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Romancero Gitano Tema 2019

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EL ROMANCERO GITANO DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Esta obra apareció en julio de 1918 y su éxito fue tal que alcanzó hasta siete ediciones en
vida de Lorca. La mayoría de romances habían ido apareciendo en revistas literarias de la época
y fueron posteriormente revisados para formar parte de este libro. Está compuesto por
dieciocho romances (composició n en versos octosílabos que riman en asonante los pares y
quedan sueltos los impares) en los que se exalta la dignidad del pueblo gitano, marginado y
abocado al dolor, la pena y la muerte.
Se trata del tercer libro del poeta y, aunque con él tuvo un enorme éxito, también recibió
numerosas críticas por parte de los poetas vanguardistas que lo tildaron de simple y
tradicionalista. Es má s, la crítica se plantea si hay un Lorca profundo y exigente autor de Poeta
en Nueva York y un Lorca folkló rico y fácil que se dedica a una poesía menor. Pero una lectura
atenta de la obra nos conduce a afirmar que bajo la apariencia de simpleza de Romancero gitano
existe todo un universo simbó lico que se funde con el propio mundo interior del poeta. El autor
refleja en la realidad gitana su mundo incomprendido, su frustració n, su deseo de libertad. El
poeta se enfrenta a la norma, a la sociedad y se pone del lado del derrotado, del débil.
Para Lorca en el mundo gitano se encuentra la esencia de Andalucía, y, empleando sus
mismas palabras, ha construido “un libro antipintoresco, antifolkló rico, antiflamenco, donde no
hay ni una chaquetilla corta, ni un traje de torero, ni un sombrero plano, ni una pandereta;
donde las figuras sirven a fondos milenarios y donde no hay má s que un solo personaje, grande y
oscuro como un cielo de estío, un solo personaje que es la Pena».

1. LOS TEMAS EN ROMANCERO GITANO

EL AMOR, EL EROTISMO Y EL SEXO: el amor, junto a la muerte, son los dos temas
principales de esta obra. En ella se recogen los có digos sentimentales del gitano: entiende el
amor sobre todo como sexualidad y esta, a su vez, como una forma de ejercer poder y violencia
sobre la mujer, que, a menudo, se encuentra sola y se siente angustiada. Podemos encontrar
diferentes tipos de amor (frustrado, incestuoso, ansiado, imposible, homosexual). El sexo y el
erotismo está n presentes en varios poemas (“La casada infiel” o “Romance de la luna luna”, entre
otros muchos). Todo el libro está creado sobre una realidad amorosa frustrada (en el “Romance
soná mbulo” una joven gitana ahoga su frustració n eró tica en las aguas estancadas del aljibe). El
amor en el gitano lorquiano queda reducido a deseo (en “La monja gitana” descubrimos el deseo
sexual de una religiosa). El ser amado es el objeto de la violencia sexual del amante en muchas
ocasiones (como puede observarse en “Muerto de amor” donde Eros es pura violencia sexual). El
individuo de Lorca es un individuo marcado por el instinto, el erotismo y el sexo. La energía

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sexual se materializa junto con el dolor y el sufrimiento en varios romances. Podríamos hablar
de una dualidad sexo-muerte que está muy presente en Lorca.
LA VIOLENCIA Y LA MUERTE: junto con el erotismo insatisfecho, la violencia y la
muerte constituyen dos temas fundamentales. Son los romances 1 y 18 los que tensan este arco
de violencias que son innatas al mundo gitano: peleas, reyertas; suicidio; muerte enamorada;
muerte violenta; asesinato colectivo y desenfrenado. Ese es el fin de los gitanos de Lorca, todo
cuanto ha creado resulta destruido por las fuerzas de represió n (la guardia civil) en “Romance
de la guardia civil” (en este romance arde la ciudad de los gitanos que Lorca había creado en su
imaginació n). La sangre es la esencia de la vida y su derramamiento es la esencia de la muerte.
Esa expresió n que aparece en algunos de los poemas del Romancero “sangre ardiente” puede
entenderse en el contexto de los dos opuestos: deseo sexual = vida, y violencia física = muerte.
EL DOLOR Y LA FRUSTRACIÓN: Lorca nos muestra una oposició n recurrente: el
conflicto entre las instituciones opresivas, por un lado, y el deseo de libertad del individuo, por
otro. La lucha contra la hegemonía cultural está marcada por el sufrimiento y la frustració n. El
dolor de los personajes lorquianos manifiesta la opresió n y la soledad del individuo. Presenta un
mundo donde los personajes van perdiendo su identidad, son despojados de lo material y
también se pierden o buscan sin encontrar sus sentimientos. Nada los ata a este mundo para
permanecer en él.
EL DESTINO TRÁGICO: Este tema está representado claramente en el personaje de la
Pena. Parece que todas las fuerzas ocultas confluyen para conducir a la desolació n y a la muerte.
Todos los personajes son seres al margen del mundo convencional y, por ello, marcados desde
un inicio por la frustració n y la muerte.
EL MUNDO ANDALUZ: García Lorca recrea la realidad andaluza: tipos, costumbres y
actitudes de los gitanos en su paisaje andaluz. Se inspira en su infancia, en sus experiencias y en
leyendas de la tierra. Expresa con palabras lo pintoresco de una manera colorista y simbó lica. El
paisaje andaluz sirve de fondo para todas las figuras humanas y actitudes que aparecen en los
romances. El elemento gitano es el comú n denominador de todo el libro y representa la libertad,
la aventura, la fantasía, la ensoñ ació n y también lo que está al margen de la ley.
DENUNCIA SOCIAL: Aunque no es un libro social, este tema está muy presente a través
de la figura del gitano y de la Guardia Civil, figuras opuestas que establecen dos extremos del
mundo lorquiano. Los romances del “Camborio” y el de la “Guardia Civil” son la expresió n má s
clara de esta denuncia social. El romance de “La monja gitana” manifiesta otro tipo de denuncia:
la represió n religiosa de los instintos. En “San Miguel” aparece una crítica a la sociedad de
Granada. En “Muerto de amor” se pone de manifiesto la desigualdad social. En “San Rafael”
aparece la marginalidad que produce la homosexualidad. En este ú ltimo romance el amor
homosexual está condenado al fracaso y el deseo es reprimido por una sociedad que limita al ser

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humano y lo “castra”. El homosexual está condenado al aislamiento, a la frustració n, a la soledad,
a la marginació n y al dolor.

2. ESTRUCTURA EXTERNA E INTERNA


La configuració n de la obra ha sido muy estudiada por el autor. Podemos decir que la
colocació n de los poemas para nada se debe al azar.
Externamente, nos encontramos ante un libro estructurado en dos bloques desiguales,
con personalidad propia cada uno de ellos. El primer bloque, el má s extenso, va desde el
romance primero hasta el décimo quinto. Contiene la personal visió n de Lorca del mundo
gitano y se abre y se cierra con la presencia de un elemento mítico fundamental: la luna.
Por otra parte, el segundo bloque (romances 16-18) lo conforman tres poemas
histó ricos que le sirven al autor para dar su visió n subjetiva de momentos histó ricos legendarios
de extracció n literaria (“Romance de don Pedro a caballo”) o de contenido religioso.
Pero si atendemos a la estructura interna, podemos observar que dentro de estos dos
grandes bloques podemos establecer otras delimitaciones:
- Romances 1-7: representan la parte má s lírica, en la que la mujer posee un
protagonismo sobresaliente. En el primero es la luna, de muy potenciada femineidad, la que
determina la acció n. En el segundo es Preciosa, víctima sexual de un viento eró tico y violento. En
el cuarto, la gitana suicida que se ahoga en el aljibe. El quinto está protagonizado por la gitana
monja que sueñ a historias de amor. En el sexto, la casada infiel da rienda suelta a su sexualidad y
en el séptimo aparece Soledad Montoya, la encarnació n de la Pena Negra, que representa el
modelo femenino lorquiano: un ser frustrado y anhelante. Desde un prisma temá tico, en esta
primera parte predominan los temas de la frustració n amorosa y el erotismo1.
- Romances 8-10: se trata de tres romances exaltadores de las esencias andaluzas en los
que Lorca canta a las femeninas ciudades de Granada, Có rdoba y Sevilla a través de tres figuras
de sujetos masculinos (San Miguel, San Rafael, San Gabriel, respectivamente). Estos tres
romances constituyen una transició n hacia el ú ltimo bloque en el que será la presencia
masculina la que deje su impronta.
- Romances 11-15: en ellos se dibuja el mundo masculino y los temas principales son la
violencia y la muerte. En el romance once el protagonista es Antoñ ito el Camborio, prototipo de
orgullo gitano, preso por la guardia civil. De nuevo en el romance doce Camborio vuelve a ser el
protagonista, pero esta vez de su muerte violenta a manos de los hermanos Heredia, también
gitanos. El romance trece (“Muerto de amor”) está protagonizado por un joven gitano que

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Solamente el romance tercero “Reyerta” se escapa a esta caracterización. En él el protagonista no es
femenino, sino que son los gitanos en reyerta, y la muerte y la violencia constituyen los temas principales. Este
romance encajaría mejor en el bloque de los romances 11-15 centrado en el mundo gitano masculino.

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augura su propia muerte por haber amado a una mujer que no le correspondía. En “Romance del
emplazado” el protagonista es el gitano Amargo, que sabrá de antemano que su destino será la
muerte un 25 de agosto. Y, por ú ltimo, el romance que emana má s violencia es el “Romance de la
guardia civil españ ola” en el que la ciudad de los gitanos queda reducida a cenizas en una noche
de Navidad.
Considerados en conjunto los primeros quince poemas (que externamente conforman el
primer bloque), podemos decir que los siete primeros son, en general, má s breves, expresivos,
dramá ticos y “femeninos”, mientras que los cinco ú ltimos son má s largos, narrativos, épicos y
“masculinos”. En el medio está n los tres romances de los arcá ngeles, que son como un
“intermedio” o descanso de la acció n principal contada en el libro. También puede decirse que el
ú ltimo texto, el “Romance de la Guardia Civil españ ola”, es una especie de clímax final, momento
culminante de la obra, donde la masacre en el poblado gitano simboliza la muerte del mundo
gitano en general en su lucha contra la civilizació n burguesa.
Termina el libro con tres poemas histó ricos que conforman el segundo bloque. En ellos
Lorca da su particular visió n de hechos legendarios o religiosos. Debemos señ alar que en el
ú ltimo (“Thamar y Amnó n”) se unen las dos fuerzas motrices de todo el Romancero gitano: el
sexo y la violencia, que se unen en la violació n de la muchacha.

3. COMPONENTES SIMBÓLICOS Y MÍTICOS


En el Romancero gitano se intercambian constantemente el plano humano y el mítico2,
creando una fusió n que generará una nueva realidad. La historia narrada, la anécdota, constituye
el plano real que entrará a formar parte del mítico mediante metá foras, símbolos e imá genes. En
esta realidad mítica se saltan las barreras levantadas por la razó n. Por ejemplo, en el “Romance
de la luna, luna” existe una realidad que es la muerte del niñ o gitano, pero en paralelo se genera
una realidad mítica reflejada en la aparició n de la luna personificada en mujer que baila, má gica
y ritualmente.
El mundo mítico lorquiano se construye mediante la utilizació n de símbolos que
representan las fuerzas irracionales y primitivas. Podemos afirmar que la poesía del Romancero
Gitano levanta una realidad simbó lica que pone en directa conexió n al hombre con las fuerzas de
la naturaleza. Solamente podremos comprender el significado de cada uno de los romances si
somos capaces de descubrir el valor simbó lico de algunos elementos reales que se repiten
constantemente (como la luna, el viento, el caballo, el color verde, etc.).
Los principales símbolos3 de la poesía lorquiana (que se relacionan con los temas má s
importantes de la obra) son:
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Cuando empleamos el adjetivo “mítico” para aplicarla a la poesía de Lorca nos estamos refiriendo a un
tipo de pensamiento o manera de dibujar la realidad basado en símbolos y en creencias fundamentadas en
elementos sobrenaturales.

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1. GITANO: el gitano en sí mismo es un símbolo que encarna la confrontació n entre la
libertad del instinto y las normas sociales a las que el gitano no se sabrá adaptar. El
gitano representa lo natural, la pureza, lo espontá neo, el primitivismo. Pero su
naturaleza chocará con las fuerzas de la represió n, y, por lo tanto, su destino estará
marcado por la muerte.
2. LA GUARDIA CIVIL: constituye el símbolo de la represió n, la persecució n y la
aniquilació n de la pureza que representa el gitano.
3. REALIDADES QUE SIMBOLIZAN VALORES MALÉFICOS: en este grupo incluimos
símbolos que representan el mundo trá gico vinculado con la muerte y la violencia.
3.1. LA LUNA: su presencia simboliza la muerte (“Romance de la luna, luna”, “Burla de
don Pedro a caballo”)

3.2. LOS METALES: su frío recuerda al frío de un cadá ver y también representan la
muerte.
3.3. LA CAL: vinculada con los enterramientos, simboliza la muerte.
3.4. LA SOMBRA: representa lo trá gico y también la esterilidad (“Con la sombra en la
cintura”).
3.5. AGUAS ESTANCADAS, ALJIBES Y POZOS: simbolizan escenarios proclives a la
muerte. En cambio el MAR suele ser símbolo de fecundidad y erotismo, pero también
de muerte (por ejemplo en “Romance de la Pena Negra” o en “Romance soná mbulo”).
3.6. COLORES: el verde (simboliza el deseo prohibido que conduce a la frustració n y a la
esterilidad), el azul la pureza, el blanco (aunque a veces simboliza también la vida
eterna), el malva y el amarillo son colores que traen malos augurios y que
generalmente está n vinculados con la muerte. El color plata o el negro también se
asocia con la muerte. El rojo puede estar ligado a la muerte violenta (la sangre) o
bien puede significar la pasió n amorosa. Los colores desempeñ an un papel crucial en
el poemario, pero su interpretació n dependerá del contexto en el que se integren.
3.7. PLANTAS: algunas también son un mal augurio como las adelfas, siempreviva, la
ortiga o la malva (“Romance del emplazado”). Otras representan la pureza y la
fecundidad como la azucena (“Romance de San Gabriel). La vara de mimbre
representa la nobleza, la protecció n, y es símbolo de poder.
4. SÍMBOLOS DEL EROTISMO:
4.1. EL RÍO Y LOS JUNCOS.

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Un símbolo es una imagen física que sugiere algo que no es perceptible por los sentidos: una idea, un
sentimiento, una obsesió n, una angustia… A diferencia de la metá fora (con la que guarda cierta relació n),
el símbolo aparece reiteradamente en la obra de un poeta.

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4.2. EL CABALLO: simboliza la pasió n, el deseo, la fuerza, el poder creador, la juventud,
el vigor sexual y el instinto. Pero la pasió n desbocada generalmente termina en la
muerte. Ademá s, el caballo puede representar al mensajero que trae malas noticias.
4.3. EL OLIVAR Y LAS ROSAS.
4.4. EL MAR (simboliza en algunos romances como en “Romance soná mbulo” la
bú squeda de la felicidad amorosa).
4.5. EL VIENTO PERSONIFICADO, simboliza la sensualidad y el erotismo (a veces
violento o frustrado) (“Preciosa y el aire”). En otros romances presagia la tragedia
(“Romance de la guardia civil”).

4. RASGOS FORMALES: ENTRE TRADICIÓN E INNOVACIÓN

Desde el punto de vista formal, llama la atenció n en el Romancero gitano, por una parte,
rasgos de estilo que enlazan con la poesía tradicional y popular propia del romancero viejo (lo
que se ha denominado “neopopularismo” de la Generació n del 27); pero, por otra parte, esta
obra es también una manifestació n vanguardista muy influenciada por Gó ngora. Por lo tanto
Lorca es capaz de imbricar en este poemario lo culto y lo popular, la tradició n y la novedad má s
rompedora de las vanguardias artísticas.
Entre los rasgos de estilo tradicional y popular destacaremos:
a) Estilo narrativo de los romances, con un hilo argumental que se entremezcla con el má s
profundo lirismo. De hecho, lo lírico, lo narrativo y lo dramá tico se entrecruzan en esta
obra.
b) En relació n con lo anterior, mezcla de narración y diálogo.
c) Predominio del verso octosílabo (en algunos romances prefiere el heptasílabo o el
hexasílabo) y la rima asonante.
d) Empleo de figuras estilísticas de repetición (paralelismo, aná fora, epanadiplosis4).
e) Uso de fórmulas narrativas tradicionales o de preguntas dirigidas a un supuesto
receptor (“Pero ¿quién vendrá a ayudarte?”).
f) Fragmentarismo: comienzo con la conjunció n “y” como si el romance fuese
continuació n de algo anterior (“Y que no me la llevé al río” en “La casada infiel”).
g) Realismo: los hechos del romancero se sostienen sobre una realidad existente que luego
Lorca tiñ e con su particular imaginació n.
h) Empleo de un lenguaje popular (que contrasta con la utilizació n de cultismos como
cítara, efebo, éxtasis): terminaciones en –illo, -uelo, -ito.

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La epanadiplosis es un recurso estilístico que consiste en el hecho de que un verso comience y termine con la
misma palabra: “verde que te quiero verde”.

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El carácter vanguardista del Romancero se muestra en la abundancia y en la novedad
de recursos estilísticos, que en ocasiones configuran un texto hermético en su
interpretación. Quizá s el má s hermético sea el “Romance soná mbulo” o los tres romances
dedicados a los tres arcá ngeles.
Algunos ejemplos de recursos estilísticos empleados en Romancero gitano:
- comparaciones (“La iglesia gruñe a lo lejos / como un oso panza arriba)
- metá foras que por repetidas se convierten en símbolos (“Las piquetas de los gallos/ cavan
buscando la aurora”; “Lloras zumo de limón”; “trescientas rosas morenas / lleva tu pechera
blanca”; “su luna de pergamino /Preciosa tocando viene”). Muchas de estas metá foras está n
relacionadas con el mundo sensorial.
Sensaciones visuales, olfativas, sustantivas, táctiles y auditivas crean imágenes
extraordinarias. La gama de colores del Romancero, de percepció n visual y olfativa, se centra
en el blanco (nardo, lirios, azucena, marfil, ná car, jazmines), el amarillo (azafrá n, calabaza, oro),
el rojo (amapolas, rosas, sangre, llamas, carmesí), el gris (plata, níquel, hojalata, plomo, estañ o),
el verde (olivos, bronce, aceituna), el negro (azabache, tinta, carbó n, sombra, penumbra,
charol). En muchas ocasiones el poeta utiliza estas imá genes sensoriales para crear contrastes
que revelan la pasió n o la tragedia.
Las sensaciones del tacto aparecen en lo “mojado”, “hú medo”, “seco”; lo “redondo” y lo
“duro”; en lo “á spero”, “liso” o “viscoso”; lo “caliente” y lo “frío”. Muchas está n matizadas por un
carácter erótico: “Sus senos de duro estaño” (“Romance de la luna, luna”); “Brisas de caña
mojada” (“Muerto de amor”).
En cuanto a las imá genes referidas al sentido del oído, encontramos las que aluden a
instrumentos de percusió n: “El jinete se acercaba / tocando el tambor del llano” (“Romance de la
luna, luna”); “Mil panderos de cristal / herían la madrugada” (“Romance soná mbulo”). La
ausencia del ruido también es muy significativa: “Silencio de cal y mirto” (“La monja gitana”).
Imá genes referidas al gusto aparecen por el sabor de las aguas: “Entre los recodos del aire / cruje
la aurora salobre” (“San Miguel”).
- hipérboles y personificaciones (“en las tejas de pizarra / el viento furioso muerde”);
- sinestesias (“rumores calientes”; “viento verde”).
Algunas de estas imá genes recuerdan las “greguerías” de Gó mez de la Serna (la media
luna soñaba / un éxtasis de cigüeña), otras el barroquismo de Gó ngora (Los densos bueyes del
agua /embisten a los muchachos /que se bañan en las lunas /de sus cuernos ondulados). Otras
destacan por su cará cter surrealista y su dificultad para “explicarlas” (como en los versos del
“Romance soná mbulo”: ¡Dejadme subir! Dejadme / hasta las verdes barandas. / Barandales de la
luna / por donde retumba el agua).

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BREVE ANÁLISIS DE CADA UNO DE LOS ROMANCES

1. “ROMANCE DE LA LUNA, LUNA”


En una fragua en la que trabajan los gitanos (segú n la tradició n la herrería es la profesió n
típica de los gitanos) la luna, personificada en mujer, anuncia la muerte del niñ o gitano. El
romance termina con el lamento de los gitanos que no llegan a tiempo para evitar la desgracia.
Este romance anuncia el destino trá gico del mundo de los gitanos. La luna representa el poder
má gico contra el que nada se puede. (En las culturas primitivas la luna siempre aparece con su
poder e influencia sobre la vida de las personas). La reiteració n del sustantivo luna anuncia la
relevancia del elemento lunar como poder misterioso y maléfico, como se verá al final.
El mundo de los gitanos aparece representado por los sustantivos fragua, collares,
yunque, que nos remiten a su vida cotidiana. Hay un diálogo entre la luna y el niñ o. El jinete
gitano no llega a tiempo, su cabalgar es inú til, de ahí la frustració n.

2. PRECIOSA Y EL AIRE
El viento personificado persigue a Preciosa, una joven niñ a gitana (que remite a la gitana
Preciosa de las Novelas Ejemplares de Cervantes). Un antecedente de esta personificació n del
viento como ansia masculina está en el mito de Bó reas, viento que rapta a una muchacha (Las
Metamorfosis de Ovidio). Si el viento simboliza el instinto masculino, la gitanilla representa el
atractivo femenino. Al lado del viento hay otros elementos de la naturaleza personificada (“los
olivos palidecen” / “Frunce su rumor el mar”/ “El silencio sin estrellas, huyendo del sonsonete
cae...”. Todo configura una atmó sfera nocturna y amenazante para Preciosa.
El color verde (“corre que te coge el viento verde”) parece simbolizar el deseo prohibido.
Al lado de los personajes míticos (el viento y la niñ a) está n los personajes que pertenecen al
mundo histó rico de los gitanos: los ingleses (que se instalan en Andalucía a partir del XIX por
motivos econó micos) y la Guardia Civil.
Podemos distinguir dos escenas, como si fuera una representació n teatral: en la primera
escena hay cuatro partes. La primera protagonizada por Preciosa; la segunda por el viento; la
tercera por otros elementos de la naturaleza (los olivos y la nieve, testigos de la persecució n) y la
cuarta por el propio narrador. El momento de mayor peligro está señ alado por el apó strofe del
narrador: “¡Preciosa, corre, que te coge el viento verde”. En la segunda escena, Preciosa se
protege en la colonia de los ingleses.
El poema comienza “in media res” y tiene un final truncado (características ambas del
romance tradicional), pues no sabemos có mo acaba, pero parece que el viento sigue
amenazando (“en las tejas de pizarra, el viento, furioso, muerde”).

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3. “REYERTA”
El tema es la muerte producida por una pelea con navajas entre gitanos. La muerte es
introducida por símbolos lorquianos como las navajas que aparecen destacadas mediante
comparaciones. Asociados a la muerte aparecen el caballo, como mensajero de la tragedia, y la
sangre. Las heridas del muerto se enuncian mediante metá foras (“su cuerpo lleno de lirios”/ y
“una granada en la sien”); por metonimias (“sangre resbalada gime) y otra metá fora (“muda
canció n de serpiente”), que alude a como se expande por el suelo la sangre, en una mezcla de lo
visual y lo auditivo.
El poema termina con una sucesió n de metá foras vanguardistas (basadas en
asociaciones inesperadas) en las que el final del día y el color negro evocan la muerte.
En la escena participan como espectadores las mujeres, á ngeles negros y la tarde, que
aparece con rasgos antropomó rficos. Se nota la influencia popular del romancero (el tipo de
composició n, los recursos rítmicos como la á nafora y el nombre propio acompañ ado de su
epíteto). Pero en este romance también encontramos imá genes muy vanguardistas.
Al final del romance llega el juez con la guardia civil e informa de que ha ocurrido algo
habitual entre gitanos: “aquí pasó lo de siempre, han muerto cuatro romanos y cinco
cartagineses”.
4. ROMANCE SONÁMBULO
Cuenta có mo una gitana está esperando a su amante, que es un contrabandista que huye,
siendo herido en su fuga. Cuando está amaneciendo aparece el padre y el amante, el amante
viene herido, le dice al padre que le deje dormir en casa. Cuando suben a la casa se encuentran a
la gitana muerta, en el aljibe, puesto que se había suicidado.
Es la historia de tres personajes: la muchacha enamorada que cansada de estar en la
baranda esperando decide suicidarse en el aljibe. Ella representa la frustració n y la esterilidad
del amor oscuro, por eso viene a morir en el agua estancada, que simboliza la falta de esperanza.
El verde preside todo el poema, sirve como marco a la historia y le da una atmó sfera de
irrealidad, fantasmagó rico. Es símbolo de la frustració n, de la putrefacció n de la muerte, del
amor equivocado...
Frente a la muchacha que aparece quieta, el dinamismo del jinete bandolero que se
debate entre la vida sedentaria y la vida libre representada por el caballo. Llega herido y
moribundo. El tercer personaje es el padre de la muchacha.
Otra vez la luna preside la escena (“barandales de la luna”); también participa en la
escena la naturaleza animada. Un ruido amenazante anuncia la llegada de la muerte
(“Temblaban en los tejados farolillos de hojalata”/”Mil panderos de cristal herían la
madrugada”).

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El poema está divido en cinco partes separadas tipográ ficamente. Cada divisió n conlleva
una elipsis que hay que suplir con la imaginació n: las dos primeras partes son tiempos de
espera, el dialogo ocupa la tercera parte (entre el compadre, padre de la muchacha, y el jinete
contrabandista); las oraciones de modalidad exhortativa representan el ansia (“dejadme
subir..”); en la quinta parte presenciamos el esfuerzo inú til de los gitanos. En la ú ltima parte
aparecen los guardias civiles que van a derrumbar el mundo de los gitanos. Y se cierra con los
primeros versos y un barco y un caballo que nunca alcanzan su destino.

5. “LA MONJA GITANA”


Una monja está abordando, pero su fantasía está ocupada en otras cosas. Las flores de su
fantasía tienen una connotació n sexual que culmina con las imá genes a partir del verso 25 de
simbología sexual má s o menos evidente: parece haber un camino ascendente hacia un clímax.
Podemos distinguir dos partes: en la primera (del 1 al 20) presenta a la monja en su
silencio; la segunda (del 20 al 32) la imaginació n se le escapa. Finalmente, la monja continú a con
sus bordados.
“un negro chorro de hormigas” = el deseo reprimido.
“un rumor ú ltimo”= sugeridor de una secreta presencia (caballistas)

6. “LA CASADA INFIEL”


Una noche marchosa, como dice García Lorca, una muchacha casada (hecho que oculta)
tiene una relació n sexual con un gitano. En el romance se retratan los instintos má s primarios y,
a diferencia del anterior en el que todo es “sugerencia”, en este la sensualidad eró tica deja paso
al amor carnal má s explícito.
El romance comienza in media res con un estribillo iniciado por la conjunció n “y” (rasgo
propio del romancero popular): “y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía
marido”.
En este romance observamos el enfrentamiento entre el deseo sexual y las normas
sociales.

7. “ROMANCE DE LA PENA NEGRA”


Soledad Montoya es la concreció n de la ‘pena negra’. En este romance se profundiza en el
sentimiento de desgracia de Soledad, pena que solamente se puede curar con la muerte.
Imá genes:
“Las piquetas d e los gallos cavan buscando la aurora” /Los gallos anuncian con su canto, como si
fuese una piqueta que horadase la noche, la pró xima llegada del día.

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“Cobre amarillo su carne/ Huele a caballo y a sombra”. Se acumula una metá fora y una
sinestesia. Su carne es cobre amarillo por el color de su piel/ huele a sombra porque está
envuelta en la oscuridad de la noche.
“Yunques ahumados, sus pechos, gimen canciones redondas“ / Hay un desplazamiento del
adjetivo ‘redondas’ : los pechos (yunques) lloran porque se sienten ahumados, es decir, casi
ajados, secos, estériles.
“lloras zumo de limó n” /una hipérbole metafó rica /lloras lá grimas muy amargas.
“de espera y de boca” Una metonimia: bocas por besos.
“Me estoy poniendo /de azabache/ me estoy haciendo vieja
“Mis muslos de amapola”/ metá fora: se sustituye jó venes por ‘de amapola’
“lava tu cuerpo con agua de alondras /calma el fuego de tu cuerpo con el agua fría que
simbolizan las alondras.
“Volante de cielo y hojas/ Metá fora: así como el vestido de la gitana tiene volantes, el río es el
volante de la falda del monte en el que se reflejan el cielo y las hojas de los á rboles.
“Con flores de calabaza /la nueva luz se corona”, el sol ilumina el horizonte con una luz amarilla
“De cauce oculto y madrugada remota”: profunda, eterna, antigua.

TRES ARCÁNGELES MÍTICOS


Son emblemas de las tres ciudades andaluzas. El tríptico, dado su cará cter descriptivo y está tico,
forma como una especie de contrapeso a la violencia que amenaza al mundo gitano.
8. “SAN MIGUEL”(Granada)
El San Miguel que poetiza se encuentra en la torre de la ermita de su nombre en lo alto
del Sacro Monte en Granada. La romería de los gitanos desde el Albaicín a la ermita del Sacro
Monte sigue celebrá ndose cada 29 de septiembre. Esta romería y el San Miguel que se encuentra
allí son los elementos que se celebran en este poema.
San Miguel es el rey del aire que vuela sobre Granada, ciudad de torrentes y montañ as.
Se empieza describiendo la romería. Luego el San Miguel. La estatua que hay allí es una estatua
barroca, con la cabeza adornada de gigantescas plumas; tiene ademá s el brazo derecho en alto
(“el gesto de las doce”) y un aspecto afeminado del que se burla Lorca. A ambos lados la estatua
tiene sendas esculturas de San Gabriel y San Rafael.
Como los otros dos es un poema de metáforas difíciles:
“Un cielo de mulos blancos” es una visió n metafó rica de las nubes, réplica de los mulos oscuros
en el monte.
“Ojos de azogue”, las estrellas.
“Un final de corazones”, el momento ú ltimo de la noche cuando la aurora colorea el cielo
“El mar baila” /personificació n

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“Las orillas de la luna pierden juncos, ganan voces / el mundo de la noche (luna, juncos) cede el
paso al día (voces).

9. “SAN RAFAEL” (Córdoba)


Una estatua del á ngel se halla en la orilla del Guadalquivir, en el puente romano.
Tradicionalmente se considera a San Rafael el protector de los niñ os. San Rafael es el arcá ngel
peregrino de la Biblia que pesca en el río de Có rdoba. El pez que se menciona en el poema es el
pez con el que generalmente se representa a este arcá ngel.

10. “SAN GABRIEL” (Sevilla)


Empieza con la descripció n de un tipo gitano, esbelto y gallardo. Lorca lo llama el
anunciador, padre de la propaganda. “Entre azucena y sonrisa”: Es el á ngel anunciador de la
Virgen, cuyo símbolo tradicional de pureza es la azucena. Lorca agitaniza aquí el episodio de la
Anunciació n para expresar el sentido familiar de los gitanos. La gitana que aparece es la ú nica
gitana feliz del libro (frente a Soledad, la gitana del “Romance soná mbulo”, Preciosa, Rosa la de
los Camborios con sus dos pechos cortados, la martirizada Santa Olalla, la violada Tamar).

“bien lunada y mal vestida” /los lunares, la lunas de sus pechos


“domador de palomillas” alusió n graciosa al Espíritu Santo.
“grillos ocultos palpitan” metá fora alusiva a la agitació n del deseo reprimido.
“tu fulgor abre jazmines/ sobre mi cara encendida”: blancura para refrescar el fuego.
“clavellinas”, la flor del amor.

11. “PRENDIMIENTO DE ANTOÑITO EL CAMBORIO”


Antoñ ito es el tipo mítico masculino. Representa la dignidad gitana. Este personaje tiene
un referente real. Era un representante de la aristocracia gitana (“hijo y nieto de Camborios”).
Un ser nacido para la gloria o la perdició n, pero nunca para la mediocridad.
Primero se cuenta la nobleza y dignidad del héroe, después la humillació n (es despojado
de su vara de mimbre). Las distintas partes marcan el cambio de tiempo. La primera parte
transcurre después del mediodía, cuando Antoñ ito se dirige a la corrida de toros. La segunda
parte transcurre en el momento del crepú sculo, “mientras el día se va despacio”. Y la tercera a
las nueve de la noche, al tiempo que desaparece la luz del exterior y Antoñ ito es devorado por
las fauces oscuras del calabozo. Allí fue conducido por robar limones cuando se dirigía a Sevilla
para ver la corrida de toros. Entonces el cielo reluce sin estrellas “como la grupa de un potro”.
“Moreno de verde luna”, una premonició n fatídica.

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12. “MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO”
El mismo personaje del poema anterior es ahora asesinado por envidia a manos de sus primos,
los hermanos Heredia.
“voz de clavel “, el clavel es símbolo del amor apasionado o metá fora de la sangre.
“las estrellas clavan rejones al agua”, visió n metafó rica taurina.
“Ay, Federico García”, el poeta pasa a ser parte del universo gitano.

13. “MUERTO DE AMOR”


Este romance como el siguiente es el romance de la fatalidad inminente. Narra la agonía y la
muerte de un enamorado que parece presenciar su propio fin. Es un diá logo entre hijo y madre.
De este diá logo se deduce que el joven está enamorado de una muchacha que no le corresponde
por su clase social y por este motivo él intuye su muerte.
“Los altos corredores”, como “las altas barandas” parecen ser el lugar del amor imposible.
“En mis ojos” los ojos ofrecen el reflejo del mundo soñ ado.
“a las amarillas torres”, el color amarillo es muchas veces símbolo de la muerte.
El joven asiste en su agonía a su propia muerte y entierro, “Las viejas voces” son el coro que
acompañ a la escena de la agonía; “fachadas de cal”, presentació n de un pueblo andaluz. “El mar
de los juramentos” /tumultuoso; “El cielo daba portazos” /los truenos. El nú mero siete tan
repetido hacia el final del poema alude a la Virgen de los siete puñ ales, má xima representació n
del dolor.

14. “ROMANCE DEL EMPLAZADO”


Lorca nos presenta a “el Amargo” con una técnica de planos superpuestos, en una mezcla
de pasado, presente y futuro. En este poema, como en el “romance soná mbulo”, el Amargo está
muerto desde el principio, puesto que se le anuncia (emplaza) su muerte para el 25 de agosto. El
personaje no ve otro futuro que la agresividad y la muerte.
Caballo/barcos: el mundo de los gitanos en su doble vertiente de sierra/mar.
“trece barcos” el nú mero de la mala suerte.
“norte de peñ ascos y señ ales” el duro provenir del emplazado.

15. “ROMANCE DE LA GUARDIA CIVIL ESPAÑOLA”


Este romance representa la oposició n entre la realidad y el deseo, la imaginació n frente
al orden. La Guardia civil representa el mal; de ahí el valor simbó lico del color negro. Seres
extra-humanos que “tienen de plomo las calaveras”, seres monstruosos “jorobados y nocturnos”
que destruyen la ciudad de los gitanos en la noche de Navidad. La violencia, el miedo y la
destrucció n cierran el bloque I de romances.

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Bloque II. Tres romances históricos
16. “MARTIRIO DE SANTA OLALLA”
Romance de la Andalucía romana. Olalla no es gitana pero es perseguida y mutilada por los
soldados romanos igual que los gitanos por la guardia civil. La referencia histó rica está sacada
del martirio de Santa Eulalia de Mérida. El poema está divido en tres partes: panorama de
Mérida; el martirio; infierno y gloria.

17. “BURLA DE DON PEDRO A CABALLO” (romance con lagunas)


Lorca parte de un personaje histó rico, Don Pedro que llega a una misteriosa ciudad y
todos los que le reciben portan una serie de elementos que anuncian su futura muerte. Aparece
la laguna como espacio de vacío, como lugar donde se sumergen las palabras.

“Caballo sin freno” (verso 6): El protagonista es un jinete, símbolo que en Lorca
representa el destino fatal, la bú squeda que no llega a consumarse y que concluye trá gicamente,
en este caso ya anuncia su muerte.

18. “ TAMAR Y AMNÓN”


Romance gitano de Tamar y Amnó n. El tema está basado en el conocido incesto bíblico que
relata el segundo libro de Samuel. Se plantea desde una revisió n asociada a lo andaluz gitano el
tema bíblico de la violació n y del amor incestuoso entre Thamar, hija del rey David, y su
hermano Amnó n.
a) Panorama de un paisaje á rido y caluroso
b)Presentació n de los personajes.
c)Primeros planos de los personajes que descubren su fogosa pasió n,
d) Violencia del incesto, a la que contribuyen los elementos exteriores.
e) Planos rá pidos del incesto consumado
f) Huida del violador.

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