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Coronilla de Reparacion A La Santisima Trinidad Por Los Pecadores
Coronilla de Reparacion A La Santisima Trinidad Por Los Pecadores
Coronilla de Reparacion A La Santisima Trinidad Por Los Pecadores
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú
quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo
malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido
a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y
trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer
penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los Méritos de tu
Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e
intenso que te hizo sudar Sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este
suspirado perdón. Amén.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles
a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada alma el
Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María y apóstoles de los últimos tiempos, protege con tu sombra a la Iglesia
Católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino Inflamado de Amor de los Corazones
Unidos de Jesús y María. Amén.
Padre Nuestro, Ave María de los últimos tiempos y Gloria
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres, entre todas las
mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros
pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado
Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único
Hijo, Nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está
sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y
muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
En las cuentas grandes del Rosario común se dice:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el
Precioso Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad, de tu Amadísimo Hijo realmente presente en los
Sagrarios de la tierra, en expiación, desagravio, reparación, adoración y consuelo, por las
blasfemias, sacrilegios e indiferencias con las que Jesús es ofendido. Te ofrezco los Infinitos
Méritos del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y del Doloroso e Inmaculado Corazón de
María, por la conversión de los pobres pecadores y la paz del mundo. Amén.
En cada una de las diez cuentas se dice:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo, y te pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no te aman. Amén.
En las jaculatorias, al final de cada misterio, se dice:
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del
Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre, en la Divina Voluntad, y el Triunfo de
la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino, en todos los
corazones. Amén.
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en Ti. Amén.
¡Oh Jesús mío! perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. Amén.
Al terminar la Coronilla oramos tres veces:
Dios Padre, mira el Rostro sufriente y el Corazón Traspasado de Tu Hijo Jesucristo, y convierte
en elegidos a los pobres pecadores. Amén.
Consagración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Santa Eucaristía, te consagro mi
cuerpo y alma para ser enteramente uno con tu Corazón, sacrificado cada instante en todos los
altares del mundo y dando alabanza al Padre, implorando por la Venida de Su Reino. Ruego que
recibas esta humilde ofrenda de mi ser. Utilízame como quieras para la gloria del Padre y la
salvación de las almas.
Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te ruego me
defiendas y protejas como tu hijo especial. Amén.
Se finaliza la Coronilla:
† En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.