Economies">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Ensayo Del El Manifiesto Comunista

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

2020

Manifiesto comunista
KARL MARX Y FREDRICH ENGELS
ELIANA KETCHUM GONZALEZ

Enrique Antonio Mejía


Ensayo del El Manifiesto Comunista

En este ensayo hablaremos sobre el "Manifiesto Comunista" de Karl Marx y Friedrich


Engels, el cual sabemos tenía como principal objetivo concienciar a la clase trabajadora de
sus condiciones de opresión e introducirla en el Partido Comunista. De igual forma estaremos
analizando la situación derivada de la revolución industrial, provocada por la acumulación y
posesión de mercancías en los seres humanos por parte de las personas. Al igual que
analizaremos sobre, el proletariado, los explotadores y explotados, los opresores y los
oprimidos, los empresarios y los trabajadores.

En el transcurso de la lectura podremos comparar los paralelismos, entre la realidad cotidiana


del s. XIX, tal y como las describían entonces mencionados autores, y la actualidad, pues tres
siglos después parecen continuar vigente este modelo de sociedad (la división de clases
basada en la explotación del otro, el capitalismo, la cultura del exceso. Así, desde una
perspectiva de lo social, y desde el punto de vista personal podremos descifrar lo que este
libro quiere mostrarnos.

Este ensayo lo dividimos en los cuatros subtemas que se exponen en el manifiesto comunista,
abarcando todo aquello que defiende, por qué lo ampara, su procedencia histórica y su
respectiva argumentación a ser aplicado como forma de organización ideológica y política.
La obra comienza contextualizando y situando a nosotros como lectores en la situación en la
que se hallan: la Europa del siglo XIX donde el comunismo es entendido como fenómeno
contra el que se ha de luchar, pues es considerado enemigo común por las fuerzas de los
principales gobiernos europeos. Ello es reacción de ser considerado una potencia, lo que
queda comprobado con su exitosa difusión a través de este panfleto, fruto de la unión de las
más diversas nacionalidades

El manifiesto comunista.
El fantasma del comunismo, como lo llamaban en la vieja Europa. El poder de la antigua
Europa Se ha unido a la Santa Alianza para terminar con el fantasma del comunismo, el Papa
y el Zar, Metternich y Guizot, Radicales franceses y policía francesa Alemania. Sin acusación
de oposición alguna.

Hay que analizar dos enseñanzas.


l ° El comunismo se considera el poder de todas las potencias europeas,

2. Ha llegado el momento de que los comunistas muestren su camino al mundo, su propósito


y tendencia; contra el legendario manifiesto del espectro del comunismo. Por esta razón,
varios comunistas se unen en Londres y surge el manifiesto.

I. Burgueses y Proletarios

Comenzando con la historia del comunismo, la cual empieza como reacción a la vigente
lucha de clases producida con el inicio de la Revolución Industrial y lo que ello implica
(nuevos mercados, manufactura, clase media industrial y división del trabajo de cada taller),
donde la burguesía se corresponde con la clase opresora, y el proletariado con la oprimida.
De esta forma, la colonización americana, así como el comercio, navegación, industria, etc.
dan lugar al ascenso revolucionario de la burguesía como clase dominante y elemento
supletorio a la sociedad feudal, pues cada nueva etapa de la burguesía significa una nueva
etapa de progreso político, cuya única libertad es la ilimitada de comerciar. Esto último
propicia la importación y la exportación, así como el satisfacer necesidades nacionales e
internacionales creando una red de comercio internacional y relaciones de interdependencia
a través del imperialismo, obligando a instaurar la civilización, a hacer el mundo a su imagen
y semejanza. Asimismo, crea grandes ciudades: aglomera población, centraliza los medios
de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad; lo que implica
centralización política, pues los territorios se asocian y refunden en una nación única, bajo
un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera. Ello, acarrea
crisis comerciales en las que se destruyen productos y fuerzas productivas consecuencia de
la epidemia social de la superproducción y del exceso de la sociedad en cuanto a civilización,
recursos, industria y comercio. Para ello, previamente la burguesía le dio fin al feudalismo,
aunque lucha incesantemente contra: la aristocracia, sectores de la burguesía con intereses
que chocan con los progresos de la industria y la burguesía de los demás países. Sin embargo,
algunos burgueses y los intelectuales abrazan la causa revolucionaria. Así, para librar estos
combates le proporcionan armas al proletariado, las mismas que se acaban volviendo en su
contra, pues éste está sujeto a las fluctuaciones del mercado y es considerado un engranaje
más de la maquinaria y de la división del trabajo, reduciendo su salario a lo mínimo de lo que
necesita para vivir y perpetuar su raza, donde la única distinción entre mujeres, hombres y
niños es la salarial, siendo el lucro el único fin de este despotismo burgués.

En respuesta y en defensa de sus salarios, la clase obrera crea organizaciones permanentes,


pues algunas veces se producen revueltas y sublevaciones, con el objetivo de extender y
consolidar la unión obrera. Gracias a los medios de comunicación, las acciones locales se
convierten en movimiento nacional, en una lucha de clases, y toda lucha de clases es una
acción política, siendo cada vez más firme y fuerte, y venciendo algunas batallas como la
aprobación de la ley de la jornada.

II. Proletarios y comunistas.

Aquí nos centraremos un poco más, en las diferencias y similitudes de los comunistas y de
los proletarios. Una de sus primeras afirmaciones es la coincidencia de intereses generales
entre ambos, diferenciándose en que los comunistas destacan y reivindican siempre, en todas
las acciones nacionales proletarias, los intereses comunes y peculiares de todo el proletariado,
siendo un movimiento decidido y enfocado al conjunto. Así, los comunistas tienen el mismo
objetivo que el resto de los partidos proletarios: formar la conciencia de clase del
proletariado, derrocar al régimen burgués y llevar al proletariado a la conquista del Poder.

Por su parte, creen en la abolición de: La propiedad privada burguesa, para apropiarse de la
producción que reposa sobre el antagonismo de clases, sobre la explotación de unos y otros.
El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales, lo único que no
admite es el poder de usurpar por medio de esta apropiación el trabajo ajeno. Para ello, los
comunistas aspiran a: transformar el carácter colectivo de la propiedad y a despojarla de su
carácter de clase y destruir que el obrero viva para multiplicar el capital pues solo vive en
interés de la clase dominante.

La libertad, la personalidad y la independencia burguesa; pues está presente un fuerte


etnocentrismo burgués y la concepción de sus ideas (de libertad, cultura, derecho, etc.),
teniendo por derecho su voluntad de clase como si se tratara de ley.

La familia, ya que se funda en el capital, en el lucro privado, pues: la industria, mediante la


intromisión de la sociedad en la educación, convierte a los hijos en mercancías e instrumentos
de trabajo; la mujer es instrumento de producción; y las mujeres y los hijos de los proletarios,
así como la prostitución se hallan a disposición de la burguesía.

La patria, la nacionalidad, pues los trabajadores no tienen patria, pero sí sentimiento nacional
(buscan la conquista del poder político, la exaltación a clase nacional) y el progreso
industrialización elimina las diferencias y antagonismos nacionales. De esta forma, la acción
conjunta de los proletarios, al menos, en las naciones civilizadas, es una necesaria para su
emancipación y que desaparecer la explotación de unas naciones por otras.

De esta forma, el primer paso de la revolución obrera es la exaltación del proletariado al


Poder, es decir, la conquista de la democracia, para lo que centraliza en el Estado. En sus
comienzos solo podrá llevarse a cabo mediante la acción despótica sobre la propiedad y el
régimen burgués de producción a través de las siguientes medidas:

1. Embargo de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos.

2. Fuerte impuesto progresivo.

3. Abolición del derecho de herencia.

4. Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes.

5. Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional con capital del
Estado y régimen de monopolio.

6. Nacionalización de los transportes.

7. Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción, roturación y


mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo.

8. Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales,


principalmente en el campo.

9. Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando


gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.

10. Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las
fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la educación con la producción
material, etc.
Con todo ello, desaparecería el poder político tras la eliminación de la sociedad de clases y
la centralización estatal. En lugar de tener una sociedad burguesa, con sus enfrentamientos y
clase, nacerá una sociedad donde todo sea libre.

II. Literatura socialista y comunista.

Dentro de la literatura socialista y comunista, encontramos diferentes corrientes:

1. El socialismo reaccionario, el cual se divide en:

a) Socialismo feudal: la aristocracia francesa e inglesa escribió amenazas y profecías


catastróficas contra la sociedad burguesa cuando ya no tuvo alternativa posible para atraer al
pueblo. Sin embargo, cada vez que lograba el acercamiento de éste, el propio pueblo se
percataba de sus aún vigentes pinceladas en apoyo a los señores feudales. Lo que reprochaban
a la burguesía era engendrar proletariado revolucionario, por lo que estaban dispuestos a
luchar contra la clase obrera, pero en la práctica se resignaban. Por su parte, también confluía
con el socialismo clerical, pues el socialismo cristiano es la forma con la que el clérigo
bendice el despecho de la aristocracia

b) Socialismo pequeñoburgués: los villanos medievales y los pequeños labriegos son los
precursores de la moderna burguesía en las sociedades no del todo desarrolladas, y una nueva
clase pequeñoburguesa (entre la burguesía y el proletariado); en las sociedades más
desarrolladas. Este nace en Francia consecuencia de la frecuente defensa del proletariado
contra la burguesía, pues acaba tomando por norma los intereses de los pequeños burgueses
y los campesinos, simpatizando por la causa obrera con el ideario de la pequeña burguesía.
Así, sus aspiraciones son: en la manufactura, restaurar los gremios; y en el campo, implantar
el régimen patriarcal.

c) Socialismo alemán o El socialismo verdadero: trata de armonizar las nuevas ideas


francesas con su vieja conciencia filosófica, lo que se resolvió empalmando esta segunda con
la primera de ellas. Así, se llevaron a cabo distintas modificaciones en el original, por
ejemplo: donde se criticaba el dinero, pusieron "expropiación del ser humano”; donde se
criticaba el Estado burgués, “abolición del imperio de lo general abstracto”, etc.; de forma
que no expresaba lucha de clases (fantasía filosófica), aunque finalmente el movimiento
liberal se fue haciendo más serio con reivindicaciones socialistas, pregonando que el
movimiento burgués perdería mucho. El socialismo alemán deseaba ser el representante de
la baja burguesía, para lo que hace a la nación alemana un modelo y al súbdito alemán un
ejemplo de hombre al otorgarle a sus servilismos y vivezas un sentido socialista.

2. El socialismo burgués o conservador: formado por una parte de la burguesía


(economistas, filántropos, humanitarios, los que mejoran la situación de la clase obrera,
organizadores de actos benéficos, sociedades protectoras de animales, promotores de
campañas contra el alcoholismo, predicadores y reformadores), que desea mitigar las
injusticias sociales para perdurar. De éste han salido doctrinas, como la Filosofía de la miseria
de Proudhon. Dentro del mismo, encontramos dos modalidades:

a) Primera modalidad: considerarían ideales las condiciones de vida de la sociedad moderna


si no hubiera luchas y los peligros que éstas encierran, es decir, la burguesía sin el
proletariado.

b) Segunda modalidad: hacen ver a la clase obrera que lo que a le interesa son determinadas
mejoras en las condiciones materiales, económicas, de su vida (sin abolir el régimen burgués
de producción, que sólo puede alcanzarse por la vía revolucionaria).

3. El socialismo y el comunismo critico-utópico: considera la falta de desarrollo del mismo


proletariado y la ausencia de las condiciones materiales indispensables para su emancipación.

Los verdaderos sistemas socialistas y comunistas, como los sistemas de Saint Simon, de
Fourier, de Owen, etc., brotan de la primera fase de lucha entre el proletariado y la burguesía,
aunque estos autores no ven el proletariado como un movimiento político propio y peculiar,
sino que defienden a la clase trabajadora solo por ser la más sufrida. Se sitúan ajenos a la
lucha de clases y tratan de mejorar las condiciones de vida de todos pacíficamente y abrir
paso al nuevo evangelio social predicando con el ejemplo por medio de pequeños
experimentos (que siempre les fallan).

Aunque autores de estos sistemas socialistas fueran revolucionarios, en este momento sus
discípulos han formado sectas reaccionarias que mantienen las ideas de estos frente a los
nuevos derroteros históricos del proletariado. Son, pues, consecuentes al pugnar por debilitar
la lucha de clases y conciliar esta "utopía", para lo que han de apelar a la filantrópica
generosidad de los burgueses.}
4. Postura de los comunistas acerca de lo diversos partidos opositores.

En esta última parte, se explica que los comunistas, aunque luchando por alcanzar los
objetivos inmediatos y defender los intereses cotidianos de la clase obrera, representan a la
par, su porvenir. Ello se aprecia y ejemplifica con distintos países europeos.

"¡Proletarios de todos los Países, uníos!".

Conclusión:

Aprendimos que el comunismo como gran potencia, emplea como método la revolución
violenta, pues considera ésta la única vía de evolución hacia la justicia social. De esta forma,
se realiza un llamamiento a la unión del proletariado para reivindicar y levantarse en la
búsqueda de esta justicia. Surge así un nuevo fenómeno ideológico y político en Europa,
contra el que luchan todas las potencialidades que conforman la misma.

La lucha de clases entre opresores y oprimidos, ente burguesía y proletariado, resultado de la


anterior lucha de clases entre los señores feudales y el pueblo llano, y pretende ser un
antecesor al proletariado como clase dominante frente al poder burgués.

Existe una gran variedad de lucha en el poder producidos con el deseo de la expansión de
productos hacia la mayor acaparación posible del mercado y su extensión a través de las
fronteras por parte de la burguesía, es decir, de poder, de ansias de posesión de bienes
materiales, pues la única libertad ilimitada es la de comerciar. Esto como ya analizamos dio
lugar a una sobreproducción, la cual provoca inestabilidades y desequilibrios entre clases, y
origina el trabajo precario y los bajos sueldos. Así, el proletariado es visto como un engranaje
más de las máquinas en la división del trabajo al que se le proporciona a cambio un sueldo
mínimo para subsistir, buscando que rente su fuerza de producción en interés de la clase
dominante. El comunismo no admite el poder que posee la burguesía para usurpar el trabajo
ajeno.

Este documento tan histórico nos muestra como era la lucha de clases obrera en ese entonces,
que comparadas a la actualidad podemos decir que no existe gran diferencia ya que esta lucha
de clases sociales por el poder y la ambición han preexistido hasta la actualidad. Actualmente,
aunque ya no se usen los mismos términos tenemos, los mismos problemas, debido a que no
se a erradicado por completo el deseo del poder.

También podría gustarte