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TWC - U.t.5.
TWC - U.t.5.
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1. LA IMAGEN TOMOGRÁFICA:
La imagen tomográfica tiene su origen en la teoría de Radon, que postuló que era posible
reconstruir de forma matemática la estructura interna de un objeto a partir de diferentes
proyecciones del mismo. La aparición de la informática permitió, utilizando esta teoría, el
desarrollo de la TC y con ella la obtención de imágenes tomográficas en 2D y 3D.
Aunque la forma de captar los rayos X atenuados es similar a la radiología digital directa
( mediante detectores de radiación, que captan los rayos X y los transforman a los pocos
segundos en una imagen), la manera de generar la imagen y el resultado obtenido es totalmente
diferente en la TC.
Mientras que con la radiología los rayos X atenuados exponen una película o detectores en
forma rectangular, apareciendo en la imagen en la misma posición con que llegaron ( igual que
sucede en una fotografía).
En el caso de la imagen tomográfica, un haz de rayos X muy colimado obtiene diferentes
proyecciones del mismo objeto, es decir, muchas radiografías colimadas de un objeto, cada una
de ellas desde un ángulo diferente. Sin embargo, estas radiografías no se muestran tal cual se
han obtenido, sino que siguen un proceso de reconstrucción matemático que genera una imagen
de un corte axial de ese objeto.
La imagen obtenida, al igual que en una radiografía convencional, es una imagen en 2D, pero
en este caso, como el haz está muy colimado no existe superposición de estructuras.
En la TC, una vez realizados todos los cortes axiales de una estructura anatómica ( es decir, el
barrido de dicha estructura), existe suficiente información para que el ordenador reconstruya
imágenes en otras proyecciones como la sagital, coronal y oblicua, ademas de en 3D y otros
formatos.
1º.- Barrido o escaneado del paciente. Durante este, el tubo y los detectores giran a su alrededor
y
se obtiene un gran número de proyecciones radiográficas. En cada proyección los
detectores
registran un espectro de atenuación de los rayos X diferente, obteniendo al final una gran
cantidad de datos analógicos ( señales eléctricas) denominados datos crudos o “ raw data”.
3º.- Una vez construida la imagen axial, es posible manipulaciones de la misma para con ello
obtener planos diferentes, así como reconstrucciones tridimensionales que potencien las
imágenes de determinadas estructuras anatómicas.
Para ello es necesario el uso de algoritmos y filtros matemáticos especiales que analizan los
espectros de atenuación de las diferentes proyecciones:
1º.- Por un lado, en función de como se atenúan los rayos X se otorga un índice de atenuación a
cada punto de esa proyección ( es un índice numérico al que corresponderá una tonalidad
de gris).
2º.- Por otro lado, se calcula la posición de cada punto dentro de una matriz que, una vez
completada, corresponderá al corte del paciente.
Se puede seleccionar el tipo de filtro en función del tipo de tejido que se vaya a estudiar:
- Cuando se requiere una resolución espacial marcada ( por ejemplo, para el estudio del
tejido óseo) se aplicará un filtro para tejido oseo o filtro duro, apareciendo los bordes más
marcados, pero con mayor ruido en la imagen.
- Cuando se requiere una mejor resolución de contraste ( por ejemplo, para el estudio del
abdomen), se aplicará un filtro de tejidos blandos o filtro blando, pero en este caso la
resolución espacial será menor.
➢ Actualmente, gracias al avance de la computación, se están estudiando nuevos métodos de
construcción de la imagen, por ejemplo, combinando la retroproyección filtrada con el método
interactivo, o más comúnmente utilizando avanzados métodos iterativos, que consiguen una
imagen con menos ruido y permiten reducir la dosis de radiación que recibe el paciente.
Comparación de dos métodos de construcción de la imagen en TC.
Este volumen de tejido esta representando por el vóxel, con unas medidas determinadas
por el tamaño del píxel y una profundidad que dependerá del grosor de corte elegido.
Cuando se construye una imagen tomográfica se selecciona un área de estudio o campo de
visión ( FOV o field of view), que será la que aparecerá en la pantalla del monitor.
– Si el FOV es grande pero la matriz pequeña, el tamaño del píxel se verá mayor
( perdiendo resolución la imagen).
– Si el FOV es pequeño y la matriz muy grande, el píxel se verá pequeño y la resolución
de la imagen será mucho mayor.
– Si usamos el mismo FOV para una matriz pequeña y otra grande, el resultado es una
mejor resolución de la imagen con mayor tamaño de matriz.
Todos los algoritmos de construcción de imagen tomográfica deben asignar un valor al espectro
de atenuación de los rayos X que llegan a cada uno de los detectores.
Cada detector recoger la suma de la atenuación de todos los tejidos atravesados por los rayos
X,, siendo convertidos por el DAS en una señal eléctrica que corresponde a toda la columna de
tejido estudiada.
Después de analizar los datos obtenidos en el DAS, se otorga un valor numérico a cada píxel
que dependerá del coeficiente de atenuación que han sufrido los rayos X en su vóxel (u ).
Para conseguir una escala de grises universal que garantice que los resultados obtenidos son
fiables y reproductibles, se determinó el principio de Hounsfield, que relaciona el coeficiente el
coeficiente de atenuación del tejido problema (al que hay que atribuirle un tono de gris) con el
coeficiente de atenuación de un tejido patrón conocido, en este caso el agua.
En la escala de Hounsfield, se atribuye al agua el número TC cero ( o UH), valor que sirve
como referencia para calcular el resto de coeficientes y tono de gris.
Si tenemos en cuenta que en la escala de Hounsfield actual hay 4.096 valores, esto implica que
existen otras tantas tonalidades de gris. Sin embargo, el ojo humano solo distingue entre 20 y 65
tonos de grises, por lo que, si se representaran todos los grises de la escala, no seríamos capaces
de discriminar el color de unidades muy próximas ( por ejemplo, los órganos blandos), ya que
solo podríamos distinguir tejidos con una diferencia de más de 100 UH.
Una de las ventajas de la TC es que permite seleccionar la parte de la escala de Hounsfield que
interesa estudiar, distribuyendo los tonos de grises en ese rango elegido. Así, aparece el concepto
de ventana, que corresponde a la cantidad de unidades UH comprendidas entre un mínimo y un
máximo, que son seleccionadas por el observador.
El rango de densidades de la ventana está determinado por la amplitud de ventana (WW), donde
se marca un valor mínimo y un valor máximo de UH, siendo el valor central el conocido como
nivel de ventana ( WL). Si no seleccionamos ninguna amplitud de ventana, el equipo trabajaría
con una amplitud de ventana de 4.096 UH, mostrándose en el monitor toda la gama de grises, lo
cual requiere un monitor de radiología.
Podemos modificar la amplitud de ventana (WW), desplazándola y ajustando el nivel de ventana
a los valores aproximados de la densidad de los tejidos que vamos a estudiar.
TC craneal: Ventana de cerebro con WW 87 y WL 47
Con el WL bajo, se potencia la visualización de tejidos menos radiodensos ( partes blandas), apareciendo
más blancas las estructuras densas ( hueso).
Cada tipo de tejido tiene unos valores óptimos de ventana que se seleccionan de la siguiente
manera:
– Primero se ajusta el nivel de ventana (WL), que corresponde al valor UH del tejido que se
desee destacar.
– Después se ajusta la amplitud de ventana (WW) teniendo en cuenta la diversidad de tejidos
de la región a explorar y la presencia o no de tejido oseo, ya que en este caso el WW no
puede ser pequeño debido a que el rango de UH del hueso es amplio.
La MPR se calcula con una matriz donde los vóxeles tienen todos los lados iguales (vóxeles
isotrópicos), ya que de lo contrario aparecería un artefacto en escalón debido a la anisotropía.
Para evitar esto se debe seleccionar un grosor de corte menor.
Un método de este tipo de reconstrucción es la MPR curvada que, a partir de cualquier plano de
corte de un volumen anatómico, permite trazar una linea y mostrar en otra proyección la
imagen aplanada correspondiente al desplegado de dicha linea en el interior del volumen de
tejido.
Es algo parecido a lo que se hace en la ortopantomografía, en la que se muestra en una imagen
la estructura curvilínea del maxilar.
Este tipo de MPR se suele usar en trayectos tubulares, como la aorta o el uréter.
Corresponde al TID realizar el trazado de la linea sobre la estructura anatómica a mostrar en la
MPR curvada. Por ello es crucial el conocimiento de la anatomía del paciente.
En la reconstrucción de máxima intensidad (MIP) son los vòxels más brillantes ( los que
atenúan más los rayos X) los que se muestran en la imagen, realzando aquellas estructuras de
alta densidad.
3.3.- RECONSTRUCCIÓN DE MÍNIMA INTENSIDAD:
Reconstrucción MinIP .
3.4.- RECONSTRUCCIÓN DE SUPERFICIE SOMBREADA:
Con esta técnica se muestra la superficie de los órganos con UH superiores al umbral,
apareciendo como si se iluminar con una luz, lo que genera el efecto de sombreado.
Es una técnica muy útil para visualizar hueso o superficies vasculares muy contrastadas
(con número TC alto), pero no es práctica para tejidos blandos,ya que es difícil fijar el umbral
en un órgano parenquimatoso concreto, mostrándose la imagen con muchos artefactos. Como
solo muestra la superficie del órgano, solo utiliza el 10% de los datos, por lo que se puede
perder mucha información.
El ángulo desde el que se visualiza la imagen, así como la hipotética fuente de luz ( a partir de
la cual el ordenador calcula el sombreado), son cruciales para obtener reconstrucciones óptimas.
Su principal utilidad es la planificación de cirugías y en traumatología.
Reconstrucción de superficie sombreada.
Se trata de una técnica de reconstrucción 3D más avanzada que las anteriores, ya que utiliza
todo el volumen de datos, contribuyendo todos los vóxeles a la formación de la imagen.
Permite seleccionar varios tejidos, dándole a cada uno ( o a cada rango de números TC) un
color diferente, mostrando simultáneamente la superficie iluminada de estos.
En general, este tipo de reconstrucción se realiza en varias fases:
1º.- Una vez adquiridos los datos, se deben visualizar las imágenes en 2D, es decir, los
diferentes cortes axiales o MPR.
2º.- Después, se debe seleccionar qué estructuras se quieren mostrar, utilizando
herramientas de edición, clasificando lo tejidos a estudiar en función de su número TC.
Para ello se pueden utilizar tablas de opacidad y mapas de color ( que asignan un color
determinado en función del número TC). Esto permite visualizar selectivamente los
diferentes tejidos con diferente opacidad y color.
Además, con este tipo de técnica es posible utilizar filtros adicionales que permiten destacar
unos tejidos y suprimir otros.
La reconstrucción volumétrica avanza continuamente gracias al desarrollo de nuevos algoritmos
para visualizar mejor y de diferente forma la anatomía interna.
Un ejemplo es la endoscopia virtual, que permite visualizar el interior de una víscera hueca
como si hiciéramos un videoendoscopio, siendo de uso frecuente para observar el intestino, las
vías aéreas o los vasos sanguíneos.
Reconstrucción volumétrica
Normalmente, tras realizar las adquisiciones y la reconstrucción de las imágenes, el TID las
transfiere al PACS y desde allí a la estación de trabajo del radiólogo, el cual realiza la lectura,
seleccionando las imágenes que estime convenientes y modificando aquellos parámetros que
garanticen un correcto diagnóstico, para a continuación emitir el informe radiológico.