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Por Qué No Asitir A La Iglesia

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INTRODUCCIÓN: Por allá por el año 98 no entendía muchas cosas de la Palabra de Dios.

Tenía muchos
conceptos erróneos de lo que era la Iglesia, la congregación, las ofrendas, el diezmo, la mayordomía del
tiempo, del dinero, los dones, talentos, la sujeción pastoral. Tantos temas en los que realmente desconocía
lo que Dios deseaba para el bienestar de mi vida espiritual.
Una de las cosas que me costaba entender, o no que me costaba entender, me costaba obedecer, era el
hecho de congregarme. Aquí en Pregonero hay una costumbre católica que dice que hay que ir a misa, pero
no tanto.
Yo quise introducir ese tema al cristianismo. “Hay que ir a culto, pero no tanto.”
De ahí surge el título de esta enseñanza…
TEMA: ¿SE PUEDE IR AL CULTO, PERO NO TANTO? ¿Cuáles son las razones válidas para no asistir a la
iglesia? ¿Por qué la Biblia nos dice que no dejemos de congregarnos, a qué se refiere?
TEXTO: La Biblia dice, en Hebreos.10.25, dice: “…No dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.
En primer lugar, el texto dice: "No dejando de congregarnos", aquí la palabra congregación viene del griego
“edah”, que significa "asamblea de personas reunidas con algún propósito", en este caso, como culto y
devoción al Dios Santo (Salmo.22:22; Salmo.89:5).
Note, que el texto jamás dice "No dejando de ir al templo", sino que dice "no dejando de congregarnos",
esto es importante señalarlo, ya que indica que la iglesia de Dios Nuevo Testamentaria se compone de la
reunión de los santos en Cristo no importando el lugar, espacio o región, por ende, no se refiere meramente
a una estructura o edificio.
La iglesia no es un pedazo de concreto, o de madera o de metal, no; la iglesia consiste de personas en
Cristo. La palabra “congregarse” se aplica de manera amplia a cuando dos o tres personas se reúnen
invocando el nombre del Señor (Mt.18:20).
El peligro de hoy lo vemos cuando muchos le dan más importancia al templo (edificio), que, a los hermanos,
siendo éstos la verdadera iglesia del Señor. Tal actitud hipócrita el Señor la condenó duramente en los
religiosos de su época (Mateo.23:16-21).

Cuando el pueblo de Dios se reúne para confraternizar los unos con los otros, Dios envía su plena bendición;
es en la congregación donde el Espíritu Santo ministra, enseña y edifica a los creyentes; y donde los
creyentes se ministran los unos a los otros, según los dones recibidos (Hch. 2:1; 4:31; 1 Co. 12,14; 1 P. 4:11).
Cabe señalar, que los cristianos de la primera iglesia apostólica se congregaban siempre, se reunían siempre
en culto a Dios, siempre (Lc.24:53).

En segundo lugar ¿Qué conducta es la que condena el escritor de Hebreos al declarar, diciendo: “No
dejando de congregarnos (reunirse) como algunos tienen por costumbre…?”. Aquí el Escritor usa la palabra
“costumbre”, para referirse claramente a todo creyente que tiene el “hábito” deliberado en su vida de NO
congregarse, o sea, aquel cristiano que voluntariamente y con toda premeditación se niega a congregarse, a
reunirse junto con sus hermanos en la fe, en sujeción a los pastores. Esto es lo que reprocha el texto,
aquellos cristianos que, sin tener impedimento alguno o razón justa, dejan por costumbre de congregarse.
Este desorden es de condenar y no puede ser tomado a la ligera. La frase "no dejando de congregarnos", no
solo se refiere a los que no asisten a ninguna iglesia, sino que también señala a quienes si tienen iglesia pero
mantienen la costumbre de ausentarse y faltar frecuentemente a los cultos a lo largo de sus vidas.
ESTO APLICA A TODOS LOS CRISTIANOS QUE DEJAN POR COSTUMBRE DE CONGREGARSE:
1) Los que faltan a los cultos sin razón justa. Cristianos que no van a la iglesia por quedarse viendo
televisión, o por algún otro entretenimiento. Ese día dejaron de congregarse y perdieron la bendición
que recibirían en la congregación (Stg.4:4).
2) Los que no se sujetan a los pastores. Ministros y evangelistas que tienen la agenda tan cargada que
apenas se congregan para recibir la enseñanza de sus pastores. Es posible que asistan un día en la
semana al templo y luego pasan semanas, meses y hasta años lejos de su iglesia por compromisos
ajenos; y también aquellos que andan sin la debida autorización de los pastores (Heb.13:17).
3) Los que buscan excusas. Cristianos que por cualquier asunto frívolo y cotidiano faltan al culto, siempre
tienen una excusa nueva para ausentarse a la reunión y evadir su responsabilidad como miembro de la
iglesia. De esta manera, éstos prácticamente dejaron de congregarse, pues no sirven para nada en la
obra de Dios (Mt.5:13).
4) Los desordenados. Cristianos que anda brincando de iglesia en iglesia sin razón justa; cambian
constantemente de congregación buscado sentirse cómodos con ellos mismos, en lugar de obedecer la
sana doctrina y sujetarse al cuidado de los pastores (1 P.5:1-5)
5) Los que se congregan mal. Cristianos que asisten regularmente al templo, pero no según Dios, ya que
mantienen conductas pecaminosas ocultas que estorban su servicio en la iglesia (1 Co. 11:17); y esto es
sinónimo de no congregarse. De nada les sirve reunirse si no hay obediencia a Dios.
Aquí hay que hacer una importante aclaración que la mayoría de los ministros pasan por alto. El texto de
Hebreos. 10.25, NO aplica a ciertos casos particulares. Por ejemplo, a cristianos que por alguna situación de
salud grave o impedimento físico no pueden congregarse (reunirse) regularmente con los hermanos, a estos
el texto no les aplica pues son situaciones ajenas y contrarias a su voluntad, las cuales en muchos casos Dios
mismo ha permitido para glorificarse (Juan.5.1-18; Hch.3:1-9). Tampoco el texto aplica a algún ministro que
por designio divino es llamado a estar por un lapso de tiempo fuera de la congregación (reunión), como el
curioso caso del profeta Juan el Bautista el cual predicaba en los desiertos y lugares distantes, lejos de las
sinagogas y las plazas donde tipicamente en aquella época se reunían los religioso (Lc.1:63,80; Hch.11:26,
16:11-40)

I. MUCHAS PERSONAS TIENEN UNA IDEA INCORRECTA O ANTI BÍBLICA RESPECTO A LA IGLESIA.
a) Lo que algunas personas sienten acerca de la asistencia a la iglesia, llega al punto del legalismo; deben
asistir cada vez que hay algún servicio o reunión, o corren el riesgo de exponerse a la ira de Dios.
b) Algunas personas experimentan sentimientos de culpa cuando por cualquier motivo no pueden asistir a un
servicio dominical.
c) Lamentablemente, algunas iglesias fomentan este sentimiento de culpa, colocando mucha presión sobre las
personas.
d) Por otro lado, la indiferencia hacia la iglesia o el no querer asistir de manera voluntaria, puede indicar un
problema en la salud espiritual de alguien.
e) Es importante entender que la calidad de la relación que una persona tenga con Dios, no se determina por
la frecuencia con que asiste a la iglesia.
f) El amor de Dios por Sus hijos no se basa en el número de veces que asisten a reuniones formales.
g) Sin embargo, No hay duda que los cristianos, los seguidores de Jesucristo, deben asistir a la iglesia.
h) El deseo de cada cristiano debe ser el de adorar con toda la iglesia (Efesios 5:19-20).
i) Para tener comunión y animar a otros cristianos (1 Tesalonicenses 5:11)
j) Para ser enseñados en la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17).
k) La fe viene por escuchar la Palabra de Dios (Romanos 10:17).
l) Congregarse con otros creyentes es un mandamiento (Hebreos 10:24-25); en realidad nos necesitamos
mutuamente.
m) Así como Dios ama a un dador alegre (2 Corintios 9:7), de igual manera Él se complace con una iglesia que
verdaderamente se goza asistiendo.

II. LA ASISTENCIA A LA IGLESIA DEBERÍA SER UNA DE LAS PRIORIDADES EN LA VIDA CRISTIANA.
a. Es importante estar comprometidos con la iglesia local.
b. Entonces, ¿cuáles son las razones válidas para no asistir a la iglesia?
c. Es imposible dar una lista que le funcione a todos.
d. Por supuesto, es aceptable no asistir cuando hay un motivo de enfermedad.
e. Pero en otros ámbitos, el problema se reduce a una actitud y motivación.
f. Si la motivación que alguien tiene para no ir a la iglesia es para servir mejor al Señor en otros sitios, para
suplir verdaderas necesidades, o para cumplir con una responsabilidad dada por Dios, entonces no hay nada
malo con dejar de asistir a un servicio de la iglesia.
g. Por ejemplo, un policía que esté de turno, no puede ignorar una llamada simplemente para que tome el
asiento acostumbrado en la iglesia.
h. Pero si la motivación para no ir a la iglesia es satisfacer los deseos de la carne, para ir en busca de fines
egoístas, o simplemente para evitar la comunión con otros creyentes, entonces hay un problema.

III. SE BEBE ANALIZAR CADA SITUACIÓN DE MANERA PERSONAL Y HONESTA.


a. ¿Es aceptable dejar de ir a la iglesia en algún momento por asistir a un evento deportivo? Sí, dependiendo
de la motivación y de la actitud.
b. ¿Y qué pasa si nos vamos a la iglesia porque estamos en vacaciones? De nuevo, depende de la motivación y
de la actitud.
c. Queremos evitar el legalismo; no somos salvos por asistir a la iglesia, sino por la gracia.
d. Por otra parte, un cristiano debería anhelar ir a la iglesia para aprender acerca de la grandeza del don de la
salvación dado por Dios, para aprender a ser más como Cristo, y para tener oportunidades para ministrar a
otros.
IV. AL EXAMINAR NUESTROS MOTIVOS PARA NO IR A LA IGLESIA, TANBIÉN DEBEMOS EXAMINAR
NUESTROS MOTIVOS PARA SABER LA RAZÓN POR LA QUE ASISTIMOS.
a) ¿Asistimos para vernos espirituales?
b) ¿Para hacer posibles contactos de negocios?
c) ¿Asistimos debido a la idea legalista que dice que entre más veces entremos por las puertas de una iglesia,
Dios va a estar más complacido con nosotros?
d) Es cierto que hay muchas personas que asisten a la iglesia regularmente, pero no tienen una buena relación
con el Señor.
e) Si para usted el asistir a la iglesia implica solamente el quedarse sentado aburrido y no prestar atención a la
alabanza y a la predica, y luego salir inmediatamente después de que el servicio termina, podemos decir
entonces que usted no asistió a la iglesia, ya que no se benefició en nada y tampoco aportó en lo absoluto.
f) Nos gustaría ir a la iglesia para poder tener comunión con otros que también han experimentado la
maravillosa gracia de Jesucristo.
CONCLUSIÓN: En lo posible debemos asistir a la iglesia, porque reconocemos la importancia de escuchar la
Palabra de Dios, aplicándola a nuestras vidas y compartiéndola con otros.
Debemos asistir a la iglesia, no para acumular puntos de bonificación espiritual, sino porque amamos a Dios,
a Su pueblo y a Su Palabra.

Cada cristiano debe tratar de asistir a la iglesia regularmente. Por otra parte, el no ir a la iglesia por una
razón justificable, en ningún sentido es pecado o algo que debería provocar sentimientos de culpa.
Dios conoce nuestros corazones. Dios no se impresiona con una persona simplemente porque va a todas las
reuniones. El deseo de Dios es edificarnos en Cristo, y Su método en esta época involucra a la iglesia local.

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