristiano.
103
expresaba tanto por la humanidad de la era precristiana, como por lla gente
que no había ni oído ni rechazado el Evangelio, captó el interés del lector pe-
ruano.
13. En este pasaje, Guarnan Poma usa el térrriino "español" para referirse,
genéricamente, a los no-indios de raza blanca. Véase capítulo dos, apar-
tado "Camina el autor".
104
De los dos tipos de dolores que pinta Fray Luis, el de la pérdida por el robo y
el de la pérdida por el pecado, Guarnan Poma concretiza el ejemplo, asocian-
do el dolor causado por el robo con los suyos y atribuyendo el pecado a los
españoles. Así, el autor peruano recluta la autoridad del padre dominico y la
manipula de tal manera que éste resulta ser su cómplice en el ataque a los co-
lonizadores.
La preferencia que Guarnan Poma expresa por Fray Luis, entre varios
escritores religiosos que conocía, se comprende al considerar la frase entre
paréntesis "(teniendo por justas y debidas las lágrimas de esta pérdida)" del
dios de metal. . Fray Luis expresa así una benevolencia para el no-cristiano, o
el precristiano que no tenía la oportunidad histórica de conocer el Evange-
Iio14. Guarnan Poma ataca tal falta de tolerancia al comentar los escritos del
Murúa. A continuación del pasaje ya citado, Guarnan Poma (1987; 1090) dice
que éste escribe "todo contra yndios gentiles y sus rretos y de sus herronías y
espantado de ellos como gentiles lo herraron , como los españoles de España
fueron gentiles y rromanos tubieron herronía, ydulos al Júbeter y al bezerro".
14. Esta generosidad hacia el no-cristiano por parte del autor asceta está muy
lejos de la fuerte crítica y condena que cayeron sobre los naturales ame-
ricanos en las obras religiosas escritas expresamente para ellos. Volvere-
mos más tarde a este tema.
16. En el primer capítulo del Memorial de la vida cristiana, Fray Luis (1945:
t. 2, p. 205) explica su estrategia: de enfocar la atención del lector en el
castigo divino: la naturaleza humana responde más a la amenaza del su-
frimiento que a la promesa de salud, más a la posibilidad de la adversidad
que a la de la prosperidad.
106
nación entre un principio de la doctrina cristiana. articulado por Fray Luis;
y el programa de la reforma colonial propuesto por Las Casas. De los escri-
tos de Fray Luis de Granada y de Las Casas y de la restitución ejemplar prac-
ticada por el arzobispo de Lima Frey Jerónimo de Loaysa. Guarnan Poma
( 477, 712; véanse 532, 564) retoma este principio de la restitución cristiana
como el vehículo retórico y expresivo a través del cual pide justicia a la Coro-
na española.
Asimismo declara, en el prólogo que cierra el capítulo sobre las ciudades del
virreinato ("Otra Sodoma tenéys Guamanga. Quito. Cuzco. que Zatanás no
hiziera otro tanto"): "Porque no os uenga el castigo de Dios. rrestituyd
honrra y hazienda de buestros prógimos. Aunque os metáys en el decierto y
rreligión, ci no restituys y pagáys lo que deuéys. serés rnndenados al ynfier- .
no" ( 1087).
107
tución de lo ínjustamente adquirido". Estas ideas tenían mucha acogida en
el Perú. Tanto a Guamán Poma como a Las Casas le interesaba no sólo defi-
nir la justicia, sino ejecutarla. En todos los prólogos que aquí miramos, tan-
to como en los otros no mencionados, Guarnan Poma (528) señala el progra-
ma reformador que cada lector debe emprender; se pueden resumir todos con
la frase dirigida a los corregidores: "Dexarés todo buestro mal cuydado y
serés honrrados".
El sermón y la historia
108
oral, además) tenía como obligación primordial la comunicación con todos
los grupos de todos los niveles sociales. En la teoría de la retórica eclesiástica,
este principio se llamaba el "acomodamiento o descenso a cosas particulares" ;
lograrlo dependía de la grandeza del tema que se estaba considerando y de la
habilidad del predicador para presentarlo ante los ojos del oyente: "propongá-
mosle como patente a sus ojos" 18 . En cuanto al principio de "hacer las cosas
visibles a los ojos", uno se pregunta si Guarnan Poma habrá escuchado sermo-
nes acompañados por representaciones gráficas, como solía haberlos 19 . De
todas formas, su familiaridad con el empleo pedagógico del arte religioso es
evidente en su manejo de la imagen visual y del sermón como vehículo de co-
municación y de persuasión.
Una buena fuente para el análisis de este género es los Seis libros de la
retórica eclesiástica del padre granadino. Aunque no es prnbable que Guarnan
Poma manejara esta obra, por ser escrita en latín, la exposición de la misma
explica la práctica de Fray Luis en sus textos devocionales; él empleaba la
retórica del predicador tanto en sus escritos como en sus sermones. Al definir
la retórica, Fray Luis ( 1945: t. 3, p. 507) señala su carácter esencial persua-
sivo y distingue "las cuestiones que se ordenan para entender" de las que se
elaboran "para obrar". Mientras que la historia es una ciencia cuyo fin es· el
conocimiento del lector, la retórica tiene como objetivo la acción de los oyen-
tes. Al hablar de estas "~uestiones prácticas", Fray Luis (ibid.: 509) explica:
De ahí podemos ver ppr qué Guarnan Poma ~ligió la retórica del serm9n como
método· discursivo, Sübre todo en los prólogos; es el estilo por excelencia de
la persuasión. Queda todavía ver la relación de éstos con los capítulos que
acompañan, y si 'la prosa de Guarnan Poma forma o no un sistema discursivo
18. "Sea pues esta la primera advertencia: que cuando tratando de un asunto
queremos conmover los ánimos de los oyentes, mostremos ser en su géne-
ro de grandís~ma importancia, y si lo sufre su naturaleza propongámosle
como patente a sus ojos". (Granada 1945: t. 3, 547).
109
integrado. En esto, también, la anatomía de la retórica aclara la práctica de
nuestro autor.
110
dad. Al destacar estas últimas, los catecismos y sermonarios del Tercer Conci-
lio las interpretaban muchas veces como las causas morales cuyo efecto his-
tórico era la conquista y la colonización extranjeras. Por ejemplo, el sermón
XXIV del Tercero catecismo y exposición de la doctrina christiana por ser-
mones ([1585] 1773: 347-348) predica este mensaje:
La relación que todo esto tiene con la defensa de la raza andina es muy
sencilla: Guarnan Poma traduce el agravio en el pecado, mientras que la justi-
cia equivale a la penitencia y la restitución. Nuestro autor utiliza las formas
convencionales en servicio de un programa no convencional. Sistemáticamen-
111
te emplea la retórica del pecado y de la penitencia para alcanzar sus fines
políticos, y para adelantar su búsqueda, siempre frustrada, de "la justicia de
este mundo" . Volveremos en el capítulo ocho al manejo por Guarnan Poma
de este lenguaje religioso en su interpretación de la historia andina.
112
•
COll136bBRACI01'1 .
lf
,,
\f
"INVENCION Y DIBUJO"*
Para entender cómo Guarnan Poma introdujo los frutos de su propia he-
rencia cultural en Ja "monarquía de Je tras", como el franciscano Luis Jeróni-
mo de Oré (1598: f43v) describió la cultura escrita, tenemos que contemplar
Ja centralidad de Ja exposición visual en Ja Nueva corónica y buen gobierno.
Los dibujos de Guarnan Poma reveían claramente e] carácter policulturaJ de
su creación artística. Por un lado, Ja representación visual pertenece a su pro-
pia tradición cultural andina 1 . Habla de Ja importancia de Ja vocación del
115
qillqakamayuq, el encargado de la información gráfica en la administración
del Inca, y señala que estos secretarios del Inca y de su consejo real eran no-
bles de su propia dinastía Yarovilca (1987 : 193, 340, 361). Los retratos de
los Incas, estudiados por J ohn Murra (1987) parecen indicar el conocimiento
que tenía Guarnan Poma de la tradición pictográfica incaica; éste, al describir
detalles de la vestimenta y fisonomía, lo hace como si recordara retratos que
hubiera visto personalmente . Como advierte el profesor Murra (ibid.: lxi), no
sabemos hasta qué punto reflejan estos retratos y sus comentarios una tradi-
ción oral hoy inaccesible . Sin embargo, interesa el hecho de que son pictóri-
cos y visuales los atributos y los valores simbólicos que se destacan.
es el mismo que emplearon los andinos del Perú en el dibujo de sus q e ros.
Menciona (1978 : 44) la existencia de un estudio (inédito) comparativo
de los dibujos de Guarnan Poma y los qeros coloniales por Chávez BaUón.
2. Véanse también Guarnan Poma 1987: 598, 607, 628, 632, 634, 683, 688 ,
699, 700,701 , 702,789,811 , 863 , 893,910,934,1132,1168.
116
su preocupación por la "utilidad y provecho" de la imagen visual 4 .
4. Así, por ejemplo, un memorial enviado por los pintores de Madrid al rey
Felipe III en 1609 expresa la teoría contrarreformista del arte: "Nuestra
madre la Yglesia por este medio, como por.lenguage común y claro, y co-
mo por libro abierto se declara y da a entender más claramente, en espe-
cial a mugeres y gente idiota que no saben , o no pueden leer, San Juan
Damasceno dize, que el Espíritu Santo socorrió la flaqueza humana con
el milagroso medio de la pintura, que en un instante nos muestra y haze
capazes de lo que por lectura 'era fuerza gastar mucho tiempo, y ojear
muchos libros, .. .'' (Ms. 2350, ff. 272-281, Secciqn de Manuscritos, Bi-
blioteca Nacional, Madrid, reproducido en Volk 1977: 393-397).
117
cordamos que Guarnan Poma emprendió la recreación del pasado no sólo para
explicar el presente sino también para dar forma al futuro; entraña, asimismo,
el deseo de producir cambios positivos en su destino personal y en el status
colectivo de su pueblo. Para este fin, el artista/autor hizo la .transición de la
cultura oral heredada a la asimilación de lo escrito utilizando el medio pictóri-
co. En este proceso, la comunicación visual le proporcionó un medio para cru-
zar la barrera que separaba las culturas y un mediador entre el recuerdo del
pasado autóctono y la historia del enfrentamiento americano/ europeo en los
Andes.
118
Para comprender de qué manera lo visual podría serv'ir como mediación
entre las tradiciones orales y escritas , podemos examinar los tipos de coordi-
nación que tienen lugar cuando los textos escritos y visuales trabajan en estre-
cha colaboración. Nuestro propósito es determinar la diversidad de relaciones
existentes entre los textos visuales y verbales y buscar la lógica interna y co-
herente de la composición global. Este análisis del sistema de representación
está organizado según la modalidad semiótica y examina los rasgos pertinen-
tes de la coordinación visual/verbal en los niveles de la semántica, la sintaxis
y la pragmática textuales .
119
En este punto, será conveniente recordar algunos elementos de la teoría
semiótica sobre el poder de la comunicación visual elaborados por Roland
Barthes ([1957] 1972: 123-131). Según éste, la imagen visual posee una capa-
cidad especial para prestar a sucesos apócrifos la ilusión de realidad, y a los
acontecimientos únicos, el aspecto de repetición que falta en la mera asevera-
ción verbal. Por el impacto inmediato del dibujo sobre el espectador, le quita
el argumento polémico del terreno de lo aseverado y le da el lustre de la ver-
dad. Quitando el elemento de rareza o incredulidad de sucesos milagrqisos o
inauditos, la representación gráfica puede comunicar un sistema de valon:~s co-
mo si fuera un sistema de hechos.
120
evento al cual se refiere, sólo mediante otra persona o a través de otras fuen-
tes de información" (Cusihuaman 1976: 241; véase también Urioste 1973:
49). En todo caso , el narrador aclara que su informe es de segunda mano y
que no se hace responsable de su autenticidad. Sin embargo, en el dibujo de
Guarnan Poma, la frase escrita carece del calificativo "dizen que". El carác-
ter afirmativo de este $esto verbal dentro del marco pictórico resulta coheren-
te con la teoría de la representación visual según la cual la idea visualizada se
impone sobre el espectador a través de la afirmación y nunca mediante la du-
da o la negación (Bucher 1981: 35). En efecto, Guarnan Poma materializa un
acontecimiento en forma pictórica y le agrega un calificativo verbal que afir-
ma -en vez de poner en duda- su facticidad. Dentro del marco pictórico, la
frase verbal se ha liberado de las restricciones que tendría normalmente en la
narración verbal, en español o en quechua .
121
y verbales del capi'tulo que Guaman Poma dedica a los inspectores eclesiásti-
cos, descubrimos que sólo creó retratos idealizados de estos oficiales a quie-
nes, por otra parte, atacó constantemente durante todo un capi'tulo (689,
692, 695, 698 ). Esta supresión de las imágenes más chocantes se ilustra al
principio del capi'tulo más largo de su libro. Este está dedicado a los abusos
que atribuye a los párrocos rurales en contra de los andinos. Sin embargo,
Guarnan Poma introduce su ensayo con el dibujo de un cura ejemplar cuya
pieda está subrayada por la aparición a su lado de las figuras de San Pedro y
San Pablo (575). De nuevo, es evidente que Guarnan Poma ejercía un mintV
cioso control sobre ' el potencial de su imagen visual precisamente porque co-
nocía su poder retórico.
122
peo, con relatos provenientes de la tradición oral que eran recordadas por los
infonnantes "que vido y comió con Topa Ynga Yupanqui, Guayna Capac Yn-
ga, Tupa Cuci Gualpa Guasear Ynga" (1088-89) (véase el capítulo tres). Por
ejemplo , su descripción de los primeros conquistadores españoles y el senti-
miento de asombro que transmitió a través de su aspecto y su comportamien-
to, sólo podía surgir de su propia herencia fundada en las tradiciones orales
andinas. Refirió cómo los españoles " hablauan cada uno con sus papeles, qui/-
ca". de qué modo sus trajes los envolvían como si fuesen mortajas , y cómo
parecían tener idéntico rango social por sus vestimentas indiferenciadas. Rela-
ta cómo estaban vestidos ' ' todo de plata fina" y ''en la cauesa trayya unas
ollitas colorado , ari manca y suri uayta". es decir, ollas sin estrenar y adornos
de pluma de avestruz, según la traducción de Jorge Urioste (383 ). Guarnan
Poma relata las primeras impresiones que los caballos produjeron en los Incas,
y nota que muy pronto estas bestias nunca vistas eran reconocidas como temi -
bles y mortíferos combatientes en la batalla (385 , 388).
123
entre "los dichos prencipales yndios capitanes" que participaron en la lucha
contra el rebelde (1987: 433). Según Guarnan Poma, a ellos se debió la derro-
ta y huida de Hemández pese a la gran superioridad numérica de los españo-
les y sus aliados nativos (435).
De este modo, Guarnan Poma utilizó los dibujos para entrelazar los da-
tos de las historias impresas con relatos vivos provenientes de la tradición oral
andina o, tal vez, inventados por él. En la narración histórica de "Conquista",
las historias escritas europeas desempeñaron un papel fundamental al asegurar
la secuencia de acontecimientos y ciertos detalles pertinentes. Pero sólo defi-
nen el fondo sobre el cual Guarnan Poma narró su historia de las guerras civi-
les posteriores a la conquista en la que los únicos héroes eran andinos. En el
plano semántico de la composición, se observa que las ilustraciones integran
los relatos orales con los escritos. Efectivamente, la imagen visual los homo-
geiniza, haciendo imposible la determinación de sus fuentes y confiriendo a
ambos el lustre de hecho que caracteriza las ejecuciones pictóricas. Confian-
do en que una escena de batalla sería considerada tan plausible por sus lecto-
res europeos como cualquier otra, Guarnan Poma presentó al kuraka andino
como el único héroe de la pos-conquista.
124
pretaciones de esta naturaleza eran típicas de la época. Según ellas, la conquis-
ta del Nuevo Mundo no era sino una prolongación de la lucha hispánica con-
tra el Islam en el Viejo Mundo.
125
tiana tanto como lo eran las antiguas deidades paganas en las historias clásicas
(Rile y l 962: 19 l ). Según los teóricos de la historiografía, la única condición
era que dichos acontecimientos debían ser manipulados a través de la narra-
ción en tercera persona, de manera que el autor o narrador eludiera hacer jui-
cios personales sobre hechos sumamente discutibles (ibid.: 192-193).
126
(-t' J qMtl,~J .,,~ +-r~CO•
4.1 "Francisco Hernándes Girón dio la batalla de Chuquinga contra
mariscal" 430 [432]
4.2 "En los baños estava ~tagvalpa Inga" 382 [384]
,... ~ ....,,,.
4.3
"ll ata 11 a qve h11.o a."
. en seruicio de su Magestad el excelent 1ci111o sei1or
Cll/}(!Cll/)() don Martln de ;\yala . . . ." 43214341
C~ 1'--,C A -.. I' o
4.4 "Apo Alania, Chuque Llanqui, Hanan Uanca, Guacra Guaman, Lu-
rin Guanca, Cucichac, Xauxa, prendió a Francisco Hernandes con
sus seys soldados capitanes que halló cin arma y muy pobre" 434
f4361
CAPITULO CINCO
129
foque para el estudio de oposiciones culturales en la narrativa pictórica del
texto Nueva coránica. El planteo de Uspensky de una teoría y terminología
comunes tanto al medio de representación visual como verbal ofrece un mar-
co de referencia e instrumentos para analizar el texto bifocal de Guarnan Po-
ma. Aplico los conceptos de punto de vista interno y externo de Uspensky, y
su relación con la perspectiva lineal e inversa, al análisis del texto visual. Los
trabajos de Bajtín y Voloshinov sobre los cuales Uspensky (1973: 5-6) fundó
su propio sistema de análisis, resultan pertinentes para describir la textura del
discurso verbal de Guarnan Poma. Comparo la descripción de Uspensky de la
expresión temporal del punto de vista en el texto escrito con elementos análo-
gos apropiados para el español, a la luz de los sistemas verbales discursivos e
históricos de Benveniste. Considero la expresión del punto de vista de Gua-
rnan Poma en relación a una categoría gramatical de su lengua nativa, el que-
chua, aplicada a su prosa en español.
Antes de volver a Ja estructura interna del texto Nueva coránica (sus as-
pectos sintagmáticos), debe hacerse referencia a la pragmática de la obra, es
decir, a la relación de la obra con el público al que está dirigido (adoptó aquí
las definiciones de sintaxis y pragmática de Uspensky [1973: 324-323]). En
este caso, la oposición básica entre emisor y receptor está intensificada por-
que el autor de procedencia étnica andina nombra como su destinatario al rey
español que sólo conoce el mundo de valores y costumbres europeos·. Por lo
tanto, el peticionante andino debía presentar su exposición de modo que re-
sultase familiar a su principal y soberano lector. Como es bien sabido , en esa
época, las imágenes populares de los habitantes del Nuevo Mundo que circula-
ban entre los europeos eran de gentes extrañas y bárbaras; en el ámbito culto
de los intelectuales, se débatía la cuestión del grado de realización de las cuali-
dades humanas entre los amerindios (véase Chiappelli 1976; O'Gorman en Las
Casas 1967).
130
deja ver parte del jubón y de la gorguera de origen europeo. Para el observa-
dor sagaz, los atributos autóctonos moderan la impresión de aculturación
comprehensiva y, clara pero sutilmente , identifican su persona narrativa con
el mundo andino que describe.
131
parte de su madre), su posición puede considerarse más pro-andino que anti-
Inca y más pro-cristiana que anti-clerical. · ,
132
utiliza ciertas técnicas de compos1c1on que colocan al narrador y a su tema
retrospectivo en una relación de estrecha proximidad. La recreación de las do-
ce Coyas (reina y primera esposa del Inca) de épocas anteriores nos permite
dilucidar el procedimiento esencial de Guarnan Poma. El extenso ejemplo que
sigue es típico de la estrategia de representación comprehensiva del autor.
El capítulo sobre las Coyas consiste en una serie alternada de textos escri-
tos y pictóricos en la cual el retrato de cada Coya precede de inmediatamente
a una biografía escrita que consta de una página. Como la mayoría de los ca-
pítulos del libro, éste termina con un djscurso del autor que, en forma para-
dójica, lleva el título de "prólogo". Dichos prólogos deben evaluarse a la luz
de la pragmática de la obra. Es decir, las observaciones de Guarnan Poma son
preliminares, no a su relato, sino a la acción reformadora que su público de-
bía emprender en el dominio extra-textual (véanse el capítulo tres y Adorno
l 974b: 2-7). .
133
"las frácturas formales de todo tipo , las distorsiones de las formas en com-
paración con aquello que veríamos desde un solo punto de vista" surgen del
deseo del artista de retratar el objeto en la plenitud de su existencia, como
es en la realidad (ibid.: 228). Así, el artista que utiliza la perspectiva inversa
observa su objeto desde perspectivas y ángulos diferentes y transmite la im-
presión simultánea de estos diversos puntos de vista sucesivos. El retrato de
Mama Huaco exhibe muchos rasgos que pueden atribuirse a la perspectiva in-
versa, pero empecemos primero con aquellas cualidades que denotan el pun-
to de vista interno.
134
tran en una posición interna a la escena , nuestra conclusión es que el artista
ofrece su perspectiva que se constituye , al menos de manera parcial , desde
dentro de la escena . (La perspectiva específicamente frontal del rostro de
Mama Huaco debe considerarse como una posición técnicamente externa al
espacio representado. Desarrollaré este aspecto más tarde) .
135
designación de Uspensky (1973: 57) acerca de "'las relaciones temporales del
sujeto, es decir, el autor con el acontecimiento descrito". En términos genera-
les, según Uspensky (ibid.; 67), la posición del narrador es interior a la narra-
ción cuando su ''tiempo presente" es el mismo que el de los personajes repre-
sentados y, externo, cuando observa los actos de esas figuras en forma retros-
pectiva. En el relato de la historia. en la Nueva coránica, estas posiciones se al-
ternan y hasta se combinan, como veremos luego, a través de la manipulación
del tiempo y la característica del verbo (ibid.: 69).
136
ta del narrador es, por consiguiente, ex terno al relato que avanza. Como ocu-
rre en el análisis de los enunciados históricos de Benveniste ( 1971: 206), los
verbos en tiempo perfecto refieren a acciones presentadas en un momento en
el tiempo que excluye cualquier intervención personal del locutor en el relato .
Tanto para Benveniste como para Uspensky, el narrador se encuentra, clara-
mente , en una colocación externa al tiempo de Jos acontecimientos narrados.
137
jo la forma "dijo", confiere a los otros actos narrados de la historia de Mama
Huaco un sentido de "estar-ahí ( Da-sein), de ser-eternos" que Hamburger
·. (ibid.) vincula a las representaciones de las artes plásticas. En este caso, el
efecto verbal se acrecienta, en forma explícita, por el retrato de Mama Huaco
que introduce el relato escrito.
Aquí, el narrador no ofrece evaluaciones definitivas sino, más bien, una ilus- .
tración verbal dinámica del individuo comprometido en prácticas rituales, ves-
tido de una cierta forma y reinando enérgica y piadosamente sobre los domi-
nios incaicos. La voz narrativa que funciona en estos enunciados particulares
dan la ilusión de estar observando estas acciones en su desarrollo mientras
que, por lo menos una de ellas, "gouernaua más que su marido Mango Ca-
pac", sugiere la noción de una acción repetida en tiempo pretérito. Sobre to-
do, el narrador transmite la impresión de un punto de vista interno, de ma-
terializar in situ las acciones del personaje histórico que se mueve majestuosa-
mente en la extraordinaria rutina de su vida cotidiana.
138
espacial. El imperfecto crea la ilusión de una irrupción del narrador en el do-
minio espacial de la Coya donde asiste a la realización de sus actos de caridad
y al ejercicio de sus poderes sobrenaturales.
El uso del esclítico reportativo coloca al narrador más allá de los con-
fines del mundo de Mama Huaco en un punto de vista externo con respecto
a las acciones de esta última. Por otra parte, el uso de la expresión "dizen
que" y elementos análogos, nos sugiere que estos relatos asumen la autoridad
de una tradición histórica que proviene de la cultura del autor. Por lo tanto y,
relativamente hablando, Guarnan Poma se presenta de nuevo desde el interior
-no desde el exterior-, del mundo andino que representa en su texto. A tra-
vés del "dizen que" emplea, en español, el signo gramatical quechua que colo-
ca su voz narrativa a una distancia temporal de los antiguos acontecimientos
narrados, a la vez que la propia frase lo sitúa dentro del ámbito de la experien-
cia andina contemporánea sobre cuya autoridad funda su relato. Tanto en el
plano fraseológico de la expresión lingüística como en el nivel espacio-tempo-
ral de identificación con el mundo quechua-hablante, Guarnan Poma asume
una posición fundamentalmente interna con respecto al mundo andino que
recrea en su obra.
140
La explicación de porqué sólo ciertos juicios históricos están clasifica-
dos según el enclítico reportativo depende, una vez más, de los aspectos prag-
máticos de la obra. Las expresiones en cuestión retratan a Mama Huaco como
alguien que proviene de bajos e ilegítimos orígenes y que ha solicitado y reci-
bido una dote nupcial del sol. El énfasis que otorga Guarnan Poma al enclíti-
co reportativo se advierte en el uso de la frase "según cuentan su uida y histo-
ria'', así como en el simple "dizen que'', que introduce su relato sobre los
poderes sobrenaturales de Mama Huaco:
El prólogo-sermón
141
a las piedras" , el tema de la "idolatría" o de la "infelid~d" constituye un
sistema semiótico de considerable importancia en la Nueva corónica. En nin-
guna otra parte es más diestra su manipulación que en el prológo con el que
Guarnan Poma concluye el capítulo sobre las Coyas. Este texto es discursivo
(opuesto a histórico, en la clasificación de Benveniste) porque el locutor se di-
rige a sus lectores. Aquí, no se trata ya del manare~ español sino, más bien ,
del público andino femenino. Nuevamente, el punto de vista del locutor está
sutilmente formulado . Para descifrar la dinámica de este texto verbal, volve-
mos al plano de análisis fraseológico y encontramos ayuda en las obras de esos
teóricos -Bajtín y Voloshinov- con los cuales el estudio de Uspensky sobre
el punto de vista tiene una deuda considerable. Dos rasgos de la manipulación
fraseológica del punto de vista citados por Uspensky son los aspectos predo-
minantes en el prólogo final de Guarnan Poma. Se trata de la "contamina-
ción" o modificación de la palabra del autor por la introducción de la de otro
locutor y el uso naturalista de una lengua extranjera intercalada en el relato
(Uspensky 1973: 32-33, 51).
142
· gua a un texto escrito en otra lengua -en este caso el quechua al castellano-
constituye ló que Uspensky (1973: 51-52) llama una posición externa a la na-
rración en el plano de la fraseología . Observa que cuando el narrador usa una
voz extranjera, acentúa su separación del acto de habla representada por ella
y, por lo tanto, ocupa un punto de vista deliberadamente externo con respec-
to al personaje al que se alude. Sin embargo, en la Nueva coránica el recurso
tiene el efecto opuesto , dado que la frase extranjera denota la posición inter-
na de Guarnan Poma con respecto al mundo de personajes representados. En
la medida en que la invocación quechua es recibida por el locutor y el recep-
tor como la lengua materna, la frase que abre el prólogo representa la posi-
ción interna del locutor andino con respecto a los personajes que nombra; no
constituye un índice de distancia entre ellos. La frase "A los lectores mujeres
Coya, capac uarmi, curaca warmi, allicac uarmi, uaccha uarmi". traducida por
Jorge Urioste (en Guarnan Poma 1987: 144) como "A las lectores mujeres,
reina, mujer del poderoso, mujer del kuraka, esposas de señores ascendidos,
mujeres necesitadas", ejemplifica la relación de proximidad, en · rigor, la inte-
gración del k>cu tor y el mundo descrito.
143
por la voz quechua de Guarnan Poma, así como por su postura verbal respecto
de sus compatriotas andinos, convierten este monólogo en un diálogo en el
que el narrador involucra a un interlocutor silencioso; es decir, las mujeres
andinas pasan de destinatarias a personajes de una acción realizada para la
edificación del destinatario español.
·-
Después de apelar a su público andino en su lengua nativa, la voz del na·
rrador asume repentinamente las características de un forastero. Su discurso
se convierte en un sermón de sacerdote que amenaza a las andinas con una
condena y les ordena seguir el camino de la virtud cristianá. Aquí, la apropia-
ción de la voz del predicador por parte de Guarnan Poma produce varios efec-
tos. Le permite instaurar un sistema jerárquico de autoridad dentro de la es-
fera de representación andina y distanciarse tanto del acto de habla original
que está imitando (el sermón misionero) como de la imagen de barbarie (con-
tenida en el sermón misionero) que se encarga de desacreditar. El "sermón"
de Guarnan Poma ( 144) comienza así:
144
discurso del autor está "tratado de manera de poder desplegar los rasgos indi-
viduales o típicos de una persona en particular, o de un estatuto social deter-
minado , o una forma literaria determinada". Sin embargo, lo que separa la
estilización de la imitación es que, en el primer caso, el autor utiliza "el acto
de habla de otro para realizar sus propios fines e imprimir así una nueva in-
tención al enunciado" (ibid.: 180). Bajtín agrega que lo que interesa al esti-
lista es la expresión de un punto de vista especial en el conjunto de recursos
de otro y que, el primero, opera teniendo en cuenta el punto de vista del últi-
mo (ibid.: 181 ). La adopción de una actitud de superioridad por parte del
locutor vis-a-vis el público andino femenino es uno de esos rasgos en la estra-
tegia retórica de Guarnan Poma.
Otro aspecto del sermón estilizado es que el narrador lo usa para acen-
tuar su propia distancia respecto del acto de habla original (ibid.: 182). Al
adoptar el estilo discursivo del sermón, el narrador modera su voz exterior
amenazante y se distancia de ella. Exhortando a la movilización de un esfuer-
zo colectivo desde adentro, es decir, al hablar como alguien que está incluido
en el grupo, apelando a su pueblo, Guarnan Poma neutraliza la fuerza extraña
y paternal de las palabras que emplea. Más que establecer una mera distancia
respecto de la voz del extraño, la doblega al ,convertirla en un llamado interno
para la reforma andina.
145
Arte y autoridad de Guarnan Poma
146
nexos, sobre la base de la estrategia de Guarnan Poma en el texto escrito y
su manipulación de las relaciones temporales. La utilización alternada de los
tiempos perfectos e imperfectos del verbo revelan la calidad dinámica de la
posición del narrador. Al recrear su dominio en forma retrospectiva, no per-
maneció fijo en una sola posición. Por el contrario, se desplazó entre ejes
temporales más próximos o más distantes del tiempo histórico de su tema
(Mama Huaco) a fin de esbozar su historia. En la dimensión temporal cerca-
na, verbalizó .sus acciones en su estado progresivo, a la manera de un film en
movimiento. En otros momentos, más distanciados en el tiempo, describió
sus acciones en estado de tiempo perfecto, capturadas, por así decirlo, en
una fotografía fija. Y, en otros, escuchó minuciosamente los relatos orales
contemporáneos de los andinos de más edad y narró la memoria de esas
hazaiias transmitidas de generación en generación.
Cada una de estas facetas del complejo temporal sugiere que la noción
de perspectiva inversa, más que el mero punto de vista interno, puede ser un
factor pertinente para describir la verbalización de las relaciones temporales
de Guarnan Poma. La naturaleza dinámica de la perspectiva inversa, con su
movimiento de una posición a otra, que permite considerar al objeto desde
diferentes ángulos y distancias, resulta una descripción apta de la dinámica
del narrador Guarnan Poma en el texto escrito.
147
pectivas que aparecen aquí, entonces, parece razonable proponer que la pers-
pectiv~ inversa describe con exactitud la estrategia de Guarnan Poma. En ese
contexto, un punto de vista interno permanente constituiría sólo uno de los
diversos rasgos de la perspectiva inversa, y esta última incluiría la perspectiva
interna, más otras muchas. Así, Guarnan Poma sitúa su perspectiva del anti-
guo mundo dentro de esa remota esfera. No obstante, las diversas posiciones
en que se coloca indica que el concepto de perspectiva inversa, más fecundo,
se adecúa mejor a sus necesidades ideológicas, en la medida en que debe cons-
tituirse en una autoridad interna al mundo andino, y en un ciudadano y vasa-
llo interno respecto del mundo cristiano.
148
5.2 "La primera historia de las reinas, coia" 120 [ 120)
CAPITULO SEIS
151
presentación simbólica andina del universo sirve de fundamento a la composi-
ción de todos los dibujos de la obra, que pueden ser analizados desde el punto
de vista de los contrastes espaciales y de la orientación direccional; este grupo
constituye alrededor de dos tercios de los 399 dibujos creados por Guarnan
Poma . El anteproyecto (blueprint) simbólico sirve como mecanismo funda-
mental en el cual a los valores positivos y negativos se les asigna varias clases
de imágenes-signos.
152
a la segunda de estas posibles lecturas. Mi proposición es que el autor-artista
expresa su virulenta crítica de los colonizadores en un texto secreto dentro
del tex to . En su narración escrit a, esta clave toma la forma de un a acre sátira
anticolonialista , compliesta en la lengua quechua (véanse las traducciones por
Jorge Urioste de estos te xtos satíricos en Guarnan Poma 1987: 623-626, 726-
727, 731, 735 , 738). En el texto visu al, se traduce en composiciones espacia-
les que conforman al paradigma andino de los valores de posición. Una vez
que se determina el valor de posición de los conjuntos de elementos pictóri -
cos. la sustitución de un grupo por otro puede rastrear el proceso de la trans-
formación paradigmática misma .
153
valor superior a aquella de la izquierda (Wachtel 1973: 180-181). Como se ha
establecido anteriormente, el valor atribuido de las posiciones de Hanan, o .de
arriba y a la derecha del centro , y de Hurin, o abajo y a la izquierda del cen-
tro, fueron r_econocidas en los mismos tiempos de Guarnan Poma según los
testimonios del Inca Garcilaso y Juan de Santacru z Pachacuti Yamqui.
Debjdo a la inversión del campo visual , que ofrece el mismo efecto que
la imagen de un espejo , desde el punto de vista del observado r externo, la dere -
cha con cept ual estará siempre a la izquierd a pictórica. Así, los sectores marca-
dos en la Figura 6.1 Chinchay Suy o (1) y A nde Suyo (III), son designados co-.
mo alto y derecha (izqu ierda del observador), mientras que Conde Suy o (IV)
y Colla Suy o (II), representan abajo y a la izquierda (derech a del observador) .
ALTO
ANDE SUYO
III
CONDE SUY O
IV
BA JO
154
6.2 es la misma que en la 6.1. Desde nuestro punto de vista, esta prioridad de
orden progresa de izquierda a derecha, de arriba a abajo.
Ossio se refiere al dibujo del Gran Consejo del Inca (366) (Figura 6.4) y
a la representación de "La villa rica enpereal de Potocchí'' en la cual el Inca y
los reyes de los cuatro suyo soportan las columnas de Hércules ( 1065). Si-
guiendo su argumento, Ossio (ibid.) dice que, dada esa manera de representar
al universo indígena, no puede caber ninguna duda que incluso el sueño de
155
Guarnan Poma de un imperio cristiano universal "revela una proyección hacia
un universo ampliado de las categorías indígenas de Guarnan Poma''.
156
cen el reemplazo de las cuatro posiciones señoriales del reino imperial del Ta-
wantin Suyo. Debido a los valores diferenciales de derecha e izquierda, Alma-
gro, Pizarro, Fray Vicente y Felipillo, el intérprete indio , están respectivamen-
te categorizados en un orden descendente de valores. De acuerdo a las signifi-
caciones espaciales, la posición del sacerdote lo convierte en más censurable
que los soldados-aventureros conquistadores; el enlace indígena ocupa una po-
sición que lo categoriza como el más despreciable de todos. Este indio (no an-
dino, sino de la costa) está en la posición de hurin, es decir, a la extrema iz-
quierda, desde el punto de vista del Inca . Esta posición de mínimo valor posi-
tivo, o incluso de valor negativo, se reserva para Felipillo, el intérprete y trai-
dor, cuyo papel ("lengua") aparece inscrita en la manga de su camisa.
A_ primera vista, los dibujos no revelan nada extraño o ajeno al ojo occi-
157
dental. Tres escudos se alinean en forma vertical por el centro de la página,
indicando jerarquía de autoridad: el papado sobre Castilla y Castilla sobre las
Indias. El Papa está arriba a la derecha (izquierda del observador), como em-
blema de la suprema autoridad. En el plano directamente inferior horizontal
a la izquierda (derecha del observador) está el rey de Castilla. Bajo él está el
príncipe andino. El arreglo denota la separación de los dominios espirituales
y políticos; en este último, el rey de España prevalece sobre Perú, representa-
do por el autorretrato de Guarnan Poma. De cualquier forma, la presencia de
la figura del autor y la posición de aquélla del rey, son significantes que con-
notan un valor poco común.
158
niveles posibles en el prototipo, las connotaciones que encierra el Colla Suyo
en el texto de la Nueva coránica intensifica lo indeseable de la segunda subdi-
visión. Guarnan Poma caracteriza a los habitantes del Colla Suyo como moral-
mente débiles y de naturaleza física degenerada: "Y son grandotes, floxos,
bestias torpes y por eso se llamauan poquis colla [imbécil 1 mapa colla [sucio];
desde los Yngas fueron grandes floxos y lerdos estos dichos yndios de Colla
Suyos'' (78; véase también 180). También los pinta como ricos, por las rique-
zas de las minas de Potosí en su territorio. Wachtel (1973: 179-180) apunta:
"En lo que concierne a los indios de Collasuyu, Guarnan Poma no oculta el
desprecio que le merecen: se alimentan de papas, chuño, son cobardes,.inmo-
rales, corrompidos; pero el cronista les atribuye riqueza, confirmada por la
explotación contemporánea de las minas de Potosí". La transposición de los
atributos de los Collas a la monarquía española está implícita en las frecuen-
tes declaraciones del autor que el monarca de Castilla está sostenido y mante-
nido por la riqueza mineral de Potosí: "Por la dicha mina es Castilla, Roma es
Roma, el papa es papa y el rrey es monarca del mundo" (1065 ). Ya que el rey
pudo haber sido colocado en uno de los lugares privilegiados (o el centro o la
posición de Chinchay Suyo), su ubicación en la posición secundaria de Colla
Suyo es claramente un signo secreto de valor peyorativo.
La división primaria del espacio en el diseño andino que fuera tan im-
portante para el dibujo de la página titular es el modelo exclusivo para la or-
ganización de varias docenas de composiciones pictóricas. En todas ellas, una
figura arriba a la derecha (izquierda arriba del observador) está balanceada
159
con una figura a la izquierda abajo (nuestra derecha abajo) para crear el dise-
ño diagonal. Consistente con el uso, descrito anteriormente, esta linea activa el
principio de dominación/ subordinación. Ejemplos de este fenómeno se en-
cuentran en representaciones de todos los órdenes espirituales y sociales. Más
aún, el reemplazo de un juego de imágenes en el espacio por otras, como la
sustitución del Adán y Eva bíblicos por la pareja andina de los Vari Vira Co-
cha Runa, sirve para llevar a cabo la narración pictórica de las cronologías
desde los antiguos tiempos andinos hasta el presente colonial. Con cada
transformación el elenco de personajes cambia, pero la invariabilidad de la es-
tructura significa permanencia en el orden.
1 2 3 4
DIOS SAGRADO MASCULINO AMO
160
del cristianismo, tales como la eucaristía y el crucifijo (605, 797, 835), reem-
plazan la noción de deidad del Antiguo Testamento. De la misma forma, los
nativos andinos, vestidos y tocados al estilo tradicional, se convierten en los
sucesores de los patriarcas del Antiguo Testamento (835, 837, 933).
161
Willka luchando desde arriba contra los enemigos Incas que finalmente los
subyugan y absorben (véase Figura 7.1). De esta manera, el artista demuestra
gráficamente su pretensión que sus propios antepasados constituyeran un
imperio que precedió al de los_Incas en las tierras andinas. Esta composición
en el eje diagonal se usa también y regularmente para representar la noción
de .autoridad política entre los europeos, como, por ejemplo, en el dibujo
del emperador Carlos V con uno de sus súbditos españoles ( 419).
Los otros dos dibujos que colocan a los españoles en posiciones de pre-
ferencia y poder sobre los andinos son estructuralmente más complejos que la
Figura 6.7. Estos utilizan el signo de orientación direccional para socavar y
negar la significación de los arreglos de la diagonal particular. Mientras que la
construcción de la Figura 6.5 concede la autoridad al rey extranjero sobre el
príncipe andino, las estructuras aparentemente idénticas de otros dibujos cri-
tican implícitamente el dominio colonialista sobre los nativos peruanos y
niega su derecho a la hegemonía. En una de estas representaciones de amo/
siervo, un mayordomo ataca a un sirviente andino (538). En la otra, un enco-
mendero español es llevado en andas incaicas (568) (Figura 6.8). En ambas, el
signo de orientación direccional coloca a la figura del español mirando hacia
la izquierda (derecha desde nuestro punto de vista). Esto contradice la orien-
tación a la derecha (nuestra izquierda) encontrada típicamente en los dibujos
162
de la época incaica (342) (Figura 6.9), que el autor caracteriza como una era
de ley y orden (véase también 260, 291, 333, 335). El signo espacial de direc-
ción conlleva de esta manera las connotaciones positivas y negativas de dere-
cha e izquierda. A través de su uso, los colonizadores están marcados con el
signo de la desorganización y desorden. Como el reverso de los emblemas de
las cuatro subdivisiones en la escena Atahualpa/Pizarro (Figura 6.3), el reverso
de la orientación direccional sirve a narrar la historia en curso de un mundo
vuelto al revés.
.
ridad nativa no sólo como tema de representación sino como estratagema para
poner al revés las relaciones de los términos de alto y bajo en el eje diagonal.
'
El dibujo que muestra el indio junto a la cruz representa la .inversión del para-
digma de patronato religioso y hace que el indio reemplace al sacerdote en la
posición de superioridad religiosa. Esta reversión del orden normal significa
que el clérigo, a través de su propia degradación, se despoja de su autoridad
espiritual. Al mismo tiempo, el indígena ocupa la posición de privilegio; a
través del sufrimiento inocente, él emula el símbolo supremo del sacrificio
cristiano. El único kuraka que ocupa el sitio tradicional de dignidad está
colgado y muerto. Su fallecimiento fue creado por la confabulación mañosa
de colonialistas que literal y figurativamente ocupan una posición inferior.
Esta representación señala la destrucción definitiva de la autoridad política
indígena. La única presencia indígena es el objeto del deseo colonial (723)
o la víctima indefensa (571, 605).
163
Reexaminando las cuatro clases de narración visual elaboradas en el eje
diagonal, notamos que Guarnan Poma ha creado en todas las categorías, me-
nos en la política, una estructura pictórica en la cual convergen las experien-
cias andinas y extranjeras y se fusionan en una corriente continua de valores
simbólicos. Esto se logra por una colocación sistemática de ciertas imágenes-
signos en secuencia. Las estructuras de religión, moralidad y sociedad patriar-
cal trascienden ambos tiempos, antiguo y moderno, y las experiencias andinas
y occidentales. Los constituyentes mismos cambian, pero las estructuras se
mantienen intactas.
164
1 ·2 3
RELIGIOSO/LAICO MASCULINO/ FEMENINO . AMO/SIERVO
Los signos dé .género sexual, por ejemplo, están invertidos en las imáge-
nes de los tiempos antiguos •q ue muestran cómo la incipiente civilización andi-
na tuvo, según el relato de Guarnan Poma, solamente un conocimiento imper-
fecto e intuitivo del dios judea-cristiano ( 53). Los descarríos religioso, moral y
político están indicados regularmente por la trastocación de los signos de gé-
nero. De esta manera se muestra el castigo de los crímenes sexuales en los
tiempos incaicos (308) y la escenificación de ciertos festivales antiguos, vistos
como bárbaros por Guarnan Poma (322). El mismo artificio .es usado para re-
tratar la corrupción colonial de mujeres indígenas por los ;españoles, como
cuando el corregidor y su teniente examinan la desnudez de una.joven india
a la luz de una vela (507). La perversión del orden social correGto es el mensa-
je principal -trasmitido por tales ilustraciones. Se muestra a las muchachas in-
dígenas al ser ofrecidas a los conquistadores y encomenderos (381, 565) y
tratando de huir del lascivo y cruel español (882) (Figura 6. t'2). Este último
es una sutil manipulación de la coordinación andina de derecha/masculino,
izquierda/femenino, puesto que el conflicto y .el desorden sqn registrados
solamente desde la perspeé;tiva indígéna. El orden simbólico ,andino de los
signos está trastocado solamente dentro del grupo indígena mismo, pero no
en toda la composición; la figura a la extrema derecha (nuestra izquierda) es
el varón español. O sea, es el orden natural andin·o que aquí se trastornó por
la introducción del extranjero europeo.
165
Existen sol~mente pocas excepciones a esta práctica. y estos dibujos tra-
zan el desarrollo de · la~ relaciones coloniales hispano-indígenas. La primera de
ellas apoya visu~lmente la idea de Guarnan Poma de que la nobleza incaica
inicialmente aceptó a los invasores extranjeros y cooperó c.on la autoridad co-
lonial temprana. La demostración gráfica consiste en que los príncipes Incas
están sentados en amigable conversación con un capitán ( 462) y el virrey
español ( 442) respectivamente; los extranjeros están colocados en,.la posición
de honor a la d~recha. Sin embargo, el modelo establecido revierte rápidamen-
te al orden original en cuanto la incipiente armonía social se rompe, y el
indígena es retrat_ado como autoridad agraviada y víctima inocente (Figuras
6.10 y 6 .11 ). La noción del sufrimiento inocente del andino está corroborada
por las imágenes del sacrificio cristiano. En los dibujos religiosos de las series
elaboradas en el eje horizontal, los sacrificios del martirio cristiano están colo-
cados regularmente al lado derecho. Esto robustece. por analogía, la imagen
del indígena como figura de virtud e inocencia. En pocas ocasiones, cuando el
español usurpa la posición privilegiada , el signo peyorativo de la orientación
direccional izquierd-a interviene negativamente en la escena (Figuras 6.8 y
6.12).
166
rarquía implícita en la diagonal primaria. Eri efecto, esta diagonal representa
la perversión del orden afü establecido, con el resultado que las estructuras
originalmente concebidas son transformadas en la siguiente forma:
1 2
DIOS - - - - - - - -:-- ~ DEMONIO RELIGIOSO- - - - - ~ MALIGNO
"
HOMBRE - - - ~ HOMBRE "
LAICO - - - ~ INOCENTE
3 4
MASCULINO- - -~MASCULINO AMO - - - - - ~ USURPADOR
\ \
FEMENINO- - -~FEMENINO SIERVO - - - - ~ VICTIMA
167
puestas con sus víctimas indígenas quienes ocupan la posición de la derecha
abajo. El rasgo distintivo del lado derecho equivale al ideal andino de superio-
ridad, y el rasgo de. lo bajo .equivale a subyugación y derrota . .0-e .esa misma
forma, la inversión de los miembros ·de una oposición está frecuentemente
· coordinada con la de otrc.~s para intensificar la interpretación negativa de la
escena. Así, por ejemplo, en "Como el mal tratamiento de los corregidores y
padres de este reino a los indios", las transformaciones de lo masculino/ feme-
nino, religioso/laico y víctima/ usurpador respectivamente, convergen en un
solo signo de caos social (936) (Figura 6.14). ·
168
examinar otros simbolismos cristianos en diferentes tipos composicionales
para determinar · 1a eficacia del cristianismo como la figura centralizadora.
169
nación de mediador entre la sociedad colonial y la nativa, según la concep-
ción de Guarnan Poma.
170
Jesucristo como mártir y al andino en el mismo papel al colocarlo frente a la
cruz (véase Figura 6.10). En composiciones en el eje diagonal invertido, ve-
mos que el andino como víctima es el único mediador del ámbito nativo y
foráneo.
171
la figura de un indio degradado y vejado (Figura 6.16). Implícitamente, los
cuadros narran la búsqueda de un centro perdido. Ellos recogen el intento de
reconstruir la significación y la estabilidad en el vacío causado por la destitu-
ción del Inca y la caída del Cuzco. En el. modelo original de Guarnan Poma,
el centro se ocupaba por el signo personal tanto como por el institucional.
En cambio, en las representaeiones de la época colonial, el lugar del Cuzco y
del Inca, como cabeza mediador y regulador de los diversos sectores, ha sido
vaciado y reemplazado por signos no-personalizados. El centro del nuevo
orden es llenado solamente con los emblemas institucionales de estados e
iglesias, como el escudo, el pilar y la cruz (Figuras 6.5 y 6.15). Los símbolos
personalizados de los administradores de aquellos oficios están o ausentes o
marginalizados, como lo es el rey en la Figura 6.5. Así, por ejemplo, en cuan-
to al imperio político español, el escudo de armas de Castilla ocupa el cen-
tro, pero el rey mismo nunca lo ocupa. Con respecto a la iglesia, solamente
aparecen en el centro los símbolos abstractos como la cruz o el crucifijo.
Incluso el retrato de un sacerdote modelo, cede an'te docenas de negaciones
pictóricas; la n~ción de un misionero compasivo se convierte en uh ideal
pocas veces logrado.
172
arreglados alrededor de un centro, fue un sistema tanto autónomo como com-
pleto. La totalidad de modelos composicionales usados por Guarnan Poma
constituyen tan sólo fragmentos del diseño arquetípico. La gran mayoría de
los dibujos son tan sólo pedazos rotos de un esquema prototipo. El paradig-
ma clásico, percibido en su totalidad, se encuentra solo en los dibujos de la
época incaica, tales como el mapa mundi y el consejo real del Inca (Figuras
6.2 y 6.4).
173
6.2 "Mapa mvndi del reino de las Indias" 983-984 [1001-1002]
CA~ .."< C~a .-.a• 4-A S~4'fC.-~ ~W'\
~ ~ P" }"'1" <-1~• h """' -
6.3 " Atagvalpa Inga está en la civdad de Caxamarca en sv trono , vsno"
384 [386]
6.4 "Concejo real destos reinos Capac Inga Tavantin Svio Camachicoc
Apocona" [los Inkas señores que gobiernan el Tawantin Suyu] 364
[366]
" El primer nveva corú11ica i bven gobierno , conpvesto por don Phe-
1ipe Gvaman Poma de Aia la , señor i príncipe'' (portada)
1) n ., •• 11 . ,,
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177
A lo largo de su obra, Guarnan Poma parece visualizar una integración ideal,
si no réal, de la sociedad andina y la teología cristiana. Es notable, sin em-
bargo, que retrata a la p,aloma del Espíritu Santo tanto como al demonio
monstruoso, sólo en escenarios sociales andinos, no en los de los coloniza-
dores europeos. El demonio acompaña a los antiguos andinos "hechiceros"
y a los "borrachos" y ladrones modernos (279, 281, 842, 876). La paloma
del Espíritu Santo típicamente bendice a los andinos dedic~dos a la oración
o a la instrucción religiosa (14, 837). El único dibujo en el cual aparece11 una
persona europea y la paloma es el de un predicador colonial (623) 1 -. Al omitir
los signos de este código iconográfico en las representaciones de! mundo cul-
tural europeo y colocarlos exclusivamente ep el espacio cultural y social de
los andinos, Guarnan Poma logra cancelar los valores más sugestivos del orden
social y religioso europeo y los traslada al NÚevo Mundo atribuyéndolos a su
propia sociedad.
178
Policulturalidad y metalingüística
179
ceptos espaciales a la vez que se examina. la función metalingüística, no del
texto verbal, sino del pictórico, de la Nueva coránica y buen gobierno de
Guarnan Poma.
2. Para una discusión de cómo Guarnan Poma maneja el empleo de dos idio-
mas, véase el capítulo cinco.
180
Pero . un número pequeño (y estratégicamente crucial) de
los signos en un texto, aparte de ejecutar esta función
interpretan a sí mismos y a los otros signos en el texto:
constituyen el metalenguaje interno del texto, y el pro~
yecto propio de la semiótica literaria es su investigación".
181
estado original de la inocencia y de la pureza cultural de la raza andina al in-
sistir en el hecho de que los primeros habitantes de las Indias se vestían de
hojas de árboles, en el estilo del "hábito de Adán" (1987: 60).
182
Desde el punto de vista del estudio de la tipología cultural, la pregunta
fundamental con respecto a la Nueva coránica y buen gobierno es si el texto
se orienta hacia el emisor o hacia el receptor. Lotman y sus colaboradores
( 1973: 9) consideran que este criterio es básico a la definición de la tipología
de textos y de culturas. La cultura. orientada hacia el emisor o el codificador
es aquella en que el texto cerrado de difícil acceso o inteligibilidad se aprecia
sobre todos los demás; en la cultura orientada hacia el receptor o el descodi-
ficador, el texto que se valora más es el que se presta al acceso y a la inteligi-
bilidad ( v~ase Beaujour 1977: 8) .. A lo largo de muchos años, el debate más
común, referente a la Nueva coránica y buen gobierno, es si la obra refleja
"el puro alina indio" (es decir, si se orienta hacia el emisor) o si representa,
en cambio, un caso clásico de asimilación al ambiente cultural europeo (es
decir, si se orienta hacia el receptor) (véase Adorno l 974b: 2-7).
183
mundo; en · la ~otra, se representa la disposición y las acciones de la humani-
dad dentro de ella (véase Lotman 197 5: 102). La Núeva coránica y buen go-
bierno es del primer tipo porque responde a la pregunta: "¿Cómo se constru-
ye el mundo?" Ubicar este texto en esta categoría es reconocer que los con-
ceptos tipológicos activos en ella son aquellos que establecen diversas divisio-
nes y relaciones espaciales: continuidad, proximidad y frontera (ibid.: 102).
En los casos en Jos cuales 1 se equivale ·al espacio andino y E, al espacio no-
andino (el colonial europeo y criollo), estas descripciones pueden significar:
184
con escenarios interiores y exteriores, y los mundos de más allá de la tumba3.
185
Dentro de la representación naturalística del espacio cultural andino,
el manejo de los códigos vestimentarios proporciona mucha información so-
bre la versión guamanpomiana de la experiencia andina en sus aspectos so-
ciales, políticos y morales. Las subdivisiones fundamentales del espacio cul-
tural andino se representan por la diferenciación de los l/awt'u indígenas.
"los cíngulos que traen por sombrero"_. según González Holguín (1952: 212).
Todas las figuras masculinas andinas se ven llevando puestas.el llawt'u. Los
varios tipos de ornamentación que lo acompañan indican la identificación
particulár de cada individuo según su lugar de origen; se usa incluso para iden-
tificar los grandes señores de las cuatro subdivisiones del imperio de Tawan-
tinsuyu (1987: 157, 167-173). Guarnan Poma emplea estos atributos dentro
del espacio cultural andino (1) y así establece otras variaciones del modelo
fundamental. Por ejemplo, en determinado momento, él identifica Chinchay-
suyu como el espacio de la cultura, excluyendo las tres otras divisiones del
imperio; dentro del espacio cultural de Chinchaysuyu, vemos que el artista
representa su propia provincia de Andamarcas-Lucanas-Soras dándole priori-
dad sobre todo fuera de ella. La identificación de Andamarcas-Lucanas con
Chinchaysuyo se hace explícitamente en el relato del duodécimo capitán,
Qhapap Apu Guarnan Chawa ( 168), y la del llawt 'u floreado con Andamarcas
crito (396-397, 556, 593-594, 755, 759): camisa; mangas largas; jubón;
ropilla; cuello; 'cin cuello como clérigo; ualon (calzón corto); capa, capo-
te corte; coleto; bonete; sombrero; montera; calzones; calzón medias;
botas; zapatos; alpargatas; espada a la borda. ·
B.2. El traje femenino: Esta lista es también un resumen de atributos
encontrados en varios dibujos y descripciones (396-397, 771, 774): cami-
seta larga; manta corta; camisa de pecho; mangas; faldellín; toca; redeci-
lla; gargantilla; botines; chapines; pañuelo.
C. Elementos del código de la representación del fondo pictórico:
C.l. 'Este mundo:' escenario exterior (sol, luna, estrellas, picos de
montaña); escenario interior (paredes, ventanas, suelos de baldosas, arcos).
C. l.a. El mueblaje: objetos andinos: usno [usnu] (construcción ad-
ministrativa o ceremonial, trono del Inca); tiana [ tiyana] (silla adminis-
trativa o ceremonial); almohada (La almohada es un elemento andino en
los dibujos guamanpomianos de la época incaica; investigaciones arqueo-
lógicas permiten suponer su uso doméstico desde los tiempos precolom-
binos, según Gayton (1967; 276).
C.l.b. El mueblaje ·: objetos europeos: trono; silla; púlpito; atril de
salterio; pila de bautismo;
C.2. 'El otro mundo': Hay tres tipos de escenario que representan el
espacio de los 'otros mundos' en la tradición iconográfica de la pintura
religiosa occidental: Las nubes representan el cielo cristiano; la boca
abierta de un monstruo, el infierno cristiano; y las llamas yendo para ~rri
ba desde el primer plano del pictórico, el purgatorio cristiano.
186
se concretiza en la escena de la conquista de esa zona por el Capitán Inca May-
tac (l 57)(Figura 7 .1 )4.
187
estos dos extremos, Guarnan Poma construye, como señala Ossio (1973:
160-162), un modelo vestimentario nuevo, basado en la combinación de
rasgos andinos y no-andinos (europeos), lo cual crea una nueva semántica
cultural en la Nueva coránica y buen gobierno. Esta articulación vestimenta-
ria singular es un signo complejo de la organización andina interna y sus re-
laciones con la sociedad colonial europea.
Los trajes para llevarse por las éli~es andinas en el esquema que ofrece
Guarnan Poma para la creación de una nueva sociedad andino-hispana son
conjuntos mixtos de elementos autóctonos y europeos. Los niveles más altos
de esta jerarquía emplean más rasgos vestimentarios europeos (1987: 755)
(Figura 7.2); los rangos más bajos a la vez se d'istinguen por la predominancia
de aspectos tradicionales andinos. Históricamente, la ley española había otor-
gado a las clases altas andinas y a ciertos funcionarios coloniales indígenas el
derecho de llevar el traje castellano del caballero (Espinoza Soriano 197 5:
378). En la Nueva coránica y buen gobierno, tanto como en la sociedad co-
lonial, el traje europeo se emplea para comunicar el .status tradicional del
elite andino a través de un nuevo código, así resolviendo el problema de co-
municar al lector europeo los valores sociales tradicionales andinos.
188
queda sin tocar y sin alterar en el modelo de Guarnan Poma.
189
dentes en la mera presentación de la figura andina 5 . La presencia de los atri-
butos de la indumentaria europea y sobre todo del rosario omnipresente,
convierten la jerarquía social soñada por Guarnan Poma en un mensaje inte-
ligible para un público europeo a la vez que no niega ni cambia fundamental-
mente la identidad esencial de I, el mundo cultural andino.
190
nos subraya el significado de la denotación física concreta de la sexualidad en
los dibujos posteriores. En éstos, la vulnerabilidad del ser humano como víc-
tima se destaca concreta y .vívidamente a través de los atributos iconográficos
que señalan la capacidad para la generación humana. El significado relacional,
logrado gracias a la ausencia de estos atributos en otros casos, es el que impor-
ta.
Mientras los signos del código del traje diferencian la experencia andina
de la no-andina, el efecto del fondo pictórico es aparentemente para juntar
los datos anecdóticos de diversos fenómenos culturales en un solo continuum
ininterrumpido. En general, la escena interior es la misma para temas tan di-
versos como la casa familiar del autor en el Cusco, el palacio del Papa en el
Vaticano, las viviendas palaciegas de las Coyas, y la jefatura administrativa
de la provincia colonial ( 17, 35, 120, 466 ). (Una diferencia significativa es la
191
representación de la ventana. Es cuadrada en los dibujos de tiempos del Inca;
es en forma de arco en tiempos coloniales). De una manera parecida, el pai-
saje que sirve de trasfondo para Adán y Abraham, los antiguos Incas y los
andinos coloniales es sólo uno; consiste en picos de montañas cuya connota-
ción es la sierra andina. En sus connotaciones temporales y espaciales, esta
estrategia pictórica tiene el efecto, en la superficie, de unificar la extensión
entera de l,a experiencia humana desde sus principios míticos hasta la vida
diaria en el virreinato peruano. Sin embargo, veremos que las oposiciones
entre escenas interiores y exteriores no ·son casuales sino que constituyen
declaraciones evaluativas sobre la importación de la cultura europea a los
Andes.
192
cial occidental ; al mismo tiempo , la civilización andina está consistentemente
puesta en la escena exterior 6 .
193
sociales de la alta civilización (justicia y orden} que se connotan por el suelo
fabricado por manos humanas.
194
moral a los asuntos. Esta omisión es consecuente con la concepción de co-
rrupción moral originalmente simbolizado por el palacio del rey David (28;
véase Figura 7.4).
195
es tan infrecuentemente encontrado y tan difícil de reconocer que exige la
introducción de un marcador verbal especial: La leyenda "obediencia", sobre-
puesta en el campo pictórico, funciona para interpretar los íconos principales
(véase Figura 7.6). Al presentarlo así, Guarnan Poma destaca la figura del
santo sacerdote y el espacio singular que éste crea y habita ( 478, 482).
196
gobierno en sus retratos. Guarnan Poma emplea símbolos de valor europeo
para comunicar al espectador europeo la dignidad de todo administrador ·o
funcionario andino, sea éste un señor étnico tradicional o un nuevo funciona-
rio en la administración colonial.
197
ejemplares de los sujetos andinos se indican típicamente por el empleo del
escenario al aire libre. Un ejemplo, de los muchos posibles, se proporciona .
en el retrato idealizado de una pareja noble andina ("buen cristiano princi-
pal") que concluye la serie de retratos de la aristocracia andina (775) (Figu-
ra 7.8). En un contraste notable con el escenario interior, cuyo referente era
el estatus social, este cuadro de señores andinos enfatiza su virtud moral. (Fí-
jense en el hecho de que Guarnan Poma pone como título al dibujo no la
palabra "cacique" sino "cristiano"). De tal manera, la escena se pinta al aire
libre y las figuras principales se sientan en la tiana o asiento tradicional de
estatus andino mientras se protegen del antiguo sol al dedicarse a sus devo-
ciones cristianas.
198
Básicamente, las historias presentadas en el texto iconográfico comuni-
can mensajes sobre la experiencia andina que destacan la integración de la
organización social con la conducta moral en la antigüedad, y con la piedad
religiosa en la época colonial actual. En cambio , Guarnan Poma pinta la ausen-
cia de tal armonía y valores en el ámbito europeo . No permite que los excesos
de la vida colonial no-andina corrompa la esencia de la vida andina o aduhere
su pureza cultural. Así es el modelo de la vida andina que Guarnan Poma re- •
presenta en la Núeva coránica y buen gobierno.
Las alegorías pictóricas más pertinentes en este respecto son las que re-
presentan el rosario y el administrador andino como mediadores entre espa-
cios culturales aislados el uno del otro. Sin embargo, el sentido intrínseco del
tratado pictórico yace más allá de estas formulaciones. Tiene que ver con la
relación entre los signos de significado literal y representativo por un lado y
los de significado figurativo y simbólico por otro.
199
rey español empleando los íconos de la Santa Trinidad (2) (Figura 7.10).
Incluso emplea la paloma que representa el Espíritu Santo en el primer dibujo
que ofrece de personas andinas (véanse Figuras 6.5 y 7 .9). Veamos de nuevo
esta escena.
200
Aunque el dibujo de la generación original andina, la Vari Vira Cocha
Runa, representa una época muy lejana, el dibujo mismo tiene un significado
muy concreto y actual ( 48). La figura del hombre emplea el palo andino, el
taki clzaqlla; su esposa le ayuda a sembrar la tierra. El signo simbólico es el
traje de hojas, y, curiosamente, la barba de estilo europeo en el rostro del
hombre andino que normalmente no es barbudo. Aquí Guarnan Poma señala
la ascendencia de Adán del hombre de la Vari Vira Cocha Runa 8 .
8. Fiel a la norma, Guarnan Poma siempre retrata a los hombres andinos sin
barba. La única excepción en la obra, salvo el barbudo hombre Vari Vira
Cocha Runa que así indica su ascendencia de Adán, es un compatriota y
enemigo personal de Guarnan Poma. cuyos feos "bigotes de gato" pued~n
interpretarse como señal de la práctica de un libertinaje de estilo europeo.
201
Estos dos usos simbólicos de la vestimenta -el traje edénico de hojas y
la borla real incaica- sugieren la creación de un modelo cultural en el cual E
(el espacio cultural exterior) se refleja en I (el espacio cultural interior andi-
no). Esto es, los valores .simbólicos foráneos se integran gráficamente al espa-
cio histórico andino. Son dos los efectos que estos signos iconográficos lo-
gran. Uno es el de colorear la pintura de los primeros andinos con toques de
la tradición bíblica; otro es el de pincelar el retrato del Inca de tal manera que
se indica el conocimiento implícito de la venida del Mesías cristiano.
Por otra parte, la paloma/halcón del Espiritu Santo se desliza en las sa-
las donde los andinos devotos practican su nueva fe; esta paloma es el signo
que señala su piedad. Es curioso notar que los andinos, arrodillándose en una
actitud de piedad y de veneración cristianas, siempre se encuentran sobre un
fondo de paredes y ventanas (835, 837, 847, 852). Sobre este punto de la
religiosidad de los andinos en la época colonial, Guarnan Poma habrá organi-
zado sus representaciones para evitar cualquier asociación de sus prácticas es-
pirituales con la veneración de las waqas (los lugares y objetos sagrados) tradi-
cionales. La ubicación de los andinos devotos al catolicismo en escenarios
interiores (lejos de los lugares naturales adorados al aire libre), parece asegu-
rar esta importantísima distinción.
202
cristianismo, su empleo del motivo del diablo es el signo negativo de un gesto
afirmativo. Por parte de la figura del demonio entre los curanderos (281 ),
Guarnan Poma comunica la idea de la conciencia de éstos, de la existencia de
~a verdadera religión. Por otro lado, el significado de la presencia de Satanás ¡
en dos dibujos de la época moderna es la violación a sabiendas de los diez
mandamientos por parte de los indios contemporáneos. La práctica de los
ritos antiguos es de nuevo la práctica que aporta la condena impartida por el
signo del demonio; el robo es la otra ofensa tan severamente censurada. Míen-
.tras que Satanás no está presentado en ninguna escena que muestre la viola-
ción de los mandamientos judeocristianos, su asistencia a la ruptura del octa-
vo (955) (Figura 7.12) puede explicarse por la vestimenta desabrida de dandy , _
europeo que lleva puesta el andino ofensor.
203
ro similar de dibujos de europeos entregados a infligir estragos sociales, ata-
cando y abusando de la gente ind1.gena.
Conclusiones
Todos estos signos europeos que hemos visto, sin embargo, no signifi-
can la aculturación; el testimonio del propio Guarnan Poma y la historia colo-
nial lo desmienten. Estos signos no constituyen el mensaje del texto; sino,
por el contrario, sus señales metalingüisticas. Vistas como tales, el uso de ellas
aclara el caracter de la Nueva coránica y buen gobierno con respecto a su
orientación encodificadora o descodificadora. El mensaje del texto, descifra-
do de acuerdo al diseño espacial de la modelación cultural, establece que el
hmite cultural general, y espec1ficamente el social y moral, entre los mundos
coloniales andino y europeo, es firme; que el espacio cultural andino y el
europeo son entidades separadas y diferentes entre sí en todas las formas po-
sibles. Aún más, el modelo andino representa la civilización, el europeo, la
barbarie.
204
No obstante, la integridad de lo andino, comunicada al lector forastero
por medios que a éste último le son familiares, permanece intacta. Como ya se
ha dicho, la relación entre los andinos y los valores simbólicos cristianos hace
un papel de máxima importancia anahtica en la obra de Guarnan Poma. En
efecto, la fusión concienzuda de valores cristianos y la cultura andina resulta
de haberse eliminado la identificación de estos valores con la esfera colonial
europea. En el modeló cultural de Guarnan Poma, lo europeo y lo cristiano
nunca están presentados en relación de privilegio o de equivalencia. Por lo
tanto, la integración de lo andino con lo cristiano nunca significa la europei-
zación del andino ni la imitación de costumbres extranjeras a expensas de las
suyas. Significa, ·en cambio, el alto nivel y la autoridad de la cultura andina,
comunicándolo a través del sistema simbólico de mayor prestigio para el des-
tinatario europeo.
205
7 .1 · "El sétimo capitán / Inga Maitac" 155 [ 157]
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7.2 "Capac Apo GJ1a111a11 Chagua, Yaro Bilca, Allauca Guanoco, hijo
de capac apo Chalia, príncipe Ayala, capac churi" 741 [755]
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•
7 .3 "Capac Apo Mama Poma Va/ca, que son muger de principales y
segundas" 757 [771]
7.4 ''Qvarta edad del mvndo / Desde Reí David" 28 [28]
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"COMIENZO A LLORAR" *
209
para su Nueva Coránica y buen gobierno. Al descubrir la evidencia de la
retórica eclesiástica en su obra, vale la pena preguntar qué papel desempeña.
Para explorar en los sermonarios los intentos de proselitización, y más ex-
tensamente, la respuesta crítica de Guarnan Poma a todos ellos, propongo
examinar la confrontación literaria inicial entre el europeo y el amerindio en
y a través del mismo lenguaje religioso en el que esa confrontación debía
enmarcarse. Mi interes se centra en el uso del lenguaje teológico cristiano y
sus implicaciones sociales, tal y como esto se entendía por parte de nuestro
autor.
Tal vez el punto de partida más revelador para esta excursión sea el
dibujo en el cual Guarnan Poma presenta a un padre doctrinante predicando
un sermón en quechua a una congregación andina (623) (Figura 8.1). El pre-
dicador, hablando en quechua, declara: ''Hijos míos, les voy a anunciar el
Evangelio, fa Sagrada Escritura. No deben servir a las divi,nidades locales.
Antes, sus antepasados vivieron asi", pero ustedes ahora ya están bautizados,
hijos". Como es evidente en el dibujo, la reacción de la congregación no es
uniforme: algunos feligreses miran atentamente al cura; por lo menos una
mujer hace esto devotamente. Un hombre llora, y otras dos personas duer-
men durante el sermón. ¿Están exhaustos?, ¿aburridos? ¿No comprenden el
quechua del sacerdote? Si el significado de estos feligreses dormidos está am-
biguo, no lo es el signo de la paloma. Como dijimos anteriormente, la paloma
que entra por la ventana abierta es la expresión iconográfica de un principio
teológico importante; los defectos, tanto de oratoria como del carácter perso-
nal del cura, no impiden que el mensaje . del Evangelio alcance a los que lo
escuchan (Tercer Catecismo 1773: x).
210
te, será útil examinar las estrategias retóricas contenidas en las obras de ins-
trucción religiosa dedicadas a la conversión del pueblo andino al cristianismo.
Según nuestro parecer, lo atractivo para Guarnan Poma de las obras doc-
trinantes, auspiciadas por el Tercer Concilio Limense y publicadas en Lima a
partir de 1584, consistía en su articulación de una teoría de comunicación
intercultural. Esta se explica concisamente en el prefacio al Tercero catecis-
mo (1773: vii-xiv): Primero, el lenguaje seleccionado debe corresponder a
las capacidades de los oyentes. Segundo, los puntos principales de la doctrina
deben repetirse con sufiCiente frecuencia para que se fijen en las rnentes de
los oyentes. Tercero, el estilo deUenguaje debe ser llano y sencillo, "más a
modo de quien platica entre compañeros, que no de quien declama en tea-
tros" (ibid.: x). Y finalmente: "El quarto aviso, y el más importante, es que
de tal manera se proponga la doctrina christiana, que no sólo se perciba, sino
que también se persuada" (ibid.: x) . . Se recomendaba el uso de símiles, de
211
comparaciones y de ejemplos como los mejores medios para hacer inteligible
lo extraño y para desviar a los andinos de sus antiguas prácticas rituales.
212
se utilizaban para acusar a los andinos de maldad: el hombre que no apren-
d1·a la ley de Dios se veía como bestia (ibid.: 288); se le acusaba al andino de
comportarse como un caballo o un perro debido al concubinato al igual que
por la borrachera, la lujuria, el adulterio y, peor de todo, la sodomía (ibid.:
188, 303, 314-316, 324, 346). Sobre el castigo por estos pecados, los sermo-
nes citaban las prácticas andinas de idolatría, borracheras rituales, y ofensas
sexuales para explicar y justificar la conquista extranjera de Tawantinsuyu.
213
Ya vimos en el capítulo seis cómo Guarnan Poma organiza iconográfi-
camente el espacio cultural en su crónica. Aparte de la interpretación que
Guarnan Poma ofrece de la falta de valores cristianos por parte de los miem-
bros no andinos d-e la sociedad colonial, y dejando al lado la separación cultu-
ral entre andinos y europeos que pinta para aquella sociedad, podemos pre-
guntar cómo nuestro autor organiza la expresión de su propio pensamiento.
¿Sintetiza las grandes corrientes espirituales? ¿Qué revelan sus escritos sobre
el cristianismo que tan fervorosamente abraza? Al dejar atrás el análisis de
Guarnan Poma de la tipología de la cultura, y su evaluación del rol del cristia-
nismo en las dos "repúblicas", la europea y la andina, veamos cómo, a nivel
de su propia experiencia anímica, evah:ia el significado de la doctrina cristiana.
214
virreinal. En "Camina el autor", recuerda (1987: 1104-1139) la experiencia
y los descubrimientos de ese viaje; entre ellos se destacan las noticias de la
campaña de extirpación de idolatrías emprendida por Francisco de Avila. Es
en este momento final cuando aparece la sorprendente articulación de imá-
genes.
El mundo-al-revés
215
éstos se llaman a s1· mismos "don" y "doña": el mundo está al revés. Peor
todav1·a es el cura que se llama a s1· mismo doctor y licenciado, siendo igno-
rante y casi analfabeto (544), y que pasea vestido de seda y otras finezas. El
cura representado as{ es ejemplo del individuo que tiene ilusiones de ser
"señor absoluto" en su territorio y que tiene pretensiones de ser un erudito
con demasiada categon"a y prestigio como para entendérselas con los andinos.
Según Guamán Poma, la colusión impía de los dos grupos -los andinos comu-
nes y los oficiales coloniales- invierte el mundo a su condición trastornada y
elimina toda esperanza de justicia. En otra ocasión un cura tiene a unos cuan-
tos amigos invitados a cenar: " borrachos, indios bajos, mestizos y mulatos",
según el subhtulo, todos los cuales participan en la explotación del pueblo
andino mientras que se hace caso omiso de los señores étnicos auténticos o
se los exila. Exclama Guarnan Poma enfadado (618)," ¡Qué buen don Juan-
Mundo-al-Revés conbida al borracho!". ·
La soberbia de Lucifer
Los hombres malos que le han dado la vuelta al mundo con sus preten-
siones son culpables del pecado de la soberbia, y Guarnan Poma los asocia con
la imagen de Lucifer. Al condenar la arrogancia colonial y andina por soberbia
216
en más de ochenta ocasiones, y al utilizar el símil verbal de Lucifer en una do-
cena de ellas, Guarnan Poma encuentra en la figura de Lucifer el modelo teo-
lógico perfecto para comprender causa y efecto, maldad. y retribución, pecado
y condena.1 . La figura de Lucifer posee dos aspectos claves: la debilidad de su-
cumbir al gran orgullo, y el castigo cósmico repartido a consecuencia de este
primer pecado. Mientras que Guarnan Poma de vez en cuando usa la figura del
Inca como metáfora por la cual condenar las pretensiones de los colonialistas
al poder absoluto y al privilegio que sólo un rey legitimo merece, es aparente
que el ve la mayor potencia de Lucifer como término de comparación. Luci-
fer, despues de todo, representa la autoridad erróneamente usurpada, y, con-
secuentemente. dramáticamente castigada.
l. Así, por ejemplo, Guarnan Poma ( 439) arenga contra los colonizadores:
"Ves aquí, tontos y encapases y pucilánimos pobres de los españoles,
soberbiosos como Lusefer. De Luysber se hizo Lusefer, el gran diablo .
Ací soys bosotros, que me espanto que queráys ahorcaros y quitaros bos
propio buestra cauesa y quartesaros y ahorcaros como Judás y echaros al
ynfierno". Guarnan Poma ( 494, 551, 598, 813, 961, 969, 1178) hace nu-
merosas otras comparaciones entre la arrogancia colonial y la satánica.
217
ficación. · Su esfuerzo de explicar la conquista española de Tawantinsuyu
revela la trampa a la cual este lenguaje le conduce. Es más fácil describir la
subyugación colonial como un mundo-al-revés que dar una interpretación
de por qué ocurrió. Para interpretar el hecho central de la historia andina,
Guarnan Poma busca recursos en el lenguaje cristiano del bien y el mal. En
primera instancia, atribuye la invasión extranjera del Perú a la codicia de los
invasores (372, 374, 3.7 6, 393). Explicar la derrota del gobierno del Inca pide
otra cosa: habla de la guerra civil entre los principes Huáscar y Atahualpa, y,
en última instancia culpa a Huáscar Inca por soberbia. En su interpretación
la soberbia de Huascar era responsable para la destrucción del imperio incaico.
Hay vaiias obse·rvaciones que hacer con respecto al emple<;> del concepto
de pachákuti por Guarnan Poma . En primer lugar, es para él un fenómeno es-
218
trictamente andino ; no se aplica a forasteros, incluso cuando invaden tierras
andinas . Así, en su esquema de las diez edades históricas, que va desde el co-
mienzo del mundo hasta el día actual de Guarnan Poma, es únicamente awqa-
nakusqan pacha, kuÚsqan pacha, "la era de las luchas, la de la rebelión'',
(925) de la guerra entre Huáscar y Atahualpa que se identifica con el pacha-
kuti. No describe así ni la conquista española del Perú, ni las guerras civiles
entre los españoles que la siguió. En segundo lugar, Guarnan Poma asocia la
noción de pachakuti con la idea de los castigos del Dios cristiano en todos íos
casos que menciona (94-95),-menos en el de la guerra entre los príncipes in-
caicos. El autor indudablemente se abstiene de llamar a este pachakuti un cas-
tigo divino .en el sentido cristiano, porque atribuir a esta época (que ll~ma
Pachakuti Runa) la retribución divina sería aceptar la interpretación perjudi-
cial que decía que la caída del imperio andino se debía a los pecados de sus
ciudadanos (véase el capítulo tres). Al no aceptar Guarnan Poma la interpre-
tación de la conquista extranjera del Perú como un pachakuti ni tampoco
como un castigo de Dios, destaca el hecho de que el pachakuti les acaece sólo
a los andinos y es de orden cósmico . Nuestro autor lo atribuye al mundo no
andino eri un sólo _contexto, él de la tradición bfblica del Antiguo Testa-
mento.
219
tencia y la claridad con las que la justicia divina se reparte en ellos. Los ejem-
plos bíblicos están de acuerdo en significado con algunos de los ejemplos que
Guarnan Poma (94, 109) toma del mundo andino, como los castigos de los
antiguos andinos por negarle hospitalidad al dios Pariacaca (éste se sustituye
por ermitaños pobres y padres franciscanos en la versión de Guarnan Poma)
o las calamidades de hambre, sequ1·a y pestilencia qµe duraban varios años
durante el reinado de Pachacuti Inca. Guarnan Poma atribuye estas grandes
catástrofes al Dios cristiano que as1· castigó la indiferencia cruel de los anti-
guos y la idolatría del Inca, del mismo modo que castigó a Lucifer (109).
220
En dos ocasiones en el ultimo capitulo de su libro ( 11 14, 1121 ), Gua-
rnan Poma pregunta: "Y anc1', Dios mío, ¿adónde estás?". Y, en el mismo
tono, "¿Cómo está lejos el pastor y tiniente verdadero de Dios, el santo
papa? ¿Adónde estás, nuestro señor rrey Phelipe ... ?" ( 1122). La resonancia
que este grito conlleva se debe a que fue lanzado originalmente por los prime-
ros andinos en la historia de la civilización antigua que narra Guarnan Poma
(28 7) 3 : "Padre, ¿en qué sitio estás? ¿En el lugar superior? ¿En este mundo?
¿En . la tierra cercana?''. La respuesta de Guarnan Poma, diciendo que el
mundo está al reves - "Es señal que no ay Dios y no ay rrey. Está en Roma
y Castilla" (1136)- resulta de las asociaciones siguientes en la obra de Gua-
rnan Poma: El mundo-al-revés es una indicación de soberbia; la soberbia cas-
tigada es prueba de la presencia del Dios cristiano; la soberbia sin castigo es
la indicación de la ausencia de esa divinidad. Esa ausencia devuelve al hombre
andino a la busqueda de sus dioses, originada por los antiguos, tal y como
queda ejemplificado en la oración "Pacha kamaq, maypim kanki ?".
3. Guarnan Poma (54, véase también 51, 287, 304, 922, 925-926) ofrece va-
'rias versiones de la oración tradicional quechua para subrayar su argu-
mento sobre la búsqueda espiritual y no idólatra de los antiguos andinos.
La traducción es por Jorge L. Urioste .: "Señor fundamental y presente,
¿dónde estás? ¿En el lugar superior? ¿En este mundo? ¿En la tierra infe-
rior? ¿En la tierra cercana? Creador de este universo, hacedor del hom-
bre, ¿dónde estás? ¡Oyeme!".
221
.El maypim kanki se convierte en un llanto moderno de desesperanza. A
pesar de todos los esfuerzos de Guarnan Poma de aprovecharse de sus conoci-
mientos europeos, el rezo antiguo le lleva siempre al comienzo de su narración
de la historia andina. Es como si, desde la perspectiva de Guarnan Poma, la
humanidad andina se hubiera vuelto a otro punto en un tiempo cíclico y sin
fin. Esta retórica de la resistencia es, literal tanto como figurativamente, una
pregunta sin respuesta, una historia sin desenlace. Para enmarcar la voz andina
de protesta en un contexto más amplio, veamos otro testimonio surgido de
otro pueblo dominado del siglo XVI.
222
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8.3
' &t "'"º
" De los Ingas 1 de sv conzeio" 304 [306]
8.4 "Pobre de los indios / de seis animales qve come que tememen
[sic] los pobres de los yndios en este rreyno" 694 [708]
CAPITULO NUEVE
225
Ahora con tres epígrafes, quisiera concluir este estudio. La primera cita
es del "prólogo" con que Guarnan Poma concluyó su "diálogo con el rey";
la segunda es del memorial dictado por el morisco don Francisco Núñez
Muley al nuevo Presidente de la Audiencia de Granada. La tercera es la
descripción por Angel Rama del concepto clave de su teon"a sobre lenguaje
y poder en La ciudad letrada. Propongo comparar los escritos del peticiona-
rio morisco y del cronista andino con el fin de enfocar dos fenómenos: la
semejanza de sus protestas entre si, y la relación entre su discurso y el de la
ciudad letrada, es decir, el poder colonial concentrado en varios grupos de
elites letrados. Vale decir algunas palabras sobre este concepto.
La Ciudad letrada
226
didactas ofrecen los testimonios más convincentes del poder que se otorgaba
a la cultura escrita .
l. Véase el "Discurso del Doctor Estevan, obispo de Orihuela, sobre los me-
dios que pueden ser más a propósito para la conversión de los christianos
nuevos del Reyno de Valencia" ( 17 mayo 1595 ), reproducido en Boronat
y Barrachina (1901: 638-657).
227
na mientras que los naturales americanos experimentaban el expansionismo
europeo en sus propias tierras. En efecto, los años 1567 y 1610 se destacan en
la experiencia morisca y en la andina por cambios en la política del estado
-cambios que para ambos grupos tuvieron consecuencias graves.
228
En el caso morisco como en el amerindio, las campañas de extirpación
y expulsión significaban la eliminación sistemática de las culturas respectivas.
A pesar de las diferencias entre las situaciones en España y América, el resul-
tado de las políticas estatales y eclesiásticas era efectivamente el mismo en
ambos casos: para la minoría morisca en España como para las mayorías
amerindias en el Nuevo Mundo, la política del conquistador y el virrey tuvo
el efecto de nivelar las jerarquías sociales étnicas y de intentar eliminar las
prácticas que conservaban la herencia y la identidad cultural tradicionales
(véanse Domínguez Ortiz y Bernard Vincent 1985; Spalding 1972, 1984).
Voces de protesta
229
extirpación en los Andes bajo la dirección de Francisco de Avila (véase el
capítulo dos).
230
relaciones de oposición hacia el exterior de la formación social dominante,
creo que tales relaciones apoyan sus argumentos sobre la articulación lengua-
je/poder en la sociedad jerarquizada del estado absolutista 7 .
231
Corte. Desafortunadamente, los éxitos anteriores de NÚñez Muley en la de-
fensa de los suyos no se repitieron en esta ocasión; se habia terminado la
época de tolerancia relativa. La guerra subsiguiente en las Alpujarras fue el
resultado del rechazo, por parte de los moriscos, de las ''reformas" reciente-
mente formuladas.
La retórica de la resistencia
Guarnan Poma ( 1987: 715) aseveró: "El autor don Felipe Guarnan Po-
232
mente en las autoridades estatales más altas·como la única fuente de remedio ,
y se quejaron amargamente de la corrupción. a nivel local, de los funcionarios
estatales y eclesiásticos 9 • Los dos ofrecieron, en mayor o menor medida, re-
comendaciones para la reforma de la administración gubernativa (véanse Nu-
ñez Muley en Garrad 1954: 224; Guarnan Poma 1987: 519, 527-528, 537,
como ejemplos).
9. Núñez Muley (en Garrad 1954: 219): "Y Vra. Sra. sabrá que no ay lin-
pieza en toda la justicia deste rreyno ni en sus oficiales sino es en este
rreal audiencia donde V.S. rresyde y en los oydores y sus oficiales y no
en más".
Guarnan Poma ( 1987: 920): "Y ací son enemigos mortales de los di-
chos caciques prencipales los españoles, corregidores y padres, comende-
ro, tiniente, mayordomo, vicario jueses. Y ací no es justo que conosca
causas ciuiles, criminales de los principales administradores y segundas
personas deste rreyno, cino sólo el rrey y su juex que enbiare en todo
deste rreyno por ser seruicio de Dios y de su Magestad y fabor de los po-
bres yndios deste rreyno".
10. Núñez Muley (en Garrad 1954: 213): "Y esto es y fue muy notorio de
. manera que los naturales deste rreyno, desde que lo ganaron los reyes
Católicos, no le hizieron trayción ninguna, por donde de razón y justi-
cia auían de ser más favorecidos que los otros Reynos y provincias y sus
privilegios y probisión que se hizo en su favor ... ".
Guarnan Poma ( 1987: 449): "Porque los dichos yndios en la conquis-
ta y después hasta agora no se a rreuelado ni se a oydo tal porque son
fieles como desde primero tubo fe y fiel a los Yngas. Fueron fieles ni
más ni menos al rrey ·enperador don Carlos de la gloriosa memoria y a
nuestro señor don Phelipe segundo questá en la gloria y acimismo a su
Sacra Magestad don Phelipe el tersero".
233
ban que la poca resistencia que había se podía atribuir a la desesperación de
ciertos individuos o a la imitación del comportamiento vicioso de los "cristia-
nos viejos malos" o de los "soldados desesperados" 11 . Después de muchos
años de vivir pacíficamente bajo el dominio extranjero, nuestros peticionarios
aseveraban, sus pueblos no habían recibido los premios y galardones y el res-
peto que ellos, como ciudadanos cristianos, merecían. Coincidieron en desta-
car el espectáculo de gran sufrimiento de sus pueblos a manos de los oficiales
cristianos. Insistieron en que las costumbres tradicionales no contradecían ni
subvertían la devoción de los nuevos cristianos a la fe cristiana 12 .
11. Núñez Muley (en Garrad 1954: 224): "y si en este rreyno a abiso o ay
algunos, tales como monfíes y desesperados, es por lo muncho que les
aprietan e por no tener lugar en que asegurar sus personas, . ..pues estos
tales ¿qué an de hazer? sino juntarse unos con otros, y aventuran de per-
der sus vidas; pues no vehen rremedio, y viénense a culpar e poner mala
fama a toda ht nación, como los rratones".
Guarnan Poma (1987: 943): "Como ay muy famosos ladrones y ju-
gadores, rrufianes, s.a lteadores y mintirosos, peor que negros, españoles
como en Castilla en este rreyno ... En esta uida los yndios que no t~e
nen oficio lo que no trauajan quiere y entiende sólo bestir y enborrachar
y jugar a los naypes entre ellos como los españoles y negros en este rrey-
no ... Son holgasanes yanaconas, chinaconas porque les enseña los espa-
ñoles y españolas".
234
por consiguiente, no deberían prohibirse porque tal política obstaculizaría el
cumplimiento de sus servicios al rey. En segundo lugar, y consecuentemente.
todas las medidas dañosas al bienestar de los naturales tendrían, en última ins-
tancia, consecuencias económicas muy graves para la Corona, ya que reduci-
rían dramáticamente las rentas reales. Núñez Muley declara: "Se a de perder
el rreyno del todo ... porque no quiero dezir millares, sino millones que se
pierden en este Reyno en quitar el dicho áuito y traxe . .. en esto para mucho
per juyzio a las rentas reales y a las cosas tocantes al serbicio de la Corona
rreal" (Núñez Muley en Garrad 1954: 209). Igualmente, Guarnan Poma ad-
vierte: "La uerdad diré aserca del ualor y precio y aprouechamiento y rrenta
y seruicio que se a tenido y se a de tener: . .. se pierde los yndios y se perde-
rá todo el rreyno". (1987: 983).
235
que ellos mejor dominaban (véase los capítulos tres y ocho). Además, como el
lenguaje de las protestas en el interior de la ciudad letrada se basaba con fre-
cuencia en el de las obligaciones religiosas, no es de extrañar que ellos se apro-
. vecharan de él. Pienso en los argumentos lascasianos a favor de la devolución
de tierras a sus dueños indígenas, formulados según el principio. cristiano de la
restitución (Lohmann Villena 1966; capítulo tres, supra). En fin, a pesar de
las diferencias culturales entre el morisco y el andino, las relaciones estableci-
das por la sociedad dominante con ellos facilataron la estructuración común
de sus protestas.
236
tomar como ejemplo el caso de un solo ciudadano de la ciudad letrada, el poe-
ta Gabriel Lobo Lasso de la Vega. Como otros de sus compatriotas, Lobo
Lasso escribió sobre los moros, los moriscos y los naturales americanos -es
decir, sobre el triunfo de la Europa cristiana sobre ellos- utilizando un solo
repertorio semántico. Una de sus obras, los Elogios en loor de los tres famosos
varones (Zaragosa, 1601 ), consiste en un compendió de los escritos de otros
autores sobre los ''famosos hechos" de los famosos varones .
Aquí vale recordar que Rama había observado que la ciudad letrada as-
piraba a una "univoca fijeza semántica", "atemporal, universal y neutral"
· (Rama 1984: 55). A pesar de que la realidad histórica de las Cruzadas y el de
la Contrarreforma eran diferentes, las nociones de que la vida de cristiano era
milicia y de que el cristiano era un soldado de Cristo eran constantes desde el
triunfo político de la cristiandad (Caro Baroja 1978: 415-416). As1·, era po-
sible convertir la expedencia histórica cronológica en la celebración de la ha-
zaña cristiana conquistadora que existía, según el sueño ideológico, fuera del
tiempo y eternamente.
13. Lobo Lasso presenta un ejemplo literario notable de este ideal en el pe-
ríodo de la Contrarreforma. Al comparar el Cortés valeroso de 1588 con
237
tes, a los turcos como bravos o a los naturales americanos como idólatras y
bárbaros, Lobo Lasso no enfoca nuestra mirada en las diferencias que los se-
paraban sino en la "presencia diabólica" que está detrás de ellos: todas las
guerras· contra infieles son guerras contra el demonio, y en la gran empresa
conquistadora. de la milicia cristiana, Satanás es el adversario. Así, las parti-
cularidades de Montezuma, del pueblo mexicano, de los turcos y de los moros
se pierden de vista a la vez que la lucha por hacer triunfar la cristiandad se
cuenta y se celebra repetidamente 14 .
14. Lobo Lasso ( 1601: f59v) cita extensamente la Segunda Parte de la Histo-
ria Pontifical de Gonzalo de Illescas en la cual Illescas compara la con-
quista mexicana con el triunfo español sobre los moros y los turcos. To-
do significa el triunfo sobre Satanás:
"De suerte, que por la industria y valor <leste famosíssimo Capifan cre-
ció la Christiandad otro tanto más de lo que antes solía tener. Y quanto
por una parte nos avían ganado della los Moros y Turcos en muchos
años, tanto y más ganó Cortés por otra en tres, o quatro. Comenzaron a
baptizarse los Indios a gran priessa, y huuo frayle que baptizó en un día
quinze mil dellos: y otro dio fee que auía por su mano baptizado en ve-
zes quatrozientos mil. Loado sea Dios que con quinientos hombrezillos
quebrant1a cabeza de Sathanás, y sojuzgó millares de millares de gentes,
y las truxo al conocimiento de la verdad, y a Cortés, muchas gracias,
que tanto trabajó".-
238
de , imposible de asimilar, que constituía una amenaza y peligro constantes a -
la seguridad y unidad del país (García-Arenal 197 5: 289).
16. Arriaga (1621: f7r) observa: "Se satisfará a personas graves, y doctas, que
no sólo an dudado, de lo que aquí verán claramente, sino contradicho en
muchas ocasiones que ay idolatrías entre los Indios diziendo que todos
son buenos christianos".
17. En este grupo, podemos citar obras como Thesoro de la virtu (Medina del
Campo, 1543: f20r) del padre Alonso de Isla, en la cual el autor procla-
mó el éxito de la evangelización tan entusiastamente que pretendió una
visión del día del Juicio Final en la cual los naturales americanos se opon-
drían trifundalmente a los luteranos: "Yo cierto creo, que aquestas nue-
vas creyentes en el día del juyzio se levantarán en testimonio contra los
malos cristianos y contra los heréticos luteranos".
Otro es Veinte discursos sobre el Credo (Granada: Hugo de Mena,
1577), de Esteban de Salazar. Esta obra se imprimió tres veces durante el
siglo dieciséis; como Isla,. Salazar ubicó las campañas de la evangelización
en América contra el fondo de la herejía europea. En su celebración del
imperialismo español, conmemoró las conversiones americanas en México
como el "antídoto y medicina contra el veneno y ponzoña de los here-
jes".
239
les 18 . En ambos grupos, la agenda principal fue justificar la subyugación de
los pueblos americanos a la colonización europea. Al entregarse a la primera
de estas 'empresas de letrados', la práctica de Lobo Lasso de la Vega era típi-
ca por presentar toda la empresa imperial como una alegoría celestial. Hay
mucha poesía mediocre o mala de la cual se puede sacar ejemplos de este lu-
gar común. Los versos de Jerónimo Ramirez, en los Elogios de Lobo Lasso,
ejemplifican esta práctica poética:
sos, como una gran China, lapón y semejantes", Pérez de Ribas ( 1645)
tituló su obra, Historia de los triumphos de nuestra santa fee entre gentes
las más bárbaras y fieras del nuevo Orbe: conseguidos por los soldados de
la milicia de la Compañ(a de Jesús en las missiones de la provincia de
Nueva España.
240
que por poco la luz del Sol no viera.
Vínole a dar Cortés cierta noticia
del miserable error en que vivía
de las cosas de paz y de justicia
del govierno civil y policía.
Desterrada la noche de malicia .
agora aquella inculta tierra cría
flores tiernas que no marchita el yelo
y plantas escogidas para el cielo.
(Lobo Lasso de la Vega 1601: f8lr-v)
241
bían sido confiscada y suprimida. Durante el reinado de Felipe II, el caso de
José de Acosta era una excepción extraordinaria al destino de los Sahagún y
Durán y los demás misioneros etnógrafos. Estoy convencida de que la razón
por la cual los poemas épicos de interés alegórico religioso se publicaton, y
los relatos sobre los ritos y costumbres se suprimieron, era la misma: es de-
cir, las prácticas políticas y culturales de la Contrarreforma se aprovechaban
de las obras que celebraban "los triunfos de la fe" en las Indias Occidentales
como propaganda en su batalla contra el protestantismo europeo. Al mismo
tiempo y al no tolerar la diversidad cultural en la península ibérica, las insti-
tuciones estatales y eclesiásticas procuraban controlar las noticias sobre tales
aspectos en el extranjero. De esta manera, se puede comprender que ias obras
publicadas sobre los moriscos, tanto antes corno después de las expulsiones
de 1609 y 161 O, respondieran más a los programas de sus enemigos y los pre-
juicios de una sociedad que los despreciaba , que el retrato y estudio de sus
costumbres. Las expresiones formulaicas de mezquindad o maña morisca, y
de barbarie o cristianización amerindia, se consideraban "útiles y provecho-
sas" mientras que las descripciones de costumbres y ritos auténticos se juzga-
ban inquietantes.
242
Esto me lleva a sugerir, pensando en el argumento de Todorov en La
conquista de América (Todorov 1984: 14-50, 245-254), que los observadores
de América en el siglo XVI deben criticarse no por ceguera sino por perspica-
Lia, aunque sea una perspicacia perversa. Nadie lo entendió mejor que el fraile
amargado, Jerónimo Román y Zamora, cuyas descripdones de las "maneras
y costumbres" de todos los pueblos del mundo eran víctimas del cuchillo del
censor. La ciudad letrada comprendía muy bien los peligros de la diversidad
cultural y los consideraba una amenaza a la homogenidad cultural que el co-
lonialismo doméstico y de ultramar se esforzó por imponer 21 . Vista desde
esta perspectiva, la ciudad letrada representaba inevitablemente a los "otros",
ante el mundo y ante sí misma, como estereotipos sin especificidad, que com-
partían una serie básica de rasgos negativos: la falta de letras (o la presencia
de lenguajes simbólicos que representaban creencias perversas); la falta de le-
yes (o leyes cuyos orígenes eran satánicos); la falta de reyes y de magistrados
(o la presencia de tiranos); la falta de gobierno (o la presencia de gobiernos
ilegítimos); la falta de artes y oficios mecánicos (o su empleo para servicio de
Satanás); la falta de vestimenta (o la presencia de la que representaba la secta
infiel); la falta de matrimonio (o la presencia de concubinato o de poliga-
mia)22.
21. Hodgen ( 1964: 14 7) aclara que, en el siglo XVI, los análisis etnológicos
europeos se dedicaban al estudio de los turcos y los tártaros; e.s to se de-
bía, Hodgen insiste, al hecho de que el turco representaba la amenaza
más grave a Europa, incluso después de Lepanto, y que aquel grupo, por
consiguiente, dominaba la atención europea.
22. Hodgen (1964: 199-200) proporciona esta lista de los elementos conven-
cionales de la fórmula negativa típicamente utilizada en las obras cosmo-
gráficas, etnográficas y geográficas de los siglos XVI y XVII. Los elemen-
tos entre paréntesis son enmiendas y añadiduras mías.
243
de las letras entre los grupos colonizados (el caso amerindio) o las asociaron
con la conservación de sectas diabólicas (el caso morisco) revela la importan-
cia del lenguaje en relaciones de dominación intercultural. Sin embargo, la
prueba máxima del argumento de Rama no se encuentra en las cédulas y edic-
tos reales sobre la política lingüistica de la época, sino en las reacciones a ella
por parte de los representantes de los grupos subyugados. Núñez Muley reac-
cionó en contra de la cédula de 1567, que mandaba la prohibición del árabe
escrito luego de un lapso de tres años, diciendo que la pérdida de la lengua
árabe resultaría en la destrucción del reino: ''Es muy claro que quien lo a hor-
denado quiere el destruymiento deste rreyno y de sus naturales" (Garrad
1954: 222). Tal prohibición acabaría por convertir el pueblo morisco en uha
sociedad sin letras, sin medios para defender sus derechos como propietarios
de tierras 23 . Guarnan Poma, señalando repetidamente la importancia de alfa-
betizar al pueblo andino, se quejaba de que los colonizadores obraban para
obstaculizar el logro de este fin (véase Mannheim 1984) 24 . Los dos estaban
perfectamente conscientes de que ni podían defenderse sin recurrir al sistema
legal y las letras que lo constituían.
Por las protestas de Guarnan Poma y Núñez Muley., nos damos cuenta
de que ambos temían que, sin letras, sus pueblos no permanecieran en una
relación inferior al estado. Mientras que Núñez Muley protestaba el decreto
para la eliminación del uso del árabe escrito y el ''perdimiento de personas y
haziendas'' que esto produciría, Guarnan Poma estaría pensando en la labor
de los misioneros para convertir el quechua en un idioma escrito. Más tarde ,
24. Véase Guarnan Poma (1987: 785 ), por ejemplo: "Caciques prencipales
sean desaminados la lengua de Castilla ... Y para ellos se a de criarse cris-
tiano ladino y, ci pudiere, sepa latín y leer, escriuir, contar y sepa orde-
nar peticiones y enterrogatorios para defensa de sus pesonas y de sus yn-
dios y supgetos, bazallos, pobres de Jesucristo". Además, insiste en que
los colonizadores no quieren que los naturales sepan leer: "Que los mis-
mos padres enpide a que no sepa leer ni escriuir ni gusta que ayga mayes-
tro de escuela porque no sepan pleytos y hordenansas y serbicio de Dios
nuestro señor y de su Magestad" (ibid. : 604 ; véanse también 609, 637 ,
685, 7 28, 799).
244
él mismo lo empleaba extensa y orgullosamente en su propia obra . El hecho
de que los dos lucharan por conservar sus propios idiomas como lengua fran-
. ca subraya el lugar central de la cuestión del lenguaje en la sociedad coloniza-
da. Su preocupación por el "prioritario orden de los signos", en la expresión
de Rama, revela que ellos, tanto como los representantes de la ciudad letrada
que que rían man tener la exclusividad de ese orden , reconocían la importan-
cia de los lenguajes simbólicos de la cultura y la vitalidad que la pluralidad
cultural prometía -o amenazaba-.
Como señaló Rama , "La ciudad letrada quiere ser fija e intemporal co-
mo los signos, en oposición constante a la ciudad real que sólo existe en la
historia y se pliega a las transformaciones de la sociedad" (Rama 1984: 55).
Las voces de protesta revelan y confirman la fluidez y la historicidad reales
de ese orden de signos; niegan, en efecto, la posibilidad de la ''univoca fijeza
semántica" a la cual la ciudad letrada aspiraba. Estas voces marginadas desta-
can la flexibilidad del signo; con ellas se descubre la potencia más auténtica
de la palabra escrita: la imposibilidad de mantenerla como la propiedad exclu-
siva de un determinado grupo . A pesar de ser amurallada, la ciudad letrada no
era cerrada ni inviolable. La existencia de los escritos de un Nuñez Muley y
un Guarnan Poma lo prueba. Al no haber penetrado ellos los barrios de aque-
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tos que efectivamente robaron sus signos privilegiados.
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de Miguel Angel Rodríguez Rea.
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Intención y conciencia en la Etica de Abe/ardo 1992. 340 p.
ADOLFO FIGUEROA
Teoría económica del capitalismo. 1992. 245 p.
MANUEL M. MARZAL
La utopía posible. 1992. 616 p.
EFRAIN TRELLES A.
Lucas Martínez Vegazo. 2a. ed. corr. y aum. 1991. 320 p.
...
DE PROXIMA APARICION
TEOFILO ALTAMIRANO
Exodo. Peruanos en el exterior