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Verd y Lozares (2016) Cap. 12 La Presentación de Resutados y El Informe Final (1) - OCR

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12

La presentación de los resultados


y la redacción del informe final

Trata este capítulo del último estadio de todo proceso de investigación: la redac­
ción del informe final. Aunque a menudo se insiste únicamente en los aspectos
formales, esta redacción no es solo una cuestión de estructura y estilo. También
supone saber qué información debe ofrecerse para mostrar la calidad y rigor de la
investigación desarrollada. Así pues, un elemento fundamental de esta redacción
final será la presentación de los resultados y las evidencias empíricas. Otro ele­
mento a considerar será el público o audiencia al que se dirige el informe. En todas
estas cuestiones las posibilidades son numerosas, y las posturas respecto al modo
más adecuado de resolverlas son diversas. Por consiguiente, será necesario pon­
derar las diversas opciones y tomar una decisión razonada que tenga en cuenta el
contexto en que la persona investigadora está desarrollando su investigación. Una
vez realizadas las reflexiones oportunas, la redacción del texto deberá realizarse de
modo coherente con las decisiones tomadas.
La mayoría de contenidos de los apartados siguientes son útiles para cualquier
tipo de informe, tanto del ámbito académico como del profesional. Con todo, mu­
chas de las observaciones y recomendaciones estarán especialmente orientadas a
los textos que se producen y se presentan en el ámbito académico. La diversidad de
informes en este entorno puede ser muy variada, aunque principalmente estaremos
pensando en documentos como una tesis doctoral, una tesina o un trabajo final de
máster. Pero cualquier otro tipo de documento redactado en el ámbito académico
que haya comportado un trabajo de carácter empírico con datos cualitativos enca­
jaría en la definición que ofreceremos, desde el trabajo para una asignatura de gra­
do, hasta un artículo destinado a ser publicado en una revista científica. En todos
estos casos el objetivo del documento es comunicar a una audiencia específica la
labor realizada y los resultados obtenidos en una investigación.
El capítulo se ha dividido en tres apartados principales: en primer lugar se
clarifican los contenidos que deberían figurar en un informe de investigación, si­
tuándolos como resultado final de todo el proceso investigador; en segundo lugar
se abordan las diferentes posturas existentes en relación con la calidad de la inves-
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

tigación cualitativa; finalmente, en tercer lugar, se tratan las cuestiones vinculadas ca existe el espacio suficiente (ni siquiera en una tesis doctoral) para mostrar la to­
a la estructura y formatos posibles que puede adoptar la redacción del informe final talidad del trabajo desarrollado a lo largo de una investigación, por lo tanto deberán
de investigación. tomarse decisiones sobre aquello que podrá explicarse de forma extensa, aquello
que deberá explicarse de forma resumida, y aquello que habrá que dejar fuera (sobre
todo cuando estemos redactando un artículo para una revista científica).
12.1. ¿Qué es el informe de una investigación? ¿Cuáles deben ser Respecto a esta necesidad de seleccionar y elegir, uno de los criterios será el
sus contenidos? objetivo de ofrecer suficientes elementos que permitan comprobar la calidad y la
novedad científica en el área de la investigación desarrollada (3 véase el apartado
12.1.1. El informe como producto final del proceso investigador 12.2 más adelante). El tipo de línea argumental que se ha elegido defender en el
informe también influirá en la selección de aquello que se resume o se deja de lado.
Entendemos por informe final aquel documento que recoge de forma estructurada Esta línea argumental o relato no debe entenderse como fruto de una decisión deli­
y sistemática los hallazgos empíricos y las conclusiones de una investigación. Es­ berada y arbitraria adoptada apriorísticamente, sino como el resultado del diálogo
tos hallazgos deben ir acompañados por el planteamiento teórico que los ha lleva­ entre datos y conocimiento teórico. A esta articulación entre datos y reflexión teóri­
do hasta ellos (en los estudios de dinámica deductiva o abductiva) o por la teoría ca, entendida como espina dorsal del informe final de investigación, le dedicamos
obtenida a través del análisis de los datos (en los estudios de dinámica inductiva). el siguiente apartado.
También debe explicarse la concepción metodológica que ha llevado a la obten­
ción de la información y a su análisis.
Tal como ya se ha indicado en el capítulo 3 (O véanse el apartado 3.2.1 y la ¡Atención!
sección D del apartado 3.2.2), el informe de investigación debe entenderse como
producto de la última de las cuatro fases en que hemos dividido el proceso de Masón (2002: 173-204) defiende que para redactar un informe fi­
investigación. En esta última fase, que se ha denominado informativa, las tareas nal es necesario saber argumentar. De modo parecido, Conde (2009:
principales son la elaboración de las conclusiones y la selección de aquellos datos 137) destaca que la validez de una Investigación se obtiene mediante
que se presentarán para su fundamentación empírica. Pero el informe no es úni­ la capacidad de “cortejar” o “persuadir” al otro, “al lector del juicio”. En
camente el resultado de las dos operaciones mencionadas; debe entenderse como un informe final es muy importante, pues, saber utilizar con sentido las
culminación de todo el proceso investigador; en este sentido también es producto evidencias empíricas halladas, redactar correctamente y conocer a la
de cada una de las fases anteriores, y especialmente de la fase analítica (O véase el perfección las normas formales que caracterizan el tipo de documento
apartado 11.3.4). Tal como destacan White et al. (2014), la fase informativa ofrece que se está redactando. Sobre estos dos últimos elementos, la lectura
la oportunidad de revisar y repensar todo el proceso investigador desarrollado. del clásico de Eco Cómo se hace una tesis (2009/1977) sigue proporcio­
Esta fase es, pues, una continuación y refinamiento de todo el proceso interpretati­ nando consejos inestimables.
vo que se inició con la fase preparatoria. En ella, los datos y su análisis se retoman
con el objetivo de presentar los hallazgos de forma coherente ante una determina­
da audiencia, pero la revisión y búsqueda de coherencia de todo el conjunto po­
dría llevamos a nuevos análisis y comprobaciones, o incluso, en los procesos más 12.1.2. El diálogo entre datos y teoría como hilo conductor
abiertos, a la obtención de más datos para su análisis. de la redacción del informe
Por supuesto, el contenido, formato y estilo del informe final deberán ajustar­
se tanto al tipo de documento (tesis doctoral, artículo científico, etc.) que se está Como ya se ha destacado en el capítulo 3 y acabamos de recordar en el apartado
redactando, como al tipo de audiencia al que se dirige. Una de las diferencias más precedente, escribir unas conclusiones, y por extensión, todo el informe final de
importantes entre los diferentes tipos de documentos es su longitud. El número de una investigación, consiste principalmente en ofrecer argumentos convincentes
palabras que es posible utilizar en una tesis doctoral es infinitamente mayor que las que den sentido y coherencia teórica a los datos. Masón (2002: 174) ha destaca­
permitidas en un artículo académico, por lo tanto sus contenidos deberán adaptarse do que en la redacción del informe ha de quedar claro de qué modo los datos dan
a cada extensión. Pero, como se verá más adelante, las reglas generales de redacción apoyo a la argumentación que se está desarrollando. Pero también el conocimiento
son comunes a toda la variedad de documentos mencionados. De todos modos, nun­ teórico existente debe ser utilizado para comprender y dar sentido a los datos. Toda
Parte IV El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

investigación empírica, dirán Becker (1998) o Masón (2002), debe desarrollarse en procedimiento de análisis. Es también la postura con la que, como autores, nos
tomo al doble juego entre teoría y datos, el cual deberá constituir el hilo conductor identificamos. Son numerosas las voces que defienden posturas similares. Así, por
de la redacción del informe. Nótese que en el apartado 11.3.4 los cuadros y las ejemplo, White et al. (2014) previenen contra la tentación de utilizar de forma ex­
figuras a modo de ejemplo (O véanse los cuadros 11.6 y 11.7 y las figuras 11.4 y tendida citas literales en los informes de investigación. Wolcott (2009) considera
11.5) muestran diferentes modos en que teoría y empiria se articulan entre sí, pero preferible resumir o presentar extractos muy cortos (y editados) de las informacio­
ambos elementos siempre están en la presentación de la información. nes obtenidas directamente de las personas informantes, y no presentar citas exten­
Una de las dificultades del desarrollo de la fase informativa en las investiga­ sas sin editar. Y Masón (2002) destaca que las largos extractos que supuestamente
ciones cualitativas es la tarea de “mostrar los datos cualitativos de un modo que “hablan por sí solos” siempre le producen la duda sobre el modo en que han sido
resulte a la vez fiel a los materiales originales y permita ser transparente respec­ seleccionados y construidos como dato.
to al proceso interpretativo que se ha desarrollado” (White et al.. 2014: 368). A En definitiva, y resumiendo estos argumentos que apuestan por la postura ana­
este respecto existen diferentes posiciones, que resultan difíciles de reconciliar. lítica, se trata de relevar a la persona que lee el informe de la responsabilidad de
Las mencionamos brevemente, utilizando la clasificación que Demaziére y Dubar hacer de analista. Esta responsabilidad corresponde a la persona investigadora,
(1997) han desarrollado en relación con el uso de los materiales provenientes de que, como tal, tiene diferentes modos de demostrar que los datos han sido escru­
entrevista, pero que pueden extenderse a cualquier otro tipo de datos. pulosamente analizados e interpretados. No obstante, la presentación de extractos
Demaziére y Dubar (1997) identifican tres posturas diferentes en relación con literales, de notas de campo o de imágenes tomadas en una sesión de observación,
el papel otorgado a las evidencias empíricas en la presentación de los resultados: resulta necesaria cuando se realiza un análisis del discurso, como material de ilus­
la postura ilustrativa, la postura restitutiva y la postura analítica. La postura ilus­ tración de las afirmaciones realizadas por la persona investigadora. También es
trativa es aquella que se sustenta en el uso selectivo de citas literales extraídas efectiva para ejemplificar el tipo de material obtenido o como estrategia para hacer
de las entrevista para probar las hipótesis o ideas que la persona investigadora las afirmaciones realizadas por parte de la persona investigadora más realistas o
pretende demostrar. Tal como afirman Demaziére y Dubar (1997: 21), “los frag­ más amenas. Pero estos datos en bruto no pueden constituir por sí solos las únicas
mentos de entrevista son utilizados dentro de una lógica de administración de pruebas ante el público al cual se dirige el informe de investigación.
la prueba que pasa por el recortado ad hoc de las entrevistas, de forma que se
extraen los pasajes más probatorios o convincentes, en coherencia con el análi­
sis”. En la postura restitutiva se opta por publicar íntegramente los textos de las Para recordar
entrevistas. En este caso, la tarea de la persona investigadora es principalmente
hacer comprensible la lectura de las entrevistas “tal como frieron producidas”, sin Un informe elaborado únicamente a partir de los datos o a partir de la
que se opere ningún tipo de tratamiento de los datos ni ningún análisis posterior a teoría es un mal informe de investigación. Durante el proceso de análisis
su producción. Se espera que mediante la aportación de información contextual, se ha partido de los datos y términos utilizados en el lenguaje natural para
el lector o lectora pueda llegar a sus propias conclusiones teóricas, sin que haya “reemplazarlos” durante el proceso de abstracción desarrollado por los
existido ningún tipo de influencia que pueda “dirigir” su interpretación. En la conceptos inherentes a la perspectiva teórica utilizada. El informe debe
tercera postura, la analítica, se busca “producir metódicamente el sentido a partir reflejar este proceso de abstracción, sin hacer desaparecer la información
de la explotación de las entrevistas de investigación” (Demaziére y Dubar, 1997: empírica utilizada. Por supuesto, este juego y articulación será diferente
34). En estos casos se parte de la toma de consciencia de que las entrevistas (o en función del tipo de dinámica de investigación (inductiva, deductiva o
cualquier otro tipo de datos en investigaciones que utilizan otros métodos) no abductiva) seguida, así como del método de análisis (del discurso, de
“hablan por ellas solas”. Ello exige un trabajo de interpretación de las informacio­ contenidos, método comparativo constante, etc.) practicados en la inves­
nes y a la vez un esfuerzo por mantener el sentido del discurso tal como ha sido tigación.
formulado por las personas entrevistadas.
Demaziére y Dubar (1997) muestran sus preferencias por la postura analítica,
destacando que en este planteamiento es fundamental explicitar el método utili­
zado y los procedimientos seguidos hasta llegar al sentido teórico que la persona ¿Qué debe presentarse, pues, como soporte de las afirmaciones realizadas por
investigadora otorga a los materiales analizados. En comparación con las otras parte de la persona investigadora? ¿O incluso como prueba de la calidad de la in­
dos posturas, en esta concepción pierde peso la literalidad del texto y lo gana el vestigación realizada?
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

En relación con la primera cuestión, ya se han mencionado en el capítulo 11 Son diversos los autores que distinguen entre tres principales enfoques en re­
(O véase el apartado 11.3.4) diferentes estrategias para hacer visible el procedi­ lación con los criterios de calidad en la investigación cualitativa (Valles, 1997;
miento de análisis seguido y la base empírica de las conclusiones. White et al. Flick, 2009; Robson, 2011; Seale, 2012). En el primer enfoque se defiende que
(2014) recomiendan destacar, en la medida que sea pertinente, los patrones recu­ la investigación cualitativa puede aplicar, con mínimas adaptaciones, los criterios
rrentes encontrados en la información analizada, tanto en forma de asociaciones que provienen de la investigación cuantitativa: validez, fiabilidad y replicabilidad
entre factores, como de vínculos entre diferentes fenómenos. Estas mismas auto­ (u objetividad). En el segundo enfoque se defiende que es necesaria la redefinición
ras también subrayan el papel desempeñado por las tipologías en la presentación de los criterios que se originan en la investigación cuantitativa, puesto que la lógi­
de los datos, tanto cuando constituyen una forma de evidencia por sí mismas, ca y procedimientos de la investigación cualitativa no son los mismos que los de la
como cuando son un medio para describir o explicar fenómenos de carácter más investigación cuantitativa (O véase el apartado 1.1.2). En este segundo enfoque se
causal. Por último, el uso de diagramas o representaciones visuales constituye un entiende que la aspiración de abordar con el máximo rigor los fenómenos objeto de
tercer tipo de estrategia, siendo posiblemente la que más fácilmente permite re­ estudio es compartida tanto por la investigación cuantitativa como por la cualita­
sumir grandes volúmenes de información en un reducido espacio. Los diagramas tiva, aunque los medios y procedimientos para llegar a este objetivo son distintos.
presentados en el capítulo 11 (O véanse las figuras 11.4 y 11.5) constituyen bue­ En el tercer enfoque se mantiene que no tiene sentido, cuando se desarrolla una
nos ejemplos de esta última posibilidad. También Strauss y Corbin (1998) ofrecen investigación cualitativa, atenerse a criterios de calidad científica, puesto que los
una gran cantidad de ejemplos, todos ellos en el marco de la teoría fundamentada, hallazgos realizados en el seno de la investigación social no pretenden reclamar
aunque extrapolables a cualquier tipo de estrategia metodológica de investiga­ ninguna superioridad respecto al conocimiento que otras personas adquieren me­
ción. Asimismo, Miles, Huberman y Saldaña (2014), que destacan la importancia diante su experiencia cotidiana. En estos casos, como mucho, se aboga por crite­
de las presentaciones visuales, dan un buen número de ejemplos, principalmente rios de carácter no metodológico, como los valores artísticos o transformadores de
en forma de tablas y matrices, pero también mediante el uso de mapas conceptua­ la obra.
les y redes causales. Repasamos a continuación en los tres aparados siguientes cada una de estas
En relación con la segunda cuestión, debe empezarse constatando que la dis­ tres posturas por separado. Además, se ha añadido un cuarto apartado que muestra
cusión en tomo a los criterios de calidad de la investigación cualitativa está lejos que la calidad de la investigación se puede abordar sin aludir a principios gene­
de estar cerrada. Las estrategias para probar la calidad de una investigación deben rales, simplemente adoptando una actitud reflexiva y de transparencia en la pre­
situarse en el contexto de las diferentes posiciones existentes respecto a los cri­ sentación del trabajo realizado. Avanzamos ya que nuestro posicionamiento a este
terios de evaluación de la investigación cualitativa. Estos criterios influirán en la respecto coincide con las posturas que defienden la existencia de unos criterios
concepción de lo que se consideran datos adecuados para la investigación, y tam­ metodológicos de calidad en la investigación cualitativa, pero sin que ello deba
bién en las formas de presentación de las evidencias necesarias para fundamentar suponer una adopción mimética de los habitualmente utilizados en la investiga­
las conclusiones. En el apartado siguiente se revisan estas diferentes concepciones, ción cuantitativa.
sus conexiones con los diversos planteamientos epistemológicos y ontológicos, y
las consecuencias que de ellas se derivan en relación con la presentación de los
datos y su análisis. 12.2.1. Criterios provenientes de la investigación cuantitativa

En este primer enfoque, calificado como clásico (Flick, 2009), tradicional (Pat-
12.2. ¿Qué criterios deben aplicarse en la evaluación ton, 2002) o de tradición científica (Seale, 2012), se entiende que una investiga­
de la investigación cualitativa? ción cualitativa debe ser valorada en función de los mismos principios con que se
evalúa la investigación cuantitativa, esto es, según su validez interna, su validez
Como se ha destacado en el apartado anterior, la redacción del informe final de externa, su fiabilidad y su replicabilidad. A estos cuatro criterios principales se
investigación tiene que estar orientada, entre otras finalidades, a ofrecer toda la añaden en ocasiones otros como la validez de medición, la validez de constructo
información necesaria para evaluar la calidad de los procedimientos que han ori­ o la validez facial (Bryman, 2012: 46-49; Seale, 2012). Ofrecemos a continua­
ginado los resultados presentados. Sin embargo, resulta difícil dar por cumplida ción una breve explicación de los cuatro criterios principales y de algunas de
esta tarea si no se conocen cuáles son los posibles criterios con que se juzgará el las críticas que han recibido en relación con su adecuación a la investigación
informe de investigación. cualitativa:
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

- La validez interna hace referencia a la relación causal entre variables. De implica la imposibilidad de llegar a acuerdos intersubjetivos dentro de la
forma simple, puede entenderse como el grado en que una investigación ha misma comunidad investigadora; sin embargo, una misma información in­
recogido correctamente el efecto causal atribuido a una variable explicativa terpretada desde posicionamientos teóricos diferentes difícilmente arrojará
(o independiente, en términos más cuantitativos) sobre una variable con­ conclusiones similares.
siderada explicada (o dependiente, en términos más cuantitativos). En su
trasfondo, la noción de validez interna concibe la realidad social como un Como se ha ido destacando, la propia naturaleza de la investigación cualitativa
gran mecanismo en los que ciertos elementos son causantes de otros, pero hace difícil cumplir fielmente con los criterios señalados. Se ha criticado, incluso,
sin la posibilidad de que las relaciones vayan variando o retroalimentándose la pertinencia de estos criterios en el marco de la investigación social cuantitativa,
a lo largo del tiempo. Tal como ha destacado McKeown (2004: 154-166) el puesto que la naturaleza de la realidad social es por sí misma cambiante y, por lo
símil del reloj -pues es la lógica tras el criterio de validez interna- puede tanto, muy alejada de los objetos que tratan otras disciplinas pertenecientes a las
funcionar para ciertos fenómenos sociales, pero es inadecuada para muchos ciencias físicas o biológicas. En los casos que aceptan este conjunto de criterios
otros. para evaluar tanto la investigación cuantitativa como la cualitativa suele afirmarse
- La validez externa hace referencia a la posibilidad de generalizar los hallaz­ que los métodos cualitativos tienen especial fortaleza en relación con la validez in­
gos de la investigación más allá de las unidades de información estudiadas. terna, puesto que su perspectiva holística y contextual permite identificar los proce­
En los estudios cuantitativos esta posibilidad de generalización se obtiene sos causales mucho mejor que los estudios cuantitativos. En ocasiones se menciona
por medio de muestras estadísticamente representativas. Este tipo de re- también un tipo de validez, la ecológica (O véase la sección E del apartado 1.1.2),
presentatividad resulta imposible de obtener en los estudios cualitativos, que hace referencia a la posibilidad de aplicar los hallazgos de la investigación a
al trabajar con muestras con un escaso número de unidades. Sin embargo, los escenarios cotidianos y “reales” de la vida social (Cicourel, 1982, citado por
ello no significa que no exista la posibilidad de generalizar, tal como se ha Bryman, 2012: 48). La artificialidad de la producción de los datos cuantitativos,
destacado en el capítulo 5 (O véase el apartado 5.1.1); simplemente las aunque técnicamente correcta, pueda dar lugar a un tipo de conocimiento que no
bases para la generalización no se sostienen en la obtención de muestras de es aplicable más allá de los contextos (técnicos) en que fueron generados (Bryman,
carácter probabilístico. 2012: 48). La posibilidad de obtener información no reactiva ofrecida por algunos
- La fiabilidad hace referencia a la consistencia de los datos obtenidos. En métodos cualitativos permitiría cumplir mucho mejor con este tipo de validez.
este sentido se afirma que una investigación resulta fiable cuando la repeti­ No obstante, son mayoritarias las voces que apuestan por el desarrollo de crite­
ción del mismo procedimiento de obtención de los datos ofrece los mismos rios de calidad específicos para la investigación cualitativa con el objetivo de tener
resultados en todas y cada una de las mediciones realizadas. En el marco de en cuenta “su base teórica específica y la particularidad del proceso investigador
la investigación cualitativa este criterio ha sido puesto en cuestión especial­ cualitativo” (Flick, 2009: 385). En el apartado siguiente se revisan estos criterios
mente en relación con el sentido de la repetición del mismo procedimiento alternativos.
de obtención de los datos, puesto que, en términos estrictos, nunca la obten­
ción de la información se da por vías idénticas (O véanse la sección D del
apartado 1.1.2 y el apartado 6.2.1 relativo a la técnica de entrevista). 12.2.2. Criterios específicos de la investigación cualitativa
- La replicabilidad hace referencia a la posibilidad de que investigaciones
posteriores desarrolladas, siguiendo los mismos procedimientos de ob­ Si los criterios revisados en el apartado anterior han sido aplicados principalmente
tención y análisis de los datos, den lugar a hallazgos y conclusiones si­ dentro de la tradición cualitativa pospositivista, desde la tradición interpretativista
milares. En ocasiones esta misma noción se aborda utilizando la idea de se han propuesto criterios alternativos. Dentro de esta tradición las propuestas de
objetividad, en el sentido de que la persona investigadora ejerce un rol Lincoln y Guba (1985) han sido ampliamente difundidas, aunque posteriormente
neutral (tanto epistemológica como axiológicamente) en relación con todo estos mismos autores las han revisado para acercarse a posiciones más críticas
el proceso investigador. Ello debería suponer que el mismo procedimiento con la necesidad de criterios de carácter metodológico (O véase más adelante el
repetido por otra persona arrojase los mismos resultados. El hecho de que apartado 12.2.3).
en la investigación cualitativa la persona investigadora constituya la ins­ Lincoln y Guba (1985: 289-331) afirman que los criterios de validez interna,
tancia principal de análisis (O véase el apartado 11.1.1, o Robson, 2011: validez externa, fiabilidad y objetividad expresan la necesidad de garantizar cuatro
468-469) lleva también a cuestionar el sentido de esta exigencia. Ello no características en la investigación social: a) su valor de verdad, entendido como el
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

grado de verosimilitud de los hallazgos; b) su aplicabilidad, entendida como la po­ en qué medida los resultados obtenidos se sustentan o no en los datos y su
sibilidad de transferir el conocimiento generado a contextos diferentes de los que análisis.
han producido la información; c) su consistencia, entendida como la posibilidad
de obtener hallazgos similares en investigaciones posteriores; y d) su neutralidad, En el cuadro 12.1 se muestra la relación entre los criterios que acabamos de se­
entendida como la inexistencia de sesgos producidos por parte de la persona in­ ñalar y los correspondientes a la investigación cuantitativa, presentando en la pri­
vestigadora. mera columna los criterios que según Lincoln y Guba (1985) están en el trasfondo
Tomando estas cuatro características, estos autores proponen cuatro criterios de ambos. Estos propios autores han criticado con posterioridad este paralelismo
alternativos específicos para la investigación cualitativa: credibilidad, transferibi- (Lincoln y Guba, 2002), dando a entender que su propuesta original de criterios al­
lidad, dependencia y posibilidad de confirmación. El modo en que la investigación ternativos no rompe con la ontología realista. Según la postura más reciente de es­
cualitativa puede dar cumplimiento a estos criterios se explica resumidamente a tos autores, criterios de carácter más político, orientados a la transformación de la
continuación: sociedad, serían más adecuados para evaluar la investigación cualitativa (Lincoln,
Lynham y Guba, 2011). En esta misma dirección se han propuesto por parte de
- La credibilidad se consigue en la investigación mediante la presencia pro­ Lather (1993) criterios de calidad de la investigación basados en ontologías de ca­
longada en el campo, la observación constante y la triangulación de mé­ rácter construccionista y discursivo, que revisaremos en el siguiente apartado.
todos. Además la discusión crítica con la comunidad investigadora y bús­
queda de casos a contrario permite reforzar la credibilidad sustentada en el
trabajo de campo, en la línea de la saturación teórica. Cuadro 12.1. Criterios de calidad de referencia en la investigación social
- La transferibilidad se consigue haciendo explícitos y transparentes los pro­ y su correspondencia en los métodos cuantitativos y cualitativos
cedimientos seguidos y exponiendo a la discusión pública los datos utiliza­
Criterios de referencia Métodos cuantitativos Métodos cualitativos
dos en el análisis y razonamientos teóricos desarrollados. La descripción
detallada y densa de todas las decisiones tomadas en la investigación es Valor de verdad Validez interna Credibilidad
considerada por los autores una vía fructífera de ofrecer la información que Aplicabilidad Validez externa Transferibilidad
hace posible la transferibilidad. Consistencia Fiabilidad Dependencia
- La dependencia puede conseguirse por medio del procedimiento que los Neutralidad Obj etividad/replicabilidad Posibilidad de confirmación
autores denominan auditoría. Este procedimiento consiste en la revisión
externa, por parte de otras personas investigadoras, de los datos, métodos Fuente: Lincoln y Guba, 1985.
y decisiones tomadas durante el proceso de investigación. En la medida
en que los procedimientos seguidos sean claros, sistemáticos y estén bien
documentados, se hará posible retomar la lógica de la investigación de­ Dejando de lado las críticas de carácter ontológico realizadas desde posturas
sarrollada, sin que ello signifique necesariamente la repetición exacta del construccionistas, también se ha reprochado a las propuestas de Lincoln y Guba
mismo procedimiento de obtención de datos y de análisis. Precisamente (1985) su excesiva insistencia en la auditoría externa. Autores como Robson (2011)
la naturaleza cambiante de los objetos de estudio de las ciencias sociales y Seale (2012) han puesto de manifiesto la laboriosidad que supone llevar a la prác­
hacen imposible obtener exactamente los mismos resultados en investiga­ tica procesos de evaluación externa vinculados a los objetivos de consistencia y
ciones sucesivas, por lo que el punto clave del criterio de dependencia es neutralidad, pero aún más la elaboración de los registros de auditoría o incluso las
la posibilidad de revisión externa de todos los procedimientos realizados. descripciones detalladas y densas de cada uno de los pasos tomados en la investiga­
- Finalmente, la posibilidad de confirmación se consigue también mediante ción. A esta observación habría que añadir que en ciertos formatos de corta exten­
procedimientos de auditoría. Esta auditoría externa se basaría en el uso de sión (artículos, memorias de grado o posgrado...) el espacio disponible para elabo­
registros o documentos (audit trails) elaborados por las propias personas rar el informe de investigación hace totalmente inviable aportar toda la información
investigadoras, en que de modo reflexivo y autocrítico se expondría todo el necesaria para cumplir adecuadamente con las propuestas de Guba y Lincoln.
proceso de investigación desarrollado. El objetivo es ofrecer una evaluación Con respecto a estas observaciones, Gaskell y Bauer (2000) han elaborado
externa de la relación entre los datos brutos y las deducciones y interpre- unos criterios posiblemente más flexibles y adaptables a todo tipo de formatos.
taciones que de ellos se hace. Esta auditoría externa permitiría comprobar Se trata de una propuesta que también se sitúa en la misma línea de crítica y
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

adaptación de los criterios clásicos cuantitativos a la investigación cualitativa. En colectivo estudiado en relación con los análisis y resultados obtenidos. No se trata,
esta ella se parte de dos criterios principales: los de credibilidad y los de relevan­ como los propios autores afirman, de otorgar el derecho de veto a las personas es­
cia (O véase la sección E del apartado 1.1.2), que se consideran comunes tanto tudiadas, puesto que en cierto tipo de temas de investigación o de resultados será
para la investigación cuantitativa como para la cualitativa. La diferencia entre los muy probable que los puntos de vista de los agentes sea diferente del de las per­
métodos cuantitativos y los cualitativos es que intentan cumplir con estos méto­ sonas investigadoras. En cambio, en otras circunstancias esta discusión o devolu­
dos por diferentes vías. En el cuadro 12.2 se recoge, en la segunda columna, la ción de resultados puede suponer un empoderamiento de los propios agentes, a la
correspondencia entre el criterio de calidad de la investigación cuantitativa y el vez que se muestra un respeto y consideración por sus opiniones. Además, en los
criterio general, y en la tercera columna la correspondencia contemplada desde casos de investigación académica, el envío de los resultados, aunque no implique
los métodos cualitativos. Es interesante destacar que en este caso se considera su discusión, supone también un agradecimiento al colectivo y una preocupación
que ciertas características de la investigación cualitativa permiten cumplir con por hacer traspasar el conocimiento más allá del ámbito estrictamente académico.
ambos criterios a la vez; se muestra situando una c (credibilidad) o una r (rele­
vancia) tras cada una de las características. Como puede comprobarse, algunas
de las características propuestas por estos autores (transparencia y claridad en 12.2.3. El rechazo a los criterios metodológicos de calidad
el procedimiento, descripción densa) coinciden con las propuestas de Lincoln y
Guba (1985). Por otro lado, sugieren elementos adicionales, como la triangula­ Junto con las dos posturas anteriores, existe un tercer enfoque que pone en cues­
ción (S> véase la sección A del apartado 7.2.1), la reflexividad (O véase la sección tión la necesidad de criterios para juzgar la calidad de la investigación cualitati­
D del apartado 11.1.1), la construcción de los datos - es decir, la justificación y va. Se trata en realidad de planteamientos que ponen en cuestión la necesidad de
procedimientos utilizados en la obtención de información-, el desarrollo de con­ criterios metodológicos. Se critica en estas posturas la concepción realista de los
clusiones novedosas y la validación comunicativa, la discusión de los resultados fenómenos sociales y, por lo tanto, se rechaza cualquier intento de mostrar el valor
con las personas objeto de estudio. de verdad de las investigaciones; también se rebate la necesidad de ofrecer infor­
mación transparente respecto al procedimiento metodológico seguido, puesto que
se insiste en el carácter subjetivo y también político de la actividad investigadora.
Cuadro 12.2. Criterios de calidad de referencia en la investigación social Se identifican en realidad dos variantes dentro de este rechazo a los criterios
y su correspondencia en los métodos cuantitativos y cualitativos metodológicos de calidad. Por un lado, las posturas que se identifican con plantea­
Aplicación a las técnicas mientos posmodernos o posestructuralistas rechazan la pretensión de desarrollar
Criterios Aplicación a las técnicas
de referencia cuantitativas cualitativas investigaciones en las que se parta de la separación entre la persona investigadora
- Triangulación (c) y el objeto investigado, y apuestan por la redacción de informes a medio camino
Credibilidad ~ Fiabilidad
- Validez interna - Reflexividad (c) entre lo literario y lo vivencial, mediante el uso de la paradoja, la ironía, la evo­
- Tamaño de la muestra - Transparencia y claridad cación o diversos recursos poéticos, entre otras posibilidades (véase Lather, 1993
del procedimiento (c) o Patton, 2002: 544-548). En estos casos, los valores estéticos o expresivos en la
- Construcción de los datos (c, r) redacción o su capacidad de estímulo o provocación son tomados como criterios
Relevancia - Representatividad - Descripción densa (c, r) para calibrar la calidad de la investigación. Lo cierto es que los informes que se re­
estadística - Conclusiones novedosas y dactan desde estos posicionamientos sitúan a la persona investigadora como intér­
- Validez externa sorprendentes respecto
al sentido común (r) prete de la realidad estudiada, sin una mayor reflexión sobre los medios utilizados
- Validación comunicativa (r) para acceder al objeto de estudio o sobre las informaciones que fundamentan la
interpretación ofrecida. Flick (2009: 385) ha afirmado sobre esta orientación que
Fuente: adaptación de Gaskell y Bauer, 2000, cuadro 19.2. “ni contribuirá a una mayor consolidación de la credibilidad de la investigación
cualitativa, ni a que sus resultados sean considerados en modo alguno relevantes
para la comunidad”.
El último punto señalado, el de la validación comunicativa, merece un comen­ Un segundo conjunto de criterios, con innegables conexiones con los que aca­
tario adicional. Gaskell y Bauer (2000: 348) entienden la validación comunicati­ bemos de mencionar, sitúan la capacidad transformadora de la investigación social
va como la obtención de retroalimentación y acuerdo por parte de las personas o como valor central con el que juzgar la calidad de los hallazgos presentados. Guba
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe,final

y Lincoln (2002) asocian este planteamiento con la teoría crítica, y Patton (2002: 12.2.4. La autoevaluación de la investigación desarrollada
548) con los análisis críticos “orientados al cambio social y político”. Sin embar­ como vía hacia la calidad
go, deben añadirse también sus vínculos con el construccionismo y el análisis del
discurso de raíz foucaultiana (Cho y Trent, 2006). En este enfoque, características El debate en tomo a los criterios de calidad de la investigación que acabamos
como la capacidad de empoderamiento, el nivel de concienciación conseguido, o de evocar resulta, en cierta manera, irresoluble, puesto que en la discusión se
la validez catalítica o pragmática (véase Cho y Trent, 2006) constituyen elementos ponen enjuego frecuentemente argumentos ontológicos difíciles de contraponer.
que determinan la calidad de la investigación. Por otro lado, su orientación anti­ Un modo de soslayar la discusión ontológica es precisamente rebajando el tono
rrealista y posestructuralista (O véase la sección C del apartado 7.2.1) provoca el del debate, y en lugar de plantear criterios generales de autoridad, ofrecer reco­
rechazo a criterios como la neutralidad o la consistencia (fiabilidad). A este res­ mendaciones orientadas a la redacción del informe final. Siguiendo esta idea,
pecto, Seale (2012: 548) defiende la independencia entre un tipo de características Seale (2004: 8-9) plantea un listado de características, tanto a nivel general como
y otras, de modo que los criterios vinculados a la capacidad transformadora y las a nivel específico, que deberían estar presentes en un informe final de investiga­
implicaciones políticas de la investigación no deberían ir en detrimento de los cri­ ción. Copiamos literalmente en el cuadro 12.3 estas recomendaciones. Como se
terios revisados en el apartado 12.2.2, sino considerarse compatibles. observa, son consejos que podrían ofrecerse en el marco de la lógica planteada
Esta opinión de Seale resulta cercana a la nuestra. De hecho, un elemento que en el apartado 12.2.2 anterior, pero que de algún modo evitan poner en cuestión
suele dejarse de lado en este tipo de debates y que consideramos crucial para la la legitimidad de las investigaciones desarrolladas desde posiciones diferentes.
discusión es el tipo de planteamiento y objetivos con que se aborda la investiga­ El propio autor apunta que se consideran únicamente elementos respecto a los
ción empírica. No siempre las investigaciones se desarrollan con el objetivo de cuales la persona investigadora debería ir reflexionando a medida que avanza en
generalización o de producir un determinado conocimiento teórico sobre el mundo su investigación.
social. Este es el caso de muchas de los estudios de carácter aplicado, en que la ad­ Existen otros modos de plantear qué tipo de contenidos deberían estar presentes
hesión a unos determinados principios éticos debería contemplarse también como en un buen informe de investigación sin entrar en el debate sobre la calidad. Por un
criterio de calidad (Valles, 2005). Por otro lado, en las investigaciones orientadas lado, la consideración del tipo de audiencia o público al que se dirige el documento
a la acción o a la transformación de la realidad, la lógica y procedimientos meto­ nos decantará hacia un tipo u otro de redacción. Por otro lado, el tipo de modelo o
dológicos pueden situarse muy lejos de los criterios de referencia más canónicos. armazón del informe que deseemos seguir también influirá en el tipo de conteni­
Por ejemplo, en aquellas investigaciones consideradas dentro del género del testi­ dos y estructura formal que utilizaremos. En relación con ambos aspectos, el tipo
monio político se ha puesto en cuestión razonadamente el valor que puede tener la de pregunta de investigación y el posicionamiento epistemológico y ontológico
neutralidad de la persona investigadora, o si el valor de verdad debe ser un criterio volverán a tener una influencia importante. Repasamos con cierto detalle estos
para juzgarlas (Tiemey, 2006/2000). Del mismo modo, es posible concebir desde elementos en el apartado siguiente.
las ciencias sociales trabajos empíricos de carácter literario o periodístico que no
tienen por qué ajustarse a criterios de representatividad o generalización de los
hallazgos, precisamente porque ese no es su objetivo (a este respecto, véase Silver- 12.3. La estructura del informe de investigación. Formatos posibles
man 2013: 328 o Morse y Richards, 2002: 185). y sus variantes
En cambio, si los objetivos del trabajo empírico son la generación de conoci­
miento sobre el fenómeno escogido como objeto de estudio, los criterios de ca­ 12.3.1. Audiencias y géneros en la comunicación de los resultados
rácter artístico o político pueden tener sentido como criterios complementarios, de investigación
pero no deberían servir para rechazar o dejar de lado criterios de carácter meto­
dológico. En estos casos, una reflexión explícita y razonada respecto a la elección La redacción de un informe de investigación implica, como en todo acto de
de las fuentes de información, el análisis de los datos y la representatividad de los comunicación, la interacción entre una persona emisora y una persona o colec­
hallazgos es necesaria, y solamente haciendo públicas estas reflexiones y dando tivo receptor. En esta interacción hay que considerar tanto el rol que asumirá
transparencia a los procedimientos seguidos puede evaluarse la posibilidad de ge­ la persona emisora, como el perfil, rol y expectativas de la persona o colectivo
neralización del conocimiento generado. receptor.
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

Cuadro 12.3. Características que debería presentar tigación. En segundo lugar, menciona la comunidad de responsables y técnicos
una buena investigación cualitativa políticos (policy makers), la cual estará interesada principalmente en los hallazgos
empíricos y la información de carácter aplicado. En tercer lugar, menciona los
Nivel general
profesionales y responsables administrativos (practitioners), cuyo interés se cen­
1. Sus objetivos deben ser explicados y situados en el contexto (histórico, político, disciplinar) traría en la información práctica que permita entender mejor a sus clientes y en las
en que surgieron sugerencias que permitan desarrollar sus competencias. En cuarto lugar, finalmen­
2. La lógica del diseño de investigación debe ser explicada te, menciona el público en general, que constituye la audiencia más heterogénea,
3. La persona investigadora debe mostrar una apertura a las cuestiones emergentes
4. La persona investigadora debe tratar de ser transparente y reflexiva en relación con su puesto que su interés puede situarse simplemente en el conocimiento de hechos o
conducta, su perspectiva teórica y sus valores acontecimientos sociales, en la reforma de servicios o productos de los cuales son
5. La investigación debe mostrar una comprensión del contexto clientes, o en el deseo de conocer y compartir experiencias en relación con sus
6. La investigación debe presentar los datos o evidencias honestamente vivencias particulares.
7. La investigación probablemente presentará profundidad, diversidad, sutileza y complejidad
8. Los datos o evidencias deben ser interrogados activa y críticamente Ante estas diversas audiencias la persona investigadora debe adoptar dos tipos
9. Las afirmaciones del estudio deben ir acompañadas de pruebas que las sostengan de decisiones: resolver qué tipo de rol como emisora de información debe adoptar,
10. Algunos (aunque no todos) estudios pueden ser juzgados de acuerdo con su utilidad o y por otro lado, necesita escoger el tipo de modelo o formato de comunicación que
relevancia para ciertos grupos de personas y en relación con ciertas relaciones de poder desea utilizar.
11. Algunos (aunque no todos) estudios pueden ser juzgados en relación con el grado en que
ayudan a lá comprensión de significados subjetivos [...] En relación con la primera decisión a tomar, Miles, Huberman y Saldaña (2014:
12. La investigación debe proporcionar nuevos conocimientos 325-326) apuntan cuatro posiciones o actitudes desde las cuales se puede redactar
un informe: la científica, la estética, la moral y la activista. Simplificando la clasi­
Nivel específico ficación anterior, Silverman (2014:402-407) distingue entre dos roles opuestos. El
1. La relación del estudio con el conocimiento existente debe ser explicada primero es el de persona académica (scholar) que se interesa únicamente por los
2. Deben entenderse las razones por las cuales se ha realizado una investigación cualitativa y hechos. En este rol la preocupación fundamental es producir conocimiento a partir
no una cuantitativa de los datos y la teoría existente, sin adoptar ningún tipo de activismo. El segundo
3. Debe presentarse la lógica de muestreo y entenderse sus implicaciones en relación con otras
rol lo marca la persona investigadora que adopta un papel de compromiso político
posibles decisiones y problemas para acceder a ciertas fuentes
4. Deben describirse y evaluarse las negociaciones para acceder a las fiientes de información, (partisari). En este caso la persona investigadora se preocupa por proporcionar los
así como sus implicaciones en relación con las evidencias obtenidas recursos necesarios para la lucha y transformación política. Silverman (2014:403)
5. Deben entenderse los aportes de los diferentes métodos utilizados para obtener y registrar advierte que en realidad ambas posturas suponen una simplificación y caricaturi-
las evidencias y justificarse su elección a la luz de estos aportes zación de las actitudes más comunes. Si en el primer caso es difícilmente sosteni-
6. La lógica de elección de la estrategia analítica utilizada debe quedar clara, así como el
potencial de otras estrategias analíticas no escogidas ble la afirmación de que “únicamente se busca la verdad’*, en el segundo caso los
7. Se debe haber prestado atención a los casos negativos o desviados y a las explicaciones objetivos políticos pueden llevar a ignorar las evidencias empíricas contrarias a
alternativas los objetivos políticos de partida. El autor destaca que, de hecho, muy a menudo
8. El análisis de los datos debe tener un carácter comprehensivo y no selectivo
9. Debe mostrarse una clara separación entre las evidencias y la interpretación de las
se realizan investigaciones desde posiciones que apuestan por la transformación
evidencias social que a la vez son “sopesadas y metodológicamente rigurosas” (Silverman,
10. El lenguaje del informe final debe ser accesible y claro para la audiencia a la que se dirige. 2014:404). Estas consideraciones son muy cercanas a las que Seale (2012) expre­
11. Las implicaciones de la investigación para áreas amplias de conocimiento y praxis (por sa en relación con el debate sobre la calidad en la investigación y su dimensión
ejemplo, la teoría, la política, la práctica) deben ser exploradas y significativas
política, que ya se ha expuesto brevemente (O véase el apartado 12.2.3). Como
Fuente: adaptación de Seale, 2004: 8-9. se comprueba, los diferentes roles no son independientes de los posibles objetivos
por los cuales se desarrolla una investigación. De manera que son aplicables, aquí
también, las reflexiones que sobre esta cuestión se han realizado en los apartados
Silverman (2013: 434-441; 2014: 407-415) ha identificado cuatro tipos de anteriores.
audiencias potenciales como receptoras de los informes de investigación. Por un Finalmente, en relación con el formato o estilo de la comunicación, existen
lado, menciona la comunidad académica, la cual, según el autor, estará interesada diferentes clasificaciones. Flick (2009: 415-416) y Miles, Huberman y Saldaña
principalmente en los aspectos teóricos, empíricos o metodológicos de la inves­ (2014: 327-332) retoman la clasificación elaborada por Van Maanen (1988) para
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

ejemplificar los diferentes estilos de argumentación posibles en una investigación entre las impresiones de la persona investigadora y los resultados que son fruto
cualitativa. Adaptamos las posibilidades que sugieren: de la aplicación de un diseño metodológico y un trabajo de campo específicos.
También debe ponerse de manifiesto que estos estilos de redacción, tal como
- Relato realista. En estos casos el argumento se extiende a partir de los datos ha destacado Masón (2002: 178-179), no son independientes del posicionamiento
obtenidos y analizados. El texto se desarrolla mediante la presentación de epistemológico y ontológico de la persona investigadora. Cada uno de ellos supo­
evidencias de un modo impersonal, sin que trascienda la voz del autor o ne una forma concreta de qué puede entenderse como “datos” y qué papel debe
autora. En este tipo de argumentación resulta fundamental explicar por qué desempeñar la teoría en la presentación de los hallazgos. A este respecto, el estilo
y de qué modo los datos se consideran una evidencia en relación con las evocativo suele ser defendido por las posturas epistemológicas más preocupadas
conclusiones defendidas. por la creatividad y la dimensión estética de la redacción (O véase el apartado
- Relato confesional. En estos casos el argumento se desarrolla a partir de la 12.2.3). Este tipo de argumentación tiende a desarrollar una presentación de la
experiencia personal y del papel que la persona investigadora ha desempe­ información de carácter naturalista, en que el análisis de los datos, entendido como
ñado en la obtención y análisis de la información. Suele ser habitual ofrecer procesamiento metódico y sistemático de la información, se difumina en medio de
detalles respecto al acceso a las personas informantes o a los escenarios en la descripción ofrecida. Se trata, en ocasiones, de presentaciones con un aire resti-
que la observación se ha llevado a cabo (por ejemplo, las negociaciones tutivo, en que se espera que la información sea interpretada por las propias perso­
establecidas o las dificultades encontradas), pero siempre sin perder de vista nas lectoras del informe. Por otro lado, tanto el estilo realista como el confesional
que los datos constituyen una evidencia en relación con los hallazgos que se adhieren a criterios de calidad de la investigación de carácter más metodológico,
se presentan. vinculados a los procedimientos de interpretación y análisis de los datos (Patton,
- Relato impresionista. En estos casos el argumento se desarrolla de forma 2002: 544-548), y en este sentido, más preocupados por aplicar de forma transpa­
estrictamente narrativa, como si de un relato se tratase. La persona inves­ rente algunos de los métodos revisados en el capítulo 11. Ya se ha destacado que
tigadora reconstruye las acciones realizadas durante todo el proceso de in­ los criterios de calidad existentes en la investigación cualitativa están lejos de ser
vestigación, buscando la empatia de las personas a las que dirige el informe. únicos y unívocos, por lo tanto, en función de los criterios seguidos la redacción
El objetivo es que mediante la lectura del texto sea posible ver, oír y sentir final del informe puede hacer más hincapié en unos u otros contenidos, o presentar
las mismas experiencias que la persona investigadora experimentó durante unas determinadas informaciones u otras.
el trabajo de campo. Miles, Huberman y Saldaña (2014: 332) consideran que los distintos mode­
los o estilos de redacción pueden considerarse diferentes géneros, en el sentido
En relación con la elección entre las diferentes posibilidades de estilo que con que se ha utilizado este término en el capítulo 10 (O véase la sección A del
acabamos de revisar, un primer aspecto a tener en cuenta es el contexto y públi­ apartado 10.2.3). La gran mayoría de documentos tienen unas características que
co al que se dirige la información. En un contexto académico, donde se espera los hacen reconocibles y fácilmente identificables por parte de los potenciales
que el informe final ofrezca una fundamentación empírica y metodológica de los lectores, de modo que estas características ofrecen un marco que ayuda a la inter­
hallazgos, es recomendable un estilo de redacción de carácter realista o confesio­ pretación del texto. Así pues, una regla general que antecede a todas las otras es
nal. El estilo confesional da lugar a un texto de carácter más reflexivo (O véase conocer el tipo de género que la comunidad académica o profesional a la que nos
la sección D del apartado 11.1.1) en comparación con el estilo realista, lo cual no dirigimos espera encontrarse. En la medida en que nos ajustemos a estas caracte­
excluye que en este segundo estilo no puedan incluirse comentarios en primera rísticas (comprobando, por ejemplo, otros informes ya presentados), tendremos
persona sobre el proceso de investigación desarrollado o sobre las interacciones ya la mitad del camino recorrido para garantizar una recepción favorable. Utilizar
con los participantes en la investigación. También una audiencia interesada por un estilo o estructura que no encaja con las reglas del género es, por supuesto,
los aspectos prácticos o aplicados de la investigación (policy makers o praclitio- posible, pero en entonces la persona investigadora o autora del informe hará bien
ners) preferirá un estilo realista, poniendo el acento, por supuesto, en las impli­ en considerar la rigidez de las normas (por ejemplo, en una revista, la laxitud de
caciones y aplicaciones prácticas de los hallazgos, más que en los elementos teó­ las indicaciones a los autores; o en una memoria de grado o de máster, el grado
ricos. En estos contextos un estilo evocativo corre el peligro de ser contemplado de flexibilidad posible en el formato recomendado) para conocer los riesgos que
como una narración autorreferencial, sin demasiada preocupación por distinguir entraña romperlas.
Parte IV El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

12.3,2. La estructura en un informe de investigación la redacción, deben ser tenidos en cuenta. En relación con estos aspectos, recomen­
damos consultar los documentos de orientación que las facultades o universidades
En los últimos años, algunos manuales de metodología cualitativa evitan ofrecer suelen elaborar como guía a los estudiantes, o las revistas como guía para sus au­
una guía concreta para estructurar los contenidos de un informe de investigación, tores. En general los criterios son ampliamente compartidos a nivel internacional,
dando mucha más relevancia al estilo y tipo de argumentos ofrecidos (que se han pero siempre existen especificidades locales que conviene considerar. Además, en
revisado en el apartado precedente). En otros casos se opta por renombrar los tér­ función del tipo específico de documento y de la audiencia a la que se dirige, otros
minos que tradicionalmente se han utilizado en la comunicación de los resultados elementos pueden ser necesarios. Por ejemplo, un artículo (y cada vez más en las
de investigación, y en lugar de métodos se prefiere utilizar el término “procedi­ memorias de grado o máster) siempre irá precedido de su correspondiente abstract
mientos”; y en lugar de “resultados”, hablar de “hallazgos” (Creswell, 2013: 218- y palabras clave; un informe dirigido a un público profesional deberá ir precedido
219). De todos modos, sea cual sea el estilo o modelo de redacción que utilicemos por un resumen ejecutivo, etc.
en el informe, el documento final deberá estar estructurado en diferentes apartados.
Es cierto, tal como ha señalado Creswell (2013: 213-242), que varios tipos de es­
tructura suelen estar asociados a diferentes perspectivas teóricas de investigación. A) La introducción
Por lo tanto, perspectiva teórica y estructura no son dos aspectos mutuamente in­
dependientes. En la introducción del informe de investigación se ofrece información sobre
En este apartado hemos optado por seguir el modelo que, aún hoy en día, se cinco elementos principales: a) una presentación de la pregunta de investigación y
considerar el más extendido en los informes de investigación y, de hecho, es su­ el objeto de estudio, b) los antecedentes u origen de la investigación, c) sus objeti­
ficientemente flexible como para adaptarse a todo tipo de perspectivas teóricas y vos, d) los conceptos clave y líneas teóricas en tomo a los cuales se ha desarrollado
dinámicas de investigación. Esta estructura sigue la secuencia siguiente: a) intro­ la investigación (ofreciendo también, a menudo, una definición provisional de tipo
ducción, b) marco teórico y revisión de la literatura, c) metodología, d) análisis y conceptual) y la aproximación metodológica adoptada, y e) una presentación de
resultados, y e) conclusiones. Otros modos de estructurar un informe son viables, la estructura del informe o, incluso, una descripción resumida de los contenidos,
pero remitiéndonos a los comentarios con que se terminaba el apartado anterior, incluyendo los hallazgos, de la investigación.
afirmamos que este tipo de estructura es la que, por defecto, el público académico En función del público al que se dirige el texto y del origen u objetivos con
(sobre todo, pero también el profesional) espera encontrar en un informe de inves­ que se concibió el estudio, la introducción tendrá un tipo de despliegue u otro. Así,
tigación. Es cierto, tal como menciona Denscombe (2007: 327-328), que cuando cuando se trate de una investigación de carácter profesional realizada por encargo,
la investigación cualitativa se ha desarrollado siguiendo una lógica inductiva (o en los antecedentes se hará constar la demanda inicial, así como las posibles adap­
incluso abductiva) la estructura mencionada no corresponde al desarrollo crono­ taciones o modificaciones realizadas durante el proceso de negociación del pro­
lógico del proceso de investigación seguido. Pero simplemente debe recordarse ducto o una vez iniciada la investigación. Si se trata del texto de una tesis o de una
que los apartados del informe no se presentan en el mismo orden en que fueron memoria de máster, en que normalmente se dispone de cierto margen de elección
realizados o concebidos. Estos apartados suponen una reconstrucción del trabajo de la temática, en el apartado sobre los antecedentes se justificará la relevancia del
que facilita la comunicación de los hallazgos y permite destacar e identificar los tema elegido o también las motivaciones (personales, laborales) que han llevado a
elementos clave de la investigación. No hay ningún problema en reconocer en el la elección del tema.
informe el carácter recursivo de la investigación cualitativa -de hecho, tal como se En una tesis doctoral, por otra parte, la introducción se dividirá en subaparta­
ha puesto de manifiesto en el capítulo 3 (O véase el apartado 3.1.1), es una de las dos, uno para cada una de las cinco partes mencionadas. En cambio, en informes
características del enfoque cualitativo. Baste recalcar que, por ejemplo, la intro­ con extensiones más cortas, los contenidos se redactarán sin divisiones internas en
ducción, el abstract o incluso el título se redactan hacia el final de todo el proceso, la estructura, pudiéndose dar el caso de que con un párrafo para cada una de las
pero no por ello se sitúan detrás de las conclusiones. cuestiones sea suficiente.
Trataremos a continuación cada una de las cinco partes mencionadas por sepa­ En relación con los objetivos, ya se han destacado sus vínculos con la pregunta
rado. Es importante recordar que no es suficiente con cumplir con estos apartados inicial de investigación, así como su retroalimentación respecto a la construcción
para tener el informe de investigación terminado. La lista de bibliografía citada es del objeto (O véase el apartado 4.2.1). También se ha distinguido entre objetivos
una parte imprescindible en todo informe de investigación. Otros aspectos forma­ generales y específicos (O véase el apartado 4.2.3). Es recomendable redactar el
les, como el adecuado reconocimiento de las fuentes utilizadas u otros aspectos de objetivo general al principio de la investigación, junto con la pregunta inicial de
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

investigación, aunque es posible que ambos se vayan reformulando a lo largo del conocimiento teórico existente se utiliza para destacar las dimensiones teóricas del
estudio, especialmente en el caso de investigaciones inductivas o abductivas. Esta objeto que serán tratadas en la investigación, las cuales deberán ser análogas a sus
escritura inicial, aunque provisional, en tomo a los objetivos es una forma de con­ dimensiones empíricas.
jurar lo que Wolcott (2009: 35) ha denominado “el problema del problema”, es En función del tipo de informe que se esté elaborando, el marco teórico tendrá
decir, el foco en tomo al cual debería desarrollarse la investigación. Los objetivos los tres tipos de contenidos que acabamos de enunciar, que pueden amalgamarse
específicos deberán redactarse más adelante, cuando en la etapa de formulación entre sí, o solamente alguno de ellos. Si el proceso investigador desemboca en una
del problema se hayan delimitado sus principales dimensiones (si se trata de una tesis doctoral, lo más habitual es que los tres contenidos se presenten en el informe
investigación deductiva) o el trabajo de campo haya permitido identificarlas (si se de investigación (tesis doctoral, en este caso), dedicándole un capítulo respecti­
trata de una investigación abductiva o inductiva). vamente a cada uno de ellos. Sin embargo, Wolcott (2009: 67-70) propone evitar
La redacción de los puntos d) y e) mencionados anteriormente debería plan­ como mínimo la revisión genérica de la literatura (marco teórico general), si no,
tear menos dificultades, siempre que se haga una vez finalizadas las otras partes incluso, un apartado específico para la revisión de la literatura. Para este autor, la
del informe. Cuando nos enfrentemos a documentos de extensión, como una tesis literatura puede ser perfectamente integrada en el análisis de los resultados, sin que
doctoral, los capítulos redactados en relación con la teoría y la metodología pueden sea necesario dedicarle un capítulo concreto.
resultar excesivamente largos. En estos casos, el resumen de los conceptos prin­ En una lógica similar, aunque sin llegar tan lejos, Silverman (2013) recomien­
cipales y de los métodos utilizados puede servir para darse cuenta de aquello que da redactar los apartados teóricos del informe de investigación después de haber
realmente resulta superfluo (Wolcott, 2009: 65-92), por lo tanto, tras la escritura de realizado el análisis de los datos. El motivo es que hasta entonces “no se sabe que
la introducción puede venir una fase de reducción de los capítulos correspondien­ material [teórico] resultará relevante” (Silverman, 2013: 347). Al realizar esta re­
tes, tomando los contenidos de la introducción como guía. comendación, este autor parte de dos implícitos que conviene poner de manifiesto:
a) el contenido teórico realmente útil es el que se ha denominado anteriormente
marco teórico específico, siendo el resto accesorio y prescindible, b) el tipo de
B) El marco teórico y la revisión de la literatura dinámica de investigación desarrollada tiene un carácter abductivo, en que se es­
tablece un diálogo entre datos y teoría (O véase la figura 2.3). Siendo la primera
El contenido de este apartado es probablemente el que produce mayor contro­ premisa aceptable, o incluso recomendable (en los tiempos actuales en que priman
versia en la literatura metodológica. Tradicionalmente, en esta parte del informe tesis o memorias de investigación cada vez más cortas), la segunda condición hace
debe revisarse el conocimiento teórico y empírico existente, a la vez que se cons­ referencia únicamente, como sabemos, a una de las tres dinámicas posibles en la
truye conceptualmente el objeto de estudio. A veces se define genéricamente todo investigación cualitativa. En una investigación de dinámica deductiva el marco
ello como marco teórico, pero este término es demasiado vago y puede llevar a teórico servirá para plantear las hipótesis y, por lo tanto, debería redactarse antes
confusión, puesto que en la fase preparatoria de una investigación la literatura del trabajo de campo (puesto que este estará guiado por las hipótesis). En cambio,
teórica y empírica puede haberse llevado a cabo de modos muy diferentes. Men­ en una investigación de dinámica inductiva la teoría será resultado exclusivamente
cionamos a continuación las diferentes posibilidades en relación con esta revisión del análisis empírico, lo cual puede hacer recomendable redactar el contenido teó­
de la literatura. rico de forma totalmente imbricada con el de los resultados (tal como recomienda
En primer lugar, puede haberse dado estrictamente una revisión de la literatura Wolcott), precisamente para mostrar claramente el origen inductivo de los concep­
teórica, que dará como resultado lo que a veces se denomina marco teórico gene­ tos teóricos (O véase el apartado D, más adelante).
ral. En él se revisan los debates teóricos y conceptuales que afectan a la pregunta En un documento como una tesis doctoral o una memoria de máster aún falta
de investigación y que ayudarán a construir el objeto de estudio. Por otro lado añadir un último elemento a la sección teórica de la tesis. Se trata del capítulo
tenemos lo que se conoce como estado de la cuestión o estado del arte, que consti­ (o a veces simplemente un apartado del capítulo teórico) dedicado al modelo de
tuye una revisión de la literatura empírica (aunque a veces también teórica) que ha análisis (O véase la sección A del apartado 3.2.2 y el apartado 4.4.2). Un aparta­
hecho aportaciones en tomo a la temática de investigación planteada. Y en tercer do con estas características se presentará, solamente, de hecho, en las investiga­
lugar tenemos lo que es propiamente la construcción del objeto de estudio, en que ciones de dinámica deductiva, y a veces en las de dinámica abductiva. En estos
se articula la aproximación conceptual al objeto (que también puede denominarse casos se designa como modelo de análisis a la conceptualización y conjunto de
marco teórico específico), su contextualización y las dimensiones empíricas que relaciones entre conceptos que, como hipótesis, se plantean en la investigación.
serán consideradas en la investigación (O véase el apartado 4.3.1). En este caso el En la sección final del capítulo o apartado dedicado al modelo de análisis suelen
Parte IV El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

presentarse, propiamente, las hipótesis de la investigación. Si la dinámica de in­ gica general del diseño, los métodos utilizados y su articulación entre ellos
vestigación es abductiva, tiene poco sentido el planteamiento de hipótesis, por lo (si se han utilizado varios); b) el campo escogido para desarrollar el trabajo
tanto, estas relaciones se establecerán más bien en forma de preguntas abiertas. De sobre el terreno; c) las unidades de información y su criterios de selección;
hecho, el modelo de análisis puede resumirse gráficamente en un mapa conceptual d) las características y número de casos (o de escenarios observados o de
(esquema) que determina el tipo de relaciones que pretenden contrastarse empíri­ documentos recogidos); y e) los procedimientos de análisis de los datos
camente. En una investigación de dinámica abductiva se presentan a menudo dos utilizados. También una descripción de todo el trabajo de campo es reco­
mapas conceptuales: el inicial como punto de partida teórico, y el final, modificado mendable: ¿cuándo se inició y finalizó?, ¿cuántas personas participaron en
de acuerdo con el análisis empírico desarrollado. En una dinámica inductiva este él?, ¿cómo se contactó o se tuvo acceso a las unidades de información?
mapa conceptual de relaciones es más lógico que se presente al final, como resul­ 2. La justificación y lógica metodológica de las decisiones tomadas. En este
tado de la investigación, y no al principio. caso deben vincularse las decisiones tomadas al tipo de perspectiva teórica
En los informes de extensión más limitada, como un artículo, un trabajo final adoptada, a la pregunta de investigación realizada, al tipo de objeto estu­
de grado o también en los informes de carácter profesional, no siempre se incluirá diado y a los objetivos finales de la investigación (o a las características del
un apartado dedicado al modelo de análisis, independientemente de la dinámica encargo recibido). También deberían mencionarse todos aquellos elementos
seguida. En estos casos las hipótesis o preguntas de investigación suelen situarse pragmáticos que han influido en las decisiones tomadas, como por ejemplo,
en el apartado introductorio del informe, generalmente después de presentar los los recursos y tiempo disponible o las dificultades de acceso a ciertos co­
conceptos clave de la investigación. lectivos. Las consideraciones éticas pueden haber influido en el diseño y el
desarrollo de la investigación, por lo cual también hay que hacer explícita
esta influencia.
C) El diseño y el planteamiento metodológico 3. Las limitaciones y posibles sesgos del diseño metodológico, de los métodos
utilizados y del trabajo de campo. Esta información no solo permite com­
En este apartado se describe y justifica el diseño metodológico adoptado en la pletar el juicio sobre la calidad de la investigación y de los resultados halla­
investigación, entendiendo por ello no solamente la concepción metodológica del dos, también pondera la aplicabilidad de ciertos hallazgos y la comparación
conjunto sino también cada una de las decisiones metodológicas adoptadas en la con la investigación empírica ya publicada. Por otra parte, la reflexión en
investigación (O véase el apartado 4.4). En un informe extenso de investigación, tomo a las limitaciones de la investigación realizada es siempre una fuente
como una tesis o una memoria de máster, suele dedicarse un capítulo entero a reco­ de nuevas ideas o de nuevos métodos y diseños que permitan evitar los pro­
ger toda esta información. Tradicionalmente, en muchos artículos publicados en blemas detectados. Por supuesto, también pueden destacarse las fortalezas
revistas científicas del ámbito de las ciencias sociales este apartado estaba ausente, metodológicas de la investigación, aunque solo sea para evitar la sensación
situándose los contenidos correspondientes, a veces y de forma resumida, en la de autoflagelación metodológica.
introducción. Sin embargo, es cada vez más frecuente la recomendación de dedicar
un apartado explícito a las cuestiones metodológicas. De hecho, si se desea que la Ante este conjunto extenso de informaciones que deberían aparecer en el capí­
audiencia a la que se dirige el informe sea capaz de juzgar la calidad de la inves­ tulo metodológico de un informe de investigación, Silverman (2013: 355-356) ad­
tigación, este tipo de información es indispensable. Una vez más, la influencia de vierte contra el riesgo de resultar aburrido y demasiado obtuso en el lenguaje. Este
los principios considerados adecuados para evaluar la calidad de la investigación autor apuesta por apartados metodológicos consistentes en una “descripción na­
es innegable: en aquellos casos en que se rechacen los criterios de carácter meto­ tural” de las decisiones tomadas y del trabajo de campo realizado. Esta redacción
dológico en favor de otros criterios, el capítulo o apartado metodológico puede puede sustentarse en las notas tomadas en un diario de campo de la investigación o
considerarse poco relevante o incluso prescindible. en una narración de carácter retrospectivo. En cualquiera de los casos el género del
En los casos en que este apartado se incluya en el informe de investigación, informe estaría cerca del relato confesional, mencionado con anterioridad (O véa­
deberían aparecer tres tipos de información: se el apartado 12.3.1). De todos modos, conviene tener en cuenta que este relato no
evitará por sí solo la complejidad o el posible aburrimiento de la persona lectora,
1. Las decisiones tomadas respecto al diseño metodológico y al desarrollo de puesto que en realidad se trata más de una cuestión de estilo en la redacción que de
la investigación. Ello implica ofrecer información en relación con: a) la ló- contenido o formato utilizado.
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

D) El análisis y sus resultados señalado, así que no hay que descartarlo totalmente si se ha seguido esta lógica
de investigación. En segundo lugar, pueden presentarse siguiendo lo que denomi­
En este apartado se muestra el tratamiento de los datos que se ha realizado, así na “relato analítico”, en que datos y conceptos teóricos se articulan para ofrecer
como la interpretación de los resultados. Aunque en ciertas investigaciones cuan­ una explicación o descripción del fenómeno estudiado. Este tipo de presentación
titativas se hace una distinción entre los resultados y su interpretación o discusión, sería la habitual cuando se ha seguido una dinámica abductiva en la investigación.
en la investigación cualitativa esta distinción tiene poco sentido. De hecho, durante Finalmente, Silverman menciona las presentaciones al estilo “relato de misterio”,
el tratamiento de los datos ya se les está dando una interpretación, por lo tanto en que primero se ofrecen los datos para ir desvelando poco a poco la explicación
hablar de “los resultados del análisis” en una investigación cualitativa es lo mismo o interpretación que la persona investigadora ha asignado a la información pre­
que decir “los resultados de la interpretación”. Ello no significa que nos embarque­ sentada. Por supuesto, estos estilos de presentación de la información se vinculan
mos ahora en desarrollar las conexiones con la literatura consultada o el conoci­ también a la dinámica de investigación desarrollada (O véase el apartado 2.1) y a
miento teórico establecido, pero lo más probable es que implícita o explícitamente, la postura en relación con los criterios de calidad de la investigación (O véase el
durante el análisis, estas conexiones ya se hayan realizado. El único caso en que apartado 12.2).
estas conexiones probablemente no se hayan tratado será cuando desarrollemos Otras formas de presentación son viables. Por ejemplo, Masón (2002:174-175)
una investigación inductiva de inspiración glaseriana (O véase el apartado 2.3.2), destaca la presentación articulada en tomo al desarrollo de un acontecimiento, la
en que solamente al final del proceso investigador se confrontan los hallazgos con articulada en tomo a los diferentes componentes de un fenómeno, la orientada a
el conocimiento teórico existente. la comparación de diferentes fenómenos y la destinada a explicar una relación
Un elemento crucial en este apartado es el modo en que se presentarán los causal o los posibles desarrollos futuros de un fenómeno.
datos y su análisis. Para empezar, se trata de no abrumar a la persona lectora Antes de terminar, ofrecemos dos recomendaciones adicionales. En primer lu­
con informaciones que difícilmente podrá interpretar. Por lo tanto, una primera gar, es importante destacar, siguiendo a Morse y Richards (2002: 188-190), que
recomendación es situar en los anexos todos aquellos datos y resultados de ex­ siempre es preferible dedicar el espacio disponible en el apartado de resultados
plotación que puedan cargan sin necesidad el desarrollo de los argumentos que a ofrecer información contextual, y no a la presentación de citas literales. Como
se desean transmitir. Ya se ha señalado con anterioridad nuestra posición a favor se ha comentado, si se consideran importantes, estas citas se pueden situar en los
de la postura analítica en la presentación de las evidencias: es preferible demos­ anexos; en cambio, la información relativa a los escenarios y entornos que rodean
trar que se ha hecho un tratamiento sistemático y reflexivo de los datos, que no a las personas informantes o las actividades observadas resulta imprescindible para
ofrecer simplemente extractos de estos datos intercalados con su interpretación comprender el valor y carácter de las interpretaciones realizadas. Por otro lado,
(postura ilustrativa), o incluso los datos completos sin ningún tipo de interpreta­ debe tenerse en mente que en una investigación cualitativa tiene muy poco sentido
ción (postura restitutiva). Por otro lado, con el desarrollo de programas de análisis utilizar argumentos cuantitativos, del tipo “el cincuenta por ciento de las personas
que permiten trabajar directamente sobre registros de carácter audiovisual, sin entrevistadas afirman..o “en el veinte por ciento de las empresas en que se ha
necesidad de transcribir -y de esta manera ahorrando un considerable tiempo en realizado la observación sucede...”. White et al, (2014: 377-38) y Masón (2002:
el tratamiento de los datos-, los usos ilustrativos y restitutivos están condenados 197-198) ofrecen muy buenas alternativas a este tipo de argumentos, sin traicio­
a la desaparición, a no ser que en los informes de investigación se incluyan regis­ nar la lógica cualitativa. Así, por ejemplo, funciona bien dejar constancia de la
tros o enlaces de audio o de vídeo en substitución de las citas textuales literales. unanimidad, o no, de un discurso o comportamiento concreto en un determinado
Se podría argumentar que una alternativa sería hacer la transcripción solo de los perfil estudiado, o destacar que las relaciones causales identificadas en la investi­
fragmentos que desean publicarse, aunque en este caso se produciría la paradoja gación aparecen siempre que se den una serie de características específicas en las
de presentar en el informe un material menos rico informativamente que el que ha unidades (y a continuación expresar, con datos cuantitativos, la distribución de
sido utilizado para realizar el análisis. esas características en la población global). Por supuesto, en una investigación
En relación con esta presentación de los datos, Silverman (2013: 364-366) cualitativa es factible ofrecer información numérica, pero siempre que sean el
plantea tres posibilidades diferentes. En primer lugar, pueden presentarse las hi­ resultado de la aplicación de métodos cuantitativos de obtención de datos. Una
pótesis y tras cada una de ellas las evidencias que la confirman o la refutan. El investigación cualitativa, casi por definición, trabaja con muestras pequeñas,
autor no recomienda este tipo de presentación, que denomina “relato de hipóte­ que nunca permiten obtener una representatividad estadística. Incluso cuando
sis” (hypothesis story), puesto que tiene un carácter deductivo que, en su opinión, se realiza un elevado número de entrevistas o grupos dediscusión, o cuando los
encaja poco con la investigación cualitativa ¡pero que puede darse!, como hemos escenarios observados han sido muchos (¿50? ¿100?), las cifras siguen siendo
Parte IV. El análisis de los datos y la presentación de los resultados La presentación de los resultados y la redacción del informe final

insuficientes como para sacar conclusiones respecto a una determinada distribu­ La clave de un buen capítulo de conclusiones es siempre hacer honor a los
ción porcentual de afirmaciones o acontecimientos. objetivos planteados en la investigación. En un estudio académico los objetivos se
orientarán, presumiblemente, a la generación de conocimiento teórico, por lo tanto,
ante esta tesitura no debemos referimos a los casos concretos que hemos analizado,
Para recordar a no ser que se trate de una investigación biográfica en que se haya trabajado con
un solo caso o se hayan comparado unos pocos casos (e interesantes en sí mismos).
La aplicación del enfoque cualitativo en una investigación social im­ Tampoco conviene limitarse a describir los hallazgos de la investigación, puesto
plica la no pertinencia de los criterios y métodos de carácter estadístico. que estos ya deberían haberse ofrecido en el capítulo de resultados. Como se ha in­
Sin embargo, a veces parecería que dichos criterios hayan sido asumi­ dicado, en el capítulo de conclusiones los hallazgos deben ponerse en relación con
dos por una parte de las personas que practican la investigación social la literatura revisada; por lo tanto, en cierto modo, se produce un retomo al marco
cualitativa. Tal como destaca Beaud (1996: 233), en ocasiones “los in­ teórico, o incluso pueden hacerse referencias a fuentes no revisadas con anteriori­
vestigadores se sienten obligados a multiplicar el número de entrevistas, dad, en la medida en que nos encontremos con fenómenos no previstos inicialmen-
como si fuese necesario, también en este dominio, obtener una buena te. Lo esencial es siempre redactar “teorizando” con los datos (Silverman, 2013:
cifra”. La secuela de este trabajo con un elevado número de unidades de 377). Esta recomendación es aún más clara cuando se ha seguido una orientación
información suele ser un tratamiento parcialmente estadístico que tiene inductiva o abductiva, en que el análisis está orientado a la generación de teoría
muy poco sentido. En estos casos parece querer compensarse la ausen­ o, como mínimo, a su reelaboración. En una investigación académica también es
cia de un método explícito de análisis cualitativo con una “acumulación habitual identificar nuevas direcciones o desarrollos para la investigación futura
de evidencias” que en la práctica únicamente oculta un tratamiento su­ y expresar nuevas concepciones, orientaciones o problemáticas descubiertas que
perficial de la información. pueden llegar a ser fuente y objeto de nuevas investigaciones. Asimismo, aunque
no siempre es este uno de los objetivos de la investigación, se destacan los aspectos
aplicados de los hallazgos.
En cambio, en un encargo de carácter profesional, los objetivos no están vincu­
E) Las conclusiones lados a la generación de conocimiento teórico, sino posiblemente a la resolución
de un problema específico, lo cual hay que poner por escrito es el diagnóstico
El capítulo de conclusiones de un informe de investigación es a menudo el lu­ al que se ha llegado y las recomendaciones de actuación, si procede. En estos
gar donde los investigadores e investigadoras noveles se sienten más perdidos. Si casos unas reflexiones de carácter excesivamente teórico no ayudan; sin embar­
todo se ha dicho ya en el capítulo de resultados, ¿qué más puede añadirse?, ¿deben go, las referencias a los resultados obtenidos en otras investigaciones o informes
repetirse simplemente los mismos hallazgos pero de forma resumida? ya publicados sí serán pertinentes. Wolcott (2009: 116-119) ha destacado que en
A nivel genérico, y desde un punto de vista ideal, un capítulo de conclusiones ocasiones resulta complicado ofrecer recomendaciones precisas de actuación: no
y uno de resultados tienen que contener informaciones muy diferentes, aunque la siempre se ha dispuesto de toda la información relevante, o las evidencias pueden
base de las afirmaciones sea la misma (los datos y su análisis). En las conclusio­ apuntar en direcciones contradictorias. Estas circunstancias suelen darse cuando
nes, lo redactado debe ser sintético y preciso, y el contenido necesita orientarse a las recomendaciones de intervención se ofrecen en el marco de una investigación
la evaluación de la investigación realizada y de sus aportaciones. Esta evaluación cuyo objetivo principal no se orientaba a la intervención o la evaluación (O véase
debe referirse tanto a los aspectos teóricos como a los metodológicos. Y las aporta­ la sección A del apartado 4.1.2), sino que se encuadran en una investigación de
ciones, siempre ser puestas en relación con la literatura existente. Sin estas referen­ carácter descriptivo o explicativo.
cias al conocimiento teórico existente, resulta difícil demostrar si se han realizado Un último apunte respecto a los trabajos de mayor extensión, como tesis doc­
aportaciones novedosas y originales o simplemente se han confirmado aspectos torales o memorias de máster: después de cientos de páginas en que la teoría revi­
ya conocidos de la realidad social. Incluso en este último caso, las referencias a sada y los datos analizados eran los protagonistas, el capítulo de conclusiones es
la literatura deben realizarse: ¿se ha llegado exactamente a los mismos resultados también el espacio destinado a ir más allá de lo que los datos han mostrado. No se
que investigaciones anteriores?, ¿no es posible aportar siquiera matices al conoci­ trata, como denuncia Wolcott (2009: 113), de ofrecer un “gran final” o de introdu­
miento existente? cir elementos que se escapan de lo tratado en el informe para dar un giro teatral e

*
inesperado. Pero siempre que se haga con cautela y de forma razonada, el espacio
de las conclusiones puede ser el lugar para ejercer el “pensamiento lateral” (Sil-
verman, 2013: 379), es decir, para conectar nuestros hallazgos con conocimientos
o realidades más allá de los puramente disciplinares. Ello permite saltarse algu­
nos de los corsés impuestos por la lógica académica, lo cual siempre produce una Bibliografía
cierta satisfacción intelectual.

Con el propósito de poner en práctica principios ecológicos, económicos y prácti­


cos, el listado actualizado de las fuentes bibliográficas empleadas por el autor en
este libro se encuentra disponible en la página web de la editorial www.sintesis.
com. Las personas interesadas se lo pueden descargar y utilizar como más les con­
venga: conservar, imprimir, utilizar en sus trabajos, etc.
Se ofrece a continuación una bibliografía escogida y recomendada para cada
una de las cuatro partes principales del libro.

Parte I. £1 marco metodológico de la investigación cualitativa

Cicourel, Aaron (2011/1964): Método y medida en sociología. Madrid: CIS. Capítulos 1


y2.
Creswell, J. W. (2013): Qualitative inquiry and research design. Choosing amongfive ap-
proaches. Thousand Oaks, California: Sage. Capítulos 2 y 3. 3.a edición.
Gerring, John (2007): Case study research: Principies and practices. Cambridge, R.U.:
Cambridge University Press. Capítulos 1,2 y 3.
Glaser, Bamey G.; Strauss, Anselm L. (1967): The discovery of grounded theory. Strate-
gies for qualitative research. Nueva York: Aldine.
Reichertz, Jo (2014): “Induction, deduction, abduction”. En Uwe Flick (ed.): The Sage
handbook of qualitative data analysis.Lwíáxes: Sage, pp. 123-134.
Yin, Robert K. (2014): Case study research. Design and methods. Thousand Oaks, Cali­
fornia: Sage. 5.a edición.

Parte II. El diseño de la investigación cualitativa

Alvira, Francisco; Serrano, Araceli (2015): “Diseños y estrategias de investigación so­


cial”. En Manuel García Ferrando, Francisco Alvira, Luis E. Alonso y Modesto Es­
cobar (comps.): El análisis de la realidad social. Métodos y técnicas de investigación.
Madrid: Alianza Editorial, pp. 76-109. 4.a edición.

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