DOLORAS 1 y 3
DOLORAS 1 y 3
DOLORAS 1 y 3
DOLORA 3
Contemplan mis ojos este crepúsculo con toda el ansia de los altos ventanales, cuando
reciben su fulgor y en él se incendian.
Pasa a mis pupilas la última llama del día y, como un horizonte, el sol se hunde en mí y
en mi muere.
¡Oh! Campiñas olorosas a la tristeza del ángelus, como vosotras, perfumadas a
melancolía, van mi juventud y soledad a esa hora, en que aún no sabemos si la noche
que viene, viene a quedarse para siempre entre nosotros.