Reyes Magos
Reyes Magos
Reyes Magos
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Información personal
Información profesional
Información religiosa
Índice
1Mención en la Biblia
o 1.1Otras interpretaciones
2Historia y leyenda
3Los nombres y número de los Reyes Magos
4Festividad
o 4.1Costumbres relacionadas con los Reyes Magos
o 4.2Otras costumbres del día 6 de enero
5Arte
o 5.1Monumentos dedicados a los Reyes Magos
6Nombres de personas relacionados con los Reyes Magos
7Véase también
8Notas
9Bibliografía adicional
10Enlaces externos
Mención en la Biblia
Las referencias de este artículo no tienen un formato correcto. Puedes colaborar
editándolas como se indica en esta página.
También puedes avisar en su página de discusión a quien las añadió pegando lo
siguiente: {{subst:Aviso formato de referencias|Reyes Magos}}
~~~~ Este aviso fue puesto el 11 de diciembre de 2019.
La adoración de los magos. vitral o vidriera policromada, Alemania, hacia 1400. Actualmente en el Museo del
Louvre.
Escudo de armas otorgado por el rey Carlos I de España en 1537 a la ciudad de Lima, fundada como Ciudad
de los Reyes el 18 de enero de 1535, doce días después de la fiesta de la Epifanía. El blasón lleva tres
coronas bajo la estrella de Belén y en la orla la frase en latín Hoc signum vere regum est, (Traducido al
español, "Este es el verdadero signo de los Reyes")
Otras interpretaciones
Según la interpretación de José Luis Sicre,[cita requerida] en el tiempo en que fue escrito
el Evangelio de Mateo se estaba produciendo un incremento de conversiones paganas
al cristianismo frente a las de los propios judíos. La incursión de estos fragmentos
sobre los magos de Oriente en el Evangelio de Mateo subraya este hecho y lo utiliza
como argumento de conversión: si los de fuera vienen y lo adoran (se convierten)
¿cómo no os dais cuenta los que lo tenéis entre vosotros?.
También existen otras[cita requerida] interpretaciones astrológicas y cabalísticas sobre la
figura de los Reyes Magos.
Según la interpretación ofrecida por Eric Rodríguez, 11 se tiene lo siguiente:
Ya el término griego μάγος (literalmente “magos”) había caído en un uso peyorativo o
deteriorado desde al menos el siglo III a. C. (cf. versión Septuaginta) por la extracción
de su origen y contexto cultural, y que es como se usa aún en la época del Nuevo
Testamento (cf. Hechos de los apóstoles, 8:9, 13:6, 19:13). No obstante, en el texto
original koiné (griego bíblico) de Mateo 2:1 dice:
“… ἰδοὺ μάγοι ἀπὸ ἀνατολῶν παρεγένοντο εἰς Ἱεροσόλυμα”. “… y he aquí (unos) magos desde Oriente se
encontraban por Jerusalén”.
Mateo (2:1)
Año 1962. Las tradiciones se comercializan y los Magos de oriente descienden de su avión en el aeropuerto
de Barajas (Madrid, España).
Historia y leyenda
La historia narrada en el Evangelio de Mateo, cuenta que los magos vinieron de Oriente
guiándose por una estrella, la cual los condujo hasta Belén (de ahí el nombre
de estrella de Belén).
Antes de llegar, visitaron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, a quien
interrogaron por el nacimiento del «Rey de los judíos». El monarca, después de
consultar a los escribas versados en la Biblia, les aseguró que el niño debía nacer en la
pequeña ciudad de Belén, como establecía la profecìa de Miqueas. Agregó,
astutamente que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde
se encontraba dicho niño y, así, poder ir él también a adorarle. En realidad, según el
relato bíblico, su intención era darle muerte.
En Belén, los magos volvieron a ver la estrella, hallaron a Jesús recién nacido y lo
adoraron; ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido
a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto ) y
mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y
muerte futura de Jesús). Parece ser que por el hecho de traer tres dones, se dio por
sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún
momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce
magos. Como antecedente, Seleuco I Nicátor ofrendó oro, incienso y mirra a Apolo en
su santuario de Dídima, en el 288 a. C.15
Al regreso, advertidos los magos por un sueño de las intenciones del rey, no volvieron
a Jerusalén. Herodes, entonces, ordenó dar muerte a todos los niños menores de dos
años residentes en Belén, episodio conocido como la matanza de los inocentes. Un
nuevo mensaje celestial, advirtió a José de la amenaza y este, llevando a María y a
Jesús, huyó a Egipto.
La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en
la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está
decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las
Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa,
tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a
la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en la rodilla izquierda. Encima de
sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior,
Balthassar...
Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les
ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes
de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y
Europa).
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los evangelios
apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes
procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.
Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los
halló en el reino de Saba, donde fueron por él bautizados y consagrados obispos.
Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Allá
fue Santa Elena a buscarlos, y halló tres cuerpos coronados, dando por sentado que se
trataría de los Reyes Magos, por lo que los trasladó a Constantinopla.
Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, Alemania,
donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia
(según la tradición, los relicarios con sus presentes se hallan en el monasterio de San
Pablo del Monte Athos). Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que
propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría
más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más
impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y