Tula Ciudad Mística
Tula Ciudad Mística
Tula Ciudad Mística
Ciudad Mítica
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Antecedentes de investigación arqueológica 3 Visita virtual 11
Glosario 26
Bibliografía 30
Selección de Piezas 31
Créditos 62
arqueológica
La historia de las investigaciones modernas en Tula A partir de la década de los años 80 comienza
comienza con las que realizó Jorge Acosta en 1956 el proyecto especial del I.N.A.H. en Tula a cargo
y 1957. Acosta, además de excavar la pirámide C, de Guadalupe Mastache y Robert Cobean. Este
inició trabajos de excavación, restauración y conso- proyecto es uno de los que más aportaciones
lidación en otros edificios monumentales. En resu- ha dado al desarrollo de la investigación en este
men, podría decirse que su labor durante 20 años sitio prehispánico y el cual sigue vigente, siendo
consistió en el trabajo de 5 edificios: las pirámides B Robert Cobean, uno de los principales especialis-
y C, el Palacio Quemado, el Juego de Pelota 1 y la tas en el estudio de esta antigua ciudad, el encar-
estructura conocida como Coatepantli. gado del mismo.
Durante el periodo de 1968 a 1970, el director del A partir de 1982 Juan Yadeun empezó a excavar y
proyecto de investigación en Tula fue Eduardo restaurar la plaza principal. En 1983 Roberto Ga-
Matos Moctezuma, cuyos esfuerzos se enfocaron llegos empezó a restaurar la zona y gestionó una
en el Juego de Pelota 2 y el Tzomnpantli. vinculación permanente con el parque SEDUE.
La zona dejó de ser investigada durante los 9 años En la década de los años 90 -especialmente en
posteriores. Fue hasta 1979 cuando el centro regional 1992- el I.N.A.H. y el Banco Mundial realizaron tra-
I.N.A.H-Hidalgo intervino Tula nuevamente. En esta bajos en las Pirámides B y C, en el Palacio Que-
ocasión se plantearon trabajos de restauración y mado, en el Vestíbulo, en los Juegos de Pelota 1
mantenimiento de la zona abierta al público. y 2, en el Coatepantli, en el Templo Redondo y en
la Estructura K. A finales de los años 90 el centro
De 1980 a 1982 Rafael Abascal realizó excava-cio- regional I.N.A.H-Hidalgo restauró el Palacio Que-
nes en los edificios A y C, a su vez, Carlos Hernán- mado, el Vestíbulo Sur y la Pirámide B.
dez realizó trabajos en los alrededores de Tula me-
tiéndose a los cerros de la Malinche y el Tesoro.
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Historia del Sitio
Las crónicas indígenas señalan que Tula fue la Durante el Clásico Tardío (600-900 d. C.), Tula
ciudad de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl; persona- inicia como un pequeño centro urbano que se ex-
je real convertido en héroe mítico, cuyo nacimiento tendía sobre una superficie de aproximadamente
ubican en un sitio cercano a Xochicalco. Según 5 kilómetros cuadrados, territorio que actualmente
las crónicas antiguas, Ce Ácatl Topiltzin Quetzal- es llamado Tula Chico. Hacia el año 900 d. C., los
cóatl venga la muerte de su padre, Mixcóatl para habitantes abandonan esa pequeña urbe y cons-
después recuperar el reinado de los toltecas y
fundar Tollan.
Ce Ácatl Topiltzin.
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truyen hacia el sur, a 1.5 kms., un
nuevo recinto monumental semejan-
te a Tula Chico, pero de proporcio-
nes mayores. La población se incre-
menta y el tamaño de la urbe crece a
casi 13 kilómetros cuadrados.
En 1873 García Cubas fue uno de los primeros geógrafos que hizo referencia a Tula. Posteriormente, las ex-
ploraciones del arqueólogo Jorge R. Acosta, iniciadas en 1940, continuaron durante los siguientes 20 años.
Tula Chico quedó abandonada y deshabitada durante los siglos posteriores, a pesar de ubicarse muy
cerca de una gran ciudad que floreció durante los siglos posteriores.
Tula chico.
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Tula, Ciudad de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl
Ce Ácatl Topiltzin.
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Ilustración hipotética del templo de Quetzalcóatl en Teotihuacán.
Este ser mítico y complejo, fue adoptado con tal fuerza por los pueblos que tuvieron contacto con Tula,
que las creencias asociadas a él persisten hasta nuestros días. La presencia de Quetzalcóatl en estos
grupos indígenas permanece combinando lo imaginario, lo mítico y lo histórico.
L os toltecas constituyeron un grupo nahua que, según su leyenda, procedía de un lugar mítico llamado
Huehuetlapalan, situado probablemente entre los ríos Gila y Colorado. Cuando unos emigrantes salieron
de Huehuetlapan emprendieron una ruta que recorría los actuales estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit,
Zacatecas, Jalisco, norte de Michoacán y sur del Estado de México, hasta llegar a Hidalgo -de donde
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fueron arrojados por los
huastecos- para después
establecerse en la Cuenca
de México.
Después de la fundación de Tula, los toltecas se mezclaron con los otomíes y atrajeron a los nonoalcas
y a los amantecas. Su gran habilidad sincrética les permitió asimilar con facilidad y rapidez los adelantos
de estos grupos. De este modo, el imperio tolteca creció y entró en contacto con las culturas más impor-
tantes de Mesoamérica, de las cuales recibió importantes elementos y con ellos llegó a formar una cultura
nueva que se extendería a lo largo de la Costa del
Golfo hasta Yucatán y, por el sur, hasta Oaxaca,
Chiapas y Centroamérica.
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dos del Altiplano Central.
Durante la exploración
de sus recintos se en-
contraron vasijas de
Costa Rica y Nicaragua,
fragmentos de vasos
policromados mayas de
Campeche, vasijas de
loza plumbate del So-
conusco, así como can-
tidades importantes de
cerámica procedente de
la Huasteca, el centro
de Veracruz y el norte
de Mesoamérica.
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Los gobernantes eran expertos en la escritura y la En la base del sistema organizativo estaba la ma-
arquitectura, las matemáticas y la astrología. En yoría de la población; la cual tenía a su cargo la
esta disciplina, trabajaban el calendario, los siste- realización de todos los procesos y actividades pro-
mas de medición del tiempo y la interpretación de ductivas que permitían el sostenimiento material de
los días propicios o nefastos, así como en todo el la sociedad. Generadora de alimentos, bienes de
complejo ritual de ceremonias públicas y privadas consumo y objetos suntuarios, esta clase también
que regulaban la vida de la sociedad. Pero aunque constituía la fuerza de trabajo que edificaba y man-
el sacerdote jugaba un papel muy importante en la tenía las obras públicas. Algunas de estas obras
vida del pueblo, fue la élite militar la que fue asu- eran de gran magnitud como: plazas, pirámides,
miendo, el mando del gobierno. Una muestra clara palacios, vastos conjuntos de terrazas artificiales,
de su exaltación es la gran cantidad de representa- sistemas de canales, calles, calzadas y drenajes.
ciones de guerreros que existen en su obra arqui-
tectónica y escultórica.
Entorno y Ubicación
Tula moderna.
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