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Variables Del Receptor, Variables de Canal.
Variables Del Receptor, Variables de Canal.
Variables Del Receptor, Variables de Canal.
Introducción. ................................................................................................................................... 3
Objetivos. ......................................................................................................................................... 4
Justificación. ................................................................................................................................... 5
Conclusiones. ........................................................................................................................... 21
Bibliografía. ............................................................................................................................ 23
Introducción.
Objetivos.
General:
Analizar los cambios de actitudes en la comunicación, a través de la
implementación de las diferentes variables, que afectan estos cambios tales
como las variables del receptor, del canal, el contexto que rodea y la manera
en cómo estas influyen en la comunicación.
Específicos:
Dado que las actitudes son adquiridas, se aprenden y pueden ser modificadas o
cambiadas. Distintos autores han señalado técnicas y métodos que contribuyen a
generar cambios en las actitudes. Muchas de estas técnicas pueden agruparse,
según su naturaleza, en categorías definidas por aspectos claves como la
motivación, las necesidades, la autoevaluación, el compromiso, la auto instrucción,
la libre elección, el diálogo, la realización de valores, la elevación del nivel de
aspiraciones valorables, entre otras. Todas estas técnicas se fundamentan en la
concepción de las actitudes como la integración de componentes cognitivos,
afectivos y conativos, por lo que plantean, que el cambio que se registre en uno de
estos componentes afecta a la globalidad de la estructura de la actitud. La tentativa
de influir en las actitudes con la pretensión de cambiarlas, se ha convertido en un
objetivo rutinario en el campo de la Psicología Social. Dos enfoques han establecido
los principios que explican y estructuran las teorías en torno a tal pretensión: la
Teoría de la Persuasión y la Teoría de la Disonancia Cognitiva.
Según Moya (en Morales (coord), 1999) los elementos claves se refieren
fundamentalmente a: a) La fuente o emisor del mensaje: considerando en primera
instancia la credibilidad de la misma, que se deriva de la competencia que el
receptor le atribuye y de la claridad o transparencia en la intención de persuadir. Las
intenciones muy evidentes generan poco efecto en el cambio de actitudes. Otro
aspecto importante de la fuente, es el que se refiere al atractivo de la misma; este
factor puede aumentar la atención e incentivar mecanismos de identificación con
ella, lo que en resumen mejora su credibilidad y la eficacia en la persuasión. b) El
contenido del mensaje: especialmente la calidad de sus argumentos, la claridad y
organización, así como también el énfasis del mensaje en cuanto a, si se basa en
aspectos racionales o emocionales. c) El canal comunicativo: el medio (visual,
auditivo, directo, indirecto) y su calidad. d) El contexto: sus condiciones (relajado o
serio, agradable o desagradable, tenso o distraído) En este orden de ideas, Cantero
(en León et al, 1998), destaca la importancia de considerar el "peso de la fuente" en
el proceso de la persuasión, el cual depende básicamente de dos cosas: por una
parte, de la actitud del receptor con respecto a dicha fuente concretada en aspectos
ya indicados como la credibilidad, el atractivo y la competencia que el individuo le
atribuye a la fuente. Por otra, de las discrepancias entre las actitudes de la fuente y
el receptor, tal como las percibe este último. Agrega el autor, que aun cuando no
existen estudios determinantes en torno a la influencia de las características del
receptor en el cambio de actitud, vale tomar en cuenta el nivel de susceptibilidad
(es decir el nivel en el que el receptor se deja persuadir) y que según Hovland (1959)
puede ser afectado por la edad, el nivel educativo, las creencias previas, así como
también por factores más estructurados tales como: 64 - La autoestima: pues a
mayor autoestima menos susceptibilidad a la persuasión - El autoritarismo: las
personas autoritarias son altamente propensas a ser influenciadas por
comunicadores de prestigio - El aislamiento social: que genera mayor necesidad de
la aprobación de los demás - El nivel de fantasía: las personas propensas a la
fantasía son más susceptibles de ser persuadidas - El tipo de orientación vital: las
personas independientes que valoran sus objetivos y patrones personales son
menos susceptibles que aquellas con altos niveles de adaptabilidad y conformismo.
Dos implicaciones derivan de esta teoría. Para que la persuasión cause el efecto
deseado es necesario: primero, que el receptor pase progresivamente por las
distintas etapas del proceso persuasivo y segundo, tener en cuenta que el impacto
de la comunicación en cada una de las etapas puede ser distinto; ciertas
características del mensaje, de la fuente e incluso los procesos que ocurren en el
receptor * , pueden ocasionar efectos positivos en algunas etapas y negativos en
otras (la preparación intelectual del receptor puede aumentar la posibilidad de recibir
y analizar un mensaje, pero a su vez disminuye la posibilidad de que sea aceptado).
En el lenguaje verbal o hablado se producen complicados procesos por los que las
sensaciones, impresiones o pensamientos son convertidos en fonemas (sonidos
significantes), con los que se forman las palabras que se transmiten a través de
ondas sonoras. La persona que habla utiliza un código para elaborar el mensaje
oral. La que escucha debe conocer ese código para interpretar y conocer el
mensaje.
Vinculadas con esta motivación humana se han señalado algunas variables que
tienen relevancia para el estudio de la persuasión, como son:
• La necesidad de cognición
• La necesidad de evaluación
• La necesidad de cierre cognitivo
• La incertidumbre causal
• La autoconciencia
Se puede encontrar en Briñol y Petty (2005) una exposición más detallada de todas
estas variables. Vale la pena señalar, en este sentido, que la más estudiada, y quizá
la más relevante para el estudio de la persuasión, es la necesidad de cognición (NC;
Cacioppo y Petty, 1982).
Pero, además, como ya se ha señalado, una misma variable puede actuar sobre el
cambio de actitud a través de distintos mecanismos según las circunstancias. En el
trabajo anteriormente comentado, la probabilidad de elaboración era intermedia y la
autoafirmación afectó a la persuasión influyendo sobre la cantidad de
procesamiento del mensaje. En un experimento posterior, Briñol, Becerra, Gallardo,
Horcajo y Valle (2004) estudiaron el efecto de la autoafirmación en condiciones de
alta elaboración. En este caso, después de procesar un mensaje persuasivo (en
lugar de antes), a los participantes del experimento se les permitió autoafirmarse a
través de la expresión de sus valores personales, lo que incidió significativamente
en el grado de confianza que tenían con respecto a sus pensamientos sobre el
mensaje. Como resultado, la autoafirmación aumentó la persuasión cuando los
pensamientos sobre el mensaje eran favorables, pero la disminuyó cuando los
pensamientos sobre ese mensaje eran desfavorables (véase el Gráfico 18.5).
En conjunto, estos dos trabajos muestran que la autoafirmación puede aumentar o
disminuir la persuasión a través de distintos mecanismos (por ejemplo, afectando a
la cantidad de pensamiento o a la meta-cognición) según las condiciones de
elaboración (por ejemplo, moderada y alta, respectivamente) y el orden de inducción
de la autoafirmación (antes o después del mensaje).
Necesidad de aprobación e inclusión social: la afiliación con los otros puede proveer
un sentido de estima personal y la inclusión en un grupo puede proveer un estatus
o poder social deseado (Maslow, 1943). Vinculadas con esta motivación se han
señalado algunas variables que tienen relevancia para el estudio de la persuasión,
como:
• La necesidad de unicidad (Snyder y Fromkin, 1977).
• El individualismo-colectivismo (Triandis, McCusker y Hui, 1990).
• La dependencia de campo (Witkin y cols., 1954).
• El maquiavelismo (Christie y Geis, 1970).
• Las diferencias individuales en disposición hacia grupos e identidades minoritarios
(por ejemplo, la orientación de dominancia social, Pratto y cols., 1994).
• Las diferencias individuales en la motivación para controlar el prejuicio (por
ejemplo, motivación interna y externa para responder sin prejuicio, Plant y Devine,
1998).
Valga como ejemplo el papel del individualismo-colectivismo en la respuesta a los
intentos de persuasión. Han y Shavitt (1994) encontraron que, comparados con
personas coreanas, los estadounidenses se dejaban persuadir más fácilmente por
anuncios publicitarios que subrayaran ventajas de tipo individual. Por el contrario,
los anuncios que recalcaban beneficios familiares e intragrupales eran más
persuasivos para los coreanos que para los estadounidenses.
Leon, 1992: a la hora de procesar un mensaje, son válidas las siguientes premisas:
Briñol y Petty, 2005: organizan los factores del receptor que influyen en el cambio
de actitudes en torno a 4 necesidades:
• Advertencias previas del intento persuasivo: a veces las personas saben que les
van a intentar convencer, pero no saben de antemano en qué dirección.
Inicialmente, se consideró que la advertencia previa de un intento persuasivo es
interpretada por la audiencia como un intento de restringir su libertad de
pensamiento, generando una fuerte reactancia (Brehm,
1966), lo cual redunda en una mayor resistencia a la persuasión (Fukada, 1986).
Como ocurre para cualquier otra variable, el conocimiento del intento persuasivo
puede influir sobre el cambio de actitud no sólo como un simple indicador de rechazo
(cuando la probabilidad de elaboración es baja), sino que puede funcionar a través
de otros procesos psicológicos.
Por ejemplo, Petty y Cacioppo (1979), sugirieron que la advertencia previa no actúa
sin más como un simple indicador de rechazo, sino que también actúa sesgando el
procesamiento de la información cuando la relevancia personal es alta. Esto es, el
saber de antemano que te van a intentar convencer puede aumentar la motivación
para generar contraargumentos.
Están incluidos tanto las características del medio físico como los factores sociales
y circunstancias personales.
La distracción.
Las actitudes son adquiridas, lo cual significa que se aprenden y por lo tanto pueden
ser modificadas o cambiadas mediante técnicas y métodos en categorías como la
motivación, la autoevaluación, el compromiso, la auto instrucción, etc.
Las técnicas para generar cambios en las actitudes se fundamentan en la
concepción de estas como la integración de componentes cognitivos, afectivos y
conativos, y plantean que el cambio afecta a la globalidad de la estructura.
Un "cambio de actitud" se refiere implícitamente a su proceso de formación y a la
consideración de las características de la relación que se establece entre la actitud
y la conducta.
Según Allport las unidades explicativas de la conducta se establecen en dos grupos.
Un primer grupo que incluye los instintos, los motivos, los sentimientos, las actitudes
y los hábitos. En el segundo grupo, considerado complementario, se incluyen los
impulsos, los apetitos, los deseos y las necesidades.
La necesidad de consistencia es un aspecto clave del entendimiento del mundo por
parte de las personas, el cual lleva a las personas a evitar la disonancia dentro y
entre los componentes afectivos, cognitivos y conductuales del sistema psicológico,
tanto a nivel explícito y controlado como a un nivel más automático.
La necesidad de estima es precisa para lograr la felicidad y la salud mental, así
como para el afrontamiento del estrés de la vida. Una forma sencilla con la que se
puede aumentar la autoestima es a través del paradigma de autoafirmación que
consiste en dar la oportunidad de que las personas expresen sus valores
personales.
La necesidad de aprobación e inclusión social puede proveer un sentido de estima
personal y la inclusión en un grupo puede proveer un estatus o poder social
deseado.
La distracción generalmente interfiere con el pensamiento, lo cual puede aumentar
o disminuir la persuasión dependiendo de la calidad de los argumentos del mensaje.
Avisar de antemano de la postura defendida suele aumentar la resistencia a la
persuasión. Dependiendo del tiempo que transcurra entre la advertencia y la
emisión del mensaje, la resistencia a la persuasión será mucho menor que si
transcurre una cierta cantidad de tiempo.
El conocimiento del intento persuasivo puede influir sobre el cambio de actitud, no
sólo como un simple indicador de rechazo cuando la probabilidad de elaboración es
baja, sino que puede funcionar a través de otros procesos psicológicos.
Se suele observar mayor persuasión cuando las personas se sienten felices
comparado con cuando las personas se sienten tristes.
En general, las personas con estados de ánimo positivos dedican menos atención
a pensar sobre los mensajes que las personas con estados de ánimo negativos y,
por tanto, discriminan menos entre argumentos fuertes y débiles.
El estado de ánimo positivo está asociado con la generación de pensamientos
favorables, mientras que el estado de ánimo negativo está asociado con la
generación de contraargumentos. Es decir, el estado de ánimo sesgó la dirección
de los pensamientos que venían a la mente mientras se procesaba el mensaje.
Bibliografía.