Ser Terapeuta Es Tan Difícil y Arriesgado
Ser Terapeuta Es Tan Difícil y Arriesgado
Ser Terapeuta Es Tan Difícil y Arriesgado
No lo concibo por tanto ni como un rol ni como una profesión, sino a lo máximo
como un oficio (entendiendo que nos referimos a una vocación); un oficio
artístico que echa raíces en el interior, que se alimenta de inseguridad y que
crece apelando a todos los recursos creativos de que somos capaces.
La presencia
El contacto
Entonces actúa Al cirujano que deja de lado todos sus afectos y aún su compasión humana y
como se supone concentra todas sus fuerzas espirituales en una meta única: realizar una
que debe ser operación lo más acorde posible a las reglas del arte... Aquella frialdad de
el terapeuta sentimiento que cabe exigir del analista se justifica porque crea para ambas
ideal: maduro, partes las condiciones más ventajosas: para el médico el muy deseable cuidado
neutro, de su propia vida afectiva; para el enfermo, el máximo grado de socorro que hoy
respetuoso, nos es posible prestarle... El médico no debe ser trasparente para el analizado,
sabelotodo... sino, como la luna de un espejo, mostrar sólo lo que le es mostrado. (Freud,
enmascarándose 1980)
en este modelo y Muchos años más tarde, Lacan propugna para el terapeuta el lugar del "muerto",
desapareciendo del "sujeto no deseante", que supongo será una metáfora porque de lo contrario
tras de él. se trataría de algo utópico o incluso delirante, ya que no concibo este oficio sin
un interés humano genuino por el otro. Claudio Naranjo rescata de Perls este
uso de sí: